El Correo de Familia es un medio importante para promover ...

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MAYO - JUNIO 2021 | No. 692

Editorial

Contenido

Correo de FamiliaEl Correo de Familia es un medio importante para promover la comunión en un mismo espíritu, lo edita

el Consejo General y nos trae mensajes de los fundadores, temas de formación permanente, orientacionesde la Directora General, Crónica de Familia y No� cias Eclesiales de interes. (Crf Art. 68 Norma B)

¡Dad gracias al Señor, invocad su nombre,divulgad entre los pueblos sus hazañas!¡Cantadle, tañed para él,recitad todas sus maravillas:gloriaos en su santo nombre,

se alegren los que buscan al Señor! (Salmo 105)

Queridas hermanas:

Aún resuena en nuestro corazón el júbilo con el que festejamos el 80 aniversario de la fundación de nuestro Ins� tuto y que permanece en perenne homenaje de agradecimiento, por esa razón este Correo de Familia, vínculo de unidad y fraternidad, lo hemos preparado con varias notas que denominamos “Ecos de nuestra celebración jubilar”.

Ecos de nuestra celebración jubilar.

La Eucaris� a del 25 de marzo en la Capilla del Seminario Valmaría.

Muy felices celebramos unidos como familia espiritual la culminación del año Jubilar por los 80 años de fundación del Ins� tuto. La Eucaris� a presidida por el P. José Mario Bacci, superior de la Provincia Eudista de Colombia, en alabanza al Señor por la incesante lluvia de gracias con que ha bendecido el Insti tuto y la súplica para que todos sus miembros

– Consagradas, Cooperadoras y Matrimonios en servicio – sean siempre fi eles a la Espiritualidad y al Carisma del Insti tuto: plena identi fi cación con Cristo y consagración a Dios en el mundo para servir a la Iglesia.

EDITORIAL ...........................................................................

PALABRITA DEL PADRE

A Ti Alma Generosa. Prólogo Edición año 1950...................

HABLEMOS DE MERCEDITAS

Mensaje de Merceditas a la XIII Asamblea General de 1999

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO

Jornada Mundial de Oración por las vocaciones ................

“ECHAR LAS REDES” Comisión Cultura Vocacional .............

NOTICIAS DE FAMILIA...........................................................

ECOS DE NUESTRA FIESTA JUBILAR ....................................Homilía del P. Jose Mario Bacci, Superior de la Provincia Eudista de ColombiaCarta del P. Jean-Michel Amoureaux, Superior General de la Congregación de Jesús y MaríaPalabras de gra� tud de Elvirita Barceló, Directora General del Ins� tutoHomilía del P. Carlos G. Álvarez G., qepd, en el 70 Aniversario del Ins� tutoFelicitaciones recibidas de Sacerdotes Eudistas y clero secularCarta de la Junta General de Cooperadoras

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EDICION ESPECIAL 80 AÑOS DEL INSTITUTO

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predicados para todas las Secciones y su especial dedicación a las parejas de Matrimonios en servicio como su fundador y padre.

Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por las vocaciones en Abril 25, con el � tulo “San José: el sueño de la vocación”

Las invito a leer este inspirador mensaje en la Sección de la Catequesis del Papa en este correo:

En este el Papa afi rma “San José nos sugiere tres palabras clave para nuestra vocación” y estas son: sueños, servicio y fi delidad. Sueños que nos comunica el Señor cuando tenemos el oído atento a su Palabra para acoger sus planes en nuestra vida; servicio al ejemplo de José que se adaptó a las diversas circunstancias con la acti tud de quien no se desanima si la vida no va como él quiere, con la disponibilidad de quien vive para servir y fi delidad como la de José, el «hombre justo» (Mt 1,19), que en el silencio laborioso de cada día persevera en su adhesión a Dios y a sus planes. En un momento especialmente difí cil se pone a “considerar todas las cosas” (cf. v. 20). El texto completo se publica en La Catequesis del Papa en este correo.

25 años de la Exhortación apostólica Vida Consagrada.

Con mo� vo de los 25 años de la Exhortación apostólica Vida Consagrada, el Cardenal Joao Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los Ins� tutos de Vida Consagrada, escribió una carta circular a todos los consagrados, � tulada “Testi gos de la belleza de Dios”, con una refl exión sobre el documento que incluye el contexto en el cual fue publicada el 25 de marzo de 1996 “con una fecunda visión”, puesto que “Vita consecrata está toda construida en torno a la idea de la relación, relación generada en y por el misterio de Dios comunión trinitaria”; al desarrollar el tema de la consagración en relación al Misterio trinitario, asegura que: “Si Dios es bello y el Señor Jesús “es el más hermoso entre los hijos del hombre”, entonces estar a él consagrados es bello. La persona consagrada está llamada a ser tes� go de la belleza”.

Mes de mayo, Mes de María y de las vocaciones.

Inauguramos el mes de mayo y en comunión con la Iglesia celebramos plenos de amor fi lial la memoria

Nuestro festejo jubilar estuvo unido al festejo de toda la comunidad Eudista por el 378 aniversario de su fundación. En su homilía el P. José Mario recordó que la Solemnidad de la Anunciación “tan querida a Juan Eudes sirvió de marco ideal para grandes realizaciones en su vida, hoy recordamos una en parti cular. La Fundación de la CJM, el 25 de marzo de 1643. Hoy se completan 378 años de esta “escuela de santi dad”. El texto completo se publica en otra sección de este correo.

Mensajes leídos al fi nal de la Eucaris� a.

Carta del P. Jean-Michel Amoureaux, Superior General de la Congregación de Jesús y María.

Quien nos anima a seguir adelante para con� nuar “este enriquecimiento mutuo, porque estoy convencido de que la vocación de su Insti tuto es realmente muy relevante hoy en día” y nos sugiere “Que este aniversario celebre el pasado con acción de gracias para vivir el ti empo presente con fe y para acoger lo que viene, en ese futuro que pertenece a Dios y a los que ponen su esperanza en Él”. El texto completo se publica en otra sección de este correo.

Palabras de gra� tud de Elvirita Barceló, Directora General del Ins� tuto.

Nelly Gómez López, Consejera General, quien estuvo presente en la capilla de Valmaría en representación de todas las Fieles Siervas de Jesús, leyó las palabras de agradecimiento por el festejo jubilar que expresan un sencillo homenaje en memoria de Merceditas y el padre Basset, nuestros fundadores, a través del recuerdo de algunos hitos de este período de la historia del Ins� tuto, la cual se sigue escribiendo en la Iglesia con nuevos y felices acontecimientos. El texto completo se publica en otra sección de este correo.

Comunicaciones recibidas

Agradecemos las notas de felicitación y numerosos mensajes que nos han llegado con mo� vo del festejo jubilar. Cada nota es un mo� vo nuevo de aliento y esperanza.

Incluimos también, como homenaje a la memoria del Padre Carlos Guillermo Alvarez Gu� érrez, su homilía en el 70 aniversario del Ins� tuto. No olvidamos su presencia entre nosotros por tantos años, los re� ros

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de la Bienaventurada Virgen María. Celebrar su FIAT, ese SI en el que nos apoyamos para pronunciar también el nuestro con total disponibilidad:

“Esta fe de María es, ante todo un acto de ofrenda: “Heme aquí.” Ofrenda de su ser a Dios, disponibilidad total para el plan de Dios; un acto de obediencia: “Yo soy la Servidora del Señor.” Entra en el plan de Dios; acepta su vocación no como un honor o una gloria, sino como un servicio que presta a Dios; un acto de confi anza: “Hágase en mí según tu palabra”(...) Se entrega totalmente en las manos del Señor. Ella quiere “hacer en su vida la palabra y la voluntad de Dios, como todo buen discípulo”. (Carlos G. Álvarez G., en el libro María, Discípula de Jesús y mensajera del Evangelio).

A María nos unimos y le pedimos acompañe nuestro caminar como tes� gos de amor y esperanza, aun en medio de las situaciones di� ciles por las que hoy en día vivimos con mo� vo de la pandemia.

Comisión de Cultura Vocacional presente en el Correo de Familia.

En un espacio que han llamado “Echar las redes”, y que � ene como obje� vo “ayudar a cada Fiel Sierva de Jesús en su moti vación por el trabajo vocacional”. Seguimos así comprome� das y en el empeño por desarrollar la cultura vocacional, recordando que a la oración unimos la acción, una oración confi ada y perseverante y una acción que inicia y se fundamenta en el tes� monio de vida para atraer a otros al Señor: “La convocatoria es a seguir al Señor y por tanto a servirlo. Si queremos agradar al Señor no podemos contentarnos con poco, Él nos invita a ser promotores de su Palabra, de su esti lo de vida”

Recordamos las palabras de nuestra fundadora Merceditas cuando nos habla de los retos que las Fieles Siervas de Jesús asumimos: “Ante todo despertar la místi ca de la vocación, místi ca que comprende una entrega total al Señor por encima de todo, ese amor a Jesús como único del alma, como esposo lo hace a uno ir hasta el fi n del mundo” y “Luego un gran amor al trabajo evangelizador y la prácti ca generosa de ese trabajo”

“Este es un misterio de gracia que supera toda razón, porque, además está dirigido al corazón,

núcleo del ser; no a la cabeza como dato frío que no altera la existencia. Así que, a esta

iniciati va de Dios, le corresponde la respuesta de una humilde joven de Galilea y también

nuestra respuesta. La de ella inspira la nuestra: ofrecer nuestra humanidad frágil y vulnerable

como espacio de su presencia de amor y misericordia para que manifestemos a este

mundo sufriente una esperanza cierta: Dios-está-con-nosotros”. Homilía del P. José Mario

Bacci, Solemnidad de la Anunciación, 2021

Asamblea General de la Provincia Eudista de Colombia.

Nos unimos a las intenciones de oración por la próxima Asamblea provincial de los Eudistas, que se llevará a cabo del 18 al 23 de octubre de este año en el Seminario de Valmaría. Esta Asamblea es preparatoria de la Asamblea General planeada para el año 2022. Oramos al Espíritu Santo pidiendo que ilumine a todos los convocados para atender a la Voluntad de Dios sobre su Comunidad.

Pascua de Amanda Calderón Segarra, Raquel Zuluaga González y Vitalia Yepes Pacheco.

Unidas oramos por las Fieles Siervas de Jesús fallecidas: Amanda, consagrada del Centro Merceditas Ricaurte de Cuenca, Ecuador, el 8 de marzo, Raquel, consagrada del Centro San Pío X de Medellín el 28 de marzo, y Vitalia, consagrada del Centro María Inmaculada de Santa Marta, el 9 de abril en su natal Gaira. Fieles Siervas recordadas por su fecundo apostolado del cual hicieron su vida misma, tes� gos de fi delidad y entrega, dando lo mejor de sí mismas en la misión que el Señor les encomendó.

