El Debate Sobre El Humanismo

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EL DEBATE SOBRE EL HUMANISMO 1 La antropología filosófica se preocupo por unificar los distintos discursos acerca del hombre, así como también se interesó en dar una respuesta al problema por el sentido de la vida humana. A este respecto dice Miguel Morey que la antropología filosófica y el humanismo parecen coincidir. Pero en la segunda mitad del siglo veinte pensadores como Foucault y Althusser pone en cuestión la centralidad del discurso antropológico, así como su pretensión de constituirse en fundamento de todo saber, los cuales realizan la crítica al humanismo, aunque no son los únicos. ¿Qué se entiende por humanismo? El humanismo es un tema recurrente en la historia de la humanidad, y a pesar de los modos diferentes que ha ido adquiriendo en las distintas épocas podemos señalar algunos rasgos generales: Crea una atmósfera cultural que tiende a cultivar los valores éticos y estéticos del espíritu. Intenta dar una respuesta al peligro de la dispersión y a la multiplicidad de costumbres, en momentos en que los centros de poder se desplazan y transforman. Constituyen un intento de desarrollar la vida social y política, a partir de la humanidad del individuo. En este sentido la paideia griega es un antecedente fundamental. Su objetivo era formar al hombre como ciudadano. La polis era el maestro formador de virtudes y sólo en ella el hombre se iba conociendo así mismo. Teniendo en cuenta estos antecedentes podemos distinguir históricamente los siguientes humanismos: 1. La humanitas romana. Al transformarse la republica en imperio, surgió de la mano de Cicerón el modelo de ciudadano sabio, como forma de construir un ideal humano en común. 2. El humanismo renacentista, al se asocio de manera casi exclusiva el termino humanismo, nació en Italia en el siglo XVI y se constituyo mediante la fusión del humanismo grecorromano con las ideas propias de la tradición judeocristiana. 3. El humanismo alemán del siglo XVIII. Este movimiento acentúo los valores éticos y estéticos del hombre. Su 1 Di Sanza Silvia; Fernández, Jorge; La Porta, Patricia (2004) Filosofía. Editorial Santillana. Bs. As. Pág. 47-48

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EL DEBATE SOBRE EL HUMANISMO 1

La antropología filosófica se preocupo por unificar los distintos discursos acerca del hombre, así como también se interesó en dar una respuesta al problema por el sentido de la vida humana. A este respecto dice Miguel Morey que la antropología filosófica y el humanismo parecen coincidir.Pero en la segunda mitad del siglo veinte pensadores como Foucault y Althusser pone en cuestión la centralidad del discurso antropológico, así como su pretensión de constituirse en fundamento de todo saber, los cuales realizan la crítica al humanismo, aunque no son los únicos.

¿Qué se entiende por humanismo?El humanismo es un tema recurrente en la historia de la humanidad, y a pesar de los modos diferentes que ha ido adquiriendo en las distintas épocas podemos señalar algunos rasgos generales:

Crea una atmósfera cultural que tiende a cultivar los valores éticos y estéticos del espíritu.

Intenta dar una respuesta al peligro de la dispersión y a la multiplicidad de costumbres, en momentos en que los centros de poder se desplazan y transforman.

Constituyen un intento de desarrollar la vida social y política, a partir de la humanidad del individuo.

En este sentido la paideia griega es un antecedente fundamental. Su objetivo era formar al hombre como ciudadano. La polis era el maestro formador de virtudes y sólo en ella el hombre se iba conociendo así mismo.Teniendo en cuenta estos antecedentes podemos distinguir históricamente los siguientes humanismos:

1. La humanitas romana. Al transformarse la republica en imperio, surgió de la mano de Cicerón el modelo de ciudadano sabio, como forma de construir un ideal humano en común.

2. El humanismo renacentista, al se asocio de manera casi exclusiva el termino humanismo, nació en Italia en el siglo XVI y se constituyo mediante la fusión del humanismo grecorromano con las ideas propias de la tradición judeocristiana.

3. El humanismo alemán del siglo XVIII. Este movimiento acentúo los valores éticos y estéticos del hombre. Su intención era la de oponer el espíritu humanista a la aceleración progresiva provocada por la revolución industrial. Este humanismo tuvo gran influencia en Hegel, Feuerbach y Marx.

4. Los humanismo del Siglo XX, en su libro El hombre como argumento Miguel Morey resumió los presupuestos básicos de la plataforma humanista:

Adquiere importancia central el hombre como ser-en-el-mundo. Se afirma la libertad y la dignidad del hombre concreto. Cobra valor la autorrealización del hombre, mediante su autonomía y

emancipación de la historia. Se afirma el valor de la ciencia, del arte y de la cultura. Se extiende este ideal a toda la humanidad: cosmopolitismo y pacifismo. Se afirma el compromiso activo con el cumplimiento de este ideal y con la

promesa de un hombre nuevo.A estos rasgos se irán sumando distintos aspectos que conformaran variadas modalidades de humanismos: el humanismo marxista, el humanismo cristiano y el humanismo existencialista.

