El Observador de la Actualidad 749

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Periodismo Católico El Observador DE LA ACTUALIDAD 15 de noviembre de 2009 AÑO 15 No. 749 $8.00 Fundado en 1995 www.elobservadorenlinea.com PÓRTICO PUERTAS ABIERTAS POR JAIME SEPTIÉN / [email protected] Publicamos en este número especial de El Ob- servador una carta importantísima que envía el se- ñor obispo de Querétaro a los párrocos de su dió- cesis para que, en la medida de sus posibilidades, mantengan abiertas las puertas del templo la mayor parte del día y permitan que los fieles puedan ingre- sar al espacio sagrado a la hora en que tengan ne- cesidad de consuelo, de comunicación, de estar en presencia del Señor. La carta es para Querétaro, pero con- viene a todo México. Un pueblo de larguí- sima y arraigada iden- tidad católica necesi- ta sus iglesias abier- tas, necesita el re- manso del amor en medio del jaloneo co- tidiano, magnificado por los aparatos de comunicación que nos transmiten zozobra y espan- to. Es un signo de acogida que ha sido distintivo de la Iglesia católica en los casi cinco siglos que lleva de iluminar la tierra de Santa María de Guadalupe. Justamente fue ese el signo que movilizó una de las mayores evangelizaciones de la historia, la de México. La Iglesia tomó el partido de Cristo en la refriega posterior a la conquista por las armas. Fue- ron los misioneros franciscanos, dominicos, agus- tinos, jesuitas, mercedarios, carmelitas, los que le dieron un cariz de cercanía, de posibilidad para la aceptación de la diferencia, de ternura en el trauma de 300 años de coloniaje, y los sacerdotes mexica- nos la igualdad y la primacía de la persona en estos 200 años de independencia. Ha sido medio milenio de apertura al rostro be- névolo del Padre de todos los hombres el que an- tecede a la petición que hace don Mario de Gaspe- rín Gasperín a los sacerdotes y religiosos de su diócesis. Y también a los laicos. Tenemos, entre todos, que volver a dejar abiertas las puertas de los templos; tenemos, entre todos, que volver a dejar libre la vía de comunión de los corazones atribulados. Si Jesús pidió que fuéramos a Él cuan- do nos sintiéramos fatigados, los caminos han de estar practicables, las veredas despejadas, los sen- deros sin hierbas que los tapen. No podemos ce- derle este terreno —¡este no, nunca, jamás!—a la violencia. Somos muchos, somos de Cristo: ¿a quién temeremos? SOBRE LA MARCHA El final como creación y belleza será cuan- do el amor se apague en el crepúsculo del cora- zón del hombre; cuando se alce el puño de la indiferencia y cosas y personas sean lo mismo para el poder. A partir de ahí, o surge una hu- manidad nueva en Jesucristo, o a esto se lo lleva la trampa. Santiago Norte «Entonces verán venir al Hijo del Hombre sobre las nubes» «El Juicio Final» (1541), de Miguel Ángel Buonarroti, Capilla Sixtina, Ciudad del Vaticano. Si Jesús pidió que fuéramos a Él en nuestra fatiga, los caminos han de estar practicables, las veredas despejadas ESPECIAL: LA GRAN TRIBULACIÓN Y EL FIN DEL MUNDO El mundo se va a acabar ................. p. 3 Los que ya se equivocaron ............. p. 4 Cuidado con la doctrina protestante del arrebatamiento .................. p. 5 Lo que las Escrituras sí enseñan ....... p. 6 Oración de reparación, el mejor modo de prepararse para el final ........ p. 7 Tiempo de cobrar ánimo ................ p. 8

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Verán venir al Hijo del Hombre Año 15 No. 749 Periodismo católico. Versión impresa. Especial sobre la gran tribulación y el fin del mundo ¿Qué debemos creer?

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Periodismo Católico

El ObservadorDE LA ACTUALIDAD

15 de noviembre de 2009

AÑO 15

No. 749

$8.00

Fundado en 1995

www.elobservadorenlinea.com

�PÓRTICO

PUERTAS ABIERTASPOR JAIME SEPTIÉN / [email protected]

Publicamos en este número especial de El Ob-

servador una carta importantísima que envía el se-ñor obispo de Querétaro a los párrocos de su dió-cesis para que, en la medida de sus posibilidades,mantengan abiertas las puertas del templo la mayorparte del día y permitan que los fieles puedan ingre-sar al espacio sagrado a la hora en que tengan ne-cesidad de consuelo, de comunicación, de estar enpresencia del Señor.

La carta es paraQuerétaro, pero con-viene a todo México.Un pueblo de larguí-sima y arraigada iden-tidad católica necesi-ta sus iglesias abier-tas, necesita el re-manso del amor enmedio del jaloneo co-tidiano, magnificadopor los aparatos decomunicación que nos transmiten zozobra y espan-to. Es un signo de acogida que ha sido distintivo dela Iglesia católica en los casi cinco siglos que llevade iluminar la tierra de Santa María de Guadalupe.

Justamente fue ese el signo que movilizó una delas mayores evangelizaciones de la historia, la deMéxico. La Iglesia tomó el partido de Cristo en larefriega posterior a la conquista por las armas. Fue-ron los misioneros franciscanos, dominicos, agus-tinos, jesuitas, mercedarios, carmelitas, los que ledieron un cariz de cercanía, de posibilidad para laaceptación de la diferencia, de ternura en el traumade 300 años de coloniaje, y los sacerdotes mexica-nos la igualdad y la primacía de la persona en estos200 años de independencia.

Ha sido medio milenio de apertura al rostro be-névolo del Padre de todos los hombres el que an-tecede a la petición que hace don Mario de Gaspe-rín Gasperín a los sacerdotes y religiosos de sudiócesis. Y también a los laicos. Tenemos, entretodos, que volver a dejar abiertas las puertas delos templos; tenemos, entre todos, que volver adejar libre la vía de comunión de los corazonesatribulados. Si Jesús pidió que fuéramos a Él cuan-do nos sintiéramos fatigados, los caminos han deestar practicables, las veredas despejadas, los sen-deros sin hierbas que los tapen. No podemos ce-derle este terreno —¡este no, nunca, jamás!—a laviolencia. Somos muchos, somos de Cristo: ¿a quiéntemeremos?

�SOBRE LA MARCHA

El final como creación y belleza será cuan-do el amor se apague en el crepúsculo del cora-zón del hombre; cuando se alce el puño de laindiferencia y cosas y personas sean lo mismopara el poder. A partir de ahí, o surge una hu-manidad nueva en Jesucristo, o a esto se lolleva la trampa.

Santiago Norte

«Entonces verán venir al Hijo delHombre sobre las nubes»

«El Juicio Final» (1541), de Miguel Ángel Buonarroti, Capilla Sixtina, Ciudad del Vaticano.

Si Jesús pidió quefuéramos a Él ennuestra fatiga, loscaminos han deestar practicables,las veredasdespejadas

ESPECIAL:

LA GRAN TRIBULACIÓNY EL FIN DEL MUNDO

El mundo se va a acabar ................. p. 3

Los que ya se equivocaron ............. p. 4

Cuidado con la doctrina protestante

del arrebatamiento .................. p. 5

Lo que las Escrituras sí enseñan ....... p. 6

Oración de reparación, el mejor modo

de prepararse para el final ........ p. 7

Tiempo de cobrar ánimo ................ p. 8

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MIRADAS2 El Observador15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749

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3El Observador 15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749 LA GRAN TRIBULACIÓN Y EL FIN DEL MUNDO

¿Que el mundo se va a acabar? Sí, de eso nocabe duda; pero no sabemos cuándo

En cuestiones del fin del mundo, la necesidad de conversión no es algo que suela entrardentro del esquema mental del común de los mortales; pareciera preferible darle mayor crédito

a lo que dice la New Age, las «profecías» mayas o las películas de Hollywood, que a lo queDios mismo ha revelado a través de las Sagradas Escrituras.

En los últimos meses se hapuesto muy de moda el rescate dela «profecía» maya sobre el 21 dediciembre de 2012. Al parecer, el ca-lendario de esa cultura aborigenamericana llegaría nada más hastala citada fecha, lo cual sería un va-ticinio —según el parecer de algu-nas gentes— de que ese día seacabará el planeta o, al menos, lavida en él.

Pero no todos concuerdan enlo que significa esa marca del ca-lendario. Para algunos, lo que in-dica es simplemente el fin del quintomundo maya —equivalente al«quinto sol» de los aztecas—. Paraotros es la llegada a nivel mundialde una «nueva era cósmica» de to-lerancia y paz.

Mayas estilo New Age

Esta última postura, de clarísi-mas raíces New Age (Nueva Era),y muy promocionada en internetpor sitios web de panteístas, he-chiceros, brujos, adivinos y astró-logos, pretende que son siete las«profecías» mayas sobre el año2012, y les da una terminología delo más moderno y alejada del len-guaje indígena: «alineación en cruzcósmica», «lado negativo», «ace-leración de la actividad solar por elaumento de vibración», «nuevarealidad de armonía», «agentes decambio», «amanecer de la galaxia»,«estado de paz interior», «energíadel rayo transmitido», «frecuenciade vibración alta», «nuevo ser enel orden genético», «reintegraciónde las conciencias individuales»,«gobierno mundial y armónico»,«orden universal», «sistema inmu-nológico», «aprendizaje del con-traste inverso», «contraste armó-nico», «conciencia evolutiva», etc.

Lo más importante para los se-guidores de la Nueva Era es que la

«séptima profecía» maya no mar-que la llegada del fin del mundo,sino sólo de «esta civilización hu-mana»; así, el cumplimiento de la«profecía» no tendría por qué sig-nificar ninguna calamidad, sinomás bien el inicio de una «nuevaconciencia cósmica».

Catástrofes previas

Al pensamiento le resulta difí-cil no asociar el fin del mundo conuna serie previa de acontecimien-

tos catastróficos, pues el propioJesucristo lo reveló así: «Habrá se-ñales prodigiosas en el sol, en laluna y en las estrellas. En la Tie-rra las naciones se llenarán deangustia y de miedo por el es-truendo de las olas del mar; lagente morirá de terror y de an-gustiosa espera por las cosas quevendrán sobre el mundo, pueshasta las estrellas se bambolea-rán. Entonces verán venir al Hijo

del Hombre en una nube, con granpoder y majestad» (Lc 21,25-27).Pero, una vez aceptada esta ver-dad revelada en las Sagradas Es-crituras, la actitud entre cristianosy paganos se vuelve diametral-mente opuesta:

¡Ven, Señor Jesus!

Para el cristiano la segundavenida de Cristo y todo lo que elloimplica es, a todas luces, más de-seable que cualquier tranquilidad

terrena. Por algo el Apocalipsisculmina con el Maranathá apre-miante: «El Espíritu y la Esposa[la Iglesia] dicen‘Ven’. Que el queescucha diga también ‘Ven’ (...).El que da fe de estas palabrasdice: ‘Sí, vengo pronto’. Amén.Ven, Señor Jesús» (Ap 22, 17. 20).

¡Que no se acabe! ¡Que no se acabe!

Para el pagano, en cambio, nohay nada más deseable que la vida

cómoda y divertida de acá abajo,sin compromiso alguno de conver-sión; por tanto, no puede habermayor tragedia, a su entender, queel final de todo ello. Esto quedóbien reflejado, por ejemplo, en lapelícula La séptima profecía, ro-dada en 1988, en la cual la prota-gonista (Demi Moore) debe hacertodo lo posible por evitar la llega-da del indeseable día del Juicio Fi-nal. Lo curioso es que cuando seexhibió en las salas de cine se co-

rrió la voz de que esapelícula «sí se basa-ba en la Biblia», y elespectador quedabamuy satisfecho conel desenlace, feliz,de que el mundo nose hubiera acabado.

Para este no-viembre se anunciael estreno de otracinta sobre el fin delmundo. Se trata de2012, del cineastaalemán RolandEmmerich, que pre-tende apoyarse en la«profecía» maya del21 de diciembre de2012. Al parecer, lamejor gracia de lapelícula son losefectos especiales,que muestran la

destrucción de la ciudad estado-unidense de Los Angeles por unterremoto de 10.5 grados en la es-cala de Richter, y la del tambiénestadounidense parque Yellowsto-ne, gracias a una enorme erupción.Habrá que verla para enterarse desi sólo importa —como suele su-ceder en el mundo del cine— loque pasa en Estados Unidos, y desi aparece otro «héroe» que salvea la humanidad de la Parusía.

Nadie sabe el día

A fin de cuentas, muy en el fon-do, la gente intuye la verdad: que,se quiera o no se quiera, tarde otemprano el mundo se acabará.¿Cuándo? Muchos, a lo largo de lahistoria, han propuesto fechas yninguno le ha atinado. Por algoadvierte el Señor: «Nadie conoceel día ni la hora. Ni los ángelesdel Cielo, ni el HIjo; solamente elPadre» (Mc 13, 32).

Al no conocer, pues, si maña-na, dentro de un mes, dentro dedos años, dentro de cien o dentrode mil el mundo se acaba, el hom-bre debería meditar y prepararse dealguna manera; después de todo,esa misma preparación habrá deservirle para el momento de sumuerte.

¿Qué harías en la última hora?

Pero las cosas no parecen ir porese camino. En una ecuesta reali-zada en Gran Bretaña por la empre-sa Ziji Publishing en octubre de2007, se le preguntó a la gente quéharía en los últimos 60 minutos desu vida si supiera que un asteroi-de se fuera a estrellar contra la Tie-rra poniendo fin a la vida en el pla-neta. Las respuestas demuestranque la esperanza en la vida futuraestá más bien fuera del pensamien-to de las mayorías:

+ el 54% respondió que le gus-taría pasar ese tiempo con sus se-res queridos o hablando con ellospor teléfono;

+ el 13% dijo que se sentaría,aceptaría lo inevitable y se serviríauna copa de champaña;

+ el 9% dijo que le gustaríaemplear esa hora en tener relacio-nes sexuales:

+ sólo un 3% dijo que lo dedi-caría a la oración.

D. R. G. B.

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4 El Observador15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749LA GRAN TRIBULACIÓN Y EL FIN DEL MUNDO

¡Los que ya se equivocaron!Éstas son, hasta ahora, las más famosas fechas

fallidas de los «profetas» del fin del mundo

Y los que van a fallar...Entonces, ¿cuándo el fin delmundo? ¡En la fecha que te

apetezca!♦ En ciertos ambientes protestantes se está difundiendo la

interpretación «profética» de que lo que ellos llaman «el rapto de laIglesia» tendrá lugar el 21 de mayo del 2011,y que el 21 de octubredel 2011 un cometa colapsará con la Tierra, lo que provocará el findel mundo y el juicio a las naciones.

♦ Según la muy de moda «profecía» maya, el mundo llegaráa su fin el 21 de diciembre de 2012. Otros dicen que será el día 22.

