Eco-ciudad Lineal del Rio Guadaira

ECO-CIUDAD LINEAL DEL RÍO GUADAIRA González Gracia, Elena_ Miguel Salado, Irene

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¿Qué se propone?

Propone una pluralidad de enfoques y diversas maneras de hacer frente a los problemas de la ciudad y el territorio, hasta encontrar aquel enfoque preciso para una habitabilidad abarcativa de todas las formas y modos de vida que en ella se dan.

“(…) la vida se desarrolla multifocal, multiperspectivista y heterárquicamente (…) Si «vida» actúa ilimitadamente, conformando espacios de diversas maneras, no es sólo porque cada una de las mónadas tenga su propio entorno, sino más bien porque todas están ensambladas con otras vidas y se componen de innumerables unidades. La vida se articula en escenarios simultáneos, imbricados unos en otros, se produce y consume en talleres interconectados. Pero lo decisivo para nosotros: ella produce siempre el espacio en el que es y que es en ella. Así como Bruno Latour ha hablado de un «parlamento de las cosas», nosotros, con ayuda de la metáfora de la espuma, pretendemos ocuparnos de una república de los espacios. (…)”

PETER SLOTERDIJK: “Esferas III. Espumas”. Ediciones Siruela, 2006.

Todo ello con el objetivo de encontrar un nuevo Proyecto de Ciudad capaz de integrar los valores de HABITABILIDAD, INTEGRACIÓN SOCIAL Y SOSTENIBILIDAD.

¿Cómo?

Redefiniendo el concepto de ciudad. Redefinición que debe fraguarse con la necesaria e imprescindible PARTICIPACIÓN CIUDADANA, introducir la dimensión colectiva.

En este aspecto sería interesante hablar de la TAR (Teoría Actor-Red de Bruno Latour) que tiene un doble propósito: criticar la sociología tradicional, y avanzar un modelo que redefina lo social como el resultado de interacciones concretas y materiales entre elementos que son en sí no sociales.

Para la teoría del actor-red, “lo social” designa la relación que se establece entre un conjunto de elementos heterogéneos. Es decir, las asociaciones que elementos muy diversos establecen entre sí en un momento determinado. Entre tales elementos figuran, por supuesto, los seres humanos, los significados que producimos, símbolos, discursos, pero también elementos materiales, objetos, artefactos técnicos, artilugios, etc. Cuando hablamos de un grupo social hacemos referencia a personas, pero no debemos olvidar que el grupo existe en y gracias a elementos materiales: su manera de vestir, la tecnología que utilizan para comunicarse, rituales de aceptación, etc.

Aparece así el concepto de “agencia” para referirse a la capacidad de acción de los “no-humanos” (artefactos, máquinas, archivos, edificios, etc.).

Por lo tanto es muy importante una redefinición de “lo social” en la que:

1) Como ya hemos mencionado, los no-humanos juegan un papel activo en la definición y mantenimiento de nuestras sociedades y relaciones sociales. Ellos son actores, y no simples portadores de significado, en el establecimiento de asociaciones.


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2) La sociología deja de ser la ciencia de lo social para convertirse en la ciencia que rastrea y analiza los modos en que se producen las asociaciones en las que nos vemos implicados en nuestra vida cotidiana.

3) El resultado de los mencionados conjuntos heterogéneos de asociaciones recibe la denominación de “colectivo” frente a la clásica etiqueta de “sociedad”.

Y, además, plantea, insistimos, una relación que no diferencia entre materialidad y socialidad.

Esto nos ayuda a entender el valor del papel del oficio de Arquitecto; hay que apostar por un urbanismo presidido por “actitudes” y no por “aptitudes”. Aplicando estrategias que no comprometan el futuro la ciudad y sus ciudadanos e impliquen un cambio de ciclo en sus dinámicas urbanas, sin hipotecar las siguientes fases proyectuales, hasta la concreción final del espacio urbano.

La ciudad como “fábrica de ciudadanía”, no como “fábrica de moneda”. Y con unos arquitectos más comprometidos con la ciudad. Un proyecto de ciudad sostenible, más preocupada por el futuro de la ciudad que por la ciudad del futuro.

El territorio contemporáneo es un sistema complejo donde no basta con aplicar las “reglas” del Planeamiento, lo que se denomina como un Urbanismo puramente burocrático. Tampoco se trata de darle una solución únicamente cuantitativa a problemas que van más allá de los números, lo que llamamos Urbanismo Tecnocrático, porque esto llevaría a la mediocridad del Proyecto Ciudad.

