El Canto Coral Infantil como herramienta para mejorar la...

Comunicación y música: mensajes, manifestaciones y negocios Universidad de La Laguna, diciembre de 2018

ISBN-13: 978-84-16458-93-6/ D.L.: TF-799-2018 / DOI del libro: 10.4185/cac144 Página | 662

Libro colectivo enlínea: http://www.revistalatinacs.org/18SLCS/libro-colectivo-2018.html

El Canto Coral Infantil como herramienta para mejorar la comunicación en niños y

jóvenes: un estado de la cuestión

Children's Choral Singing as a tool to improve communication in children and young people: a status

of the issue

Cristina Llabrés González – Universitat de les Illes Balears–

[email protected]

Abstract: La música es una actividad lúdica que permite el desarrollo de los

dos hemisferios del cerebro a la vez (Despins, 2009), a la vez que promueve la

socialización de todos los que la practican. El canto coral por su parte, fomenta

algunas de las habilidades necesarias más importantes para una buena

comunicación. Teniendo en cuenta las ventajas que aporta el canto coral en las

primeras etapas del aprendizaje, se hace indispensable, entonces, promoverlo

desde las escuelas, institutos o entidades para llegar y ayudar en este aspecto

a todos los rincones de la sociedad.

El presente trabajo recaba información alrededor del canto coral infantil con el

objetivo de plasmar un estado de la cuestión sobre la importancia del canto

coral en el aprendizaje inicial y sus ventajas como herramienta comunicativa en

esta etapa del desarrollo educativo. Los resultados ofrecen un estado de la

cuestión y una reflexión bibliográfica alrededor de la herramienta como

generadora de competencias generales y específicamente comunicativas

indispensables en la etapa inicial del aprendizaje.

Abstract: Music is a playful activity that allows the development of both

hemispheres of the brain at the same time (Despins, 2009), while promoting the

socialization of all those who practice it. Moreover, choral singing fosters some

of the most important necessary skills for good communication. Due to the

advantages of choral singing in the early stages of learning, it is therefore

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essential to promote it at schools, institutes or entities to reach and help in this

aspect to all corners of society.

The present work contains a review of the literature about the impact of choral

singing in the initial learning stages and the advantages of it as a

communicative tool. The results offer a status of the issue and a bibliographical

reflection around the tool as a generator of general and specifically

communicative competences that are essential in the initial stage of learning.

Keywords: música; canto coral; escuchar; comunicación; jóvenes; niños.

Keywords: music; choral singing; listen; communication; young people;

children;

1. Introducción

El canto coral infantil, dejando de lado el ámbito reglado presente en los

conservatorios y escuelas de música, está considerado hoy en día en España

una simple actividad extraescolar más, aunque debemos saber que se trata de

una actividad musical lúdica y participativa que, además de favorecer la

comunicación y socialización de todos aquellos que la practican, ayuda en el

desarrollo de valores, hábitos y competencias (Ferrer, 2011).

Este artículo recaba información alrededor del canto coral infantil para poner de

manifiesto la necesidad de una mayor educación coral desde la escuela, con el

objetivo de aprovechar las herramientas que esta actividad ofrece en el

desarrollo de la comunicación y el lenguaje.

Para ello hablaremos de cómo la comunicación forma parte de la música y de

la necesidad de desarrollar la escucha como parte fundamental en la

comunicación. Además, se enumerarán algunos de los beneficios más

destacados del canto coral en general y las aportaciones de las corales

infantiles en el ámbito de la educación no formal.





2. La comunicación a través de la música

El latido del corazón de una madre y los sonidos internos derivados de la

función de nutrición es lo primero que oye un bebé cuando está en el vientre de

su madre. Así pues, la audición es el primer sentido que nos conecta a la vida,

un sentido más primitivo que la vista y de mayor sensibilidad que la del ojo. La

voz de una madre provoca tranquilidad y seguridad al feto o bebé de la misma

manera que la musicoterapia trabaja para favorecer el desarrollo de bebés

prematuros, favorecer la lactancia materna y establecer una vía de conexión

afectiva madre-hijo.

