DISCERNIMIENTO CRISTIANO DE LA ACCIÓN

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DISCERNIMIENTO CRISTIANO DE LA ACCIN Segunda parte del cursillo Discernimiento cristiano de la accin Javier Garrido, Oharriz 26-28 mayo 2006INTRODUCCINAyer hablamos de lo que puede ser el discernimiento espiritual en general, subrayando algunas claves (ver documento El discernimiento cristiano), y hoy ya pasamos al tema particular de este cursillo: discernimiento cristiano de la accin. La palabra accin tiene muchos sentidos. Tambin orar puede ser una accin. Para que nos entendamos bien, tengamos en cuenta que hablamos del trabajo. Es decir, que estamos todo el tiempo pensando en esa bipolaridad caracterstica de la vida humana, exterioridad, interioridad, relacin interpersonal, trabajo. Como ya nos entendemos, no hace falta subrayar ms. El primer tema ser trabajo y personalizacin.

TRABAJO Y PERSONALIZACINComo ya estis acostumbrados y acostumbradas a la personalizacin, podis comprender porqu quiero comenzar a tratar este tema desde la personalizacin: porque la personalizacin supone una cierta antropologa de fondo y es muy importante que el trabajo sea situado en esa antropologa, y porque la personalizacin supone un itinerario espiritual, y porque la personalizacin tiene su modo peculiar de tratar estos temas. As que por eso empiezo por trabajo y personalizacin. Para ello tengo que aludir a los dos esquemas grficos de la personalizacin, que ya los conocis. El pentgono de las cinco instancias, los componentes que estructuran dinmicamente a la persona: autoconciencia, intersubjetividad, trabajo, contexto sociocultural y cosmovisin. Por lo tanto, es necesario decir, ya de entrada, que el trabajo es un elemento que estructura dinmicamente a la persona. Y eso ocurre hasta en las vocaciones donde el elemento trabajo parece, parece a primera vista, que no es configurador de la forma de vida, como puede ser en la vida contemplativa; y sin embargo es as, y eso ya lo supo la tradicin benedictina: Ora et labora, ora y trabaja. Slo vocaciones excepcionales, totalmente excepcionales, pueden concentrar la existencia en la oracin. Se ve que aqu nos encontramos con uno de esos elementos sin los cuales queda radicalmente amenazada la existencia humana. Y para eso basta comprobar qu pasa cuando a uno le quitan el trabajo, el paro: pues se desencadenan muchas cosas. Y todos sabemos que para poder dedicarse a la contemplacin como actividad permanente o casi permanente hace falta un equilibrio psicolgico excepcional, y tambin un proceso espiritual excepcional. O sea, que no necesito insistir ms en la importancia decisiva que tiene el trabajo en la vida humana. Pero como sabis, en la personalizacin lo ms importante no son las instancias, sino la interioridad. Y aqu interioridad no se opone a exterioridad, interioridad aqu quiere decir que la persona humana puede vivir cualquier realidad a distintos niveles. Esa es la grandeza de la persona humana. Se podra hablar de espritu, y sera lo ms cercano a la interioridad. Aqu es donde vamos a detenernos, vamos a ver cmo el trabajo puede ser vivido a distintos niveles. Voy a distinguir cinco. Incluso, antes del primer nivel hay otro, que nunca hay que olvidar, y es que el trabajo tiene mucho que ver con la supervivencia. La especie humana ha desarrollado

ampliamente capacidades de relacin con la naturaleza para poder sobrevivir. Este subsuelo biopsquico est siempre en la base de la especie humana. Pero dndolo por supuesto, y con la importancia que esto pueda tener, nos interesa ms hablar del trabajo en lo que precisamente supone de ms humano. - Primer nivel. El trabajo puede ser vivido a nivel de conducta responsable. Depende de la educacin, basta pensar en culturas donde el trabajo no es determinante, trabajan para poder sobrevivir; en cambio hay otras culturas autnticamente obsesionadas con el trabajo, de manera que el trabajo es lo ms sagrado y se sacrifica todo por el trabajo. Esta conducta responsable supone aprendizajes, aprendizajes de disciplina, de responsabilidad. Supone que el trabajo se sita en un determinado contexto social: si no trabajas eres un vago, evidentemente tienes la reprobacin de los dems. Y tiene que ver con los roles, con qu rol adopto yo en la sociedad. No es lo mismo ser un profesional mdico, que ser un cura, o ser madre de casa; todo eso es trabajo, pero la valoracin social y la funcin de los roles dependen. En este nivel aprendemos a trabajar, condicionado por los roles y las expectativas, pero, por otra parte, es nuestro modo de identidad social, nuestro modo de encontrarnos con los dems y de ser valorados socialmente, o minusvalorados. Importantes -y nunca hay que olvidar estas cosas, porque nos trabajan por dentro- son los presupuestos humanos, que cada cual tiene que saber trabajarse, por lo que suponen de aprendizajes vitales de identidad social, pero tambin de esclavitudes. - Segundo nivel. El trabajo puede ser vivido como autorrealizacin. Supone ya una cultura de un cierto desarrollo. Esto est ligado, para bien y para mal, a la cultura antropocntrica. La persona se realiza teniendo vida propia, y en ese tener vida propia conquista autonoma. Lgicamente, ah tiene mucha importancia el dinero (mujeres que no se separan porque no pueden tener vida propia porque no disponen econmicamente de autonoma...). Pero hay algo ms profundo que eso: es la persona que busca ser a travs del trabajo. Y este tema no hay que olvidarlo, porque ya est internalizado, hoy no podemos ser personas sin esta conciencia de autorrealizacin. Aqu siempre tenemos los cristianos el peligro de considerar que esto es algo negativo. Yo no creo que sea negativo, es altamente positivo. Es mucho mejor partir de la necesidad de autorrealizacin que de unos presupuestos espirituales, donde el fundamento de sentido, evidentemente, no sea el trabajo para nosotros, sino hacer la voluntad de Dios, pero ignorando la necesidad de autorrealizacin. En otras culturas, de esto no se era ni siquiera consciente, porque la conciencia del yo siempre estaba referido a lo externo. Hoy, para bien, la conciencia del yo es determinante de la conciencia personal. Esto pertenece a la cultura. La cultura va desarrollando procesos de autoconciencia y evidentemente, aqu se trata de un punto neurlgico, la cultura occidental ha alcanzado procesos de autoconciencia donde el yo es determinante, para bien y para mal, como todos los fenmenos culturales. Hasta ahora no hay todava tica, o si queris hay una tica que en determinados contextos sociales se considera como la nica tica: la autorrealizacin. Pero esto est claro que un cristiano no puede considerarlo as, la autorrealizacin es un punto de tica, pero slo un punto. - Tercer nivel. El trabajo puede ser vivido como tica, ser para los dems, o como una causa de transformacin del mundo. La tica cristiana es una tica donde es necesario desarrollar valores, y valores incondicionales, con lo cual el trabajo ya tiene otras dimensiones: el trabajo como responsabilidad social, solidaridad, justicia, el trabajo como ser en relacin con los dems. Esto tambin es punto neurlgico, el trabajo no slo es responsabilidad, es responsabilidad tica donde se desarrollan valores. No es lo mismo trabajar para subsistir y para la familia -que tambin es otro valor, la familia, los hijos- o trabajar para hacer un mundo ms solidario y justo. No es lo mismo ser mdico responsable, profesionalmente autorrealizado o ser mdico que cuida, y en ese cuidar se implica ticamente, solidariamente, generosamente. Y esto vale para todas las tareas.

- Cuarto nivel. El trabajo puede ser vivido como tarea del Reino, colaborar con la obra de Dios, continuar la tarea del Reino que Jess puso en marcha. Nosotros, como cristianos, tenemos otras referencias: las tareas del Reino. Es cosa curiosa cmo en el Reino se abarca todo el conjunto de la existencia humana. Jess libera, Jess posibilita tica y valores, Jess inspira un nuevo modelo de sociedad. Esto, para nosotros cristianos, tiene mucha importancia, es lo que yo llamo la tarea del Reino. Tenemos una tarea determinada, cada uno que piense en este momento en la suya, y esa tarea tenemos motivaciones religiosas. Puede ser desde una teologa de la creacin: colaborar con el plan de Dios; o puede ser una tarea propiamente escatolgica -aquella por la cual estamos implicados en algo que Dios ofrece a la humanidad como algo propio de los ltimos tiempos- por ejemplo, un modelo de sociedad fraterna, un modelo de sociedad donde los preferidos sean los pobres, un modelo donde el fundamento de sentido de la existencia sea nada menos que el amor revelado en Cristo Jess, donde la experiencia de transcendencia tenga como referencia la experiencia que Jess mismo tuvo de Dios, de Abb. Y ms o menos, se supone que all donde nosotros trabajamos, lo hacemos con estas motivaciones, motivaciones del Reino: cuando intentamos mejorar las relaciones humanas, no solamente por un valor tico, sino por esa utopa que Jess puso en marcha, de una sociedad distinta. Y determinadas tareas nosotros las vemos muy vinculadas a esto, por ejemplo hacer las mismas tareas de Jess, predicar, dar catequesis, suscitar fe. Pero hablo de tarea del Reino porque esta motivacin religiosa tiene que ver con eso que hemos hablado tantas veces en la personalizacin de la ideologa. Si somos de una ideologa ms social, valoraremos especialmente la tarea del Reino como transformacin del mundo porque nos sentimos ms identificados ideolgicamente con lo social; si nos sentimos ideolgicamente ms identificados con lo espiritual, desarrollaremos tareas que tengan que ver ms con la oracin, con el mundo espiritual. Eso quiere decir que las motivaciones religiosas, como tarea del Reino, suelen estar muy vinculadas a la ideologa. Segn el grupo en que nos hemos movido, de eso nos han hablado: hay que comprometerse, hay que ser testigos, hay que.... Y si encima pertenecemos a instituciones que ideolgicamente slo pueden ser justificadas desde las tareas del Reino, como son las instituciones de vida religiosa, lgicamente, la ideologa tiene una fuerza especial para que podamos dar sentido a las tareas que realizamos. - Quinto nivel. El trabajo puede ser vivido como misin. Aqu comienza la vida teologal. La vida teologal es cuando el Espritu Santo por dentro nos da el amor de misin. Como ya dijimos ayer, la vida cristiana no consiste ni en oracin, ni en accin ni en pasin, sino que depende de desde dnde vivimos, en obediencia al Padre como Jess. Aqu se produce un salto cualitativo, se pueden hacer las mismas tareas del Reino, pero en obediencia, se puede tener un gran sentido tico, pero en obediencia. Si la autorrealizacin coincide con la obediencia al Padre, pues mejor, o no, depende. Pero ya no se depende de la autorrealizacin, porque uno tiene fuente del yo que no es el yo, es la vida que recibimos del Espritu Santo. Con lo cual, la autorrealizacin puede coincidir o no con la tarea. Cuando el Reino es misin y amor de misin, es cuando estamos propiamente en el Reino de Dios. En qu consiste este amor de misin? Ya hablaremos, porque aqu est todo el secreto, aqu est el ncleo del discernimiento cristiano de la accin: poder vivirla desde el amor de misin. Todava podramos aadir otro nivel, pero es una paradoja: llega un momento en que ya no se trabaja, y ese es el momento mximo de la eficacia del Reino; fracaso, sufrimiento, enfermedad, es decir, cuando yo ya no puedo ser activo sino slo pasivo, la hora. La misin, al final, depende totalmente de que nos vaya llegando la hora, cuando el amor de misin se hace amor redentor: Jess. Y realmente, esto es un test, cuando uno vive el trabajo desde el amor de misin, tiene el rgano teologal para poder percibir que lo ms importante en toda misin tiene que ver con este amor redentor donde ya no hay trabajo, slo hay entrega por amor. Entonces, este nivel no entra en el esquemita del trabajo, porque claro, hablamos del trabajo como accin y aqu ya no hay accin, pero la verdad es que sin hablar de esto no podramos