¿Dónde?

En el fragmento territorial que discurre entre la ciudad de Alcalá de Guadaira y la Universidad Pablo Olvide siguiendo el curso del Río Guadaira, conjuga ambos hechos diferenciales. Se trata de un espacio inacabado y marginal al que asoman las traseras del Corredor Industrial de la A-92 y está constituido por un conjunto de vacíos territoriales.

Se trata de un espacio de interacción de territorio entre Alcalá y Sevilla. Un espacio de transición entre dos centralidades (la de Sevilla con mayor potencia de centralidad que Alcalá).


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¿Por qué?

La situación actual, de estancamiento de la actividad urbanizadora-CRÍSIS-, se nos muestra como UNA GRAN OPORTUNIDAD para reflexionar sobre los modelos urbanísticos desarrollados hasta ahora. Permitiéndonos “tiempo de organizarnos para intervenir” sobre la “fotografía urbana del abandono”, el crecimiento insostenible y la mediocridad, que han dejado los últimos 20 años de desarrollo urbano de nuestras ciudades. Y en este momento histórico, se nos ofrece Alcalá de Guadaira como un lugar idóneo para proponer nuevos rumbos a seguir por la planificación urbana:

Porque es necesario reflexionar sobre la vocación urbana de estos suelos (Alcalá de Guadaira) desde la hibridación de funciones productivas y residenciales al objeto de generar proximidad empleo-vivienda, impulsando la cualificación y diversificación de las actividades económicas a enclavar y abriendo campo hacia usos terciarios cualificados y equipamientos no sólo públicos, sino también dando cabida a la iniciativa privada.

Porque resulta necesario promover la implantación de una oferta dotacional proporcional a las actividades a desarrollar y al volumen residencial a prever.

Porque la presencia del río Guadaira le otorga un especial interés ambiental.

Porque se trata de un espacio inacabado y marginal (es un espacio predominantemente industrial)

Porque este Corredor está constituido por un conjunto de vacíos territoriales “de oportunidad” que asoman al Río Guadaira-(Como manifiesta Ignacio Solá-Morales vacío como ausencia, pero también como promesa)-, en su mayor parte recogidos en el actual Plan General Municipal de Alcala de Guadaira, recientemente aprobado (20 de marzo de 2014) a los que se asigna, más de lo mismo (solamente para uso industrial). Es decir, una vocación urbanística de similares condiciones a las de espacio industrial consolidado, por lo que su desarrollo reproducirá “la vulgaridad” característica de los polígonos industriales desarrollados hasta el momento y es necesario cambiar esta planificación, mediante la creación, en este caso, de un nuevo eje de centralidad metropolitana,


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cohesionando y vertebrando el sector Sureste de la Aglomeración Urbana de Sevilla e incorporando la dimensión ambiental y ecológica como una nueva condición de urbanidad.

Los vacíos territoriales del Distrito Industrial que asoman al Río Guadaira forman parte de la “topografía del lucro”. Conforman un conjunto de suelos urbanizables que, además de encontrarse paralizados, se concibieron bajo unos presupuestos de producción de ciudad de muy escasa cualificación espacial y funcional: polígonos industriales tradicionales, ambientalmente deficientes, monofuncionales y orientados hacia la tipológica de la nave industrial ortodoxa.

Porque es necesario ordenar secuencialmente esta franja de territorio para que se vayan encadenando los grandes proyectos- La ampliación de la Universidad Pablo Olavide, el Tecnoparque, la nueva fachada metropolitana del Distrito Industrial hacia el Río Guadaira y las reservas de naturaleza presentes (Parque Metropolitano del Guadaira con su sistema hidráulico subsidiario del Río Guadaira, espacios agrícolas adyacentes y caminería rural)

Porque el ámbito seleccionado está dotado de unas ventajas territoriales de gran relevancia que lo hacen merecedor de una experiencia planificadora diferente: una óptima accesibilidad equipotencial e intermodal (la orbital SE-40, la Variante Norte de la A-92, la conexión entre SE-30 y la Variante Norte de la A-92 y el reciclaje urbano de la actual A-92, a las que hay que implementar, Nuevo Paso Territorial Sur, Metro Ligero Sevilla-Alcalá de Guadaira), presencia de Equipamientos de Rango Metropolitano (Universidad Pablo Olvaide), identificación de Áreas de Oportunidad Metropolitana en el Plan Territorial de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Tecnoparque) y la transformación en Parque Metropolitano de las Riberas del Río Guadair (Corredor verde), por lo que se puede afirmar que presenta un potencial incuestionable para constituirse en un ejemplo de la denominada “DISTANCIA JUSTA” en este caso del Área Metropolitana de Sevilla ( aproximadamente 10 Kms de Corredor, en el eje del río Guadaira, entre Sevilla y Alcalá).

