El camino hacia el libro electrónico - El profesional de … · tirán delimitar el concepto y...

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El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002 52 El camino hacia el libro electrónico Por Ricardo Eíto Brun LA EDICIÓN EN FORMA- TO DIGITAL nos acompaña desde hace años. Primero la tec- nología cd-rom y posteriormente la difusión de internet impulsa- ron en gran medida las técnicas de publicación electrónica, per- mitiéndonos familiarizarnos con un nuevo medio para distribuir y acceder a la información. A día de hoy son manifiestas tanto sus ventajas como desventajas frente a la edición tradicional en papel. Entre las primeras se encuentra la reducción del espacio físico ne- cesario para almacenar las colec- ciones, disponer de opciones de búsqueda en el texto completo y la posibilidad de que los proveedores de contenidos actualicen las obras en tiempo real, frente al tiempo y costes necesarios para hacerlo con una obra en papel. Su principal des- ventaja la encontramos en la difi- cultad que supo- ne leer en una pantalla, frente a la mayor como- didad que nos ofrece el papel impreso. Así, la edi- ción electrónica se ha consolida- do en la publi- cación de obras de referencia (diccionarios, enci- clopedias, etc.) que requieren dar respuesta a consultas puntuales. Valga como ejemplo el hecho de que las ventas de Encarta de Mi- crosoft superen ampliamente al resto de enciclopedias comerciali- zadas en papel. Por otra parte, la edición elec- trónica está logrando un papel pre- dominante en la publicación de re- vistas científico-técnicas, al ser és- ta un área en la que se pre- cisa reducir el tiempo que transcurre en- tre la concep- ción de una teoría o la comproba- ción empírica de un descu- brimiento científico y su posterior difusión a la comunidad científica. Sin embargo, y a pesar de sus claras ventajas, aún existen asigna- turas pendientes en la definición del mercado de la edición electró- nica. Algunos editores de revistas científicas dan a la versión electró- nica de sus títulos un tratamiento “secundario” en comparación con la impresa; y no es del todo habi- tual que las bibliotecas ofrezcan la Ricardo Eíto Brun, licenciado en Docu- mentación, desa- rrolla su actividad profesional en el área de la tecnolo- gía, gestión de cali- dad y desarrollo de software. Es autor del libro Programa- ción con XML, pu- blicado por Anaya Multimedia.

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El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 200252

El camino hacia el libro electrónicoPor Ricardo Eíto Brun

LA EDICIÓN EN FORMA-TO DIGITAL nos acompañadesde hace años. Primero la tec-nología cd-rom y posteriormentela difusión de internet impulsa-ron en gran medida las técnicasde publicación electrónica, per-mitiéndonos familiarizarnos conun nuevo medio para distribuir yacceder a la información. A díade hoy son manifiestas tanto susventajas como desventajas frentea la edición tradicional en papel.

Entre las primeras se encuentrala reducción del espacio físico ne-cesario para almacenar las colec-ciones, disponer de opciones debúsqueda en el texto completo y laposibilidad de que los proveedoresde contenidos actualicen las obrasen tiempo real, frente al tiempo ycostes necesarios para hacerlo conuna obra en papel. Su principal des-ventaja la encontramos en la difi-

cultad que supo-ne leer en unapantalla, frente ala mayor como-didad que nosofrece el papelimpreso.

Así, la edi-ción electrónicase ha consolida-do en la publi-cación de obrasde referencia (diccionarios, enci-clopedias, etc.) que requieren darrespuesta a consultas puntuales.Valga como ejemplo el hecho deque las ventas de Encarta de Mi-crosoft superen ampliamente alresto de enciclopedias comerciali-zadas en papel.

Por otra parte, la edición elec-trónica está logrando un papel pre-dominante en la publicación de re-vistas científico-técnicas, al ser és-

ta un área enla que se pre-cisa reducir eltiempo quetranscurre en-tre la concep-ción de unateoría o lac o m p r o b a -ción empíricade un descu-b r i m i e n t o

científico y su posterior difusión ala comunidad científica.

Sin embargo, y a pesar de susclaras ventajas, aún existen asigna-turas pendientes en la definicióndel mercado de la edición electró-nica. Algunos editores de revistascientíficas dan a la versión electró-nica de sus títulos un tratamiento“secundario” en comparación conla impresa; y no es del todo habi-tual que las bibliotecas ofrezcan la

Ricardo Eíto Brun,licenciado en Docu-mentación, desa-rrolla su actividadprofesional en elárea de la tecnolo-gía, gestión de cali-dad y desarrollo desoftware. Es autordel libro Programa-ción con XML, pu-blicado por AnayaMultimedia.

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Ricardo Eíto Brun

posibilidad de acceder a publica-ciones digitales con la misma faci-lidad con que lo hacemos a las ver-siones en papel.

La problemática relacionadacon la disponibilidad y tratamientode materiales en formato electróni-co junto a los modelos para su co-mercialización y fijación de pre-cios, son un tema aún por resolver,que queda fuera del alcance de es-te artículo.

¿Y el libro?

