Educación Para La Ciudadanía y La Democracia Para Un Mundo Globalizado- Una Perspectiva...

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    BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO

    DIALOGO REGIONAL DE POLÍTICA

    Red de Educación

    Educación para la ciudadanía yla democracia para un mundoglobalizado: una perspectiva

    comparativa

    Viola Espínola 

    Editora

    Julio de 2005

    Departamento de Integración y Programas RegionalesDepartamento de Desarrollo Sostenible

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    Agradecimiento: agradecemos de forma muy especial la colaboración de Cecilia Braslavsky, directora de laOficina Internacional de Educación, UNESCO, Paris. Ella colaboró con la preparación del estudio en paísesindustrializados, supervisando directamente el trabajo de los autores. Además, hizo una presentación delos resultados del estudio a través de un video, durante la VII reunión de la Red de Educación, del DialogoRegional de Políticas, presentado en Washington, DC, en Febrero de 2005.

    El presente documento forma parte de una serie de estudios comisionados por el Banco Interamericanode Desarrollo para el Diálogo Regional de Política.

    Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente la posi- ción oficial del Banco Interamericano de Desarrollo.

    Carátula: Colgante en forma de caracol perteneciente a la sociedad prehispánica Quimbaya. ColecciónMuseo del Oro – Banco de la República, Colombia

     Julio 2005

     Para obtener ejemplares adicionales de esta publicación, favor dirigirse a:

    Secretaría del Diálogo Regional de PolíticaStop W-0610Banco Interamericano de Desarrollo1300 New York Avenue, N . W .Washington, D . C . 2057

    Correo Electrónico: [email protected]éfono: 202 - 623 - 2271Fax: 202 - 312 - 4034Sitio de Internet: http://www.iadb.org/int/drp

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     Banco Interamericano de DesarrolloDialogo Regional de Política

    El Diálogo Regional de Política fue creado en diciembre del año 1999 por iniciativa del Directorio Ejecu- tivo, con el fin de crear un espacio en el Banco para la ampliación y profundización del diálogo entre lospaíses de la región y contribuir a su intercambio de experiencias, preparación para enfrentar los grandesretos de la globalización y a la generación de procesos de cooperación regional. El Banco identificó sieteáreas que fueron incluidas en el Diálogo y creó siete redes especializadas en las que participan funciona- rios de alto nivel, con rango de viceministros o equivalente, encargados de la toma de decisiones y diseñode políticas públicas en América Latina y el Caribe.

    1) Comercio e Integración;2) Pobreza y Redes de Protección Social;3) Educación y Capacitación de Recursos Humanos;4) Política Macroeconómica y Financiera;5) Gestión y Transparencia de la Política Pública;6) Manejo de Desastres Naturales; y

    7) Medio Ambiente.

    Coordinación GeneralDepartamento de Integración y Programas RegionalesGerente: Nohra Rey de Marulanda

    División de Cooperación Técnica Regional  Jefe: Laura Bocalandro

    Coordinadora: María Carmenza McLean,

    Especialista Senior INT/RTC 

    SecretariadoPabla Ayala y Rodrigo Salas, INT/RTC  

    Red de Comercio e IntegraciónCoordinador Técnico: Robert Devlin, Subgerente INT/INT 

    Red de Desastres Naturales Janine Ferretti, Jefe de División SDS/ENV Coordinador Técnico: Kari Juhani KeipiEspecialista Senior de Recursos Naturales SDS/ENV 

     Apoyo Técnico: Marlene Attzs

    Red de Educación y Capacitación de RecursosHumanosCoordinador Técnico: Juan Carlos Navarro,

     Jefe de Unidad SDS/EDU Coordinadora Técnica: Viola EspínolaEspecialista Senior en Educación SDS/EDU 

     Apoyo Técnico: Ana Cristina Accioly de Amorim

    Coordinación TécnicaDepartamento de Desarrollo SostenibleGerente: Carlos M. Jarque

    Departamento Legal  Asesor Jurídico: J. James Spinner 

    Departamento de Investigación

    Economista Jefe: Guillermo Calvo

    Departamento de Efectividad en el Desarrollo y PlanicaciónEstratégicaGerente: Manuel Rapoport

    Red de Gestión y Transparencia de la Política PúblicaCoordinador Técnico: Roberto García LópezCoordinador del PRODEV 

     Apoyo Técnico: Heraldo Laguzzi 

    Red de Medio Ambiente Janine Ferretti, Jefe de División SDS/ENV Coordinador Técnico: David Wilk, Especialista de Medio Ambiente Ur-bano SDS/ENV 

     Apoyo Técnico: Priscilla Stephan

    Red de Pobreza y Protección SocialCarlos Eduardo Velez-Echavarria, Jefe de División SDS/POV 

     Apoyo Técnico: Elba Luna

    Red de Política Macroeconómica y FinancieraCoordinador Técnico: Eduardo Lora,

     Asesor Principal RESNorelis Betancourt, Cordinadora General RES

    ESTRUCTURA DE DIALOGO

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    Prólogo 

    Educación para la Ciudadanía y la Democracia

    para un Mundo Globalizado: una PerspectivaComparativa, es un estudio desarrollado a solici- tud de los países miembros de la Red de Educacióndel Diálogo Regional de Política. Este trabajo fuepresentado y discutido durante la VII Reunióndel Diálogo Regional de Política que tuvo lugar enenero del 2005 en la sede del Banco Interamerica- no de Desarrollo, en Washington, D. C.Dentro de una perspectiva general de los últimosacontecimientos económicos y políticos en Amé- rica Latina y el Caribe, los expertos señalan queel libre mercado y la democracia son considera- dos el paradigma económico y político preferidopara la modernización, desarrollo e integraciónen la economía global. En este contexto, la educa- ción ciudadana surge como un vehículo válido yefectivo para fomentar y permitir la participacióncívica de la población estudiantil en el procesodemocrático de los países de la Región. Por ello, eltema de esta publicación no se limita a la arenapolítica y económica solamente, sino también alas áreas sociales porque la educación ciudadanaestá estrechamente relacionada con los desafíosque plantean la equidad y la pobreza.Así, en este estudio, los debates e interés por la

    educación ciudadana extrapolan límites conven- cionales para llegar a las escuelas, como provee- doras sistemáticas de conocimientos cívicos delos procesos fundamentales de la democracia ycomo vehículos de información y de participaciónpara lograr un mayor impacto político, social yeconómico sobre las acciones públicas.Hay un creciente interés en la educación ciu- 

    dadana tanto en el ámbito nacional como en el

    internacional. A nivel nacional, se busca el com- promiso y participación política, especialmentede los jóvenes. En el contexto internacional, sepretende alcanzar respuestas para los retos glo- bales de injusticias y desigualdades y una mayorconcientización sobre la importancia de los dere- chos humanos.A partir de una comparación del efecto de la edu- cación ciudadana en la población estudiantil enEuropa y en algunos países Latinoamericanos,este documento resalta la importancia de la reno- vación de la educación ciudadana en el currículoescolar de países de América Latina y el Caribe,como un medio para el fortalecimiento y el en- tendimiento cabal de lo que es democracia y supráctica desde las bases.El documento también incluye tres experienciasde implementación de reformas a la tradicionalenseñanza de la educación cívica para transfor- marla en una educación para la ciudadanía y lademocracia. La presentación de las experienciasde Chile, Colombia y México durante la VII re- unión de Diálogo, esperamos aporte ideas concre- tas acerca de lo que es posible hacer en los paísesde la Región.

      El Banco Interamericano de Desarrolloconfía que esta publicación genere insumos parauna discusión provechosa entre los países miem- bros con el objetivo de crear alternativas para for- talecer la democracia en la Región a través de laeducación y la ciudadanía.

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    1. EDUCACIÓN CIUDADANA PARA LOS JÓVENES DE LA ALDEAGLOBAL  ....................................................................................................................................................1Viola Espínola 

    1. La ECD y la tensión entre lo global y lo local ........................................ ..................................2  2. Temas prioritarios de la ECD en distintas regiones ...................................... ............................4  3. Que opinan los latinoamericanos acerca de la democracia y la ciudadanía ........................6 

    3.1 Hacia una democracia de ciudadanos y ciudadanas, PNUD .........................................6

      3.2 Latinobarómetro..................................................................................................................... 7

      4. El perl de l jóene en Aérica Laina ..................................................................................7  4.1 Pbrea Jend: deialdad ane la prnidade ...................................... .........8  4.2 Diribción de prnidade edcaia ............................................ ...........................9  4.3 Mercado Laboral ...................................... ........................................... ....................................9

      5. Participación como práctica de la ciudadanía .......................................... ..................................10  5.1 En qé le inerea paricipar a l jóene (la deanda) .......................................... 11  5.2 L epaci de paricipación de l jóene (la fera) ...................................... ...... 13

      6. La ilencia jenil c fra de inerción cial .............................................................. 14 7. Eraeia para fralecer el cpraien cíic a raé de la ECD ...................... 17

      8. El contenido de este documento ...................................... ........................................... .............. 19

    II. AVANCES EN EDUCACIÓN CIUDADANA: PRÁCTICAS DE CALIDADEN PAÍSES INDUSTRIALIZADOS .......................................... ............................................ ...... 21 Audrey Osler y Hugh Starkey

      1. Reen Ejeci ...................................... ........................................... ....................................... 21  2. ¿Pr qé e eá inrdciend la edcación cidadana? ......................................... ............ 23  3. ¿Có eá iend inrdcida la edcación cidadana en la ecela? ........................ 28  4. ¿Có ejra la edcación cidadana el crrícl eclar? .......................................... 35 

    5. En la prácica, ¿qé eidencia ha de éxi?............................................................................. 37  6. ¿Cále diclade han id idenicada? ........................................ ..................................... 42  7. ¿Cále recr, ap enrenaien e reqieren? ......................................... ............ 44 

    8. Recomendaciones ......................................................................................................................... 45

      Apéndice A: Decracia dieridad: lia de cnrl de principi cncep ............ 47 Apéndice B: Recr dipnible en Inerne para prfere de cidadanía .................. 54

