El buenagente abril

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Nº 83, Abril 2017 - Elabora: Familia Franciscana - Edita: O.F.S. Andalucía - Colabora: Dibujos religiosos para niños Fano Publicación sin ánimo de lucro CAMINO A JERUSALÉN Buenagente San Francisco de Asís El

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Nº 83, Abril 2017 - Elabora: Familia Franciscana - Edita: O.F.S. Andalucía - Colabora: Dibujos religiosos para niños Fano

Publicación sin ánimo de lucro

CAMINO A JERUSALÉN

BuenagenteSan Francisco de Asís

El

Faltan unos pocos días para que celebremos la Semana Santa, que como ya sabréis es una semana muy importante para los cristianos por todo lo que le ocurrió a Jesús durante esa semana hace unos dos mil años.

Seguro que os acordáis de otros años que las celebraciones de esos días no son misas normales, como todos los domingos, sino que están repletas de momentos y signos específicos como el lavatorio de los pies, la adoración de la cruz, o la liturgia (“celebración”) del agua y la luz.

Al jueves de esa semana le llamamos Jueves Santo y os voy a contar algunas cosas que celebramos, recordamos, que hacen tan especial ese día.

Todos sabemos que Dios es nuestro padre (nuestro papá) y nos quiere muchísimo, por tanto TODOS nosotros somos hermanos (incluso los que no nos caen bien) y debemos querernos unos a otros como Él nos quiere. Esto se recuerda el Jueves Santo y lo llamamos el día del amor fraterno.

Estaba Jesús celebrando con sus discípulos la fiesta de la pascua judía, fue su última cena con sus amigos, y esa noche nos hizo un regalo a todos nosotros, nos dejó un trozo de Pan y un poco de vino que partió y repartió entre sus discípulos; los que habéis hecho ya la comunión sabéis que esos regalos no son pan y vino normales, sino su Cuerpo y Sangre. Esto es lo que llamamos institución de la Eucaristía.

Antes de cenar Jesús hizo algo que ni sus discípulos entendieron, Él siendo el maestro, siendo Dios, se puso a lavarles los pies; nos quería enseñar que debemos ser humildes, sencillos, buenos unos con otros. El jueves Santo es el día del servicio.

Al terminar de cenar Jesús pidió un favor a sus discípulos, les dijo: “haced esto en recuerdo mío”; por eso hoy, tantos años después, seguimos celebrando la Eucaristía y son los sacerdotes los encargados de presidirla; por eso el Jueves Santo también celebramos el día del sacerdocio.

Sabemos que después de cenar Jesús fue al Huerto de los Olivos y antes de ser traicionado por Judas estuvo orando, rezando mucho rato. Jesús sabe que Dios siempre escucha y por eso habla tanto con Él. ¡No lo olvides y práctica la oración, es tan fácil como hablar con tu mejor amigo o con tus papás o mamás!

Un día especial: Jueves Santo

FranGrupo de San FranciscoComunidad de Jaén

La señal del cristiano es la señal de la cruz. Vamos a explicar por qué.

