Educación en siglo XXI

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265 ISSN-0300-9041 Volumen 73, Núm. 5, mayo, 2005 La educación médica para el siglo XXI: una aproximación al problema Educación médica Ginecol Obstet Mex 2005;73:265-81 C ada paciente espera que el conocimiento profesional del médico sea usado para responder a sus preocupaciones personales. Como resultado de una vasta y continua expansión de la ciencia y la tecnología médica, actualmente ese conocimiento se ha ampliado mucho más allá de toda experiencia humana previa, trayendo consigo la especialización en el ejercicio profesional. Es muy probable que el médico de hoy (y el de mañana) haya adquirido conocimientos completos de una especialidad médica y que a lo largo de sus años de práctica se le presente el reto de mantenerse a tono con la expansión de la ciencia y la tecnología en esa especialidad. No obstante, a fin de que pueda responder a las preocupaciones y problemas personales del paciente y prepararse para una educación especializada en medicina, este médico requiere educación profesional general, ya que todos los médicos, sin distingo de especialidad, necesitan una base común de conocimientos, destrezas, valores y actitudes. A través de todos los tiempos se ha tratado de indagar si deben existir o no atributos comunes que distingan a todos los médicos. Nuestra respuesta es afirmativa. Creemos que cada médico debe ser solícito, compasivo y dedicado con sus pacientes, para mantenerlos con buena salud y ayudarlos cuando estén enfermos. Cada médico debe estar comprometido con el trabajo, el aprendizaje, la racionalidad, la ciencia y el servicio a todos los miembros de la sociedad. Sensibilidad ética e integridad moral, combinados con ecuanimidad, * Profesor Titular de Ginecología y Obstetricia, División de Es- tudios Superiores, Facultad de Medicina, UNAM, Director Ge- neral del Centro Especializado para la Atención de la Mujer y Jefe de la División de Ginecología y Obstetricia del Hospital Ángeles de las Lomas. México, DF. La versión completa de este artículo también está disponible en internet: www.revistasmedicasmexicanas.com.mx humanidad y autoconocimiento, son cualidades indispensables de todos los médicos. También es vital la capacidad para sopesar posibilidades y diseñar planes de acción que respondan a las necesidades personales de cada paciente. Si bien es posible que no todos los médicos posean estos atributos, ideales en toda su plenitud, cada uno está obligado a luchar por obtenerlos y mantenerlos. Por consiguiente, afirmamos que la meta de la educación profesional general de los médicos comprende tanto la adquisición de tales atributos como la preparación para la educación especializada; y que estos dos propósitos no sólo son compatibles, sino mutuamente complementarios. Aun cuando en el trato social se pueden señalar categorías de personas según varios criterios, sin embargo, sigue siendo verdad que la evolución de cada persona es única. La preparación profesional general del médico debe responder a la interdepen- dencia del desarrollo, tanto de la persona en su totalidad como del profesional especializado. Si bien evitamos la tentación de entrar en comentarios de carácter más amplio, estamos conscientes de que nuestras deliberaciones relativas a la educación general de los médicos tienen relevancia para la educación general de otros profesionales y para el carácter global de la educación de nuestras universidades. La expansión científica y tecnológica, la consiguiente tendencia hacia la especialización e, inevitablemente, la fragmentación del conocimiento, no se limitan sólo a la medicina. Las deliberaciones que llevamos a cabo en este escrito acerca del sistema de educación médica tienen lugar cuando muchos cambios ya han ocurrido o se encuentran en marcha. Estamos de acuerdo en que algunos se han estado consolidando conforme se integran nuevos conocimientos y tecnologías a los planes de estudio; no obstante, consideramos que sigue siendo urgente que se haga considerablemente más para adaptar la educación profesional general de Samuel Karchmer K* Artemisa medigraphic en lnea

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265ISSN-0300-9041 Volumen 73, Núm. 5, mayo, 2005

La educación médica para el siglo XXI: una aproximación al problema

Educación médica

Ginecol Obstet Mex 2005;73:265-81

Cada paciente espera que el conocimientoprofesional del médico sea usado pararesponder a sus preocupaciones personales.

Como resultado de una vasta y continua expansiónde la ciencia y la tecnología médica, actualmente eseconocimiento se ha ampliado mucho más allá de todaexperiencia humana previa, trayendo consigo laespecialización en el ejercicio profesional. Es muyprobable que el médico de hoy (y el de mañana) hayaadquirido conocimientos completos de unaespecialidad médica y que a lo largo de sus años depráctica se le presente el reto de mantenerse a tonocon la expansión de la ciencia y la tecnología en esaespecialidad.

No obstante, a fin de que pueda responder a laspreocupaciones y problemas personales del pacientey prepararse para una educación especializada enmedicina, este médico requiere educación profesionalgeneral, ya que todos los médicos, sin distingo deespecialidad, necesitan una base común deconocimientos, destrezas, valores y actitudes.

A través de todos los tiempos se ha tratado deindagar si deben existir o no atributos comunes quedistingan a todos los médicos. Nuestra respuesta esafirmativa. Creemos que cada médico debe ser solícito,compasivo y dedicado con sus pacientes, paramantenerlos con buena salud y ayudarlos cuandoestén enfermos. Cada médico debe estarcomprometido con el trabajo, el aprendizaje, laracionalidad, la ciencia y el servicio a todos losmiembros de la sociedad. Sensibilidad ética eintegridad moral, combinados con ecuanimidad,

* Profesor Titular de Ginecología y Obstetricia, División de Es-tudios Superiores, Facultad de Medicina, UNAM, Director Ge-neral del Centro Especializado para la Atención de la Mujer yJefe de la División de Ginecología y Obstetricia del HospitalÁngeles de las Lomas. México, DF.

La versión completa de este artículo también está disponible eninternet: www.revistasmedicasmexicanas.com.mx

humanidad y autoconocimiento, son cualidadesindispensables de todos los médicos. También es vitalla capacidad para sopesar posibilidades y diseñarplanes de acción que respondan a las necesidadespersonales de cada paciente. Si bien es posible que notodos los médicos posean estos atributos, ideales entoda su plenitud, cada uno está obligado a luchar porobtenerlos y mantenerlos. Por consiguiente, afirmamosque la meta de la educación profesional general de losmédicos comprende tanto la adquisición de talesatributos como la preparación para la educaciónespecializada; y que estos dos propósitos no sólo soncompatibles, sino mutuamente complementarios.

Aun cuando en el trato social se pueden señalarcategorías de personas según varios criterios, sinembargo, sigue siendo verdad que la evolución decada persona es única. La preparación profesionalgeneral del médico debe responder a la interdepen-dencia del desarrollo, tanto de la persona en sutotalidad como del profesional especializado. Si bienevitamos la tentación de entrar en comentarios decarácter más amplio, estamos conscientes de quenuestras deliberaciones relativas a la educacióngeneral de los médicos tienen relevancia para laeducación general de otros profesionales y para elcarácter global de la educación de nuestrasuniversidades. La expansión científica y tecnológica,la consiguiente tendencia hacia la especialización e,inevitablemente, la fragmentación del conocimiento,no se limitan sólo a la medicina.

Las deliberaciones que llevamos a cabo en esteescrito acerca del sistema de educación médica tienenlugar cuando muchos cambios ya han ocurrido o seencuentran en marcha. Estamos de acuerdo en quealgunos se han estado consolidando conforme seintegran nuevos conocimientos y tecnologías a losplanes de estudio; no obstante, consideramos quesigue siendo urgente que se haga considerablementemás para adaptar la educación profesional general de

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los estudiantes de medicina a las circunstanciascambiantes, tanto a las aparentes como a las quesurgirán en el futuro.

No queremos recurrir a la hipérbole histérica decrisis, ni tampoco impugnar la alta calidad de lo muchoque se viene haciendo. Sin embargo, percibimos unaerosión continua en la educación profesional generalde los médicos, erosión que no se ha detenido sinomás bien está acelerándose cada vez más. Observamosque hay presiones continuas a las cuales debemosenfrentarnos con vigor y determinación deliberados,para evitar que se produzcan daños críticos eirreversibles. Por ejemplo:

• En biomedicina continuarán avanzando rápida-mente los conocimientos y las tecnologías.

• Las tecnologías químicas, mecánicas y electrónicasutilizables para prevenir y curar enfermedades seharán cada vez más complejas, poderosas y potencial-mente peligrosas.

• Para emplear esas tecnologías, la práctica médicarequerirá de un grado mucho mayor de especiali-zación.

• Se reconocerá cada vez más que muchos factoresdeterminantes de salud y enfermedad no son influidosdirectamente por intervenciones del sistema deatención a la salud, sino que serán consecuencias delestilo de vida, de condiciones ambientales y de lapobreza.

