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riere° eb lenoieetai9 olotne2 ne squDoen sa on ,filtnr Dni nu obneu3 r1 , --4 asnoiaiDeb asi n. lb bibinutotio el al El desempeño de la administración pública y la confianza en el gobierno Fernanda Somuano Ventura* y Dionisio Zabaleta Solís** La complicada relación entre el desempeño administrativo y la confianza inv La confianza que tienen los ciudadanos en el gobierno es un elemento funda- mental en un régimen democrático. Dicha confianza se funda, de acuerdo con Sztompka (1999) en siete factores o percepciones ciudadanas: regularidad, eficiencia, sensatez, rendición de cuentas, benevolencia, veracidad y justicia. La legitimidad de las instituciones políticas y administrativas y de los actores del proceso político está basada en gran medida en la confianza. Parece lógi- co pensar que en un sistema democrático el gobierno toma decisiones para y en nombre de los ciudadanos. Sin embargo, la relación entre democracia y confianza es paradójica. Se- gún Warren (1996), la confianza ciudadana en instituciones y funcionarios específicos permite a los individuos canalizar sus recursos a aquellos asuntos que importan —en particular, aquéllos en los que hay buenas razones para desconfiar. Por ende, desde una perspectiva meramente funcional, podemos pensar en democracia y confianza como dos formas distintas, pero comple- mentarias, de toma de decisiones y de organización de acciones colectivas. 'Profesora-investigadora del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México. **Egresado de la Licenciatura en Política y Administración Pública, El Colegio de México. 69

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El desempeño de la administración públicay la confianza en el gobierno

Fernanda Somuano Ventura* y Dionisio Zabaleta Solís**

La complicada relación entre el desempeño administrativo y la confianzainv

La confianza que tienen los ciudadanos en el gobierno es un elemento funda-mental en un régimen democrático. Dicha confianza se funda, de acuerdo conSztompka (1999) en siete factores o percepciones ciudadanas: regularidad,eficiencia, sensatez, rendición de cuentas, benevolencia, veracidad y justicia.La legitimidad de las instituciones políticas y administrativas y de los actoresdel proceso político está basada en gran medida en la confianza. Parece lógi-co pensar que en un sistema democrático el gobierno toma decisiones para yen nombre de los ciudadanos.

Sin embargo, la relación entre democracia y confianza es paradójica. Se-gún Warren (1996), la confianza ciudadana en instituciones y funcionariosespecíficos permite a los individuos canalizar sus recursos a aquellos asuntosque importan —en particular, aquéllos en los que hay buenas razones paradesconfiar. Por ende, desde una perspectiva meramente funcional, podemospensar en democracia y confianza como dos formas distintas, pero comple-mentarias, de toma de decisiones y de organización de acciones colectivas.

'Profesora-investigadora del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México.**Egresado de la Licenciatura en Política y Administración Pública, El Colegio de México.

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Cuando un individuo confía, no se preocupa en demasía por la posibilidad uoportunidad de influir en las decisiones gubernamentales debido a que asu-me que existen intereses convergentes entre éste y la persona o instituciónen la que deposita su confianza. Así, la confianza justificada puede, en algu-nas instancias, aligerar la carga de la toma de decisiones tanto para los ciuda-danos como para las instituciones y por ende hace este proceso más sólido.

Una visión opuesta es la de Hardin (1999) que sostiene que la visión con-temporánea de que en una sociedad los ciudadanos deben confiar en el go-bierno es antagónica al liberalismo tradicional. "Dentro de la doctrina liberal,un ciudadano debe desconfiar de y preocuparse por el comportamiento delgobierno". De hecho, cierto grado de desconfianza, o al menos cierto escepti-cismo hacia el comportamiento de los otros (especialmente quienes detentanel poder), es sano para un sistema político. Por ende, los sistemas democráti-cos de alguna manera institucionalizan la desconfianza vía agencias y organi-zaciones cuya función es la de monitorear a quienes trabajan en el gobierno.