Judas, uno de los doce Apóstoles que había dejado de ser amigo de Jesús, llevó hasta el Huerto de los Olivos a los fariseos y a los soldados con espadas, palos y lanzas para coger a Jesús.Jesús les dijo: «Venís a por mí como si fuera un ladrón... Cogedme a mí, pero dejad marchar a mis amigos. El cuerpo de Jesús está destrozado. Los soldados se han burlado de Él, le han quitado sus ropas y le han puesto una corona de espinas y por manto un trapo sucio de color púrpura. Pilato se lo enseña al pueblo, pensando que sentirán lástima y le dejarían en paz. Pero no fue así. «¡Crucifícale! ¡Crucifícale!», grita la gente como loca. Los fariseos les han convencido para que pidan la muerte de Jesús. A Pilato le dicen: «Si sueltas a Jesús, ya no serás amigo del César», que era el jefe de todos los romanos. A Pilato le da miedo perder su puesto de gobernador y condena a muerte a Jesús, aunque sabía que era inocente. Con la cruz a cuestas va Jesús camino del Calvario, que es una colina que hay muy cerca de Jerusalén. Sobre sus hombros lleva el enorme peso de la Cruz. La lleva para pagar por los pecados de todos los hombres de todos los tiempos... La gente se burla al verle. Jesús está ya en la Cruz, como un ladrón más, entre dos ladrones. Los fariseos se burlan: «Si eres Hijo de Dios, baja de la Cruz y creeremos en Ti». Mientras, Jesús reza y le pide a Dios: «Padre, perdónales porque no saben lo que hacen». Al pie de la cruz están la Virgen María y Juan el apóstol. Jesús nos da a su Madre como Madre nuestra antes de morir. Luego dijo Jesús: «Todo se ha cumplido». E inclinando la cabeza, murió. En ella murió Jesucristo para darnos la vida eterna; así, la cruz es signo de esperanza y de victoria. La victoria de Jesucristo que descubrimos en la resurrección. Toda esta riqueza hace que llevemos con orgullo y con amor la cruz. Mostrar la cruz es predicar que hay que morir para tener vida. Cuando nos santiguamos haciendo sobre nosotros la señal de la cruz, nos señalamos como miembros de Jesucristo y de su Iglesia; ponemos a Dios en nuestra vida; le ofrecemos lo que somos, hacemos y tenemos. Hacer este signo sobre nosotros o portarlo en el pecho es ofrecer a Dios nuestra vida y manifestar al mundo nuestro deseo de seguir e imitar a Jesucristo. Con la mano en la frente pedimos a Dios que nos ayude con nuestros pensamientos. Con la mano la barriga pedimos a Dios que nos ayude en nuestras necesidades físicas. Con la mano en el brazo izquierdo, cerca del corazón, pedimos a Dios que nos ayude con nuestros amigos y compañeros. Con la mano en el brazo derecho pedimos a Dios que nos ayude a ayudar a quien nos necesita. Pasados tres días, como ya había anunciado, resucita Jesús. Salió del sepulcro vivo y lleno de gloria. Un gran terremoto asustó a los soldados. Cuando María Magdalena y las otras mujeres llegan al sepulcro, un ángel resplandeciente les dice: «No temáis. ¿Buscáis a Jesús, el Crucificado? No está aquí. ¡Ha resucitado!».

La Cruz de Jesús, la Cruz de los cristianos

NelaGrupo de San FranciscoComunidad de Granada

Como todos los meses, recibid un fuerte abrazo de Paz y Bien. La hoja de este mes es muy especial porque con ella recorremos parte de la senda pascual. Los hermanos que han participado en ella nos han hablado del jueves santo y de lo que significa la cruz, que es el eje central del viernes y del sábado santo. Tened en cuenta que los valores que tenemos que trabajar durante todo este camino son los siguientes:

-El amor a uno mismo, a los hermanos, al prójimo e incluso a los enemigos.

-La caridad para con los desfavorecidos, compartir todo lo bueno que la vida nos ofrece con quienes no tienen tanta suerte.

-Vivir la fraternidad al estilo de nuestro hermano San Francisco.

-Servir con alegría allá donde estemos. El que no vive para servir, no sirve para vivir.

-Dar dar valor al ministerio del sacerdocio, porque ellos son los que nos regalan al Señor en la Eucarístía

- Pensad también en la cruz del señor como un lugar donde poder dejar lo peor que hay en nosotros y que Él pueda ayudarnos a dar ese salto que nos invita al cambio, a ser mejores.

Y si esta hoja es especial, por todo lo que simboliza, por lo que hay detrás de ella, más especial será la del mes que viene, donde hablaremos de la Resurrección.

QUERID0S AMIG0S DEL BUENAGENTE

Pedro O0.F.S Grupo de San Francisco

Comunidad de Málaga