El Imparcial

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El Imparcial: Una respuesta periodística al impulso de progreso porfirista. Dinorah Zepeda Campos Año de reelección de Porfirio Díaz, cuando la prensa no representaba una crítica seria frente al fortalecimiento de la dictadura, época de contradicción entre la profunda crisis de amplios sectores de la población y el espejismo de modernidad que dejaba ver desarrollo en las vías del ferrocarril, la iluminación pública y el gran invento del cinematógrafo. Ese 1896 ve nacer el nuevo modelo de prensa engendrado por Rafael Reyes Spíndola; El Imparcial será el nuevo modelo de prensa que se aleje de la preocupación política para dar paso a un periodismo de gran circulación y un modelo empresarial asemejado a la imagen de progreso que preocupa en los últimos años del siglo XIX. En el umbral del cambio del siglo XIX al XX el largo periodo del porfiriato se iba deteriorando a medida que iba avanzando, principalmente en los sectores de la población que, como menciona Ricardo Pérez Monfort, se debatían en una crisis cada vez más profunda y escapaban a la prosperidad. Sin embargo, en la ciudad de México los habitantes vivían con asombro la instauración del ferrocarril, el telégrafo, las obras de drenaje, de pavimentación y el alumbrado público. Y de eso, la prensa empezó a dar cuenta apoyando esa imagen de modernidad que para entonces el gobierno buscaba establecer. 1

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El Imparcial: Una respuesta periodística al impulso de progreso porfirista.

Dinorah Zepeda Campos

Año de reelección de Porfirio Díaz, cuando la prensa no representaba una crítica

seria frente al fortalecimiento de la dictadura, época de contradicción entre la

profunda crisis de amplios sectores de la población y el espejismo de modernidad

que dejaba ver desarrollo en las vías del ferrocarril, la iluminación pública y el

gran invento del cinematógrafo. Ese 1896 ve nacer el nuevo modelo de prensa

engendrado por Rafael Reyes Spíndola; El Imparcial será el nuevo modelo de

prensa que se aleje de la preocupación política para dar paso a un periodismo de

gran circulación y un modelo empresarial asemejado a la imagen de progreso que

preocupa en los últimos años del siglo XIX.

En el umbral del cambio del siglo XIX al XX el largo periodo del porfiriato se iba

deteriorando a medida que iba avanzando, principalmente en los sectores de la

población que, como menciona Ricardo Pérez Monfort, se debatían en una crisis cada

vez más profunda y escapaban a la prosperidad. Sin embargo, en la ciudad de México

los habitantes vivían con asombro la instauración del ferrocarril, el telégrafo, las obras

de drenaje, de pavimentación y el alumbrado público. Y de eso, la prensa empezó a dar

cuenta apoyando esa imagen de modernidad que para entonces el gobierno buscaba

establecer.

Atraídos por la ilusión de ese desarrollo, gente del campo abandonó sus tierras para

encontrar mejores posibilidades de trabajo en oficinas burocráticas, la industria o los

servicios que la ciudad parecía prometer; esos desplazamientos llevaron a que la

Ciudad de México incrementara su población de 230 000 en 1867 a 470 000 en 1910

( en este último año, el 52% de los habitantes llegaban de diversos estados de la

República) y a que las costumbres y actividades fueran variando y complicándose: “La

estructura social sufrió cambios sustanciales; importantes grupos empresariales tanto

criollos como extranjeros, dictaba gustos y modas; una clase media formada por

pequeños comerciantes profesionistas liberales, burócratas y funcionarios, participaban

activamente de la vida urbana, y una mayoría popular desempeñaba oficios cada vez

más diversificados, como los de chofer, cargador, mensajero, bolero, vendedor

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ambulante, dependientes de negocios, acomodador de cines y teatros, mozo, empleado

doméstico, mesero, portero, peón de construcción, obrero etc. 1

Por su parte la prensa durante el porfiriato básicamente era de definición política y se

enfocaba a la interpretación de las noticias, además de contar con abierta filiación a

algún grupo político; menciona Blanca Aguilar que la prensa subvencionada por el

régimen destinaba muchas de sus páginas para contrarrestar a la oposición, para

manifestar las divisiones internas del grupo, difundir discusiones intelectuales de

distintas tendencias y para intercambiar acusaciones, siempre y cuando que no se

atacara a Porfirio Díaz.