Blacking (2006), etnomusicólogo y antropólogo social, define la música como

un sonido “humanamente organizado”. La humanidad desde sus inicios ha

tenido una necesidad antigua de comunicarse y la música lo ha permitido de

muchas maneras a lo largo de la historia. Afirma además que la música existe y

es necesaria en todas las sociedades porque nos humaniza permitiéndonos

compartir y transmitir experiencias y emociones para el “desarrollo armonioso

del cuerpo, el espíritu y las relaciones sociales”.

Teniendo en cuenta las revisiones teóricas alrededor de la definición del

término lenguaje que hace Ríos en El lenguaje: herramienta de reconstrucción

del pensamiento (2010), una de las más destacables es la de Sapir (citada por

Hernando, 1995). Según éste, se entiende por lenguaje todo “método

exclusivamente humano, y no instintivo, de comunicar ideas, emociones y

deseos por medio de un sistema de símbolos producidos de manera

deliberada”. Según la Real Academia Española (RAE, 2018) n lenguaje es la

“facultad del ser humano de expresarse y comunicarse con los demás a través

del sonido articulado o de otros sistemas de signos”. Aunque la RAE no cita en

su definición la capacidad de comunicar “ideas, emociones y deseos”, otros

diccionarios como el del Institut d’Estudis Catalans (DIEC), sí tienen en cuenta

la consideración de Sapir respecto a los sentimientos e ideas: un lenguaje es la

“facultad humana de comunicar los propios pensamientos o sentimientos a un





receptor mediante un código lingüístico compartido” (DIEC, 2018). Entonces,

una vez definido el término lenguaje, ¿podemos afirmar que la música es un

lenguaje universal? Antes de ello deberíamos aclarar: ¿es la música un

lenguaje?”. La música puede ser considerada como lenguaje porque ésta

expresa pensamientos –a través de las letras de las canciones, por ejemplo- y

sentimientos. Existen ya en el periodo Barroco los primeros intentos de

codificar los sentimientos a través de la música con el fin de “suscitar y aplacar

(movere) los afectos” lo cual se convirtió “en el principal objetivo de la poesía y

la música desde finales del siglo XVI y durante el XVII y XVIII” según afirma

Buelow (citado por Páez, 2016:57). En la conocida, aunque no demostrada

científicamente, Teoría de los Afectos, diversos autores (citados por Páez,

2016) afirman que la música puede despertar emociones, provocadas por

causas ajenas al individuo. Estas “pasiones” entendidas como pensamientos,

sentimientos o emociones (Descartes, 2003) han sido relacionadas con ciertos

parámetros de la música, como por ejemplo el sufrimiento, el cual era asociado

a las tonalidades menores, disonancias, cromatismos, un cambio inesperado

de la tonalidad o líneas melódicas muy marcadas. Meyer (2005) afirma que la

música significa –tiene significado- cuando transmite una emoción y la emoción

va ligada a la expectativa que tiene el receptor a la hora de escuchar una

música. Pero, ¿puede la música transmitir una emoción sin que estas

expectativas previas estén formadas? Es cierto que el significado musical de

algunas emociones lo tenemos aprendido debido a nuestra cultura (en la

música occidental es común hacer esta distinción en referencia al modo1 de la

música: modo mayor: alegre, modo menor: triste). Aún así, Fritz, Jentschke,

Gosselin, Sammler, Peretz, Turner, Friederici y Koelsch, publicaron en 2009 un

artículo en el que se prueba que las emociones de alegría, tristeza y miedo

pueden reconocerse o sentirse a partir de la música en diferentes culturas,

también no occidentales. Tanto diferentes miembros de una tribu africana que

no había sido expuesta a la música occidental, como varios oyentes

occidentales reconocieron tales emociones en unas audiciones concretas (las

1. Un modo es la distribución interna de los tonos y semitonos de una escala, es decir, el modo depende del tipo de escala que se use, entendiendo escala como colecciones de notas ordenadas de la más grave a la más aguda, cada una de las cuales tiene una nota que se considera como central (Diccionario Harvard de la Música).