Finalmente, con mi recuerdo permanente por todos los miembros del Ins� tuto y en especial por nuestras hermanas enfermas y en difi cultades, me despido en el Corazón misericordioso de Jesús y María,

Elvirita Barceló B. Directora General

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La Palabrita del Padre Andrés Basset

A TI ALMA GENEROSAPROLOGO Edición año 1950

El A TI, ALMA GENEROSA, que quieres ser Sierva fi el de Jesús, se dirige este librito, pequeño en el volumen pero grande en el intento porque pretende hacerte menos indigna de tu sublime vocación cris� ana. Con la ayuda de la gracia lo alcanzarás. Más una condición, una sola: Que seas de veras generosa, y lo serás si � enes como obligación sagrada el seguir de modo metódico los consejos que él te dará.

En estas páginas encontrarás vein� siete Probaciones, o sea ejercicios prác� cos de las principales virtudes y devociones cris� anas.

Se divide en dos series:

La primera comprende las virtudes más esenciales para llegar a la perfección.

El orden adoptado en la distribución de las virtudes no es el que sigue la Teología. Enderezado a la prác� ca, se ha graduado para facilitar tus progresos.

Después de estudiar la base de la vida espiritual que es la Unión con Jesús, considera primero las virtudes que preparan a la perfección y por fi n las que permiten alcanzarla. Son cinco las primeras y catorce las úl� mas.

I La Unión con Jesús II Odio al Pecado III Espíritu de fe IV Desapego V Humildad VI Confi anza y Abandono VII Jesús Mi Amor VIII Espíritu de pobreza IX Cas� dad X Obediencia XI Celo XII San� fi cación acciones ordinarias XIII El buen carácter XIV Caridad fraterna XV Prudencia XVI Fortaleza XVII Penitencia XVIII Piedad XIX Paz XX Constancia

La segunda, las principales devociones católicas. Las probaciones sobre las principales devociones católicas � enen por objeto evitar que estas saludables prác� cas vengan a ser para � mera ru� na o a lo sumo, un acto de piedad añadidos a otros pero sin infl uencia real en � . Sin embargo vivida, bastaría una sola de estas devociones para transformarte de pecadora en fervorosa, de fervorosa en santa.

XXI Ángel Custodio XXII San JoséXXIII San� sima VirgenXXIV San� simo SacramentoXXV El Espíritu SantoXXVI El corazón de MaríaXXVII El Divino Corazón de Jesús

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A pesar de programa tan halagador, a pesar aun de toda tu buena voluntad, no tengas peligrosas ilusiones, no esperes resultados relámpagos, no con� es en cambio radical súbito de toda tu conducta. Ten paciencia. Tu formación supone vein� siete meses de luchas arduas, a veces heroicas. Vein� siete meses. Esto parecerá largo, muy largo, a tu impetuosidad. En realidad es corto, muy corto si miras los resultados que puedes alcanzar para � y también para los demás; pues, créelo, el apóstol hace más bien con su san� dad personal que con toda su ac� vidad.

Y quieres ser muy santa para dar mucha gloria a tu Dios. Más quien quiere el fi n, quiere los medios. Ea, pues, pide a Dios su santa Gracia ya que la tarea supera tus escasas fuerzas. Toma este tu Manual de san� dad y síguelo.

Entonces, alma generosa, no lo dudes, llegarás a la meta.

ANDRES BASSET

Valmaría 15 de sep� embre de 1.950.

Hablemos

MENSAJE DE MERCEDITAS RICAURTE A LA XIII ASAMBLEA GENERAL DE 1999

Con todo cariño vengo a dar algunas ideas acerca del tema elegido por el Consejo General para la próxima XIII Asamblea y expresado así: Fortalecer nuestro compromiso al interior del Ins� tuto, alimentado en las fuentes, de modo que a par� r de lo que somos (IDENTIDAD) y de lo que hacemos (VIVENCIA DEL CARISMA) nos proyectemos hacia el tercer milenio.

Empiezo por aludir a lo que fueron nuestras fuentes y nuestro carisma inicial:

Remontándome en el � empo pienso que la primera idea del Ins� tuto surgió en un gran amor al apostolado representado en la Acción Católica y más específi camente en el Movimiento de Juventud Católica Femenina. Entre las jóvenes que lo integramos había una mís� ca grande, la amábamos porque era un movimiento hermoso y por eso nos sacrifi cábamos por ella. El primer Asesor se preocupó antes que todo por darnos formación y así tuvimos una base para lanzarnos al trabajo apostólico. Nos entusiasmábamos por la defi nición de la Acción Católica: la par� cipación de los laicos en el apostolado Jerárquico de la Iglesia. Así llegamos a conocer la Doctrina del Cuerpo Mís� co y a desarrollar en nosotras un gran amor a la Iglesia.

Nuestras ac� vidades eran múl� ples: Teníamos reuniones de formación y organización, nos ocupábamos de catequesis de parroquias y de barrios alejados, hicimos apostolado con empleadas, obreras y maestras, íbamos a los colegios para organizar círculos internos, trabajamos también en la censura de películas por medio de una hojita semanal. Organizábamos semanas de estudio para los miembros de la Asociación y cursos de Dirigentes. Entre estos úl� mos fue famosa la Escuela de Acción Católica que organizábamos cada año en la Cuaresma, con asistencia de jóvenes de dis� ntos centros del país. Todo esto implicaba no poco trabajo pero daba mucho fruto. La juventud Católica Femenina llegó a ser un movimiento fuerte que cubría todo el país y a

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ello se entregaron con entusiasmo muchas jóvenes de la época.

Como consecuencia de éste ideal apostólico surgió la idea de la Consagración que las primeras llamadas abrazaron con decisión. Algunas empezaron y no siguieron, pero un grupo se mantuvo con la esperanza de que algún día la Iglesia nos aprobara, en realidad contábamos mucho con el Señor.

El Padre Andrés Basset encontró estas bases; éramos cuatro o cinco y se propuso formarnos porque su misión fue esta. Nos comunicó la espiritualidad eudís� ca, enseñándonos como con� nuar a Cristo en nuestras vidas; nos dio una instrucción sólida sobre los principales puntos del Dogma lo cual fue básico para nosotras; nos escribió las primeras Cons� tuciones que contenían un Reglamento de vida, nos adaptó las Probaciones traídas de Bélgica aumentándolas y perfeccionándolas. Con su autoridad indiscu� ble nos infundió confi anza en lo que nos enseñaba.

El era verdadero Padre pero exigía mucho. Su dirección espiritual era fuerte y no se contentaba con compromisos a medias. Era, sobre todo, muy exigente en materia de oración, debíamos cumplir aquello a lo que nos habíamos comprome� do, y nos enseñaba a vencer nuestras difi cultades y hacerla lo mejor posible. Encomendaba mucho la humildad y la mor� fi cación. Infundía el amor al Ins� tuto, a sus Cons� tuciones y a la vida de familia. Todos estos temas eran objeto de frecuentes conferencias. La puntualidad a las reuniones y al re� ro mensual eran puntos básicos que había que cumplir no mediar mo� vos serios de familia.

Otro punto de formación fueron los re� ros anuales. Los hacíamos de seis días y en completo silencio; sobre temas doctrinales y temas alusivos al Ins� tuto, pero calculaba el � empo para atendernos a todas personalmente. Esos re� ros exigían sacrifi cios, porque eran en el � empo de navidad y podíamos disponer de seis días; las familias se quejaban un poco pero ninguna faltaba. Sigo pensando que fueron básicos para cimentar el Ins� tuto, pues a ellos venían miembros de todos los Centros.

También nos formó en la prác� ca de los votos y nos dio normas para formar el carácter y la voluntad. Desde luego no éramos perfectas, había fallas personales en los grupos y aún re� ros inesperados de miembros ya consagrados; pero aquellos años de 1941 a 1950 cons� tuyeron la base espiritual para el lanzamiento del Ins� tuto.

En esos años el trabajo apostólico del Ins� tuto fue casi el mismo de la Acción Católica respetando los diversos carismas de los miembros y dándole bastante importancia al apostolado social en barrios y veredas campesinas. Años más tarde por llamado del Obispo de Valledupar, empezamos a trabajar en el terreno misional. Hubo colaboración al respecto, tanto que alcanzamos a tener cerca de cuarenta disponibles para las misiones. Hasta llegamos a organizar un curso de disponibilidad misionera, al cual vinieron miembros de diversas ciudades del país. Fue un hermoso fl orecimiento que desafortunadamente murió.

Esta seriedad en el compromiso atraía vocaciones, éramos ya 60 en 1950. Jesús y María nos mostraban su predilección y emprendíamos confi adas el nuevo camino. En ese año de 1950, emi� mos las primeras Fieles Siervas de Jesús, nuestros Votos Perpetuos.

A par� r de estas fuentes cómo podremos proyectarnos para el tercer milenio?

Naturalmente que la época en que vivimos es totalmente dis� nta a la de los años 40. En ese � empo había paz, a pesar de que nos encontrábamos en plena guerra mundial, las costumbres eran sanas aunque ya había que luchar por moralizarlas, la familia era una en� dad respetable que no se disolvía sino en raras ocasiones, los jóvenes respetaban más las normas de los mayores. Pero el mal siempre exis� a, había mucho indiferen� smo religioso entre la población masculina, poco se veía un hombre en la Iglesia, reinaba la masonería en las clases altas, y para conseguir un empleo había que plegarse a ello, había mucha pobreza e injus� cia, no exis� an los desplazados como ahora, pero en los barrios pobres de la ciudad se encontraba mucha pobreza y miseria.

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Ahora todo ha cambiado, han venido todas las costumbres modernas sobre la familia implantadas desde otros países; inestabilidad en el matrimonio, divorcios, liber� naje en la juventud, acción nefasta de los medios de comunicación, irrespeto a la vida, guerrilla con todos sus horrores, y al lado de esto injus� cia, corrupción en todos los niveles, abortos, etc. Todo esto cambia en muchos aspectos el panorama del apostolado.

Pero volvamos al Ins� tuto en lo que toca al tercer milenio. Pienso que debemos volver a las fuentes en lo que toca al espíritu de oración y de sacrifi cio.

Pongo un ejemplo: que los re� ros anuales sean bien hechos: en silencio, sobre temas espirituales, y que para las personas que no trabajan puedan ser más extensos, pues en la actualidad están reducidos a dos días y medio; y eses es el alimento espiritual para todo el año. Se dirá que cuesta mucho, pues si se pide a las Fieles Siervas que ahorren durante el año para eso, se lograrán unos buenos re� ros.