♦ El italiano Giorgio Bongiovanni, el mismo que «profetizó»la segunda venida de Cristo para 1991, para 1993 y luego para 1996,hoy ya no se atreve a habla de fin del mundo ni del retorno deCristo, sino de la entrada de la «Nueva Era», que, según él, será el31 de diciembre del 2012.

♦ Otros dicen que en la pirámide maya de Kukulkán estápredicho que el fin del mundo tendrá lugar el año 2023.

♦ Según las más recientes conclusiones de los seguidoresdel astrólogo francés Nostradamus, en el año 3500 habrá una gue-rra mundial y el fin del mundo tendrá lugar en el 3797.

de Cristo será en un platillo vola-dor, anunció el fin del mundo paraagosto de 1991 debido a que unmeteroito chocaría contra la Tie-rra. Lanzó una nueva «profecía»del fin del mundo para el año 1993,y, ante el nuevo fracaso, la pasó a1996.

1995.- Regresando a EU, en1985 Vernon Wayne Howell (alias«David Koresh»), cantante derock, polígamo y pederasta líder dela secta «Iglesia Adventista Davi-diana del Sépti-mo Día», dijo asus seguidoresque el mundoacabaría diezaños después,por lo que seatrincheraron en un rancho deWaco, Texas, hicieron acopio dearmas de fuego para repeler a «losmalos», y se enfrentaron a tiroscon el FBI en 1993, falleciendo de-cenas de sectarios.

1997.- Treinta y nueve miem-bros de la secta estadounidenseHeaven’s Gate (Puerta del Cielo)se suicidaron el 25 de marzo de eseaño, convencidos por su líder,Marshall Applewhite, de que laTierra iba a ser reciclada, que de-trás del cometa Hale-Bopp habíauna nave espacial, y que si se qui-taban la vida serían transportadosen ella hacia el Paraíso.

11 de agosto de 1999.- El fa-moso diseñador de modas hispa-no-francés Paco Rabanne (Fran-cisco Rabaneda y Cuervo), tuvoun repentino acceso de adivino,y anunció al mundo que la esta-

ción espacial rusaMir iba a caer so-bre París el 11 deagosto de 1999,en coincidenciacon el últimoeclipse total de

Sol del milenio, lo que —segúnuna peculiar lectura de las Centu-rias de Nostradamus— iba a su-poner la aparición del Gran Reydel Terror, lo cual marcaría el prin-cipio del fin. «No podía guardarun secreto tan terrible. He cumpli-do mi deber. Estoy aquí para avi-sar a los humanos», advirtió unmes antes de la fecha.

2000.- La supuesta incompati-bilidad de algunos programas decomputadora para ajustar el cam-bio de fecha en el año 2000, hizoafirmar a muchos que habría inte-rrupciones en servicios públicos,transporte, gobierno, asistenciasanitaria, etc., lo que desemboca-ría en la catástrofe final.

+ 1918.- Rusell murió en 1916,pero la secta, comandada por Jo-seph Franklin Rutherford, publicóen 1917 The Finished Mystery,donde se lee:«En la primave-ra de 1918 ven-drá sobre laCristiandad unespasmo de an-gustia» (p. 62).«La calamidadse debe al resur-gimiento del Díade Cristo (...), lacual comenzó con la Guerra Mun-dial de 1914 y la que cesará en 1918»(p. 404).

1975.- La secta «Testigos deJehová», en 1966, predijo una vezmás el fin —ya no «del mundo»sino de «este sistema de cosas»,porque hoy enseñan que el mun-do jamás se acabará—, según selee en su libro Vida Eterna, pág.29: «Según esta cronología bíblicafidedigna, seis mil años desde lacreación del hombre terminarán en1975, y el séptimo período de milaños de la historia humana comen-zará en el otoño de 1975».

1984.- Endiversos libros(por ejemplo,Cuando las pie-dras hablan loshombres tiem-blan) se anun-ció con sufi-

ciente anticipación que los jeroglí-ficos de la egipcia pirámide deKeops vaticinaban que el fin delmundo tendría lugar en 1984.

1986.- En Perú un individuollamado Sixto Paz, que decía tenerencuentros personales con extra-terrestres, anunció en 1975 que losvisitantes le habían revelado quehabría «una guerra atómica» queacabaría como un «holocaustovertiginoso y sangriento». Ellotendría lugar en 1986, con el pasodel cometa Halley cerca de la Tie-rra.

1991, 1993 y 1996.- GiorgioBongiovanni, italiano estigmatiza-do —obviamente sus estigmas noson de origen divino— que dicerecibir mensajes de la Virgen de Fá-tima y que anuncia que el retorno

+ Año 1843.- William Miller,estadounidense ex-bautista y fun-

dador de la sec-ta «AdventistasEvangélicos»,publicó en 1836el escrito Evi-dencia sacadade las SagradasEscrituras y dela historia acer-

ca de la segunda venida de Cris-to en derredor del año 1843. Estoatrajo multitudes; sus seguidoresabandonaron sus cosechas, sustrabajos y donaron sus pertenen-cias, quedando en la miseria cuan-do la predicción no se cumplió.

+ 22 de octubre de 1844.- Mi-ller admitió haberse equivocadocon el 1843, pero hizo nuevos cál-culos y anunció la nueva fechacuya llegada, claro está, tambiénfue un fracaso.

+ 1854.- La mayoría de los se-guidores de Miller lo abandonaronante la desilusión; pero otro predi-cador, Jonathan Cummins, reorga-nizó a los pocos feligreses quequedaban. Anunció que Miller es-taba en lo cierto en cuanto a la cer-cana fecha del fin, pero que la co-rrecta era 1854. Curiosamente, trasel nuevo fracaso en los vaticinios,la secta no desapareció, sino quepor acciones de Ellen White, sefortaleció y transformó en la «Igle-sia Adventista del Séptimo Día».

+ 1874.- También en EstadosUnidos, Charles T. Rusell, que ha-bía sido seguidor de Miller, deci-dió hacer su propia secta —hoyllamada «Testigos de Jehová»—.En su tratado Estudios de las Es-crituras (tomo III, pág. 171) dijo

presentar «evi-dencia bíblicade que 1874A.D. fue la fechaexacta del co-mienzo de los‘Tiempos de laRestauración’ y,por tanto, de lavuelta del Se-ñor».

+ 1879.- La secta de Rusell es-cribió en la revista Atalaya del 1de julio de 1879, pág. 3: «Estamosviviendo en los postreros días, elDía del Señor (...) Es un hecho queno sólo es discernible al que estu-dia la Palabra detenidamente y queestá siendo guiado por el Espíritu,sino que las señales extreriores queel mundo puede discernir dan elmismo testimonio».

+ 1914.- En 1886 Rusell anun-ció por escrito que ya entonces seestaba dejando sentir la Gran Tri-bulación, la cual culminaría en 1914,año del Armagedón o «fin final».En De paraíso perdido a paraísorecobrado, pág. 197, escribe quela Gran Tribulación «empezó a so-brevenirle a la organización del dia-blo en 1914».

¿También Jesucristo seequivocó al profetizar el

fin del mundo?Dijo a sus discípulos: «No pasará esta

generación sin que todo esto suceda»?

A veces el modo de hablar o de escribir de la gente de una épocadificulta que la de otro tiempo entienda lo que quiso decir. Es el caso delo que dice el Evangelio respecto del fin del mundo. A primera vistaparece que Jesucristo se equivocó. En Mateo 24, 1-34 se lee: «Se leacercaron sus discípulos para mostrarle las construcciones del tem-plo. Pero Él les respondió: ‘¿Veis todo esto? Yo os aseguro que noquedará aquí piedra sobre piedra’... En privado sus discípulos lepreguntaron: ‘Dinos cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de tuvenida y del fin del mundo’». Cristo les responde ampliamente sobrelas señales. Luego, en el versículo 34, afirma: «Yo os aseguro que nopasará esta generación hasta que todo esto suceda».

Sin embargo, aquella generación pasó y no ocurrió la segundavenida del Señor. ¿Por qué? Responde el teólogo argentino MiguelÁngel Fuentes, sacerdote religioso del Instituto del Verbo Encarnado:«Jesucristo responde a dos preguntas: cuándo ocurrirá la destruccióndel Templo (que profetiza en Mt 24,2) y su Segunda Venida. Las doscosas no tienen lugar en el mismo momento, pero, según el conoci-miento profético, una es ‘tipo’ (typós, figura) de la otra (antitypo).Jesucristo, pues, responde mezclando, como todos los profetas, am-bas respuestas. Por eso, así como se refiere a dos acontecimientosdistintos, así hay dos respuestas distintas, aunque unidas.

«1) No pasará esta generación: la destrucción de Jerusalén y delTemplo tuvo lugar durante la vida de la generación a la que Jesúshablaba. De hecho, según cuenta Eusebio de Cesarea, recordandoestas palabras de Cristo, los cristianos de Jerusalén, al escuchar hablardel avance romano cerca del año 70, huyeron a los montes y se salva-ron (y extendieron la fe); en cambio, los judíos confiaron que podríanresistir y sucumbieron en el monstruoso asedio de Jerusalén o queda-ron esclavizados después de él.

«2) Parte de las palabras de este discurso se refiere al fin del mun-do. De éste dice claramente Jesús que nadie sabe ni el día ni la hora enque ocurrirá, ni siquiera los ángeles ni siquiera «el Hijo» (expresiónque significa que el Hijo no puede tomar la iniciativa de manifestarlo,como indica el término «conocer» que tiene un sentido práctico)».

Los Apóstoles le preguntaron todo junto; y Él respondió todojunto: «Dinos cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de tu veniday del fin del mundo». «Eso» era para ellos la destrucción de Jerusalén—a la cual había aludido Cristo mirando al templo— y el fin del mundo,pues creían que el templo habría de durar hasta el fin del mundo.

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5El Observador 15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749 LA GRAN TRIBULACIÓN Y EL FIN DEL MUNDO

¡Cuidado con la doctrina protestantedel «rapto» o «arrebatamiento»!

De invención más o menos reciente y creída por las sectas fundamentalistas, esta enseñanza,

contraria a la Tradición y a las Escrituras, está siendo aceptada por católicos despistados

después de que el autor murierafue publicada; pero, para despis-tar, se hizo bajo un pseudónimojudío, Juan Josafat Ben-Ezra. Sinembargo, el engaño fue descubier-to, y en 1816 el libro fue denuncia-do ante tribunales españoles yante la Sagrada Congregación delÍndice, quedando incluido en el In-dex librorum prohibitorum preci-samente por ser contrario a la doc-trina de la Iglesia.

Tampoco dicen que, si bien La-cunza especula que los fieles quehan recibido la Comunión con fre-cuencia serán, hacia el fin del mun-do, recogidos por Jesucristo paratenerlos seguros por 45 días mien-tras el mundo es castigado, el je-suita chileno no fue el primero enproponer un «arrebatamiento»,sino que fue un ministro protes-tante presbiteriano de nombre In-crease Mather, quien escribió so-bre cristianos arrebatados por losaires antes de que el mundo fuera

consumido por elfuego del juicio di-

vino.Pero, ¿por

qué un ver-dadero

antes de la manifestación del Anti-cristo y de que tenga lugar la GranTribulación. Luego sería la últimavenida de Jesús con los escogi-dos para reinar en la Tierra por milaños. Sólo después tendría lugarel juicio final, con la venida visibledel Señor.

También existen los protestan-tes antiarrebatistas, quienes, paradesprestigiar ante sus correligio-narios la doctrina del «rapto», ale-gan que se trata de una «herejíaformalizada en el siglo XVIII por laIglesia romanista católica», cuyoautor intelectual sería el jesuita chi-leno Manuel Lacunza, quien, ha-ciéndose pasar por un rabino ju-dío de nombre Iben Ezra, habría in-tentado depositar la «semilla demaldad de la doctrina del rapto»en el mundo protestante.

Lo que estos señores se cui-dan de decir es que la Iglesia pro-hibió la publicación de la obra mi-lenarista de Manuel Lacunza, titu-lada La venidadel Mesias engloria y ma-jestad, yque sóloo n c ea ñ o s

En algunos sitios de internetcatólicos ya se pueden encontrartextos y hasta videos que presen-tan la doctrina del «rapto de la Igle-sia» como si se tratara de algo cier-to, revelado por Dios. Pero ni laIglesia primitiva, ni los santos, nilos Papas, ni los teólogos católi-cos de ninguna época han creídosemejante enseñanza. Es más, nisiquiera a Lutero se le ocurrió algoasí.

La doctrina del «rapto de laIglesia» o «arrebatamiento» sos-tiene que un día Jesucristo ven-drá secretamente para «arrebatar»repentina y físicamente a los cris-tianos auténticos para llevarloscon Él al Cielo, mientras que losmalos del mundo se quedarán acáabajo, en la Tierra.

Dicha enseñanza pretende an-clarse en lo escrito por san Pablo:«Os revelo un misterio: No mori-remos todos... Al toque de la trom-peta final, pues sonará la trom-peta, los muertos resucitarán in-corruptibles y nosotros seremostransformados» (1 Co 15, 51-52).Y también: «Dios llevará consigoa quienes murieron en Jesús...Nosotros, los que vivamos, los quequedemos hasta la venida del Se-ñor, no nos adelantaremos a losque murieron. El Señor mismo, ala orden dada por la voz de unarcángel y por la trompeta deDios, bajará del cielo, y los quemurieron en Cristo resucitarán enprimer lugar. Después nosotros,los que vivamos, los quequedemos, seremos arre-batados en nubes, juntocon ellos, al encuentro delSeñor en los aires» (I Tes 4,14-17).

Son muchas las desavenen-cias entre las sectas arrebatistas;sin embargo, han alcanzado uncierto consenso en esto: que el«arrebatamiento» ocurrirá

cristiano —es decir, un católico—no puede aceptar la doctrina del«rapto»?

Porque dicho «arrebato» impli-ca, como ya se dijo, la venida deCristo: «Y cuando haya ido y oshaya preparado un lugar, volve-ré y os tomaré Conmigo, para quedonde esté Yo estéis también vo-sotros» (Jn 14, 3). La Iglesia ense-ña que Jesucristo vendrá al fin deltiempo, tal como ya lo dijo san Pa-blo: «al toque de la trompeta fi-nal» (I Co 15 52). Pero, según elesquema del «rapto», además dela Primera Venida, que fue en la En-carnación, faltan aún dos venidasde Cristo: una para llevarse a lossuyos en el «rapto» (Seguna Veni-da) y otra venida al final del tiem-po (Tercera Venida). Pero Cristosólo reveló que habría una Segun-da Venida, en el fin del mundo. Deahí que los arrebatistas hubieronde inventar una venida intermediae «invisible» de Cristo, de la cualla Revelación no habla.

