Nº 72, Febrero 2016 - Elabora: Familia Franciscana - Edita: O.F.S. Andalucía - Colabora: Dibujos religiosos para niños Fano

BuenagenteSan Francisco de Asís

El

Publicación sin ánimo de lucro

Las palabras de Franciscopara leer con tus padres o catequistas

ADM0NICIÓN 22: “ DE LA C0RRECIÓN”

Bienaventurado el siervo que soporta tan pacientemente la advertencia, acusación y reprensión que procede de otro, como si procediera de sí mismo. 2Bienaventurado el siervo que, reprendido,

benignamente asiente, con vergüenza se somete, humildemente confiesa y gozosamente satisface. 3Bienaventurado el siervo que no es ligero para excusarse, sino que humildemente soporta la

vergüenza y la reprensión de un pecado, cuando no incurrió en culpa."

San Francisco nos dejó algunos consejos que nos pueden ayudar a parecernos más a Jesús, que es el objetivo de todos los cristianos: parecernos a Jesús para así estar más cerca de Dios y del resto de personas (del prójimo). Esos consejos se llaman admoniciones y hay 28.

De todas las admoniciones que San Francisco nos dejó (todas ellas geniales), me gustaría que viéramos hoy la admonición 22. Siempre que veo alguna lista enumerada me fijo en el número 22, porque es el día de mi cumpleaños.

Así, la admonición 22 habla de la corrección y dice:

Nacho PozoGrupo de San Francisco

Fraternidad de Granada

¿Qué quiere decir San Francisco en este “consejo”? Quiere decir que, si por algún motivo, no nos hemos portado todo lo bien que sabemos y alguien nos regaña, lo mejor es darnos cuenta de que nos hemos equivocado y pedir perdón con el propósito de no volver a hacer aquello por lo que nos han regañado.

Por ejemplo, si hemos pintado en la pared de casa y nuestros padres nos regañan ¿Qué creeis que será mejor? ¿Decirles que no hemos sido nosotros? ¿O decirles que hemos sido nosotros, pedirles perdón y decirles que no lo volveremos a hacer? Seguro que si hacemos lo segundo, y de verdad ponemos muchas ganas en no volverlo a hacer, nuestros padres no se enfadarán y nosotros nos quedaremos contentos.

Muchas veces esto es un poco difícil y si alguien nos regaña intentamos poner alguna excusa para que no se enfaden con nosotros. En ese momento es cuando debemos acordarnos del consejo de San Francisco: No poner excusas cuando no lo hemos hecho bien y proponernos hacerlo mejor en la siguiente ocasión.

Si aprendemos a hacer las cosas como nos recomienda San Francisco seguro que nos iremos pareciendo más a Jesús y seremos felices/bienaventurados.

En todas las Iglesias que hay en todo el Mundo

Si nos preguntaran qué es la Iglesia seguramente hablaríamos de nuestra parroquia y el grupo de catequesis, o quizás te acuerdes también de la capilla de tu colegio o la del pueblo de tus abuelos, o alguna de otra ciudad que hayas visitado con tus padres. Pero…¿Sabías que en todo el mundo somos más de 2.000 millones de cristianos? 2.000 millones de personas que como tú y como yo tienen un amigo muy especial al que intentan parecerse día a día. Dentro de esta gran familia repartida por todo el mundo, hay distintos cristianos: católicos, ortodoxos y protestantes entre otros y, aunque nos diferenciamos en algunas cosas, tenemos lo más importante en común: Jesús. Además, estamos repartidos por más de 190 países con diferentes idiomas, costumbres y culturas. Y si pensamos en España, seguro que también has oído alguna vez hablar de las diócesis que son como las provincias de la Iglesia.

¿Qué quiere decir entonces San francisco con “te adoramos aquí y en todas las Iglesias”? ¡Pues eso precisamente! ¡Que somos una gran familia unida! Desde la capilla de nuestro barrio hasta la Catedral de la Almudena, con nuestro párroco y con todos demás sacerdotes que encontremos, con los misioneros que están tan lejos, con las familias como la nuestra y las que viven a millones de kilómetros de nosotros, los que rezan en otro idioma… todos los que en algún lugar del mundo y de una u otra manera intentamos cada día parecernos un poquito más a Jesús y hacer Iglesia allá donde están. No hace falta por tanto estar en la parroquia para rezar ni para hablar de la Iglesia, porque Dios está en todas partes y de muchas formas distintas. Y tú, como niñ@, como alumn@, como herman@, como hij@, como compañer@... eres también Iglesia. Jesús está siempre con nosotros, en el corazón de todo el que quiere recibirle y ser su amigo.

Elena Picasso

Pedro o.f.s. Grupo de San Francisco Fraternidad de Málaga

Queridos amigos del Buenagente, Recibid un fuerte abrazo de PAZ y BIEN:Os escribo ya bien entrado el año, en esa tanda tan cotidiana en la que los días se parecen tanto, en esta época en la que ya no estamos de fiesta, ni brillan las luces, ni disfrutamos de las vacaciones. Es esta época, pequeños amigos, la más importante. ¿Por qué?, me diréis… Muy sencillo. Porque en estos días tan comunes es donde habitualmente nos movemos, nos realizamos, trabajamos y vivimos. Es en este tiempo tan cotidiano donde se nos pide un mayor compromiso con todo lo que nos enseña Jesús y Francisco. Es en lo cotidiano donde pedimos al Señor el pan nuestro de cada día. Y es en estos días donde se nos tiene que notar que somos cristianos. El cristiano vive como cristiano cada momento de sus días. Para ello debemos asumir nuestras responsabilidades en casa junto a nuestros padres, cumplir con nuestras obligaciones en el colegio, ser instrumentos de paz entre los compañeros y allá donde nos mova-mos. Y también compartir lo que tenemos –no lo que nos sobra- con los más desfavorecidos. Esto último es fácil hacer-lo a través de nuestras parroquias. Así que, hermanos, no dejemos pasar ni una sola oportunidad para ser mejores, para hacer la vida más fácil y más bella a los que nos rodean y para, en definitiva, ser más felices.