Diario Show de la Fe

EL DIARIO DE LA PALABRA DE DIOS

Diario Show de la Fe

de la FESHOWAÑO 2 - Nº 15 - ARGENTINA - MARZO DE 2016

PÁGINA 22

Palabras de fe del

Dr. Soares

PÁGINA 24

“Cumplala voluntad de Dios”.

Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy (Salmos 2:7).

“Querían cortarme la pierna”

“Veía una calavera”

La estaban comiendo viva

Víctima de erisipela, Ana Paula Macena ya no podía ca-minar ni cuidar a su pequeño hijo. Llegó a la reunión de fe cargada por su esposo, pero sa-lió caminando sin ayuda y con la pierna desinflamada.

Sumergido en el mundo de las drogas, Fabrício Rodrigo no podía cambiar de vida. Pensa-mientos de muerte invadieron su mente hasta que se deparó con el único camino que podía salvarlo.

Página B11

Todo comenzó con un fuerte dolor en la pierna y la aparición de unos nódulos, ampollas e inflamación, que se convirtieron en una gran herida. La lesión crecía día a día. Durante más de un año, Tathyana Areno tuvo una enfermedad no diagnosticada. “Sentía como si algo me estuviera comiendo la carne”, afirma. Sin embargo, en una de las reuniones del Dr. Soares, puso su fe en acción, creyó en el milagro y alcanzó su bendición: el dolor cesó y la herida comenzó a sanar.

Página B1

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RC

OS

AC

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AC

SHUTTERSTOCK

Página B2

Bullying, un asesino disfrazado en la escuela

Comúnmente originado en el ambiente escolar y, muchas veces, presentado como un simple juego, el bullying puede tomar proporciones extremas y llevar a la víctima a la muerte, ya sea por depresión o por suicidio. Los estudios in-dican que Argentina es el país con las tasas más altas de este tipo de violencia. Según los medios locales, uno de cada cuatro argentinos ha sido víctima de esta práctica En esta edición, historias de personas que sufrieron y superaron este tipo de violencia, que puede afectar a personas de cualquier edad, inclusi-ve en el trabajo.

Páginas 20 y 21

2AÑO 2 - Nº 15 - Argentina - Marzo de 2016

de laFESHOWDiario

Expediente

Director-ejecutivo

Dr. Soares

consejero eDitorial

Eber Cocareli

eDitora

Elaine Monteiro

PerioDistas

Amanda Pieranti;

Claudia Santos

y Mônica Ferreira

PerioDistas colaboraDores

Isabel Querino

y Marcos Couto

FotograFía

Marcos AC,

Luiz Fernando

y Marcelo Nejm

traDucción y revisión

Maritza Mansilla

y Sara J. Iriarte

Dirección De arte

Kleber Ribeiro

Diagramación y arte Final

Bruno Moraes,

Leandro Alves

y Rodrigo Magno

Página web

www.enlagracia.com

e-mail

jornalshowdafe@ongrace.

com

reDacción

Lavalle 869

Microcentro - CABA

CP1047

Teléfono: 11 - 2009 - 0985

Queda expresamente

prohibida la reproducción

total o parcial de reportajes,

entrevistas, artículos, fotos

y/o ilustraciones, sin previa

autorización de los titulares

de los derechos de autor.

El Periódico Show de la Fe es

una publicación de Gracia

Producciones SRL

EL DIARIO DE LA PALABRA DE DIOS

Diario Show de la Fe

de la FESHOWAÑO 2 - Nº 15 - ARGENTINA - MARZO DE 2016

PÁGINA 22

Palabras de fe del

Dr. Soares

PÁGINA 24

“Cumplala voluntad de Dios”.

Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy (Salmos 2:7).


“Veía una calavera”

La estaban comiendo viva

Víctima de erisipela, Ana Paula Macena ya no podía ca-minar ni cuidar a su pequeño hijo. Llegó a la reunión de fe cargada por su esposo, pero sa-lió caminando sin ayuda y con la pierna desinflamada.

Sumergido en el mundo de las drogas, Fabrício Rodrigo no podía cambiar de vida. Pensa-mientos de muerte invadieron su mente hasta que se deparó con el único camino que podía salvarlo.

Página B11

Todo comenzó con un fuerte dolor en la pierna y la aparición de unos nódulos, ampollas e inflamación, que se convirtieron en una gran herida. La lesión crecía día a día. Durante más de un año, Tathyana Areno tuvo una enfermedad no di agnosticada. “Sentía como si algo me estuviera comiendo la carne”, afirma. Sin embargo, en una de las reuniones del Dr. Soares, puso su fe en acción, creyó en el milagro y alcanzó su bendición: el dolor cesó y la herida comenzó a sanar.

