El Ojo del Emperador.pdf

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  • DANIEL ESQUIROZEL OJO

    DEL EMPERADOR

    EDITORIAL DUNKENBuenos Aires

    2015

  • Esquiroz, Daniel El ojo del emperador. 1a ed. - Ciudad Autnoma de BuenosAires: Dunken, 2015. E-Book.

    ISBN 978-987-02-8111-5

    1. Narrativa Argentina. 2. NovelasPolticas. I. Ttulo CDD A863

    Contenido y correccin a cargo del autor

    Impreso por Editorial DunkenAyacucho 357 (C1025AAG) - Capital FederalTel/fax: 4954-7700 / 4954-7300E-mail: [email protected] web: www.dunken.com.ar

    Hecho el depsito que prev la ley 11. 723Impreso en la Argentina 2015 Daniel Esquiroze-mail: [email protected] 978-987-02-8111-5

  • Advertencia

    Cualquier semejanza con acontecimientos opersonajes reales del pasado o del presente sonpura casualidad o resultan de algn caprichosoartilugio del inconciente, o emerge por esasmisteriosas formas de transmitirse la vida.

  • A los que enseando, aprenden.A los que aprendiendo, ensean.

    A los que ayudan.

  • ndice

    AdvertenciaLa IniciacinEl ExamenLa Caravana a Hir-YesCuatro Monasterios para un TemploEl Puente de los InundadosLa Tierra del FiloLos Dos PrimosEl EclipseLa Peor CondenaKashimLas Voces ValiosasRegreso a la Aldea NatalEl Ciclo

  • Resulta ms placentero que sencillo describirciertas memorias de lo acontecido durante mis

    cuarenta aos al servicio del Emperador Katai-Lo-Ya, Supremo Seor del Reino Medio.

    El tiempo transcurrido, con el desgaste y loscambios que acarrea, ha sido extenso y complejo.

    He resuelto, para conocimiento de mi protegida ypara

    incluirlas en los registros de Wu-Ki, redactar lasexperiencias que mejor recuerdo.

    Fui el Ojo del Emperador. El que mir cuando lno estaba. El que observ cuando l lo dispuso.

    El que vio lo que pocos pudieron ver.

    Ji-Yu-Mei es mi nombre impuesto y, a falta depadres, result ser el ms adecuado por las

    circunstancias y por el significado de su grafa.

    Estamos en el Cuarto Ciclo del Tigre de la

  • Dinasta Katai.

  • La Iniciacin

  • Recuerdo la montaosa provincia de Siusenadonde se remontan mis primeras memorias. Eraun nio gil, hablador e inquieto. Viva con la TaShu-Lan quien me educ en la frugalidad, en laobservacin y en aprovechar todas lascircunstancias que, a favor propio, fuerenproducidas por la Gran Naturaleza o por elHombre.

    Cada tres aos llegaban a la aldea losfuncionarios de la Provincia, a fin de examinar alos jvenes en sus habilidades y proponer, segnla calidad de las mismas, su tutora al PrncipeGobernador, el que de ah en adelante le dara uncargo en su administracin y una paga anual a lafamilia que haba propiciado tales mritos. En esosdas la Aldea se engalanaba para recibir a losexaminadores, tanto sea por agradecimiento comopara congraciarse con ellos, pretendiendo asvolverlos ms amables en sus criterios decalificacin.

    Cuando contaba con diecinueve aos de edad,haca ya diez que viva con mi Ta. Me habaadoptado luego del fallecimiento de mis Padres alvolcar la balsa que los cruzaba por el rio Kiota. Yo

  • no tena hermanos ni primos y la hermana de miPadre fue el nico familiar que acept mi crianza,bajo la condicin de no desobedecer sus rdenesy consejos hasta que lograse absolutaindependencia y, en caso de que lo solicitara,proveer a su sustento durante la vejez. Como eramuy pequeo para tales decisiones, el Escriba dela Aldea redact el documento de adopcin ytodos los meses de todos los aos se hacapresente en nuestra Casa para que yo lo leyera envoz alta y memorizara las obligaciones. Aspasaron los aos, y un da, prximo a losexmenes, mi Ta dijo:

    Debes prepararte para el examen de losfuncionarios. Sera muy ventajoso para nuestrocompromiso que lograras un puesto en laadministracin de la Provincia.No quiero ser funcionario del PrncipeGobernador me apresur a contestar. Yo nopertenezco a familia distinguida y el solo hechode presentarme provocar intrigas en la Aldeay envidias. Adems, esta ProvinciaEs la que te da de comer, la que alberga a laque te cra y la que vio nacer y morir a tus

  • Padres! interrumpi la Ta y prosigui. Tucompromiso de adopcin mutua obliga a queme obedezcas, por lo menos hasta que tevalgas por ti mismo Y ese da lo veo cadavez ms lejano.

    Percib un cierto tono de astucia burlona ensus palabras. Ella siempre tena la habilidad deacicatear al otro llevndolo hacia lo queconsideraba su mejor propsito.

    No podramos esperar otros tres aos? pregunt con la lejana esperanza de queaccediera, mientras que con el rabillo del ojocalculaba la distancia hasta la puerta,conocedor de sus explosiones de nimo.Tres no, pero dos s! contest con unacalma firmeza, muy lejana al enojo, lo que mesorprendi.No entiendo Ta trat de que mi vozpareciera la de un inocente e ignorante,simulando mi alerta.Dentro de dos aos estn los concursos queorganizan los Funcionarios de la Corte delEmperador. No son para puestos provinciales

  • sino para Cargos Imperiales. Y t tienes estosdos aos para terminar de prepararte en aquelloque siempre he insistido. Si en ese plazo no tepreparas o no eres admitido por el Imperio teechar de casa y te obligar ante el Gobernadora que me mantengas, aunque sea como unmsero cuidador de puercos.

    El tono de la Ta haba mudado lo suficientecomo para saber que era su ltima palabra. Y porsupuesto que la cumplira. Desde pequeo mehaba educado para desarrollar habilidades quepodran resumirse en tres actitudes bsicas. Paraque no las olvidara, durante el aprendizaje deescritura con el Escriba de la aldea que tambinoficiaba de maestro de caligrafa, mi Ta agregabaa las tareas impuestas por el Escriba lareproduccin diaria y exacta en lectura y escriturade un pequeo lema omnipresente en cada casa delos miembros de la Familia. Este lema fue el nicolegado que dej mi Abuelo a sus hijos mi Padre,mi Ta y otros tres Hermanos y los oblig a jurarque lo all dicho sera la base y el fin de todaeducacin que recibieran sus descendientes o queellos mismos transmitieran. El Lema de la Familiadice as:

  • Cuidado! No engaes.Atencin! No seas engaado.

    Peligro! No te engaes.

    Y jams he dejado de estar alerta, para evitardesobedecer as el mandato de mi Familia!

    Todo momento o circunstancia era buenopara ensear y aprender, y an hoy considero quees as, sea uno maestro o discpulo. Una vez alda, casi siempre al atardecer y antes de la cena,me sentaba con la Ta bajo un alero de caas quedaba al Oeste. Desde all todo era paz ytranquilidad, inclusive durante las lluvias dabagusto sentarse y escuchar el escurrir de las aguas.La puesta del sol, el remolonear de las aves antesde dormir, el sonido de los ltimos carrosabandonando la Aldea, algn ladrido lejano deperros, todo era apaciguado y sereno. Entonces elrostro de mi Ta se suavizaba un poco, no as suvoz:

    La gente comn cree que se aprende solo encircunstancias extraordinarias. Espera que paseun cometa o que un Adivino llegue a la Aldea oque el terremoto sacuda los sembrados o

  • cualquier otro acontecimiento grave sucedapara aprender de l. Pero debes entender queesos acontecimientos, por ser extraordinarios,siempre son escasos. Por lo tanto la gentecomn aprende en muy pocas oportunidades.El resto de sus das lo pasan embrutecindosea medida que el conocimiento se les agota.Se agota lo aprendido? pregunt.Lo que no se come se pudre. Lo que no seriega se marchita. Lo que no se alimenta seenflaquece.Pero lo aprendido, aprendido est. Solo lalocura puede malograr los conocimientos afirm con la intencin de que mi Ta seextendiera.

    Y lo hizo:

    La mente es conocimiento y el conocimientoes mente. Son la misma cosa. El hombre lascree distintas pero la Gran Naturaleza no. Poreso si alguien enloquece no se puede precisarsi se le trastorna el conocimiento o se ledesequilibra la mente. Nadie entra en la menteajena si no es por el conocimiento y nadie entra

  • en el conocimiento sino a travs de la mente.Quien domina el conocimiento domina la mentey quien domina la mente domina elconocimiento. Cuando uno deja de practicar elaprendizaje, el apetito de la mente no cesa yempieza a alimentarse de cuanta cosaencuentra en el camino. Algunas cosas resultantiles, pero la mayora no. Como el hombre esperezoso, sobre todo si pertenece a las clasesinferiores, se conforma con alimentarse de losdulces que la vida le presenta porque halagansu paladar y le ahorran esfuerzo a su mente.Qu tipo de dulces? pregunt.Prejuicios, supersticiones, intrigas, deseosindignos, dogmas, credos y todo aquello que loencuentra por accidente o se lo dan servido.Los conocimientos regalados suelen serveneno y los conocimientos conquistados soncasi siempre buen remedio.Cmo se da servido un conocimiento? insist.Accediendo a tu pregunta y el tono de suvoz perdi amabilidad.Pero si no pregunto, cmo aprendo? me

  • arriesgu.Te alimentas por lo que llevas a tu boca opor lo que masticas y digieres?Por lo que mastico y digiero.Entonces aprendes por lo que meditas y nopor lo que oyes o repites y agreg consorna. Ya es hora de echar basura en tu boca,solo el trabajo de tus dientes y la capacidad detus intestinos lo harn comida. Ve y prepara lamesa para la cena!

    Estaba oscuro cuando me ergu. Pas pordetrs de la Ta porque es de mala costumbreinterponerse en la contemplacin de un paisaje yella, con un rpido movimiento de su mano mepill por la camisa, me atrajo hacia s y me indicque acercara el odo a su boca.

    Todo lo que oste hoy es basura susurr.Lo que alcances a entender por la maana sertesoro. Lo que te sobre elimnalo con tuprimera orina. Y no te olvides de poner el aguafresca a la mesa y el pan de la maana acalentar otra vez.S, Ta. Lo har tal cual lo dijo.

  • Como siempre la cena transcurri en amablesilencio. No dorm durante casi toda la nochepensando en los dichos. Y a la madrugada orincopiosamente.

    Los dos aos pasaron rpido. Parecieronapenas dos estaciones de las cuatro que tiene elao. Cuando desde el hoy recuerdo mi incipientejuventud pienso que fui favorecido por la GranNaturaleza. Ella me quit a mis padres, pero meobsequi a una de las personas msextraordinarias que he conocido, mi Ta Shu-Lan,y an hoy hay aspectos de su personalidad que seme presentan misteriosos. Desde pequeosospech de que posea conocimientos a los quemuy pocos acceden. Durante el primer otoo delplazo establecido para mi preparacin sucedi undilogo tan extrao que an me sorprende.

    Al alba de una maana fresca nos internamosen el Monte de los Pensamientos que est cercanoa la Aldea, entre sta y la montaa del Norte. Yollevaba por las riendas a nuestro burro que tirabade un carro para lea. Mi Ta caminaba adelantecon paso muy seguro y auxilindose con una largavara de cerezo. Como era costumbre, seguimos elprofundo sendero que los aos haban sealado en

  • el piso dado que era el nico bosque donde sepermita la extraccin de lea y siempre que fueracada.