Porque es necesario acabar con los síntomas de deterioro y obsolescencia en los ámbitos más antiguos del distrito industrial que pueden desincentivar la atracción de nuevas empresas, la materialización de nuevas funciones así como la modernización y mejora de las actualmente enclavadas. En este sentido destaca el frente hacia la actual A-92, el cual demanda una reprogramación cualificada en materia de usos y una reconfiguración arquitectónica y de los patrones de urbanización que mejoren la imagen del distrito industrial, aspecto éste que se anuda de manera indisoluble al proceso de modernización que ha de operar en este espacio para no perder el tren de la competitividad.

Porque aunque por su condición histórica, haya sido el principal distrito industrial del Área Metropolitana de Sevilla (El mayor de Andalucía), resulta necesario dotarle de un nuevo “perfil diferenciador”, que lo conviertan en instrumento para crear un valor añadido no sólo a Alcalá sino también a Sevilla desencadenando nuevas dinámicas de crecimiento cualitativo económico, social y ambiental.


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¿Cuáles son sus ejemplos, instrumentos, autores, propuestas?

PEATONALIZACIÓN DE COPENHAGUE, Jan Gehl.

La cuestión de la peatonalización de centros urbanos lleva aparejado la pérdida de espacios para los coches, modificación de itinerarios, creación de carriles para la bicicleta y, en definitiva, nuevos espacios urbanos para el peatón, abandonando el coche como unidad de medida en el urbanismo. Jan Gehl aboga por el regreso a la escala humana en el diseño urbanístico. Lleva realizando este tipo de urbanismo desde los años 60, cuando las ciudades comenzaban su crecimiento imparable y la producción en serie y el automóvil tomaban el mando en el diseño urbano. Siempre con la escala humana en mente llevaron a cabo una auténtica revolución en Copenhague alrededor de la bicicleta y la peatonalización del centro urbano, que han llevado a que en la actualidad casi el 40% de sus habitantes utilicen este medio para desplazarse. Retoman a la persona como unidad de medida. Cuando el movimiento moderno irrumpe en el urbanismo, a partir de los años 60, las ciudades comienzan a crecer a toda velocidad, los arquitectos celebran su singularidad con bellos edificios. Edificios, barrios y espacios sugerentes, una arquitectura llamativa y atractiva cuando los aislamos unos de otros o los observamos a vista de pájaro, pero en general forman espacios urbanos inhabitables cuando descendemos a la escala del peatón.


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Los espacios urbanos deben devolverse a los peatones, recuperando el terreno cedido a los automóviles. Gehl demuestra que, a pesar de que la planificación urbanística en general se ha realizado de espaldas a las personas y en beneficio del automóvil, sabemos reclamar nuestros espacios y qué hacer con ellos cuando se nos brinda la oportunidad.

Este es el resultado de la crítica al imperante estilo de vida y la solución al modelo de ciudad actual en que se busca la comodidad. Una referencia ineludible para el proyecto Eco-Ciudad Lineal en Alcalá de Guadaira donde los nodos funcionan como intercambiadores colocados estratégicamente en el intento de potenciar los recorridos a pie, bicicleta o transporte público, limitando el uso del coche para trayectos interurbanos, buscando las relaciones interpersonales perdidas, fomentando el estilo de vida saludable y mejorando aspectos ambientales.

OLYMPIC SCULPTURE PARK. SEATTLE, Weiss/Manfredi Architects. Tradicionalmente las infraestructuras han sido concebidas de manera autista en relación con los procesos territoriales, sin embargo debe existir una hibridación funcional, tipológica y arquitectónica, convirtiéndose así en ejes cívicos que tengan una fuerte significación escénica para la consecución de una ciudad sostenible. Las infraestructuras deben ser capaces de resolver las relaciones transversales entre el entorno urbano y natural.

