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    DOSSIER

    El antiguo Egipto no fue unaexcepcin en las luchas por el poderhabituales a lo largo de la Historiaen todas las civilizaciones. Larestauracin de la tumba de Sen-en-Mut, arquitecto y personaje clave enel reinado de Hatshepsut, proyectadapor el Instituto de Estudios delAntiguo Egipto, de Madrid, trae acolacin las conspiraciones queelevaban y derribaban tronos hace ms de tres mil aos

    CONJURAMagnicidios en el Egipto faranico

    Nefertiti y Aj-en-Atn(Pars, Museo de Louvre).

    pg. 84

    Amenemhat I, vctimade parricidio Federico Lara Peinado

    pg. 94

    Medinet-Habu, laconjura de la reina madreJess Trello

    pg. 87

    Las intrigas de Tiy: untrono para Aj-en-AtnFrancisco Martn Valentn y Teresa Bedman

    EN ELHARN

  • Tut anj-Amn fue, probable-mente, asesinado; Aj-en-Atnaccedi al trono gracias a laeliminacin de su hermano;Ramss III muri a consecuencia de unaconjura tramada en el harn para cam-biar la sucesin al trono; Amenemhat Ifue, quizs, vctima de su hijo, que ace-ler el proceso sucesorio... El AntiguoEgipto, estable, sereno, trascendente...segn la imagen ms superficial quedesprenden sus formidables construc-ciones, pensadas para la eternidad, nofue diferente a la de los dems reinos desu poca y posteriores: all tambin ani-daron la ambicin, la violencia, la codi-cia, la envidia y el odio; all se dierongolpes de Estado, se tramaron conspira-ciones para alzarse con el poder y con-juras para eliminar a los enemigos pol-ticos o, incluso, al faran, Horus en eltrono de Kemet, hijo de dios... Hasta hoyllegan los ecos de terribles magnicidiosde hace cuatro milenios, como el delrey Teti I de la dinasta VI (hacia el 2333a.C.), asesinado por su guardia perso-nal... lo que demuestra que la sucesinal trono de Egipto, a lo largo de ms detres mil aos, estuvo jalonada de conti-nuos pulsos para obtener el poder.

    Ante la imposibilidad de abordar to-das las conspiraciones y magnicidiosconocidos, en este Dossier se tratar detres casos, relativamente bien docu-mentados, diferentes en su gestacin y

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    FEDERICO LARA PEINADO, profesor titular deHistoria Antigua. U. Complutense, Madrid,es autor de El Egipto faranico.

    Sesostris I, su hijo y sucesor, encarg la Instruccin de Amenemhat. FedericoLara comenta la sospechosa pieza literaria en la que el faran, consciente deque iba a ser asesinado, le daba consejos y le exculpaba del delito

    Amenemhat I, vctima de

    PARRICIDIO

    El dios Montu, con cabeza de halcn, conduce al faran Sesostris I ante el dios Amn (relievede un pilar de la Capilla Blanca de Sesostris I, hacia 1925 a.C.).

  • todos ellos con grandes repercusiones.Primero, uno de los ms antiguos, eldel rey Amenemhat I, fundador de ladinasta XII, vctima de sus servidores(hacia 1964 a.C.) o, quiz, de su propiohijo y sucesor.

    Silencio protectorLa investigacin de estos casos ha sidoy es extraordinariamente ardua y com-pleja. Parece que los egipcios pusieronun especial empeo en no dejar testi-monio escrito de sus debilidades polti-cas, sobre todo cuando podan constituirun mal ejemplo para el futuro o un des-crdito. Se trataba de proteger la mis-msima naturaleza divina del poderreal. Buena prueba de ello es la fre-cuencia con la que se destruyeron laspruebas de toda clase cuando losacontecimientos polticos se desvia-ban de la ortodoxia tradicional.

    Slo el azar de los descubrimientosarqueolgicos ha permitido levantarindirectamente el velo de alguno deestos acontecimientos. No obstante,por qu razn los egipcios iban a es-capar a la prctica de este inevitablehbito de lucha poltica? Tcnicamen-te hablando, el antiguo Egipto desco-noci la palabra asesinato, pero no asla voz matar, para la cual se dispuso delos trminos sma, mds, npdj y, tarda-mente, khdb. Tal vez, para rellenar laausencia del sustantivo, en los contex-tos donde aparecen esos verbos su sig-nificado no equivala solo a matar, sinoque poda hacerse extensivo a asesinar.

    Mediante el giro sma m nf (matar sinrazn) los egipcios traducan la idea deasesinato. Sin embargo, dicho giro apa-rece muy raramente en los textos litera-rios. La primera fuente citada, conocidams popularmente como Instruccin-del rey Amenemhat I a su hijo Sesostris,recoge de modo muy vvido uno de losprimeros asesinatos conocidos de unfaran. Ocurri en el ao 1962 a. C. y lavctima fue Amenemhat I.

    La Instruccin del rey Amenemhat Ies el testamento poltico de este faran,fundador de la dinasta XII, en un con-texto inicial de intrigas polticas e, in-cluso, criminales. El relato deja en-trever las dificultades que se vivie-ron en su reinado y, sobre todo, in-tenta librar de toda sospecha a suheredero Sesostris, ausente de Egip-to cuando se planific el asesinato y

    llegado a la Corte el mismo da en quetuvo lugar el hecho. El texto y de aharrancan las suspicacias no lo ordenescribir Amenemhat, sino su hijo, sien-do ya faran, por lo que es posterior al

    magnicidio.La circunstancia de que sea el pro-

    pio faran quien narre su asesinatoconstituye un caso nico en toda la

    literatura egipcia. Aparte de ello, eltexto deja claro que los monarcas noslo eran hombres, sino que tambinse lo crean, laminando as la teora dela naturaleza divina del faran.

    Nueva dinastaAmenemhat, hijo del sacerdote Sesos-

    tris y de Neferet, originaria de Elefanti-na, fue visir del faran Mentuhotep IV,ltimo rey de la dinasta XI. Fallecido s-te, se plante una sucesin complicada,puesto que existan dos pretendientes altrono: Antef, en Tebas y Segerseny, enNubia. Ambos fueron eliminados en eltranscurso de la lucha por el poder, cu-yo desarrollo se presupone, lo cual per-miti que el visir Amenemhat aprove-chara la ocasin y asaltara el trono. Ensu titulatura, el nuevo faran se acoga alpatrocinio de Amn, frente al de Montu,rompiendo con la tradicin de la dinas-ta. Al tiempo, y por razones polticas,abandon Tebas y situ su capital en It-tauy, en las cercanas del actual El-Lisht... Y para difundir las pruebas de sulegitimidad al trono, recurri a la litera-tura, ordenando escribir la que sera de-nominada Profeca de Neferty. Fue re-dactada por un famoso sacerdote de He-lipolis, de ese nombre, y en ella, a mo-do de profeca pronunciada ficticiamen-te en tiempos del faran Esnefru, de ladinasta IV, se anunciaba que un da lle-gara un salvador para Egipto... Ese sal-vador, obviamente, sera Amenemhat,llamado Ameny en el pretendido relatoproftico.

    Un rey vendr del sur, llamadoAmeny, justo de voz, es el hijo de unamujer de Ta-Seti, es un hijo de Khen-nekhen, recibir la corona blanca, lle-var la corona roja. Alegraos, gentesde su tiempo!

    Tras ello, el sacerdote Neferty aludea la actuacin del rey, gracias a la

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    Sesostris I hizo escribir la Instruccin delrey Amenemhat I, legitimacin yexculpacin en el asesinato de su padre.

    CONJURA EN EL HARN

  • cual volvera la prosperidad a Egipto yretornara la justicia. Amenemhat I ma-nejaba bien la propaganda poltica.

    Una vez controlado el poder, Ame-nemhat se preocup de restablecer lasfronteras y reorganizar la administracin,recompensando a los nomarcas (gober-nadores de la provincias) que no habancuestionado su ascensin. Tras ello,efectu varias campaas militares en elsur, hacia el Uadi Hammamat y Elefanti-na, fortific las defensas del lado orien-tal del delta (a l se le debe el famosoMuro del Prncipe), fund templos, man-tuvo la explotacin de las minas perif-ricas (Serabit el-Khadim, por ejemplo),renov el catastro e hizo reformas mili-tares. No est probado que asociase a suhijo Sesostris como regente en el ao 20

    de su reinado. Por tal fecha, sus tropasefectuaron incursiones en Palestina, Nu-bia y Libia. El propio rey acudi a Uauat,un ao antes de su asesinato, a sometera los nubios (inscripciones de El-Gir-gaui, cerca de Korosko).

    El asesinatoA mediados de octubre del ao 1962a.C. y mientras preparaba la celebra-cin de la fiesta jubilar, (heb sed) esta-ll una crisis, durante la cual algunosde sus allegados tramaron su elimina-cin. Su hijo y heredero, Sesostris, aca-baba de llegar de una campaa que ha-ba dirigido ms all del Uadi Natrun.

