El Imparcial (18-II-1907)
Click here to load reader
-
Upload
glassworks -
Category
Documents
-
view
62 -
download
28
description
Transcript of El Imparcial (18-II-1907)
• « M ^ A I t TOJt^^^^^l^ (4J37
ELVMOLSJL 431 v i t a AcrauB
TAiWA « e ANBNM9S
. tmltjtttuní plMas Jt MctM tt^
NUMERO SUELTO 5 'CÉNTIMC» ';*;
DIARIO LIBERAL
FUNDADO POR D. EDUARDO GASSET Y ARTIME
SUPERCHERÍA DImiBlonom tmlsmmm — Oom ommom
ltí6Htloom.—Lo quo hlxo Montupo Rlamm—Lo t/ao h90» Mmui'mm
Recibini'OB y leemos con asombro el siguiente te legrama del alcalde de Almer ía S r . Pérez Gal lardo.
Almería 17 (1,25 tarde) «Anoche me p id ió el g o b e r n a d o r civi l
que firmara la d imis ión de alcalde de es ta capital pa r a legal izar la s i t uac ión , p u e s dijo había rec ib ido u n a real o rden admi t iéndomela. Neguéme á ello y protesté an te d icha au tor idad por habé r seme des t i tu ido l u n d á n d o s e en u n a d imis ión falsa.
PÉREZ G A L L A R D O , alcalde.»
Antes de comenta r este te legrama q u e d e n u n c i a hechos v e r d a d e r a m e n t e inconcebibles, re f resquemos , a u n q u e es t án b i en recientes , los detal les de lo q u e h a ocurr i do con el alcalde l ibera l de Almer ía .
E n el min i s te r io de la Gobe rnac ión , y n o por el conducto deb ido , q u e e s el del gobernador de la provinc ia , se rec ib ió d í a s pasados u n oficio con la d imis ión del alcalde de Almer ía . El señor m in i s t r o , s in consul tar á la au to r idad civil, s in sorprenderse de que aque l l a d imis ión caye ía com o llovida del cielo, n o m b r a u n sflcalda conservador y o rdena que se le dé geses ión del cargo. El alcalde de A l m e r í a n o sal» de su apoteosis. Resu l ta que él no h a dimitido, siiio q u e le han falsificado con ter-p ^ artes la d imis ión ; protes ta , na tura l mente, de la d imis ión falsa y del nombra miento, y cuando s in d u d a espe ra q u e && le mantenga en su fuero, se e n c u e n t r a c e n
.que el señor min i s t ro de la Goberna&ióa decide envia r á los t r i b u n a l e s la d imis ión apócrifa, pero resuelve al m i s m o t i empo mantener el n o m b r a m i e n t o de l a lca lde c o n s e j a d o r des t i tuyendo al l iberal y atro-pellahdo de paso , no sólo la ley munic i pal, s ino has ta los m á s e lementa les pr in-icipios de la jus t ic ia .
No pa ra ahí la cosa. Sin d u d a el gober-nador h a rec ib ido ó rdenes del Sr. Lacier-va y h a t ra tado ¡qué sa rcasmo! de legalizar
' la situación obl igando al alcalde á q u e haga b u e n a con u n a firma au tén t i ca u n a dimisión á todas luces falsa.
No se nos di rá que somos in t emperan tes en la oposición al Sr . M a u r a . Casi venimos s iendo min is te r ia les suyos ; pero este caso de Almer ía es de los q u e chorrean sangre , y el no decir lo, el no censurarlo, ser ía , m á s q u e benevolenc ia , pun i -!ble compl ic idad . Acaso h a contado con «lia el gobierno—en vista de la suav idad de la crí t ica al uso—para a v e n t u r a r s e á tales desmanes .
El caso de Almer í a es u n caso b i en claro pa ra resolverlo con arreglo á de r echo . Pe ro en vez de m a r c a r t e nosot ros el camin a ertTseflor min i s t ro , vamos á recordar le 3o qoe h ic ie ron en u n caso idént ico los precitos l iberales, los culpables de esos horrores de que hab la el seflor m i n i s t r o de la .Gobernación.
Era .presidente del Consejo el Sr . Montero Ríos , min is t ro de la Gobernac ión el Sr. García Pr ie to y g o b e r n a d o r civil de
tirando á las cajas, hasta la hora del almuerzo, en que regresó á Palacio.
Por la tarde, las dos reinas y la princesa Beatriz pasearon por la Casa de Campo.
El Bpy con el príacipe D. Carlos fué en automóvil al Hipódromo á jugar al «golf». Organizóse un partido entre el rey y el duque üe Alba contra el príncipe D. Carlos y el duque de Arióii, ganándola e^tos dos liltimos señores.
Al Hipódromo acudieron algunas distinguidas personas del cuerpo diplomático y de la aristocracia aficionadas al sport del «golf».
Como al salir los jugadores del Hipódromo estaba la Castellana atestada de coches, el rey y el príncipe D. Carlos regresaron por las calles de Bravo Murillo y San Bernardo, plaza de Santo Domingo y calle de la Bola, á Palacio.
La real familia no volvió ya á salir de Palacio.
• a n a t a 4lá
« a BL MaUPiUMNAI. 'ém h a y
LOS ANTIGLIRICALES S2 ITALIi
IMPONENTE "MANIFESTACIÓN POS TSLEGXAFO
(PB HUKtTHO COBBESPONSAI. XBPKCIAI.) Reinal? (9,30 noehe)
La demostración anticlerical de esta tarde, ntotlvada por el aniversario de Giordano Bruno, ha sido imponente, favorecida por la festividad dominical y por el tiempo espléndido.
A la hora prefijada se organizó en la plaza de Termini la manifestación, que la componían 30© asociaciones republicanas y socialistas, anarquistas, masónicas, escolares, obreras, agrícolas, y además los garibaldinos y supervivientes de las guerras de la Independencia.
Dirigían «1 cortejo diez diputadas republicanos y socialistas.
Todas las asociaciones lleivaban banderas y bandas de música y cuarenta y nueve enormes coronas.
E B conjunto formaban en la comitiva unas cuarenta mil personas.
Recorrió la-s principales caites lanzando gritos de ¡Abajo el clericalismo! ¡Abajo el Papado! ¡Viva Giordano Bruno! y ^Viva la li-bertadl
TamMén hubo algunos gritos subversivos. Las música» tocaban entre estruendosas
aclamaciones el Himno á Garibaldi, la Mar-sellesa y el Himno Internacional.
Desde los balcones d'el tránsito, todos atestados, se aplaudía á los manifestantes y se contestaba á sus gritos.
Ya en el Campo d« las Flores, desfiló la comitiva ante el monumento de Giordano Bruno. Los que llevaban las coronas, las depositaban allí; las banderas y estandartes se inclinaban saludando; las ovaciones se repetían á cada momento.
Después se dirigió la muchedumbre al Capitolio, en cuya escalinata habíase construido una tr ibuna dest-nada á Jos oradores, aunque lo.s discursos estaban prohibidos por las auto, ridades.
La multitud subió, sin embargo, la escalina ta é invadió tunmltuoaamente la terraza del CapHolio, atropen ando ¿-"ürts gendarmes y eg^ntes d« te policía.
Cuatro diputados pronunciaron sendos discursos, que fueron recibidos con aclamaciones delirantes.
Seguidamente, la manifestación volvió al centro de la capital y allí se disolvió sin más incidentes.
Mientras se veriflcó, la® calles quo conducen al Vaticano estuvieron cerradas por filas
•^^¿ñul.^1*l:^^!:i!!55*l*'2L'!® í'i ' . .^„'^^Í!"'^Í': l <*« gendarmes y las tropas^preparadas en los "-—Estábamos, como ahora , en v ísperas de elecciones. Hab ía en Ceuta u n alcalde conservador, el Sr . Sánchez . In te resaba a l gobierno r ecupera r el dis tr i to de Algeciras , cuya organización era conse rvadora totalmente; pero como n i n g ú n alcalde d imi t í a , no se hizo el m e n o r cambio , ha s t a el punto de tener po r segura su eleccién el s eñor Carranza, candida to conservador , u n a semana antes del 12 de Se t i embre . Ceu ta e r a Una de las llaves de la elección d e Algeciras.
Un día, al abr i rse el correo oficial, se «ncoiitró el g o b e r n a d o r de Cádiz con u n oficio en que d imi t ía su cargo el alcaide Sr. Sánchez. I n m e d i a t a m e n t e a n u n c i ó po r telégrafo la d imi s ión á Madr id , p i d i e n d o qué s6 n o m b r a r a sust i tuto con u r g e n c i a y p roponiendo al Sr . Cern í . F u é nombra do este señor, y cuando se.ídi&ponía á tom a r posesión, se recibió en el Gobie rno civil u n cablegrama del alcalde d e Ceuta advir t iendo al gobe rnador q u e su dimi-6ión era apócrifa. E n el acto el gobernad o r puso el caso en conocimiento del señ o r García Pr ie to , min i s t ro de la Gober-maoión, y horas después a q u é l rec ib ía la orden de pasar el tanto de culpa á los tri-^jbtinales, de suspender la toma de posesión del Sr. Cerní y de mantener en la alcaldía de Ceuta al alcalde conservador, que, eni efecto, siguió largos meses en su ca rgo .
Esa era la solucióh jus ta ; eso hizo u n gobierno l iberal; eso lo q u e h a deb ido har cer el gobierno q u e p res ide el Sr . M a u r a .
Apar te resiJetos personales , la solución dictada no es o t ra cosa q u e u n a in to le rab le supercher ía .
cuarteles. En provincias ha habido Innumerableis mee-
tíngs y manifestaciones anticlericales, todos sin el menor desorden.
En "Roma y en otras muchas ciudades, los clericales han publicado alocuciones rechazando la acusación que se les h a hecho do ser enemigos de la patria, y excitando á los católicos á oponerao á la t i ran ía jacobina,
TxDncw.
EL CARDENAL SANCHA, ENFERMO
POK TíLEGSArO fpm irosfTxo couxsroxtAi.)
Toledo 17 (5 tarde) Esta mañana se sintió indispuesto el car
denal Sancha. Tenía fleUre alta y quejábase de fuertes dolores on todo el cuerpo.
El médico de cabecera fué avisado inmediatamente y, después de reconocer al prelado, declaró que éste sufría un fuerte ataque de grippe.
Como la enfermedad no h a de permitir al primado en muchos días ocuparse de los asuntos de la diócesis, se ha encargado del gobierno eclesiástico el obispo auxiliar.
Lo más importante de la sociedad toledan a han desfilado hoy por el palacio arzobispal. —Leiesma.
MUERTE DE U PRINfiESA CLEMENTINA
fOM TMZEGSArO Viana 17 (8,25 maWana)
La pFiijcesa_^Ctementina de Orleajfts, madre Hel &r(nol»e Femando de Bulgaíiá, murió Ayar repantinaanonte, cuantío los médícoa la Rabian declarado curada a é la fhisíón de pecho, que la hahía puesto á las puertasi de la lira«rte.
Mañana debía erapffipder un viajo á Mentón con su nieto ^lipríncíjie de Sofía.
La octogenaria princesa, después de desayunarse ayer mañana, se dirigió á su haW-tóclón, donde cayó desmayada y murió á los |K>cos minutos.
Su testamento se halla depositado en París . ff-iBerfiímann. ^
ssassscsaaasassse:
ILOTAS DE PALACIO La corte vistió ayer de luto. Habíase recl-
Mdo por la madrugada un telegrama comunicando el faJlecimíento de la princesa Clemen-tiita de Sajonia Goburgo Gotha, y con arreglo 'i. la etiqueta dispúsose que fuesen guaniaoos dos dfas de luto rijfurosó y uno de alivio, que (empezaron á contarse ayer.
De aquí que los reyes al salir por la mafia-toa vistiesen de negro, produciendo ía consiguiente extrañeza en quienes no conocían la causa.
La reina Victoria paseó cen su madre pop la Casa de Campo, y el rey, con el coronel Fernández Blanco, fué al Tiro de pichón del Retiro, donde en unión del infante Alfonso de Orleana i del dugue <k Homacbuelos estuvo
UNA DEUDA DE ESPAÑA
POK TSLMGXArP |PB mntsrao coxusroMaAi.)
Burdeos 17 (10,15 noche) Un periódico bórdeles publica una carta
abierta dirigida al ministro de Hacienda, mon-sieur Caillaux, por M. Edmond Lacosfe, quien pretende haber descubierto en archivos españoles pruebasirrefutables de que España debe á Francia desde tiempos remotos 120 millones.
El denunciador excita al gobierno francés. ¿ reclamar el pago de tan importante cantidad.—C. .
EL HAMBRE EN CHINA
vechan la exención de derechos concedida pa ra los cereales destinados á las víctimas del hambre y acumulan un considerable stock, á fin de revenderle á precios exorbitantes.
Muchas personas hambrientas devoran la corteza de los árboles.—F.
LIBERALES 7 REACCIONARIOS
LAS COALICIONES DE BILBAO POK TELEFONO
( S I KUKSTKO COEKESPONSAI.]
Bilbao 17 (11,23 noche) La Gaceta del Norte, órgano de los clerica
les, asegura hoy con regocijo que es ya un hecho la unión de los elementos reaccionarios para las elecciones provinciales.
Confirma abiertamente la intervención deí obispo de Vitoria en los trabajos electorales pkara aunar las voluntades de los católicos, diciendo textualmente: «Ha tenido parte principalísima nuestro muy amado pre}a;dp. Debe» e« de los prelados, á quienes Dios puso al frente de los fieles, acudir á. la defensa del sagrado depósito de la fe.»
El Liberal, comentando la intervención del obispo, dice: «La verdad es que se necesita haber perdido toda noción de lo que es ©1 gobierno y la administración de los pueBlo» pa ra consentir que las autoridades eclesiásticas se entrometan en la política has ta el-punto de señalar ellas los que han de ser representantes del pueblo.»
Los socialistas bilbaínos han degignado esta tarde como candidato al exoonoejal Pa^-cundo Perezagua, que haca pocos d í ^ ciijn-plió la condena de destierro que por tujurias á un bizcaitarra sufría en Santandeír.-^rMero.
Lunes IB éé Febrers tf« KI07
7^RaO*06 D e 8«»80lltOiÓlt Matáriá, m ^ p e s ^ » a i a a o . ?M«Í9MÍa8, • MMéM tránnsAne U MuestM. ' tw^nftA,!^ ÍA. id .
ü s á ó n p ^ l |l«p«fletMteiMert**< KaáoBcs a « e<«ayá»BáL¿M Id id. id. Toéa la owanaif^waéimmtkj f^xca d^bea dingirae tü
% ÜAES dd Mesonero Bomaiios, SI
MILITARES Y PAISANOS
POM TXZMGXArO FerMl 18 (12.28 madrugada)
A' consecuencia de u n a disputa entre v£ü-rios paisanos y militajies, uno de aquéllos, Ramón López, sacó una navaja y acometió al sargento Fraga; éste cogió entonces una piedra y golpeó é hirió en la cabeza á López.
En el barrio de Cánido entablaron viva discusión el paisano Manuel Permuy y el marinero cometa Ignacio Caneiro, por bromas de Carnaval. Agrióse la discusión y Caneiro resultó con una profunda cuchillada.
En grave estado h a sido conducido en tma camilla á la Casa de Socorro.—C.
LOS ARSENALES
POK TXLEGKAPO Hoi*p«i>«s i u M u d l t * * * — C a n l e n n v e a i i l«
m u « i * ( » « . — L n « o i l i e i » d e l o a m e r -• u d v v e » .
Londree 17 (7,40 maffana) Las últimas correispandencias del Extremo
Oriente recibilas aquí relatan detalles conmovedores de los estragos que el hambre causa en vast/is regiones de China.
El doctor Woods, en carta fechada en Tsin-Kian-pu, dice que los habitantes de la comarca deshacen sus casas para procurarse sustento,
'vendiendo la paja y la madera. Diariamente perecen de inanición cente
nares de personas. uHe visitado—dice el doctor Woods—uno de
los grandes campos de socorro de TsinrKian-pu, donde había unos 300^000 refugiados. El espectáculo era espantoso. Me faltan palabras ga ra describirle. El invierno es además terri-
le por la intensidad del frió.» En otra carta interesante, escrita por el
Jesu í ta padre Thomas, se calcula en más de un millón el número de personas hambrientas que hay en la prefectura de Hutschen. Muchas familias acomodadas en otros tiempos, se ven reducidas á comer una ó dos veces al día una mezcla de hojas y raíces.
A estos horrores se suman los a.ctos de bandidaje da ciertos oogociantes pbinos^ gué «gto-
LOS CISMlTICOS DE PARÍS
EL T E R C E F E S C Í N D A L O POK TELEGÜATO
Paris 17 (7 tarde) Esta mañana, como domingo, hubo misas
rezadas en la capilla cismática de la oalle Le gendre.
En ninguna de ellas hubo incidentes de importancia.
Pero al empezar la misa mayor, cuando la Iglesia estaba m á s concurrida, se reprodujeron con iguales caracteres que el domingo anterior los alborotos promovidos por los católicos.
Los agentes de la autoridad, que estaban ya apercibidos, entraron en el templo y expulsaron de él á los perturbadores.
Estos se quedaron en la calle formando, compacto grupo, y cuando el público empezó á salir se lanzaron sobre él.
Hubo reyertas, golpes y contusiones. Las sen otras huyeron dando g-itos y algunas se desmayaron.
La policía intervino y detuvo á 20 agresores.—C. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
PUEBLOS RIVALES POK TELÉGRAFO
| I > B H U B S T K O C O S E S S P O N S A L )
Ca!.i(e?lán 17 (12,35 tarde) La colisión entre Cervera y Calig empezó
por una terrible paliza que recibió un vecino de este pueblo, á quien los de aquél dijeron: "No te matamos para que cuentes á los de tu lugar que te hemos pegado y sepan que acaba-reuios con todos vosotros, por la zanja que habéis abierto cortando ©1 camino.»
Buscando solución al conflicto entífe Calig y Cervera, el gobernador de esta provincia ha llamado al capitán de la Guardia civil de Vi-naroz y á los alcaldes y vecinos influyentes de ambos pueblos.
El capitán h a llegado ya y según referencias, manifestado al gobernador que la agresión de los vecinos de Calig al juez de Cervera fué brutal. Sobre él cayea'on lo menos quinientos con piedras, palos, hachas y navajas, dejando su cuerpo completamente machacado.
í la añadido el capitán que la agresión no se dirigía deliberadamente contra el juez, sino que excitados los vecinos de Calig por noticias que habían recibido de haber sido maltratado por los do Cervera un convecino suyo, habían jurado vengsírse acabando con el primero de este pueblo que pasara por allí; y que tanto unos como otros van armados has ta los dientes.
Y finalmente, que los sucesos son ajenos á la política y obedecen sil antiguo pleito de la acequia que se disputan ambos municipios. —O.
LA POLÍTICA_EN FRANCIA
POK TXLEGRAFO Lioa r n i n o p e s ú.» « • • i s i « . — T o d o « p i c
a n d o . — e . a a c l K u d d « Btv iaud .—üfo-. jg; 'oela«lón C i i a | i « n d i d n .
París 17 (8 noche) Todos los periódicos comentan hoy exten-
samenre los rumores sobre el real ó supuesto conflicto ministerial.
Fl martes defenderá en la Cámara de diputados el ministro de Instrucción pública su proceder político y el mismo día se celebrará el Consejo de ministros.
Si mañana se suscita.se la cuestión en las Cámaias, el gobierno, poniéndose á disposi-
'ción de senadores y diputados, pedirá el aplazamiento de la discusión hasta el martes.
En d.'cho día se discutirán las interpelaciones anunciadas.
El ministro de Cultos, al lecibir hoy á dos ; diputados representantes de la Federación de
comités radicales y radicales-socialistas del Sena, les h a dicho que continuará con su política de pacificación y que el martes se explicará categóricamente en la Cámara,
Les ha anunciado también el ministro que á consecuencia de las discusiones que hubo en el Consejo de ayer se han suspendido las negociaciones entre el prefecto del Sena y el arzobispo de París.—C.
ron TMLEGXAFO Cartaaena 17 (|«,Í0 tarde)
Con motivo de haber sido despedidos ciea obreros de este arsenal, acaba de celebrarse un meeting pa ra recabar de las autoridades el concurso necesario á fin de evitar nuevos despidos.
La concurrencia h a sido extraordinaria. En la reunión se ha dicho que el ministrO;
de Marina h a dispuesto que las reparacionea| en el «Carlos V» se verifiquen en Barcelona' con perjuicio de este arsenal, cuyos créditos, han sido mermados pa ra atender á aquellas.
Los ánimos están muy excitados. El meeting h a terminado con orden •perfec»'
to.—Palacios. Ferrol 18 (12^8 tnadriiflada)
Afírmase que el crucero «Catalufiaj>, que lleva,, veinte años construyéndose en Cartagena, vendrá á este arsenal p a r a que se ultime aquí su construcción.—^C.
« En el ministerio, de Marina dicen que la
despedida de los obreros viejos del arsenal de Cartagena h a respondido á demandas de la opinión que reclaima la reorganización de 'es arsenales. Algunos de esos obreros no trabajan desde hace lo menos diez años, por carecer de condiciones físicas.
Entienden los altos funcionarios de Marina, inspirados por el ministro, que los olwe-ro9 de los arsenales deben estar en condiciones de prever esa eventualidad como ocurre en el extranjero, organizando cajas de socorro. Ya en este sentido hizo algo el Sr. Auñón.
En último caso, el gobierno se hal la dispuesto á no desamparar á esos trafcaj adores ancianos.
PRESIDIARIOS EVADIDOS Enpoolallat»m da la fugm
Las autoridades de Navalcarnero han telegrafiado al (j<)bi«rno civil que anteanoche á las doce se escaparon de la cárcel de d^cho pueblo dos penados de Ocaña llamados Dionisio López Duque y Justo Pastor Víctor.
Se t r a t a de dos pájaros de cuenta. Dionisio, que es conocido entre la gente ma-
l^aaite por «Ceferinc el Pintor», es hombre de arrestos. Se ha fugado varias veces. Una de ellas en circunstancias verdaderamente novelescas.
Seguramente recordarán nuestros leotopes una de las más curiosas y ecrocambolescasoí fugas de presidiarios en que tomó par te «Cefe-rino el. Pintor».
Este iba hace años cotí Podro Blanoo, que hoy sufre condena por la muerte de un cochero en la plaza de Matute, y con Dionisio Agreda (a) el ((Moreno» en el coche celular que volvía del Palacio de Justicia á la Cárcel-Modelo.
Al pasar el vehículo por el paseo de Areneros, ((Ceferino» y «el Moreno», que habían abierto un boquete en el fondo del coche, huyeron por éste, sin que fuesen capturados.
El otro fugado de Navalcarnero, Justó Pas-• tor, estuvo couiplicado en el robo de la caja de la Compañía de tranvías, y es muy inteligente.
La policía madrileña puede en esta ocasión mostrar su celo y actividad buscando á estos-pájaros, pues no será difícil que hayan venido á Madrid.
Aunque el telegrama que da cuenta de la evasión no dice el por qué de encontrarse en Navalcarnero los dos presidiarios, todo hace suponer que habrían inventado alguna historia pa ra su traslado ccm objeto de realizar la fuga. ¡
Palma de Mallorca 17 A bordo del vapor (cBellver», que se diri
gía á Barcelona, iba un preso, que, al hallarse el "barco á la a l tura de Dragoner, desapareció, y no se le ha encontrado en todo el vapor.
Créese que se echó al mar. Debía cumplir trece años do presidio en Ta
rragona. Se t ra ta de un pájaro de cuenta, que es l a
tercera vez que se escapa. Se llama Bartolomé Miralles Banza.—Men-
cheta.
Peña-Plata y Vara y en las operaciones reali-zadft.s sebre San Sebastián y Hemani .
Formó parte el Sr. Barraquer, entre otraa vanas , de la oomisión de estudios del anteproyecto de defensas del territorio que ha da cruzar el ferrocarril d« Noguera-Padlaresa, comisión que presidió, representando al ramo de Guerra, en las .sesione® celebradas en Par ía soljre el trazado da dicho ferrocarril, el 93 y, el 94. "
Por sus notables y ejstraordinarios t r aba . JOS para la fortificación y artillado de la plaza de Barcelona se le concedió el 90 la crua blanca de tercera clase del mérito miUtar.
Mandando, de coronel, el 4." de zapadores contribuyó el año 1902 á restablecer el orde^ en Barcelona, sosteniendo vivo tiroteo contra» los huelguistas al frente de las fuerzas á s u l ordenes.