      Apéndice C: Herraiena de ealación para la edcación en derech han .......... 59  Biblirafía ........................................................................................................................................... 60 

    Acróni abreiacine ............................................................................................................. 63  Una nota sobre la terminología ...................................... ........................................... .................... 64 

    Indice

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    III. EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA Y LA DEMOCRACIA:POLÍTICAS Y PROGRAMAS EN ESCUELAS SECUNDARIAS DEAMÉRICA LATINA Y EL CARIBE ....................................... ........................................... ........... 65 Fernando Reimers y Eleonora Villegas Reimers

      Introducción .......................................... ............................................ ........................................... ....... 65

      1. Las competencias para ser ciudadanos se aprenden ....................................... ....................... 66  2. Escuela y ciudadanía democrática ....................................... ........................................... ............ 68  3. La educación para la democracia en el currículo de la escuela secundaria ...................... 70  4. Un modelo para conceptualizar la educación para la ciudadanía democrática ................ 74  5. Cncline erencia para cninar prfndiand la edcación

    para la democracia ............................................................................................................................. 81

    IV. LA EXPERIENCIA DE CHILE ......................................... ........................................... ............ 85  Cristián Cox 

      1. Epecicidad de la fración cidadana en nera reión a inici del ilXXI: cinc deafí............................................................................................................................. 85

      2. Refra crriclar de l nena: de ¨edcación cíica¨ a ¨fración cidadana¨.......87  3. Ealación del crrícl iene prpea de aje: Ciión Nacinal

    de fración Cidadana, 2004 .......................................... ............................................ .................. 89

    V. LA EXPERIENCIA DE COLOMBIA ........................................... .......................................... 91Rosario Jaramillo

      EL PROGRAMA DE COMPETENCIAS CIUDADANAS ......................................... ................. 92

      1. Frlación de eándare ealación ..................................................................................92  2. Talleres de Socialización del programa ..................................... ........................................... ......93  3. Fr lcale deparaenale para experiencia exia ........................................... ....93  4. Fr Edcai Nacinal ..............................................................................................................93  5. Cpeencia Cidadana en la nieridade: clqi nieriari ...........................94  6. Idenicación prción de prraa ercrad nacinale e

    internacionales .................................................................................................................................... 97

    VI. LA EXPERIENCIA DE MÉXICO ......................................... ........................................... ......97Lorenzo Gómez-Morín

      MARCO CONCEPTUAL EN EL CUAL SE CIRCUNSCRIBE LA FORMACIÓNCÍVICA Y ÉTICA ......................................... ........................................... ............................................ 97

     1. Eje frai  ...............................................................................................................................98

      2. Ámbitos de aplicación ........................................ ............................................ ............................... 99

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    Al comenzar el siglo XXI, el tema de la Educaciónpara la Ciudadanía y la Democracia (ECD) está de

    vuelta sobre el tapete de las discusiones acercadel Sistema Educativo (SE) y su rol en el mundo globalizado. Está de vuelta, porque ya estuvo muypresente en los orígenes de la educación como sis- tema público, cuando se citaba entre sus objeti- vos centrales el de la educación de los ciudadanosque formarían parte de las naciones emergentes.

    “Las ideas sobre la escuela popular que desarrolla

    Sarmiento, como aquellas sobre la escuela común que

    plantea Horace Mann en Massachusetts tienen un

    propósito ecencialmente cívico: integrar grupos de

    distinto orígen social y cultural con el fin de construir

    nacionalidad y ciudadanía, y crear un nuevo orden

    político capaz de enfrentar a los caudillos, quienes

    en las guerras por la independencia compiten por el

    poder en América Latina”.1 De aquí en adelante, lahistorica educación cívica ha formado parte obli-  gada de los currícula escolares.La novedad de comienzos de 2000, como sostieneCristián Cox en su presentación de la experienciade Chile, en este documento, está en la especifi- cidad histórica de la primera década del presentesiglo, que se caracteriza por una marcada indivi- dualización, subordinación de la política a la eco- nomía y debilitamiento de los sentidos de perte- 

    nencia. Habría una tensión entre las lealtades delos individuos respecto a la comunidad políticanacional mayor y las lealtades con los grupos dereferencia más inmediatos y la identidad políticalocal.La ECD, más que ningún otro tema de los quedebe hacerse cargo la educación en el mundo con- temporáneo globalizado, alude a la relación entreel sistema escolar y su contexto social, cultural,

    político y ecónomico. Este vínculo con el contextoregional y nacional se manifiesta en los diferen- 

    tes temas que se destacan como objetivos de laECD en los diferentes países y regiones. Es poresto que resulta fundamental contextualizar cual- quier análisis de la ECD en función de la historiay circunstancias particulares de cada región.En el caso de América Latina, se destacan dostemas que no nos orgullecen. Por una parte, losdatos de criminalidad y muerte por violenciaconfirman que después de Africa, es la región másviolenta del mundo (ver gráfico 3) y por otra, losindicadores económicos y sociales muestran quees la región más desigual del mundo (ver gráfico 1).Hoy en día, si bien podemos decir que ha habidoavances sustantivos en materia de desarrollo de lasdemocracias y que la mayoría de los países cuentancon sistemas eleccionarios confiables, los riesgospara el sistema democrático son importantesy están muy vigentes. Los componentes anti- democráticos de la cultura política actual en laregión, como la corrupción, el autoritarismo, elpopulismo, el crimen organizado y la impunidadson problemas que por su vigencia constituyendesafios a la gobernabilidad democrática (J. Biehl,2005)2. Aunque ha mejorado la situación de losderechos humanos en comparación con el período

    * Especialista en Educación del Banco Interamericano de Desarrollo,Coordinadora Técnica de la Red de Educación del Diálogo Regionalde Política.1 Cox, C., Jaramillo, R. y Reimers, F., (2005), Educar para la ciudadaníay la democracia en las Américas: una agenda para la acción, Docu-mento del Banco Interamericano de Desarrollo, Washington D.C.2 Discurso de apertura a la VII reunión de la Red de Educación delDiálogo Regiónal de Política, Banco Interamericano de Desarrollo,Washington, D.C. 2005.

    Educación Ciudadana para los Jóvenes de la Aldea GlobalViola Espínola*

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    no democrático, aún persisten secuelas que se ma- nifiestan en desconfianza en las instituciones yen la gente, corrupción entre los dirigentes y en

    una sociedad civil que sólo recientemente comien- za a organizarse. Ésta constituye una experienciaparticular en la región, que debe ser entendida yevaluada en su especificidad.

    Los temas de contexto son los que ayudana ordenar las prioridades de la ECD y además,ayudan a identificar las necesidades educativasde los jóvenes a los que queremos educar. Aquípresentamos un panorama de cómo son los jóve- nes latinoamericanos y cuál es su contexto socialinmediato, que es con el que interactúan en lamedida en que van aprendiendo a ser ciudadanos.

    Nos detendremos en un análisis de los espaciosde participación disponibles para los jóvenes,particularmente de los que viven en contextos depobreza, desigualdad social y violencia, que sonlos fenómenos sociales más críticos para la re-  gión en la actualidad y que los afectan de maneraprofunda y directa. Este panorama sobre los jóve- nes en América Latina permitirá contextualizarmejor la ECD.

    1. La ECD y la tensión entre lo global y lo local 

    El mundo social, cultural, político y económico

    que enfrentarán los egresados – y también los de- sertores – del SE, es un mundo muy distinto delque se vivió la mayor parte del siglo XX. La glo- balización y la revolución de las comunicacionesconstituyen hoy día las variables más determi- nantes del crecimiento económico, de la producti- vidad y de la forma como nos relacionamos unoscon otros. El progreso de la tecnología informáti- ca y de la conectividad ha resultado en un costoprácticamente nulo de las comunicaciones y enla casi desaparición de la distancia fisica para elintercambio económico y cultural.

    El nivel de habilidades y conocimientos quese le exige a las personas es cada día mayor, lo queha producido una presión importante sobre lossistemas educativos para aumentar su capacidad.En el mundo desarrollado, el promedio de escola- rización de los trabajadores jóvenes ha llegado a14 años. Por otra parte, los tratados comercialesy la liberalización de fronteras aduaneras en laregión representan desafios para los trabajadores

    GRAFICO 1DESIGUALDAD EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE

    COMPARADA CON OTRAS REGIONES DEL MUNDO(Ceciene de Gini 1990 - 1999)

    0

    0.1

    0.2

    0.3

    0.4

    0.5

    0.6

       E  u  r  o  p  a   d  e   l

       E  s  t  e

       P  a   í  s  e  s

       D  e  s  a  r  r  o   l   l  a   d  o  s

       R  e  s  t  o

       d  e   l   A  s   i  a

       S  u  r  e  s  t  e

        d  e   A  s   i  a

       M  e   d   i  o

       O  r   i  e  n  t  e

       A   f  r   i  c  a

       A  m   é  r   i  c  a   L  a  t   i  n  a

    0.29  0.33

      0.34

    0.460.38

    0.37

    0.51

    2 EDuCACIN PARA LA CIuDADANA y LA DEmoCRACIA PARA uN muNDo gLoBALIzADo: uNA PERsPECtIvA ComPARAtIvA

     Fuente: Hacia un desarrollo sostenible y equitativo: estrategias sectoriales para América Latina y el Caribe , BID, 2003.

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    que deberán desempeñarse en mercados globali- zados y en constante transformación. Los bajoscostos de las comunicaciones plantearán exigen- cias crecientes de manejo de tecnologías de infor- 

    mación y de habilidades personales de comunica- ción. Se estima que a lo largo de la vida laboral,un trabajador contemporáneo deberá involucrarsevarias veces en actividades de entrenamiento y ca- pacitación formales e informales.