    Para cortar un rbol, en aquellos tiempos, sedeba solicitar un permiso especial al Escriba ypagar un impuesto segn el tamao y el destinoque se le iba a dar a la madera. Cortar un rbolpara hacer un puente era mucho ms barato quecortarlo para hacer una choza, porque los puenteslos usan todos y la choza solamente la familia quehabita en ella. Cortar un rbol para hacer unmueble era realmente muy caro. Esos rbolessolamente podan ser cortados por carpinterosartesanales y a pedido de alguien rico. La Aldeacastigaba a quienes injustificadamente, y cumplidoun plazo prudencial, no realizaban el trabajo parael que haba sido cortado el rbol. En ese caso selo deba entregar para trabajos pblicos y elEscriba obligaba al infractor a plantar uno de lamisma especie en el mismo bosque. Si unocambiaba el destino de la madera para un trabajode mayor inters comn como era dejar de hacerun mueble para hacer un puente, era bien vistoaunque el impuesto no se reintegraba. Pero si eldestino original era un puente y se terminaba

  • construyendo un mueble, se lo obligaba alresponsable a plantar y cuidar un rbol por cadarama que tena el rbol original. Este era uncastigo que duraba muchos aos. En el caso deque el rbol cortado fuera malogrado o destruidopor accidente o alguna desgracia general,inmediatamente se otorgaba un nuevo permiso decorte sin cargo. Pero si era malogrado o destruidopor negligencia, el responsable no era obligado anada, aunque de por vida no poda ingresar albosque bajo pena de encierro con trabajosforzados. En mi Aldea las chozas son todas demadera y se mantienen impecables por variasgeneraciones. Todos cuidan los puentes y losartesanos hacen los ms exquisitos muebles de lacomarca.

    Entonces, sin previo aviso, cuando el senderogiraba hacia la izquierda, mi Ta continu recto yalgo ms adelante vir a la derecha.

    Ta! levant la voz cuando percib que elburro comenzaba a retacear su esfuerzo ante lanueva situacin. Este no es un buen caminopara el burro ni para el carro!

  • Gir sobre s. Estaba sobre un montculocomo puesto a propsito y los rayos del soljugaban a su alrededor. Hoy reconozco que tenaun aire distinguido, casi majestuoso, pero encontadas ocasiones yo perciba ese aire.

    No pienses en el burro ni en el carro. Piensaen el camino Acaso tu no lo puedes seguir? me contestS que puedo! y tir con fuerza de la rienda,pero el burro se opuso an ms. Es el burroel que no quiere! repliqu algo agitado.

    Mi Ta observaba desde su altura.

    Cmo puede mi sobrino saber lo que quiereo no quiere un burro? Acaso son de la mismaespecie?

    No le contest. Saba muy bien que cuandousaba sus ironas poda volverse imposible.

    Hice una pregunta! insisti.

    Solt la rienda y mir a mi Ta. No vi en surostro cara de burla, realmente haba hecho lapregunta en serio y en serio la deba responder.

  • Lo s porque hace cuatro aos que traemos elmismo burro, al mismo bosque, por el mismosendero y para el mismo trabajo.Que hayas compartido sus esfuerzos no tehace de su especie.Si compartimos el mismo aire, el mismo sol,y convivimos en el mismo tiempo y en elmismo lugar y si segn los antiguos maestrostodo es un continuo: En qu me diferencio delburro?

    Es una mala costumbre responder a unapregunta con otra pregunta, pero si la segundainvitaba a una respuesta que obligaba a lareflexin, esto excitaba a mi Ta y la volva muysagaz.

    La naturaleza primera es igual en todos losseres y todos encerramos en nuestraindividualidad la universalidad. Por eso, ahoraque lo dices, no te diferencias tanto del burro.Incluso el aceptar a la bestia para que tereemplace como sobrino legtimo no medenigrara en absoluto.

    Mud de pronto su rostro irnico y asumi

  • una expresin de grave serenidad. Con un tonoafectuoso que me tom de sorpresa, dira que casimaternal, habl, a la vez que se sentaba sobre elbrazo de un gran tronco cado.

    Realmente quieres saber qu diferencia a lasindividualidades? Sers capaz de soportar lallave que abre muchas puertas pero que jamste indica donde esas puertas estn? y me hizouna seal para que me sentara a su lado.

    Quit el bozal al burro para que pastaratranquilo y trab una rueda del carro por si queraalejarse, a lo sumo andara en crculos. Meacerqu a la Ta, ms atento a su cara que a suvoz, y opt por sentarme casi a sus pies sobre unaalfombra de trbol.

    S! Quiero saber en qu me diferencio de tusublime burro y en qu se diferencia l de tutorpe sobrino.

    Me expres con el tono ms irnico del quefui capaz. Pero la Ta apenas sonri.

    He logrado forjar en ti un buen carcter. Helogrado que, con astucia, sepas rebelarte

  • dignamente a mi autoridad. Te he enseado amostrar tus sentimientos solamente a quienesmerezcan conocerlos. Has aprendido a noatarte mentalmente a nada, ni siquiera a lasevidencias. Has probado la carne, es hora quesaborees el tutano.

    Un rayo de luz caa sobre el costado de sucabeza. Haba pasado los cuarenta aos y demujer bonita se haba convertido en mujer serena.Muchos la cortejaron y slo supe de uno que laposeyera. La mirada se le ilumin y los gestos sele comenzaron a suavizar al punto que todopareca desarrollarse lentamente. Pos sus ojossobre los mos, los pase por mis cabellos negrosy brillosos, mucho ms abundantes que ahora, ycontinu:

    El Tao me dice que esta es una oportunidadnica para tratar de transmitir lo mximo ques. Y lo har bajo dos condiciones: la primeraes que no aceptar ninguna interrupcin.Tienes prohibido incluso el simularescucharme. La segunda es que no preguntesnada an despus de habrtelo transmitidoporque slo el Tiempo y el Tao te respondern

  • Est claro?S, Ta!Todo lo que existe es hecho por la GranNaturaleza. La Gran Naturaleza se haceeternamente a s misma. No posee padres perotampoco es hurfana. No est sola aunquejams tenga compaa. Carece de sexo y es lams frtil. Es la que mejor protege y la quepeor castiga. Le da igual tener o no concienciade s porque nada hay fuera de s. Todo lo queexiste comparte la Gran Naturaleza. Todo loque existe posee en su interior a la GranNaturaleza. En esencia el Sol y la Mosca son lomismo. La Vida no es distinta a la Muerte. TuHijo puede ser tu Abuelo. Tu Discpulo puedeser tu Maestro. T puedes ser Otro y el Otropuedes ser T.

    Mir hacia las copas de los rboles e inspirprofundamente. Se destacaron sus senos anfirmes y me descubr en un pensamiento ertico.

    T y el burro prosigui no se distinguen enla substancia. Lo que los hace distintos son elequilibrio de fuerzas por los que se gobiernan.

  • Inquir una aclaracin slo con la mirada,para evitar la ofensa de la interrupcin.

    Todas las cosas son segn tres fuerzas. LaGran Fuerza, que es la energa con que la GranNaturaleza nos ha constituido. La FuerzaMental, que es la energa que generan lospensamientos. Y la Fuerza Posible, que es laenerga que general los deseos.

    Confieso que en ese entonces entenda muypoco, pero la fascinacin de sus palabras mefacilitaba el esfuerzo y ella lo percibi.

    Te dar un ejemplo para que te sea ms fcilrecordar lo que te he dicho y, cuando crezcasy aprendas a ser un burro, podrscomprenderlo mejor.

    Mientras esto deca, sonri. Regres a sucara serena y dijo:

    La Gran Naturaleza ha hecho el monteKaihse. Lo ha hecho alto, slido, inmutable, yle ha dado todos los atributos para que sea unhermoso y admirado monte. Cambia suaspecto segn las estaciones y la cima brilla

  • segn la hora del da. Cobija todo tipo deanimales, pero su cumbre la reserva para lasguilas o para los hombres ms osados.Realmente la Gran Naturaleza hizo un trabajoexcelente con el monte Kaihse. Esta es laexpresin de la Primera Fuerza.

    Dicho esto, traz una raya en el suelo con suvara de cerezo y prosigui.

    Hace muchos aos que nuestro pueblo creeque en la cumbre del monte Kaihse moran losespritus de quienes han sufrido muerteviolenta e injusta y desde la altura estn alacecho para desgraciar tanto a sus matadorescomo a quienes generaron las condiciones quelos llevaron a la muerte. Por eso se dice que lacumbre la alcanzan slo quienes se sientenseguros de no haber matado sin razn o de nohaber promovido en cualquier forma la muerteinjusta de un Hermano del Pueblo. Esto hacedel Kaihse un lugar admirado y temido porigual. Los pintores son cuidadosos al dibujarun cuadro que lo muestre y por temor a que seles cuele un espritu y se quede a vivir en latela para maldecir a quien la mire. Un buen

  • cuadro del monte Kaihse, que ha pasado defamilia en familia sin provocar ningunadesgracia, es sumamente valorado y algunosno tienen precio. El monte Kaihse inclusive aservido para mostrar la inocencia de gentesencilla, como la del alfarero Ti-Lai-Pasospechado de matar a una doncella. Ante lavista de todo el clan de la muerta, l trep porpropia voluntad hasta la cumbre sin sufrir unrasguo. Ms tarde hallaron al culpable y loobligaron a subir en invierno, totalmentedesnudo y machacados sus miembros y elmonte Kaihse lo mat con una avalancha.Como ves todo el pueblo est pendiente delmonte, y eso provoca alegras y temores, yesas creencias son realmente poderosas porqueagudizan los ojos de quienes observan suspinturas y cambia las costumbres de losclanes. Esta es la expresin de la SegundaFuerza!

    Y dicho esto cruz la primera lnea con unasegunda, formando dos trazos cortos y dos trazoslargos.

    El sol ya estaba alto. La bruma comenzaba adiluirse y una brisa suave apenas agitaba los

  • pastos. El burro, totalmente ajeno, se porfiaba enmascar una hierba que asomaba por la hendija deuna piedra a pesar que a su alrededor dispona deabundante trbol fresco. Cosas de burro pens.

    El burro es perfectamente burro! Ahora tdebes ser perfectamente oyente! me increp laTa.

    Siempre admir la habilidad que tena paraque nada le pasara desapercibido, aunque poseaun arte muy desarrollado para simular que no veao que no entenda lo que suceda si de ello sacabaventaja.

    Disculpe Ta! me apresur a contestar portemor de que all mismo interrumpiera suenseanza la cual, si bien no comprendaenteramente, perciba que era irreemplazable ynica.La Primera Fuerza es lo que hace que lascosas sean lo que son, sin ningunaintervencin del ser humano. Es una fuerzaconcreta como lo es la piedra. El monte Kaihseest aqu mucho antes de que el pueblo nacieray posiblemente lo estar despus de que ste

  • desaparezca o se mude. La Segunda Fuerza eslo que la gente cree que son las cosas y deacuerdo con eso acomoda su conducta. Es unafuerza cambiante y que muda segn lascircunstancias, como el agua. La TerceraFuerza es ms sutil y se parece al aire, es lafuerza de los deseos. Hay gente que desea queel monte Kaihse no est embrujado, otras quelo desean siempre verde, otras quisieran quefuera ms bajo para que su larga sombra no lequite sol a los sembrados. No falta el que loquisiera mucho ms alto y voluminoso paraque desplace al resto de montes sagrados deotros pueblos porque as vendran gentes detodos lados para admirarlo y los comerciantespodran aprovecharse de ello. El monte no esnada de lo que ellos desean, pero ellos actansegn sus deseos y no segn lo que es elmonte. Por eso es que se pierden de admirarlo.No lo respetan, como tampoco respetan aquienes sabemos valorar su naturaleza. Esasgentes arruinan muchas cosas, pero lo peor esque se obstinan en arruinar a otras gentes slopara su beneficio. Pero esta Tercera Fuerzatambin puede ser distinta. Hay quienes desean

  • que los dems admiren lo que la GranNaturaleza les obsequia, como hay quienesdesean preservar el bosque que rodea al montey los ms sabios se ocupan de ensear a otrosen cmo volverse dignos de un monte comoste. Estos deseos y sus consecuencias son laexpresin de la Tercera Fuerza!