mismas para ambos grupos). Esto nos demuestra que “sentimos” o

relacionamos unas emociones con una música de manera “innata” y sin

depender de un aprendizaje cultural. Además, debemos añadir que la

comunicación en el ámbito musical no solo se produce a través de la propia

música como medio, sino que existen una serie de factores que apoyan la

comunicación no verbal cuando se está haciendo música. Val (2015) realizó un

experimento en el que comprueba la influencia de los elementos de la

comunicación no verbal entre los cantantes de un coro profesional y su

director. Su conclusión fue que los gestos, la expresión facial y el lenguaje

corporal del director “son importantes porque afectan al sonido y a la respuesta

del coro antes y durante la interpretación”.

Welch (2005) en Singing as communication postula que hay seis emociones

primarias que se comunican a través del comportamiento vocal humano:

miedo, enfado, alegría, tristeza, sorpresa y disgusto, lo cual, forma parte de

nuestra comunicación básica como humanos. “Voice is an essential aspect of

our human identity: of who we are, how we feel, how we communicate and how

other people experience us” (Welch, 2005:8). La habilidad de generar etiquetas

emocionales a determinadas respuestas vocales es inherente al ser humano y

ya se desarrolla desde mucho antes de nacer. Según Welch el estado

emocional de la madre cuando ésta habla o canta es codificado

hormonalmente y comunicado a través de la corriente sanguínea que une a la

madre y al feto. Además, propone que los sonidos pueden ser generados con

una base de comunicación musical intrapersonal, como los sonidos melódicos

vocales que emergen del recién nacido alrededor de las 8 semanas; o

interpersonal, como el juego de interacciones e imitaciones vocales que se da

entre un bebé y su padre o madre.

Otro estudio más reciente de Savage, Brown, Sakai y Currie (2015) analiza las

diferentes funciones y estructuras de la música a nivel mundial, llegando a la

conclusión de que existen una serie de parámetros musicales relacionados con

el ritmo, la melodía y el timbre, tres de los elementos constitutivos de la música

juntamente con la armonía según Copland (2005), que son comunes en las





diferentes culturas. Por ejemplo, el uso de la escala pentatónica es común en

África, América del Sur, América del Norte, Sudeste asiático, Sur Asiático,

Oriente Medio, Asia Oriental, Europa y Oceanía, regiones en que se divide el

estudio, así como también la utilización de la percusión y de instrumentos

aerófonos. Además en todas las regiones estudiadas se usa la voz y el canto

silábico, y también en todas se usa la danza como acompañamiento a la

música. Por lo tanto, y como decía el poeta Henry Wadsworthen el siglo XIX,

podemos considerar q la música es el lenguaje universal de la humanidad”.

Savage confiesa en una entrevista realizada para la Universidad de Exter

(2015): “Mi hija y yo estábamos cantando, tocando la batería y bailando juntos

durante meses antes de que ella dijera sus primeras palabras. La música no es

un lenguaje universal ... la música nos permite conectar sin lenguaje.”

3. ¿Cómo se aprende a escuchar?

Vivimos en una sociedad donde la comunicación se ha visto afectada debido al

uso de los dispositivos de comunicación móvil. Cada vez más los jóvenes

adolescentes –y también adultos- se relacionan más a través de sus teléfonos

y menos cara a cara, hecho que desarrolla de una manera diferente sus

habilidades comunicativas. Lorente (2002) explica que actualmente los jóvenes

tienen amplios espacios de soledad debido a los prolongados horarios de

trabajo de sus padres –causados por la nueva economía y la inserción de la

mujer en el mundo laboral- que necesitan llenar. El uso del teléfono móvil les

da identidad y comunicación entre iguales, compartiendo así sentimientos,

valores, ilusiones, penas... y creando una “hermandad virtual” que comparte el

uso del móvil como una parte del yo (Lorente, 2002:17). Los estudiantes y

profesores se han visto afectados por la nueva situación, y algunos gobiernos

ya empiezan a tomar drásticas medidas, como es el caso de Francia, que

prohibió en julio de 2018 el uso de smartphones en los colegios en alumnos de

hasta 14-15 años.