• Los pacientes necesitarán y exigirán, cada vez conmayor intensidad, orientación y asesoramiento demédicos y otros profesionales de la salud con respectoal uso de servicios médicos especiales para mejorar lasalud individual, como por ejemplo el diagnósticoprenatal.

• Es probable que en el futuro próximo (lamenta-blemente) los principales proveedores de cuidadosmédicos sean profesionales empleados por grandescorporaciones, o por servicios de salud especialmenteorganizados para cubrir a determinados grupos depoblación.

• El ámbito de la educación médica estará influido,grandemente, por los organismos financiadores de losservicios médicos, los cuales modelarán la naturalezade estos servicios. En una época de preocupación porcontener los gastos médicos, los incentivos financieros

y profesionales serán cada vez menos congruentes yesto habrá de complicar e intensificar los dilemas éticosen medicina.

Estas razones, y otras, nos hacen considerar queahora mismo se necesitan cambios, a fin de anticiparsea las circunstancias que han comenzado a alterar lapráctica médica, y que habrán de confrontar en elfuturo los estudiantes del presente, ya que el sistemaactual de educación profesional general en medicinase hará crecientemente inadecuado, a menos que serevise.

Estamos conscientes que no podemos predecirexactamente cuáles serán las necesidadeseducacionales de los estudiantes cuyo ejercicioprofesional tendrá lugar, fundamentalmente, en elpresente siglo; y sabemos que son muy diversas lasinstituciones y el profesorado a lo largo y ancho denuestro país, lo cual inhibe el establecimiento y laadopción de un enfoque único, universalmenteaplicable. Por lo tanto, debemos hacer el esfuerzo paraencontrar estrategias educacionales amplias que,según nuestro criterio, servirán mejor a las necesidadesde los médicos en los años siguientes. No debenproponerse estrategias como una panacea, sino másbien para que sean consideradas y adoptadas, enforma individual, por las instituciones que componenla comunidad universitaria encargada de la educaciónprofesional general de los médicos.

Estamos convencidos que una buena parte de losprofesores universitarios tiene una preocupacióngenuina acerca del modo como se están formando losestudiantes de medicina y se muestran, seguramente,dispuestos a considerar cambios. Por lo tanto, esposible que ahora puedan lograrse importantesmodificaciones.

Una revisión de los esfuerzos del pasado, y quepresenciamos, para modificar la educación médicaindica que no todos los problemas identificadosactualmente son nuevos. Sabemos que las insti-tuciones han cambiado de cuando en cuando sucurrículum pero, desafortunadamente, poco progresohan logrado en lo que concierne a una reevaluaciónfundamental del modo como se están formandonuestros médicos. Lo que hace notarse es la necesidadurgente y acrecentada por encontrar remediosapropiados.

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En el año de 1932 una comisión de educaciónmédica presentó sus conclusiones a la Asociación deEscuelas Norteamericanas de Medicina. En el respec-tivo documento aparece la siguiente declaración:

“Los estudios de medicina no pueden producir unmédico. Ellos sólo pueden ofrecer oportunidades paraque el estudiante obtenga un conocimiento elementalsobre las ciencias médicas y su aplicación a losproblemas de salud, un adiestramiento en los métodosy el espíritu de la investigación científica y lainspiración y los puntos de vista resultantes delcontacto con quienes se han dedicado por completo ala educación, la investigación y el ejercicio profesional.La medicina debe ser aprendida por el estudiante,porque sólo una fracción de ella puede ser enseñadapor el profesorado. Este último ofrece lascontribuciones indispensables de orientación,inspiración y liderazgo durante el aprendizaje. En unprograma educativo los elementos decisivos son elestudiante y el maestro, nunca el currículum”.

Muchos profesores de las escuelas de medicina sehallan suficientemente motivados como para poneren práctica la relación estudiante-profesor, propuestahace mucho. Sin embargo, su disposición para dedicartiempo y energía, a fin de hacer de esta relacióndecisiva una realidad, depende grandemente defactores económicos (cruda realidad) y de que lasinstituciones renueven su compromiso con laeducación profesional general de los estudiantes demedicina.

La prioridad que la mayoría de los miembros delpersonal docente dedica a la investigación, al cuidadode pacientes, y al adiestramiento de residentes y otrosestudiantes de postgrado, ha militado contra laeducación de los estudiantes de Medicina. No sevislumbran reconocimientos y compensaciones aquienes se dedican significativamente a esta misióneducativa. Las oposiciones al cambio son de ordensistémico e institucional, más que personal. Porconsiguiente, se requiere un efectivo liderazgoinstitucional para que se superen estos impedimentos,se destaque la importancia de la educación profesionalgeneral de los estudiantes y se revigorice el procesode cambio.

Queremos hacer algunas recomendacionesderivadas de nuestras propias experiencias y de aque-

llas que hemos escuchado contribuyendo con suspropios puntos de vista, con el propósito de quepuedan ser aplicables en grados variables a las institu-ciones que participan en la educación profesionalgeneral del médico y en la preparación universitariapre médica en nuestro país.

PROPÓSITOS DE UNA EDUCACIÓN PROFESIONALGENERAL

La educación profesional general del médico comienzaen el colegio, continúa en la escuela de medicina y seextiende hasta el periodo temprano de la residencia.Sus propósitos son: capacitar a los estudiantes paraque puedan adquirir los conocimientos, las destrezas,los valores y las actitudes que cualquier médico debetener; y desarrollar las habilidades que todos ellosnecesitan asumir bajo supervisión, responsabilidadeslimitadas en la atención de pacientes durante laprimera etapa de la residencia. Para alcanzar estospropósitos son vitales:

a) Conceptos y principios derivados del conoci-miento de las ciencias naturales, las ciencias socialesy las humanidades.

b) Destrezas para obtener información relativa alpaciente, tanto la suministrada por éste, como la deotras fuentes, para establecer con él vínculos quefaciliten el diagnóstico y el tratamiento, para aplicarel método científico en el análisis, la síntesis y el manejode problemas, para identificar y preciar con sentidocrítico la literatura relevante y la evidencia clínica ypara continuar realizando un aprendizaje afectivo.

RECOMENDACIONES

Cambiar de acentoEn la educación profesional general del médico, elcuerpo docente debería insistir en la adquisición y eldesarrollo (por los estudiantes) de habilidades, valoresy actitudes, dedicando a ese fin, al menos, el mismoesfuerzo que pone en la adquisición de conocimientos.Con tal finalidad, el cuerpo docente debe limitar lacantidad de información relativa a los hechos que losestudiantes deberían retener en su memoria.

El enfoque tradicional de la educación médica,concentrado intensamente en proporcionar informa-

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ción, ha perdido vigencia con los rápidos progresosdel conocimiento y la tecnología biomédica. A medidaque florece la investigación biomédica se haincrementado progresivamente la intensidad con quelos estudiantes de medicina demandan aprendervastas cantidades de información. Los profesores demedicina han considerado imperativo que laeducación médica se mantenga al ritmo de la cienciay han expandido la base de conocimientos que losestudiantes deben tener en su memoria. Por esainsistencia en trasmitir información pura, losprofesores han preferido la ayuda que requieren losestudiantes para lograr las destrezas, los valores y lasactitudes que forman el fundamento de una profesiónde servicio. Se ha tratado de hacer pensar a losestudiantes que su educación depende de memorizarla mayor información posible y, en consecuencia, ellosno poseen una idea clara de cuáles destrezas, valoresy actitudes son importantes.

Definir la preparación requerida para ingresar a unaresidenciaDeberían indicarse más claramente los niveles deconocimientos y destrezas que los estudiantesdeben alcanzar antes de iniciar una educaciónmédica de postgrado. Esto requerirá un vínculomás estrecho entre los responsables de la educaciónprofesional general y los de la educación médicade postgrado.

Hace años, casi todos los egresados de las escuelasmédicas ingresaban a la práctica general después delinternado; en la actualidad, 95% de estos egresadoscontinúan entre 3 y 7 o más años dedicados a seguiruna educación médica de postgrado. En consecuencia,la educación profesional general no se dedica ahora apreparar médicos para una práctica general inde-pendiente; pero todavía mantiene como uno de suspropósitos esenciales la creación en los estudiantes delas destrezas necesarias para afrontar res-ponsabilidades limitadas de atención a pacientes enprogramas supervisados de educación médicagraduada. Por lo tanto, los encargados de la educaciónmédica general y los responsables de programas paragraduados deben trabajar conjuntamente y ponersede acuerdo en cuanto al nivel de conocimientos ydestrezas que precisan los estudiantes antes de

ingresar a la educación médica de postgrado.Solamente entonces pueden abocarse a la tarea deformular los objetivos que exige el logro deconocimientos, destrezas, valores y actitudes durantela educación profesional general.