La construcción de una nueva topografía en el Olympic Sculpture Park de Seatle, tejiendo una alfombra verde que cose los espacios residuales generados por las infraestructuras de transporte que cortan el espacio existente, tiene por objeto subrayar la interacción con Seattle en una serie de recintos Interconectados. Es una escultura-parque entre el paisaje urbano moderno, la belleza natural del Puget Sound y las Montañas Olímpicas. El objetivo es transformar esta antigua zona industrial en una animada zona verde donde la gente puede experimentar el arte moderno y contemporáneo más allá de las paredes del museo. El diseño integra la arquitectura, el paisaje y la infraestructura urbana para unificar tres parcelas, actualmente separadas por caminos y carreteras de tren, y unirlo al arte, la ciudad y el ruido en un paisaje continuo.


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La "z", formada por enlaces peatonales entre los tres paisajes arquetípicos del noroeste: un bosque repleto de abetos, cedros, helechos y arándanos nativos; un bosque de transición con árboles de hoja caduca, como robles, álamos y arces; un jardín de pinos y una serie de terrazas de agua con algas marinas y hierbas submarinas que forman un paisaje regenerativo para los peces. Combina proyectos de infraestructuras que se integrarán en el diseño y la construcción del parque, tales como puentes peatonales, pérgolas, bancos y pasarelas, y proporciona una cierta sensibilidad ambiental en la ordenación de los espacios productivos, mejorando sus condiciones paisajísticas y favoreciendo la conformación de una imagen urbana más atractiva que actúe como reclamo para el asentamiento de empresas.

Esta propuesta de Weiss/Manfredi Architects es un gran ejemplo a utilizar como referencia a la hora de resolver los problemas generados por los grandes nudos de la prolongación oriental de Sevilla en el encuentro de la nueva SE-40 con la A-92 a los márgenes del río Guadaira.

PARQUE NUDO DE LA TRINIDAD, Enric Batlle y Joan Roig.


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Siguiendo el mismo hilo de reflexión Enric Batlle y Joan Roig proyectan el Parque Nudo de la Trinidad en Barcelona. Para Batlle y Roig, no existen los no lugares, cada lugar tiene sus características específicas. Cada pedazo de territorio es una inagotable fuente de argumentos. Al enfrentarse a ambientes aparentemente anodinos o destrozados por la actividad humana, siempre queda la geografía del lugar, los pequeños acontecimientos del paisaje que le confieren su propia personalidad: el antiguo paso de un río (el meandro del río Besos y el estanque del parque de la Trinitat).

Muchas de las actuaciones de Batlle y Roig están realizadas sobre lugares aparentemente de desecho. Ellos proponen un parque para un barrio, justo en medio de un nudo de autopistas y ferrocarriles, vital para toda una región.

La infraestructura necesaria, el nudo de autopistas, es la excusa para el planteo del proyecto. Lo que se ofrece está muy por encima del programa de necesidades: un parque a gran escala, protegido del ruido gracias a manipulaciones del terreno; un lugar comunicado con toda la naturalidad con un barrio que recibe un tesoro inesperado; un pequeño reflejo del mundo natural que hace tiempo le fue usurpado (campos de olivos, frutales en espaldera, un viñedo, un río en su remanso...) quizás propio del paisaje rural de donde partieron los vecinos de las casas cercanas. En la gran escala del automovilista se está señalando el acontecimiento. Aquel nudo desagradable de carreteras es hoy un hito en el camino.

Es un antes y un después en el viaje. El no lugar ha dejado de serlo. El Parque de la Trinitat supone un compromiso social que tiene muy presente el lugar. Parece evidente que la conectividad es la clave para que este espacio sea un éxito

POBLENOU. 22@


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También cabe hablar de la escasa consideración de los espacios industriales desde el punto de vista urbanístico. Tradicionalmente han sido espacios con una deficiente dotación de infraestructuras, de espacios libres, mala calidad paisajística o ambiental, mal estado de conservación de los mismos, etc. Lo que ha repercutido negativamente en la imagen de la ciudad.

Para ello lo que se pretende es incentivar la complejidad de dichos espacios, apostar por una hibridación, complementariedad y cohabitación con otros usos como puede ser el comercial, terciario, o incluso residencial. Es decir, apostar por la innovación, por otros usos más característicos de la centralidad urbana, pero siempre bajo una cierta sensibilidad ambiental.

El proyecto 22@Barcelona se desarrolla dentro del barrio de Poblenou, un barrio industrial, con una trama urbanística particular y compleja y un fuerte aislamiento respecto a Barcelona causado por las vías férreas. El proyecto 22@Barcelona significa la última transformación de sus áreas industriales.