    Y dicho esto, cruz las dos lneas con unatercera, de modo tal que form un trigrama real.

    Mira este dibujo, y dime qu ves!Una figura de tres lados respond.Qu significa?Tres Fuerzas que dan forma a alguna cosa,pero siguen sin detenerse respond, pero sincomprender nada de mis propias palabras.El Tao te ilumina! Al fin tengo un sobrino! exclam la Ta con sincera alegra. Estas tresfuerzas son independientes, tienen energapropia y corren por doquier, pero no puedenevitar el cruzarse y formar estas figuras hastael infinito generando la red de la GranNaturaleza. Todo tiene su razn de ser, inclusola locura. Segn el dominio que se tenga de

  • alguna de ellas, ser el poder y laresponsabilidad de cada uno.

    Con un seco golpe clav la vara en el centrode la figura, se puso de pie con energa y comoquien se dirige a una multitud habl con vozfuerte:

    Quien sepa hacer uso de la Primera Fuerzapodr generar riqueza o pobreza a su pueblo!Fabricar herramientas nobles para el trabajoo temibles armas para la matanza! Serconsiderado Artesano! La Primera Fuerza lesest vedada a los holgazanes y ellos jams ladominarn!

    Levant la vara y con fuerza la volvi a clavary dijo con voz ms fuerte:

    Quien sepa hacer uso de la Segunda Fuerzapodr generar felicidad o tristeza a su pueblo!Escribir y hablar palabras de amistad o deenemistad! Ser considerado Jefe! LaSegunda Fuerza les est vedada a los tontos yellos jams la dominarn!

    Tom la vara con las dos manos, la alz por

  • encima de su cabeza y la incrust con tal violenciaque cruji como a punto de quebrarse y grit:

    Quien sepa hacer uso de la Tercera Fuerzapodr generar paz o guerra permanente a supueblo! Levantar altares a la Verdad o a laMentira! Ser considerado Benefactor oDemonio! La Tercera Fuerza les est vedada alos necios y a los locos, y ellos jams ladominarn!

    Vi aterrado cmo se le transformaba elrostro. No reconoca a mi Ta en ese personajeadmirable y temido. Cre que era mi ltimoinstante en este cuerpo al levantar su vara ypartirla en mi cabeza mientras gritaba an msfuerte:

    Slo el Tao domina las Tres Fuerzas! Y lasdomina porque no se les opone! El Tao, lasTres Fuerzas y la Gran Naturaleza son lamisma cosa! El Sabio es el nico que entiendeesto! Quien no lo entiende volver una y otravez sobre sus pasos hasta comprender osucumbir!

    Qued quieta, sostenida con ambas manos en

  • el improvisado bastn y mirando al suelo. Gir sucabeza hacia m, transpiraba profusamente perosu expresin era tan serena como la de quienacaba de retirarse de un bao de vapor. Extendila mano y me indic asirla. Me levant entoncesde un envin y sujetando los hombros coloc mispies en el centro del trigrama. Tom mis cabellospor la trenza y forz mi cuello para que mire haciaabajo:

    Qu ves?El suelo!Sobre l caminars hasta el fin de tus das!Es tu verdad inferior!

    Sin soltar la trenza, jal para obligarme alevantar la vista:

    Qu ves?El cielo! respond cada vez ms aterrado.Debajo de l caminars hasta el fin de tusdas! Es tu verdad superior!

    Me tom por ambas orejas y me enfrent asu cara.

  • Qu ves?Tu cara, Ta dije con un hilo de voz.Mi recuerdo te seguir hasta el fin de tusdas! Es tu verdad familiar!

    Me hizo girar y dirigir mis ojos hacia un clarolejano donde se divisaba la Aldea en la quevivamos:

    Qu ves?La Aldea, Ta casi no sala voz de migarganta.El mundo est encerrado en ella y elfavorecerla ser tu deber por el resto de tusdas! Ese es tu destino!

    Quedamos un instante en silencio. Me abrazpor detrs con un afecto nuevo y susurr:

    No te preocupes. El Tao, antes deencomendar una tarea dispone que la GranNaturaleza te facilite los medios. A veces nolos pone frente a ti y al alcance de tu mano,pero te da pies y ojos para que los encuentresy sesos para que los entiendas y agreg consorna pero si el Tao sospecha que el seso es

  • poco, hasta tiene la amabilidad de facilitarteuna ta como sta me solt y agreg concario. Vamos! A juntar la lea!

    La casa de la Ta, cmoda y austera, siempreestaba limpia y ventilada, con ventanas a loscuatro vientos. La rodeaba un alero de juncos bajoel que se realizaban casi todas las tareas entiempos de calor. Posea un bao de vapor que noera comn para nuestros ingresos. Consista enun ambiente hecho todo en buena madera, desdeel piso hasta el techo. Una pequea abertura era lanica ventilacin. Desde afuera ingresaba unconducto de bamb grueso a la altura del piso yque se una a la tapa de un gran caldero exterioren donde se herva agua con hierbas aromticas ymedicinales. Los vapores ingresaban al recinto enforma de espesa neblina. En unos pequeosbanquitos me sentaba desnudo y dejaba que elvapor baara el cuerpo. Cuando estaba empapadolo secaba con paos bien limpios, los que despuseran arrojados a un cesto para su lavado. En unamisma sesin los paos se usaban una sola vezcada uno, por lo que haba que tener disponiblepor lo menos diez o doce que eran los necesariospara realizar un buen bao. La Ta haba logrado

  • construirlo sin invertir ningn dinero y con elpermiso del Escriba. Para ello aprovech rbolescados durante una fuerte tormenta y al carpinteroque hizo el cuarto le pag permitiendo que lo usedurante el resto de sus das. As fue como noshicimos de un servicio grato y saludable.

    El carpintero que construy el bao sellamaba Ti-Lai-Su y era un hombre con muchadignidad, de hablar poco y siempre amable con losgestos. Era conocida su habilidad de generar slolos ruidos indispensables durante su trabajoporque sostena que a la madera se la doma comoa un potro de buena raza, sin gritos. Viudo desdehaca unos diez aos, mantena a cuatro hijos, unode ellos, Ti-Lai-Ko, oficiaba de ayudante y entrenosotros surgi una fuerte amistad que anperdura. Siempre sospech que su padre eraamante de mi Ta. Todo el pueblo lo sospechaba,pero jams lo juzgaron indigno dado que en esarelacin no haba engao a terceros. Cuando Ti-Lai-Su vena a tomar un bao lo acompaabasiempre su hijo Ko y ambos nos internbamos enel bosque durante muchas horas para ubicarrboles viejos y marcarlos para futuros cortes. Deesa manera Ti-Lai-Su tomaba su bao con

  • tranquilidad y era asistido por la amabilidad de miTa que le mantena el caldero encendido.

    A mitad de semana se trabajaba slo demaana. Por la tarde nos ocupbamos de asear lacasa y sus alrededores. Luego de ello era tradicintomar el bao de vapor, beber abundante t conpanes de arroz y acostarse al caer el sol. Durantetoda mi crianza practiqu ininterrumpidamenteesta rutina de trabajo en el bosque, aseo profundo,cena frugal, descanso y grata compaa. Y a elladebo mi buena salud.

    En uno de esos das de aseo y descanso,cuando ya me encontraba acostado con ropaliviana y gozando de la tenue frescura de unanoche de los primeros das del segundo otoo delplazo acordado, sent que se corra la puerta de micuarto. La lmpara de aceite ilumin tenuemente ala Ta, que dijo:

    Puedo pasar?

    Dos cosas me extraaron, que entrara alcuarto y que me pidiera permiso.

    Por supuesto Ta, el cuarto pertenece a su

  • casa.El cuarto pertenece a quien duerme en l. Sinadie duerme en l, a nadie le pertenece, nisiquiera a la duea de casa mi Ta nuncadesperdici la ms mnima oportunidad en darsu opinin, brindar su consejo o corregirme.Necesita algo de m? pregunt.Maana ser un da muy especial para ti. Serel da en que abandonars esta casa paravalerte por ti mismo. Irs a concursar por unpuesto imperial a la Provincia de Hisiu. Si no loconsigues ni te molestes en volver a esta casa.Si lo consigues, no volvers en muchos aos.

    En sus palabras hubo una extraacombinacin de amenaza y tristeza. Sentado en milecho me costaba entender que ya se habacumplido el plazo acordado para mi preparacin.Yo era muy joven y el futuro se me abalanzaba.La Ta continu:

    Reconozco en ti a un joven valioso. Has sidotrabajador y obediente. Y aunque no todo loentendiste, lo has practicado y guardado en lamente. Algn da lo comprenders y lo

  • aprovechars.

    Cerr la puerta tras de s y solt su cabello.Era de un negro muy intenso con dos pequeosmechones plateados que la caan sobre las sienes.Gozaba an de un aire juvenil. Comenc aimaginar cmo habra sido en su juventud y nopude evitar imaginar razones de su soltera. Suspalabras interrumpieron mis pensamientos:

    Hay conocimientos que se transmiten con lapalabra, son las Verdades Mentales. Hayconocimientos que se transmiten con losgestos, son las Verdades Esenciales. Hayconocimientos que se transmiten con laexperiencia, son las Verdades Vitales.

    Desat su faja y dej caer el shitena. Vestauna bata de seda impecable sostenida por lazossobre sus hombros y un perfume que nunca msolera envolvi el ambiente. Tena una figuraespigada, digna y sensual. Su imagen transmitacalor, paz y deseo.

    Un hombre debe saber muchas cosas, perosobre todo debe saber hacer gozar a la mujer.Hoy te ensear los secretos de nuestro sexo y

  • los guardars como un tesoro, siempresecretos. S que eres virgen y casto, lo quetornar a esta leccin en una de mis obrasmaestras.

    Llev sus manos sobre los hombros y desatlos lazos. Cay la bata y qued totalmentedesnuda ante m. El cabello pareca an msnegro frente a la blancura de su piel sin manchas.El pubis y las axilas estaban engalanados con elmismo color. Se acerc. Apacigu la luz de lalmpara y una penumbra sutil nos cubri. Retirlas mantas que me tapaban y solt la cortina de laventana. Entonces con mucha suavidad,sentndose a mi lado, apoy sus labios sobre losmos.

    A la maana siguiente despert un poco mstarde que de costumbre. Escuch el suavechasqueo de mi Ta preparando el desayuno. Mevest, sin prisa, con la ventana abierta y frente aun cielo difano. Estaba an el ambiente algoperfumado. Abr ms la ventana para que el airematutino se lo llevara. Ese aroma perteneca albosque.

  • Para viajar bien hay que desayudar bien! exclam la Ta desde la cocina.

    Termin de vestirme y al calzarme observque las sandalias eran nuevas.

    Por qu sandalias nuevas, Ta? gritmientras me las ataba.Andars por tierras que nunca pisaste. No esbueno mezclar recuerdos, como no es buenomezclar pisadas. Sandalias nuevas paracaminos nuevos.

    Luego del desayuno en silencio, lavamos loscacharros tambin en silencio. Mientras secaba elltimo, la Ta dijo:

    Conviene que tomes el camino viejo. Estpoco concurrido y por ello hay menosasaltantes. Tardars a la Provincia del Hisiucinco das si marchas vivamente. Antes deabandonar la aldea pasa por lo del carpintero yentrgale esta nota para que la lea en tupresencia y si te da algn consejo escucha conatencin; luego podrs continuar tu viaje.Cuando llegues a Hisiu, pregunta por el

  • campamento de los Funcionarios Imperiales yno te detengas hasta llegar a l. Habr otroscompetidores que para reconocer tu habilidadharn preguntas capciosas y si descubren en tia un rival serio bien podran atentar contra tuvida o pedir a los familiares que lo hagan.Hasta tanto no te confirmen en un puestoimperial eres un elemento descartable encualquier lugar del Imperio.