1 Di Sanza Silvia; Fernández, Jorge; La Porta, Patricia (2004) Filosofía. Editorial Santillana. Bs. As. Pág. 47-48

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EL humanismo marxista2.Nos referimos en este punto al humanismo que se inspira en los escritos del joven Marx, y especialmente en los Manuscritos económicos-filosóficos del 1844, para desarrollar, a partir de ellos, el humanismo implícito en el marxismo.Para introducir al tema del humanismo marxista diremos:

Mantiene la pretensión de universalidad del humanismo alemán del siglo XVIII; Utiliza la crítica de las ideologías para alcanzar al hombre real, es decir, en su

condición real. Ve en la lucha de clase el camino de la liberación.

A Marx le interesa el “el hombre real”, el “hombre de carne y hueso”, es un ser perfectible, un ser que siempre tratara de perfeccionarse y progresar. La imaginación y la creatividad del hombre son potencialmente infinitas. Sin embargo, en el momento en el que Marx escribe, se consolida el capitalismo y el desarrollo de las fábricas. Los obreros que trabajan en ellas largas jornadas pasan la mayor parte de su tiempo encerrados y privados del sol.El marxismo es un humanismo del “hombre cabal”; postula que la finalidad de la lucha de social es liberar al hombre de la presión de las necesidades económicas básicas, porque sólo así se podrá alcanzar el pleno desarrollo humano, en todos los ámbitos de la vida, como trabajador, padre de familia, artista, crítico, sin que un aspecto excluya al otro.La crítica de Marx se concentra en la economía política, que consideraba basada sobre supuestos cuya representación del hombre conduce a los trabajadores a un estado de progresiva esclavitud. Su crítica principal al capitalismo no se reduce a mostrar la injusticia en la distribución de la riqueza, aun un aumento de salario no es de por sí liberador si no se modifican las condiciones de producción.El hombre alienado3. Para Marx, lo que distingue al hombre de los animales es el trabajo, el hecho y la capacidad de usar la razón y la imaginación para tomar un objeto de la naturaleza y convertirlo en algo nuevo, es decir, crear algo. Pero, durante el capitalismo, el hombre como obrero no produce algo nuevo, sino que produce en serie. No produce todo el objeto, solo una parte. Eso lo obliga a repetir durante horas y horas de la mayor parte de su vida, el mismo movimiento rutinario. En este sentido, el hombre se confunde con la maquina, y por eso el hombre se transforma en un autómata, un robot domesticado útil y dócil.Según Marx, el ser humano, en el capitalismo, está alienado. Es decir, está “separado de”, “privado de”, privado y separado justamente de sus facultades propiamente humanas, de la imaginación y la creación, de su voluntad y de sus deseos.A diferencia del artesano medieval que podía verse reflejado en su obra, satisfecho de lo que había fabricado, el obrero es desdichado en su trabajo. Crea un mundo de mercancías que no le pertenece a él, sino al capitalista, y que son el símbolo de las personas que lo explotan. Crean mercancías que después no podrán disfrutar ya que el salario no le alcanza para satisfacer sus necesidades fisiológicas. El trabajo era, como en las cárceles, trabajo forzado. Por eso, en cuanto puede, el obrero huye del trabajo como se huye de la peste.Según esta descripción, se llega a una situación que Marx relataba de la siguiente manera: “En consecuencia, el obrero no se afirma en su trabajo, sino que se niega; no se siente cómodo sino desventurado; no despliega una libre actividad física e intelectual, sino que martiriza su cuerpo y arruina su espíritu….El obrero solo tiene la sensación de estar consigo mismo cuando está fuera de su trabajo, y cuando está en su trabajo, se siente fuera de sí. Está como en su casa cuando no trabaja; cuando trabaja no se siente en su casa”. Es decir que se siente un animal cuando hace lo que es propio del humano: trabajar; en cambio se siente un ser humano cuando en su casa realiza las actividades propias del animal: comer, procrear y dormir. Marx soñaba un mundo donde los seres humanos pudieran ser felices en lo que hicieran, donde cada uno pudiese ir y volver feliz a su trabajo y sentirse realizado.

2 Di Sanza Silvia; Fernández, Jorge; La Porta, Patricia (2004) Filosofía. Editorial Santillana. Bs. As. Pág. 483 Raffin, Marcelo (Coordinador) (2007) Filosofía. Editorial Tinta Fresca. Bs. As. Pág. 46-47