tener una visin cristiana del trabajo. No cabe una visin cristiana del trabajo si la referencia no es la Hora de Jess, las pasividades transformantes; alegraos ms bien de que vuestros nombres estn escritos en el cielo, o como esa parbola de la Perfecta Alegra de S. Francisco aunque todos los doctores de Pars entrasen en la obra, escribe hermano Len, que eso no es la perfecta alegra; aunque los hermanos tuviesen don de milagros para curar todas las enfermedades, no est ah la perfecta alegra; aunque tuviese predicadores que convirtiesen a todos los infieles, escribe que no est ah la perfecta alegra..... La perfecta alegra es padecer con y por nuestro Seor Jesucristo. Entonces, no hay que olvidar que no existe accin que no est ligada a la pasin. Con lo cual, la paradoja est en que, al final, toda accin termina en pasin, y la misma pasin va acompaando todo el proceso de los cinco niveles de accin. Autorrealizacin: no existe autorrealizacin si no tiene en cuenta al otro y si no se asumen las propias limitaciones. La tarea del Reino: no puede ser explicada la eficacia del Reino sino a travs de la Pasin. Y el amor de misin, lgicamente, lleva al amor de pasin. Olvidar esto es muy grave, es confundir el trabajo con la eficacia controlable, con lo objetivable humano. Claro que tenemos que trabajar, y mucho, pero el cristiano trabaja con una lgica un poco extraa: la de Jess. Algunas reflexiones para profundizar - 1 reflexin. Todo lo anterior qu significa? Que personalizar el trabajo es todo un proceso de madurez humana y espiritual. Me atrevo a sintetizar en tres las claves de este proceso: Primera clave, enraizamiento en la existencia. A travs del trabajo nos enraizamos en la existencia. Este es un punto neurlgico. Y sobre todo hay una poca, entre 25 y 45-50 aos en que los intereses vitales, el mismo desarrollo de la persona, implica este enraizamiento de la persona en la existencia a travs del trabajo. Es equipamiento y es ms que equipamiento; el trabajo pertenece al equipamiento, a la persona que tiene que asumir la responsabilidad de ser persona, pero es ms que equipamiento, es el momento en que se experimenta la existencia como referida o a la autorrealizacin, o a la tica, o a la tarea del Reino, y esto supone que el trabajo, entre los distintos intereses vitales, se hace experiencia configuradora. Cuando no se ha valorado el trabajo y no existe este enraizamiento en la existencia, fcilmente se cae en una espiritualidad disociada, en un espiritualismo, y se construye una espiritualidad alejada de lo humano. Hay muchas personas de formacin clsica espiritual que tienen miedo a la historia y al trabajo. Buena parte de la espiritualidad latina hasta el siglo XX ha estado marcada: se ha hablado muchsimo de la vida interior, se ha hablado poqusimo de la espiritualidad del trabajo, no se ha construido una autntica espiritualidad del trabajo, Dios en la historia, Dios en el trabajo, Dios en... Y hasta que esto no se construye, es cosa curiosa, el mundo espiritual de Dios queda a medio camino. Si no hay enraizamiento en la existencia, queda a medio camino, hay algo por dentro que se bloquea. Segunda clave, la tica es ser para los dems. Si domina la autorrealizacin, este proceso quedar muy corto. Tiene que haber un momento en que la persona entienda qu es ser para los otros, salir de s, y una tica del trabajo. Hay demasiadas disociaciones entre espiritualidad y tica del trabajo, prcticas religiosas y trabajo hecho a medias. Que no puede ser! Tercera clave del proceso, ser enviado, cuando el trabajo es vocacin y misin, cuando el trabajo es vivido vocacionalmente como obediencia. Es decir, cuando el trabajo es vivido bajo la iniciativa de Dios. Porque en este terreno tambin hay muchas frases tpicas de la espiritualidad cristiana que nos han hecho mucho dao: A Dios rogando y con el mazo dando. T haz todo como si todo dependiese de ti, y lo dems.... No, no, no hay dos partes, una que me pertenece a m y otra que le pertenece a Dios, a Dios le pertenece absolutamente todo! Hasta que uno no vive el barrer en obediencia a Dios, no se ha enterado de qu es el Reino de Dios. No existen

dos partes! Existen dos niveles de accin, y el determinante, evidentemente, es el de Dios; yo hago, pero yo doy paso a Dios, porque hago bajo la iniciativa de Dios. - 2 reflexin. Fijaos muy bien cmo aqu hay un cambio significativo de lenguaje: discernimiento de la accin supone discernimiento de la misin. Y nosotros solemos utilizar indistintamente estas dos palabras, lo cual es fatal. Indistintamente no, porque no es lo mismo vivir la accin como misin o justificar ideolgicamente la accin como misin. Y de ideologa hay muchsimo, justificamos ideolgicamente la accin como misin. En nuestros institutos, ni te cuento. Cul es el carisma, la misin de este instituto? Ja, ja, ja. La carga ideolgica que ponemos en ello da a entender claramente que no vivimos la accin como misin, sino que justificamos ideolgicamente la accin como misin. Mucha atencin a los cambios de lenguaje y, sobre todo, a lo que hay detrs de los cambios de lenguaje. Por eso, a m me gusta distinguir entre intimidad, intimismo e interioridad. Palabritas parecidas, pero sus contenidos pueden ser muy distintos. La intimidad supone un modo de vivir la interioridad. No es fcil expresar el contenido de la intimidad, no es el intimismo, el intimismo es autoprotector, uno protege su mundo interior, como una especie de fortaleza, de lo exterior. La oracin no se descubre hasta que no posibilita intimidad. La intimidad es la calidad de la relacin interpersonal, es el ser afectado por otro, de tal manera que la relacin con el otro me produce un mundo propio personal ntimo. Ese mundo nunca puede ser entregado a nada ni a nadie, ese mundo pertenece en exclusiva a Dios. Por eso, no se puede desarrollar el trabajo como misin si no hay un nivel de intimidad con Dios. Es aqu donde yo reivindico siempre la sabidura tradicional, el primado de la oracin, no por contraposicin a la accin, sino porque en el mundo de la intimidad se desarrolla el mundo propio de la relacin con Dios. Se desarrolla a travs del trabajo? Tambin!, hablaremos en seguida de eso, del trabajo como mediacin espiritual, pero primero hay que descubrir la intimidad. Y la intimidad no es replegamiento, es un nivel de vida, de vida personal, y slo ese nivel de vida personal es el que permite que realmente el trabajo se haga mediacin espiritual. Luego los caminos de Dios pueden ser muy variados, porque hay una etapa en que la obra de Dios est especialmente vinculada a la intimidad y despus, este mundo de la intimidad, precisamente para liberarse de la apropiacin de la intimidad -y la apropiacin de la intimidad es el intimismo, el espiritualismo-, necesita perder experiencia de intimidad, para que la experiencia con Dios pueda desarrollar una nueva intimidad a travs de la misin. Son momentos, fases, procesos, experiencias configuradoras distintas... y repito, por eso me parece muy importante el mundo de la oracin. El mundo de la oracin es una mediacin, como la accin es otra mediacin. Pero yo siempre repito, aunque en la personalizacin todas las instancias bien vividas con niveles de interioridad personalizan, siempre mantengo que, a pesar de todo, determinadas instancias son ms importantes. Cules son? Las afectivas: el mundo afectivo es el ms importante en la existencia humana. Y eso se nota en el trabajo, aunque cosa curiosa, el trabajo, que no tiene intimidad, no atiende a las personas, sino a las funciones. Pero, sobre todo, donde se percibe la importancia decisiva de la afectividad es en el mundo de las relaciones interpersonales, y sobre todo, en la oracin. Aqu, por lo tanto, hay un tema muy sutil, la sabidura de poder saber, de poder vivir intimidad sin intimismo, intimidad en la accin, intimidad ms all de la accin: aqu est uno de los secretos de la vida cristiana. Y pongo un ejemplo que es especialmente importante en los procesos espirituales. En una educacin de tipo clsico se cultivaba mucho la intimidad en los aos de formacin, incluso con mucha carga de intimismo, incluso con una ideologa espiritualista. A partir de que uno hace los votos perpetuos, o cuando la gente se casa despus del noviazgo, que es etapa de intimidad tremendamente importante, hay que salir a la vida: enraizamiento en la existencia a travs el amor y del trabajo. Y en ese momento hay que construir una espiritualidad en. Pero suele ocurrir que cuando empiezas a construir una espiritualidad en se desplazan los intereses vitales y entonces criticas el intimismo, y dices es que yo he tenido una espiritualidad intimista, disociada de la realidad.... Estoy descubriendo lo

