Editorial 3 rsv

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Editorial por: Ricardo Sandoval Vargas/Docente. Frenesí Obsesivo en Parejas Adolescentes Siempre junticos muy cariñosos y “enrollados”. Todos los ven. Ellos se buscan en los pasillos, evaden clase para rendir culto a su amor, esperan el timbre ansiosos para verse entre clase y clase. No simulan los besos y caricias a la hora de expresar lo que sientenpero no siempre es así. Con demasiada frecuencia él se desespera: es celoso y posesivo. Pierde la paciencia con facilidad. A su chica le manda sms continuamente preguntando con quién está y dónde; no le deja estar con sus amigas ni mucho menos con sus amigos porque la quiere sólo para él y mucho menos le permite al profesor que la mire o que responda a un ejercicio; le dice cómo debe vestirse porque piensa que en la pareja el que debe mandar y decidir es él; la humilla en ocasiones menospreciando sus opiniones o ideas... Seguramente conocerás a alguna amiga o amigo cuya pareja presenta algunos de los rasgos que acabamos de señalar. Con excesiva frecuencia asociamos violencia de pareja únicamente con violencia física. Sin embargo, las formas en las que se manifiesta la violencia son muy variadas y en ocasiones sutiles. Pero todas ellas tienen una misma finalidad: el dominio y la sumisión de la otra persona. No hemos de olvidar, que la distribución del poder entre el hombre y la mujer en nuestra sociedad, sigue siendo desigual en todos los órdenes. La violencia en la pareja refleja conductas de dominio sobre el otro sexo, (generalmente femenino), que han sido aprendidas en la familia, en el grupo de amigos... . En ocasiones, las conductas violentas no son percibidas como tales ni por las víctimas ni por los agresores, pues generalmente se confunde maltrato y ofensas, con amor e interés por la pareja. La creencia por parte de la víctima que sufre violencia que el amor “lo puede todo” y que “puedo cambiarle” así le pegue y casque una y otra vez. Esto tiene un efecto muy pernicioso, porque lo único que consigue es prolongar su situación de frenesí violencia. En el Luis Orjuela éste frenesí de violencia de pareja adolescente es habitual desafortunadamente. El esquema de país se repite en la escuela; pareciera que la violencia de patadas educa más que las buenas palabras. Queremos, desde este medio, favorecer la toma de conciencia individual y colectiva sobre la gravedad de este fenómeno, muchas veces vivido en silencio por las personas que lo sufren. Más adelante, se dedicara una sección de este periódico para conocer más a fondo las características del fenómeno desde el punto de vista de estudiantes orjuelista que lo padecen de manera consciente o por miedo a la soledad “Vi a mi hermana discutiendo con su novio y lo comprendí. Él le dio una bofetada y yo me tiré a su cuello.” Si tienes miedo, si estás sufriendo, tienes que gritar y salir, salir corriendo. “A mí me gustaba saber dónde estaba en todo momento, era mi novia“Un día me agarró fuerte, me insultó, me empujó y me caí”

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Editorial por: Ricardo Sandoval Vargas/Docente. Frenesí Obsesivo en Parejas Adolescentes

Siempre junticos muy cariñosos y “enrollados”. Todos los ven. Ellos se buscan en los pasillos, evaden clase para rendir culto a su amor, esperan el timbre ansiosos para verse entre clase y clase. No simulan los besos y caricias a la hora de expresar lo que sienten… pero no siempre es así. Con demasiada frecuencia él se desespera: es celoso y posesivo. Pierde la paciencia con facilidad. A su chica le manda sms continuamente preguntando con quién está y dónde; no le deja estar con sus amigas ni mucho menos con sus amigos porque la quiere sólo para él y mucho menos le permite al profesor que la mire o que responda a un ejercicio; le dice cómo debe vestirse porque piensa que en la pareja el que debe mandar y decidir es él; la humilla en ocasiones menospreciando sus opiniones o ideas... Seguramente conocerás a alguna amiga o amigo cuya pareja presenta algunos de los rasgos que acabamos de señalar. Con excesiva frecuencia asociamos violencia de pareja únicamente con violencia física. Sin embargo, las formas en las que se manifiesta la violencia son muy variadas y en ocasiones sutiles. Pero todas ellas tienen una misma finalidad: el dominio y la sumisión de la otra persona. No hemos de olvidar, que la distribución del poder entre el hombre y la mujer en nuestra sociedad, sigue siendo desigual en todos los órdenes. La violencia en la pareja refleja conductas de dominio sobre el otro sexo, (generalmente femenino), que han sido aprendidas en la familia, en el grupo de amigos... .

En ocasiones, las conductas violentas no son percibidas como tales ni por las víctimas ni por los agresores, pues generalmente se confunde maltrato y ofensas, con amor e interés por la pareja. La creencia por parte de la víctima que sufre violencia que el amor “lo puede todo” y que “puedo cambiarle” así le pegue y casque una y otra vez. Esto tiene un efecto muy pernicioso, porque lo único que consigue es prolongar su situación de frenesí violencia. En el Luis Orjuela éste frenesí de violencia de pareja adolescente es habitual desafortunadamente. El esquema de país se repite en la escuela; pareciera que la violencia de patadas educa más que las buenas palabras. Queremos, desde este medio, favorecer la toma de conciencia individual y colectiva sobre la gravedad de este fenómeno, muchas veces vivido en silencio por las personas que lo sufren. Más adelante, se dedicara una sección de este periódico para conocer más a fondo las características del fenómeno desde el punto de vista de estudiantes orjuelista que lo padecen de manera consciente o por miedo a la soledad

“Vi a mi hermana discutiendo con su novio y lo

comprendí. Él le dio una bofetada y yo me tiré a su cuello.”

Si tienes miedo,

si estás sufriendo, tienes que gritar y salir,

salir corriendo.

“A mí me gustaba saber dónde estaba en todo

momento, era mi novia” “Un día me agarró fuerte, me insultó,

me empujó y me caí”