Aún con la existencia de estas agencias, el control de la ciudadanía sobrela burocracia sólo puede ser indirecto debido a que las instituciones demo-cráticas no contemplan mecanismos que permitan a los ciudadanos sancio-nar directamente las acciones legales de los funcionarios públicos. Como se-ñalan Dunn y Uhr (1993) "no es absolutamente claro qué papel tendrían quejugar los funcionarios públicos como representantes de los ciudadanos". Sipensamos en términos de relaciones agente-principal, ¿los burócratas sonagentes del gobierno o de la ciudadanía? En caso de que fuera el primer caso,éstos son responsables ante el ejecutivo que los emplea, o ante la legislaturaque los financia? Por ende, mientras la burocracia supuestamente debe servira los ciudadanos, rinde cuentas, en el mejor de los casos, a los políticos.

Ahora bien, si hemos señalado que el control ciudadano sobre la burocra-cia es complicado; si un ciudadano no puede exigir cuentas ni castigar a unfuncionario, ¿cómo podemos entonces pensar en que una institución forma-da por un cuerpo burocrático puede verse como legítima? ¿Cómo puede ins-pirar confianza en el ciudadano medio?

Algunos autores han argumentado que esta confianza puede darse por lapercepción que los ciudadanos tienen del desempeño gubernamental (medi-do según los servicios públicos que ofrece). Sin embargo, la relación causalentre la satisfacción de la ciudadanía hacia la administración pública -en par-ticular hacia la burocracia y los servicios públicos que ofrece — y la confianzageneral que se tiene en el gobierno o al sistema político en su conjunto no esdel todo clara. De acuerdo a Bouckaert y Van de Walle (2003) y a Eloisa delPino (2004) dicha relación puede tener dos problemas esenciales: ladireccionalidad de la causalidad y la escala para medir la confianza.

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Con respecto al primer problema, Bouckaert y Van de Walle señalan que sibien se puede reconocer que existe un nexo causal entre un mejor desempe-ño gubernamental y un incremento en la confianza hacia el gobierno, ladireccionalidad de dicha relación causal es difusa. Además, si se partiera delsupuesto de que la satisfacción de los ciudadanos con la Administración Pú-blica es la que afecta la confianza en el gobierno, y no en el sentido contrario,todavía quedaría el problema de los impactos diferenciados de las agenciasgubernamentales, esto es, el efecto dominante que pueden tener algunos ser-vicios públicos universales —como la educación, la salud, la seguridad— enla percepción de los ciudadanos sobre el funcionamiento del gobierno.

Por otra parte, Eloisa del Pino señala que la escala en la percepción sobrela confianza entre la administración pública y el gobierno es un problema quepuede crear distorsiones importantes en la medición de la confianza ciudada-na. Este problema consiste en que buena parte de las percepciones sobre laadministración pública se manejan en una escala micro o de confianza inme-diata —asociada a la satisfacción con respecto a la calidad de los serviciospúblicos que recibe— mientras que la confianza general en el gobierno sefunda en una escala macro o de cultura política relacionada, principalmente,a fenómenos como la confianza en la democracia, la situación económica, laconfianza interpersonal.

En este trabajo presentamos una visión crítica sobre los problemas quepresentan del Pino, Bouckaert y Van de Walle, ya que consideramos que sí esposible identificar una relación causal entre la satisfacción de los ciudadanoscon la administración pública y el incremento de la confianza en el gobierno.Partimos del supuesto de que si bien las escalas de percepción de satisfac-ción y confianza entre las funciones administrativas y el proceso político sondiferentes, ambos elementos son centrales en el proceso de conformación deconfianza ciudadana.

Con respecto a la dirección de la causalidad entre desempeño administrati-vo y confianza en el gobierno, Christensen y Laegreid (2002) mencionan que elproblema radica en la forma en la que se define el desempeño administrativo,generalmente asociado a una idea demasiado comprehensiva de la burocracia.En opinión de los autores es mejor segmentar el espectro administrativo y ana-lizar servicio público por servicio público o agencia por agencia. Esta segmenta-ción permite resolver el problema de la causalidad —el cual ahora se asociasimplemente a la satisfacción de los ciudadanos con un servicio público en par-ticular y su impacto en la confianza en el gobierno— así como el de los impactosdiferenciados, ya que se observa a la administración pública como un agregadode varias agencias y servicios que pueden afectar a la confianza ciudadana deforma diferenciada sin causar problemas de consistencia metodológica.