    Amenemhat I fue asesinado el spti-mo da del tercer mes de la estacin ak-het. El recitado de aquel regicido, narra-

    do por el propio rey en la Instruccines impresionante: Fue despus de lacena, cuando ya haba cado la noche.Me estaba tomando una hora de des-canso, tumbado en mi lecho. Estaba re-lajado y mi corazn comenz a seguirmi sueo. Entonces las armas que de-ban protegerme fueron vueltas contram. Yo actu como una serpiente en eldesierto. Me despert con la lucha, ha-llndome solo y descubr que se tratabade una pelea con la guardia. Si hubieraagarrado rpidamente mis armas con mimano, podra haber logrado que aque-llos cobardes se retiraran deprisa; peronadie es bravo en la noche. Nadie pue-de luchar solo y ningn xito puede ob-tenerse sin ayuda.

    Mira, el crimen ocurri mientras es-taba sin ti, antes de que la Corte hu-biese sabido que te transmitira el po-der y antes de que hubiera tomadoasiento contigo en el trono.

    En este relato totalmente oficial ypost eventum hay palabras exculpato-rias hacia el heredero Sesostris, peroaquel hecho hubo de ser mucho msoscuro de lo que las palabras dejan en-trever. La posibilidad de otro complotcontra el mismo rey, mientras su hijoSesostris se hallaba guerreando en Li-bia, aparece en el cuento de Sinuh. lmismo narra las tribulaciones de unfuncionario de la Corte de Sesostrisque escuch, accidentalmente, elanuncio que se le haca al prncipe delasesinato de su padre. Conocedor deaquel crimen, Sinuh huy de Egipto,atraves el delta y arrib a Siria, endonde lo acogi un beduino.

    La sucesin: Sesostris IAl da siguiente del magnicidio, su hijoSesostris subi al poder (1964-1928a.C.). Es probable que Sesostris I venga-se a su padre, eliminando a los asesinos.Pero la rapidez en asumir el poder y to-mar represalias contra los presuntos cul-pables, no podra interpretarse como eldeseo de echar tierra sobre el regicidioy borrar las huellas? A qu se debi eltemor y la huida de Sinuh? Conoca,acaso, que Sesostris I estara al corrien-te del complot? Estas preguntas no hansido todava desveladas por la Egiptolo-ga. El Egipto faranico no fue una ex-cepcin entre los diversos reinos de laTierra, ni en los magnicidios, ni en losmisterios que quedaron sin resolver.

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    El asesinato en la literatura

    Entre las fuentes literarias que se refie-ren a crimenes, se hallan algunoscuentos, como Los dos hermanos, El prnci-pe predestinado, La verdad y la mentira, Set-ne Kaemuiset, y el conflicto de Horus y Seth,por citar algunos de los ms conocidos.

    Otros relatos presentes en papiros (porejemplo, el Papiro BM 10052, que se refie-re a los robos en las tumbas tebanas), algu-nas admoniciones e instrucciones (Admoni-ciones de Ipwer, Instrucciones para el rey Meri-kare), textos funerarios (Libro de los Muer-tos), estelas (Estela del Destierro) y otras na-rraciones recogen el tema de los asesinatos,los castigos o los avisos de lo que podraocurrirles a los transgresores.

    La informacin conservada sobre regici-

    dios es muy limitada, lo que no quiere de-cir que no se cometieran en los muchos pe-rodos de inestabilidad poltica. Se conocenla Instruccin de Amenemhat I (del que se haextrado la informacin para este breve ar-tculo) el Papiro judicial de Turn y otros,sobre la conspiracin contra Ramss III yla Instruccin de Ankhsheshonqy.

    El texto con la Instruccin que Amenem-hat I (1991-1962 a.C.) dirigi a su hijo Se-sostris fue redactado por el escriba Khety yha llegado a travs de numerosas copias enpapiro (Papiro Millingen, papiros Sallier I ySallier II, Papiro Berln 3019), de un rollode cuero (hoy en el Louvre), de tablillas demadera (en Brooklyn) y numerosos ostraca(arcilla cocida) del Imperio Nuevo.

    Capilla Blanca de Sesostris I, joya del Imperio Medio, en Karnak. Fue desmontada y sus materiales,reutilizados en el Imperio Nuevo; la reconstruccin se ha hecho con las piezas originales.

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    El prncipe Thutmosis, primo-gnito de Amen-Hotep III, fueasesinado; lo mismo que elhombre fuerte de ese reinado,Amen Hotep, hijo de Hapu; igual quevisir del Sur, Ra-Mose su pariente, elmayordomo real en Menfis... Todosellos y muchos otros nobles tebanosfueron sacrificados en la conspiracinde Tiy, la primera esposa real, que sealz con el poder absoluto tras el triun-fo de su conjura, con la que elimin to-dos los obstculos para instalar en eltrono a su hijo Amen-Hotep IV y anularel poder de los sacerdotes de Amn enTebas. Este terrible conspiracin polti-co-religiosa dio paso a uno de los pe-rodos ms atractivos de la historia delantiguo Egipto: el amrnico, tiempo dehereja y turbulencias. Sin embargo,apenas fue un suspiro en la Historia: segest, triunf, lleg a su cnit y se de-sintegr en un lapso de tiempo de unossetenta y cinco aos: 1399-1325 a.C.

    Hasta no hace mucho tiempo, se hacontemplado el fenmeno de El Amar-na como algo aislado, sin antecedentesni, casi, consecuentes. En suma, comouna suerte de seta de la Historia. Sin

    FRANCISCO MARTN VALENTN es autor de Los magos del Antiguo Egipto y TERESABEDMAN, de Reinas de Egipto. El secretodel poder.

    Prncipes, nobles y clero de Amn fueron eliminados para cambiar deheredero y eliminar el poder del sacerdocio tebano. Teresa Bedman yFrancisco Martn desentraan la conspiracin que llev al poder a lafamilia de la esposa real, suscitando la fascinante hereja amarniana

    LAS INTRIGASDE TIY Un trono paraAj-en-Atn

    CONJURA EN EL HARN

    Tiy, gran esposa de Amen-HotepIII, llev al trono a su hijo Aj-en-Atn, arrincon al sacerdocio de

    Amn, purg al alto funcionariadoe instal a su familia en el poder

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    embargo, el estudio en detalle de estecurioso proceso evidencia la existenciade una gran conjura. Hoy se puede se-guir el plan urdido desde dentro de lasestructuras de la familia reinante, pla-neado y ejecutado desde el corazn dela mismsima casa real, para llevar a ca-bo lo que podra llamarse golpe deEstado institucional.

    Das de esplendorEl Imperio Nuevo egipcio (1543-1080a.C.) conoci uno de los ms brillantesmomentos de la historia de aquella ci-vilizacin. La dinasta XVIII (1543-1292a.C.) fue, sin duda, la ms importantede cuantas forman parte de aquel pe-rodo. Sus faraones heredaron un pasque haba superado una gran guerra deliberacin nacional frente a los invaso-res hicsos, gracias a la tutela y protec-cin del gran dios Amn de Tebas.

    La admirable combinacin de madu-rez cultural y nuevas influencias asiti-cas y mediterrneas, que en aquellosmomentos florecieron de un modo es-pecial, haban dado como resultado elnacimiento dentro de Egipto de unproceso civilizador sin parangn. Lasactividades cultural, artstica y econ-

    mica, desarrolladas durante los prime-ros decenios de este perodo, habantenido su principal apoyo en dos pila-res fundamentales: el poder religiosodel dios Amn y las campaas militaresemprendidas por los soberanos de estadinasta fuera de las fronteras de Egip-to para crear zonas de seguridad, co-mercio y vasallaje. La actividad militaralcanz su mximo desarrollo en el rei-nado de Thutmosis III (1479-1424 a.C).

    Sin embargo, durante los reinados de

    sus sucesores, Amen-Hotep II y Thut-mosis IV, el nmero de las expedicio-nes militares exteriores fue decreciendoa medida que se afianzaron los intere-ses egipcios en sus zonas de influencia.Los tratados de paz sustituyeron a losenfrentamientos blicos. Comenzaron aestablecerse alianzas de familia por me-dio de matrimonios del faran con lashijas de los reyes de los principales Es-tados que rodeaban el Valle del Nilo.

    La paz, la amplitud territorial, el pro-greso y la riqueza de Egipto llegaron asu cnit durante el reinado de Amen-Hotep III (1387-1348 a. C). No habasido empresa fcil: ese faran era unnio cuando falleci su padre, Thut-mosis IV, pero el pas se mantuvo enpaz y fue ejemplar la estabilidad pol-tica, gracias a los pactos establecidosentre las fuerzas solares de Atn y lasdel todopoderoso sacerdocio amonita(del dios Amn), dominador de Tebas.

    Hasta ese momento, los antecesoresde Amen-Hotep III, haban oscilado ensu relacin con los poderes religiososdesde la sumisin a la tutela del diosAmn de Tebas, hasta la franca hostili-dad hacia ese dios y su clero, ampa-rndose en los antiguos cultos solaresegipcios. Ese distanciamiento era yapalpable en poca de Thutmosis IV yaumentara durante el reinado deAmen-Hotep III.