Uno de los ejemplos más ilustrativos de estas batallas ideológicas es el conflicto entre

los periodistas Irineo Paz, de La Patria y Santiago Sierra, de La Libertad, cuando en

1880 Manuel Gonzáles contendía por la presidencia contra Trinidad García y que

debido a la diferencia ideológica entre Paz y Sierra se pactó un duelo entre los

periodistas “…Hubo varios disparos de cada lado y fueron disminuyendo las distancias

a cada tiro que fallaban. Al final resultó muerto Santiago Sierra. Los padrinos y testigos

del suceso impresionados sólo asentaron a tirar el cadáver en unos llanos, donde fue

localizado al siguiente día….2

Los enfrentamientos públicos entre los grupos generaron una prensa especializada y

dirigida a un sector de lectores específico que además era culto en tanto que tenía que

conocer las estrategias y claves políticas. A esta característica general de la prensa se

suma la mano dura del régimen que con pocos deseos de conservar la pluralidad

periodística, recrudeció la represión en cada reelección y concentró subsidios a la

prensa. Florence Toussaint muestra que la prensa en México durante el gobierno de

Porfirio Díaz fue reduciendo pues al inicio de régimen, en 1876, en los estados de la

República circulaban 434 periódicos y en la Ciudad de México 182 y en el periodo que

va de 1009 a 1910 la cifra bajó a 142 en los estados y 28 en la Ciudad de México.

Fueron desapareciendo periódicos como El Diario del Hogar, El Monitor Republicano

y El Hijo del Ahuizote por oponerse a la reelección.

La represión del sistema debilitó el trabajo de los periodistas opositores, así lo

muestra Francisco Tapia al mencionar que para 1893 en la galeras de Belén había una

veintena de periodistas y personal de talleres de imprenta confundidos con criminales de

orden común con sentencias que iban de 100 días a 11 meses de prisión y multas de

1 Ricardo Pérez Montfort, Hábitos y normas Pág. 202 Francisco Tapia, Grito y silencio de las imprentas, pag. 79 citado de Ángel Escudero, El duelo en México

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hasta mil pesos; entre los apresados se cuentan a Enrique Chavarri, redactor de El

Monitor Republicano, Daniel Cabrera, director de El Hijo del Ahuizote y Filomeno

Mata, director de El Diarios del Hogar. “ A partir de la segunda presidencia de

Porfirio Díaz se incrementó el control y violencia hacia los trabajadores de la prensa

independiente … A finales de 1885 hubo la necesidad de silenciar los recientes

comicios de ese año, con el propósito de permitir el arribo incondicional al equipo de

Díaz” 3

Esa existencia controlada de la prensa empezó una transformación a partir de 1896 con

el surgimiento de El Imparcial, cuando su director, Rafael Reyes Spíndola lo empezó a

hacer circular en las calles de la Ciudad de México para dar paso a la prensa moderna, a

la de gran tiraje, la de difusión masiva, la ajena a tomar postura política en los

complejos tiempos del porfiriato.

Esta prensa industrializada fue posible debido a la mezcla de factores internos y

externos, económicos, sociales, aspiración individual del fundador que resultaron en la

primera de difusión masiva. “El Imparcial significó la materialización de hacer en

México un periodismo moderno, entendido ésto, como un periodismo de gran

circulación, fundamentalmente noticioso, ágil, para ofrecer a los lectores la información

lo más pronto que las condiciones técnicas le fueran permitiendo…” 4

En principio empezaría por combatir la imagen de la prensa política ligada

ideológicamente a algún grupo político; así como lo hicieron los 20, 000 km. de vías

férreas que se construyeron durante el porfiriato y que consiguieron que se fuera

borrando la imagen de carrozas, carruajes, caballos y la canoas en el paisaje de la

Ciudad de México.