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Por otra parte, Christensen y Laegreid mencionan que las escalas de percep-ción de confianza ciudadana que usualmente se utilizan no representan unproblema. Ellos argumentan que simplemente existen dos tipos de apoyo ysatisfacción frente al gobierno, los cuales forman parte del nivel de confianzageneral gubernamental. En primer lugar se encuentra el apoyo difuso o estruc-tural al gobierno, el cual se relaciona a una percepción de largo plazo con res-pecto a experiencias positivas con el tipo de gobierno y la estructura del sistemapolítico. En segundo lugar, también hay un apoyo específico de los ciudadanosal gobierno, el cual se asocia a fenómenos políticos de corto plazo, así como ala satisfacción por el desempeño de la administración pública. La única diferen-cia importante entre ambos tipos de apoyo con respecto al nivel de confianzageneral en el gobierno es que el apoyo específico tiende a cambiar de formamás rápida que el apoyo estructural.

Diferentes combinaciones de cada uno de este tipo de apoyo permite ob-servar las percepciones que tiene la ciudadanía con respecto al gobierno. Porejemplo, un alto nivel de apoyo difuso combinado con un bajo nivel de apoyoespecífico puede indicar que existe un alto nivel de legitimidad y confianza enel sistema político–administrativo, pero con cierto desfase entre los serviciosprestados por el gobierno y las demandas ciudadanas. Asimismo, un nivel bajode apoyo difuso combinado con un alto nivel de apoyo específico podría indicarque, a pesar de que la ciudadanía es escéptica con respecto al sistema políti-co–administrativo, la interacción específica con el gobierno no es del todo ne-gativa.

La reforma administrativa y sus efectos en laconfianza en el gobierno

En las últimas dos décadas se ha extendido procesos de modernización ad-ministrativa en varios países del mundo. Estas reformas han buscado imprimirun mayor grado de eficiencia y calidad a los procesos administrativos y a losservicios públicos. El nuevo perfil del sector público busca, además de incre-mentar la flexibilidad y la agilidad de la administración pública, incrementar lasatisfacción y la confianza de los ciudadanos hacia el gobierno, las cuales sehabían visto disminuidas durante el periodo de crisis del modelo burocrático tra-dicional.

El nuevo perfil de la administración pública —enmarcada entorno a las doc-trinas doctrina de la Nueva Gestión Pública (NGP)— se funda en dos corrien-tes de pensamiento: la administración de empresas privadas y la teoría de la

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elección social (Hood, 1991). Con base en los preceptos esenciales de estosenfoques, la Nueva Gestión Pública orienta una serie de instrumentos de mo-dernización de las estructuras y procesos administrativos, así como de la for-ma en la que deben desempeñarse los funcionarios públicos.

Desde la trinchera de la administración de empresas privadas, la NGP habuscado trasladar una serie de instrumentos y prácticas administrativasexitosas al sector público. Este tipo de herramientas —dentro de las cuales seencuentran la planeación estratégica, la calidad total, la reingeniería de pro-cesos, entre muchas otras— se orientan esencialmente a mejorar la eficienciapública, a incrementar la calidad de los servicios, procesos y estructuras gu-bernamentales, así como para alinear la función pública con aquellos resulta-dos que son valorados por los clientes–ciudadanos (Barzelay, 1998). Más aún,las reformas instigadas por la NGP han buscado que aumente la importanciadel rol de consumidor sobre el de ciudadano de la gente.