A final de cuentas, como ob-serva el sacerdote Jordi Rivero— fundador de Corazones.org ycofundador de las Siervas de losCorazones Traspasados de Jesúsy María— , la doctrina del «rapto»es una falsa evasión del sufrimien-to. Los protestantes olvidan que

el sufrimiento tiene un profun-do significado bíblico, pero elhecho de que Cristo sufrió yque la Iglesia es su Cuerpo

Místico implica que éstatambién habrá de vivir su-frimiento y persecución.

Otra cosa más observasabiamente este presbítero:que si ocurriera un supues-to «rapto» de los buenos

antes de la Gran Tribula-ción, el Anticristo notendría a quién perse-guir.

D. R. G. B.

¿ Fin del mundoel 21 de octubre

de 2011?

Otra «profecía» de laque hay que cuidarse

Es problable que el próxi-mo año comience a difundirseuna nueva «profecía», tam-bién de origen protestante, quepretende que el mundo se aca-bará el 21 de octubre de 2001.

Para evitar futuras inquie-tudes, aquí se describe cómose llegó a tan fantástico des-cubrimiento:

Los promotores de estevaticinio creen que la Biblia esun «calendario» totalmente«preciso y fiable». Que antesno se conocía la fecha del finporque Dios «había cerrado suPalabra, bloqueando cualquierintento de alcanzar el conoci-miento sobre el fin del mun-do», como dice Dn 12, 9; pero,como ya va a ocurrir, «el Se-ñor ha abierto a la compren-sión de su pueblo el ‘Calenda-rio Bíblico’». Que en 2 Pe 3, 6-8 se habla del diluvio, del díadel Juicio y de que para Diosun día son como mil años, loque significa que la clave parasaber la fecha del fin está en eldiluvio. Que el diluvio en tiem-pos de Noé ocurrió en el año4990 a.C. Que Gn 7,4 dice que«pasados siete días» comen-zaría la lluvia, lo que significa-ría que, como cada día son milaños, desde el diluvio hasta elfin del mundo habrían de pa-sar siete mil años. Eso querríadecir que el fin del mundo se-ría en el año 2011 (ya que noexistió el «año cero»).

¿Y por qué el 21 de octu-bre? ¡Ah! Porque en II Cróni-cas 7, 10, por orden del rey Salo-món, el pueblo de Israel cele-bró el favor de Dios el día 23del mes séptimo del calendariojudío, lo que equivaldría en elactual calendario occidental al21 de octubre, así que ese día,pero del año 2011, «tiene queser guardado como ellos lo hi-cieron». ¿Por qué? Porque sí.

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6 El Observador15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749LA GRAN TRIBULACIÓN Y EL FIN DEL MUNDO

Lo que las Sagradas Escrituras sí enseñanPara que el mundo se acabe deben cumplirse antes ciertos acontecimientos

no sea que presumáis de sabios:el endurecimiento parcial que so-brevino a Israel durará hastaque entre la totalidad de los gen-tiles, y así, todo Israel será sal-vo» (Rm 11, 25-26). También elCatecismo de la Iglesia Católicanos recuerda: «La venida del Me-sías glorioso, en un momento de-terminado de la historia se vinculaal reconocimiento del Mesías portodo Israel» (n. 674).

8) La aparición del Anticristo.La palabra «anticristo» tiene un undoble significado: en un sentidoamplio se refiere a cualquier ene-migo de Cristo; pero en un sentidoestricto señala a una persona de-terminada quien dirige todos susesfuerzos a la erradicación de la feen Cristo. «Que nadie os engañede ninguna manera. Primero tie-ne que venir la apostasía y mani-festarse el Hombre impío, el Hijode perdición, el Adversario quese eleva sobre todo lo que llevael nombre de Dios o es objeto deculto, hasta el extremo de sentar-se él mismo en el Santuario deDios y proclamar que él mismo esDios» (II Tes 2, 3-4).

Mientras todos estos hechosno se hayan producido, no se darátodavía la Parusía, es decir, el fi-nal de los tiempos con el retornoglorioso de Dios, Nuestro SeñorJesucristo.

os matarán, y seréis odiados detodas las naciones por causa demi nombre» (Mt 24, 9).

5) Aparición de falsos profe-tas y falsos mesías. «Mirad queno os engañe nadie. Porque ven-drán muchos usurpando mi nom-

bre y diciendo: ‘Yo soy elCristo’... Surgirán muchosfalsos profetas, que enga-ñarán a muchos» (Mt 24,4-5. 11).

6) Las calamidades en-lanaturaleza adquiriránuna dimensión catastrófi-ca. «Habrá señales en elsol, en la luna y en las es-trellas; y en la Tierra, an-gustia de las gentes, per-plejas por el estruendo delmar y de las olas, murién-dose los hombres de terrory de ansiedad por las co-sas que vendrán sobre elmundo; porque las fuerzasde los cielos serán sacu-didas» (Lc 21, 25-26). Lasplagas «ecológicas» sondescritas en el Apocalipsisen el capítulo 8, 6-12, y co-rresponden a las primerascuatro de las siete trompe-tas.

7) La conversión aCristo del pueblo judío.«No quiero que ignoréis,hermanos, este misterio,

gas... no dejaron de adorar a losdemonios... No se convirtieron desus asesinatos ni de sus hechice-rías...» (Ap 9, 20-21).

4) Creciente odio y persecu-ción hacia los cristianos.- «Enton-ces os entregarán a la tortura y

los buenos son ocasión de purifi-cación y crecimiento en la fe.

Entonces, ¿cuáles sí son lasseñales o acontecimientos máspróximos al fin de los tiempos?Enumeramos ocho, sin que ello in-dique un orden cronológico:

1) La difusión del Evan-gelio. «Se proclamará estaBuena Nueva del Reino enel mundo entero, para dartestimonio a todas las na-ciones. Y entonces vendráel fin» (Mt 24, 14).

2) El debilitamiento dela fe. «Llegará el tiempo enque los hombres no acep-tarán más la sana doctri-na» (II Tim 4, 3). «Y al cre-cer cada vez más la iniqui-dad, la caridad de la ma-yoría se enfriará» (Mt 24,12). «Cuando el Hijo delhombre venga, ¿encontra-rá fe sobre la Tierra?» (Lc18, 8).

3) Culto a los demoniosy otras abominaciones pa-ganas. «El Espíritu diceclaramente que en los últi-mos tiempos algunos apos-tatarán de la fe entregán-dose a espíritus engañado-res y a doctrinas diabóli-cas» (1 Tm 4, 1). «Pero losdemás hombres, los no ex-terminados por estas pla-

Advierte san Pablo: «Por loque respecta a la venida de nues-tro Señor Jesucristo... os roga-mos, hermanos, que no os alar-méis... por alguna manifestacióndel Espíritu, por algunas pala-bras... que os hagan suponer queestá inminente el Día del Señor...Primero tiene que venir la apos-tasía y manifestarse... el Hijo deperdición» (II Tes 2, 1-3).

Esto significa que el mundo nose acabará sin que antes sobreven-ga una serie de acontecimientos.

En los evangelios sinópticosJesús también habla de diversoshechos previos al fin del mundo(Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21).Ahí advierte que las guerras, losterremotos, el hambre y la peste noson señal del fin, sino apenas el«comienzo de los dolores delalumbramiento». La aparición deuna nueva epidemia o el estalla-miento de una nueva guerra a ve-ces suele provocar en la gente laidea de que «ahora sí» el final yaestá muy cerca. Pero esos cuatrosignos mencionados por Jesús (cfr.Lc 21, 11), que son los cuatro jine-tes del Apocalipsis (cfr. Ap 6, 1-8),son plagas generales que afligen abuenos y malos y que Dios, en to-das las épocas, ha permitido quese susciten porque son un llama-do para que los malos recapaciteny se conviertan, mientras que para

PARA SABER MÁS

El Apocalipsis no fueescrito para infundirnosmiedo, sino esperanzaEl Apocalipsis, por su estilo literario, es uno

de los libros más difíciles de la Biblia. Su lenguajecifrado y misterioso, con la aparición de mons-truos y plagas, suele causar terror en los lectores.

Pero el cristiano debe saber que el Apocalip-sis no fue escrito para infundirnos miedo, sinopara llenarnos de esperanza en medio de las prue-bas y de los sufrimientos de esta vida, pues sumensaje central es el señorío absoluto de Jesu-cristo, quien dirige toda la historia.

Una guía fácil, amena ybreve —pero no simplista niingenua— para entender deuna vez por todas el últimolibro de la Biblia, puede en-contrarse en el manual ElApocalipsis al alcance detodos, escrito por el sacer-dote Félix Struik, O.P., y pu-blicado en México por laEditorial Camino.

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7El Observador 15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749 LA GRAN TRIBULACIÓN Y EL FIN DEL MUNDO

«Velen y oren para que puedan escapar detodo lo que ha de suceder», dice el SeñorSi no fuera por las órdenes de clausura y las almas reparadoras...

que no creyeron. Mi Padre Celestial jamás apartaráde sí a aquéllos que le elevaron su fervorosa ora-ción con fe viva y con corazón humilde y sincero».

A santa María Magdalena de Pazzi le dijo un díaJesucristo: «Mira, hija, cómo los cristianos vivenentre las garras de los demonios. Si mis escogidosno los libran con sus oraciones, serán totalmentedevorados».

Y a Catalina Rivas, una mujer de hoy, boliviana,casada y con dos hijos, que desde hace algunosaños viene experimentando manifestaciones místi-cas y revelaciones privadas —hasta el momento sucaso ha sido bien visto por diversos obispos de la

región—, el Señor Jesúsle dijo el 19 de julio de1996: «El mundo nuncaha tenido tanta necesi-dad de oraciones comoahora en que la Justiciaempieza a sobrepasar ala Misericordia». Sietedías después Cristo vol-vió sobre el tema: «Si nose hacen cadenas de ora-

ción y se ofrecen penitencias, las fuerzas del mal, yadesencadenadas, perderán trágicamente este mun-do».

Por eso el 20 de julio de ese mismo año Jesús lepidió que aprovechara todo momento para orar; ledijo: «Ora mucho, repara, porque mi Corazón sangraen esta hora tan difícil… Queda poco tiempo parasalvar almas y no quiero que nadie perezca. Cuandose te vaya el sueño en la noche, ubícate junto a unoo muchos de mis Sagrarios, ora y repara allí —desdetu cama— con la mente puesta cerca de Mí; ofréce-me tu adoración y tu reparación por todos aquellosque trabajan sin cesar, guiados por el demonio, paraabolir mi Presencia».

Y esto es algo que Dios también espera de no-sotros. ¿Estamos dispuestos a hacerlo?

D. R. G. B.

«Velen, pues, y oren en todo tiempo, para quepuedan escapar de todo lo que ha de venir, y com-parecer ante el Hijo del Hombre» (Lc 21, 36). Estolo dijo Jesús justo después de referirse a algunosdifíciles acontecimientos que han de preceder a susegunda venida.

Y es que la importancia de la oración es tal quesólo ella es el arma que el Señor nos ha entregadopara salir victoriosos de la prueba. Así, depende denosotros mismos —según estemos dispuestos aorar o no— el que podamos escapar «de todo loque ha de suceder». Si rezamos tal como se debe,Dios se encargará de hacer su parte, salvándonosdel mal.

De hecho, Dios yanos salva de muchosmales, día a día, sin quenosotros lo advirtamos;Él lo hace atendiendo anuestras más bien esca-sas y hasta mediocresoraciones, pero, sobretodo, considerando elmérito de algunas perso-nas, laicas o consagradas, que han hecho de suvida un auténtico apostolado de oración, entre ellaslos religiosos y religiosas pertenecientes a las órde-nes de clausura, esas hermosas comunidades cris-tianas que se apartan del mundo para interceder porla salvación del mundo y que, sin embargo, son in-comprendidas por muchos y vistas como inútiles.

Pero el Señor piensa de modo totalmente dife-rente. Así, le reveló a monseñor Ottavio Michelini,el 24 de noviembre de 1978: «Hijo mío, la Iglesia noperecerá, y no perecerá precisamente por el poderde la oración de los pocos buenos y por las humil-des oraciones de aquéllos que no se han dejadoengañar por las insidias venenosas del Infierno.Éstos están ya marcados y se salvarán como se sal-vó Noé con los hijos de sus hijos en el Arca, de laque tanto se rio la necedad y la ceguera de aquellos

Urge hacer oración de reparaciónDesconocemos si es real o hipotética la siguiente lección dada por

un niño y que publica Catholic.net:— ¿Rezas a Dios? —le preguntó una persona mayor.— Sí, cada noche —contesta el pequeño.— ¿Y qué le pides?— Nada. Le pregunto si puedo ayudarle en algo.El niño, sin saberlo, estaba respondiendo al llamado que Dios ha

hecho muchas veces, a travésde sus místicos, de colaborarcon Él en la salvación de loshombres. El pecado es mucho,y, por tanto, la necesidad dereparar tanto mal es también in-mensa.

A sor Josefa Menéndez,española, religiosa coadjutorade la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús, fallecida en 1923 a lasignificativa edad de 33 años, Cristo le dijo el 21 de abril de 1922:«¡Son tantas las almas que necesitan perdón! Por esto mi Corazónbusca víctimas que le ayuden a reparar los ultrajes del mundo y, por sumedio, derramar mi Misericordia». Con el término de «almas víctimas»se estaba refiriendo a personas dispuestas a colaborar con Él, a travésde una entrega total y amorosa, en la salvación de los demás.

En mensajes anteriores ya le había dicho a sor Josefa: «Necesitoalmas que me consuelen y reparen, y si aquí no las encuentro, ¿dóndeiré?». Y también: «No hay una sola criatura en la Tierra tan desprecia-da y ultrajada como Yo… Consuélame… Ámame… Mira que son mu-chas las almas que me llenan de dolor; repara por las que deberíanhacerlo y no lo hacen».

Lo anterior concuerda con lo dicho por la Virgen en aparicionesaprobadas por la Iglesia, y en las oraciones que nos fueron enseñadaspara paliar tanto mal y consolar a Cristo, «que ya está muy ofendido».

En Fátima, por ejemplo, los tres pastorcitos recibieron la indica-ción de orar tres veces: Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Tepido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no teaman. También la siguiente oración debían repetirla tres veces: Santí-sima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamentey te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad deNuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mun-do, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias conque Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su SagradoCorazón y del Corazón Inmaculado de María, te pido la conversiónde los pobres pecadores. Esta última es muy semejante a la recibidapor santa Faustina Kowalska para rezar al inicio de cada decena de laCoronilla de la Divina Misericordia, que se acompaña por repeticionesde esta otra oración: Por tu dolorosa Pasión, ten misericordia denosotros y del mundo entero». D. R. G. B.