    Tom el saco de viaje, lo cruz a mi espalday me llev del brazo hasta el portal.

    Es tiempo de partir y voltendome hacia sapoy su dedo ndice en mi frente diciendo.Llevas en tu saco un tesoro que nadie podrrobar y que podrs darlo cuantas veces quierassin que jams se agote. No necesitars cuidarloporque se cuida solo. No necesitars regarloporque crece solo. No temas olvidarlo, lsiempre se encarga de recordarse. Slo debestemer el traicionarlo o el mentirlo porque conlas deudas este tesoro y presion levementesu dedo se comporta como el ms vido ytemido recaudador de impuestos.

  • Tom mis mejillas entre sus manos eirguindose sobre la punta de los pies bes micabeza. Le brillaba la mirada. Sin dejar desostenerme la cara con la mano izquierda, yregalndome la mejor de sus sonrisas, me dio unsonoro bofetn con la derecha.

    Ande mi burro! Y mantngase despierto! me hizo girar hacia el camino y de un suaveempujn me oblig a bajar el escaln del portal.Adis, Ta! dije con la voz cortada. Y partsin mirar atrs.Adis, sobrino de Shu-Lan! Conquista unnuevo nombre, bueno y digno y tremelo deregalo! grit a mis espaldas con la voztambin quebrada.

  • El Examen

  • Ti-Lai-Su, el carpintero, viva a las afueras dela Aldea. Posea una casa muy bonita hecha conlos retazos de su trabajo. Un galpn, tambin demadera y con techo de caas, era su taller. Loencontr ah trabajando junto a su hijo. Los doscon el torso desnudo y sudado bufaban tratandode hacer rodar un gran rollizo. Dej mi saco ytomando un palo hice palanca para ayudarlos.

    Quin dijo que intervinieras? exclam Ti-Lai-Su. Acaso me crees tan tonto como para nosaber que una palanca puede ms que dos brazos?

    No respond.

    Le estoy demostrando a mi hijo su propiaestupidez, porque porfiaba que cinchando a cuerolimpio el rollizo se movera!

    Los dos se irguieron, jadeando. Ti-Lai-Koestaba rojo de vergenza y no levant la miradadel piso.

    Esto lo manda mi Ta dije, alcanzndole elmensaje.

    Lo tom con suave firmeza y con gesto

  • imperceptible indic a su hijo que se retirara. Sereclin sobre el rollizo y ley en silencio. Cuandotermin de leer llam a su hijo:

    Ko! Ven aqu!

    Apareci Ko, ya repuesto de su vergenza ysacudindose el serrn de la cabeza. Esto desacudirse el serrn de la cabeza era una maaadquirida por el oficio de mi amigo. El gesto lohaca cada vez que se encontraba incmodo,aturdido o a punto de enojarse.

    Ponindose de pie frente a su hijo, orden.

    Mustrame el Golpe Plano!Cmo? mir sorprendido a su padre y a mcomo pidiendo auxilio. Acaso no me hasordenado que eso nunca se muestra?La Ta de tu amigo, a quien le tengo muchorespeto y cario, me pide que le d un consejoa su sobrino. Yo no s dar consejos pero ledar la mejor tcnica de Whu-Shu queconozco. l es como un hermano para ti ybien vale la pena que comparta esteconocimiento. Ahora, muestra el golpe!

  • Ko se destac siempre por su agilidad yfortaleza. No era instruido en letras o en filosofa,pero conoca casi todos los secretos del bosque,de sus maderas y de cmo usar y fabricar buenasherramientas. A veces, cuando se aseguraba queestbamos solos, haca gala de los conocimientosen artes marciales que su padre le habatransmitido y quien a su vez fue mercenario antesde volverse carpintero. Yo haba aprendidobastante de l pero jams logrado el dominio ypotencia de sus golpes. Con un movimientonatural y fluido mostr el Golpe Plano,detenindolo a escasa distancia del poderosopecho de su padre. Este asinti por la calidad delgesto y le orden repetirlo varias veces ms.

    Has visto la tcnica? Podras repetirla antem?S, Seor! dije entusiasmado.

    Lo practiqu ah mismo como veinte veces.Me corrigi la postura, la forma de tensar la manoy la oscilacin de la cadera.

    Todo el secreto est en no desear hacerlo,como si no fuera algo importante dijo el

  • carpintero, debes respirar naturalmente y elgesto no debe tener ms energa que lacotidiana. Mi hijo lo ha hecho muy bien, con eltiempo lo har con maestra. Fjate, no en mque soy torpe. Fjate bien en mi gesto, que esel habilidoso.

    Entonces asumi la misma postura que suhijo, pero la actitud transmita una nobleza que nohaba visto en Ko. Me pareci que le sonrea alrollizo y al tocarlo con la palma de su mano lomovi. Ese rollizo pesara como dos terneros yTi-Lai-Su lo desplaz casi un paso.

    Si pegas aqu y seal mi pecho usando lafuerza justa, producirs la muerte y losmdicos pensarn que fall el corazn. Sipegas aqu y seal mi mentn y usas lafuerza justa, producirs parlisis y los mdicospensarn que sus sesos no quisieron funcionarms. Si pegas aqu y seal el centro de mifrente podrs dejarlo ciego o loco a voluntad,segn la fuerza que apliques. Si pegas aqu yseal un costado de mi cara lo aturdirs porun buen rato y luego se recuperar. Todo estoes secreto, pertenece a nuestra familia y no lo

  • ensears a nadie sin mi consentimiento Hasentendido?S Seor! respond apresurado y serio. Elcarpintero ya haba dejado de ser tal y obrabacomo un general ante su soldado. Si no lohaces, mandar a Ko para que te encuentre yte mate! mientras deca esto Ko asinti muyseriamente. Quedaba claro que la autoridad desu Padre y del Clan que representaba estabamucho antes que nuestra amistad de la niez.

    Una vez ms indic a Ko que se alejara.Rode con su poderoso brazo mis hombros yhabl como si yo fuera su propio hijo:

    A pesar de que no s dar consejos te regalaruno de mis mejores pensamientos. Lo hago porreconocimiento a la persona de tu Ta, a quienaprecio tanto como a una lejana esposa, ytambin en reconocimiento a la amistad quehan forjado t y mi hijo, que bien vale la penamantener el resto de sus das como yo lamantuve con tu padre, a pesar de que losSeores nos pusieron en bandos opuestos debatalla.

  • Me sorprendi el comentario. No por la ta,de la que saba de su amor privado, sino por miPadre, versin de su historia que desconoca porcompleto. Dijo gravemente:

    Quien est dispuesto a matar, debe estardispuesto a morir. Quien est dispuesto amorir, debe estar dispuesto a perdonar. Quienest dispuesto a perdonar, siempre estdispuesto a vivir. Si quieres vivir sabiamenteevita matar. Cuida tu vida. Y sobre todo nogeneres situaciones que ms tarde exijan serperdonadas.

    Palme dos veces mi espalda y llam a suhijo. Ko volvi nuevamente sacudindose el serrnque ya no estaba en la cabeza y su padre le dijo:

    Acompaa a tu amigo durante la maana yregresa para el medioda, pues debemos ir areparar la noria del Molinero.

    Ko se coloc rpido la camisa, tom subastn de caminante y con gesto cmplice, porsalvarse del trabajo matutino, me invit a iniciar lamarcha. Ko llevaba siempre su bastn decaminante. No lo necesitaba en absoluto. Pero se

  • diverta haciendo malabarismos y golpeandopiedras. Se lo haba hecho l mismo con maderamuy noble y era de su propia altura. Varias vecesme haba desafiado a que lo quebrara haciendopalancas y festejaba cada uno de mis fracasos enel intento. De hecho, cuando queramos algunasmonedas extras, apostbamos a los forasteros a sipodan quebrarlo con sus propias manos y jamsalguien pudo siquiera hacerlo crujir. Iniciamosnuestra caminata y entonces le pregunt comopara iniciar una conversacin:

    Por qu siempre traes tu bastn?Si tropiezo, me sostiene. Si me aburro, meentretiene. Y si me atacan me ahorra usar delos conocimientos como el que hoy te dio miPadre Al necio que me ataque le har caertodo un bosque sobre sus espaldas! y riosatisfecho por la ocurrencia.

    Ko era un ao menor que yo, algo bajo deestatura pero muy fornido. Amparado en sucondicin de ms joven, ms bajo y menosinstruido, tena la libertad del buen humor y unaalta cuota de desfachatez. Yo era su mejor pblicoy festejbamos juntos con ms frecuencia sus

  • ocurrencias que las mas. Gozaba de un humor atoda prueba.

    Has dormido con alguna mujer? dije.

    No s de dnde, pero esa pregunta se meescap. No eran extraas estas charlas entrenosotros, pero la experiencia de mi nocheanterior, a pesar de lo serena, haba provocadocierta inquietud en mi mente.

    No respondi con naturalidad, aunque suvista brill al mirarme de reojo.No quieres saber si yo lo he hecho?

    Comenc a darme cuenta de que me internabaen un laberinto difcil de salir Qu pasara si meobligaba a contar lo sucedido? Mi Ta no me lohaba prohibido, sino tan solo mantener en reservalo enseado Se lo contara a su padre?

    Me importa saber si lo has hecho bien, no silo has hecho o no Lo has hecho bien? dijo.Muy bien!Cuntas veces?Una sola vez.

  • Ja! Mi padre dice que un buen macho debehacerlo por lo menos tres veces en una mismanoche!Yo tambin lo hice tres veces. Pero merefera a que era mi primera vez con unamujer.Ja! Eso s que es montar! y comenz agritar a la montaa. Mi amigo corcovea tresveces en una sola monta! Atencin, atencin!Cuiden sus posaderas! Hermanos, escondana sus hermanas! Viudas y solteronas, ventilensus alcobas! Un pene con sandalias nuevasavanza sobre la Aldea! Ja! Ja! Ja! con supcara cara de costumbre me increp. Y nofuiste capaz de invitar a tu mejor amigo? ylevantando una sola ceja agreg. Aunqueslo sea para mirar?No es sano andar espiando esas cosas respond tratando de desviar la conversacinque yo mismo haba iniciado.Para m es imposible no espiarlas. Cada vezque miro a mi mente la encuentro llena demujeres desnudas cambi su expresin jocosapor una ms seria, esto lo habl con miPadre.

  • Y qu dijo?Maana llega un teatro ambulante con magosy charlatanes a la Aldea. Alguno de ellos sonviejos conocidos de la familia y traenprostitutas de muy buena calidad y luegoasever: Mi Padre dijo que era preferiblemontar una yegua usada que estropear tusmanos tratando de atrapar fantasas.Lstima no estar ah! dije, a la vez que metranquilizaba por el desvo de la conversacin.No te preocupes. Me acordar de ti. Y en tumemoria, no lo har tres veces con la mismamujer, sino unas vez con tres mujeres distintasy en el mismo lecho y agreg con cario. Sino fuera porque que te lo regalo para tu viaje,llevara mi bastn. Tal vez me saque de algnapuro y al instante solt una sonora carcajadamientras haca un gesto obsceno.

    Remos los dos a gusto y as disfrazamosnuestra tristeza por la inminente separacin.

    Toma! y me arroj el bastn. Hazle unamarca por cada amigo que te ganes! Y hazleuna muesca por cada enemigo! tom una

  • piedra filosa y con habilidad le hizo unaprofunda marca diciendo: Aqu va mi marca!Te deseo que tengas muchas como sta.

    No quisimos seguir. Nos sentamos en silencioun largo rato. Luego nos abrazamos con cario yKo volvi corriendo sin mirar atrs hasta perdersede vista ms all de una lomada. Entonces inicimi caminata con los ojos hmedos y balanceandoel bastn de un lado al otro.