Esta vertiente gerencialista de la NGP impacta en las percepciones de sa-tisfacción de los ciudadanos hacia la administración pública. La existenciade una administración pública más eficiente y que, al mismo tiempo, es capazde brindar servicios públicos de mayor calidad favorece actitudes positivas dela ciudadanía. Esto es especialmente claro en aquellos servicios públicos quetienden hacia la universalidad (educación, salud) así como en aquellas partesdel gobierno con las que buena parte de los ciudadanos tienen que lidiar cons-tantemente, como las oficinas de recaudación de impuestos.

Por otra parte, la NGP toma de la teoría de la elección social la solución porcontratos al problema agente–principal (Lane, 2000). En el caso de la NGPreconoce como principales tanto al liderazgo político, responsable directo delos funcionarios públicos, como a la ciudadanía en el sentido de que es capazde exigir certeza y rendición de cuentas a la burocracia. En este sentido, lasherramientas propuestas para la reforma del sector público desde esta ver-tiente intelectual buscan estabilizar las expectativas de los dos principales conrespecto a las funciones que debe realizar el agente en su nombre. Para lo-grar lo anterior se han propuesto instrumentos que van desde laprofesionalización y la orientación a resultados del cuerpo burocrático, el es-tablecimiento de agencias burocráticas altamente especializadas, la introduc-ción de instrumentos de transparencia y rendición de cuentas, así como laelaboración de cartas ciudadanas orientadas a clarificar la función de cadauna de los organismos burocráticos

Con relación a la profesionalización y a la orientación a resultados, éstassuponen el establecimiento, o en su caso reforma, de los servicios civiles decarrera o empleo. Lo que se busca desde la Nueva Gestión Pública es re-

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orientar los objetivos de dichos cuerpos burocráticos hacia resultados específi-cos. Para lograr esto se delimitan claramente las obligaciones que cada funcio-nario debe cumplir; asimismo, se establecen sistemas de contratos por desem-peño, los cuales orientan la función de los burócratas hacia aquellos resultadosque son preciados por los clientes—ciudadanos.

Este nuevo esquema de función pública debiera aumentar la confianza delos ciudadanos. Un sistema meritocrático, en donde la promoción del méritoen la selección, organización, promoción y remoción de los servidores públi-cos debiera lograr la eficiencia, la rectitud y la neutralidad en la gestión buro-crática. De acuerdo con Luis Aguilar (2003), un sistema de servicio civil quefunciona emite una señal positiva de un gobierno de leyes; de un gobiernopúblico, respetuosos de la división de poderes, de un gobierno abierto a losciudadanos y de un gobierno con capacidad para solucionar problemas y en-tregar servicios de calidad.

El cambio en la función pública se extiende, también, a la reorganizaciónde las estructuras administrativas. En este sentido se han creado agenciasburocráticas con cadenas de mando mucho más cortas (organizaciones hori-zontales), altamente tecnificadas y con una orientación muy especifica a al-gún aspecto de la administración, ya sea de regulación pública, prestación deservicios públicos, etcétera. Este tipo de arreglos ha servido para identificarde mejor forma las funciones de cada parte de la administración, así comopara saber en qué medida cada una de éstas realmente esta obteniendo losresultados esperados. Esta reorganización administrativa impacta positivamen-te en la satisfacción y la confianza de los ciudadanos, ya que se percibe unaadministración pública eficiente, orientada hacia las demandas de la ciudada-nía, además de que no cuenta con una burocracia engorrosa que puede ha-cer más lenta la función pública.

Finalmente, la transparencia, la rendición de cuentas y la existencia decartas ciudadanas son temas que se incluyen dentro de la agenda de la Nue-va Gestión Pública (Evans, 2003). Este tipo de mecanismos se implantan conel propósito de generar un mayor grado de certeza y confianza en la ciudada-nía con respecto a las funciones que desempeña la burocracia. Por otro lado,este tipo de instrumentos crean mecanismos de control indirecto sobre eldesempeño gubernamental y favorecen el establecimiento de estándares míni-mos de desempeño administrativo.

