El Mundet: Inmigracion en Barcelona

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El Mundet Suplemento del Master en Periodismo BCNY IL3 - Universitat de Barcelona - Columbia University El fin del boom La crisis pincha la burbuja migratoria....Página 6 España los prepara, el mundo los recibe.....Página 14 Generación perdida La hora Migración del Retorno Se acentúan los discursos xenófobos....Página 5 Racismo en auge Viernes, 16 de diciembre de 2011

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Suplemento sobre la inmigración en Barcelona y Catalunya. La crisis económica, los que vienen y los que regresan, la xenofobia y un debate entre locales y extranjeros. Publicación realizada por los alumnos de la XIV Edición del Master en Periodismo BCNY IL3-Universitat de Barcelona-Columbia University

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El MundetSuplemento del Master en Periodismo BCNY

IL3 - Universitat de Barcelona - Columbia University

El fin del boomLa crisis pincha la burbuja migratoria....Página 6

España los prepara,el mundo los recibe.....Página 14

Generación perdida

La hora

Migración

delRetorno

Se acentúan los discursos xenófobos....Página 5

Racismo en auge

Viernes, 16 de diciembre de 2011

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Familias pakistaníes disfrutan de su tiempo libre en la plaza del Molino en el barrio de Poble Sec . Foto: Alfredo Casas

La nueva ley establece que ningún in-migrante puede permanecer en España si no posee un contrato de trabajo.

Temor ante la Ley de Extranjería

Los inmigrantes vuel-ven al temor de ser expulsados de Es-paña con la llegada

del nuevo gobierno del Partido Popular. Éste representa para ellos la amenaza de revertir los tímidos avances en materia de inmigración que se impul-saron con el gobierno anterior encabezado por el PSOE.

Las formaciones políticas más cercanas a la derecha se han manifestado durante la campaña electoral contra la política de inmigración que ha practicado el anterior Gobier-no en los últimos años.

El rechazo a la negativa del Ayuntamiento de Vic (Barce-lona), bajo la alcaldía de Josep Maria Vila d’Abadal (CiU), de empadronar a inmigrantes en situación ilegal demuestra la “demagogia de los socia-listas en esta materia”, como comenta el propio Vila. Razón por la que partidos como el PP exigieron al Ejecutivo una modificación de la Ley de Ex-tranjería con la que se preten-de restringir la reagrupación familiar y limitar la obtención de papeles a los inmigrantes ilegales que lleven tres años de residencia y tengan, en el momento de solicitarlo, un contrato de trabajo superior a un año.

Desde el año 2009 se ha frenado mucho la llegada de inmigrantes sin llevarse a cabo políticas de restricción. Cabe destacar que en 2010 el nú-mero de extranjeros aumentó solo un 0,43% respecto al año anterior. El promedio anual de

aumento de extranjeros entre el 2001 y el 2006 fue de unos 88.000 nuevos llegados cada año. Mientras que entre 2007 y 2010 este promedio se redu-jo a unos 40.000 cada año. Es-tas cifras sugieren que la crisis económica es el factor que más ha incidido en frenar la llegada de nuevos inmigrantes.

El ‘Contrato de Integra-ción’ para la inmigración es una nueva propuesta de ley del Partido Popular presentada en 2008. Esta nueva legislación

pretende exigir una serie de obligaciones que deberá asu-mir la comunidad inmigrante para con la sociedad española. Deberán aprender las costum-bres del país y el idioma, y se comprometerán a abandonar el país si, en el plazo de un año tras perder su empleo, no con-siguen un nuevo contrato.

Un ejemplo de la situación precaria que muchos inmi-grantes sufren es el caso de Nelson Velasco, ecuatoriano

de 42 años. Llegó a España con un contrato de trabajo como vigilante de seguridad en una empresa, pero hace dos años, al igual que 100.000 compatriotas suyos, la crisis lo dejó sin empleo. “Ahora ya se me acabó la Seguridad Social y con sólo la ayuda de 426 eu-ros, mi mujer y yo tenemos que trabajar aunque sea de forma ilegal”, comenta Nelson. Pese

a ello, él es uno de los 33.000 ecuatorianos que aún perciben ayuda del Estado. Explica con preocupación cómo le puede afectar la reciente victoria del PP en las elecciones generales. Velasco teme que expulsen a todos los inmigrantes de Espa-ña, que persigan a los que no tienen papeles, que trabajen de forma ilegal y a los que se queden sin empleo.

Rajoy, futuro presidente de Gobierno, ha explicado que “presentará el mismo texto del 2008” cuando ganó el PSOE las elecciones.

Este texto, basado en el modelo impuesto por Nicolas Sarkozy en Francia, significó la deportación masiva de bue-na parte de la población ruma-na de etnia gitana, muchos de los cuales, pese a tener nacio-nalidad francesa, fueron igual-mente expulsados del país.

El PP, en cambio, aún no ha sacado a la luz qué criterio se establecerá en relación al em-padronamiento. Desde fuentes populares se insiste “los mu-nicipios están ahogados y no pueden soportar la carga de todos los servicios sociales” comenta Xavier García Albiol, alcalde de Badalona.

Este discurso, aunque corre el riesgo de movilizar a buena parte de la izquierda en su con-tra, es muy bien acogido entre sus votantes y especialmente en las zonas que más sufren la crisis económica, de tradicio-nal dominio socialista.

A los extranjeros que se en-cuentran en situación irregular

Joven pakistaní en su puesto de trabajo. Foto: Alfredo Casas

Por M. González, A. Marrugat y A. Gandía

El cambio en la legislación que facilitaba el padrón provocó un ‘efecto llamada’

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Familias pakistaníes disfrutan de su tiempo libre en la plaza del Molino en el barrio de Poble Sec . Foto: Alfredo Casas

se les ha impuesto la privación de libertad hasta 60 días por carecer de documentación de residencia. La falta adminis-trativa de acuerdo a las leyes españolas es equiparable a no portar la licencia de conducir mientras se circula en su auto.

España ha sido un país emi-grante, por lo que, hasta bien entrada la democracia, la pro-ducción legislativa se centraba en este ámbito.

La regulación relativa a la extranjería fue escrita por pri-mera vez en 1985, Ley Orgáni-ca 7/1985. A finales de los años noventa, este texto fue revisado para adaptarse a las necesida-des del momento.

La Ley Orgánica 4/2000 del 11 de enero del 2000 (Ley de Extranjería), impulsada por el PP de Aznar, amplió los de-rechos de los inmigrantes en materia de asociación y man ttibre circulación por el Esta-do, facilidades en materia de reagrupamiento familiar, edu-cación y sanidad.

Pese a ello, el texto impedía a los inmigrantes sin papeles poderse empadronar en su mu-nicipio si carecían de contrato

de trabajo. Para la mayoría de la población extranjera que llegó en los años sucesivos, esto les imposibilitaba poder integrarse de forma activa en la sociedad española.

Llegado el primer mandato del PSOE, se reformó la legis-

lación en 2003 para facilitar el empadronamiento de la comu-nidad extranjera y regularizar su relación laboral.

Aquellos que trabajaban sin contrato podían denunciar su caso ante la administración y, así, cotizar en la seguridad social.

El Ayuntamiento tan sólo lleva el padrón de su munici-pio, no revisa la legalidad de las personas que habitan en él, hecho que facilitó el empadro-namiento a los extranjeros.

Este cambio legislativo provocó un ‘efecto llamada’ para la inmigración, que en años sucesivos pudo incorpo-rarse al mercado laboral, coti-zar en la seguridad social, tener acceso a sanidad y educación. Ello ha derivado discrepancias

entre algunas comunidades extranjeras no adaptadas a la sociedad española.

Los extranjeros represen-tan el 11% de la población en España. De los 5 millones de parados en las listas del INEM, cerca de 260.000 (5%) son inmigrantes. Diversas ONG dedicadas a la inmigración calculan que de 3.600.000 nuevos llegados, el 48% traba-jan de forma ilegal, y el 52% de forma regular y cotizan en la Seguridad Social.

El PP limitará las regularizacionesLos inmigrantes que lleven tres años viviendo en España de manera ilegal, ya no podrán regularizar su situación. El Partido Popular prevé modificar la Ley de Extranjería, y evitar así legali-zar a inmigrantes por arraigo social.

El Reglamento de la Ley de Extranjería de España permitía a los extranjeros que

vivían en el país de manera ilegal, conseguir la regula-rización por arraigo social, que consiste en acreditar que llevaban tres años viviendo en España y contaban con un contrato de trabajo, de por lo menos un año, en el momento de regularizar su situación.

Según declaró el portavoz del PP en materia de inmi-gración, Rafael Hernando, a distintos medios, “el arraigo ha favorecido la inmigración ilegal y solo debería existir como situación excepcional”. Y comentó: “hay que limitar la inmigración irregular e incen-tivar la circular, el retorno con posibilidad de volver”

Desde 2006, ha ido aumen-tando el número de personas regularizadas por arraigo so-cial. En ése año se regulariza-ron 7.427 personas, en 2007 la cifra aumentó a 30.231, en 2008 se dobló hasta lle-gar a 66.200, en 2009 fueron 82.300, en 2010 descendió a 65.600 y este año (contado hasta junio) ya van 70.000.

Los populares ven estas cifras como un problema para España. Hernando declaró que no se pueden regularizar 70.000 personas por arraigo cuando en estos momentos no hay empleo ni para la gente del país. Los populares consideran que “medidas como el arraigo o la reagrupación familiar” han favorecido la llegada de ilegales al país.

Según el PSOE, estas cifras se han visto reducidas por la situación de crisis económica que vive el país y por las me-didas adoptadas por su gobier-no. Por ejemplo, la obligación de entrar al país con contrato o por los acuerdos con los países de origen de los inmigrantes. Además recuerdan que para garantizar el sistema de bien-estar actual de la Unión Eu-ropea, se necesitan en Europa

cuarenta millones de inmi-grantes.

El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol declaró que permitiendo la entrada a personas en situación irregular y dándoles los papeles, se hace un “efecto llamada”. Además insistió: “no puede ser que un país regularice inmigrantes en situación ilegal por que favo-receríamos la desaparición de las fronteras de la UE, y sería un despropósito”.

Albiol, añadió que la mayo-ría de los inmigrantes que lle-gan al país, vienen a trabajar y se acaban adaptando. Pero hay una minoría “que esta hacien-do mucho daño, porque sólo ha venido a delinquir, a apro-vecharse de nuestro sistema y a crear problemas”. Para com-batir esta situación propone aumentar la presión policial. Albiol no ve la inmigración cómo un problema. Para él el problema es la inseguridad, muchas veces creada por ésta inmigración.

Desde el PP se propone crear un nuevo visado tem-poral de búsqueda de empleo, con el que los inmigrantes ten-drán que estar en el país para proceder a su regularización. Albiol aseguró: “Desde el 2005, un 60% de los inmigran-tes que se han regularizado en España, han entrado con un permiso turístico”.