    Amen-Hotep III, el faran que llev el Imperio Nuevo a su mximo explendor, pero abri paso ala decadencia al enfrentarse con el culto de Amn y al eliminar a sus mejores colaboradores.

    El prncipe Amen-Hotep (Aj-en-Atn) era unenfermo, cuyas deformaciones fsicas sedeban al sndrome de Frlich o al de Marfan.

    Amen-Hotep III llev a Egipto al mayorpoder, pero no advirti que los manejos desu mujer terminaran con la xviii dinasta

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    En este contexto se produjo el en-frentamiento entre los dos grandes po-deres del momento: el del clero tebanode Amn y el de la casa real.

    Un prncipe casi desahuciadoAmen-Hotep III, hijo y sucesor deThutmosis IV, fue el noveno faran dela XVIII dinasta. Estaba casado conTiy, hija de Tuia, que llev el ttulo deOrnamento real, lo que implicabauna posible relacin familiar conThutmosis IV. Tiy, pues, quiz fue hi-ja biolgica de ese soberano y, portanto, medio-hermana de su futuroesposo, Amen-Hotep III.

    Oficialmente, sin embargo, lospadres de la reina Tiy fueron la no-ble dama Tuia y Yuia, general delos carros del faran. Este, segntodas las evidencias, era de ascen-dencia extranjera, mientras que Tuiaperteneca a la nobleza del Egipto Me-dio. Estas especiales caractersticas enlos representantes de la dinasta debie-ron influir notablemente en las relacio-nes familiares y en la personalidad delfuturo heredero del trono.

    Amen-Hotep III y Tiy, primera granesposa real, fueron los padres del prn-cipe Amen-Hotep, cuya fecha de naci-miento se ignora. De su niez se cono-ce slo un documento donde se le citacomo prncipe: un tapn de jarra quelleva la inscripcin Dyeda (grasa) deldominio del Hijo Real VerdaderoAmen-Hotep. No es raro: las fuentesegipcias no solan ocuparse de vicisitu-des de los prncipes reales antes deque alcanzaran la condicin de here-deros al trono. Es posible que nacieraen el palacio real que entonces existaen las cercanas del actual Medinet AbuGhurob o, quizs, en el palacio real deMalkata, en la orilla occidental de laciudad de Tebas.

    Es de suponer, a partir de las muchasimgenes conocidas de este personajerein como Amen-Hotep IV y, al final,como Aj-en-Atn que fue un nio en-fermizo y dbil. Se ha supuesto que pa-deca el sndrome de Frlich, trastornoendocrino que altera las caractersticassexuales de los individuos. Recientesinvestigaciones suponen, sin em-

    bargo, que la enfermedad congnitaque delatan sus imgenes sera el sn-drome de Marfan, lo que explicara quesus descendientes tambin padecieranlos mismo problemas deformantes, talcomo muestra la iconografa de la fami-lia real de Amarna. Parece ms lgicoasumir la hiptesis de una tara fsicaque la de una simple moda de repre-sentacin esttica para explicar el anor-mal aspecto fsico de Aj-en-Atn.

    As pues, y habida cuenta que la tasade mortalidad infantil en el Egipto fa-ranico era muy elevada, la supervi-vencia de este prncipe debi estarsiempre en peligro. En cualquier caso,no era un asunto de Estado relevante,pues el enfermizo prncipe Amen-Ho-tep no estaba destinado a ocupar el tro-no. En los planes de sucesin, el here-dero era el prncipe Thutmosis, posi-blemente fruto de la unin de Amen-Hotep III con Kilu-Hepa, hija del rey deMitanni. La primogenitura de Thutmo-sis, junto con la poderosa influenciaque los pactos de familia con Mitannitenan en aquel momento, eran razonessobradas para que este prncipe fueseel llamado a ocupar el trono de Egipto.

    Sin embargo, existe un detalle des-concertante: los nombres impuestos alos prncipes. Durante la dinasta XVIII,Thutmosis fue el patronmico tradicio-nalmente otorgado a los prncipes rea-les hijos de mujeres que no eran la pri-mera gran esposa real. Amen-Hotep,por el contrario, parece haber sido elnombre impuesto a los prncipes que,por su ascendencia materna o por otrascircunstancias, estaban destinados deantemano a la sucesin al trono.

    Es curioso que, en este caso, se mo-dific la regla tradicional: el varn pri-mognito, aparentemente destinado asuceder a Amen-Hotep III, no era hijode Tiy, la primera gran esposa, en tan-to que el segundo hijo varn de Amen-Hotep III, a pesar de llevar el nombrede su padre y de ser hijo de la primeraesposa real, no estaba destinado a ocu-par el trono de Egipto.

    Crimen de Estado?Tiy no deba encontrarse especialmen-te feliz, dado que no haba podidodar al rey el primer hijo varn, aun-que de ella haba nacido la prince-sa real Sat-Amn, la primognitade los hijos reales. El prncipe

    LAS INTRIGAS DE TIYCONJURA EN EL HARN

    Amn, el dios arrinconado por lahereja amarniana (estatuilla de oro,Nueva York, Metropolitan Museum).

  • Thutmosis estorbaba sus planes... hastaque falleci. Esa muerte debi aconte-cer en torno al ao 26 del reinado desu padre. Aunque falten evidenciasprecisas, todo hace sospechar que setrat de un crimen de Estado.

    Muerto su hermano mayor, Amen-Hotep se convirti en heredero del tro-no. Por entonces, no se sabe si antes odespus de esos acontecimientos, fueinstruido en la ciudad santa de Heli-polis acerca de las antiqusimas doctri-nas solares que hacan del dios Atum-Ra el creador del mundo. A la muertede Thutmosis es probable que su her-manastro heredase todas las funcionesy cargos que haban pertenecido alprncipe muerto.

    Basndose en estas consideracionesse supone que Amen-Hotep habra ocu-pado tambin el puesto de Sumo Sacer-dote del clero del dios Ptah de Menfis,lo que le otorgaba el ttulo de El msgrande de los artesanos, que le respon-sabilizaba del diseo o supervisin detrabajos artsticos de todo tipo. Durantesu estancia en Helipolis debi estar ba-jo la tutela de un cortesano de toda con-fianza, como era tradicional; ste pudohaber sido un tal May, Escriba Superiorde las Tropas e Inspector jefe del gana-do del Templo de Ra.

    Es obvio, por todo ello, que la muer-te de Thutmosis desvi absolutamentela trayectoria de los acontecimientos

    polticos y religiosos de Egipto. El par-tido de la ortodoxia del dios Amn sequed sin representante, frente a losdesignios de la reina Tiy y su familia.

    Atn se imponeLas investigaciones ms recientes dejanclaro que el acceso al trono del prnci-pe Amen-Hotep tuvo lugar en plenoincremento de la influencia de los cul-tos solares que haban comenzado a

    introducirse durante los dos reinadosanteriores y estaban incidiendo profun-damente sobre la situacin religiosa.Amen-Hotep III y su entorno familiarhaban otorgado, ya a partir de una ini-ciativa de su padres, un predominio alculto solar, en detrimento de los intere-ses del clero tebano del dios Amn.

    Se estaban imponiendo, tambin, co-mo poltica de Estado las ideas de uni-versalidad y asimilacin del rey con elpropio dios Amn-Ra. Esta teologa delpoder, recogida en unas inscripcionesexistentes en la cara este del tercer p-lono del Templo de Karnak y denomi-nada doctrina del Amn imperial, au-ment progresivamente durante el se-gundo decenio del reinado de Amen-Hotep III. Pero dentro de esa deifica-cin faranica, todava dentro de in-fluencia oficial atoniana, se constata lacreciente importancia del Atn (o Dis-co Solar), como objeto de culto. Porejemplo, el texto del escarabeo conme-morativo del undcimo ao de Amen-Hotep III, consigna que ... Su Majestadcelebr el Festival de la apertura de loslagos en el tercer mes de Ajet... (cuan-do) Su Majestad paseaba dentro de labarca solar Atn Resplandece.

    Para referirse a Amen-Hotep III, lasinscripciones hablan de Neb-Maat-Ra:El Disco (Atn) Solar Resplandecien-te. Incluso en el Templo de Luxor, elrey se haca llamar Soberano como

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    La mujer era la madre divina que habadado vida al Horus reinante. Sin ellano habra reyes; sin embargo, no se le per-mita exhibir su condicin de poseedoradel poder real. Teresa Bedman acaba depublicar una obra de sumo inters para lalegin de los amantes de la egiptologa, enla que desvela no slo la naturaleza del po-der en el antiguo Egipto, sino el extraordi-nario papel desempeado en l por la mu-jer: la reina como transmisora de herencia,pero, tambin, como faraona, aunquecuando se cea la corona surgan los pro-blemas: una veces era aceptada, pero sunombre sera borrado posteriormente delas listas reales, como le ocurri a la sobe-rana Meryt-Neith, de la I dinasta; otrasterminaron arrojadas del trono, como lesucedi a Hatshepsut, nieta de reina, hija y

    esposa de reyes, que accedi al trono me-diante un golpe de Estado matriarcal se-gn segn ha considerado la historiografa

    clsica, juicio que la autora rechaza, pues laconsidera rey por derecho propio.

