REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA CULTURA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS ARTES

CENTRO DE ESTUDIOS Y CREACIÓN ARTÍSTICA DE SARTENEJAS

EL CONCIERTO

Nombre:

Andrés Moreno

C.I.:

20.315.503

Caracas, diciembre de 2013

El concierto, el tipo más importante de música orquestal barroca, hizo su aparición

al final del siglo XVII. Se caracterizaba principalmente por los contrastes del estilo

concertato, la textura de un tiple florido sobre un bajo sólido que se basaba en un

sistema tonal mayor-menor, y por la organización en movimientos separados y

autónomos. Los conciertos “se interpretaban en la iglesia como «oberturas» antes de la

misa o como Ofertorios instrumentales” (Grout y Palisca, 2001, p. 500), y a comienzos

del siglo XVIII, se presentaban tres tipos de ellos:

Concierto orquestal: Obra orquestal, subrayaba el primer violín y el bajo, se

evitaba textura contrapuntística compleja. También es conocido bajo las

denominaciones de concerto sinfonía, concerto ripieno, o concerto a quattro.

Concerto grosso: destaca la oposición del grupo pequeño de instrumentos

solistas, el concertino, al gran conjunto, el concerto grosso.

Concierto a solo: en el que un único instrumento solista que se opone al grupo

grande.

En cuanto a la instrumentación, Grout y Palisca (2001), exponen:

El grupo grande era, casi siempre, una orquesta de cuerdas, y normalmente

estaba dividida en primeros y segundos violines, viola, violoncello y violone,

con bajo continuo. Los instrumentos solistas solían ser también de cuerda: en

el concierto a solo, un violín; en el grosso, por regla general, dos violines y

continuo, aunque podían añadirse o sustituirse otros instrumentos solistas de

cuerda o de viento. Tanto en el concierto a solo como en el grosso, la

designación usual para la orquesta completa era tutti (todos) o ripieno

(relleno). (p. 499).

Es importante mencionar que algunas características del concierto ya eran

observables en otras obras que le preceden. En este sentido, algunas canzonas y algunas

obras para conjunto instrumental presentaban una instrumentación similar (por ejemplo,

algunas danzas de las óperas de Jean-Baptiste Lully presentan episodios para trío de

instrumentos de viento solistas). También, sobre todo en suites-oberturas, cantatas de

iglesia, sonatas de cámara y sinfonías, es evidente el constante intercambio de frases no

muy extensas entre el tutti y los instrumentos solistas.

Los concerti grossi, en general, presentan un estilo más conservador que se

asemeja al de las sonatas de iglesia o de cámara. Así se evidencia en obras de grandes

exponentes de los mismos como Torelli (italiano, referente de la escuela de Bologna) y

Muffat (alemán). Sin embargo, los conciertos a solo sirvieron a los compositores para

llevar a cabo diversos experimentos texturales, rítmicos y formales. En lo que respecta a

la estructura, Torelli, quien escribía los conciertos en tres movimientos, estableció la

tradición de la disposición rápido-lento-rápido, la cual sería continuada por los demás

compositores (como Vivaldi); así como también la organización de los movimientos

Allegro, bastante similar a la de un rondó. Éstos comienzan con un ritornello (estribillo)

y son seguidos de un episodio a solo (con material nuevo), el cual, a su vez será

sucedido de un tutti que tiene claros elementos del ritornello, en otra tonalidad. “Esta

alternancia se puede repetir varias veces antes de que finalice el movimiento, y concluye

con un tutti final en la tónica, que es casi idéntico que el ritornello inicial” (Grout y

Palisca, 2001, p. 501).

REFERENCIAS

Grout, D. J., y Palisca, C. V. (2001). Historia de la música occidental I. Madrid. Alianza

Editorial.