Dentro de las actividades edi-toriales, entre las que englobaría-mos la edición de obras de referen-cia y revistas científicas, el futurodel libro y la posibilidad de su dis-tribución en formato digital ha per-manecido como una incógnita, re-sultando difícil decantarse sobre suviabilidad en el futuro. Eran fre-cuentes los siguientes interro-gantes: ¿tendría sentido un libro enformato electrónico?, ¿cuál será suaceptación?, ¿en qué medida puedeafectar a la rentabilidad del sectoreditorial?, ¿es un modelo de nego-cio viable?

Su definición, tanto desde unaperspectiva técnica, conceptual,como de mercado, era un puntoabierto y difuso, pero a lo largo delúltimo año se ha comenzado a es-clarecer.

Diferentes empresas, y entreellas la todopoderosa Microsoft,han puesto en marcha sólidas ini-ciativas encaminadas hacia la con-ceptualización del libro electrónicoy la superación de las limitacionesinherentes al formato digital comola dificultad de leer en una pantalla.

«La edición electróni-ca se ha consolidado

en la edición deobras de referencia(diccionarios, enci-clopedias, etc.) querequieren dar res-puesta a consultas

puntuales»

Utilizamos el término concep-tualización ya que la primera pre-gunta que debemos hacernos es:¿en qué consiste un libro electróni-co?, ¿a qué nos estamos refiriendoexactamente cuando utilizamos es-te término?

El libro electrónico

El término libro electrónico(en adelante libro-e) se viene utili-zando con un doble significado.Así, se usa para hacer referencia acontenidos disponibles en formatodigital y no legibles directamentepor el ser humano sin la mediación

de un ordenador o un dispositivoque permita su lectura. Por otraparte se utiliza para nombrar aunos dispositivos portátiles, simi-lares a un ordenador, diseñados ex-presamente para permitir la lecturade contenidos en formato digital,emulando la forma y dimensionesde un libro convencional.

Esto hace que nos encontremoscon distintas ideas sobre qué es unlibro-e, si bien estas propuestascomparten diferentes caracterís-ticas que nos permiten hablar de unmarco o contexto común. De aquíen adelante utilizaremos dicho tér-mino para referirnos a los materia-les (o contenidos) disponibles enformato digital, y dispositivos de-dicados para hacer referencia a losaparatos que permiten su lectura.

Esto conlleva que existan dis-tintos modelos de libro-e, que pre-sentan diferencias pero que tam-bién comparten características co-munes. Veamos algunas de ellas.

El libro-e desde laperspectiva del lector

Con independencia del hard-ware o del software que se utilicepara leerlo (ordenadores de sobre-mesa, portátiles, de bolsillo o dis-positivos dedicados) hay una seriede funciones comunes a las diver-

Sección de venta de libros-e de amazon.com

Un libro-e para el ordenador de bolsilloPalm

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El camino hacia el libro electrónico

sas formas de libro-e a las que nosestamos refiriendo, que nos permi-tirán delimitar el concepto y evitarconfusiones con otros procedi-mientos de distribución de conteni-dos en formato electrónico.

Estas características afectan ala manera en la que se obtienen loslibros-e, la forma en que se nospresenta la información y los me-canismos que se nos ofrecen parainteractuar con ellos.

Obtención de libros-eEn relación con el primer pun-

to, los distintos modelos coincidenen que un libro-e es un único ar-chivo de ordenador que, salvo encontadas excepciones, no se distri-buye en disquetes o en cd-rom, si-no que se descarga directamente deun sitio web a través de una cone-xión internet.

Una vez bajado, sólo se podráabrir en el equipo hardware al quese descargó, para evitar así la copiafraudulenta y proteger los derechosde copia establecidos por su editoro autor. Pero la protección no sóloestá pensada para ambos casos: latecnología asociada al libro-e y elmodelo de negocio propuesto habi-tualmente también protege al lec-tor de la posible pérdida, robo, odestrucción accidental del libro-e,

de forma que una vez adquirido ydescargado será posible hacerlotantas veces como fuese necesariodel sitio web del proveedor, sin ne-cesidad de volver a pagar por él.

«El futuro del libro-ey la posibilidad de sudistribución en for-mato digital ha per-manecido como una

incógnita, y resultabadifícil decantarse so-bre su viabilidad en

el futuro»

Este modelo, que inicialmenteparecía iba a ser una pauta comúnentre los distintos proveedores, nose está aplicando con homogenei-dad. Así, la librería online Palm Di-gital Media sí garantiza la descargatantas veces como sea preciso de unmaterial por el que hemos pagado,mientras que Amazon.com limitaeste período a los sesenta días pos-teriores a la fecha de la compra.

Colecciones personales

Un segundo requisito común alos distintos modelos es la posibili-dad de gestionar un directorio contodos aquellos libros-e disponiblesen nuestro ordenador o dispositivode lectura, consistente en un lista-

do con todos los que nos hemosdescargado. La lista se podrá orde-nar atendiendo a varios criterios y,en algunos casos, se podrán reali-zar búsquedas de palabras o com-binaciones de ellas en el textocompleto de toda la colección.

Leer un libro-eLos diferentes modelos se ca-

racterizan por ofrecer una interfazsimple que emula la sencillez de unlibro impreso, consistente en unapantalla en la que se omiten loscontroles característicos de losprogramas informáticos: barras demenú, botones, etc. El objetivo esreducir al máximo la dificultad demanejo y evitar cualquier comple-jidad adicional e innecesaria quepueda entorpecer el proceso de lec-tura.