Consolar a Jesús con nuestra oración reparadora es la mejormanera de prepararse al fin del mundo o a nuestro propio final

«Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡ven, Señor Jesús!», clamamos en cada Eucaristía. Es que la segunda venida deCristo, así como nuestro encuentro con Él tras la muerte, no son una maldición ni una desgracia; por eso san Pablo podía decir: «Para

mí la vida es Cristo, y morir una ganancia» (Flp 1, 21). Pero no se debe olvidar que en nuestro juicio individual, o bien en el Juicio Final,la salvación o condenación que alcancemos dependerá sólo de nosotros, de la manera en que hayamos decidido vivir. El Señor es

constantemente ofendido y desea reparación de parte nuestra. Lo que no reparemos aquí habremos de pagarlo en la otra vida —conPurgatorio o Infierno—. ¿Por qué no empezar, entonces, aquí y ahora, a enmendar nuestras faltas y las de nuestros hermanos?

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8 El Observador15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749LA GRAN TRIBULACIÓN Y EL FIN DEL MUNDO

«Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantadla cabeza, porque se acerca vuestra liberación» (Lc 21, 28)

Los santos, en sus revelaciones privadas, y la Virgen María, en sus apariciones, advierten de un gran castigo. Hay

quienes lo equiparan con la Gran Tribulación anunciada por Cristo. Pero no se trataría del fin del mundo.En el pasaje del Evangelio de este domingo se lee: «Cuan-

do lleguen aquellos días, después de la Gran Tribulación,la luz del sol se apagará, no brillará la luna, caerán delcielo las estrellas y el universo entero se conmoverá. En-tonces verán venir al Hijo del Hombre...» (Mc 13, 24-26). Yen versículos anteriores, igual que en los otros Sinópticos,Cristo ya había anunciado en Marcos que «habrá una tri-bulación cual no la hubo desde el principio de la crea-ción, que hizo Dios, hasta el presente, ni la volverá ahaber» (Mc 13, 19). Más aún: «Y si el Señor no abreviaseaquellos días, no se salvaría nadie, pero en atención alos elegidos que Él escogió, ha abreviado los días» (Mc

13, 20). Con lo anterior podría entenderse que,tras dicha tribulación, el mundo no habrá de

acabarse de inmediato,sino que aún tendrá otratemporada por delante.

El «Día de Yahveh»Ya desde el Antiguo Tes-

tamento se habla de un tiem-po sin precedentes en el que

Dios hará justicia: «Pueblomío, entra en tus cámaras y cierra tupuerta tras de ti, escóndete un ins-tante hasta que pase la ira. Porque

he ahí a Yahveh que sale de su lugar acastigar la culpa de todos los habi-tantes de la Tierra contra Él» (Is 26,20-21). El primero en darle a ese acon-tecimiento el nombre de «Día deYahveh» fue el profeta Amós, en elsiglo VIII a. C. Al principio los israe-litas entendieron que se trataba deun castigo en que Dios aplastaría a

las naciones enemigas mientras que ensalzaría a Israel, perolos profetas aclaran que aquel día terrible habrá de alcanzara todos, y que los israelitas hacen mal en mostrarse tanconfiados: «¡Ay de los que ansían el Día de Yahveh! ¿Quécreéis que es ese Día de Yahveh? ¡Es tinieblas, que noluz!» (Am 5, 18). Así, del fuego y del cataclismo cósmicosólo saldrá con vida un pueblo humilde: «Buscad a Yahveh,vosotros todos, humildes de la Tierra, que cumplís susnormas; buscad la justicia, buscad la humildad; quizáencontréis cobijo el Día de la cólera de Yahveh... Yo deja-ré en medio de ti un pueblo humilde y pobre» (Sof 1, 3.3,12).

No hay obligación de creer en revelaciones privadasEntre los santos, beatos, venerables y místicos, lo mis-

mo que en apariciones de la Virgen, hay una cantidad casiincontable de mensajes que también apuntan hacia un grancastigo que tiene como finalidad la purificación del mundo,cada vez más imbuido en el pecado.

El católico que se topa con estos mensajes debe teneren cuenta que, aunque la Iglesia apruebe determinadas apa-riciones marianas, o declare venerable, beato o santo a undeterminado hijo de Dios, no significa que hay obligaciónde creer ni en dichas apariciones ni en sus mensajes, tam-poco en revelaciones privadas recibidas por los siervos deDios. Lo que sí significa es que en tales mensajes y revela-

ciones no hay elementos que contradigan laRevelación (con mayúscula), por lo que el

fiel cristiano está en libertad de creer ono creer en ellos.

Entonces, creyendo, no sepeca, y no creyendo, tampoco sepeca. Pero, en opinión de san Pe-

dro Canisio, «hay menor peligroen creer lo que con alguna proba-bilidad nos refieren personas debien, cosa no reprobada por losdoctores, antes que rechazarlo

todo con espíritu temerario y dedesprecio».

Lo que no conviene creer sonlos mensajes provenientes de apa-riciones que han sido desaproba-das por la Iglesia. Aunque muchasveces tales mensajes se parezcana los de los santos o las aparicio-nes auténticas, suelen ir acom-

pañados de sutiles afirmaciones que rayan en la herejía, obien «profetizaron» cosas que no se cumplieron, mostran-do así su falsedad. Para quienes tengan acceso a internet,el sitio http://www.cafarus.ch/apariciones.html contieneuna larga lista de apariciones que deben ser descartadas.

¿Dios siempre avisa?Respecto de los mensajes que no contradicen el Depó-

sito de la Fe, hay quienes dicen que no es posible que Diosmisericordioso castigue de tal modo al mundo, que proba-blemente esos mensajes son producto de la imaginación.Pero otros responden que Dios siempre avisa: «¿Cae enuna ciudad el infortunio sin que Yahveh lo haya causa-do? No, no hace nada el Señor Yahveh sin revelar su se-creto a sus siervos los profetas» (Am 3, 6-7), y que lo másnatural es que proporcione tales advertencias a través delas personas que Él quiera. A continuación se mencionansólo algunos de estos conflictivos avisos que fueron pu-blicados con Imprimatur:

Santa Brígida de Suecia (1303-1373).- «Cuarenta añosantes del año 2000, el demonio será dejado suelto por untiempo para tentar a los hombres. Cuando todo pareceráperdido, Dios mismo, de improviso, pondrá fin a toda mal-dad. La señal de estos eventos será: cuando los sacerdoteshabrán dejado el hábito santo y se vestirán como gentecomún, las mujeres como hombres y los hombres comomujeres».

San Vicente Ferrer (1350-1419).- «Vendrá un tiempoque ninguno lo habrá visto hasta entonces... Se produciráun estruendo tan grande, de modo que ni fue ni se esperaotro mayor, sino el que se experimente en el Juicio... Veréisuna señal y no la conoceréis; pero advertid que en aqueltiempo las mujeres vestirán como hombres y se portaránsegún sus gustos y licenciosamente, y los hombres vesti-rán de mujeres».

Sor María de Jesús de Ágreda (1602-1665, en procesode beatificación).- «Me fue revelado que, a través de la in-tercesión de la Madre de Dios, todas las herejías desapare-cerán. La victoria sobre las herejías ha sido reservada porCristo para su Santísima Madre... Un inusual castigo a laraza humana tendrá lugar hacia el fin de los tiempos».

Beata Ana María Taigi (1769-1837).- «Dios enviará doscastigos: uno en forma de guerra, revoluciones y peligros,originados en la Tierra; y otro enviado desde el Cielo. Ven-drá sobre la tierra una oscuridad total que durará tres días ytres noches. Nada será visible y el aire se volverá pestilente,nocivo, y dañará, pero sólo a los enemigos de la Religión.Durante los tres días de tinieblas la luz artificial será imposi-ble. Sólo las velas benditas arderán... Los malos pereceránen toda la tierra durante esta oscuridad universal, con ex-cepción de algunos pocos que se convertirán».

San Gaspar de Búfalo (1786-1836).- «Aquél que sobre-viva a los tres días de tinieblas y de espanto, se verá a símismo como solo en la Tierra ... No se ha visto nada seme-jante desde el diluvio».

Venerable Bernardo María Clausi (1789-1849).- «Esteazote se hará sentir en todo el mundo y será tan terrible quecada uno de los que sobrevivieren se imaginará ser el únicoque ha quedado, y todos se arrepentirán. ... Pero antes ha-brá hecho el mal tantos progresos que parecerá que losdemonios han salido del Infierno. Pero cuando la mano delhombre no pueda más, y todo parezca perdido, Dios mismopondrá su mano y arreglará las cosas en un abrir y cerrar deojos».

Apariciones de la Virgen en La Salette (1846).- «Diosva a castigar al mundo de una manera jamás vista... Nadiepodrá escapar. ... Las Iglesias serán cerradas y profanadas;los sacerdotes y religiosas serán perseguidos... Los librosmalos abundarán... Muchos sacerdotes se alejarán de la feverdadera, y hasta obispos. El demonio tendrá sus iglesiasque le darán culto. Reinará el materialismo, el ateísmo y todaclase de vicios. ... Parecerá que Dios se haya olvidado de lahumanidad. Todo parecerá perdido. ... Entonces Jesucristo,en un acto de su justicia y de gran misericordia para losbuenos, dará orden a sus ángeles para que todos los enemi-gos sean exterminados. Caerá fuego del cielo. El sol se obs-curecerá... Los perseguidores de la Iglesia, las personas da-das al pecado, perecerán y la tierra parecerá un desierto».

Sor Elena Aiello (1895-1954, en proceso de beatifica-ción).- «El mundo será invadido por grandes desgracias,revoluciones sangrientas, huracanes terribles, inundacio-nes de ríos y mares... Nubes con rayos de fuego, y una

tempestad de fuego pasarán sobre el mundo, y el azote seráel más terrible que ha conocido la historia. Durará setentahoras. Los impíos serán aplastados y elimi-nados. Muchos se perderán, porque per-manecen en sus pecados».

Beata Jacinta de Fátima(1910-1920).- «Si los hombresse arrepienten, el Señor les per-donará; pero si no cambian devida, vendrá al mundo el casti-go más terrible que se ha co-nocido».

San Pío de Pietrelcina(1887-1968).- «Rápidamen-te cerrar vuestras puertas yventanas, tapar toda vistadel mundo exterior duranteel más terrible de los acon-tecimientos; no profanéisvuestra vista con miradascuriosas porque santa,santa es la ira de Dios.La Tierra será purifica-da para vosotros, los restos del fiel rebaño... Perseverad poruna noche y un día y por una noche y un día, y a la siguientenoche se calmarán los terrores. . . Al amanecer del próximodía el sol brillará otra vez y su calor y su luz disiparán loshorrores de la oscuridad. Aceptad la nueva vida con humil-de gratitud».

Sor Lucía de Fátima (1907-2005).- Declaró en 1958 alpadre Agustín Fuentes: «Creedme, padre, el Señor castiga-rá al mundo muy pronto. El castigo es inminente... Padre, esurgente que nos demos cuenta de la terrible realidad, noqueremos asustar a las almas, pero...».

Dios saca bienes de los malesAnte todas estas declaraciones, a los fieles convendría,

en lugar de caer en pánico, hacer conciencia de que Cristoes el único Señor de la historia, que nada escapa de susmanos; que, en ocasiones, lo que en primera instancia pare-cía una desgracia, con el paso del tiempo se descubre queno lo fue, y, aún más, que si el Señor permite que cosasrealmente malas ocurran no es por-que haya perdido el control: «Diosno hubiera permitido la existenciadel mal si no fuera tan sabio, tanbueno y tan poderoso que pudie-ra sacar bienes aun de los mismosmales», declara san Agustín. En pa-labras de san Pablo: «Sabemos queDios dispone todas las cosas parabien de los que lo aman» (Rm 8, 28).Por eso Nuestro Señor Jesucristopuede decir en el Evangelio segúnsan Lucas que las señales que pre-ceden a su Venida no deben sermotivo de abatimiento: «Cuandoempicen a suceder estas cosas, cobradánimo y levantad la cabeza, porque seacerca vuestra liberación» (Lc 21, 28).

Éste es el momento de conquistar la vida eternaNadie sabe si aún estará vivo cuando

ocurra la Gran Tribulación anunciada porCristo, o si le tocará estar sobre la Tierraal momento del fin del mundo. Lo que nocambia para nadie es que la vida terrena de cada ser humanoes la única oportunidad con la que cuenta para conquistarla vida eterna, la cual sólo se logra trabajando en ello: «ElReino de Dios se alcanza a la fuerza, y solamente los esfor-zados entran en él» (Mt 11, 12).

Por eso más vale comenzar ya mismo y «trabajad contemor y temblor por vuestra salvación» (Flp 2, 12), sabien-do que «las almas de los justos están en las manos deDios... Por una corta corrección recibirán largos benefi-cios, pues Dios los sometió a prueba y los halló dignos desí... El día de Su visita resplandecerán» (Sab 3, 1-9), yrecibirán el premio prometido por Cristo: «Al vencedor leconcederé sentarse Conmigo en mi trono, como Yo tam-bién vencí y me senté con mi Padre en su trono. El quetenga oídos, que oiga...» (Ap 3, 22).

D. R. G. B.

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9El Observador 15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749 MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Ágora: la manipulación dela historia a través del cine

El fin del mundo y el cine:¿cuándo se habla de él?

POR MARÍA VELÁZQUEZ DORANTES / [email protected]

Cuándo la cinematografía se ha preguntado sobre el fin del mundo, ycómo lo ha proyectado hacia el exterior en sus producciones, son dos delas grandes interrogantes que intentaremos desentrañar en estas líneas.

La catástrofeEl denominado cine apocalíptico se encuentra centrado en las catás-

trofes que el mismo hombre produce al planeta Tierra, dando con ellouna serie de hipótesis para el fin del mundo.

El cine, a través de la ficción, ha traído a su pantalla innumerablescintas que hablan sobre el tema; no obstante, la premisa básica giraalrededor del caos y la destrucción, haciendo una crítica hacia la socie-dad y su comportamiento para con el mundo.

El «castigo divino» regresa al hombre a un mundo cruel y solitario,donde éste lucha por sobrevivir en medio de lo que han sido ataquesnucleares, fenómenos naturales o alteraciones de los mismos.

El surgimiento del cine apocalípticoEs en los años 70 cuando se dispara el boom por llevar al cine la

utopía del fin del mundo señalando dos corrientes de pensamiento: laprimera es que el apocalipsis es el fin de la ambigüedad, y la segundaestá centrada en que las cosas son demasiado complicadas como paramerecer una exoneración que no sea caótica. A partir de estas dos ver-tientes es como la industria del cine —especialmente en Estados Uni-

dos— comienza a producir películas so-bre el cataclismo final, imponiendo la ideo-logía de que la redención sólo es posiblepor la vía de la destrucción.

Hitos sobre el temaSe trata de un cine con alto rendimien-

to en la taquilla. Siempre ha impuesto unamoda entre los espectadores, y se desta-ca por la adrenalina que se produce enellos. Pero casi nunca se apega a una rea-lidad que esté a nuestro alcance. Bastarecordar aquella telenovela que despuésen 1953 llegó a la pantalla grande: La gue-rra de los mundos.

