EDICIÓN 19
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Junio 12 a 18 de 2012 El análisis y la información semanal de la Iglesia Católica en el Mundo Edición 19
¡Un
Éxit
o!
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que usted promocione
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desde U$ 5
durante 4 ediciones.
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SUMARIO 3
Exitosa película: una histo-ria católica.
Obispo colombiano de-mandado por hablar de homosexuales.
Película Cristiada.
Cambio en el clero de Co-lombia. Por: Fabián Andrés Her-nández Ospina.
Semana Católica Revista de Información y
opinión Católica independiente
Roma, Italia
Junio 12 a 18 de 2012
DIRECTOR GENERAL Daniel Alejandro de Roux
JEFE DE REDACCIÓN Albert Van der Vaart
EDITOR WEB Paolo Mattei
TWITTER: @SemanaCatolica
FACEBOOK: facebook.com/SemanaCatolica
EMAIL: [email protected]
Í
La película Cristiada es número uno en taquillas de los EEUU a 12 días de su estreno en dicho país norteamericano. Originalmente viene de México. Reproducimos una entrevista con el autor del libro Cristiada.
8
Benedicto XVI
Lunes 11 de Junio de 2012
Ciudad del Vaticano
Ya era justo que apareciera
en el cine una película de
tan alta calidad en cuanto
a la producción, pero tam-
bién en cuanto al conteni-
do.
Cristiada trae una situación
particular, algo que sucedió
a la Iglesia Mexicana, pero
que se puede ver repercu-
tido en muchos hechos que
han acaecido alrededor del
mundo.
Cabe señalar que hay mu-
chas historias de las cuales
se podrían realizar muchas
películas de alta calidad:
Juan Pablo II, Madre Tere-
sa de Calcuta, Benedicto
XVI, la historia eclesiástica
de cada país que, sin duda,
trae muchas particularida-
des y fuertes situaciones
que todos mereceríamos
conocer, tal como se hizo
con la película
La Misión sobre
misiones jesui-
tas en Suramé-
rica, etc.
Los católicos necesitamos
avanzar por los caminos de
la creatividad utilizando ca-
da uno de los medios de
comunicación que el mun-
do está ofreciendo en el día
de hoy. O si no nos vamos
a sentir encerrados en las
cuatro paredes de un tem-
plo sin poder salir a contar-
le al mundo lo que Cristo
ha hecho en nosotros y en
las personas que conoce-
mos y que no conocemos.
Se necesita también cali-
dad, ya que no es necesa-
rio hacer cosas, sino que se
necesita que nos especiali-
cemos para que la potencia
del mensaje llegue más le-
jos.
Una película como Cristia-
da, que está bien hecha,
bien argumentada, debe
ser mayormente apoyada
por las Iglesias particulares
de habla hispana, de ma-
nera que los fieles la co-
nozcan y accedan a ella.
Por esto que SEMANA CA-
TÓLICA otorga su primera
página a Cristiada, porque
es una película de calidad y
dejará gran huella en el
mundo hacer a de la histo-
ria de la Iglesia en el país
centroamericano.
Consejo de Redacción
HISTORIA CATÓLICA
EDITORIAL 4 EDITORIAL 4
Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012
La página
web de
SEMANA
CATÓLICA.
Pronto.
Estimados amigos de SEMANA CA-
TÓLICA:
Un saludo en Cristo.
Los felicito por esta obra que han
comenzado a realizar, es de gran
importancia para los fieles, religio-
so y sacerdotes católicos que haya
una publicación como la suya que
nos permita descubrir lo más im-
portante de la semana en el mundo
católico, porque nos ayuda a estar
conectados con nuestra Iglesia a
través de los medios de comunica-
ción.
Soy párroco en una comunidad his-
pana de Miami y he querido impri-
mir la revista para regalarla a va-
rios de mis feligreses. Les agradez-
co –entonces– que puedan seguir
con tan magnífica obra y que el
Señor los ayude a perseverar cons-
tantes en la oración y en la infor-
mación.
Feliz día.
Alfred Derrison
Miami, EEUU
____
Deseo suscribirme a la Revista SEMANA
CATÓLICA.
Gracias.
Leonardo Monroy
____
Deseo suscribirme a la Revista.
Gracias.
Edwin Giraldo
Bogotá
_____
Pido ser admitida a la Revista.
Dios los bendiga.
Francy Sáenz
Madrid, España
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Pronto.
IMAGEN DE LA SEMANA 7
Un sacerdote católico de Nueva
York fue condenado "a una vida de
oración y penitencia" por el Vati-
cano, por la violación de 10 niños
en la barrio de Harlem durante la
década de los 80.
Se trata del monseñor Wallace Ha-
rris, quien recibió el menor de los
posibles castigos de Roma y logró
evadir el sistema penal estadou-
nidense, debido a la prescripción
de los delitos.
Harris era un maestro en la escuela
West Side de alta en la década de
1980. Se convirtió en pastor de la
Iglesia de St. W. 141a en 1989, y
más tarde dio la invocación en la
inauguración el gobernador David
Paterson.
El sacerdote Robert Hoat-
son expuso que "monseñor Wallace
Harris debería ser apartado del sa-
cerdocio por el Vaticano y el arzo-
bispo (Timothy) Dolan debería pedir
al santo padre que lo hiciera".
IMAGEN DE LA SEMANA 7
PORTADA 8 PORTADA 9
“Padre bendito,
mi transferencia
en este momento
provocaría
confusión
El 11 de septiembre de 2011
se estrenó el tráiler oficial de
Cristiada, la película que retra-
ta la guerra de los Cristeros en
México, país centroamericano.
En abril se estrenó en México y
el 01 de Junio de este año lle-
gó a las pantallas de Estados
Unidos, representando un gran
éxito debido a la inmensa can-
tidad de Mexicanos y Latinos
que residen en el país norte-
americano.
En qué reside tal éxito? Quié-
nes están detrás de esta exce-
lente producción cinematográ-
fica? Cómo ven la historia real
frente a la que presenta la pelí-
cula? ¿Cuál ha sido el desarro-
llo para que la película esté en
la pantalla grande?
Especial de SEMANA CATÓLICA
con la película de los Cristeros.
YA HACE MESES QUE SE ESTRENÓ
CRISTIADA EN MÉXICO, PERO HASTA AHORA ESTÁ LLEGAN-DO A OTROS PAÍSES CON GRAN ÉXITO.
Email / Twitter / Facebook JUNIO 05 A 11 DE 2012
PORTADA 8 PORTADA 9
PORTADA 10 PORTADA 11
Tras la etapa más violenta de
Revolución Mexicana, en la se-
gunda mitad de la década de los
veinte nuestro país tuvo que vi-
vir la experiencia de un movi-
miento armado de carácter reli-
gioso: la llamada Cristiada, la
que estuvo dirigida contra la
política anticlerical del go-
bierno mexicano sustentada
en la Constitución de 1917.
Dicha rebelión tuvo fin con los
arreglos entre el gobierno me-
xicano y la cúpula de la Iglesia
católica en 1929, aunque en va-
rios lugares se mantuvo el le-
vantamiento hasta tiempo des-
pués. Sin embargo, las conse-
cuencias religiosas, políticas y
culturales de la Cristiada aún se
sienten en la actualidad, espe-
cialmente a través de la utiliza-
ción de la muerte de aquellos a
quienes la Iglesia católica ha de-
nominado “mártires”.
Pero los efectos y
los usos de aquel movimiento no
se limitó al espacio nacional,
sino que también trascendió al
plano internacional: en muchos
países se realizaron oraciones y
actos de apoyo a los católicos
mexicanos, y fue utilizado para
fortalecer posiciones específicas
en cada país.
Como una primera aproximación
a las consecuencias de la Cristia-
da allende nuestras fronteras,
Jean Meyer convocó a un grupo
de académicos de 13 países a
estudiar las manifestaciones que
en otros países hubo respecto al
levantamiento católico mexi-
cano, cuyas contribuciones ha
publicado ahora en el libro Las
naciones frente al conflicto reli-
gioso en México (México, Tus-
quets, 2010).
Sobre este volumen charlamos
con el autor, con quien aborda-
mos los temas siguientes: las
LA CRISTIADA, CON-
TRA LA POLÍTICA
ANTICLERICAL
Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012
PORTADA 10 PORTADA 11
Tras la etapa más violenta de
Revolución Mexicana, en la se-
gunda mitad de la década de los
veinte nuestro país tuvo que vi-
vir la experiencia de un movi-
miento armado de carácter reli-
gioso: la llamada Cristiada, la
que estuvo dirigida contra la
política anticlerical del go-
bierno mexicano sustentada
en la Constitución de 1917.
Dicha rebelión tuvo fin con los
arreglos entre el gobierno me-
xicano y la cúpula de la Iglesia
católica en 1929, aunque en va-
rios lugares se mantuvo el le-
vantamiento hasta tiempo des-
pués. Sin embargo, las conse-
cuencias religiosas, políticas y
culturales de la Cristiada aún se
sienten en la actualidad, espe-
cialmente a través de la utiliza-
ción de la muerte de aquellos a
quienes la Iglesia católica ha de-
nominado “mártires”.