Página B1

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SHUTTERSTOCK

Página B2

Bullying, un asesino disfrazado en la escuela

Comúnmente originado en el ambiente escolar y, muchas veces, presentado como un simple juego, el bullying puede tomar proporciones extremas y llevar a la víctima a la muerte, ya sea por depresión o por suicidio. Los estudios in-dican que Argentina es el país con las tasas más altas de este tipo de violencia. Según los medios locales, uno de cada cuatro argentinos ha sido víctima de esta práctica En esta edición, historias de personas que sufrieron y superaron este tipo de violencia, que puede afectar a personas de cualquier edad, inclusi-ve en el trabajo.

Páginas 20 y 21

EditorialLa palabra de quien es ungido por el Señor tiene

el poder divino de hacer que los perdidos se desprendan de los lazos del maligno y alcancen la

liberación plena en Jesús.

La humanidad necesita que usted sea una bendición.

Un corazón que guarda la Palabra de Dios da a su boca las palabras que lo liberan de cualquier ataque maligno.

La expresión de quien vive ante el rostro de Dios es dulce como la miel, consuelo para

el alma y salud para el cuerpo.

Las palabras de los labios de Dios lo guardarán de los caminos del destructor.”

Editorial

El milagro de ser madre

En 2013, Josiane de Sousa Ferreira Fernan-des se casó. Así hizo

realidad su primer deseo. El segundo era la maternidad. “Tuve un sueño en el que Dios me decía que tendría un hijo cuyo nombre sería Daniel”. Sin embargo, los planes fueron interrumpidos a causa de una menopausia precoz. “El médico decía que no tenía posibilidades de quedar embarazada”.

En vez de sentirse triste, Josiane salió del consultorio confiando en que esa situa-

ción sería revertida. “Dios me había hablado, por eso, cuando mi esposo me pre-guntó sobre el diagnóstico del médico, le dije que esta-ba todo bien. No le conté lo que estaba pasando”.

En una reunión de li-beración en la Iglesia de la Gracia, una palabra le dio todavía más seguridad sobre su futura victoria. “Me di cuenta de que el Señor me estaba hablando a mí. En ese mismo momento, sentí un movimiento en mi vien-tre, como si fueran dolores menstruales. Al llegar a casa vi que estaba menstruando”.

Esa era la señal de que Dios estaba trabajando en la vida de Josiane. “Cuando volví al médico ya estaba embarazada. Me preguntó cómo había ocurrido y yo le respondí que, si el hombre no puede, Dios lo puede todo”.

Hoy, Daniel tiene siete meses. “Ahora mi vida está completa y, si lo deseo, puedo tener otro bebé”, celebra Jo-siane, que congrega en la Igle-sia Internacional de la Gracia de Dios, junto a su esposo, José Airton Fernandes.

No aceptó quedarse ciega

En julio de 2015, Geral-da de Queiroz Barbosa no tuvo un buen amanecer. “Cuando me desperté ve-ía todo borroso. Me froté los ojos pero la situación seguía igual”. En un acto de fe, Geralda se colocó el aceite ungido al Señor que recibe en la Iglesia y determinó que aquel mal se fuera. “Poco tiempo des-pués, el ojo derecho me empezó a mejorar, pero con el izquierdo no veía absolu-tamente nada”.

En la consulta con una médica oftalmóloga, Ge-ralda fue sometida a unos exámenes que constataron el desprendimiento de re-tina. “Tenía que ser opera-da inmediatamente pero, mientras oía la noticia, la reprendía, pues tenemos que usar nuestra fe en esos momentos”.

El mismo día, fue deriva-da al médico que le haría la cirugía. Mientras esperaba ser atendida, tuvo un mo-mento más de oración. “Le

confesé al Señor que no que-ría operarme ni quedarme ciega”. Y Él oyó su clamor. Después de hacerse de nue-vo los exámenes, se descartó la cirugía. “Me fui a casa, hi-ce reposo, como me pidió el médico, y seguí orando, pa-sándome el aceite ungido y reprendiendo el mal. Volví a ver bien y, al retornar al con-sultorio, me dieron el alta. Gracias a Dios, estoy sana y muy feliz”, testifica Geralda, que congrega en la Iglesia de la Gracia.

MARCOS AC

MARCELO NEJM

El sueño de Josiane de tener un hijo fue casi destruido. Pero la fe fue tanta que ella no aceptó el diagnóstico de

que no podía quedar embarazada.

Amanda [email protected]

MILAGROSde laFESHOW

DiarioMARZO DE 2016 B1

YO HAGO NUEVAS TODAS LAS COSAS (Apocalipsis 21:5).

¿Por qué recibir la gra-cia de Dios en vano si es el poder divino obrando en su favor?

La gracia divina es la prueba de que usted fue oído en el tiempo de la oportunidad y ha recibido socorro el día de la salvación.

¡No hay un momento mejor para librarse de todo lo que lo hace su-frir que el presente!

Ahora mismo, el Altísimo está realizan-do sanaciones y libera-ciones, y concediendo todo tipo de bendicio-nes a quienes creen (2 Corintios 6:1-2).

Dr. Soares

Jehová te será por luz eterna y los días de tu luto se habrán cumplido (Isaías 60:20).