Para el tercer milenio la primera base del Ins� tuto debe ser una base seria de oración enseñada desde el aspirantado y recordada con� nuamente por las dirigentes. Creamos que un Ins� tuto fervoroso es el que atrae vocaciones.

La segunda base es el espíritu de sacrifi cio, hoy no se habla de eso y por eso no estamos dispuestas a renunciarnos en lo que se nos pide y no somos capaces de obedecer y sacrifi car las cosas que nos gustan. Ante todo despertar la mís� ca de la vocación, mís� ca que comprende una entrega total al Señor por encima de todo, ese amor a Jesús como único del alma, como esposo lo hace a uno ir hasta el fi n del mundo.

Luego un gran amor al trabajo evangelizador y la prác� ca generosa de ese trabajo. Las Dirigentes del Ins� tuto � enen en eso mucha responsabilidad y me parece que no lo toman en serio para exigir ese apostolado.

Hablemos de la evangelización en el tercer milenio, es decir, en los años que vienen. Pienso que somos hijas de la Iglesia y que debemos responder a lo que ella nos pide, por eso hay ciertos apostolados como la catequesis, las obras sociales que no se pueden borrar porque son siempre necesarias y están en las bases del Ins� tuto, pero también hay unos apostolados nuevos a los cuales hacer frente: preocuparnos por la legislación de nuestros países, preocuparnos por lo que está sucediendo en las cámaras, en los consejos municipales, no tener pereza de asis� r a las barras cuando se trata de asuntos vitales, preocuparnos en lo que toca a las costumbres, los medios de comunicación, pornogra� a creciente, la disolución de las familias, el liber� naje de la juventud.

No marginarnos, saber actuar en nuestros círculos sociales. Debemos ser tes� gos ante el mundo. Nuestra vocación es esa, somos muy poquitas para defender el Reino de Dios y salvar la sociedad de la pérdida de sus valores.

Nuestra misión según las direc� vas del Santo Padre es san� fi car las diversas culturas en las cuales estamos inmersas, por ejemplo la profesora en el ambiente del magisterio, la empleada en el mundo del trabajo, la obrera en el campo laboral, el seglar en el campo social y cívico en el cual se encuentra. Todo esto hay que enseñarlo con ejemplos muy prác� cos a las Fieles Siervas de Jesús.

Por otra parte hay que conocer lo que está pasando en el campo social, polí� co, cultural, porque en esos campos hay muchos enemigos de la Iglesia y de la sociedad. No hay más que oír la radio como lo estoy oyendo ahora para darse uno cuenta de la mul� tud de programas de las diversas sectas, que con los medios más atrac� vos conquistan al pueblo colombiano. Esos programas abarcan día y noche y no hay duda de que son un atentado contra la fe católica.

¿Que hacemos mientras tanto, para defender la Iglesia? Tal vez nos contentamos con lamentarnos pero nos falta mas audacia para actuar.

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La catequesis del papa

JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

Domingo 25 de abril de 2021San José: el sueño de la vocación

Escribí la Carta apostólica “PATRIS CORDE“ para «que crezca el amor a san José. Se trata de una fi gura extraordinaria, y al mismo � empo tan cercana a nuestra condición humana. San José no impactaba, tampoco poseía carismas par� culares ni aparecía importante a la vista de los demás. No era famoso y tampoco se hacía notar, los Evangelios no recogen ni una sola palabra suya. Sin embargo, con su vida ordinaria, realizó algo extraordinario a los ojos de Dios. Dios ve el corazón y en san José reconoció un corazón de padre, capaz de dar y generar vida en lo co� diano.

Las vocaciones ti enden a esto: a generar y regenerar la vida cada día. El Señor quiere forjar corazones de padres, corazones de madres; corazones abiertos,

Pero es un hecho que somos muy pocas y que la mayoría tenemos ya bastantes años, por eso lo mas importante es una campaña vocacional bien organizada. Pienso siempre en un video que se pueda proyectar en Parroquias y colegios, se dirá que es muy costoso porque el Ins� tuto es pobre pero ante una necesidad de estas tenemos que co� zarnos todas para sacar adelante los medios vocacionales que necesitamos. De lo contrario no tendremos obreras para realizar los plantes que nos propongamos.

También debemos colaborar con las asociaciones que están haciendo cosas efec� vas para la Iglesia, como los laicos por Colombia en el campo polí� co, el porvenir de nuestros hijos, etc.

Muchas otras cosas podría decir pero la base es la entrega, el amor y el sacrifi cio y desde luego la oración; no conozco otros medios para conquistar el mundo para Cristo

Ideas para la organización de la Asamblea

Añado unas palabras para dar algunas ideas sobre la organización de la Asamblea General.

La Asamblea es algo demasiado serio para no aprovechar todo el � empo; yo sugeriría el disminuir lo mas posible las dinámicas, pueden ser agradables y aún didác� cas pero que quitan � empo para las cosas esenciales y en la Asamblea que vamos a tener hay que tratar muchas cosas esenciales en poco � empo.

También yo sugeriría que en algunos momentos se haga el estudio en pequeños grupos, porque he notado que en general somos las mismas las que hablamos, la mayoría de las delegadas no dan ninguna opinión, en cambio en pequeños grupos todas hablarían y podrían aportar muchas luces. Para todo esto se necesita � empo pero no será � empo perdido.

Cuando hablo de pequeños grupos pienso en 6 u 8 personas. Saldrán buenas ideas si se hace hablar a la gente y todas sen� rán que se contó con ellas.

Enero 12 de 1999

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capaces de grandes impulsos, generosos en la entrega, compasivos en el consuelo de la angusti a y fi rmes en el fortalecimiento de la esperanza. Esto es lo que el sacerdocio y la vida consagrada necesitan, especialmente hoy, en ti empos marcados por la fragilidad y los sufrimientos causados también por la pandemia, que ha suscitado incerti dumbre y miedo sobre el futuro y el mismo senti do de la vida. San José viene a nuestro encuentro con su mansedumbre, como santo de la puerta de al lado; al mismo � empo, su fuerte tes� monio puede orientarnos en el camino.

San José nos sugiere tres palabras clave para nuestra vocación. La primera es sueño. Todos en la vida sueñan con realizarse. Y es correcto que tengamos grandes expecta� vas, metas altas antes que obje� vos e� meros -como el éxito, el dinero y la diversión-, que no son capaces de sa� sfacernos. De hecho, si pidiéramos a la gente que expresara en una sola palabra el sueño de su vida, no sería di� cil imaginar la respuesta: “amor”. Es el amor el que da sen� do a la vida, porque revela su misterio. La vida, en efecto, sólo se � ene si se da, sólo se posee verdaderamente si se entrega plenamente. San José � ene mucho que decirnos a este respecto porque, a través de los sueños que Dios le inspiró, hizo de su existencia un don.

Los Evangelios narran cuatro sueños. (cf. Mateo 1,20; 2,13.19.22). Eran llamadas divinas, pero no fueron fáciles de acoger. Después de cada sueño, José tuvo que cambiar sus planes y arriesgarse, sacrifi cando sus propios proyectos para secundar los proyectos misteriosos de Dios. Él confi ó totalmente. Pero podemos preguntarnos: ¿Qué era un sueño nocturno para depositar en él tanta confi anza?. Aunque en la an� güedad se le prestaba mucha atención, seguía siendo poco ante la realidad concreta de la vida. A pesar de todo, san José se dejó guiar por los sueños sin vacilar. ¿Por qué? Porque su corazón estaba orientado hacia Dios, ya estaba predispuesto hacia Él. A su vigilante oído interno sólo le era sufi ciente una pequeña señal para reconocer su voz. Esto también se aplica a nuestras llamadas. A Dios no le gusta revelarse de forma espectacular, forzando nuestra libertad. Él nos da a conocer sus planes con suavidad,

no nos deslumbra con visiones impactantes, sino que se dirige a nuestra interioridad delicadamente, acercándose ínti mamente a nosotros y hablándonos por medio de nuestros pensamientos y senti mientos. Y así, como hizo con san José, nos propone metas altas y sorprendentes.

Los sueños condujeron a José a aventuras que nunca habría imaginado. El primero desestabilizó su noviazgo, pero lo convir� ó en padre del Mesías; el segundo lo hizo huir a Egipto, pero salvó la vida de su familia; el tercero anunciaba el regreso a su patria y el cuarto le hizo cambiar nuevamente sus planes llevándolo a Nazaret, el mismo lugar donde Jesús iba a comenzar la proclamación del Reino de Dios. En todas estas vicisitudes, la valen� a de seguir la voluntad de Dios resultó victoriosa.

Así pasa en la vocación: la llamada divina siempre impulsa a salir, a entregarse, a ir más allá. No hay fe sin riesgo. Sólo abandonándose confi adamente a la gracia, dejando de lado los propios planes y comodidades se dice verdaderamente “sí” a Dios. Y cada “sí” da frutos, porque se adhiere a un plan más grande, del que sólo vislumbramos detalles, pero que el Ar� sta divino conoce y lleva adelante, para hacer de cada vida una obra maestra. En este sen� do, san José representa un icono ejemplar de la acogida de los proyectos de Dios. Pero su acogida es acti va, nunca renuncia ni se rinde, no es un hombre que se resigna pasivamente. Es un protagonista valiente y fuerte.

La segunda palabra que marca el i� nerario de san José y de su vocación es servicio. Se desprende de los Evangelios que vivió enteramente para los demás y nunca para sí mismo. El santo Pueblo de Dios lo llama esposo castí simo, revelando así su capacidad de amar sin retener nada para sí. Liberando el amor de su afán de posesión, se abrió a un servicio aún más fecundo, su cuidado amoroso se ha extendido a lo largo de las generaciones y su protección solícita lo ha converti do en patrono de la Iglesia. También es patrono de la buena muerte, él que supo encarnar el sen� do obla� vo de la vida.

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Sin embargo, su servicio y sus sacrifi cios sólo fueron posibles porque estaban sostenidos por un amor más grande: Toda vocación verdadera nace del don de sí mismo, que es la maduración del simple sacrifi cio. También en el sacerdocio y la vida consagrada se requiere este ti po de madurez. Cuando una vocación, ya sea en la vida matrimonial, célibe o virginal, no alcanza la madurez de la entrega de sí misma deteniéndose sólo en la lógica del sacrifi cio, entonces en lugar de converti rse en signo de la belleza y la alegría del amor corre el riesgo de expresar infelicidad, tristeza y frustración. Para san José el servicio, expresión concreta del don de sí mismo, no fue sólo un ideal elevado, sino que se convirti ó en regla de vida coti diana.