En lugar de la prensa política Reyes Spídola tomó como influencia los nuevos rumbos

de los diarios norteamericanos. Por ejemplo The New York Sun desde 1833 buscó llegar

a las masas a través de difundir relatos de accidentes espantosos y crímenes atroces, y

con este modelo de prensa sensacionalista es que Joseph Pulitzer logró tirar 250 000

ejemplares diarios. Al respecto sería necesario tomar en cuenta que mientras se da esta

muy probable influencia de la prensa norteamericana de gran difusión, durante el

último cuarto del siglo México se incorporó al mercado capitalista internacional y la

Ciudad de México asumió una hegemonía frente al resto del país gracias a la

centralización.

3 Ididem, pag. 324 Clara Guadalupe García, El Imparcial. Primer periódico moderno de México, pag.17

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Para Clara Guadalupe García la influencia que la prensa norteamericana pudo tener, y

en especial sobre el uso de la nota roja, se puede ver en octubre de 1896 cuando El

Imparcial dedica toda la primera plana a narrar de forma descarnada la ejecución de un

reo sentenciado a muerte.

El nuevo perfil industrial que El Imparcial está dando al periodismo es declarado por

el propio Reyes Spíndola cuando en las páginas del diario lo plantea de esta manera

“La prensa no tiene ya esa misión casi divina, doctrinaria y sagrada, que la obliga a

tomar la entonación magistral y la frase altisonante y pomposa para el asunto más

baladí… El reportero es el cazador que recoge y lanza la noticia aún fresca, cuando

todavía el suceso es palpitante. Ya no se le pide un estilo de maestro, sino buenos pies,

un ojo avisado e investigador”.5

Y el distanciamiento con compromisos políticos también se expresa en los propios

renglones de El Imparcial en la pluma de uno de los colaboradores que menciona “…

la política estaba muy lejos de nosotros y era patrimonio privado de los viejos que se

arremolinaban en torno a don Porfirio Díaz”6

Cuando el 12 de septiembre de 1896 Rafael Pérez Spíndola da a luz a El Imparcial

con el subtítulo El diario Ilustrado de la Mañana empieza a poner fin a esa prensa que

había sido usada como arma de lucha, recurso para difundir las intenciones políticas,

críticos de figuras públicas, como lo habían hecho La Orquesta, El pájaro verde, El

Ahuizote entre otros.

Junto con El Monitor Republicano, El Siglo XIX, El Universal, El Tiempo. El Diario del

Hogar; El Imparcial sería unos de los 2 mil 579 títulos periodísticos que según Florence

Toussaint circularon durante los años del porfiriato, pero a diferencia de la prensa de

su época El Imparcial lograría la frecuencia constante, larga duración y un amplio tiraje

que los demás no habían conseguido.

En Estados Unidos algunos periódicos habían logrado una amplia difusión gracias a

su bajo costo, y para Reyes Spíndola ese fue otro factor de éxito para su diario pues

logró que pudiera ser adquirido por un centavo.7

5 Ibidem, pag. 33. Retomado de El Imparcial, marzo 18966 Francisco Tapia, op cit. pag. 33. Retomado del El Imparcial, sin fecha.7 Hay antecedentes de algunos periódicos que ya ofrecían la publicación a precio muy bajo; en 1885 se había editado en Puebla el primer diario que costaba un centavo, El Monitor. En 1888 La política, en 1893 El Siglo XX que fundó Reyes Spíndola también costaron un centavo.

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El Imparcial enfrentó constantes críticas de periódicos contarios que se burlaron por

costar un centavo, en respuesta en su primer número Reyes Spíndola publicó una

defensa en la que expresaba que nada tenía para ser despreciado en la época de la

democratización de la ciencia y el ensanchamiento de la instrucción pública, pues

significaba estar con el progreso para satisfacer el mayor número de necesidades con el

menor número de sacrificios… 8

También enfrentó la crítica de ser prensa amarilla mencionando que… “Quien no

sabe descender hasta el pueblo, no puede educar al pueblo, y quien no pede educar al

pueblo no puede llegar a alcanzar la meta del progreso humano.