Pero los efectos y
los usos de aquel movimiento no
se limitó al espacio nacional,
sino que también trascendió al
plano internacional: en muchos
países se realizaron oraciones y
actos de apoyo a los católicos
mexicanos, y fue utilizado para
fortalecer posiciones específicas
en cada país.
Como una primera aproximación
a las consecuencias de la Cristia-
da allende nuestras fronteras,
Jean Meyer convocó a un grupo
de académicos de 13 países a
estudiar las manifestaciones que
en otros países hubo respecto al
levantamiento católico mexi-
cano, cuyas contribuciones ha
publicado ahora en el libro Las
naciones frente al conflicto reli-
gioso en México (México, Tus-
quets, 2010).
Sobre este volumen charlamos
con el autor, con quien aborda-
mos los temas siguientes: las
PUEDE HABER CONSECUEN-
CIAS ELECTORALES, GANA Y
PIERDE VOTOS
PORTADA 12 PORTADA 13
estrategias gubernamentales y
rebeldes para difundir sus posi-
ciones en el exterior, las relacio-
nes con grupos extranjeros, las
similitudes entre los gobiernos
de Plutarco Elías Calles y de Be-
nito Mussolini, la posición del go-
bierno francés ante el conflicto y
la herencia simbólica que pervi-
ve en la actualidad.
Meyer es doctor en Historia por
la Universidad de París X Nan-
terre, profesor-investigador del
Centro de Investigación de Do-
cencia Económicas e investiga-
dor emérito del Sistema Nacional
de Investigadores. Director de la
revista Istor, es autor de casi
una treintena de libros, entre el
que destaca el clásico La Cristia-
da.
Ariel Ruiz (AR): Tras su gran
obra sobre los cristeros, ¿cuál
fue la razón para realizar un co-
loquio sobre el impacto interna-
cional sobre aquel movimiento, y
que dio origen a este libro?
Jean Meyer (JM): Hace unos
años una colega, Clara García,
me dijo: “Ya está abierto el ar-
chivo histórico del Arzobispado
de México; está muy bien catalo-
gado, y todos los papeles de la
época del conflicto religioso ya
están abiertos al público”. En-
tonces yo le dije: “Mira, yo ya no
trabajo el tema; estoy con otras
cosas, con Rusia y con el celiba-
to sacerdotal”.
Pero ella me insistió: “Date una
vuelta, nada más para que
veas”. Fui al archivo (que, efecti-
vamente, está muy bien ordena-
do, catalogado, y el servicio al
público es espléndido) y pedí el
catálogo del Fondo “Obispos” de
los años veinte, del conflicto reli-
gioso, y hojeándolo con mucha
curiosidad y asombro, me di
cuenta de que había mucha co-
rrespondencia, tanto en inglés
UNA CAPILLA PEQUE-
ÑA EN LA QUE NO HAY
MÁS DE 200 PERSONAS
Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012
PORTADA 12 PORTADA 13
estrategias gubernamentales y
rebeldes para difundir sus posi-
ciones en el exterior, las relacio-
nes con grupos extranjeros, las
similitudes entre los gobiernos
de Plutarco Elías Calles y de Be-
nito Mussolini, la posición del go-
bierno francés ante el conflicto y
la herencia simbólica que pervi-
ve en la actualidad.
Meyer es doctor en Historia por
la Universidad de París X Nan-
terre, profesor-investigador del
Centro de Investigación de Do-
cencia Económicas e investiga-
dor emérito del Sistema Nacional
de Investigadores. Director de la
revista Istor, es autor de casi
una treintena de libros, entre el
que destaca el clásico La Cristia-
da.
Ariel Ruiz (AR): Tras su gran
obra sobre los cristeros, ¿cuál
fue la razón para realizar un co-
loquio sobre el impacto interna-
cional sobre aquel movimiento, y
que dio origen a este libro?
Jean Meyer (JM): Hace unos
años una colega, Clara García,
me dijo: “Ya está abierto el ar-
chivo histórico del Arzobispado
de México; está muy bien catalo-
gado, y todos los papeles de la
época del conflicto religioso ya
están abiertos al público”. En-
tonces yo le dije: “Mira, yo ya no
trabajo el tema; estoy con otras
cosas, con Rusia y con el celiba-
to sacerdotal”.
Pero ella me insistió: “Date una
vuelta, nada más para que
veas”. Fui al archivo (que, efecti-
vamente, está muy bien ordena-
do, catalogado, y el servicio al
público es espléndido) y pedí el
catálogo del Fondo “Obispos” de
los años veinte, del conflicto reli-
gioso, y hojeándolo con mucha
curiosidad y asombro, me di
cuenta de que había mucha co-
rrespondencia, tanto en inglés
“TRES AÑOS ANTES DE LA VER-
SIÓN OFICIAL, EN EL VATICANO SE
CONOCÍAN DETALLES DE MACIEL”
PORTADA 14 PORTADA 15
fiado la tarea de edificar comuni-
dades eclesiales que sean cada
vez más una familia, capaces de
reflejar la belleza de la Trinidad y
de evangelizar no sólo con la pa-
labra. Más bien diría por
«irradiación», con la fuerza del
amor vivido.
La familia, fundada sobre el ma-
trimonio entre el hombre y la
mujer, está también llamada al
igual que la Iglesia a ser imagen
del Dios Único en Tres Personas.
Al principio, en efecto, «creó
Dios al hombre a su imagen; a
imagen de Dios lo creó; hombre
y mujer los creó. Y los bendijo
Dios, y les dijo: "Creced, multi-
plicaos"» (Gn 1, 27-28). Dios
creó el ser humano hombre y
mujer, con la misma dignidad,
pero también con características
propias y complementarias, para
que los dos fueran un don el uno
para el otro, se valoraran recí-
procamente y realizaran una co-
munidad de amor y de vida. El
amor es lo que hace de la perso-
na humana la auténtica imagen
de Dios. Queridos esposos, vi-
viendo el matrimonio no os dais
cualquier cosa o actividad, sino
la vida entera. Y vuestro amor es
fecundo, en primer lugar, para
vosotros mismos, porque deseáis
y realizáis el bien el uno al otro,
experimentando la alegría del
recibir y del dar. Es fecundo tam-
bién en la procreación, generosa
y responsable, de los hijos, en el
cuidado esmerado de ellos y en
la educación metódica y sabia.
Es fecundo, en fin, para la socie-
dad, porque la vida familiar es la
primera e insustituible escuela de
virtudes sociales, como el respe-
to de las personas, la gratuidad,
la confianza, la responsabilidad,
la solidaridad, la cooperación.
Queridos esposos, cuidad a vues-
tros hijos y, en un mundo domi-
nado por la técnica, transmitid-
les, con serenidad y confianza,
razones para vivir, la fuerza de la
fe, planteándoles metas altas y
sosteniéndolos en las debilida-
des. Pero también vosotros, hi-
jos, procurad mantener siempre
una relación de afecto profundo y
de cuidado diligente hacia vues-
tros padres, y también que las
relaciones entre hermanos y her-
manas sean una oportunidad pa-
ra crecer en el amor.
Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012
PORTADA 14 PORTADA 15
fiado la tarea de edificar comuni-
dades eclesiales que sean cada
vez más una familia, capaces de
reflejar la belleza de la Trinidad y
de evangelizar no sólo con la pa-
labra. Más bien diría por
«irradiación», con la fuerza del
amor vivido.
La familia, fundada sobre el ma-
trimonio entre el hombre y la
mujer, está también llamada al
igual que la Iglesia a ser imagen
del Dios Único en Tres Personas.
Al principio, en efecto, «creó
Dios al hombre a su imagen; a
imagen de Dios lo creó; hombre
y mujer los creó. Y los bendijo
Dios, y les dijo: "Creced, multi-
plicaos"» (Gn 1, 27-28). Dios
creó el ser humano hombre y
mujer, con la misma dignidad,
pero también con características
propias y complementarias, para
que los dos fueran un don el uno
para el otro, se valoraran recí-
procamente y realizaran una co-
munidad de amor y de vida. El
amor es lo que hace de la perso-
na humana la auténtica imagen
de Dios. Queridos esposos, vi-
viendo el matrimonio no os dais
cualquier cosa o actividad, sino
la vida entera. Y vuestro amor es
fecundo, en primer lugar, para
vosotros mismos, porque deseáis
y realizáis el bien el uno al otro,
experimentando la alegría del
recibir y del dar. Es fecundo tam-
bién en la procreación, generosa
y responsable, de los hijos, en el
cuidado esmerado de ellos y en
la educación metódica y sabia.
Es fecundo, en fin, para la socie-
dad, porque la vida familiar es la
primera e insustituible escuela de
virtudes sociales, como el respe-
to de las personas, la gratuidad,
la confianza, la responsabilidad,
la solidaridad, la cooperación.