Él se esforzó por encontrar y adaptar un lugar para que naciera Jesús, hizo lo posible por defenderlo de la furia de Herodes organizando un viaje repen� no a Egipto, se apresuró a regresar a Jerusalén para buscar a Jesús cuando se había perdido y mantuvo a su familia con el fruto de su trabaja, incluso en � erra extranjera. En defi ni� va, se adaptó a las diversas circunstancias con la ac� tud de quien no se desanima si la vida no va como él quiere, con la disponibilidad de quien vive para servir. Con este espíritu, José emprendió los numerosos y a menudo inesperados viajes de su vida: de Nazaret a Belén para el censo, después a Egipto y de nuevo a Nazaret, y cada año a Jerusalén, con buena disposición para enfrentarse en cada ocasión a situaciones nuevas, sin quejarse de lo que ocurría, dispuesto a echar una mano para arreglar las cosas. Se podría decir que era la mano tendida del Padre celes� al hacia su Hijo en la � erra. Por eso, no puede más que ser un modelo para todas las vocaciones, que están llamadas a ser las manos diligentes del Padre para sus hijos e hijas.

Me gusta pensar entonces en san José, el custodio de Jesús y de la Iglesia, como custodio de las vocaciones. Su atención en la vigilancia procede, en efecto, de su disponibilidad para servir. «Se levantó, tomó

de noche al niño y a su madre» (Mt 2,14), dice el Evangelio, señalando su premura y dedicación a la familia. No perdió ti empo en analizar lo que no funcionaba bien, para no quitárselo a quien tenía a su cargo. Este cuidado atento y solícito es el signo de una vocación realizada, es el testi monio de una vida tocada por el amor de Dios. ¡Qué hermoso ejemplo de vida cris� ana damos cuando no perseguimos obs� nadamente nuestras propias ambiciones y no nos dejamos paralizar por nuestras nostalgias, sino que nos ocupamos de lo que el Señor nos con� a por medio de la Iglesia! Así, Dios derrama sobre nosotros su Espíritu, su crea� vidad; y hace maravillas, como en José.

Además de la llamada de Dios -que cumple nuestros sueños más grandes- y de nuestra respuesta -que se concreta en el servicio disponible y el cuidado atento-, hay un tercer aspecto que atraviesa la vida de san José y la vocación cris� ana, marcando el ritmo de lo co� diano: la fi delidad. José es el «hombre justo» (Mt 1,19), que en el silencio laborioso de cada día persevera en su adhesión a Dios y a sus planes. En un momento especialmente di� cil se pone a considerar todas las cosas. Medita, refl exiona, no se deja dominar por la prisa, no cede a la tentación de tomar decisiones precipitadas, no sigue sus ins� ntos y no vive sin perspec� vas. Cul� va todo con paciencia. Sabe que la existencia se construye sólo con la con� nua adhesión a las grandes opciones. Esto corresponde a la laboriosidad serena y constante con la que desempeñó el humilde ofi cio de carpintero, por el que no inspiró las crónicas de la época, sino la vida co� diana de todo padre, de todo trabajador y de todo cris� ano a lo largo de los siglos. Porque la vocación, como la vida, sólo madura por medio de la fi delidad de cada día. ¿Cómo se alimenta esta fi delidad? A la luz de la fi delidad de Dios. Las primeras palabras que san José escuchó en sueños fueron una invitación a no tener miedo, porque Dios es fi el a sus promesas: «José, hijo de David, no temas» (Mt 1,20).

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No temas: son las palabras que el Señor te dirige también a ti , querida hermana, y a ti , querido hermano, cuando, aun en medio de incerti dumbres y vacilaciones, sientes que ya no puedes postergar el deseo de entregarle tu vida. Son las palabras que te repite cuando, allí donde te encuentres, quizás en medio de pruebas e incomprensiones, luchas cada día por cumplir su voluntad. Son las palabras que redescubres cuando, a lo largo del camino de la llamada, vuelves a tu primer amor. Son las palabras que, como un estribillo, acompañan a quien dice sí a Dios con su vida como san José, en la fi delidad de cada día. Esta fi delidad es el secreto de la alegría.

En la casa de Nazaret, dice un himno litúrgico, había una alegría límpida. Era la alegría co� diana y transparente de la sencillez, la alegría que siente quien custodia lo que es importante: la cercanía fi el a Dios y al prójimo. ¡Qué hermoso sería si la misma atmósfera sencilla y radiante, sobria y esperanzadora, impregnara nuestros seminarios, nuestros insti tutos religiosos, nuestras casas parroquiales! Es la alegría que deseo para ustedes, hermanos y hermanas que generosamente han hecho de Dios el sueño de sus vidas, para servirlo en los hermanos y en las hermanas que les han sido confi ados, mediante una fi delidad que es ya en sí misma un testi monio, en una época marcada por opciones pasajeras y emociones que se desvanecen sin dejar alegría.

Que san José, custodio de las vocaciones, los acompañe con corazón de padre.

Roma, San Juan de Letrán, 19 de marzo de 2021, Solemnidad de San José

PAPA FRANCISCO

“ECHAR LAS REDES”Comisión de Cultura Vocacional

Muy queridas hermanas:

La Comisión de Cultura Vocacional quiere denominar este espacio: “Echar las Redes”, para ayudar a cada Fiel Sierva de Jesús en su mo� vación por el trabajo vocacional.

En su mensaje para la XVI Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, San Juan Pablo II hacía énfasis en tres palabras: orar- llamar- responder.

Cristo Jesús con� núa invitándonos el día de hoy a orar por obreros para la mies. Su llamada es personal, quiere que con palabras y tes� monio mostremos la belleza de seguirlo, de ser pescadores de hombres.

Oración y tes� monio elocuente que se conviertan en invitación, en llamada a otros a responder con su entrega generosa al Señor. Lanzarnos a “Echar las Redes”, porque no se puede ser pescadores del Señor sin animarnos a remar mar adentro (Cfr Lc 5,4), a gritar al mundo que el llamado a la Vida

“Cristo, que ha mandado orar por los obreros de la mies, les ha llamado también personalmente.

Sus palabras de llamada se conservan en el tesoro del Evangelio:

“Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres” (Mt 4, 19). “Ven y sígueme” (Mt 19, 21). “Si alguno me sirve, que me siga” (Jn 12, 26). Estas palabras de llamada están confi adas a

nuestro ministerio apostólico y nosotros debemos hacer que sean escuchadas, como las otras

del Evangelio, “hasta el extremo de la tierra” (Hch 1, 8). Es voluntad de Cristo que nosotros hagamos que se escuchen. El Pueblo de Dios tiene el derecho

de escucharlas de nosotros”.Mensaje de San Juan Pablo II para la XVI Jornada

Mundial de Oración por las Vocaciones

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Consagrada Secular es atrac� vo y fascinante. Cada una de nosotras, amadas y llamadas por el Señor Jesús, debe atraer a otros a seguir a Cristo. Resulta incomprensible recibir y no dar, remar mar adentro y no echar las redes para que la pesca sea abundante en el Ins� tuto y hacer que el Pueblo de Dios escuche las palabras del Evangelio.

Esta pe� ción que Jesús hizo a Pedro, de remar mar adentro, debe resonar hoy en nuestras mentes y en nuestros corazones, primero como bau� zadas y segundo como Consagradas, nos lo pide el Carisma del Ins� tuto para “Servir a la Iglesia”.

El Señor conoce nuestra situación y nos pide “remar mar adentro”. Quizás respondes no, estoy cansada, no sabes lo que estoy atravesando. Pedro estaba cansado, luego de una noche tratando de pescar pero responde “echaré las redes”. Pregúntate, ¿Estoy dispuesta a remar mar adentro, a pesar del cansancio, las luchas, las circunstancias? ¿De haber intentado buscar vocaciones que no han llegado?

La convocatoria es a seguir al Señor y por tanto a servirlo. Si queremos agradar al Señor no podemos contentarnos con poco, Él nos invita a ser promotores de su Palabra, de su es� lo de vida.Recordemos que somos “misión”, nuestra vocación debe vibrar en medio del mundo y del ambiente en el que nos movemos.

Solo así con la ayuda y gracia del Espíritu Santo y de la mano � erna de la Madre del Amor Hermoso nos lanzaremos a “Echar las Redes” hasta desbordar las barcas y con alegría vivir con auten� cidad nuestra vocación, con gran convicción y entusiasmo, ahí en la vida actual, común y co� diana en la que estamos inmersas.

¡En tu Nombre Amado Jesús echaremos las redes!

NOTICIAS DE FAMILIAREGRESA A LA CASA DEL PADREAMANDA CALDERÓN SEGARRA

Cuenca, Ecuador, 23 de julio 1935 +Cuenca, Ecuador , 8 de marzo 2021

Amanda nació en Cuenca, Ecuador, en el hogar conformado por sus padres Celio Calderón y Celina de Jesús Segarra. Trabajó como profesora de costura, especialmente con personas de pocos recursos económicos. Colaboró en la obra social “Tierra Nueva” del padre José Carollo dando siempre orientación espiritual y apostólica. Prestó sus servicios en una clínica de relaciones humanas donde realizó una labor pastoral con los enfermos. Un buen � empo se ocupó en visitar las cárceles y hospitales donde daba su ayuda espiritual y económica, era disponible, generosa, tranquila.

Ingresó al Ins� tuto en el Centro Servir de Quito en sep� embre de 1973, hizo su Consagración Temporal en Marzo de 1978 y la Consagración Perpetua en Marzo de 1984. Colaboró muchos años al servicio del Ins� tuto como secretaria del Consejo Local, fue responsable de Aspirantes, acompañó varios períodos a las Cooperadoras, fue responsable de la Casa Servir de Quito. Ayudó en el Movimiento Apostólico Servir con clases de costura y primeros auxilios, teniendo presente su labor de evangelización.

Su vida en el Ins� tuto fue de fi delidad a Dios por medio de su consagración, siempre fi el a su reglamento diario, a su vida de oración, fi rme en su obediencia a las Cons� tuciones, no confi ando en sus fuerzas sino en el auxilio de la Gracia que cada día pedía al Espíritu Santo. Siempre sonriente y afable, sin desfallecer, se gastó por Jesús ayudando a la Iglesia, buscando en todo momento la gloria de Dios.

En sus úl� mos años regresó a Cuenca, su ciudad natal donde sus familiares, asis� ó a las reuniones del grupo de Consagradas y par� cipó de las ac� vidades de ese Centro. Su par� da nos tomó de sorpresa, pedimos a nuestro Dios Padre que le acoja en su Casa y esté gozando de la vida eterna. Paz en su tumba.

Centro Servir, Quito - Ecuador

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RAQUEL DE JESÚS ZULUAGA GONZÁLEZYolombó, An� oquia, 22 de marzo de 1926

+ Medellín, 28 de marzo de 2021“Ven Sierva buena y fi el a gozar de mi

Presencia”

Fueron sus padres, José Antonio Zuluaga y María Jesús González. Uno de sus hermanos era sacerdote Eudista. Hizo sus estudios hasta hacerse profesora, profesión que desempeñó por muchos años con esmerada dedicación y celo apostólico.