Además de hacer ésta posible,la interfaz debe permitir al lector laadición de marcadores de páginasy notas, destacar pasajes específi-cos, buscar palabras en el textocompleto y consultar diccionariosintegrados con el software lector.

En cualquier caso, la similitudcon el libro impreso debe ser lamáxima posible. En consecuencia,a diferencia de lo que sucede conlas páginas web u otros entornos depublicación electrónica, en el li-bro-e se omiten las barras de des-plazamiento vertical para evitarque el usuario tenga que “despla-zarse” para ver el contenido de unapágina, siendo posible que el soft-ware lector reajuste la paginacióndel libro dependiendo del tamañode letra por el que se opte.

Otras funciones, como pasar deuna página a otra, se pueden reali-

veintinueve.com, la respuesta del Grupo Planeta al libro-e

Los dispositivos dedicados Reb1100 yReb1200

El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 200256

Ricardo Eíto Brun

zar haciendo clic en un icono, pul-sando un botón o moviendo unaruedecilla en el caso de los disposi-tivos dedicados. Todos los fabri-cantes han optado por evitar cual-quier similitud con una aplicacióninformática convencional.

Los dispositivosdedicados

Como hemos indicado al co-mienzo del artículo, con el términolibro-e se hace referencia tanto alos contenidos disponibles en for-mato digital como a unos dispositi-vos hardware dedicados cuya úni-ca función es facilitar la lectura demateriales en formato electrónico.

«Microsoft ha puestoen marcha sólidasiniciativas hacia la

conceptualización dellibro electrónico y lasuperación de las li-mitaciones inheren-tes al formato digitaly de las dificultades

para leer en dispositi-vos electrónicos»

Ésta fue una de las primerasaproximaciones hacia la distribu-ción de libros en formato digital, yasí, entre sus principales impulso-res se encuentran los fabricantes dedichos dispositivos, como SoftBo-ok Press y Nuvomedia, éste últimoel desarrollador del popular Roc-ket-eBook.

Ambas empresas los introdu-jeron en 1998 y, desde esa fecha,consolidaron una importante redde acuerdos con editoriales comoSimon and Schuster, Harper Co-llins o McGraw Hill entre otras. Enlos dos casos se adoptó como basepara la codificación de libros ellenguaje html y la especificaciónOebps (Open e-book publicationstructure), en cuyo desarrollo am-bas compañías desempeñaron unpapel predominante.

La batalla entre Nuvomedia ySoftBook Press para hacerse con lasupremacía en la comercializaciónde dispositivos dedicados se cerróen enero del año 2000. En esa fe-cha, la empresa de comunicaciónGemstar-TV Guide adquirió ambascompañías para formar GemstareBook Group Limited. Esta nuevaorganización hizo públicos los pri-meros resultados de su investiga-ción en gestión de derechos de co-pia durante el mes de octubre, ven-diendo licencias de la tecnologíapara libros-e a Thomson Multime-dia, que, bajo el nombre de RCA,pasó a ser la encargada de comer-cializar los nuevos procedimientosde lectura Reb1100 y Reb1200, queestaban destinados a sustituir defi-nitivamente a Rocket eBook y aSoftBook reader.

Reb1100 y Reb1200

Los podríamos denominar “or-denadores de propósito dedicado”.Únicamente permiten leer libros-een un formato propietario de RCA.

Reb1100 ofrece una indepen-dencia de entre 20 y 40 horas, mó-dem interno con una velocidad de33,6 Kbps y pantalla monocolor,con un precio en torno a los 300US$. Reb1200 es un modelo másavanzado: incorpora una tarjeta de

red Ethernet, módem de 56 Kbps ypantalla en color. Su precio se sitúaen los 700 US$.

En los dos casos, disponer deun módem integrado permite com-prar y descargar libros-e de inter-net desde el propio dispositivo.Además, tanto uno como otro com-parten características comunes:amplia capacidad de almacena-miento, legibilidad superior a la deun monitor convencional, pantallasensible al tacto, diccionario inte-grado, búsqueda en el texto com-pleto del libro, mecanismos de edi-ción básicos (marcadores, subraya-dos y notas) y tamaño de letra per-sonalizable.

Pero según RCA, la principalventaja de los dispositivos dedica-dos frente a la lectura de libros-een ordenadores de sobremesa, por-tátiles o de bolsillo, consiste en quese puede garantizar una mayor pro-tección de los derechos de autor yeditor. Los libros-e para estos apa-ratos sólo pueden leerse desdeaquel desde el cual se descargaron,pues no permiten copiar o moverlos archivos.

Actualmente es posible com-prar libros-e para los dispositivosRCA en las librerías online barne-sandnoble.com, powells.com y através de Gemstar. Amazon.com

Página de un libro-e abierto con MicrosoftReader

La biblioteca personal de Microsoft Readermuestra los libros disponibles en nuestro

ordenador

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El camino hacia el libro electrónico

aún no comercializa nada para es-tos mecanismos de lectura. Res-pecto a su difusión en Europa,RCA ha iniciado sus actividades enFrancia, Alemania y Reino Unido.