Queridos esposos, cuidad a vues-
tros hijos y, en un mundo domi-
nado por la técnica, transmitid-
les, con serenidad y confianza,
razones para vivir, la fuerza de la
fe, planteándoles metas altas y
sosteniéndolos en las debilida-
des. Pero también vosotros, hi-
jos, procurad mantener siempre
una relación de afecto profundo y
de cuidado diligente hacia vues-
tros padres, y también que las
relaciones entre hermanos y her-
manas sean una oportunidad pa-
ra crecer en el amor.
SANTA SEDE 20
como en español, de obispos
norteamericanos. Entonces pedí
unos expedientes y me picó la
araña de la curiosidad, lo que
me llevó a escribir y publicar un
libro que se llama La cruzada por
México. Los católicos de Estados
Unidos y la cuestión religiosa en
México. Y fui a trabajar los archi-
vos norteamericanos, así como
también a los Caballeros de Co-
lón, que habían armado un lobby
a favor de los católicos mexica-
nos en el Congreso de Estados
Unidos, y que presionaba a los
presidentes de ese país desde
Wilson hasta Roosevelt.
Publiqué ese libro, pero me di
cuenta realmente que el conflicto
religioso en México había tenido
un impacto mundial. Entonces
decidí organizar un coloquio para
tomar un poco la dimensión de
ese impacto, porque yo había
estudiado sólo el conflicto reli-
gioso, y más concretamente la
dimensión militar de la insurrec-
ción de los cristeros. De manera
muy normal todos los que somos
historiadores de México somos
ombliguistas: la historia de Méxi-
co es tan rica, que uno ni piensa
mirar afuera. Sí, todo el mundo
decía que el embajador de Esta-
dos Unidos intervino, ayudó a
encontrar soluciones y a firmar
los arreglos de 1929; fue algo
así como el Mister Buenos Ofi-
cios, pero más allá de eso, no.
Y así como Friedrich Katz nos de-
mostró que la Revolución Mexi-
cana tuvo una dimensión inter-
nacional, y que México en varias
ocasiones fue algo así como un
campo de batalla entre grandes
potencias e imperialismos que
aquí se encontraban, donde se
peleaban todos los espías del
mundo, yo me di cuenta de que
hasta China, Filipinas y Australia
—para mencionar a los países
más lejanos— llegó el ruido de la
suspensión del culto en México,
del exilio de los obispos y del fu-
silamiento del padre Miguel
Agustín Pro, que fue real-
mente lo que fue el mo-
mento más espectacular.
En este caso, el presidente
Plutarco Elías Calles no
quiso justicia, por lo que
no hubo juicio y Pro fue ejecuta-
do en caliente. Pero Calles come-
tió un grave error: convocó a la
prensa y a los fotógrafos para
darle toda la publicidad máxima
al hecho, para que los católicos
mexicanos entendieran de una
vez y para siempre que no le
temblaba el pulso. Lo que pasó
es que a la semana aquello era
la portada de todos los periódi-
cos y revistas del mundo entero.
En seguida se comenzaron a es-
cribir hagiografías del mártir, del
santo en todos los idiomas del
mundo: en polaco, holandés, et-
cétera.
“LA HISTORIA DE MÉXICO
ES TAN RICA, QUE UNO NI
PIENSA MIRAR AFUERA”
Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012
como en español, de obispos
norteamericanos. Entonces pedí
unos expedientes y me picó la
araña de la curiosidad, lo que
me llevó a escribir y publicar un
libro que se llama La cruzada por
México. Los católicos de Estados
Unidos y la cuestión religiosa en
México. Y fui a trabajar los archi-
vos norteamericanos, así como
también a los Caballeros de Co-
lón, que habían armado un lobby
a favor de los católicos mexica-
nos en el Congreso de Estados
Unidos, y que presionaba a los
presidentes de ese país desde
Wilson hasta Roosevelt.
Publiqué ese libro, pero me di
cuenta realmente que el conflicto
religioso en México había tenido
un impacto mundial. Entonces
decidí organizar un coloquio para
tomar un poco la dimensión de
ese impacto, porque yo había
estudiado sólo el conflicto reli-
gioso, y más concretamente la
dimensión militar de la insurrec-
ción de los cristeros. De manera
muy normal todos los que somos
historiadores de México somos
ombliguistas: la historia de Méxi-
co es tan rica, que uno ni piensa
mirar afuera. Sí, todo el mundo
decía que el embajador de Esta-
dos Unidos intervino, ayudó a
encontrar soluciones y a firmar
los arreglos de 1929; fue algo
así como el Mister Buenos Ofi-
cios, pero más allá de eso, no.
Y así como Friedrich Katz nos de-
mostró que la Revolución Mexi-
cana tuvo una dimensión inter-
nacional, y que México en varias
ocasiones fue algo así como un
campo de batalla entre grandes
potencias e imperialismos que
aquí se encontraban, donde se
peleaban todos los espías del
mundo, yo me di cuenta de que
hasta China, Filipinas y Australia
—para mencionar a los países
más lejanos— llegó el ruido de la
suspensión del culto en México,
del exilio de los obispos y del fu-
silamiento del padre Miguel
Agustín Pro, que fue real-
mente lo que fue el mo-
mento más espectacular.
En este caso, el presidente
Plutarco Elías Calles no
quiso justicia, por lo que
no hubo juicio y Pro fue ejecuta-
do en caliente. Pero Calles come-
tió un grave error: convocó a la
prensa y a los fotógrafos para
darle toda la publicidad máxima
al hecho, para que los católicos
mexicanos entendieran de una
vez y para siempre que no le
temblaba el pulso. Lo que pasó
es que a la semana aquello era
la portada de todos los periódi-
cos y revistas del mundo entero.
En seguida se comenzaron a es-
cribir hagiografías del mártir, del
santo en todos los idiomas del
mundo: en polaco, holandés, et-
cétera.
“LA HISTORIA DE MÉXICO
ES TAN RICA, QUE UNO NI
PIENSA MIRAR AFUERA”
19 PORTADA 18
Tras to-
mar esto en
cuenta, lancé in-
vitaciones un poco al
azar, aprovechando una
red de amigos y diciéndole,
por ejemplo, a una antropóloga
polaca (quien, por
cierto, fue embaja-
dora de Polonia en
México): “¿No habrá
un historiador en
Polonia que trate el
tema en su país?”.
O sea, no fue una
selección científica.
Así llegamos a 16
países representa-
dos en este libro;
para otros países o
no encontramos
gente o, como iba a
ser un coloquio de
tres días intensos
de seminario donde
los 16 ponentes
iban a asistir a to-
das las sesiones pa-
ra hacer una obra
realmente colectiva,
nos limitamos a ese
número, pensando
que más no se po-
dían por cuestiones
de tiempo y de di-
nero.
Entonces, por ejem-
plo, Centroamérica
o Perú no están pre-
sentes, aun cuando
allí también hubo
man i f e s t a c i one s
respecto al conflic-
to. Pero tuvimos
que en Alemania el
historiador que nos
iba a hacer la ponencia
se enfermó y no pudo terminar;
yo aludo a ese país al final en el
posfacio, en la síntesis, pero no
tenemos una ponencia sobre él
cuando fue importantísimo por-
que se dividió en dos: el Partido
Socialista Alemán se solidarizó
con Calles, y el muy fuerte Parti-
do Católico del Centro, evidente-
mente, con los católicos mexica-
nos. Un caso muy interesante fue
la intervención del gran rabino de
Berlín a favor de los católicos me-
xicanos; ya que hay católicos que
creen que los judíos odian al cris-
tianismo y que quieren acabar
con la Iglesia, y además hay ca-
tólicos antisemitas, pues se debe-
ría pensar en ese rabino, que en
el periódico de la comunidad judía
de Alemania llamó a orar por los
católicos mexicanos injustamente
perseguidos.
Entonces tenemos desde Alema-
nia hasta Chile, pasando por el
Canadá francés (Québec) —que
se movilizó muchísimo—, Estados
Unidos y Brasil, hasta Polonia,
Italia, España e Inglaterra; en va-
rios casos, los ponentes descono-
cían con anterioridad el tema, por
lo que todos se pusieron a traba-
jar casi un año para llegar a esa
ponencia. Además, los investiga-
dores de Inglaterra, España e Ita-
lia ya quieren hacer un libro por-
que hay materia para ello.
AR: ¿Hubo una estrategia de los
católicos mexicanos para interna-
cionalizar el conflicto, hubo una
política del Vaticano para ello?
JM: No. Fue la Liga Nacional de
Defensa de la Libertad Religiosa
(LNDLR), que era la organización
católica que se fundó en 1925.