Cuenta el Sr. Barraquer cuarenta y cln« co años y cinoo meses de efectivos servicios y, se hal la en .posesión de las cruces blancas da primera, segunda y teroeira ciase del Mérito militar, roja de primera d é l a misma orden, cruz y placa de San Heraaenegildo, cruz dg oficial de la Legión de Honor de Francia y me* dallas de Alfonso XII, guerra civil y Alíoa* so XIII.
MEETINGS EN BARCELONA POR TELEFONO
Barcelona 17 (10,31 noebe) ff.oM a n t i s o i i d a r l o a
Cerca de las cuatro de la tarde comenzó en eUteatro Condal, que ha estado lleno, el meeting anticlerical y de propaganda electoral organizado por lora antisolidarios.
Hablaron los Sres. Giner de los Ríos, Mir y Miró y otros, que censuraron m.ás ó menos abiertamente al Sr. Salmerón.
El Sr. Lerroux pronunció et diseurso-resu-men, de más de una hora de duración. Al decir que si el Sr. Salmerón es jefe en Madrid, en Barcelona lo es él, oyéronse aplausos y vivas á Lerroux y mueras á Salmerón.
Numerosas fuerzas d» la Guardia civil y de policía han vigilado el local y los alrededores.
L.»)» a n a i * q n Í K ( a 8 Sin incidentes mencionablos se ha verifica
do un meeting anarquista en el teatro Onofre, al que ha asistido regular coMCurrencia.
Hubo extraordinaria vigilancia.—2*itewíe.
NOTAS MILITARES NUEVOS GENERALES
ü. Jaaé do Poi»i*aa y iúgai»o Entre los ascensijs firmados anteayer por
su majestad figura el del general de brigada D. José de Porras á general de divisióíi.
Nació el Sr. Porras el 7 de Octubre de 1841. Procede del a rma de infantería, en la que fué nombrado cadete de cuerpo el 20 de Junio die 1857, y promovido al empleo de alférez el 59.
Tomó parte en la campaña de Santo Domin^ go; fué ascendido á capitán por el mérito que contrajo en la batalla de Aleolea, y el 70 ingresó en el cuerpo de carabineros.
Se batió en la campaña carlista; contra los republicanos en Valencia, en el sitio de Cartagena y otros diversos hechos de armas.
En 1897 se le confirió el empleo de general de brigada, en el que desempeñó diversos man-dos de brigadas y de provincias, distinguiéndose el 99 con motivo de los sucesos de la huelga de obreros de Altos Hornos.
Cuenta el Sr. Por ras cuarenta y nueve años y medio de servicios; hacía el número 6 en su escala, y se halla en p(jseslún de la cruz de Isabel la Católica, encomienda de número de la misma orden, cruz blanca y roja de primera clase del Mérito militar, cruz de Carlos III, gran (3fuz de San Hermenegildo y me-dárTírs'de la guerra civil y de Alfonso XIII.
D. Joat/uln Bafratguof y do Pulg Eli Sr. Barraquer e ra ef coronel comandan
te de ingenierosi del cuarto cuerpo de ejército, y anteayer fué ascendido por S. M. al empleo de general de brigada.
Nació el Sr. Barraquer el 22 de Octubre de 1845; ingresó en la Academia de ingenieros el 61, y fué promovido al empleo de teniente el 67.
Tomó parte en la última campaña carlista; se distinguió notablemente en la extinción úñ un incendio habido en El Escorial el 72, y proyectó diversas obras de defensa en Cataluña el 73.
Operando contra los carlistas, entre otros muchos hechos de armas se encontró en el ataque y toma de la Loma del Cuervo, en la acción de Aizuza y Elcamo, es la ocupacitto de
EXTRANJERO POK TMtEGSAFO
D e a « B V i > l l a i n i e n t o . ~ a o t u u a i f t o s Nueva YopM7
Eí tren eléotrico de lar «New-York Cea¡liíal»v que salió de lesta ciudad á las seis y quinde i » la„tarde pa ra ir á V^ i t e , descarriló ceíCa d0 Bádford-Park.
Ha habido 50 muertos y 40 heridos.—W« I>ecia i>a«i t f i i d e B o r a a f o p d
Londres 17 (7,40 fflaRana) El corresponsal de The Uew York Herald
en Méjico, según despacho de New-York recibido polr la Central News, dirigió ál a lmirant* lord Charles Beresford una pregunta acercal del rumor sobre la negativa de ese jefe á acept a r el mando de la escuadra del Canal de fal Ma«ucha.
El almirante decl«iró el rumor inejcacto yi añadió:
—De vuelta del Mediterráneo en Londres* declaré que no podría aceptar el mando de la¡ escuadra, en cueetión sin que se realizasen: en ella ciertas, modificaciones. El ministerio de Marina las aprobó y yo acepté el mando antes de par t i r pa ra América.—^F.
Y a n k i s y J a | i o n e a « a Washington 17
El Senado federal adoptó ayer el proyecto de ley sobre inmigración.
Ese proyecto comprende una cláusula qufl prohibe la inmigración de ((Cooliesw ja{>onesea en los Estados Unidos.—Crocfcer.
SL» ( l o a i e i a «la M a r i t a o é o a París 17 (1,30 madrugada)
Según! despacho d e Tejiger, sie h a n conoeB» trado numerosas tropas en Fez, pa ra fonnav el cuerpo de polksía internacional.—G.
B..» T u n a d e V w l l n d o l l d Burdeos 17 (8 noohe)
La T u n a valisoletana h a dadla aqtsí B U concierto ante numeroso público, formado «Di gran par te poar españoles.—Q.
La, B a n e p 4 « d e C a r d n « « I Roma 17 <9 maSaia)
El entierro de Cawlucci se veriñoartt el lunes.
El rey Víotor Manuel estará representad* en las exequias por el conde de Turto, y el go-i biemo por el min<stro de Instrucción púSü-ca.—C.
S c f i e d e d i i e l o s París 18 (I2.S madrugada)
El príncipe Dolgorouky, expulsado de uní' Club aristocrático por sus opiniones liberales, h a desafiado á todosi los miembros de aquéL
-C.
LA LIGA ANTITUBERCULOSA POK TELÉGRAFO
U l a p e u « a a > i o «ii V a l l a d a l l d VaMadolid 17 (II ntobs)
En el teatro de Calderón de la Barca s0 está celebrando una velada á beneficio áei Dispensario antituberculoso que se va á creaü en Valledolid.
El teatro presenta brillantísimo aspecto^ Todas las localidades están ocupadíis, y en las de preferencia se hallan las familias m á s distinguidas de la capital.
Después de una sinfonía, ejecutada por laü orquesta, el concejal-delegado del Ayunta-» miento, Sr. Cilleruelo (D. Pablo), con breves y, elocuentes frases, presenta á D. Ricardo Royo Viüanova, catedrático de la facultad de Medicina de Zaragoza y hermano del director de El Norte de Castilla, encsírgado del discurso Inaugrural de la velada.
El Sr. Royo pronunció en pro de la creación de Dispensarios antituberculosos u n a arenga notabilísima, y anunció un donativo de 1.000 pesetas del arzobispo pa ra el que sa t ra ta de fundar.
Los aplausos, que con frecuencia interrumpieron el discurso, se repitieron al final üe éste.—R. I
PREMIOS Á LABRADORES Y GANADEROS
La Gacela de ayer h a publicado un decreto del ministro de Fomento por el que se distribuye la cantidad de 50.000 pesetas consignadas en Ios-presupuestos pa ra premios á agriculto-res y ganaderos entre las diversas regioiies agronómicas de España, teniendo en cuenta la clase de cultivos y la imiwrtancia de la ganadería en cada una de ellas.
Los «Boletines Oficiales» de las provincial publicarán las condiciomes del concurso en el momento que ^e constituiya en cada regían la junta calificadora. Esta se comijondrá de un presidente, que lo será él comisario regio de Agricultura más antiguovdle los que residan en la capitalidad, y cuatro vocales, que varían según la región de que s«*trate."
Autorízase á las Juntass calificadoras parai proponer al ministerio de Fomento la concesión de menciones honoríficas y cruces de la orden del Mérito agrícoia p a r a aquellos agricultores y ganaderos que s iga» en orden á los premiados. «
Todas las gestiones que originen estos concursos hasta la adjudicación de los premios inclusive, deberán veriflcars© por las Jun tas calificadoras antes del día 1." del próximo me» de Noviembre.
LA TEMPERATURA
Ayer lució el sol espléndidamente, lo'qílfc unido á un viento flojo y bonsancible hizo que el día pareciese de pr imavera.
La temperatura máxima fuéade 17j y la mínima de 2.
Málaga 17.—MAsima: 19.—'Mínim»: 10,Sb —Buen tiempo.—Sociedad del cltuHu.
tBmatamüaBmemmmmm
j i i i ^
mirw^pM xa^mm: MJ37 EL IIFAR&IAI» W Lunes 18 dt febrtrs 181907
REVISTA JJTERARIA JL» resqrrecelén d« nn poeta 4>Ivld»d«.—Fedro
Espinosa.—Eítudio biográfico, biblioeráfico y crítico, por D. Pr»ncisco Kodríguaz Msríti.—Obr» pre-miaás con raedallft de oro en público certamen por Toto unánime do la Academia Española é impresa á •US expensafc^Madrid, 1907.—461 páginas en folio.
Entre los cultivadores de nuestra historia d terar ia ocupa hace tiempo lugar señaladísimo el Sr. D. Francisco Rodríguez Marín, en quen reviven las sales castizas del ingenio nacional, unidas á la paciencia benedictina y á la p^pRpicacia crítica que se requieren para ir sacando á luz las viejas y gloriosas figuras de tiuéstro panteón literario.
Ha realizado Rodríguez Marín la maravilla de trocaría la erudición, de seca y desabrida dueña cuya conversación solo podía ser grata á los ratones de biblioteca, en agradable y retozona musa que hace revivir ante nuestros ojos las escenas y las figuras del tiempo pasado y nos habla con tanto saber como donaire de las vidas de los artiñces de la poesía y la prosa castellana, á menudo olvidados por la acción (le los siglos, que van esfumando imágenes y dejavido boií"osos nombres y sucesos.
A min (ift estos olvidados ha querido consagrar sil i'ilíiino libro,-premiado con medalla de oro por hi, líeal Academia Española. Me refiero ai esiiidio biográfico, bibliográfico y crítico de Pedro Espinosa.
No parí^cerá exageración calificar de olvidado al autor de las «Flores de poetas ilustres», si se considera lo incompletas que eran hasta ahora sus biografías y la rareza de los ejemplares de sus obras, casi todas las cuales se conservan eñ la Biblioteca de la Sociedad hispánica de América, fundada por el conocido hispanófilo Mr. Archer Milton Huntington. Bibliófilos y bibliógrafos españoles de tanta cuenta como Nicolás Antonio, Gallardo, Salva, no pudieron ver ejemplares de muchas de esas obras, lo cual se explica por haber sido cortas las t iradas de bastantes de ellas y no haber salido á la venta, distribuyéndolas Espinosa entre sus amigos y protectores.
De las tres partes en que se divide la amena y erudita obra de Rodríguez Marín, la más icxtensa, pues ocupa más de las dos terceras partes del libro y al mismo tiempo la más interesante para la masa generaj del público que presta algiina atención á los asuntos literarios, es la biografía del poeta antequerano. Sin duda la bibliografía es copiosa, detallada y completa en cuanto cabe y el estudio crítico atinado y revelador de un gusto sdecto educado en las buenas lecturas, pero estas dos partes de la obra no tienen el atractivo, franco y accesible á todos, que ofk-ece la resurrección de la figura del autor de las «Flores de poetas Ilustres» y la reconstitución histórica del medio en que s© formó aquel ingenio que, con ser de segundo orden, en relación á los príncipes de las letras que florecieron en su tiempo, aún tiene importancia suficiente pa ra que a« le haya podido consegrar una tan extensa biografía como la escrita por Rodríguer Marín.
La biografía de Pedro Espinosa es un tró-Kt de historia, un lierazo de época ©n que aparecen las AcadeTn'as li terarias con sus discreteos, las escuelas poéticas con súTs varios estilo» escritores famoscs y deconocidos con sus oiferentes lances de fortuna, sus amcrios, sus enemistades, sus horas da inspiración y sus momefitos, de envidia. Allí vemos á los humanistas que has ta ©n pueblos pequeños conservaban el fuego sagrado del Renacimiento y el culto de las letras latiÚ8i.&; vomos las siluetas de los vates que alternaron con Espinosa en el culto á las Musas y á quienes él dio hospitalidad en su Antología.' Con ellos aparecen, trasmitidos á la posteridad por el mérito d© larguezas, no siempre muy largas, y que les han dado crecidos réditos de fa.ma, los nombres de algunos de los Mecenas.de aquolla (turbamulta de poetas, á menudo tan faméli-oos como ingeniosos, dispuestos siempre á poner en los cuernos de la luna las prendas del príncipe ó seUor que les hiciera alguna merced. ' Ese tí'ozo de historia, mejor, ese rincón de
los jardines de la historia, desvanece los pardos celajes de la adusta y tétrica leyenda es-ipañola, forjada por ligerezas y perjuicios extraños, en que no «e ve más que un inquisidor, un soldado bravonel, un picaro y una tapada. ¡Cuan otra España que esa España falsa, cubierta con n^egras tocas de viuda, ía -nática, impenetrable y esquiva, es la que véanos en el libro de Rodríguez Marín! Hay allí una vida fuerte, armoniosa é intensa. En un marco más serio y grande y con una moral taás rígida hay algo de la vida apasionada y culta del RenatJimieíito italiano. Veintiocho años tenía Espinosa cuando se retiró á la ermita de la Magdalena, cerca de Antequera, tomando el nombre de Pedro de Jesús. Había amado apasionadamente á la gentil poetisa doña Cristobalina Fernández de Alarcón, la Crisalda de sus canciones, seudónimo ó nombre arcádioo. formado, según estilo de la época, con las primeras sílabas del nombre y apellido de la dama. La conoció casada, la cortea jó honestamente en versos innumerables, y cuando ya viuda creyó que iba á recoger el premio de sus ansias amorosas y de su constancia, recibió el gravísimo desengaño de que doña Cristobalina se casara con un estudian^ te, Juan Francisco Correa, que ni siquiera cursaba facultad mayor. Tal vez la dama, como la matrona del cuento, pensó que pa ra lo que ella le quería tenía ol estudiante la baa-taífffe ciencia, sin necesidad de entendérselas con Bartulo y Baldo, con Duns Escoto ó con ¡el águila de Aquino.
A eeite desengaño de amor uniéronse otros ique acaso impulsaron también á Pedro Espi-hosa á buscar en la vida, eremítica un refugio contra ios dolores del mundo. A los veintiocho años, Espinosa había vivido ya. En Grana-Ba, en Sevilla y en Valladolid, donde se halla
ba la corte, había conocido á los principales ingenios de la época. Había ya impreso sus ((Flores de poetas ilustres», colección que venía á llenar un vacío, puesto que no había ningún libro semejante al ¡(Cancionero general», que recogiese las flores del nuevo Parnaso, inspirado en los ^ s t o s de Italia, como aifu^ Ha otra colección recogió la poesía castellana de tiempo de «los Reyes Católicos. Pero las ((Flores de poetas ilustres» no alcanzaron buen éxito. Los gustos del público iban hacia la novela y el teatro; fatigaban ya las colecciones de poesías y Espinosa padeció al mismo tiempo los desvíos del amor y los de la fortuna literaria.
.Sin embargo, Espinosa, á pesar de su amor á la soledad, su pureza de costumbres y su genio humilde, no perseveró en su vida de ermitaño. Al cabo de algún tiempo, ya ordena-d.%»_el fioeta, como tantos ingenios de la época, le hallamos de capellán de aquel magnífico duque de Medina Sidoniá, D. Manuel Alonso Pérez de Guzmán, que tan espléndidas fiestas diera á Felipe IV en el encantado bosque de Doña Ana, convertido al efecto en selva de leyenda de hadas. Los últimos años de Espinosa no estuvieron exentos de amargui'as. El hijo del duque, D. Gaspar, retiró al viejo poeta las mercedes que le había hecho su padre.
No era interesado el autor de las ¡(Flores de poetas ilustres», y m á s que la pobreza en que pasó el final de su vida afligióle la par te principal que la casa de Medina Sidonia, á la que él- había consagrado tan ardorosos panegíricos, tomo en la separación de Portugal y en el intento de apa r t a r á Andalucía de la obediencia del rey de España.
Esfti es la vida intensa y rica en emociones espiritfuale», no obstante su sencillez exter'oi*, que nos cuenta con sabia proligidad Rodríguez Marín. Podrá decirse que el fondo del cuadro vale más que el personaje, 'pero el buen historiador avalora á sus héroes, y Pedro Espinosa ha tenido, al cabo de siglos, la fortuna de que se le dedique un extenso y valioso capítulo de nuestra historia literaria, que prepara al público p a r a la lectura de sus obras, próximas á imprimirse bajo los cuidados diligentes de Rodríguez Marín.
2. &ÓME2 DE BAaniSO.
EL INCENDIO DE AYER
Tpmm a/mao0ne» daminuldomm-Bom-bofom lomionadomm—Lom pmntalO' nom dol mloaldo.
A las ocho menos cuarto de la mañana de ayer estalló Un incendio en la estación de las Pulgas.
El fuego, que comenzó en un vasto edificio dedicado á almacén de maderas, revistió bien pronto caracteres de importancia.
Acudió todo el servicio de incendios; pero en los primeros momentos los valientes bomberos pudieron hacer bien poco á causa de no haber en las inmediaciones de la estación bocas de riego; mas por fin las máquinas de vapor consiguieron enviar sobre las formidables llamas agua que recogían de un depósito que hay á alguna'distancia.
Él almacén de maderas es propiedad de D. Francisco Arana, y á causa de haber instalado otro depósito, hace tiempo tenía alquilado parte del edificio á los Sres. D. Toribio Sáinz y D. Santiago Hiera.
El primero tenía depositados allí cristales y harinas, y el segundo cemento.
No hay que encarecer la importancia del fuego con combustibles como la madera y la Ijat-ina.
Todo el personal de incendios de los diez distritos de Madrid, con el material correspondiente, hubo de cooperar á la extinción del incendio, rivalizando los bomberos en arrojo y actividad.
Comenzaron los trabajos por el deirribo de varios tabiques, uno de los cuales cayó muy cerca de los bomberos-. Dos de éstos sufrieron lesiones, por fortuna no graves. Uno de ellos, apellidado Barroso, fué auxiliado en la Casa de. Socorro sucursal de la Latina. • El Sr. Dato dispuso que el herido fuese lle
vado al benéfico establecimiento en el coche de la alcaldía, gratificándole además con 50 pesetas.
Por cierto que el Sr. Dato, distraído con estos incidentes, no se dio cuenta de que pisaba una tabla incendiada, cuyas llamas le averiaron el pantalón, en términos de que ni para futuros incendios quedó servible.
El fuego quedó dominado y aislado á las doce. Los tres almacenes fueron completamente destruidos por las llamas.
Las pérdidas son de mucha consideración. Solamente en maderas ya labradas han sido pasto de las llamas unos cien vagones, cuyo importe asciende á 100.000 duros.
Al lugar del suceso acudieron el alcalde primero, el gobernador civil y el comisario general de policía.
Las causas del incendio no se han podido determinar.
En loa almacenes mencionados no queda ningún guarda durante la noche, x solamente la Compañía del Norte tiene empleados dos hombres, que ejercen vigilancia uno de día y otro de noche.
El encargado de los talleres de maderas manifestó que había bajado ayer mañana á las siete y media para hacer una requisa, y que al retirarse á las ocho menos cuarto no notó nada, viéndose sorprendido cuando tres cuartos de hora después le participaron que se había iniciado el incendio.
Los primeros en notarlo fueron el guarda de día de la estación y un vigilante de consumos, notando que las llanlas salían por la medianería, entre el almacén de har inas y el de cristales.
Aunque ninguno Se explicaba la causa, pudo sabel'se, sin embargo, que en el alma
cén de har inas , en el puso segundo, Había una cocina donde se guisaba durante el día.
Ni es, pues, extraño que alguna enispa desprendida del fogón hiciera presa en la madera.
LOS AUrOMÓVIlÉS
AlTOIAltTO ATElOFEl-I -ADO Ayer, á la una y media de la tarde, fué
atropellado por un automóvil, en la calle del Barquillo, un anciano de setenta y dos Bfios de ©dad llamado Florentino Ramírez D^égiiM.
El automóvil, después de pasar por encima del cuerpo del anciano, desapareció velozmente, ^éro algunas personas que, dando voceü, lo siguieron, lograron divisar el número de! automóvil, y lo hicieron constaj- en la comisar ía del distrito.
El anciano atropellado fué conducido á la Casa dé Socorro de la calle del Arco de Santa María por el guardia municipal nikn. 171, Ramón Moya, auxiliado de algunas de las muchas personas que, congregadas en el sitio, del suceso, comentaban lo ocurrido y la ausencia de vigilancia en tan importante vía.
Los médicos de guardia curaron de primera intención al herido, apreciándole, aparte de otras lesiones menos import,antes en diversas partes del cuerpo, la fractura completa leí brazo y pierna izquierdos.
Después d© ser asistido, pasó en Una camilla á s\i domicilio, calle de Barbieri, núm. 5.
El juzgado instructor de guardia 'ncoó las diligencias del caso.
Del i t tomóvi l nada se ha podido, 6 nada se ha querido averiguar á estas fechas, á pesar de haber denunciado el núm«r¡3 alguno» testigos del atropello.
La Efflfliifl lie iiWas máilÉs Anteayer se reunió el presidente de la comi
sión ejecutiva de la Exposición de industrian madrileñas con los sécretariüs de la ni 'sma y los directores técuieus, y tornaron importantes acuerdos para da r principio inmediatamente á los trabajos que han de quedar terminados en el próximo mes de Mayo.
Entre los gremios de Madrid reina gran entusiasmo para cooperar á la obra de la Exposición de industrias madrileñas, y la mayor parte de ellos han acordado contribuir con una cantidad que represente un 3 por 100 de la que satisfacen por contribución industrial.
La comisión ejecutiva, además de la cooperación ya obtenida del Estado y de la concesión de terrenos acordada por el Ayuntamiento, ha acordado dirigirse á las principales colectividades ftnancieraá é industriales de Madrid para solicitar su concurso para obra tan beneficiosa en todos los sentidos á los intereses del pueblo madrileño.
En las obras próximas á ejecutarse podrá ocuparse desde luego gran número de obreros pertenecientes á los diferentes ramos de construcción.
Hoy mismo se anunciará un concurso para las obras de cerramiento, y para las dei albaflilcría. carpintería, cerrajería y omamen-tación del pabellón central.
La Exposición no sólo será de las indust- ! t r ias de Madrid, sino que extenderá su esfera : de acción á los productos agrícolas de toda la provincia.
La comisión tiene acordado en principio no exigir u ' por las instalaciones que se hagan en los pabellones generales n i por los terrenos que se concedan para instalaciones particulares retribución alguna, y únicamente pagarán un tanto por pie de terreno aquellas que tengan carácter puramente de explotación de ciertos servicios, como restaurants, cafés y espectáculos públicos.
Las instalaciones que se proyectan parrhi-t i rán, por las condiciones especiales del terreno donde se levastaii, dur cierta clase de espectáculos que aumeonten los rendimientos de la Exposición, contribuyendo á sufragar sus gastos.
Las instalaciones, una vez terminado el certamen, quedarán á beneficio del AyuntamieU-to de Madrid, para que éste, en años sucesi-,vos, pueda ampliarlas y darlas caracteres mayores de permanencia, y crear sobre su base un parque de espectáculos, que tanto necesita la corte.
La comisión ejecutiva tiene ya noticia del proyecto de muchas instalaciones particulares, cuyas obras empezarán con la premura que exige el breve plazo de que se dispone para inaugurar la Exposición.
El ministro de la Guerra ha autorizado á las industrias militares para que tomen parte en la Exposición, y S. M. el rey ha concedido la misma autorización á la Real Fábrica de Tapices. También ha solicitado la comisión de los ministros de Fomento, Hacienda y Gobernación la autorización necesaria para que concurran á la Exposición los cuerpos de ingenieros de caminos, de mina.s y de montes, la Casa de la Moneda y el cuerpo de Telégrafos.
Todos los proyectos de instalaciones, lo mismo de pabellones que las que se instalen en jos que construya la comisión ejecutiva, deberán presentarse previamente á la comisión para que sean examinados por los directores técnicos y reúnan las condiciones estéticas que los haga dignos del certamen en que han de figurar.