El título llamativo, la ilustración vistosa que habla a los ojos antes que a la inteligencia

abstracta, el sensacionalismo llamado a conmover para así mejor convencer, el cascabel

y la campanilla que aturden, pero que atraen, el color llamativo, la figura de alto releve

y mucho realce, una dosis de ciencia bastante para así dar solidez a la tesis, y mucho

de efectismo llamado a darle vida, tales son las condiciones que una empresa

verdaderamente popular debe satisfacer…” 9

El bajo costo de la publicación trae como consecuencia tirajes poco comunes para la

época “para junio de 1897, mientras el tiraje de El Imparcial alcanzaba 36 mil

ejemplares, El Universal imprimía 4 mil 500; El Tiempo 3 mil 500; El Globo 3 mil; El

Nacional mil; El Diario del Hogar 800, y La Voz de México y otros periódicos 6 mil

500.10 Antonio Saborit asegura que entre las tres publicaciones de la empresa de

Spíndola: El mundo Ilustrado, El Imparcial y El mundo, logró imprimir a lo largo de

1902 más de 30 millones de ejemplares.

Al respecto Clara Guadalupe García aporta las siguientes cifras, proporcionadas por el

propio diario; menciona que El Imparcial pasó de 12 mil ejemplares en sus primeras

ediciones a 120 mil ejemplares al final de su vida. Los siguientes ejemplos muestran

las dimensiones de crecimiento que este diario consiguió eventos como el atentado a

Porfirio Díaz le llevó a un tiraje especial de 49 mil 300 y el del asesinato del atacante

de Díaz en las oficinas policiacas llevó a 60 mil 500. El tiraje más alto fue en 1907 con

Por otro lado Ángel Pola ya en 1894 editó El noticioso, que costaba un centavo, daba detalles de ámbitos trágicos y dramáticos de la vida social e individual y por primera vez en México una publicación pudo editar 30 mil ejemplares. 8 Esta aclaración aparecido en el primer día de vida del periódico.9 Clara Guadalupe Garcia, op cit. pag. 810 Antonio Saborit, El Mundo Ilustrado de Rafael Pérez Spíndola, pag. 25. citado de El Imparcial 25 de junio de 1897

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motivo de la información sobre el asesinato del general Leandro Barillas que fue de

155 mil 199 ejemplares.

Sobre este tema los investigadores comentan toparse con diversas complicaciones

para tener datos más exactos sobre el tiraje de la prensa durante el porfiriato11 sin

embargo todos coinciden en que El Imparcial logró ediciones muy elevadas en

comparación con otros periódicos de la época.

“Contra los argumentos que en su momento intentaron desmentir la certidumbre de las

cifras, el propio periódico se defendió convenientemente, argumentando que su

circulación estaba avalada por la fe de un notario [… ] ofrecía a sus críticos abrir sus

libros de administración donde se asentaban los datos del papel y otros materiales

utilizados, pidiendo a cambio solamente que se le permitiera al El Imparcial la misma

prerrogativa. Esta investigación – en caso de que su propuesta fuera aceptada- estaría

certificada por dos notarios durante seis meses; el pago de los notarios correría a cuenta

del propio El Imparcial”12

Para que la impresión de tal cantidad de periódicos fuera posible Spíndola contó con el

desarrollo de la tecnología y los recursos económicos para poseerla. En 1896 importó

desde Estados Unidos la primera rotativa de impresión con la capacidad de hacer 12

mil impresiones por hora; Clara Guadalupe García menciona que la única información

sobre la máquina que ella pudo comprobar es que era una “Goss Straight line”

comprada en Chicago. En 1906 se adquirió una nueva prensa Goss con capacidad de

imprimir 100 mil ejemplares de cuatro páginas por hora.

El crecimiento y la velocidad que caracteriza la producción de este diario se reflejó

también en el crecimiento del número de trabajadores, que fueron de 58 empleados en

su fundación, a 120 para 1906 y para enero de 1908 ya eran 287 trabajadores.

Otra consecuencia que trajo la forma industrial de producción de El Imparcial fue la

creación de nuevos empleos, Francisco Tapia menciona que se amplió la variedad de

oficios en la redacción y en la parte administrativa con los linotipos, el fotograbado, la

rotativa, las dobladoras e incluso se creó la nueva plaza de reporter gráfico.