    Y fue a partir de su reinado, en la dinas-ta XVIII del Imperio Nuevo, cuando seinstaur el harn real, que satisfaca las ne-cesidades de las esposas y concubinas delfaran y la educacin de sus hijos. En esosgineceos fermentaron todo tipo de pasio-nes, ambiciones y, finalmente, conspiracio-nes, como la de Tiy y la de Tiyi, tratadas eneste dossier. Un libro fascinante para cono-cer los mecanismos del poder en el antiguoEgipto y el papel de la mujer dentro de l.

    DAVID SOLAR

    TERESA BEDMANReinas de Egipto. El secreto del poder

    Madrid, Oberon, 2003256 pginas, 20

    El poder del harn

    Amen-Hotep III termin siendo un juguete enmanos de la reina Tiy y de su enfermosucesor, Amen-Hotep IV (Aj-en-Atn).

  • Atn, duradero como Atn es durade-ro, corredor veloz como Atn. Estadivinizacin de Amen-Hotep III alcan-z su punto culminante con motivode la celebracin de su primera FiestaJubilar en el ao 30 del reinado. Apartir de ella se convirti, definitiva-mente, en una nueva y poderosa divi-nidad: El Atn Resplandeciente o ElGran Atn Viviente, el que est en laFiesta Sed.

    Asociado al tronoEsa era la situacin cuando accedi altrono de Egipto Amen-Hotep IV, comocorregente junto a su padre. No debatener ms de quince o diecisis aoscuando fue coronado en Hermonthis, lallamada On del Sur, ciudad solar delAlto Egipto, tal como parece indicar elcontenido de su titulatura real: Aquelque lleva puesta las Coronas en On delSur, que hace referencia a tal aconteci-miento. En Hermonthis se renda cultoa Montu, dios guerrero tebano, que te-na en su conformacin teolgica gran-des implicaciones solares. Obviamente,fue utilizado por la casa real en el de-sarrollo de su estrategia de aislamientodel dios Amn y de su clero.

    La artfice de la conspiracin parecehaber sido la reina Tiy, que haba infil-trado a sus parientes en todas las esfe-ras del poder civil y religioso. As logrque se designara a su hermano Aanen,que ya era Sumo Sacerdote del diosMontu, para ocupar el cargo de Segun-do Sacerdote del dios Amn.

    Fue precisamente este Aanen el en-cargado de dirigir los oficios religiososde la coronacin de Amen-Hotep IV,en el templo del dios Montu. Todoquedaba en la familia. Al tiempo, su la-bor poltica respecto a Amn debi es-

    tar en abierta oposicin a los interesesdel clero de este dios, tanto que seracesado en tales funciones sacerdotalesmuy poco despus... La confrontacininterna por el poder religioso y polti-co haca saltar chispas.

    Con la coronacin de su hijo, laconspiracin de Tiy (aunque, proba-

    blemente, tambin intervenan otrospoderes desde las sombras) estaba apunto de lograr sus objetivos. No esdemasiado complicado suponer cmose haba ido tejiendo silenciosa y len-tamente el entramado de la revolucinreligiosa que, finalmente, estallara deforma incontrolada. Su desarrollo obe-

    deci a un proyecto perfectamente co-herente. Thutmosis IV, abuelo de Aj-en-Atn, haba sido elegido por eldios solar Ra-Hor-Ajty para reinar, se-gn l mismo declara en las inscrip-ciones de sus monumentos. En conse-cuencia, su hijo Amen-Hotep III pro-ceda de la sangre de un elegido del

    dios sol y se converta en el disco so-lar resplandeciente. En virtud de talprincipio, poda divinizarse a s mismocomo imagen del sol. A su vez, su hi-jo y sucesor, el futuro Amen-Hotep IVAj-en-Atn, sera el hijo en la tierradel propio disco solar resplandecientehecho hombre y, adems, su Sumo Sa-cerdote. Es seguro que la persona opersonas que disearon esta estrategiapoltico-religiosa para alcanzar el po-der absoluto posean una mentalidaddivorciada de la tradicin egipcia...Debe recordarse que por las venas dela reina Tiy corra sangre extranjera.

    Jubileo antagnicoCon motivo del trigsimo aniversariodel reinado de Amen-Hotep III, el cle-ro de Amn decidi organizar la cele-bracin de la primera fiesta jubilar delrey, su primer Heb-Sed. Con esa fies-ta, dentro de la mejor tradicin fara-

    91

    Aj-en-Atn,considerado como el

    faran mstico o elprimer monotesta de

    la Historia, debi eltrono a las intrigas

    de su madre; elmonotesmo

    atoniano ya estabaen marcha cuando l

    naci (El Cairo,Museo Egipcio).

    LAS INTRIGAS DE TIYCONJURA EN EL HARN

    La reina Tiy llev al trono a su hijo ylogr el poder para su familia, eliminandocompetidores con pretextos religiosos

  • nica, se regenerara mgicamente elpoder y la vitalidad del viejo rey, paraseguir rigiendo las Dos Tierras. En lamisma fecha la familia real decret lacelebracin de otro Festival Sed, stededicado por el rey corregente, Amen-Hotep IV, a su nuevo dios y padre, elAtn viviente. Esta Fiesta Sed era deuna naturaleza especial, puesto queAmen-Hotep IV no haba llegado, ob-viamente, al trmino de los treintaaos en el trono que tradicionalmentese necesitaban para proceder a dichacelebracin. Coincidiendo con ella, seacord inscribir el nombre del nuevodios Atn en un cartucho real: El Vi-viente Ra Horus de los Horizontesque se regocija en el horizonteen su nombre de luz (Shu) queest en el disco (solar), el Vi-viente, el Grande, Aqul que esten Jubileo, el Seor del Cielo yde la Tierra.

    Dichas ceremonias se celebra-ron en la zona este del temploKarnak y en alguna otra edifica-cin construida al efecto en lascercanas de aqul lugar. Con estemotivo se ordenaron impuestos extra-ordinarios a todos los cultos y templosde Egipto para pagar los gastos de lasfiestas. As pues, al mismo tiempo queviejo el rey era rejuvenecido y renova-do por el oficial sistema amonianopara seguir reinando bajo la proteccindel dios tebano, la reina Tiy, su hijo yel resto de sus familiares y allegadosorganizaron una ceremonia paralelapara consagrar al anciano rey como elpropio dios Atn viviente, para sustraeral soberano del influjo de los sacerdo-tes del dios Amn.

    Deificacin solarEl viejo Amen-Hotep III deba estarplenamente de acuerdo porque des-pus de la celebracin de este jubileogust autonombrarse como Iten Tche-hen (El disco solar resplandeciente).As sera un dios y, por tanto, no nece-sitara de la ayuda divina de ningnotro. La confirmacin de esta idea laproporcion el hallazgo, a finales deenero de 1989, de una magnfica escul-tura de cuarcita roja en el ngulo suro-este del patio solar del templo de Lu-xor. La estatua, datable en el primer ju-bileo del rey, muestra a Amen-HotepIII viviente y bajo el aspecto de dios

    solar Ra-Hor-Ajty-Atum. Es decir, al fa-ran convertido en el propio dios Ra.

    A pesar de que el texto inscrito en laestatua est dirigido a honrar al diosAmn-Ra, puesto que fue elaborada,para alzarse en su templo de Luxor, to-das sus caractersticas evidencian muyclaramente la identificacin del sobera-no con el dios solar, en cada uno desus diferentes aspectos teolgicos.

    La coexistencia de los dos mundosantagnicos, el de la reforma solar pro-piciada por la reina Tiy y su hijo Amen-Hotep IV, y el tradicional del diosAmn, que pujaban por obtener el mo-nopolio del poder religioso de Egipto,no podra sostenerse por mucho mstiempo.

    Todo estaba dispuesto para asestar elgolpe de gracia a la estructura del po-der amoniano. Para ello, los conjura-

    dos deban deshacerse de los servido-res de Amen-Hotep III que se contaranentre los seguidores del dios tebano.En primer trmino, del hombre clave:Amen-Hotep, hijo de Hapu, eminenciagris de aquel reinado, que representa-ba el poder de Amn frente a los de-signios de Tiy y su familia.

    El da 26 del primer mes de la esta-cin Ajet (inundacin) del ao 31 delrey (hacia finales de nuestro mes deagosto del aos 1357 a.C), cuando anno haban transcurrido tres meses des-de el Jubileo de Amen-Hotep III, unatrgica noticia sacudi Tebas y todoEgipto: El sabio Amen-Hotep, hijo de

    Hapu, ojos y odos del faran, co-razn latiente de la Tierra Negra,haba muerto.