Todas las solicitudes relacionadas con la Exposición se dirigirán á las oficinas de las mismas, instaladas en la primera casa consistorial y en el Círculo de la Unión Mercantil.
Muy en breve se publicará el programa convocatoria general .y el reglamento de la Exposición.
Cumplida por el Sr. Maura la oferta que hizo á la comisión,ejecutiva de la Expo.sición de Industrias Madrileñas que se lia de celebrar en Madrid el mes de Mayo próximo, y obtenida una importante subvención del ministerio de Fomento, en la semana actual principiarán los trabajos de edificación de los pabellones que han de instalarse en el Parque de Madrid.
Los industriales que deseen concesión de terreno para construir pabellones particulares, podrán solicitarlo de la comisión ejecutiva que preside el Sr. Aguilera ó de los directores técnicos de la Exposición, que son don Celedonio Rodrigáñez, ingeniero director de parques y jardines municipales, y £). Luis Bellido, ai-quitecto municipal.
EZ» T I M O Z3S MODA
Aviao á loa Inoautoa Desde hace algún tiempo, uno ó varios in
dividuos á (juienes busca, la policía, vienen haciendo objeto de explotación un timo que han inventado y del que sin duda tienen la exclusiva.
E.ste que vamos á referir es el quinto ó sexto de la serie y ha sido la víctima la señora de un teniente coronel que desempeña el cargo de ayudante de un capitán general de uno de los cuerpos de ej^ci to de la Península.
Un sujeto desconocido presentóse ayer en el domicilio de la dama en cuestión y hubo de comunicarle que su esposo, (jue acababa de llegar á Madrid por la estación del Mediodía, habíase roto una pierna al descender del tren, habiéndosele trasladado al Hoispital Militar.
La señora, que no esperaba á su esposo, al oír de labios del desconocido la noticia de la desgracia sufrió un ataque al corazón y perdió el conocimiento.
El individuo manifestó que para llegar al (ipiri¡cilio había tenido que desembolsar 14 pe-.séíaw en alquiler de un carruaje, oantidadl que le fué abonada.
Repuesta la señora del accidente y á pesar del estado de gravedad en que se hallaba, trasladóse en un coche al Hospital Militar de Ca-rabanchel, servicio que, dicho sea de paso, costóle 60 ptísetas.
En el referido establecimiento manifestaron á la esposa del militar que la historia urdida por el desconocido era completamente falsa.
No hay día que no llegue un nuevo Incauto al Hospital Militar demandando noticias de algún pariente cuyo nombre han tomado los timadores para la explotación del negocio.
¡Ojo. pues, con los explotadores del timo de moda!
TEATRO REAL
ASOCIACIÓN DE LA PRENSA Continúa la animación para la notable fun
ción que el próximo miércoles ha de celebrarse en el teatro Real á beneficio de la mencionada Sociedad.
Se ha despachado gran número de localidades y hay gran expectación por oir la úni-«a representación en (¡matinée» de la bellísima ópera de Massenet, «Manon» interpretada por la excelente soprano Lina Pasini y el pb-odi-gioso tenor Anselmi, t an justamente admirado por el público madrileño.
También despierta grandísimo interés la intervención en la fiesta de la eminente tiple dramática Gemma Bellincioni, que cantará la gS-andiosa ar ia «Ah! che non giunge il sonno», de la ópera de Weber, «Freischutz».
Hoy 18 se servirán hasta donde sea posible las peticiones de los señores socios y de cuantas personas hayan solicitado localidades en el domicilio de la Asociación de la Prensa, San Marcos, 44.
ACCmENTE DEL TRABAJO
ON OBRERO 6RAVEIENTE HERIDO A las tres próximamiente de esta madruga
d a ha ocurrido u n sangriento accidente del trabajo en la tahona de pan francés establecida en la calle de Jesús y María, núrntero 11, lesquina á la del Calvario.
Uno de los obreros empleados en amasar, llamado Francisco Rodríguez, de veintiséis años, fué alcanzado pd? la máquina amasadora.
El infeliz recibió gravísimas lesiones en diferentes partes del cuerpo.
También sufrió la fractura oconplieta de una pierna y un brazo.
En estado gravísimo fué llevado á la Casa de Socorro de la Inclusa, la más próxima al sitio del suceso.
Allí fué curado tle primera intención. El juzgado no pudo recibirle declaración,
por su estado gravísimo. Se le trasladó al hospital, donde á última
hora agonizaba.
ROBO A U D A Z
En la calle de Carretas, núm. 33, estanco, se cometió esta madrugada un robo.
Dos sujetos, forzando el cierre metálico, in-tradujérense en el estaJ>lecimiento, corriendo la puerta nuevamente para no l lamar la atención en la calle.
El dueño del estanco, Sr. Elias, que habita en el piso entresuelo, notó ruido en la tienda, y al ser visto por los ladrones abrieron éstos precipitadamente el cierre metálico y se die-iron á la fuga.
Perseguido por el dueño, pudo ser detenido
uno de los ladrones, que U5ía los apodos do «el Comerciante» y «el Eiectricieta».
El otro consiguió escapar. Los cacos no pudiei-on llevarse más que
dos billetes dn 2,5 pesetas que encontraron en uno de los cajones del mostradal-.
El detenido fué entregado á la policía y á las cuatro de la madrugada ingresaba en el juzgado.
SECCIÓN DE NOTICIAS Ayer se verificó eñ el Nüevo Club el al
muerzo con que el Sr. Maura obsequió al ministro de la Gobernación y al gobernador de Barcelona.
El Sr. Ossorio salid anoche para la ciudad catalana.
Según telegrafía el gobernador militar d« Melilla al ministro de Estado, el pretendiente marroquí h a enviado emisarios á las kabilas de la costa del Peñón y Alhucemas pidiendo nuevas contribuciones, que aquéllas se resisten á pagar.
Ha.'Sido nombrado alcalde de Sanlúcar de Barrameda D. Leopoldo dol Prado.
Una comisión de la.s principales personali.< dades de Alcoy ha visitado a l ministro de Fo« mentó y le ha invitado para que asista el día 24 á la inauguración del viaducto denominado «Canalejas», próximo á dicha ciudad.
El Sr. González Besada ha contestado que no podrá asistir por las atenciones de su cargo, pero que le representará el director da Obras públicas, Sr. Andrade.
El Sr. Moret continúa mejorando, y ayerte visitaron vari.os amigos, con los cuales se ocupó de la reorganización de las fuerzas libera, les en las provinc%s.
Santander 17.—En La Pesiella, partido de Villacarriedo, ha sido muerto un hombre poí una mujer.
Catalina Abascal, que tenía antiguos resentimientos con su primo Baldomero, esperóle é la entrada de una cabana situada en lo alto del monte Carcena, donde aimbos encerraban el ganado, y le disparó un tiro de pistola que le causó la muerte.
La bala atr^ivesó el pecho de'Baldomero de izquierda á derecha. *
En los primeros momentos fué detenido el marido d© Catalina, el cual declaró que la autora del delito era su mujer.
Captoírada ésta, confesó el crimen. Catalina goza merecidamente faana de bra
via, pues más de u n a vez h a hecho huir á' hombres valiaiites.—Lasso.
Ha failecido en Guadlx, á los ochenta»y un años de edad, el notario y escribano I). Enrir que López Argüeta y Quintana, padre áel di" ligente corresiponsal telegráfico de EL IMPAR» ciAL en aquella ciudad.
El concejal teniente de alcalde del distrito . de Chamberí, D. Luis Mazzantini, .'eoomisó. ayer gran cantidad de pan falto de peso, que ha sido repartido entre los pobres.
Anoche se celebró en el Círculo de la Unión Mercantil é Industrial el baile de Piñata organizado por el elemento joven de aquella Sociedad.
La fiesta resultó brillantísima, no sólo por la animación, sino también por las lujosaai «toiletes» que lucieron las señoras y señoritas que asistieron á la despedida del Carnaval.
1
Madrid sigue padeciendo la epidemia gripal que padecen muchos pueblos de Europa y¡ rnuchas ciudades de España. Es grande el nú- ' mero de individuos afectos de formas catarrales, y es asimismo extraordinaria la mortalidad que sufre la población por las formas de bronquitis ágíidás,' broncóneúmtínías'T'T'^-'*'"^ monías. Menudean las congestiones viscerales y algunas localizadas en el cerebro, pro- • duciendo muertes repentinas. La enfermería del aparato digestivo está disminuida propor- • cionalmente, con relación á la del aparato respiratorio.
En los niños sigue el sarampión produciendo muchas invasiones y u n a mortalidad crecida. Hay menos difteria.
(De El Siglo Médico.)
En la tablilla de anuncios del Círculo de Bellas Artes se hallan expuestas las condiciones de un concurso de dibujos para un cartel anunciador de la Exposición de industrias y productos agrícolas de Madrid y su provincia, que se ha de celebrar en esta corte en los meses de Marzo á Octubre de este año.
Há sido recibida por SS. MM. Doña Victo. ria y Doña María Cristina y por SS. AA. doña María Teresa y D. Femando, la eminente pro. tesara doña Matilde Roger de Pascual.
Dicha señora, que posee una magnífica voi de soprano dramática, cantó con suma maes» t r ia el a r ia de «Alda», varias melodías de Schu. mann» y, á petición de S. M. la reina Doña Victoria, a lgunas piezas españolas, que gug- , taron extraordinariamentei & la famUia real,, de cuya amabilidadi quedó muy reconocida dl cha artista.
El gran concertista Sr. Fuster la acompañó Tñagistralmente al piano, y tocó después una «Polonesa», de Paderewski, que fué muy del agrado de SS. MM, y AA.
El voto unánime de médicos y enfermos ha declarado que el mejor ferruginoso, el mejor soportado, es el Hierro Rabuteau en Grajeas, adoptado por los Hosipitales de París .
0mUmtí» 49 )
L SBCRITO D E N l f O
ILas dos hermanas toabían sabido la muerte de Julia pdr la señora Morland y habían mandado poner unas coronas «n el féretro de la desgraciada muerta, que no haljía podido explicar aquella cosa impártante que tenía gue decir.
¿Sería que había escrito aquella car ta en Hin momento de fiebre?
Esto parecía lo más probable. Nunca es posible saber en díinde paran las
fantasías de un enfermo que lucha ya con las angustias dé la muerte.
Ivona era completamente feliz. Mauricio había vuelto al hotel, é Ivona le
había maniíestado como Magdalena había recobrado á su perdido hijo, robado por el conde Rom^n.
¡Ah, cuan grande esfuerzo había tenido que hacer para decir aquella mentira!
Pero ste t ra taba de la alegría y de la feü-icidad de eu vida.
Tenía conciencia de que al confesar la ver-'dad, no solamente se alejaría de ella el' que Jamaba ciegamente, sino que al hacer esta confesión Je har ía el más desgraciado de todos lo.s hombres.
Estaba decidido á marcharse muy lejos, iquizás para no volver jamás, creyendo que su i í no r no ©ra correspondido, porque se puede querer mucho á una hermana y compartir la pena con ella, pero sacrificar toda esperanza Ide felicidad en la vid'a...
Sí... un retraso de media hora en haber ea-erito la car ta y estaba eohajda la suerte y hada Ijodía unirles ya.
Ivona le bahía áicho pálida y. suplicante:
—No habléis más... nunca m á s de esto, Mauricio, hay que echar un ve.lo sobre el pasado, pa ra vos y pa ra mí encierra mucha tristeza. No pensemos más que en el porvenir.
El joven había hablado también con Magdalena, siendo la entrevista un poco enojosa pa ra una y para otro.
Mauricio, con una delicadeza que había agradecido mucho la condesa, había da;do á entender que no era á él verdaderamente & quien correspondía juzgar los acto» de la herm a n a de la que había elegido pa ra prometida.
Después se habían dado la mano efusivamente.
El joven adivinaba perfectamente la existencia de un misterio en aquel drama que cuatro anos antes se había desarrollado en aquel mismo salón, pero que era ¿olo concerniente á la condesa y á su marido.
Qué insondable abismo los había separado antes d'e cometer aquella falta la madre do Ar-lette.
Mauricio habla reflexionado mucho soibre esto.
Muchas veces había tenido que reprimirse al vej- la vehemencia del cariño de Ivona para con el (¡niño de su hermana».
Magdalena había acostumbrado á Gustavo á que las llamase tías á las dos.
El niño entretanto no se fastidiaba en su nuevo estado.
Ya no recordaba su ant igua existencia en la Grange-Didier al lado de la anciana Sofía Didier, que tanto le había cuidado.
No, no se acordaba de esto. Aquí estaba mejor, mucho mejor. Veía co
sas muy hermosas, tenía vestidos de terciopelo... y lacayos que le sirvieran... carruajes para pasear por el bosque, adonde veía caballeros y amazonas que saludábanla, sus tías.
Pero para el que estudiase aquel niño desapasionadamente los defectos que tenía ahora serían seguramente vicios mañana.
Era orgulloso, hipócrita y embustero... ej-a poco agradable para cualquiera que se le acercase.
Hubiera sido necesario, para modiflcarie, una mano enérgica, que no era seguraitnente kb á«i Mftg«tak'na já 1A ée Ivona.
El menor de sus caprichos era sagrado para ellas y su más insignificante deseo era una orden.
Ya anunciaba ser para los criados un pequeño tirano que ya les hacía refunfuñar.
¡Ah!, éste era uno con quien no se andar ía muy bien.
Ya conocían su historia. Era un bastardo de la condesa y no había
que tratsÉ-lo de otra manera. Mauricio había sentido por él una profun
da aversión desde el primer momento. Le había apreciado en lo que valía y ©1 mu
chacho valía muy poco. Era falso... malo... nunca miraba de frente
é. quien hablaba ó á quien le dirigía la palabra.
En una ocasión no pudo contenerse, y dijo á Ivona.
—-Temo que este niño no llegue un día en que haga verter muchas lágrimas á vuestra hermana.
La joven se había puesto muy pálida y en un tono de reproche que no pudo disimular, protestó diciendo:
—¡Oh, Mauricio! El la miró sorprendido.
—¡Qué tenéis. Dios mío!... Qué emocionada parecéis.
—No... no tengo nada... os lo aseguro. * —No me decís la verdud... estáis incomoda
da conmigo. —No. —¡Ivona'
La joven balbuceó: —.Mauricio... no queréis á ese niño. —Si he de decirlo sinceramente, os confieso
que no tengo ningún motivo pa ra odiarle, pero tampoco lo tengo para quererle particularmente.
»Vos y vuestra herrftana le mimáis e x ^ e -radaimente.
»E1 niño está lleno de deíecíos que no veis n i queréis ver, y esto es una eqüfvocacláii nuiy grave, excusaMe hasta cierto punto «n tina madre.. . pero no en vos, Ivona.
La joven 1« Intarrampló, diciendo con yoz desfallecida.
—Ya veis cómo tenía razón... no podéis sufrirle.
Mauricio sintió apresársele el corazón. Pero se calló. No era aquel el prñner incidente de este
género que se había realizado. Algunas veces había encontrado enigmá
tica la actitud de Ivona. En la manera de obrar de la joven había
extrañas contradicciones que no se podía explicar.
La afección que sentía por aquel niño encontrado hacía quince días después de no verle en cuatro años, e ra verdaderamente demasiada.
Y además veía que Ivona tenía conciencia de este exagerado cariño y que hacía esfuerzos para no demostrarlo.
¿Por qué esta ocultación? Ahora mismo, en aquel momento, tenía los
ojos llenos de lágrimas. El joven reprimió un gesto de desagrado. Ivona comprendió que quizás hubiera po
dido despertar alguna sospedha en el a lma de Mauricio, y tembló.
Pero de repente, haciéndose dueña de sí misma, dijo:
—Es quizás verdad lo que decís, Mauricio, pero mi hermana tendría un gran pesar si supiese que no queríais á su hijo.
Ivona se había acercado á Mauricio en ademán suplicante.
Este contestó: —Os prometo que de aquí en •adelante pro
curaré no tener ninguna prevención contra Hugo... y hasta os prometo hacer lo posible por quererle.
Ivona hizo un ademán de alegría y dio las gracias. ~ —Me alegro mucho por Magdalena, y os agradezco con todo mi corazón la promesa que me habéis hecho.
—Por amor á vos, mi adorada Ivona.
Aquella tarde de verano, en aquel salonci-to tranquiló y apacible, cuya ventana con el estor caído;, daba al jardín del hotel, ©ra un maravilloso sueño de amor que se aparecií»-
áí los ojos dte Ivona y de Mauricio que, sentí , dos uno cerca de otro, se miraban carlflosa-toorte cogidas las manos.
Acaban de ult imar los proyectos definitivos.
El matrimonio se verificaría muy pronto. Mauricio había recibido aquella misma ma-,
ñaua el consentimiento de su padre. Sólo quedaba el que Magdalena fijase la
fecha. El joven había dicho cotí voz dulce y vi
brante: —^Sí... pronto seré1.s mía, y nos iremos lejos..»
muy lejos... porque gs llevaré como un avaro lleva su tesoro... seré vuestro amo y vuestro esclavo... siempre vuestro esclavo. ,
wMi corazón os pertenece... haréis de él lo que queráis y solo vuestro pensamiento será' él que le haga latir.,
-^¡Oh! Mauricio, vuestras palabras me eni" • briagan... yo también os he dado mi alma para siempre.
)iDe aquí en adelante no viviré más que para vos .
— ¿Me lo juráis, Ivona? La joven a.poyó su preciosa rubia cabeíaí
sobre el hombro de Mauricio, cerró los párpados y con el seno palpitante (lijo:
—Os lo juro. En aquel momento era sincera. Ya se había encontrado á Hugo y éste estaí-
ba seguro al lado de Magdalena y solo pensa-ha en que Mauricio fuese su esposo.
IndudaMemente, era una grave falta noi confesar aquella desp^racia ocurrida en el pasado.
¿Pero no valía esto la dicha de los dos? Mauricio siguió diciendo:
—Quiero llevaros, Ivona, á los países de ex» • tasis y de ensueños. Iremos á Sorrento, á orillas del encantador Mediterráneo, y os hablaré del amor al dulce son de las mandolinata» napolitanas. En la orgullosa ciudad de los dux, Venecia, con sus noches estrelladas, nos deslizareroos en una ligera góndola, silencio-sámente sotee aquella agua que huye coma un sueño. , •
Madrid 18 de Febrero de 1907
LETRAS FRflHCESHS
I tal priflja ápe el CDitt ' Francia es una república en que hay reyes. Estos reyes son los Cómicos. Y yo quiero decir dos palabras acerca de nues-
Nros Amos. Estas palabras serán las más ÉMiables posibles, porque la prudencia íacon&eja halagar á los poderosos. Además, íiwrdaderamente, los aotores me encantan, "•or lo que atañe á las actrices, me han jispirado no pocas dulces ilusiones, desde il «Patrón-minette» (¡cuan lejano recuer-
'!), bajo el cual, de ed'ad de catorce años los años más que el caballerito Don Rosigo partiendo á la guerra contra Gormar Glorioso), me batí en duelo con compa-
„ hincados en largas ramas de saúco y lien sujetos con cuerdas, por la segunda íugazon del teatro de Tolosa, que tenía inhijo, sargento nlayor en el 9.° regimien-
'íá& línea. . Fuera de broma, yo estimo mucho á los jíómicos, gentes excelentísimas de ordina-ifio, con el corazón ardiente, pronto á los Entusiasmos, con la mano franca, pronta i las amistades y á la piedad, y en los que ^3 vicios ó las ridiculeces proíesionaks
) son más repugnantes ó más grotescas le en los literatos, los abogados ó los iportmen»; y les admiro, porque son la sión, la alegría ó el dolor, la alegría exima ó el dolor excesivo, el amor y el odio
|r la aventura, en una palabra, la exagera-Sción visible y tangible; porque son la ex-jpresión del ideal viviente... ¡Ah! ¡Bien sé flue en Verdad, personalmente, no son, Mlvas raras excepciones, nada de eso: la novela de Scarron, poco á poco, ha mere--icido el título de novela de Furetíere. Cui-Badosos de la familia, de las Tentas dei' Es-Hado, de la probidad y de las distinciones Jhonoríflcas, hace mucho tiempo que las ¡fentes de teatro no siguen por los oami-
ís el Destino de la Estrella! ¡Gozan de la «fianza de los hoteles de primer orden, le, lejos de- guardar sus servicios de pla-ásu llegada, prodigan, por el conti'ario, t-nruolz» en honor de ellos; y no hay en
|afalange uno que se parezca al Brizacier, Alberto Glatigny, al fantástico, subli-
f, imbécil, augusto, pueril y divino Bri-!ier! Toda la caída en la honorabilidad la antigua bohemia alborotadora, ebria K de las venturas nezchianas jle Thés-I, se ha cumplido, se ha precisado en el
ícto, triste y culpable—¡sí, culpable! lenlace del «Capitán Fracasse». ¡Ah!
intas rabietas me ha costado, cuántas as de cólfira me ha arrancado ese
inlace que el altísimo poeta no había •ido y en el que, sin embargo, consin-iu benevolencia! ¡Y cómo be deseado fuese restituido el verdadero desenla-
de la obra, desesperado y soberbio, de-iladcr y confortante, que había concebi-
.Theofilo Gauthier!... Pero si el cómico venido á ser en el bien, «n el mal, en eoeas de la Iglesia y de la Alcaldía, el
ia\ de todoalos demás hijos de vecino, consigue ni conseguirá despojarse de
ts ilusiones con que le iluminan las in-../enoiones de los poetas. Por muy burgués Ique quiera mostrarse en las vulgaridades iiuotidianas, el hombre que entre el ideal
las decoraciones besa muchas noches labios de Julieta no puede dejar entélente de ser Romeo;—será siempre un
Romeo, aunque en la prosa del vivir obeso y concejal. Participo de la per-
[eistente alucinación de aquel entusiasta de Iffovincia que oyendo á Ligier, al día si-
' inte de la noche en que éste había laníos fieros apostrofes* de Otello, pedir
refresco de grosella en el Café de la Co-idia y exclamaba: «¡Bien rugido, león.hi una palabra: la poesía permanece arrai-ia, una parte de la poesía por lo menos, aquellos que la realizan con vibrantes
ííes, nobles gestos y hermosos trajes. Y bufones, aun cuando sean tétricos y ,'ridos en su existencia de hombres, no
desnudan totalmente de la bufonería que aparecen cada noche en la escena:
>rto estoy de que Geoffroy, después de "ler representado el Viaje de M. Perri-
no recorre sin un sugestivo ambien-cómicó el trayecto de la Magdalena á la istilla en ómnibus. De suerte, que en los itores, en las actrices, á las que hubiera istado á divinizar la propia belleza, la lultitud tiene razón para amar, aclamar exaltar ©ncantos, sublimidades, ternu-I, catástrofes y risas, todo el genio de los stas dramaturgos, de los poetas demiur-
is.
Pero sucede que á las gentes de teatro, Francia por lo menos, no le es suflcien-ser admirados de -ese modo. La gloria expresar á Shakespeare, Gorneille, Mo-
Racine, Hugo, Dumas, Scribe, Emi-Augier, Sardón, Pablo Deroulede y Pa-Ferrier, no les satisface. No se resig-á ser tan sólo la careta y el porta-voz
Eschylo ó de M. Ordonneau; y ya los líérpretes quieren ser inventores. Esto
lio que me enoja y esto es lo que les re-ficho. ^Maldito sea el imprudente que, por vez ¡limera, en vez de decir: «M. XX. haj re-í8&entado primeramente ese papel», tuvo locurrencia de decir: «M. XX. ha creado se papel». De.la idea de crear un papel á idé crear toda la obra había poca distan-b ; así de una frase inexacta ó de un tor-»elogio ha nacido todo el mal. Lo cierto ry lo deplorable—es que en la hora actual » hay un artista dramático. {*), trágico, jmico ó bufo vaudevillesco que no crea m©r el derecho y hasta el debeir de poner ' :o suyo én las obras; y no lo suyo que es (rdaderamente sui/o, esto es, la belleza ó gracia de las actitudes, la expresión del
¡ro, la sonoridad de la voz, la claridad la dicción, la sinceridad, real ó aparen-dte la emoción, la contagiosa franqueza ti buen humor—sino lo suyo literario, suyo que no es del todo suyo. Conservo memoria de haber oído de-
Irme á uno de los más celebrados, cultos inteligentes socios de la Comedia Pran-ea (¡ay! diemasiado culto y demas|ado in-
óligente): «¿No somos nosotros los'colabo-Hdores naturales de los escritores dramá-ícos?» ¡Ah, no, no y no! Consultad desde lego 4 M. d© la Palice, el solo hombre que
Bien pens2i*íis que exceptúo, con algunos otros, ^ todo perfecta Satab Bernbudt, que no ignora nada | ]M lejc* f debuei de lu att«.<^' M.
en todas las cosas tiene siempre razón: él os contestará: «Los actores son actores; los autores son autores». ¡Oh, admirable axioma! ¡Oh incomparable apotegma! Sí, los actores son actores y no deben ser otra cosa que actores. Leéis un papel á Taima; ¿cuál es el deber de Taima? Escuchar el papel, comprenderle (ni siquiera es del todo necesario que le comprenda), aprendérsele de memoria hasta poder recitarle infaliblemente, conformarse en todo punto con manifestar hasta en los más sutiles matices que el autor le señala, todas las bellezas, todas las fuerzas, todas las gracias por la perfecta adaptación á estas bellezas, á estas fuerzas, á estas gracias de todo su ser proteiforme!, porque en esa adaptación está su genio; porque no es propio de un verdadero actor querer ser sublime cuando no lo es su papel. ¿Cuánta estimación guardaría yo para un artista que, sin renunciar, claro está, á sus cualidades naturales, consintiera en una producción diramática mediocre en no ser mejor que la obra? Pero hace mucho tiemipo que esta generosa aceptación de la obra, tal cual es, por el intérprete, que esta noble sumisión del actor al autor, no está de moda; y la carreta galopa delante de los bueyes.