El listado es enorme, porque cada año se están produciendo pelícu-las de este tipo; sin embargo, lo que gira alrededor de ellas es la violenciacomo un suceso normal al final de la vida, y una mala interpretación delos textos bíblicos combinándolos con el lenguaje de la ciencia ficción.Es así como se han producido películas que muchas veces no dejanespacio al ser pensante, sino única y exclusivamente al ser instintivo,quedando fuera el perdón, la misericordia, el verdadero lenguaje de Dios,y una esperanza para la redención del mismo mundo.

visiones, de dos culturas, la paga-na y la cristiana, y es ahí precisa-mente donde Amenábar quiereaprovechar para proponer su pro-pia filosofía de la historia: si el pa-ganismo fue luz, el cristianismoes oscuridad; si el paganismo fueprogreso, el cristianismo supuso

una marcha atrás en lacultura, en la civilización, en la fi-losofía y en la ciencia.

Alejandro Amenábar se consi-dera ateo. Fue educado bajo la fecatólica pero ha pasado por el ag-nosticismo y ahora es creyente deuna instancia superior llamada na-turaleza.

Jugando con el guión y la imagenEn Ágora los paganos visten

de blanco (Hipatia), y los cristia-nos de gris o de negro (Amonio,Cirilo). A este esquema bipolarAmenábar añade a lo largo del filmuna vuelta de tuerca: lo malo no esen realidad el cristianismo, sinocualquier concepción teológica. Yasean los dioses paganos o el Dioscristiano y judío: la religión oscu-rece la razón, desprecia a la filoso-fía y frena la ciencia y el progreso.

El director trata de hacer creerque entre Hipatia y Jesucristo exis-

Ágora es la nueva película deldirector español Alejandro Amená-bar. En ella aborda la vida de Hipa-tia, filósofa y maestra neoplatóni-ca y la primera matemática mujerde la que se tiene constancia en lahistoria.

Conociendo la vida de HipatiaNatural de Egipto, Hipatia se

destacó en los campos de las ma-temáticas y la astronomía, miem-bro y líder de la escuela neoplató-nica de Alejandría a comienzos delsiglo V. Seguidora de Plotino, des-deñaba el misticismo y se centróen los estudios lógicos y las cien-cias exactas, llevando una vidaascética. Educó a una selecta es-cuela de aristócratas cristianos ypaganos que ocuparon altos car-gos, destacándose entre ellos elobispo de Ptolemaida, Sinesio deCirene, Hesiquio el Hebreo y Ores-tes, que llegaría a ser prefecto im-perial de Egipto en el momento dela muerte de la filósofa alejandrina.

Un argumento falsoLa cinta esta sustentada por

una ideología poco ética del direc-tor, quien a través del cine mani-pula la historia de Hipatia, dondeubica una ideología anticristianamodificando la realidad histórica.Amenábar narra la vida y la muertede Hipatia desde una perspectivaque no revelan los textos clásicosque hablan de esta filósofa neo-platónica.

Amenábar carga las tintas, des-contextualiza y simplifica al máxi-mo a ciertos personajes como sanCirilo o Amonio. Aquellos hechosse sitúan, por tanto, en el contextode la confrontación de dos cosmo-

te un paralelismo. Además, segúnel director pagano, Hipatia vive ladestrucción de la Biblioteca de Ale-jandría y el inicio del fin del impe-rio romano, mientras avanza uncristianismo que, como otras reli-giones de la época, es violento ylucha contra el conocimiento.

La falsedad de la propuesta ci-nematográfica emerge cuando sesabe que en Alejandría se suce-dían las luchas internas entre fac-ciones (con cristianos, judíos ypaganos, a menudo mezclados enlos mismos grupos) a lo largo detoda la historia de la ciudad. Loscristianos no atacaron a la «civili-zada Hipatia» en los términos enlos que lo plantea la película sinoque se trataba de luchas entre hor-das de multitudes que actuaban sincontrol.

Bajo el envoltorio de una pelí-cula supuestamente histórica, Ale-jandro Amenábar propone un jui-cio muy negativo sobre el valoractual de las religiones en generaly del cristianismo en particular. Loscristianos que aparecen son bár-baros, fanáticos, misóginos, vio-lentos y muy visionarios. Y los dosbuenos cristianos que vemos, Si-nesio y Davo, a lo largo del fim sevan contaminando del oscurantis-mo circundante.

La verdad es que en la famosaescuela matemática de Alejandríaconvivieron alumnos de tradiciónneoplatónica y cristiana hasta sudesaparición. Esto, desde luego,desmiente la afirmación de Ame-nábar de que el cristianismo acabócon la tradición clásica y que Hi-patia se erigió como símbolo de sufin.

María Velázquez Dorantes

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10 El Observador15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749CULTURA

CON PERMISO

DEPRESIÓNPOR MIGUEL ARANGUREN / www.miguelaranguren.com

Dicen que es la enfermedad de la abundancia, aunque segu-ro que también podría diagnosticarse en los países pobres si elhambre no produjera allí casi todos los problemas. Y aunqueaquellos a los que gusta catalogar las cosas aseguran que esuno de los males más extendidos del siglo XXI, no me cabeduda de que ha existido siempre, incluso antes de que algúndoctor la incluyera en el vademécum de los dolores. Con laaltanería que me otorga el presente, siento una especial piedadhacia todos nuestros antepasados que la sufrieron, porque asu malestar debieron sumar la incomprensión y hasta el rechazode sus congéneres que veían en las tristezas prolongadas señal

inequívoca de una caída en pica-do a los avernos de la locura.

La depresión es un dolor delalma, un apagamiento del espíritu,un veneno paralizante en la psi-que, una oscuridad subjetiva a lahora de contemplar el mundo, unaincapacidad repentina para relacio-narnos, un terror irracional hacialo cotidiano y hacia lo extraordi-nario, una mojadura en la tinturade la muerte que, sin embargo, paralos demás puede resultar una pos-tura caprichosa y hasta una enfer-medad injustificada, un empecina-miento en ver la botella medio va-cía, como si no existiera ese hu-mus grisáceo que nos encoge las

neuronas y nos arruga el interés por vivir, que nos arrinconadespués de dominarnos con una fiereza constante y agotadora.

Hay caracteres empeñados en vestir la vida en negro, quese ganan la depresión a fuerza de puños. Hace tiempo decidie-ron apagar el optimismo con el desprecio del que desmochauna colilla y comenzaron a juzgar los defectos de los demás consuficiencia y altanería. Cuando uno se deja caer por esa espiral,llega un momento en el que no hay vuelta atrás: la Tierra se haconvertido en un lugar inhóspito en el que hemos nacido parasufrir los desdenes de nuestros semejantes. Pude contemplarun caso así la última vez que me corté el pelo: aquel barberocreía que el mundo se había confabulado contra él. Los veci-nos, los compañeros, los políticos, los artistas y hasta sus ami-gos y familiares se habían puesto de acuerdo en hacerle la vidaimposible, en mangonear lo que a él le correspondía, en estro-pear el entorno de su vida. Por si fuera poco, adivinaba unfuturo osco como una cueva y cualquier mención a lo trascen-dente (buscar una razón superior al dolor, aprender a perdonar,pensar en positivo) se le antojaba mezquina. En aquel rato queestuve sentado en su silla, la boca se le llenó de venganzas,hasta el punto de que temí que me diera un tajo en la oreja.

Semejante distorsión de la realidad, por muy difícil que senos pongan las cosas, está injustificada, sobre todo cuandoestas mismas páginas de Selecciones ofrecen tantos testimo-nios de personas anónimas que -con una realidad objetiva mu-cho más difícil que la mía y que la suya, querido lector- soncapaces de ser felices y hacer feliz su entorno. La del peluque-ro, lo siento por él, es una depresión fraguada con los años yconvertida en una enfermedad crónica como consecuencia dehaberse autoimpuesto un castigo innecesario.

Hay otras depresiones, las que no se buscan sino que lle-gan por motivos genéticos, por un golpe que no se ha logradoasimilar, por un vacío inesperado o por un capricho sostenidoen el proceloso ámbito de la mente. La farmacopea ha logradocombinados que hacen posible una convivencia serena con laenfermedad. Bien llevada, no sólo deja de ser una cruz sino queotorga a la vida un cariz interesante: el paciente sabe que sufelicidad no depende sólo de razones externas (un buen día, lafelicitación del jefe, la llegada de las vacaciones…) y aprender atener cierta manga ancha a la hora de sobrellevar las dificulta-des.

La depresión no es un tiempo de rosas, sin duda, pero mu-chos pacientes terminan por sacarle provecho al padecimiento:se distancian de los vítores tanto como de los desprecios, ob-servan con mayor amabilidad las limitaciones propias y ajenas,aceptan los consejos, aprenden a buscar la compañía de la gen-te que les quiere y a echar paciencia a cualquier tipo de ansie-dad.

COLUMNA ABIERTA

EDUCACIÓN MODERNA A LA MEXICANAPOR WALTER TURNBULL

¿CUÁL SERÍA EL GRADO DE MI FELICIDAD?POR FERNANDO PASCUAL

PREFIEREN A BARRABÁSPOR MIGUEL RIVILLA SAN MARTÍN

Hay caracteres

empeñados en

vestir la vida en

negro, que se

ganan la depresión

a fuerza de puños.

Cuando uno se

deja caer por esa

espiral, llega un

momento en el que

no hay vuelta atrás

No se puede expresar de modo mejor lo que está pa-sando en esta Europa empeñada en rechazar sus raíces

cristianas. El símbolo universal delamor, la tolerancia y el perdón eraborrado, no solo de las paredes, sinode las leyes como ofensa a los Dere-chos Humanos, de quien había en-tregado su vida por la libertad de to-dos los derechos.

Se espera la reacción de los ver-daderos cristianos, ante este atrope-

llo, y quieran llevar más ostensible que nunca, a Cristo,tanto en su mente, como en sus pechos y corazones.

Se lo oí a Paloma Gómez Borrero en una de sus cróni-cas desde Roma, aludiendo a la decisión del TribunalEuropeo de Derechos Humanos de Estras-burgo de rechazar los crucifijos en las aulas«por violar el derecho de los padres a educara sus hijos según sus propias conviccionesy por ir contra la libertad religiosa de los estu-diantes». Decía la conocida periodista queen el Avenire de Italia se publicó una viñetaen la que aparecía Cristo cargado con la cruz,saliendo por la puerta de un centro educativoy poniendo en su boca estas palabras: De nuevo prefie-ren a Barrabás.

nivel de competencia vergonzoso... ¿a quién se le ocurredesperdiciar tiempo y espacio en hipótesis inútiles, du-dosas y además dañinas? ¿Será romanticismo, ineptitudo mala intención? ¿A quién le puede beneficiar hacer esto?

Ante situaciones como ésta siempre me alucinó unsabio declarando sabiamen-te: «Es que las clases debenser interesantes y divertidas,que motiven a los alumnos»,y acto seguido una genera-ción de educadores abrazan-do la consigna como si fuerala panacea, exagerándola has-ta la nausea y aplicándola mal.Y no me alcanza el espaciopara hablar de las investiga-

ciones, los trabajos en equipo, las maquetas, las discu-siones en grupo... pero el caso es el mismo. O será queyo, en mi supina ignorancia, no logro ver los beneficios,igual que no veo cómo un aumento de impuestos nos vaa sacar de la pobreza.

Y me pregunto preocupado: la próxima vez que ofrez-can mejorar la educación... ¿irán a recuperar la cordura oirán a alocarse más? Y otro día hablamos de los otroslibros.

Me encuentro en un libro de matemáticas de 1° desecundaria, en el primer capítulo, un dilatado recuadrosobre cultura y deidades mayas, con una curiosísima afir-mación: «En el caso de las culturas mesoamericanas, laausencia de dicotomías del tipo bueno-malo favoreció laconstitución de la noción delcero...». Me quedo atónito yme pregunto: ¿Qué hace eserecuadro en un libro de mate-máticas? ¿Qué hace esa fraseen ese recuadro? ¿De dóndesacó quién semejante desin-formación? ¿Insinúa quenuestros ancestros no con-cebían la idea de bueno ymalo y que vivían sin jamáselegir, sin comparar, sin decidir? ¿Insinúa que eso habríasido muy conveniente y loable?

En realidad no me extraña: siento en ella el hedor delrelativismo y un indigenismo romántico, cosas ambasmuy políticamente correctas en nuestros días.

Pero el asunto es muy preocupante. Con un progra-ma educativo atiborrado de temas y materias de dudosautilidad, que año tras año arroja al mercado millones deestudiantes que apenas saben leer y escribir; con un

¿Qué hace ese recuadro en un libro

de matemáticas de primero de

secundaria? ¿De dónde sacó quién

semejante desinformación? ¿Insinúa

que no conocer la idea de bueno y

malo fue muy conveniente y loable?

El padre Jacinto participó en unas conferencias so-bre el tema del cerebro y su relación con la conciencia yel espíritu. Como los demás participantes, recibió un cues-tionario con diversas preguntas.

Una de las preguntas era sencilla y difícil: había queimaginar, como polos opuestos, el momento de mayorfelicidad (que recibía el número 5), y el de mayor infelici-dad o dolor (que recibía el número -5). En la escala queiba del 5 al -5, había que escoger un número para valorarlo que habría sido el nivel de felicidad de las dos últimassemanas.

El padre Jacinto, después de pensarlo un poco, esco-gió el número 2. Era algo positivo, pues estaba por enci-ma del 0 y, por lo tanto, en la zona de quienes creen gozarde algo de felicidad. Pero luego sintió un poco de pena,pues notaba que le falta mucho para llegar al 5, a unmomento de máxima felicidad, de plenitud, de gozo inten-so y profundo.

Al llegar a casa, volvió a pensar sobre su respuesta.¿Por qué no pudo poner un 5? ¿Qué le faltaba para llegara ser plenamente dichoso?

La pregunta, después de más reflexiones, no le pare-ció correcta. Sintió que su vida no estaba destinada agozar, a pasarlo bien, a evitarse problemas, a huir de lossacrificios. Si era sacerdote, si quería tomarse en serio elEvangelio, había que pasar por la prueba de la cruz y delsufrimiento. Y eso «duele».

Entonces, surgió otra pregunta: ¿ser cristiano signifi-ca escoger la renuncia a la felicidad? Decir que sí iría

contra las Bienaventuranzas: el que vive el Evangelio esfeliz. Entonces, ¿por qué no pudo poner un 5 en el test?

Recordó unas frases de la Vida o autobiografía desanta Teresa de Jesús. La santa de Ávila explicaba cómolos corazones que buscan la oración no pueden fijarsesólo en analizar si son felices, si están a gusto, si sesienten satisfechos. Lo importante, en el camino de laoración, es contentar al Amado, es fijarse en Dios.

