EL INSÓLITO ESPECTÁCULO DE LA VERDAD

8/14/2019 EL INSLITO ESPECTCULO DE LA VERDAD

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EL INSLITO ESPECTCULO

DE LA VERDAD

PJ RUIZ 2009


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El hombre cogi el documento de las manos de la congresista Rosalind Lundt, con la

firme promesa de entregarlo al primer ministro antes de la reunin con su gabinete del

da siguiente. La mujer haba sido taxativa en el hecho de que deba de llegar a sus

manos para que pudiesen dictaminar sobre el motivo que a aquella abada benedictina

los llevaba, y que no era otro que saber qu hacer con la peticin de la Organizacin

Mundial de la Salud, OMS, respecto a la misteriosa gripe declarada, y sobre la que

solicitaba actuaciones inmediatas.

- No se preocupe, seora Lundt. Lo entregar esta misma tarde en persona al

primer ministro Tildemar. Le doy mi palabra.

- Seor Marcell, es muy importante. Lo que ah hay puede cambiar el rumbo de

las cosas Cuando el primer ministro encarg a mi organizacin el estudio del

asunto no poda ni imaginar lo que hay detrs de todo esto. Ahora es necesario

que le llegue. Como sea. Lo entiende, verdad?

- Perfectamente, seora. Estse tranquila.

- Gracias. Confo en usted. Esta misma noche telefonear al primer ministro para

intercambiar impresiones.

- Muy bien seora. Se lo har saber.

Rosalind Lundt era la encargada de sanidad del gabinete de crisis amparado por Marco

Tildemar para el estudio del problema vrico. Haba sido investida con poderes

excepcionales, como el acceso a secretos de estado y a los fondos para investigacin. Su

opinin era muy importante, porque adems estara avalada por un gran comit de

sabios, y eso Tildemar, su amigo de infancia, lo saba. Despus de ms de tres meses,

una docena de viajes de largo recorrido, y centenares de experimentos realizados, los


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resultados, para bien o para mal, eran tan precisos como se esperaban, sin error posible,

as como el anlisis socio econmico que haba sido efectuado en colaboracin con

Bernstein y Wolfer, el prestigioso grupo suizo. Haba hilado muy fino.

El resultado era la revelacin de una infamia contra el mundo libre.

Lo que aquel documento, ahora en manos del secretario de la presidencia Estanis

Marcell, llevaba escrito resultara dinamita cuando fuese ledo por el hombre que lo

encarg ante sus ministros, y sin duda cerrara las puertas a los cambios que estaban a

punto de efectuarse en el pas de inmediato.

Pero eso no iba a ocurrir.

A medianoche, la congresista Lundt sufri un terrible accidente de trfico cuando iba

hacia su casa de campo, un lugar que no visitaba desde haca aos. Ella y su hija

perecieron pese a los servicios mdicos prestados. No hizo ni recibi ninguna llamada

aquella noche.

De la existencia del documento nunca se supo, pese a que los ayudantes de la difunta

juraron que saban que estaba escrito y que pretenda hacerlo llegar al primer ministro

aquel mismo da. Se supuso que nunca haba sido realizado, y jams lleg a su destino.

En su ordenador personal no haba e menor rastro de l.


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Dos das despus, a 6500km. del lugar donde fue puesto en manos del secretario

Marcell, era abierto por un hombre muy anciano. Su lectura preceda a su destruccin

absoluta.

Informe Lundt sobre el problema vrico y

las implicaciones detectadas para con el

medio, encargado por el gobierno del pas

y desarrollado en cooperacin con los

organismos y personas que al final se

citan.

Una vez estudiado al pormenor todo lo reunido respecto ala problemtica que figura en el encabezado, yo, Rosalind

Karlstron Lundt, llego a la conclusin de que debajo de

todo un estereotipo perfectamente divulgado y cimentado

por medios de comunicacin e instancias polticas, con el

silencio de los laboratorios, subyacen intereses de gran

calado que paso a enumerar por puntos.

1.- Primera fase de un previsible plan de evacuacin

global para grandes grupos humanos.


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Los dirigentes mundiales son conocedores de que se

avecinan cambios terribles en nuestro planeta, y de que

las sociedades no podrn sobrevivir en su actual estado.

Ello es sabido desde hace aos por los gobiernos, que han

acopiado la informacin cientfica ocupndose de hacer

irreconocible la verdad a la calle. Circunstancias como el

aceleramiento del cambio climtico, el derretimiento de

los polos, un gran mximo solar esperado para mediados

de 2011, y la ms que posible llegada de un astro

desestabilizador permanecen en forma de fbula en la

calle, mientras que en las altas esferas se les buscan

soluciones que se escapan al poder humano, todo ello sin

dejar de hacer lo que podra interpretarse como una vida

normal, a fin de evitar un marco que proveyeseverosimilitud a las teoras conspiratorias y que nos

llevase a una indeseada barbarie en momentos crticos

para el futuro del ser humano.