Estos últimos instrumentos son de especial relevancia para fortalecer laconfianza ciudadana hacia las instituciones, ya que a través de estos es posi-ble observar de forma más clara si el desempeño de los funcionarios es ade-cuado, honesto y eficiente. Por otro lado, la existencia de estos instrumentos,

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y la utilización de los mismos por la ciudadanía, obliga a las burocracias adesempeñarse con un mayor grado de responsabilidad para evitar ladeslegitimación del sistema administrativo existente.

Desempeño administrativo y confianza en el gobierno: el caso de México

Los esfuerzos de modernización administrativa en México durante las últimasdos administraciones también se han orientado a introducir elementos de cor-te gerencialista en el sector público. En términos generales se ha buscadoresolver problemas de rendición de cuentas, evaluación de políticas y progra-mas públicos, así como de profesionalización de los funcionarios públicos.

Durante la presidencia de Ernesto Zedillo, el proceso de reforma se con-centró en dos programas principales: el Programa de modernización Adminis-trativa de la Administración Pública Federal (PROMAP) y el Sistema de Eva-luación del Desempeño. En el caso del primero. el programa fue de corto al-cance, además de que no se observó una intención real por parte del gobiernomexicano por cambiar las dinámicas administrativas tradicionales (Arellano,2004). Con respecto al segundo, éste fue poco exitoso, ya que se implementósólo unos pocos años antes de que terminara el gobierno de Zedillo, ademásde que dicho sistema basado en el desempeño terminó por empalmarse conlos sistemas de evaluación por procesos, limitando su capacidad de éxito(Arellano, 2004).

En los casi cinco año del gobierno de Vicente Fox se ha mantenido el temade la modernización administrativa como un asunto central de la agenda degobierno. Durante este periodo se han impulsado reformas de cortegerencialista —basadas en el modelo de calidad Intragob— orientadas al obje-tivo de alcanzar un servicio público de calidad, transparente y que rinda cuentasa la ciudadanía.

De acuerdo con los objetivos antes mencionados se han impulsado dos re-formas relevantes: el servicio profesional de carrera, la transparencia y el acce-so a la información pública y la consolidación de los sistemas de auditoria yrendición de cuentas. A partir de 2003 entró en vigor la Ley del Servicio Profe-sional de Carrera a través de la cual se buscaba consolidar un servicio civil decarrera basado en el mérito dentro de la administración pública. Actualmente noexisten todavía evaluaciones preliminares sobre los resultados que este sistemaha acarreado a la administración pública en términos de eficiencia, calidad yprofesionalidad.

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Con respecto al objetivo de un gobierno transparente, la actual administra-ción puso en vigor la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Públicapor medio de la cual se implementó una agresiva política de transparenciagubernamental. Hasta cierto punto, esta ha sido la estrategia más exitosa enmateria de administrativa del actual gobierno, y sus impactos directos reper-cuten más en la ciudadanía, que en principio ahora tiene los instrumentos su-ficientes para conocer de fondo el desempeño de los funcionarios públicos.

Partiendo de estas reformas, y del posible impacto que éstas hayan podidotener en las percepciones y confianza de los ciudadanos nuestro objetivo esen este apartado es analizar estadísticamente la relación entre el desempeñode la administración pública en México y la confianza general en el gobierno.Las preguntas relevantes en este caso serían: ¿Cuál es la conexión entre lasatisfacción de los ciudadanos con los servicios públicos y su confianza en elgobierno en México? ¿El mero hecho de ser consumidores de servicios inspi-ra la confianza ciudadana en el gobierno o ésta está ligada a otro tipo defactores? ¿Cuál es el impacto de factores político—culturales y demográficos enla construcción de la confianza en el gobierno?

Para poder responder estas preguntas de investigación se realizará unanálisis estadístico tomando en consideración percepciones ciudadanas so-bre confianza en el gobierno, satisfacción con algunos servicios públicos, asícomo información sociodemográfica de los individuos. Los datos utilizados enesta investigación fueron tomados de la Encuesta Nacional sobre Cultura Po-lítica y Prácticas Ciudadanas 2003.