    An tengo nuestro bastn. Para evitar larotura le hice engarzar las puntas en slida plata.Aqu est la marca de Ko, la ms profunda y lams antigua. Las acompaan otras tambin deamistades genuinas. Pero la mayor parte de susuperficie est cubierta de muescas. Temo que elespacio que le queda al bastn y la vida que a mme resta no alcanzarn para igualar las amistadescon las enemistades.

    El sol estaba muy fuerte durante la tarde delsegundo da de viaje, por lo que decid descansarhasta la noche y con la oscuridad avanzar bajo lafresca luz de la luna. La noche anterior habahecho lo mismo. Era una manera prctica de no

  • malgastar fuerzas bajo el sol y a la vez evitar sermolestado por desconocidos. La mayora de lagente no camina de noche por temor a losespritus. No era que yo no creyera en losespritus. Simplemente estaba convencido de queno haba razn alguna para que me molestasen. LaTa haba dicho:

    Las personas creen que sern molestadas porlos espritus porque se consideran demasiadoimportantes a s mismas. Los verdaderosespritus jams nos molestarn, estn muyocupados en su mundo como nosotros en elnuestro. Los que molestan son los espritusfalsos cuya morada es nuestra cabeza. Si ttienes la cabeza llena de espritus falsos es muyposible que te ataquen, principalmente durantelas horas del sueo cuando la mente se debilitay uno no puede ocultarse ni defenderse de smismo. Los que temen a los espritus esporque han actuado con malicia o han sidoeducados en el temor de lo inexistente.

    Para afirmar su educacin, me llevaba hastael cementerio de la aldea de tanto en tanto siendoyo un nio. Y con la excusa de soplar tres veces

  • sobre la tumba del algn conocido y colocar unarama brotada sobre ella, volvamos ya de noche.Siempre elega una tumba lejana, que nos obligaraa volver cruzando todo el cementerio y mientrasesto hacamos, iluminados nicamente por lalmpara de aceite, me obligaba a golpear a lastumbas como si se tratara de una puerta.

    Ves que nadie contesta? Es porque ah nohay nadie.Estn los cuerpos deca yo.Por supuesto, pero sin espritu les esimposible contestar a la puerta. Y un cuerposin espritu es nadie.A dnde van los espritus cuando unomuere? preguntaba.A ti lo nico que debe importarte es saberadnde va tu espritu mientras ests vivo. Pocoimporta lo que fuiste antes de nacer o lo quesers despus de morir. Lo importante es saberlo que eres cuando an ests vivo. Si norecuerdas qu fuiste antes de nacer, indica queno es esencial para vivir el recordarlo. Si t nosabes qu sers despus de muerto, es sealque an ests vivo y de que no es

  • indispensable saberlo para continuar as.Desconfa de aquellos que dicen saber lo queviene despus de la muerte tanto como deaquellos que dicen saber qu somos antes denacer, porque nada de eso les consta. Juzga ala gente por lo que hace mientras est viva, y alos muertos por el recuerdo que dejaron enquienes lo conocan.

    Haba avanzado un trecho ya largoensimismado en estos pensamientos hasta quepercib el brillo del ro a un costado. Ms adelanteestaba la pasarela por la que lo cruzara. Me sentacmodo. Las sandalias eran de cuero grueso ybien calzadas. La ropa de tela fuerte, amplia y biencosida. El saco de viaje liviano. Y contaba con lacompaa obediente de un buen bastn paragarrotear al espritu que estuviera en desacuerdocon la Ta.

    Estaba por llegar a la pasarela cuando unosmatorrales comenzaron a agitarse, y tambin lacopa de un rbol.

    Si no quieres que los demonios devoren tusentraas en vida, deja tu saco al pie del rbol!

  • dijo una voz muy grave y fuerte.

    Trat de ver algo en la oscuridad.

    No tengo nada de valor! contest en vozalta mientras comenzaba a esgrimir con ambasmanos el bastn.Toda ofrenda es buena para los espritus quehabitan este rbol Djalo! contest la voz.Y si nada te doy, qu pasa? desafi de ungrito.

    Las ramas y el arbusto comenzaron a agitarsefuriosamente.

    Vers con qu fiereza me caigo del rbol!

    Cruji una rama al quebrarse entera y sedesplom junto con el estafador que en ella setrepaba. An sostena un largo cordel con el queagitaba los matorrales desde el rbol que ya no losostena. Sin perder un instante, y cuandointentaba erguirse, le di un violento bastonazo enla espalda y quedo tendido atravesando la rama.

    No me pegues ms joven Ya no estoy enedad de recibir semejantes golpes! dijo con

  • desesperacin.Acrcate, que te quiero ver! le ordenmientras levantaba el bastn sobre mi costado,listo para golpear otra vez.Ya voy, ya voy!

    Al erguirse, continuaba encorvado. Parecaser un viejo maltrecho.

    Por qu quisiste robarme, inclusive cuandote dije que no tena nada de valor? pregunt,al tiempo que me acercaba en formaamenazante.

    Cubri su cabeza con ambos brazos paraprotegerse del golpe inminente, retrocedi ytropez con la rama cayendo sobre susasentaderas.

    No me castigues! Te pido perdn y cbratecon lo poco que tengo y mientras esto decalanz a mis pies una pequea bolsa de tela.

    La pis con sigilo y luego la tom para verqu contena. Al abrirla salt una gran rana de suinterior y la sorpresa me distrajo. El viejoaprovech la oportunidad para escapar.

  • Instintivamente tom el bastn de un extremo ydndole varias vueltas sobre mi cabeza lo lanc encrculos a sus rodillas. Esta era una habilidadaprendida de Ko. El golpe fue seco y caytomndose la pierna y mascullando su dolor. Corrhasta l. Recog el bastn y apoy su punta sobrela garganta del viejo.

    Tan desesperado ests que hasta te burlas detus vctimas? Por qu haces esto?No puedo hablar con el bastn en lagarganta! balbuce.

    Retir el bastn de su cuello. Entonces elviejo carraspe, se sent con dificultad y,mientras masajeaba su pierna dolorida, dijo:

    Nadie quiere darme trabajo porque fui ladrny porque soy viejo y maltrecho. No tengo otraopcin para vivir. Dado el estado en que meencuentro, prefiero asaltar a caminantes pobrescomo son los que toman este camino. Seasustan ms fcil y no portan armaspeligrosas. Pero voy a tener que mejorar mitcnica. Ya es la cuarta vez en lo que va delmes que se dan cuenta del engao.

  • Veo que eres torpe en tu oficio. Y en esemes, a cuntos has robado con xito?A uno solo, que era un pobre infeliz msachacoso y viejo que yo. Tambin se diocuenta del engao, pero no supo defendersecomo t lo hiciste. A veces para comer hurtoen los graneros de la Aldea o en las porquerizasde los Campesinos.Comes lo que comen los cerdos? Eso no teha daado?

    Levant la mano pidiendo un respiro a la vezque, con dificultad, se sent sobre una roca:

    Jovencito. Tengo ms de cincuenta aos y heaprendido que al hambre transforma en manjara las ms pestilentes de las basuras. Unacazuela de arroz quemado es un desafo paramis pocos dientes, pero me resulta un manjarY la rana que se escap era mi mejor plato dela semana! Te pido que me perdones. Yabastante castigo tengo con los golpes de hoy yel hambre de maana.

    La luna ilumin su cara de lamento. Meacerqu con confianza y le extend la mano para

  • que se levantara. Cuando la tom, se hinc conenerga y salt sobre mi cabeza. Instintivamente lahice a un lado y el cabezazo que la tena por metadio justo en el centro del bastn. Se le revolvieronlos ojos, un pequeo hilo de sangre se form ensu frente y cay desvanecido. Lo at de pies ymanos con jirones de su propia ropa. Era decuerpo delgado, liviano y firme. Por sus faccionesdeduje que viva a la intemperie desde hacamucho. Con juncos hmedos hice un atado quecoloqu bajo la cabeza del ladrn y no tard endespertar. Se quej de su suerte y maldijo:

    Los dioses estn contra m Por qu losdems tienen tanto y yo tan poco! Ay, micabeza! Slo ha servido para traerme dolores!Para qu quiero mi cabeza si no me seala elxito! Tendr que resignarme a ser un tristemendigo en alguna aldea lejana donde noconozcan mis andanzas.

    Mientras esto deca se esforzaba pordesatarse. Yo lo observaba de atrs, con el bastnlisto y desde un ngulo fuera de su vista. Continufurioso:

  • Dnde ests, nieto de burdel! Destame,desgraciado! Ms vale que me muera, porquesi vivo ser para orinarte encima!Aqu estoy! contest con firmeza y a suespalda.

    Gir todo lo que pudo y alcanz a verme, fijla vista en el bastn y dijo, variando al instante sutono pendenciero.

    Te pido mil perdones, joven bastonero. Soyun fracaso total. Hasta cometo el error de insultaral nico que me puede desatar aqu. No meabandones, la sed y el hambre me matarn.

    Qu hubieras hecho conmigo de logrargolpearme? Si eres sincero tal vez no te deje aqu.

    Pens un poco y dijo con serenidad, como sila situacin fuese ajena:

    Cumplira con mi instinto de robarte todo yluego dejarte abandonado, pero nunca atado.Por qu no atado?Porque soy ladrn, pero no soy asesino! dijo con seguridad.Y cmo s que no me volvers a atacar si te

  • suelto?Un buen ladrn es como un general, sabereconocer cuando no tiene sentido insistir en labatalla.De dnde sacas que eres un buen ladrn sihas fracasado todo el ltimo mes reprodujecon fluidez el mejor tono irnico de mi Ta.No te burles! Que si t no eres ladrn esporque no lo has necesitado. Se te ve biencomido y bien equipado para el viaje.Seguramente que tu madre te ha malcriado.No tengo madre, tengo ta! repliqu.Cul es la diferencia? Si te malcra es lomismo.Ja! Si conocieras a mi Ta veras loequivocado que ests.

    Se acomod un poco como pudo. Las manosy los pies se le amorataban pero no se quej apesar de mover inquieto las ataduras.

    No te parece que ests un poco viejo paraesto? dije suavemente.Qu otra opcin tengo?Morir aqu mismo dije tambin suavemente.

  • Te da lo mismo que muera o no aqu? respondi con un tono de sincera indignacin.No te importo nada? Y si tengo familia quealimentar? Qu clase de vctima he tratado deasaltar? Una sin sentimientos? Sin suficientehonor como para perdonar a los seres infelicescomo yo? y agreg enojado: Est bien! Melo merezco por estpido. Por no planear mejormis golpes Pero a ti te quedar elremordimiento de haber dejado morir a alguienque tal vez, en un futuro, enderece su camino!No eres mejor que yo. Yo robo en un senderode pobres. Mientras que t, pudiendo evitarlo,dejars morir a un pobre! Vete ya! Nosoporto estar frente a un sujeto de tan bajaclase!

    Re por lo ocurrente del argumento y por ladesfachatez con que hablaba.

    Tienes familia que alimentar? pregunt.No.Tienes algn conocido o pariente que vivams adelante y al que le pueda avisar quevenga desatarte?

  • No. Ms bien te encontrars con genteagradecida por haberme apaleado y atado. Yms de uno te ayudara para arrojarme al ro.Conoces muy bien tu situacin en el mundo.Los que cometemos faltas conocemosnuestro lugar mucho mejor que aquellos quepractican virtudes.Por qu? respond interesado por el rumboque tomaba la conversacin, a la vez que mesentaba frente a l pero sin abandonar mialerta.Si me desatas te contestar.Si te desato querrs atacarme nuevamente.Si ests atento slo me ocupar encontestarte. Pero si ests distrado, porsupuesto que te atacar! Soy un ladrn, no uncontestapreguntas!

    Decid a arriesgarme a medias, slo desatsus pies.

    Con esto basta dije alejndome dos pasos yvolvindome a sentar. Ahora responde porqu reconoce ms fcil su lugar el malhechorque el virtuoso. Si la respuesta me agrada te

  • desato completamente bajo promesa de nointentar atacarme. De lo contrario, te dejarcomo ests.