Contrario a la imagen de desarrollo, velocidad y crecimiento que figura alrededor, el

diario se desarrolla en medio del panorama de desigualdad y marginación que

caracteriza al periodo del porfiriato y de ahí se puede sembrar la duda acerca de la

posibilidad de que este enorme número de ejemplares de El Imparcial fuera en

11 Véase la investigación completa Florence Toussaint, Escenarios de la prensa en el porfiriato12 Clara Guadalupe García, op. cit. pag. 141

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realidad leídos. Clara Guadalupe García en su libro El Imparcial. Primer periódico

Moderno de México muestra un cuidadoso análisis sobre el punto, basado en los

números de analfabetismo que había en el país. “Para 1895, según el primer censo

nacional moderno, los datos oficiales reportaban que en México estaban alfabetizados 1

millón 843 mil 292 mexicanos, es decir, el 17.9 por ciento de la población. El siguiente

recuento de las personas que sabían leer es del año 1900; para esta fecha, el número de

leyentes había aumentado al 22.3 por ciento de la población total, es decir, 2 millones

185 mil 761. En 1910, este porcentaje pasó a ser el 27.7 por ciento, con un número total

de alfabetizados de 2 millones 992 mil 76”.13

Como resultado del análisis se puede decir que comparando el porcentaje de

alfabetizados y el tiraje de periódicos para 1896, 0.8 serían el porcentaje de lectores;

para 1900, 2.44 por ciento y en 1910 el 4.0 % cifra que representa el porcentaje de

lectores de los 2 millones 992 mil 76 alfabetizados.

La autora agrega que además de la alfabetización habría que considerar la posibilidad

económica de la población para poder comprar o no un periódico tomando en cuenta

que antes debía satisfacer las obligaciones familiares, por ejemplo en 1895 el salario

mínimo general era de 35 centavos por día, en 1900 era el mismo y el 1910 era de 45

centavos ( dichos salarios son los más bajos de todos, los que podría tener una

tortillera) …. “el periódico de a centavo sí era accesible a los ingresos, incluso de los

menos favorecidos económicamente. Por lo tanto el nivel de los ingresos de la mayoría

de la población no es un argumento que pueda contradecir la veracidad de las cifras

dadas como el tiraje del periódico”14

Un ejemplo de la época muestra la presencia de El Imparcial en la vida de la

población, en el periódico El Domingo de Durango se hace referencia a los lectores

del diario de Reyes Spíndola “circula en casi todas las clases sociales. Así lo

observamos todos los días. Muy temprano ya anda dicho periódico en manos no sólo de

gente acomodada, sino hasta de los cocheros, los vendedores de pan, de fruta. A todo

esto agregamos que, efectivamente, por donde quiere que se ande, sobre todo en las

principales poblaciones mexicanas, se nota el empeño no sólo por leer, sino hasta como

de hacer gala de la preferencia que se da a El Imparcial, como cuando una cosa se

impone como exigente moda” 15

13 Clara Guadalupe García, op cit. pag. 13514 Idibem pag. 13915 Clara Guadalupe García, op cit. pag. 140. Citado de El Imparcial, 1897

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Que el periódico costara un centavo también y pudiera tener, por lo tanto; una amplia

circulación también fue posible gracias a la publicidad y a los productos que se

anunciaban. Blanca Aguilar habla sobre lo original que resultaba que se pudieran ver

las primeras planas completas con anuncios de El Palacio de Hierro y el Puerto de

Veracruz, anuncios de Boker y Cía., El Borceguí, Teléfonos Ericsson, Singer o

Cervecería Moctezuma. Incluso Clara Guadalupe García menciona que El Imparcial

llegó a tener el 25 % de su espacio de anuncios clasificados. “En diciembre de 1900, El

Imparcial publicó un facsímil del primer cheque que por 50 mil pesos recibió de la

agencia Goetschel-Novaro, que de manera exclusiva promovía su publicidad.