La estaban

comiendo viva

Dolor de espalda, pro-blemas en la rodilla y en el estómago,

depresión, secuelas de acci-dentes y enfermedades sin causa diagnosticables por los médicos. Los males son varia-dos pero, durante la reunión de fe del Dr. Soares, Dios no deja al que clama a Él con fe sin sanidad. Estas reuniones, realizadas en Brasil y en el extranjero, se convirtieron en la oportunidad de que los que están enfermos puedan ver lo imposible haciéndose realidad en su vida. Tathyana Areno Valentine Menezes es un ejemplo.

En diciembre de 2014, un fuerte dolor en el tobillo iz-quierdo fue el comienzo del martirio de Tathyana. “Sentía que me latía fuerte y no podía dar más de diez pasos. Tomaba medicamentos, pero no me ayudaban”. Un año después, le aparecieron unos bultos inter-nos, que parecían furúnculos y le producían calor en el lugar afectado. “Así apareció una ampolla que se reventó al poco tiempo. En la zona, se le abrió una herida que no paraba de crecerle. A pesar de todos estos síntomas, los médicos no des-cubrieron la causa del proble-ma”, cuenta ella, que, además de que se le había oscurecido el pie, no podía caminar más.

Con una herida en la pierna que no paraba de crecer, Tathyana Areno vivió momentos de desesperación


MARCOS AC

El sufrimiento El milagroComo la situación de Tathyana empeoraba, el

esposo tuvo que alejarse de la empresa que aca-baba de abrir para poder ayudarla. “El dolor era cada vez mayor. En los últimos días, ni siquiera podía dormir. Me veía la pierna de color morado. Aunque me ponía hielo en la zona afectada, no funcionaba”.

Según Tathyana, la herida que tenía en la pier-na media 22cm aproximadamente. “Era muy pro-funda. Además, me salía una secreción amarillen-ta. Sentía como si algo me estuviera comiendo la carne. Estaba desesperada, pensando que tendrían que amputarme la pierna”.

Al ver el sufrimiento de Tathyana, la madre, que ve el programa Show de la Fe, le sugirió que fuera a la reunión del líder de la Iglesia de la Gracia. Y, acompañada por su esposo, Tathyana enfrentó dos horas y media de viaje y mucho dolor para poder asistir a la reunión. “Llegué apoyada en mi esposo, porque me dolían muchísimo la pierna y el pie”.

Sin embargo, ella creía que la situación cam-biaría y, durante la oración de fe, alcanzó lo que parecía imposible. “Jesús tiene poder porque el dolor desapareció. Pisé con firmeza y pude cami-nar sin ayuda. Además, la herida está cicatrizan-do. Estoy feliz”.

B2AÑO 2 - Nº 15 - Argentina - Marzo de 2016

de laFESHOWDiario


Llegó a la iglesia en brazos del esposo

“T iene que ser una persona positiva. Crea

que Jesús ya le ha dado todas las bendiciones que necesita. Entonces, ore y aprópiese de ellas”. Después de escuchar este mensaje del Dr. Soares y participar de la oración de fe, la salud de Ana Paula da Silva Macena fue

restaurada. Ella sufría de erisipela, enfermedad in-fecciosa de la piel caracte-rizada por la aparición de llagas rojas, inflamadas y dolorosas, además de que tuvo la pierna izquierda muy hinchada durante dos meses. Dado que los trata-mientos no le estaban dan-do el resultado esperado, los especialistas pensaron en amputarle el miembro para poder detener la en-fermedad.

En los últimos tiempos, Ana Paula solo podía cami-nar ayudada por alguien y no podía trabajar ni cuidar a su hijo de ocho años. “Él vivía llorando y diciendo que se iba a morir”, cuenta Ana Paula, que apenas se levantaba de la cama. “Mi esposo era quien cuidaba de la casa. Era mi apoyo pa-ra caminar y me cargaba en sus brazos los días en que yo no podía poner el pie en el suelo”.

La herida, un fuerte dolor y la hinchazón de la pierna de Ana Paula le impedían caminar y cuidar a su hijo.

Con la herida cubierta con una gasa y cargada por el esposo, Ana Paula llegó a la reunión del Dr. Soares. “Me dolía tanto la pierna que no podía po-nerme de pie para alabar a Dios. Sin embargo, perma-necí firme en la victoria y, después de la oración, el dolor desapareció”, le contó al Dr. Soares mien-tras caminaba por el altar,

llorando, sin el apoyo de nadie.

“Me querían cortar la pierna, pero Jesús no lo per-mitió”, afirmó Ana. “Ese es el Dios en el que creo. Este es el Evangelio que abracé a los seis años de edad. El Evangelio del Reino de los Cielos y no el del reino de la miseria”, declaró el líder de la Iglesia de la Gracia al verla salir corriendo.

Después del milagro, la vida de Ana Paula fue transformada. “Volví a ca-

sa muy feliz y subí y bajé del autobús sin la ayuda de mi esposo. Además, me libré de la hinchazón de la pierna, la herida está cicatrizando y estoy

caminando con normali-dad, gracias a Dios. Tam-bién regresé al trabajo. A partir de ese día y hasta ahora, mi vida es una bendición.

