Ensayo: El Evangelio como un programa teológico sin par (sin igual):

Con Marcos nació un tipo de escrito que tiene éxito en la literatura cristiana: El evangelio. Al reunir tradiciones dispersas en el seno de un relato de carácter biográfico consagrado a la vida de Jesús, Marcos llevó a cabo una obra inédita, ya que desde entonces la tradición cristiana solo conocía secuencias narrativas limitadas como: el relato de la Pasión, colecciones de logia o las cartas de Pablo. El primer evangelista resulta ser el creador de un género literario. Nuestra pregunta es: el evangelio ¿Es un género literario sin par en la literatura, es un fenómeno único, o bien podemos derivarlo de otros géneros literarios empleados en aquella época?

Originalmente la buena nueva no indica un libro, sino un anuncio feliz o el mensaje transmitido por ese anuncio feliz. En el griego bíblico indica victorias militares y los acontecimientos gloriosos del imperio. Su significado religioso se entiende con el marco del culto al emperador Augusto. Pero, la versión griega del antiguo testamento aplica el verbo anunciar una buena nueva a la proclamación de las victorias de Dios en favor de Israel. En el cual Isaías utiliza este término para designar el anuncio de la salvación escatológica (Isaías 61,1) el cual es citado por Jesús en la respuesta a la cuestión mesiánica del Bautista: “ se anuncia a los pobres la buena nueva” (Mt 11,5 y Lc 7,22)

El evangelio se aproxima a varios géneros literarios de la antigüedad: biografía ideal del enviado de Dios, escrito con perspectiva aretalógica, novela, biografía greco-romana. Dependiendo de su educación, los oyentes o los lectores del siglo I lo aproximaron a diferentes tipos de escritos. Pero, tal aproximación puede variar también si el evangelio se presenta según San Marcos, San Mateo, San Lucas o San Juan.

El evangelio nace de un programa teológico sin par, que tiene como finalidad manifestar la identidad entre el crucificado y el resucitado, la identidad entre el hombre de Nazaret y el Señor vivo. La elección de la narración se une aquí a la perspectiva kerigmatica: la vida del Galileo rodeado de un puñado de discípulos es narrada como el acontecimiento central de la historia del mundo. En adelante el presente y el futuro están ligados a este fragmento de historia en el que se da a conocer definitivamente el rostro de Dios. Este programa teológico completamente nuevo se ha moldeado en un tipo de escrito que no tiene precedentes inmediatos, a no ser la biografía, como género más próximo.