El montero

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Introducción La novela El Montero de Pedro Francisco Bonó (1828-1906) es el cuadro de costumbres representativo del campo dominicano, añoranzas, luchas y pasiones de caudillos. Con El Montero (1856) se empieza a conocer en Santo Domingo y en todo el resto de la América hispánica da tradición de costumbres y mentalidades campesinas, debido a la insistencia de Bonó por la descripción de lo que es la vida montuna, la naturaleza del campo dominicano y las relaciones entre el personaje, el alcance de valores, costumbres y decisiones políticas que se expresan en el universo rural dominicano. En algunos momentos El Montero se convierte em relato patriótico y el ideal dominicano se observa como ligado al suelo, a la tierra, a los luchadores del campo y a sus hazañas costumbristas y guerreras. Biografia del autor Pedro Francisco Bonó nació en Santiago de los Caballeros en 1828, tocándole vivir el período de la transición de la economía del hato ganadero a la economía comercial e industrial. Aunque nació en Santiago residió la mayor parte de su vida en la ciudad de San Francisco de Macorís, conociendo profundamente la forma en como los campesinos del Cibao se desenvolvían en la cotidianidad, cómo producían sus riquezas y cómo practicaban sus costumbres y naturalezas. Fue un estudioso de la economía ganadera y de la producción agrícola, además de mantener sólidos vínculos, en su condición de alambiquero, con el comercio de la región, además de poseer un amplio bagaje intelectual que le permitía profundizar en las problemáticas políticas y social de su época. Falleció el 14 de septiembre de 1906. Gran parte de su producción intelectual se encuentra dispersa en revistas y periódicos de la última mitad del siglo XIX, y recopilada por Emilio Rodríguez Demorizi en la obra “Papeles de Pedro Francisco Bonó”, mientras que su novela El Montero (posiblemente la primera novela divulgada por un dominicano), apareció publicada en París, en el periódico español El Correo

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Introducción

La novela El Montero de Pedro Francisco Bonó (1828-1906) es el cuadro de costumbres representativo del campo dominicano, añoranzas, luchas y pasiones de caudillos. Con El Montero (1856) se empieza a conocer en Santo Domingo y en todo el resto de la América hispánica da tradición de costumbres y mentalidades campesinas, debido a la insistencia de Bonó por la descripción de lo que es la vida montuna, la naturaleza del campo dominicano y las relaciones entre el personaje, el alcance de valores, costumbres y decisiones políticas que se expresan en el universo rural dominicano.

En algunos momentos El Montero se convierte em relato patriótico y el ideal dominicano se observa como ligado al suelo, a la tierra, a los luchadores del campo y a sus hazañas costumbristas y guerreras.

Biografia del autor

Pedro Francisco Bonó nació en Santiago de los Caballeros en 1828, tocándole vivir el período de la transición de la economía del hato ganadero a la economía comercial e industrial. Aunque nació en Santiago residió la mayor parte de su vida en la ciudad de San Francisco de Macorís, conociendo profundamente la forma en como los campesinos del Cibao se desenvolvían en la cotidianidad, cómo producían sus riquezas y cómo practicaban sus costumbres y naturalezas. Fue un estudioso de la economía ganadera y de la producción agrícola, además de mantener sólidos vínculos, en su condición de alambiquero, con el comercio de la región, además de poseer un amplio bagaje intelectual que le permitía profundizar en las problemáticas políticas y social de su época. Falleció el 14 de septiembre de 1906.

Gran parte de su producción intelectual se encuentra dispersa en revistas y periódicos de la última mitad del siglo XIX, y recopilada por Emilio Rodríguez Demorizi en la obra “Papeles de Pedro Francisco Bonó”, mientras que su novela El Montero (posiblemente la primera novela divulgada por un dominicano), apareció publicada en París, en el periódico español El Correo de Ultramar, en 1848. El Montero fue considerada por su autor en 1880, haciendo acopio de su humildad, como una “obrita relegada y olvidada con los papeles viejos en que está incorporada” y publicada cuando “tenia por compañera a la pobreza” y le faltaba más instrucción clásica.

Como político de mediado del siglo XIX, recogió en sus escritos la experiencia alcanzada en cada uno de los aspectos en que estuvo implicado y en su condición de sociólogo, de cuya disciplina es el primero en abordarla científicamente en la República Dominicana; sus Apuntes sobre las clases trabajadoras dominicanas, lo sitúan entre los grandes pensadores de la historia dominicana.

El pueblo dominicano es el resultado de una hibridación que se produjo como parte, primero de la integración del indígena con el español y muy pronto, mucho antes de que tocara el

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medio siglo XVI, un tercer componente étnico vino a determinar el conglomerado humano que se ha proyectado hasta hoy.

La forma en que se dio esa integración guarda estrecho vínculo con los modelos económicos impuestos desde la misma llegada del español y el consiguiente exterminio indígena que sentó las bases para la introducción masiva de los esclavos africanos. En poco tiempo, las autoridades coloniales impusieron el tributo en oro, las encomiendas de indios y la industria azucarera basada en el trabajo esclavo, al mismo tiempo que crecía y desarrollaba integrada al ingenio una economía ganadera que va a determinar a partir del siglo XVII, la existencia de una sociedad donde el hatero propietario, el mayoral, el ranchero, el liberto y el esclavo van a interactuar en un mismo espacio y en una actividad, que Pedro Francisco Bonó va a considerar como poco productiva y sin condiciones para producir las riquezas que el país necesitaba para avanzar.

Ambiente

La novela El Montero de Pedro Francisco Bonó (1828-1906) es el cuadro de costumbres representativo del campo dominicano, añoranzas, luchas y pasiones de caudillos. Con El Montero (1856) se empieza a conocer en Santo Domingo y en todo el resto de la América hispánica da tradición de costumbres y mentalidades campesinas, debido a la insistencia de Bonó por la descripción de lo que es la vida montuna, la naturaleza del campo dominicano y las relaciones entre el personaje, el alcance de valores, costumbres y decisiones políticas que se expresan en el universo rural dominicano.En algunos momentos El Montero se convierte em relato patriótico y el ideal dominicano se observa como ligado al suelo, a la tierra, a los luchadores del campo y a sus hazañas costumbristas y guerreras.