La supervivencia de los lderes y un nmero de personas

a su alrededor est garantizada en la medida de lo

posible, pero todos saben, y en ello hay consenso, que

ser necesario un gran cmulo de manos para levantar de

nuevo las economas y los pases despus del cataclismo

que se espera y cuyo alcance podra ser similar a un

cuadro ELE, Extinction Level Event, o lo que es lo mismo,


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EVENTO CON NIVEL DE EXTINCIN. No es objeto de este

anlisis profundizar en este fenmeno futurible, pero me

atengo a los documentos ASR/87-2009 y ASR/95-2009

entre otros.

De ese modo, y en el mayor secreto para evitar la

previsible cada de la moral, el orden, la economa, el

sistema y en ltimo lugar de la civilizacin en pleno, se

desarrollan reuniones en las que se establecen las pautas

a seguir para conseguir la transicin del estado actual al

venidero con las mayores garantas posibles de

continuidad sin mediar una prdida absoluta de control

por parte del poder, o en su defecto, otorgar esperanzas

de supervivencia a una parte importante de la poblacinconservando en la medida de lo posible las jerarquas

socio-econmicas que los gobernantes estiman que forma

parte de los logros humanos. Prefiero no valorar esto,

pero es susceptible de comentario.

Uno de los grandes poderes mundiales es si duda el

econmico, y por ello, tras analizar en una reunin de

lderes la situacin con el Fondo Monetario Internacional

(FMI) y las grandes corporaciones bancarias, se establece

un sistema de control total del mecanismo de flujo del

dinero, al que se le induce una calculadsima parada


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econmica de seguridad. Esto es algo parecido a la

parada de emergencia de los trenes, que evita que

descarrilen si algo va mal, pero las consecuencias de esta

detencin son obvias, aunque sin duda rentables a nivel

social. Es la puerta que antecede a una crisis financiera

global, la perfecta tapadera en la que mover los hilos

necesarios subrepticiamente mientras todo queda

tamizado por un grueso teln tras el que nada se ve.

A partir de ah se escenifican grandes reuniones,

acuerdos, planes, pactos, pero todo est en detencin

obligada, y nada hace que el esquema comience a

funcionar de nuevo, ni reactivaciones, ni medidas de

emergencia hechas de cara a la opinin pblica, que se veenvuelta en una situacin brutal de repente y de la que

sabe poco, debido al grueso muro macroeconmico que

detrs subyace enturbindolo todo de un modo en el que

cualquier posibilidad tiene cabida, por lo que nunca se

tiende a pensar en lo descabellado de un fenmeno

inducido. Se ha conseguido camuflar la primera parte de

la maniobra de modo eficaz, pero eso slo es el principio.

Las teoras de Jay Hanson en los 80 sobre el DIE OFF, que

implicaban la posibilidad de una escalada de la necesidad

energtica que hiciese inviable la supervivencia de la


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civilizacin, es de repente tenida en cuenta en lo relativo

a la necesidad de control del nmero total de habitantes

del planeta, y es cuando se comienzan a mover los hilos

ms siniestros del plan, sencillamente porque, una vez

arreglados los nmeros financieros, los poblacionales no

encajan en absoluto. Se hacen estudios y se llega a dividir

a la humanidad en dos tipos nicos de personas; tiles y

no tiles. Este ltimo ser objeto de medidas especiales

en breve.

2.- Dispersin de la opinin pblica para mantener el

secreto total de las fuertes medidas que se han adoptado

en una realidad que ha de permanecer oculta.

En los diferentes pases los gobiernos fomentan la

polmica, se habla de crisis, de recesin y otras palabras

mientras se procede a una poltica de distraccin con

terapias raras de choque contra la crisis, alimentando las

polmicas variadas, para que por ningn medio el pueblo

pueda fijarse en el entramado de fondo, pese a las lgicas

fugas, y que nadie pueda darse cuenta de que realmente

las medidas que se adoptan para sobreponerse a la

extraa situacin son todas finalmente infructuosas:

inyecciones econmicas irregulares, dejadez de los

mercados, permisividad de los desplomes sectoriales,


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nivel de civilizacin los aterra ms que el mismo

cataclismo venidero. Nada podra detener a semejante

masa en estado de shock, por lo que se buscan

alternativas para solventar el problema, aunque no sean

agradables.