Durante más de 100 años, Poblenou ha sido el principal motor económico de Cataluña y el barrio industrial por excelencia de Barcelona. Con el proyecto 22@Barcelona se recupera la histórica vitalidad económica y social de Poblenou, a través de la transformación de las áreas industriales obsoletas en un espacio de elevada calidad urbana y medioambiental y con actividades de nueva creación vinculadas al conocimiento y a la innovación.

El proyecto 22@Barcelona transforma las antiguas áreas industriales de Poblenou en un entorno de elevada calidad para trabajar, vivir y aprender. Reinterpreta en clave actual la función de los antiguos tejidos industriales. Las propuestas han de derivar de la situación de origen, manteniendo calles, trazas y elementos históricos, como soporte de las nuevas ordenaciones.

Se crea un entorno diverso y equilibrado en el que los espacios conviven con viviendas protegidas, equipamientos y zonas verdes que mejoran la calidad de vida y de trabajo.

Se plantea un modelo de ciudad compacta y diversa, que frente a un modelo de especialización del territorio por usos, apuesta por la mixtura que favorece la cohesión social y un desarrollo urbano equilibrado y sostenible.

Constituye una oportunidad única de transformar el Poblenou en una importante plataforma científica, tecnológica y cultural que convierta Barcelona en una de las ciudades más dinámicas e innovadoras en el ámbito internacional.

Como proyecto de renovación social, favorece la interrelación entre los diversos profesionales que trabajan en la zona y la participación de los vecinos y las vecinas del distrito en las oportunidades que les ofrecen las nuevas tecnologías. Además este proyecto garantiza una excelente accesibilidad urbana, metropolitana e internacional, a través de una completa red de transportes.

Este ejemplo de centralidad urbana y metropolitana invita a ponerse en práctica en la nueva Eco-Ciudad Lineal proyectada en Alcalá de Guadaira para aprovechar los vacíos de oportunidad en el frente de la A-92, expresando nuevos criterios y objetivos de ordenación que mejoren la imagen urbana del corredor industrial. Fomentar la modernización y recualificación de suelos actualmente ocupados y en uso cuando se acerque el final de su ciclo vital, incentivar el reciclaje de usos e instalaciones para mantener la capacidad productiva del distrito industrial reorientado a las nuevas


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necesidades que convinen innovación manufacturera, respeto ambiental y mezcla funcional o hibridación de usos.

PASEO ATLÁNTICO DE OPORTO. Manuel Solá-Morales Otorgar protagonismo al sistema ambiental como nueva condición de urbanidad, ya que constituye la raíz etimológica del territorio, le confiere una identidad propia que no hemos de obviar. Es una entidad básica para el reconocimiento del territorio, la cohesión y estructuración del mismo. Pero el sistema ambiental no debe entenderse como el simple contenedor sobre el que depositamos la matriz urbana, sino que ha de ser el argumento de diseño del territorio. Reconoceremos así aquellos elementos que deberán permanecer inalterados y los que no, para no destruir la esencia del lugar. En el marco de las actuales estructuras urbanas, el paisaje -el vacío- aparece como un subsistema tanto o más importante que el urbano. Son los denominados espacios de transición, que constituyen el nexo de unión entre el espacio natural y el espacio urbano. Son espacios destinados al esparcimiento, al descanso, a actividades temáticas, lúdicas o mixtas…muy importantes en la sociedad actual.

La intervención en el frente marítimo de Porto en su contacto con Matosinhos, redefine el Parque da Cidade de Porto y su relación con el sistema litoral de playas, los Jardines de Montevideo, y los paseos marítimos a todo lo largo de la avenida de Montevideo. La transformación de la avenida Marginal en viaducto libera el contacto del Parque da Cidade con las playas atlánticas creando un espacio mezcla de ambas condiciones y permitiendo la redefinición del Parque da Cidade. En uno de los extremos del viaducto, la plaza Zarco se convierte en una gran rotonda desdoblada que aloja un aparcamiento interior y realiza transición entre la vialidad metropolitana, el Parque y las playas. En el otro, un gran edificio transparente de usos lúdicos intensifica el uso costero y las actividades de parque y playa.