Par� cipó por varios años en los re� ros de ofi cinistas en el Centro San Pio X de Medellín. Cuando conoció el Ins� tuto aceptó gustosa la invitación e ingresó en agosto 26 de 1979. Hizo su Consagración Temporal en marzo de 1982 y la Consagración Perpetua en marzo 26 de 1988 .

Raquel fue una Fiel Sierva de Jesús que se destacó por su fi delidad y entrega a Dios y al Ins� tuto. Su responsabilidad en el servicio generoso en los dis� ntos cargos que se le encomendaron los desempeñó con gozo y alegría. Directora del Curso de Religión en el Centro San Pio X. Responsable de la Escuela Dominical de empleadas del hogar por muchos años y del Grupo de Refl exión Bíblica.

Cercana a todas las Fieles Siervas de Jesús entregando su sabiduría, su cariño, su solidaridad, y el gran ejemplo de perseverancia. Siempre alentando, animando con entusiasmo para una correspondencia a Dios constante. De un profundo sen� do de pertenencia y fraternidad, con amplia generosidad con el Ins� tuto y con sus hermanas. Acogió con ternura y su buen sen� do del humor a todas las que llegaban al Ins� tuto.

Su ac� vidad Apostólica la proyectó en su Parroquia con los pobres, la Legión de María y en Hermandades de Trabajo. Como docente con los niños infundiendo la Fe. En su familia acompañ a seis sobrinos huérfanos dándoles educación y bases sólidas de humanidad y fe. Con sus vecinos realizó cursos bíblicos.

Sus limitaciones de salud las aceptó con dignidad, confi anza y abandono en el Dios de la Vida, sin perder su buen humor. Raquel nos deja un gran legado de alegría, de humanidad, de sabiduría, fi delidad, entrega, generosidad y su gran sen� do del humor.

Con la certeza podemos decir que goza de la presencia de Dios en la Jerusalén Celes� al, en compañía de la San� sima Virgen María.

Agradecemos a nuestra Directora General y a todas las Fieles Siervas de Jesús que nos acompañaron en espíritu en estos momentos de dolor y las sen� mos muy unidas a nuestras oraciones.

Fieles Siervas de Jesús – Centro San Pio X de Medellín

VITALIA YEPES PACHECOGaira, Santa Marta, 6 de noviembre de 1924

+ Gaira, Santa Marta, 9 de abril de 2021

Nuestra nota biográfi ca la escribimos en este ambiente de Pascua que nuestra Iglesia Católica nos presenta, es una pascua llena de la alegría de la Resurrección, es la pascua que empezó a vivir nuestra querida Vita.

Sus padres Primi� vo Yepes y Ana María Pacheco la ayudaron a descubrir su vocación de servicio, ellos eran personas muy sencillas, trabajadoras y muy temerosos de Dios, no olvidaron nunca que del producido del trabajo se debía compar� r con el necesitado, su casa en la población de Gaira muy cerca a las playas del Rodadero, a cinco minutos de Santa Marta, era un lugar donde nunca se negó el alimento a la familia y al forastero, eso lo aprendió Vitalia desde muy pequeña.

Terminado sus estudios secundarios se vinculó con el Magisterio del Magdalena, trabajó incansablemente por llevar no solo educación a los pequeños estudiantes del Colegio Rotario de Gaira donde fue nombrada como docente, sino que, también, les llenó el corazón del Evangelio y del deber de compar� r de lo poco que tenían con el que poseía menos que ellos. Labor que también, desplegó en el Colegio de su propiedad al que llamó Madre María Bernarda.

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En el año 1979, por invitación de una Cooperadora, ingresa al Ins� tuto como aspirante, pasa a la Iniciación I en marzo de 1980, e Iniciación II marzo de 1981. Feliz se prepara para su Consagración Temporal, la que se realiza el 28 de marzo de 1982, después de cinco años de preparación, recibe de manos de Monseñor Félix María Torres, Obispo de Santa Marta, su Consagración Perpetua.

Llena de amor por el Centro María Inmaculada, con sencillez y humildad impulsa vocaciones para el Ins� tuto, siempre estuvo atenta y dispuesta para trabajar en el apostolado, en el Centro con el Movimiento Apostólico Servir, en su Parroquia San Jacinto en Gaira con jóvenes y desde su colegio con los estudiantes y padres de familia, nunca se cansó, sus fuerzas y energías las u� lizó por hacer brillar el Evangelio en el ambiente donde estuvo.

Cuando no pudo más por la edad y por el Parkinson que la limitó, gozaba cuando sus compañeras consagradas la visitábamos para realizar la reunión de formación en su casa, realmente nos conmovía su amor a Jesús, a María y a la Eucaris� a, los manifestaba con alegría cuando par� cipaba de las reuniones,

La pandemia no permi� ó que la visitáramos más, pero, nunca nos olvidamos de ella, oramos y comunicábamos con una sobrina quien la cuidaba con cariño. En este mes de abril unos cuantos días antes de la par� da de Vitalia, Papá Dios llamó a la sobrina a disfrutar del cielo y hoy 9 de abril es Vitalia quien parte al lugar que tanto soñó y para el que se preparó: La Vida Eterna.

Las Consagradas, Cooperadoras y Parejas de Matrimonios en Servicio del Centro María Inmaculada, la despedimos con nostalgia, pero, también con alegría y mucho amor.

CENTRO MARÍA INMACULADA. SANTA MARTA

OREMOS POR QUIENES HAN PARTIDO A LA CASA DEL PADRE.

“Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos”

Fraternal saludo de condolencia para:

BARRANQUILLA: Lucia Tirado por la muerte de su hermana Bertha y su cuñado Carlos. Rosalba Guevara por la muerte de su hermana Edelmira. BUCARAMANGA: Sandra Santander, por la muerte de su � o Alirio Salazar. CARTAGENA: Dora Arrieta por la muerte de su hermana Tulia.MEDELLIN: Luz Marina Bermúdez por la muerte de su prima Rober� na Bermúdez García. Gladys Montoya, por la muerte de su prima Amparo Mejía. Estela López su la muerte de su � a Ruby López N.MIAMI: Visia Domínguez por la muerte de su hermano Mariano. PASTO: Martha Duque por la muerte de su padre Rafael

OREMOS POR NUESTROS ENFERMOS:“Virgen de Lourdes, rogad por nosotros.

Consuelo de los afl igidos, rogad por nosotros.Salud de los enfermos, rogad por nosotros”. Amén.

FAMILIARES

BARRANQUILLA: Rosalía, madre de Nancy Vergara. Lolita, hermana de Lucía Tirado. Estella, hermana de Edda Rico. Elvira Bolívar, madre de Elvirita Barceló.BOGOTÁ: Carmen Palacio de Londoño, Nubia y Nohora Palacio, madre, hermana y � a de Amparo Londoño. Mercedes Nieva de Acosta, madre de Gloria Acosta. Estela y Araceli, hermanas de Teresa Velandia. BUCARAMANGA: Julio Castro, padre de Diana CastroCARTAGO: Los padres de Gloria Patricia San� báñez SCÚCUTA: Ana Lucinda Bau� sta, madre de Nelly Bau� staFONSECA: Herlinda, hermana de Elis Cuadrado. Alvaro Figueroa, hermano de Xiomara Figueroa. Merecia y Katherine, hermana y sobrina de Etelvina Molina. MANIZALES: Familia de Gilma Noreña. MEDELLIN: Los padres de Estela López y sus familiares Gloria, Luz Dary, Beatriz, Carolina Giraldo López. Elcira, hermana de Gilma Posada. Ines Lucia hermana de Maria Victoria Arango. Rocío Bedoya, hermana de Martha Lucia Bedoya. Familia de Gladys Montoya. Ma� lde Ca� llo compañera de Raquel Zuluaga. Beatriz Upegui S, hermana de Nelly Upegui. Rosita Tobón G., hermana de Celina Tobón.PEREIRA: Hernán, hermano de Carmenza Ocampo. Familiares de María Deisy Gómez.

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SANTA MARTA: Edelmira, madre de Clarita Serpa. Juana, madre de Dalgy PadillaTUNJA: Crisanto Molina y Diana del Pilar Huertas hermano y sobrina de Brígida Molina. Margarita Vargas, hermana de Flor. Maria de Orbegoso, y Gloria Bustamante de Páez, � a y cuñada de Floraba Vargas. Maria Pedraza, Lucy Fonseca y Danna Soler, sobrina, prima y cuñada de Escilda Suarez SOLEDAD: María Mejía, hermana de Carmen Mejía. VALLEDUPAR: Rubén, hermano de Magola Orozco y su � a María Teresa.CHILE. ANTOFAGASTA: Adriana Siglic Mazzalin, hermana de Anyelka

FIELES SIERVAS DE JESÚS EN COLOMBIA

ARMENIA: Magola Arango, Margarita León Osorio, Rosalba Rodas ANDES: Lucía CardonaBARRANQUILLA: Gladys Varón, Maria del Socorro Barros. Ana Reales. Glorys Navarro. Olga Cabarcas. Lucía Tirado. Rosalba Guevara. Edda Rico.BOGOTÁ: Evita Riveros. Aurora Rodríguez. Zoila Rosa Mora. Teresita Rodríguez. Angélica Sánchez. Laura Alvarado. Helena Añez. Ana Cifuentes. BUCARAMANGA: Josefa Gómez. Alix Amorocho. CALI: Marina Arroyo. Aura Quintero. Dora Poveda, Mayela CampoCARTAGENA: Gladys Schotborgh. Dora Arrieta. Julia Salcedo. CÚCUTA: Emperatriz Omaña. Beatriz Durán. ENVIGADO: Benigna Soto. Gladys Montoya. FONSECA: Emilia Ariza. Constanza Parodi. Xiomara Figueroa. MEDELLÍN: Gilma Posada. Gloria Guerrero. Blanca Mejía. Elena Quiroga. Soledad Naranjo. Elena Gallego. Rosita Franco. Tulia Espinal. Martha Luz Tobón. Margarita Romero. So� a Arango. Maria Polly Pamplona. Beatriz Echeverri. PASTO: Gema Saras� . Lucia Fajardo. Luz Nelly Rengifo.PEREIRA: Sarita Cortés POPAYÁN: Imelda Arcos. Adelaida Ayerbe. Carlina Paredes. SANTA MARTA: Rebeca Lastra. Martha Romero. Virginia Gómez.SOLEDAD: Carmen Donado. Julia Salas. Carmen Mejía.TUNJA: Ana Paulina SuárezVALLEDUPAR: Mary Cure. Magola Orozco. Georgina Montoya

FIELES SIERVAS DE JESÚS EN EXTERIOR

Chile: Antofagasta, María Angélica Venegas Lillo.Quito: Esther Guerrón. Rosario Barahona. Eloísa Mayorga.