    Las fronteras culturales prácticamente des- aparecen producto de la comunicación y el inter- cambio virtual. En este ámbito, el Internet se haconvertido en una palanca de transición haciauna nueva forma de sociedad, la sociedad en red.El Internet permite, por primera vez, la comunica- ción de muchos a muchos en un tiempo determi- nado y a una escala global. Interactuamos a travésde un individualismo en red que se ha converti- do en la forma de sociabilidad predominante. Elcorreo electónico, que representa el 85% del usode Internet, se usa en casi todas las dimensionesde la vida cotidiana, partiendo por el trabajo, lasrelaciones entre familiares y entre amigos. El in- dividualismo en red constituye un modelo socialsobre el que se construyen comunidades virtuales,tan intensas y efectivas como las físicas, cuandose trata de unir y movilizar. Por su aplicabilidad aun amplio rango de situaciones sociales, el Inter- net ha aumentado enormemente la capacidad de

    los individuos para reconstruir la estructura de lasociabilidad desde abajo (Castells, 2001)3.

    En cuanto a la democracia, se abre un pe- ríodo de transformación tanto en sus contenidoscomo en sus vinculaciones con la economía y ladinámica social, en un contexto global tambiénde cambio, de concentración de riqueza y de inter- nacionalización creciente de la política, que tien- de a perder contenido por la disminución de sobe- ranía interior del Estado. Se produce un divorcioentre los problemas que los ciudadanos reclamandeben ser resueltos y la capacidad de la políticapara enfrentarlos (PNUD, 2004).

    Así, los cambios aquí reseñados destacan lanecesidad de profundizar los valores que son ne- cesarios para retener y fortalecer el capital socialde los países. Esto alude al desarrollo de una cul- tura ciudadana que respete y practique por sobretodo la democracia, la cooperación, la responsa- bilidad social, y desarrolle un sentido amplio denación-comunidad. La tecnología ha ampliado loslímites de la comunidad hacia el mundo global, lo

    que asombra y atemoriza a la vez. Transitar entre éstas dimensiones requerirá de competencias yvalores que hasta hace una década no eran indis- pensables. La educación tendrá que hacerse cargo

    de su parte de responsabilidades en la transmi- sión de las competencias para la nueva sociedad.

    En el contexto de este documento hemosquerido utilizar el concepto de ECD que puso encirculación el Consejo de Europa (CE). “La ECD esun conjunto de prácticas y principios dirigidos aequipar mejor a los jóvenes y adultos para parti- cipar activamente en la vida democrática a travésde la incorporación y el ejercicio de sus derechosy responsabilidades en la sociedad” (Consejo deEuropa, 2004)4.

    Aún cuando, según un estudio realizadopor el CE, había variaciones entre los países enla forma de entender el concepto de ECD produc- to de las particulares condiciones de contexto encada uno de ellos, este concepto fue acordado fi- nalmente y se transformó en la referencia comúnpara tratar el tema. (Cuadro 1).

    Una dimensión clave del concepto de ECDes el de ciudadanía. Este designa a un tipo desociedad, un sistema de valores y una comuni- dad ideal que se organiza y adquiere poder paraasegurar la satisfacción de sus demandas frentea los organismos públicos. Hace referencia a laacción, a comportamientos a través de los cuales

    los ciudadanos pueden ejercer sus derechos socia- les, hacer seguimiento de las políticas públicas ycontribuír a la resolución de asuntos de interéscomún.

    El PNUD hace referencia a tres dimensionesdel concepto de ciudadanía: ciudadanía política,que incluye el derecho a elegir a los representan- tes frente a las instituciónes del gobierno ya seanacional o local; ciudadanía civil, que alude a laslibertades individuales, incluyendo la libertad deexpresión y el derecho a la igualdad legal y ciu- dadanía social, que hace referencia a la seguridadindividual, al bienestar económico y al derecho ala salud y a la educación.

     Para enseñar ciudadanía, La ECD tiene queestar en estrecha sintonía con el contexto social,

    3 Castells, M., 2001, La Galaxia Internet: reflexiones sobre Internet,empresa y sociedad, Arete, Barcelona.4 Education for Democratic Citizenship Activities 2001 – 2004; All-European Study on EDC Policies, Council of Europe, Strasbourg,2004.

    EDUCACIÓN CIUDADANA PARA LOS JÓVENES DE LA ALDEA GLOBAL 33

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    político y cultural en la que se imparte. La ma- yoría de las asignaturas tienen que ver principal- mente con el conocimiento acumulado y comotal, hacen referencia al pasado. La ECD tiene una

    dimensión fundamental de transferencia de co- nocimientos sobre los poderes públicos, las leyes,la Constitución y los poderes públicos. Pero tieneotra dimensión que tiene que ver con los aconte- cimientos del entorno social, político y cultural,con los que la escuela debe estar vinculada. Lalectura de la prensa y análisis crítico de los me- dios es sólo una faceta de esta necesaria vincu- lación. La otra es el compromiso y participaciónde los estudiantes en actividades de servicio a lacomunidad y de participación en asuntos localesde orden social y civil.

    2. Temas prioritarios de la ECD en distintas

    regiones

    Con distintos focos y énfasis temáticos determi- nados por los particulares contextos locales, lasdiferentes regiones del mundo se han hecho cargodel desafio de formar a los ciudadanos para lamodernidad, que deberán ejercer sus derechos yresponsabilidades cívicas, políticas y sociales ycuyas lealtades se debatirán permanentementeentre lo individual y lo colectivo, entre lo localy lo global.

    En Europa, el debate contemporáneo so- bre la ECD y sus soluciones tuvo su momento

    más álgido de la década de los noventa. Muchosde los países llevaron a cabo amplios debates yrevisiones internas que tuvieron como resultadoreformulaciones significativas de la estructura

    curricular, produjeron materiales educativos, ca- pacitaron docentes y estrecharon los vínculosentre la escuela y la comunidad. Todo esto paraenfrentar una tarea que situaron entre las prio- ridades en la agenda educativa. El Consejo de Eu- ropa (CE) tomó cartas en el asunto y pasó a serun integrante activo de las discusiones, y se dioa la tarea de unificar criterios entre los países,establecer estándares comunes, y de activar losvasos comunicantes que permitirían transferirlas experiencias y los conocimientos adquiridosdesde los países que llevaban la delantera hacia

    aquellos que recién comenzaban a revisar la ECD(Concejo de Europa, 2004)5.El foco con que se discute e implementa la

    ECD en Europa está puesto en temas tales como laparticipación, el empoderamiento, la diversidad,la equidad, el multiculturalismo y la cohesiónsocial. Todos ellos están de alguna manera deter- minados por una sensibilidad histórica frente allegado del fascismo y por el crecimiento recientede la inmigración (Osler y Starkey, 2005, en estedocumento). Como los países de las Américas loestuvieron en el siglo XIX, los países de Europa

    4 EDuCACIN PARA LA CIuDADANA y LA DEmoCRACIA PARA uN muNDo gLoBALIzADo: uNA PERsPECtIvA ComPARAtIvA

    5 Education for Democratic Citizenship Activities 2001-2004, Ibid.

      CUADRO 1 DEFINICIÓN Y OBJETIVOS DE LA ECD SEGÚN ELCONSEJO DE EUROPA

    • Eá baada en l principi fndaenale de derech han, decracia plralia el ipe-rio de la ley.

    • Hace referencia a l derech repnabilidade, al epderaien, a la paricipación la per-enencia al repe pr la dieridad, inclend a da la edade a d l ecre de lasociedad.

    • Apira a preparar a l jóene adl para na paricipación acia en la ciedad decráica,fraleciend de ee d la clra decráica.• E inrenal en la lcha cnra la ilencia, la xenphbia, el raci, el nacinali arei

    la intolerancia.• Cnribe a la cheión cial, la jicia cial al bien cn.• Fralece a la ciedad cíil cnribend a la fración de cidadan infrad dad de

    habilidade decráica.

    Fuente: Actividades para la Educación para la Ciudadanía Democrática, 2001 – 2004 ; Estudio All European sobre políticas ECD, Consejo de Europa,Estrasburgo, 2 de abril de 2004.

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    están actualmente preocupados de construir na- cionalidad, fortalecer el patriotismo y de lucharcontra el prejuicio, la discriminación y el racismo,como consecuencia de las olas de inmigración ace- 

    leradas después de la caída del muro de Berlín yde la apertura hacia los países del Este.

    En Estados Unidos la urgencia por revisarla educación cívica adquiere proporciones fede- rales y visibilidad nacional, algo más tarde queen Europa. Es a comienzos del 2000 cuando sellevan a cabo las iniciativas que marcan y le danla orientación al análisis– y a las soluciones ypropuestas de acción que han seguido.

    Desde la fundación de Estados Unidoscomo nación, los americanos han compartido unavisión de la democracia en la cual todos los ciu- dadanos reconocen, aprecian y se involucran acti- 

    vamente en la vida cívica y política. Sin embargo,las dos últimas decadas estuvieron caracterizadaspor un creciente alejamiento de los individuosrespecto de las instituciones políticas y cívicashabituales como grupos voluntarios, grupos reli-  giosos, organizaciones de la comunidad y activi- dades políticas y electorales tales como votar einformarse sobre los asuntos públicos. Los jóve- nes también se han alejado y muestran un interéssignificativamente menor que sus antecesores envotar o participar de las discusiones políticas.

    Otra manifestación del desinterés por losasuntos políticos y civiles fue el empobrecimien- to del currículo. Prácticamente la totalidad deeducación cívica que se impartía a comienzos del2000 en los Estados Unidos era un curso de unsemestre sobre gobernabilidad. Comparado con almenos tres cursos semestrales que se impartíanen democracia, cívica y gobierno hasta los sesen- ta, la disminución resultó preocupante en la me- dida que se considera que la educación constituyeuna base fundamental para la futura ciudadanía.

    Como resultado, se consideró que muchosjóvenes no estaban preparados para participar enla democracia, lo cual es entendido como el pi- 

    lar fundamental para incrementar el compromisode los jóvenes con sus responsabilidaes y dere- chos ciudadanos (La Misión Cívica de las Escue- las, 2002). Demostrando una gran confianza enel buen estado de su democracia, el foco temáticopredominante es el ejercicio de la ciudadanía y laparticipación ciuadadana. La asignatura básica sedenomina educación cívica.