Para concluir el apartado dedi-cado a Gemstar-TV y RCA, señala-remos que esta empresa tiene dere-chos para la edición electrónica demás de cinco mil títulos así comode publicaciones periódicas de pri-mera línea como Time, Newsweeko Fortune.

Dispositivos dedicados yla protección de

derechos

El mecanismo que se utilizapara garantizar la seguridad podríadescribirse de la siguiente forma:todos los libros-e se encuentran, apriori, encriptados y disponen deuna clave común para desencriptarsu contenido. Cuando un lector so-licita uno en concreto, la clave deencriptación es a su vez encriptadasegún una clave única asociada aldispositivo de lectura. Cuando seproduce la descarga se obtiene sucontenido encriptado y la clave quepermite decodificarlo.

La clave asociada al dispositi-vo no puede copiarse ni reenviarseya que con un dispositivo dedicado

no es posible realizar este tipo deacciones, contrariamente a lo quesucede con un ordenador personalo de bolsillo. RCA refuerza su es-trategia de protección de los dere-chos de copia con una desencripta-ción progresiva del contenido dellibro-e. Esto hace que se desen-cripte a medida que se va leyendo,por lo que en ningún momento sedispone de ambas copias: la codifi-cada y la que no lo está.

Franklin Publishing y sueBookMan

No podemos cerrar el apartadoreferido a los terminales dedicadossin hacer una mención a la empre-sa norteamericana Franklin Pu-blishing y a su dispositivo eBook-Man. Esta compañía ha tratado deposicionarse en distintos frentesdentro de la guerra del libro-e. Co-mercializa un lector para ordena-dores de bolsillo Palm Pilot: Fran-klin reader, y cuenta con una im-portante tradición en la edición delibros-e basados en tarjetas para sudispositivo eBookManager, que nodebe confundirse con el más re-ciente eBookMan.

Con eBookManager los libros-e se distribuyen en forma de tar-jetas llamadas BookCards. El lec-tor debe descargar un título del si-

tio web de la empresa y grabarlo enuna tarjeta utilizando el programaBookMan Writer. El precio de cadauna se sitúa en 12 US$, y el delprograma de grabación en torno alos 50 US$. Este modelo, utilizadohasta la fecha por Franklin Publis-hing, resulta costoso y un tanto in-cómodo para los lectores de libros-e, por lo que no podríamos asegu-rar su futuro ni a corto plazo.

«El término libroelectrónico se vieneutilizando con un do-ble significado: con-tenidos en formato

digital y dispositivosdedicados para su

lectura»

eBookMan representa la conti-nuidad y la evolución del modelode libros-e basados en tarjetas pro-puesto por Franklin Publishing.Este lector, con un precio próximoa los 130 US$ y por lo tanto máseconómico que las ofertas de RCA,incorpora funciones adicionalescomo: una agenda electrónica (quepuede sincronizarse con el sistemade mensajería Microsoft Outlook),descarga de contenidos, audiciónde archivos mp3, cuaderno de no-tas y grabación de voz utilizandouna tecnología desarrollada por laempresa belga L&H, con lo quepuede considerarse a medio cami-no entre un ordenador de bolsillo opda (personal o pocket digital as-sistant) y un lector de libros-e.

Estos puntos lo convierten enuna propuesta interesante. Sin em-bargo, queda aún pendiente unaconceptualización definitiva delmodelo de lector y de libro-e, laanunciada adopción de MicrosoftReader como software lector y loscanales de distribución de su dis-positivo.

Libros-e para el pcPero la creciente atención que

recibe en los últimos meses el li-

Microsoft Reader permite añadiranotaciones, marcadores y subrayados a un

libro-e

Desde Microsoft Reader podemosconectarnos a una librería y descargar

libros-e a nuestro ordenador

El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 200258

Ricardo Eíto Brun

bro-e no se debe a la disponibilidadde los dispositivos dedicados des-critos en los apartados anteriores.De hecho, la oferta de RCA ha te-nido una mínima o nula repercu-sión en nuestro país, que de mo-mento queda al margen del proce-so de expansión de esta empresa.

El hecho de que cada día ha-blemos más sobre estas edicionesdigitales se debe a los modelos delibro-e propuestos para ser leídospor ordenadores personales (seande sobremesa o portátiles) y debolsillo (pda y pocket pc), así co-mo a los avances tecnológicos eneste área.

Los desarrollos a los que nosreferimos están relacionados con lamayor legibilidad de los caracterestipográficos utilizados en los li-bros-e y en las propuestas lanzadaspor Microsoft y Adobe.

En este modelo el lector necesi-tará un programa informático quele permita descargar, leer e interac-tuar con los libros-e. En el momen-to actual son dos las principales op-ciones de las que disponemos a lahora de elegir un programa lector:

—Microsoft Reader: presenta-do en abril del año 2000 para orde-nadores de bolsillo pocket pc; dis-ponible para ordenadores persona-les y portátiles con sistema operati-vo Windows desde agosto de esemismo año.

—Adobe Acrobat e-book rea-der: es el resultado de la evolucióndel lector Glassbook reader, unpionero en este contexto.

