El Hipocampo y La Emocion

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El hipocampo y la emoción Además de la amígdala, otras estructuras nerviosas están implicadas en el aprendizaje emocional, y una de ellas es una corteza primitiva que conecta con otras regiones de la corteza cerebral y con otras partes del sistema límbico; se denomina hipocampo, término que viene del griego hippos (caballo) y kampe (encorvado). En los animales vertebrados menos evolucionados el hipocampo es una parte de la corteza olfativa, la que discrimina si el olor es el de un alimento venenoso, en mal estado o el de una hembra dispuesta a la cópula. En algunas personas a las que se les ha extirpado parte del hipocampo, con el fin de tratar la epilepsia, por ejemplo, se ha observado que no son capaces de aprender nada que tenga que ver con el simbolismo verbal; así, no pueden memorizar nuevos nombres de personas. Sin embargo, parece que el hipocampo no interviene en los procesos que se requieren para el reconocimiento de objetos. Hay una memoria que se denomina declarativa o explícita que se refiere a las experiencias disponibles para evocar (declarar) conscientemente unos estímulos, hechos o acontecimientos concretos; guarda relación con los sucesos sobre los que podemos hablar o pensar. Es una memoria que nos permite describir con palabras todos los componentes de una bicicleta haciendo un “recorrido mental” por ella. Pues bien, esta memoria se localiza en el hipocampo. Esta memoria se contrapone a la no declarativa o implícita, que parece que actúa de forma automática y que no necesita que el sujeto intente memorizar. No supone hechos, sino conductas; es, por ejemplo, la que nos permite nadar con estilo braza. Por otra parte, toda la información de las emociones se almacena como fenómeno declarativo lo que, obviamente, relaciona el hipocampo con la emoción. Nosotros no tenemos acceso consciente a la memoria emocional, pero sí a la conducta que expresamos en una emoción y a los “sentimientos” que tenemos en la misma. La emoción ejerce una influencia muy significativa en la memoria declarativa y así, sin el hipocampo o con el hipocampo inmaduro (en los primeros momentos de nuestra vida) es imposible recordar cualquier suceso desagradable. Alteración emocional e hipocampo En los animales con el hipocampo lesionado se observa una pérdida de la memoria espacial, lo que implica que esta estructura es responsable de que se creen nuevos recuerdos referidos a la localización espacial. No obstante, el hipocampo parece que también tiene relación con lo que Rudy y Sutherland, en 1992, denominaron asociación de configuraciones, es decir, con la participación en la memorización de la importancia que tienen dos estímulos que se presentan simultáneamente, no individualmente. De acuerdo con esta teoría, un contexto, un ambiente determinado permitirá recordar que un toque de corneta con unas notas características, en un recinto militar y con el uniforme adecuado, supone ponerse en formación para pasar revista; en otro contexto no se nos ocurre comportarnos de esa forma. Hay una técnica muy utilizada en neurobiología que se denomina de imágenes por resonancia magnética (IRM), con la que se construyen unas imágenes tridimensionales

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Descripción de funciones de estructuras limbicas

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  • El hipocampo y la emocin

    Adems de la amgdala, otras estructuras nerviosas estn implicadas en el aprendizaje emocional, y una de ellas es una corteza primitiva que conecta con otras regiones de la corteza cerebral y con otras partes del sistema lmbico; se denomina hipocampo, trmino que viene del griego hippos (caballo) y kampe (encorvado). En los animales vertebrados menos evolucionados el hipocampo es una parte de la corteza olfativa, la que discrimina si el olor es el de un alimento venenoso, en mal estado o el de una hembra dispuesta a la cpula.

    En algunas personas a las que se les ha extirpado parte del hipocampo, con el fin de tratar la epilepsia, por ejemplo, se ha observado que no son capaces de aprender nada que tenga que ver con el simbolismo verbal; as, no pueden memorizar nuevos nombres de personas. Sin embargo, parece que el hipocampo no interviene en los procesos que se requieren para el reconocimiento de objetos.

    Hay una memoria que se denomina declarativa o explcita que se refiere a las experiencias disponibles para evocar (declarar) conscientemente unos estmulos, hechos o acontecimientos concretos; guarda relacin con los sucesos sobre los que podemos hablar o pensar. Es una memoria que nos permite describir con palabras todos los componentes de una bicicleta haciendo un recorrido mental por ella. Pues bien, esta memoria se localiza en el hipocampo.