real que Dios es en la historia, estoy aprendiendo a hacer oracin con el trabajo, en el trabajo... Y esto es muy importante, y necesario, y vital, pero es aqu donde demasiados cristianos dejan de hacer la oracin personal, y, lo que es peor, demasiados cristianos dejan de vivir la aventura de la relacin personal con Dios. Con lo cual, Dios queda reducido a funcin, funcin para el Reino, y la oracin misma termina siendo funcin para el Reino, para la tarea, cuando no tenemos otra vocacin en la vida ms que amar a Dios con todo el corazn, con toda el alma y con todas las fuerzas! Para poder amar a Dios con todo el corazn y con todas las fuerzas es necesaria una espiritualidad en, y eso no es una amenaza a la intimidad con Dios, es otra forma de intimidad con Dios. Pero simultneamente es del todo necesario que, a la vez que vamos descubriendo la espiritualidad en, descubramos la nueva intimidad con Dios ms all de. Si el mundo de la intimidad con Dios queda mediatizado por el mundo del trabajo, las consecuencias suelen ser graves. Cmo hay que mantener esta tensin? Bueno, pues esto es un punto neurlgico de la espiritualidad cristiana. Y normalmente esta tensin suele durar aos, es lo que yo llamo la fase de integracin, que ya hemos hablado en otro cursillo. Ms tarde fructificar, y cuando fructifique, ya no habr tensin, se vivir la intimidad con Dios en todo y ms all de todo. Ser el momento de la unificacin, que, evidentemente, slo la hace Dios. As que aqu hay una dinmica muy sutil que exige mucha sabidura. En qu fase estoy yo ahora? - 3 reflexin. El trabajo como mediacin espiritual. En otras pocas este lenguaje no exista. Slo algn autor, de vez en cuando apareca carismticamente hablando de esto; algunos textos, muy importantes, de S. Ignacio de Loyola, S. Francisco de Sales, S. Vicente de Pal, tres grandes de la espiritualidad en, y otros. Yo me acuerdo, de estudiante, que nos aconsejaban mucho un libro, La oracin, alma del apostolado, como si el apostolado no tuviera nada que ver con la espiritualidad. Y estaba escrito para curas, que ya es el colmo, cuando toda la espiritualidad del sacerdote es una espiritualidad ministerial. Entonces, aqu ha habido una tensin y no slo tensin, sino desplazamiento, que tiene que ver con el texto del Evangelio de Marta y Mara. Lgicamente, los pobres laicos tenan que ser necesariamente cristianos de segunda, por pura lgica, porque se dedican al trabajo. Los contemplativos, los de primera, siempre; y despus la vida religiosa porque tiene sus tiempos de oracin y puede hacer que la oracin sea alma del apostolado. Los dems no pueden, estn dominados por las urgencias, como Marta. Y esto ha hecho mucho dao. Hasta que, antes del concilio, ya hubo unos cuantos telogos que revisaron esto, gracias a Dios, y el concilio ya formul cosas muy importantes, habl de los institutos apostlicos y habl del trabajo como mediacin espiritual. Y despus, un nuevo descubrimiento de la Escritura. La espiritualidad clsica ha estado muy condicionada por el esquema neoplatnico: la persona asciende progresivamente a la unin con Dios a travs de las actividades espirituales. Hay un librito de espiritualidad extraordinario, de S. Buenaventura, franciscano, que usa el esquema de ir a Dios a travs de las criaturas, ir a Dios a travs de la oracin, ir a Dios.. pero este esquema ya refleja una determinada mentalidad. Cuando te encuentras con la Biblia, la espiritualidad bblica no responde para nada a este esquema jerrquico del desarrollo de facultades espirituales hasta alcanzar la unin con Dios. Responde a un esquema totalmente distinto y mucho ms simple: no es qu haces, sino cmo lo haces y desde dnde lo haces. Y sobre todo, la Biblia establece algo verdaderamente impresionante: que en toda accin salvadora se vive la Alianza con Dios, la autodonacin y la autocomunicacin de Dios. Entonces, de qu va la mediacin espiritual? Bueno, pues esto es algo que seguiremos profundizando, pero quiero establecerlo como punto neurlgico: hasta que el trabajo no es mediacin espiritual como lo es la oracin, aunque sea de forma distinta, no termina de vivirse el trabajo en cristiano. Lo que pasa es que aqu, hay que reconocerlo, hay ms telogos que maestros espirituales. Aunque creo que en este tema se ha hecho ya bastante, pero todava la impresin que tengo en lo que he ledo es que hay algo que todava resulta insuficiente y siempre quedo insatisfecho, porque no encuentro demasiados autores que

clarifiquen el mundo teologal del trabajo. Y hasta que no se clarifica el mundo teologal del trabajo, el trabajo como mediacin espiritual queda casi siempre a medio camino, y ya podis comprender que tiene que ver con los cinco niveles de los que yo he hablado. Observaciones complementarias Que siempre conviene tener en cuenta, para tener una visin de conjunto. Primera observacin, hay que tener en cuenta el horizonte sociocultural, de cmo se vive, se percibe y se valora el trabajo. En la Biblia, es un tema que siempre se presta a tensin. El trabajo como don de Dios (Gn 2): antes del pecado se habla de la tarea del jardn, y en Gn 1, cuando Dios termina la creacin y manda al hombre a que contine. Lo cual no quiere decir que Dios no acte; algunos telogos, por el hecho de que Dios descanse, sacan la conclusin de que el mundo est en nuestras manos y que ya Dios no interviene ni hace nada. No te pases!, que toda la Biblia est hablando continuamente de la intervencin de Dios en la historia. Pero est claro que en la Biblia hay esta tensin, en Gn 3 el trabajo es fuente de sufrimiento y castigo: Comers el pan con el sudor de tu frente. Y tambin en los libros sapienciales se mantiene esta tensin, lo cual es muy importante, porque es muy revelador: el trabajo hay que vivirlo en las dos claves, como don, y como dice la propia palabra, trabajo -labor, en latn-, algo que cuesta. Es importante. Lo cual quiere decir que en el trabajo nos encontramos con una de esas realidades que se prestan a experiencias variadas y mltiples. Pero despus, nosotros hemos sido influenciados por los griegos, y durante toda la Edad Media la mentalidad griega ha influido muchsimo. El trabajo, en el sentido en que nosotros lo entendemos como tarea de transformacin del mundo, perteneca a los esclavos; los hombres libres, en Atenas, se dedicaban a pensar y a hablar en el gora, a decidir sobre el destino de la ciudad, esa era su tarea. Y fijaos la importancia que esto ha tenido, que por eso en la Edad Media (y hasta hace bien poco, eso lo he conocido yo) el reposo dominical supona reposo de tareas manuales y materiales, pero uno poda dedicarse a las tareas liberales. La diferencia entre tareas nobles e innobles, la dedicacin a tareas liberales, estudio, investigacin, tareas no manuales, estaba perfectamente permitido, pero ir al campo a segar estaba prohibido. La espiritualidad construy el esquema de facultades inferiores y facultades superiores, mentalidad totalmente ajena a la Biblia. Despus llega el siglo XIX, y aqu comienza a darse la vuelta a la tortilla. El pensamiento liberal y marxista en este punto coinciden: el hombre es protagonista de su historia y debe perfeccionar la condicin humana y el mundo a travs del trabajo. De manera que se construye toda una tica de la transformacin del mundo y de la profesin, y el trabajo comienza a ser algo sagrado. Mentalidad burguesa, donde el trabajo est ligado al autosacrificio, a la autodisciplina, es la principal asctica.... Y de esto somos todos nosotros herederos, estamos en ello. Pero aadamos algo muy importante que nunca hay que olvidar: la revolucin feminista, la autorrealizacin de la mujer a travs de la accin social, del trabajo. Esto supone otra perspectiva, las actividades privadas, externas y los roles cambian. Antes estaban perfectamente definidos: actividades privadas y familiares y actividades externas, econmicas, de transformacin de la realidad. Todos estos esquemas estn saltando en pedazos. Esto no son ms que apuntes, pero merece la pena pensarlos muy en serio: la cultura, la sociedad, van cambiando los horizontes de valoracin del trabajo, y eso nos influye aunque no nos demos cuenta. Importante esta primera observacin para poder hacer anlisis correcto, que tambin tiene despus sus implicaciones en la espiritualidad. Segunda observacin, es cuando hay que situar el trabajo en un determinado proyecto de vida. Ese proyecto de vida, lgicamente, tiene que ver con los roles, segn el grupo ideolgico al que pertenezco o segn las opciones que yo he hecho. Por ejemplo, no es lo mismo un trabajo

que tenga que ver con determinadas actividades que son funcionales, servicios, o determinadas actividades que tienen que ver ms con las personas. Educacin, por ejemplo: la actividad se centra en la relacin interpersonal, en otras actividades no se centra en la relacin interpersonal. Y no es lo mismo evidentemente una actividad secular o una actividad explcitamente creyente. La mayora de los que estis aqu os dedicis a tareas seculares la mayora de vuestro tiempo. Yo me dedico la mayora de mi tiempo a actividades explcitamente religiosas, espirituales, que tiene que ver explcitamente con la fe (de vez en cuando tambin hago tareas seculares, aunque sea cocinar...; pocas y bastante aburrido, por cierto; no es ninguna virtud, eh, sino lo contrario...). Esto tambin es muy importante, porque uno tiene que saber situar cada actividad y poder saber cmo funciona cada actividad y qu lugar tiene. Y desde ah, muchas veces se crean problemas, porque no se valoran determinadas actividades puramente funcionales. Claro que muchas veces esto es comprensible, porque poner siempre el mismo tornillo, no s cuntos tornillos al da... hay que reconocer que no es una fuente fcil de autorrealizacin, ni de relaciones interpersonales... Pero por otra parte, saber dar la vuelta a eso, en la misma medida en que pertenece al proyecto de Dios, se las trae. O sea, actividades, pero despus cmo se viven esas actividades y desde dnde se viven esas actividades. Cuando uno no ve que poner 427 tornillos al da pertenece al Reino de Dios, pues tiene que hacerse preguntas. Pero las mismas preguntas que yo me tengo que hacer, porque yo no tengo ninguna garanta de que por estar dando este cursillo est haciendo Reino de Dios, aunque sea una tarea explcitamente espiritual, religiosa y creyente; no tengo ninguna garanta, no tengo ms garanta que el que est poniendo el tornillo. Todo depende de desde dnde se viva: el trabajo puede ser mediacin espiritual o puede ser fuente de alineacin. Tercera observacin, no hay que olvidar que todo est vinculado al tema del deseo. Qu significa el deseo? El deseo, lgicamente, se nos cuela. Tiene que ser as, si el trabajo suscita inters vital, tiene que ver con el deseo: deseo de autorrealizacin, deseo de ganar ms, deseo de glorificar a Dios, deseo de colaborar con el Reino... Y por eso, el instrumento de discernimiento tiene que ver con el deseo, con lo cual nos encontramos con un tema que siempre es central, el tema apropiacin - desapropiacin. Hay quien justifica la apropiacin porque se trata de tarea del Reino. Yo siempre he tenido muchos problemas con el deseo, sobre todo en algo que me encanta, que es escribir libros. Siempre he tenido un drama, por mi perfeccionismo senta los libros como amenaza. Pero cmo no vas a escribir si haces bien? No me sirve ese argumento, yo slo puedo escribir si Dios lo quiere. Pero claro, era consciente de que yo viva los libros como algo ambivalente, lo deseaba, pero lo senta como amenaza espiritual. Uno tiene que aprender a elaborar el deseo, para poder desapropiarse de l. Bueno, pues ah tenis una pregunta muy curiosa y bien bonita: Qu trabajo es el que ms deseis, donde se desarrolla ms vuestro deseo, vuestros intereses vitales? Lo sents como justificacin o lo sents como amenaza, o las dos cosas simultneamente? Poder discernir el deseo en el mundo del trabajo es muy importante. Y claro, muchas veces desde el punto de vista cristiano, lo bueno es trabajar con un amor desinteresado, desde la indiferencia espiritual.... si puedes....! Por supuesto, un creyente con vida teologal tiene que situarse ante el deseo con indiferencia espiritual; no indiferencia psicolgica, a m no me puede dar psicolgicamente un trabajo que otro. Pero tengo que tener indiferencia espiritual, es decir, por encima de mis deseos, quiero hacer la voluntad de Dios. Pero eso tampoco puede ser un argumento para que yo viva el deseo de manera ambivalente y no termine de resolver nunca ese problema, queriendo desapropiarme por negacin de algo que antes tengo que integrar positivamente. Y, una vez integrado positivamente, como el deseo es insaciable, tendr que aprender a limitarlo, y poco a poco, una vez limitado, desde la indiferencia espiritual puedo desapropiarme de l. Y esa desapropiacin

puede ser por renuncia, o lo contrario. Esa desapropiacin necesariamente no implica renuncia, sino se te da por dentro un nuevo modo de hacer lo que te gusta. Y entonces descubres una cosa muy curiosa, que es propia de la madurez cristiana: que simultneamente puedes vivir el gozo de lo que haces y el desasimiento de lo que haces. Tambin hay otras problemticas, que aqu no vamos a tratar, porque no son tema central, pero podramos decir algunas. Problemas que estn exactamente en las antpodas del trabajo: la ociosidad.; por qu dir S. Benito y lo habr repetido durante siglos la espiritualidad cristiana que la ociosidad es la madre de todos los vicios? Muy inteligente, muy inteligente. Pero claro, tambin est lo contrario: hay que trabajar a todas horas, y nada de tiempo para ti; tambin eso se ha enseado: trabajar y trabajar y trabajar, sin tener en cuenta a la persona humana y al ocio, con la importancia que tiene el ocio. Y otro tema de las antpodas del trabajo: el paro obligatorio, no porque t lo eliges, no por jubilacin, sino porque te lo imponen, las consecuencias pueden ser dramticas, y eso lo vemos cada da. O cuando las circunstancias, o los aos, imponen la reduccin, la inutilidad: otra dramtica que exige percibir que ms all del trabajo activo est el trabajo pasivo, el amor que pasivamente se entrega a la inutilidad en obediencia al Padre. Pero claro, eso supone mucha vida teologal.