    El triunfo de la conspiracinAunque el propio rey asisti a lashonras fnebres de su leal conse-jero y dict personalmente el so-lemne decreto fundacional deltemplo funerario de Amen-Hotep,fue inevitable que se esparciera

    por todo el pas, de boca a odo, laterrible sospecha de que el honorabley poderoso anciano haba sido traido-ramente asesinado. Egipto qued pa-ralizado y el presentimiento de quenada ni nadie sujetara ya la malignafuerza que amenazaba con destruir latierra bien amada atenaz las gargan-tas y los corazones. Todas la miradasse volvieron entonces hacia los oscu-ros perfiles de la primera gran esposareal Tiy y su enfermizo y enloquecidohijo.

    Desaparecido el sabio Amen-Hotep,

    hijo de Hapu, el pas del Nilo cambide rumbo. Con l fueron enterrados lospoderes del clero de Amn y se que-braron las relaciones entre la Casa Realy el clero amoniano.

    De inmediato comenzaron las perse-cuciones contra algunos altos funcio-narios de la corte. Fue cesada en suspuestos una serie de nobles cortesanosque haban estado unidos al viejo go-bernante y que haban participado en

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    Amen-Hotep, hijo de Hapu, el sabio quehaba gobernando a la sombra del faran, fueeliminado por Tiy (El Cairo, Museo Egipcio).

    En aquellos momentos, todo estabadispuesto para asestar el golpe de graciaa la estructura de poder amoniano

  • la celebracin del Festival Sed del fa-ran. Uno de ellos fue el visir del Sur,Ra-Mose. Probablemente, ambos per-sonajes estaban unidos por lazos deparentesco. La destitucin de Ra-Mosedebi producirse durante los mismosfunerales de Amen-Hotep hijo de Ha-pu. De hecho, ya no era visir cuandose otorg el decreto de la fundacinfuneraria de su protector y amigo. Sumuerte debi producirse inmediata-mente despus: su tumba en Gurnah(TT 55) hubo de habilitarse rpida-mente para su enterramiento, a pesarde que no estaba concluida. Otro im-portante personaje, medio hermano deRa-Mose y tambin llamado Amen-Ho-tep, fue destituido como mayordomodel rey en Menfis. Se sabe que su hijoIpy ocupaba sus puestos en la corteantes de que concluyera en el ao 31,por tanto, debi fallecer casualmenteentre los aos 30 y 31 del reinado delfaran.

    Durante la celebracin del segundoy tercer jubileos de Amen-Hotep III, enlos aos 34 y 37 de su reinado, se su-cedieron nuevas persecuciones de no-

    bles tebanos. Sus tumbas fueron asal-tadas y borrados los nombres de losdioses Amn, Mut, su esposa, y Jonsu,el hijo de ambos.

    En el ao 36 del reinado parece queel viejo Amen-Hotep III se encontrabamuy enfermo y ya apartado de todo ensus aposentos, bajo la vigilancia de suesposa, la reina Tiy. Se le envi unaimagen de la diosa Ishtar de Nnivecon pretendidas propiedades curati-vas, que no pudo obrar milagro algu-no contra la verdaderas causas del malque le aquejaba.

    Amen-Hotep III muri, probable-mente al inicio de su ao 39 de reina-do, coincidiendo con el duodcimoao del de su hijo, que ya para enton-ces haba cambiado de nombre y se lla-maba Aj-en-Atn El espritu luminosode Atn.

    La conspiracin haba triunfado. Lafamilia de Tiy, de evidente origen ex-tranjero, se haba instalado en el tronode Egipto. Desde esta atalaya habacolocado a sus miembros en los msimportantes puestos de la realeza, elclero, el ejrcito y la administracin,

    llevando a cabo una autntica purgaen las estructuras de poder del diosAmn, a quien la dinasta deba lasvictorias sobre los extranjeros y sugrandeza. As se sustrajo al faran delpoder tutelar del dios y de su clero,poniendo el destino de la Tierra delNilo en manos de gentes ajenas almundo egipcio.

    Las consecuencias de la conspira-cin estn a la vista: Tiy hizo casar asu hijo, Amen-Hotep IV Aj-en-Atncon su sobrina Nefert-Ity, que era, hi-ja de otro hermano de la reina, el Pa-dre Divino Ay. Este proceloso perso-naje probablemente se implicara en elposible asesinato del joven rey Tut-Anj-Amn, sucesor de los monarcasherticos, y se apropi sin legitimidadalguna del trono de Egipto (ver LaAventura de la Historia, n 49, El mis-terio de Tut Anj-Amn, noviembre,2002). El circulo estaba cerrado. Se hi-zo necesaria la intervencin de un ge-neral, el futuro faran Hor-em-Heb,para restaurar el orden vulnerado deEgipto. Como puede verse, nada nue-vo bajo el sol.

    93

    LAS INTRIGAS DE TIYCONJURA EN EL HARN

    Nefer-Ity, sobrina de Tiy, esposa de Aj-en-Atn. Su boda fue unescaln ms en la conquista del poder por aquella familia extranjera.

    Aj-en-Atn y Nefer-Ity. Laesposa viste al faran-dios, bajo

    la proteccin de Atn (Berln,Museo Egipcio).

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    Ramss III estaba enfermo y la situacineconmica de Egipto era catica. Jess Trellodesenmaraa la conspiracin tramada en el harnpara cambiar de heredero, lo que precipit lamuerte del faran y abri un proceso queimplic a las ms altas jerarquas polticas,militares y religiosas

    MEDINET-HABU

    La puerta fortificada de la fa-chada oeste del Palacio de Me-dinet Habu se abri sigilosa-mente y por ella penetr ungrupo de conspiradores que se desple-garon por las dependenciales palacia-les. Saban adnde iban, pues algunosconocan el edificio y, adems, conta-ban con guas y cmplices situados enel interior. Era el 15 del 2 mes de she-mu del ao 32 del reinado de RamssIII (1153 a.C.). Qu ocurri despus?Lograron los conjurados llegar hastael faran o fueron interceptados por laguardia? Estas incgnitas no han sidodesveladas por la documentacin dis-ponible, pero se conocen numerososdatos precisos: falleci el faran Ram-ss III, cuya precaria salud debi que-dar mortalmente afectada por aquellosgraves sucesos, en los que estaban im-plicados familiares, amigos e impor-tantes funcionarios reales. Le sucedisu hijo, el prncipe Ramss, el induda-ble beneficiado por aquella crisis, quereinara como Ramss IV. Hubo un so-nado proceso, en el que fueron acusa-das 38 personas del harn, de la fami-lia real, de la administracin, del ejr-cito y del sacerdocio y 34 sufrieron la

    pena capital. Aquellos sucesos precipi-taron el declive ramesida. El ImperioNuevo llegaba a su ocaso.

    Situacin explosivaCmo se lleg a una situacin en laque se cuestionaba al faran, Horus so-bre el trono de Kemet, hijo de dios?,Por qu fue apoyada por altos cargosde la administracin que haban servi-do fielmente al rey durante ms de uncuarto de siglo? La respuesta habraque buscarla en el deterioro econmi-co y la corrupcin que haban llevadoal pas a una situacin social explosiva,cuya manifestacin ms evidente fue lahuelga (la primera conocida y perfec-tamente documentada) de los trabaja-dores de la tumba del faran.

    Con esta crisis como teln de fondo,tuvo lugar la gran Conspiracin delHarn, que se sald con el fracaso delos conjurados, pero el bando vence-dor no logr frenar el caos econmiconi las altsimas tasas de inflacin. Lacrisis se complic con una quiebra so-cial y moral, que dio lugar a actos es-candalosos e impos (como el saqueoy violacin de las tumbas de los re-yes). El deterioro poltico llev a lafractura del pas, al ocaso de la XX di-nasta, dando paso a la etapa de ines-tabilidad conocida como Tercer Pero-do Intermedio. Qu hubiera ocurrido

    JESS TRELLO, egiptlogo, es autor de Ram-ss III: Un faran guerrero a finales del Segundo Milenio a.C.

    Escena del Harn de Ramss III.Dibujo realizado a partir de losrelieves de Medinet Habu (por Carlos Fernndez).

  • 95

    La conjura de la reina madre

    CONJURA EN EL HARN

  • 96

    si hubiese triunfado la Conspiracindel Harn? Nunca lo sabremos.

    El prncipe malditoParece que el propsito de la conjuraera elevar al trono a Pentaur, un perso-naje del que se sabe muy poco. Paraempezar, Pentaur no era ni su autnticonombre. La informacin recogida en elPapiro Judicial de Turn dice: Pen-taur, al que se le ha dado este otronombre. Lo que se interpreta comouna condena al eterno olvido, al perdersu autntico nombre; es decir, la muer-te tambin en el Ms All. Pero cabeotra interpretacin: su otro nombre,que no se menciona, podra haber sidoel elegido para su coronacin comonuevo rey de Egipto cuando triunfara laconjura. Sea como fuere, se desconocesu nombre y su cargo. Slo se sabe que

    era un personaje importante, hijo de Ti-yi y esto porque fue acusado de estarconfabulado con ella cuando conspira-ba con las mujeres del harn, preparan-do la rebelin contra el faran, su seor.