    Se corri una nube y la luna nos ilumin delleno.

    Hermosa noche para ponerse a hablar dijo elladrn con calma mientras enderezaba sucolumna y estiraba las piernas. Escupi confuerza, tap el salivazo con tierra y mientrasformaba un pequeo montculo con el pie,contest: Por la sencilla razn de que elmalhechor sabe que es malhechor, pero elvirtuoso, por su misma virtud, no reconoce sucondicin de tal.El virtuoso no lo reconoce porque la humildadno se lo permite, y eso ya es una virtud repliqu.Si un maestro te instruy dicindote queignorar tu condicin es virtuoso, aunqueadoptes la forma de la humildad, no fue unverdadero maestro. El humilde se engaa a smismo negando su grandeza. No es realista.Verdaderamente meritorio es aquel quesabindose superior por sus virtudes,

  • igualmente se pone al servicio de los inferiorespara ayudarlos en su progreso. El humilde seencierra en una cueva del pensamiento, sedisfraza a s mismo de indigno, y hastapareciera que con el tiempo su cara adoptafacciones tontas. Fjate que los pcarosprefieren simular ser humildes antes quesimular ser virtuosos. Primero porque lahumildad supone virtud y se ahorran de tenerque mostrarla aduciendo vergenza y agregcon el tono de quien oficia de Juez: Essuperior el que ayuda a los dems inclusivesabiendo que no lo merecen ni a l ni a suayuda. Los humildes sirven de poco para smismos y provocan la prdida del tiempo enlos dems y agreg con cierta autoridad:Realmente has tenido un maestro torpe. Siquieres evitar ser engaado, comienza por noengaarte Desde muy temprana edadcomprend que solamente los ilusos sedesilusionan!

    Una vez ms se me present el lema de laFamilia.

    Tus palabras son demasiado agudas para

  • venir de un vulgar ladrn.No soy un vulgar ladrn! dijo enojado.Soy un ladrn de gente vulgar Soy un ladrnde pobres!Peor an, porque robas a quien ya tienepoco!Mejor an! afirm, mientras iniciaba otramontaita de tierra con sus pies, porquerobndole al que tiene poco nunca me falta elsustento. Son mucho ms numerosos y menospeligrosos que los ricos. Los ricos van siempreacompaados por escoltas y sus tesoros sonpesados y difciles de transportar. De lospobres es ms fcil escurrirse porque no tienendinero para prometer recompensas. Aparte quesu ingenuidad les impide entender que sernreiteradamente sorprendidos.Yo no soy rico, tampoco viajo con custodia,sin embargo te tengo atado de manos.Pero no de pies! y dicho esto pate lamontaita de tierra hacia mis ojos.

    Instintivamente me cubr con una manomientras con la otra coloqu de punta el bastn endireccin a mi aparente prisionero. Al abalanzarse

  • sobre m se golpe violentamente el pecho. Quedde pie, quieto y jadeando profundo. Me erguinmediatamente y sostuve con firmeza el bastnfrente a su cara. Uno de mis ojos comenzaba alagrimear por la tierra, pero no pestae. Y tuveque esforzarme para contener el impulso dematarlo ah mismo. Una brisa leve que provenade su lado trajo olor a excremento fresco. lhaba percibido mi contencin pero no pudocontener los efectos de su temor. Con un tonosingularmente grave, que no se puede imitarvoluntariamente, dije:

    Vete!

    Hizo una torpsima reverencia y comenz aalejarse sin darme la espalda.

    Por ah no! le correg. Por all! y leindiqu el camino de regreso a la Aldea. Nodeseaba volver a encontrarlo ms adelante.

    Hizo otra torpsima reverencia al pasar frentea m y nuevamente me lleg su olor a excrementofresco. Caminando con ms ahnco se perdi enla oscuridad. Esper unos instantes. Limpi mi ojoy frot mis manos tensas. Esper a calmarme y

  • reinici la marcha.

    No entabl conversacin con nadie hasta elatardecer del tercer da. Haba mojado mis ropas ymis sandalias en un arroyo para soportar mejor elcalor y colocado la bolsita del ladrn, tambinmojada, sobre mi cabeza. El aire comenzaba arefrescar y una temperatura agradable beneficimi cuerpo ya algo cansado.

    Eh! Eh!

    Sent que llamaban desde atrs y volte paraver quines eran. Se trataba de un hombre y unjoven que pareca ser el hijo.

    Si vas para Hisiu, podemos hacerlo juntos dijo el joven.

    Se detuvieron a corta distancia y con disimulocoloqu la punta del bastn frente a mi pie.

    A qu van a Hisiu? pregunt corts, peroalerta.Seguro que a lo mismo que vas t contestel joven a la vez que se acerc un poco ms ymostr su palma en seal de amistad.

  • Mostr tambin la ma y el mayor la suya. Sintocarnos y manteniendo una distancia de trespasos entre nosotros, comenzamos a caminar.Vestan con sencillez y sus manos eran delicadas,destacndose en sus caras una afeitada perfecta.Yo ensayaba un primer y tmido bigote, por lo quemi aspecto no era tan bueno.

    A qu rango te presentars? pregunt elmayor.No s. No saba que poda uno seleccionaralgn rango en los exmenes imperiales la Tano me haba alertado en nada sobre ello.Yo dijo el menor deseo presentarme para lafuncin de Custodio de Letras y EscriturasHe estado preparando a mi hijo cinco aos enello dijo el mayor, confirmndome sucondicin de padre.Yo no tengo ni una sombra de idea a qu mepresentar! contest.Pues deberas comenzar a disear una,porque tengo entendido de que los funcionariosvaloran en mucho la claridad de las intencionesdijo el padre.Siendo tan extenso el Imperio y tan

  • complicada su administracin, y yo tan joven,cmo se puede saber para qu servir uno? pregunt.No posees ninguna habilidad en especial? pregunt el menor.Creo poseer algunas habilidades, pero ningunaque se destaque sobre las dems. Todas tienenla misma altura.

    El camino dio un pequeo giro y muy a lolejos, en la depresin de una gran llanura, se veanlas primeras casas de Hisiu. Esta provincia es muypequea, por lo que su capital tiene el mismonombre.

    Si caminamos toda la noche llegaremos a lamadrugada y cansados pero, si descansamosdurante la noche, llegaremos de tarde y frescosdijo el padre.

    Yo me encontraba algo cansado pero en buenestado y, recordando lo que aconsejara la Ta,opt por rechazar la idea de detenerme.

    Cunto hace que caminan? pregunt aljoven.

  • Siete das y t?Tres. Creo que puedo soportar caminardurante el resto de la noche sin por ello llegarmuy fatigado a la maana dije.No le temes a la oscuridad? pregunt elpadre.No le temo a la oscuridad dije aunquedesconfo de lo que en ella pueda agazaparse.Si te detienes con nosotros, podramoscompartir la vigilancia insisti el padre.Para vigilar la oscuridad o lo que en ellapueda agazaparse? dije comenzando undilogo de distinto contenido, ya un pococansado de la conversacin fcil.Vigilaramos ambas cosas dijo el jovenLa oscuridad no provoca dao dije, es algonatural que no se detiene ni cambia antenuestra vigilancia. Y en cuanto a lo que puedaagazaparse en ella, slo se lo supone. Por loque basta estar serenamente alerta y nomalgastar el tiempo con tensas vigilancias.

    El joven sac de su saco un trozo de pan yme ofreci.

  • Quieres compartir?An no me ha invadido el apetito, pero locompartir si ustedes tambin comen. Ofrcelea tu padre.

    Los tres tomamos un trozo del pan y locomimos lentamente, dejando que se deshaga enla boca y al ritmo de nuestro paso normal. Lanoche nos cubri y, en la llanura, la ciudad lejanacomenz a sumar ms luces.

    El declive del terreno facilita la caminata dije.Pues trataremos de llegar al alba! contestentusiasmado el joven mirando a su padre, yste asinti.Cuntos aos tienes? pregunt.Dieciocho.

    El padre se adelant un poco, por lo que laconversacin adquiri esa privacidad tanapreciada por los jvenes.

    Y desde hace cunto que te preparas? pregunt.Creo que mi ta viene preparndome desde losnueve aos, hace ya once y recordando su

  • anterior pregunta, agregu: y no tengo ideapara qu. Slo s que debo ganar un buennombre.Nuestro nombre es bastante bueno. Mi padreha heredado una cierta fortuna y la haadministrado bien, como para acrecentarla unpoco ms y proveernos a todos de educacin.Somos cuatro hermanos, dos mujeres mayoresy ya con esposo y dos varones, mi hermanomenor y yo.Cuntos son ustedes de familia?Slo mi Ta y yo. Y tengo un buen amigo queobra como hermano y su padre como to agregu, para compensar la escasez demiembros.Pues tienen suerte de ser tan pocos. Yo conlos mos no me llevo muy bien, en cambio tpuedes alternar y elegir amigos.Acaso no tienes amigos para alternar? pregunt asombrado.Hacemos una vida bastante aislada. Nuestrasobligaciones sociales son rgidas y lasadministra mi Madre. Ella nos tiene todo el daestudiando o haciendo de anfitriones de losparientes que llegan a la casa. Yo dira que

  • tenemos una buena libertad mental, podemospensar y decir casi todo lo que queremos. Perola libertad fsica que te permite deambular conamigos es prcticamente inexistente pate unapequea piedra en seal de enojo y su padrevolte para observar un poco sonrindonos. Eljoven continu: Lo que s me agrada es lavisita de mi Ta Juy, que siempre vieneacompaada de dos primas muy bonitas. EstaTa insiste a mi Madre para que las aceptecomo nueras, pero mi hermano y yo noestamos interesados y rio un poco antes dedecirlo, aunque muchas veces nos divertimoscon ciertos juegos de manos.Juegas de manos con tus primas? preguntcon tono de complicidad.Ellas tomaron la iniciativa! Y te puedoasegurar que a mi hermano Keru, que slotiene quince aos, he tenido que contenerlopara evitar que embarace a alguna. Eso seraun gran escndalo, aunque mi Taaprovechara la ocasin para imponernos unmatrimonio y festej el comentario.Y no sospechan tus padres de estas cosas? pregunt.

  • Mi Madre y mi Ta no saben nada. Pero miPadre s que lo sabe. l nos descubri, sin quenosotros lo percibiramos, revolcndonos connuestras primas bajo unas alfombras, peronunca nos delat. Luego me llam aparte y medijo que delegaba en m la responsabilidad de loque ah ocurriese. Me ense cmo evitarembarazar a una mujer y solicit que yo se lotransmitiera a mi hermano sin decirle quin mehaba instruido volvi a patear una pequeapiedra y agreg: Mi Padre piensa que talesacciones son producto de nuestra estrechavida social, pero que no hay otro remedio quesoportarla. Mi Madre quiere que estudiemospara darle brillo a la casa, pero mi Padre quiereque estudiemos para independizarnos. MiPadre es muy buena persona, pero est unpoco dominado por su esposa.

    Hubo cierto pesar en sus palabras. Y measombr una vez ms de cmo, siendo de lamisma generacin, vivamos vidas tan distintas.

    No nos hemos dicho los nombres, el mo esSan dije con afn de construir una nuevaamistad.

  • El mo es Io dijo sonriendo.

    Y nos palmeamos los hombros dos veces. Elpadre volvi a voltearse y sonri nuevamente.

    Parecen que comienzan a entenderse dijo.S Seor! contest Io.

    Continuamos hablando por espacio de unbuen trecho y el sudor se present en los rostros.La noche era apropiada. Suave brisa, buena luz deluna y una compaa agradable. El padre dijo:

    Para llegar al alba debemos apurar an ms elpaso. Sera oportuno ahorrar el alientohablando menos o hacindolo ms bajo.

    No nos habamos dado cuenta, pero para eseentonces las risas y comentarios haban poblado lanoche haciendo callar a los grillos.

    S Seor! contest Io.