    A fines de 2002 el Centro para la Infor- mación y la Investigación sobre Aprendizaje y

    Compromiso Cívico, CIRCLE por su nombre enInglés, y la Corporación Carnegie, convocarona los académicos y educadores más connotadosy respetados del país a una serie de reuniones

    para determinar, sobre la base de la evidencia yde los datos disponibles, los componentes de unprograma de educación cívica posible y efectivo.Los participantes representaban todo el espectropolítico, una gran diversidad de disciplinas y unavariedad de perspectivas. Hubo discrepancies envarias áreas respecto a la educación cívica a im- partir en las escuelas del país, y sin embargo fue- ron capaces de acordar una posición respecto ala educación cívica que querían. El resultado deestas reuniones fue el informe “La Misión Cívicade las Escuelas”6, el que proporcionó un marcopara la creación de programas de educación cívica

    y representó, por primera vez en la historia delpaís, un consenso respecto a lo que debía ser laeducación cívica.Muy en línea con la tradición anglo-sajona de unacomunidad que se organiza para exigir al Estadorespuestas a sus demandas y que es altamenteparticipativa, se produce una proliferación de or-  ganizaciones no gubernamentales que se hacencargo y forman parte del caudal de propuestas yprogramas de educación cívica. Varias de ellas semencionan en el artículo de Reimers y Villegas,en este documento.

    En América Latina y el Caribe, los temasde contexto para la definición de la nueva ECD enla región están relacionados tanto con aspectoshistóricos como con acontecimientos recientes

    –muchos de los cuales continúan vigentes– talescomo la la desigualdad, la desintegración social yla violencia. Según algunos analistas, el términorelativamente reciente de gobiernos autoritariossitúan a la región de América Latina en situaciónde tener que reconstruir los mecanismos demo- cráticos y la confianza social (J. Biehl, 2005). Delos 18 países que se consideran en el informe del PNUD, sólo 3 vivían en democracia hace 25 años.

    La debilidad del tejido social es preocupantey constituye uno de los principales desafios de lasdemocracias latinoamericanas. Los grupos másexcluidos del ejercicio de la ciudadanía social sonlos mismos que sufren carencias en cuanto a sus

    6 The Cívic Mission of Schools, Center for Information and Researchon Ciuvic Learning and Engagement (CIRCLE) and the CarnegieCorporation of New York, 2002.

    EDUCACIÓN CIUDADANA PARA LOS JÓVENES DE LA ALDEA GLOBAL 5

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    derechos básicos y calidad de vida. En este sen- tido, el fortalecimiento de la sociedad civil y laparticipación constituyen los pilares fundamen- tales de la construcción de la ciudadanía cívica y

    social, particularmente en el caso de los pobres ylas minorías étnicas y culturales.

    Es de hacer notar que los miembros del Diá- logo que estuvieron presente en la VII Reuniónde la Red de Educación tocaron muchos de los te- mas del contexto social, político y cultural carac- terístico de América Latina y el Caribe (Minutasde la VII Reunión, Dialogo Regional de Política).Destacaron entre ellos, la falta de confianza enlos distintos actores de la sociedad, la necesidadde practicar las competencias propias de la ciu- dadanía durante el proceso de escolarización –serecalcó que mientras más temprano mejor–, laescuela como un remanso de estabilidad y comoun espacio privilegiado para la socialización y lanecesidad de introducir prácticas democráticas y éticas en la burocracia y en la práctica educacio- nal. En particular, la violencia juvenil fue tratadadesde diversas perspectivas y en varias oportuni- dades, como un problema crítico en varios de lospaíses presentes.

    3. Que opinan los latinoamericanos acerca de la

    democracia y la ciudadanía

     

    En los últimos años se han llevado a cabo impor- tantes esfuerzos por identificar el perfil del ciu- dadano medio y últimamente, el de los jóvenesrespecto a la democracia y sus temas asociadoscomo la participación, la confianza en las institu- ciones y la motivación respecto a su participaciónen organizaciones de la sociedad civil. Aquí anali- zaremos información aportada por el informe pu- blicado por el Programa de Naciones Unidas parael Desarrollo (PNUD) en 2004, La Democracia enAmérica Latina: hacia una democracia de ciudada- nos y ciudadanas, por la encuesta realizada porLatinobarómetro en 2002, y por el Estudio sobreEducación Cívica, realizado por la Asociación In- ternacional para la Evaluación de logros Educati- vos (AIE).

    La información aportada por los instru- mentos mencionados ha representado un impulsoimportante para la reflexión entre las autoridadesresponsables de la formación de los ciudadanosa todo nivel, no sólo en el sector educativo. Tam- bién ha servido para la incorporación de la socie- 

    dad civil más amplia en estas discusiones. Eviden- cia de ésto son la realización de Foros Nacionalesy Locales en Colombia, la creación de la ComisionNaciónal de Formación Ciudadana en Chile, etc.

    En los casos de Colombia y Chile, los representan- tes de estos países en la VII Reunión del DialogoRegiónal de Política de febrero de 2005, hicieronhincapie en el papel de la información aportadapor el estudio AIE en el desarrollo posterior deacciones muy concretas –con el apoyo de las másaltas autoridades del sector educación y del país–para reformular las políticas y programas de ECD.La nueva información sobre lo que piensan losjóvenes y su comparación con lo que piensan enel mundo industrializado, como se describe en laspresentaciones de los casos de Chile y Colombiaen este documento, proporcionó parámetros quepermitieron transformar definitivamente la ECDtransmitida en el SE para pasar de la educacióncívica tradicional a la educación ciudadana mo- derna.

     3.1 Hacia una democracia de ciudadanos yciudadanas, PNUD

    La publicación de este informe preparado por el PNUD en 2004, causó gran conmoción en la opi- nion pública y alarma entre los interesados enel tema, por el cuadro poco tranquilizador que

    entregó sobre la opinión de personas comunes yde líderes nacionales acerca del estado de la de- mocracia en la región. En general hay apoyo y va- loración de la democracia, como lo demuestra elhecho que de 231 líderes entrevistados, sólo 17no están de acuerdo con la afirmación de que lademocracia avanzó significativamente durante laúltima década. Sin embargo, este apoyo es bastan- te precario, puesto que el 55% de los ciudadanosentrevistados respondió que le quitaría el apoyoa un gobierno democrático si éste fuera incapázde resolver los problemas económicos. En la mis- ma línea, un 56% de los ciudadanos opinó que eldesarrollo económico es más importante que lademocracia.

    Este panorama se complementa con eviden- cias que muestran que en muchos casos, la cre- ciente frustración por la falta de oportunidadesy por los altos niveles de desigualdad, pobreza yexclusión social, se expresa en malestar, pérdidade confianza en el sistema político, acciones ex- tremistas, violencia, y crisis de gobernabilidad. El

    6 EDuCACIN PARA LA CIuDADANA y LA DEmoCRACIA PARA uN muNDo gLoBALIzADo: uNA PERsPECtIvA ComPARAtIvA

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    informe señala que hechos como éstos ponen enriesgo la estabilidad del propio régimen democrá- tico en la región.

    3.2 Latinobarómetro

    La encuesta Latinobarómetro realizada en 2002ofrece un panorama algo sombrío respecto al co- nocimiento y la actitud de los latinoamericanoshacia la democracia, sus instituciones y respectoa las relaciones entre las personas (Pilotti, 2004)7.El apoyo a la democracia es de un 56%, pero lasatisfacción con la democracia solo llega al 32%,lo cual se indica está asociado con el desempeñode la economía, revelando no solo la debilidadde la democracia sino también el desconocimien- to de la misma. (Esto último fortalece de maneraimportante el argumento por la necesidad de for- talecer y adecuar la ECD en la región.) La encuestatambién revela que solo un 14% de los latinoame- ricanos confía en los partidos políticos, que hayuna escasa confianza en los poderes del estado

    –judicial y legislativo fundamentalmente– y pien- san que la corrupción va en aumento. Tan alar- mante como lo anterior, es que en América Latinasolo 19% de los encuestados dice tener confianzaen las demás personas, comparado con el 70% enpaíses de Europa del Norte, y con el 50% en Esta- dos Unidos.

    Lo que deja en claro la información apor- tada tanto por el informe del PNUD como porLatinobarómetro es que las personas reconocenel avance en el ámbito de la ciudadanía política,pero hay que dar pasos más allá para asegurar lasatisfacción de la población con el estado de lademocracia y sus espacios de participación en ella.La elección de los gobernantes es solo un primerpaso en esta dirección. Los siguientes pasos im- plican avanzar en los aspectos de la ciudadaníacívil, de manera que las personas puedan exigirel cumplimiento de las promesas a su represen- tantes, y por sobre todo, avanzar en ciudadaníasocial, en la que todas las personas pueden haceruso de los espacios de participación y de bienes- tar que les corresponden y que fortalecen el tejidosocial, base de la democracia.

    Asi como Latinobarómetro ofrece un perfildel latinoamericano adulto, el Estudio de Educa- ción Cívica realizado en 1999 por la AIE ofrece unperfil de lo que piensan los jóvenes respecto a lademocracia y la ciudadanía.

    4. El perfil de los jóvenes en América Latina

    La Asociación Internacional para la Evaluaciónde Logros Educativos (AIE), realizó en 1999 una

    encuesta sobre los conocimientos y actitudes cívi- cas de estudiantes de 14 y 17 años, en muestrasnacionales representativas de 29 países. La mayo- ría de los países participantes son Europeos; sóloChile, Colombia y Estados Unidos participarondel continente americano. Un análisis exhaustivode esta encuesta en Chile, Colombia, Estados Uni- dos y Portugal muestra que en general, los estu- diantes han adquirido los conceptos relativos a lademocracia y las instituciones políticas (Torney- 

     Purta y Amadeo, 2004)8. Sin embargo, no parecencomprender del todo los aspectos más sutiles dela democracia tales como los derechos políticos,la responsabilidad de los ciudadanos y el papel delos medios de comunicación y de las institucioneseconómicas. Especialmente preocupante resulta elque los jóvenes de 17 años de Chile y Colombiamuestran menos confianza en las institucionesvinculadas al gobierno y menos orgullo nacionalque sus pares de 14 años. Tendencia preocupanteen tanto sugiere que mientras más informacióntienen, menos confian.