Es cierto que desde siempre el ser humano ha vivido en un mundo sonoro. La

naturaleza habla y el ser humano la interpreta. Lo mismo sucede en la

sociedad actual, pero, en muchas ocasiones, debemos cambiar la palabra

naturaleza por ciudad. Se sobreentiende que la habilidad de escuchar es innata

al ser humano y que éste la va desarrollando a lo largo de su existencia.

Debemos tener en cuenta que para escuchar -y no sólo música- es necesario

tener en cuenta el silencio. Si analizamos cualquier obra musical veremos que

el silencio forma parte de ella tanto como otros elementos. John Cage constató

la importancia del silencio en la música con su obra 4'33 (1952). Ahora bien,

volviendo a la realidad que nos atañe, según la National Academy of Sciences

Report, España es el segundo país más ruidoso del mundo después de Japón.

La OMS y otros organismos oficiales advierten que la contaminación acústica

tiene consecuencias perjudiciales físicas, psicológicas y sociales para la salud

humana. Entre las físicas encontramos la aceleración de la respiración, el

aumento de la presión arterial, falta de coordinación, disminución de la visión

nocturna, aumento de fatiga, etc. Entre las psicológicas: estrés, insomnio,

irritabilidad, síntomas depresivos, falta de concentración, etc. De las sociales,

hay que destacar los problemas de comunicación y el consecuente aislamiento.

Por tanto, nos encontramos en una sociedad donde el silencio de cada vez

está menos presente y en la que muchas situaciones comunicativas se han

sustituido ya por mensajes de texto. ¿Cómo deben aprender, entonces, los

niños a escuchar? ¿Se enseña esta habilidad en la escuela o se aprende sola

en la calle? Es evidente que un buen maestro o profesor de música dentro de

las etapas de infantil, primaria y secundaria debería tratar el tema de la

audición en algún momento de su programación por el hecho de que es uno de

los contenidos marcados por currículum. Pero, teniendo en cuenta la poca

presencia que tiene la música en la escuela en España, ¿es esto suficiente?

En La música en la educación general (2005) la Confederación de

Asociaciones de Educación Musical de España (COAEM) analiza la situación

de la música en la educación general llegando a la conclusión de que la

presencia de ésta es insuficiente. En su propuesta consideran que en primaria

la asignatura de música debe pasar de 1 hora semanal a 2 y en la etapa de





secundaria la música debe estar presente en todos los cursos con un mínimo

de 2 horas semanales. De estas ideas se entregó un documento firmado con

fecha de 7 de mayo de 2005 al Ministerio de Educación y Ciencia, Consejo

Escolar de Estado, Consejerías de Educación de las CC.AA., consejos

escolares autonómicos, sindicatos de educación y AMPAs. Los datos referidos

a 2017 indican que la situación tampoco mejoró: el promedio de minutos

semanales que dedican las diferentes Comunidades Autónomas a la música en

educación primaria es de 58,06 según COAEM. Es una evidencia, entonces,

que con menos de 1 hora a la semana de clase de música los maestros y

profesores no pueden ocuparse del desarrollo del sentido auditivo de sus

alumnos.

El otorrinolaringólogo e investigador Alfred Tomatis “fue el primero en

demostrar que el feto humano percibe la voz de su madre a partir del cuarto

mes y medio de gestación” , según palabras de Herrero (2000). Pujol, Lavigne-

Rebillard y Uzile (citados por Munar Rosselló, Mas, Morente y Quetgles (2002)

en cambio, consideran que el oído está perfectamente capacitado para oír a

partir del sexto o séptimo mes, momento en el que ya aparecen las primeras

sinapsis consideradas maduras. Shaffer en su Psicología del desarrollo (2000)

afirma que los oídos del feto están perfectamente formados en al séptima

semana del embarazo pero que no es hacia el final del segundo trimestre

cuando los sentidos visual y auditivo son claramente funcionales. Como se

puede comprobar, existe diferencia de opiniones en cuanto a la fecha exacta

en que un no nacido es capaz de oír; aún así, lo que resulta evidente es que

todos los recién nacidos llegan a nuestro mundo con una experiencia auditiva

previa que han ido adquiriendo en los meses antes de nacer.