La variable dependiente en este trabajo es confianza en el gobierno. Dichavariable fue construida con base en la pregunta "En una escala de calificaciónde O a 10, por favor diga cuánto confía en los partidos políticos, la ComisiónNacional de los Derechos Humanos, el Presidente de la República, el InstitutoFederal Electoral, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Congreso".Trabajamos con los niveles de confianza en cada una de estas instituciones.Además, construimos un índice general de confianza a partir de las éstas.Estas instituciones se consideran relevantes para la conformación de un índi-ce general de confianza debido al alto grado de correlación que existe entre laconfianza de cada una de dichos organismos.

La Tabla 1 muestra los valores medio de confianza de los encuestados en lasseis instituciones gubernamentales mencionadas arriba. Como puede verse hayun efecto diferenciado en la confianza ciudadana en cada institución, en dondelos partidos tienen los niveles más bajos y el Instituto Federal Electoral (IFE) losmás altos. Es interesante mencionar que de este grupo de agenciasgubernamentales el IFE es el único que cuenta con un Servicio Profesional deCarrera.

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Tabla 1. Valor promedio de confianza por institución seleccionada

Institución Valor Promedio

Partidos Políticos 5.56Comisión Nacional de losDerechos Humanos 7.45Presidente de la República 6.81Instituto Federal Electoral 7.63Suprema Corte de Justicia 6.64Congreso 6.36

Aunque existen diferencias entre las instituciones, puede decirse que laconfianza institucional presenta un patrón acumulativo. Es decir, si un individuoconfía en una agencia gubernamental, tenderá a confiar en otras organizacio-nes públicas.

Tabla 2. Correlaciones de Pearson entre instituciones gubernamentales

PartidosPolíticos

CNDH Presidente IFE SCJN

PartidosPolíticos

1

CNDH .496** 1Presidente .459** .400** 1IFE .448** .534** .478** 1SCJN .545** .556** .473** .591** 1Congreso .616** .547** .494** .570** .767**

**Correlaciones significativas a un nivel de 0.01.

Las variables independientes se dividieron entres grupos principales deacuerdo a la hipótesis que se busque probar. El primer grupo de variablesconsiste en factores relacionados con la experiencia de los ciudadanos con elgobierno (si ha recibido ayuda gubernamental) y su satisfacción con determina-dos servicios públicos (educación, salud) y programas de gobierno (programasde combate a la pobreza y programas anticorrupción).

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Tabla 3. Satisfacción en programas y servicios públicos seleccionados(Porcentajes)

Mucho Poco Nada

Programas de combate a la pobreza 21.7% 53.7% 21.2%

Servicios de salud 44.4% 43.2% 10%

Escuelas públicas 56.7% 36% 5%

Programas anticorrupción 26% 43.9% 25%

Con respecto a este primer grupo de variables, los resultados de las correla-ciones con la variable dependiente fueron las siguientes:

Tabla 4. Correlaciones entre satisfacción de servicios y programas públicos yconfianza institucional

PartidosPoliticos

CNDH Presidente IF E SCJN Congreso indicede confianza

Programas de .269**combate a lapobreza

.233" .300" .228" .244• * .256" .332**

Programas .261**anticorrupción

.238" .269** .227- .269** .280** .332*-

Servicios de salud .189" .228" .193** .229- .200- .210" .269"

Servicios .148"educativos

.153" .145" .190" .163- .164" .207-*

"Correlaciones significativas a un nivel de 0.01.

Los resultados anteriores permiten observar que existe una correlaciónimportante entre el desempeño gubernamental en ciertos programas de gobier-no y servicios públicos y la confianza que puede tener la ciudadanía en cadaagencia gubernamental y en el gobierno en general. En principio, se podríaafirmar que dicha relación es positiva y significativa en todos los casos.

El segundo grupo de variables independientes son relativas a la culturapolítica de los individuos entrevistados. En este sentido se incluyen variablescomo satisfacción con la democracia, el interés del individuo en la política, lasimpatía hacia algún partido político, la confianza interpersonal, entre otras.