Aclaraba que no pretendía presumir al informar de sus ingresos, sino subrayar que era

posible en México hacer de la publicidad una fuente de recursos para el periodismo,

basándose en el desarrollo económico del país –lo que implicaba la necesidad de

muchas personas de anunciarse- y en la gran circulación que tenía”16

La venta de espacios publicitarios fue una manera original y efectiva de lograr

distancia con la antigua forma de subsistir; aunque nunca negó la subvención que

recibía mes con mes del entonces secretario de Hacienda, José Ives Limantour “El

Imparcial fue un periódico planeado como una empresa, con lo cual expresaba otro

rasgo de su modernidad. A diferencia de otros proyectos periodísticos, pretendió

desde su arranque tener una amplia circulación e ingresos provenientes de la venta de

espacios publicitarios, para allegarse de recursos económicos que le permitieras no sólo

sobrevivir, sino ser rentable.” 17 Incluso contrató los servicios de la agencia de

publicidad Novaro y Goetschel como exclusiva para contratar la publicidad que día

con día iba creciendo.

La existencia de un periódico con un modelo como el que estaba desarrollando El

Imparcial impactó incluso en aspectos de la vida social, pues con la venta de estos

espacios periodísticos se empezaría a transformar la vida de la población de finales de

siglo, en tanto que los productos que se promovían como los cigarros, cámaras

fotográficas, blanqueadores de dientes no eran de primera necesidad.

La velocidad como rasgo distintivo de la transición a una época moderna se reflejó en

la producción de los periódicos de Reyes Spíndola. Mientras en 1900 la población vivía

la llegada de los primeros automóviles modernos de alquiler y el anuncio y

adquisición que hizo la Administración General de Correos de una máquina que

16 Idibem, pag. 6017 Ibidem, pag. 53

8

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cancelaba y fechaba de 30 a 40 mil estampillas por hora, Rafael Pérez Spíndola

publicaba en su periódico información extranjera gracias al servicios de las agencias de

noticias que permitían dar a conocer lo acontecimientos del mundo incluso el mismo

día en el que ocurrían, aprovechando la diferencia de horarios como sucedió con la

muerte del presidente McKinley.

“La posibilidad de tener noticias internacionales inmediatamente no sólo se debió a los

recursos técnicos desarrollados, como el telégrafo sino a la organización de los propios

periodistas. El ser miembro de la Prensa Asociada fue también condición necesaria. El

Imparcial tomó contacto desde sus inicios con esta agrupación estadounidense, y 1906

Rafael Reyes Spíndola personalmente ingresó como asociado. Ese año, en octubre la

Prensa Asociada organizó en México una oficina especial, que encabezó el periodista

James Carso. Esto significó no solamente la posibilidad de recibir en México noticias

de todo el mundo… sino también el recurso de enviar noticias de México …” 18

Para lograr la velocidad y diversificación de la información el uso de agencias fue factor

fundamental. Las que le vendieron servicios informativos a Reyes Spídola fueron

Cablegráfica y Telegráfica de Leopoldo Batres, el servicio de la noche de The New

York Herald, Asóciate Press y la agencia Ragagnon a partir de 1898. Se podría decir

que fue gracias a El Imparcial que las noticias del mundo podían ser del conocimiento

común en México.

En 1899 “ … Un nuevo éxito que logró el periódico fue que una novela por entregas, o

folletín, de Juan A. Mateos, Las olas altas, se convirtiera en un best seller, que agotaba

la existencia de los ejemplares en el almacén…” 19

Novedades como la mencionada, junto con todas las demás establecidas en el periódico

lo volvieron la adaptación de los requisitos de la productividad, competitividad y hasta

de libre circulación de mercancías, que según Gustavo Ernesto Emmerich son parte de

las ideas que sobre la modernización se tienen en el mundo occidental y que al final del

siglo se perciben en el momento porfirista.

El Imparcial logró un acercamiento e interacción dinámica con públicos heretogéneos

debido la diversificación de los temas y a diversos concursos que promovió desde

1897 entre sus suscriptores, quienes desde luego obtenían premios por participar; entre

1907 y 1908 fue muy sonado la entrega de obsequios como automóviles, máquinas de

cocer, bicicletas, incluso en 1908 el premio fue un chalet en Azcapotzalco.

