Al utilizar la palabra “fetiche” hace mención de aquellos objetos elegidos por el

sujeto que generan un interés sexual desplazado que están vinculados de

forma indirecta a su objeto sexual, como por ejemplo prendas de ropa, zapatos

o una parte del cuerpo poco apropiada para un fin sexual.

Ejerce el rol de un sustituto del pene pero no de cualquiera, que ha tenido

gran significado en la vida del varón a partir de la infancia, pero que luego

se perdió. En lo normal esto debiera haber sido parte de una resignación

pero como una forma de preservar la existencia del pene de la madre se

utiliza el fetiche, es decir, el fetiche es un sustituto del pene de la mujer

(madre) y que el varón se rehúsa a creer que fue castrado ya que si la

mujer fue castrada él corre el peligro de ser castrado.

En la neurosis: Actúa, instaura la castración, prohíbe y también posibilita.

El sujeto queda con un deseo insatisfecho y, según su posición frente a este

deseo será obsesivo, histérico o fóbico.

En la psicosis: "llega tarde" y no puede actuar. No se registra la ley y el

límite, el todo es posible. El deseo y su objeto se infinitizan.

En la perversión: El sujeto sabe de la castración. Fetiche en tanto sustituto

del falo materno. El deseo es reemplazado por la voluntad de goce.