De ahí este desastroso resultado, por el que, no sólo obras pésimas no han podido parecer tolerables (lo cual ya es siniestro!) sino que, raramente las más calificadas obras maestras son representadas según las intenciones de sus verdaderos creadores; y un ilustre veterano de la Comedia Francesa, ha podido escribir un libro titulado: «£/ Tartufo de los cómicos». ¿De modo que hay otro Tartufo distinto del de Moliere?
Otro^ resultado no menos fatal: por un instinto.^ que no se confiesan y reconocen ellos mismos, que ellos mismo® detestarían si de él tuvieran conciencia (porque son personas rectas!), los actores, tan preponderantes hoy—no sólo en la Comedia Francesa, sino en todas partes—en cuanto á la elección de las obras, se ven inducidos á preferir á las que son de una belleza, de una novedad personales, propias á atraer especialmente sobre la obra misma la admiración ó la sorpresa del público, las que por lo acostumbrado del plan, lo di-fuminado de los caracteres!, lo vago del lenguaje ofrecen al intérprete fácil ocasión de sobrepasar al autor y de ser admirable y admirado él solo. En realidad, sin que él lo crea, hasta sin que lo sospeche, la suprema ambición de un artista dramático es conseguir que su teatro logre un millón de francos por entradas con una obra que no valga cuatro sueldos.
Ya oigo, ya oigo la excusa que se ofrece. Es preciso considerar que el actor, á quien son otorgadas las admiraciones contemporáneas, de su propia existencia no deja nada detrás de sí; y es, pues, natural, que cure de participar en la creación, haciéndose un poco autor, él también, para no morir completamente.
Pero lo contrario de eso es la verdad, la verdad palmaria. No os aflijáis, buenas almas, con las brillantes reputaciones de los comediantes, metafóricamente extinguidas con las candilejas que las iluminaron. De todas las ¿•lorias artísticas, la del actor es lá que permanece á través del tiempo y se perpetuará hasta el fin de las edades como la más viva, la más grande y->la más indestructible. ¿Por qué? Porque desde que es postuma no puede encontrarse contra ella prueba alguna.
Y no penséis que me estoy divirtiendo en exponer una paradoja. Lo que digo lo pruebo.
Ved lo que ocurre con Homero: Zoilo ha dicho: «¡Oh! ¡Ah! ¡Después de todo, Homero...» Ved el caso de Eurípides; ya sabéis lo que pensaron después de Aristófanes los philogynos. Y Shakespeare, rey del alma inglesa, fué llamado: «¡Este muchacho!» por un rey de Inglaterra. Ni un solo genio poético ha podido dejar de ser negado ó discutido en un porvenir próximo ó lejano por los imbéciles y aun por los genios. Boileau,, que ignora Rutzboeuf, cree que todos los poetas de Francia, antes de Villon, no eran sino toscos fabricantes de fantásticas y confusas novelerías; Vol-taire desdeña á Rabelais, sin perjuicio de robarle; Lamartine desprecia á Lafontai-ne; Vacquerie se buvla de Racine; Víctor Hugo es sometido á juicio por nuestro que
otros les pedimos — «nosotros significa aquí, no sólo mis amigos, ni sobre todo yo, insignificante congratulador de los actores, sino tantos y tantos poetas ilustres los unos, ignorados los otros, muchos que sufren (algunos murieron) porque no había un papel agradable en la obra de sus sueños—nosotros les pedimos, digo yo, qué se ocupen de sus asuntos sin inquietarse de los nuestros y sin añadir demasiada sublimidad á nuestro humilde esfuerzo por ser sublimes...
Y si nos acusasen de ingratitud, si nos recordasen tantas noches en que su generoso talento salva del desastre tal comedia mediocre, les contestaremos doblando la rodilla como conviene cuando se habla á soberanos:
«¡Ah! ¡Cuánto os ?o agradecemos! ¡Ahí (Cuan caritativos de vuestro genio á nuestra miseria intelectual habéis sido!... Pero, en fin, os tomáis harto cuidado, no se os pide tanto celo protector, y no nos desagradaría ser silbados por nosotros mis-!mos!»
CatuUe MÜNSÉS.
El movimiento que en buena parte de ?as flamantes letras españolas me tocó iniciar, á pesar de mi condición de «meteco», echada en cara de cuando en cuando por escritores poco avisados, ha hecho que el EL IMPARCIAL me haya pedido las dilucidaciones que hoy inicio. Alégrame el que puede serme propicia para la nobleza del pensamiento y la claridad del decir, esta bella isla en donde escribo, esta Isla de Oro, que no es, como supone el Sr. Zeda un limbo; antes bien «es isla de poetas, y aun de poetas que, como usted, hayan templado su espíritu en la contemplación de la gran naturaleza americana», como me dice en gentiles y hermosas palabras un escritor apasionado de Mallorca y cuyo nombre es altamente estimado en La Época. No me refino á D. Aquiles Fragoso, mt «entusiasta admirador»... Me refiero á D. Antonio Maura, presidente áel Consejo de ministros de Su Majestad Católica.
BUBÉN DAEÍO,
rido amigo Lintillac, quien supeditado á honorables disciplinas, no se atreve á admirar lo que ama; y M. Brunetiere decía á Baudélaire ya bueno, ya malo. Ahora bien, los detractores de los poetas tienen derecho á denigrarles porque pueden, sobre la obra que está allí, momia sobreviviente, cadáver siempre ofrecido á la anatomía de la crítica, probar ó intentar probar la veracidad de sus diversos decires. Y la subli-midadde Dante, no es aun indiscutible!
Pero todo comediante ilustre, muerto, escapa á las objeciones por el desvanecimiento de su presencia que podía únicamente autorizarlas. Es para siempre lo que se ha pensado que fué,, puesto que engrandecido en el énfasis de los recuerdos trasmitidos de generación en generación, no tiene ya que temer que se compruebe la exageración ó la mentira de un juicio mediante el que flota en la inmortalidad. En una palabra, el proceso ganadoi por el gran actor no puede ser revisado por los Tribunales de Casación del porvenir, á causa de que faltan las pruebas. í'i
Un último ejemplo: Cicerón puede ser escarnecido, tratado de aristócrata, de insoportable charlatán, por el alumno de Liceo obligado á traducir una página de las Catilinarias, porque está presente, inmutable, la página misma. Pero yo desafío á ese estudiante á que afirme que Roscius no era un gran actor trágico—porque no le es dable saber nada de ello.
Así, pues, los cómicos no tienen solamente los tumultos enormes de los aplausos y las flores arrojadas á susí pies en la escena y los folletones, incensariosi de par peí que difunden al día siguiente de cada estreno en torno del favorito el olor de elogios de las imprentas; no tienen solamenr te el o?o de Chile y del Brasil y las Améri-cas, que desenganchan sus carruajes para empujarles en triunfo, y en París, al despertar la genuflexión, realmente acogida de los jóvenes portadores de manuscritos, esas tímidas ofrendas; sino que además están seguros del eterno crecimiento de sus renombres de escalón en escalón— cada escalón es un siglo de cien siglos—é lo largo de la escalera de lo infinito.
En cambio de una tan espléndida prosperidad, á la que no n«s oponemos, QOS-
DILUCIDACIONES
El mayor elogio heclio recientemeate ái laf" Poeisía y á los poetas ha sido expresado en laíigua «aiLgloisajoiia» por un hombufe irasos-peíchable de extraordinarias complacencias con las nuev« musas. Un yanqui. No satod»-mos. Se trata de Teodoro Roosevielt.
Ese presidente de República juzga á. loe ex-moniosos portaliras con mucha mejoai voluntad quie el fil'ósofo Platón. No soiameate lee corona de rosas; mas sostiene su utilidad para el Estado y pide para ellos la pública estima^ ción y el reconocimieuto nacional. Por esto comprendereis que el terrible cazador es un varón sensato.
Otros poderosos' de la tierra, príucipes, políticos, millonarios, maniflestan una plausible deferencia por ©l.-dios cuyo arco es de plata, y por sus sacerdotes ó xi&príesentarites en una tierra cada día más vibrante de automóviles... y de bombas. Hay quienes, equivocados, juzgan en decadencia ©1 noble oficio de rimar y casi desaparecida la consoladora vocación de soñar. Esto no es ocasionado por el «sport», boy en creciente auge. Las más ilustres escopetas dejan en paz á los cisnes. La culpa de ese temor, de esa duda sobre la supervivemcia de los antiguos ideales, la tiene, eoatre nosotros, una hora de desencanto que, en la flor de su juventud—hace ya algunos lustros—sufrió un eminente colega—he nombrado á Ge-deón,—cuando, entre los intelectuales de su cenáculo, presentó la célebre proposición sobre «si la forma poética está llamada á desaparecer». ¡Ah, triste profesor de estética, aunque siempre regocijado y poliforme periodista! La forma poética, es decir, la de la rosada rosa, la de la cola del pavo ireail, ia de los lindos ojos y frescos labiois de las sabrosas mozas, no desaparece bajo la gracia del sol. Y en cuanto á la que preocupó siemp-rei'á líricos dómines, desde el divino Horacio á Don Josef Mamerto Gómez Hermosilla, eíla sigue, persiste, se propaga y hasta se revoluciona, con juísto escándalo de nuestro venerable maestro Benot, cuya sabiduría respeto y cuya intransiigencia hasta desoos me inspira de aplaudür. Aplaudamo.s siempre lo sincero, lo conpcietite; y lo apasionado sohr-e todo.
II No. . La forma poética no está llamada á
desaparecer, antes bien á extenderse, á modificarse, á seguir su desenvolvimiento en el eterno ritmo de los siglos. Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía, dijo uno de los puros. Siempre habrá poesía y siempre habrá poetas. Lo que siempre faltará será la abundancia de los comprendedores, porque, como excelentemente lo dice el señor 4e Montaigne, y Azorín mi amigo puede certificarlo, «nous avons bien plus de poetes que de juges et interpretes de poésie; il est plus aysié de la faire que de la cognoistre.» Y agrega: «A certaine mesure basse, on la peult juger par les pre-ceptes et par art: mais la bonne, la supreme, la divine, est au dessus des regles et de la raison.»
Quizá porque entre nosotros no es frecuentemente servida la divina, la buena, la suprema, se usa por lo general la «mesure basse.» Mas no hace sino aumentar el gusto por los conceptos métricos. La alegría tradicional tiene sus represiQotantes en regocijados versificadores en casi todos los diarios. El órgano serio y grave, el Temps madrileño, tiene en su crítico autorizado, eu su Gastón Des-chamips, vamos al decir, un espíritu jovial que á pesar de tareas trascendentales, no desdeña los entretenimientos de la parodia. No asombrará mucho al Sr. Villegas que yo prefiera, en este sentido, el talento del Sr. Pérez Zúñi-ga. Cada cual en su especialidad.
Quedamos, pues, en que la hermandad de los poetas no ha decaído, y aun piidiera renovar algún trecenazgo. Asuntos estéticos acaloran las simipatías y las antipatías. Las violencias ó las injusticias, provocan naturales reacciones. Los más absurdos propósitos se confunden con generosas campañas de ideas. Mucha parte del público no sabe de lo que se trata, pues los encargados de informarla no desean, en su mayoría, informarse á si mismos. El dilentantismo de otros, es poco eficaz en la mediocracia pensante. Una afligente audacia confunde mal aprendidos nombres y mal escuchadas nociones del vivir de tales ó cuales centros .'ntelectuales extranjeros. Los nuevos maestro;;, se dedican más que á luchar en compañía de las nuevas falanges, al cultivo de lo que los teólogos llaman «appetitus inordi-natus proprite excellentiffi.»
Existe una «élite», es indudable, como en todas partes, y á ella se debe la conservación de una íntima voluntad de pura belleza, do incontaminado entjisiasmo. Mas en ese cuerpo de excelentes, hé ahí que uno predica lo arí)i-trario, otro el orden, otro la anarquía, y otro aconseja, con ejemplo y doctrina, un sonriente, un amable escepi'cismo. Todos valen. Mas ¿qué hace este admirable hereje, este jansenista, carne de hoguera, que se vuelve contra un grupo de rimadores de ensueños y de inspiraciones, á propósito de un nombre de instrumento que viene del griego? ¡Cuando, por el amor del griego, se nos debía abrazar! Y ese antaño querido y rústico anfión—^natural y fecundo como el chorro de la fuente, como el ruiseñor, como el trigo de la tierra,—¿por qué me lapida, ó me hace lapidar, desdo su lieredad, porque paso con mi sombrero de Londres ó mi corbata de París? Y á los jóvenes, á los ansiosos, á los sedientos de cultura, de perfeccionamiento, ó simplemente de novedad, ó de antigüedad, ¿por qué se les grita: «¡haced esto» ó «haced lo otro!», en vez de dejarles bañar su alma en la luz libre, ó respirar en el torbellino <Je su capricho? La palabra (¡whim» teníala escrita en su cuarto de labor un fuerte hombre de pensamiento, cuya sangre no ei-a latina.
Precepto , encasillado , costumbre, clisé.., vocablos sagrados. «Anatema sit» el que sea osado á perturbar lo convenido de hoy, ó lo convenido de ayer. Hay un horror de futurismo, para usar la expresión de este gran cerebral y más grande sentimental que tiene por nombre Gabriel Alomar, el cual será descubierto cuando asesine su tranquilo vivir, ó se tire á un improbable Volga en una Riga no as-pirada
PÁGINAS PIRENAICAS
DESAMPARO El presente cuadro, con que por primera vez «e
presenta ante el público el joven escritor - u e l o firma, tiene el trágico ambiente de las tierras hoscas, indejnen-tea y nebulosas que forman los valles orientales del Pirineo navarro. Ahí, en medio de soberbios panoramas alpinos se desarrolla la vida de un pueblo ator-mentacKi por Ja pobreza, aterido por un culto funeral, más frío que las brumas y los hielos de sus montes tenebrosos.
En aquellas tierras del Roncal, Salazar y Aezcoa, han nacido músicos famosos; pero no literatos. Por eso permanecen inéditas sus costumbres y sus dramas. Véase cómo un ingenio saturado del ambiente local añade á la contribución del arte literario una nota totalmente nueva para el lector.
Ifa inoehíi helada y negra, cabalgando ©u hoscos nubarrones, acaba de sumir la monta-fia en un caos de ventiscas y áe estruendo.
En los altos collados de Changoa, siempre brumosos y ceñudos, y ahora cargados de enorme cantidad de nieve, humea un pequeño y pobre casierío, poco diferente de una borda. Por encima dte su puntiaguda cubierta do tablilla, el ramaje desnudo de una haya, torturado por el vendaval, traza en. el espacio signos de amenaza. Junto á sus muros negros, en diminuto redil de tapial medio derruido se agrupan, formando apretado pelotón, unas cuantas ovejas.
La cocina del caserío está alumbrada por teas moribundas y también por las llamas intermitentes de los troncos que arden ©n el hogar. Ambas iluminaciones sangrientas exhalan humo negro que flota y gira por la es tancia. La redonda campana desciende hasta dos metros del suelo como vertiendo oscuridad y frío sobre las losas hendidas y desgastadas que soportan los grandes trébedes sobre el escaño roto y mugriento y sobre un.9. miserable camita parecida á un pesebre que está colocada junto al fuego. En «lia se muere poco á poco una niñita escuálida. La avizora con fría indiferencia, una anoiana huesuda, acurrucada en el suelo, delante de un mócete que dormita inmóvil en el rincón del escaño.
Es una noche invernal en que se han concentrado las violencias y terrores de las tie-. rras bravas y de los cielos inclementes. Se escucha el rugido del viento alrededor de la ca-sucha y su silbar lúgubre y doloroso á lo largo de la chimenea y por debajo de las crujientes puertas. Un continuo estremecimiento) que parece agrandarse al oscilar de las llamas, sacude las paredes cubiertas de siluetas monstruosas. Diríase que rondan el caserío legiones de furiosas fieras cuando sólo le envuelve algo más terrible en su soledad desamparada.
La enferm'ta, que ha permanecido largas horas en letargo, abre de pronto los ojos negros y brillantes, y con voz débil, cargada de ternura, llama repetidas veces á su padre, sin que la abuela ni el muchacho la contesten.
—Alta, Alta—vuelve á decir esforzándose cuanto la es posible.—^¿No estás aquí conmigo? ¿Me has dejado otra vez? Aita, aita, no te vayas... y sacando trabajosamente sus bra-c'tos de entre las revueltas ropas de la cuna, abre y cierra sus pequeñas manos, hazecíllos de menudos huesos.
La vieja, incorporándose un tanto sobre sus rodillas y avanzando su cabeza calva y arrugada por encima idel rostro de la niña, fija en ella su mirada impasible diciéndola:
—Galla, angelito, y duerme, que ya vendrá tu padre.
La nifiina toma á cerrar los ojos, arrugando los párpados y apretando neiTíiosamen-te los ptiñitos.
Así se pasa una hora. El caserío parece una nave^erdida en' el Océano tenebroso que llevara en su seno, como el mundo, el dolor congelado ya de la ancianidad desengañada y el dolor en flor Heno de fragancia de la inocencia. Luego se siente lejano el ladrido do un can; á los pocos minutos abrirse la puerta exterior del caserío, y en seguida las pisadas de un hombre que entra en la cocina, todo cubierto de meve y empuñando una larga vara. Es el amo, Fermín, que vuelve de la aldea á donde bajó por la mañana, exponiéhdose á grandes riesgos, para ver al doctor y decirle que su hijita seguía muriéndose lentamente. El médico ha escuchado de sus labios, un tanto torpes, los progresos que ha hecho la enfermedad desde que él vio á la niña, ocho días antes, cuando la nieve aún no había cerrado los caminos y luego ha escrito tma receta. Fermín ha comprado la medicina en otro pueblecillo, aún más distante, y ha andado muchas horas, salvando cien obstáculos para llegar al fin á su casa, cubierto de sudor, abrumado de fatiga y con el corazón despeda/-zado. Un perro, «Gorri», le ha seguido en sus caminata».
La niñita, sintiendo á su padre, ha vuelto & abrir los ojos. Fermín se ha abalanzado á la cuna, y al ver la casi imperceptible sonrisa que dilata los labios finísimos y descoloridos del ángel, ha dado gracias á Dios por encontrarla viva. El perro también, colocando sus manos:,enlodadas en el borde de tabla de la camita, ha lamido las ropas. El muchacho ha descendido del escaño frotándose los ojos. La abuela permanece sobre las losas del hogar con las piernas y los brazos cruzados.
Despójase el m^ontañés de su anguarina; saca luego de la faja una botella oscura, y tomando del basar una Cuchara de palo, se dispone á dar la medicina á la enferma. Esta le dice tristemente:
—<(Aitacho, aitacho», tú no me quieres, porque te escapas.
—He ido al pueblo á comprarte «chochos», hija mía, y este poco de vino para que te pongas buena. Mira que bonito color- tiene.
L'b. niñita sonríe un poco mfrando á su padre. Es lindísima y delicada como un capullo de princesa y en sus mejillas ha extendido la fiebre pétalos de rosa.
A una seña de Fermín, el muchachuelo que le sirve de criado incorpora á la niña, introduciendo sus manos regordetas, todo lo más suavemente que puede, por debajo de la almohada morena y el padre procura hacerla tomar la dosis, pero el líquido no pasa de la boca y se escurre entre los dientecillos hasta la barba y el cuello. Una tos seca estremece el flaco y diminuto cuerpo y un ¡loro, que es más bien gemido, contrae al fin la blanca carita que coronan mechoncillos de pelo acaracolado.
—Dejémosla tranquila, Irigoyen—dice el pobre padre con desaliento, colocando botella y
cuchara en el escaño.—Echa más leña y qua Dios nos ampare.
La niña, rendida por el esfuerzo. Ha vuelto á quedarse aletargada. Se oye solamente su aliento fatigoso. En sus mejillas relucen dos lágrimas como diamantes y en su frente pequeñas gotas de sudor recién brotado.
Fermín se sienta en un taburete al lado de la cama y con los codos en las rodillas y la cabeza entre las manos, impotente y rendido, soporta la íragelación de la suerte. Curtida en los pesares, con el corazón ya desecado, comienza á roncar la abuela apoyando en la pared la torcida espalda y la pelada nuca. El criadillo, vuelto á su rincón, mira con ojos muy abiertos á la enfermita y permanece en medroso silencio y en quietud absoluta.
Las horas de la noche, en vez de pasar unai tras otra, diríase que se han juntado en corro peíananente para girar despiadadas alrededor del caserío. Fuera y dentro se repiten y alternan unos mismos ruidos y unos mismos clamores alternando con idénticas pausas todavía más tristes. Cuando se suspende un iaiata el bramar de la ventisca se oye el mionótono indiferente, burlón cascabeleo de los grillos que viven ¡entre la ceniza del hogar, y el chia ' porroteo de la leña húmeda.
Feímín pasea su imaginación por el erial de su vida. Recuerda á su padre, muetrto trágicamente por una avalancha cuando conducía su ganado; recuerda á su hermano que el gobierno se llevó á Cuba para hacerle morir en un rincón desconocido; recuerda á su joven esposa que feneció desangrada al daf á luz á' su hija, también en el invierno, cuando los caminos de la aldea están cortados y los médicos no pueden subir á los caseríos. Luego piensa en los últimos cuatro años endulzados por el amor tiernísimo de aquella niñita que le ha hecho sentir inefables dulzuras, que le ha hecho nacer á otra vida. Piepite eií su interior una y cien veces las frases de cariño que la inteligente criatura invertió par^i él; para él rudo y torpe y desgraciado que comprendía no obstante su precocidad pareciéndole milagrosa; los nombres amantísimos que le daba; los inocentes reproches que le hacía. PaSrécele sentir en su cara broncínea el contacto de las manecillas de rosa y el alientíllo del ángel entrecortado por la risa juguetona y ligera.
Estremecido de dolor pónese en pie y se inclina sobre la cuna. Con expresión de angustia miía un momento extático la pequeña y redonda faz que refleja un manso sufrimiento; luego introduce una mano entre la ropa de la cama y la espalda de la niñita, una espaldita húmeda y caliente en la que se perciben todos sus huesecillos y la fatiga de su respiración; coloca su rostro entre la pequeña almohada YÍ la cabecita de la enferma y allí, como pegado á su hija, sintiendo el calor de su calentura y, los latidos disparados de su coirazoncito, comienza á notar el dulcísimo consuelo de las lágrimas.
Irigoyen adivina algo de la intensidad da la escena, porque también se ha acercado á la camita y retuerce con sus manos temblorosas las puntas de su blusa.
La niña toma á abrir los ojos y quiere volver la cabeza para besaJr á su padre. Este coloca sus labios con veneración dolorosa, coa místico sentimiento en los del ángel y recibe el aliento ardiente del capullo.
—«Aitacho))—le dice,—dame la mano y no t» vayas; no quiero qu§ te vayas.
—'Descuida, hija mía, que ya no me iré más. No me separaré de tu lado.
Y la mano de Fermín, callosa y deformada, aprisiona la manecita de la criatura que comienza á estsir fría.
Así transcurre otro largo rato. Durante él, Irigoyen renueva las teas y se oye un prolongado bostezo de la anciana. El temporal redobla BU furia. Las ovejas balan tristemente y, se oyen sonar sus cencdtros estremecidos. Por la chimenea parece que penetra más hielo.
