El arqueólogo Sebastián

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El arqueólogo Sebastián Margarita Esther González Ilustraciones Mónica Ortega

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Sebastián no tiene que ir lejos para descubrir que, si busca con atención y estudia los objetos en su propia casa, éstos le dirán quiénes viven ahí. ¡Como un arqueólogo del futuro! ¿Qué diría un arqueólogo del año 3000 si descubriera tu casa? Si acompañas a Sebastián, tú también lo podrás descubrir.

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El arqueólogo Sebastián

Margarita Esther González

Ilustraciones

Mónica Ortega

© Margarita Esther González Arredondo© Mónica Ortega González

D.R. © 2004 Ediciones El Naranjo, S. A. de C. V.Cerrada Nicolás Bravo, núm. 21-1,

Col. San Jerónimo Lídice, C. P. 10200, México, D. F. Tel/fax + 52 (55) 5652 6769 y 56 52 1974

[email protected]

Primera edición, 2004Primera reimpresión, 2007

Segunda reimpresión, 2009Tercera reimpresión, 2012

ISBN 10: 968-5389-07-1ISBN 13: 978-968-5389-07-5

Coordinación editorial: Ana Laura DelgadoCuidado de la edición: Sonia Zenteno

Diseño: Julieta Ojeda y Ana Laura Delgado

Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, porcualquier medio, sin el permiso escrito de los titulares de los derechos

Impreso en México • Printed in Mexico

TextoMargarita Esther González

IlustracionesMónica Ortega

El arqueólogo Sebastián

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De todos los días de la semana, el viernes era el favorito de Sebastián.

No sólo porque el fin de semana se acercaba, sino también porque cada

viernes recibían a un invitado.

Su maestra, la señorita Silabario, invitaba a personas importantes

para hablar de su trabajo. Ya los habían visitado la doctora Prudencia

del Tónico, el pintor Casimiro Rojo y el capitán de bomberos Adán

Cienfuegos.

“¡Hoy es viernes! ¿Quién será el invitado?”, pensó Sebastián.

Encontró la respuesta en el pizarrón, donde la señorita Silabario

había escrito:

“La arqueología estudia las civilizaciones antiguas a través

de los monumentos, piezas de arte y objetos que han perdurado.”

—Esto se pone interesante —dijo Sebastián, pues recordó un

programa de televisión sobre arqueólogos que descubrían momias

y tumbas.

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La señorita Silabario anunció:

—Hoy tenemos a una invitada muy importante: la arqueóloga Estela

del Rastro. ¡Doña Estela y su equipo de arqueólogos descubrieron una

ciudad maya en el corazón de la selva!

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La arqueóloga Estela del Rastro dijo con voz segura:

—Durante años buscamos esta ciudad maya. Por documentos

antiguos sabíamos que estaba en el corazón de la selva, pero el corazón

de la selva es enorme —explicó, señalando una mancha verde en el mapa.

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Doña Estela continuó:

—En la selva, hay monos divertidos, pájaros de largo plumaje

y serpientes de bellos colores.

—Pero peligrosas —dijo Xóchitl, que se asustaba al ver arañas.

—Sólo si las molestas —informó Sebastián, que sabía mucho sobre

serpientes.

Durante una hora, la arqueóloga Estela del Rastro describió

los templos y palacios mayas. También explicó cómo era la vida

de los mayas en esa ciudad.

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Doña Estela les mostró fotografías de la ciudad maya. En una

fotografía estaba la famosa arqueóloga con una lupa, mirando una vasija.

—¡Como un detective! —dijo Sebastián, emocionado.

—Sí, exactamente —explicó doña Estela—. Los arqueólogos

y las arqueólogas somos como detectives del pasado.

la arqueología y acompaña a Sebastián en un viaje alrededor de ¡su casa!

Sebastián no tiene que ir lejos para descubrir que, si busca con atención y estudia los objetos en su propia casa, éstos le dirán quiénes viven ahí. ¡Como un arqueólogo del futuro!

¿Qué diría un arqueólogo del año 3000 si descubriera tu casa?

Si acompañas a Sebastián, creo que tú también lo podrás descubrir.

Margarita Esther González ha escrito y dirigido obras de teatro para niños y también para sus papás. Quizá conozcas uno de sus libros: La Constitución para niños.

Mónica Ortega, pintora e ilustradora, tiene tres niños, y a menudo dibuja y pinta con ellos. Así, entre los cuatro, crean mundos divertidos donde los juegos no tienen fin, salvo cuando es hora de dormir.

ISBN 978-968-5389-07-5

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789685 389075

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