Por eso, concluyó el padre Jacinto, el objetivo de suvida, como el objetivo de la vida de todo cristiano, noconsiste en poder anotar un hermoso 5 en la escala de lafelicidad inmediata y terrena, sino en ver si está contentoDios con la propia vida, si cumplimos su voluntad, sibuscamos el bien de los hermanos.

A veces, el padre Jacinto lo tuvo que reconocer, se-guir a Dios crea problemas, lleva a peligros, expone a lascríticas del mundo. Pero uno no decide que va a trabajarpor Cristo para sentirse cómodo y seguro, sino para dar-lo todo, incluso con el riesgo de contraer la lepra (comoel padre Damián de Veuster), o de contagiarse en un hos-pital, o de ser insultado en el metro, o de padecer por lasincomprensiones de familiares y conocidos.

Habría que preparar, entonces, otro test. La preguntano estaría centrada en el grado de la propia felicidad,sino en el grado de amor a Dios y al prójimo: En estas dossemanas, ¿he dado lo mejor de mí mismo para amar a Diosy a los hermanos? Si luego uno es feliz o no es feliz,queda todo en manos de Dios. Y como Dios es generoso,seguro no dejará de de sonreír a quien busca dar un «sí».

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El Observador 15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749 11PALABRAS

ENSAYOS CRISTIANOS

LA DANZA QUE CURAPOR EL PADRE JUAN JESÚS PRIEGO / San Luis Potosí

Husmeando hace poco entre las páginas de un grue-so libro que dejé olvidado hace mucho tiempo al pie deuna montaña de hojas y carpetas, pude enterarme de losiguiente: que en ciertas tribus del desierto africano lasenfermedades mentales se curan siguiendo este extrañoprocedimiento: cuando uno de los miembros del grupoempieza a sumirse en estados de tristeza prolongados, o adelirar, o a hablar con las piedras, o a gemir por la noches,o a llorar en sueños, o a no querer ya levantarse del lecho,o a invocar la muerte con insistentes ruegos y súplicas,los demás miembros del clan se reúnen en tornoa él y le cantan canciones y danzan a su alrede-dor, de manera que al poco tiempo el enfermo vuel-ve a estar sano otra vez, por lo menos en la mayo-ría de los casos.

¿En dónde reside el secreto de tan milagrosacuración? Eso es lo que quisiéramos saber; aun-que, vista la cosa más de cerca, no creo que setrate de ningún secreto.

Según el doctor Claude Miéville, famoso es-pecialista francés en enfermedades mentales, lalocura consiste básicamente en esto: «En que elenfermo psíquico termina por aislarse, por ence-rrarse en su mundo propio... Hubiera podido en-contrar el equilibrio —dice— contándose cuen-tos, representándose una comedia y jugando unpapel, pero su drama es que termina por aislarse.Y alienarse, en cierto sentido, es aislarse de losdemás y no poder ya comunicarse con ellos... Creoque la locura es este corte, esta ruptura con losdemás, con la sociedad, con todo: enloquecer esencerrarse en un mundo que se cierra sobre símismo».

Los miembros de aquellas tribus nómadas pa-recer saber esto, o por lo menos intuirlo: la locura —yagrúpese bajo este nombre todo trastorno psíquico decierta importancia— se suaviza con un poco de compa-ñía; si toda enfermedad mental es una ruptura, entonceses preciso rehacer cuanto antes lo que se había estropea-do. Y, por eso, se juntan alrededor del enfermo, y danzany cantan para él de modo que pueda éste otra vez sentirsevivo. Es como si con sus cánticos y sus giros le dijeran alenfermo: «Hermano, te habíamos dejado solo. Atareadospor los quehaceres de los días casi nos olvidamos de ti,de que existías. Pero tú existes, y llamas nuestra atenciónadoptando un comportamiento fuera de lo normal. Te ven-

gas de nuestra indiferencia huyendo a esa tierra misteriosaen la que la misma claridad es sombra y que nosotros, a faltade una palabra mejor, llamamos locura. Regresa, ven: hemosaprendido la lección; de ahora en adelante ya no te abando-naremos. ¿Aceptas vivir con nosotros otra vez?».

En Nudo de víboras, la novela de François Mauriac(1885-1970), el escritor francés, hay una escena en la queLuis, el protagonista del relato, escribe a Isa, su mujer, unalarga carta en la que le reprocha su falta de interés por él.¡Nunca lo escuchaba! Y le dice: «Si hablo solo es porque

siempre estoy solo. Al hombre le es necesario el diálogo».Puesto que su mujer no le prestaba atención, él se ponía ahablar con él único que estaba siempre ahí a un lado suyo:él mismo. La locura estaba a la vuelta de la esquina.

Ahora bien, de entre los hombres y mujeres que cami-nan por las calles gesticulando o gritando, ¿cuántos habráque han sido mal amados y se han puesto a gritar al vientoporque no hay nadie en este ancho planeta que quiera es-cucharlos? El hombre es un ser de palabra, y si no en-cuentra unos oídos dispuestos a recoger su voz, se pondráa platicar con las piedras. ¿Locura? Falta de amor, simple-mente.

Como digo, los nómadas aquellos algo sabían de todoesto y ponían inmediatamente manos a la obra con resul-tados que pondrían rojos de envidia a los psicólogos deOccidente.

Pero no nos hagamos ilusiones: aquí éste método ja-más funcionaría. Porque, ¿de dónde va a salir la gente quese ponga a danzar y a cantar alrededor de las camas?¡Estamos todos tan atareados! Además, carecemos de todosentimiento comunitario de la vida: si ni siquiera con unode los nuestros haríamos una cosa semejante, ¿cómo po-

dríamos hacerlo con el vecino de enfrente, a quienno conocemos de nada? En todo caso —llevandonuestra generosidad a cimas insospechadas— or-ganizaríamos una colecta y lo mandaríamos al psi-cólogo para ver qué puede este hombre solo —este desconocido, este extraño— hacer por él. No-sotros no, nosotros no tenemos tiempo; y, además,tampoco tenemos ganas. ¿Cantarle canciones anuestro vecino? ¿Ensayar unos pasitos de break-dance para que se alegre un poco? ¡Qué ridiculez!¡Aunque se tratara de nuestra abuela, nosotros noharíamos esto por nada del mundo! Sí, que el psi-cólogo haga lo que pueda, que sea él quien tomelas riendas del asunto.

Sigo hojeando el libro y me pongo a pensar:«¡Si los hombres y mujeres de hoy tuviéramos unpoco de tiempo para gastarlo con los demás, acasohabría menos enfermos mentales entre nosotros!Porque sí, todos estamos más o menos enfermos.Enfermos no de nuestras depresiones –que sonsólo el efecto, la punta visible del iceberg-, sino deque nadie quiera cantar y bailar a nuestro alrede-dor. Enfermos de nuestra larga e infinita soledad».

¿Qué puede un ansiolítico contra una tristezaverdadera? ¿Qué puede un antidepresivo contra un des-amparo real? «Nada se termina nunca de adquirir –escribeel filósofo André Comte-Sponville-; nada se nos prometenunca, sólo la muerte… La fragilidad de vivir, la certidum-bre de morir, el fracaso o el espanto del amor, la soledad, elvacío, la eterna falta de permanencia de todo… ¡Esta es lavida! Siempre solitaria. Siempre mortal. Siempre desgarra-dora. Y tan frágil, tan débil, tan expuesta». En semejantescondiciones, ¿cómo no volvernos locos?

Aquellos nómadas lo saben: con un poco de compa-ñía. Ellos han descubierto el secreto, han quitado el velo,en pleno desierto, al enigma de la vida.

Aquellos africanos algo sabían de todo esto y ponían inmedia-tamente manos a la obra con resultados que pondrían rojos deenvidia a los psicólogos de Occidente. Pero no nos hagamosilusiones: aquí éste método jamás funcionaría. Porque, ¿dedónde va a salir la gente que se ponga a danzar y a cantaralrededor de las camas? ¡Estamos todos tan atareados! Ade-más, carecemos de todo sentimiento comunitario de la vida

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CONTEXTO ECLESIAL12 El Observador15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749

Iglesia de puertas abiertasCarta a los señores sacerdotes de la diócesis de Querétaro

nibles de oración. El señor cardenal de Viena habla de una«lucha» que hay que sostener a favor de los espacios nece-sarios para la oración en este mundo tan secularizado peronecesitado de Dios.

Quiero también invitarlos a impulsar entre los fieles desu parroquia o de su comunidad la adoración eucarística,como fuente de gracia y renovación especial para los fielesy para nosotros los presbíteros, sabiendo que toda renova-ción pastoral y sacerdotal comienza en la santa Eucaristía.Me permito citar el Directorio para el ministerio y vida delos presbíteros: «La Eucaristía... es el medio y el fin delministerio sacerdotal, ya que ‘todos los ministerios ecle-siásticos y obras de apostolado están íntimamente traba-dos con la Eucaristía y a ella se ordenan’. El presbítero,consagrado para perpetuar el Santo Sacrificio, manifiestaasí, del modo más evidente, su identidad». Es, pues, deltodo necesario que se incremente el culto eucarístico «nosólo por la digna y piadosa celebración del Sacrificio, sinoaún más por la adoración habitual del Sacramento. El pres-bítero debe mostrarse modelo de su grey también en el de-voto cuidado del Señor en el sagrario y en la meditaciónasidua que hace ante Jesús Sacramentado» (n. 50). La acep-tación que van teniendo los «templos expiatorios» nos ha-bla del hambre eucarística que experimentan los fieles.

Con la santa Eucaristía va aparejado el sacramento de laReconciliación, que debemos ofrecer a los fieles con gene-rosa frecuencia y facilidad. En algunos lugares los fielesexperimentan cierta dificultad para acercarse al sacramentode la Penitencia y más para conseguir un sacerdote queauxilie espiritualmente a los enfermos y moribundos. El PapaBenedicto XVI nos pide a los obispos «promover en la pro-pia diócesis una firme recuperación de la pedagogía de laconversión que nace de la Eucaristía, y fomentar entre losfieles la confesión frecuente. Todos los sacerdotes debendedicarse con generosidad, empeño y competencia a la ad-ministración del sacramento de la Reconciliación» (El Sa-cramento del Amor, No. 21). Reconocida ampliamente sugenerosidad y los esfuerzos hasta ahora realizados, les pido,hermanos sacerdotes y hermanos religiosos, ofrecer conmayor abundancia este sacramento de misericordia a losfieles, teniendo en cuenta los actuales horarios de trabajo.

Durante este Año Sacerdotal el Papa Benedicto XVI hapedido a los fieles su oración, aprecio y comprensión paranosotros, los sacerdotes; también lo ha hecho y hace supastor diocesano. Pienso que sería muy justo que nosotroslos presbíteros, seculares y religiosos, correspondiéramosal cariño de los fieles ofreciéndoles estos tres signos degratitud: los templos abiertos, la adoración ante el Santísi-

mo Sacramento y el fácil ac-ceso al sacramento de la Re-conciliación.

La próxima promulga-ción del Plan Diocesano dePastoral renovado es unaocasión propicia para la«conversión pastoral» quereclaman de nosotros losdocumentos del Magiste-rio y nos exige nuestraidentidad y misión sacer-dotal. Estos puntos queaquí les señalo son comoun complemento a algunosde nuestros muchos bue-nos deseos de servicio, yque quieren respondertambién a los anhelos desantidad de los fieles.

Que la Virgen Santísi-ma, a la que saludamos en las letanías lauretanas como«Puerta del Cielo», nos conceda ser en sentido pleno unaIglesia de puertas abiertas.

Los saluda, felicita y bendice,

+ Mario de Gasperín Gasperín,obispo de Querétaro.

ción pastoral más acertada es cerrar la puerta de la iglesia?¿Y los que se quedan fuera? ¿Y el espacio de silencio y depaz que está necesitando ese hermano o hermana que pasapor allí en el momento más inoportuno para nosotros, peroque para él puede ser un momento de gracia? ¿Y la espera

silenciosa de Jesús?Al escribir estos renglones me

vienen a la memoria las palabrasdel salmista, unas de las más be-llas del antiguo Testamento:«¡Qué deseables son tus mora-das, Señor de los Ejércitos! Mialma se consume y anhela losatrios del Señor, mi corazón y micarne retozan por el Dios vivo…Dichosos los que viven en tu casaalabándote siempre» (Ps 83, 2-3.5); y las de otro salmista, ésteatribulado y «con el corazónagrio», que renegaba de la provi-dencia divina al ver la prosperi-dad de los malvados, hasta queentró en el misterio (templo) deDios y comprendió que el Señorestaba con él, que lo tenía asidode su mano derecha y que lo guia-ba con amor a un destino glorio-so; y al final, confiesa : «Si te ten-go a Ti en el Cielo, Contigo ¿quéme importa la Tierra?» (Ps 72, 25passim). Si este hombre acongo-jado no hubiera entrado en el tem-plo del Señor, no tendríamos unade las oraciones más bellas delsalterio. Por eso me parece algograve negar la oportunidad o li-mitar el tiempo disponible paraque los hermanos, -y mucho máslos atribulados, aunque sólo seauno-, puedan disfrutar tambiénellos de la presencia de Jesús en

el tabernáculo y de la mirada compasiva de María y de losSantos, que nos contemplan desde el cielo valiéndose desus imágenes sagradas. El espacio sagrado del templo es yauna invitación silenciosa pero poderosa para escuchar aDios y encontrarse con Él.

Recordemos que la puerta de un templo cristiano no essencillamente un mueble utilitario, sino que es el signo delmismo Jesucristo, quienafirmó: «Yo soy la Puerta:quien entra por mí se sal-vará. El que entre por mitendrá pastos» (Jo 10, 9).Cerrar la puerta comportael riesgo de impedir a losfieles la oportunidad de en-contrarse con Cristo. Asíquizá comprendamos mejorlas palabras del señor car-denal de Viena, que repito:«Es una grave herida en elCuerpo de Cristo que lasiglesias tengan las puertascerradas».

Pido, pues, encarecida-mente a ustedes hermanossacerdotes y hermanos re-ligiosos, que se manten-gan abiertas las puertas detodas las iglesias el mayor tiempo posible, y que se tomenacuerdos a nivel de decanato para ver la manera mejor deproteger los espacios sagrados; y también —porque es sudeber—, hacer ver a las autoridades correspondientes laobligación que tienen de conservar el orden y defender elpatrimonio común. Les sugiero que traten este asunto enalguna de sus reuniones, que busquen soluciones de co-mún acuerdo y que involucren a la feligresía en la posiblesolución. Es un derecho de los fieles tener espacios dispo-

Saludo con afecto en el Señor a todos ustedes, herma-nos sacerdotes seculares y religiosos, y les deseo todo bienen su servicio a la santa Iglesia.

Quiero, mediante esta carta, felicitarlos en este «AñoSacerdotal» por el don del sacerdocio en bien del pueblosanto de Dios y como «próvidoscooperadores del orden episco-pal». Les agradezco esta colabo-ración y servicio generoso y pidoal santo párroco de Ars, san JuanMaría Vianney, su intercesión afavor de todos ustedes y de suministerio.