MARCOS AC


Sentía tanto dolor que deseaba la muerte

Debido a varios problemas en la rodilla derecha –artro-sis, artritis, osteoporosis y tendinitis–, Berenice Miranda dos Santos pasó un buen tiempo con la pierna enyesa-da. “El dolor me atormentaba sin parar. Caminaba arras-trando los pies. Para levantar-me, era un sacrificio”. Incluso para ir del cuarto al baño era difícil. “Me faltaban fuerzas en las piernas y si no me apo-yaba, me caía”.

Como el médico afirmaba que no había sanidad para el problema, Berenice acabó aceptando la situación. “Sin embargo, hubo días en que me dolía tanto la rodilla que decía que prefería morir antes que soportar el dolor”. Con el pasar del tiempo, el estado de salud empeoró, y ella se sentía cada vez más deprimida y abatida. “Era difícil permanecer de pie durante un período prolon-

gado, por lo vivía sentada, lo que me entristecía”.

Hasta que Berenice aceptó la invitación de su hija y de una amiga para asistir a una reunión del Dr. Soares. “Fui y estoy muy contenta porque Jesús me sanó. Camino, salgo, voy al mercado, hago todo con ganas. El dolor desapa-reció, y puedo saltar y correr alegremente. Debido al sufri-miento hacía tiempo que no me reía, como ahora”.

MARCOS AC

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de laFESHOWDiario

Regrese sus pasos al camino del Creador mientras todavía hay tiempo”.

Tenía miedo de quedar

minusválida

Era como si el hueso se saliera del lugar

El milagro de Dulce

En mayo de 2013, Ma-ria de Fátima do Rosá-rio sufrió un acciden-

te cerebrovascular (ACV). Después de realizarse dos cirugías en la cabeza, quedó con secuelas en la pierna derecha, que le empezó a doler mucho. “No podía caminar bien ni levantarme por la noche. Si me esforza-ba, terminaba llorando de dolor. Tenía miedo de que-dar minusválida”.

Sin tener una solución de parte de la Medicina,

Maria de Fátima recurrió a la ayuda divina. “Llegué a la Iglesia arrastrando la pier-na pero, gracias a Dios, salí caminando normalmente. El dolor desapareció y hasta puedo correr”.

Sanada, ella conquistó su independencia. “Antes no podía agacharme pero ahora puedo sentarme en el suelo para armar mis rompecabe-zas. Además, después de la reunión, nunca más tuve di-ficultades para hacer nada. Mi vida mejoró”.

A causa de un derrame cerebrovascular, Maria de Fátima comenzó a caminar arrastrando la pierna derecha.

Como resultado de una caída, hacía más de cinco años que Deise Dias Cordeiro sentía dolor de espalda. “Camino mucho y, algunos días, el dolor era tan fuerte que se me hinchaba la lumbar y quedaba prácticamente inmóvil”.

Según ella, que es emplea-da doméstica, trabajar era un sacrificio. “Como no podía pedir una licencia en el trabajo, tomaba medicamentos para combatir los síntomas y me ha-cía masajes para sentir un poco de alivio. A pesar de todo, se me trababa la pierna izquierda por el dolor. Era como si el hue-so se me saliera del lugar”.

Sin embargo, al poner la fe en acción y confiar en el poder de Jesús, Deise recuperó su salud. “¡Estoy sana! Mi pierna está muy bien y pude aceptar horas extras de trabajo”.

Maria Dulce Araújo da Silva sufrió un acciden-te el 8 de diciembre de 2015, cuando un camión chocó la motocicleta en la que ella viajaba con el esposo. “Antes de caer, grité ‘Jesús’ y Él nos dio la victoria. Pero, a pesar de que no sufrí lesiones graves, quedé con un dolor en la rodilla dere-cha. No había manera de que mejorara y, por eso, rengueaba bastante”.

Debido a que su tra-bajo era por día, pasó un tiempo sin poder trabajar. Sin embargo, después de determinar su sanidad en el Nombre de Jesús, le dejó de doler la rodilla y volvió a ca-minar con normalidad. “Ahora puedo arrodi-llarme para agradecerle a Dios por el milagro”, afirma Dulce, lista para volver al trabajo.

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de laFESHOWDiario


de laFESHOWDiario

A los primeros cristianos se les enseñó a orar con fe y a creer que el Todopoderoso cumpliría Su promesa, por lo que fueron muy bendecidos.

La cuestión de la oración debería ser fundamental para los cristianos porque, a través de

ella, pueden lograr la intervención del

Señor, como ocurrió en la iglesia primitiva.

Los pasos que debemos dar son: orar por fe, creer

que el Padre está actuando y no confesar la derrota.