    Esta memoria se contrapone a la no declarativa o implcita, que parece que acta de forma automtica y que no necesita que el sujeto intente memorizar. No supone hechos, sino conductas; es, por ejemplo, la que nos permite nadar con estilo braza. Por otra parte, toda la informacin de las emociones se almacena como fenmeno declarativo lo que, obviamente, relaciona el hipocampo con la emocin. Nosotros no tenemos acceso consciente a la memoria emocional, pero s a la conducta que expresamos en una emocin y a los sentimientos que tenemos en la misma. La emocin ejerce una influencia muy significativa en la memoria declarativa y as, sin el hipocampo o con el hipocampo inmaduro (en los primeros momentos de nuestra vida) es imposible recordar cualquier suceso desagradable.

    Alteracin emocional e hipocampo En los animales con el hipocampo lesionado se observa una prdida de la memoria espacial, lo que implica que esta estructura es responsable de que se creen nuevos recuerdos referidos a la localizacin espacial. No obstante, el hipocampo parece que tambin tiene relacin con lo que Rudy y Sutherland, en 1992, denominaron asociacin de configuraciones, es decir, con la participacin en la memorizacin de la importancia que tienen dos estmulos que se presentan simultneamente, no individualmente. De acuerdo con esta teora, un contexto, un ambiente determinado permitir recordar que un toque de corneta con unas notas caractersticas, en un recinto militar y con el uniforme adecuado, supone ponerse en formacin para pasar revista; en otro contexto no se nos ocurre comportarnos de esa forma.

    Hay una tcnica muy utilizada en neurobiologa que se denomina de imgenes por resonancia magntica (IRM), con la que se construyen unas imgenes tridimensionales

  • del encfalo en planos horizontales (paralelos a la parte superior de la cabeza), coronales o frontales (paralelos a la cara) y sagitales (paralelos a un lado del cerebro). Son imgenes de muy alta resolucin (ms claras que las que proporciona la tomografa computerizada) que son obtenidas con las medidas de la desigual distribucin de los ncleos de hidrgeno que se encuentran en el agua y en la grasa cerebrales. Con la tcnica de IRM, en 1997, el profesor Douglas Bremmer y su equipo de colaboradores de la Universidad de Yale estudiaron casi una veintena de adultos que haban sufrido en su infancia malos tratos fsicos, o sexuales y que en la poca de la investigacin padecan de trastorno de estrs postraumtico, y los compararon con otros tantos individuos no maltratados de igual edad, raza, educacin, nivel de alcoholismo, etc. Los que haban sufrido de malos tratos tenan un hipocampo izquierdo que era un 12% ms pequeo que el de los individuos sanos y, sin embargo, en el hipocampo derecho no haba diferencias significativas en los dos grupos estudiados. Por otra parte, las personas que haban sido violentadas en la niez obtenan, en los test de memoria verbal, peores resultados que el otro grupo, algo bastante lgico en la medida que el hipocampo, como se ha dicho antes, tiene una importancia bastante grande en el funcionamiento de la memoria. En el mismo ao, otros estudios mostraban unos resultados muy parecidos en el hipocampo de unas nias que haban sido objeto de abusos sexuales. Es probable que en este punto usted se pregunte de qu manera es alterado el desarrollo del hipocampo. Para responder a esta cuestin se hace necesario tener en cuenta que las neuronas de esta estructura son de las pocas clulas nerviosas del encfalo que siguen formndose despus del nacimiento y, por tanto, si este fenmeno se enlentece (como consecuencia del estrs generado por los malos tratos), se entiende claramente el menor tamao del hipocampo. Hay una hiptesis, perfectamente consecuente con los resultados cientficos, con la que se explica la reduccin en el tamao del hipocampo. Dicha hiptesis guarda relacin con el desequilibrio hormonal producido en una situacin de estrs, que necesariamente se ha de generar en los casos de maltrato infantil. Con el estrs aumentan los niveles sanguneos de cortisol, hormona que sera responsable de la reduccin del tamao del hipocampo y que es consecuente con el hecho de que las neuronas de esta regin tienen una cantidad de receptores de la hormona mucho mayor que la que presenta el resto de las regiones cerebrales. En resumen, una importante alteracin emocional, mantenida durante un cierto tiempo, generar un aumento del cortisol sanguneo que, a su vez, provocar la muerte de algunas neuronas del hipocampo o la reduccin de su velocidad de aparicin.