Es mi deseo también compar-tir con ustedes una preocupaciónde hace tiempo y que ahora hevisto expresada con particularvehemencia por el cardenalChristoph Schönborn, OP, arzo-bispo de Viena, según un reportede prensa (02/10/2009) que tengoa la vista. El señor Cardenal, du-rante un retiro predicado a sacer-dotes en Ars, abordó el tema: «Laoración y el combate espiritual»,y allí expresó lo siguiente: «Elcombate por excelencia es el com-bate de la oración y, por tanto, estambién la cuestión del lugar dela oración. Es una grave heridaen el Cuerpo de Cristo que las igle-sias tengan las puertas cerradas».

Recordó también el señor Car-denal el testimonio del santo pá-rroco de Ars, quien instruía a susfeligreses de rodillas ante el Sa-grario diciéndoles sencillamente:«¡Él está ahí, está ahí!»; y reco-noció que «en Austria —dijo—,mantenemos una lucha constan-te para conservar nuestras igle-sias abiertas, accesibles a los fieles y a otros que buscan aDios, pues es una grave herida en el Cuerpo de Cristo quelas iglesias tengan las puertas cerradas»; y añade el señorCardenal: «¡No es malo que el sacerdote sea sorprendido enflagrante delito de oración ante el tabernáculo! ¡Dejemosnuestras iglesias abiertas! Haced todo lo posible, y lo impo-sible, para permitir a los fieles y a las personas que buscana Dios —y que Dios espera—, tener acceso a Jesús en laEucaristía: ¡No cerréis las puertas de vuestras iglesias, porfavor!».

Me permito, hermanos sacerdotes y hermanos religio-sos, recoger este testimonio para manifestarles, ahora porescrito y con carácter de súplica urgente, esta misma in-quietud que ya he manifestado en alguna de las reunionescon los sacerdotes de esta ciudad episcopal y también a losseñores decanos.

Si nos detenemos un momento a reflexionar, caeremosen la cuenta de la triste y desagradable impresión que causaun templo cerrado durante varias horas del día, tanto en elcentro de la ciudad como en cualquier otro lugar. ¿Qué nosestá pasando? ¿Estamos claudicando? Con toda buena in-tención pensamos defender así el patrimonio cultural y losbienes del templo o de la parroquia, pero, ¿será esto lo másconveniente? No siempre lo más práctico es lo mejor. Pen-semos en el mensaje que damos a los fieles y a la ciudadaníaen una sociedad agresiva y desacralizada.

Al hacer estas reflexiones, mi intención no es minimizarel clima de inseguridad y a veces hasta de violencia que nosrodea, y que ha llegado a afectar a los templos católicos.Algunos de ustedes ya han sido víctimas. Tampoco quierodesconocer la responsabilidad que pesa sobre cada párro-co, rector o capellán de cuidar el patrimonio religioso y develar por la seguridad del Santísimo Sacramento; y muchomenos pretendo negar el derecho al descanso del personalde ayuda y servicio del templo; soy consciente asimismo deque muchos templos no tienen recursos para pagar el per-sonal de vigilancia. Pero, nos debemos preguntar, ¿la solu-

¡Dejemos nuestras iglesias

abiertas! Haced todo lo posible, y

lo imposible, para permitir a los

fieles y a las personas que buscan

a Dios —y que Dios espera—,

tener acceso a Jesús. ¡No cerréis

las puertas de vuestras iglesias!

En algunos lugares

los fieles tienen

cierta dificultad

para acceder al

sacramento de la

Penitencia. Les

pido, hermanos

sacerdotes,

ofrecer con mayor

abundancia este

sacramento de

misericordia

Santiago de Querétaro, Qro., a 4 de noviembre de 2009.

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13El Observador 15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749 CONTEXTO ECLESIAL

Haciendo vida elmandato del amor

La comunidad Papa Juan XXIII

REDACCIÓN DE EL OBSERVADOR

Natuzza Evolo, ejemplo de oraciónREDACCIÓN DE EL OBSERVADOR

DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO

«Cuando lleguen aquellosdías...» (Mc 13, 24-32)

POR EL PADRE UMBERTO MARSICH, M.X. / [email protected]

creación de cooperativas produc-tivas para apoyo de discapacita-dos o marginados.

Pero es mundialmente conoci-da por arrancar de las garras de ladrogadicción y prostitución a mi-les de personas.

En recuerdo de Oreste Benzi

El 2 de noviembre se celebra-ron dos años de la muerte del pa-dre Oreste Benzi; con este motivotres mil personas se congregaronen el Vaticano. En nombre de ellashabló una joven nigeriana resca-tada de las redes de prostitución.

Benedicto XVI, en el saludo alos miembros de la comunidad, re-

cordó el se-gundo ani-versario delfallecimientode don Benziy, dirigiéndo-se a sus« q u e r i d o samigos», de-seó que «lafecunda he-rencia espiri-tual de este

benemérito sacerdote sea para vo-sotros estímulo para hacer que fruc-tifique en la Iglesia y en el mundola providencial obra que él comen-zó a favor de los últimos de nues-tra sociedad».

La obra del padre Oreste ha sidosecundada por algo más de mil 800personas, loable labor que noshabla de la caridad cristiana, delamor fraterno que nos mostró Cris-to, y del mandato divino de dar decomer al hambriento y de beber alsediento.

Con información de Zenit

Isaías nos recuerda que el sa-crificio agradable a Dios es la ayu-da al huérfano y a la viuda, es de-cir, a los hombres y mujeres másvulnerables de la sociedad.

Comunidad Papa Juan XXIII

Precisamente de estos herma-nos nuestros en desgracia es delos que se ocupó el sacerdote ita-liano Oreste Benzi (1925-2007), fun-dador de la Comunidad Papa JuanXXIII. Esta institución, una aso-ciación internacional de derechopontificio, nació en 1973, y su fi-nalidad es paliar el grave problemade la exclusión social. Ha impulsa-do acciones a favor de los disca-pacitados yde los indi-gentes, y ac-tualmente tie-ne presenciaen 25 países.En 1997 nacióel servicio dematernidaddifícil paraayudar a lasmujeres a dara luz al hijoconcebido, evitando el aborto.

Desde su fundación se hancreado 220 estructuras diferentespara afrontar diversas situacionesde exclusión social. Entre las de ma-yor impacto se tienen: la casa fa-miliar, donde se recibe a individuoscon diversas problemáticas y serecrea una interacción familiar («daruna familia al que no la tiene», so-lía decir el padre Benzi); la casa dela oración, que es un lugar al quecualquiera se puede acercar; el por-tal de Belén, en donde los indigen-tes pueden pasar la noche, y la

Comunidad Juan

XXIII en números

Miembros: 1850Países: 25Alimentados diariamente:41,000Misiones: 40Centros de ayuda: 600

no. Ese día final, también para mí, será el día en que elSeñor regresará y nos juzgará a todos simultánea-mente. La Parusía, más allá de las imágenes catastró-ficas del fin del mundo, aquí está comprendida enpositivo, o sea, sólo como día de la redención de los

elegidos. La caída de loscuerpos celestes, a la ma-nera del concepto del mun-do de los antiguos, pareceaplicada a recrear el am-biente adecuado y majes-tuoso de la venida de Je-sús.

Día de juicio misericordioso

Día de justicia, por cier-to, pero también de graciay misericordia. De la cali-dad de vida que hayamos

tenido en la Tierra depende el Juicio; sin embargo,tampoco será lo único para Dios. Benedicto XVI lodice en su encíclica Spe Salvi: «Nuestro modo devivir no es irrelevante, pero nuestra inmundicia nonos ensucia eternamente, al menos si permanecemosorientados hacia Cristo, hacia la verdad y el amor» (n.47). El haber permanecido junto a Él quemará la paja yla suciedad de nuestra vida, permitiéndonos llegar aser definitivamente «capaces de Dios y poder tomarparte en la mesa del banquete nupcial eterno» (n. 46).La fe en el Juicio Final es, ante todo y sobre todo,esperanza.

En la espera de aquellos días

Mientras el Señor vuelve, sus discípulos debe-mos permanecer en actitud de vigilancia y discerni-miento. Las conversiones de último momento no pue-den darse sin alguna forma, consciente o no, de vigi-lancia, de fe y de esperanza en el Señor durante lavida. El estar vigilantes y en espera, con las lámparasencendidas, se debe al desconocimiento del día enque llegará el Señor. En efecto, no sabemos ni el día nila hora de su llegada, «solamente el Padre». Lo quesí es cierto es que las palabras del Señor se habrán decumplir: «Podrán dejar de existir el cielo y la tierra,pero mis palabras no dejarán de cumplirse». Suspalabras son verdad absoluta y tienen validez eterna.

Con lenguaje apocalíptico el evangelista Marcosnos refiere el discurso escatológico de Jesús. Escato-lógico es todo aquello que nos habla de «aquellosdías», o sea, de los últimos tiempos de la existenciahumana y del fin del mundo. Éste hará irrupción enmedio de una catástrofe deextensión y proporcionesjamás vistas.

Apocalípticas son lasseñales que anunciarán esedía misterioso: «La luz delsol se apagará, no brilla-rá la luna, caerán del cie-lo las estrellas y el univer-so entero se conmoverá».En este género literario loscataclismos cósmicos sonsímbolos de la intervenciónde Dios en la historia y desu juicio divino sobre la humanidad. A pesar de suaspecto terrorífico, la imagen del Juicio Final no quie-re ser, en primer lugar, terrorífica, sino una imagen deesperanza, porque Dios es justo y misericordioso. Eluso de los símbolos, por tanto, no debe de engañar-nos e impulsarnos hacia el miedo y la desesperanza.Sin lugar a dudas, Jesús utiliza un lenguaje amenaza-dor, pero de ninguna manera para asustarnos, sinopara acentuar que su victoria es segura, a pesar de ladesgracia inevitable de la muerte. El discurso no cul-mina en una pintura del Juicio, sino en una consola-dora promesa para los elegidos, quienes «verán veniral Hijo del Hombre».

Verán venir al Hijo del Hombre

En esta óptica hay que interpretar la venida delHijo del Hombre. Llega para reunir a sus elegidos,dispersos por toda la Tierra, en un lugar indefinido:«Entonces verán venir al Hijo del Hombre sobre lasnubes con gran poder y majestad. Él mismo enviaráluego a sus ángeles a congregar a sus elegidos des-de los cuatro puntos cardinales y desde lo más pro-fundo de la Tierra a lo más alto del cielo». Una vezmás se nos está diciendo que el final coincidirá con elregreso del Señor y la revelación definitiva del Reino.

Si en el más allá deja de existir el tiempo, entoncesel día final coincidirá con la muerte de cada ser huma-

de la fraternidad vivida; los en-cuentros pueden ser en casas par-ticulares, donde se reza el Rosario.Lo importante es reactivar el espí-ritu de oración en pequeños gru-pos, pues éste es el motor de unaauténtica vivencia cristiana.

Respecto de sus estigmas elobispo Renzo mencionó: «Natuz-za no es grande por estos fenóme-nos, aunque sean apantallantes.Natuzza es grande por su fe, porsu amor, y por el sí total que dio aJesús sufriente». Un «sí» que sereflejaba hora tras hora en su tratocon los cientos de personas queacudían a pedirle consejo.

La gran enseñanza de Natuzzaes su vida de oración, de contem-plación, ejemplo de que, en mediode las vicisitudes de nuestra exis-tencia, podemos y debemos dedi-car tiempo a la oración.

se llamará ‘Corazón Inmaculado deMaría, refugio de las almas’». El 13de mayo de 1987, el entonces obis-

po de Mileto, monseñorDomenico Tarsicio Cor-tese, aprobó el nacimien-to de una asociación —hoy fundación— que lle-vaba ese nombre y quebuscaba realizar estaobra.

A lo largo de su vida,Natuzza tuvo experien-cias inexplicables: estig-mas de la Pasión y visio-nes consideradas místi-cas. Es la fundadora delos Cenáculos de Ora-

ción, los cuales se han extendidopor toda la Iglesia. Estos son es-pacios creados para unirse un gru-po de fieles y tener la experienciaconcreta de la oración en común y

La región calabresa, al sur deItalia, amaneció enlutada el día 2de noviembre por la muerte de Na-tuzza Evolo, consideradacomo una mística de lostiempos modernos, madrede familia y fundadora delos Cenáculos de Ora-ción.

Mujer sencilla pero deprofunda fe, nació enagosto de 1924. A tempra-na edad comenzó a traba-jar debido a la muerte desu padre. Se casó y tuvocinco hijos. Desde jovenfue una mujer de oración.A los 20 años reveló quehabía tenido una visión en la quese le pedía construir «una grancasa para aliviar las necesidadesde jóvenes y enfermos y de los ne-cesitados, con una gran iglesia que

UNA GRAN NOTICIAPOR ANTONIO MAZA PEREDA / [email protected]

Hay veces que las noticias verdaderamente importantes pasan des-apercibidas. Es el caso de la que vamos a comentar el día de hoy. Trasde más de 500 años de separación, su santidad Benedicto XVI ha anun-ciado la creación de un ordinariato especial para recibir a los anglica-nos que están pidiendo volver a entrar a la Iglesia católica. En unoscuantos días se proclamarán las condiciones en las que se admitirá asus sacerdotes y obispos que deseen entrar a nuestra casa común.

Es una ocasión de júbilo. Hoy en el Cielo estará celebrando toda laIglesia triunfante: los grandes santos ingleses como san Eduardo, sanAlfredo, santo Tomás Moro; los grandes conversos del anglicanismo,como el cardenal Newman, Chesterton, Tolkien y tantos hombres ymujeres de Dios.

Sí, en la Edad Media a Inglaterra se le decía «la isla de los santos».De Inglaterra e Irlanda salieron los misioneros que recristianizaron Eu-ropa después de la gran mortandad de la peste negra. Los grandesconversos del anglicanismo en los siglos pasados inyectaron nuevafuerza a nuestra espiritualidad católica. Estoy absolutamente segurode que esto volverá a ocurrir.

Gracias, Padre bueno, por este regalo. No lo merecemos, pero lonecesitamos. Sí, necesitamos que todos los que creemos en tu HijoJesucristo volvamos a estar unidos. Bienvenidos a casa, hermanosanglicanos.

Page 14: El Observador de la Actualidad 749

JÓVENES14 El Observador15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749

¿Cómo hubiera sido la historia si Noé fueraun mexicano viviendo en nuestros tiempos?

Medio Ambiente y Recursos Na-turales, que me obligó a llenar mu-chísimos formularios y pagar otrostantos impuestos.

«Obras Públicas y la misma SE-MARNAT me pidieron un planode la zona que iba a ser inundada,y les envié un globo terraqueo.Casi me matan.

«Por ultimo, la PGR me hizo unallanamiento dizque en busca de

drogas y me desbarató lo poco queya había logrado avanzar en laconstruccion del arca».