Los resultados de las correlaciones entre estas variables y las variables sonlas siguientes:

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Tabla 5. Correlaciones entre variables cultura política y confianzainstitucional

PartidosPolíticos

CNDH Presidente IFE S CJ N Congreso Índicede confianza

Interés enla política

.006 -.012 -.003 .008 .018 -.013 .005"

indice deintervencióngubernamental

.115** .110" .128-' .097" .119** .155"

Ayudagubernamental

.135" .070" .11r .099- .110" .131"

Simpatizantede algúnpartido político

.184" .098- .109** .127- .115- .148- .172"

Satisfacción conla democracia

.194" .130" .261" .144- .185- .179" .234"

Situacióneconómicadel país

.177" .148- .235" .151" .146- .176" .225"

Situación .082" .062" .123" .067" .091** .084" .108"económicapersonal

I i . fi.

Confianzainterpersonal

.151" .094" .115" .085" .122" .153"

**Correlaciones significativas a un nivel de 0.01.

Los resultados de las correlaciones entre este grupo de variables y las varia-bles dependientes muestran y una relación moderada entre las variables decultura política y la confianza en el gobierno. La única variable independienteque no arrojó resultados estadísticamente significativos fue la de interés en lapolítica por lo que se puede afirmar, para el caso de México, que el interés quepueda tener un ciudadano en la política no afecta en la confianza que éstepueda tener Por otra parte, resulta interesante observar que los mexicanosconsideran más la situación económica del país en su percepción de la confian-za en el gobierno que su situación económica particular. Si bien ambas variablestienen una correlación positiva con la confianza en el gobierno, la situacióneconómica del país afecta de forma más importante la percepción de confianza.

Finalmente, en un tercer grupo de variables se incluyen factoressociodemográficos como edad, sexo y el grado de escolaridad de los individuos.Los resultados de las correlaciones entre estas variables y la variabledependiente son los siguientes:

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Tabla 6. Correlaciones entre variables sociodemográficasy confianza institucional

PartidosPolíticos

CNDH Presidente IFE SCJN Congreso índicede confianza

Sexo .003 -.028 -.019 .011 -.005 .006 -.007Edad 0.37* -.041" .060" -.042** -.018 -.004 -.002Educación -.080" -.038* -.059" -.049" -.005 -.049" -.054"

"Correlaciones significativas a un nivel de 0.01.• Correlaciones significativas a un nivel de 0.05.

Los resultados de las correlaciones con este último grupo de variablesdemuestran, en primer lugar, que la diferenciación de género no tiene efectosignificativo en la confianza en el gobierno. Por otra parte, la edad tiene unefecto diferenciado en la confianza del gobierno, ya que mientras se tiene másedad se confía en instituciones tradicionales como los partidos políticos y elpresidente y se tiende a desconfiar de instituciones de reciente creación comola Comisión de Derechos Humanos y el Instituto Federal Electoral.

Finalmente, la educación es una variable que afecta negativamente la con-fianza de los ciudadanos en el gobierno. Con esto se puede sustentar la hipóte-sis de que a mayor escolaridad, los mexicanos tenderán a ser más críticos delas instituciones gubernamentales y tenderán a desconfiar más en ellas.

Modelo

Con el fin de revisar si estos resultados son robustos, decidimos correr un modelode regresión lineal que incluye todas las variables arriba mencionadas.Como puede verse, los resultados de este modelo muestran que los factoresrelacionados con la experiencia que los individuos han tenido en su trato con elgobierno, así como los sus niveles de satisfacción con los servicios que ésteprovee se mantienen como los que más impactan en las variaciones de confianzacuidadana de los cuidadanos en el gobierno. Todas las variables incluidas eneste rubro fueron estadísticamente significativas. Básicamente quienes hanrecibido apoyo gubrenamental y tienen una mejor percepción sobre la calidadde los servicios y programas públicos tienen mayor confianza en el gobierno.Esto confirmaría la hipótesis de que la confianza cuidadana en el gobierno tieneun componente muy alto de apoyo específico a éste, derivado de factores decorto plazo, como es la satisfacción con el desempeño de la administraciónpública en un momento determinado.