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A lo largo de la avenida de Montevideo, se plantea un paseo a dos niveles: un alto ligando la cadena de parques y jardines de la avenida, y un bajo, entre las rocas, combinando los usos lúdicos con los paseos entre el océano y las rocas. Concretiza el paseo marítimo, alineando el cruce de la circulación hacia Matosinhos, planteado desde 1942, garantizando la continuidad del parque con playa en un nivel inferior, situación urbana única en el mundo. Fue finalmente recalificada en 2006 y encontró un uso relacionado con la restauración y el deporte, que en última instancia, caracterizar una gran concurrencia, que muy se ha conectado al surf. En el caso de Alcalá de Guadaira, la matriz ecológica ha de compatibilizarse con la matriz urbana, es decir, debe pasar a ser un lugar donde se consumen otras cosas además de naturaleza, favoreciéndose la multifuncionalidad y versatilidad en el uso. El corredor verde debe hacer las veces de margen del río Guadaira, columna vertebral verde, zonas de esparcimiento y eje comunicador y unificador del territorio. ¿Constituye una referencia notable de buenas prácticas dentro de los diferentes enfoques que buscan un rediseño de la ciudad actual? Sin duda constituyen una referencia notable de buenas prácticas para el rediseño de la ciudad actual, puesto que el escenario en el que nos encontramos ha sido el resultado de un consumo descomunal de territorio y generación de periferias y núcleos monofuncionales, fruto del proceso de la burbuja inmobiliaria, dando lugar a ciudades insostenibles tanto desde el punto de vista energético, ambiental, social y económico.

Hasta ahora se ha proyectado desoyendo los principios básicos de cualquier desarrollo sostenible. Crecimientos incapaces de garantizar la demanda energética, la preservación de los recursos naturales ni la habitabilidad de los entornos construidos.

Es por ello que estas propuestas constituyen un conjunto de buenas prácticas que luchan contra el modelo de no-ciudad que se ha venido imponiendo hasta ahora. Suponen una herencia determinante con la que deberíamos y debemos trabajar en los próximos años.

Además son ejemplos, que en una época globalizada como la que estamos, contribuyen a que las ciudades generen una identidad colectiva más fuerte, favoreciendo que el individuo establezca arraigos emocionales con su hábitat inmediato, imprimiendo personalidad y memoria al espacio público y garantizando que éste se autogestione y sustente.

La ciudad contemporánea no puede seguir siendo abordada en términos de varios lugares y diferentes espacios, sino como un lugar único que alberga un sin número de actividades complementarias entre sí, un sistema complejo e interactivo producido por la acumulación de experiencias múltiples. Por tanto, las diferentes propuestas en las que se apoya el documento, constituyen cada una de ellas una pequeña aportación al conjunto global de la ciudad. No consiste en una simple suma de todas ellas, sino de lo que se trata es de conseguir la integración de todo aquello que proponen, no desde un punto de vista individual y asilado, sino con un enfoque mucho más amplio, es decir, abordar la ciudad desde el concepto de “Metaproyecto”, es decir, la integración de los diversos proyectos.


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Cada uno de estos ejemplos, aplicados de manera individual y local en primera instancia, para finalmente ser entendidos y aplicados en la ciudad de manera integrada, proponen un nuevo modelo de proyectar la ciudad contemporánea, mediante la creación de nuevas centralidades, la adopción de una actitud que contemple la hibridación, nuevas actitudes proyectuales en los trazados de las infraestructuras de comunicación, la incorporación de la dimensión ambiental y ecológica del territorio… Todo ello contribuye además a inventar las claves para aumentar la competitividad de las ciudades tanto a nivel urbano como territorial, en el marco de un mundo complejo e interrelacionado de componentes (zonas residenciales, centros históricos, corredores verdes, parques urbanos, áreas de nueva centralidad, infraestructuras viarias, espacios industriales, hitos que configuran la imagen de la ciudad, programas de sostenibilidad ambiental, arquitectura social…)

¿Qué posición ocuparía en el debate sobre la permanencia de la ciudad como organismo espacio-temporal, como sistema de inmunidad de la globalización?

Si bien el marco de la globalización supone una referencia inexcusable en la ordenación de la ciudad, nos encontramos en un momento crítico de la historia donde el poder económico se ha impuesto en la formulación de un mundo sin forma, donde la cultura es secundaria y está en gran medida subordinada al poder.

Frente a esto, la Arquitectura Urbana, el urbanismo debe alzar su voz y proponer soluciones viables, prácticas que mantengan la identidad del lugar donde se asientan, y que den cohesión social al territorio y permitan ser competitivas en un mundo donde las redes sociales y la globalización están presentes.

Debemos ser capaces de aprovechar las oportunidades del mundo global para luchar desde nuestro lugar en la sociedad (llevar lo global a lo local, conseguir elaborar un Metaproyecto resultado de la integración de diferentes proyectos), siendo permeables a los movimientos que buscan la solidaridad y cohesión territorial y evitar el desarrollo urbano puramente “económico”.

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