FUNCIN Y MISINAqu me voy a inspirar en parte, sobre todo en la primera parte, en Legaut, El hombre en busca de su humanidad, que tiene anlisis geniales sobre este punto, funcin y misin. Comienzo por hablar de la funcin. La persona humana se desarrolla perteneciendo a un determinado grupo, se le puede llamar instituto, parroquia, colegio, determinada estructura. Estos grupos, sobre todo cuando se trata de un grupo que se supone que desarrolla valores y que tiene una ideologa para la misin, llammosle Reino, se encuentran con necesidades. Pero la mayora de las veces, cuando nosotros pertenecemos a un grupo, estas necesidades ya estn preestablecidas: cul es el carisma de esta institucin, qu es lo que tiene que hacer la parroquia, todo eso est ya organizado. Entonces, el grupo motiva, desde su ideologa cristiana, a hacer presente el Reino de Dios en la tierra. La autoridad (o el grupo, pero en nuestro caso, de instituciones religiosas, la autoridad) es la que planifica y coordina las distintas tareas en orden a cumplir determinados objetivos: educacin, enseanza, evangelizacin. Y las personas que pertenecen al grupo se sienten motivadas por la misma ideologa, se comprometen, y llevan adelante los objetivos. Por eso las personas pueden cambiar, pero las funciones permanecen. Cul es el carisma de este instituto? Educar a la juventud femenina: cambian las personas, permanecen las funciones. Esto es un esquema muy simple, pero suficientemente iluminador de cmo funcionamos. Voy a hacer una valoracin de esto, en primer lugar positiva. Porque, evidentemente, en el mundo existen muchas necesidades, cualquiera que tenga sensibilidad tica y cristiana las ve. Esas necesidades provocan funciones, que ideolgicamente se justifican perfectamente desde la misin del Reino. Tambin es importante valorar positivamente cmo la persona, al identificarse con esos valores del grupo de pertenencia, puede encontrar una motivacin que le permite salir de s y entregarse generosamente. No necesita ms, ms que ser generosa; comprometerse y ser generosa, adems se lo mandan por obediencia, .... pues ya est! Y si no es un instituto, da igual, por ejemplo cualquier parroquia: A ver, se necesitan catequistas..., A ver, quin quiere colaborar con la accin social de la parroquia..., A ver, hay que llevar adelante la oracin.... Es que si no, no puede funcionar ninguna institucin, si no tiene funciones que cumplir en funcin de necesidades, y esas necesidades tienen que ver con el Reino de Dios. Est claro.

Valoracin crtica: que la persona no vive en obediencia, vocacionalmente, bajo la iniciativa de Dios, sino que racionaliza su obediencia a travs de la ideologa del grupo. Pero los religiosos, para esto, solemos tener una habilidad especial, porque claro, como hemos hecho voto de obediencia, la manera que tenemos de vivir vocacionalmente la funcin es obediencia. Con lo cual, identificamos la obediencia personal a Dios con la obediencia institucional. Y ese tema es grave, porque, evidentemente, yo tengo un voto de obediencia que pasa por la mediacin institucional, pero a m el voto de obediencia y la mediacin institucional en ningn momento me pueden sustituir mi experiencia vocacional de obediencia a Dios. En consecuencia, no se da paso al descubrimiento de esa misin nica que tenemos cada una de las personas. El grupo, la identificacin con el grupo, evita que uno se ponga en manos de Dios para lo que l quiera, como camino absolutamente personal. Me habis odo decir otras veces, no hay personalizacin hasta que uno no es capaz de distanciarse por dentro del sistema de pertenencia, en soledad, cara a cara con Dios. Hasta que no se produce ese distanciamiento interior -que unas veces puede ser crtico pero otras veces no, puede ser rupturista o no, no tiene nada que ver- no puede desarrollarse la vida teologal, hasta que uno no se coloca cara a cara con Dios en soledad y le pregunta personalmente Seor, qu quieres que haga?. Sin este distanciamiento interior la fe es sustituida por la ideologa. As que la funcin es positiva; ms, es el camino normal. Hasta que en un momento dado la vida teologal te produce por dentro el distanciamiento interior. Pero la funcin es el modo que el 99,99% de los humanos tenemos de funcionar, se supone que bien, si la ideologa es sana. Porque si la ideologa no es sana... puede destruir a las personas una tras otra. Y para m, uno de los problemas que veo hoy en la Iglesia es tener ideologas sanas, con visiones de conjunto, equilibradas, que permitan el desarrollo de las personas, si eso logrsemos... no sera poco! Pero todava no hemos llegado a la experiencia de misin. Funciones generosas, valiosas, que propician el crecimiento de la persona humana y espiritualmente, pero todava, todava, se han quedado a medio camino. As que hablemos ahora de misin. Voy a intentar expresar la misin en siete rasgos: Primer rasgo. La misin emerge desde la profundidad personal, sin ningn plan premeditado. No se sabe cmo, pero aparece ah. Lo cual supone, lgicamente, que la persona tiene un nivel de interioridad que puede percibir dinamismos que no dependen del grupo de pertenencia, totalmente personales. Segundo rasgo. Esta misin brota de una sntesis entre la fidelidad a s mismo y la obediencia a Dios. Estamos en los grandes secretos de la personalizacin: la fidelidad a s mismo y la obediencia a Dios. Y eso produce trascendencia. Yo no me sito primordialmente ante ningn grupo ni ideologa, me sito primordialmente ante Dios. Y mi libertad, ante Dios, y mi obediencia, ante Dios, y mi ser persona, ante Dios. Si no se produce ese distanciamiento, no puede desarrollarse esa profundidad personal que no est preestablecida. Tercer rasgo. Por eso, la verdadera misin no viene desde fuera, sino por proceso interior. Desde fuera es lo que antes hemos dicho, que no quiere decir que no sea valioso, y no quiere decir que no desarrolle niveles de generosidad y de motivaciones espirituales, pero la verdadera misin no viene desde fuera, sino por proceso interior, que puede durar perfectamente 30-40 aos. Mientras uno cumple fielmente las funciones, el Espritu se encarga de llevarte a tu misin personal. Cuarto rasgo. Esto es algo totalmente personal. Por eso, la primera persona que se extraa es ella misma, ah va!, aqu qu pasa...?. Se extraa ella misma; y casi siempre es de vuelta, a posteriori, mirando hacia atrs. Por ejemplo, una persona: Qu me pasa a m con la institucin? Es persona seria, responsable, entregada, de vez en cuando tiene la tentacin de decir qu hago yo aqu? Me voy! Y no precisamente porque tenga conflictos, y no

precisamente porque se crea nuevo fundador, y no porque quiera hacer una funcin ms elevada y generosa... No. Sino porque ya por dentro se ha producido ese distanciamiento, donde la persona descubre el secreto de su propio ser cara a cara con Dios. Quinto rasgo. Esta persona ya no vive de utilidades, ni de necesidades sociales. Al descubrir su propia soledad en el cara a cara con Dios, comienza a sospechar que la misin es dar vida y dar paso a Dios, que no es una funcin, que no es una tarea. Es dar vida y dar paso a Dios. Sexto rasgo. Casi siempre Dios lleva a esta misin con las mediaciones humanas, con nuestra entrega en obediencia, pero tambin a pesar nuestro. Nosotros somos muy cabezotas, pero si nos ponemos en manos de Dios, l siempre nos lleva, a pesar nuestro, donde quiere llevarnos; con nosotros y a pesar de nosotros. Lo cual, lgicamente, slo es posible desde el crecimiento en la vida teologal. Sptimo rasgo. Crecimiento en la vida teologal. Alguien se preguntar qu diferencia existe entre funcin y misin?, porque tambin la funcin puede ser vivida teologalmente. Es que no se trata de vivir teologalmente o no la funcin, se trata de descubrir la misin personal y nica para la que fui predestinado desde antes de todo, desde la eternidad. Creis que esto existe? Pues esto tiene muchas ramificaciones. Una persona puede sentir que Dios le quiere, y mucho, pero cuando comienza a sospechar que Dios se ha fijado en ella... cambia radicalmente la perspectiva, es el vrtigo de la llamada personal. Muchas ramificaciones. Y la Iglesia depende totalmente de stos. Totalmente. La Iglesia necesita ideologa, necesita funcionar bien, necesita motivaciones espirituales, pero sobre todo necesita.... alguien que d paso a la vida creadora y salvadora de Dios. Podrn ser fundadores, o podr ser en el ltimo rincn. La misin que tuvo Jess de Nazareth no fue la misin de Mara, pero no hay Reino de Dios sin Mara. As de simple y as de determinante! Las formas pueden ser variadsimas, porque son las que Dios crea, no las que nosotros hemos preestablecido por los anlisis del Reino de Dios que nos hacen los telogos o por meros anlisis de la realidad del mundo en que vivimos, al cual hay que responder. No, Dios lo hace por su propia libertad, es la autntica creatividad del Espritu. Por eso, hay que saber que se puede funcionar teologalmente, pero otra cosa es descubrir teologalmente la misin personal a que has sido llamado. Soy muy ambicioso verdad? Pero no me puedo contentar con menos, porque es que la vida de la Iglesia depende de esto. Lo que llamamos carisma, que en los fundadores es clarsimo -en algunos, no en todos, de algunos ya discutira-, en los dems termina siendo funcin. Y necesaria, repito, vlida en la Iglesia. Seguimos profundizando: Cul es el referente primordial de esta misin? Pues quin va a ser!: Jess. Y sintetizo: el ser de Jess es amor de obediencia. Jess es un laico que no pertenece a ningn orden preestablecido, no es esenio, ni pertenece a ningn grupo ideolgico, y por supuesto, no es sacerdote del templo de Jerusaln. Y desde el primer momento supo, antes del Jordn, que su vida no le perteneca, por intuicin atemtica. Siempre he sospechado que por aqu tiene que estar el tema de porqu Jess no se cas, no por temas ideolgicos del celibato y cosas por el estilo, sino por la intuicin profunda de su ser, de que su vida no le perteneca y que tena que esperar a que el Seor se le manifestase de manera personal. Nazareth. Se encuentra con Dios en el Jordn y le puede llamar Abb, y es entonces cuando recibe identidad personal, porque Dios Padre le ha dado su identidad personal. Qu cosa, en el descubrimiento de la identidad de Dios, Jess descubre su propia identidad. Y no estoy hablando de la divinidad, eh, estoy hablando de la experiencia de revelacin de identidad, que est esencialmente vinculada a la experiencia vocacional. En ese momento, Jess, al descubrir su identidad, descubre su misin. Inseparable. Por eso la misin es la fuente de su ser, tal como lo ha visto claramente el Evangelio de Juan. Qu cosa, el Evangelio ms teolgico sobre la