La nueva normativa prevé que si en un tiempo determi-nado no se encuentra trabajo, deberán volver a su país, con-servando su permiso de resi-dencia. El sistema se basará en las listas del INEM de ocu-paciones de difícil cobertura, aunque los puestos solo se pondrán a disposición de los extranjeros si ningún español puede cubrir la vacante.

Según la Ley de Extranjería, los inmigrantes deberán aprender las costumbres españolas y comprometerse a abandonar el país si en un año no consiguen un nuevo contrato

Hernando: “El arrai-go ha favorecido la inmigración ilegal”

Por Rosa Brescó

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- ¿Cuales son las priorida-des de la Dirección General de Inmigración?

Favorecer la integración de los inmigrantes, cohesionar el país y facilitar la convivencia. Ir estructurando un país com-pacto pero diverso.

- En un contexto de crisis económica ¿que políticas hay que tener en referencia a la inmigración?

Cuando hay épocas de pros-peridad, la inmigración viene sola. Los estados pueden poner controles en las fronteras, pero si hay trabajo la gente acaba llegando, de manera legal o ile-gal. En una situación de crisis pueden regresar a su país o a otro lugar dónde haya trabajo, pero en la práctica se demues-tra que la gente arraiga. Tene-mos que trabajar, con crisis o sin, para la integración.

- ¿Por lo tanto, en épo-cas dónde no hay trabajo es mejor llevar a cabo políticas para reducir la inmigración?

Quien más está sufriendo la crisis son los propios inmi-grantes. Vinieron a contribuir al progreso de este país y ahora no podemos echarlos. Ya son ciudadanos de Catalunya.

- ¿Cuándo son considera-dos catalanes?

Hace falta voluntad y es-fuerzo de integración. La de-mógrafa Anna Cabré dice que Catalunya es una maquina de hacer catalanes, porque tene-mos la capacidad de integrar a los que vienen de fuera. Una manera muy fácil de ser catalán es aprender la lengua que rom-pe muchas barreras.A partir de aquí, que sea blanco, negro, musulmán o protestante es se-cundario.

- Una cuarta parte de los catalanes plantean la inmi-gración como un problema...

No es ningún problema. La inmigración ha venido aquí a crear progreso y nos hemos be-neficiado todos. Está demostra-do que los inmigrantes a través de sus impuestos, generan más riqueza de lo que puedan recibir en ayudas sociales o compensa-ciones. Para el país la inmigra-ción es un buen negocio.

- ¿Cuál es el problema? Es un problema político

catalán, ya que buena parte de las cotizaciones a la seguridad social o el IVA las recibe el Es-tado. Además, los servicios es-taban pensados para 6 millones y ahora somos 7,5. Esto crea sensaciones de rechazo o de re-celo. Yo más que racismo, diría que en Catalunya hay recelo hacia el forastero.

- Usted está hablando de lo inmigrantes que se inte-gran y cotizan, pero también los hay que no.

Sólo un 6% de los inmigran-tes son ilegales. El debate que tenemos ahora en Catalunya sobre la inmigración dentro de 10 años no existirá. Cuando los niños acaben la escolarización obligatoria serán ciudadanos igual que nosotros. Hablaran bien catalán y tendrán el mismo nivel cultural. A partir de aquí ya seremos una sociedad cohe-sionada y se habrán integrado totalmente.

- Habrá escuchado el dis-curso del PP que planea limi-tar las vías por las cuales se regularizan miles de inmi-grantes en España.

Quieren modificar el siste-ma de arraigo. Si permitimos que puedan tener papeles es-tamos favoreciendo la integra-ción. Si cerramos la puerta a la regularización favoreceremos la marginalización y potencia-remos la economía sumergida. No tiene que haber una regu-larización masiva porque esto hace un efecto llamada, pero tiene que haber un sistema para

regularizarlos.

- Usted declaró en una en-trevista al diario Público que trabajaría para que no vinie-sen más inmigrantes.

Eso es una manipulación. Yo dije que entre todos tenía-mos que convencer a la gente que ahora no es el mejor mo-mento para venir a Catalunya. Quizás cuando la economía prospere, pero ahora aquí lo pasaran peor que en su país de origen. No quería decir que me pondría en la frontera e impe-diría la entrada de gente. La in-

migración no puede ser libre y salvaje porque puede provocar muchos problemas al país de acogida.

- ¿Cómo se puede contro-lar la inmigración?

Aquí la economía pesa mu-cho. Cuando los empresarios necesitan trabajadores el esta-do abre puertas a la inmigra-ción, y después hacen discur-sos casi racistas. Cuando uno gobierna esta a las órdenes de los empresarios.

- Ha comentado que en diez años la inmigración de ahora no será un problema. ¿Esto quiere decir que en es-tos próximos años no habrá tanta inmigración?

Habrá, se lo aseguro. Cuan-do la economía prospere habrá puestos de trabajo y por lo tan-to inmigración. Somos un país con una bajísima natalidad y hemos ido creciendo con gente que ha venido de fuera. Hemos tenido una especie de milagro porque hemos ido integrando a la gente a nuestra lengua y cultura. Somos una cultura es-ponja que vamos absorbiendo todo lo que nos llega y lo va-mos integrando. A pesar que en momentos de crisis se des-pierten ánimos de recelo o de xenofobia, el futuro no es lo que más me preocupa.

“Hay recelo hacia el forastero”Para la Generalitat la crisis frena la llegada de inmigrantes. Su reto es conseguir la integración de los que viven en Catalunya desde hace años, que ya son considerados ciudadanos catalanes.

Xavier Bosch dice que la cultura catalana integra a los inmigrantes. Foto: Albert Gandía

Una carnicería en el barrio del Raval propiedad de inmigrantes marroquíes. Foto: Paula Acebo

Por Rosa Brescó

“Ahora no es el mejor momento para venir a Catalunya”

Xavier Bosch, Director General de Inmigración de la Generalitat:

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El racismo multiplica votosLas campañas electorales de algunos partidos son cada vez más xenófobos

La situación económica de España provoca además

de modificaciones en la polí-tica financiera, alteraciones en las leyes de inmigración en las distintas comunidades.

En Catalunya, partidos como CiU, PP, o el PSC, apuestan

por endurecer los trámites para legalizar la situación de los in-migrantes en esta comunidad. Discursos como el de Durán i Lleida o Xavier Bosch achacan a la población extranjera la di-fícil problemática económica y laboral actual, lo que fomenta en ocasiones el rechazo por parte de la población catalana.

Se intenta reavivar el senti-miento catalanista aprovechan-do la crispación de la sociedad,

Durán i Lleida, uno de los ca-bezas visibles de CiU, afirmó preocuparse por que “cada vez nacen más Mohameds que Jor-dis” y añadió, en la misma en-trevista a TVE, que “en nues-tra población autóctona, por errores que hemos cometido todos de no apoyar a la familia y políticas demográficas, cada

vez hay más personas inmi-grantes”, frases que no le im-pidieron ganar las elecciones generales en Catalunya.

Xavier García Albiol, del

PP, alcanzó la alcaldía de Ba-dalona en las elecciones mu-nicipales a pesar de defender una política claramente xe-nófoba. En sus panfletos se podían leer frases como “los gitanos rumanos son una plaga que ha venido exclusivamente a delinquir”, o “no queremos rumanos”. Fueron estas decla-raciones las que le llevaron a los tribunales denunciado por la ONG SOS Racisme. Alicia Sánchez Camacho, presidenta del PP en Catalunya, acompa-ñó a su compañero de partido a los juzgados y afirmó prestarle “todo su apoyo”.

Los programas electorales son una antesala de sus discur-sos. La inmigración planteada como un reto, o la defensa de la sociedad catalana, son ideas que demuestran la visión críti-ca de los políticos catalanes en

materia de inmigración. Con la crisis como disculpa,

en L’Hospitalet y Salt, la alian-za entre PSC y Esquerra endu-recieron las leyes de extranje-ría al prohibir la reagrupación familiar o la legalización por arraigo de inmigrantes.

“En el nacionalismo catalán siempre hay un cierto mensaje subliminal de xenofobia” co-menta Miguel Anxo Bastos, profesor de Política en la Uni-versidad de Santiago de Com-postela. Aun así, añade,“este tipo de discursos son tácticas empleadas por partidos para captar votos, imitaron la campa-ña que el PP”. De la misma ma-nera, Felipe Maraña, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, alude que, “esto pa-rece ser más una táctica electo-ral, no un giro ideológico”.

La crisis frena las altas a la Seguridad Social

Desde la puesta en mar-cha de la Ley Orgánica

4/2000 (Ley de Extranjería) hasta el año 2004, la cifra de inmigrantes que cotizaban en la Seguridad Social se dobló. Pasó de 445.000 cotizacio-nes a 1.100.000 aproximada-mente.

En términos relativos se incrementó el número de ex-tranjeros con contrato vigente de un 3% a un 6,27% respecto de la sociedad española.

Pero el salto más drástico se produjo en el año 2005, año en que la cifra aumentó en más de 600.000 inmigran-tes respecto al año anterior. Se alcanzó la cifra de 1.720.000, casi un 10% del total de afilia-dos.

A partir de 2007, en que la cifra llegó a superar los 2.000.000 de extranjeros, apa-rece un contexto de crisis y el número se reduce paulatina-mente hasta llegar a 1.750.000 en el año 2011. Pese a ello, si-guen representando el 10% de la totalidad de la sociedad.

“Me he sentido marginada. Hemos hecho mucho por Es-paña y ahora no nos quieren porque no hacemos falta”.

“Ninguna ciudad puede vi-vir sin inmigrantes. Cada per-sona tiene el derecho a vivir en donde ella escoja”.

“Entiendo las protestas. Hay gente que no merece lo que tiene y que se aprovechan. Todos tenemos un límite”.

“Nosotros también esta-mos trabajando para que este país mejore y así es como los políticos nos lo agradecen”.

Aicha MajdaouiMarruecos, 26 años17 años en Barcelona

Mohamed SaraSenegal, 20 años10 años en Barcelona

Marina OkropiridzeRusia, 36 años10 años en Barcelona

AhmedBangladesh, 31 años11 años en Barcelona

“Los gitanos ruma-nos son una plaga”, decía el folleto del PP de Badalona

Durán i Lleida dijo estar preocupado porque “nacen más Mohameds que Jordis”. Foto: P. Acebo

Por Albert Gandía

Por Paula Acebo y Carmen Hierro

Afiliados extranjeros a la Seguridad Social

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Nos vamos de aquíSe van muchos, entran pocos y se quedan menos. Los datos no dejan lugar a dudas: la crisis acelera el retorno de los inmigrantes o la búsqueda de nuevos destinos lejos de España. La caída de la economía española con la explosión de la burbuja inmobiliaria motiva el éxodo de extranjeros, so-bre todo rumanos y latinoamericanos. Los años de prosperidad son página pasada.