Tras muchos debates ven que realmente no hay salida

fcil, y que se encuentran entre la espada y la pared. Si

no hacen nada al respecto, los sistemas caern por su

propio peso en una confusin global descontrolada que

acabar con los estados que pretenden salvaguardar, y si

hacen algo ha de ser necesariamente de tal calibre que

slo la pica puede explicarlo, siendo necesaria una

decisin de consenso que salte sobre un cmulo enormede problemas de tipo moral relacionados con un

exterminio controlado en masa. Las diferencias son

notables, pero el final no se hace esperar ante la presin

de los grandes.

Mientras la economa est detenida, y una vez llegados a

la conclusin de que la inaccin es el fin, tras muchas

reuniones no exentas de polmica se idea un modo de

reducir la poblacin en ms de 4 billones de personas. Los

nmeros son colosales, y el tiempo apremia, por lo que es

difcil asegurar un modo limpio para semejante


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empresa. Ninguna guerra alcanzara esa cifra, por lo que

se opta por los medios qumicos.

Superados los traumas debidos a semejante decisin se

establece que hay que eliminar a las personas

innecesarias por sus caractersticas, incapaces de aportar

algo en el futuro inmediato. En ese grupo se mete a los

viejos, imposibilitados, enfermos, nios (que por s

mismos necesitan cuidados), mujeres embarazadas

(reduciendo la inminente prxima generacin en un

mundo con recursos limitados), y dejar a los que estn en

perfectas condiciones de trabajar y procrear de manera

controlada, entre los que se cuentan los necesarios

ejrcitos para mantener el orden. Esa es la poblacinobjetivo con la que se intentar pasar al otro lado. La otra

est ya condenada. Lo peor de todo el plan es que se ve

con horror que slo quedan uno o dos aos para

reorganizarlo todo, pero en perfecta conjura se inician los

pasos necesarios sin mirar ms implicaciones.

5.- Los momentos decisivos:

En un momento determinado, sin poder invertir ms

tiempo en su desarrollo, se libera una plaga inicial de

diseo, pura guerra bacteriolgica. Se hubiese querido


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conseguir mayor virulencia, pero eso conllevaba riesgos

que no se quisieron asumir, como por ejemplo la

posibilidad de una contaminacin excesiva, que no se

pretende. Recordemos que slo queran inducir a la

poblacin mundial una urgencia, pero que no

necesariamente sta tena por qu ser del calibre

explicado a los cuatro vientos.

Dnde se libera? En Estados Unidos, pas a la cabeza de

estas tecnologas y donde sin duda se han modificado las

cepas del virus. Ya se hizo con el sida, pero aquel se

liber en frica, aunque al final se les escap de las

manos, pese a lo cual se insiste en ese medio.

En algn sitio alguien dice Contaminemos a gran parte

de la poblacin y dejmosla morir, aduciendo a variantes

del virus descontroladas o a fallos en el sistema

inmunolgico inesperados. Los dems asienten, y se

inicia la negociacin con determinados laboratorios

farmacuticos de gran nivel, a los que se proveer de las

variantes modificadas de los virus destinados a

rememorar la terrible muerte negra pero aumentada en

cien veces. Estos laboratorios habrn de crear casi 5

billones de dosis de un antdoto peculiar, con diseo

anmalo, no experimentado en humanos, y que habr de


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ser inyectado en la poblacin objetivo, provocando

consecuencias que conlleven la necesaria muerte.

Se pone a la OMS a la cabeza de la operacin, e incluso se

cambian los protocolos y definiciones para adecuar las

vacunaciones masivas que habrn de realizarse en la

poblacin objetivo. En los pases, como en Estados

Unidos, siempre a la vanguardia, se modifican las leyes

para eximir a los laboratorios de responsabilidades

penales posteriores y se prepara el marco legal adecuado

para atender al criterio de la OMS cuando sta lo

requiera.

Entonces, con todo bien atado, se declara la pandemia sinmotivo aparente, basndose en previsiones que no

resisten un anlisis serio. Se inician medidas

injustificadas, y en los grandes pases se apresuran en

anunciar la posibilidad de campaas de vacunacin

enormes, que carecen de fundamento real vista la

virulencia de la mutacin gripal, inferior a la estacional de

cada ao. La trama se va cerrando, siempre en la mayor

legalidad.

A veces surgen disensiones, pero son desacreditadas o

ignoradas. El hecho en realidad es tan descabellado que


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resulta increble de por s, y eso camufla las intenciones

que hay detrs de tanta medida extraa y apresurada.

Los medios de informacin, verdadera arma letal del

poder, bombardean a la opinin pblica con la temible e

inexistente pandemia, pese a que el numero de fallecidos

es irrelevante, pero no muestra nunca a las voces

disidentes o crticas, favoreciendo la propagacin de la

idea comn de que nos enfrentamos a algo que hay que

atajar por cualquier medio. Se va formando la necesidad

colectiva de la vacunacin, basada en el miedo y la fe en

los gobiernos.