divinidad de Jess, est totalmente centrado en la misin de Jess. Totalmente. Por eso Jess no es un hombre orante, es un enviado, un hijo de obediencia. Por eso se entrega a la misin. En esa misin hay muchas funciones, muchas!; funciones que no estn preestablecidas, sino que el Padre le revela a l, como enviado. No le revela ni envindole ngeles ni por ciencia infusa, sino que en su relacin personal con Dios, a Jess se le va aclarando cul es su misin personal. Lo primero, siempre, vivir en obediencia al Padre; despus revelar quin es Dios: Padre; revelar la misericordia del Padre a favor de los pecadores; revelar qu somos para el Padre, que estamos por encima de la ley; revelar el corazn del Padre a favor de los ltimos; revelar cmo Dios transforma la historia desde dentro y desde abajo, no desde una eficacia que nosotros podemos controlar; reunir discpulos, porque eso que se le ha dado a l, tiene que transmitirlo como maestro espiritual y tiene que educarles en quin es Dios y a qu han sido llamados: discpulos; y por supuesto, pertenece esencialmente a su misin la oracin: se retiraba a orar por las noches, para de nuevo ponerse en comunicacin con el Padre y recibir la vida del Padre, y discernir con el Padre. Fue todo un camino el que tuvo que recorrer Jess. En Galilea fracas, estuvo en crisis su propia vocacin, y sin embargo, fue el momento decisivo. Todo el talante de Jess est aqu: en vivir en misin. Con lo cual ya os fijis.... Claro, para nosotros misin es tarea, funcin, actividades. Para Jess la misin es lo que le da el Padre. Que Jess, como todos nosotros tiene que hacer un equilibrio, pues claro. De vez en cuando, ya dice el Evangelio que se retiraba con sus discpulos a descansar. Pero a continuacin, la gente va detrs de l, y el Evangelio dice que sinti compasin y se puso a hablarles tranquilamente del Reino de Dios. Qu libertad interior! El hombre no se posee, y como no se posee, por eso hace oracin. Y como no se posee, por eso va haciendo lo que cree que tiene que hacer, como misin que se le encomienda. Por eso la misin est ms all de oracin y de accin, est en la obediencia de amor. Y por la misma obediencia se ora y por la misma obediencia uno sale de la intimidad con Dios para los dems. Nuestro gran referente es Jess, Jess es tan esplndido...! Con los profetas ocurre igual, como con los discpulos despus. Siempre aparece una lgica. La persona vive dentro de un determinado sistema, funciona bien, y de repente... hala, ahora ya no sers Simn, sino Pedro Ya est, ya ha cambiado tu vida! Ya ha cambiado! Y nosotros, esto, casi siempre lo asociamos a status, que se trata de cambiar de status, el famoso discernimiento de la eleccin, segunda semana de S. Ignacio. En algunos casos es cambio de status, pero no consiste en cambio de status. Yo, en los siete puntos que os he dicho, en ningn momento he hablado de cambio de status. He hablado de experiencia vocacional, que en algunos casos pasa por cambio de status, como una etapa, o puede permanecer la persona toda su vida en el mismo status, llammosle matrimonio, celibato,... puede permanecer toda la vida en el mismo status, sin embargo ha cambiado radicalmente su experiencia de misin. Por eso es tan importante, respecto a Jess, tener claro que no es un modelo a imitar, que no se trata de hacer las funciones que l hizo. Porque es que adems hay tres partes muy distintas en las funciones de Jess. Nazareth, como el hijo del carpintero, nada, ocultamiento; Galilea: hala, a poner en marcha el Reino de Dios, venga signos y predicaciones, provocando el cambio del sistema, para qu?, para fracasar; tercera fase: a morir!. Y las tres fases, tan distintas a nivel de funciones, tienen la misma lgica: vivir en obediencia al Padre. Por eso, mucho cuidado, no se trata de imitar a Jess. Otra cosa es que la ideologa de las instituciones funcione as. Por ejemplo, en la Congregacin de la Sagrada Familia, pues lgicamente buscar en la espiritualidad de la Encarnacin y de Nazareth la justificacin ideolgica de sus funciones; como yo, franciscano, busco la justificacin ideolgica en la Vida y Regla de los Hermanos Menores. Muy bien, pero esa no es la cuestin. Jess no es un modelo a imitar. Ms, es muy peligroso, muy peligroso, no darse cuenta de que Jess tuvo su misin personal absolutamente nica, absolutamente nica, no hay antes ni despus de Jess quien tenga la misma misin. El es el Mediador establecido por el Padre, absolutamente nico. O sea, que no se nos ocurra repetir la

misin de Jess. Pero Jess nos inspira, y este punto es nuclear, y, adems, nos permite participar de su misin. Ese es el don de Jess para nosotros: nos inspira y nos permite participar de su misin. Luego, el modo de participar ser muy variado. Problemas - Matizaciones Primer problema: Todo esto puede suponer un conflicto institucional? S y no. Conviene saber distinguir entre conflicto de intereses y conflicto de obediencia, esta distincin es muy importante para cualquiera que pertenezca a una institucin. Conflicto de intereses: al provincial le interesa que vaya a Arantzazu; yo, tengo otros intereses. Esto es normal, es humano, pero est claro que en eso no vivimos vida teologal. Los conflictos de intereses son normales, pero quiere decir que todava no hay vida teologal. Otra cosa son los conflictos de obediencia, cuando hay una mediacin de obediencia respecto a la cual tengo un voto, y s que Dios me manifiesta su voluntad a travs de esas mediaciones. Si no, no tendra ese voto, porque yo obedezco al Seor, no obedezco al provincial; pero el Seor me ha dado como mediacin de su voluntad esas mediaciones, y no otras. Pero junto a esas mediaciones institucionales existe la obediencia personal, que tiene que ver con todo lo que he dicho antes, y ah s que puede haber determinados conflictos, que necesitan discernimiento. Porque siempre se trata de obedecer, si no, no hay misin. El que no sepa distinguir entre su inters, justificado espiritualmente y la obediencia a Dios, todava no tiene vida teologal. Esos conflictos pueden existir perfectamente, pero sern conflictos de obediencia de dos mediaciones, una mediacin externa que est en el origen de mi vocacin religiosa y una mediacin interna que est en mi proceso personal de obediencia a Dios, que nunca debe ser sustituido por ninguna institucin. Por eso es tan importante saber distinguir entre obediencia diferenciada y obediencia indiferenciada. Durante mucho tiempo nos educaron a los religiosos en la obediencia indiferenciada, es decir, t lo que tienes que hacer es lo que te manda el superior. Como siempre obedeces a Dios, no tienes que inventar nada, ya est. Poco a poco hemos descubierto que la persona es importante, que no puede ser que utilicemos la obediencia como instrumento de dominio sobre otro. Evidente, eso es de tica, tica elemental; vida teologal es otra cosa. Se ha enseado menos qu es una obediencia diferenciada: cmo yo puedo tener voto de obediencia asumido seriamente y sin embargo, por dentro, vivir que el Seor me llama, dentro de la institucin, no a la actitud de a lo que me manden, sino a que yo tengo que decirle al superior que el Seor me puede pedir otra cosa. Esto es obediencia diferenciada. Para este conflicto hacen falta criterios de discernimiento. Y por eso yo tambin le doy mucha importancia a esto, si se trata de conflicto de intereses o de conflicto de obediencia, si se trata de obediencia indiferenciada o de obediencia diferenciada, porque algunos son llamados exactamente a la obediencia indiferenciada, lo que me manden, pero lo hacen conscientemente, no por ideologa ni seguridad, sino porque son llamados a eso. Otros son llamados a una obediencia diferenciad, asumiendo la indiferencia espiritual a travs del voto. Pero para esto, es muy importante que haya una pedagoga espiritual. Y esto es igual lo que os resulta paradjico: uno no puede descubrir su misin personal de obediencia personal a Dios hasta que no asume la mediacin externa de obediencia. Habis odo bien? Hasta que no asumes la mediacin externa de obediencia, tampoco descubrirs la mediacin nica y personal de obediencia a Dios. Tambin ocurre igual en otros campos, por ejemplo, en el matrimonio, que uno descubra la obediencia. De esas cosas no se habla, pero es de enorme importancia. Hay que descubrir exactamente igual, lo nico que las mediaciones estn estructuradas de modo distinto. La obediencia que tenis que vivir los seglares en el trabajo, ni os cuento! Me resultaba ms fcil hablar de la institucin religiosa, pero se puede aplicar perfectamente a cualquier institucionalizacin de la vida, y como todos estamos institucionalizados! Sabis la institucionalizacin que supone un trabajo de 8 horas? As que ah hay un problema: Conflicto institucional? S y no, depende de cmo se elabore.

Segundo problema: Cuando he hablado de la misin no estoy hablando de misiones carismticas excepcionales? Eso, se puede aplicar a todos? Pues aqu mi respuesta sera matizada. En efecto, tal como habla Legaut, Legaut s que tiende a hablar de la misin por contraposicin a la funcin desde determinadas vocaciones carismticas: maestros de espritu, fundadores, inspiradores de movimientos, s que tiende a eso. Sin embargo, me parece importante que sepamos distinguir la aplicacin concreta, personas carismticas que no pueden ser carismticas si no tienen esta experiencia de diferenciacin entre funcin y misin por proceso personal. Aunque esto se aplica ms claramente desde el punto de vista externo a determinadas misiones carismticas, creo que se aplica tambin a todo discpulo de Jess. Aqu es donde, por ejemplo, me encanta pensar en Mara: un carisma en el ocultamiento, para ser el corazn del Reino y de la Iglesia. Quin lo saba? Hacia el ao 60 o as, las comunidades cristianas empezaron a sospechar que esta mujer era mucho ms que progenitora de Jess, que tena una misin salvfica. Y por otra parte, es admirable que las comunidades cristianas comiencen tan pronto a sospechar. Est claro que desde el punto de vista externo no hizo nada ms que traer al mundo a Jess, educarle lo mejor que pudo y despus quedarse en la retaguardia. Y se le acepta entre la comunidad primitiva de Jerusaln porque es la madre de Jess, la madre del Seor, como se acepta a otros parientes de Jess que tuvieron funciones pblicas, como Santiago. Se ve que despus de la muerte de Jess empiezan a tener importancia los parientes de Jess, hasta entonces no tienen ninguna importancia en la vida de Jess. Y ah aparece Mara. Y Mara saba que tena una misin especial? Se puede hacer la hiptesis de que en Pentecosts empez a darse cuenta, se puede hacer la hiptesis, pero yo, personalmente, creo que antes de Pentecosts no. Por qu? Porque hay muchos que cumplen una misin nica sin saberlo. Porque lo que hacen es, simplemente, vivir en obediencia, sin ms. Consienten; ese fue el secreto de Mara, como fue el secreto de Jess, cosa curiosa. Con lo cual, la pregunta es hay que ser conscientes de este proceso de descubrimiento de la misin personal? No necesariamente, aqu vale lo que decamos de la conciencia refleja y de la conciencia concomitante. Hay personas que lo viven con conciencia refleja, suele tener que ver con si tienen una determinada misin pblica en el Reino de Dios, en la Iglesia; pero hay otras muchas personas, la mayora, que no tienen ninguna misin pblica y que normalmente hay que suponer que no son conscientes de manera refleja, pero la realizan. Tercer problema. Y por eso voy a terminar este apartado con esta afirmacin, a ver cmo os suena: La verdadera misin llega tarde, como el verdadero seguimiento de Jess llega tarde. Hay un seguimiento inicial desde el cual somos introducidos en la dinmica del Reino, en la vida de Jess. Y se necesitan aos para llegar a ser discpulo de Jess con una nueva conciencia de seguimiento. Esto vale para los religiosos, vale para los casados. Porque siempre hay una desproporcin entre el momento en que uno tiene que tomar las grandes decisiones de la vida y el momento en que la vida teologal se consolida. Es entonces cuando se vive el verdadero seguimiento y la verdadera misin. Slo algunas personas excepcionales lo pueden vivir muy jvenes. Teresita; a m me impresiona tanto esa chiquilla, qu conciencia de misin tiene, metida en un convento, con aquella mentalidad de convento de clausura, mi verdadera misin se realizar cuando me muera, har llover rosas por el mundo, mi camino espiritual ser conocido por muchas generaciones. Y as fue, y es. Totalmente excepcional! Lo que no es excepcional es esto: ir descubriendo la verdadera misin y el verdadero seguimiento poco a poco. Que mientras uno vive en un marco preestablecido, su vida teologal le lleve a la soledad cara a cara con Dios y entonces sea capaz de hacer esta sntesis tan importante: integracin sin conflicto en ese marco de referencia, pero no identificacin con el marco de referencia. Importantsimo. Y esto hay que saber mantenerlo y vivirlo durante aos. Ya os dais cuenta de que el mundo en que nos estamos moviendo no es el mundo de las motivaciones conscientes, ni de las ideologas que justifican determinadas funciones, es el