De pronto la moribunda comienza á temblar y é agitar sus bracitos abriendo y cerrando rápidamente los ojos. Su padre acerca más la cuna á la hoguera; la coge ambas manos y trata de infiindirla su propio calor alentando en su cara. Vuelve á calmarse poco á poco y ác cerrarse tranquilamente sus párpados. Píntase en su íindo rostro el reflejo de una sonrisa de su alma y Fermín, que tiene abierto el corazón y los sentidos solo para ella, la escucha decir con voz apenas perceptible:
-^¡«Aitacho, aita», cuánto me quieres! Pasa una ihora y otra hora. La madrugada
debe de estar muy corrida. Ruidos extraños que, res'uenan á lo lejos y ecos profundos que se adivinan cerca, en los rincones solitarios de la casa, detrás de las puertas y de las vi gas continúan su salmodia salvaje.
Al cabo de algún tiempo la niña toma & agitarse como un pajarillo bajo las garras de un gavilán. Se la vé mover los bracitos en el aire, iiacer ondular un tanto la revuelta ropa con sus pequeñas piernas. Aparece en su rostro un gesto de amargura infinita, de suprema angustia. Después entreabre los ojitos, velados ya por una sombra mate, y aprieta con sus dedítos crispados los de su padre, moviendo al mismo tiempo los labios que soJo dejan escapar una especie de gemido. Fermín, arrodillado é inclinado, echado materialmente sobre el cuerpecito del ángel, permanece com» en éxtasis de dolor pretendiendo aspirar aquella vida que se escapa.
La agonía es casi perceptible. Un alentar más lento y algo ronquinoso; pequeñas sacudidas, como de aleteo incipiente; inclinaciún de la cabecita sobre el pecihecln inflamado; frío y, rigidez á los pocos minutos.
El padre con el rostro pegado á la almoha-dita y los labios á la cabeza del cadáver continúa tiempo, mucho tiempo; cuando al fin se incorpora vé á los pies de la cuna al criadillo, que, postrado también, gimotea amargamente., y á la abuela de pie, con los brazba cruzados, en actitud tranquila y enigmática.
Los tres velan aquel cuerpecillo,muerto sin sacarle de la 'pequeña cama iparecida á un pesebre. En ella permanece también la muñaca de trapos, la «moña» que le había hecho Irigoyen y que la niña quiso acostar á su lado cuando se puso enferma.
Diríase que la chiquita está donmida. N» parece su rostro el de un cadáver, culoraado como está por la llama de la hoguera.
Así pasan veinticuatro horas y llega la mañana siguiente. Fermín, qpe ha preparado una sábana y una manta, haciendo un supremo esfuerzo, saca el pequeño cadáver de entre las ropas, lo envuelve en ©1 'lienoz, lo tapa con la lana y con él en los brazos, oprimiéndolo contra su pecho, sale del caserío acompañado de Irigoyen, que lleva un azadón y seguido del noble perro. La abuela queda en la 'puerta hasta perderlos de vista.
Sigue nevando copiosajmente. La imnensa extensión de los montes blancos se funde con las masas informes de las nubes á la luz débil y cenicienta de la mañana.
Los montañeses comienzan á trepar ladera arriba, marcando con sus abarcas-ferradas hondas huellas en la nieve. El viento agita los extremos de la fúnebre manta como una bandera á medio arrollar y algunas veces descubre un piecillo blanco y engarabitado que toca las rodillas de Fermín en dos vaivenes de la marcha.
Al cabo de una hora de camino han ganado una altura desde la que se divisa inmenso i>a-norama á la sazón cortado en parte por la cortina bailadora de los copos y los cúmulos de bruma rastrera y pesada que empujados y rotos por el viento se precipitan de las cimas á loa collados y barrancos, envolviéndolo todo como en una 'humareda de volcanes. Alia aba-i jo, cual si estuviese sumido en una nevera, se vé el caseríOj, con su tejado negro y anguloso» y en planos inferiores la infinita sucesión d® hayales desnudos y rígidos.
Fsnnín E<Wíe eu el suelo la muerteíjíta y í«h-
f ' ^ ^ * ^ ' « ' f t í " .,, —
Madrl(i.-^Año XkL=Núm. 14.337
¡mando la azada comienza á cavaÉr con brío, primero «n la, niave, luego «n la t ierra húme-fe y olieníe, cubierta por el verdín finísimo •de las alturas. Cuando el hoyo es lo bastante profundo toma en sus brazos el fúnebre envol-itorio, descubre con cuidado la cabecita de la itfúertá, se arredil la á orillas de la fosa y unida su frente á la yerta frentecilla permanece ¡algunos minutos en u n postrero deHquio de aínor y d» desconsuelo, en una callada comu-tnió» de aanargura; deepués desciende al hoyo; t iende en él ©1 cuerpecito, diciendo:—«MEH la misma t ierra que t u madr&!», y comienza á ar reglar las tpliegues de la manta; pero antes de que con ella tape d«l todo la redonda cari-" ita, iprecipításe á su lado Irigoyen y rompiendo lá llorar con ^estrépito la be&a etusivamcnt©. 'Aulla el perro entre tanto.
Luego va volviendo FeWnín la t ierra al hueco y bajo ella desaparece el bulto, mientras ¡fln« el mucliacho, rendido de cuerpo y a t o a , 'solloza echado en la nieve.
Terminada l a obra siéntase también *1 tiombre, por cuya frente corren grandes gotas d«i sudor que «1 viento hiela y mirando flja-•«nente la t ierra removida de la pequeña tumba, que va esmaltándose de blanco, aguarda á «jue l a nieve la cubra por completo. Lu«go se vuelve con los brazos abiertos hacia el potoíre ¡huérfano, rapatán de su miserable ganado. El ehico, medio atardido, corre á colgarse del cuello die su amo y al calor de la pr imera caricia qu« recibe en siu vida, siente que las lágrimas Be t o m a n bálsfimo en sus ojos y como un dul-for é& miel en l a s entrañas .
' Joaquín Argamasilla ds 1% Cerda,
nNTIGÜÓ VJAQDeRNO
DE ANATOLE FRANGE El Sr. Ruíz Conlreras se ha impuesto la laboí espi
nosa de trasladar á n-uostra lengua las obras completa» de Anatolo Franee y hasta hoy va realizando su pro-{>ó«it6 coa regularían laudable.
El insigne escritor ftancé» pone ea sus disertaciones y «n sus diálogos una cantidad de eapiritu y de «spiit» capaces de arredrar á traductores menos animosas que ¡el Sr. Contrraas. Aquellas cualidades ha de vivirlas en icistto modo el traductor, reflejarlas é interpretarlas, paia que su labor pueda ser fructífera al nuevo público ique ha de saborear el libro en su nueva forma.
El Sr. Contreras salva generalmente con acierto las Bificultades de un autor tan exquisito, y aqui damos Una muestra de su tlltima traducción, « La Rotisseric de ía reine Pedauque ».
, » * Los primerog TO,yog del sol herían nuestros
fatigados ojos cuando llegamos á la puerta (verde del parque de las Arenas. No nos fué ¡preciso a l i a r el aldabón. Desde tiemipo a t rás pi dueño de l a casa nos haMaj ¡enteegado la llave de la puerta de sus dominios. Antes de ent rar «convinimos en que mi buen maestro se áde-ían ta r t a prudentemente con Anquestü én t re las Bombraa de la avenida, quedándome yo un poco rezagado pa ra observar, si fu«ra preciso, a l fiel Gritón y á los bergantes de la cocina, en caso de que vieran al intruso. Esta previsión, muy oportuna, debía ocasionarme graves conflictos. Porque, en el momento en que mis dos compañeros acabaron de subir la escalera llegando, sin ser vistos hasta mi propia hábita-tAún, &ü la cual habíamos decidido ocultar al ieefior die Aniquetil has ta el momento de la fuga, ¡para tomajr la posta, cuando apenas llegaba lyo ai segundo piso, me tropecé con el señor de Astarac, quien envuelto en u n a bata de dam a s c o rojo, y teniendo en la mano u n cande-lero do plata, me dijo, como de costumbre, poniéndome la mano sobre el hombro:
—^Hijo mío, ¿no os sentís más dichoso desde que habéis interrumpido todo comercio con las mujeres, evitando así los peligros que originan las malas compañías? No, no tenéis que temer de las augus tas hijas del aire, ésas qüe-íreüas, esas pendencias, esas escenas injurio-eas y violentas, t an frecuentes en el t ra to de las criaturas Jivianas. En vuestra soledad os (Ofrecen las hadas, disfrutáis, ¿no es cierto?, (Una paz deliciosa.
Al principio, creí que se burlaba. Bero pronto comprendí, por su aspecto, que no e ra ta l isu intención.
—'Os encuentro oportunamente, hijo mío^— íagregó,—y os agradeceré mucho que tengáis l a bondad de acompañarme un momento á m i taller.
Le seguí. Abrió, con una llave muy larga l a puerta de la maldita habitación, donde yo ihaMa visto salir, poco tiempo antes, resplandores infernales. Y cuando hubimos entrado len el LaBoratorio, me rog'ó que avivara el fuego que languidecía por' falta de combustible. Coloqué algunos leños «n el hornillo, donde se
cocía no sé qué cosa, esparciendo un olor asfixiante. Mientras él revolvía crisoles y matraces con suá misteriosas mezcolanzas, yo, sentado en un banco, donde me había acomodado, cerraba, á pesar mío, los ojos. Obligóme á abrirlos para contemplar una vasija de tier r a verde, coronada por un chapitel de vidrio, que tenía en la mano.
—Hijo mío—me dijo,—es menester que sepáis que este aparato subiimatotío tiene por nombre aludel. Encierra un licor digno de atención suma, siendo hada menos que el mercurio de los filósofos. No creáis que debe conservar siempre su color oscuro. Dentro de poco se habrá vuelto blanco y trocará los metales en plata. Después, debido á mis artes é industria, se Volverá rojo y adquirirá la virtud de convertir la plata en oro. Sería, sin duda, Ventajoso para vos encerraros en este laboratorio, y no salir hasta que estas operaciones terminen; y á lo mimo durarán dos ó tres meses. Pero exiglroslo seria imponer una penosa contrariedad á vuestra juventud. Contentaos, pues, por esta vez, con observar los preludios de la obra, echando mucha leña al hornillo.
Después de estas palabras, se abismó de nuevo entre sus frascos y sus retortas. Entretanto, yo pensaba en la triste situación á que me habían conducido mi mala fortuna y mi imprudencia.
—¡Ay de mí!—exclamé, echando leña al hornillo.—En estos instantes la policía nos andará buscando. Nos llevarán á la cárcel y ahan-donaremos este castillo, donde, á falta de dinero, disfrutábamos de u n a buena mesa y de Una posición honrosp,. Nunca me atreveré á presentarme de nuevo ante el señor de Asta-rae, quien creé que he pasado la noche en las silenciosas voluptuosidades de la magia, y como mejor hubiera sino pue así lo hiciera. ¡Ay de mí! Jamás volveré á ver á la sobrina de Mosaide ,ia señorita Jaliel, que tan agra^ dablemente me despertaba por la noche en mi habitación. Y, sin duda, me olvidará. Ella querrá tal vez á otro, dedicándole las mismas caricias que á mí. La sola id«a de tal infldeli-dad, me resulta intolerable. Pero al paso que va eí mundo, hay que esperarlo todo.
—Hijo mió—me dijo el señor de Astarac,— no alimentasíeis suficientemente el atanor. Veo que no estáis aún bien penetrado de la excelencia del fuego, cuya virtud es capaz de m;adurar este mercurio, y de producir el maravilloso fruto que muy pronto me será dable «eooger. ¡Echad m á s leña! El fuego, hijo mío, es el elemento superior; ya os lo he dicho muchas veces; pero, no obstante, voy á poneros un ejemplo. En un día muy frío del pasado invierno, fui á visitar á Mosaide, á quien encontré sentado, calentándose los pies en u n brasero, y observé que las partículas sutiles del fuego que se escapaban del brasero eran bastante poderosas para inflar y alzar la hopalanda del sabio; deduje que, si el fuego hubiera sido más intenso, Mosaide se habría elevado por los aires, de lo que es digno, sin duda; y que si fuera posible meter en una especie de nave una cantidad determinada de esas partículas de fuego, podríamos navegar sobre las nubes tan fácilmente como lo hacemos sobre el mar, visitando á las Salamandras en sus etéreas moradas. A eso dedicaré mis ocios más adelante. Y no desespero de construir u n a de esas naves de fuego. Pero volvamos á nuestra tarea, y echad más leña en el hornillo.
Todavía me retuvo, durante algún tiempo, «tí aquella habitación achicharrada, de donde no veía el momento de escaparme pa ra t r a t a r de reunirme con Jaihel, deseoso de contarle mis desdichas. Por último, Astarac salió del laboratorio y pensé verme, libre de él. Pero frustróse mi esperanza.
—lEl tiemipo—me dijo al retroeeder—está bastante templado, aunque el cielo se halle algo cubierto. ¿Ne os agradar ía dar conmigo un paseo por el parque antes de reanudar la versión de Zozimo el Panopolitano, que os honrará mucho á vos y á vuestro maestro, si ambos l a termináis como la habéis comenzado?
Le seguí, con pena, por el parque; y él me habló en estos términos:
—'No me desagrada, hijo mío, encontrarme ¡solo con vos, pa ra preveniros á tiempo de un gran peligro que os puede amenazar cualquier día, y aun me reprocho por no habéroslo advertido antes, pues el asunto reviste suma im-portaBcia.
Hablando de esta suerte, me condujo '& la
f ran avenida que llega hasta las ciénagas del ena, y desde donde se ven Rueil y Mont Va-
lerien con su calvario. E ra su paseo favorito, la avenida más pnacticable de todas las del parque, á pesar de algunos troncos de árboles que la obstruían.
—Importa-^prosiguió—ibaceros comprender & lo Qua os expondríais traicionando & vuestra Salamandra. No pretendo interrogaros acerca de vuestras relaciones con esa criati ira sobrehumana que he tenido la suerte de daros á
, LOS LUNES DE EL IMPARCÍAL
conocer. Sin duda sentís, ó, al menos, así me lo parece, cierto reparo en hablar de ella. Y vuestro comedimiento es digno de alabanza. Si bien las Salamandras no tienen respecto á la discreción de los amantes las mismas ideas que las mujeres de la corte y de la ciudad, no es menos cierto que los grandes amores las requieren, si han de ser inefables, y que sería profanar un hermoso y profundo sentimiento hacer partícipes de él á los demás.
»Pero vuestra Salamandra (cuyo nombre me sería fácil descubrir si yo sintiera esa indiscreta curiosidad), no os ha revelado tal vez una de sus más vivas pasiones: la de los celos. Este sentimiento es común á todas sus semejantes. Sabedlo bien, hijo mío; la^ Salamandras no se deian traicionar impunemente. Turnan contra el perjuro una venganza terrible. El divino Parac^lso nos refiere un ejemplo que bastará sin duda para inspiramos un temor saludable; y voy á dároslo á conocer:
¡iHabía en la. ciudad alemana de Staufen un filósofo espagírico que sostenía, como vos, relaciones con una Salamandra. Fué bastante depravado para engañarla ignominiosamente con una joven, muy hermosa por cierto. Una •noche. Cenando con su nueva querida y con algunos amigos, los invitados vieron brillar sobre «u cabeza un muslo de líneas maravillosas. La Salamandra lo enseñaba para persuadirles de que no merecía el enigaño de su amante. Después de esto, la visión celeste, indignada, fulminó contra el infiel una apoplejía. El vulgo, cuya ignorancia le inclina al error, creyó que se t ra taba de una muerte natural ; pero los iniciados supieron de qué mano había partido aquel golpe. Yo os debía, hijo mío, esta advertencia y éste ejemplo.»
Cuento de ladrones Era un hombre viejo, muy viejo; sus ojos,
rayados de sangre, parecían adormecidos eu las cuencas profundas, á& terroso color. Tenía los dedos de las manos escures y audoaos, y la boca sonreía constantemente, con cierta ext r a ñ a sonrisa que daba miedo. Yo siempre creí descubrir u n a historia de sombra en el secreto helado de aquellos ojos, donde había, ] por veces, un Tesplaudor de fuego, y otras' veces u n resplandor verdoso como eí limo que se ve en lo hondo de las charcas. Aquel hombre murió. Entonces quise saber te historia presentida; y u n a noche, en la casa graiade de Varas, cierta vieja cuentera que sabía bien las crónicas del país, hízome gracia de una narrajción escalofriante y sombría.
Estábamos en la cocina. Ráfagas implaca^ bles arremolinaban la lumbre. Al comenzar su historia, la voz de la anciana fué como la del viento: austera. Sonó quedameníe, con algoi de sibilina, de perverso quizá.
—^Sepa el que me oye cómo ©1 hijo miás¡ mozo del leñador de Montesefio era, por aquel entonces, el hombre más temido en todo este arciprestazgo de Varas. Túvosele, a l comienzo de sus mocedades, por fachendoso y de valor; pero las hazañas suyas, que no se creerán andando los tiempos, acaecieron en lo® presidios áJ donde fué condenado por mata r á un hombre.
Calló la vieja un instante, dejándose oir el' borboteo del agua en la olla de barro. Las hazañas de que luego habló eran inquietantes y amedrentadoras, como visión de pesadilla, A no contármelas persona de t an ta verdad, yo las hubiera incluido entre ésas que urde el pueblo con el fin de entretener las veladas largas.
—No se sabe de dónde el condenado sacaba fuerzas pa ra romper los hierras y «ecaparse de l a prisión; pero es la verdad que logró h u i r varias veces, t i na de ellas no volvió á la cárcel. Díjose en el país que un señor muy poderoso—el señor de Freás, á quien conoce bien el que me escucha—había menester de la fuerza y de la valentía del presidiario. Este hom* bre, puesto len el trance de temer á la justicia, hízose bandolero, y con otros como él, aanda-ba isiempre fugitivo por los montes, y la vida en todo Varas e ra por aquel tiempo bien azarosa. ¡Las fechorías que se cometieron, bendito Dios! jRaro e ra el día en que no se encon^ t raba cadáver algún hombre sobre las veredas 6 eobr© la hierba de los prados!
Y hé aquí cómo una noche sucede algo que da todavía miedo de recordar. Fué que en la casa de Serantellos aparecieron degollados el señor y la señora. Los hijos, que eran entonces muy nuevos aún, lloraban, «¡pobriños!», en la cocina. Par t í a las alas del corazón el verlos. ¡Y todo por robar, señor; qué almas! Como no se sabía de los causantes, porque eran numerosas en el país las cuadrillas de bandidos, muchos hombres fueron presos; mas no resultando nada que les denunciase, bien pronto dióles suelta la justicia.
í-í) Lunes 18 de Febrero de 1907
EL CAMPO Y LA CAZA
IOS Eff l ldOSlÉ" LAS PERDICES En el haz de maldiciones que lanzó á la so
ciedad aquel cazador romántico y geniai que 6e llamó en el mundo D. Lorenzo Milans del ÍBosch, había tres p a r a en esta vida y tres p a r a en la otra, contra quienes quebrantaban el deber impuesto por Dios á los hombres de t rasmit i r á sus sucesores la herencia de sus ¡padres. Maldijo el progreso, que hacía morir ide indigestión á los oentroa y de hambre á. las periferias. Maldijo el vapor, que suprime las testaciones del tiempo y las zonas de la t ierra. Maldijo los caminos de hierro, que acarrean ¡toneladas de caza á los antros desfondadoe de fas modernas Babilonias. Maldijo, en fin, á los guardianes de l a io r tuna pública, que la idejaban perder en sus manos.
Enamorado de la naturaleza, pasó la flor fle su vida cazando é le caballero y estudiando iel asunto, especialmente la riqueza que ofrecía á España la perdiz. Y apoyado e n voluminosa correspondencia y prolijas investigacio-nes, dedujo u n a existeneia de 12 millones de perdices en nuestro territorio. Y de cálculo en cálculo y deducción en deducción concluía «.firmando que sóilo ellas dejaban á su pat r ia u n a riqueza de 100 millones de pesetas al año.
No es fácil seguir al noble g;eneral en sus operaciones logarítmicas y en sus aplicacio-íies catalácticas; pero haya en ello sus más ó sus menos, aplaudirán todos la solicitud ten el trai»ajo y convendrán en la importancia ¿el asunto.
Descanse en pkz ©I buen cazador: que si su iespíritu romántico volviese á chocar con esta iectualidad de la caza, de rebote t o m a r í a á la ¡nada después de ar ro jamos al rostro un nuevo baz de maldiciones...
t á ©stimaciótt de la perdiz en Europa es JCada día mayor. El tiro de los mercadea au-imieota) lal' :peiisecución efe la especie. La deflen-ifle eni M ei trahjero con la veda; aquí, sin ella. Quedaría relegada á los gabinetes de Historia Natural . No hemos llegado aúni é eso, pero itodo se andará , como decía al" reo el alguacil de l a penca.
Los enemigos del hombre son tres, y los de 'la perdiz, cuatro: l a naturaleza, los animales, los homEres y_ las perdices.
Veamos cómo. Los neyáscos las matan de fiambre y las entregan indefensas. Los camelos bruscos de temperatura lae son fatales; l as faeiaíaa de primavera las vuelven tísicas. Las sequías extremas las pueblan de parási-•itos, y las inundaolones las ahogan. Pero sobre todo, las nubes de verano las diezman y los pedriscos las aniquilan. En cuanto los catadores ven cubrirse de nubes recortadas y plomizas t m cielo calino en día de bochorno, auguran daño. Y no marran . Al atardecer sie id'esenoadéna l a tempestad, y si es idie piedra, ¡adiós cría y adiós temporada. La piedra ^rue-ea atollasca á las madres y destroza los nidos-; ly como las tormentas devastadoras coinciden con la nidiflcación, de aquí la inquietud de d<Ml caaiacloipes y el terror de los campesinos. Y
\
no sólo los ramblazos ar ras t ran los nidos, sino que los truenos y las descargas los enhueran.
¡Cuántas veces los pastores y masoveros hal lan perdices muertas con las alas extendidas cubriendo sus huevos ó amparando á sus pollueios, vivos algunos y en espera de un calor que no les puede d a r ya la madre! •
Las que í e salvan de los hidrometeoros y de los rigores del cielo, han de salvarse también de los peligros de la tierra. Mamíferos, aves y reptiles son otros tantos enemigos del tesoro de la oaza. Culebras y lagartos, erizos y ratones, se empican á los nidos y los atacan con repugnante voracidad. El perro salvaje y el faltrero, olfatean y embisten la perdiz por instinto y gula, mejor que el pointer y el perdiguero por instinío y enseñanza. Las zorras y los tejones, loa gatos cervales y monteses, las ginetas y garduñas devoran la caza menor y se sorben los huevos. De la rapacidad de los rapaces no hay que hablar: ello lo dice. Cuantas aves se emplearon en l a caza de altanería, t rabajan por su cuenta con la misma acucia aunque mayor voracidad que en los tiempos do la cetrería medioeval. Y los cuervos y las urracas, perniciosos y mañeros, ni la dejan criar ni vivir.
En esta lucha por la existencia que se desenvuelve en el gran escenario de los seres vi-Sfientes, con sus ataques, defensas, acechos, emboscadas y estratagemas, siempre repetida y siemipre nueva, todos son verdugos y la perdiz víctima. Todos, incluso el hombre, el ser creado ó, imagen y semejanza de Dios, que en la honorable comandita de ratas , cuervos, zor ras y culebras destruye á destiempo con la eficacia de una inteligencia superior lo que es gala del campo y emblema de la fecundidad.
El hombre aprisiona la perdiz con el redi-joso buitrón, la estrangula con el lazo, la tortu ra con la ballesta, la atrae con el reclamo, la confía con l a enramada, la envisca con el hisque, la encandila con la calderuela, la encamina al suplicio con l a onda, la obliga al polAiíílo de la muerte con los alares y la chuchea con orzuelos, cajuelas y sinnúmero de engaños y artificios. Y no sólo la esclaviza sino que_la pervierte. Domesticada y envilecida, le sirve pa ra que el taacho rete «al campo» fingiendo valor y luego cobardía y le atraiga arteramente á reñir, y de la hembra pa ra que enamorisque y ciegue al pájaro encelado. Se vale, pues, en el tollo, del amor de las perdices; en los cebaderos, de su apetito, y en los agíuaderos, de s u sed.