Una inmigrante magrebí se prepara para partir desde la estación de autobuses Del Nord en Barcelona. Foto: Marc Martí

Si nos vamos a morir de hambre, mejor morir de hambre en mi pue-blo, con toda mi fami-

lia”. Esta es la forma extrema que tiene Mohamed de resu-mir su situación como obrero marroquí y desempleado en Barcelona. Está despidiendo a su cuñada que va en autobús a Tánger y cree que él pronto también se tendrá que ir con su mujer y sus tres hijos. Ya se le agotó el subsidio del paro y recibe menos de 500 euros de ayuda mínima estatal. Si no ha retornado, es porque al menos en España el Estado le ayuda.

Él llegó a España en el 2003, como miles y miles de inmigrantes seducidos por los años de bonanza económica, impulsada en buena parte por

la construcción. Ahora tam-bién es parte de la tendencia, pero en dirección contraria. Son los que se marchan o se preparan para sumarse a ese éxodo paulatino demostrado con datos de Instituto Nacio-nal de Estadística (INE) y la Organización para la Coope-ración y el Desarrollo Econó-micos (OCDE).

El informe de 2009 de la OCDE señala a España como el sexto país miembro con mayor pérdida de inmigran-tes, con una caída del 18% en 2009 con respecto al año ante-rior, y sólo superado por Italia, Corea, Japón, Irlanda y Repú-blica Checa.

La tendencia de retorno queda clara con el último pa-drón municipal, elaborado a principios de 2011. España aloja 47 millones de habitan-tes, de los cuales, el 12,2% es extranjero. Los datos del INE revelan que, desde 2010, se

han empadronado 17.067 in-migrantes menos.

El sistema estadístico es-pañol tiene problemas para registrar la disminución de extranjeros, porque no espe-cifica si el inmigrante vuelve a su lugar de origen o se va a terceros países. A esto hay que sumarle los que hacen uso del

retorno asistido, una ayuda gubernamental que facilita y gestiona la vuelta. “A pesar de los convenios y tratados que hay entre España y algunos países, el retorno es, desde el punto de vista personal y emo-cional, muy difícil”, explica la profesora Montse Solsona Pairó, del Centro de Estudios

Demográficos de la Universi-tat Autònoma de Barcelona.

Los datos demuestran la caída de los ingresos y un repunte de salidas a partir de 2009. El INE confirma que en ese año se expidieron 160.000 nuevos visados, un 55% me-nos que el año anterior.

El informe sobre Inmigra-ción y Mercado de Trabajo (IIMT) de 2010, realizado por el Ministerio de Trabajo, reco-ge que, en 2009, se computa-ron cerca de 400.000 retornos, un 30% más que en 2008. En el estudio, su coordinador, Mi-guel Pajares, apunta a “la re-ducción de las exportaciones, el descenso de la inversión extranjera y la reducción del montante recibido por las re-mesas” como los principales causantes del nuevo fenómeno demográfico.

Las remesas refuerzan la partida. En el 2010 los inmi-grantes enviaron a sus casas Houriya Sadki vuelve a Marruecos. Foto: M. Martí

Por Jessica Mouzo

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Vender, sell, عيب Más del 10% del comercio de Barcelona entra en la categoría de “negocio in-migrante”. Si se computaran también los establecimientos de ciudadanos espa-ñoles hijos de extranjeros, la cifra aumentaría y llegaría hasta el 40%.

6.000 millones de euros, 2.000 menos que en el 2008, según datos entregados por el Banco de España a El Mundet.

Esto ocurre porque España posee la mayor tasa de paro en inmigrantes en la Unión Eu-ropea. De acuerdo con datos del último trimestre de 2011 proporcionados por la Encues-ta de Población Activa (EPA), el paro inmigrante asciende al 32% del total, 13 puntos más que el de los españoles.

Rumanos y latinosLa tendencia del retorno

está encabezada por latinoa-mericanos con nacionalidad española y rumanos; colecti-vos que, aunque se vayan de España, pueden volver a en-trar cuando quieran. La OCDE apunta que “los inmigrantes pueden ser reacios a retornar si con ello pierden el derecho de volver a emigrar al país de destino”.

Hasta 2003 destacaban los flujos procedentes de Ecuador y Colombia; a partir de 2004, tanto Rumanía como el resto de América Latina –sobre todo Bolivia-, aumentaron su peso sobre el total. El último pa-drón municipal detalla que los rumanos, con más de 850.000 habitantes en España, son la mayor comunidad foránea, seguidos de Marruecos, Reino Unido y Ecuador.

Sin embargo, la crisis eco-nómica ha dado otra vuelta de tuerca a los movimientos mi-gratorios del país. Los datos aportados por el IIMT reve-lan que, aunque Rumanía se ha convertido en el colectivo más numeroso en España, esa nacionalidad ha registra-do 14.000 nuevas salidas en 2009, casi el doble que el año anterior.

Bolivia y Ecuador lo siguen de cerca con un importante repunte en el número de in-migrantes retornados, al igual que Marruecos, que marca la cifra más alta de salidas de todos los colectivos del con-tinente africano. Mohamed es uno de esos marroquíes. A sus 47 años piensa en recomenzar la vida en su tierra porque sabe que para encontrar trabajo en España necesitará mucha suer-te. “Es como una lotería y uno no puede vivir esperando ga-narse la lotería”, reflexiona el tangerino.

Una barcelonesa compra en un puesto inmigrante en el mercado de la Boquería. Foto: Martín Rocca

Retornos en 2009

Rumanía: 5.950Bolivia: 5.143Ecuador: 2.484Marruecos: 2.206

Desde los inicios del boom migratorio en España, allá por el año 2000, Bar-

celona ha acogido numerosos comercios inmigrantes en sus calles. Con los años, cada vez más emprendedores extranje-ros decidieron establecerse en la ciudad y crear su propia em-presa: transportes, bares, locu-torios, tiendas... hasta llegar a ocupar el 10% del mercado.

Los motivos que les lleva-ron a dar el paso y auto-ocu-parse eran distintos, pero casi todos tenían algo en común: el trabajo que desempeñaban aquí estaba por debajo del ni-vel académico o de formación que recibieron en su país, y además muchos reconocían cobrar salarios más bajos que los propios españoles. Para la mayoría, crear un negocio fue la forma de revalorar y poten-ciar su trabajo.

“Los comercios de in-migrantes resisten la crisis como pueden”, contó Salva-dor Albuixech, presidente de la Associació de Comerciants de Barcelona. “Aunque en la ciudad existen empresas cu-yos propietarios vienen de muchos países distintos, el que más crece actualmente es

el mercado asiático: negocios regentados por chinos, indios y pakistaníes”, sentenció el empresario.

Los dos colectivos con más implicación en los negocios son, aparte de los asiáticos, los latinoamericanos y los magre-bíes, destacan estudios realiza-dos por la Universitat de Bar-celona en la última década.

Según Javier Bonomi, presidente de la Federación de Entidades Latinoamerica-nas en Catalunya (Fedelati-na), la crisis ha incrementado sustancialmente el comercio inmigrante. “El hecho de no

tener trabajo y necesitarlo no sólo para ganarse la vida sino también para poder renovar los papeles, ha propiciado que más inmigrantes hayan deci-dido crear sus propias empre-sas”.

Se pueden encontrar ne-gocios de inmigrantes en toda Barcelona, pero hay distritos donde éstos se concentran. Suele coincidir la acumula-ción de estas empresas en las zonas en que los inmigrantes viven, como El Raval, el Born o partes de barrios como en un sector del Poblenou.

También el tipo de negocio

suele variar dependiendo del lugar de origen de los dueños. A grandes rasgos, los paquista-níes se ocupan de un comercio más de proximidad, como lo-cutorios, restaurantes o tiendas de comida. Los indios en cam-bio, tienen predilección por las tiendas de souvenirs para los turistas. Los chinos prefieren las tiendas dedicadas al textil y los bares y restaurantes. Por último, los marroquíes acos-tumbran a regentar carnicerías halal (especialidades prepara-das según el rito musulmán) y peluquerías.

Siguiendo este esquema de negocios, Leonardo Caval-canti, profesor en la Univer-sitat de Barcelona, divide los tipos de empresa inmigrante en cuatro grupos: los negocios de orientación étnica, destina-dos solamente a inmigrantes y que ofrecen productos para ellos (como las carnicerías ha-lal), las empresas circuito, que tienen origen en el mismo pro-ceso migratorio y le sacan par-tido (locutorios), las que ofre-cen el carácter exótico del país de sus dueños (restaurantes con gastronomía autóctona) y las empresas generalistas, si-milares a las de aquí y que no se dirigen sólo a los inmigran-tes, sino a un público general (los bazares).

Por Judit Pedrós

Más del 25%

Entre el 15 y el 25%

Entre el 10 y el 15%

Entre el 1 y el 10%

Población inmigrante

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“Es la peor situación”Jeanette Vallejo, portavoz de la AMIC (Asociación de Ayuda Mutua a Inmigrantes de Cataluña), or-ganismo adscripto a UGT, recibe de primera mano a los extranjeros golpeados por la crisis. Sus ojos son testigos de la precarización de la vida de los inmigrantes.

Jeanette Vallejo en su oficina. Foto: Martín Rocca.

¿Cuántos palos caen a los in-migrantes con la crisis?Si bien UGT brinda exclusiva-mente un servicio de atención jurídica y extranjería, cada vez son más las personas que se acercan en búsqueda de tra-bajo, cosa que no ofrecemos. Otra cosa que se denuncia mu-cho en los últimos años, es el abuso en el ámbito laboral.

¿Desde qué año nota esta tendencia?Desde el 2009 en adelante.

Los nuevos inmigrantes…No, si se fija en el padrón, la población inmigrante no crece ya desde hace años. Son gente que está aquí desde hace más tiempo, dentro de la ola que vino entre el 2000 y 2005, que ahora se quedó sin trabajo.

¿Es peor el impacto de la cri-sis para la población inmi-grante?Naturalmente existe el factor de su situación jurídica, que puede ponerlos en desventaja con respecto al autóctono. Se hace más difícil mantener un estatus de legalidad mientras no se cuenta con contratos de empleo.

¿Existen más inmigrantes en situación irregular?Con la crisis, la población in-migrante es de las más afecta-das. Por ello efectuamos una demanda por la flexibilización de la ‘Ley de Extranjería’.

¿Han empeorado sus condi-ciones de trabajo?Esto se ha dado. Muchos se ven obligados a trabajar en una ‘economía sumergida’, la cual no brinda ninguna solución para obtener las autorizaciones necesarias.