4. Beneficios del Canto Coral Infantil en la comunicación y en la

educación en general

Importantes pedagogos musicales como Dalcroze, Willems, Orff y Kodály entre

otros, defendieron en el II Congreso de la UNESCO celebrado en Copenhague





en 1958 la necesidad de revalorizar el papel de la música en la escuela. Para

ello, argumentaron que el canto es un medio excelente para desarrollar la

capacidad lingüística del niño; la práctica musical crea lazos afectivos y de

cooperación necesarios para la integración en el grupo; la música ayuda a

relajar al niño y es un recurso fantástico para desarrollar la sensibilidad

estética. Las nuevas corrientes pedagógico-musicales del siglo XX consideran

que el niño es el nuevo protagonista de su aprendizaje y que el profesor ha de

acompañarlo en este proceso progresivo. Además, la educación musical ha de

tener un carácter integral por lo que no pretende la formación de artistas, sino

educar a través de la música. Un ejemplo de ello es la tesis de Ferrer titulada El

canto coral infantil y juvenil educa en valores, hábitos y competencias donde

manifiesta el hecho de que la música, y en concreto el canto coral, es una

excelente herramienta para la educación integral de las personas. Además,

añade que:

"La música es un lenguaje de comunicación que nos acerca a los

demás" [...] Saber escuchar es el secreto de una buena interpretación, si

hablamos de música, pero también en la vida de todo ser humano es un

valor básico, i en el mundo en que vivimos, muy necesario "(2011:37-

39).

También afirma que algunos de los hábitos que enseña el canto coral son el de

la escucha atenta, la paciencia y el respeto, cualidades indispensables para la

comunicación y el bienestar social en general.

Gordon (1927-2015), reconocido músico, pedagogo, investigador, profesor,

autor, editor y conferenciante estadounidense, publicó en 2007 Learning

Sequences in Music: Skill, Content, and Patterns, donde se explica su Music

Learning Theory, teoría sobre el aprendizaje musical en la que el alumno debe

ir desarrollando su audiation, base de la aptitud musical. Gordon postula que

todos los niños pueden desarrollar su capacidad musical en mayor o menor

medida y que para ello es necesario empezar a acunar al niño en un entorno

musical rico lo antes posible. Dicho acercamiento a la música ayudará

entonces al niño a desarrollar de manera más eficiente sus habilidades





comunicativas, por el hecho de que su audición está continuamente

estimulada, lo que provoca que el bebé experimente con los sonidos pasando

por las etapas de absorción, respuesta inconsciente y respuesta intencionada.

Kodály, músico y pedagogo húngaro de renombre internacional, confiesa que

la educación musical de un niño debe empezar nueve meses antes del

nacimiento de su madre. Casas en Música…¡Cuánto antes mejor! afirma que

aunque en nuestro país no valoramos el papel de la música, ésta es una puerta

al conocimiento y a una mayor felicidad. Además, añade:

“En el hemisferio cerebral derecho residen nuestras capacidades musicales,

junto con las visuales y las espaciales. Desarrollándolas, se logra una

evolución armónica y equilibrada, además de formar una estructura “pre-lógica”

que facilitará aprendizajes posteriores. […] El aprendizaje temprano de la

música aporta tantas ventajas, que se ha convertido en asignatura

imprescindible en los más innovadores sistemas pedagógicos.” (2006:171)