¡Y la llamamos arisca! ¿Qué fuera de ella sin su arisquez y su admirable fecundidad? Si duerme entre los perfumados ramajes, la sorprende el reptil ó la al imaña; si vuela al campo, l a advierte el ave de rapiña que se cierne en las a l tu ras para darle una calada; si canta en un risco, llama al pastor, si descubre una lonigadaí de trigo, da con un cebadero; si apeon a á, la aguada, va al peligro; si acude a l reto del perdigacho ó á los dichos de la hembra, la asesina el jaulero: y en días serenos la matan y en los de tempestad muere. Siempre el riesgo, siempre la muerte con el disfraz del amor y los goces del vivir.
^ r o ¡qué mayor peligro que su instinto suicida! No Bien termina la corriente del celo, comienza á registrar los terrenos frumentarios próximos á la zona montuosa que habita, para disponer la postura y hacer el nido en las siembras tempranas en los cebadales, algarrobales y trigales adelantados, en cuyos surcos y regueros va depositando los nuevos. Y como las algarrobas se arrancan y las cebadas se siegan por Santa Quiteria, y aun antes en Andalucía, cuando los pollos no han roto todavía el cascarónj imagínense los profanos la cuenta que darán de los nidos los escardadores, segadores y demás proletarios campesinos, avezados ya á considerar el provecho de los nidos como adehala del jornal.
Quienes hayan cazado codornices verdes en la Mancha, las Castillas y Andalucía durante los hermosos días de primavera, habrán observado la frecuencia con que se vuelan perdices en las tupidas cebadas, t an pandas y remisas, por los huevos que llevan ó por el nido (tue dejan, que á poco que se sepa t i ra r no se las yerra. Si no hallan sToiibras aprovechan lxis regajones, rehoyos y barrancos para anidar, precisamente lo que serán vías de agua en las nubes d© primavera y dé verano. De modo que siempre dan en la flor de hacer la postura donde la exposición y el riesgo son mayores.
¡Y floja mafia que se dan en l a rebusca de nidos de perdiz Ips que viven y trabajan en el campo! Sin ser hebraizantes, en eso do dest ru i r la cría más que á los rigores de la ley Canalejas y del reglamento VadíUo, se atienen á las permisiones de Moisés, quien prescribía al pueblo de Dios que «cuando topasen Con algún nido de aves con poUoS ó huevos, dejasen ir á la madre y tomasen los pollos para que les fuese bien y prolongasen sus días.» (Deut 22-6) Cuyo precepto admiten también log cristianos viejos durante la segazón á vista de propietarios, cachicanes y manijeros, que aun suelen decirles cuando topan con un nido, que buena pro les haga.
Fecunda es la perdiz, pero si l a gente do campo sigue añascando los huevo®, pronto verán los cazadores el fin de una raza y los matuteros, el fin de un negocio. Y es lástipia que no se aumente la caza nacional. Porque aun el lobo alioaentado y domesticado pudiera servir para guardar el ganado, como el matutero cazando alimañas y bien recompensado serviría pa ra defender y guardar la caza. Así lo entienden los europeos, que gratifican al ali-mafiero con esplendidez y guardan la veda con rigor. Con monomanía, porque palpan los frutos de su empeño, Austria-Hungría, Alemania y aun Rusia expiden á los «hallas» de Pa r í s cantidades fabulosas. Sólo Austria remite al año más de 200.000 perdices y Alemania poco menos. Uno de los j^randes traflcantea facturó pa ra los departamentos la Noche Buena, 24 vagones de caza, casi toda extranjera. De España se recibieron allí 80.000 perdices en año reciente; pero como aliora está probübida la exportación, seguramente se remitirán 100.000.
No insisto más, y á mi tema. Por lo pronto, la veda; y pa ra conseguir su efectividad, la observancia de las circulares dB 14 de Marzo
Esto, sin embargo, debió servir de enseñanza, porque las parroquias de Varas pudieron vivir, durante algún tiempo, una vida sosegada. Más tarde el hijo del leñador de Mon-teseño, que ya parecía olvidado de sus malas ar tes y hecho hombre de bien, compró, con doblas del señor de Freás—todo el mundo lo sabe, —una recua de muías y se metió á arriero. La aldea olvidó sus crímenes, y el muchacho iba viviendo feliz. Cantando tonadas al uso de otras tierras, veíásele salir en algunos ama^ neceres, y llegar por Ja .mañana del otro día jaranero y reidor. Aún mozo cabal, en los sitios donde se hila y se canta, Jacobo el arriero no era, ni con mucho, despreciado de las mozas, r^só por fin y tuvo hijos; hijas más bien. ,
El tiempo parecía haber borrado ya sus malas obras, cuando de pronto un hombre muere en la Pa rada do Ameixal, y antes de morir cuenta que él, en compañía de otro solamente, había sido quien diera muerte, hacía muchísimo tiempo, á los señores de Serantellos. Como el asesino, por aquel entonces lejano e ra muy compadre del arriero, comiénzase á sospechar del buen Jacobo y á temer la venganza de los hijos, ya mozos, de aquellos señores. Por eso, siempre que el arriero salía de la aldea, su hija mayor, á la hora del regreso, escondíase detrás de las matas , allá en la hondonada de Sampayo: el rincón más propicio pa ra fechorías de muerte.
Pasó algún tiempo, y nada; pero una noche, poco antes de amanec^f, oyó algo que la llenó de terror. Como ella, ocultos en la espesura, dos hombres aguardaban el paso de su padre, qUe vendría al poco tiempo con su^ré-cua por el camino de Agrolongo. La moza quedóse espantada. Pensó salirle a l encuentro, pero comprendió que él, sabiendo de la asechanza, seguiría con más priesa aún, porque valeroso lo era; pensó hinojarse á los £iés de aquellos dos hombres y ofrecer su vida á cambio. Temió darla inútilmente.
Y en esta angustia, tiene de pronto una idea y sale arrastrándose, sin ser vista ni oída, y llega a l puente de San Fiz... Ese puente, que hoy es de pie(fra, era entonces hecho de tablas, mal sostenidas por dos troncos de no grande espesor, á las que, un largo razal, servía de pasamanos.
La vieja calló, pa ra atizar el fuego que cocía las castañas. Olores de madera y de resinas ardiendo difundiéronse un instante por el aire. En aquel huelgo dado á la historia vi el pasaje donde se levanta e l puente; y yo, que he pasado por él con temor, recordando la descripción de la abuela, no sé cómo nadie lo cruzaba entonces. Va el río allá en lo hondo, hilando el lino de sus espumas en ruecas de piedra , y los bordes de aquel tajo ciclópeo de la montaña, son de granito que tiene ar is tas cortantes. Una caída allí, es de salvación imposible.
La anciana bebió u n trago de vino calentado en el rescoldo, y luego de limpiarse la boca con el delantal de lana burda, dijo que á la moza ocurriósele deshacer el Trágil puente. Su padre llegaría, y no pudiendo cruzar el río, había de buscar^ por fuerza, los pásales de Tordoya, gue,son bastante lejos. I r ía entonces á su aldea" por otro camino, y libre ya, aquella noche, de la asechanza, p a r a el otro amanecer de Dios tiempo quedaba de pensar. No se le pasó por el pensamiento que el viejo pudiese venir descuidado y caer á lo hondo. Vio en su idea el medio de salvación único, y tal como lo pensó lo hizo.
• Llegando '& esto, la anciana, muy larga
mente, comenzó á contar cómo la moza se ret ira á su aldea, ya casi tranquila. El liuracán de la noche parece hablarle con voces llenas de misterio. A lo lejos las estrellas van dejando de brillar, y poco á poco una angustia horrible se le enrosca, como una serpiente, al corazón de la moza, apretando, apretando... Anda ya asustada de una parte á la otra, y va á caer de rodillas con la cara á la luz que nace, y reza: «¡Sálvalo, virgen san ta de Gomesende! ¡Por las siete espadas qUe te t raspasaron el corazón, sálvalo; por las lágrimas que vertiste al pie de tu hijo en la cruz! ¡Sálvalo, virgen mía, aunque no sea inocente, y prometo i r descalza, con estos pies que siempre llevé calzados, hasta tu ermita, el día de tu fiesta!...»
Comienza á sentir cierta inquietud. Su padre ha tenido sobrado tiempo de llegar. Sale, llena de zozobras, y recork-e el camino de Tordoya, hasta los parales. Sube á una loma y milra: el camino ondula solitario, y va á perderse sobre la cumbre de otra loma desvanecida, azul. Vuelve á su casa, encontrándola tan silenciosa como la dejó. Una ansiedad sobrehumana la fuerza luego á ir por el otro camino, aunque sabe que esto es Inútil. Y entonces, llegando á la umbría de Sampayo, vé mucha gente, oye voces. Algunas caballerías triscan mansamente en los valladares olorosos.
Un hombre está tendido soüre un charco del sangre que mancha de rojo la yeíba blanca] por la escarcha de la noche.
Y la vieja, sabedora de grandes secretos! para encender la emoción, calló cuando estai dijo y bebió nuevamente.
—Pues aquel hombre, señor, no era el psf dre de la moza. Era un aldeano de Val verde, que t raía la recua del arriero por tener e<!te precisión de quedarse en Agrolongo. Aún estaba con vida.
La moza, al verle, no pensó casi en su pa-dre, ni en la t r i s tura de aquel pobire cuerpo acribillado á puñaladas. Un terror sobren* tural le hacía castañetear los dientes. ¿CómiS el extraño había podido llegar hasta allí? Caitj desmayada se acercó al moribundo.
—^¿Por dónde vino?... ¡Diga!... —¿Por dónde había de venir?... Y ella, con angustia mayor, llena el almlj
de un sobresalto espantoso, se acercó más. — ¡Si no puede andarse ese camino hastti
aquí! Ya no hay puente... ¡Le he deshecho ]ri| misma, esta mañana!
El hombre, con voz débil, contó que se h » | bia adormecido sobre u n a de las caballeríj*! Po r el puente de San Fiz venía durmiend»! aún. Mas por allí había pasado; estaba seguJ ro. Poco después, dos hombres le salieron ^ camino.
La gente comenzó entonces á correr hacin San Fiz, dejando, sola con el moribundo, á Itf hija del arriero, que parecía loquear. Taetl bien haSía ido la anciana narradora; y, l l i ^ gando, vieron todos, sobre el abismo, de unifl banda ,á l a otra, uno de los dos troncos qo i^ sostenían el puente. ¡¡Los aldeanos viejos s bían bien que las bestias fian mucho en la i puridad de sus cascos!
Yo, al oir esto, sentí un escalofrío. Y niieflí t ras la lumbre en el hogar se retorcía con ofrfl dulaciones violentas, la vieja, casi aJegílij tuvo una sonrisa enigmática.
—(¿Sabe cómo concluye el cuento? Yo la miré.
—^¿Sabe cómo concluye? Pues el herido mfl«; rió aquella mañana . Pero, antes de morir,' declaró ser el otro de los dos hombres que, eB-cíertp día lejano, habían dado muerte á lof señores de Serantellos.
Cuando la anciana puso fin á su naarracito^ parecía animarse la lumbre, y en sus^Uames,; yo veía labios ansiosos de habla r y ojos coa* | cedores de un secreto inviolable.
Pedro de TOB.
Actualidad extranjera Las reformas de la Ctiina
Los corresponsales de la prensa inglesa {.K alemana vienen hace tiempo hatolaaidio de l a l f trasformaciones "próximas del gran imperio, f has ta llegó á asegurarse hace poco que el «n perador había querido a ten ta r contra su vidí porque su imperio no se reformaba oon la niM pi3ez apetecible. S
Mientras estas cosas se refieren, loa auflfwS tos mandarines opinan que todo ese moviiiafl)a| to es ridículo y contraproducente, y que la ) ^ l cular tranquil idad aventaja siempre a la t r a f l formación más insignificante.
Acaso entiendan también los mandariml que toda modificación en las costumbres aaí cestrales contribuiría á que el conde de Toli» toi les perdiera el hondo afecto que les pro(^ sa, y esta razón abona algún tanto la auguBt* determinación mandarinesca. '
Al sentimiento de inquebrantable sosiega que los anima debe de atribuirse también ni. novísimo reglamento de la prensa, cuyas priii« cipales disposiciones son todas de carácter te^ minantemente prohibitivo y tan concluyent» como estas: j
Queda prohibido censurar los actos de 1 íamilij, imperial.
Queda prohibido protestar, sin razoMj plausibles, ctrntra los actos del gobierno. ¡
Queda prohiMdCi'TptiBilcaf' níSittgsi'|rci;WM| cíales al sosiego público. « j ™
Se prohibe publicar artícTiÍo& contrati»^ la moral de Confucio. -..
Se prohibe divulgar los secretos de ci4j quler indfvTduo y emitir pareceres atíntató rios contra el honor de las personas, -
El despertar del pueblo chino que algUDUMÉi entusiastas irreflexivos predijeron en la époctS ya lejana de l'á" guerra con el Japón, s e t tS muy remoto todavía, sobre todo mientras kdp mandar ines persistan en su quietud iiiq\»j brantabla
B.8.
No se devuelven los originales.—Del COOAS nido de los artículos son responsables sus n s tores.
de 1881 y 2 de Marzo de 1888, singularmente en lo que concierne á la vigilancia de a f e l i o s á quienes por isus antecedentes, por su vida en despoblado ó por eil tráfico de compra-venta de caza á que se dedican, denuncian la 05»-nión y los aficionados. Ahí está el toque, en la viígilancia en poblado. La Guardia civil se sabe de memoria á los dañadores y fácil le es dar con ellos, no cuando siegan la mies, sino cuando meten el grano en las trojes.
A ellos, pues, señor presidente; á ellos, señores ministros de la Gobernación y de Fomento; que pa ra la repoblación de la caza—^y mientras repoblamos de ideas modernas el cerebro nacional—buenas son las denuncias de los cazadores, la vigilancia de las autoridades y l a fecundidad de las perdices. ¡A ellos! porque si' no á los cuatro enemigos de la caza menor habrá que añadir la vacuidad de la Administración y la inanidad de las leyes.
Julián 5ETTIEE.
P. S.—SIGUE EL PESCASTE.—^^A propósito del artículo «En días de nieve», me escriben de una población de la sierra de Albarracín. que conozco mucho y quiero más, lo que sigue:
«Lleva usted razón. Las matanzas se hacen ahora en los cebaderos de las eras. Un ba-bazorro de la Alagosa mató hace días nueve hermosas perdices de un escopetazo desde la misma puerta de l a masada; dos renteros de Foyuela, 118 en los cebaderos de aquella finca, y anteayer, un posadero compró 70 más en bloque. Esas perd'oes tan bravas acuden ahora, heladas, a turdidas y hambrientas, al engaño de las eras, donde cualquier mamacallos las asesina. Y como para muestra basta un botón, excusó decirls á qué grado de exterminio se está llegando en una comarca como esta, cubierta por medio metro de nieve petrificada».
Y añade otro amigo: «La nieve es tanta, que esas patirojas que en vano buscan ustedes en otoño, se nos entran ahora por las puertas de las masadas. A toda caza se la coge amedrentada. Mi criado mató ayer una^liebre arrojándola un bieldo desde el corral , 'y los dos pastores llevan muer tas 53 perdices junto á las parideras, en donde tuvieron que encer r a r dos hatos de lanar sorprendidos por las nevadas».
Lo que me dicen y publico es un dato pa ra que todos midan la inmensidad del daño y calculen lo que estará aconteciendo en las comarcas nevadas.
Convengo en que las autoridades son impotentes pa ra imponer el remedio, que al íln y al cabo se t r a t a de fincas particulares; pero ¿y los propietarios cómo no evitan el despueble de sus montes, y cómo los masaderos y granjeros no reconocen sus intereses?
Intentemos demostrar en cuatro l íneas cómo esas doscientas peirdices (y serán ya rrál) muertas en una zona relativamente pequeña, hubiesen realizado de nuevo con su fecundidad el milagro del pan y de los peces, calculando, claro es, en el terreno quebradizo de las suposiciones y probabilidades.
Las que ahora se matan haii tDepechado ^ la ba rga de l a cuesta, es decir, se ham l ü » de la caza de otoño y de los peiligro«| diél I viemo, están e « vísperas de la corirónte 1 celo y van derechas á la mdiñcación. Para I efectos de la reproducción cada u n a vale 1
Pues supongamos que de las ^ 0 ases das en un p a r de días por esos tochos, bu sen sucumbido las 50 á los rigoires de la m raleaa y á los t i ros problemáticos de los jti leros. Quedarían 200 pa ra criar. Supomg también u n a mitad hembras y u n a postura i diez huevos por nido (que es poco-, eabifl ' que l a perdiz Toja, la más estéril, pone 1 do menos de ocho á catorce huevos, y que I hay que hacen dos nido®, uno de los incuba el macho) y tendremos 1.000 pe ñas , que con las 200 viejas, darán un efei de 1.200 patirojas p a r a cazadas al desveda!'
Supongamos, por fin, que de esas l.W'" «dos terceras partes», ó sean 800 (y es mw son víctimas en el t rascurso del año co de los accidentes natairales', de las 1 fias salvajes y socialJes y de los cazador»! ley, y aún tendremos 400 pa:sa criar, 200 hembras ofrecerán u n contingente de! pollos que, adicionados á sus 400 padres, 1 marán u n a población a l ada de 2.400 pioosf la temporada de 1908-1909.
Cuya sencilla opeira/Oión repetida eo i les proporciones has ta la pcrimavera de en quinquenios, arrojar ía los' síguientieo 1 tados:
Año 1908-1909.—1.600 perdices, ó seaii teroéras partes pa ra el truculento repaito^i sus cuatro enemigos, y 4.800 perdices y perdigones nuevos pa ra el monte.
Año 1909-1910.—3.200 y 9.600. Año 1910-1911.—6.400 y 19.200.
.Año 1911-1912.—12.800 y 38.400. Al cabo, pues, de un quinquenio se ha
consumido u n a ren ta de 24.850 peírdioes yí roado un capital de 38.400, cifras que el Y al decenio serían, irespectivamenté, 1.612.SI 1.228.800. Y aBata pónganse á estos 1 cuantos repant» se desee, sálvense los > que contengan, barájeseles como guste y ( céneseles cuanto plazca, y siempre se oh' drá u n producto importantísimo y á prin vista incomprensible. A todo me allano, nos á que se discuta la excelenci a de la 1 impuesta per el Estado y sentida por íai ción.
Pues con ser esto el abecé del negoeiod desconoce en un país como España, dOEdíJ caza puede ejercitarse como en ningún 1 de Eujiopa, según reconocía en su libro el 1 logrado príncipe heredero de la ooTOia I Austria.
En cien millones calcUlabaj el geneiral 1 lans las perdices que llegó á haber en 1" de Carlos IV, y en otros cien calculiairía ( quiera las que v<dverían á poblar mi monte® y campiñas en diez años de viv*r4j europea.
Pero ni los cazadofpes abr i rán los ojoej ver claro, ni los propietarios pa ra lleGUlif bolsas.
Y basta de matemáticas.—S.
Madrid^-Ais. XU.--Nám. 14.337 EL IIPARCIAL (5) Lunes 18 de Febrero de i907
EL SERI/ICIO OE_£ERROCAñBILES ron TMtEGSAFO
E l l i o i ' R i ' i o <ie G n l i o i n
Villagaroía 17 (3,18 tarde) Viene siendo motivo de general disgusto
desde su implantación, por las dificultades que presenta á los viajeros y á la v ida económica de la comarca, el horario por que desde 1." de Junio próximo pasado se rige esta .Compañía ferroviaria; disgusto que se ha acentuado m á s al saberse que existe una real orden, dictada recientemente, en la cual se preceptúa el restablecimiento del horario antiguo, por considerar absurdo el que ai presente rige.
Las casas que tienen numerosa correspondencia se ven en la imposibil idad de contestarla á vuelta de correo, á menos de trabajar durante las a l tas horas de la noche.
El servicio de viajeros entre Vil lagarcía y ]a capital de la provincia hácese imposible, puesto que hay necesidad de esperar has ta las cuatro de la madrugada para uti l izar el tí*en-correo, único que comunica entre ambas pn-h! aciones. Peor aún está entre Sant iago y Villagarcía con Vigo.
Hasta los labradores t ienen considerables pérdidas con el i t inerario actual , pues los Lira-ceros que viven en las estaciímes del tránsito no pueden ir y venir en el día,
Gomo se asegura que la Compañía, aun siendo favorable á sus intereses, no puede cumplir la citada real orden, hácese preciso que el ministro d? Fomento tome cartas en el tisunto.—Gil.
L a l i n e a <1«l H o v t e Sssovia 17 (7 laohe)
El alcalde, el presidente de la Cámara de Comercio y los representantes de diversas corporaciones, h a n telegrafiado á los ministros de la^pobemación y de Fomento, y á los diputados y los senadores por Santander, para conseguir que se restablezca prontamente el t>;-áflco de mercancías en la l ínea del Norte, que se hal la paralizado á causa de estar interceptada la v ía férrea, por desprendimientos de terraplenes entre Santander y Reinosa.
En el mismo sentido han solicitado del gobernador que telegrafíe al gobierno.—Lasso.
mOmiEBAO EOlT&miAL BS ESPAÑA
OFICINAS
REUNIOillES V SOCIEDADES Está noche cont inuará en la;.Real Acade
mia de Jurisprudencia la discusión de la Me^ moría del Sr. Michelena «Derechos del cónyuge viudo», haciendo uso de la palabra los Sres. Amoraga y Traver.
—La Universidad Populaf cont inuará esta hoche, á las nueve y media, sus tareas en el Centro Instructivo y Protector de Ciegos, Bar-bieri, 18.
—En l a Sociedad Femento de las Artes continuará hoy lunes, á las nueve y media de la noche, el curso breve de c iencias físicas, á cargo del profesor Sr. Jiménez.
—La Sociedad Española de Higiene cele-tt"ará sesión científica y pública m a ñ a n a martes, á las nueve de la noche, en su local, Montera, 22. El doctor Pérez Noguera tratará de la «Príjfllaxis de la tuberculosis».
—Hoy lunes, á las nueve de l a noche, la Academia médico-quirúrgica española celebra eesión pública en su local. Montera, 22. El se-flor Sanz Blanco expondrá un caso de tumor epibulbar, el Sr. Yagüe uno de cuerpo extra-fio en la frente, el Sr. Royo uno de a n g i o m a
de la l engua y el Sr. Bote l la cuatro de sinusitis maxilar.
- -La Sociedad de obreros constructores de carruajes celebrará junta general m a ñ a n a martes , á las seis de la tarde, en la calle de Relatores, 24. •
L O S G A B R I E L E S . —Hay pota gallego, i pta.
LOS SUCESOS LOCALES
¿Dónde está la captara? D. José Flores Vélez denunció en la comi
sar ia del distrito del Congreso que el día 15, y en el momento de bajar de un «cangrejo» en la Puer ta de Atocha, le fué sustraída la cartera del bolsillo.
Ésta contenía varios documentos y un billete de Banco de 25 pesetas .
E m b r i a g u e z y e s c á n d a l o En la calle de Mesen de Paredes , núm. 61,
produjo un fuerte escándalo Manuel Polo Hernández, de oficio tal l ista, faltando gravemente de palabra á un vecino suyo.
Al ser detenido Polo , cayó a l suelo y se produjo la fractura de u n brazo y contusiones en var ias partes del cuerpo.
L o s v a l i e n t e s c o n t r a l a a u t o r i d a d ^ Un joven de diecisiete años l lamado Luis
García Torres y conocido por «el Aijioñito», sustbajo de un carro en la P laza Mayor un fardo que contenía 50 ki logramos de bacalao.
Al ser detenido por los guardias de S e ^ r i -dad Miguel Alonso y Lucas Escobar, el angelito agredió á los agentes de l a autoridad con una navaja de grandes dirnensiones.
((El Antoñito» fué puesto en compañía del arma dicha á disposición del juez de guardia.
Para saber la hora En el teatro de la Zar íue la le fué sustraí
do el reloj de oro á u n a señora l lamada doña María Jesús Gómez y López, que, en unión de su esposo, presenciaba la función.
Soldado atropel lado En la calle de Alberto Agui lera fué atrope
llado ayer tarde por el tranvía «cangrejo», número 36, el soldado del batal lón de cazadores de Barbastro Salvador Pablo Aguado.
Conducido el mil i tar á la clínica de urgencia del Buen Suceso le fueron curadas de primera intención dos heridas graves en la car beza y erosiones en var ias partes del cuerpo.
Robo En la calle de Jesús, número 12, piso se
gundo derecha, domicil io de D. Pedro Martínez Zabaiza, se cometió ayer, en ausencia del inquil ino, un robo con fractura de la puerta de entrada.
Lleváronse los cacos 500 pesetas ©n billetes del Banco de España, cubiertos de plata, ropas y diversos efectos.