    La participacin de Pentaur podrahaber consistido en franquear el cami-no a los conspiradores hacia el faran,dada su alta posicin y su proximidada Ramss III. Y su meta sera, en ltimotermino, alcanzar la corona del Alto ydel Bajo Egipto. Evidentemente los tex-tos ni lo dicen ni hubieran podido de-cirlo, puesto que, en el orden de suce-sin al trono divino redactado porquienes ganaron la partida no cabrani plantearse tal posibilidad.

    El tribunal lo encontr culpable. Pe-ro tuvo en cuenta su alto rango. Y as le dejaron donde estaba; l tom supropia vida Se suicid. El lugar de

    enterramiento se desconoce, aunque seha especulado sobre si la inacabadatumba n 41 del Valle de los Reyes, pu-do ser su ltima morada.

    Los hijos del faranNo se ha hallado documentacin quepermita conocer la voluntad de RamssIII respecto a su sucesin. En el relatode acontecimientos polticos y blicosque figura en los muros de MedinetHabu, se hace referencia al prncipecoronado, pero no se da el nombre.Aparece junto a su padre, pero sin ttu-lo alguno que le presuponga herederooficial o su orden de sucesin. En Kar-nak aparecen dos hijos de Ramss III,con sus nombres y ttulos: El escribareal, comandante en jefe del ejrcito,hijo del rey, de su propio cuerpo, Ram-ss, justo de voz que reinar despuscomo Ramss IV, y el escriba real, ge-neral del ejrcito de carros, hijo del rey,de su propio cuerpo, Ramss Amon-herjepeshef, justo de voz, que accedial trono como Ramss VI. El cargo decomandante en jefe del ejrcito, en estapoca de permanente conflictividad,era habitualmente desempeado por unprncipe destinado al trono. Por tanto,esto podra ser una buena pista acercadel proyecto sucesorio del faran.

    En cualquier caso, Ramss IV no pa-rece ser el hijo primognito de RamssIII, pues su padre haba preparado unatumba para l (la QV 53) en el Valle delas Reinas, donde, adems de las espo-sas reales, solan enterrarse los prnci-pes no reinantes. Por tanto, cuando seexcav la tumba no estaba prevista suascensin al trono.

    Eso plantea un sinnmero de hip-tesis: Era Pentaur el hijo primognitoy Ramss IV usurp su puesto apoya-do por una parte de la elite dominan-te? Estaba Pentaur casado con una delas princesas del harn, lo que le haraidneo para la sucesin? Fue acusadode participar en la conspiracin juntocon su madre; por ello, algunos auto-res presuponen que era un nio quean viva en el harn. Pero esta raznno es muy consistente, pues los prn-cipes egipcios no eran separados depor vida de sus madres, sino que ten-an libertad para visitarlas.

    Tampoco puede afirmarse que Pen-taur fuera el primognito, puesto quehubo tres prncipes que murieron antes

    Sala de Audiencias del Palacio de Ramss III en Medinet Habu. El palacio se encontrabaadosado al lado sur del templo (foto, Jess Trello).

    Hablan los papiros

    El azar ha permitido que llegaran hastanosotros varios documentos relativos ala conspiracin: el Papiro Judicial de Turn;dos partes de otro documento conocidascomo Papiro Lee o Papiro Rollin, que refie-ren las prcticas mgicas utilizadas; el Pa-piro Rifaud, que confirma que la conjurafue contra Ramss III y el Papiro Varzy,donde hay tres lneas referidas a la acusa-cin contra uno de los procesados, posible-mente Shadmesedjeret. No obstante, la re-lacin de este ltimo documento con la

    conjura, est en discusin actualmente. To-dos los documentos estn escritos en hier-tico. El grueso de la informacin acerca deesta conspiracin est contenida en el lla-mado Papiro Judicial de Turn. A pesar delnombre, este documento no parece quefuese un texto judicial. Quiz se trataba msbien de un texto que tena como funcinproteger al rey en el Ms All contra unaeventual venganza de los condenados. Eraun texto sacralizado, que deba surtireficacia mgicamente.

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    incluso que su propio padre, RamssIII; en la tumba de uno de ellos, Para-herunemef, se puede leer el de Carre-ro del Gran Establo de Ramss Heqaiu-nu, de la corte de Ramss Heqaiunu,Primer hijo del Rey, de su Majestad.

    Pasin de madreY Tiyi? Quin era este personaje?. Tiyiaparece citada dos veces. La primera,cuando se conden al Jefe de la Cma-ra, Paybakkamen, por haberse confabu-lado con ella. La segunda, cuando seconden a su hijo, tambin por haberconspirado con ella. Ambos, Paybakka-men y Pentaur, murieron por la mismacausa. Toda la conspiracin parece giraren torno a esta mujer, de la que no sesabe casi nada. Se supone que fue unaesposa secundaria, pero tambin pudoser la madre o la suegra de Ramss III.Se sabe que fue acusada, pero se igno-ra su condena, si es que la hubo y no seconoce con seguridad su tumba.

    Pero, qu fue lo que permiti queabrigara esperanzas de xito en su com-plot? El complejo templo-palacio deMedinet Habu podra proporcionar al-guna pista: all hay varias representacio-nes de una reina participando en fiestasy ceremonias. Por ejemplo, en los relie-ves grabados en piedra correspondien-tes a las fiestas del dios Min, en las queera necesario el concurso de una reina.Parece lgico que Ramss III hubieseinscrito el nombre de su esposa favori-ta, como lo haban hecho faraones an-teriores: Ramss II con Nefertari oAmenhotep III con su esposa Tiy...

    Sin embargo, en los relieves se ob-serva que el cartucho donde deba apa-recer el nombre de la reina ha sido in-tencionadamente raspado, eliminandolos jeroglficos hasta el punto de hacer

    imposible su lectura. Evidentemente, setrata de la condena al olvido de una rei-na maldita. Y nadie tuvo ms probabili-dades de ser considerada maldita que laderrotada Tiyi, pues crey que podrausar su posicin junto al rey para legiti-mar como nuevo faran a un hijo.

    Se desconoce cuntas esposas tuvoRamss III, pero existen referencias deal menos, dos: Isis y otra cuyo nombrese ignora. La gran esposa real Isis tienesu nombre grabado en la base de unaestatua situada en el lado oeste de la en-trada del templo de Ramss III, en el re-cinto de Mut. Otro monumento que aso-cia a esta esposa real con Ramss III, de

    forma indirecta, es la tumba QV 51, queRamss VI, prepar para su madre, lareina Isis, en el Valle de las Reinas.

    La segunda esposa real podra habersido la reina Tyti, quizs madre de Ram-ss IV, enterrada en el Valle de las Rei-nas (tumba QV 52) junto a varios de loshijos de Ramss III, con un programaiconogrfico y estructural muy semejan-te al de ellos. Esta Tyti tambin pudohaber sido hija-esposa de Ramss III,pero no es seguro. Y, por ltimo, que-dara Tiyi, cuyo nombre fue, quizs, eldestruido en los muros de Medinet Ha-bu; debi ostentar el ttulo de Gran Es-posa Real, lo que explicara el gran n-

    MEDINET-HABUCONJURA EN EL HARN

    Ramss III presenta ofrendas al dios Amn, en Medinet Habu. El clero, especialmente elvinculado a las prcticas mgicas, estuvo directamente implicado en la conspiracin.

    Relieves en el Templo de Medinet Habu,probable escenario donde se desarroll laConspiracin del Harn (Foto: J. Trello).

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    mero de personajes de alto rango quese unieron a su conspiracin.

    El enigma de este personaje ha sus-citado gran inters, por lo que muchosprestigiosos egiptlogos se han lanza-do hasta hoy, infructuosamente a re-leer de nuevo los textos de los papiros,los relieves de Medinet Habu y los pro-gramas decorativos de las tumbas delValle de las Reinas, tratando de recons-truir quin era y cul fue su puestodentro de la familia real.

    Los conspiradores del harnLa conspiracin parece que estaba diri-gida desde el harn real una gran ins-titucin que daba cobertura a las nece-sidades de reinas y prncipes con par-ticipacin de la alta administracin delEstado, del ejrcito y del clero. Pero, dequ se trataba? Qu hicieron los cons-piradores y cmo lo hicieron? La princi-pal acusacin asevera que el Jefe de laCmara, Paybakkamen, se haba confa-bulado con Tiyi y las mujeres del harnpara sublevar al pueblo contra el rey.