Adaptarse a los cambios en salud y en atención a lasaludLas facultades de medicina deberían adaptar laeducación profesional general de sus estudiantes a loscambios demográficos y a los que ocurren en el sistemade atención médica de las tres últimas décadas.

Los rápidos progresos en conocimientos y tec-nologías biomédicas ocurridos durante los pasados 40años se acompañaron de cambios demográficos y deorganización de los servicios médicos que ya estáninfluyendo sobre la educación y la práctica médicas.

Se otorgan subsidios federales para la atención deancianos y pobres.

Con el aumento de la población envejecida seobserva un crecimiento impactante del número deindividuos atacados por enfermedades crónicas.

Están decreciendo la utilización de los hospitalespara pacientes agudos y aumentando los cuidadosintensivos destinados a pacientes hospitalizados.

Las instalaciones para atención ambulatoria y delarga estancia están ofreciendo ahora serviciospreviamente limitados a los hospitales paraenfermedades agudas.

Se están incriminando con mayor frecuencia losfactores ambientales y el estilo de vida como los másnotorios determinantes de salud y enfermedad, encomparación con las acciones médicas.

En la actualidad, los egresados de las escuelas demedicina tienden a buscar empleo en organizacionese instituciones, con mayor frecuencia que suspredecesores.

Está aumentando el número de tipos profesionalesde la salud involucrados en la provisión de cuidados.

Han aparecido nuevas formas institucionales, entreotras: cadenas de hospitales pertenecientes ainversionistas, organizaciones para el mantenimientode la salud, entidades preferentemente dedicadas a laatención de ciertas personas, y clínicas con ciertosservicios ambulatorios como centros quirúrgicos y deurgencia.

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Insistir en la promoción de la salud y la prevención dela enfermedadLa educación profesional general de los estudiantesde medicina debería insistir más en la responsabilidaddel médico de trabajar con pacientes individuales ycomunidades con el propósito de promover la salud yprevenir la enfermedad.

El ahínco con que se preparan los estudiantes demedicina para atender pacientes con enfermedadesagudas debe equipararse con el que se dedica aprepararlos para promover la salud y prevenirenfermedades en grupos de población. La educaciónprofesional general debe suministrar los conoci-mientos y destrezas requeridos para trabajar conpacientes y comunidades a fin de prevenir o aliviarlas enfermedades. Hay menos probabilidad deconseguir este interés mediante un curso específico,que con una preocupación permanente por enseñarconceptos preventivos a lo largo de todas las fases dela educación médica.

ADQUISICIÓN DE DESTREZAS PARA ELAPRENDIZAJE

Para mantenerse al corriente de las novedades enmateria de información científica tecnológica, losmédicos necesitan adquirir continuamente nuevosconocimientos y aprender nuevas destrezas. Porconsiguiente, la educación profesional general debepreparar a los estudiantes de medicina para que seancapaces de aprender a lo largo de su vida pro-fesional, en vez de simplemente dominar lainformación y las técnicas corrientes. Un aprendizajeactivo, independiente y autodirigido requiere, entreotras cualidades, la capacidad de identificar,formular y resolver problemas; la de obtener y usarconceptos y principios básicos; y la de recopilar yanalizar datos con rigurosidad y espíritu crítico.

RecomendacionesEvaluar la capacidad para el aprendizaje independienteLas facultades de medicina deberían adoptar métodosde evaluación que permitan identificar entre losestudiantes: a) a los que son capaces de aprender porsí mismos y ofrecerles oportunidades de perfeccionaresa habilidad; y b) a los que carezcan de impulso

intrínseco y confianza en sí mismos como paradesempeñarse satisfactoriamente en un medio quepropugna el aprendizaje independiente, y estimularlosa desarrollar esta habilidad.

En la actualidad, la mayoría de los estudiantesrecibe enseñanza basada en métodos que los vuelvenreceptores pasivos de información en vez de partícipesactivos de su propio crecimiento intelectual. Losmétodos de evaluación que demandan, princi-palmente reconocimiento y recuerdo, hacen que losestudiantes asignen mayor prioridad a memorizar losdatos que les trasmiten sus profesores. Mientras quealgunos están satisfechos de que se les diga lo que ellosnecesitan conocer para pasar los exámenes, y asíprogresar a través de un currículum que ofreceinformación definida y circunscrita, otros llegan a“embrutecerse” y a frustrarse intelectualmente contales limitaciones.

Los estudiantes que aprenden independientementedesarrollan su propia capacidad para buscar y analizarinformación, y luego aplicarla a la solución deproblemas. Esos estudiantes se convierten enpensadores críticos, originales y constructivamenteescépticos. Si ellos se encuentran en la escuela demedicina, con el fin de incrementar su capacidad deaprender por sí mismos a lo largo de sus vidas, deberíaidentificarse a quienes tienen esa capacidad deaprender independientemente y ofrecerles laoportunidad para su amplio desarrollo.

Los estudiantes cuya confianza en sí mismos yexperiencia previa no los ha impulsado suficientementea luchar por seguir un aprendizaje independiente,deben estimularse de modo particular y recibir laorientación que necesitan para crear esa habilidad.Deberían usarse métodos de evaluación del empeñoacadémico que recalquen la importancia de estascualidades, en vez de los que sólo valoran elreconocimiento y el “memorismo”.

Reducir el tiempo comprometidoLas facultades de medicina deberían estimular elaprendizaje independiente de los estudiantesmediante la fijación de objetivos educacionalesalcanzables y la provisión de suficiente tiempo nocomprometido en tareas docentes formales, de maneraque puedan cumplirse esos objetivos.

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Los estudiantes de medicina deberían disponertanto de tiempo como de medios para desarrollar lasdestrezas que reclaman aprendizaje independiente;pero su tiempo está frecuentemente comprometido encasi todas partes (entre 30 y 40 horas por semana).Creemos que la mayor parte de las escuelas demedicina deberían reducir considerablemente eltiempo dedicado a la instrucción de sus estudiantes,con el propósito de ofrecerles más tiempo paraaprender por sí mismos.

Disminuir las clases teóricas

Las facultades de medicina deberían examinarcríticamente el número de horas que en la actualidaddedican a clases teóricas, y considerar una reducciónnotable en esta forma pasiva de aprendizaje. Enmuchas escuelas las clases teóricas podrían reducirseun tercio o hasta la mitad. El tiempo que se ahorre conesa reducción no debería reemplazarse, necesa-riamente, por otras actividades programadas.

El método predominante de instrucción en lasescuelas médicas consiste en clases teóricas; pero varíagrandemente el número de horas que se considerannecesarias.

Muchos docentes manifiestan deseos de reducir elnúmero de las clases teóricas dictadas a los estudiantesde medicina; y hay abundantes signos indicativos deque la productividad educativa de este tipo deenseñanza es generalmente baja. Los métodosalternativos, como los grupos tutoriales y prácticosde laboratorio, logran más que la trasferencia de lainformación, pues incrementan los estímulos ypromueven las destrezas necesarias para elaprendizaje independiente. Creemos y tenemos laconvicción de que los programas educativos enmuchas escuelas se beneficiarán si reducen el númerode horas que actualmente se dedican a las clasesteóricas.

Promover el aprendizaje independiente y la solución deproblemasLas facultades de medicina deberían ofrecerexperiencias educativas que obliguen a los estudiantesa efectuar un aprendizaje activo e independiente, y aresolver problemas en vez de ser receptores pasivosde información.

Debe estimularse a los estudiantes de medicina adesarrollar destrezas con las cuales puedan aprenderindependientemente, porque los médicos estánllamados a resolver problemas clínicos que nosiempre se conforman con los patrones clásicos, asícomo a recoger y aplicar conocimientos y tecnologíarecientes con miras a diagnosticar y tratar losproblemas clínicos tradicionales. La solución deproblemas implica una actividad intelectual de muyalto nivel que requiere conocimientos de conceptos,principios básicos y habilidades para obtener ycorrelacionar la información.

Algunas facultades, sobre todo extranjeras, hanimplantado métodos docentes relacionados con lasolución de problemas, en los cuales se exige que losestudiantes busquen la información pertinente, en vezde obtenerla pasivamente. Esos métodos insisten enla formulación de hipótesis, análisis crítico de datos eintegración y aplicación de nuevos conocimientos a lasolución de problemas. En vez de ser meramenteexpertos que acumulan información especializadasobre hechos, los miembros del profesorado, al actuarcomo tutores, se transforman en guías que ayudan alos estudiantes a desarrollar formas de abordarproblemas. De esta manera se considera que lasolución de problemas a través del aprendizajepreparará, independientemente, mucho mejor a losestudiantes de medicina para utilizar los cono-cimientos y las tecnologías recientes a lo largo de suscarreras.