De los autores no se tiene la menor noticia. ¡A b u e n a h o r a , m a n g a s v e r d e s l
Terminadas las fiestas d« Carnaval , durante las cuales han podido maniobrar á su antojo, detuvo ayer la policía á los «distinguidos» tomadores ©1 «Isidro», el ((Chirri», el «Borrego chico», el ((Hospiciano ó Pol lo de Santander)) y i6l ((Nochebuena.»
Todos elloa h a n ingresado en' la Cárcel, dónde cumpl irán la quincena que por clasificación les corresponde.
L a d r ó n a u d a z Al pasar e n carruaje por la Castel lana,
frente á la tr ibuna de la Gran P e ñ a , doña Máx ima Martíne¡z Vidal, un sujeto desconocido introdujo la m a n o diestra por u n a de l a s ventani l las del coohíe y la arrebató un portamonedas que contenía u n a importante cantidad en billetes del Banco.
El cochero detuvo el caballo á las voces de
auxil io de la señora; pero e l ladrón, que se dio á la fuga, h^bía desaparecido ya.
Ea extrañó' que habiendo ayer bastante concurrencia, e n la Castellana, pudiera realizarse un hecho tan escandaloso.
Lo que no es extraño es que la policía bril lase por su ausencia, según costumbre.
S u s t r a c c i ó n -
A u n a cambianta l lamada Vioenta Hermi-da Gonz,ález le sustrajo ayer u n muchacho u n saco que contenía 150 pesetas.
El autor del robo no fué habidO'.
SECCiÚN DE ESPECTÁCULOS E S P A Ñ O L . — P a r a dar lugar á que se celebre
en este teatro u n a función á beneficio de los pobres de Madrid, y en. la que representará, autorizada por el Excmo. Ayuntamiento , la compañía s i c -üana del Sr. Grasso, que actúa en el teatro de la Princesa, la función corres-pundiente al 16 martes de abono se verificará el martes de la próxima semana , 26 del corriente.
COMEDIA.-7-El estreno de la comedia e n tres actos «Miquetto y su mamá)), anunciada para el martes 19, se traslada al miércoles 20.
Los billetes adquiridos son valederos p a r a el miércoles, pudiendo las personas que no es tén conformes con el cambio de fechas devolverlos á contaduría.
La eminente pianista rusa Morsztyn, que viene á Españ ciertos en Madrid, Barceloma, Zaragoza, Málaga, Córdoba, Sebastián, sie presentará e;n el media el día 26 por la tarde, gunda y últ ima vez en esta c del día 5 de Marzo.
condesa Heleine a para dar cora-Bilbao, Vitoriía, Granada y Saai teatro de l a Co-
y tocará por se-orte len la tarde
LARA.—El jueves próximo se oelebrariT ©1 beneficio de doña Balbina Valve!rde y se es-trenarájan diálogo de D. Jacinto Benavente titulado ((Abuela y nieta».
GRAN TEATRO.—El estreno de la mascarada polít ica en var ias crisis y u n a matchioha, titulada ((¡A la P iñata ! ó la verdadera matchioha», se verificará mañana martes , á l a s diez de la noche.
La empresa prepara los estrenos de l a s zarzuelas en un acto «La Risueña», «La edad de hierro». El estudiante» y ((La Mariflores^.
APOLO.—La empresa de este teatro h a organizado u n a función extraordinaria p a » , el jueves próximo por l a tarde, e n la que constituirá uno de los números del programa la presentación de Mlle. Marguerite con sus cinco leones amaestrados , y los ejercicios acrobáticos de Les Platt ier .
P r u é b e s e e n l a s e n f e r m e d a d e s d e l a s « i a s u r i n a r i a s ; m a j a r y a i ó s a c t i v e q u e l o s S é n d a l o s o e n e o l d e s U B Í C M rabri«aB(e*i J . R. KIEI9EL, A . C
Barl ía IV. 3 » . Fundada «n « 8 1 4 BcpTeaentaeión axelnaiva para toda Eapafiai
EMRIQL'E F R i m K E N , M a l a c a V e n t a en las farmacias y droguerías
Oatar ras i asma. Uhaladar Caldairo, S ptas
Tes f ertaaa li^oteff orina Coliflaivsafiptai
/a Tomasa, en cambio, llora lágrl-
, mas tan amargas ?
Lo me^or para laJ vis ta AGUA de COLONIA" de ©^IVE mezclándWa coni agua. Desde 3 rea-IQÍS frasco, garrafón 4 litros 16 ptas. franca estación,,
mmmmM
i:-;^^:?:'"'>^':Rciri^^
sencillamente porque la JuanaX es feliz, sabiendo que sus guisos\ gustarán por suculentos, gra-
. cias al
que emplea en la prepat'aclóni de todos ws platos, mientras] que la Toñfesa, J pobre chica I \ tiene poca experiencia é Ignora
'/os recursos culinarios quei procura ese apreciado h
'JugopurodeCarnedeBuey! y está desolada de no conseguir nunca, á pesar de todos sus\ cuidados, preparar ninaún plato]
^gue sea excelente.
TIME ÍS MONEY Aprenda V. el ingléo, y ganará dinero; apr ia -
dalú V. en «Tha Berhtai Scfaooi», y g a n a r á usted t iempo.
Francés , Inglés , Alemán, Ital iano y Bsps-fiol, «The Beri l t i St^ool», Preciado^, 8 .
« O Q U HVHQ
EL SARAMPIÓN, VIRUELA Y ESCARLATINA SE CURAN Y EVITAN USANDO
CEREVSSISS A - CARBÓNICA - A R T I Q U E S .
MÁQUINA DE ESCRIBIR
UNDERWOOD E s c r i t u r a á l a v i s t a 6 grandes premies
5 aRos de garantía
GUILIiERIYlO TRUNI6ER 7, BalmoB, 7
BAROELONA
A I U I i 1 C l^s m á s r icas y e c o n ó m i c a s A L n A J A O G R A N A D O S , Carretas. 37.
%imm m.\m%k SANTOS DE HOY.—San S imeón , obispo yi
mártir; Santos Máximo, Claudio, Lucio, Silvano y Secundino, mártires; Santos M a v i a n o y Eladio, obispos; S a n t a Gaudencia , mártir , y, la Beata Cristina, virgen.
CULTOS.—Se g a n a el jubileo de Cuarenta Horas e n la parroquia de S a n Marcos; á l a s diez fiesta á S a n t a Dorotea, y por la tarde, á las cinco, termina la novena á l a virgen de Lourdes, predicando el señor cura párroco; s e hará procesión de reserva.
La m i s a y oficio son de S a n Francisco do Sales-.
VISITA DE LA COHTK DK MARÍA.—Nues tra Señora de la O en San Luis, de la Expectación e n el Espíritu Santo ó del Perpetuo Socorro e n s u ig les ia ó en la Pontificia.
ISPEQTACUIQS PftíJ* HOÍ THATBO BE AL.—No hay funcidn. BSPAltOIi. — A lai nuera. — (Moda). — Oaia eoa
doa pusrtai mala ei de¡g,uaTdar.—Ualos. OOMBDIA.—A la» nuev*.— Bl 9r. LÓ^M. — Vida y
duUur». P B I N O K S A . O Í A lai nu«T*.— (Duptdida da la aorn»
paftía). —La flglia di Jorlo. L A B A — A 1M oo ho y madia. —iLa aiotea.xiBl «a-
trato d» mi majér,—Loi buhoi (laeción dobla). AFOLO.—A lai ooho y madia»—La mala c«na1>ra.—
Bl nobl» amigo y L»> Plattier.—Loi bárbaros dal No»-ta.—El motsta y UUa. Marsuarita coa lui cinoo laonaa amaaitradoi.
lAUXUflbái—A lai slata—La nsaha da rayai.—SI famoio Oellrón.—Boliamioa. — Bl Dalfía.
ailAM T15ATK0.—A las ooho y media.— I «omisa trcoati.—Bl palaci^da ariatal. —Loa traa goriionai. — Bl palaole da eristal.
FBIGB. — A la» aaia'y tras cuarto».—Vanua-Balón y La Arabia felix. —Ensañanza Ubre,—Vanu»-8al»n y Bl corsé da Veuu».—Mia» Fuil y La Arabia falla.
BSLATA.—Alu sieta—El «orro frigio.—El mafia. —La» pladr»» praoloaa».—Buido da oampanai.
OOUIOO.—Alai aleta.-Laauedajarubla y Cinana-iéítrafo.—Baaar da noTÍa». — El ratón y Oa»tay Pura. ^La chipén.
W9.0V¡fí»aBirCKAi:<.oA.laieaatra da la taida.- i S«B graada» partido»: Primero A 50 tantos: B. Odrlo-zola y Arrato aoatra Azcuénaga y Araraayo.-Sagua-do i áO tanto»: Ituarta'y Teodoro «ontra Arana y Odrioiola.
Ha aa áarsalTaa loa origisaka qaa aoa
4« B L IMVABCUI. á eaiga da Aagd
—jaj!tJ'jh'.i;r::j-T=-TS
DE SÁIZ DE GARLOS I a a e s i * é h s t o s f l i a a s , a u n q u e s u s dolenc ias
sean de m á s de 80 años de an t igüedad y hay a n fracasado todos los demás medicamentos . C u r a el dolor de es tómago , las acedSaa, a g u a s die boca, -vómitog, la indigest ión, l a s dispep-
5 aias, estreñimiento, d ian-eas y disenteria, di-Lo recetan I«s médicos de todas las nae io- I latac ión del es tómago, tUcera del e s t ó m a g o ,
oes; 68 iónico d igest ivo y ant igás trá lg ico; I neurastenia gástrica, h iperc ior idna , anemia • t t i*a el 98 por iOO de loa eafermoa del s s t ó - | y c l o r o s i s e o n dispepsia; ias ma^m porque a »
menta el apetito, a u x i l i a l a aoeiAa digest iva , el enfermo c o m e más, digiere mejor y h a y m » y o r asimtlacidn y nutríaióu eompleta. C u p á el mareo del mar. U n a comida abundante se digiere sin dificultad con una cucharada de E U x f t p d s S é i x d e C a p l o S ( de agradable s a . bor, in<rfen8ivo lo mi smo para el en íermo qaa para el que está sano, pudiéndose tomar á la vez que las a g u a s minero-medieinalfla y ea
IBstJtaeiáa de e í l a a y de loal ioores de masa , se de éx i to s eguro en i a s diarreas de los ni3oa> N o s ó i o o i ia>a,s iao que obra c o m o preventivo,' impidiendo con su u s o j a a enfermedades del tubo digest ivo. Trece anos de éx i tos constan , tm. Bxi)aae e a las e t iquetas de las b o t e l l a s l a pa labra S T O M A L I X f m a r c a de fábrica reg i s trada. De venta. S e p p t a n s , 3 0 , f a r m a o i a . I H a d r i d , y principales de Europa y A m é r i c a ,
Cia.rsi.ciózx ooznpleta de todas l a s enfermedades secre tas de la Sangre y de la Pie l , HeU' nxatiszno strtxo-oLar y catarros Qastro-intestLnales.
Se Qsa esta Agua en bebida, pura ó mezclada oon vino en las principales comidas ó cuando se sienta malestar. al hacer la digestión. Se usan
OM B n — ñ o i i o n f Q* ^^ P*"" ^^W- ^ ^ 2 "^^rivD. Velasoo 7 C , Alcalá, 7 7 Bolsa, 16. también en inhalaciones, pulverizaciones, garga-i l J J U . " " ' ' " V o í l i a . Al público: Principales farmacias 7 Eeina, 45. rismos 7 en toda clase de aplicaciones tópicas.
11
HATRIMONIQS ' Se Terificau oaaamietitoa con leñOTfts y señoritas jóvenea, distinguidas, bollas, elegantes y do buenirs condiciones morales, La fortuna y fel ic i dad se consiguen con un buen casamiento. Mucho» se casan por este útilísimo y práctico procedimiento. Hay una seflo-Tita con g.OOQ duros en efeoti-To, otra do regular edad con 20.000 en ñacas y metálico, 7 una tiple de ópera que ganará un capital, y otras var ias . Absoluta formalidad y reserva. Exeelentea reeultados. Dirigirse al muy acreditad» D» Fel ipa JliiiéneB(con sello para la contestación), c a -ItedeCalvoABenelo,».' 8 , Madrid. — E S T A C A S A paga cantrlbuelón.
acá fal^ gasiata, práctico en instalaciones. Heifs.y condis.
Bmp." Farfán, Oab° Gracia, 8
Farmac ia bien situi^a, acreditada y barata, traspaso. OlóKaga, 13. 3° So alquila hotel Con cochera.
agEWDlZABAl , , 3 0
J oven estudiant/a entablaría relaciones con srta. d« ca-
pital. lita. Ca., ¡eéd.' 23.896.
CentTO de
TRASPASOS de toda c lase de
BstaMscialsstos Páhrlcaa é Industr ias
Icntre y fuera la capi ta l
fims, V'' Los que deseen tras
pasar ó vender con actividad y reserva su establecimiento, fábrica ó industria, acudan á este acreditado Centro; igual que los que ^deseen establecerse, puesto que encontrar rán establecimientos en traspaso de toda clase; como también locales de 1, 2, 3 y 4 huecos en la P. del Sol y sus calles aflu-yentes y más concu-rridíís. JACOMETREZO, 48, inl* $e ceden habitaciones.
Muertas, 4IO, » . • dclia.
Mantillas IMd», 1% pts. Monte fienéfico.
13. IContera, 12
Cfoiisnita venéreo, matriz, sífilis. Medio» exinterno del H. de S. Juan d« Di03.DeH i l , l p t a . ; da4 i « , 2,50 pt».; p» obreroa, de 7 A 9, 60 eénta. Bs tnd le s , » » , pl.
COHVIEIÍEÁTQDOS U tinta TRIUNFO
Patentada para copiar, sin mojar el papel. Bote, 1,60 todos colores. Pedidla en librerías, bazarea y papeleriáa.
Por mayor: Ooterillo y Jiménez. Algeciras (Bspaña).
MáOülHáS DE OCASIÓN COMPRA Y VENTA
Carriles.—Vag'onetas
ÜH. GOIÍIEZ CANO Casa Central
Félix P lzcueta , i, Valencia. Agencias de la Casa
P.'UniveiSidad, 3, Barcelona Libertad, 6, pral., Madrid
'l'rájano, 8 , S e v i l l a
Hernias: cura radical con el aparato sin acero, eapecial
de La Imperial. Desengaño 10 DnDTCDflQ ordenanza» y r U n l t n U d dependientes, oon informes se facilitan en La Solución, San Vicente, 12.
Te lé feno « .«AV CiqmCyTCC detodaaclaaesy OiniJCniLi) de ambos sexo» se facilitan con informes en La Soluc ión . S. Vicenta 12. Teléfono 1.4I&T.
SAi:.DOS Guantes largos blocs, eabritilla á ptas.; de hilo, 2 ptas. Cabritilla blancos 3 botones, 1,75; Alfileres para sombrero, 0,10. Cepillos do dientes, 0,20. Jabón, 0,20. Cajitas polvos finos, 0,25. Estuche de papel oon 50 cartas, 0,65. Colonia ó quina, 2,80 lit.' l»«a. Angrel, 1 » , pl.
Traspasa t ienda barata en el centro. Razón, C o
rrodera R a l a , núni. 119, escritorio. Sscesito chicos.
ano vert ical on 9 & 0 pts. P a z , 9.'S>, Muebles. P
p I P í Urge venta, buen sitio. UAOA Sr. Montea. Calle Mesonero Komanb», 30,1.' de 5 á 8.
Sra, sola cede bonita habn. c. ó s. Tudescos, 7, 2.* izq.
Haeen falta berdadoras. Plaza del Ángel, 19, 8.' d.'
Matrimonio con hijos desea portería.Castelló 7, 4.» iz.
Gab. ale* y habtn. á 2 amgs. Desengaflo9y 11,2'iz. ese* iz
W i "n A t»" eficaz para loa XVAJJA O A T A K E O S y ENFKIAMIENTOS como la H a n c a i i i l l a «Esplg-ado-ra», de constante aplicación. Tomándola después de comer evita que el estómago se enfríe y paralice. Bote paía 100 tazas, 2 ptas., en fariMoiai y La Mallorquins.
t LA SEÑORA
O.INGELESCIDÍPERONAOEPIEBA HA FALLECIDO
EL DÍA 17 DE FEBRERO DE 1907 á i a s t p « s y o u a r t » d e s u t a r d e
aoapuóa de roolblf la bendición de Su Santidad
n . I. p . Su v i u d o D . Anton io P iara , s u s h i jas D.' María , D . ' P i lar , doña
Carmen y D . ' A s c e n s i ó n , h i jo po l i t i co D . Adr ián Piera , madre pol í t i ca D . María Bal les ter , h e r m a n o s p o l í t i c o s D . Andrés Piera y D.» P i lar M i r a s ,
RUEGAN á s u s a m i g o s que por olvido no h a y a n recibido esciuela se sirvun encomondar su a lma á Dios y asist ir á la conducción del cadáver , que tendrá lugar hoy lunes 18, á las tres de su tarde, desde la c a s a mortuoria, Paseo do San Vicente, núm. 22, al cementerio de la S a c r a m e n t a l de S a n Lorenzo, en lo que recibirán especial favor.
El duelo se despide en el cemenieréo.
ALHAJAS re, plata, platino, galonetb enaa y bmlaates, se Tpaqta
&iracoia, 9, y Fresa, X
La Funeraria, 20, Preciados, 20 OPOSICIONES TABACALERA
Preparación por los Sres. D. José M." Diez y D. Luis González, del negociado da Teneduría de libros da la Dirección. En anteriores obtuvieron sus alumnos los números 1, 2, 5, 11, 28, 28, 35, 88, 4 0 , 4 0 , 42 y 43. QBÜZ, 30. pl.; de 6 ¿8 y 9 á 11 n.
PAPELES COiTiiUOS riacienalsB y superiores para eaenbir, editar y litografiar,
en «orapeteneía «en loa extranjeros. Especialidad en papcdea matesy ooDoh^.—HIBLATORES, a , telérou* a .4 i»9 .
^ E N D O iURTISTICO Jueyo de aleolsa eon 1 piezas, oeustruido en Florencia
bien.
En El Escor ia l se t r a s -pasa un comercio de telas
y ro>a blanca; darán razón en la tienda de vinos de Miguel González, calle Tiendaa 5 Muóspodes buen trato y econ.* nJaeometreio , 441, pl. iz . Traspaso taberna en 250 ptas. lEazón, Amparo, u.* 9 í t .
CAPITALES S o eeloean eon el 4 0 *1,
lihra en nog^oeio de p r é s tamos sog^uros, manejados poro l int . ° Mayar66pl.6á8.
H oapedijs desde 41 ptas., oon todo sorv.* Carmen, 18, pU
¡Flujo Blanco! I se cura radicalmente con I las I H R I C A C i O W E S l V A O I M A L E S del|
Dtei*. VALLCY I Depósito: Farmacias, y P. Martín, Alcalá, 7, Madrid I
P E L A Y O T I E N D A
DINERO a l industria y propietarios, en buenas condicionas, desde !C&0 pts. Gran facilidad para el pago. Sobre coches, caballos y automóviles á retir«,r. Hipotecas. Preciados, 21, pl. 10 á l y 6 á 8.
coí&Gstn cap i ta les produciendo del S O a l 34 ipor IOO ubreeebradomon-snalmente en negocio manejado por el Interesado tan s e f uro y U e l l cerne papel del Estado, y pudiendo eo^ locar desde 5 0 0 pts. Informea gratis. P r a d o • , 9.* 4 á 8. Joapedaje desde 12 rs. 2 prps. | Plegantes habita., buen trato, Gab. ext.Montera24-28,pl.d | L.R., Hortaleaa, 10, estanco.
ORO, PLATA. UVAS á •tees i^máea se oompaHuí
Aatícaa oass Peltdvoo, Wi j ftS, JsyMis
DINERO TeAo s\i7alof.por
Alhajasy papeletas Muta l-« oasa ^ee menos solur*
6 , Príncipe, 6
Acumuladores de Automóviles Carga completa de cada elemento para chispa de inflamación, 3 ptas. fábrica Electricidad del Pacífico. Pacifloo, ftO.
pago á altos precios y las ven' do de verdadera ocasión.—
Carretas , ft, P l a t e r í a
LáS A R R M S del rostro, que tanto atean y envejecen al bello sexo, desaparecen completamente y se evita su formación usando la Hie l lna . De venta: B. Sau-jaume. Horno Slata, <&.
Gran ocasión de muebles ba-ratísms. Desengaño 22 y 24
28 ds. y 36 á S.-Airos; á Cuba y Méjico á precios reducidos. A PAMA'HA O S t A T l S
ábraceros, lOps.jornal y Brasil á familias. I'iienearral, 6.
S T M M M O Sueldos Estado, pasivos, usufructos, hipotecas y resguardos. ÍEaraifosa, 4 , entres.*
HAS CANAS la mejor agua higiiiniea. L a Vavorlta, M.Maeian, ala nitrato plata, 8,60 pts. Por ma-yor, Oab* graeia, 80, Madrid
AUTOMÓVILES Alqui ler y Keparaoiones S a n JUIg^nel, » ! d n / d o .
ñruTlQT I ^ascuaÍ7dom^ U L I I I lu í A posturas en el a«to; reforma las inservibles. Bxtrens.sin dolor. Montera, 20
DINÉRCT permuebles, pianos, arpas, papeletas Monte, valores del Ba-tBde,póliaaa de Bancos yMon* te Piedad. Cruz, 37 y 39, ent*
' KEGOCIO" Cada 1.000 ptas. rentan 60
al mes en negocio serio y seguro, que administra el mismo dnefío del dinero. Informes gratia, Fuencarral, 24, pl. iz. @r. Guanter, da 9 á 12 y de 4 á S. Oasa fundada en 1880.
SE ALQUILA gran piso principal
sitio céntrico, propio para oficinas, almacenes, depósito ó cosa análoga. Bazón, cal le de Arlaban, t O , frutería.
HOSPEDAJE Casa tranquila, esmerado trato. Habits. independientes para uno ó des caballeros. J a a eometrezo, 3 3 , 9."
DB:POSTÍLLO Médieo-Direetor de la Coa» snlta de S . J u a n de Uioa. Bnfemeáadea do la piel, sífilis y venéreo. De 8 á 6. Atocha, 28, entrada Cañizares, 1, pral. De provincias, por carta
A lWOiptei sillerías de «al* triladas^ dnroa y gaMaa*
tes lüdm. ínaneaciÁl. 10. 1.*
üonsiilta especial y reservada de
Venéreo y Sífilis PURQAOBONES
gota militar, úlceras, etc. Se curan en 8 á 10 días.-— Conde Bomanones, 9, pl. Horas: de 9 á 11 maft.* y 1 á 8, 2 ptas.; de 6 á 9 noche, I pta. Especial para pers. reservadas y forasteros, de II á 1 y de 3 á 6, & ptas.
Co k , 3,8&,—Antracita, »,T?5. 20, Esparteros, 20.
SE ALpÍLA^ local para almacén depósito ó cochera. 12, Guttenberg, 12.
Fotogr.* bien acreditada se trasp." en Segovia. Plaza
Mayor, 31._E., en la misma.
D l l i E R O r aun que tengan retención á empleados Estado, Norte, paai-Tos yratirados. Pizarro24,1.'
COÑSUÍ?fA do
SAtl JÜAK DE DIOS
Eaiíerntedadas da la plol. Yeatfreo.eíflUa. yíaa arinanaa. Cura rápida. Horas de pago: Ds 10 á 11, 2 pts.: de 11 á 12,6 ptas. tlalle Sta. Isabel. 11, pl. í señor extranjero ó perso-Hna posición se cede elegante gabinete, con ó sin, y as vendo un piano muy barato. Caballero de Graaia, n.* 8, pral.
I Para anunciar
en losper iódicos con economía pídanse precioa y ta
rifas gratis á
La Prensa Carmen, I S , 1.°
Teléfono 123
UL ILLMA. SEÑORA
Olla Carii ád Esáal ie W0 Hermana profesa de la V. 0. T. de San Fran
cisco, etc.,
HA FALLECIDO
el domingo 17 de Febrero de 1907 á las once de la maSana
habiendo recibido todos loa Santos Sacramentoa y la bendición de Su Santidad
B , I. P^
Su desconso lado esposo el I l lmo. Sr. D. Fé-lix de Rújula, su hijo al Il lmo. Sr. D . José, h i ja
J polít ica D.» Andrea V a c a , n ietos D. José y don ¡ J u a n Fél ix , hermano D. OnAtre dei Eseobal , I h e r m a n a s pol í t icas D.« Luisa y D.» Dolores
de Rújula , sobrino, primos y d e m á s par ientes , I ruegan á s u s a m i g o s , que por o lv ido no h a y a n [ recibido esquela de inv i tac ión , se s i r v a n enc«-j raendar su a l m a á Dios y asist ir á la c o n d u c
ción del cadáver , que tendrá lugar h o y lunes' 118, á las cuatro de la tarde, desde la casa mor-I tuor ia , Mayor , 84, al cementerio de la Saora-1 mental de S a n Justo, en lo que rec ibirán es-I pecial favor .