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8 Errorestándar

Coeficientesestandarizados

Beta

t Sig.

Constante 25.679 1.106 23.214 -

Sexo -.458 .375 -.019 -1.224

Edad -.009 .013 -.012 -.715

Educación -.255 157 -.029 -.1.625

Variables experiencia y satisfaccióncon el gobierno y sus servicios

Si ha recibido ayuda del gobierno .798 .424 .030 1.882 '

Satisfacción programascombate a la pobreza

2.437 .338 .139 7.206 -

Satisfacción serviciospúblicos de salud

1.677 .349 .093 4.805

Satisfacción escuelas públicas .488 .374 .024 1.303

Satisfacción programasanti-corupción

2.516 .301 .157 8.364

Situación económica país 1.583 .241 .122 6.570

Situación económica personal -.099 .244 -.008 -.408

Variables político-culturales

Confianza interpersonal .361 .357 .017 1.012

Grado intervención gubernamental .417 .091 .073 4.569 -

Satisfacción democracia 1.198 .178 .114 6.737

Interésenla politica -.238 .414 -.010 -.575

Simpatiza con algún partido político 2.591 .398 .104 6.510 -

N= 3216R2= 222

"Correlaciones significativas a un nivel de 0.01.Correlaciones significativas a un nivel de 0.05.

De las variables político-culturales y como era de esperarse, quienes estánmás satisfechos con la democracia en México y quienes simpatizan con algúnpartido político son quienes tienen mayores niveles de confianza gubernamen-tal.

Aquí es interesante apuntar que ser simpatizante del Partido Acción Nacional,como era de esperarse tiene un efecto positivo en los niveles de confianza gu-bernamental. En cambio ser simpatizante de los otros partidos políticos no tieneefecto alguno. Este hallazgo reafirma la idea de Christensen y Laegreid de quela confianza en el aparato gubernamental tiene también un componente de apoyo

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difuso o general. Es decir, existen elementos como son las preferencias políti-cas o la aprobación de cómo funciona el sistema político en general que influ-yen en la confianza que los individuos tienen en el gobierno. Claramente quie-nes tienen actitudes positivas hacia el sistema político, quienes se interesan yparticipan más en los procesos políticos tenderán a confiar más en las institucio-nes gubernamentales que aquéllos que se encuentran inconformes con el siste-ma o alienados de éste.

Es interesante apuntar que las correlaciones bivariadas significativas entresituación económica personal y confianza gubernamental, y entre confianzainterpersonal y confianza gubernamental no se mantienen cuando se controlapor otros factores. Por lo que concluimos que estas variables no tienen efecto enla confianza ciudadana hacia el gobierno.

En cuanto a las variables demográficas, sólo educación es significativa,mostrando que conforme la gente adquiere mayor grado de escolaridad sevuelve más crítica del gobierno y, por ende, disminuye su nivel de confianzaen el gobierno.

A manera de conclusión diremos que este trabajo preliminar muestra quela confianza de los ciudadanos en el gobierno es de naturaleza general, aun-que con algunas diferenciaciones entre instituciones.

Hay una conexión clara entre satisfacción con servicios y programas públi-cos y confianza en el gobierno. Esto nos sugiere que sí podemos hablar de unvínculo entre reforma administrativa (que realmente logre hacer más eficien-tes los servicios del gobierno) y las percepciones ciudadanas sobre su legiti-midad. Sin embargo, también hay factores de cultura política y percepcionesmás generales del ciudadano sobre el sistema político que afectan la confian-za ciudadana. Finalmente los mexicanos con mayor escolaridad son más crí-ticos del gobierno y por lo tanto tienen menos confianza en él.

Este estudio muestra que el fenómeno de la confianza ciudadana en elgobierno es complejo y multifacético, por lo que es importante que para enten-derlo de manera comprehensiva se hagan estudios comparativos a lo largodel tiempo, entre distintas instituciones y diversos países.

Bibliografía

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