USO DE MÉTODOS APROPIADOS PARA LAEVALUACIÓN

En las escuelas de medicina con programas que seconcentren en desarrollar el aprendizaje inde-pendiente y las destrezas para resolver problemas, laevaluación del desempeño académico de losestudiantes debería basarse, mayormente, en losjuicios subjetivos del profesorado sobre la capacidadanalítica de aquellos, más bien que en su habilidadpara recordar información memorizada. Deberíainstituirse un programa que facilite a las facultadesimplantar y utilizar métodos de evaluación conalcances para juzgar la capacidad de los estudiantespara analizar y resolver problemas.

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Los métodos utilizados para evaluar el rendimientode los estudiantes de medicina influyen grandementesobre el modo como éstos abordan su aprendizaje.Cualquier esfuerzo que se ponga en la soluciónindependiente de problemas fallará, si los métodos deevaluación no son congruentes con este nuevo enfoquede la educación profesional general.

Los actuales sistemas de educación médica, decarácter pasivo, se basan fundamentalmente en lamemorización de los conocimientos. Por lo general seexige a los estudiantes presentar exámenes basadosen pruebas de selección múltiple, que deberían estarestandarizados a nivel nacional o estatal, para buscarhasta donde fuera posible la estandarización delconocimiento médico en toda la nación.

Hasta cierto grado, las pruebas de selecciónmúltiple pueden servir para valorar la capacidad deresolver problemas; pero ellas, si bien miden en granparte la información retenida y memorizada por losestudiantes, no evalúan las destrezas de aprendizajeque éstos deberían adquirir a fin de mantenerse a tonocon el progreso médico.

Los exámenes estandarizados no pueden reem-plazar a los métodos personales, analíticos yrazonables que evalúan las destrezas específicas ycapacidades globales de los estudiantes. A menudose aduce la objetividad de los exámenes estanda-rizados como justificación para defender su uso. Laspuntuaciones escalonadas, cuando se usan para medirel desempeño en relación con una población grande,se consideran más válidas que los juicios críticosformulados por los profesores en cuanto al trabajo delos estudiantes. Sin embargo, tales juicios personalesson indispensables si se desea que los futurosgraduados de las escuelas de medicina tengancapacidad de análisis, solución de problemas consentido crítico y conozcan cómo manejar lainformación, en vez de simplemente recordarla. Elcriterio personal es característico de las evaluacionesdel desempeño, tanto en la fase clínica de la educaciónmédica, como en la práctica real de la profesión.

Incorporar las ciencias de la informaciónLas escuelas de medicina deberían designar unaunidad académica que asuma el liderazgoinstitucional a fin de aplicar la ciencia de la infor-

mación y la tecnología en la educación profesionalgeneral de los médicos, así como promover el usoeficiente de los mismas.

Las computadoras son instrumentos poderosospara la educación, el análisis y el manejo de lainformación. Es de esperar que siga creciendo el usode sistemas de cómputo, lo cual facilitará a los médicosrecoger información de la literatura y analizar ycorrelacionar datos acerca de los pacientes.

El uso de computadoras en la educación médica yen la atención de pacientes está limitado por ladiversidad de nuestras instituciones. Muchosprofesores de las facultades están menos fami-liarizados con la tecnología de la computación que susestudiantes. Se necesita investigación básica acerca deluso de los sistemas de información electrónica eneducación médica, así como unidades académicas queofrezcan un núcleo institucional para tal tipo deinvestigación.

EDUCACIÓN CLÍNICA

Los futuros médicos podrán ser mejores si su edu-cación clínica se diseña como parte integral de laeducación profesional general. Esta experiencia inicialen medicina clínica repercute profundamente en eldesarrollo individual de los estudiantes de medicina.

Las pasantías clínicas requieren una organizacióncuidadosa. Si las facultades de medicina identifican ydescriben los conocimientos, las destrezas, los valoresy las actitudes que debe aportar el adiestramientoclínico a la educación profesional general, estarán encondiciones de diseñar un marco más apropiadodentro del cual tengan lugar las pasantías clínicas, yde cerciorarse si éstas cumplen, o no, sus propósitos.

El aprendizaje debe concentrarse en los pacientesy en las familias de éstos. Durante las pasantías clínicaslos estudiantes adquieren destrezas a través de laentrevista y examen de pacientes, proceso que secorrelaciona con la información y se formula unahipótesis de diagnóstico. Así, ellos aprenden a conocerlos procesos patogénicos mediante el estudio de lasenfermedades. Durante este periodo crítico vanplasmando su sentido de responsabilidad, su respetopor los pacientes y por las familias de éstos, susenfoques de los problemas clínicos y sus actitudes

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respecto al trabajo conjunto con otros profesionales dela salud.

RecomendacionesDefinir los propósitos de la educación clínicaLas facultades de medicina deberían especificarcuáles son los conocimientos clínicos, las destrezas,los valores y las actitudes que los estudiantes debenadquirir y desarrollar durante su educaciónprofesional general.

La educación clínica es un periodo de experienciasde aprendizaje que, por lo común, sigue a uno másrígidamente estructurado: el dirigido a la educaciónen ciencias básicas. Cada rotación es una experienciaseparada de aprendizaje, y la evaluación se basa enlos análisis separados de los logros alcanzados por losestudiantes en cada disciplina.

Muy a menudo, los profesores altamente especiali-zados de la facultad de medicina no especifican conclaridad cuáles son los conocimientos, las destrezas,los valores y las actitudes que los estudiantes debenadquirir durante la respectiva etapa de la educaciónclínica. Estos miembros del profesorado son capacesde describir los objetivos en términos globales, peromuy rara vez se ponen de acuerdo, en términossuficientemente específicos, con respecto a las tareasque los estudiantes deberían realizar, como paraofrecer a éstos orientación, o permitir la evaluaciónadecuada de sus logros. La falta de consenso vaacompañada, frecuentemente, de la falla en establecerla distinción entre los conocimientos clínicos ydestrezas que son indispensables para todos losmédicos y los que son necesarios para la formaciónespecializada de residentes y pasantes de postgrado.El problema se acentúa debido a las presiones ejercidaspor algunas especialidades médicas que llevan a losestudiantes a tomar decisiones sobre sus futurascarreras, cuando todavía se encuentran al final delprimer año del periodo clínico.

Describir los ambientes clínicosLos docentes de medicina deberían describir losambientes clínicos apropiados para las pasantíasclínicas obligatorias; y, justo con los jefes de división odepartamento y directivos de los hospitales deenseñanza, formular planes sobre las estrategias de

organizaciones y asignación de los recursos necesariospara ofrecer esas pasantías.

Las pasantías clínicas se basan, predomi-nantemente, en los servicios hospitalarios deinternamiento. Las rotaciones por serviciosambulatorios son relativamente raras. Como losambientes donde las pasantías tienen lugar influyende modo significativo en la naturaleza de la educacióngeneral del médico, las percepciones de los estudiantessobre la práctica médica pueden resultar equivocadas.

La misión primaria de un hospital docente debe serla atención del paciente, por lo que sus planes deorganización, físicos y administrativos, se adaptan adicha finalidad. Cada vez más los departamentosclínicos se organizan con el propósito de atender apacientes cuyas enfermedades afectan a un sistemaparticular del organismo, o de atender a pacientes quenecesitan servicios especiales de apoyo y vigilancia.En tal tipo de ambiente, los estudiantes logran unaprendizaje que suele limitarse a las manifestacionesfísicas y funcionales de una clase limitada de procesosmorbosos, que son lo suficientemente graves comopara requerir hospitalización; pero tienen muy pocaoportunidad para seguir la evolución de unaenfermedad particular en un determinado paciente, opara observar el efecto de esa enfermedad en el papeldesempeñado por el paciente como miembro de lasociedad. El desarrollo y mantenimiento de ambientesapropiados para las pasantías obligatorias de losestudiantes de medicina en las disciplinas clínicasprincipales, tanto dentro de los hospitales como enservicios ambulatorios y comunitarios, exigiráingeniosidad y, a la vez, desembolso de recursos.

Supervisión de las pasantías clínicasLos responsables de la educación clínica de estudiantesde medicina deberían tener la preparación adecuaday disponer del tiempo necesario para orientar ysupervisar a los estudiantes durante sus pasantíasclínicas.