    Hipotlamo y conducta emocional En la base del tlamo hay un conjunto de estructuras conectadas entre s, en medio de las cuales se ubica una pieza, difcil de encontrar, que no supone ms que el 1% de la masa enceflica, pero que es majestuosamente importante: el hipotlamo (hipo quiere decir debajo de). Todo el conjunto est rodeado por la corteza lmbica. El hipotlamo coordina gran parte de los sistemas que sirven para responder a las seales que proceden del medio interno o externo y esos sistemas son el endocrino, el sistema nervioso autnomo y el somtico. Todas las alteraciones del medio interno y los comportamientos fundamentales para la supervivencia son resueltos merced al influjo hipotalmico. Buscar el alimento, la lucha entre machos de la misma especie, la huida ante la amenaza, etc. son conductas coordinadas por esta estructura tan pequea.

    Se dice que una persona bien informada es una persona poderosa y que los medios de

  • comunicacin son el cuarto poder (hay muchos que creemos que ocupan un puesto ms alto en el escalafn) y as, quiz, se podra hablar del poder hipotalmico, consecuencia de lo mucho que sabe. Y es que el hipotlamo recibe informacin de lo que est sucediendo en las vsceras, y est al tanto de lo que ocurre fuera (desde la retina le llegan seales visuales) y tambin recibe informacin de la corteza cerebral, y de la amgdala, y del hipocampo, y del sistema endocrino y

    Cuando ciertas regiones del hipotlamo son estimuladas, se pueden producir, segn la zona de estimulacin, fenmenos tan variados como una subida o una bajada de la presin arterial o un aumento o descenso de la frecuencia cardaca. Tambin, el hipotlamo controla la temperatura corporal y la cantidad de agua del organismo, ya que es responsable de la sensacin de sed y es un regulador fundamental del volumen de agua eliminado por la orina. Pero si la estimulacin de ciertas reas hipotalmicas nos hace beber, la de otras nos produce hambre o saciedad. Finalmente, el hipotlamo controla la secrecin de la hipfisis que, a su vez, produce unas hormonas indispensables para el correcto funcionamiento del organismo.

    Parece claro, entonces, que algunas seales externas, ambientales, pueden llegar a la neocorteza y despus a la corteza lmbica (emocional) y ms tarde al hipotlamo, que har que el individuo responda con una conducta.

    Al finalizar la dcada de los sesenta del siglo pasado Revs y Plumn dieron a conocer una historia muy ilustrativa de la importancia de la funcin hipotalmica y de lo trascendentales que suelen ser los estudios previos en animales (algo que muchos todava no han comprendido bien) para hacernos una idea del funcionamiento de muchas estructuras cerebrales en individuos de nuestra especie. Esta es la historia. Una joven comenz a manifestar a los 19 aos un cuadro de signos hasta entonces novedosos para ella: tena frecuentes dolores de cabeza, le haba desaparecido la menstruacin, una sed permanente le haca beber mucho y un hambre desaforada le hizo ganar peso a gran velocidad. Al ao de tener estos sntomas fue tratada en un hospital y, el ao siguiente, comenz a expresar una nueva conducta: se volvi una persona agresiva, y muy especialmente si no se le daba de comer con frecuencia (lleg a ingerir hasta 10.000 kilocaloras por da, unas cuatro veces por encima de lo normal). De bibliotecaria amable pas a ser una mujer poco colaboradora y atenta y, por ltimo, su mente empez a tener problemas: confusin, prdida de algunas habilidades matemticas, etc. Los anlisis endocrinos mostraron que se haba producido una disminucin de los niveles sanguneos de las hormonas generadas por la corteza suprarrenal, la glndula tiroides y los ovarios.

    La razn de este cuadro clnico desolador se encontraba en un tumor ubicado en la base del cerebro y que, desgraciadamente, no poda ser extirpado. Estudios despus del fallecimiento, acaecido a los tres aos de haberse manifestado la enfermedad, indicaron que la tumoracin haba afectado a una zona muy importante del hipotlamo (el ncleo ventromedial), cuya destruccin provocaba en los animales de laboratorio alteraciones relacionadas con la ingesta, la conducta agresiva y el sexo, exactamente igual que lo que manifest la desdichada joven.