Días y noches de sufrimiento

Durante tres años, Maria de Fatima Saraiva Souza sufría de dolor en las rodillas y los pies. También sufría de artri-tis y artrosis en los hombros porque los tendones estaban gastados y tenía que some-terse a una cirugía. “Tenía un espolón en cada pie y en cada rodilla. Tomaba medicamentos para combatir el dolor y solo

salía de casa en carro. Cuando caminaba, parecía que tenía clavos en la planta del pie”.

Sin embargo, todo este su-frimiento quedó en el pasado, porque Maria fue sanada en la cruzada de fe de los 40 años de la Unción. “Jesús me ben-dijo y volví a casa muy feliz. Hacía tres años que no podía agacharme. Cuando algo se caía al suelo, no lo podía re-coger fácilmente. Hoy en día, además de caminar descalza, no siento dolor en las piernas ni en los brazos cuando lim-pio la casa”.

MARCOS AC

Tenía un espolón en cada pie

Él librará al menesteroso que clame y al afligido que no tenga quien lo socorra(Salmo 72:12).

Dejó en casa el bastón

R ita Vieira Lima dejó el bastón en casa y, determinada a ser

sanada, dio la espalda a la enfermedad que la aquejaba y fue rumbo a la reunión que el Dr. Soares realizaría

en su ciudad, a pesar de la dificultad para andar. “Fui creyendo en la victoria”.

Durante dos años, Rita sintió dolor en las rodillas debido a un problema de columna. “No podía ca-minar bien y necesitaba el bastón. No podía hacer nada, ni siquiera lavar un

pañuelo, y el médico me dijo que el problema no te-nía solución”.

Rita, que no aceptó el diagnóstico, decidió cla-mar a Dios y fue atendida. “No siento más dolor. Mis rodillas fueron sanadas y camino con normalidad, sin apoyo. Estoy muy feliz”.

Con la certeza de que sería sanada, Rita Vieira fue a la reunión del Dr. Soares sin su bastón

MARCOS AC



de laFESHOWDiario


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Fotonovela

PROTAGONISTA: PARTICIPACIÓN:

LIBRETO Y PRODUCCIÓN:

ASISTENTE:

FOTOS:

DIAGRAMACIÓN:

EDITORA:

Vivía a punto de perder el controlTânia Maria Sostizzo, al igual que

su madre, era extremadamente irrita-ble. Su comportamiento destructivo afectó la convivencia con el esposo y

las hijas. “Era terrible. Todo me irri-taba y esto llegó a ser una amenaza física para ellos porque yo, en ese estado, les arrojaba cosas”.

A la vez, Tânia y su esposo eran alcohólicos. Las peleas entre ambos eran constantes y ella lle-gó a expulsarlo de casa. Sin em-

bargo, un día, al ver el programa Show de la Fe, Tânia sintió que su vida podía cambiar y tomó una decisión.

Conturbado, el matrimonio termina porque Tânia expulsa al esposo de la casa.

Forma su propia familia, en la que desarrolla una rutina de agresión física. Tânia lanza objetos contra cualquiera que tiene en frente.

Un día, mientras cambiaba de canal, Tânia sintoniza el programa Show de la Fe y reconoce su propia vida en esa prédica.

Viendo de forma asidua la programación, el corazón de Tânia comienza a transformarse, ella abandona los vicios y deja de irritarse.

Busca una Iglesia, pero nunca entra en el templo.

Habiendo sido criada con mucha violencia de parte de su madre, Tânia crece oprimida.

La pareja compartía los vicios del cigarrillo, los juegos de azar y el alcohol.

Hoy en día, todos sirven al Señor en la Iglesia de la Gracia.

Como teme perder el control, guarda los cuchillos siempre que está lavando la vajilla.

Como conoce su situación, una vecina anima a Tânia a participar en una reunión y Dios cambia su vida.

Entonces, es liberada de la posesión maligna y la paz entra en su hogar. Su familia acepta a Jesús y su esposo vuelve a la casa.

MILAGROSde laFESHOW

DiarioMARZO DE 2016 B1

YO HAGO NUEVAS TODAS LAS COSAS (Apocalipsis 21:5).

¿Por qué recibir la gra-cia de Dios en vano si es el poder divino obrando en su favor?

La gracia divina es la prueba de que usted fue oído en el tiempo de la oportunidad y ha recibido socorro el día de la salvación.

¡No hay un momento mejor para librarse de todo lo que lo hace su-frir que el presente!

Ahora mismo, el Altísimo está realizan-do sanaciones y libera-ciones, y concediendo todo tipo de bendicio-nes a quienes creen (2 Corintios 6:1-2).

Dr. Soares

Jehová te será por luz eterna y los días de tu luto se habrán cumplido (Isaías 60:20).

La estaban

comiendo viva

Dolor de espalda, pro-blemas en la rodilla y en el estómago,

depresión, secuelas de acci-dentes y enfermedades sin causa diagnosticables por los médicos. Los males son varia-dos pero, durante la reunión de fe del Dr. Soares, Dios no deja al que clama a Él con fe sin sanidad. Estas reuniones, realizadas en Brasil y en el extranjero, se convirtieron en la oportunidad de que los que están enfermos puedan ver lo imposible haciéndose realidad en su vida. Tathyana Areno Valentine Menezes es un ejemplo.