Entonces el cielo empezo a des-pejarse. Salió el sol y un arcoiris.

— ¿Quiere eso decir, Señor, queya no vas a destruir la Tierra?.

— No —respondio la voz deDios—, ya los gobiernos se estánencargando de eso...

Anónimo

«Entretanto, los vecinos sequejaron de que yo estaba cons-truyendo el arca en una zona resi-dencial, y en eso perdí varios me-ses en visitas inútiles al Ayunta-miento.

«Mas el principal problema fueconseguir suficiente madera parafabricar el arca, pues la ComisiónNacional Forestal no quiso enten-der que se trataba de una emergen-

cia, y cuando dije que eran órde-nes tuyas para salvar a la especiehumana y a los animales, me pre-guntaron si yo estaba loco o qué.

«Entonces aparecieron los sin-dicatos que, apoyados por la Se-cretaría de Trabajo, me exigían darempleo a sus carpinteros afiliados.

«Mientras tanto, comencé abuscar los animales de cada clasey tropecé con la Secretaría del

En aquel tiempo el Señor le ha-bló a Noe y le dijo:

—Haré llover cuarenta días ycuarenta noches, hasta que todala Tierra sea cubierta de agua ytoda la gente mala sea destruida.Pero quiero salvar a los buenos ya dos criaturas de cada clase vi-viente en el planeta. Te ordenoconstruir un arca.

Y entre rayos y centellas le diólas instrucciones de lo que debíahacer. Mientras, tembloroso, Noésólo atinaba a decir:

— Está bien, Señor, está bien.— ¡Pronto comenzará a llover!

—trono el Señor —. Más te valetener el arca lista a tiempo, o apren-de a nadar por el resto de tu vida.

Pasado el tiempo, el cielo senubló de golpe y el diluvio comen-zó también de golpe. El Señor seasomó entre los negros nubarro-nes y pudo ver a Noé llorando des-consoladamente en el patio de sucasa, y no vió ningún arca.

— ¿Donde está el arca, Noe?—preguntó.

— Perdóname, Señor —supli-có el pobre hombre—, hice lo quepude pero encontré grandes pro-blemas:

« Primero, tenía que buscar unpermiso de construcción y pagarunos impuestos altísimos para po-der sacar los planos.

«Despues de eso me exigíanque el arca tuviera un sistema deseguridad contra incendios, lo quepude arreglar sobornando a un fun-cionario.

L S N D I A C O N O A D

I A A V O C A C I O N E

V G I I D I E Z M O S A

A R L R N O I V U L I D

C A I E O O L O C C O A

N D L O S M F O O J P D

C O F R A D E O N O A A

A B R A H A M M S O L D

C O R D E R O T E S A I

D E N A R I O S J E B R

C H U M I L D E O O R A

S D A T N U L O V S A C

Busca un mensaje en esta sopa de letrasEncuentra las palabras de la lista y enciérralas. Escribe las letra sobrantes en los

espacios con guiones, empezando por la parte superior izquierda de la sopa de letras.

El mensaje es: « __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __

__ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ » .

Fuente: http://www.evangelizando.cjb.net

ABRAHAMAPÓSTOLCARIDADCOFRADECONSEJOCORDERODENARIODIEZMOSDILUVIODIÁCONOHUMILDEMEMORIALPALABRASAGRADOSOFONÍASVOCACIÓNVOLUNTAD

HumorHumor HumorHumor

Si el fin del mundo fuera

dentro de 24 horas...

... y si «el Peje» hubiera ganado las elecciones

presidenciales en México

Un día Dios, cansado de todos los pecados de los hombres,decide ponerle fin a la Tierra. Reúne a los presidentes y primerosministros de todos los países del mundo para notificarles personal-mente su decisión de terminar con la humanidad en 24 horas.

— Los he reunido porque he decididoque la Tierra ya no existirá más. ¡Éste es elfin del mundo! Por lo tanto, vayan a susrespectivos países y notifiquen a sus pue-blos para que todos arreglen sus cosas,porque enseguida viene el Juicio Final. ¡Tie-nen 24 horas!

El primero en comunicarle la noticia a supueblo fue Obama, desde la Casablanca,quien, a través de un mensaje en cadenanacional, les dijo:

— My fellow americans, les tengo unabuena noticia y una mala. La buena es queDios sí existe y ha hablado conmigo. La mala es...que esta gran na-ción, nuestro sueño americano, dejará de existir en 24 horas. Ésa es lavoluntad de Dios... In God we trust.

Fidel y Raúl Castro dirigieron desde La Habana este mensaje alos cubanos:

— ¡Camaradas, pueblo cuba-no! Tenemos dos noticias malasque darles: La primera es queDios sí existe... Sí, así es, noso-tros dos lo vimos con nuestrospropios ojos. La segunda es queen sólo 24 horas esta magnificarevolución, por la que hemos lu-

chado 50 años, dejará de existir. ¡Viva la revolución!En México, después de intentarlo zopetecientas veces, «el Peje»

finalmente había logrado ganar verdaderamente las elecciones presi-denciales. Entonces lanzó este mensaje desde Palacio Nacional, quefue transmitido por todas las televisoras y estaciones de radio:

—Amigas, amigos: Es para mí un honor compartir dos noticiasbuenas a los mexicanas y mexicanos conscientes y dignos, que lu-chan por un México me-jor, más justo y más de-mocrático. ¡La primeraes que yo soy un en-viado de Dios, su men-sajero! ¡Porque hoyhablé con Él personal-mente! La segundabuena noticia es que,conforme a lo prometi-do a través de mi cam-paña, en 24 horas, es-cúchenme bien, ¡ensólo 24 horas!, el es-fuerzo y el sacrificioque hemos hecho parasostener y fortalecernuestro movimiento,para mantener viva estalucha, este proyecto al-ternativo de nación, apesar de los ataques de los privilegiados, de los pirrurris, veremosconsumado nuestro sueño de un México sin desempleo, sin analfa-betismo, sin tráfico de drogas, sin delincuencia ni problemas de trans-porte o de agua. ¡Ya no habrá más pobreza en nuestro país! A partirdel día de mañana, elimino el cobro del IVA y del ISR. Apesar de todo,ya no habrá mas hambre ni miseria. Escúchenme bien, ¡todos losproblemas se acaban hoy! ¡Nunca más habrá violación a los princi-pios que garantizan el interés general, el interés del pueblo! ¡Nuncamás habrá instituciones dominadas por el poder y el dinero! ¡Ynunca más se volverá a instaurar un gobierno ilegal e ilegítimo ennuestro país! Y el que no me crea, que espere al día de mañana, y sino he cumplido con todo lo que dije, que la sociedad me lo demande.

Page 15: El Observador de la Actualidad 749

15El Observador 15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749 FAMILIA

«La familia debe sermisionera»

Entrevista con monseñor Rodrigo Aguilar Martínez,obispo de Tehuacán y presidente de la Comisión

Episcopal de Familias, Jóvenes y Laicos.

¿Cuál es la relación entre la comunidad y la búsqueda de la santi-dad?

«Precisaría: la comunidad o sociedad es fruto de la familia, es decirqué tan integrada esté una sociedad dependerá de las familias que laconformen. Por lo tanto, si tenemos una comunidad donde no prive lamasa sino la relación de personas, esa comunidad puede hacer muchopara que florezca la santidad. Lamentablemente nuestra realidad estáinmersa en una masificación: en las ciudades hay una vivencia anónimade seres humanos, los vecinos no se conocen; todo esto ocasiona queun sentido de comunidad, de amor, se pierda; entonces la búsqueda dela santidad se ve comprometida».

Respecto a las etapas de la familia, ¿qué riquezas y riesgos suponepara la pareja la llegada de los hijos?

«La llegada de los hijos es un regalo. Es una participación en laacción creadora de Dios. En ese sentido es una riqueza, es el gozo de vernuestro amor que se hace concreto en carne y hueso. Cuando hay esesentido de que el hijo es regalo y obligación, cuando los dos se entre-gan a la educación del hijo, es una riqueza enorme, es la fatiga perotambién el gozo de ver crecer al hijo. Pero cuando se ve a éste comointruso entonces no se tienen actitudes adecuadas para su desarrollo».

¿Cómo superar el hecho de que los hijos se casan y se van delhogar?

«En las encuestas realizadas se percibe que la pareja está unida porlos hijos, no tanto porque se sigan amando los esposos. Esto ocasionaque los hijos se conviertan en el sentido de la propia vida. Entonces seve al hijo como posesión y derecho. Entonces, al marcharse los hijos, seexperimenta un enorme vacío. Por lo tanto hay que trabajar en mantenervivo el amor de pareja.

«Hay dos extremos: no querer tener hijos o tenerlos a toda costa.Cuando se vive ese rechazo o esa obsesión por los hijos cuesta muchollegar al desprendimiento; se genera un vacío difícil de llenar».

¿Cuáles son los principales obstáculos para construir familiassantas?

«Podríamos citar varios: en primer lugar un relativismo ético, no hayvalores universales. También tenemos una antropología carente de Dios;si ese tema (Dios) no me preocupa mucho, ¿para qué me ocupo de lasantidad? Todo esto crea una mentalidad egoísta y narcisista; la genero-sidad y preocupación por el otro desaparecen. Para rematar todo estotenemos un sentido de desarrollo humano con un horizonte terreno:sólo importa lo material, lo espiritual se deja a un lado. Desde esta pers-pectiva, la santidad se ve como algo que no interesa».

¿En que sentido se dice que la familia es misionera?«Toda la riqueza que la familia viva a lo interno, no se quede con ella.

Si son discípulos y misioneros de Cristo, esa vivencia y experiencia ladeben trasmitir a los demás. Convencida de que Cristo es sentido devida, anunciaran la Buena Nueva con su trato, en su vida cotidiana, alconvivir con los vecinos, en el trabajo, en medio del tráfico, los niños enla escuela. Serán familias misioneras en donde quiera que se desarrollen,simplemente con vivir los valores humanos y cristianos».

Una radiografía sobre la juventudnes sexuales durante el noviazgo.Nueve de cada diez piensan que elmatrimonio debe estar fundado

entre hombre y mu-jer, lo que hecha portierra la idea de quelos matrimonios delmismo sexo son una«exigencia social».Hay temor a formaruna familia motiva-do por dificultad aencontrar un ingre-so estable y presta-ciones sociales (sa-lud, vivienda, retiropara la vejez).

Necesidades

Dentro de sustres principales ne-cesidades encontra-mos: a) Calidad edu-cativa y becas deestudio, b) Atenciónmédica y c) Empleoy vivienda. Es evi-dente cómo las pres-

taciones sociales y el empleo sonun tema relevante. Seis de cadadiez consideran que hay discrimi-nación laboral contra las mujeresque optan por la maternidad; datoque debe ser tomado en cuenta porlos responsables de las políticaspúblicas.

Para más datos puede consul-tar www.intermediaconsulting.org

sólo el 2% consideró que los me-dios de comunicación tenían unpapel importante. En otras pala-

bras, nuestra juventud no percibeque en los mass media se trasmi-tan valores.

Pareja

Respecto a las relaciones depareja, 95 de cada cien piensan es-tablecer relaciones afectivas a lar-go plazo. Sin embargo, uno decada tres optaría por tener relacio-

En una encuesta vía internetrealizada a mil 614 jóvenes estu-diantes de cinco países (México,El Salvador, Guatema-la, Colombia y Argen-tina), se les cuestionósobre temas como lafamilia, las políticaspúblicas, los valoresy sus necesidades.

Familia

Los resultadosnos hablan de su per-cepción del mundo.Lo primero a resaltares que 95 de cada cienconsideran a la fami-lia como la instituciónmás importante en suformación. La si-guiente instituciónque consideraron re-levante es la Iglesiao comunidad de fe:cuatro de cada diezpiensan que es impor-tante para su educa-ción. La relevancia de la familia nose circunscribe a sus individuali-dades: ocho de cada diez piensanque familias sanas impactan en unasociedad armónica.

Valores

A la pregunta de qué institu-ciones les trasmite valores comola solidaridad, lealtad, autenticidad,

CADA VIDA IMPORTAPOR JORGE E. TRASLOSHEROS / [email protected]

Jóvenes encuestados: 1614

Rango de edad: 15 a 29 años

Edad promedio: 21 años

Países: 5

embarazo. En lenguaje macho: «Si estás embarazadaes por estúpida; aborta, al fin que ya es legal».

3.- El aborto discrimina a las mujeres desde el senomaterno. En China, India y EU ellas son preferidassobre los varones en su ejecución.

4.- El aborto es usado como práctica eugenésicacon el fin de matar a quienes tengan un pronósticodesfavorable en su desarrollo físico o mental.

5.- El aborto fomenta la discriminación. Se ha de-mostrado su uso como medida de control de pobla-ciones minoritarias y, en general, en todo el mundo seha creado una nueva categoría de personas que mere-cen morir antes de nacer: «los indeseables», entre losque se encuentran los «hijos por accidente».

6.- El aborto es un negocio lucrativo manejado porredes internacionales dedicadas a su práctica y pro-moción en complicidad con gobiernos permisivos.

Cada vida importa. Este lema convocó a más deun millón y medio de españoles que marcharon con-tra la liberalización del aborto pretendida por el go-bierno de Zapatero. Que nadie se sorprenda. La pro-moción de la cultura de la vida crece en todos lados,incluso en Estados Unidos, en donde, por primeravez, el número de defensores del aborto ya es mino-ría.

La experiencia acumulada y estudios recientes handado fuerza a un movimiento internacional a favor dela vida. Hoy sabemos, entre muchas cosas, que:

1.- El aborto provoca un daño físico, psicológicoy espiritual grave en la mayoría de las mujeres. Puedetardar días o años en presentarse y no está asociadoa las creencias personales.

2.- El aborto fomenta la cultura machista. Los hom-bres han quedado libres de responsabilidad en el

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Page 16: El Observador de la Actualidad 749

NIÑOS16 El Observador15 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 749

ChispitasEncuentra siete diferencias

La profesora en la escuela dice:— A ver, tú, Antonio, dime tres partes

del cuerpo humano que empiecen por la le-tra c.

El niño responde:— Cabeza, corazón y cuello.— Muy bien, Antonio. Ahora tú, Elena,

dime tres partes delcuerpo humanoque empiecen porla letra p.

— Pues... pier-na, páncreas y pul-món.

— Muy bien,Elena. Ahora tú, Pedrito, ¿crees que seráposible que me puedas decir tres partes delcuerpo humano que empiecen con la letraz?

— ¡Por supuesto! Las zejas, los zojos ylas zuñas.

Un bebé cocodrilo le pregun-ta a su papá:

— Papá, ¿algún día tendrémucho dinero?

— Sí, hijo, cuando seas bi-lletera.

¿Por qué Noé no salió a pes-car durante el diluvio?

Porque sólo tenía dos lom-brices.

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