Los miembros del profesorado que tienen laresponsabilidad primaria de orientar y supervisar alos estudiantes de medicina en las pasantías clínicas,frecuentemente cumplen tales responsabilidades deuna manera inadecuada o inconsistente, o a veces, lasdelegan a otras personas.

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En muchas pasantías los estudiantes funcionan comomiembros del equipo médico. El docente responsablede la educación de esos estudiantes es un médicoasistencial que también tiene a su cargo la supervisiónde los residentes y el cuidado de los pacientes.

Con frecuencia, los miembros de ese equipo sehallan muy comprometidos cumpliendo sus deberesde asistencia a los pacientes, y por eso son incapacesde dedicar tiempo y esfuerzo suficiente a la educaciónprofesional general de los alumnos. En tales casos, lasrotaciones pueden convertirse en sitios de aprendizajesin orientación; y los estudiantes, sin justificaciónalguna, pueden destinar su tiempo a la atenciónrutinaria de pacientes, en detrimento de su educaciónprofesional general.

Durante las pasantías obligatorias debe señalarseclaramente a los estudiantes cuáles son los objetivosfijados para esa actividad. Además, ellos necesitansupervisión y orientación consistentes, por parte demiembros experimentados del cuerpo docente, o deresidentes plenamente conscientes de cuáles son losconocimientos específicos, las destrezas, los valores ylas actitudes en los cuales se espera que su disciplinaparticular contribuya a la educación profesionalgeneral de los estudiantes de medicina. Para lograreste propósito es preciso tener tiempo y recursosdestinados específicamente a la educación clínica delos estudiantes de medicina.

EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO CLÍNICO

Las facultades de medicina deberían desarrollarprocedimientos y adoptar criterios explícitos para laevaluación sistemática del desempeño clínico de losestudiantes. Estas evaluaciones permitirían contarcon los antecedentes de los logros de los estudiantes,a medida que ellos progresen a través de suspasantías.

El personal docente debería compartir con losestudiantes esas evaluaciones en oportunidadesapropiadas, a fin de reforzar los aspectos de sudesempeño, identificar cualquier deficiencia, yplanificar las estrategias destinadas a lograr elmejoramiento requerido. Estos procedimientosdeberían permitir que los profesores registren susimpresiones acerca de las características personales y

actitudes de los estudiantes con retroalimentaciónhacia los estudiantes.

La falta de un sistema correcto de evaluaciónestudiantil durante las pasantías clínicas limita laeficiencia de esa experiencia educativa. Con frecuencia,los profesores no reconocen que tienen doble papelcomo evaluadores en el desarrollo de competencias,para lo cual necesitan realizar evaluaciones periódicascon retroalimentación hacia los estudiantes y en lamedición de competencias, lo cual significa la necesidadde emplear patrones específicos de evaluación parasaber si el desempeño es aceptable.

La especificación de tales conocimientos, destrezas,valores y actitudes que deben adquirir los estudiantesde medicina durante su educación clínica, junto conla supervisión estrecha y consistente durante susrotaciones, mejorará la evaluación del desempeño delos estudiantes de medicina por parte de susprofesores. Estos necesitan disponer de proce-dimientos y criterios explícitos por medio de los cualessean capaces de evaluar el desempeño de losestudiantes de medicina.

PLANIFICACIÓN DE LOS PROGRAMAS OPERATIVOS

Las facultades de medicina deberían estimular a losestudiantes a que orienten sus programas operativoshacia el progreso de una educación general, más bienque hacia la consecución de una plaza de residencia.

En la mayor parte de las escuelas de medicina losestudiantes pasan un año en las pasantías clínicas,habitualmente obligatorias. Sería muy recomendableque existiera otro año de pasantías no obligatorias oelectivas. Esto ofrecería a los estudiantes la opor-tunidad de seleccionar sus propios programas deestudio con miras a expandir su educación profesionalgeneral. Todo esto con miras de obtener másoportunidades para adquirir destrezas de capitalimportancia para su primer año de residencia.

INTEGRACIÓN DE LOS PROGRAMAS EDUCATIVOS

Cuando sea apropiado, a lo largo de la formaciónprofesional general de los médicos deberían integrarselas licencias básicas con la educación clínica, de modoque se amplíe el aprendizaje de conceptos y principios

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científicos indispensables y se estimule su aplicacióna la solución de problemas clínicos.

Las ciencias básicas y la educación clínica deberíanintegrarse de modo que los estudiantes puedandesarrollar su capacidad para incorporar los conceptosy principios científicos a la solución de problemasclínicos. Aún cuando los profesores de materiasclínicas participan, en grado variable, en la enseñanzade ciencias básicas, raramente los de ciencias básicasse ven envueltos después del periodo pre-clínico enla educación profesional general del médico.

Incremento de la participación del profesoradoLas facultades de medicina llevan a cabo programasbásicos relacionados con la atención de pacientes,investigación y educación de estudiantes de medicina,alumnos de postgrado y residentes. En general, estosprogramas se organizan alrededor de unidadesaltamente especializadas desde los puntos de vistaadministrativo, académico y profesional, las cualesfuncionan con efectividad para cumplir sus compromisosde atención de pacientes, investigación y educación degraduados y residentes. No obstante, esa estructuraadministrativa, basada en disciplinas y especialidades,es menos efectiva en lo concerniente a promover la tareainterdepartamental e interdisciplinaria que se necesitapara diseñar y poner en marcha un programa deeducación profesional general, destinado a losestudiantes que comienzan la carrera. Esto no essuficiente como para alentar estrechas comunicacionesy relaciones de trabajo entre los miembros delprofesorado responsables de planificar y conducir losprogramas docentes para estudiantes de medicina.

Pese a las frecuentes aseveraciones de que lasescuelas médicas tienen como misión básica laeducación profesional general de estudiantes demedicina, a menudo tal misión ocupa el último lugara la hora de asignarle atención y tiempo delprofesorado. Más altas prioridades se otorgan a losestudiantes de postgrado y residentes, a lainvestigación y al cuidado de pacientes.

RecomendaciónAsignar responsabilidades educativasLos decanos de las escuelas de medicina deberíanestablecer un grupo organizado interdisciplinario e

interdepartamental, compuesto por miembros de lafacultad, encargado de formular un programa educativopara estudiantes de medicina que sea integrado ycoherente, así como de seleccionar los métodos docentesy de evaluación que hayan de utilizarse. Apelando alos recursos de todos los departamentos, este grupodebería tener responsabilidad y autoridad para planificar,ejecutar y supervisar un programa integrado deeducación profesional general. El plan de estudios,obviamente, debería estar sujeto a la supervisión yaprobación de la facultad.

La organización de centros médicos académicos,según disciplinas, especialidades y subespecia-lidades, ofrece una estructura administrativa básicaque es razonable. Cuando profesores de variasdisciplinas conjuntamente prestan cuidados apacientes o conducen investigaciones biomédicas,suelen necesitarse estructuras administrativasespeciales que garanticen un resultado satisfactorio.Tales estructuras varían según el tamaño y lacomplejidad de la tarea, así como los recursosnecesarios para alcanzarla.

Para la atención a pacientes y para los proyectos deinvestigación, la mayor parte de las instituciones tieneestablecidos centros u organismos especiales en loscuales participan individuos de diversos depar-tamentos académicos. A fin de que estos esfuerzostengan éxito, los miembros del cuerpo docente han deestar dispuestos a trabajar juntos, para lograr unobjetivo común; y los jefes de departamentos darcrédito a las contribuciones de los profesores queparticipan en cometidos cuyo ámbito trasciende lasfronteras disciplinarias convencionales.

Cualquier programa efectivo de educaciónprofesional general para estudiantes de medicinanecesita uno de esos grupos organizados, cuyanaturaleza interdisciplinaria e interdepartamental seacapaz de conquistar la confianza y el apoyo entusiastay completo de los profesores involucrados y de los jefesde departamento. Muy pocas escuelas de medicinatienen el tipo de ambiente para ofrecer una educacióncoherente; es necesario que exista un consensointerdisciplinario e interdepartamental con respecto asu propósito, contenido y recursos. Los comitéscurriculares rara vez son capaces de alcanzar este tipode consenso.

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Actualmente, la educación profesional de casi todoslos estudiantes de medicina se define de acuerdo contemas y horarios. Por lo común, el contenido de loscursos en términos de conocimientos, destrezas,valores y actitudes, se deja al criterio de los miembrosde cada departamento con muy poca consulta entrecolegas de disciplinas afines. En ese tipo de liderazgoamorfo no se conoce con claridad quién es responsabledel diseño de un programa que sea coherente ycomprensivo.