18 Ibiem, pag. 15819 Ibidem, pag. 32

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La imagen de progreso que rodeaba a la empresa de Reyes Spíndola también se

observó en la fábrica San Rafael, que le distribuía el papel y cuya tecnología de

producción ya había pasado de usar trapo a celulosa proveniente de la madera; en su

parte empresarial mostró una dinámica agresiva, “entre 1899 y 1904 esta compañía

papelera absorbió varias fábricas papeleras, duplicó su producción de materias primas y

su fuerza hidráulica, triplicó su producción de papel e invirtió más de un millón de

pesos en el tendido ferrocarrilero que alcanzaba a distintas fábricas y dependencias, así

como las vías entre la compañía y la Ciudad de México. Por ahí entraban los rollos de

papel de dos metros de ancho y cinco mil de extensión que alimentaban a las dos

prensas planas y a las tres rotativas de Reyes Spíndola, dos de las cuales tenían

capacidad para imprimir 16 mil ejemplares por hora, mientras que de la otra llevada al

límite de su fuerza podían salir 96 mil ejemplares”20

Un factor ideológico que habría que mencionar, aunque sea de manera breve, es que

“La fundación de El Imparcial coincide temporalmente con el arribo del primer círculo

político nacional de los científicos, quienes contaban con un programa de desarrollo

económico, un proyecto de transformación dinámica del país hacia la modernidad y se

veían así mismos como la vanguardia en este proceso… 21 Una alta carga significativa

se puede reconocer en el hecho de que escritores identificados con ese grupo

colaboraban en el periódico; nombres como Francisco Bulnes y Justo Sierra

participaron en El Imparcial y principalmente El Mundo Ilustrado. Y seguramente que

la participación de reconocidos escritores como Juan de Dios Peza, Amado Nervo,

Juan José Tablada, Luis G. Urbina pudo haber ayudado a sumar lectores al proyecto de

Spíndola.

Como se ha venido diciendo a El Imparcial le acompañaron eventos que transformaron

al mundo a una estado de modernidad, el mismo año de su surgimiento la historia de la

imagen estaba por cambiar definitivamente con el nacimiento del cinematógrafo “El

MIÉRCOLES 5 de agosto de 1896 anunciaba El Nacional la próxima exhibición de un

aparato óptico llamado cinematógrafo Lumière…22 México fue así el 14 de agosto de

1896 el primer país americano en disfrutar de este nuevo espectáculo de imágenes en

movimiento. Hay que sumar que a partir de 1897 se da en México la introducción de

20 Antonio Saborit, op cit. pag. 2921 Nora Pérez Rayón, México 1900. Percepciones y valores en la gran prensa capitalina, pag. 4322 Aurelio de los Reyes. Los orígenes del cine en México 1896 1900. pag. 40

10

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la energía eléctrica; en la capital se empezó por el Palacio Nacional, el edificio del

Monte de Piedad y la Catedral, … y por supuesto que en la prensa se empezarían a ver

anuncios publicitarios sobre bombillas marca Edison, planchas, estufas….

Con el establecimiento de la cinematografía una nueva etapa de objetividad se estaba

madurando a través de la sensación de presentar la realidad tal cual es, concepto que El

Imparcial retomó para sus páginas a través de los grabados y las fotografías

“Si el trabajo de los caricaturistas era mínimo, con la aparición de El Imparcial

los dibujantes adquirían mucha importancia en la elaboración de los periódicos. Su

quehacer se amplió en lo suplementos dominicales, donde se incluían retratos de

damas de alta sociedad y figurines de la última moda”…23 a través de grabados,

fotografías, marcos y collages se buscó atrapar el interés de los lectores.