Usted mencionó el abuso la-boral.Cada vez más gente que es contratada y después de pasar el período de prueba no recibe el pago pactado, o es despedi-da sin ningún tipo de benefi-cios.

¿Cómo describiría la situa-ción de los inmigrantes en Cataluña?Se está volviendo gradualmen-

te a la economía sumergida como estilo de vida, resultando en condiciones más precarias y una mayor vulnerabilidad tanto económica como social. Partidos como CiU y el PPC impulsan políticas cada vez más restrictivas hacia el sector.

Políticas restrictivas como…La ‘Ley ómnibus’, que plan-tea medidas para el acceso a la asistencia sanitaria. CiU

propone que ésta no se brin-de antes de contar con por lo menos 6 meses de residencia. Esto se contradice con la ‘Ley de Extranjería’, que garantiza la sanidad pública a todos los ciudadanos y residentes.

¿Existe un conflicto entre autóctonos e inmigrantes en el sector comercio?Los inmigrantes se han enfo-cado siempre en sectores con-

cretos, en los que no se com-petía necesariamente con los autóctonos. Hacían los traba-jos que nadie quería hacer.

¿Y ahora?Ahora los autóctonos están comenzando a ocupar estos puestos. Pero esto no genera esa competencia. Sí existen problemas con la distribución de recursos públicos.

¿Cuál sería el peor marco para los inmigrantes?Creo que los inmigrantes vi-ven la peor situación posible. La gente pierde sus domicilios por problemas de hipoteca. Hay gente durmiendo en la calle, que no tiene para comer. Este deterioro ha crecido en comparación a años anterio-res, forzando al inmigrante a regresar a su país de origen o irse otros países de la UE.

Uno de cada tres inmigrantes, en el paro

La tercera parte de la po-blación inmigrante activa

en España despedirá este año lejos de sus países sabiendo que, de momento, fracasó en sueño por una vida mejor.

Viajaron para trabajar y lo hicieron por unos años, pero la crisis económica actual agra-vó las dificultades habituales del extranjero y mantiene en el desempleo a 1,3 millones de ellos.

Es un 32% de la población extranjera la que entra en el paro, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) registrados a mitad del 2011, antes de que se reporta-

ra un empeoramiento del em-pleo total.

Del total de desempleados en España, uno de cada cuatro forma parte del grupo de inmi-grantes, un colectivo que apro-vechó y dinamizó en España la actividad económica, en secto-res como la construcción.

“Vine en el 2003 porque mis primeros me decían que había mucho trabajo”, contó el ecuatoriano Mario Cana-les al salir de una oficina del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Trabajaba en una empresa constructora en Castellón. “Me ha ido bien, pero en abril mis jefes hicieron recortes y despidieron a ocho. Ahora vivo con el paro (sub-sidio), pero solo puedo enviar 150 euros mensuales a casa”.

El sector inmobiliario creó 21% de los empleos entre 2000 y 2007. Con la llegada de la

crisis provocó la destrucción de más de la mitad de los tra-bajos. Los inmigrantes fueron los primeros afectados, según informes internos de AMIC, en conjunto con la UGT.

Entre el 2007 y el 2009, cuando el gobierno reconoció la crisis, el desempleo en los extranjeros creció un 164%. Los parados inmigrantes pa-saron de ser 407.000 a más

de 1.050.000. La tasa de cre-cimiento de los trabajadores locales fue de 114%.

“Los sectores más vulne-rables son los primeros en re-cibir el golpe. Hay más espa-ñoles dispuestos a trabajar en puestos que jamás pillarían si estuviéramos fuera de la cri-sis”, explicó Ghassan Saliba, jefe del Centro de Información para Trabajadores Extranjeros (CITE) en CC.OO.

Papa Diop, un joven se-negalés, quiere uno de esos puestos. Sin documentos, sin el trabajo que tenía en un mer-cadillo en Murcia y sin la po-sibilidad de volver a recoger uvas en Valencia, intenta mu-darse a Barcelona sin optimis-mo. “La cosa está muy jodida. No sé bien qué va a pasar”.

Por Martín Rocca

Por Álvaro Murillo

“Ahora vivo con el paro, pero solo pue-do enviar 150 euros mensuales a casa.”

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El MundetViernes, 16 de diciembre de 2011 9

Torear la crisisUnos tienen más suerte que otros. Mientras la crisis ahuyenta a miles de inmigrantes, la bonanza acoge al austríaco Jörg, al argentino Diego, al georgiano Amirami y a la peruana Teonila. Suerte o empeño. O los dos. Han logrado prosperar en condiciones muy distintas a la mayoría de inmi-grantes, que trabajan en lo que los catalanes rechazan, como la limpieza de casas, el cuidado de gente de la tercera edad o en lo que queda de la construcción. Estos cuatro extranjeros han ido más allá. No sobreviven; viven.

Por Marc Martí y Gonzalo Sarasqueta

La complicidad de dos policías franceses permitió a Amirami Chichia entrar en España por la frontera norte. A sus 21 años

ya tiene los documentos legales y el trabajo haciendo lo que le llena: jugar rugby.

Fue hace cuatro años cuando este obrero corpulento se can-só de trabajar por muy poco y prefirió embarcarse a lo desco-nocido. Dejó su patria para atravesar Europa: 3.400 kilómetros caminando y haciendo autostop. Desde entonces se desempeña como reponedor en un almacén de butano, donde cobra 900 eu-ros mensuales que utiliza para comer y divertirse. Su club, la Unión Santboiana, se hace cargo del alquiler de su apartamento.

Ahora habla castellano sin dificultad, pero su acento lo re-trata como uno de los 50 jugadores foráneos del club. A veces tropieza con el idioma, pero lo habla decidido porque así parece ser su carácter. “Acá me voy a quedar 6 o 7 años como mínimo. Me siento muy cómodo. España es un lugar hermoso para crecer como jugador de rugby, y, sobre todo, para vivir”.

Teonila es una peruana de 46 años que se dedica a la limpieza de casas y al cuidado de niños y ancianos. “Vine a España en

el 2008 con un contrato de trabajo que me consiguió mi herma-na, que también se dedica a esto”, explica Teonila, que vive en Barcelona sin sus hijos.

Uno de ellos está en Perú y dos decidieron quedarse en Es-tados Unidos, donde ella vivió su primera experiencia de inmi-grante económica. Trabajó diez años en una panadería en Los Ángeles, pero la ciudad no le gustaba. No todo es dinero.

“Vi que en España podía vivir mejor y me vine”. Le gusta tanto que quiere adquirir la doble nacionalidad. Valora tener tra-bajo porque sabe que muchos otros chapotean en el desempleo. “Tengo conocidas que vienen un mes y tienen que volver a su país al no encontrar trabajo, pero gracias a Dios yo voy bien de dinero”.

Trabaja cinco días a la semana y consigue “algo más de 1.000 euros al mes”, suficiente para vivir con tranquilidad.

Barcelona se convirtió en el hogar de Diego Rey. Argentina dejó de serlo para este joven pintor de 32 años cuando re-

cibió la noticia: otorgada una beca estatal para especializarse en estética contemporánea. Estudió dos años y después resultó fácil identificar el lugar que más opciones le ofrecía para lo suyo.

Entre conferencias, exposiciones y publicaciones, más el tra-bajo estable de su novia belga Elise, Diego lleva una vida senci-lla, sin ningún otro lujo que el de comer por las noches unas ta-pas con amigos o echar algún viaje por Europa. “En la Argentina tenía un sueldo altísimo por estar sentado en un escritorio; aquí hago lo que me apasiona, tengo mi novia y mis amigos, y vivo rodeado de una atmósfera multicultural, ideal para un artista”.

Ahora mira con nostalgia aquellos tiempos cuando cada mes ingresaban 1.200 euros de la beca a su cuenta bancaria. Hoy, con menos, vive igual o quizá mejor: ”El placer lo hallo en la inves-tigación y en crear, no en el dinero. ¿Volver a Argentina? “Hasta en crisis se puede trabajar en el plano cultural. Yo me quedó acá. Sólo algo muy vocacional me haría volver”.

Podría ufanarse de haber dejado boquiabierto a Mick Jagger: es su protésico dental. El famoso músico inglés aparece en la

lista de los clientes del doctor Jörg Krenmayr, un austríaco de 38 años que está encantado con la crisis. “La crisis me está benefi-ciando porque los clientes prefieren pagar la calidad, algo que les dure para siempre”, cuenta con agrado, aunque añade que sus in-gresos podrían ser mayores si trabajase en su país. “Mis compa-ñeros austríacos se ríen cuando les digo lo que cobro, y eso que gano el doble o triple que la mayoría de laboratorios locales”.

Llegó a España hace ocho años después de haber trabajado en Austria, Canadá y México, país donde nació su mujer y del que se fueron por la inseguridad. “No podíamos salir a pasear en bicicleta por las tardes.”

Sabe bien las dificultades de un inmigrante, aunque asegura que venir de Austria es muy diferente a venir de otros sitios. “Es muy feo que a mí me traten mejor que a mi mujer (…) La crisis provoca que los primeros que tengan que irse sean los inmigran-tes extracomunitarios.”

Teonila Hurtado (Perú)

Jörg Krenmayr (Austria) Diego Rey (Argentina)

Amirami Chichia (Georgia)

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El Mundet Viernes, 16 de diciembre de 201110

Las aulas de acogida dan la bienvenida a todos los immigrantes, vengan de donde vengan. Foto: Jessica Sauras

Benvinguts a Catalunya

Jo sóc la Caputxeta ver-mella” afirma con un ca-talán muy claro Samira Benaliti. Tiene 13 años,

nació en Marruecos y lleva en Cataluña un año. “Entiendo el castellano gracias a mis pri-mos, pero el catalán me cues-ta”. Ella, junto a seis alumnos más, tienen clase ocho horas a la semana en la biblioteca del centro con Marta Massip, pro-fesora del aula de acogida del Instituto Público IES Joaquim Rubió i Ors, en Sant Boi de Llobregat.

“Bon dia” es la frase que da inicio a la clase. Marta es profesora de ciencias de la na-turaleza pero entró en el cen-tro por una suplencia, y lleva dos años como profesora del aula de acogida. “Trabajar con ellos es un reto diario, el ca-talán les cuesta y además ten-go que ganarme su confianza para que pierdan la vergüenza y empiecen a hablarlo”. Para ello lo más didáctico son los juegos de palabras o el proyec-to que inician en estas fechas, ellos van a ser los protagonis-tas del cuento la Caperucita Roja que representaran delan-

te de sus compañeros a final de curso.

Las aulas de acogida son un punto de referencia para los alumnos inmigrantes que empiezan su etapa educativa en las escuelas e institutos de Cataluña. El objetivo es pro-porcionar a los nuevos alum-nos un aprendizaje intensivo de la lengua catalana gracias a actividades funcionales y tra-bajo cooperativo. Los alum-

nos compaginan su horario lectivo con estas clases a fin de no perder la interacción con el resto de sus compañeros.