6.- Las fechas:

Todo debe iniciarse como muy lejos en Noviembre de

2009. Es presumible que a partir de esas fechas se

comiencen a ver en los cielos detalles que alertarn a la

mayora de que algo puede suceder en aos prximos

despus de todo, sin olvidar la existencia de los mximos

solares y de las olas de Dmitriev ( vease: Estado planetofsico de

la tierra y la vida ).

Buena parte de la poblacin est atenta a ello debido a

profecas, escritos y otras artes que han enturbiado el

panorama, por lo que hay que tener muy en cuenta el


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calado social de lo que se pueda hallar en esos das. Ser

imposible de controlar la informacin debido al trfico de

Internet y a la presencia de medios privados en el

escrutinio estelar, por lo que el tiempo apremia.

Aunque los Estados Unidos, gracias a su nuevo

observatorio polar, sern los primeros en avistar el

evento, el plazo hasta que la informacin se filtre u otros

telescopios lo encuentren es de un mes o poco ms. Para

entonces, cuando llegue el momento de los comunicados,

todo debe estar en marcha.

7.- Los fenmenos:

Cuando esa luz en el cielo aparezca la sociedad estar ya

inmersa en una detencin enorme de la economa (una

mucho mayor an, que espera en 2010) y posiblemente

en el inicio de las muertes masivas, por lo que el objetivo

crtico ser desviado con facilidad ante la evidencia de

una mortandad inesperada debida a las vacunaciones.

Posiblemente habr disturbios en muchos lugares, pero el

decreto de la ley marcial aplacar a un pueblo fustigado

por la desaparicin de millones o billones de personas.

8.- El orden previo a la evacuacin:


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Cuando los muertos sean enterrados o incinerados

debidamente (recomendado esto ltimo incluso en zonas

islmicas, para no dejar pruebas) se pondrn los mayores

esfuerzos en reorientar a los supervivientes, recordemos

que poblacin til, frtil y en edad de trabajar, para

sobrevivir a las catstrofes que conllevarn un cambio

total en los sistemas mundiales. No habr ms de dos

aos para organizar la evacuacin, y aunque el fin no est

garantizado, permite pensar en la posibilidad de

preservar la raza y sus estados por encima del

acontecimiento. La poblacin ideal para intentar este

cambio de manera controlada sera de entre 500 a 800

millones de personas, lo cual est perfectamenteestudiado. Lo conseguirn?

Este documento tiene calidad de resumen, y se corresponde con

el informe NRSE-4567-TR-2009, alojado en la base de datos del

ministerio de sanidad.

- Una mujer muy inteligente la Lundt. Una prdida enorme la suya dijo el

hombre en la silla de ruedas despus de leer el documento detenidamente. Lo

deposit sobre la manta a cuadros que le cubra las piernas y se dirigi a la

trituradora de papel.


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- Sin duda. Pero necesaria. era la voz de Hermann Frye, el consejero del

canciller alemn. Estudiaron juntos en Harvard. Tambin superaba ya los 60

aos. La trituradora era muy silenciosa en su trabajo.

- Se acerc muchsimo.

- S, pero no ms que otros.

- Ese informe del que habla al final.en la ltima lnea.

- Ah! S, s No te preocupes. No existe ya.

- Bien. No podemos fallar.

- Todo est en marcha y muy controlado. Se est vacunando en muchos pases la

primera dosis. Ya no hay quien lo pare el de la silla arrug su cara. Tena

dudas cosas que le sucedan por dentro. Saba que deba consultarlas con su

amigo, pero era delicado.

- Lo s, lo se. Oye, Hermann nos conocemos desde hace mucho.

- Cierto.

- Puedo hacerte una pregunta?

- Sabes que si, naturalmente. le mir a los ojos mientras le serva una copa ms

de excelente Armagnac.

- Esta es muy especial. Puso su mano sobre la de su colega. ste le mir y

entendi que se trataba de algo importante de veras.

- Dime, amigo. Te la contestar si puedo.

- Mi pregunta es.

- Si?

- Hemos hecho bien?

- Qu?

- Que si hemos hecho bien, Hermann. Que si hemos acertado con esta solucin.


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- No haba salida, ya lo vimos muchas veces en esas reuniones con los dems.

Hubo consenso.

- Eso no es lo que quiero saber. Contstame, por favor. el alemn pens unos

instantes. Haca mucho que haba superado los problemas morales, pero

entendi a su viejo amigo.

- Creo que si, que hemos hecho lo mejor.

- Seguro? Ests seguro?

- Si. Era necesario para salvar a una minora.

- Dios mo una minora selecta. Agach la cabeza, pens unos segundos y de

nuevo mir a su interlocutor. Se le escap una lgrima - Y en qu nos hemos

convertido con esta decisin?

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