Microsoft ReaderLa apuesta en firme de Micro-

soft para liderar el panorama del li-bro-e se basa en este programa lec-tor y en la tecnología ClearType.Con esta aplicación es posible leere interactuar con libros-e en forma-to lit, un formato binario propieta-rio de Microsoft basado en la espe-cificación Oebps del Open eBookForum. El archivo *.lit contiene

todos los componentes (texto, imá-genes, etc.) que conforman el li-bro-e.

El lector podrá descargarlos eneste formato conectándose a libre-rías o bibliotecas online y gestio-nar una biblioteca personal llama-da Microsoft Reader library en laque se muestran todos aquellos quehayan sido copiados en el directo-rio C:\Mis documentos\My booksdel ordenador.

Las otras funciones caracterís-ticas de estos lectores también es-tán disponibles en Microsoft Rea-der, siendo posible anotar, subra-

yar y añadir marcadores a los li-bros, buscar palabras en su textocompleto, consultar un diccionario(en este caso el Encarta pocket dic-tionary), copiar texto del libro alportapapeles de Windows, cambiarel tamaño de la letra, moverse auna página específica o consultarun índice con todas las anotacio-nes, marcadores o subrayados quese hayan añadido. Sin embargo, nopermite imprimir páginas, girarlaso buscar en el texto completo demás de un libro.

«Con independenciadel hardware o del

software que se utili-ce para leer un li-

bro–e hay una seriede funciones comu-nes a sus distintas

formas»

Actualmente se encuentra dis-ponible para ordenadores pc conWindows y para los pocket pc consistema operativo Windows CE.

Microsoft ha establecido rela-ciones estratégicas con compañíaseditoriales y librerías online comoBarnes and Noble, Mondadori,Penguin Books o Grupo Planetapara la difusión de su tecnología.

El lector de libros-e de Adobe ofrece unentorno gráfico sofisticado, con funciones

similares a las de Microsoft Reader

Adobe Acrobat e-book reader permite ver simultáneamente dos páginas

59El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002

El camino hacia el libro electrónico

ClearType

Microsoft Reader ofrece la so-lución a un problema tradicionalen la edición electrónica: la dificul-tad de leer en una pantalla de orde-nador. Éste constituye, según Mi-crosoft, el principal obstáculo quedeben superar los libros-e paraconsolidarse como una alternativaal impreso y resultar apetecibles alos lectores.

«SoftBook Press yNuvomedia introdu-jeron sus dispositi-vos dedicados en

1998 y, desde esa fe-cha consolidaron

una red de acuerdoscon importantes edi-

toriales»

Para mejorar la legibilidad enpantalla, el grupo dedicado a la in-vestigación dentro de este contextoen Microsoft ha desarrollado la tec-nología ClearType, que mejoraconsiderablemente la presentaciónde los caracteres tipográficos hastasituarla próxima a la calidad y legi-bilidad de la letra impresa. Ade-más, también ofrece la posibilidadde adaptar su tamaño al espaciodisponible en la pantalla del dispo-

sitivo de lectura, sin que estos rea-justes afecten a la calidad de la pre-sentación.

Se basa en la técnica de color-antialiasing, en la cual se tratan loscomponentes rgb (red, green, blue)de cada píxel, como si se formarande un único píxel. Las ventajas sehacen manifiestas en pantallas decristal líquido (lcd), que encontra-mos en ordenadores portátiles, debolsillo y dispositivos dedicados.En los monitores tradicionales delos equipos de sobremesa, de tipocrt (tubo de rayos catódicos), lasventajas no son tan evidentes, ya

que se utiliza otra tecnología parala representación de la imagen.

Crear libros-e paraMicrosoft Reader

Microsoft proporciona dos he-rramientas gratuitas para la crea-ción de libros electrónicos en lit:por una parte, el programa de con-versión Microsoft Reader add-inpara Microsoft Word 2000 permiteconvertir documentos escritos conesta aplicación a dicho formato.

Por otra, el Microsoft Readercontent SDK 1.5, que consiste enarchivos dll (dynamic link libra-ries) que posibilitan desarrollarprogramas de conversión a lit paraotras aplicaciones de autoedición ytratamiento de textos utilizando ellenguaje de programación C++.

Además de estas utilidades fa-cilitadas directamente por Micro-soft, la empresa ReaderWorks.comdistribuye gratuitamente otras quepermiten convertir a formato lit ar-chivos html o texto plano con imá-genes gif, jpg o png. Reader-Works.com ofrece una versión delibre distribución y otra comercialque amplía la funcionalidad de laanterior. Una vez creado el libro-e,es necesaria su distribución segura.Para ello, Microsoft comercializael programa Das (Digital assetsserver).

Adobe Acrobat e-bookreader

Adobe ya había alcanzado unpapel predominante en el desarro-llo de tecnologías relacionadas conla distribución de documentos enformato electrónico mucho antesde la irrupción de los libros-e en elaño 1998.

Su entrada “oficial” en esteárea no se produjo hasta el 28 deagosto de 2000, fecha en la que hi-zo pública la compra de Glassbo-ok, que había sido hasta entoncesuna de las empresas pioneras en elpanorama que nos ocupa.