Cuando el gobierno mexicano in-
tentó (aunque fracasó rápidamen-
te) crear una Iglesia cismática,
una Iglesia católica mexicana, los
católicos sintieron la necesidad de
organizarse para defenderse, y es
cuando fundaron la LNDLR. Los
ligueros más importantes, moti-
vados y militantes fueron hom-
bres jóvenes de entre 20 y 30
años, todos los cuales salieron de
la Acción Católica de la Juventud
Mexicana (ACJM), y tenían el ra-
dicalismo de la juventud. Cuando
vieron que meses de acción cívica
y de recursos legales en los tribu-
nales no servían para nada, se
impacientaron y, como los revolu-
cionarios mexicanos, deseaban
tomar el camino supuestamente
corto de las armas, y entonces
ellos fueron los que provocaron el
levantamiento cristero, y ellos
buscaron una ayuda internacio-
nal. Crearon una organización
que se llama VITA México
(Asociación Internacional de Apo-
yo a los Católicos Mexicanos) y
dieron a conocer el conflicto reli-
gioso entre los católicos de mu-
chos países —en Italia especial-
mente, donde fueron muy exito-
sos, mucho más que el Vaticano.
Realmente la propaganda la hicie-
ron mexicanos en el extranjero,
al grado de que sí provocaron la
movilización de los católicos en
todos los países, por lo que el go-
bierno mexicano tuvo que utilizar
toda su red diplomática para ar-
mar contrafuegos. Por ejemplo,
nuestro embajador en París en
ese momento era nada menos
que Alfonso Reyes, que era un
joven escritor ya reconocido
(aunque quizá no tan famoso co-
mo lo fue después), muy francófi-
lo y francófono, y que en París
tuvo que luchar rudamente por-
que un día aparecieron los muros
de París tapizados con carteles
que representaban al presidente
Calles y lo denunciaban como
asesino; entonces él contrató
gente para quitar esos carteles y
levantó una protesta en la Secre-
taría de Relaciones de Francia, y
les dijo: “Como embajador de un
país amigo, pido la intervención
del gobierno francés para que no
se agreda e insulte al presidente
legítimo de México”.
Entonces hay esa dimensión de
lucha entre mexicanos en el ex-
tranjero.
Como embajador en Brasil le pasó
lo mismo a Reyes. Nuestro emba-
jador en Colombia era el Sr. Ur-
quidi, padre del economista don
Víctor Urquidi, quien por desgra-
cia ya falleció; éste me contaba
que, cuando niño en Bogotá, Co-
lombia, en el colegio a la hora del
recreo tenía que pelearse con los
compañeros del colegio, quienes
le decían: “Tu papá sirve a un go-
bierno anticatólico, ateo, que fusi-
la a los sacerdotes, que viola a
las monjas”. Tenía unos recuer-
dos de infancia un poco fuertes.
AR: También estuvo Pascual Ortiz
Rubio como embajador en Brasil.
JM: Ortiz Rubio sí era de armas
tomar. Alfonso Reyes sí fue capaz
de evitar discusiones y de ganar-
se la amistad de los intelectuales
católicos brasileños y de los ar-
gentinos también, mientras que
Ortiz Rubio provocó una tensión
diplomática que casi llegó a la
ruptura de relaciones. Realmente
México lo mandó llamar y lo qui-
tó, porque si no, iba derecho con-
tra el muro.
AR: La LNDLR fue a hacer campa-
ña a favor de los cristeros en
otros países. ¿Pero el gobierno
tuvo alguna estrategia específica
para enfrentar esa campaña?
JM: La hubo. Incluso contrató pe-
riodistas profesionales tanto para
escribir libros sobre México, sobre
la Revolución Mexicana, sobre
TIENE MIEDO EL MONSEÑOR COMO MUCHOS EN ESTE
MOMENTO, TODAVÍA ATÓNITOS E INCRÉDU-LOS POR LO SUCEDIDO
Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012
19 PORTADA 18
Tras to-
mar esto en
cuenta, lancé in-
vitaciones un poco al
azar, aprovechando una
red de amigos y diciéndole,
por ejemplo, a una antropóloga
polaca (quien, por
cierto, fue embaja-
dora de Polonia en
México): “¿No habrá
un historiador en
Polonia que trate el
tema en su país?”.
O sea, no fue una
selección científica.
Así llegamos a 16
países representa-
dos en este libro;
para otros países o
no encontramos
gente o, como iba a
ser un coloquio de
tres días intensos
de seminario donde
los 16 ponentes
iban a asistir a to-
das las sesiones pa-
ra hacer una obra
realmente colectiva,
nos limitamos a ese
número, pensando
que más no se po-
dían por cuestiones
de tiempo y de di-
nero.
Entonces, por ejem-
plo, Centroamérica
o Perú no están pre-
sentes, aun cuando
allí también hubo
man i f e s t a c i one s
respecto al conflic-
to. Pero tuvimos
que en Alemania el
historiador que nos
iba a hacer la ponencia
se enfermó y no pudo terminar;
yo aludo a ese país al final en el
posfacio, en la síntesis, pero no
tenemos una ponencia sobre él
cuando fue importantísimo por-
que se dividió en dos: el Partido
Socialista Alemán se solidarizó
con Calles, y el muy fuerte Parti-
do Católico del Centro, evidente-
mente, con los católicos mexica-
nos. Un caso muy interesante fue
la intervención del gran rabino de
Berlín a favor de los católicos me-
xicanos; ya que hay católicos que
creen que los judíos odian al cris-
tianismo y que quieren acabar
con la Iglesia, y además hay ca-
tólicos antisemitas, pues se debe-
ría pensar en ese rabino, que en
el periódico de la comunidad judía
de Alemania llamó a orar por los
católicos mexicanos injustamente
perseguidos.
Entonces tenemos desde Alema-
nia hasta Chile, pasando por el
Canadá francés (Québec) —que
se movilizó muchísimo—, Estados
Unidos y Brasil, hasta Polonia,
Italia, España e Inglaterra; en va-
rios casos, los ponentes descono-
cían con anterioridad el tema, por
lo que todos se pusieron a traba-
jar casi un año para llegar a esa
ponencia. Además, los investiga-
dores de Inglaterra, España e Ita-
lia ya quieren hacer un libro por-
que hay materia para ello.
AR: ¿Hubo una estrategia de los
católicos mexicanos para interna-
cionalizar el conflicto, hubo una
política del Vaticano para ello?
JM: No. Fue la Liga Nacional de
Defensa de la Libertad Religiosa
(LNDLR), que era la organización
católica que se fundó en 1925.
Cuando el gobierno mexicano in-
tentó (aunque fracasó rápidamen-
te) crear una Iglesia cismática,
una Iglesia católica mexicana, los
católicos sintieron la necesidad de
organizarse para defenderse, y es
cuando fundaron la LNDLR. Los
ligueros más importantes, moti-
vados y militantes fueron hom-
bres jóvenes de entre 20 y 30
años, todos los cuales salieron de
la Acción Católica de la Juventud
Mexicana (ACJM), y tenían el ra-
dicalismo de la juventud. Cuando
vieron que meses de acción cívica
y de recursos legales en los tribu-
nales no servían para nada, se
impacientaron y, como los revolu-
cionarios mexicanos, deseaban
tomar el camino supuestamente
corto de las armas, y entonces
ellos fueron los que provocaron el
levantamiento cristero, y ellos
buscaron una ayuda internacio-
nal. Crearon una organización
que se llama VITA México
(Asociación Internacional de Apo-
yo a los Católicos Mexicanos) y
dieron a conocer el conflicto reli-
gioso entre los católicos de mu-
chos países —en Italia especial-
mente, donde fueron muy exito-
sos, mucho más que el Vaticano.
Realmente la propaganda la hicie-
ron mexicanos en el extranjero,
al grado de que sí provocaron la
movilización de los católicos en
todos los países, por lo que el go-
bierno mexicano tuvo que utilizar
toda su red diplomática para ar-
mar contrafuegos. Por ejemplo,
nuestro embajador en París en
ese momento era nada menos
que Alfonso Reyes, que era un
joven escritor ya reconocido
(aunque quizá no tan famoso co-
mo lo fue después), muy francófi-
lo y francófono, y que en París
tuvo que luchar rudamente por-
que un día aparecieron los muros
de París tapizados con carteles
que representaban al presidente
Calles y lo denunciaban como
asesino; entonces él contrató
gente para quitar esos carteles y
levantó una protesta en la Secre-
taría de Relaciones de Francia, y
les dijo: “Como embajador de un
país amigo, pido la intervención
del gobierno francés para que no
se agreda e insulte al presidente
legítimo de México”.
Entonces hay esa dimensión de
lucha entre mexicanos en el ex-
tranjero.
Como embajador en Brasil le pasó
lo mismo a Reyes. Nuestro emba-
jador en Colombia era el Sr. Ur-
quidi, padre del economista don
Víctor Urquidi, quien por desgra-
cia ya falleció; éste me contaba
que, cuando niño en Bogotá, Co-
lombia, en el colegio a la hora del
recreo tenía que pelearse con los
compañeros del colegio, quienes
le decían: “Tu papá sirve a un go-
bierno anticatólico, ateo, que fusi-
la a los sacerdotes, que viola a
las monjas”. Tenía unos recuer-
dos de infancia un poco fuertes.
AR: También estuvo Pascual Ortiz
Rubio como embajador en Brasil.