ASIGNACIÓN DE PRESUPUESTO Y RECURSOS

El programa educativo para estudiantes de medicinadebería tener un presupuesto definido que ofrezca losrecursos necesarios para su conducción. Los gastos concargo a ese presupuesto deberían estar relacionadosespecíficamente con el programa educativo, al igualque lo están otros fondos restringidos para propósitosespecíficos, como la investigación o la capacitación deinvestigadores.

La mayor parte de las instituciones carece depresupuesto, programa definido con destino a laeducación de estudiantes de medicina. Debido a queesta clase de educación suele catalogarse como unaresponsabilidad de todo el profesorado, los fondosprocedentes de derechos de colegiatura, asignacionesy otras fuentes, suelen distribuirse en forma muydifusa. Puesto que la mayor parte de las veces losfondos no están claramente relacionados con laeducación de estudiantes de medicina, jamás puedeprecisarse la real inversión en el proceso educativo, ypor esto se hace muy difícil adaptar los recursosfinancieros a los cambios pragmáticos.

ESTABLECIMIENTO DE RELACIONES TUTORIALES

El cuerpo docente debería disponer de tiempo yoportunidades para mantener relaciones tutoriales concada uno de los estudiantes. La costumbre de que entreun gran número de profesores, cada uno ocupe untiempo relativamente corto para reunirse con losestudiantes debe examinarse críticamente.

La creciente especialización en ciencias clínicas ybásicas que demanda la investigación y el cuidado depacientes, ha hecho que los profesores tiendan a limitar

su contribución dentro de la enseñanza a losestudiantes, a sus respectivos campos de interéspersonales y especializados. La educación general dela carrera de medicina exige un amplio rango deconocimientos, destrezas, valores y actitudes. Laexposición de estudiantes de medicina a numerososprofesores, cada uno de los cuales apenas ofrece unaescasa porción dentro de su estrecho campo, nopermite ofrecer una educación profesional general quesea coherente y adecuada.

Aun cuando la educación médica es universitaria,los estudiantes de dicha carrera suelen carecer de esainteracción estrecha con sus profesores quecaracteriza a los estudios de postgrado. Losestudiantes se quejan de que ven a muchosprofesores, pero cada uno por periodos cortossolamente; y que ni conocen a éstos, ni son conocidospor ellos. Esta relación anónima entre estudiantes yprofesores no se conforma en una educaciónprofesional general orientada hacia el desarrolloindividual de cada estudiante.

La manera como las instituciones pueden establecerlas relaciones tutoriales entre profesores y estudiantes,dependerá del tamaño y la distribución de su cuerpodocente. En algunos casos, un grupo puede seridentificado como el responsable de la educación deuna de las promociones de la escuela de medicina,mientras otro grupo le corresponderá la siguiente. Enotra situación pueden designarse algunos profesorespara trabajar cada uno con un corto número deestudiantes por periodos bien definidos. En otro caso,la institución podrá desarrollar un programa tutorialde individuo a individuo, si bien a un miembro delprofesorado le correspondería la instrucción tutorialde varios estudiantes.

MEJORAMIENTO DE LA CAPACIDAD PEDAGÓGICA

Las escuelas médicas deberían establecer programaspara ayudar a que los profesores mejoren sushabilidades docentes, más allá de sus áreasespecializadas y así abarcar lo más posible delextenso campo de la educación profesional generalde los estudiantes. Las asociaciones médicas de cadalugar podrían facilitar el desarrollo de estosprogramas.

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Los miembros de la facultad que orientan a losestudiantes en el aprendizaje independiente debenhacer mucho más que meramente trasmitirinformación. Ellos deben procurar que los estudiantessean gestores activos de su propia educación, en vezde convertirse en receptores pasivos de unainformación anticipadamente preparada. Para creartal ambiente de aprendizaje, los miembros de lafacultad necesitarán apoyo para desarrollar lasdestrezas indispensables que los harán efectivos yestimulantes guías y mentores. Deben ofrecerseoportunidades para que los profesores participen enprogramas de preparación y mejoramiento destinadosa promover la adquisición de destrezas.

Proveer apoyo y asesoría a los estudiantesLas facultades de medicina deberían suministrarapoyo y orientación a los estudiantes a fin de ampliarla formación de cada uno de ellos.

El desarrollo individual de cada estudiante demedicina requiere apoyo y orientación por parte deprofesores experimentados. Los estudiantes menosaptos para enfrentarse a un programa educativoriguroso, pueden encontrar que es demasiadofatigante el reto del aprendizaje independiente. Todoslos estudiantes habrán de someterse a presiones, a ladesorganización de sus modos de vida y al contactocon el sufrimiento y la muerte. Cada estudiante es unindividuo único que se halla condicionado por susexperiencias culturales anteriores. Una oportunidadóptima para el desarrollo personal requiere un sistemade apoyo que proporcione relaciones efectivas condocentes capaces de ayudar y orientar a cadaestudiante. En ciertas ocasiones, algunos estudiantestendrán necesidad de apoyo psicológico por parte desus mentores, de sus consejeros profesionales, o deambos. Cada escuela debería establecer un sistema queayude y asesore con efectividad a sus alumnos.

Proveer liderazgo institucionalLa experiencia indica que el compromiso institucionalde decanos y jefes departamentales influye gran-demente en la conducta de los miembros de la facultaddentro de sus instituciones y departamentos. Losdecanos y jefes de departamentos deberían, mediantesus propias actitudes y acciones, elevar el nivel de la

educación profesional general de estudiantes demedicina, a fin de garantizar que las contribucionesdel personal docente recibirán merecido recono-cimiento.

La buena voluntad de los profesores para dedicarsecon entusiasmo, tiempo y energía a un programaintegrado de educación profesional general demedicina, dependerá del grado de reconocimientoacadémico que se otorgue a sus contribuciones en prode esta misión institucional básica. Los valores yactitudes evidenciados por decanos y jefes dedepartamento pueden ser más importantes que lasmediciones cuantitativas referentes a la efectividad dela enseñanza. Las acciones tomadas por los directivosinstitucionales para reflejar su compromiso con laeducación médica de pregrado son fundamentalespara que los miembros de la facultad dediquen tiempoy energía al mejoramiento de la educación profesionalgeneral de los estudiantes de medicina.

EDUCACIÓN DE BACHILLERATO

Una amplia y cuidadosa formación en el bachilleratoes un componente básico de la educación profesionalgeneral del médico. No obstante, muchos estudiantes–no sólo los que desean estudiar medicina– ingresana los estudios de bachillerato con un objetivo muylimitado: prepararse para ser aceptados en una escuelaprofesional. Sus percepciones acerca del tipo deeducación y del nivel de puntuaciones académicas quenecesitan para ser admitidos, determinan en muchosus actitudes en el aprendizaje.

Muy a menudo todo da como resultado, como siquisieran obtener una especialización temprana y elfracaso en obtener una educación rigurosa y amplia(frecuentemente inducida por familiares, como lainvitación a presenciar o “ayudar” en la cirugía).

RecomendacionesAmpliar la preparación académicaLos docentes de colegios y universidades deberíanexigir que cada estudiante, no importa cuál sea suprincipal campo de estudios o su objetivo profesional,prosiga una educación de bachillerato que abarque unamplio estudio de las ciencias naturales, sociales y delas humanidades.

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Durante el siglo XX la sociedad se tornó másdependiente de los servicios especializados queofrecen expertos profesionales y técnicos. Estatendencia ha producido muchos beneficios públicosy privados, pero no siempre ha sido favorable elimpacto que ha tenido sobre los estudiantes,particularmente la manera por medio de la cual éstoshan plasmado sus motivaciones para continuar sueducación más allá de los estudios secundarios. Confrecuencia, los alumnos comienzan su carrera debachillerato con una meta fija: ser admitidos a laprofesión que han elegido. La preocupación de losestudiantes por hacer cuanto ellos piensan quenecesitan para entrar a la escuela de medicina haceque se desplacen los objetivos tradicionales de laeducación de bachillerato: agudizar las destrezaspropias, tanto críticas como analíticas, e investigar lasvariedades de la experiencia humana medianteestudios equilibrados de ciencias naturales, sociales yhumanidades.

Para la época en que completan sus estudios debachillerato, estos estudiantes suelen haber perdidosu capacidad para disfrutar de los retos y lassatisfacciones intelectuales que los estudios sobrehumanidades les hubieran permitido. La preocu-pación que aquí se manifiesta por el grado en que loscursos relacionados con las ciencias dominan losestudios de quienes aspiran a ser médicos, no reflejaen forma alguna prejuicios contra la ciencia. Esta, sinembargo, es fundamentalmente un enfoque intelectualy una metodología racional, más que un cuerpo deobservaciones o hechos. Una acumulación de cursos,por sí sola, no representa necesariamente tenerafinidad hacia la ciencia, ni mucho menos, lograrexcelencia en este campo. Todavía más, creemos queel estudio de las ciencias motivado únicamente por eldeseo de encontrar abiertas las puertas de una escuelade medicina es, cuando menos, sospechoso.