Los lectores de libros-e integran undiccionario que se puede consultar en

cualquier momento

Adobe Acrobat e-book reader también permite acceder a librerías online en las que descargary comprar libros-e sin salir del programa lector

El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 200260

Ricardo Eíto Brun

Glassbook, fundada y presidi-da por Len Kawell, uno de loscreadores de Lotus Notes, comen-zó su actividad en abril de 1999con el objetivo de ofrecer a las em-presas editoriales un conjunto deaplicaciones informáticas que fa-cilitasen la distribución y comer-cialización segura de libros-e através de internet.

«En enero de 2000 laempresa de comuni-cación Gemstar-TV

Guide adquirió aSoftBook Press y

Nuvomedia para for-mar la empresaGemstar eBookGroup Limited»

Glassbook desarrolló junto conAdobe el lector Glassbook reader,cuya versión para Windows se co-menzó a distribuir gratuitamenteen diciembre del año 2000, acom-pañado por una colección de li-bros-e gratuitos. Un mes más tardeeste software lector podía descar-garse desde la librería online bar-nesandnoble.com.

Glassbook reader adoptó elformato pdf para la distribución delibros-e, e incorporó un dicciona-rio, concretamente la tercera edi-ción del American heritage dictio-nary of the English language, deforma que los lectores podían con-sultar el significado de una palabrahaciendo doble clic sobre ella.

Antes de lanzar su software delectura, Glassbook había estableci-do sólidas relaciones estratégicascon empresas editoriales y libreríasonline. A las ya citadas Adobe yBarnes and Noble hay que añadirHewlett Packard (que invirtió unasuma próxima a los dos millones ymedio de US$ en septiembre de1999), Amazon (que distribuyó ellibro Riding the Bullet de StephenKing en formato pdf para el lectorGlassbook reader), NetLibrary, lalibrería inglesa WaterStone o el

diario argentino Clarín, que publi-có la versión para Glassbook rea-der de la novela La resistencia, deErnesto Sábato, días antes de supublicación en papel.

Glassbook ofreció su lectorgratuitamente, aunque también secomercializaba por unos 40 US$una versión más avanzada (Glass-book plus reader) que incorporabafunciones adicionales como la po-sibilidad de prestar libros a otrousuario registrado de Glassbookreader o la consulta al diccionario(opción que se eliminó de la edi-ción gratuita).

El lector de Glassbook (ahorarenombrado Adobe Acrobat e-bookreader), presenta unas caracterís-ticas similares a Microsoft Readery a Acrobat reader para documen-tos pdf, si bien se han omitido lasbarras de menús y de herramientasde este último, logrando una inter-faz más intuitiva y fácil de utilizar.La versión actual de este programaes la 2.2.

De la misma forma que conMicrosoft Reader, Adobe Acrobate-book reader permite añadir ano-taciones y marcadores, subrayartexto, gestionar los libros-e de labiblioteca personal y establecerconexiones con librerías onlinedesde las que se puede comprar ydescargar nuevos títulos.

Las principales diferencias en-tre los lectores de Adobe y Micro-soft estriban en que el primero per-mite girar las páginas, ver dos si-multáneamente e imprimir el libro-e total o parcialmente o inclusoprestarlo por un periodo de tiempoal usuario de otro lector. Estas últi-mas funcionalidades dependeránde los privilegios establecidos porel editor en el momento de publi-carlo.

«La apuesta de Mi-crosoft para liderarel panorama del li-

bro-e se fundamentaen el programa lector

Microsoft Reader yen la tecnología

ClearType»

Adobe Acrobat e-book readersirve para leer libros-e no sólo enformato pdf, sino también cual-quier archivo pdf o html (recorda-mos que incorpora un navegadorinternet estándar).

Crear libros-e paraAdobe Acrobat e-book

readerComo hemos indicado, las

obras disponibles para AdobeAcrobat e-book reader consistenen archivos en formato pdf. El pro-ceso de creación es el mismo queel que tenemos que seguir paraconvertir cualquier documento apdf utilizando las herramientas dis-ponibles en la aplicación AdobeAcrobat, si bien es necesario reali-zar unos retoques tras la conver-sión para añadir la cubierta al libroy optimizar su distribución.

Distribuir libros-e paraAdobe

La clave de la oferta y de losdesarrollos de la empresa Glassbo-ok se encontraba en su aplicaciónpara distribuir y comercializar li-bros electrónicos: Glassbook con-tent server, disponible para servi-

Opciones de ajuste para el tipo de letra enAdobe Acrobat e-book reader

61El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002

El camino hacia el libro electrónico

dores NT con Web internet infor-mation server 4.0 o superior. Trasla compra por parte de Adobe, fuerenombrado como Adobe contentserver.

Este programa se basa en la es-pecificación EBX y facilita tanto lapublicación como la gestión de lostítulos publicados en una base dedatos, así como la recepción y tra-mitación de pedidos.

«ClearType se basaen la técnica de co-

lor-antialiasing, en lacual se tratan los

componentes rgb decada píxel como si setratase de uno solo»

Cuando se recibe una petición,Content server encripta el libro-ede acuerdo con las claves corres-pondientes al software lector delcomprador, mantiene el históricode libros adquiridos por un com-prador (información necesaria enel caso de que tenga que volver aser descargado), indica los dere-chos del lector sobre él (impresión,préstamo, etc.) y lo mueve a unservidor web desde el cual se podrádescargar.