JM: Ortiz Rubio sí era de armas
tomar. Alfonso Reyes sí fue capaz
de evitar discusiones y de ganar-
se la amistad de los intelectuales
católicos brasileños y de los ar-
gentinos también, mientras que
Ortiz Rubio provocó una tensión
diplomática que casi llegó a la
ruptura de relaciones. Realmente
México lo mandó llamar y lo qui-
tó, porque si no, iba derecho con-
tra el muro.
AR: La LNDLR fue a hacer campa-
ña a favor de los cristeros en
otros países. ¿Pero el gobierno
tuvo alguna estrategia específica
para enfrentar esa campaña?
JM: La hubo. Incluso contrató pe-
riodistas profesionales tanto para
escribir libros sobre México, sobre
la Revolución Mexicana, sobre
PORTADA 20 21
Luis N. Morones y la Confedera-
ción Regional Obrera Mexicana,
la que movilizó al Partido Labo-
rista inglés diciéndole “nosotros
somos laboristas”. Calles contra-
tó a un joven periodista norte-
americano, Ernest Gruening,
quien años después llegaría a
ser gobernador de Alaska y se-
nador por ese estado toda la vi-
da, y que publicó un libro muy
importante, muy interesante so-
bre México, que era evidente-
mente parcial porque el gobierno
mexicano le pasaba toda la in-
formación contra sus enemigos
internos, rivales revolucionarios,
dando pruebas de su corrupción,
violencia o asesinatos, pero evi-
dentemente para que el go-
bierno del general Calles queda-
ra bien y limpio.
Una dimensión de la estrategia
fue movilizar a las embajadas y
los consulados; por ejemplo, un
medio hermano del presidente
Calles, Arturo Elías, en ese mo-
mento era un cónsul importante
en Estados Unidos, y provocó
una pequeña crisis porque des-
pués de hacer lo que era perfec-
tamente normal (multiplicar las
entrevistas, las conferencias de
prensa, intervenciones radiofóni-
cas en las que defendía la políti-
ca antirreligiosa del presidente
mexicano), utilizó la franquicia
postal que como cónsul tenía,
para repartir cientos de miles de
folletos de propaganda antirreli-
giosa en los que asumía la de-
fensa de su gobierno. Cuando
los católicos mexicanos (en este
caso los famosos Caballeros de
Colón) se enteraron, interpela-
ron en el Congreso al gobierno
norteamericano diciéndole:
“¿Sabe usted que…?”, y las auto-
ridades estadunidenses en ese
momento convocaron al embaja-
dor de México y le dijeron:
“Oiga, dígale al cónsul que le pa-
re o que se vaya”.
AR: Tras leer los casos del libro,
se observa que el brindado a los
cristeros mexicanos no fue un
apoyo totalmente desinteresado,
sino que en cada país tuvo una
utilización local específica: en
Irlanda sirvió para respaldar el
nacionalismo, en Chile sirvió pa-
ra apoyar al Partido Conserva-
dor, en Bélgica para la unifica-
ción de los católicos, etcétera.
¿Cuáles son los principales usos
que usted aprecia que se le die-
ron a la rebe-
lión cristera
de México?
JM: Un hecho
interesante es
que en todos
esos países
se habla de la
Iglesia, de los mártires —
especialmente de los sacerdo-
tes—, y el padre Pro es una figu-
ra emblemática –como se dice
ahora—, pero casi no se habla
de los cristeros porque, por un
lado, el gobierno mexicano man-
tuvo una censura férrea sobre la
guerra misma, y tan es así que
no hay una sola entrevista de
prensa, ni una sola fotografía de
cristero publicada a lo largo de
los tres años de la guerra. Hubo
una gran cantidad de fotografías
de Emiliano Zapata y de Francis-
co Villa, así como muchos perio-
distas extranjeros e incluso ca-
marógrafos de cine norteameri-
canos —había 80 en 1919—que
trabajaban en México siguiendo
a los villistas. Pero de los criste-
ros nos tenemos ni un minuto de
filmación ni de noticiero.
Eso por un lado; por el otro,
cuando se sabía de la lucha ar-
mada, a los católicos europeos,
muy escaldados por siglos de
guerras de religión y de violen-
cia, la idea de una como Cruza-
da, de lucha armada con moti-
vos religiosos, de guerra santa
les repugnaba mucho. En el caso
de Irlanda, ésta acababa apenas
de salir de una guerra de inde-
pendencia contra Inglaterra, y
también de una guerra civil en-
tre irlandeses. El violentísimo
Ejército Republicano Irlandés
(IRA por sus siglas en inglés)
había sido condenado por la
Iglesia católica
de ese país.
Entonces ésta
dijo: “Hay que
rezar por los
hermanos me-
xicanos, no
hay que olvi-
darlos”, y exaltó a los obispos
mexicanos, a los mártires y al
padre Pro, pero ni una palabra
de la lucha armada. Incluso el
representante de la VITA quiere
ir a Irlanda pensando “con esos
valientes guerreros irlandeses
vamos a tener apoyo, igual has-
ta militar. Va a haber voluntarios
irlandeses para venir a luchar a
México —acuérdese del Batallón
de San Patricio en el siglo XIX”.
Sin embargo los obispos irlande-
ses prohíben la entrada del se-
ñor, porque tienen la obsesión
de que no se podía exaltar la lu-
cha armada de los católicos me-
xicanos, por más que pensaran
que fuera necesaria, porque allí
acababan de condenar la lucha
armada. Esto es un asunto muy
serio, porque en 1927 IRA asesi-
nó a un ministro católico del go-
bierno republi-
cano irlandés, y
lo hizo mientras
iba a misa.
Entonces por
eso casi no se
hablaba de la
lucha armada;
se mencionaba a
los mártires y
había que rezar
todos los domin-
gos, y toda la
catolicidad re-
cordaba a los
hermanos mexi-
canos.
AR: Los curas
europeos que
apoyaron al mo-
vimiento cristero
mexicano siguie-
ron caminos
muy distintos en
los años que si-
guieron. Está el
caso del italiano
Martino Capelli,
quien traía a
imágenes gua-
dalupanas cuan-
do lo fusilan los
nazis; pero del
otro lado, muy
c ont ra s t an te ,
estaba el belga
León Degrelle,
quien fue un na-
zi.
JM: Degrelle fue
un personaje te-
rrible, quien tie-
ne su lógica. Él
empezó como
joven estudiante
católico muy ra-
dical, e incluso
él es el único
“LA PROPAGANDA LA
HICIERON MEXICANOS
EN EL EXTRANJERO”
Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012
PORTADA 20 21
Luis N. Morones y la Confedera-
ción Regional Obrera Mexicana,
la que movilizó al Partido Labo-
rista inglés diciéndole “nosotros
somos laboristas”. Calles contra-
tó a un joven periodista norte-
americano, Ernest Gruening,
quien años después llegaría a
ser gobernador de Alaska y se-
nador por ese estado toda la vi-
da, y que publicó un libro muy
importante, muy interesante so-
bre México, que era evidente-
mente parcial porque el gobierno
mexicano le pasaba toda la in-
formación contra sus enemigos
internos, rivales revolucionarios,
dando pruebas de su corrupción,
violencia o asesinatos, pero evi-
dentemente para que el go-
bierno del general Calles queda-
ra bien y limpio.
Una dimensión de la estrategia
fue movilizar a las embajadas y
los consulados; por ejemplo, un
medio hermano del presidente
Calles, Arturo Elías, en ese mo-
mento era un cónsul importante
en Estados Unidos, y provocó
una pequeña crisis porque des-
pués de hacer lo que era perfec-
tamente normal (multiplicar las
entrevistas, las conferencias de
prensa, intervenciones radiofóni-
cas en las que defendía la políti-
ca antirreligiosa del presidente
mexicano), utilizó la franquicia
postal que como cónsul tenía,
para repartir cientos de miles de
folletos de propaganda antirreli-
giosa en los que asumía la de-
fensa de su gobierno. Cuando
los católicos mexicanos (en este
caso los famosos Caballeros de
Colón) se enteraron, interpela-
ron en el Congreso al gobierno
norteamericano diciéndole:
“¿Sabe usted que…?”, y las auto-
ridades estadunidenses en ese
momento convocaron al embaja-
dor de México y le dijeron:
“Oiga, dígale al cónsul que le pa-
re o que se vaya”.
AR: Tras leer los casos del libro,
se observa que el brindado a los
cristeros mexicanos no fue un
apoyo totalmente desinteresado,
sino que en cada país tuvo una
utilización local específica: en
Irlanda sirvió para respaldar el
nacionalismo, en Chile sirvió pa-
ra apoyar al Partido Conserva-
dor, en Bélgica para la unifica-
ción de los católicos, etcétera.
¿Cuáles son los principales usos
que usted aprecia que se le die-
ron a la rebe-
lión cristera
de México?