Homilía del Padre Jose Mario Bacci, Cjm. Superior de la Provincia de Colombia.

Eucaris� a del 25 de marzo, 202180 años de la creación del

Ins� tuto Secular Fieles Siervas de JesúsCapilla del Semanario de Valmaría, Bogotá.

El relato del evangelio de Lucas, que acabamos de escuchar, llamado de la Anunciación del Señor, resuena hoy en lo más profundo del corazón y nos sitúa en un momento clave de la historia de la salvación y, además, trae una no� cia maravillosa que nos toca por dentro: el ángel anuncia a María (y a toda la humanidad representada en ella) que el Eterno entra en la historia; que el Dios del cielo asume realidad plena en la Humanidad de Jesús; que en Jesucristo, el Hijo por excelencia, el Padre asume rostro concreto, se reviste de la condición humana, caduca, frágil, da visibilidad a la gracia y da forma sensible a su corazón misericordioso.

Este misterio de la encarnación de Dios en la humanidad de Jesucristo sucede por pura inicia� va divina. Es la realización histórica de su designio de amor, predicado por Isaías, siglos atrás, a un pueblo oprimido por el dolor y la desesperanza. La respuesta de Dios a ese pueblo en crisis, conducido por un rey incrédulo, no fue la indiferencia ni el rechazo, sino el anuncio de la concepción y del nacimiento de un niño. El pueblo vivía en sombras de muerte, y, en cambio, el profeta le anuncia un signo de vida: “La Virgen está encinta y dará a luz un hijo”. Y, además, al que va a nacer se le da un nombre prometedor, que suscita la esperanza del pueblo de la Alianza y que expresa, más allá de Israel, a toda la humanidad, la confesión del amor de Dios que cambia la historia humana para siempre: “y le pondrás por nombre Enmanuel, “Dios-con-nosotros”. Cambia la historia humana, sí, porque ahora Dios interviene en ella y asume como propia esta vida humana, frágil y vulnerable, pero la impregna de sen� do, de transcendencia, de salvación; pero también cambia mi historia, porque vino Dios al vientre de María para encarnarse en mí, en la totalidad de mi ser y para formarse en cada espacio de mi personalidad a fi n establecer su vida en mí y defi nir mi manera de ser, de pensar y de actuar.Estas palabras del profeta -lo intuimos de manera correcta-, no alcanzaron realización histórica en ningún rey de Israel, sino en Jesucristo, el Dios-con-nosotros- , tal como se narra en la escena del evangelio

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de Lucas que escuchamos hoy: la visita del ángel a María en Nazareth, el anuncio de la encarnación de Dios en ella y la realización de las promesas del AT. Pero esas palabras profé� cas fueron custodiadas en el corazón del pueblo como esperanza de un futuro de salvación que, sin embargo, se realizó de una manera inesperada y sorprendente por la apertura de un nuevo camino de acceso al misterio de Dios: su encarnación en la persona del Hijo. Este es un misterio de gracia que supera toda razón, porque, además está dirigido al corazón, núcleo del ser; no a la cabeza como dato frío que no altera la existencia. Así que, a esta inicia� va de Dios, le corresponde la respuesta de una humilde joven de Galilea y también nuestra respuesta. La de ella inspira la nuestra: ofrecer nuestra humanidad frágil y vulnerable como espacio de su presencia de amor y misericordia para que manifestemos a este mundo sufriente una esperanza cierta: Dios-está-con-nosotros. Si lo adver� mos, si lo acogemos, si Él se forma en nosotros… todo � ene sen� do y hay un horizonte de luz que disipa las � nieblas del mal, de la violencia y de la muerte.

La respuesta de María, sin embargo, � ene una resonancia única en la historia de la salvación. San Bernardo lo expresa así: “Se te ofrece -oh María- el precio de nuestra Redención. Seremos liberados inmediatamente, si tú dices sí. Todo el orbe está a tus pies esperando tu respuesta. Di tu palabra y engendra la Palabra eterna”. Dios espera una respuesta libre y la “llena de gracia”, signo de la humanidad redimida, responde: “Hágase en mí tu Palabra”. Esta adhesión a la Voluntad de Dios es un eco perfecto de la ac� tud de Cristo- en la carta a los hebreos-: “Al entrar Cristo en el mundo dice: Vengo a hacer tu Voluntad”. Así, esta Carta -segunda lectura de hoy- centra nuestra fi esta en su protagonista: Cristo Jesús que “entró en el mundo” cuya encarnación � ene una fi nalidad: su entrega en la Cruz para reconciliar a Dios con la humanidad. La de hoy es, por eso, una ofrenda inicial, que apunta ya a la ofrenda fi nal de la Pascua, de una vez para siempre, en la Cruz. Y así descubrimos el puesto de esta solemnidad de la encarnación en el i� nerario cuaresmal hacia la Pascua.

Esta solemnidad tan querida a Juan Eudes sirvió de marco ideal para grandes realizaciones en su vida, hoy recordamos una en par� cular. La Fundación de la CJM, el 25 de marzo de 1643. Hoy se completan 378 años de esta “escuela de san� dad”. La CJM nació en el día memorable de la Anunciación. Este hecho no

es fortuito. En realidad, es un signo del Dios amoroso y providente que nos fundó en la Iglesia sumergidos en este misterio central de la vida cris� ana: la encarnación de Dios en la humanidad de Jesucristo.

También en este día vivimos un acontecimiento especial:

Mujeres consagradas, en varias expresiones de la vida laical, para vivir la vida bau� smal y “ser la Iglesia en el corazón del mundo; y el mundo en el corazón de la Iglesia” (Puebla). Su nombre revela su iden� dad y misión: son siervas de Jesús, como María de la Anunciación. Y viven su consagración en la fi delidad madurada en un seguimiento constante, en un servicio fecundo, en una vida cris� ana de tes� monio silencioso y efi caz. ¡Qué gran regalo de Dios a través de Merceditas y el P. Andrés Basset! Ella, una mujer apasionada por el evangelio que ayudó a establecer de nuevo en la Iglesia una vocación par� cular, con raíces tan an� guas como la Iglesia cris� ana y sustentada en el bau� smo, para comunicar la savia del evangelio en la familia, en el trabajo y en todos los ambientes de la vida. Más adelante, surgieron también las Parejas de los matrimonios en servicio para extender el tes� monio cris� ano al centro de la célula fundamental de la sociedad.

Las FSJ nacen también en la Encarnación. Y en su caso tampoco se trata de un hecho fortuito. Al contrario, por esta coincidencia de eventos queda en evidencia el sen� do de la vocación propia del Ins� tuto: encarnar la vida de Jesús y la fuerza del Evangelio en la coti dianidad simple y llana en la que transcurre la mayor parte de nuestra vida. Ser prolongación y con� nuación de la vida de Jesús en la existencia ordinaria, casi que -como dice el evangelio- “en lo secreto… y mi Padre que ve en lo secreto, te lo recompensará”. Así las FSJ son en la Iglesia la memoria profé� ca de un modo de vivir la fe cris� ana que incumbe a todos: ser encarnación de Dios para darle visibilidad a la presencia actuante de su gracia en la historia, de modo que todos puedan invocarlo: Tú, Enmanuel, Dios-con-nosotros.

Concluyamos esta meditación de la Palabra con la oración de SJE. Nos lleva al centro del misterio y nos sumerge en él: “Jesús, te adoro en el momento de tu encarnación. Desde este momento has tenido el designio de grabar en mí una imagen perfecta de tu encarnación; de unirme a ti , de unirte tú a mí, por tu

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gracia y tus sacramentos. De llenarme de ti , de establecerte en mí, de formarte en mí, para vivir y reinar allí perfectamente, Gracias, Jesús, amén, amén. (SJE).

En el marco de esta fi esta jubilar de las FSJ profesan nuevas consagradas y celebramos el aniversario de otras. Oramos por ellas y pedimos, al mismo � empo, por las vocaciones a las FSJ consagradas, cooperadoras y matrimonios en servicio:

Consagración Temporal de Luz Dary Valencia

Julia Esther Salcedo

Consagración Perpetua de:Carmen Reyes Ramírez

BODAS DE ORO. Nelly Gómez López

Ligia Salgado Gómez Lola Bueno Pineda

BODAS DE PLATA. Lucia Cardona Vélez

Anazael Mateus

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Queridos hermanos:

Los miembros del Ins� tuto Secular Fieles Siervas de Jesús experimentamos hoy como nuestro corazón se inunda de gozo y alegría al celebrar juntos los 80 años de su fundación y a lo largo de ellos algunos de sus acontecimientos más importantes, que a su vez han marcado la vida de quienes hoy estamos aquí y de tantos hermanos nuestros que en estas ocho décadas, luego de una vida de seguimiento fi el al Señor y de entrega a sus hermanos, han par� do a la Casa del Padre.

Por esto cantemos con el salmista:

“¡Dad gracias al Señor, invocad su nombre,divulgad entre los pueblos sus hazañas!

¡Cantadle, tañed para él,recitad todas sus maravillas:gloriaos en su santo nombre,

se alegren los que buscan al Señor!

Damos gracias, es lo que corresponde, y por eso hemos celebrado la Eucaris� a, para hacer memoria de las maravillas del Señor que ha caminado con nosotros en el devenir de la historia del Ins� tuto, “volver hacia atrás para ver como Dios nos ha salvado, recorrer el camino -con el corazón y con la mente- con la memoria”. Recorrido que hacemos juntos para situarnos en algunos hitos de nuestra historia que, considero, marcaron las bases y el fundamento del Ins� tuto y, entre ellos, destacar:

* El SI de Merceditas al Señor cuando, después de años de oración y búsqueda de la Voluntad de Dios, se dispone a seguir las mociones del Espíritu Santo, que van dando forma a nuestro Carisma fundacional;

INSTITUTO SECULAR FIELES SIERVAS DE JESÚS

Marzo 25 de 2021PALABRAS DE GRATITUD

Fiesta Patronal 80 aniversario

“No te contentes con amar a Dios con tu pequeño corazón humano: eso es bien poco, por no decir nada.

Ámalo con corazón grande y ánimo decidido, con todo el amor de tu gran Corazón”San Juan Eudes

* La entrevista de Merceditas y el P. Basset el 19 de noviembre de 1939 cuando le promete acompañarla en esta empresa “tan nueva para él”.

* El primer re� ro espiritual dirigido por el P. Basset, autorizado por su Provincial, momento desde el cual empezó a ocuparse del primer grupo.