Desde el punto de vista neurológico, Despins (2009) afirma que la música es

una actividad que trabaja los dos hemisferios del cerebro a la vez y Schneider

(2002) confiesa en un artículo de la Nature Neuroscience en el que compara la

corteza cerebral de 12 no músicos, 12 músicos profesionales y 13 músicos

aficionados que los músicos tienen un 130% más de materia gris y una mayor

actividad cerebral en la circunvolución temporal transversal de Hersch, zona

que se encarga de la apreciación musical, frente a los no músicos. El grupo de

Schneider afirma entonces que la práctica musical influye en la plasticidad del

cerebro. Pero, ¿podría influir este mayor volumen de corteza cerebral de los

músicos en los resultados académicos? Andreu (2008) realiza en su estudio un

Análisis del resultado de las pruebas de competencias básicas de los alumnos

de primaria del CEPSA Oriol Martorell de Barcelona que estudian música,

centro público integrado, en el que concluye después de realizar diferentes

pruebas específicas por competencias a distintos grupos de alumnos por

cursos, que los estudiantes de música obtienen mejores resultados que los que

no la estudian, destacando el área de matemáticas. Una segunda fase de la

investigación propuesta por Andreu sería analizar cuáles son los procedimientos

didácticos que se trabajan en las materias de música que pueden ayudar a





desarrollar competencias concretas. En este sentido, Ferrer (2011) constata

que la práctica del canto coral (una formación obligatoria para todos los

alumnos que estudian música) trabaja la memoria, la concentración, el análisis,

la reproducción, la coordinación, la improvisación, la capacidad crítica, la

relación y la cooperación, por ejemplo cuando el maestro o director canta un

fragmento musical y los alumnos deben repetirlo teniendo en cuenta todas sus

características, añadiendo movimiento a las diferentes frases musicales, en

muchos casos interpretando a su vez los símbolos de una partitura y teniendo

en cuenta que lo que se persigue es un sonido característico grupal y no

individual, por lo que es indispensable tener en cuenta los compañeros. Des de

un punto de vista musical se trabaja la afinación, el ritmo, la harmonía, las

dinámicas, el fraseo, la actitud corporal, etc., todo sin tener unos resultados

inminentes. Cabe ser perseverante, trabajador y paciente para poder llegar a

notar los resultados, virtudes en las que se educan todos los cantantes, sean o

no profesionales o experimentados. En referencia a la comunicación, Ferrer

añade lo siguiente:

“El hecho de cantar supone y presupone, ya de entrada, que establece una

comunicación con y entre los otros componentes del corazón y con y entre el

director o la directora. Esta acción, que en un principio sería tan simple como el

hecho de cantar, está directamente y / o indirectamente trabajando la

competencia de la comunicación. Si, además, añadimos que cantar en grupo

tiene una proyección natural que pasa de ir desde dentro del grupo (ensayos)

fuera del grupo (conciertos) la comunicación se retroalimenta, ya que das y

recibes sin que en un principio sea este el objetivo propuesto. La comunicación

sigue un círculo que se abre y después del recorrido se cierra.” (2011:137).

Teniendo en cuenta a los compañeros se desarrolla entonces la parte social

que va ligada a la música. Al aprender música, los niños aprenden a trabajar en

equipo ya que en un coro, orquestra o banda, el resultado del todo es lo que

importa. De nada sirve que un músico sepa tocar o cantar muy bien si no es

capaz de ajustarse a lo realizado por sus compañeros y a las exigencias del

director. Venezuela ha desarrollado en los últimos años un modelo pedagógico

de inclusión social a través de la música. El Sistema de Orquestras Infantiles y





Juveniles fue impulsado en 1975 por el maestro José Antonio Abreu con el

objetivo de: “formar una orquesta juvenil que no sólo se dedicaría a dar

conciertos, sino que estaría destinada a cumplir una misión en la sociedad

venezolana: transformar a través de la práctica colectiva la educación musical

en el país” (Verhagen, Panigada, Morales, 2016).