El estudio de las ciencias es hoy inquietante,fundamental en una educación amplia y cuidadosapara todos los estudiantes de bachillerato. Puesto quelas ciencias naturales son elementos clave para eldesarrollo intelectual y tecnológico de la época ycomprender las complejidades de la vida humana yde otras formas de vida, ellas constituyen uningrediente indispensable en la formación de todos

los estudiantes de bachillerato y no sólo en la dequienes aspiran a ser médicos.

El estudio de las ciencias sociales y de lashumanidades es, igualmente, un elemento necesariopara una educación de bachillerato amplia y estricta.A fin de ser un informado participante dentro de lasociedad contemporánea, se requiere comprender lapolítica, la historia y la economía de esa sociedad. Paraapreciar muchas dimensiones de la experienciahumana, es preciso que se tenga una opinión razonadade la literatura, la filosofía y las artes que constituyenel legado cultural de todos los pueblos en nuestrasociedad.

Modificar los requisitos de admisión

Al formular los criterios de admisión a las escuelas demedicina, las facultades sólo deberían requerir cursosbásicos; y éstos, en lo posible, formar parte de loscursos nucleares obligatorios para todos los estu-diantes del bachillerato. Los comités de admisión aescuelas de medicina deberían eliminar la práctica derecomendar cursos adicionales que vayan más allá delos exigidos para la inscripción.

A los estudiantes que desean ingresar a escuelas demedicina se les pide seguir, en rígida secuencia, loscursos requeridos de ciencias, según lo prescriba cadaescuela. La única manera como los estudiantes debachillerato que se están preparando para entrar a lacarrera de medicina puedan adquirir una educaciónamplia, es que los estudios requeridos se mantengana un nivel máximo, y que los comités de admisiónotorguen preferencia a los alumnos cuya documen-tación demuestre haber proseguido satisfactoriamenteun amplio programa de estudios.

Exigir mayor empeño académico

El profesorado de los colegios debería procurar que laprosecución de un esfuerzo académico y el desarrollode destrezas efectivas en el arte de escribir, sean rasgosintegrales de la educación del bachillerato.

Una carrera académica, en la que se necesitaoriginalidad, investigación y capacidad para escribir,exige que los estudiantes aprendan a pensar y aexpresarse por sí mismos. Un lenguaje escrito efectivoque se distinga por su precisión gramatical, análisissólido y argumento persuasivo, debe ser cultivado

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mediante clases prácticas regulares con asignación detrabajos obligatorios. Tales destrezas puedendesarrollarse en muchas disciplinas.

TOMA DE DECISIONES ADECUADAS EN CUANTO ASELECCIÓN

En la toma de decisiones finales sobre la selección deestudiantes, los comités de admisión a escuelasmédicas deberían utilizar criterios que valoren lacapacidad de los aspirantes a aprender indepen-dientemente, adquirir destrezas críticas y analíticas,desarrollar los valores y las actitudes fundamentalesque requieren los miembros de una profesión deservicio, y dar su aporte a la sociedad de la cual formanparte.

La selección de los estudiantes que ingresarán a lacarrera médica es prerrogativa del profesorado de larespectiva escuela de medicina (supervisión). Loscomités de admisiones deberían considerar todas lascalificaciones correspondientes a cada uno de losaspirantes y efectuar la selección con base en elespectro global de las capacidades que ellos muestrenpara seguir una carrera de medicina.

La habilidad para alcanzar metas académicas es,claramente, una calificación básica; y los antecedentesregistrados sobre los aspirantes, así como laspuntuaciones del examen de admisión, sirven comoelementos para valorar esa calificación.

Como se debe analizar a miles de aspirantesprocedentes de muchos lugares diferentes, laspuntuaciones del examen de admisión representanactualmente el factor principal en la determinación dela “potencialidad académica” de cada uno de losaspirantes.

Sin embargo, con frecuencia se utilizan pequeñasdiferencias en las calificaciones para hacer distincionesentre aspirantes, cuyas calificaciones académicas soncomparables y, en esta forma, llegar a decisiones finalesen cuanto a la selección. Esto significa conceder unacento indebido a este instrumento, que sólo estádiseñado para valorar una parte de las calificacionesglobales exigidas antes de estudiar medicina.

El examen de admisión a las escuelas de medicina,en términos generales, ejerce una influencia poderosasobre la forma como los estudiantes perciben cuáles

son los principales factores que determinan la selecciónpara ingresar a la carrera. Tal como está actualmenteelaborado, ese examen fortalece la tendencia de losestudiantes a concentrar sus estudios en temasespecíficos.

Los comités de admisión de las diferentes escuelasse inclinan a dar mayor importancia a las calificacionescorrespondientes a estas pruebas y nunca, prácti-camente, a otro tipo de factores como: solución deproblemas, capacidad de lectura, aspectos huma-nísticos y éticos, etc.

Seguramente que la inclinación de la evaluación deotras destrezas se reflejaría como útil en la calidadhumana de los futuros médicos en la sociedad.

MEJORAMIENTO DE LA COMUNICACIÓN

Debería mejorarse la comunicación entre los profesoresde las escuelas de medicina y los del bachillerato, enlo que concierne a los criterios utilizados por aquellospara seleccionar a los estudiantes.

La comunicación entre profesores de las escuelasmédicas y los de colegios es variada, tenue o nula. Losprimeros, prácticamente nunca informan a lossegundos acerca de las actitudes y de otras cualidadespersonales que desean ver presentes en los aspirantesa ingresar a la escuela de medicina.

Los “asesores” pre-profesionales, cuando existenen los colegios, frecuentemente no entienden, niaceptan los criterios de selección utilizados por loscomités de admisión de las escuelas de medicina.Siempre se señala la importancia de una educacióny estudio de las materias habituales; al tomardecisiones favorecen realmente a los que ostentan lasmás altas calificaciones en las pruebas sobre cursosde ciencias.

El gran número de colegios de donde egresan losaspirantes a estudiar medicina, el tiempo y los recursoslimitados de que disponen muchos de los asesores pre-profesionales, cuando existen, y seguramente lamovilidad entre los miembros de los comités deadmisión de las escuelas de medicina, hacen muydifícil que se mantengan relaciones estrechas ycontinuas, pese a esta dificultad, las comunicacionesdeben mejorarse para fortalecer la “calidad” de losaspirantes a nuestras escuelas de medicina.

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Otras consideracionesEl mejoramiento del desarrollo individual y el de laeducación profesional general de los futuros médicos,merece otros comentarios importantes. Muchos deéstos se refieren a cuestiones cuya modificación excedeel terreno específico de cada una de las escuelas demedicina. Por tanto, ellos reclaman la atención de lagran comunidad y del gobierno, que como un todo, sedebe preocupar y debe también ser responsable de laeducación médica en nuestro país.

Tal vez, el concepto más importante que emana delpresente escrito es que los estudiantes de medicinadeben prepararse para aprender en el transcurso desus vidas profesionales. Este aprendizaje debe serautodirigido, activo, e independiente. El procesoeducativo formal debe insistir en ayudar al estudiantea desarrollar la capacidad y el deseo de continuaradquiriendo y aplicando el conocimiento para lasolución de problemas, como lo advirtió hace muchosaños John Gardner.

Si nosotros inculcamos en las personas jóvenes unconjunto elaborado de creencias fijas, estamosasegurando su temprana obsolescencia. La alternativaes desarrollar en la gente joven destrezas, actitudes,hábitos intelectuales y tipos de conocimiento y decomprensión que constituyen instrumentos de cambioy crecimiento continuo, entonces habremos formadoun sistema que garantiza su continua autorrenovación.

Estos cambios reconocen el hecho de que elelemento clave es el estudiante individual, de cuyocarácter, actitud, preparación, capacidad y deseo detrabajar, dependen mucho los resultados deladiestramiento médico. La finalidad es desarrollarmentes capaces de valorar la información y de extraerconclusiones basadas en un razonamiento lógico; yayudar a que se dote al estudiante con un armamentointelectual permanente, ingenio, claro juicio, hábitosapropiados y métodos de estudio, todo lo cual lopreparará para continuar su autoeducación en eltranscurso de su vida profesional.

EDUCACIÓN MÉDICA DE POSTGRADO

La educación médica de postgrado, que ha llegado aser una fase fundamental de la educación médica,mayormente se lleva a cabo en los centros médicos

académicos que ofrecen educación profesional generalde pregrado. El 90% del adiestramiento de los médicosresidentes ocurre en hospitales afiliados a escuelas demedicina.