* El re� ro en el cual, “les entregó una tarjeta donde se leía: Fieles Siervas de Jesús” diciéndoles que ese sería el nombre de la futura sociedad, fruto de su inspiración.

* La primera redacción de las Reglas de la Sociedad realizada en enero de 1941 por Merceditas Ricaurte, Josefi na López, y el P. Basset y que sirvió de base para las “las primeras líneas generales”; al fi nal “se resolvió que él las redactara basado en sus propios conocimientos del tema y en el proyecto de ellas”.

* La fundación ofi cial del Ins� tuto, el 25 de marzo de 1941 para la cual “no hubo ninguna ceremonia especial, pues el Padre era amigo de la sencillez”.

* Las primeras Probaciones escritas por el P. Basset en el año 1943, condensadas en “un folleto con 18 probaciones”, que dio origen al primer libro � tulado A TI ALMA GENEROSA, publicado en 1949. “A través de varias ediciones este libro fue la base de MI ENCUENTRO CON CRISTO, el Manual básico de nuestra espiritualidad, cuyo primer ejemplar fue entregado el 3 de marzo de 1978 cuando las Bodas de Diamante, 60 años de vida sacerdotal del padre Basset”, en otro hito histórico.

* La historia con� núa y en “marzo 2 de 1950 Monseñor Ismael Perdomo, Arzobispo de Bogotá,

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mediante Decreto aprueba erigir canónicamente al Insti tuto Secular Fieles Siervas de Jesús de Derecho Diocesano. A par� r de esta fecha el Ins� tuto queda vinculado ofi cialmente “a la Arquidiócesis de Bogotá”. Luego “El 7 de agosto de 1968 la Sagrada Congregación para los Religiosos e Insti tutos Seculares, por Decreto I.S. 17/47 fi rmado por el Papa Pablo VI, declara el Insti tuto de Derecho Ponti fi cio y concede la aprobación “ad experimentum” a las Consti tuciones”.

* La publicación de “la primera carta circular con un tema de formación del Padre e informaciones y noti cias de los centros. Con esta carta se empezó a mostrar desde el primer momento la característi ca de espíritu de familia y de unión, que mas tarde, en junio de 1944, se convirti ó en el “Correo de familia”.

Así podríamos seguir destacando acontecimientos especiales y nos llevaríamos muchas cuar� llas, ahora solo deseo destacar dos acontecimientos que son muy queridos para todos y que le dan un sello especial a nuestro Ins� tuto, los cuales, a su vez, son producto de su madurez, seriedad y fundamento magisterial: el nacimiento de las secciones de Cooperadoras y de Matrimonios en Servicio, con las cuales el Ins� tuto se ha fortalecido y ha hecho mayor presencia en la familia, núcleo de la sociedad y ha extendido su tarea en el compromiso del apostolado.

* La sección de Cooperadoras: inicia� va de Lucy Parga, Fiel Sierva de Jesús Consagrada del Centro las Mercedes de Bogotá, aprobada en el IV Comité Pleno del Ins� tuto en enero de 1959.* La sección de Parejas de Matrimonios en Servicio: inicia� va del sacerdote Eudista Carlos Guillermo Álvarez Gu� érrez, aprobada en la XI Asamblea General del Ins� tuto de 1989.

El 80 Aniversario del Ins� tuto es momento propicio para agradecer de nuevo a la Congregación de Jesús y María por el acompañamiento que nos han brindado desde la fundación del Ins� tuto y que se traduce en benefi cios espirituales para los miembros de las tres secciones. El padre Basset, como lo expresó Merceditas “durante 45 años veló sobre

nosotras, alentando nuestros pasos, guiándonos por un camino seguro de servicio y fi delidad a la Iglesia, y formándonos en la espiritualidad eudísti ca de la identi fi cación con Cristo. Este carisma nos introdujo además en la familia eudista, que consideramos como propia”, desde ese momento los vínculos fraternos se han prolongado en el � empo.

El Papa Francisco nos enseña “El don mismo por el cual damos gracias es también moti vo de examen de conciencia, de revisión de la vida personal y comunitaria” por eso releemos y refl exionamos hoy las recomendaciones que nos hizo Merceditas en su carta a la Asamblea general del año 2004, para detenernos en su sen� do y relanzarlas hacia el futuro:

“En primer lugar: trabajar seriamente por vivir la espiritualidad. Esto implica una vida de oración llevada con fi delidad. Para que nuestro Insti tuto progrese, debe estar fundado en la espiritualidad de sus miembros. Solo así produciremos sólidos frutos apostólicos.

La segunda meta que quiero señalarles es el trabajo por vocaciones, trabajo perseverante pero confi ado, sin esos pesimismos que quitan fuerzas. No basar este trabajo en estudios especulati vos, o en proyectos vagos, sino en la prácti ca. Recordemos lo que nos ha indicado el Santo Padre: “Pasar de una pastoral de espera, a una pastoral de propuesta”.

En tercer lugar, quisiera hacer un llamamiento a la generosidad apostólica de todos nosotros. El campo es grande y la Iglesia al aprobarnos cuenta con nuestra total colaboración. Ninguna podemos excusarnos al respecto o contentarnos con pequeños esfuerzos si podemos hacer más. Nuestro amor a la Iglesia debe medir nuestro esfuerzo”

Permanezcamos siempre unidos, como familia espiritual, en esta “escuela de san� dad” que es nuestro Ins� tuto y avancemos juntos en la búsqueda de la Voluntad de Dios.

Afec� sima en el Corazón de Jesús y María, hoguera de amor,

Elvirita Barceló BolívarDirectora General

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LOS 70 AÑOS DEL INSTITUTO. Homilía del P. Carlos G. Alvarez Gu� érrez, eudista

Cuando en 1939 se encontraron y conocieron el Padre Andrés y Merceditas, eran dos personas que habían tomado ya una opción radical en su vida. El Padre Andrés había sido ordenado sacerdote eudista desde hacía 21 años y Merceditas había decidido consagrar su vida al Señor y al Evangelio desde hacia dos años.Cuando los dos personajes se conocieron, el Padre Andrés tenía 47 años y Merceditas 28. El uno ya estaba maduro para el trabajo apostólico y por su dedicación a la obra formadora en la Iglesia; la otra era un alma sedienta del agua viva que sacia y fortalece, pero apenas iniciando su camino de entrega y consagración. Hubo encuentro, empa� a, entendimiento entre los dos, y el Señor comenzó en ellos una obra de edifi cación y misión, que casi dos años después se concretó en la fundación del Ins� tuto Fieles Siervas de Jesús.

Releyendo las crónicas de Merceditas sobre ese 25 de marzo de 1941, le queda a uno el sabor de simplicidad, de pobreza y abajamiento. Celebrar juntas las tres fundadoras una Eucaris� a de inauguración, con el Padre Andrés como presidente, en medio de un grupo de niñas reunidas, pero sin decir nada, ni proclamar nada, ni anunciar nada, es algo duro de aceptar hoy. Fue un comenzar en silencio la obra de Dios, pero confi adas en que el SÍ de las tres a Dios podía ser una semilla que iba a fl orecer con vitalidad y fuerza.

Setenta años después estamos nosotros reunidos, hacemos una fi esta maravillosa de fraternidad y de gozo, celebramos las maravillas del Señor en tantos lugares y personas y proclamamos abiertamente que el Ins� tuto es una obra de Iglesia, un árbol fecundo que ex� ende sus ramas por varios países y ofrece un camino de san� dad a tantos hombres y mujeres que buscan la perfección.

El “sí” callado de Merceditas, de Josefi na y de Helena tenía, sin embargo, mucho que ver con el “Fiat” de María, en una pequeña y olvidada casa de Nazaret. Así, como más tarde, Natanael iba a decir de su futuro Maestro: “¿De Nazaret podrá salir algo bueno?” (Jn 1,46), así también de este pequeño grupo de tres mujeres deseosas de Dios, se podría preguntar: “¿De estas tres jóvenes que dan su Sí a Dios, podrá brotar algo interesante?”

Hoy celebramos la solemnidad de la Encarnación, recordamos el Sí de María a la misión que Dios le entregaba y hacemos memoria del “Fiat” de las primeras Fieles Siervas de Jesús. Déjenme, entonces, remontarme más atrás, a una página del Cardenal Pedro de Bérulle, en la que comenta el “Fiat” de María.

Es una página que marcó la vida del Padre Eudes, la vida del Padre Basset, la vida de Merceditas. Es una página que nos puede marcar también a nosotros en el cumplimiento de nuestra misión y en la comprensión de lo grande que puede ser un sencillo sí a Dios que nos llama y nos con� a una tarea en el mundo. Lucas nos dice en el texto de la anunciación que Gabriel, el mensajero de Dios, entra en casa de María, saluda, entrega una misión, escucha las inquietudes, responde y aclara, aguarda una respuesta de María y se va de nuevo al lugar de Dios. Es la casa de María, ya no el templo, el lugar de la presencia maravillosa de Dios, el si� o donde el Señor quiere venir y residir y hacerse carne. Hay un cambio de residencia, que todavía hoy no hemos alcanzado a comprender y vivir en plenitud. El Señor quiere dejar el templo para venirse a vivir en el corazón y en la vida de los creyentes para siempre. María pregunta: “¿Cómo podrá ser esto?” El ángel le aclara y le habla de Jesús que quiere vivir y reinar en ella y María se compromete.

Berúlle escribe: “La Virgen asiente a la palabra del ángel, obedece a la de Dios y dice: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” (Luc 1,38). Esta palabra de la Virgen no es una palabra de piedad ru� naria y de sen� do trivial. Es una humilde y egregia palabra que alegra el cielo, realiza la salvación del universo y arranca de los cielos al Verbo eterno para traerlo a la � erra. Cuando esta virgen humilde, callada y modesta abre su boca para proferirla, se encuentra en manos del Verbo eterno que la acompaña, que va a encarnarse en ella, que la desea por madre. Es este divino Verbo el que le inspira esa palabra y le comunica esta ac� tud.

La úl� ma palabra de la Virgen al ángel es muy diferente de la primera. Ya no es una palabra de extrañeza, como la anterior, sino de consen� miento. No es averiguación humana, sino determinación divina. No es una palabra de vacilación, sino de acatamiento vivo y ardiente del querer y de la obra de Dios. Es una excelsa, memorable y preciosa palabra; una palabra de gracia, de amor y de vida, de una vida que nunca ha de terminar. Porque esa palabra da la vida al Dios vivo y le comunica un estado desde ahora eterno al Hijo eterno del mismo Dios”.