En diciembre de 2014, un fuerte dolor en el tobillo iz-quierdo fue el comienzo del martirio de Tathyana. “Sentía que me latía fuerte y no podía dar más de diez pasos. Tomaba medicamentos, pero no me ayudaban”. Un año después, le aparecieron unos bultos inter-nos, que parecían furúnculos y le producían calor en el lugar afectado. “Así apareció una ampolla que se reventó al poco tiempo. En la zona, se le abrió una herida que no paraba de crecerle. A pesar de todos estos síntomas, los médicos no des-cubrieron la causa del proble-ma”, cuenta ella, que, además de que se le había oscurecido el pie, no podía caminar más.

Con una herida en la pierna que no paraba de crecer, Tathyana Areno vivió momentos de desesperación


MARCOS AC

El sufrimiento El milagroComo la situación de Tathyana empeoraba, el

esposo tuvo que alejarse de la empresa que aca-baba de abrir para poder ayudarla. “El dolor era cada vez mayor. En los últimos días, ni siquiera podía dormir. Me veía la pierna de color morado. Aunque me ponía hielo en la zona afectada, no funcionaba”.

Según Tathyana, la herida que tenía en la pier-na media 22cm aproximadamente. “Era muy pro-funda. Además, me salía una secreción amarillen-ta. Sentía como si algo me estuviera comiendo la carne. Estaba desesperada, pensando que tendrían que amputarme la pierna”.

Al ver el sufrimiento de Tathyana, la madre, que ve el programa Show de la Fe, le sugirió que fuera a la reunión del líder de la Iglesia de la Gracia. Y, acompañada por su esposo, Tathyana enfrentó dos horas y media de viaje y mucho dolor para poder asistir a la reunión. “Llegué apoyada en mi esposo, porque me dolían muchísimo la pierna y el pie”.

Sin embargo, ella creía que la situación cam-biaría y, durante la oración de fe, alcanzó lo que parecía imposible. “Jesús tiene poder porque el dolor desapareció. Pisé con firmeza y pude cami-nar sin ayuda. Además, la herida está cicatrizan-do. Estoy feliz”.


de laFESHOWDiario


Llegó a la iglesia en brazos del esposo

“T iene que ser una persona positiva. Crea

que Jesús ya le ha dado todas las bendiciones que necesita. Entonces, ore y aprópiese de ellas”. Después de escuchar este mensaje del Dr. Soares y participar de la oración de fe, la salud de Ana Paula da Silva Macena fue

restaurada. Ella sufría de erisipela, enfermedad in-fecciosa de la piel caracte-rizada por la aparición de llagas rojas, inflamadas y dolorosas, además de que tuvo la pierna izquierda muy hinchada durante dos meses. Dado que los trata-mientos no le estaban dan-do el resultado esperado, los especialistas pensaron en amputarle el miembro para poder detener la en-fermedad.

En los últimos tiempos, Ana Paula solo podía cami-nar ayudada por alguien y no podía trabajar ni cuidar a su hijo de ocho años. “Él vivía llorando y diciendo que se iba a morir”, cuenta Ana Paula, que apenas se levantaba de la cama. “Mi esposo era quien cuidaba de la casa. Era mi apoyo pa-ra caminar y me cargaba en sus brazos los días en que yo no podía poner el pie en el suelo”.

La herida, un fuerte dolor y la hinchazón de la pierna de Ana Paula le impedían caminar y cuidar a su hijo.

Con la herida cubierta con una gasa y cargada por el esposo, Ana Paula llegó a la reunión del Dr. Soares. “Me dolía tanto la pierna que no podía po-nerme de pie para alabar a Dios. Sin embargo, perma-necí firme en la victoria y, después de la oración, el dolor desapareció”, le contó al Dr. Soares mien-tras caminaba por el altar,

llorando, sin el apoyo de nadie.

“Me querían cortar la pierna, pero Jesús no lo per-mitió”, afirmó Ana. “Ese es el Dios en el que creo. Este es el Evangelio que abracé a los seis años de edad. El Evangelio del Reino de los Cielos y no el del reino de la miseria”, declaró el líder de la Iglesia de la Gracia al verla salir corriendo.

Después del milagro, la vida de Ana Paula fue transformada. “Volví a ca-

sa muy feliz y subí y bajé del autobús sin la ayuda de mi esposo. Además, me libré de la hinchazón de la pierna, la herida está cicatrizando y estoy

caminando con normali-dad, gracias a Dios. Tam-bién regresé al trabajo. A partir de ese día y hasta ahora, mi vida es una bendición.

MARCOS AC


Sentía tanto dolor que deseaba la muerte

Debido a varios problemas en la rodilla derecha –artro-sis, artritis, osteoporosis y tendinitis–, Berenice Miranda dos Santos pasó un buen tiempo con la pierna enyesa-da. “El dolor me atormentaba sin parar. Caminaba arras-trando los pies. Para levantar-me, era un sacrificio”. Incluso para ir del cuarto al baño era difícil. “Me faltaban fuerzas en las piernas y si no me apo-yaba, me caía”.