JM: Un hecho
interesante es
que en todos
esos países
se habla de la
Iglesia, de los mártires —
especialmente de los sacerdo-
tes—, y el padre Pro es una figu-
ra emblemática –como se dice
ahora—, pero casi no se habla
de los cristeros porque, por un
lado, el gobierno mexicano man-
tuvo una censura férrea sobre la
guerra misma, y tan es así que
no hay una sola entrevista de
prensa, ni una sola fotografía de
cristero publicada a lo largo de
los tres años de la guerra. Hubo
una gran cantidad de fotografías
de Emiliano Zapata y de Francis-
co Villa, así como muchos perio-
distas extranjeros e incluso ca-
marógrafos de cine norteameri-
canos —había 80 en 1919—que
trabajaban en México siguiendo
a los villistas. Pero de los criste-
ros nos tenemos ni un minuto de
filmación ni de noticiero.
Eso por un lado; por el otro,
cuando se sabía de la lucha ar-
mada, a los católicos europeos,
muy escaldados por siglos de
guerras de religión y de violen-
cia, la idea de una como Cruza-
da, de lucha armada con moti-
vos religiosos, de guerra santa
les repugnaba mucho. En el caso
de Irlanda, ésta acababa apenas
de salir de una guerra de inde-
pendencia contra Inglaterra, y
también de una guerra civil en-
tre irlandeses. El violentísimo
Ejército Republicano Irlandés
(IRA por sus siglas en inglés)
había sido condenado por la
Iglesia católica
de ese país.
Entonces ésta
dijo: “Hay que
rezar por los
hermanos me-
xicanos, no
hay que olvi-
darlos”, y exaltó a los obispos
mexicanos, a los mártires y al
padre Pro, pero ni una palabra
de la lucha armada. Incluso el
representante de la VITA quiere
ir a Irlanda pensando “con esos
valientes guerreros irlandeses
vamos a tener apoyo, igual has-
ta militar. Va a haber voluntarios
irlandeses para venir a luchar a
México —acuérdese del Batallón
de San Patricio en el siglo XIX”.
Sin embargo los obispos irlande-
ses prohíben la entrada del se-
ñor, porque tienen la obsesión
de que no se podía exaltar la lu-
cha armada de los católicos me-
xicanos, por más que pensaran
que fuera necesaria, porque allí
acababan de condenar la lucha
armada. Esto es un asunto muy
serio, porque en 1927 IRA asesi-
nó a un ministro católico del go-
bierno republi-
cano irlandés, y
lo hizo mientras
iba a misa.
Entonces por
eso casi no se
hablaba de la
lucha armada;
se mencionaba a
los mártires y
había que rezar
todos los domin-
gos, y toda la
catolicidad re-
cordaba a los
hermanos mexi-
canos.
AR: Los curas
europeos que
apoyaron al mo-
vimiento cristero
mexicano siguie-
ron caminos
muy distintos en
los años que si-
guieron. Está el
caso del italiano
Martino Capelli,
quien traía a
imágenes gua-
dalupanas cuan-
do lo fusilan los
nazis; pero del
otro lado, muy
c ont ra s t an te ,
estaba el belga
León Degrelle,
quien fue un na-
zi.
JM: Degrelle fue
un personaje te-
rrible, quien tie-
ne su lógica. Él
empezó como
joven estudiante
católico muy ra-
dical, e incluso
él es el único
“JURO SERVIR CON FIDELI-
DAD, LEALTAD Y HONOR
AL PONTÍFICE REINANTE”
ESPECIAL 29 PORTADA 22
Eduardo Verástegui acudió el
11 de mayo de 2011 a Show-
biz, el conocido programa sobre
cine de la cadena de televisión
CNN en español, conducido por
Juan Carlos Arciniegas.
La entrevista comenzó centrán-
dose la reciente película Cristia-
da, donde Eduardo tiene una
participación especial, y en su
próxima película Little Boy. Pe-
ro poco a poco cobró un cariz
todavía más interesante cuando
el conductor le interrogó sobre
su postura sobre el matrionio
homosexual y sobre el actual
presidente de los Estados Uni-
dos.
Eduardo no dudó en llamar ex-
plícitamente "mentiroso" a Ba-
rack Obama al recordar que
ataca la libertad religiosa:
"Plutarco Elías Calles y Obama
parecen la misma persona", de-
claró refiriéndose al presidente
mexicano bajo cuyo mandato
empezó la guerra cristera. Y
subrayó más adelante:
"Obama, en mi opinión, es un
hombre muy peligroso, está ha-
ciendo mucho daño, como me-
xicano me siento ofendido por
la cantidad de mexicanos de-
portados". Y es que Obama es
el presidente de los Estados
Unidos que más personas ha
deportado en la historia de la
Unión, pese a que hace cuatro
años se comprometió a regula-
rizar a los inmigrantes, espe-
cialmente a los latinos.
Sobre las uniones entre perso-
nas del mismo sexo, Verástegui
manifiestó su respeto, pero lue-
go afirmó, dirigiéndose al presi-
dente norteamericano: "No le
llames a eso matrimonio. Sé
creativo. Te doy ideas: chuli-
monio, maximonio... Hay una
agenda política debajo que va
más allá de lo que tú y yo aho-
rita podemos ver. Hay una es-
trategia de ´vamos a destruir
finalmente la Iglesia´".
“NO LE LLAMES
A ESO
MATRIMONIO”
Email / Twitter / Facebook MAYO 22 A 28 DE 2012
Sacerdotes asesinados en el mundo.
Espéralo en las próximas ediciones de SEMANA CATÓLICA.
ESPECIAL 29 PORTADA 22
¿Tienes alguna
confidencia de la
vida eclesial en tu
país o ciudad?
Escríbenos:
semanacatolica
@gmail.com Sacerdotes asesinados en el mundo.
Espéralo en las próximas ediciones de SEMANA CATÓLICA.
25 PORTADA 24
periodista que llegó a México y
publicó un libro acerca de sus
andanzas en México —el que no
he conseguido—, pero encontré
referencias en los archivos del
Arzobispado. Ya después de los
arreglos, llegó al país realmente
al final de la Cristiada. Quiso en-
trevistar al flamante arzobispo
de México, don Pascual Díaz,
quien fue uno de los dos que fir-
maron los arreglos. Éste, hom-
bre muy prudente, no lo recibió,
y fue su secretario personal
quien contestó muy breve y pru-
dentemente —no hay la menor
crítica al gobierno mexicano— a
las preguntas de Degrelle. En-
tonces, yo tengo la prueba de
que éste vino a México.
Luego Degrelle encontró que el
Partido Católico belga era dema-
siado socialcatólico y tímido, no
lo suficientemente católico, por
lo que fundó su propio partido,
al que puso como nombre Rex —
por Cristo Rey—, que es un mo-
vimiento de corte moderno, po-
pulista, ultranacionalista y de-
magogo. Rápidamente en 1936
llegó a tener el 20 por ciento de
los votos de los belgas, y se fue
del lado del fascismo. Visitó a
Benito Mussolini, quien quedó
encantado con él y lo apoyó; vi-
sitó a Adolfo Hitler, con los mis-
mos resultados. En ese momen-
to la Iglesia católica belga prohi-
bió a los católicos votar a Degre-
lle, y éste fue derivando, más y
más, hacia la ultraderecha, al
grado de que cuando ocurrió la
Segunda Guerra Mundial, cuando
Bélgica estaba conquistada por
los nazis, fundó una Legión de
voluntarios belgas francohablan-
tes que se llamó la Legión Wallo-
nia. Sirvió en el Waffen SS, que
es como los marines norteameri-
canos, una unidad combatiente
de élite nazi.
Fue un héroe combatiente, heri-
do varias veces, y recibió el gra-
do de general del Ejército ale-
mán, así como las más altas
condecoraciones: no solamente
la Cruz de Hierro, sino también
la Cruz de Caballero con Hojas
de Roble, y fue Hitler quien per-
sonalmente lo condecoró. De es-
to hay una fotografía famosa
que usted puede encontrar en
los sitios neonazis españoles.
Supuestamente, Hitler habría
dicho: “De haber tenido un hijo,
yo hubiera querido tener a De-
grelle”.
Degrelle peleó hasta el último
momento, y cuando ya se de-
rrumbaba el Reich, se subió a un
avión caza —era piloto, incluso;
fue un aventurero increíble este
hombre—, y llegó hasta España,
donde su avión ya no tenía com-
bustible y cayó en el mar frente
a San Sebastián. Lo pescaron los
españoles y se volvió amiguísi-
mo de Franco. Fue condenado en
ausencia a muerte por contuma-
cia en Bélgica, pero tuvo una se-
gunda vida con Franco: de rico
empresario. España nunca lo ex-
pulsó, y murió casi centenario,
nazi y antisemita hasta el final, y
en ruptura total con Roma. Para
él, el Concilio Vaticano II fue la
prueba de que los judíos se ha-
bían apoderado del Vaticano, y
se fue con monseñor Marcel Le-
febvre.
Felizmente, es el único caso que
encuentro en este mundillo.
AR: Es muy interesante el caso
de Italia y la posición de Mussoli-
ni, quien decía que Calles, de
alguna manera, los había desnu-
dado.
JM: El caso italiano es muy in-
teresante en su ambigüedad
misma, porque el régimen fas-
cista, Mussolini, simpatizaba mu-
cho con la Revolución Mexicana.