Para Clara Guadalupe García en el enorme proyecto que representó El Imparcial se

puede intuir la intención de Reyes Spíndola por ayudar a la construcción de una base

social más justa. Las acciones extra periodísticas y el acercamiento con los lectores dan

cuenta de ello; por ejemplo en 1901 se publicó un Almanaque de 50 mil ejemplares en

el que por primera vez se ve una fotografía en medios tonos de un delincuente que fue

detenido24

Las preocupaciones de tipo social iban desde promover la creación de obra del pianista

Ricardo Castro hasta dar apoyo a causas filantrópicas como ofrecer conciertos a costo

mínimo “La concreción de esta iniciativa tuvo el apoyo de la Subsecretaría de

Educación encabezada por Justo Sierra. A pesar de los escépticos, quienes no

imaginaban a los obreros en la ópera, el éxito fue rotundo, pues el Teatro Abreu se

llenó totalmente en las dos funciones que se realizaron. La Tetrazzini, cantante y diva

del momento dijo que su participación en esas representaciones fue una de las

experiencias más gratas de su vida artística. Los obreros homenajearon a la artista con

versos y flores….”25

También apoyó causas deportivas y relacionadas con el ámbito escolar “Este periódico

fomentó la práctica de los deportes, aportando el trofeo que sería el premio para los

campeones en algunas disciplinas como el base-ball y la esgrima. También apoyó con

23 Francisco Tapia, op cit. pag. 6924 Importante es la aclaración de Clara Guadalupe García acerca de que la fotografía que se publica se rescata de estudio25 Clara Guadalupe García, op cit. pag. 38

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premios a algunos concursos, como el que en 1905 convocó el Liceo Hidalgo, a

escribir un ensayo por el centenario de la publicación de El Quijote… otro ejemplo fue

la fundación de una casa de tiro para sacerdotes católicos. El diario donó un terreno, los

planos y los cálculos de la construcción de dicha casa…26

En otras acciones que trascendían el ámbito de lo informativo El Imparcial se aventuró

en propuestas con efectos prácticos en la vida social; a través de sus páginas impulsó

una campaña `para lograr que se estableciera un reglamento sobre el funcionamiento

de las pulquerías. También en 1909, gracias a las constantes manifestaciones logra que

los patrones prestaran a los obreros sobre sueldos futuros teniendo como aval al

Gobernador del Distrito. El último ejemplo que se cita es la publicación de una carta

que estudiantes de Guerrero enviaron al periódico solicitando que se abriera una

colecta para ayudar a las víctimas del temblor sufrido en ese estado en 1902. En

respuesta el propio José Ives Limantour aportó 200 pesos a dicha causa. “Diariamente

se publicaba una lista de los nombres y los montos de lo que se iba aportando, en esto

participaron los hombre prominentes del país, políticos, empresarios, comerciantes,

hacendados entre los que estaba el mismo presidente....27

El periódico logró gran convocatoria social, un acercamiento democrático y gran

influencia social, como se observa con los voceadores que lo repartían “Colaboraban

varios centenares de muchachos y al darse cuenta de que la venta del periódico

significaba un sustento, aunque mínimo, adoptaron esta nueva actividad. Ocurrían a las

instalaciones de Rafael Reyes Spídola para cumplir con ese trabajo regularmente”28

Hasta en el espacio físico que usó El Imparcial fue novedoso pues ocupó el primer

edificio levantado ex profeso para albergar las instalaciones de un periódico: estaba

ubicado en Damas y Puente Quebrado, hoy Bolívar y República del Salvador.

Para Nora Pérez-Rayón El Imparcial se ubicó frente a la segmentación que significan

las grandes ciudades modernas y en especial en un régimen desigual con una prensa

barata y de gran difusión, una prensa que contribuye a atenuar las consecuencias

disgregadoras de la época.

En definitiva el proyecto económico que implicó la empresa de Rafael Reyes Spíndola,

con El Imparcial, fue básicamente el primer intento de una moderna prensa

informativa que con su difusión masiva ayuda en la construcción de una base social más

26 Ididem, pag. 3927 Ibidem, pag. 143. Retomado de El Imparcial sin fecha28 Francisco Tapia, op cit. pag. 81

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justa, más democrática, más educada. Concretó objetivamente las necesidades de

progreso y modernización que flotaban en el ambiente durante la época de Díaz

consiguiendo que el impulso de progreso no fuera sólo un espejismo de minorías.

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