Este recurso educativo se estructura en función de las necesidades de los alumnos, lo que significa que en ella se atiende a alumnos de diferen-tes nacionalidades y por ello estas aulas acostumbran a te-ner un máximo de 10 alumnos.

La enseñanza también se ha adaptado a los cambios que la sociedad ha experimenta-

do desde la década de los 90 cuando se inició un proceso de grandes transformaciones sociales y culturales debido a la oleada migratoria provoca-da por la bonanza económica que se vivía en el país. Según datos del Ministerio de Educa-ción, el número de inmigran-tes en las escuelas e institutos catalanes se ha multiplicado por siete en 10 años, ha pasado de 107.303 en 1999 a 762.746 en 2009. Esto representa que el 13% de las matriculaciones son de alumnos extranjeros, y este aumento se concentra con un 81% en centros públicos.

El aula de acogida garanti-za la integración de los alum-

nos inmigrantes, y tiene como finalidad “ofrecer las mismas posibilidades a todos vengan de donde vengan”, afirma Pura Fornals directora del Instituto IES Joaquim Rubió i Ors. La metodología es dinámica. En cada sesión se trabaja tanto la comprensión y expresión es-crita como la oral, y se adapta el currículum con libros “dife-rentes”. La finalidad es “ofre-cer las mismas posibilidades a todos los alumnos vengan de donde vengan”.

Enseñanza en primaria

En el colegio Santa Maria de Cervelló, Gloria Verges es

la tutora del grupo de refuer-zo, así es como se les llama en los colegios de primaria a la aula de acogida.

La finalidad es la misma, que los alumnos inmigrantes entiendan y hablen el catalán, pero la manera de enfocarlo es diferente, ya que los alumnos tienen un tutor/profesor quien trabaja con ellos durante todo el curso y además les imparte la mayoría de las materias, lo que hace que la enseñanza sea global.

El grupo de refuerzo traba-ja con estos alumnos a un rit-mo más adecuado en función de sus necesidades. Gloria afirma que trabajar con ellos en estas edades, entre diez y doce años, es más “fácil” puesto que están más “abiertos a darte confianza” y aunque “debes armarte de paciencia”, asegura que los resultados son positivos.

“Es l’hora de recollir” gri-ta Mohamed Aberkane al oír el timbre. Es la señal de que se acaba la clase. “Fins demà”, dice a sus compañeros. En la puerta lo esperan dos amigos catalanes para irse juntos a casa. Hace tres años que vino de Marruecos con sus padres y gracias al aula de acogida ha-bla un catalán correcto.

Las aulas de acogida garantizan la integra-ción de los alumnos inmigrantes

Las primeras instituciones que perciben el cambio son las escuelas. Una política educativa integra-dora procura que todos los centros educativos tengan escolarizados a los alumnos extranjeros.

Alumnos del IES Rubió i Ors Foto:Jessica Sauras

Por Jessica Sauras

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El MundetViernes, 16 de diciembre de 2011 11

Fernando Yusti (46 años) en su despacho de Agrosolidaria en Sant Andreu. Foto: Héctor Leyva

Respaldo entre compatriotas

Faber Gavinia tiene 35 años y llegó a Es-paña procedente de Colombia hace casi

once. Después de haber con-seguido la nacionalidad, se encuentra cómodo y feliz en su nueva patria. Como él, hay 16.527 colombianos que han obtenido la nacionalidad espa-ñola.

Pero no siempre fue así. Le costó cuatro años y diez meses ser legal en España. Antes de llegar a Barcelona, estuvo un año y medio en las Islas Ca-narias. Allá, su contacto que le daría la bienvenida al llegar de Medellín nunca contestó al teléfono. Se las arregló como pudo para sobrevivir hasta que contactó con un antiguo amigo con quien ahora comparte piso. En Barcelona, las cosas fueron muy diferentes. Gracias a una asociación colombiana ahora desaparecida, pudo integrase en la vida social y laboral. Ellos le proporcionaron una “lista de trabajos”, dice al mismo tiem-po que sirve un café.

Detrás de la barra del bar donde trabaja de camarero y con una sonrisa dibujada en la cara, Faber comenta sonriente, “éste trabajo no me gusta mu-cho por eso en su día decidí

dejarlo, pero hace 10 meses el dueño se comunicó conmigo y acepté regresar porque las condiciones eran mejores de las que tenía”. Tiene el turno de mañana, descansa los do-mingos y con su sueldo puede pagarse un piso compartido en el barrio de Sants y ahorrar. Faber sabe que es afortunado en estos tiempos tan difíciles.

Hasta octubre de 2011 el Instituto Nacional de Estadís-tica (INE) contabilizaba casi 5 millones de parados en Es-paña. Cataluña es una de las comunidades autónomas, jun-

to con Andalucía y Madrid, donde cada vez hay menos empleo. Para Fernando Yusti, presidente de Agrosolidaria sección Catalunya, una aso-ciación colombiana dedica-da al desarrollo del comercio justo, la crisis no ha cambiado sus objetivos. Considera que gracias a que en Colombia los recursos naturales son vastos, su país puede seguir haciendo negocios justos con los espa-ñoles incluso en estos tiempos.

Su oficina también sir-ve como tienda de productos justos. Café, azúcar moreno y artesanías de Colombia ador-nan la entrada. En uno de los despachos situados al fondo de la tienda, se trabaja para infor-mar y ayudar a todo aquel co-lombiano que desee regresar a su país. “Desde hace un año, la asociación de apoyo al regreso a la patria es la que más traba-jo tiene”, afirma.

En el otro, Carmen Ber-múdez, presidenta de la Fe-deración de Asociaciones Colombianas de Catalunya (FEDASCAT) reitera el impor-tante papel de las asociaciones para el bienestar de los colom-bianos que viven en Cataluña. “La embajada de Colombia no hace nada por nosotros, por eso debemos organizarnos para no estar solos”.

Esta asociación nace de la idea de organizarse como

ejemplo de las experiencias que compartieron un colecvo de mexicanos que viven y tra-bajan en Estados Unidos. Ber-

mudez añade “utilizando su amplia experiencia y sus con-sejos, nos agrupamos en una federación y así nació la FE-DESCAT”. Hoy la federación cuenta con diez asociaciones colombianas en Cataluña y forma parte de una red de 40 en toda España.

Faber vive tranquilo en Barcelona y nunca tuvo pro-blemas para la integración. Considera que por ser latino-americano y compartir histo-ria e idioma con España no se puede decir que es un inmi-grante “como lo es un chino, un africano o un árabe”. Con-fía en que en el futuro la ecua-ción se invertirá y será Colom-bia la que le proporcione más medios de subsistencia y cali-dad de vida. Pero una cosa es segura, de España no se va.

Las asociaciones colombianas funcionan de nexo con la sociedad catalana para encontrar un lugar a los inmigrantes sin rumbo.

Cuidadorade otros abuelos

Letixiomara Mai-rena nació en Honduras, pero reside en Bar-

celona desde hace cinco años. La esperanza de po-der encontrar un trabajo con un buen salario llevó a Letixiomara a emigrar a España. “Mi prima vivía en Barcelona y me dijo que me viniera, que no es-perase más’’ declara. “Pre-paré las maletas, dejé a mi hija de cuatro años a cargo de mi madre y me vine a España’’ concluye.

“Cuando llegué a Bar-celona sabía que iba a ser difícil encontrar un buen trabajo. Así que decidí cui-dar a ancianos, pues es una tarea muy necesitada y fá-cil. Mi prima y sus amigas me dijeron que encontraría más ofertas laborales cui-dando a gente mayor. Al cabo de dos semanas ya estaba trabajando”,afirma.

“O venía a España, o me quedaba en Honduras. No había más alternativa’’ sentencia con una sonrisa. “La verdad es que estoy muy contenta con mis tra-bajos”.

Entre semana cuida y acompaña a una pareja de ancianos. Los arregla, los acompaña a dar un paseo y les hace compañía. El fin de semana, otra pareja disfruta de sus cuidados. Y así, semana tras semana desde hace cinco años. Su historia muestra una alter-nativa laboral que se abre a los inmigrantes. Ella tie-ne “suerte”, habla español y tiene una gran afección por la gente mayor. Es un ejemplo más de la galería de héroes cotidianos que está creando la inmigra-ción. Trabajar para mante-ner a su familia, lejos de su hija y tratar de ser feliz.

Por Javier Morera

Despacho de la federa-ción colombiana.Foto: Héctor Leyva

“Las asociaciones juegan un papel muy importante para el bienestar de los co-lombianos”

Letxiomara Mairena.Foto:Javier Morera

Por Héctor Leyva

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El Mundet Viernes, 16 de diciembre de 201112

“Siempre habráguetos”

Héctor Claudio Silveira Gorski, doctor en De-

recho por la Universitat de Barcelona es especialista en extranjería y multiculturali-dad. A finales de los años 70 y 80 Cataluña era un país de emigrantes. Es a partir del 2000, cuando se experimenta el boom: una década con inmi-gración masiva tanto europea como gente que viene de Asia, África y América Latina.

¿Cuántos inmigrantes hay en Cataluña?

A principios de enero de 2001 había más de 5 millones de inmigrantes. De los cuales, más del 50% procedían de paí-ses europeos, mientras que el resto venían de Marruecos, Rumania y Latinoamérica.

¿Dónde se manifiestan los problemas a la hora de inte-grarse?

El principal problema vie-ne dado por la cultura y la re-ligión. A nivel educativo y de asistencia social los mecanis-mos y las leyes son correctos.

¿En la religión, por qué?El dilema radica en las reli-

giones diferentes a la católica. En los colectivos musulma-nes, donde la mezquita es el lugar de oratoria se necesitan permisos especiales para su construcción. Esto crea into-lerancia y rechazo por ambas partes.

¿Pero existen ejemplos de colectivos bien integrados?

En Cataluña el colectivo de

los sij, aunque son minorita-rios, respetan mucho las cos-tumbres de aquí a pesar de te-ner que prescindir de muchas de las suyas.

Y los políticos, ¿tienen al-guna responsabilidad?

Sí, y de manera muy im-portante puesto que en muchas ocasiones utilizan a estos co-lectivos para obtener votos. En ocasiones los tienen en cuenta para reivindicar al nacionalis-mo, en este caso es peor ya que los perjudica. Existe una quie-bra entre políticos y sociedad. Esto afecta a la comunidad y a la convivencia, creando a la vez desinterés y apatía.

¿Hay que limitar la for-mación de colectivos no ca-tólicos?

Que los colectivos se cie-rren en ellos mismos es nega-tivo, deben tener su espacio y abrirse a la comunicación. La formación de guetos es inevi-

table, socialmente es normal que la gente se junte con otra que comparta tradiciones y forma de vida. Debemos bus-car el bien común, el interés general. La sociedad occiden-tal debe abrirse a eso.