mundo propio de la misin: yo he sido llamado personalmente para. Y voy a poner ejemplos. Una madre: se casa, es cristiana, es responsable, educa a los hijos, se entrega generosamente... Y al cabo de unos aos descubre que la misin de ser madre consiste en interceder (pedir por). Cumple perfectamente todas las funciones, pero ha descubierto cul es su verdadera misin! Tarde, lgicamente, tarde! Esto no se descubre de buenas a primeras! Maternidad espiritual a travs de la intercesin, todo lo dems le ha llevado a ese punto, todo. Estoy hablando de misin, no estoy hablando de recurso espiritual para dar sentido a lo que no puedo controlar, no tiene nada que ver. No es que cuando yo no puedo controlar pido, no, es que la vida se centra en la intercesin, haciendo todo lo que se tiene que hacer. Misin. Queris otros ejemplos? Una persona cumple una funcin muy importante del Reino: enfermera, la salud. Jess cur tanto! Tarea entregada, se encuentra a gusto, ese es su sitio. Pero poco a poco descubre a travs de la funcin misma de la enfermera el mundo de la relacin, con lo cual, al cabo de los aos descubre que su misin es la relacin con el enfermo. No es que le va bien, no es que lo hace muy bien, sino que esa es exactamente su misin. Otro: ser evangelizador. Se dedica, cumple la tarea, se entrega a predicar... toda mi vida he sido yo evangelizador, desde los 23 aos! Jams yo he podido sospechar que Dios tena para m como mi misin, jams lo hubiese elegido yo, crear un itinerario espiritual que se llama la personalizacin. (Estoy convencido de que todava no es mi misin principal, eh, no es). No s cmo lo ha hecho, pero s que lo ha hecho, y que no es mo. Esa es la sensacin: esto no es mo, esto se me ha dado a contracorriente, y de vuelta!. Jams hubiese elegido yo eso! Yo tena otros proyectos, de funciones y de misiones, hombre que si tena, no os los voy a contar, claro! Que si tena otros proyectos, justificados perfectamente desde la ideologa! Pues mira, vas a hacer esto, porque se me ocurre a M. He aludido antes a Teresita. Teresita toda su vida quera ser monja de clausura. Y hay un momento en la vida de Teresita en que ella descubre su misin. Es que yo senta tantas cosas por dentro, que quera ser misionera, quera ser predicador, quera ser... hasta que descubr que mi misin era amar, en el ocultamiento. Otra cosa es que este famoso texto se lo apropian las contemplativas haciendo muy mala teologa del carisma de la vida religiosa contemplativa, eso es otra cuestin. Como que los dems no tenis que hacer lo mismo, amar! Como yo! Es lo nico importante que tenemos que hacer en este mundo: creer, esperar y amar! Pero cuando ella (Teresita) lo expresa, lo expresa como misin, y realmente la Iglesia lo entendi as, por eso es la patrona de las misiones. Era su misin, para eso fue creada. Cul es la vuestra? Igual la tenis que vivir inconscientemente, sin saber nada, igual lo descubriris en el cielo. Lo digo muy en serio. O igual esto os abre los ojos y miris hacia atrs y decs a dnde me estar llevando el Seor? Qu misin quiere que yo cumpla? Y siempre pensamos en cosas extraordinarias, especiales, rupturistas... y en algunos casos puede ser, pero en otros es exactamente lo contrario. Yo, con algunas personas, suelo tener la intuicin ya s dnde esta persona va a ser llevada; no se lo digo, claro. Slo faltaba eso, que se lo dijese! No. Si es del Seor, ser. As de claro, si es del Seor, ser. Y si no es del Seor, pues tampoco me interesa decirle nada! La verdadera misin llega tarde, de vuelta y contracorriente. Apunto arriba no? No, no apunto arriba, apunto al misterio increble que es que Dios quiera comunicarse conmigo personalmente. Y transformar la historia a travs de mi obediencia personal. Y para eso necesita hijos de obediencia, porque con ellos va a dinamizar el Reino, y la historia, y la Iglesia. Aunque no lo sepan! Con ellos va a dinamizar la historia. En algunos casos se sabr, igual despus de muertos, y en algunos casos antes de muertos. Es que la creatividad del Espritu pasa por estas personas, este es el asunto. Si no, la Iglesia sera una institucin que funciona muy bien, suponiendo que funcione bien, claro, ya me entendis; en el mejor de los casos sera una institucin que funciona con valores. Pero no estara habitada por la libertad del Espritu Santo. La vida de la Iglesia y del Reino de Dios depende de esto. Y tambin entre ateos puede Dios suscitar lo mismo, sin que ellos lo sepan, claro, para lo mismo. Aqu, quien es Seor de la

historia soy Yo. Esto es lo que est diciendo Dios: Yo soy el Seor de la historia, no vosotros, ni la institucin, yo lo que necesito es gente que est dispuesta a obedecerme, a darme paso. Misin!Dilogo abierto NOTA: Las preguntas, en su mayora, no se entienden. Pero hay respuestas que, an no sabiendo a qu pregunta contestan, tienen contenido propio. Por eso se transcriben. - A una persona de 28 aos, aunque tenga vida teologal, t no puedes decirle que tiene una misin particular, a menos que tengas muy claro que Dios lo quiere. Lo que tienes que ensearle es a que viva en obediencia personal a Dios, y Dios le llevar. Porque si no, le puedes producir una identificacin y la obediencia no tiene nada que ver con las identificaciones. La obediencia a Dios no depende de que yo me sienta identificado con esto que hago, no. Es otra cosa, que pertenece a la libertad de Dios. No depende de que yo valgo para esto, porque unas veces vales y otras veces no vales. La persona y Dios es ms que la institucin. Por eso es muy importante todo lo que decamos: espritu de verdad y obediencia teologal. De lo dems, ya se encargar el Seor. - La persona puede ser consciente o no, eso es secundario, lo importante es que Dios quiere dar vida al mundo, y no lo hace sino a travs de obediencias. Es algo que olvidamos: el Reino de Dios tiene siempre dos movimientos. Un movimiento que viene de Dios, y el mismo movimiento que viene de Dios, creando la respuesta adecuada. Si no, el Reino de Dios sera algo controlable, mgico. El mismo Dios que interviene es el mismo Dios que crea la respuesta! Y a eso se llama obediencia. Y hay que decir que, habitualmente, Dios no interviene, no salva, sino a travs de la obediencia; hay una correlacin directa entre Reino de Dios y obediencia. La obediencia es una ventanita que se abre en el sistema, por donde Dios se cuela, y ah se realiza el Reino de Dios. La eficacia del Reino de Dios depende de la obediencia. Se aplica a esto lo mismo que dice Pablo del amor cristiano: Aunque yo haga esto... si no tengo amor, no sirve de nada. Pues lo mismo: por mucho que yo est haciendo tareas del Reino, si no estoy haciendo la voluntad de Dios, no sirve de nada. Es la misma lgica, es el modo que Dios tiene de actuar en la historia. - La obediencia no consiste en acertar, consiste en darle paso a Dios. Yo, quiero hacer lo que T quieras; si me equivoco, ya me corregirs. No depende de acertar, sino de la actitud bsica de darle a Dios la iniciativa. Con lo cual, l se puede aprovechar perfectamente de nuestras tonteras para hacer su obra, si vivimos en obediencia. Porque l es el Seor de la historia. - En la carta a los hebreos se dice: Siendo hijo, tuvo que aprender la obediencia a base de sufrir. Ah se resume todo el misterio de Jess. - No hay vida teologal hasta que se asume la autoridad de Dios. Si hablamos de iniciacin en la personalizacin, pedagoga simultanea: una relacin con Dios desde la autonoma y una intuicin espiritual donde Dios siempre es ms y tiene la ltima palabra. Poco a poco, poco a poco ya se har la sntesis, cuando uno descubra que la fuente de su autonoma es la voluntad de Dios, para que la voluntad de Dios no sea una norma impuesta desde fuera, porque si fuera as no se dara obediencia de amor, sino sumisin. Otra cosa es que hay determinadas libertades producidas por la obediencia, que solo se dan cuando uno se somete... Claro, Jess: Aparta de m este cliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. La consumacin de toda libertad, como de toda obediencia, es el consentimiento, cuando se te impone la voluntad de Dios. La hora, esa es la hora de dar vida al mundo, el amor redentor... Pero hasta que llega esa hora, tenemos que aprender muuuuchas pequeas horas, muuuuchos minutos de sometimiento, porque si no, esa hora nunca se da automticamente.