El duelo se despide en el cementerio. Se suplica el coche.
EMPRESilÚNEBRE.-ATOCHA, 4 VERRUGUiNA
G A R C Í A P É R E Z Curalasverrugas. Parm. 3aU 7,1.', 4, pts. feo.; 6 proTs., i,SO
O U r i i l L I Q U I D O Bpte. Bermejo. Cava B«ja, 10
E. G." PÉREZ 34laflos espoctt.* en sfñlis, ve néreo, garganta, piel é impot.* De 9 é l y 6 á 8 . Cato , » , i.»
FERRETERÍA Varillat visillo, 0,76 par. Cafeteras, 0,56. Cubiertos gran surtido cuchillos, batería de aluminio. Cubo y jarro bueno, 2,75. Rótulos. Hortaleza, niiai. 62. — A. Sanz Sarrano.
PiPSI I Efl(] formal y estable ununLLCnU desea vivir con familia distinguida poco numerosa, pagará bien. Dirigir carta á A. M. Sociedad Anuncios, Alcalá , n.* O.
pilar, modista, ensefia cortar l y probar en 1 mes. Vta. pats. Oarretaa22,pl. y Atocha 29, pl.
lia, Gastralgia con «1
ELIXIR GREZ tónioo digestivo; se curan rápidamente todaa las enfermedades del estómago, düspep-sia, gastralgia, ete. Mejoramiento desde el primer vas». Depósito en farmacias.
Coll ín j C.*, P A R Í S
LA PUBLICIDAD AGEMCIA DE A n u n c i o s
- S Á P I D A S F B O P A a A K D A S -
• 1 • • • a a l o «as i a
Madrld.-^Aao X U . = ^ Í M : 14.337 EL IMPARCIAL Lunes 18 dé Febreí'o de 1907
Ú&MBR&S AL OLEO GRABADOS EN NEGRO T COLORES
O L E O G R A F Í A S DE TODAS CLASES M o l d u r a s pax>a saaarooa
Magnffiee s u r t i d o i gipeoíss s in e a m p e t a n e l a A L M A C E H D £ M O L S U I C A S
8g Calle d®i Prado , 8
m{\í\
„ TuHiCO-DIGESTlVO T ANTI&ASTRAL8IC0 ^ , vura más pronto y mojor que ningún otro remedio toaMlM
^Dfsrms. del estómago i intestinos. J^xigir siamp. marea reglat* P o »gMt«i CM f a r n m c l o » y U a r ^ u l U o , Í T , H a d r l d ,
Fruta laxante refrescante c o n r a el
ESTREÑIMIENTO Almorranas, Bilis,
EmhaTazo gástrieo é íntestiml, Jaqmea
París , 3 3 , rué des Archives y e n t o d a ? : l a s f a r m a c i a c
P s r g flflinnrsr °>^°^B>y<!<^^°''<)'>B' Ípreciosbsmtf-r a l o U U l l l | J I 8 l gimes solo en los grande» almacenes de A T O C H A , 8 , l O y a » (fronte á la calle Carretas) Muebles de ebanistería, tapicería y madera currada í precios de fákrlca. Ko comprar sin visitar esta Casa.
ATOCHA, 8 , 1 0 Y l i (Sret.t) FA.BRICA: S E G Ó V I A , » •
VINO y JARABE
d. QUINA y HIERRO d. G R I M A U L T 7 C»
PreparadoA con. la corteza de quina titulada que sirve para la fabricación de la celebra QlHNInA de PELLETIER, triunfan de la Anemia, la Clorosis, la Leucorrea, las Irregularidades Menstruales, el Linfatismo y cuantas dolencias dimanan del Empobrecimiento do la Sangra.
PARÍS, 8, rúa Vivienn» y tod»$ las FannMÍti Destonlar da las imllisloiss j falslSoaaleías
PAVIMENTOS DE MADERA Molduras y c a j e t i n e s
Frisos y Zócalos 7ibTÍoa y Almacenes, García Paredes, 47. Teléfono 2.184
REGEMiDOR DE Li SMGRE i i i i l u i i l i i i i i i i i i i i i i n i i i i i i i i i i i i i i i i i i i i i i K i i i i i i i i i i i i i i i i i i i i i i i i
HIERRODE LERAS IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIUIIIIIIIIIIIIIII
Este ferruginoso es el único que encierra en su composición los elementos de los huesos y de la sangre: es sumamente eficaz contra la Anemia, el Empobrecimiento de la Sangre, los Colores pálidos, Flujos blancos é Irregularidad de la menstruación. Se soporta siempre bien, por lo que se receta con frecuencia á las doncellas, recien casadas y niños delicados.
EN PARÍS, 8, Rué Vivlenne, y en todas las Farmacias
da pomada do T r o j o . Fceoio, S pta. Por oorreo, 2,50. Fza. Progreso, 13,fia,rmaoia
nmm ose coaoces las
ni -DORAS D E
DBI. DOCTOR
/ no titubean en anrasne, «ueméo ¡o-aesS" ,'titán, lio temen el asee nJ el cAiisaacío, ¡ porque, óontraioqtte sucede con los deíaasl I paroantas, ««te no, Obra Aisn eiaoícuaaip se! I toiti#cooJbaeooa aUmeBtaaybetimÍ8Íórti-1 Vfl°eaiites> cual eivtao, el eaU, el té. Cada cual í ieaooga, para pntganv, la sora y la, comida I \que mae la eonnenen, itman aasí-ocupa-1 \eionea. Como él oaoaaaefo fu» ¡mpurgaf
^ooasioaagutit completamente anulado f porelefeotot» IÍ buena alimeataeioají .empleada, nno^te deoide íáoU-
miáth á rólver i empeaar." cuantas veces aaa
necesario.
Emplastes Perforados Amerieanos de Fieltro rojo
ó sea bayeta encarnada
LOS BMFLABTOS perforados «mari-«anos de fieltro rojo del D r . 'Wtatnr, infunden nna sala-dableeorrlente élte-trioa p o r todo «1 sistema, < Instantáneamente m i t i c a n loi dolorM. tran-quillxan los nerrioi, fertaleean los órgan o s dis«itÍTOi debilitados y derucl-Ten i los eafermoa la salad.
B e t o s emplastos son especialmente útiles para fortala c e r los . delicados misculoa dorsales de las sifioras e s sus períodos mensuales. T^ttdo Mark Bvtlt
CURAN REUMATISMO, RESFRIADOS, DOLOR DE RÍÑONES, DOLOR DE ESPALDA, DOLOR DE PULMONES LUMBAGO, CIÁTICA, TORCEDORAS, CONTUSIONES,
ETC. ¿ • • R a i B t a a * » " * • • • I « r » r o j o d e l D r . W i a i t o r • • • l u
« B l e o * T e r d a U e r » » y ef lonoo» C s t d a i l o ' « e n l a » I m i t a o » » » * » — « x í j a » » • í emp»'» U _ - - . _ 4 , 1 B r . W l o t e r . — C u r a e o m o p o r « « o a s i t e . ^ ^ B o t l e a a y B>p»ffuería«
©Bferznedades de l peolao, ga rgan ta , broaq.uitiiS, c a t a r r o s , a s m a , r o a q u o r a s , r e s f r i ados ,
grippe, cons t ipados , recientes 6 crónicas, y por rebeldes ciue sean se garantiza
que se curan.
de T. GONZHLEZ, de Biarritz (Francia) ffiaravilloso específico de efectos radicales y eficaces, recomendado por
eminencias médicas nacionales y extranjeras Pfomlado oon medalla sfo ofo y iuopa tío oonoup»o en Lonm
cTro* y Parfm, en 1900
El ANTIBEXiS calma la t o s á las primeras dosis; sa el remedio más eficaz y científico que existe en Europa; es recetado por todas las celebridades módicas de los Hospitales. Este nuevo producto al Guayacol, Terplnol y otros principales balsámicos se elimina por los pulmones, modifica las secreciones bronquiales, rinde más fluidos los esputos, posee una gran acción neutralizadora y eliminadora sobre el veneno tuberculoso y una inñuencia considerable sobre las funciones generales y la nutrición, devuelve el apetito, calma la tos en seguida, facilita la respiración y la digestión, mejora los pulmones, facilita la expectoración, suprímelos espirtos y las pérdidas de fuerzas; el ANTIBEKIS es un exce. lente tónico para calmar la congestión mucosa de la gastritis. Antisepsia los intestinos, favoreciendo la marcha de las lesiones pulmonares, y cicatriza las cavernas, por sus grandes propiepades antisépticas.
Es el solo remedio por el cual toda persona que padece e n f e r m e d a d del p e c h o encuentra inmediato alivio y pronta curación, y no hay tos que no cese en veinticuatro horas con el Antibexfo T« Gonzá lez .
Precio: 3,50 pesetas en las principales farmacias del mundo.—Venta al por mayor: Pérez, Martín, Velasco, Alcalá, 7. —Depósito: Farmacia Francesa, Carrera San Jerónimo, 38.
SOCIEDAD ESPAÑOLA DEL RADIO Y SUS APLICACIONES INFANTAS, 19 y 21
Único Establecimiento en Europa de aguas radio-azoadas que emplea el aguarlos gases y vapores radiaotivados por la emanación de minerales de radio parajla curación de las enfermedades del aparato respiratorio, corizas, catarros de la garganta, de los bronquios,«»mi», etc. , y.tuberoulpgis pulmonar, por medio de agua en bebida, inhalaciones da (tases y de vapor, pulverizaciones y duchas nasales y nasofaríngeas. ^
C v n s u l t a grst t ia p á í i t l o s « n f e r m o s d e l e s t a b l e e l m i c a t o á earg;» d e « a m é d i c o d i r e c t o r , d e dlex á d e c e d e l a • a a B a u a , t o d o s l e a d í a e , y a d o m á a l o s m a r t e s . J u e v e s y s á b a d o s , d e s e i s á s i e t e d e l a tas 'de .
1 9 — 2 3 Í T F A I T T A S — 2 1 CALEFACCIÓN i
r á p i d a % c á í éaeda í t p a n s p o p t a b l e , b a r a t a , a o n e i g n e s e e o a l o s o a l e r f f e r o s p e r -f e e o i o n a d e s de pe» t r é l e o , m e d e l e s de S á s e o p e s e t a s . PE« TROLEOIralBllaRiable á domiel i io .
la sseiBa HIAeUlllAS de iia-
o e r ea fé d e s d e BB oánts.—FILTROS e s -t e r l l i x a d e r e s p a r a agua d e s d e 4,TB p t s .
CALIEMTAPIES s e n a g u a , I v a i b r e , a o e l t e veaeta l ) a l e e -hol y qufntiees d e s d a una p í a . — G A L I E E Í T A -MANOS, a r t i e a l o s d e ehlmemea. PRECIOS BARATOS. Ant lgraa ILssmplatorfa d a
H a r i i s , 1 9 , P l a a a d a • • • r r a d o r e s , i 0 («laqelaa á B a a P a l l p e Mari) .
MAL de PIEDRA
CUMBO» por las
SMilSdeLITINá tnñVESCíMTÍS
IlílHEl Superieret i todes los demfts disolvente* del Acido firioo. s — « —
BXIGIR el nombre de LIE PeRORlELpara evitar la aas t i tae ión de s imi-larea inact ivos , imparea ó mal dostkdog. e
LE PERORIEL,! l", tu Mlllon,mii| y TODA* LAS fARVACIAR.
aiaitifliiaiaa¡MMai&j»aMM:Miia>rf-^'f»w
SGIIÁT se distribuirán
durante las 14 semanas venideras
Cimienta exespcional \ las [nf'fnpqs.
de EL.QSPAR(m gasten su dinero para con-ve:w;erse de que mi pomada, les hará crecer e l cabello ó detendrá su caída; afccontrario, les doy á Vds . el medio de probarla sin pagar nada. Cuand,o por .experienciapersonal hayan adquirido Vds. la seguridad que la pomada es eli' caz, podránVds . comprarla con pleno conocimento de causa.
BasUrieM una tarjeta posltd - / | Si m e escriben Vds . uri»
tarjeta postal, indicando el titulo de este diario, les mandaré una caja de m a e s tra de mi preparación. S e suplica escribir lisible y detalladamente. T o d o s los pedidos se remitirán fran-
I co de porte.
JOHtNI CRAVEN - BURLE?^ '1 255, rué Saint-Honoré, PARÍS. N . ' 4
I;FTÍÑTÜRA IBÉRICA -« Progresiva Tónica. T i f i e l a s c a n a s color natural, sin visos faei como oti-as. Superior á todos sus similares. 8 pta», frasco.
CASA CATÓLICA Ofrece viudas, exclusivamente dedicadas á acompañar so-ñoritaa y niños, por horas; ayas é institutrices de varios idiomas, profesoras da piano, dibujo, pintura, bordado artístico, modista, peinadora y planchadora á domicilio, doncella y cocinera. Sacerdote español francés eduea y pasea alumnos; A l c a l á , S , I .*
^2 Bombones^ S Caramelos,
Fondant, Pastillas,
Grajeas. cuocoia^'r;
&B3
z:^
S e t rex iba e n t o d a s p a r t e a
d. K I B A e O FRESCO de BACAL AO, Aíf f í t fra /y JÍ0Cr/C//;a/(rnM< Trlangulafes). , JE« e l mam gaaprtiltnmnto rooatado por loa Médlaoa da lodo al Mundo. IVmea Paanmaio.- aKOCfrC». 3 . Rae CaatidUone. París. V n TODAS ua.VA&UAOIAJL
desde el 2 «1, á sueldes del Be-tado actives y paatvos. H i p o -t e e a s desde el 6 '1, C a f t a a , S , t .* t a n d a . B e 10 á 12 y 6 á 8.
n a v e n d e n 5 caballos y 4 co-. oches diferentes. Dirig. i don 1 ÜmilioFares, P r í n c i p e , 9 C ,
ti«a4« d« a«tixü9dAd9ii, ,
Se Qura ndteálmmtta «iempre, ata réttída, con U
miXTURA ANTIDIABÉTICA MAñTiM Preparada por Q . i N A R T I N , farauuteUto ia / " e t e w , 4 4 , p a «
«l«* P r A r e s ^ M e o b e r t í Lev8líol»- 'Per>i>et , frtm P e i M . Con este attero tratamiento, cuya eficacia l s t ¿ boy tan bien
«crediMda, el cnfernio pocde beber -t comer c n n t o le plazoy t» M d paloArt, tíímietan» eaa mragh i m» ggda / tp^Ue. s
"Accnict e a ^ p ñ » : ranM r V . PtMrafecriaa. Uk M l t t l M B n H»4l ldi 'I '<r*^ Martín. YelaMO» Jíartln j So i l to i V. <a|i|!M$)|
¡nticatarrai de Genarro. ¿bada, 4, Madrid
Es el Remedio más eficaz y más sencillo que'se conoce como antidoto de los enfriamientos. Cura los resfriados, la tos pertinaz, mal de garg-anta, fiebre, etc., etc. Evita la bronquitis, la pulmo-uia y todas las graves enfermedades que ocasionan los enfriamientos.—Precio, 2 pesetas;
E l I t e s u e d i o p a r a e l R e u m a t l s o i o alivia á las primeras d03Ís y lo cura en pocos días. Precio, 1,75 ptas.
E l l i n g ' ü e u t o p a r a l a s A l m e r r a n a s las cura infaliblemente sean da la clase que quieran. Precio, 1,75 ptas.
E l B t e m e d l o p a r a e l e s t r e f i l m l e n t a , hace evacuar á los 5 minutos. Precio, 1,75 ptas.
ft.a P r e p a r a c i ó n p a r a l a s a n g ' r e , cura los g ianós , herpes, ezoema y toda impureza do la sangre. Precio, 1,76 ptas.
E l V i v i f i c a d o r , fortifica y vigoriza á los viejos y á los jóvenes.—Cura la debilidad, emisiones, y sudores nocturnos, impotencia, etc. Frasco, 7 ptas.
E l I t o m e d l o p u r a l a D i s p e p s i a tonifica la mucosa del estómago, hace que so digiera bien y que el enfermo so nutra y fortalezca. Precio, 1,75 ptas.
En nuestra Farmacia hay remedios perfeccionados y experimentados satisfactoriamente para los r i ñ u u e s , para ol i i íg-ado, para el c a t a r r o d e l a v e j i g a , d o l o r e s d e c a b e z a , d e b i l i d a d fi-enerai, para l a t o s f e r i n a , etc. V a n p o r c o r r e o y so hallan de venta en Zaragoza, Ríos; Málaga, Franquelo; Valencia, López Alorenu; Santiago, Virgos. León, Martínez. Uousulta gratis. A b a d a , O.
Contiene en el acto la calda "el pelo y fortalece su raiz; kiiníecta y limpia la cabeza .solviendo la caspa; per-•jiiía y suaviza el cabello fa-:ü¡tanclo el peinado, y cura la cilvicie, la pelada y demás
eníermedades parasitarias del cueto cabelludo
Un certificado del Laboratorio Municipal de Madrid, que acompaña á los frascos, garantiza que el Petróleo Gal es absolutamente inofensivo y no puede inflamarse. Premiado conmedaliasde oro en las Exposiciones de Higiene de París y Londres. Desconfiese de las imitaciones.
¿QUIERE YD. U CORRESFONDIENDO A REPETIDAS SOLICITUDES, PRORROGA IRREMISIBLE
Los lectores de E L I M P A R C I A L recibirán gratis y franco de envío una preciosidad interesante, ú t i l í s i m a á l o d o s , muy eBpecialn.ente á los afectados del pecho, estómago, intestinos, de apoplegía (derrames), neurasténicos, anémicos, débiles y postrados. Esta Institución concedió varias prórrogas, y definitivamente concede ésta hasta último corriente mea para cuantos, por no haber visto «ste aviso (publicado ya en cinco distintas veces) ó por no haber dado á la cosa toda la importancia que se merece, no la hayan solicitado. Escríbase pidiendo . T a p i z d e p r e c i o s a s flores.. C a l l e M A S E M » , » 4 I , B A R C E I L O U A ( G r a e i a ) .
'arabodeDigitald ÍiÍKÍi@KÍl
contra las diversas , Afecciones del Corazón,
Hidropesías, Toses nerviosas,
t.mpleaao con el mejor éxito. Bronquitis, Asma, etc. LABÉLONVE y C", 99, Calle de Abouktr, PABIS Y EN TODAS LAS FARHACIAS.
a lbuUamien^o y d e s * c e n s o d e l v l e n t r e , naa* Irla y l a e s t e r i l i d a d curación radical desde
hace más do veinte años. Gabinete ortopédico del especialista D. Pedro Kamon, laureado por las A c a d e m i a s d e M e d i c i n a y C l r u i f í a . Pidan el T R A T A M I E N T O D E ÉXITO SEGURO' SMt l i d ' E R V E N C I O N E S Q U I R Ú R G I C A S (método exclusivo, con cinco patentes da invención), y lo recibir&n gratis.. C A L I P E R E L V A n H E S , S 8 ^ «.% I S A a C E L Ó i i A .
i% (Quebraduras)
GRIMAULT Y C" YODADO
Recetado por los médicos en lugar del jarabe antiescorbútico y del aceite de hígado de bacalao, para combatir el | j linfatismo, el usagre, las erupciones de la piel en los niños pálidos, enclenques y delicados, para resolver las glándulas del cuello y reanimar el apetito.
8, rus Vioienne, PARÍS, y en todas las Farmacias.
O e s e o n ü a r d e l a s i m i t a e i o u e s y 'iraísifí c a e i o u e s
Vor fuerte y crónica que ser, se cura ó se alivia siempre con las PaatiUaB del Dr. Andrea. Son tan rápidos y seguros sua efectos, que casi siempre desaparece la 7oB por completo a| concluir la primera caja.
' C.OS que tengan ASISA ó sofooftoión, usen los eigaanrilios hnX-* aájcaioos y los papeles uioadoB delj)r, Aodreu, que lo calman*al "teto y permiten descansar durante la QOChe.—iH(ía})«0 m kt» hoUca^
Tenéreo y Síñlis Para curarse pronto y bien,
por sí solo, sin ningún peligro, usad: contra la blenorragia • suda.y crónica, gota tnlUtai^ irritacionos, fluj os y eatarroi de la uretra, I n y e e e i é n M a a tras , i ptaa. Contra la oiijol-tis y para dUol ver los In&rtoa de lalaelaa O r q u i t l a a * 6 pta. Cczktra la siSUs y euracióo de las placas, manchas, dolores, tte., H a i l e s - I S i e o r d , tlptas. Contra Us álcerus, l'sgas ó ehaneres venéreos, Cisasiert-e b i a , i ptas. V. Q l a y o s a , Arenal, S, y farmaeiaa.
G U R A D E L
CÁNCER S I W 0 > > E H A C 1 « » I «
por el S S e b r e y u c e x t e r n o , p." el c á n c e r , ú l c e r a s nía» Il8:sius, l e p r a , t l i i » , l l a g a s y c a s t r a s d e l a piel^ ó fitelireyue I n t e r n o , cuando seu el e á n c e r en la n i a t r i x , e s t ó m a g o . Venta boticas.
Cura alemana sin operar. Ulceraciones, tumores, coagestión, retroversión, granulación, etc. Efecto rápido. La
E S T E R I L I D A D en la mujer, curada siempre con procedimiento médico del Dr. Swarz, ó artificial deLe-blanc. Consulta gratis y por carta.—Visita á domicilio.— U r . S B a t e o s , i P r e e i a d a s , n<* 9 8 . Se va ú provincias.
DOLOBES de Btiueias Desaparecen, instantáneanidn-te con las tiotas C a l m a n t e s de Sánchez Ocaña. N o queman ui perjudican la dentadura. De venta en Madrid, A t o c h a , 3 & , farmacia, frente á k de Beletorea.
EL EMPORIO DE VENTAS LEGANITOS, 3 5 , T.° 1.942
Rogamos á las familias de provincias que llegan á Madrid visiten nuestra nueva Exposición de muebles y objetos decorativos. Los hay de todos los gustos y variedad de precios. Sí os vais á casar, no dudéis un momento en alhajar vuestras casas con los cien mil objetos con que os ofrecemos á la basa de una baratura inconcebible. Ved lo y os convenceréis de este verdad.
SOLUCIÓN BENEDICTO CREOSOTAL de glio'ero-fosfato
de cal oon para eurar la tuberculosis, írronqaitis, c a t a r o s erónieo^ mfeoeioaes gripales, enfermedades oonsuntiTas, Inapetencia, debilidad general, nourastenia, impotencia, oariei, raquitismo, esorofuUamo, etc. F r a s e a ! S , & 0 p e s e t a s . F a r m a c i a d e l U r . B e l i e d l e t o , S a n B e r n a r d o , 4 1 , I B A U i a i H í , Te lóf ." g 3 . « , y principaias farmacia».
exe 7 alhalaa sla ver lo qne pagiut ea la ealla de Tettiáa. nifm, x%
esotsiua á la del Oarmeii
Sa han recibido las últimas novedades en Aparatos eléctricos, Relojes, Bronces artísticos. Porcelanas, Muebles de fantasía é inanidad da caprichos para regalos á precios baratísimos.— a » , ¡ P K J E C l A l ü i O S , 8 » . _
NORIAS DE HIERRO perfeccionadas (con privilegio), movidas 4
¡^ Diazo y por caballería. Prensas para uvay ••• • bombas para trasiego. Pídanse oatálogosi
JE. A l a r c ó u , A t o c k a , 1 » V , M a d r l A
'~\mm\i \mmm nmimm y de primera necesidad.—A las personas induataalea y á l u lamillas «n general. Con un capitiil de 100 i, 160 pesetas mana* jadas por él mismo y con sólo tres días da trabajo cada aemo* na, se eonsigua de 4 á 5 pesetas diarias. S» mandan s n U e a o i > nes detalladas é impresas á todo el que las pida mandando aa sellos 20 céntimos j iaral» eoBteitacióaii 4J>. Kico lw I i tod») biuru CAi»T»^Yitoii»>