Como el médico afirmaba que no había sanidad para el problema, Berenice acabó aceptando la situación. “Sin embargo, hubo días en que me dolía tanto la rodilla que decía que prefería morir antes que soportar el dolor”. Con el pasar del tiempo, el estado de salud empeoró, y ella se sentía cada vez más deprimida y abatida. “Era difícil permanecer de pie durante un período prolon-

gado, por lo vivía sentada, lo que me entristecía”.

Hasta que Berenice aceptó la invitación de su hija y de una amiga para asistir a una reunión del Dr. Soares. “Fui y estoy muy contenta porque Jesús me sanó. Camino, salgo, voy al mercado, hago todo con ganas. El dolor desapa-reció, y puedo saltar y correr alegremente. Debido al sufri-miento hacía tiempo que no me reía, como ahora”.

MARCOS AC

MARCOS AC


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Regrese sus pasos al camino del Creador mientras todavía hay tiempo”.

Tenía miedo de quedar

minusválida

Era como si el hueso se saliera del lugar

El milagro de Dulce

En mayo de 2013, Ma-ria de Fátima do Rosá-rio sufrió un acciden-

te cerebrovascular (ACV). Después de realizarse dos cirugías en la cabeza, quedó con secuelas en la pierna derecha, que le empezó a doler mucho. “No podía caminar bien ni levantarme por la noche. Si me esforza-ba, terminaba llorando de dolor. Tenía miedo de que-dar minusválida”.

Sin tener una solución de parte de la Medicina,

Maria de Fátima recurrió a la ayuda divina. “Llegué a la Iglesia arrastrando la pier-na pero, gracias a Dios, salí caminando normalmente. El dolor desapareció y hasta puedo correr”.

Sanada, ella conquistó su independencia. “Antes no podía agacharme pero ahora puedo sentarme en el suelo para armar mis rompecabe-zas. Además, después de la reunión, nunca más tuve di-ficultades para hacer nada. Mi vida mejoró”.

A causa de un derrame cerebrovascular, Maria de Fátima comenzó a caminar arrastrando la pierna derecha.

Como resultado de una caída, hacía más de cinco años que Deise Dias Cordeiro sentía dolor de espalda. “Camino mucho y, algunos días, el dolor era tan fuerte que se me hinchaba la lumbar y quedaba prácticamente inmóvil”.

Según ella, que es emplea-da doméstica, trabajar era un sacrificio. “Como no podía pedir una licencia en el trabajo, tomaba medicamentos para combatir los síntomas y me ha-cía masajes para sentir un poco de alivio. A pesar de todo, se me trababa la pierna izquierda por el dolor. Era como si el hue-so se me saliera del lugar”.

Sin embargo, al poner la fe en acción y confiar en el poder de Jesús, Deise recuperó su salud. “¡Estoy sana! Mi pierna está muy bien y pude aceptar horas extras de trabajo”.

Maria Dulce Araújo da Silva sufrió un acciden-te el 8 de diciembre de 2015, cuando un camión chocó la motocicleta en la que ella viajaba con el esposo. “Antes de caer, grité ‘Jesús’ y Él nos dio la victoria. Pero, a pesar de que no sufrí lesiones graves, quedé con un dolor en la rodilla dere-cha. No había manera de que mejorara y, por eso, rengueaba bastante”.

Debido a que su tra-bajo era por día, pasó un tiempo sin poder trabajar. Sin embargo, después de determinar su sanidad en el Nombre de Jesús, le dejó de doler la rodilla y volvió a ca-minar con normalidad. “Ahora puedo arrodi-llarme para agradecerle a Dios por el milagro”, afirma Dulce, lista para volver al trabajo.

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A los primeros cristianos se les enseñó a orar con fe y a creer que el Todopoderoso cumpliría Su promesa, por lo que fueron muy bendecidos.

La cuestión de la oración debería ser fundamental para los cristianos porque, a través de

ella, pueden lograr la intervención del

Señor, como ocurrió en la iglesia primitiva.

Los pasos que debemos dar son: orar por fe, creer

que el Padre está actuando y no confesar la derrota.

Días y noches de sufrimiento

Durante tres años, Maria de Fatima Saraiva Souza sufría de dolor en las rodillas y los pies. También sufría de artri-tis y artrosis en los hombros porque los tendones estaban gastados y tenía que some-terse a una cirugía. “Tenía un espolón en cada pie y en cada rodilla. Tomaba medicamentos para combatir el dolor y solo

salía de casa en carro. Cuando caminaba, parecía que tenía clavos en la planta del pie”.

Sin embargo, todo este su-frimiento quedó en el pasado, porque Maria fue sanada en la cruzada de fe de los 40 años de la Unción. “Jesús me ben-dijo y volví a casa muy feliz. Hacía tres años que no podía agacharme. Cuando algo se caía al suelo, no lo podía re-coger fácilmente. Hoy en día, además de caminar descalza, no siento dolor en las piernas ni en los brazos cuando lim-pio la casa”.