CONTENIDO DE LA MISINHemos hablado de la experiencia subjetiva de la misin. Ahora vamos a hablar del contenido de la misin. Se puede resumir diciendo que el cristiano participa de la misin de Jess. En sntesis, es eso, pero claro, a veces cuando se hacen estas sntesis no se aclaran demasiado las cosas, as que vamos a ir por partes. Primer punto, tenemos que meditar mucho en el Evangelio, y no slo en el Evangelio como contenido, sino como experiencia. Y sobre todo, o a la vez, toda la dinmica, porque Jess no solamente ha tenido que ir resituando su misin, sino que tambin ha cambiado el contenido de su misin. El contenido de la misin en Nazareth es distinto del contenido de la misin en

Galilea y del contenido de la misin en Jerusaln. Ahora no voy a explicar esto en detalle, pero lo considero de la mxima importancia. En Nazareth est claro que lo que predomina es el tiempo de espera y obediencia: la obediencia es espera. Importantsimo. En Galilea pone en marcha el Reino de Dios con los grandes contenidos del Reino. Hay que volver de nuevo a la fe en el Dios Seor de la historia. Este es el momento en que Dios interviene definitivamente en la historia cumpliendo lo anunciado por los profetas, y eso supone la victoria sobre los poderes del mal: Jess expulsa demonios, cura enfermedades, libera a los oprimidos, es la Buena Noticia para todos los excluidos, de manera que Jess pone en marcha la revolucin de la esperanza y sobre todo la revolucin de la misericordia. Toda pretensin de cualquier sistema religioso moral de querer justificarse ante Dios es intil, porque ha llegado el tiempo de la soberana del amor misericordioso de Dios, que libera de la ley y planta el tiempo de la gracia. Y todo eso lo hace Jess desde una lgica muy peculiar, que es la suya: sin violencia, desde dentro y desde abajo. A la vez va poniendo en marcha, a partir de los discpulos, esa nueva humanidad en torno a la cual quiere reunir al nuevo pueblo de Dios, porque l ha venido a las ovejas dispersas de Israel; y sin embargo nunca considera esta eleccin de Israel como un derecho, sino todo lo contrario. Y sobre todo, todo esto produce un profundo desconcierto en Galilea, porque por una parte cumple, pero por otra parte no cumple. Eres t el que ha de venir, o esperamos a otro?. Decidle a Juan el Bautista que los ciegos ven, a los pobres se les da la buena noticia, los cojos andan, os muertos resucitan,.... y dichoso el que no se escandalice de m. Por qu desconcierta? Por muchas razones: porque no responde a las expectativas del deseo. Se supona que en la intervencin apocalptica de Dios, anunciada por Juan el Bautista, Dios en un golpe de fuerza iba a cambiar toda la faz de la humanidad y sobre todo de Israel, constituyendo a Israel en el corazn mismo de la historia. Ni lo cambia segn el modelo teocrtico, un gobierno en Jerusaln, gobierno del culto. No. Y por supuesto, no responde, porque no permite que la eleccin de Israel sea ningn derecho, es una eleccin que pertenece exclusivamente a la libertad de Dios, es don, y nadie puede justificarse ante Dios por ningn derecho de eleccin. Y sobre todo desconcierta porque tiene algunos signos de autoridad que desbarata todo los esquemas: se constituye por encima de Moiss, de Salomn, no habla como los profetas orculo de Yavh sino dice en verdad, en verdad os digo, vincula a las personas a su propia persona, por encima de todos los rabinos, y de vez en cuando da a entender que l tiene una relacin absolutamente nica con Dios. Pero qu pretensiones son stas, quin se cree ste, si ya lo conocemos! Es Jess de Nazareth, conocemos a su madre y a su padre y a sus parientes! Y al principio produce entusiasmo, despus desconcierto y despus rechazo: fracaso en Galilea. Y se supone que, si se trataba del Reino, se trataba de la victoria definitiva de Dios, no poda fracasar, porque ya no hay otra ms, es la ltima. Con lo cual Jess tiene que comenzar a hacerse muchas preguntas. No ser mi misin una ilusin, un autoengao?. Porque para un judo, y Jess era un judo, era absolutamente impensable que la ltima intervencin de Dios no fuese victoriosa. Si estaba fracasando, eso significaba que no haba llegado la misin ltima. Con lo cual la crisis de Jess no es la que nosotros solemos tener por no ser eficaces, es crisis vocacional, crisis de misin. Y es entonces cuando Jess tiene que aclararse, y como hombre de fe y hombre de obediencia, no pretende tener la ltima palabra. Una vez ms se pone delante de Dios: orar. Qu sucedi en el Tabor? Los evangelistas nos han contado el Tabor como una especie de anticipacin de la Pascua. Quiz puede haber un ncleo histrico en esa gloria de Jess en el Tabor, o quiz sea una relectura de que a partir del Tabor comienza la segunda etapa de la misin mesinica de Jess, la etapa determinante. Jess comienza a sospechar que el Reino debe pasar por el sufrimiento, que el fracaso puede ser camino del Reino de Dios y de la victoria

definitiva. Pero como todava no ha actuado en Jerusaln, tiene que jugrselo todo a una sola carta. Y es lo que hace: se la juega a una sola carta. Purifica el templo! Eso s que son pretensiones! Nosotros interpretamos psicolgicamente lo del ltigo, pero no tiene nada que ver con la sicologa ni con el mal genio de Jess, es un signo proftico. Jess simplemente dice, no, el Reino de Israel no ser en el templo, no ser teocrtico; el nuevo Israel supone una nueva relacin con Dios. Ataca el corazn mismo del sistema, y el smbolo de la eleccin. No porque Jess crea que Israel no es el elegido, sino porque el Reino de Dios va a ser de otra manera. Y cmo lo sabe? Por su propia experiencia: el verdadero culto a Dios no necesita templo, el nuevo Israel ser en espritu y en verdad. Lo haban dicho los profetas, pero Israel no haba querido enterarse. Y ahora, se lo pone entre la espada y la pared. Qu pas? Pues ya lo sabis: rechazo. Y entonces Jess comienza a entender que ese rechazo puede ser el gran camino del Reino de Dios a travs de su entrega solidaria, que a l le toca ser Mesas como siervo de Yahv, llevando el destino de su pueblo hasta el final. El pecado! Sabe que va a resucitar? No es necesario, a l no le toca saber, slo le toca obedecer. De manera que en su muerte se realiza el juicio apocalptico sobre su pueblo, los discursos escatolgicos de Mc 13 y paralelos: De este templo no quedar piedra sobre piedra. Porque el Apocalipsis lo tiene que vivir Jess en su propia muerte, solidario con su pueblo hasta el infierno. Y por eso en la ltima Cena es donde Jess entregaba su misterio ms profundo: el cuerpo entregado y la sangre derramada como Nueva Alianza. Y todo, de nuevo, queda en manos del Padre. Y as fue, asumiendo el destino de su pueblo hasta la muerte: Amor Redentor. Cumpliendo el camino del Padre: obediencia; y amando hasta el final. Y el Padre, efectivamente, lo resucit, diciendo que, efectivamente, estos eran mis planes. Y no en un sentido predestinacionista, como se ha explicado en determinada soteriologa, como que ya vino a morir, no, sino como siempre ocurre con el cumplimiento de las Sagradas Escrituras, es slo a posteriori. Nunca a priori se pueden conocer los planes de Dios. Slo a posteriori pueden ser reledas las profecas y solo a posteriori puede interpretar Jess su propio camino, su propia misin. Y eso es lo que ocurre cuando a partir de la Resurreccin Dios da el Espritu Santo, para comprender que era necesario que el Hijo del Hombre muriese. Por qu? Porque el Reino iba a realizarse de una manera absolutamente insospechada. Siempre cabe la pregunta: si Israel hubiera aceptado el Reino en Galilea cmo hubiese sido la historia de la humanidad? Hubiese cambiado totalmente. Pero eso es una hiptesis que no tiene base, porque era imposible que Israel aceptase esto. Y esa imposibilidad es la imposibilidad del pecado, de la absoluta cerrazn y obcecacin de Israel; exactamente igual que nosotros. Por eso, cuando Dios resucita a su Hijo realiza realmente el Reino, ah comienza el Reino, pero de una manera nueva. Algunas cosas se van a confirmar, por ejemplo, que ya no habr templo, pero otras cosas sern totalmente nuevas, porque jams Israel poda haber sospechado lo que poda ser el don del Espritu Santo como vida del Resucitado, que es lo que nosotros experimentamos, que el Reino es la experiencia de la vida eterna, del Espritu Santo. Y desde ah podr ser retomado todo el camino de Galilea, ahora podemos entender porqu la Iglesia tiene que retomar la misin de Jess, tiene que hacer memoria permanente de Galilea. Si quiere ser fiel a Jess, tiene que hacer presente el Reino al estilo de Jess, Galilea, pero con una diferencia. La diferencia es que ahora la comunidad cristiana, los discpulos, tienen Espritu Santo para entender cmo Jess estaba realizando el Reino en Galilea, no a la medida de la teocracia, ni de la apocalptica, ni del deseo del hombre, sino exactamente como Jess. Exactamente como Jess, porque ahora los discpulos tienen el Espritu de Jess para realizar el camino de Jess. Y eso comenzar en Israel, porque Israel nunca fue rechazado. El nuevo Israel ser formado de nuevo por los 12, por los judos, por los 12. Pero como ya no va a depender del templo, ni va a depender de la eleccin de la tierra, ni de la sangre, sino que es cuestin del Espritu Santo, hay que ensanchar las fronteras. Esas sern las batallas de los primeros

cristianos: Qu se hace con los paganos? Ellos pueden ser el nuevo Israel? S, son llamados a ser el nuevo Israel, no dependen de la circuncisin, porque los hijos de Abrahn son esos, los de la fe, no los de la circuncisin. Muy resumido, pero aqu hay mundos, para que nosotros podamos acercarnos. Cul es el contenido de la misin? Todo el camino recorrido por Jess. Todo l, no quitis nada, todo l. Que nosotros normalmente lo que hacemos es seleccionar, en funcin de la ideologa. Como resulta que el Reino es el Espritu Santo, puede desaparecer Galilea. No!, no puede desaparecer Galilea, la memoria histrica del Reino de Dios transformando la historia tiene que ver con el Espritu Santo, porque as lo vivi Jess. Entonces nosotros espiritualizamos el Reino -que es la tentacin permanente, ha sido la ms frecuente en la historia de la Iglesia- perdiendo las races mesinicas judas. Pero de vez en cuando aparecen movimientos de inspiracin mesinica juda en la historia de la Iglesia y ahora el centro est en Galilea, con lo cual no saben qu hacer con la muerte y resurreccin de Jess, que se quedan simplemente en el final del profetismo de Jess, que por ser coherente con su misin, se muere. Con lo cual, no se entiende que el centro de toda misin es la Pascua. Y ah nos debatimos las distintas ideologas, los que se centran en el Jess histrico -Galilea- para transformar la historia, y los que se centran en el don del Espritu Santo a partir de la Resurreccin -espiritualidad-. Jess entero! se es el contenido del Reino, Jess entero, y adems en su dinmica propia, porque efectivamente esa dinmica slo puede vivida por el Espritu Santo. Slo el Espritu Santo puede hacer la sntesis de Nazareth, Galilea y Jerusaln. Segundo punto de nuestra reflexin, esta dinmica del Reino es una dinmica que tiene cierta lgica muy especial. Quiero hablar de esto. Porque el contenido de esta misin vivida por Jess hace ver cmo Dios acta en la historia. Jess es el que nos revela cmo el Padre quiere realizar eficazmente su Reino. Y este cmo, el cmo de la eficacia del Reino, es especialmente importante para la misin. Hay un momento en la misin de Jess donde Jess mismo explica esto, o lo explica sucesivamente. Parece que las parbolas tienen que ver con el momento en que, despus de un par de aos ms o menos, Jess ha puesto en marcha el Reino en Galilea, quiere iluminar, y se encuentra con el fracaso, se encuentra con el desconcierto, se encuentra con la dificultad que tiene la gente, especialmente los discpulos, para entenderle. Y entonces, a travs de las parbolas, explica: a ver si entendis cmo es el Reino de Dios! Que es lo mismo que decir el Reinado de Dios, cmo Dios est implantando su seoro salvador en la historia. Entonces las parbolas, Mt 13, captulo esplndido, expresan esta eficacia del Reino, la sabidura del Reino transformando la historia. Voy a dar algunos rasgos. 1.- El Reino no va a ser apocalptico. Ya que este mundo no tiene remedio, voy a arreglarlo Voy a arreglarlo! Esa es la apocalptica: Voy a arreglarlo! Es lo que haba anunciado Juan el Bautista: Viene el ms fuerte, as que a ver si os converts, porque viene el cataclismo de la historia y de nuevo Dios va a recrear Israel: el juicio. O si no, la teocracia: no, el Reino no va a ser una intervencin ltima de Dios ponindolo todo, el Reino va a ser que va a implantar un Rey Mesas, con el cual va a gobernar la historia siendo Israel el corazn de las naciones. Y, lgicamente, el lugar va a ser Jerusaln, segn lo anunciado por los profetas -Isaas tercero-, donde todas las naciones se convertiran al nico Dios de Israel y daran culto en Jerusaln, y por tanto el Mesas sera Rey y Sumo Sacerdote. Tambin los salmos mesinicos, Sal 2, Sal 110. Pues ninguna de las dos cosas; y stas sern siempre tentacin permanente de los discpulos de Jess. Construir en este mundo el Reino: la Iglesia se hace madre de las civilizaciones para que todos entren en ella, o algunos grupos intentan construir el Reino, se van a Amrica, y all intentan implantar el Reino de Dios... etc, etc; siempre las tentaciones teocrticas. Y de vez en cuando vienen las apocalpticas, que no son propias de la Iglesia Catlica, pero en otros movimientos, ni te cuento, los adventistas y dems. Pues no, en esto fue Jess absolutamente original, por eso a Jess se le han atribuido todos los mesianismos posibles: mesianismos de los