    Se informan sobre las noticias de actuali- dad mucho más a través de la televisión que de laprensa, ya que prácticamente no leen periódicos.

    La información sobre el entorno social la obtie- nen principalmente de programas de entretencióntransmitidos por la televisión y no necesariamen- te de noticiarios o programas propiamente infor- mativos.

    Los resultados del estudio muestran el alto grado de confianza de los adolecentes y jóvenesChilenos y Colombianos en la escuela como insti- tución, lo que refuerza su valor como agencia detransmisión de conocimientos y prácticas sobreciudadanía y democracia.

    EDUCACIÓN CIUDADANA PARA LOS JÓVENES DE LA ALDEA GLOBAL 7

    7 Pilotti, Francisco, (2004), La promoción de la democracia a travésde la educación cívica: introducción de un proyectos de investigaciónauspiciado por la OEA, en: Fortalecimiento de la democracia en las Américas a través de la educación cívica: un análisis empirico quedestaca las opiniones de los estudiantes y los maestros, OEA, Unidadde Desarrollo Social y Educación.8 Torney-Purta, Judith y Amadeo, Jo-Ann, (2004), El desempeño enmaterial de conocimiento cívico y la comprensión de la democraciay la ciudadanía, en: OEA, 2004, Fortalecimiento de la democraciaen las Américas a través de la eduación cívica, Unidad de DesarrolloSocial y Educación.

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    El perfil de los jóvenes que nos entrega elEstudio de Educación Cívica muestra que éstos noconfian en las instituciones del Estado, no parti- cipan en política y no confían en la organizació

    de la sociedad civil como forma de conseguir res- puesta y solución a sus inquietudes y problemas. Pocos se inscriben en los registros electorales yacuden a las urnas para elegir a sus representan- tes y el porcentaje de jóvenes que confian en la gente es bajo. La generación actual está constituí- da por jóvenes en general más educados que suspadres– la generación más educada de la historia

    – pero que tienden a no usar los mecanismos pro- pios de la democracia.

    4.1 Pobreza y juventud: desigualdad ante lasoportunidades

    Como veíamos anteriormente, la desigualdad enAmérica Latina es una de las mayores del mundo.Surge naturalmente la pregunta ¿Hay algo menosdemocrático que la desigualdad? Los jóvenes venla desigualdad de oportunidades entre los quetienen y los que no tienen, reflejando sociedadescon valores muy poco democráticos en el ámbitosocial.

    Hay un sector de estos jóvenes que busca lasolución a sus problemas, a su marginalizacióny a su falta oportunidades canalizando su frus- 

    tración en conductas anti-sociales que van desdela apatía y desinterés extremos hasta la partici- pación en bandas que hacen de la violencia sumedio de relación con la sociedad. La elección de

    la violencia como estrategia para resolver proble- mas está correlacionada con el nivel de ingreso;las evidencias sugieren que son los jóvenes queviven en medio de la pobreza los que menos creenen la solución pacifica y cívica de conflictos.

    Un porcentaje importante de los jóvenes enAmérica Latina son pobres, por lo que enfrentanel mundo con desventajas comparatives desde laentrada. Deben además conciliar la contradicciónesencial entre el ideal de democracia, que suponeun orden social con igualdad de oportunidadespara todos, al mismo tiempo que experimentanlos efectos determinantes de una desigualdad enla que les toca la peor parte, que los margina de lasociedad y de las oportunidades que ésta ofrece.

    El (Cuadro 2) muestra las cifras de extremapobreza para la franja etárea entre 6 y 12 añosy entre 13 y 19 años, que son de 30,5% y 22,1%respectivamente. En términos absolutos, estosignifica que son más de 37 millones de niñosy jóvenes los que viven en extrema pobreza. Lospobres son aún más; estimaciones conservadorasbasadas en tendencias globales que sugieren quela población pobre tiende a ser el doble de los queviven en extrema pobreza, nos permiten concluir

    CUADRO 2 AMÉRICA LATINA: EXTREMA POBREZA, POR GRUPODE EDAD Y ÁREA GEOGRÁFICA, 2002

    Número(illne)

    Incidencia(prcenaje)

    9

    11

     8

    23

    52

    21.4

    22.1

    15.0

    9.8

    13.5

    UrbanaNacional

    Grupo deedad

    Número(illne)

    Incidencia(prcenaje)

    0-5

    6-12

    13-19

    20 á

    Total

    19

    22

    15

    41

    97

    29.6

    30.5

    22.1

    13.9

    19.4

    Rural

    Número(illne)

    Incidencia(prcenaje)

    9

    11

    7

    19

    46

    48.6

    51.9

    44.3

    28.7

    37.8

    Fuente: Comisión Económica para América Latina y e l Caribe (CEPAL), con base en tabulaciones especiales de encuesta de hogares en países relevantes.

    8 EDuCACIN PARA LA CIuDADANA y LA DEmoCRACIA PARA uN muNDo gLoBALIzADo: uNA PERsPECtIvA ComPARAtIvA

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    En América Latina, el incremento porcen- tual de ingresos vinculados con un año adicionalde escolaridad primaria, secundaria o terciaria emuy elevado. En una muestra de 12 países, el ren- 

    dimiento mediano de un año adicional de escola- ridad primaria es 7%, y 9% y 16% en secundariay terciaria, respectivamente. En comparación conlos países industrializados en los que se han re- portado rendimientos promedio de 3% para todoslos años de escolaridad en Suecia, 6-7% en Canadá,9% en Estados Unidos y 13% en Austria (Kruegery Lindahl, 2001, en IPES, 2004)12.

    La demanda por trabajadores con educaciónterciaria ha aumentado progresivamente en laúltima decada, como lo demuestra la brecha sa- larial entre los trabajadores que han terminadola formación terciaria y los que han completadola secundaria la que ha aumentado 1,4% por año(IPES, 2004). En 20 años, esto representa un incre- mento de 32%.

     Por consiguiente, una disminución de lasdesigualdades en las capacidades que los trabaja- dores traen al mercado laboral puede eventual- mente disminuir la desigualdad de los ingresos(IPES, 2004). Se ha documentado ampliamente larelación positiva que existe entre la escolaridady el nivel de ingresos tanto para países desarro- llados como para los que se encuentran en víasde desarrollo. Investigaciones recientes sugieren

    que un mayor nivel de ingresos sí demuestra quela escolaridad imparte conocimientos y aptitudesque eleven la productividad de los trabajadores(Krueger y Lindahl, 2001, en IPES, 2004).

     Por otra parte, el porcentaje de niños y jóve- nes entre 16 y 19 años que trabaja es más baja enlos países de América Latina que en los EstadosUnidos (Cox-Edwards, p. 11)13. La comparación en- tre países muestra que alrededor del 45% de losjóvenes de 19 años está trabajando, cifra que es si- milar a lo que ocurre en Estados Unidos. Sin em- bargo, mientras estos últimos trabajan y estudianal mismo tiempo, los jóvenes latinoamericanosque trabajan lo hacen a tiempo completo y hanabandonado sus estudios.

    Muchos de los jóvenes que abandonan losestudios para buscar trabajo permanecen desocu- pados. Datos de 2001 muestran que las tasas dedesempleo juvenil han estado por sobre el 15% enla mayoría de los países, con excepción de Brasil,Costa Rica y Mexico, en donde éstas han estadosistemáticamente más bajas.

    5. Participación como práctica de la ciudadanía

    La participación es la mejor práctica para apren- der a ser ciudadanos. Como tal, representa un me- 

    canismo clave para lograr el desarrollo integral delos jóvenes; contribuye a desarrollar y fortalecerlas capacidades que les servirán para actuar comociudadanos responsables. La contribución de laparticipación al proceso de individuación de losjóvenes se da de manera tal que: (i) el reconoci- miento social basado en las capacidades indivi- duales que proporciona la participación contribu- ye a su autopercepción de autonomía e identidadpersonal; y (ii) la experimentación de su entornosocial como un lugar predecible y manejable con- tribuye a desarrollar la confianza básica en el símismo y en su capacidad para producir impactoen esa realidad (Infante, F., 2001)14.

     Por otra parte, muchas investigaciones de- muestran que los adolescentes que participan enactividades escolares o cívicas probablemente seconvertirán en adultos comprometidos (Torney- 

     Purta, 2004, p. 84).Resulta una expectativa muy poco realista

    el suponer que los niños y jóvenes se transforma- rán en ciudadanos responsables de un día paraotro, sin haber estado expuestos a las habilidades,competencies y responsabilidades que esto invo- lucra. Entendida así, la participación se convierte

    en un medio y un fin en sí misma y por lo tanto,un tema pedagógico central para la ECD.

    La Convención de los Derechos del Niño,un documento de Naciones Unidas de 1989 y queha sido ratificado por más de 100 países, incluyeun acápite que establece la importancia de quelos niños participen en la toma de decisiones.15

    10 EDuCACIN PARA LA CIuDADANA y LA DEmoCRACIA PARA uN muNDo gLoBALIzADo: uNA PERsPECtIvA ComPARAtIvA

    12 Krueger, and Lindahl, M. (2001), Education for growth: why and

    for whom?, Journal for economic literature, 39 (4): 1101 - 1136.13 C. Edwards, Alejandra, 2004, Cambios en el Mercado laboral en America Latina y el Caribe: ¿que significa para el sector educativo?,en: Modernización de la educación técnica post-secundaria: opcionesy desafios para América Latina y el Caribe, Documento de la Red deEducación, Diálogo Regiónal de Política.14 Infante, F., (2001) Participación juvenil: aprendiendo a domesticarse,Foro Centroamericano de Juventud, El Salvador, octubre de 2001,Organización Panamericana de la Salud.15 Lansdown, G., Promoting children’s participation in democraticdecision-making, New York, UNICEF, 2001, en: Youth Participation Guide: assessment, planning and implementation, WHO, 2002.