    Apuramos el paso y continuamos as,alegremente, hasta ver los primeros rayos de sol.Ingresamos a la ciudad orgullosos de haberconcluido una caminata tan exigente en forma

  • exitosa. Hisiu es una ciudad amplia y progresista.,tal vez treinta veces ms grande que mi Aldea. Apesar de lo temprano, haba mucha actividad. Nosacercamos a un comedor que ya contaba conalgunas personas haciendo su primera comida delda. Nos ubicamos en una pequea mesa y elpropietario se acerc diciendo:

    Hay arroz, pan y t. Cada uno deber pagarmedia pieza de cobre y podr comer cuantoquiera y continu sin interrupcin. Esa pagatambin incluye el derecho a asearse en losbaos de la trastienda y, por media pieza ms,mi esposa puede remendarles alguna prenda yengrasarles el calzado y sigui hablando. Sivienen para las pruebas imperiales esconveniente lavar y planchar la ropa, mis hijaslo pueden hacer por una pieza de cobre y sinecesitan acarrear bultos pesados mi hijo lohar por un tercio de pieza y continu: Noposeo cuartos individuales, pero si cuartospara cuatro personas, en caso de ocupar unosolamente los tres, debern pagar tambin porel lecho vaco. El precio de cada lecho es demedia pieza de cobre por cada da con sunoche se tom un respiro y qued esperando

  • nuestra respuesta.

    Yo posea muy poco dinero, y saba que losexmenes podan durar varios das, por lo quetom la iniciativa en hablar al mismo ritmo en quelo hiciera nuestro anfitrin:

    Mi amigo y yo somos gente de muy escasosrecursos pero tenemos el dinero para pagarnuestro desayuno. Sera un honor paranosotros poder pagarnos la estancia y lacomida del resto de los das en que estemos enla ciudad realizando aquellos trabajos que senecesiten y continu: Conocemos algo decocina, de cacharros, de reparar techos ylevantar paredes, inclusive arreglamosmuebles, cortamos lea, barremos todo tipo depisos, podemos servir a los comensales einclusive arrojar a la calle a quienes se excedanen la bebida.

    Io, su padre y el posadero se quedaronmirndome con extraeza, luego se miraron entres soltando una gran carcajada.

    Vaya con este impertinente! dijo elposadero. De seguro que algn puesto logra

  • en el Imperio! Pero primero coman, que mstarde les responder como ms me convenga.

    El padre de Io se sirvi dos veces, nosotrostres veces y media. Y tomamos tanto t quesentamos como se mova en nuestro estmago.Luego mi amigo y yo recogimos la mesa conprolijidad y llevamos los cacharros hasta la cocinay, sin pedir permiso, nos pusimos a lavarlos.Continuamos despus con el resto de cacharros yah comenc a apreciar las enseanzas de mi Ta.Io no era muy hbil en estas cosas por lo que lopuse a secar lo que iba enjuagando. En apenas unrato limpiamos todo, incluyendo lo que habaquedado de la noche anterior. Luego volvimos a lamesa donde el propietario hablaba con el padre deIo y met la mano en el bolsillo para depositar mipaga. El padre de Io me interrumpi con ungesto y dijo:

    Lo que acabas de hacer ha educado a mi hijoms de cincuenta libros. Yo pago la comida delos tres y diciendo as coloc las monedas enla mano del posadero.

    El posadero me mir seriamente y dijo:

  • Consult con mi esposa y les daremos trabajopor diez das, que es el tiempo en que habrmucha tarea por las gentes que vienen para losexmenes. Necesito arreglar unas cuantassillas, hay un techo que gotea y los cacharrosse acumulan, principalmente despus de lacena. Por todo ese trabajo les dar techo ycomida sin lmite, siempre que sea comidasencilla. Slo les permitir beber t, sopa oagua. Nada de licores u otras bebidaspeligrosas. Y al que se acerque a mi hija loarrojo al pozo de los desperdicios nos mirfijamente y agreg: Aceptan?

    Io mir a su padre con cierta angustia y stenos solicit unos momentos para hablar a solascon su hijo. Se apartaron yendo hasta la calle yluego de un rato volvieron. Io, que antes deentrar se enjug los ojos, me sonri e hizo ungesto afirmativo.

    Yo acepto, y t?Yo tambin! contest entusiasmado porcomenzar a resolver mi vida.

    Se acerc el posadero y dijo:

  • Y, qu decidieron? No voy a estar todo el daesperando.Aceptamos dije. l se llama Io y minombre es San.Mi nombre es Tasiah y los espero esta nochepara comenzar a lavar cacharros saludjuntando sus manos y le correspondimos.

    Ubicamos las tiendas de los FuncionariosImperiales, estaban en un gran terreno preparadoal efecto y en el centro mismo de la ciudad. Eranvarias tiendas de perfecta hechura, altas yamplias, todas con el Bandern Imperial en sucspide y todas sus entradas orientadas hacia elcentro del gran crculo que formaban. En elcentro del crculo se haba colocado unEstandarte Imperial de tamao impresionante,como de diez veces la altura de un hombre y otrastantas veces su anchura. En l estabarepresentado un exquisito faisn doradocustodiado por dos dragones, uno azul y uno rojo;y al pie poda leerse en escritura clsica antigua lapalabra Katai.

    Qu significan esas figuras, Seor? pregunt al padre de Io.

  • Llmame por mi nombre que es Ti-Lu yagreg: El faisn dorado es el Faisn Imperialque representa a la persona del actualEmperador. Los dos dragones son los reinosde Sial-Tai y de Luo-Tai, que fueran enemigosdurante siglos, pero que al unirse formaron elactual Imperio, de esto hace ya diezgeneraciones.Ah abajo dice Katai, no es cierto? preguntpara verificar si mi lectura era correcta.Has podido leer esa escritura? me dijo muyasombrado Ti-Lu. Es antigua, hace ms dedoscientos aos que nadie la usa. Ha quedadocomo Escritura Imperial por ser la vigente enmomentos de formarse el reino, y por sucomplejidad pocos la conocen con un tonomezcla de admiracin y orden, agreg:Dnde la aprendiste, quin te la ense?Mi Ta contest con absoluta normalidad.Una mujer? dijo an ms asombrado.Si no fuera as, la hubiera llamado To! yjunto con Io remos por la broma.Y t dices que no posees ninguna habilidadextraordinaria? dijo Ti-Lu, y agreg. No

  • sabes acaso que conocer la escritura delpasado te permite comprender con exactitud loque se piensa en el presente No sabes el valorque eso tiene?

    Dijo esto con tal seriedad que atrap todanuestra atencin. Y abandonando el tono familiarque haba adoptado, le dije con respeto:

    Seor, piensas realmente que estosconocimientos me sern de utilidad.Corresponde que los muestre?Hazlo nicamente con la espontaneidad que lohas hecho conmigo. Los conocimientosextraordinarios no son para mostrar, son paravivirlos y compartirlos con quienes losmerezcan. Quien muestra sus conocimientosespeciales cuando no corresponda o fuera dellugar apropiado solo atraer la envidia, laincomprensin y el rechazo y agreg: Elconocimiento es una espada formidable, perosirve slo cuando se la desenvaina en elmomento justo, de lo contrario daa a quien laesgrime!

    Continuamos recorriendo el lugar. Haba

  • mucha gente ya y llegaban sin interrupcin desdetodas las calles y caminos. Para el medioda erauna gran multitud, repleta de jvenes y jovencitas,la mayora acompaados por alguno de sus padreso algn pariente mayor, generalmente un hermanoo un to. Un guardia nos indic la primera de lastiendas, donde debamos registrarnos. Haba en suinterior una gran mesa que la divida por la mitad.De un lado los funcionarios y del otro varias filasmuy prolijas que formaban los aspirantes. Cuandolleg mi turno, el funcionario tom un papel enblanco y, sin siquiera mirarme, pregunt confrialdad:

    Cmo se llama usted?San-Chin-Lan y anot vigorosamente larespuesta, formando una prolija columna.Cul es su mano ms fuerte?La izquierda y el funcionario continuanotando en forma muy prolija.Cul es su mano ms hbil?La derecha.Cul es su edad?Veinte aos y algunos meses.

  • Cul es su aldea natal?La Aldea Sti-Ks de la Provincia de SiusenQuin lo acompaa?Nadie. He venido slo.Trae alguna recomendacin?No, Seor.Cuntos son de familia?Slo mi Ta de crianza y yo.Cmo ha llegado hasta aqu?Mi Ta me lo impuso y llegu caminando dijecon cierto fastidio por el tono monocorde delburcrata. Pero l ni se inmut.Dice que lleg caminando desde Sti-Ks?Cuntos das tard?Cuatro das contando ste de hoy.

    Ah logr sorprenderlo, pero no mucho.Levant su vista para observarme mejor y dijo:

    Mustrame la planta de tus pies!

    Y descalzndome lo hice. Las observdetenidamente y me indic que volviera acalzarme. Continu con su rutina:

  • Sabes leer y escribir?S, Seor.Mustrame las manos!

    As lo hice y coment:

    No parecen manos de letrado. Mas bienparecen manos de leero.

    Record las horas juntando troncos delbosque o hachando para el bao de vapor y losgratos momentos ayudando a Ko en suaprendizaje de carpintero. Entonces el funcionarioagreg con sorna, como quien esperareconocimiento al descubrir a un farsante:

    Si sabes leer, dime qu dice aqu! ydesenrollando un escrito sobre la mesa, lo pusoante m.

    Me detuve en cada signo y le:

    Gran esfuerzo hace la Naturaleza. Sinembargo los estpidos igual crecen comomaleza.

    El burcrata se asombr. Tom el escrito y l

  • mismo verific lo que yo haba ledo. Con aire detriunfo, dijo:

    Veo que lees, pero no lo suficientemente bieny mostrndome uno de los ideogramas,agreg: aqu se lee son maleza no quecrecen como maleza.

    Me irrit por su sorna y estupidez. Learrebat el escrito, y sealndole como l lohiciera, dije en voz alta:

    Esta es escritura del cuarto perodo. En aquelentonces se evitaba utilizar el verbo ser porconsiderarlo divino. Por lo tanto nocorrespondera en absoluto usar tal expresinpara referirse a los estpidos y continu algoms enojado: Si te fijas ms abajo el versocontina y dice: Por eso la siega delEmperador es la herramienta sutil de laNaturaleza y remarcndole con mi dedo elideograma es agregu a mis palabras el tonoms irnico aprendido de la Ta. Me podrasindicar dnde est la familia de este ideogramaen el primer verso?

    El burcrata no respondi. Tomando de mis

  • manos el escrito lo observ detenidamente una yotra vez. Lo guard en su sitio y dijo:

    Disclpame, pero ya estoy en el cuarto da detrabajo y el mal humor me traiciona.Podramos continuar con el interrogatorio?S, Seor.Conoces alguna de las artes marciales?Slo un poco de lucha con mis manos. Conlos pies soy bastante torpe, pero sdefenderme muy bien con el bastn.Me lo permites?

    Se lo alcanc y, esgrimindolo con habilidad,lo observ con detenimiento y lo balance consuavidad. Era obvio que conoca de tales armas.

    Es muy bueno. Si lo cuidas podr servirtehasta la vejez y al momento que me lodevolviera dijo: Sgueme!

    Lo segu hasta fuera de la tienda, dejando enmi lugar a Io y a su padre, quienes fueronatendidos por el reemplazo del burcrata. Alpasar, Io y yo nos volvimos a palmear loshombros. Una vez afuera nos acercamos al Gran

  • Estandarte Imperial donde cinco guardias locustodiaban. El funcionario se dirigi a uno deellos y le dijo:

    Este joven asegura que sabe defenderse consu bastn, me haras el favor de probar talhabilidad?

    No me gust la idea del funcionario. Elguardia era robusto y portaba una pesada lanza.