Una iniciativa importante deGlassbook era el Library server:una aplicación para la gestión de li-bros-e en las bibliotecas y que con-taba con dos módulos:

a. E-book collection managerpara la adquisición de libros-e y lagestión de la información biblio-gráfica, y

b. E-book circulation manager,para gestionar el préstamo de for-ma que cuando finalizaba su perio-do de vigencia no podía volver aser abierto con el lector.

Otro desarrollo anunciado porGlassbook antes de su adquisiciónpor Adobe era el Glassbook kiosk,que permitiría comprar y descargarlibros-e desde kioskos disponibles

en cualquier lugar, similares a uncajero automático.

Libros-e paraordenadores de bolsillo

La oferta de títulos también seha orientado hacia los usuarios deordenadores de bolsillo o pda equi-pados con sistemas operativos Pal-mOS o Windows CE. Para estosequipos también contamos con dis-tintas aplicaciones informáticas delectura de libros-e. Entre todasellas, las que cuentan con una ma-yor presencia es la versión de Mi-crosoft Reader para ordenadoresde bolsillo Pocket pc, y el lectorPalm reader, inicialmente Peanut-press.

En cuanto a Peanutpress, estaempresa fue comprada por el fabri-cante de ordenadores de bolsilloPalm el 19 de marzo de 2001. Has-ta esa fecha era la subsidiariaHandheld Products Division de ne-tLibrary, actuando como interme-diaria entre las editoriales y losusuarios de ordenadores de bolsi-llo. Actualmente se ha convertidoen un proveedor de contenidos y li-bros-e para los ordenadores de bol-sillo Palm y pocket pc.

«La entrada oficial deAdobe en el área de

los libros-e no seprodujo hasta agostode 2000, fecha en laque hizo pública la

compra deGlassbook, una de

las empresas pione-ras en este campo»

En este caso, al igual que suce-dió con Adobe y Glassbook, lacompra de Peanutpress supuso uncambio de nombre en los produc-tos comercializados hasta esa fe-cha por la primera. Así, el lectorPeanut Reader fue renombrado co-mo Palm Reader, y la propia com-pañía pasó a ser Palm Digital Me-

dia, si bien aún se mantiene el urlpeanutpress.com.

En el modelo de libro-e dePalm y Peanutpress existen algu-nas diferencias respecto al pro-puesto para pc y ordenadores por-tátiles. El de Palm reader se basaen un lenguaje de marcas propio(PML o Palm markup language)que se puede convertir al formatopdb con el que se distribuirán loslibros-e mediante las utilidadesDropBook (disponible para Macin-tosh y Windows) y MakeBook (pa-ra el resto de las plataformas).

«La oferta de libros-etambién se ha enfo-cado hacia los usua-rios de ordenadores

de bolsillo o pda(personal digital

assistant)»

La estrategia de Palm DigitalMedia también incluye la venta desuscripciones a contenidos de TheWall Street journal y de la revistaFast company.

Formatos y estándaresLa evolución del libro electró-

nico, hasta el momento actual y enel futuro inmediato, está vinculadaa los distintos estándares de forma-tos de creación de contenidos asícomo a la protección de derechosde autor.

En lo referente a formatos parala creación y distribución de libros,las especificaciones Oebps y el for-mato pdf de Adobe se presentancomo las principales opciones paralos proveedores de libros-e, a lasque habría que añadir el lenguajePML para Palm Reader.

Microsoft, al igual que hicieronen su momento Softbook Press yNuvomedia, ha adoptado el están-dar Oebps (con ciertas variacionesdebidas a la lenta evolución de laespecificación), mientras que Ado-be ha elegido su propio formato

El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 200262

Ricardo Eíto Brun

pdf. Las razones de esta adopciónque argumenta la compañía son lasmayores posibilidades que ofrecepara presentar información y el uti-lizar formatos complejos que noserían posibles con Oebps debidoal actual estado del estándar.

Open e-bookEsta especificación también

conocida por las siglas Oebps indi-ca cuál debe ser la estructura de unlibro-e y los formatos de archivoque se tienen que utilizar para sucodificación. La primera versión(Oebps 1.0) se publicó en septiem-bre de 1999 mientras que en juniode 2001 se presentó la primera re-visión, Oebps 1.0.1.

Tras esta iniciativa se encuen-tran distintas empresas como sonlas propias Microsoft y Adobe, or-ganizaciones como ALA (Ameri-can Library Association), APA (As-sociation of American Publishers)y LoC (Library of Congress), asícomo editoriales: HarperCollins,McGrawHill, Mondadori, etc. To-das ellas se reúnen en el Open e-Book Forum, encargado de la evo-lución del estándar.

«La especificaciónOebps (Open eBook

publication structure)indica cuál debe ser

la estructura de un li-bro-e y los formatosde archivo y las mar-

cas que se tienenque utilizar para su

codificación»

El formato que se propone conOebps está basado en el lenguajexhtml, que utiliza la especificacióncss (cascading style sheets) para elformateo de libros-e y el conjuntode metadatos Dublin core para sudescripción.