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     Nota: Las clasificaciones se hicieron con base en la siguiente escala: 1- No haré esto con toda seguridad; 2- Probablemente no haré esto; 3- Probablementeharé esto; 4- Haré esto con toda seguridad. * No se ponderaron los datos de los estudiantes colombianos de 17 años.

    Fuente: Torney-Purta, J. Y Amadeo, J.A., 2004, Ibid

      CUADRO 3NIVELES MEDIOS DE EXPECTATIVAS DE PARTICIPACIÓN

    CÍVICA DE LOS ESTUDIANTES DE 14 Y 17 AÑOS

    Chile

    2,98

    1,78

    2,44

    Colombia Portugal

    Edad 14 Edad 17 Edad 14 Edad 17* Edad 14 Edad 17

    2,98

    1,75

    2,45

    2,96

    1,74

    2,72

    2,93

    1,79

    2,70

    2,73

    1,65

    2,52

    2,68

    1,65

    2,53

    EE.UU.

    Edad 14

    2,60

    1,67

    2,52

    Países

    tip de aciidad

    miiensocial

    Protesta ilegal

    Cnencinal

    porcentaje de participación intensional lo abtuvola protesta ilegal (pintar frases paredes, deternerel trafico, ocupar edificios públicos).

    El primer elemento a considerar en la in- terpretación de estas respuestas es que es posibleque el contexto en que se contestó la encuestapuede influir en su contenido, y que el hechode estar en la escuela bajo la supervisión de susprofesores haya llevado a muchos estudiantes aresponder aquello que no conlleva ningun riesgode sanción o de censura. De ahí derivarían losbajos porcentajes de participación intencional queobtuvo la protesta ilegal. Por otra parte, los rela- tivamente bajos porcentajes de la participación enpolítica convencional serían una expresión de labaja aceptación social que tienen las actividadespolítico-partidistas en los países participantes.Sin embargo, estas respuestas en cierta forma re- piten y corroboran las respuestas anteriores so- bre la situación actual de los estudiantes. No hayvariaciones significativas entre cómo se insertan

    actualmente en la vida civil y social y cómo vensu inserción en el futuro.

    Se menciona para el caso de Colombia unaaparente contradicción entre la baja intención departicipar en actividades políticas convenciona- les y la enseñanza reciente de la nueva Consti- tución colombiana, la cual se interpretaría comouna manifestación de la persistencia en el paísde elementos antidemocráticos y que lo que los

    estudiantes aprenden en sus escuelas puede noconcordar con lo que ven en sus comunidades(Rodríguez Rueda, 1999, en Torney-Purta, 2004,p. 91). También subrayaría la hipótesis del estig- ma social y el temor consiguiente respecto de lasactividades relacionadas con grupos políticos deafiliación partidista.

    Según el estudio, los factores que predicenla participación de los jóvenes en movimientossociales y acciones cívicas y las protestas ilegalesson la lectura de periódicos, la libertad de expre- sión en el aula y en la escuela, y los vínculos en- tre la escuela y la comunidad. Para la expectativade participar en actividades políticas convencio- nales se agrega la confianza en las institucionescomo un factor de predicción.

    La información analizada arriba tiene im- portantes implicaciones para la ECD. En primerlugar, enfatizan la responsabilidad que tiene la es- cuela en el fomento de la democracia. En segundolugar, señalan la importancia de fomentar la par- 

    ticipación en actividades extracurriculares, tantodentro como fuera de la escuela, como medio parapromover la formación ciudadana. La lectura críti- ca de periódicos, el análisis y discusión critica delos medios, la instauración de prácticas democrá- ticas en el aula y en la escuela, el fomento a losdebates, a las discusiones y a la expresión librede opiniones dentro de la escuela. Por último, re- calcan la importancia de enseñar conocimientos

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    sobre las instituciones del gobierno y los poderesdel Estado.

    Como veíamos anteriormente, la escuela esaltamente valorada por los estudiantes chilenos

    y colombianos, lo que sugiere que ésta tiene ensu poder el producir cambios en este sentido. Losinstrumentos están totalmente a su alcance y elprestigio del que goza contribuye a su credibilidadcomo agencia de transmisión cívica y cultural.

    5.2 Los espacios de participación de los jóvenes (la oferta)

    Las oportunidades de participación pueden dara los jóvenes las destrezas, los conocimientos yla motivación necesarias para convertirse en ciu- dadanos activos. A diferencia de las sociedades

    anglo-sajonas, que son participativas y han con- tado desde sus orígenes con una sociedad civil al- tamente organizada como forma de construcciónde la democracia, las sociedades hispanas sontradicionalmente menos participativas. Segúnla información del Estudio de Educación Cívicaanalizado por Torney-Purta et al., los jóvenes deEstados Unidos participan más que los latino- américanos. El 90% de los encuestado de EstadosUnidos señalaron que pertenecían al menos a unaorganización.

    La explicación puede residir en varios delos factores del lado de la demanda que se citanen el estudio OEA, pero los factores de la ofertatambién son determinantes. En Latinoamérica, larelativa debilidad de las organizaciones de la so- ciedad civil se da de manera más critica en lasorganizaciones de los jóvenes. De hecho, el surgi- miento de organizaciones de la sociedad civil mo- vilizadas en torno a una amplia gama de intereseses solo de reciente data.

    Aún cuando formalmente adquieran el es- tatus de ciudadanos, e incluso obtengan un ciertonivel de participación política a través del voto,los jóvenes pobres no acceden al poder, en el sen- 

    tido de la toma de decisiones, ni tienen la posibi- lidad de integrarse socialmente, en el sentido delas oportunidades (PRADJAL, en Mettifogo, p. 9)17.En una sección anterior vimos cómo sus opcio- nes de inserción laboral y social pueden limitarsedesde muy temprano, al obtener una pobre e in- completa educación, la cual desencaden el circulode empleos mal remunerados, imposibilidad decontinuar con alguna forma de capacitación paraeventualmente acceder a un mejor empleo.

    En el caso de las organizaciones exclusiva- mente juveniles, y con la excepción de ciertas or-  ganizaciones universitarias, se ha visto que éstasposeen escasa representatividad, dificil proyec- 

    ción en el tiempo y son con frecuencia manipu- lados por agentes externos. Adolecen de ineficien- cias organizacionales, escasez de recursos fisicosy materiales, y débil preparación de sus líderes.La mayoría se basan en un enfoque adulto de lapolítica (Mettifogo, 1998)18. Adicionalmente, hayevidencias de que las organizaciones juvenilesfrecuentemente tienen un deficiente apoyo, cuan- do no una directa oposición, de parte de la comu- nidad y del Estado.

    En este contexto, es importante considerarque estamos incentivando a los jóvenes para queparticipen en organizaciones sociales y grupos de

    acción política y social en circunstancias de quedisponen de escasos espacios y oportunidadespara participar en la vida social y particularmen- te en la vida política de sus comunidades. Esto esmás veradero aún en el caso de las oportunidadespara participar en actividades y decisiones rela- cionadas con los gobiernos, incluso en instanciasde gobiernos locales. Aún cuando la mayoría delos países de la región son democracias, se ob- serva una clara dificultad de parte del sistemapolítico para representar y para convocar a losjóvenes. Se cita entre las explicaciones el que losjóvenes no representan votos. Cualquiera sea larazón, el hecho concreto es que los jóvenes nodisponen de muchas oportunidades para ejercersu ciudadanía.

    Lo anterior es corroborado en Torney-Purta,2004, p. 85, quienes citan los trabajos de investi-  gación de Welti (2002), en los que encontró queen América del Norte y Europa existen muchas or-  ganizaciónes juveniles constituídas formalmente,en tanto que en América Latina son más comuneslos grupos organizados de manera informal, en- tre los que se cuentan las pandillas y bandas, queanalizaremos más adelante.

    En el caso de muchos niños y jóvenes, laescuela es la única experiencia institucional que

    EDUCACIÓN CIUDADANA PARA LOS JÓVENES DE LA ALDEA GLOBAL 13

    17 Programa Regional de Acciones para el Desarrollo de la Juventuden América Latina (PRAJDAL, 1995-2000), Cuarta Cumbre Iberoa-mericana de Jefes de Estado y de Gobierno, Cartagena, Colombia,junio de 1994.18 Mettifogo, D., (1998), Participación juvenil y promoción de salud:opciones de política, OPS, Washington, D . C .

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    tienen y que les ofrece la posibilidad de partici- par. Para los que abandonan antes de completarel ciclo escolar, ni siquiera cuentan con esta ex- periencia de inserción institucional. En otras pa- 

    labras, los jóvenes no participan no solamenteporque no quieren o no han sido formados paraello, sino porque las oportunidades para hacerloson extremadamente limitadas y precarias. Porlo tanto, si queremos que los jóvenes participen,hay que promover las oportunidades y condicio- nes para que lo hagan, facilitando la creación deorganizaciones.

    De que organizaciones juveniles estamoshablando? En América Latina se ha visto que lascaracterísticas de las organizaciones juveniles yde las formas en que los jóvenes participan ha

    ido evolucionando en el tiempo ajustándose así, alos cambios políticos y culturales de la región. Enel cuadro 4 se presenta una comparación de lasorganizaciones hacia fines de los noventa y endécadas anteriores.

    La evolución de la participación juvenildescritas en el cuadro anterior se caracteriza porhaber transitado hacia un mayor énfasis en la in- dividualidad, hacia la coordinación horizontal, laorganización ad hoc (en función de necesidades

    puntuales) y la débil institucionalización. El cam- bio de paradigma denota una transición desde laalta filiación hacia la agrupación en función deredes temporales y coyunturales.

    El Internet está jugando un papel crucialen la organización horizontal de manifestacionescolectivas en torno a intereses de amplio espectro.La convocatoria a través de este medio se multi- plica de manera exponencial.