    S, Seor! contest el guardia colocndosefrente a m.Desea usted que luchemos? dije con laesperanza de evitar la pelea.No es una pelea! me contest el funcionariomuy seriamente. Es mi obligacin verificartodo lo que se diga durante la primeraentrevista, y sta es solamente unaverificacin.

    Sonre al guardia tratando de ablandar lasituacin, pero l nicamente respondi pateandoel piso y apuntando la filosa lanza hacia m. Yotena el bastn en la mano derecha, tomado por sumitad y al costado del cuerpo. Con la izquierda

  • tome su extremo y, como quien desenvaina unagran espada, trac un abanico golpeando confuerza la lanza. Me acopl a tal movimiento, loelev por sobre mi cabeza tomndolo con las dosmanos como si se tratara de un garrote y lo dejcaer violentamente sobre una de las manos delguardia. El dolor le oblig a soltar la lanza, pero seabalanz con furia sobre m tomando el bastncon ambas manos y comenzando a forcejear paraquitrmelo. Tena yo presente una de lasenseanzas de Ko que dijo: Mi padre dice que lamano que toma algo es esclava de lo que toma,que hay que saber cundo soltar. Solt el bastnen el momento que tiraba hacia s mi contrincantey, con las manos libres, le apliqu dos golpesplanos en el pecho, simultneamente y con lasencilla intencin de sacrmelo de encima. Lospies se le despegaron del piso y cay hacia atrsdando con la espalda un golpe seco en el suelo.Comenz a toser y no pudo levantarse. Almomento los otros guardias me rodearon y pensque ah terminaba todo el proyecto de la Ta, peroel funcionario los contuvo con un gesto y dijo:

    Fue en buena ley y no lo ha daado conseriedad. Vuelvan a sus puestos y que este

  • hombre sea relevado tom el bastn del pisoy me lo alcanz diciendo: Sgueme!

    Lo segu, no sin observar a mis espaldas,desconfiando de la serenidad de los guardias, peroellos acataron la orden y se encontraban los cincode pie, hacindole bromas al recientementederrotado. Ingresamos a otra de las tiendas, en suinterior haba tres mesitas con un funcionario encada una. Quien me acompaaba escribi algoms sobre el papel donde registraba misrespuestas y, entregndoselo a uno de losfuncionarios, se retir presentando sus respetos.Yo se los retribu. El funcionario que recibi elpapel me dijo:

    Desndate completamente!

    As lo hice y coloqu la ropa prolijamentedoblada sobre una pequea banqueta. Me hizo ir yvenir caminando varias veces. Acerc su odo ami boca y me hizo chocar los dientes entre smuchas veces. Revis todo mi cuerpo, todas susarticulaciones y todos sus orificios. Oli mi pelo ymis axilas. Me palp los testculos y expuso mipene retirando la piel. Observ mis uas una por

  • una, tanto la de las manos como la de los pies.Orin en un cuenco donde palp y oli la orina.Tirone suavemente de mis cabellos, de las cejasy de los vellos y finaliz golpendome con susdedos toda la espalda. Mientras me vesta, unsirviente trajo un gran cuenco, donde elfuncionario lav sus manos y, con agua nueva,lav muy bien su boca y su cara. Escribi algosobre el papel y me llev hasta el segundofuncionario. El segundo funcionario me hizosentar y dijo:

    Descrbeme tu infancia en una sola frase.

    Pens un momento y respond:

    Fue perfecta, estuvo hecha justo a mimedida!

    Sin inmutarse por la agudeza, dijo:

    Entonces descrbeme tu medida en una solafrase.

    Tuve que pensar un poco ms. Respond:

    Mi medida tiene la misma extensin que lafrase que trate de contenerla.

  • Me mir con cuidado, como quien trata deleer el pensamiento pero sin violentarle, y dijo:

    Y cul es el peso de tu medida?Tambin debo responder en una sola frase?pregunt para darme ms tiempo en resolverla respuesta.Ya que me lo recuerdas, s.Es un poco ms liviana que el peso de laspalabras que se usen para describirla.Cunto ms liviana?Lo suficiente como para escaparse de la frasesi esta no le conviene.Qu es ms suficiente: la medida o la fraseque la contenga?Depende de qu se mida y de quin escuchela frase.Quieres decir que no hay medidas ni frasesabsolutas?No hay personas absolutas. Sabiendo esto,basta.Acabas de usar dos frases dijo.Una para cada una de tus orejas.

  • Por qu?Por las dudas que una sola de ellas se atoretratando de entender.

    Entonces sonri por la ocurrencia y dijo:

    Si eres tan hbil en tus acciones como lo erescon tu lengua, podras resultar de algunautilidad. Ahora respndeme: Si en un granincendio debes optar en salvar a una jovenmadre o a su pequeo hijo, a quin eliges?A la madre, porque puede dar nuevos hijos.Pero si se tratara de una inundacin, salvara alhijo. Una mujer desesperada es muy pesada yyo no soy un buen nadador, por lo que nosahogaramos los tres.Dime tres razones para matar a una persona.Por honor. Por justicia. Por benevolencia.Explcate.Por honor cuando se ha ofendido lo mspreciado. Por justicia cuando se ha daadoirreparablemente. Por benevolencia, para evitarel sufrimiento de una muerte dolorosa einevitable.

  • Tomando el papel con las anotaciones, meguio hasta la tercera mesita. Se acerc a unfuncionario muy anciano, diciendo:

    Maestro Luoh. Aqu le presento a San-Chin-Lan, naci en la Aldea Sti-Ks en la Provinciade Siusen. Tiene veinte aos y lee escrituraclsica. Se sabe defender. Su pensamiento esveloz aunque su lengua algo impertinente. Noposee familia, por lo que no pertenece a ningnClan. Lleg a pie solo y rpido, lo que muestraun espritu decidido. Ha trabajado mucho conlas manos, lo que junto a la escritura ledesarroll habilidades en ambas. Su cuerpoest totalmente sano. Ya ha tenido relacionescon mujeres y no ha sido penetrado por ningnvarn. No es recomendado, por lo que no hayintereses oficiales que medir. Distingue lourgente de lo importante. Tiene nocin de lajerarqua, del honor y de la oportunidad.

    Me sorprendi su sntesis. Pero mucho msme sorprendi que supieran que haba tenidosexo. Slo esperaba que no me preguntaran conquin. El anciano me observ casi sin moversedesde su silla e indic que me sentara frente a s.

  • Tomo con sus manos mi cabeza y coloc la yemade sus pulgares en mis sienes. Respir hondo ycerr los ojos. Yo estaba muy quieto. Mova misojos de un lado a otro para adivinar qu estabapasando, pero nada extraordinario sucedi,excepto que esta postura se mantuvo por un largotiempo. Cuando volvi a abrir los ojos el ancianome regal una mirada serena y dulce.

    Sabes para qu estoy yo aqu? me preguntcon bondad.No, Maestro dije repitiendo el ttulo queusara el funcionario.Estoy para medir algo bastante difcil sabesqu es?No, Maestro.

    Ley atentamente lo que se haba escrito y sinsatisfacer mi curiosidad por saber cul era sutrabajo, dijo:

    Mustrame el objeto ms preciado que poseasen este momento.

    Un hilo de desconfianza se me dibuj en lamente, percibiendo cierto engao en la pregunta.

  • Mir el bastn, pero opt por no arriesgarlo.Introduciendo la mano en mi saco extraje unpequeo librito donde anotaba memorias mas ydichos de la Ta.

    Este es el objeto ms preciado y se loalcanc.

    Lo tom en sus manos aosas y ley concuidado alguna de sus hojas. Me lo devolvidiciendo:

    Parece que te gusta la poesa.S, Maestro.Pues escrbeme una para maana a primera

    hora.S, Maestro.Puedes retirarte hasta entonces.

    Al retirarme present mis respetos. Fueentonces cuando el anciano confirm la sospechade que algo se traa:

    Eso s me dijo: cuando vuelvas quiero quetraigas ese bastn quebrado por la mitad.

    Ese anciano s que estaba loco. Cmo iba yo

  • a arruinar el recuerdo de mi amigo. Reconozcoque en esos das estaba dispuesto a quebrar alviejo con el bastn de Ko. Pero l no saba elorigen del bastn, por lo tanto si no cumpla conlo pedido tendra el derecho a pensar que, por algobanal, rechazaba ganar un cargo. Pero si losatisfaca, perda el objeto ms precioso queposea. Estaba muy ocupado con esospensamientos, parado en el centro de la plaza,cuando escuch la voz de Io:

    Eh! San! Te habamos perdido Dndeestabas?Contestando preguntas, traduciendo laescritura, peleando con un soldado,revisndome con el mdico, compitiendo conlas palabras y arriesgando mi bastn yagregu en tono de broma, pero no tanto:Quiero volver a casa!Todo eso hiciste?Todo eso fue lo que me hicieron hacer y paramaana debo componer una poesa que leagrade a un viejo, que aparte quiere quequiebre mi bastn. Sinceramente no s quhacer.

  • No te preocupes, algo se nos ocurrir ycontinu: Yo tuve mucha suerte. Le ca engracia a un funcionario que ensea las letras yal cual le recit los clsicos junto a otrosentendidos. Les agrad tanto que alguien jovenconociera de memoria los Versos de lasMutaciones, aunque no entienda nada de lo quedicen tales versos, que le pidieron a mi Padreque autorice mi pertenencia a la BibliotecaImperial y con el cargo de Ayudante delIntrprete.Y tu Padre acept?Por supuesto. Y los dos saltamos de alegra.Se han cumplido varios sueos. Mi Madre ledar ms brillo a la casa. Mi Padre ser testigode mi independencia. Y yo tendr laoportunidad de conocer nuevos amigos.

    Se lo vea tan feliz que opt por festejar sualegra y dejar para ms tarde el problema quedeba resolver. Por la tarde volvimos solos hastala posada de Tasiah. El padre de Io se despidide nosotros dando por finalizada su labor. Cuandonos separamos dijo:

    Hijo. Que este sea el inicio de una vida til y

  • feliz. No solamente til. Hazte de tantos amigoscomo los que puedas conquistar y vistanoscada tanto. Yo me ocupar de tu hermano, quees el nico que falta ubicar. Recurdanos concario y sabe disculpar nuestros errores.

    Se abrazaron muy afectuosamente y lloraronsin que se les quiebre la voz. Luego se dirigi a mpalmendome la cara, dijo:

    No necesitas consejos. Se me hace que eresde esas raras personas que aprenden aaconsejarse a s mismas Te deseo lo mejor! y se march.

    Entonces Io y yo fuimos a recorrer la ciudady a observar a las doncellas. Volvimos a lo deTasiah cuando ya era de noche y el comedorestaba repleto de gente. El y su hija iban y venanfrenticamente no dando abasto con la demandadel servicio. Mi amigo me mir y no hizo faltacoordinar los esfuerzos. Arrebatamos dosdelantales de la cocina, le dimos un beso en lafrente a la duea de casa que qued gratamentesorprendida y atendimos a todo el mundo hastabien entrada la noche. Despus dejamos los

  • cacharros en remojo, para que se lavaran msfcil al da siguiente. Comimos medio pollo cadauno y nos derrumbamos en los lechos. Tasiahhaba tenido la gentileza de reservarnos un cuartopequeo para nosotros dos solos. El padre de Io,que haba pasado ya por ah antes de partir, lescont las buenas nuevas y deposit cuarentapiezas de cobre para que se las entreguen a suhijo. Me despert sobresaltado al salir el sol yrecord lo solicitado por el anciano. Despert aIo con sacudones.

    Io! Io! Necesito que me ayudes!

    Despert con mucha dificultad y sentado enel borde del catre dijo:

    Qu necesitas?Escribir un poema para el viejo y decidir siquiebro mi bastn contest con angustia.

    Estir la mano metindola en uno de susbultos y extrajo un papel cuidadosamente doblado.

    Aqu tienes tu poema. Ahora djame dormir.

    El poema deca as:

  • La Juventud desea los conocimientosy la serenidad de la Vejez.La Vejez desea la energa y el entusia