Las normas nacionales para acreditación de progra-mas y certificación de las diversas especialidades, se hanestablecido con base en la existencia de comités derevisores de las residencias (con controles diversos)según las diferentes escuelas o facultades de medicina,cada una de las cuales tiene interés particular en su propiaespecialidad, ofreciendo cierta medida de supervisiónglobal sobre las políticas y los procedimientos deacreditación. No obstante, existe una tendenciapersistente a menospreciar el efecto que sobre losprogramas institucionales de educación profesionalgeneral de estudiantes de medicina tienen los cambiosocurridos con los requisitos de certificación yacreditación.

El profesorado de programas de especialidadesmédicas concentra su atención en la selección yadiestramiento de residentes para su propio campo, sintomar en cuenta las necesidades educativas de losestudiantes de medicina que han seleccionado. Auncuando estos profesores suelen estar a cargo de laeducación de estudiantes de medicina, su interés primarioes llenar sus programas de residencias con los graduadosde escuelas médicas cuyas calificaciones se consideranadecuadas para la especialidad en particular. Al mismotiempo, el problema puede agravarse a causa de losdocentes de programas para graduados, que se preocupanmás por atraer estudiantes, que por averiguar si éstostienen una buena formación.

INVESTIGACIÓN Y EVALUACIÓN A LARGO PLAZODEL PROGRAMA EDUCATIVO

La efectividad de un programa educativo deberíamedirse en referencia al desempeño de los estudiantescon posteridad a su graduación. Para determinar si sehan logrado o no los objetivos educativos, casi todaslas instituciones de educación superior utilizanmedidas a corto plazo, si es que las hay. Así, eldesempeño en exámenes estandarizados de losintegrantes de un curso, o la ubicación inmediata delos egresados en varias plazas de residencias médicas,son criterios tradicionalmente usados para justificar

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los méritos del programa docente. Estos criterios soninadecuados para juzgar si la educación profesionalgeneral de los estudiantes de medicina haproporcionado o no los conocimientos, las destrezas,los valores y las actitudes necesarios en una carreraque durará toda la vida.

Como parte de un programa de investigacióneducativa, cada institución debería introducir elseguimiento a largo plazo de sus egresados, primeromientras éstos prosiguen la educación médicaespecializada de postgrado y, luego, durante lapráctica profesional.

En la actualidad, tal seguimiento es posible graciasal manejo electrónico de la información. Se necesitaninvestigaciones para identificar las variables críticasque pueden correlacionarse con los productosesperados de los programas docentes. Los resultadosde esas investigaciones permitirán que las futurasmodificaciones se sustenten en observaciones a largoplazo, más bien que en observaciones a corto plazobasadas en el desempeño.

EDUCACIÓN MÉDICA CONTINUA

Casi todos los médicos están convencidos de lanecesidad de aprendizaje permanente, lo cual lesestimula a participar en programas de educacióncontinua. Aún más, el aprendizaje de por vida y laadaptación de la práctica médica a los nuevosconocimientos y a las nuevas técnicas tendrán mayorimportancia en el futuro.

Los estudiantes cuya educación profesional generalles ha proporcionado las destrezas de aprendizaje, losvalores y las actitudes que les permiten continuaraprendiendo a través de sus carreras, necesitaránacceso fácil a la información para continuar estu-diando por su cuenta.

Para ayudar a los médicos prácticos en la tarea deseguir adquiriendo conocimientos, los sistemas demanejo de información serán más valiosos que loscursos cortos o periódicos. Conforme mejora laeducación profesional general del médico, los recursosahora utilizados para su educación continua tendránque reorientarse. Esa reordenación debe basarse en eldesarrollo de sistemas y programas adecuados a lasnecesidades de los médicos cuya educación los ha

capacitado para aprender independientementedurante toda su vida.

Estos cambios reconocen el hecho de que elelemento clave es el estudiante individual, de cuyocarácter, actitud, preparación, capacidad y deseo detrabajar, dependen mucho los resultados deladiestramiento médico. La finalidad es desarrollarmentes capaces de valorar la información y de extraerconclusiones basadas en un razonamiento lógico; yayudar para que se dote al estudiante con unarmamento intelectual permanente, ingeniosidad,claro juicio, hábitos apropiados y métodos de estudio,todo lo cual lo preparará para continuar suautoeducación en el trascurso de su vida profesional.

COROLARIO

La imagen del futuro ha causado una inmensafascinación a las generaciones de hombres y mujeres.Innumerables soñadores y amantes de la ficción seatreven a determinar los escenarios del presente siglo.La medicina y la enseñanza de la misma estáninmersas en estos nuevos escenarios, los cualesresultan, en algunos casos, excitantes yatemorizantes.

El siglo XXI ha sido un sueño lleno de esperanzas,ideales, progreso y prosperidad. Un ideal integrador,alimentado por el deseo de cada individuo y sociedad,de crecer y desarrollarse, con el anhelo de una vidamejor y, desde luego, de una educación fortalecida,con luces sociales, humanísticas, económicas ytecnológicas, que permitan al estudiante desempeñarsatisfactoriamente su papel como profesional en lasociedad que se desenvuelva. Sin embargo, dentro deeste marco futurista hemos llegado, como estamos hoy,con los mismos problemas, por lo que además dereconocerlos existe la urgencia de afrontarlos ycorregirlos.

Es bien conocida la masificación de los estudiantesde medicina, aunque la matrícula ha disminuido, aúnhoy se siguen abriendo escuelas de medicina sinninguna regulación y con dudosa calidad (salvohonrosas excepciones). En la mayoría de los casos laeducación es despersonalizada, existe saturación decampos clínicos, los índices profesor-alumno no sonlos debidos y la eficiencia al término no es la deseable.

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En los próximos años se deberá normar y evitar estasituación anárquica, empezando por definir cuántosmédicos se deben formar para satisfacer lasnecesidades de salud de la nación (se ha mencionadoesto muchas veces) y, por consiguiente, determinarcuántas escuelas y, por ende, cuántos alumnos debetener el país y cada entidad federativa. Para ingresara la carrera no debe bastar con el resultado de unexamen de conocimientos generales; de manerafundamental se debe contar con un perfil de actitudesy aptitudes del aspirante obtenido en un cursoparamédico a lo largo de varios meses y diversasevaluaciones.

Para el aprendizaje futuro de la clínica, el aula debeser, simplemente, un complemento, lo indispensablese observará, analizará y estudiará en el paciente. Elpapel del profesor deberá ser: motivar, incentivar einvolucrar al alumno en la práctica cotidiana y orientaresos esfuerzos hacia el estudio e investigación delproblema en curso. La educación médica, además,debe abarcar las cuatro vertientes del bienestar y lasalud: el estilo de vida, la herencia, el medio ambientey los servicios de salud.

Si bien la tecnología facilitará el aprendizaje de laclínica, éste solo se alcanzará como hasta hoy, con basesanatómicas, fisiopatológicas y patológicas adquiridas enel paciente y con la revisión crítica del expediente clínico.

A pesar de todas las fortalezas tecnológicas quepuedan ocurrir, la clínica persistirá, entre otras cosas,gracias a lo que ha vivido siempre, incluso cuando noexistían opciones, gracias a la necesidad de la relaciónmédico–paciente. La clínica seguirá aprendiéndose enel ser humano con problemas de salud, cada caso deberáser una experiencia reflexiva, interrogando,observando, palpando, escuchando, estudiando,discutiendo y analizando. De igual manera, la clínicadeberá evolucionar con los tiempos, no quedarse atrás.Otra parte fundamental será que los casos clínicos queestudien los alumnos representen la demografía yepidemiología real de la población.

Las instituciones de salud, los organismoseducativos y los maestros deben actualizarse,adaptarse a la época, incorporar racionalmenteelementos que les permitan ofrecer una educaciónmédica personalizada, tutorial, de calidad, congruentecon los nuevos tiempos.

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12. Karchmer KS. Importancia del desarrollo de actitudes adecua-das en el profesorado. Acta Médica, Grupo Ángeles,2003;1(2):75-76.

13. Karchmer KS. La crisis moral de las universidades. En: Re-flexiones sobre una vocación científica. Conceptos, visiones ypensamientos. MPM S.A. de C.V., 2004;pp:295-315.

14. Karchmer KS. Algunas características de la medicina ac-tual. En: Reflexiones sobre una vocación científica. Con-ceptos, visiones y pensamientos. MPM S.A. de C.V.,2004;pp:365-72.

La educación médica para el siglo XXI