¿Hasta qué punto debe tolerar el gobierno ciertas prácticas culturales en con-tra de sus principios, como el velo o el turbante?

Lo fundamental es la per-sona, todo aquello que supon-ga un acto obligado y afecte a su integridad psíquica o física debe evitarse, se la debe ayu-dar y proteger. En las escue-las, mientras ese hábito sea compatible con la actividad del estudio y no rompa con la convivencia, se permite.

Los sij en Barcelona

Son las 5 de la mañana y Davinder Singh se dirige desde su casa en L’ Hospitalet hacía

la Gurdwara (templo sij) en la calle Hospital, en el barrio del Raval en Barcelona. Davinder pertenece a la comunidad re-ligiosa de los sij, una religión fundada en el Punjab (una re-gión del norte de la India), por el Gurú Nanak en el siglo XV. El sijismo nació en el contexto de los conflictos entre el hin-duísmo y el islam y se basa en la devoción a un único Dios. Actualmente tiene más de 23 millones de fieles en todo el mundo. En Barcelona viven aproximadamente 20.000 sij que acuden a las cuatro Gurd-waras que se encuentran en diferentes lugares de la ciudad para rezar, comer y pasar un buen rato con los miembros de su comunidad. Con su turbante en la cabeza, muchos barcelo-neses les confunden con mu-sulmanes e incluso terroristas. Todo lo contrario: Los sij son

pacíficos. Un buen sij es aquel que ayuda a los pobres.“, expli-ca Gurdeal Singh Randhawa, que abandonó la Comunidad sij de Nueva York hace 12 años para irse a vivir a Austria. “Me fui porque me perseguían todo el tiempo. El sijismo es una de las religiones más jó-venes y fuimos discriminados

muchas veces. Como llevamos turbante y barba larga, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, muchos nos confundieron con los talibanes y fuimos víctimas

de ataques. Nosotros somos personas pacíficas“, explica Gurdeal en perfecto dialecto vienés. Gurdeal tiene muchos amigos austríacos que echa de menos desde que vive en Barcelona.“Aquí el día a día es difícil para mí porque no hablo español. Vine porque mi novia quiso mudarse a Barce-lona pero no me gusta y no en-cuentro trabajo“.Tarsem Singh vive en España desde hace 13 años y se siente bien integrado en la sociedad. Vive en la Vall D’Hebrón y por las noches trabaja en un restaurante en Gràcia. “Me molestó mucho que me obligaran a cortarme el pelo” cuenta, porque una de las leyes del sijismo dice que nunca en la vida hay que cor-tarse el pelo. “Yo y muchos sij que trabajamos en restaurantes nos cortamos el pelo y lleva-mos ropa occidental. Al prin-cipio me costó muchos esfuer-zos y me sentía mal. Con el tiempo me adapté, en nuestra religión es importante ganarse el dinero de manera honrada. Así que me dije a mi mismo, “When you are in Rome, do as the Romans do” (Cuando estás en Roma, haz lo que los roma-

Cada día la comunidad sij rinde homenaje a su actual Gurú

El Mul Mantar es el li-bro sagrado de los sij.

Por Daniela Caruso

Por J. Nelson, D. Caruso y J. Sauras

Héctor Claudio Silveira Gorski.Foto:Jordan Nelson

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El MundetViernes, 16 de diciembre de 2011 13

Dolores González es colombiana y hace 12 años dejó su país y familia para

crear una nueva vida en Espa-ña. Al llegar, encontró trabajo en una empresa de telecomu-nicaciones. Conoció a Carlos, otro colombiano que como ella, dejó a su familia en Co-lombia. Tiene cinco hijos con tres mujeres diferentes. Mien-tras Dolores trabajaba, Carlos solía pasar el día al borde de la piscina municipal. En mayo Dolores González perdió su trabajo. Para llegar a fin de mes, tenía que alquilar una de sus dos habitaciones. Por la hi-poteca, el banco no le dejaba de llamar.

Un día dos misioneros es-tadounidenses tocaron a la puerta. Elder Allphin y Elder Hadley hablaron a Dolores de su Padre Celeste y del pro-pósito que tiene su vida en la Tierra. Le dijeron que si se comportaba bien un día se reu-niría con su familia en la pre-sencia de Dios. Dejaron una copia del Libro de Mormón y le pidieron que la leyera. Tres semanas más tarde Dolores se bautizó.

Elder Allphin y Elder Had-ley tienen 20 años. Cuando tenían 19, dejaron a sus fami-lias y vinieron a España para difundir la biblia. Se levantan seis días a la semana a las 7:30 y hacen proselitismo hasta las 23:00. No pueden ir a la playa porque siempre tienen que lle-var su traje negro con chapa que indica su título (Elder) y apellido. No leen los periódicos porque las noticias les distraen del trabajo. Al cabo de dos años (la duración de una misión mormona) estarán de nuevo en los EE.UU, terminando sus estudios universitarios y en la

búsqueda de una mujer.Son casi las cuatro de la

tarde y Dolores acaba de pre-parar la comida para Hadley y Allphin. Hoy han venido a su casa para leerle un versículo del Libro de Mormón y hacer-le compañía. Dolores sigue sin trabajo y suele pasar una gran parte del día en su cama.

“Dios lo sabe todo” le dice Elder Hadley, sonríendo. “Tie-ne un plan para cada uno” ase-gura Elder Allphin.

“A veces parece que se ol-vida de unos” murmura Dolo-res, cogiendo la manga de su albornoz para secar sus ojos. “Dios ha cortado mis alas.”

“Pero Ud. es una luchado-ra!” insiste Hadley, levantado su puño en el aire.

“No”, dice, “si estuviera en Colombia, quizá”.

Antes de irse, los misione-ros recuerdan a Dolores que como miembro de la Iglesia, tiene una red de apoyo en la

que siempre puede contar. Do-lores mira a sus ojos azules y asienta. “Sólo quiero regresar a mi país. Ver a mi mamá antes de que se muera.”

Dinamarca Calderon es brasileña pero lleva cinco años “difíciles” en España. Dice que su fallo son los hombres. Ha quedado con Elder Allphin y Elder Hadley en la Plaça de Santa para hablar de su fe en Dios. Dinamarca tiene un hijo de la misma edad de los misio-neros, pero él vive en Brazil y no le ha visto en dos años.

“Estamos aquí porque te-nemos un mensaje para Ud.” empieza Elder Allphin,con sus dientes nacarados brillando bajo el sol del atardecer. Pese a su edad, Dinamarca está absorta en cada palabra suya. Como Dolores, hace falta algo en la vida de Dinamarca. Es-pera que estos guerreros de Dios la puedan ayudar.

Por Jordan Nelson

Disfrutar la comida juntos es importante para los sij. Fotos: Daniela Caruso

nos hacen), confiesa Tarsem entre risas.

En el sijismo los hombres y las mujeres tienen los mis-mos derechos. Arvindeh Kaur es una mujer casada que tie-ne una hija de 6 años. Vive en Barcelona desde hace tres años con su marido Hardev Singh. “El Punjab es la región más avanzada de la India. El mayor problema allí es la co-rrupción y es díficil encon-trar trabajo. Por eso vinimos a España. Yo aquí estoy muy a gusto, Barcelona se parece mucho al Punjab, también es una ciudad muy abierta desde el punto de vista cultural y hay más trabajo aquí que en otras partes de España”, afirma.

En la calle se viste como cualquier mujer occidental, lleva vaqueros y el pelo suel-to sin velo. Para ella lo más importante es que su hija se integre en la sociedad catala-na. De momento parece que sí. La pequeña Divjod Kaur frecuenta la escuela primaria en la Calle Fluvià y ya tiene varias amigas catalanas. “Al principio fue díficil para ella porque era la única extranjera de la clase pero poco a poco se

va integrando. Ella puede ha-cer todo lo que quiera, lo único que los sij tenemos prohíbido es el alcohol, el tabaco y tener relaciones sexuales antes del matrimonio”, cuenta la mujer. A la Gurdwara del Raval acu-den 200 personas, y es un pun-to de encuentro de diferentes culturas.

Jean Pierre es un francés que vive en Barcelona. En la comunidad sij ya se siente como en casa. “Descubrí esta religión por casualidad hace 3 meses y ahora estoy dando clases sobre el Mul Mantar, el credo de los sij, a los espa-ñoles dos veces por semana y también estoy aprendien-do la lengua punjabí“, cuenta de manera entusiasta. En el templo, junto a los indios, se sientan en el suelo personas de todas las nacionalidades.Solo hay tres requisitos para entrar: Cubrirse el pelo, quitarse los zapatos y calcetines y dejar fuera alcohol, tabaco y carne, elementos prohibídos por la religión.“Muchos extranjeros mochileros vienen al templo porque comemos juntos y la comida es gratis para todo el mundo”, explica Jean Pierre.

Captando fielesLos mormones convierten cada vez a más inmigrantes

Las jóvenes sij aprenden la religión de su maestro.

Los misioneros Elder Allphin y Elder Hadley descansando tras una larga mañana. Foto: Jordan Nelson

Page 14: El Mundet: Inmigracion en Barcelona

El Mundet Viernes, 16 de diciembre de 201114

Oriol Peus (34 años) nació y creció en un pequeño pueblo del Pirineo Catalán, y

desde que acabó su carrera de arquitectura en Barcelona ha vivido en varios países: pri-mero Holanda, luego Paris y ahora China. Cansado de en-lazar diferentes contratos tem-porales y ante la dificultad de crecer profesionalmente, hace un año decidió emprender una nueva aventura y marcharse a Pekín. Como Oriol, miles de españoles se han visto obliga-dos a abandonar España y bus-car nuevas oportunidades en el extranjero.

Por primera vez, España está sufriendo un cambio en su corriente migratoria: de un país importador de mano de obra está pasando a ser uno exportador.

El imparable crecimiento de la tasa de paro, la precarie-dad laboral y la incompetencia de los gobiernos para afrontar la crisis económica en el país, son las principales causas de que los jóvenes se vayan. “No tengo posibilidades en Espa-

ña; el sector de la construcción está muerto”, afirmó Peus. “En Barcelona tenía un sueldo de becario y cero expectativas de crecimiento. Ahora tengo ma-yores responsabilidades, estoy muy bien considerado profe-sionalmente y cobro el triple de lo que cobraba en España” dijo.

Según un estudio del Ins-tituto Nacional de Estadísti-ca (INE), durante el primer trimestre de este año, de las 70.000 personas que abando-naron el país, más de la mitad eran nativos.

Estos nuevos emigrantes responden a perfiles similares: tienen entre 25 y 35 años; un nivel alto de estudios; y no tie-nen cargas familiares.