esenios, mesianismos de los fariseos, mesianismos teocrticos, mesianismos apocalpticos, todos. En vez de descubrir realmente cul era su misin. 2 rasgo, las parbolas nos dicen que el Reino acta desde abajo y desde adentro. Por eso las imgenes que preferentemente usa Jess son las imgenes de la vida, de la semilla. Es eficaz, pero no es eficaz como algo que se impone desde fuera, no es eficaz como espectculo, no es eficaz como los humanos solemos querer ser eficaces, controlando la eficacia. Hay que dejar que la semilla crezca. Y el que no sea capaz de ver la eficacia de la semilla, tampoco podr ver la eficacia del Reino: todo lo contrario de la violencia, todo lo contrario de la prisa, todo lo contrario de la ansiedad, todo lo contrario de lo que es el deseo de eficacia. La paciencia de la fe y, sobre todo, la paciencia de saber que el que da vida y es el Seor es el Padre. De manera que el que trabaja por el Reino tiene que aprender a sembrar, ms, tiene que sembrar y retirarse a dormir, porque al da siguiente se va a encontrar con que la semilla que ha sembrado, ah va! si ya ha salido! y no s cmo ha ocurrido, pero es real...! Desde abajo y desde dentro. Ms, las parbolas nos hablan de esa paradoja que atraviesa toda la misin de Jess: por una parte, poder salvador contra lo que esclaviza al hombre de mil formas, y, sin embargo, no destruye el mal. Que han sembrado cizaa.... Quietos! Que el Padre cuenta con la cizaa para realizar el Reino.. Vosotros queris todo clarito no? Puros e impuros. Pues no, eso son vuestros deseos, no es el modo que Dios tiene de actuar. Con lo cual, el mal tambin pertenece a la victoria del Reino. Cmo es posible? Ah! Si tuvieses el corazn de Dios entenderas. Si no tienes el corazn de Dios no puedes entender; por eso a los otros se les habla en parbolas para que entendiendo no entiendan, y a vosotros se os habla, porque el Padre ha querido manifestaros... Y no hay otra razn, no porque seis mejores ni cosa por el estilo. La integracin positiva del mal en la dinmica victoriosa del Reino. Y adems la lgica del Reino con que Jess acta, siempre es una lgica que va a lo esencial. No se preocupa de cambiar las grandes estructuras, no monta programas controlables, siempre va a lo importante. Dnde estn las grandes cuestiones de lo que Dios quiere crear en este mundo? Pues muy sencillo: mirad el mundo, la humanidad, con el corazn de Dios y ved quienes son los preferidos de Dios: los pequeos, los que sufren. Si queris saber dnde se debaten las grandes cuestiones del Reino, estn por all. Dnde estn las grandes cuestiones del Reino? Que confiis en el Padre! Porque hasta que no confiis en el Padre siempre vais a ser esclavos, esclavos de la angustia de la finitud. Lo esencial es que tenis a Dios como Padre y no tenis porqu dominar la existencia. Jess siempre mira el Reino de Dios desde esta dinmica donde se suscita la vida, la dignidad de la persona, la esperanza, la fundamentacin de sentido, la libertad interior,... de mil formas! Por eso Jess siempre penetra en la densidad de lo real, cuando nosotros siempre nos quedamos en la superficie. 3 por ltimo, esta eficacia, est muy claro, desde luego, no es a corto plazo. Esto es profundamente desconcertante, esta eficacia es a medio o a largo plazo. Es impresionante cmo Jess lo deja en manos de Dios. Y despus de 2000 aos? Este sera el test, cuando la gente pregunta dnde est el Reino de Dios? Yo os devuelvo esa pregunta, cuando alguien os dice despus de 2000 aos, si ha llegado el Reino de Dios, qu les responderais? Hay un famoso dicho judo sobre el Reino: un da un discpulo le pregunta al rabino cmo poder saber si ha llegado el Reino? Y el rabino le dice: mira, t abre ahora y le puerta y no te fijas, cmo ese campesino le pega palos al burro? Pues est claro que no ha llegado el Reino de Dios. Dicho judo muy inteligente, y sin embargo est claro que lo que hay detrs de eso no se ha cumplido: sigue habiendo violencia, sigue habiendo muerte, sigue habiendo enfermedad, sigue habiendo esclavitud, se sigue reprimiendo la dignidad del hombre. Y por supuesto, fiarse de Dios, casi nadie, ni por casualidad. Ah tenis un buen test, si sois capaces de responder con signos reales de que el Reino de Dios ya est; si no sois capaces, es que no tenemos ojos para ver ni odos para or. Porque el Reino siempre es eficaz, pero a su modo. Siempre es eficaz, porque Dios se ha comprometido! Y se ha comprometido para siempre! Siempre es eficaz, pero a su modo, y

eso es lo que nos resulta tan profundamente desconcertante. Entonces, el tema de la eficacia del Reino no es slo entender su contenido, sino el modo de realizacin del contenido, y las dos cosas tienen mucho que ver, porque las preferencias del Reino tienen todo que ver con la eficacia del Reino. Si el Reino trabaja con el mal, pues entonces, claro, nos deja totalmente desconcertados que todava haya tanto mal. A no ser que hayamos entendido a Jess por dentro.

DOS FRENTES PARA REALIZAR EL CONTENIDO DEL REINO HOYAhora pasamos a hablar de dos frentes. Hemos hecho la perspectiva de Jess, la ms importante, que ya nos damos cuenta que supone sabidura especial. Ahora vamos a ver cmo eso puede realizarse, a ver si podemos comprender que podemos ponerlo en marcha hoy. Porque Jess nos inspira y nos permite participar en su misin, en eso consiste nuestra misin cristiana, en participar de la suya. Pero claro, en cada poca, esta misin de Jess se realiza de modo distinto. Voy a hablar de dos frentes que en este momento me parecen especialmente importantes para realizar el Reino, el contenido del Reino: el frente de la secularidad y el frente del dilogo interreligioso. Primer frente, la secularidad. As, muy sucintamente, para que entendamos el problema, no llega una sociedad secular mientras esa sociedad tenga una visin sacral de la historia. Una visin sacral de la historia supone que no cabe separar lo humano y lo espiritual, por eso en torno a la Iglesia se abarca la sanidad, la educacin, los valores ticos, incluso el derecho, incluso el arte: sociedad cristiana. Y siempre esto est ah, porque claro, el Reino supone liberacin integral. Eso est claro en Jess, pero tambin est claro en Jess que esta liberacin integral no ha tenido forma sacral de teocracia. Entonces, en qu medida la secularidad nos est planteando problemas muy peculiares? En una sociedad secular, por definicin, el mundo se realiza sin Dios, tiene autonoma en todos los terrenos: educacin, ciencia, interpretacin de la realidad. No es nada evidente que Dios sea el fin del hombre, y por eso, en consecuencia, la fe pertenece al mundo de la conciencia, no pertenece al mundo social ni cultural, es algo de la conciencia personal. Esto, lgicamente, si comparamos con otro tipo de sociedades -lo que llamamos cristiandad-, supone un viraje impresionante, y ante este viraje se pueden tener distintas actitudes. Uno se lamenta de la descristianizacin de la sociedad, de que la Iglesia no tenga ya influencia en la moral, en las costumbres, en el derecho, en la educacin. Entonces, se intenta recuperar como sea; hombre, respetando, sin violencia comparando con otras pocas... O bien se parte de que realmente el mundo de la fe es el mundo de las conciencias y que los cristianos no tenemos nada que hacer respecto a la sociedad: el privatismo de la fe. Yo voy a sealar solamente algunos puntos para vuestra reflexin, porque este tema, como podis comprender, no es tema de un cursillo, es tema de una semana, y muy a fondo. Pero os doy algunas pistas, no intento ms que ayudaros a reflexionar. Yo parto de que, efectivamente, la fidelidad a Jess supone el Reino de Dios como salvacin integral, no meramente espiritual; si no, no habra Reino de Dios. Pero actualmente eso tiene que ser diferenciado. Yo uso mi terminologa para entenderme. Los cristianos tienen que humanizar el mundo y tienen que evangelizarlo, y no deben confundir ambas cosas. Si el cristiano hace de la fe una cuestin personal sin referencia a la humanizacin, no est siendo fiel al Reino. Pero tiene que saber que su compromiso de humanizar no tiene que ser poder, sino que tiene que ser servicio sin poder. Y eso supone asumir la autonoma del hombre, que el mundo puede organizarse sin Dios y que eso no significa que Dios no est presente, sino que est presente de otra manera o, mejor dicho, que nosotros lo percibimos de otra manera. Por eso el cristiano sabe muy bien que la fe le implica en el actuar, la fe no puede retirarse a la conciencia ni a las celebraciones litrgicas, ni a la sacrista. La fe acta en la historia, pero humanizando, respetando la autonoma del hombre. El problema no es si actuar o no, sino cmo actuar.

Consecuencias? Muchas: por ejemplo, la educacin tiene que ser catlica, siendo una institucin civil? La Accin Catlica tiene que ser accin catlica, o los cristianos tienen que estar en movimientos aconfesionales para humanizar el mundo sin necesidad de una ideologa comn? Me explico? Preguntas, problemas, pero muy importantes. Con lo cual, hay que saber mantener la tensin entre humanizacin de un mundo secular y evangelizacin. Porque la evangelizacin tambin tiene que ser eso, tiene que ser respeto a la autonoma. No puede ser pretensin de que el cristianismo es la nica cosmovisin del mundo, ni la nica manera de dar sentido a la existencia, ni la nica manera de ser feliz. Que nosotros tenemos la mana de decir que para ser feliz hay que tener a Dios... Si l