Oebps soporta parcialmente lasmarcas de html y css. Por ejemplo,en un libro-e únicamente podemos

utilizar imágenes en formato png yjpg (no es posible incluir imágenesgif), se eliminan elementos como<center> y la mayoría de los atri-butos utilizados para indicar cómose debe presentar en pantalla elcontenido de los elementos. En re-lación con las hojas de estilo, en-contramos una importante simpli-ficación de la sintaxis y propieda-des disponibles en Oebps.

«Las especificacionesEBX y XrML son dosde las más importan-tes en relación con laprotección de los de-

rechos de copia»

Esto hace que no existan mu-chas diferencias entre un docu-mento html convencional y los ca-pítulos que formarán un libro-e, sibien éstos deben ser documentosxml bien formados y no podemosincluir todos los elementos defini-dos en la especificación html.

EBX y XrMLSi Oebps es la principal inicia-

tiva en lo referente a la codifica-ción del contenido de los libros-e,la especificación EBX (electronicbook exchange) y XrML (extensi-ble rights markup language) sondos de las más importantes en rela-ción con la protección de los dere-chos de copia.

Detrás de EBX se encontrabanimportantes empresas e institucio-nes como Nokia, American LibraryAssociation, Samsung Electronics,HP, Microsoft, Barnes & Noble yla pionera Glassbook (ahora partede Adobe, como se ha dicho, y queoptó por implementar las especifi-caciones de EBX).

Todas ellas participaban en elEBX Working Group, encargado dela evolución de este estándar, quese integró en el Open eBook Forumel 19 de marzo de 2001. Con estose pretendía unificar los esfuerzosde las dos organizaciones, si bien

el Open eBook Forum está traba-jando en el desarrollo de un están-dar para la gestión de derechos, yparece ser que EBX ha quedadodesplazado y ha perdido su prota-gonismo inicial.

Por otra parte, XrML fue idea-do por ContentGuard —una em-presa surgida al abrigo de Xerox—para indicar mediante xml las res-tricciones aplicables a contenidosen formato electrónico. Content-Guard hizo pública esta especifi-cación con el propósito de que sir-viese de base para un estándar en elárea de la gestión de derechos.También contó con una ampliaaceptación por parte de la indus-tria; el acuerdo estratégico firmadopor ContentGuard y Overdrive elpasado 25 de septiembre para am-pliar el alcance y la aplicación deXrML nos llevan a pensar en el po-sible liderazgo de esta especifi-cación en el ámbito de la gestiónde derechos. Sin embargo, la deli-cada situación de ContentGuard,que no se ha librado de recurrir adespidos y recortes en el alcancede sus operaciones, nos puede ha-cer dudarlo, aunque se ha señaladosu intención de centrar su actividaden el desarrollo de esta especifi-cación.

De cualquier forma, es impor-tante recordar que no son los úni-cos intentos de estandarización eneste contexto y que hay que añadiriniciativas desarrolladas y patenta-das por otras empresas. Lo que síes evidente es que la evolución deestos estándares y el apoyo ma-yoritario por parte de las empresase instituciones implicadas en laprotección de los derechos de autorha constituido un importante pasohacia delante y ha impulsado ellanzamiento de esta industria.

ConclusionesTal y como señalamos al inicio

de este artículo, durante el últimoaño se han producido importantesavances en la conceptualización y

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realización del libro-e. Si hasta es-te momento se venía hablando deél sin un claro referente en los mo-delos de negocio y en las propues-tas tecnológicas sobre las que seiba a basar, las iniciativas de Mi-crosoft y Adobe junto con los in-tentos de estandarización del OpeneBook Forum han cambiado drásti-camente la situación. Estos fabri-cantes han finalizado importantesdesarrollos, y la transformación delsector editorial no se ha hecho es-perar. El libro electrónico es unarealidad.

Ahora es el momento de espe-rar la respuesta del mercado a estanueva propuesta. Las ventajas delos distintos modelos de libro-e,tanto para los lectores como paralos productores de contenidos sonobvias. La comodidad para los pri-meros, y la reducción de costes de

inventario, distribución y produc-ción para los segundos se encuen-tran entre ellas. En España ya con-tamos con iniciativas pioneras co-mo veintinueve.com, del GrupoPlaneta, que demuestran la con-fianza del sector editorial en el fu-turo de esta tecnología.

Sin embargo, aún existe ciertadesconfianza sobre la capacidad deproteger los libros-e contra la pira-tería, recientemente reforzadas araíz del caso Sklyarov (ver recua-dro). Por otra parte, sus lectores ylos consumidores esperan que tam-bién suponga una ventaja econó-mica y que los ahorros en costes deproducción y distribución que su-puestamente supone la distribuciónelectrónica de contenidos se plas-men en una reducción del precio delas versiones electrónicas frente alas impresas.

Aunque, como lectores, en estepunto deberíamos plantearnos elalcance real de los costes necesa-rios que debe afrontar un editor pa-ra disponer de la infraestructuratécnica necesaria para mover sumodelo de negocio tradicional aotro basado en libros-e o para com-plementarlo.

Cualquiera que sea nuestra pre-visión sobre esta evolución (más omenos optimista), podemos afir-mar que es una realidad, y estamosen condiciones de repetir una fraseque hemos oído en múltiples oca-siones durante los últimos mesesen relación con internet y el co-mercio electrónico: “el libro-e estáaquí, para quedarse”.

Ricardo Eíto Brun

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