Aunque España ya fue un

país de emigrantes durante los años del franquismo, hoy en día, las circunstancias y el gru-po humano que emigra corres-ponde a un contexto diferen-te. Este fenómeno se conoce como “fuga de cerebros”.

En los años 50, los espa-ñoles que abandonaban el país no contaban con la misma formación académica que los de ahora. Viajaban ligeros de equipaje, sólo con la fuerza de sus manos, y lo poco que te-

nían lo guardaban en una ma-leta de cartón cuero; llegaban a otros países a realizar activi-dades que sólo el inmigrante está dispuesto a hacer, en su mayoría trabajos duros y poco cualificados.

En cambio, actualmente, la imagen en los aeropuertos y estaciones es diferente. Los jóvenes viajan en vuelos low cost, escuchan música en sus Ipods y se despiden de sus ami-gos a través de la Blackberry. Llegan a otros países en busca de un mayor reconocimiento profesional, un mejor salario y expectativas de futuro.

En ambos escenarios existe un punto en común: la ilusión y esperanza con la que em-prenden su viaje a lo descono-cido.

Yago Lorente (32 años) después de trabajar cuatro años en una multinacional donde no tenía posibilidades de ascender profesionalmen-te, decidió renunciar y montar su propio negocio en Buenos Aires. “En España los empren-dedores no tenemos facilida-des para desarrollar nuestras ideas; ningún banco nos presta dinero”, aseguró.

La prosperidad socioeco-nómica y las oportunidades laborales que ofrecen países como Alemania, Francia e In-glaterra, los convierte en los destinos más populares entre los jóvenes españoles. Y, para otros más osados que prefieren atravesar el Atlántico, Argen-tina y Brasil son los lugares más atractivos.

“Actualmente Argentina es una gran opción. Las oportuni-dades que ofrece son infinitas,

y hay mucha calidad de vida”, afirmó Lorente.

En cuanto a las regiones que sufren mayor emigración de jóvenes en el país, un estu-dio del Banco de España sitúa a Galicia como la comunidad autónoma que pierde más ha-bitantes, seguida de Madrid, Canarias y Cataluña. Mientras que Extremadura y Castilla la Mancha sufren en menor me-dida este fenómeno.

Tradicionalmente, la fuga de cerebros ha sido un fenó-meno propio de países subde-sarrollados, donde los jóvenes preparados deben salir al ex-tranjero para poner en práctica

sus conocimientos. Con la cri-sis, este fenómeno ha llegado de nuevo a España y recuerda tiempos pasados que se creían olvidados.

Según un reputado politó-logo de la Universitat Pompeu Fabra, que prefiere no revelar su identidad, “toda la cantidad de dinero público que se ha invertido en la educación de nuestros jóvenes la estamos tirando por la borda”, y habla de lo que ya es una generación pérdida, una inversión de mi-llones de euros, de la que, en definitiva, acabarán benefi-ciándose otros países.

Una generación perdida

La expertos hablan de una inversión de millones de euros en educación, de la que, en definitiva, acabarán benefi-ciándose otros países

En los últimos tres años España ha vuelto a ser un país de emigración; la mayoría de jóvenes titulados y con formación profesional se embarcan hacia otros paises en busca de un futuro laboral. Foto: Alfredo Casas

La crisis provoca la “fuga” de jóvenes talentos que buscan mejores expectativas laborales.

La juventud española tiene dos opciones: que-darse o despedirse. Foto: Alfredo Casas

Por Clara Berdié

Page 15: El Mundet: Inmigracion en Barcelona

El MundetViernes, 16 de diciembre de 2011 15

Joan Hernández sale de Information Planet (agencia de promoción de viajes, trabajos y es-

tudios en Australia) y camina hacia su lugar de siempre, la casa de sus padres, estirando un eterno “hasta luego” a su querido barrio, L´Hospitalet.

Hernández tiene 29 años y dice tener un “excelente” cu-rrículum. Estudió Ingeniería Civil en la Universitat Poli-tècnica de Catalunya y trabajó durante cinco años en una em-presa de construcción.

Hoy prepara sus maletas y el pasaporte que recibirá el se-llo de inmigración a un nuevo país.

“Veo que la gente que tra-baja fuera de España tiene una perspectiva de trabajo, de cre-cimiento y de internalización que aquí no hay. Necesito un cambio para desarrollar mi ca-rrera profesional y Australia es un país con buenas perspec-tivas”, dijo Hernández sobre su viaje a Sidney en febrero del próximo año.

“Estoy aprendiendo ale-mán porque cuando termine la carrera si la situación no cambia me voy de Barcelona”, afirmó Didac, quien estudia en la Escola d´Idiomes Moderns de la Universitat de Barcelona.

“Me da mucha pena, pero no veo mi futuro en España”, agregó Meritxell, otra estu-diante que cursa inglés avan-zado en la misma escuela.

“Mi puesto de trabajo pende de un hilo y sé que la única alternativa es emigrar”, aseguró Concha Martin, in-geniera civil. Por su parte, el presidente de Tecniberia, José Luis González Vallvé, afirmó con decepción que “formar a un ingeniero cuesta 60.000 euros, por lo que por cada uno que emigre el país pierde 60.000”.

La emigración de españo-les aumentó un 8,2 por ciento durante 2010. Actualmente, 1.700.000 personas residen en el extranjero.

Se estima que se va a supe-rar esta cifra durante el 2011, según los datos del Padrón de Españoles en el Extranjero (PERE).

“Veníamos de una época de vacas gordas en la cons-trucción. Durante la carrera el ambiente era de optimismo, éramos la elite de los estu-

diantes. Venían de las empre-sas a buscarnos en las univer-sidades y nosotros poníamos las condiciones”, agregó Joan

Hernández. Blanca Alegre, responsable

comercial de Information Pla-net, afirmó “son cada vez más

los padres de familia que emi-gran de España. Muchos ya se han ido para luego movilizar a su familia. La crisis supera cualquier miedo, incluso el de volver a empezar”.

La emigración ya no tiene edad. Según el Instituto Na-cional de Estadística (INE), de los 40.000 nativos que abandonaron España este año, 19.000 tienen entre 18 y 45 años.

“Espero poder volver y tra-bajar en alguna agencia euro-pea de recursos hídricos…me encantaría ayudar desde Bar-celona a alguna comunidad en África”, aseguró Hernández.

Pero sus sueños están pa-radójicamente hipotecados en un incierto “hasta luego”, mientras él sigue buscando su destino.

España los prepara, el mundo los recibe

Por Juan I. Irigoyen

Los universitarios españoles dan prioridad a los idiomas durante su for-mación; la mayoría apuestan por el inglés y el alemán. Foto: Alfredo Casas

La mayoría de los nuevos emigrantes disponen de una amplia formación. Foto: Alfredo Casas

“Salariosde risa”

R. V., 42 años profesor de la Universitat Pompeu Fabra que malvive con un salario de 700 euros. Politólogo y cerebro fugado, ahora en España, nos ofrece su particular lectura del fenómeno de la nueva emigra-ción del siglo XXI.

Doctorado y con trabajo precario. ¿Quiénes son los responsables?Son muchos y nunca asumirán sus responsabilidades. Somos la cara fea de su éxito perso-nal. A nadie le gusta reflejarse en un espejo que de una ima-gen de fracaso como la mía.

¿Por qué cree que se produ-ce este fenómeno?Por la ausencia de un modelo productivo adecuado al que llaman sociedad de la infor-mación. No se ha aprovecha-do la riqueza generada por el turismo y la construcción para cambiar de modelo: hemos caído en nuestra propia tram-pa. Aquí los gobiernos han preferido convertirnos en al-bañiles y camareros.

¿Existe alguna solución para salir del bucle?Una no, muchísimas. Pero re-quieren actuar de manera di-ferente. A nivel económico, la situación requiere endeuda-miento, no regalos fiscales a millonarios que no invierten, mayor inversión en I+D y no esperar a la enésima recupera-ción del turismo más construc-ción, etc, etc: el larguísimo et-cétera de la política económica que no hemos conocido jamás. A nivel universitario, urge el cambio en la carrera académi-ca, favorecer el pensamiento divergente en lugar de repri-mirlo, valorizar la docencia en lugar de precarizarla...

Para el Gobierno es contra-producente dejarlos ir, pero a la vez, resulta más fácil se-guir controlando a la pobla-ción. ¿Qué opina?Para el Gobierno lo fácil es lle-var a la gente al umbral de la pobreza: esperan reducir toda disidencia y en buena medida lo consiguen. Pero no nos en-gañemos. No tienen el menor interés en evitar la fuga de ce-rebros. Al contrario, el suyo es un servicio que están prestan-do a las economías desarrolla-das: gente muy cualificada con salarios de risa y niveles de obediencia cuasi esclavistas.

Por Alba Fernández

Page 16: El Mundet: Inmigracion en Barcelona

El Mundet Viernes, 16 de diciembre de 201116

Seikou Keita es un cla-ro ejemplo de la lucha por integrarse.“Ni bo-rracho me sacan de

Barcelona”, lanza mientras toma un poco de su Coca Cola light. “El único problema que tengo a veces es ser negro, ser africano”. Seikou dice ser dis-criminado constantemente por su color de piel: “me niegan la entrada a discotecas con la excusa de que se trata de fies-tas privadas y cuando voy al

médico, siento que la gente me mira mal, como si por ser inmigrante no mereciera ese derecho”.

El ecuatoriano Edison Pa-

ladines, quien se muestra sor-prendido ante la variedad de platos expuestos en la mesa de paja tejida, también dice verse afectado, aunque en me-nor grado, por la xenofobia en España. “En mi profesión de conductor, he sido tratado de manera diferente por la Guar-da Civil”, comenta. “En varias ocasiones me han multado sin argumentos mientras que a mis colegas catalanes les han pasado por alto varias infrac-ciones” subraya.

Seikou asiente con la cabe-za mientras escucha el testi-monio de Edison. “La policía en este país es racista”, dice mientras toma con las ma-nos el injera (pan tradicional etíope). Cuenta que en varias oportunidades lo han multa-do injustamente, no sin antes decirle que “regrese a su país, ya que sobra en este”, o que “aunque hable catalán fluida-mente no lo van a tratar de forma diferente”.

Por su parte, José Pablo Herrscher, en su condición de estudiante de 17 años, cree que “las nuevas generaciones tienen una visión más abierta, están acostumbrados a convi-vir con gente de otras culturas.La xenofobia sí está presente en España, pero sobre todo en la gente mayor”. Aunque na-

cido en Costa Rica, su acento catalán revela los 13 años que ha vivido en Barcelona.

El tiempo avanza y cambia el tema de discusión: el nivel educativo de los inmigrantes.