Hay que recordar que nuestra
revolución, si bien es social,
también es nacionalista, y el fas-
cismo italiano empezó así e in-
cluso sedujo a muchos jóvenes
en toda Europa, así como hace
50 años Fidel Castro nos sedujo
a todos porque era el revolucio-
nario del momento. Mussolini
empezó como un anticlerical fu-
ribundo, y en el fascismo hubo
una raíz anticlerical muy fuerte;
incluso hay una escena famosa
de un mitin público donde Mus-
solini dijo: “Les voy a demostrar
que Dios no existe: si Dios exis-
te, le doy cinco minutos para
que me fulmine”, y se para,
transcurre el tiempo y después
dijo: “Ya pasaron los cinco minu-
tos. Dios no existe”.
Entonces, el gobierno italiano
simpatizaba mucho con la Revo-
lución Mexicana, y especialmen-
te con el gobierno de Calles. La
política educativa de éste, la or-
ganización corporativa, los sindi-
catos, todo eso le gustó mucho a
Mussolini, y hubo excelentes re-
laciones entre los dos países. In-
cluso uno de los mejores perio-
distas fascistas, Marco Appelius,
vino a México y escribió un libro
excelente sobre el gobierno de
Calles que se llama El águila de
Chapultepec, escrito en el mo-
mento del conflicto religioso.
(Por cierto, Apelius es la única
fuente que encontré que dice —
no sé si él lo inventó— que el
presidente Calles visitó a José de
León Toral en la cárcel antes de
su ejecución, y que tuvieron un
diálogo muy breve, fuerte e in-
teresante entre los dos).
Pero Mussolini, ya instalado en el
poder, se dio cuenta de que Ita-
lia es un país muy católico, como
México, y de que entonces le
convenía hacer la paz con la
Iglesia, lo que hace en los famo-
sos Acuerdos de Letrán de febre-
ro de 1929, que ponen fin a una
cuestión espinosísima que re-
montaba a la unificación de Italia
en la segunda mitad del siglo
XIX, cuando el Papa perdió su
soberanía temporal sobre la ter-
cera parte de Italia, Roma se
volvió la capital de Italia y el Pa-
pa se consideraba el preso del
Vaticano.
UNA CAPILLA PEQUE-
ÑA EN LA QUE NO HAY
MÁS DE 200 PERSONAS
Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012
25 PORTADA 24
periodista que llegó a México y
publicó un libro acerca de sus
andanzas en México —el que no
he conseguido—, pero encontré
referencias en los archivos del
Arzobispado. Ya después de los
arreglos, llegó al país realmente
al final de la Cristiada. Quiso en-
trevistar al flamante arzobispo
de México, don Pascual Díaz,
quien fue uno de los dos que fir-
maron los arreglos. Éste, hom-
bre muy prudente, no lo recibió,
y fue su secretario personal
quien contestó muy breve y pru-
dentemente —no hay la menor
crítica al gobierno mexicano— a
las preguntas de Degrelle. En-
tonces, yo tengo la prueba de
que éste vino a México.
Luego Degrelle encontró que el
Partido Católico belga era dema-
siado socialcatólico y tímido, no
lo suficientemente católico, por
lo que fundó su propio partido,
al que puso como nombre Rex —
por Cristo Rey—, que es un mo-
vimiento de corte moderno, po-
pulista, ultranacionalista y de-
magogo. Rápidamente en 1936
llegó a tener el 20 por ciento de
los votos de los belgas, y se fue
del lado del fascismo. Visitó a
Benito Mussolini, quien quedó
encantado con él y lo apoyó; vi-
sitó a Adolfo Hitler, con los mis-
mos resultados. En ese momen-
to la Iglesia católica belga prohi-
bió a los católicos votar a Degre-
lle, y éste fue derivando, más y
más, hacia la ultraderecha, al
grado de que cuando ocurrió la
Segunda Guerra Mundial, cuando
Bélgica estaba conquistada por
los nazis, fundó una Legión de
voluntarios belgas francohablan-
tes que se llamó la Legión Wallo-
nia. Sirvió en el Waffen SS, que
es como los marines norteameri-
canos, una unidad combatiente
de élite nazi.
Fue un héroe combatiente, heri-
do varias veces, y recibió el gra-
do de general del Ejército ale-
mán, así como las más altas
condecoraciones: no solamente
la Cruz de Hierro, sino también
la Cruz de Caballero con Hojas
de Roble, y fue Hitler quien per-
sonalmente lo condecoró. De es-
to hay una fotografía famosa
que usted puede encontrar en
los sitios neonazis españoles.
Supuestamente, Hitler habría
dicho: “De haber tenido un hijo,
yo hubiera querido tener a De-
grelle”.
Degrelle peleó hasta el último
momento, y cuando ya se de-
rrumbaba el Reich, se subió a un
avión caza —era piloto, incluso;
fue un aventurero increíble este
hombre—, y llegó hasta España,
donde su avión ya no tenía com-
bustible y cayó en el mar frente
a San Sebastián. Lo pescaron los
españoles y se volvió amiguísi-
mo de Franco. Fue condenado en
ausencia a muerte por contuma-
cia en Bélgica, pero tuvo una se-
gunda vida con Franco: de rico
empresario. España nunca lo ex-
pulsó, y murió casi centenario,
nazi y antisemita hasta el final, y
en ruptura total con Roma. Para
él, el Concilio Vaticano II fue la
prueba de que los judíos se ha-
bían apoderado del Vaticano, y
se fue con monseñor Marcel Le-
febvre.
Felizmente, es el único caso que
encuentro en este mundillo.
AR: Es muy interesante el caso
de Italia y la posición de Mussoli-
ni, quien decía que Calles, de
alguna manera, los había desnu-
dado.
JM: El caso italiano es muy in-
teresante en su ambigüedad
misma, porque el régimen fas-
cista, Mussolini, simpatizaba mu-
cho con la Revolución Mexicana.
Hay que recordar que nuestra
revolución, si bien es social,
también es nacionalista, y el fas-
cismo italiano empezó así e in-
cluso sedujo a muchos jóvenes
en toda Europa, así como hace
50 años Fidel Castro nos sedujo
a todos porque era el revolucio-
nario del momento. Mussolini
empezó como un anticlerical fu-
ribundo, y en el fascismo hubo
una raíz anticlerical muy fuerte;
incluso hay una escena famosa
de un mitin público donde Mus-
solini dijo: “Les voy a demostrar
que Dios no existe: si Dios exis-
te, le doy cinco minutos para
que me fulmine”, y se para,
transcurre el tiempo y después
dijo: “Ya pasaron los cinco minu-
tos. Dios no existe”.
Entonces, el gobierno italiano
simpatizaba mucho con la Revo-
lución Mexicana, y especialmen-
te con el gobierno de Calles. La
política educativa de éste, la or-
ganización corporativa, los sindi-
catos, todo eso le gustó mucho a
Mussolini, y hubo excelentes re-
laciones entre los dos países. In-
cluso uno de los mejores perio-
distas fascistas, Marco Appelius,
vino a México y escribió un libro
excelente sobre el gobierno de
Calles que se llama El águila de
Chapultepec, escrito en el mo-
mento del conflicto religioso.
(Por cierto, Apelius es la única
fuente que encontré que dice —
no sé si él lo inventó— que el
presidente Calles visitó a José de
León Toral en la cárcel antes de
su ejecución, y que tuvieron un
diálogo muy breve, fuerte e in-
teresante entre los dos).
Pero Mussolini, ya instalado en el
poder, se dio cuenta de que Ita-
lia es un país muy católico, como
México, y de que entonces le
convenía hacer la paz con la
Iglesia, lo que hace en los famo-
sos Acuerdos de Letrán de febre-
ro de 1929, que ponen fin a una
cuestión espinosísima que re-
montaba a la unificación de Italia
en la segunda mitad del siglo
XIX, cuando el Papa perdió su
soberanía temporal sobre la ter-
cera parte de Italia, Roma se
volvió la capital de Italia y el Pa-
pa se consideraba el preso del
Vaticano.
HAY RUMORES DE QUE PROHIBI-
RÍAN LOS TELÉFONOS MÓVILES
CON CÁMARA, DICE UN MONSEÑOR
UNA CAPILLA PEQUE-
ÑA EN LA QUE NO HAY
MÁS DE 200 PERSONAS
AR: ¿Hubo intelectuales y líderes
políticos importantes que se ali-
nearan con el gobierno mexi-
cano? Por allí encontré alguna
cita de The Times, que revivió la
leyenda negra para atacar a la
Iglesia.
JM: Intelectuales o políticos cató-
licos, no, de ninguna manera.