En Venezuela, a principios del siglo XX la enseñanza musical estaba sólo

presente en conservatorios o escuelas de música destinadas a los altos niveles

de la sociedad y enfocada a una formación individual del alumno, siguiendo

modelos clásicos europeos. El Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles

revoluciona la educación social del país por el hecho de que ofrece a todos los

niños la posibilidad de estudiar música desde la iniciación musical hasta un

nivel profesional. Los alumnos acuden a los núcleos, espacios donde se ofrece

una formación musical de base gratuita y de alta calidad, que potencia la

capacidades intelectuales, espirituales y de integración social. Dicha iniciativa,

apoyada por el gobierno venezolano, ha logrado crear importantes orquestas

regionales semi-profesionales y profesionales nacionales, como es el caso de

la mundialmente conocida Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela.

Hurtado (2011), fundador en 1982 y principal director de la Coral Allegro ONCE

de Valencia, presenta diferentes trabajos en los que aborda el acto de cantar

en coro como herramienta para el desarrollo social y personal. La Coral Allegro,

fundada desde un colegio de educación especial constituye un perfecto

ejemplo de la capacidad inclusiva y socializadora de la música en España.

Son muchos los artículos publicados que hablan de los beneficios de la música

en el desarrollo infantil. Pérez-Aldeguer (2014) en El canto coral: una mirada

interdisciplinar desde la educación musical afirma que el canto coral es capaz

de modificar la conducta de una persona . Dicho autor hace una “revisión de la

literatura sobre los diferentes estudios abordados desde y a través del canto

coral” (Pérez-Aldeguer, 2014: 390) con la intención de demostrar que el canto

coral ha servido para desarrollar o mejorar aspectos de la educación, la

medicina y la psicología. Entre los estudios citados por Pérez-Aldeguer,

estacamos el de Carminatti y Krug (2010) en el que las autoras investigaron las





diferencias existentes en cuanto a las habilidades sociales entre adolescentes

que cantan en un coro y los que no lo hacen. “Los resultados manifiestan que

la práctica del canto coral repercute en varios momentos y contextos de sus

vidas, generando sentimientos y oportunidades, además de promover el

desempeño de diferentes habilidades”. (Pérez-Aldeguer, 2010: 393)

Manuel Borgunyó, compositor, director coral y maestro, considera la canción en

la escuela como un elemento básico para la formación de la sensibilidad

musical del niño. Medina (2015) cita las palabras de Borgunyó y añade que, a

demás, la canción sirve para promover la memorización y fomentar la

creatividad.

5. Conclusiones

Bueno (2018), doctor en biología especializado en la genética del desarrollo y

la neurociencia, afirma que hay que dar a la música, la plástica y la educación

física la categoría de asignaturas troncales y construir las demás asignaturas

partiendo de estas tres. Bueno considera que las asignaturas que trabajan las

capacidades artísticas y corporales permiten a los alumnos desarrollar de

manera fácil y natural ciertas capacidades que después les serán útiles para

otras asignaturas como las lenguas o las matemáticas.

La música en general y el canto coral en particular favorecen el desarrollo de

las habilidades que intervienen en la comunicación, a partir del trabajo

directamente relacionado con las lenguas o idiomas -un buen director de coro

explicará a sus cantantes el significado del texto que se está cantando si éste

no está en el idioma de comunicación del coro, trabajando también el

vocabulario, la pronunciación y la dicción del texto-, el cuidado de la voz para

crecer con una voz sana –una de las asignaturas olvidadas en la educación

infantil, primaria y secundaria- y la socialización que provoca el canto colectivo,

trabajando a la vez individualmente y en conjunto para la consecución de un

objetivo común.





En definitiva, y teniendo en cuenta todo lo expuesto anteriormente, se puede

afirmar que el canto coral infantil es una actividad que favorece o ayuda en el

desarrollo de la comunicación, la socialización y el lenguaje en niños y jóvenes,

aportando herramientas, habilidades y estrategias a todo aquel que lo practica

de forma continuada. Debería entonces no ser una asignatura relegada al

currículum de los estudios de régimen especial de música en los conservatorios

o escuelas de música, sino que debería formar parte de la educación formal de

todos los alumnos teniendo una presencia propia en las escuelas.

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El Canto Coral Infantil como herramienta para mejorar la...

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