    En la primera lista de acusados, esidentificado Paybakkamen, el Jefe de laCmara, como principal encausado y l-der de la conspiracin, confabuladocon la reina Tiyi. Es el personaje ms ci-tado en el sumario. Posiblemente, for-maba, junto con Payiri, hijo de Ruma, elncleo principal de los conspiradoresdentro de la administracin civil. Tam-bin fueron encausados los ms altos

    funcionarios del harn, que apoyaron aTiyi: el Director, llamado aqu Panik (eldemonio), y dos de sus inmediatos co-laboradores. Adems fueron castigadosel Subdirector y siete funcionarios mspor no haber informado, a pesar de te-ner conocimiento de los planes de losconspiradores.

    Los conjurados haban conseguido lacolaboracin de personas del interior,las cuales tendran como misin facili-tar informacin a la gente del exteriory franquear la entrada al palacio. Losagentes del exterior deban aprovechar

    la congregacin de la multitud queacudira a la celebracin de la BellaFiesta del Valle (Ver Fiestas Tebanasen La Aventura de la Historia n 23)para ponerla a favor de la causa de losconspiradores.

    Un grupo de mujeres seis, en totalmuy activo, fue el de las esposas de losHombres de la Puerta del harn. Sedesconocen sus nombres, pues sonmencionadas colectivamente, pero sesabe que tambin fueron castigadas.

    Una parte del ejrcito estaba deacuerdo con los conspiradores y pres-ta a intervenir. La mandaba el general

    Pas (El calvo), y tambin el jefe de ar-queros del Kush (el ejrcito de Nubia),Beyenemwese, hermano de una de lasmujeres del harn. Beyenemwese fuequien recibi la seal para el inicio dela rebelin: Levantad al pueblo, susci-tad disturbios para hacer la rebelincontra nuestro seor.

    El clero tambin particip activamen-te en la rebelin, fundamentalmentepor medio de sus habilidades y cono-cimientos de magia. Particip Pareka-menef, el cual era mago; tambinestuvo implicado Iroi, Supervisor delos Sacerdotes Puros de la diosa Sejmety dos escribas de la Casa de la Vida,Messui y Shaaedmasdjer.

    Las prcticas mgicas parece que seconcretaron en la utilizacin de figurasde cera y textos escritos. De la lecturade los Papiros Lee y Rollin se deduceque, aparentemente, slo se utiliz lamagia en una parte de la operacin: laque deba neutralizar la guardia a finde abrir el acceso hasta el rey. Y esto lolograron los conspiradores, que consi-guieron franquear la entrada y desple-garse por el interior del palacio. Portanto, parece que la magia fue eficaz,pero ningn documento dice que fue-se utilizada para asesinar al rey.

    En cuanto al poderoso clero deAmn, se sabe que el principal acusa-do de la conspiracin era Paybakka-men, un mote que significa el servidorciego. Algunos autores creen que trasl se esconde un nombre bastante co-

    rriente (Pa)-Bakenimen, es decir el ser-vidor de Amn. De ello se deduce que,probablemente, una parte del clero deAmn tambin apoyaba la conspira-cin sucesoria que acab derrotada.

    La administracin del Estado tena unimportante representante entre los im-plicados: Payiri, hijo de Ruma, el cons-tructor de la Casa de Millones de Aosdel Rey Ramss III, Unida con la Eter-nidad en el Dominio de Amn, es de-cir lo que hoy conocemos como Medi-net Habu. Payiri era Director del Teso-ro en aquella poca y haba servidofielmente al rey durante ms de 25

    Puerta este de Medinet Habu, a la que se poda acceder por medio de una escalinata desde elNilo. Similar a ella era la del oeste, por la que penetraron los conspiradores en el palacio.

    La conspiracin de Tiyi cont con muchoscmplices en el harn, la administracin,el ejrcito y el clero, pero fracas

  • ra de la rutina habitual, msicas, movi-miento de gentes a horas intempesti-vas... Todo ello facilitara la congrega-cin de un mayor nmero de conjura-dos y un ms fcil acceso al interior delpalacio. El rey deba confiar ms en losextranjeros que en los nativos. Su guar-dia personal era de mercenarios sharda-na, y la persona que supuestamentecondujo a los conspiradores por el inte-rior del palacio fue el llamado Idereme(Idrm), un trmino geogrfico relativo auna ciudad palestina.

    Los conspiradores traspasaron laspuertas, pero se ignora si llegaron has-ta el rey y lo que hicieron en este caso,puesto que no le causaron la muerte in-mediata. Acaso intervino la guardiapersonal cuando estaban a punto dellegar hasta el rey? Quizs se apodera-ron de l, pero fueron interrumpidospor los guardias sin acabar su misin?.La momia de Ramss III no presentaheridas de arma, lo que indicara queno le ocasionaron dao fsico alguno.Sin embargo, es difcil desligar la conju-

    ra de la muerte del rey, que pudo ocu-rrir el 15 del tercer mes de shemu deese mismo ao, es decir aproximada-mente un mes despus de los hechos.Eso abre la hiptesis de que la terriblesituacin planteada pudo acelerar su fi-nal o haber sido la causa directa delmismo. Otras interpretaciones buscanexplicar esta diferencia de fechas enerrores de los escribas o en atribuir sen-tido metafrico a determinados textos.

    Sea como fuere, Tiyi fracas. Los dosprncipes Ramss (a continuacin, Ram-ss IV) comandante en Jefe del Ejrcitoy su hermano Amonherjopeshef (futuroRamss VI) general del ejrcito de ca-rros, parece que estuvieron de acuerdoen abortar la conspiracin. Los conjura-dos fueron encausados y llevados anteun tribunal para ser juzgados.

    Los escribas que redactaron el Papi-ro Judicial de Turn parecen escribir aldictado de Ramss III en el comienzodel proceso: Yo he confiado a (aquse cita a los jueces) ... la siguiente mi-sin: (en este apartado se describen las

    99

    aos Por qu conspiraba contra l?.Tambin estaba implicado Penhuybin,un colaborador de Payiri, que ocupabael puesto de Director del Ganado y va-rios mayordomos reales; es decir, hom-bres de la ms absoluta confianza delrey Por qu iban a serle infieles des-pus de tan dilatada lealtad?

    Lucha sucesoriaAn no se ha hallado documento algu-no que aclare el propsito de la cons-piracin, pero cabe construir una hip-tesis lgica. Si el golpe lo tramaron pa-rientes y amigos del faran y si no tra-taron de matarle, pude suponerse quelos conspiradores nicamente deseabanacceder hasta l para convencerle deque cambiara su testamento y evitara elascenso al trono del prncipe Ramss.Querran persuadir a Ramss III de queera mucho ms conveniente designarcomo heredero al prncipe Pentaur. Es-to deba ocurrir cuando el rey era yaanciano, con unos 65 70 aos y se en-contraba muy enfermo (el anlisis de lamomia de Ramss III revela que el reysufra una severa arterioesclerosis).

    La enfermedad del rey y la incerti-dumbre sucesoria se uniran as a la p-sima situacin socio-econmica, lo quepermite suponer que la corte y la fami-lia real deban vivir sumidos en la in-certidumbre y la angustia, lo que facili-tara mucho la captacin de voluntadesen pro de la conspiracin. Ese clima deconjura y sospecha provoc una situa-cin de acoso en torno al rey, al puntode que se temiera por su vida. Eso pa-rece desprenderse de las fuertes medi-das de seguridad adoptadas en torno alrey. Precisamente, muchos condenadoslo fueron por vulnerar esas medidas.

    Los conspiradores tenan que fran-quear la puerta oeste de Medinet Habu.Ha desaparecido, pero se sabe bien co-mo era, por su similitud con la que ac-tualmente existe en el este. Cerca de ellase encontraba el harn del palacio.

    El golpe tuvo lugar durante la Fiestade la Llegada del Dios, en la celebracinde La Bella Fiesta del Valle, que era elmomento en el que el dios Amn visita-ba Medinet Habu. Esto permite una da-tacin precisa: el 15 del 2 mes de she-mu (Smw) del ao 32 del reinado deRamss III. La Bella Fiesta del Valle eramotivo de gran conmocin en la vidade Tebas: afluencia de forasteros, ruptu-

    MEDINET-HABU

    Escena ntima de Ramss III con una princesa en el harn, segn relieve del Migdol deMedinet-Habu. En otras escenas, acaricia a las princesas en la barbilla y es acariciado porellas, o juega una partida de senet con las jvenes, mientras es obsequiado con flores y frutas.

  • tareas) No obstante, cuando co-menz el proceso, Ramss III ya habafallecido, puesto que se le mencionaconstantemente como el gran dios,calificativo que en esta poca solo seaplicaba al rey fallecido. Ms claro an:El Papiro Judicial de Turn, en el p-rrafo correspondiente al nombramientodel tribuna, dice Mientras yo estoyentre los reyes justos, que se encuen-tran ante Amn-Ra, rey de los dioses, yante Osiris, gobernador de la eterni-dad Es decir, Ramss III aparecedictando sus instrucciones desde elMs All.