Realmente pocos gobiernos to-
maron la defensa del gobierno
mexicano. La mayoría de ellos
observaron un silencio prudente
diciendo “es un asunto interior
de México y no podemos interve-
nir”. Eso lo veo muy concreta-
mente en la correspondencia di-
plomática francesa. Francia inter-
vino cuando sus intereses fueron
afectados; por ejemplo, el go-
bierno francés —por cierto, en
ese momento un gobierno anti-
clerical— en México defendió las
escuelas católicas porque eran
de los hermanos maristas o lasa-
llistas, que eran franceses, daban
sus clases en francés, y pues era
una manera de defender la pre-
sencia cultural francesa, que iba
de retirada frente a Estados Uni-
dos desde que empezó la revolu-
ción.
De la misma manera, en los años
treinta, cuando en 1935 para to-
da la República Mexicana sólo
quedaron autorizados 305 sacer-
dotes, y en la Ciudad de México
se habían cerrado casi todos los
templos, la Embajada de Francia
consiguió del gobierno mexicano
que se abrieran dos templos: las
parroquias francesa y libanesa.
Líbano no era una colonia france-
sa pero fue un protectorado, y
aunque los libaneses no eran ciu-
dadanos eran son sujetos, y
Francia intervino a su favor. Los
católicos mexicanos no tenían
templos, pero la colonia francesa
en México y los libaneses sí por
la intervención del gobierno fran-
cés; pero éste jamás llamó la
atención del gobierno mexicano
sobre su política religiosa, ya que
era considerada un asunto in-
terno.
AR: ¿Los cristeros recibieron al-
gún apoyo del exterior más allá
de oraciones y cierta propagan-
da?
JM: Los cristeros no recibieron
ningún apoyo; a diferencia de las
guerrillas modernas, contempo-
ráneas, no recibieron dinero de
ninguna potencia exterior, ni
tampoco de los ricos mexicanos
ni hubo el equivalente de narco-
guerrillas. Fue realmente una
guerrilla de pobres que, si hay
que compararla con algo, es
realmente con la guerrilla zapa-
tista. Además, Estados Unidos
había establecido lo que nos gus-
taría que hoy existiera: el em-
bargo sobre las armas. Solamen-
te el gobierno mexicano podía
comprar armas en Estados Uni-
dos, nadie más. Entonces, supo-
niendo que los cristeros hubiesen
tenido dinero, no hubieran podi-
do comprar armas a aquel país.
Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012
27 PORTADA 26
AR: ¿Hubo intelectuales y líderes
políticos importantes que se ali-
nearan con el gobierno mexi-
cano? Por allí encontré alguna
cita de The Times, que revivió la
leyenda negra para atacar a la
Iglesia.
JM: Intelectuales o políticos cató-
licos, no, de ninguna manera.
Realmente pocos gobiernos to-
maron la defensa del gobierno
mexicano. La mayoría de ellos
observaron un silencio prudente
diciendo “es un asunto interior
de México y no podemos interve-
nir”. Eso lo veo muy concreta-
mente en la correspondencia di-
plomática francesa. Francia inter-
vino cuando sus intereses fueron
afectados; por ejemplo, el go-
bierno francés —por cierto, en
ese momento un gobierno anti-
clerical— en México defendió las
escuelas católicas porque eran
de los hermanos maristas o lasa-
llistas, que eran franceses, daban
sus clases en francés, y pues era
una manera de defender la pre-
sencia cultural francesa, que iba
de retirada frente a Estados Uni-
dos desde que empezó la revolu-
ción.
De la misma manera, en los años
treinta, cuando en 1935 para to-
da la República Mexicana sólo
quedaron autorizados 305 sacer-
dotes, y en la Ciudad de México
se habían cerrado casi todos los
templos, la Embajada de Francia
consiguió del gobierno mexicano
que se abrieran dos templos: las
parroquias francesa y libanesa.
Líbano no era una colonia france-
sa pero fue un protectorado, y
aunque los libaneses no eran ciu-
dadanos eran son sujetos, y
Francia intervino a su favor. Los
católicos mexicanos no tenían
templos, pero la colonia francesa
en México y los libaneses sí por
la intervención del gobierno fran-
cés; pero éste jamás llamó la
atención del gobierno mexicano
sobre su política religiosa, ya que
era considerada un asunto in-
terno.
AR: ¿Los cristeros recibieron al-
gún apoyo del exterior más allá
de oraciones y cierta propagan-
da?
JM: Los cristeros no recibieron
ningún apoyo; a diferencia de las
guerrillas modernas, contempo-
ráneas, no recibieron dinero de
ninguna potencia exterior, ni
tampoco de los ricos mexicanos
ni hubo el equivalente de narco-
guerrillas. Fue realmente una
guerrilla de pobres que, si hay
que compararla con algo, es
realmente con la guerrilla zapa-
tista. Además, Estados Unidos
había establecido lo que nos gus-
taría que hoy existiera: el em-
bargo sobre las armas. Solamen-
te el gobierno mexicano podía
comprar armas en Estados Uni-
dos, nadie más. Entonces, supo-
niendo que los cristeros hubiesen
tenido dinero, no hubieran podi-
do comprar armas a aquel país.
27 PORTADA 26
ESPECIAL 29 PORTADA 28
De los 15 nuevos estrenos en EEUU
en el primer fin de semana de ju-
nio, Cristiada fue la más vista, si
exceptuamos la super promociona-
da Blancanieves, la Leyenda del
Cazador, que se estrenaba en
3.780 cines y costó 170 millones de
dólares. Por contraste, Cristiada
("For Greater Glory", en inglés) se
rodó con unos 12 millones de dóla-
res (la más cara de las que jamás
se hayan rodado en México) y se
estrenó en sólo 757 salas.
Ese fin de semana venció, por
ejemplo, a Los Juegos del Hambre,
que aunque lle-
vaba 11 sema-
nas en cartel se
exhibía aún en
1.100 cines. No
venció a super-
producci ones
estrenadas po-
co antes como Los Vengadores,
Men In Black 3 o Battleship, todas
ellas películas con un presupuesto
de más de 200 millones de dólares.
En la clasificación general, fue la
décima más vista del fin de sema-
na.
A los 10 días de su
estreno en EEUU,
Cristiada ha recau-
dado ya 3,4 millones
de dólares en Esta-
dos Unidos y otros
4,1 millones en Mé-
xico. Aún no se ha estrenado en
cines de otros países.
La película ha contado con el apoyo
entusiasta del arzobispo de Los Án-
geles, José Gómez, y de la prensa
católica del país, aunque la prensa
generalista norteamericana la ha
ignorado bastante.
“UN MEDIO PARA
MANTENER COMU-
NICACIÓN CON AL”
Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012
ESPECIAL 29 PORTADA 28
¿Tienes alguna
confidencia de la
vida eclesial en tu
país o ciudad?
Escríbenos:
semanacatolica
@gmail.com
OPINIÓN 30
En primer lugar queremos
destacar el nuevo nombra-
miento de Monseñor Roberto
Ospina quien desde el 31 de
Mayo de 2004 se desempe-
ñaba como vicario episcopal
de la zona pastoral episcopal
de San Pedro y vicario gene-
ral por mandato especial.
Actualmente fue nombrado
como Obispo de la diócesis
de Buga para suceder a
Monseñor Hernán Giraldo
Jaramillo quien solicitó su
renuncia al gobierno pasto-
ral por límite de edad y fue
aceptada.
Monseñor Ospina nació en
San Miguel de Sema
(Chiquinquirá) el 20 de mar-
zo de 1947, fue ordenado
sacerdote en la arquidiócesis
de Bogotá en 1972, estudió
filosofía en la Pontificia Uni-
versidad Javeriana de Bo-
gotá y Teología en el Semi-
nario Mayor de San José de
Bogotá. Es Licenciado en Sa-
gradas Escrituras del Insti-
tuto Pontificio Bíblico de Ro-
ma. Miembro del Instituto
Sacerdotal “Jesús Adoles-
cente”, ha prestado servicios
como Vicario Parroquial, for-
mador de
seminario,
delegado de
la pastoral
educativa
para la zona
norte de Bo-
gotá y profesor de Sagradas
Escrituras. (http://
www.arquibogota.org.co/?
idcategoria=450)
En reemplazo de Monseñor
Ospina se nombró a quien
contaba con la mayor expe-
riencia en materia de pasto-
reo episcopal Monseñor Al-
berto Ojalvo quien actuaba
como vicario de la zona pas-
toral episcopal de la
Inmaculada Concep-
ción, en su reemplazo
también se elevó a Da-
niel Delgado. A estos
obispos nuestras más since-
ras felicitaciones y bendicio-
nes en sus labores pastora-
les.
Finalmente sobre otros cam-
bios en la arquidiócesis hay
que decir que muchas pue-
den ser las razones de estos
cambios, sin
embargo entre
las principales
están algunas
de orden pas-
toral y de
cumplimiento
en los tiempos de trabajo
parroquial que generalmente
van entre los cuatro y seis
años en Bogotá. En cuanto a
las necesidades pastorales
se debe entender que mu-
chos sacerdotes son necesa-
rios en otras parroquias por
sus propias habilidades en
materia administrativa, pas-
toral y humana.
“ALGUNAS RAZONES
PASTORALES”
Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012
Por Fabián Andrés Hernández
Ospina
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vocaciones sacerdo-
tales y religiosas.
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