Contemplemos lo que puede lograr un sí a Dios y pensemos en nuestra respuesta a la vocación de Dios. Es entrega y apertura a Dios, pero es también la posibilidad de que Dios haga maravillas en nosotros y

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a través de nosotros, porque Él quiere establecer su reino en el mundo. Y con� núa el Cardenal de Bérulle: “¡Qué poderosa, fecunda y feliz es esta palabra! ¡Cuántos secretos, gracias y efectos con� ene! Con justa razón la Virgen la profi ere en un momento para ella tan santo y feliz, en el momento de mayor poder y de la mayor fecundidad que pueda comunicarse a una creatura, cuando ella va a concebir y producir al Verbo encarnado, que es la virtud, la luz y el poder del Padre.

Cuando la Virgen profi ere esta palabra se encuentra sumergida en una gracia singular, en un estado divino, en una ac� tud admirable que la hace producir actos y efectos excelentes. En ese momento ella se rebaja y, al rebajarse, es exaltada más alto que los cielos. Allí se pierde en las manos de su Dios, como una nada ante su Creador y llega a ser Madre de su mismo Creador. Entonces ella penetra en sus grandezas mediante sus humillaciones; penetra en su maternidad mediante su virginidad, penetra en la soberanía a través de la obediencia. Se hace la Sierva del Señor y llegar a ser la Madre del Señor. Madre y sierva al mismo � empo, siempre madre y siempre sierva, como su Hijo es Dios y Hombre, siempre Dios y siempre hombre.

Entonces, ella también, permaneciendo virgen, llega a ser madre: dos benefi cios de la corte celes� al, hasta ese día incompa� bles, que en ese instante se juntaron en María en atención a su misión y a su persona. De tal manera que no solamente se conserva su virginidad, sino que se sublima, se corona y fl orece más que nunca por esa maternidad; y su maternidad es santamente preparada, felizmente alcanzada y divinamente realizada en su virginidad”, (Vida de Jesús, 15). El “Fiat” de María dio paso al misterio de la Encarnación del Verbo, a la presencia defi ni� va de Dios en nosotros y a la transformación de nuestra historia.

El “Sí” de tres mujeres valientes abrió perspec� vas nuevas a muchas mujeres que, en América La� na, querían consagrar su vida a Dios en medio de las ac� vidades seculares, y dio inicio crea� vamente a un nuevo es� lo de san� dad. El “Sí” de nuestro hoy nos invita a mirar con ilusión hacia el futuro y nos permite esperar nuevos caminos de entrega y consagración que hagan válida y atrayente la vocación laical en medio del mundo.

Demos gracias a Dios por estos setenta años del Ins� tuto, honremos la memoria de las pioneras, que abrieron caminos nuevos de consagración y comprometámonos nosotros en ser audaces y crea� vos, para vivir nuestra vocación a la san� dad en la Escuela de Jesús, el Maestro siempre actual.”

FELICITACIONES RECIBIDAS DE SACERDOTES EUDISTAS Y DEL CLERO SECULAR CON QUIENES CELEBRAMOS UNIDOS ESTOS 80 AÑOS DE VIDA

DEL INSTITUTO.

Del padre Álvaro Torres, Cjm Amadas Fieles Siervas, estoy fraternamente unido a estos 80 años de historia de gracia, de fe, de apostolado fecundo. He sido benefi ciado por esta acción apostólica con su oración y con tantos detalles que ha tenido esta larga historia y por hecho parte de ella. Ruego transmi� r a todas mi saludo y mi acción de gracias. Recuerdo a Nelly Gómez en especial por su 50 años de consagración. Con afecto, Álvaro Torres.

Del padre Víctor Muñoz, Cjm“UNA EXPERIENCIA DE FRATERNIDAD Y ACOMPAÑAMIENTO”, esa ha sido mi vida en el Ins� tuto de las Fieles Siervas de Jesús como sacerdote eudista. Desde mi formación en Valmaría por el compar� r sencillo y espontaneo con el Padre Basset tuve la oportunidad de conocer muy de cerca la vida del Ins� tuto y la Consagración Secular. Ya ordenado sacerdote me recomendó especialmente que me ocupara de sus hijas, a quienes he considerado siempre como mis hermanas por compar� r en la misma fuente de nuestro Padre Espiritual

Desde el primer Re� ro Espiritual que les prediqué en 1978 en Barranquilla, en Betania, que entonces eran “re� ros generales”, conocí muy de cerca a muchas hermanas de diversos lugares, creando fuertes lazos de fraternidad y acompañamiento. Me sen� desde entonces vinculado al Ins� tuto, compar� endo las primicias de mi sacerdocio, ejerciendo una asesoría espiritual, con sencillez y confi anza. Me llamaron de diversos centros a predicar los Re� ros Anuales en diversas ocasiones y escribí “a mis hermanas” muchas páginas en el Correo de familia.

El encuentro con Merceditas en muchas ocasiones fue un verdadero acompañamiento espiritual, pues sen� amos al unísono como el Señor hacáa su obra en nosotros. Con el correr del � empo entre en contacto no solo con las Consagradas sino también con las Cooperadoras y Matrimonios en Servicio. Mi encuentro más bello ha sido en la Liturgia de las Horas y en la Eucaris� a, del que conservo siempre un gra� simo recuerdo por el gozo que el Señor me ha regalado. Y en los ejercicios espirituales que he conducido a lo largo de los años, de los cuales dejamos para compar� r las memorias en bellas ediciones impresas.

Conservo el recuerdo vivo de las hermanas y hermanos que ya están en la Casa del Padre y nos acompañan en esta Escuela de San� dad. Al llegar a

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los 80 años de vida el Ins� tuto Secular de las Fieles Siervas de Jesús, cumple su misión en el mundo y sigue consagrando el mundo desde dentro, para la mayor Gloria de Dios.

Del padre Gustavo Londoño, CjmFelicitaciones en este gran día del JUBILEO del Ins� tuto. Estoy unido espiritualmente a todo el Ins� tuto para dar Gracias al Señor por 80 años de presencia y de servicio en la Iglesia y en el mundo. Que el mismo Espíritu Santo que formo a Jesús en las entrañas purísimas de María ilumine a cada uno de los miembros del Ins� tuto a decir siempre FIAT. Felicitaciones y bendiciones.

Del padre Guillermo Acero, CjmUn día de alegría y gra� tud para el muy querido Ins� tuto Fieles Siervas de Jesús y su querida directora general, además de todas sus muy recordadas hermanas y hermanos de las tres ramas.¡Estos 80 años muestran la fi delidad, la perseverancia y la madurez en la vocación laical y anuncian la gracia de la misericordia y la esperanza!

Del padre Rigoberto Gómez, diócesis de JericóSoy sacerdote de la Diócesis de Jericó. Para los estudios de Filoso� a y Teología, por disposición de la Santa Sede, nos trasladaron al Seminario Regional de Santa Rosa de Osos, dirigido por los Padres Eudistas, quienes años antes habían fundado y dirigido el Seminario de Jericó.A par� r de 1956 el padre Andres Basset era el Rector del Seminario y nos acogió a los Jericoanos con mucho cariño, y nosotros que teníamos espíritu eudista porque el único Seminario en Colombia dedicado a San Juan Eudes era el nuestro.

En Santa Rosa de Osos me tocó estudiar seis años con el padre Basset y él mismo nos entusiasmaba y nos pedía colaboración en los documentos que conformaba para la fundación de un Ins� tuto Secular, en ese � empo desconocidos en Colombia y quizás en el mundo.

Después, Sacerdote, me correspondió por signo providencial conocer de cerca al Ins� tuto en su organización; entonces la Secularidad Consagrada era un lenguaje desconocido y el padre con la belleza del Bau� smo Sacramento habló y nos inspiró en la posibilidad de los laicos para consagrarse al Señor de manera comprome� da y defi ni� va.

De joven sacerdote dirigí Re� ros Espirituales a varios grupos de aspirantes y profesas ya de las Fieles Siervas. en diferentes partes del país. Conocí afortunadamente a las cuatro Responsables Generales que ha tenido el Ins� tuto y con ellas he sido favorecido:

Merceditas, mujer enérgica y constante, persis� a en la idea de una mujer en el mundo dada a Dios y al Reino de los Cielos e insis� ó con un grupo de Damas bogotanas en la célula básica para la fundación del Ins� tuto. La obra de Dios fue creciendo; el padre que era un teólogo y con el método de las Probaciones logró confeccionar un tratado de Espiritualidad básico para la aprobación religiosa y por eso “A Ti Alma Generosa”, primer Manual y después con los años y más madurez, “Mi Encuentro con Cristo” fue la base y es el sólido fundamento de toda formación para perseverar en la entrega de la vida consagrada.

Merceditas tuvo la conciencia lúcida de apoyarse en la jerarquía de Colombia y en contactos con la Santa Sede para darle ins� tución canónica al Ins� tuto hasta lograr la aprobación Pon� fi cia en el año de 1968.

Posteriormente Lucia Alvear, dinámica, formada en el ambiente fi nanciero, con visión abierta a lo nuevo e iden� fi cada en todo con Merceditas inició una etapa de apertura del Ins� tuto y apoyada en los documentos ya de la Iglesia sobre la vida secular consagrada después del Concilio y con las exhortaciones de los Papas siguientes.

El Ins� tuto ha avanzado con la gracia de Dios y después Dinorah Gu� érrez hizo posible que el Ins� tuto dilatara su visión de servicio como actualmente está.

Úl� mamente Elvirita Barceló, con la mentalidad fi nanciera direc� va e iden� fi cada con la mentalidad de Lucía ha logrado que el Ins� tuto como en� dad eclesial, con solidez doctrinal, con fi nanciación más o menos sostenida y con visión de Iglesia se abra a todos los espacios.

Por eso el Ins� tuto salió de su concepción individual y acogió con el � empo a señoras casadas que querían vivir entregadas al Señor fi eles a su Sacramento del Matrimonio.

Después el padre Eudista Carlos Guillermo Álvarez concibió la idea de que el matrimonio pareja pudiera vivir la consagración y fundó Matrimonios en Servicio, una tercera rama del Ins� tuto.

Todo ha sido obra de Dios, al llegar a los 80 años de existencia con miembros en todas partes de Colombia y en países de América, las Fieles Siervas de Jesús son presencia eclesial en el mundo moderno y avanzan mediante la virtualidad de las comunicaciones, actualizan y virtualizan la razón de ser de esta vocación de Secularidad Consagrada.

Soy tes� go discreto de tantas almas buenas que he conocido a través del Ins� tuto y aprecio

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enormemente el aporte e iden� dad de los Padres Eudistas, desde sus Consejos General y Provincial en el respaldo brindado al Ins� tuto.

Dios quiera que la Secularidad Consagrada se abra espacio en este mundo moderno a la espiritualidad de la Iglesia viviendo el Sacramento del Bau� smo.

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