    6. La violencia juvenil como forma de inserción

    social

    Entre los temas del contexto social más relevantesy cada vez más cercanos a los jóvenes el de la vio- lencia es uno de los más críticos. A partir de los

    noventa ha empezado a ser también un tema delsistema escolar en la medida en que en muchospaíses éste ha pasado a ser lugar de reclutamientopara las pandillas y organizaciones criminales, yescenario y también protagonista de la violencia.

    Varios de los miembros del Dialogo Regio- nal de Política participantes de la VII Reunión dela Red de Educación (ver Minutas de la Reunión)mencionaron la violencia juvenil que arrecia ensus países como uno de los temas prioritarios a

    14 EDuCACIN PARA LA CIuDADANA y LA DEmoCRACIA PARA uN muNDo gLoBALIzADo: uNA PERsPECtIvA ComPARAtIvA

      CUADRO 4 EVOLUCIÓN DE LA PARTICIPACIÓN JUVENIL

    Idenidade clecia en fnción de c-

    di ciecnóic e idelic-plí-

    ic: ediane, jóene rban-ppla-

    re, jóene cialia.

    Actores

    mejra de cndicine ciale ecnó-

    micas en la escuela, barrio, lugar de tra-

    baj.

    Centralismo, mesianismo y cambio re-

    lcinari, cabi cial depende del

    cambio de las estructuras.

    Paricipación iniciónaliada, aliación

    paridia, prea áia, raniación

    piramidal, decentralización del mando.

    Contenidos

    Valores

    Modos de actuar

    Idenidade indiidale en relación a

    epaci alric: ener, preferencia

    exal, eclia, feinia, apaia,

    calentamiento global.

    Decracia, edi abiene, derech

    exale, eqidad de ener, derech h-

    an, derech indiena, pa.

    Ania e idenidad indiidal, decen-

    tralización, autogobierno, cambio social a

    raé del indiid

    Escasa instituciónalización, participación

    indiidal, raniación hrinal cn-

    fración de rede exible.

    Fuente: Serna, L. y Alfie , M., (1995), Movimientos sociales y globalización, en Sociologica, Ano 10, No 27, Universidad Autonoma Metropolitana, Mexico.

    Viejo paradigma Nuevo paradigma

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    considerar en la redefinición de la ECD. Algunosaspectos de la violencia juvenil serán abordadosen esta sección.

    Datos de la Oficina Mundial para la Salud

    (OMS) estiman que para la población entre 15 y44 años de edad, la violencia autoinflingida, in- terpersonal o colectiva, es la principal causa demuerte en todo el mundo. En 2000, aproximada- mente 1,6 millones de personas murieron comoresultado de la violencia, lo que representa unatasa de 28,8 por 100 mil habitantes. La gran ma- yoría de estas muertes se registraron en paísesde ingreso bajo o mediano; menos del 10% se re- 

     gistraron en países de ingresos altos (OMS, 2002).En 2002, la tasa de muerte violenta en países deingreso bajo fue de 32,1 por 100 mil habitantes,más del doble de la tasa en los países de ingresos

    altos, que registraron 14,4 por 100 mil habitantes.(Cuadro 5).

    Según datos del Reporte Mundial sobre Vio- lencia y Salud, después de Africa, América Latinaes la región más violenta del mundo por razonesno debidas a guerra o conflictos civiles. La eviden- cia avala esta afirmación, como se observa en el(Gráfico 3). Dentro de la región, Guatemala, El Sal- vador y Honduras muestran niveles superiores alpromedio latinoamericano y que, con excepción

    de Colombia, los ubicaría como la subregión más

    violenta del globo (Krug et al., 2002)19.Anque es difícil estimar con precisión, los

    costos económicos de la violencia en términos de gastos médicos, dias laborales perdidos, y medi- das policiales y judiciales llegan a los miles demillones de dólares. Expresado en porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), en 1997 los costosde los gastos de asistencia médica derivados de laviolencia fue del 1,9% del PIB en Brasil, 5,0% enColombia, 4,3% en El Salvador y 1,3% en Mexico,1,5% en Peru y 0,3% en Venezuela (OMS, 2002)20.

     Parte importante de la violencia en Améri- ca Latina corresponde a la violencia juvenil. EnCentroamérica, las maras son señaladas comouna de las principales fuentes de criminalidad,que ha puesto a la región entre los lugares másviolentos del hemisferio occidental (Call, 2000)21.Esta la ejercen adolecentes y jóvenes entre 10 y24 años, la mayor parte de las veces integrando

     

    EDUCACIÓN CIUDADANA PARA LOS JÓVENES DE LA ALDEA GLOBAL 15

      GRAFICO 3

    TASA DE HOMICIDIOS PORREGIONES DE LA OMS, 2000

    0

    5

       A   f  r   i  c  a

       E  u  r  o  p  a

       M  e   d   i  t  e  r  r  a  n  e  o

       O  r   i  e  n  t  a   l

    10

    15

    20

    25

       A  m   é  r   i  c  a  s

       A  s   i  a

        S  u   d  o  r   i  e  n  t  a   l

       P  a  c   í     c  o

       O  c  c   i   d  e  n  t  a   l

    taa de hicidi pr 100.000

    taa de hicidi pr 100.000

    Fuente: La violencia un problema mundial de salud pública, Organización Mundial para la Salud (OMS), Ginebra, 2002.

      CUADRO 5

    TASAS DE HOMICIDIOSEN TODO EL MUNDO, 2000

    0 - 4

    5 -14

    15 - 29

    30 - 44

    45 - 59

    > - 60

    total a

    5.8

    2.1

    19.4

    18.7

    14.8

    13.0

    13.6

    4.8

    2.0

    4.4

    4.3

    4.5

    4.5

    4.0

    arne jere

    taa pr hicidi

    (pr 100.00 habiane)Grupo de edad

    Fuente: Proyecto de la Carga Mundial de Morbilidad de la OMS para2000,.

    a. Estandarizado por edades

    19 Krug, E., Dahlberg, L, Mercy, J. Zwi, A and Lozano, R., (Eds.), 2002,World Report on Violence and Health, Geneva, WHO Públicas-tions.20 La violencia, un problema mundial de salud pública, OrganizaciónMundial para la Salud, OMS, Ginebra, 2002.21 Call, C.T., 2000, Sustainable Development in Central America: thechallenges of violence, injustice and insecurity, Working Paper #8,Hamburg: Institute fur Latinoamerika-Kunde , en: Maras y pandillasen Centroamerica, pandillas y capital social, 2004, UCA editors, SanSalvador.

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     grupos semi organizados o pandillas. La edad dela población involucrada en este tipo de violencialo transforma naturalmente en un problema delsistema educativo, puesto que corresponde al gru- 

    po etáreo que asiste a la escuela.El problema de las pandillas en Centro- 

    américa no es nuevo. En El Salvador, Hondurasy Guatemala apareció como problema agudo des- de principios de los noventa, fecha desde la cualhan tenido un crecimiento constante y cada vezse han vuelto más violentas. Lo que comenzó enlos ochenta como un fenómeno de pequeños gru- pos de jóvenes que se reunían en las calles parabuscar apoyo mutuo y solidaridad, consumir al- cohol y sustancias tóxicas, se ha convertido en unfenómeno violento y sin control. La situación seha agudizado durante la primera mitad de la dé- 

    cada de 2000 si se la compara con cifras de 1998.Este aumento de la violencia se ha producido enColombia, Jamaica y Brasil (Santacruz y Concha- Eastman, 2002)22. En Nicaragua las pandillas hantenido características levemente diferentes, peroen la primera mitad de 2000 ya comenzaron apreocupar a la sociedad y al mundo político de esepaís (Maras y Pandillas en Centroamérica, 2004,UCA editores).

    Las escuelas se han transformado en cen- tro de reclutamiento de las pandillas y maras envarios de los países de Centroamérica. En Mexicoestan penetradas por el comercio del narcotraficoque utiliza a niños y jóvenes como intermedia- rios y transportistas. En Brasil, la introducciónde armas de todo tipo ha resultado un problemade dificil solución, para el que se estan implemen- tando medidas preventivas cuyos efectos aún nose conocen del todo (Abramovay y Rua, 2005)23.

    La situación de violencia juvenil en EstadosUnidos ha sido particularmente dramática. Los ti- roteos y muertes de estudiantes y maestros queafectaron las escuelas a fines de los noventa fue- ron planificados y llevados a cabo por adolecentes.Estos episodios marcaron un punto culminante

    en las tasas de violencia juvenil en el país, desdeque ésta emergió como un problema de salud pú- blica de proporciones en la década de los ochen- ta. Expertos coinciden en que en la década entre1983 y 1993 se dio una epidemia de violencia deefectos letales que llevó a miles de jóvenes y susfamilias a enfrentarse con lesiones permanentes,invalidez y muerte. Después de 1993, cuando laepidemia llegó a su punto más alto, los índices deviolencia juvenil han declinado. El abordaje ele- 

     gido por el gobierno ha sido el de la prevención,lanzando miles de programas, muchos de los cua- les están destinados a las escuelas. Los más efec- tivos han demostrado ser los que abordan tanto

    las habilidades indivuduales de prevención comoel clima social en las escuelas. (Youth Violence: aReport of the Surgeon General, USA Government,2005).

    Aún cuando la pobreza no es por sí mismala causa de la violencia juvenil, ambos aspectosestán estrechamente vinculados. Muchas varia- bles intervienen en el orígen de la violencia, en- tre las que se destacan la falta de oportunidadeseducativas, laborales y de recreación, asi como laausencia de mecanismos de participación social(Santacruz y Concha-Eastman, 2002). En este con- texto, buscan respeto, estatus, reconocimiento so- 

    cial y sentido de pertenencia a un grupo a travésde la violencia. En las calles del barrio es dondeencuentran el ambiente apropiado para adquirirlos “conocimientos” y practicar la violencia queles permitirá, eventualmente, ingresar a las pan- dillas.