“Entre los catalanes se ha-bla mucho de la diferencia del

nivel de educación entre paí-ses tercermundistas y España, al ser diferente el sistema, se dice que es menos exigente. En España solo los mejores alumnos pueden ser médicos, mientras que en América Lati-na, se cree que es menos com-

petitivo”, dice José Pablo.Para Isabel Guerrero, co-

lombiana, se trata de una di-ferencia sociocultural: “en España es posible ganarse la vida cómodamente realizando trabajos prácticos, en bares, restaurantes; en cambio, en

Debate, risas y comida africanaUn ecuatoriano que quiere regresar a su país, un mileurista que mantiene a toda su familia de Guinea, una colombiana golpeada por la crisis y un joven cos-tarricense con alma catalana. Son los perfiles de los participantes del debate organizado por El Mundet en el res-taurante etíope Abissínia. El objetivo: compartir historias de vida y discutir temas claves sobre la inmigración.

Edison: “Me ha mul-tado sin argumentos mientras que a mis co-legas catalanes les han pasado por alto varias infracciones” Discusión, vivencias y comida africana fueron los ingredientes principales del encuentro en el restaurante Abissínia. Foto: Alfredo Casas.

Nació en la provincia de El Oro, Ecuador. Por problemas econó-

micos viajó en 1996 a Tel Aviv, Is-rael. Trabajó en un supermercado y conoció a Edith, su esposa, con quien tuvo su primer hijo. Pasaron dos años hasta que una noche irrumpieron en su residencia tres policías que lo de-tuvieron por no tener papeles. Pasó 12 días en prisión y fue deportado. Llegó a Quito con su familia y soñó por semanas que lo perseguían. Un par de años más tarde, a raíz de una crisis económica volvió a emigrar. En el año 2000 llegó a Barcelona. En un año ya tenía los papeles de resi-dencia y un segundo hijo. Su esposa sufrió una depresión hace unos me-ses y decidió volver a Ecuador, con sus hijos. Edison abandonará España este verano.

Edison Paladines, 39 años“Nunca me he sentido perse-guido, desde que llegué aquí me siento en la gloria”

Hija de inmigrantes colombianos, nació en Gijón y se fue a los dos

años a vivir a Bogotá, Colombia. Estu-dió Psicología en la Universidad Jave-riana. Llegó a Barcelona en 2009 con la intención de adquirir la nacionali-dad española y realizar un máster. La idea de estudiar se borró rápidamente de sus planes por la dificultad de con-seguir un trabajo que le permitiera el dinero y el tiempo para estudiar si-multáneamente. Actualmente, trabaja por las mañanas como vendedora en una tienda de artesanías africanas y por las tardes en un almacén de bol-sos. Hace un año conoció a Max, su novio sueco. Isabel se irá a estudiar un Máster en Estudios Latinoamerica-nos en la Universidad de Estocolmo, donde la educación es gratis para eu-ropeos comunitarios.

Isabel Guerrero, 26 años“En España un camarero gana más que un psicólogo”

Por Jessica Bigioy Camila Pinzón M.

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El MundetViernes, 16 de diciembre de 2011 17

Debate, risas y comida africana

Discusión, vivencias y comida africana fueron los ingredientes principales del encuentro en el restaurante Abissínia. Foto: Alfredo Casas.

Latinoamérica las personas se ven obligadas a estudiar admi-nistración, medicina o arqui-tectura si buscan prosperidad económica y el sistema educa-tivo se ajusta a las circunstan-cias”, dice. “No quiere decir

que el sistema no sea exigente, simplemente se dan más opor-tunidades”, interfiere Edison.

De la educación pasan al tema de oportunidades labo-rales. Se comenta el estereo-tipo que cataloga a los inmi-

grantes de perezosos y poco trabajadores. “Muchos de los inmigrantes vinimos aquí ex-clusivamente a trabajar. En mi caso, trabajo horas extras con tal de juntar dinero; tenemos una responsabilidad con nues-

tras familias en nuestros paí-ses”, cuenta Edison.

Es el caso de Seikou, quien se une a la discusión: “sos-tengo a toda mi familia, tíos, primos, hermanos, padres. El trabajo es el motivo por el que estoy aquí, si no trabajo un mes, ese mes mi familia no come. Es el caso de muchos africanos”.

Isabel apunta que, debido a la crisis, ha pasado de ser psi-cóloga a vendedora de tienda: “es un problema general, mu-chos españoles están pasando por una situación similar”.

Para Seikou, es aún peor para los inmigrantes conse-guir un trabajo acorde con su formación: “desde que empe-

zó la crisis y aumentó el des-empleo, las empresas le dan prioridad a los catalanes…existe un sentimiento nacio-nalista”, asegura.

De postre: el gobierno del PP

La mesa de paja se llena de manjares dulces, tartas de chocolate y yogures de fruta. José Pablo aprovecha la pausa para hablar del nuevo gobier-

no del PP y la manera en que “posiblemente realizará refor-mas a algunas leyes de inmi-gración que pueden resultar perjudiciales”.

Seikou se muestra escépti-co: “las medidas que se toman dependen de las circunstan-cias que se vivan, más que del partido en el poder. Obtuve mi permiso de residencia du-rante el gobierno de Aznar sin mayor dificultad, porque en la época necesitaban trabajado-res extranjeros”, afirma.

“De todas formas, es una lástima que no nos permitan participar en la vida política del país”, dice refiriéndose a la ley que le prohíbe como in-migrante votar en las eleccio-nes generales. “Los españoles tienen miedo de darnos esa oportunidad, les preocupa que tengamos intereses diferentes a los suyos”, continúa.

José Pablo dice estar con-vencido de que “muchos inmigrantes están mejor in-formados que los mismos españoles…al poder verse afectados directamente por los cambios legislativos, es-tán pendientes de lo que argu-mentan los diferentes partidos políticos”.

Los debatientes toman el té. Isabel cuenta sus planes de buscar un mejor futuro eco-nómico junto a su novio en Suecia. Edison comenta que el próximo verano espera estar reunido con su esposa y sus hi-jos en Ecuador. José Pablo ha-bla de sus vacaciones en Cos-ta Rica. Seikou espera juntar suficiente dinero para visitar a su familia después de 10 años. Compartieron platos, vivencias y la ilusión de que se cumplan sus proyectos futuros.

José Pablo: “Muchos inmigrantes están me-jor informados que los mismos españoles, al verse afectados direc-tamente por los cam-bios legislativos”

Su lengua materna es el susu, habla con fluidez catalán y castellano.

Nació en Kindia, Guinea Conakry. Llegó a Barcelona en 2001, siguiendo a su padre. Los primeros años estudió en una escuela de idiomas. Se enamo-ró de una catalana y tras cinco años de convivencia contrajo matrimonio. Espera los papeles de nacionalidad en noviembre del próximo año. Pero, hace unos meses la relación se aca-bó. Solo esperan a que él obtenga la nacionalidad para separarse oficial-mente. Desde hace siete años trabaja en el bar Antiquari, como camarero. Entretiene a los clientes haciendo ma-labares con botellas y llevando copas en la cabeza o montado en una bici-cleta. Gana 1.180 euros con propinas al mes, de los cuales envía la mitad a Kindia para alimentar a 14 familiares

Seikou Keita, 28 años“Yo le digo a mis hermanas y primas que no tengan más hijos, pero hacen lo contrario”.

Nació en San José, Costa Rica. Su padre es argentino y su ma-

dre tica. Llegó a Cataluña en 1998, con tan solo cuatro años. Se define así mismo como “tico-catalán”: espera con alegría las vacaciones para visi-tar a sus primos en San José y está a favor de la independencia de Catalu-ña. Cuando llegó a Barcelona asistió a terapias de pronunciación para apren-der a emplear los diferentes sonidos que producen las letras C, S y Z, en España. Aún no tiene la nacionalidad española, pero ha sido citado en febre-ro del próximo año para recibirla. Ac-tualmente, cursa segundo de Bachille-rato Social Económico en el colegio La Salle-Gracia. En el verano hará el examen de selectividad para estudiar Ciencias Económicas en la Universi-tat de Barcelona.

J. Pablo Herrscher, 17 años“Me siento tan catalán como tico“

Page 18: El Mundet: Inmigracion en Barcelona

El Mundet Viernes, 16 de diciembre de 201118

Detrás de El MundetEl Mundet es la publicación de los alumnos del Master en Periodismo BCNY. En esta ocasión, un trabajo de 23 personas detras de la inmigración en España.

Idas y vueltas con la inmigración

Cuando pensamos en en-cargar a los alumnos una

revista monográfica sobre la inmigración en Barcelona no esperábamos que tres de los cuatro grupos vinieran con la misma historia: que con la cri-sis económica actual, los inmi-grantes en vez de venir, se van.

Y no son sólo muchos de los antiguos inmigrantes los que están volviendo a sus paí-ses de origen. Los españoles –sobre todo los jóvenes bien preparados– están empaque-tando sus títulos y sus orde-nadores para emigrar, como aquellos de la maleta de made-ra en los años sesenta. Esa es la noticia de hoy, y allí estuvie-ron nuestros 23 alumnos.

Durante dos semanas, los integrantes de la 14ª Edición del Master en Periodismo BCNY, usaron todas las herra-mientas que aprendieron en el primer trimestre para contar-nos de primera mano, en tiem-po real y con las víctimas, los expertos y los tomadores de decisión qué está pasando con la inmigración en este momen-to de cambio de ciclo.

Hay fotos reveladoras, frescas e incisivas. Hay textos de análisis, historias, voces y descripciones precisas. Des-pués de aprender a escribir no-ticias, reportajes, entrevistas y perfiles con seis profesores, después de aprender a sujetar bien la cámara y mirar como fotoperiodistas y a diseñar y maquetar, entre todos se lanza-ron a la caza del duro, comple-jo y rico tema de la inmigra-ción. Estamos muy satisfechos con el resultado.

1. El grupo de Emigración con el coordinador del curso, J.P. Chuet-Missé, editando sus páginas2. El profesor Sebastian Schoepp con Alba Fernández3. Gonzalo Sarasqueta y Martín Rocca4. Jéssica Mouzo y Marc Martí5. Paula Acebo y Carmen Hierro. Detrás, el grupo de Sociedad e Inmigración

Fotos: Diego Calderón

Roberto Herrscher, director del Master en Periodismo BCNY

El Mundet Edición Especial

Este trabajo fue realizado por los alumnos de la XIV Edición del Master en Periodismo BCNY

Paula AceboClara BerdiéJessica BigioRosa BrescóDaniela CarusoAlfredo Casas

Alba FernándezAlbert GandíaMa. Teresa GonzálezCarmen HierroJuan I. IrigoyenHéctor Leyva

Ariadna MarrugatMarc MartíJavier MoreraJessica MouzoÁlvaro MurilloJordan Nelson

Judit PedrósCamila PinzónMartín RoccaGonzalo SarasquetaJessica Sauras

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