    La venganza del herederoSe trata, probablemente, de un meroartificio literario o, quizs, de una ar-gucia del ya reinante Ramss IV parano cargar con la impopularidad que,sin duda, desatara el bao de sangreque implic la ejecucin de las senten-cias, que alcanz a personas muy re-putadas y conocidas.El nuevo farantrataba de desviar el odio que genera-ra tan extraordinaria purga como laque se llev a cabo: 38 personas entrelas ms altas jerarquas del Estado fue-ron encausadas; 34 de ellas, condena-das a muerte.

    Tanto si el enjuiciamiento fue orde-nado por Ramss III, como si lo fuepor Ramss IV escudndose en su pa-dre, el rey se limitaba a nombrar al tri-bunal y a exhortar a los magistrados aser rigurosos, tratando de distanciarsede las consecuencias del proceso.

    El Papiro Judicial de Turn distinguecinco listas de acusados. Las tres prime-ras corresponden a implicados en laconspiracin; en las dos ltimas figuranjueces acusados de corrupcin. Por sutamao y disposicin, parecen haber si-do elaboradas para ser expuestas pbli-camente como advertencia para todosaquellos que supieran leer hiertico, ob-viamente, miembros de las elites socia-les. El resto de los documentos (papirosLee, Rollin y Varzy, y textos de Rifaud)parecen estar destinados al archivo.

    De los 38 hombres y mujeres encau-sados, ms de la mitad lo fueron por es-tar enterados y haber guardado silen-cio, aunque no participaran en los he-chos. Hubo ms acusados? Probable-mente s, pero los documentos halladosson slo fragmentos de otros ms am-plios. Hay muchos condenados, como

    el primero de los inculpados, cuya faltaparece haber sido facilitar el acceso alrey. Habra entregado una especie desalvoconducto, puesto que l jura queYo no he dado ningn escrito a ningu-na persona de la oficina en la cual yoestaba, a ninguna persona del pas. To-do parece indicar que se trata de Payi-ri, hijo de Ruma, quin pudo facilitarestos salvoconductos. No deja de serparadjica la participacin de este per-sonaje en la conjura contra el rey, dadala fidelidad que le haba demostradodurante toda su dilatada carrera.

    Ha de suponerse que los procesos ju-diciales, cuya fecha de celebracin sedesconoce, se desarrollaron en diferen-tes momentos o, al menos, alguno deellos, puesto que como ya se ha ade-lantado en el cuarto proceso aparecenencausados dos jueces comisionadosinicialmente por Ramss III; y en el

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    El poder de la palabra

    Los egipcios contemporneos deRamss III estaban tan convenci-dos del poder de la palabra escrita quese orden fuese destruido el nombre decada uno de los culpables all donde es-tuviese registrado. Esta sentencia secumpli llegando hasta los sitios msinverosmiles, como es el caso de la des-truccin del nombre de uno de los im-plicados, Payiri, llamado Sutejemheb,el constructor de Medinet Habu. Sunombre fue borrado en un texto exis-tente en las canteras de Gebel el-Silsi-lah, donde este funcionario haba deja-do una inscripcin, veinticinco aos an-tes, informando de su expedicin paraconseguir la piedra necesaria que per-mitira construir el Templo de Millonesde Aos de Ramss III en el Occidentede Tebas.

    Efectivamente Payiri, llamado Sute-jemheb, hijo de Ruma, fu el cons-tructor del Templo de Millones deAos de Ramss III, en el Occidentede Tebas. Tenemos una inscripcin enGebel el-Silsilah, en la que Payiri in-forma que fue a aquellas canteras, con3000 hombres y 44 barcos para reco-ger la piedra necesaria para la cons-truccin del templo.

    En Gebel el-Silsilah, hay tres inscrip-ciones (con textos que denominamos A,B y C). La primera de ellas, situada enla entrada principal tiene machacado elnombre de Sutejemheb.

    La segunda tambin est en la entra-da principal, y tiene el nombre de Pa-yiri sin borrar. Quiz el encargado deejecutar la orden de destruccin delnombre no identific ste.

    Sin embargo, en la tercera inscrip-cin, el nombre Sutejemheb aparecedos veces, una en el dibujo (escena D) yotro en el texto (texto C), en ambos ca-sos sin machacar, al fondo de una gale-ra. Posiblemente, el ejecutor del man-dato no localiz estas inscripciones enla cantera o era un tanto negligente enel cumplimiento de sus obligaciones.

    En esta escena, aparece Sutejemhebadorando al rey contra el cual iba aconspirar, segn los documentos oficia-les, veinticinco aos despus.

    Ramss III, estatua de granito de 140 cmde alto, hallada en un escondrijo de Karnak(El Cairo, Museo Egipcio).

  • quinto proceso, un juez tambin comi-sionado por el mismo rey.

    En todos los casos, el acusado es ca-lificado de gran criminal, se mencio-na el cargo que ocupa, las faltas de lasque se le acusa, se dice que el tribunallo ha examinado y se comunica el ve-redicto y el castigo que corresponde aldelito, segn la tipificacin establecidapor los dioses desde el principio de lostiempos. Tambin, cmo y dnde hade ejecutarse la sentencia.

    Todos los acusados de participar en laconspiracin por accin u omisin, esdecir las tres primeras listas, fueron con-denados a muerte. Unos fueron ejecuta-dos directamente y a otros se les permi-ti suicidarse. La sentencia de muerteno era formulada por los jueces, puestoque no entraba dentro de su jurisdiccinhumana, dado que los acusados habanofendido a los dioses. La frmula es

    otra: el acusado se reconoce culpable ymerecedor de la pena de muerte por loque ha hecho; los dioses ordenan quese ejecute la pena tipificada.

    Pero hay un castigo quiz el mayorde todos, segn las creencias de los an-tiguos egipcios que no se aclara en eldocumento: la eliminacin del nombre,que los condenaba eternamente, lesdestrua como seres humanos.

    Para que el procedimiento judicialquedara completo, con el nombre delos encausados y, al mismo tiempo, elnombre de los malditos se perdiera pa-ra siempre, idearon un ardid, consisten-te en cambiar los nombres de los incul-pados, sustituyndolos por motes talescomo Ra le ciega (Parakamenef), elservidor ciego (Paybakkamen), el mal-vado de Tebas (Binemuaset), Ra leodia (Mesedsura), Penhuy el malvado(Penhuybin), el demonio (Panik), et-

    ctera. Hasta tal punto se estaba con-vencido de la fuerza de la palabra escri-ta que, adems, se orden que fuesedestruido el nombre de cada uno de losculpables all donde estuviese escrito.

    Jueces prevaricadoresUn indicador ms de lo complicado delmomento es la propia composicin deltribunal, que hubo de ser modificadaporque prevaricaron tres funcionariosrelacionados con la administracin dejusticia, nombrados jueces por RamssIII o Ramss IV especialmente para es-te juicio. Los magistrados Paibese y Maifueron acusados en el cuarto procesode haberse corrido una juerga (literal-mente de haber hecho una sala decerveza) con las mujeres, posiblemen-te encausadas, que fueron a su domici-lio y se divirtieron con ellos. El corrup-tor parece que fue el general Pas, conla complicidad de dos personajes en-cargados de la custodia de los acusa-dos: el oficial de infantera Taynajti y eljefe de polica Nanay. Tambin fueronincluidos en la cuarta lista de acusados,pues participaron en la juerga con elgeneral Pas, los jueces y las mujeres.La francachela cost la vida a alguno ylas orejas y la nariz a otros.

    El magistrado Hori fue el nico en-causado en el quinto proceso descritopor el Papiro Judicial de Turn, que nofue castigado. El hecho de que fueseacusado y se librara con slo una re-primenda, hace suponer que fue el de-lator del intento de corrupcin.

    Todava quedan muchas preguntassin respuesta, pero es indudable que laConspiracin del Harn fue la causa di-recta o indirecta de la muerte del ltimogran faran de Egipto, Ramss III.

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    MEDINET-HABUCONJURA EN EL HARN

    Ramss III en la Ventana de las Apariciones, entregando el oro de la recompensa, ceremoniade carcter excepcional que premiaba lealtades y buenos servicios (por Carlos Fernndez).

    BEDMAN, T., Reinas de Egipto. El secreto delpoder. Madrid, 2003.

    GRIMAL, N., Historia del Antiguo Egipto, Madrid,1996.KOENING, Y., A propos de la conspiration duharem, Bulletin de lInstitut Franaise Darcho-logie Orientale, 2001.LARA PEINADO, F., El Egipto faranico, Madrid,1991.MARTN VALENTN, F. J., Amen-Hotep III, el esplen-dor de Egipto. Madrid, 1998.REEVES, N. Akhenaton, el falso profeta. Madrid,2002.TRELLO, J., Ramss III: Un faran guerrero a fina-les del Segundo Milenio a.C. Gladius, C.S.I.C.,2000.

    PARA SABER MS

    083His.pdf084His.pdf085His.pdf086His.pdf087His.pdf088His.pdf089His.pdf090HisNew.pdf091His.pdf092His.pdf093HisNEW.pdf094His.pdf095His.pdf096His.pdf097His.pdf098His.pdf099His.pdf100His.pdf101His.pdf