    Las pandillas surgen en aquellas comuni- dades en donde imperan débiles lazos de inte- racción y cooperación comunitaria, en donde laparticipación ciudadana es escasa y por lo tantolas comunidades no logran interlocusión con lasagencias del Estado y en donde las normas vigen- tes no censuran el uso de la violencia como formade resolver conflictos (Maras y Pandillas en Cen- troamérica, 2004). Pero no todas las comunidadespobres en las que las oportunidades no abundan generan pandilleros. Lo que marca la diferencia esel capital social, el cual también contribuye a queniños que han sido victimas de la violencia en suinfancia no se conviertan a su vez en pandillerosy criminales.

     Por capital social se entiende aquellas“redes junto con normas, valores y opinionescompartidas que facilitan la cooperación dentroy entre los grupos” (OCDE). Los adolecentes y

    jóvenes constituyen el grupo más vulnerable alcapital social de una comunidad puesto que sonlos que necesitan asociarse y participar, necesitancrear lazos de reciprocidad y confianza así como

    16 EDuCACIN PARA LA CIuDADANA y LA DEmoCRACIA PARA uN muNDo gLoBALIzADo: uNA PERsPECtIvA ComPARAtIvA

    22 Santacruz y Concha-Eastman, 2002, Barrio adentro: la solidari-dad violenta de las pandillas, OPS, San Salvador.23 Abramovay, M and Rua, M.G., 2005, Violence in Schools, UNESCO,Brasilia.

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    sistemas normativos y de valores que fortalezcansu sentido de pertenencia e identidad personal. Laposibilidad de que estas necesidades sean cubier- tas por las pandillas juveniles o en su defecto, por

    la escuela, la familia o la comunidad, depende dela sociedad (Feldstein y Putman, 2003)24. Tambiénse ha encontrado que existe una relación inversaentre la amplitud de la base social que rodea a losjóvenes y las actividades antisociales o crimina- les que cometen. (Ver Cuadro 6).

     

    La ruta de la violencia descrita en el cuadro6, muestra que las “maras” o pandillas se convier- ten en el caldo de cultivo del crimen organizado,de los narcotraficantes, de los asaltantes de ban- cos y de las bandas armadas al servicio de oscurosintereses. La probabilidad de que esto ocurra esinversamente proporcional al apoyo social y fa- miliar con que cuentan los jóvenes.

    La tensión entre lealtades locales y nacio- nales, la globalización de las comunicaciones, laliberalización de fronteras migratorias y la pene- tración de los medios, son todos factores que de- terminan que el fenómeno de la violencia no estécircunscrito a determinados países y regiones, de- jando a otros libres del riesgo. Hay vasos comuni- cantes muy expeditos que hacen que la violenciatransite entre países y localidades. El Internet, laTV, los teléfonos celulares –que ya no son objetos

    de lujo puesto que ya en muchos países son prácti- camente de consumos masivo– transmiten mode- los de violencia que son reproducidos y adaptadospor jóvenes de distintas latitudes para responder

    a sus necesidades de filiación y de inclusión. Amodo de ejemplo, en El Salvador se han realiza- do estudios que muestran la fuerte influencia delestilo y comportamiento de pandillas similaresen Estados Unidos, principalmente de Los Ange- les, ligado a la extradición que ha implementadocomo política de control de la violencia juvenil el

     gobierno de este último país (Santacruz y Concha- Eastman, 2002, Ibid.).

    7. Estrategias para fortaler el comportamientocívico a través de la ECD

    Frente al panorama aquí reflejado y dada la gra- vedad de la situación de los jóvenes, en particu- lar los pobres, queda claro que la ECD AméricaLatina y el Caribe se encuentra en una situaciónen la cual tiene que reparar el curso de la preca- ria inserción de los jóvenes en la sociedad y susconsecuencias. Reparar su desafectación política yfalta de credibilidad en las instituciones, repararsu desinterés en las organizaciones civiles comoforma de incidir y producir los cambios deseados,y definitivamente, reparar su creciente vincula- ción con la violencia, las bandas e incluso con elcrimen organizado. Durante la reunión del Diálo- 

     go surgió la pregunta por si la escuela es la ins- titución a la que le corresponde semejante tarea

    –y las discusiones fueron intensas y extendidasen este punto (Ver Minutas de la VII reunión delDialogo Regional de Política). ¿No le correspondemás bien a la sociedad amplia y las institucionescorrespondientes la solución de estos problemas?Las conclusión fue que, si bien es cierto que la so- ciedad y la institucionalidad adecuada es respon- sable de manera central, la escuela ciertamente esresponsable dentro del ámbito de su acción.

    Se analizó la posición privilegiada de la

    escuela como agencia de socialización de los jó- venes, y su valoración por parte de ellos y de lacomunidad en general. Estas son circunstanciasque no pueden ser desaprovechadas. Se discutió

     

    EDUCACIÓN CIUDADANA PARA LOS JÓVENES DE LA ALDEA GLOBAL 17

      CUADRO 6

    LA RUTA DE LA VIOLENCIA: LATRAYECTORIA DE LAS “MARAS”

    Niel rad de la ilencia

    o el delito

    grp inlcrad

    Crimen organizado

    “Maras”, pandillas jenile

    Barras

    grp jenile

    Failia, cnex

    socioeconómico

    Homicidios, atracos,narcrac

    Violaciónes, atracos,leine, hicidi

    Delitos menores, robos,rinas, lesiones

    Molestia social

    Cnic, ilencia,

    icia/ei

    Fuente: Santacruz, M. y Concha-Eastman, A., 2002, Barrio adentro: lasolidaridad violenta de las pandillas, OPS, E l Salvador.

    24 Feldstein, L.M., y Putnam, R.D., 2003, Better together: restoring the American community: New York, Simon and Shuster, en: Maras y pandillas en Centroamerica: pandillas y capital social, UCA editors,San Salvador.

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    también acerca de lo ambicioso de la tarea, y laconclusión fue que sí, la tarea es ambiciosa, perohay que asumirla con seriedad, diseñando pro-  gramas efectivos y asignando los recursos que

    aseguren las condiciones para su éxito. En estadimensión los participantes a la reunión anali- zaron la importancia y la urgencia de capacitara los maestros para enseñar la ECD, tal como lorequiere la sociedad contemporánea. Finalmente,no hay que olvidar que la función de la educaciónes precisamente preparar a los jóvenes, actualesy futuros ciudadanos, para una adecuada inser- ción laboral, social, cívica y política. La tradicio- nal educación cívica ya no es suficiente y la ECDrequiere una profunda actualización. Los estudiosque se presentan más adelante en este documen- to proporcionan orientaciones claras sobre cómo

    proceder para esta necesaria renovación.América Latina ha progresado en la dimen- sión política de la ciudadanía en tanto la mayorparte de los países pueden garantizar eleccionesde gobernantes justas y transparentes. Sin embar- 

     go, los avances en ciudadanía civil y sobre todoen ciudadanía social, son insuficientes y necesi- tan un mayor desarrollo. En este marco, el forta- lecimiento de la sociedad civil es una prioridad, yla educación tiene parte importante de responsa- bilidad en ello. Como se verá en los estudios tantode Reimers y Villegas como el de Osler y Starkeyen este documento, una dimensión fundamentalde la ECD es la de la práctica de la ciudadanía

    tanto al interior de la escuela como fuera de ella.En el ámbito escolar, las prácticas democráticas,la libertad de expresión, los espacios para el go- bierno estudiantil; fuera de la escuela, el servicioa la comunidad y el posicionamiento de los es- tudiantes frente a las instituciones de gobiernolocal, forman parte ineludible de la ECD. Entre lasmodalidades de práctica de la ciudadanía, el Inter- net resulta ser un instrumento formidable paraapoyar a la sociedad civil en el adelantamiento desus intereses. Esto no sólo por el acceso que pro- porciona a información sobre el sistema público yla sociedad en general, sino por las posibilidades

    para el establecimiento de redes sociales en tornoa intereses y propósitos de interés común. En estemarco, la ECD debe estar vinculada al uso de lasteconologías de la información en las escuelas.

    En cuanto a la violencia juvenil, uno delos temas más críticos y que no está circunscritoexclusivamente a los países de América Central,han surgido variadas iniciativas para contribuira su solución. Siendo la escuela un lugar de con- tención privilegiado, muchas de las iniciativas se

    operacionalizan a través de la ella. En la reunióndel Dialogo se analizó evidencia que demuestraque la escuela representa en muchos lugares enlos que impera la violencia, un remanso en el cual

    los estudiantes y a veces la misma comunidad, sesientes protegidos (Minutas de la VII Reunión delDialogo Regiónal de Política, febrero 2005).

    Una precaución necesaria frente a cualquierprograma de prevención de la violencia juvenila través del fortalecimiento de las capacidadesciudadanas es que se debe evitar la victimización(adolecentes y jóvenes pobres como víctimas delas injusticias sociales), y la estigmatización (cul- pabilización y encasillamiento de los jóvenes encategorías predeterminadas). La victimización y laculpabilización es algo que les sucede a los jóve- nes pobres. Ser joven, pobre y peligroso se trans- 

    forma en una identidad social que descansa enprejucios y que no contribuye a la construcción deciudadanía y a la adquisición de capacidades departicipación constructiva (Mettifogo, 1998).

    El Programa para la Reforma Educativa enAmérica Latina (PREAL) ha liderado varias inicia- tivas y programas de promoción de una culturapor la paz y prevención de la violencia en lasescuelas, particularmente en la región de Cen- troamérica. Ha sistematizado y difundido en laregión iniciativas en varios países para abordarla violencia en las escuelas, y para promover unacultura de la paz (Serie Prevención de la ViolenciaEscolar, PREAL, 2005).

    México ha abordado el problema a travésde una política que busca promover una culturade la legalidad en las escuelas. Como mencionóel Subsecretario Gomez-Morín en su presentaciónde la experiencia de México, en este documento,el programa surge como respuesta frente a laevidencia de que entre el 70% y el 75% de losestudiantes de escuelas de zonas marginales, par- ticularmente de las zonas de frontera con EstadosUnidos, abandonan la escuela para incorporarse abandas de crimen organizado y al narcotráfico.

     Para contribuir a la solución del problema,el Banco Interameric