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Tenía un espolón en cada pie

Él librará al menesteroso que clame y al afligido que no tenga quien lo socorra(Salmo 72:12).

Dejó en casa el bastón

R ita Vieira Lima dejó el bastón en casa y, determinada a ser

sanada, dio la espalda a la enfermedad que la aquejaba y fue rumbo a la reunión que el Dr. Soares realizaría

en su ciudad, a pesar de la dificultad para andar. “Fui creyendo en la victoria”.

Durante dos años, Rita sintió dolor en las rodillas debido a un problema de columna. “No podía ca-minar bien y necesitaba el bastón. No podía hacer nada, ni siquiera lavar un

pañuelo, y el médico me dijo que el problema no te-nía solución”.

Rita, que no aceptó el diagnóstico, decidió cla-mar a Dios y fue atendida. “No siento más dolor. Mis rodillas fueron sanadas y camino con normalidad, sin apoyo. Estoy muy feliz”.

Con la certeza de que sería sanada, Rita Vieira fue a la reunión del Dr. Soares sin su bastón

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CAMPAÑAS DE FEMARZO DE 2016 B7

AMO A JEHOVÁ, PUES HA OÍDO MI VOZ Y MIS SÚPLICAS (SALMO 116:1).

Dr. Soares

Antes de que Adán pecara no había enfermedades en la Tierra, porque todo lo que Dios había hecho era bueno.

Al entrar el pecado, el diablo se infiltró en nuestro mundo y trastornó todo.

Hoy en día, es prácticamente imposible encontrar una única persona que no padezca algún tipo de sufrimiento.

Por eso necesitamos contarle a esa gente que la sanidad de todos los males ya fue alcanzada en la cruz del calvario; y que para recibirla y ser liberado de cualquier mal, basta simplemente creer en el Evangelio.

Mas yo haré

venir sanidad

para ti, y sanaré

tus heridas,

dice Jehová

(Jeremías

30:17).

“Tenía la sensación de que algo estaba limpiando mi organismo”.

Lilian Rodrigues Cataldi – Pág. B9

“No había sanidad para mí, pero me mantuve firme en mi fe”.

Maria de Paula Dias – Pág. B10

El dolor de cabeza diario, el temblor de las manos y la depresión eran los responsables de que Cláudia Silva pensara en quitarse la vida.

Deseaba su propia muerte

“Soy otra persona”T odos los días, Cláu-

dia Silva da Costa sentía dolor de ca-

beza. Además, sudaba frío, las manos le temblaban y se sentía débil, lo que le impedía sostener objetos. “¡Tuve todos esos síntomas durante más de 12 años!

Tomaba 20 pastillas por día, pero de nada servía”.

La angustia y la tristeza de no poder tener una vida normal la llevaron a una de-presión profunda. “Como no

quería alimentarme, perdí mucho peso. Además, vagaba por las calles sin rumbo. Va-rias veces, pensé en suicidar-me porque no soportaba tanto sufrimiento”.

Cláudia relata que el médico le aseguró que tendría que to-mar medicamentos de por vida, porque la medicina no tenía una cura para los problemas de salud que enfrentaba. Sin

embargo, al participar de la reu-nión de fe del Dr. Soares, Cláu-dia tomó una actitud de fe y Jesús cambió esa sentencia. “El Señor me sanó de la depresión, del dolor de cabeza, de los es-

calofríos y de los sudores fríos. Tampoco tengo más deseos de morir”, afirma.

Días después del milagro, Cláudia fue a una consulta y sorprendió a todos con su re-

cuperación. “Mi neurólogo me dijo que soy otra persona. Fui a la reunión con la certeza de que saldría sana de todas las enfermedades y Cristo oyó mi clamor”, declara.

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AÑO 2 - Nº 15 - Argentina - Marzo de 2016

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B8

“Yo no soy el que sana. Soy tan solo un siervo de Dios.

De mí, usted solo obtendrá algo si da oídos a lo que Él le dice a través de mí. Prestando atención, su entendimiento se abrirá y usted logrará así oír la voz del Todopoderoso y entender su Voluntad. De esta forma, al orar, Él hará el mila-gro en su vida”.

Josefa Sousa dos Santos fue una de las personas que escuchó y entendió este men-saje del Dr. Soares y, al clamar al Altísimo, fue bendecida. Su calvario comenzó cuando, habiendo sufrido tres caídas, su brazo derecho terminó comprometido. Entonces, Jo-sefa empezó a sufrir de artritis y artrosis, enfermedades que

la acompañaron durante siete años. “Hacía fisioterapia, pero seguía en el mismo estado. Por otra parte, el dolor era cons-tante. Cosas como preparar la comida y limpiar la casa eran un sacrificio”.

Josefa, además, dependía de la ayuda de su esposo para peinarse y vestirse, debido a que el movimiento del brazo era limitado. Eso fue hasta que participó de la reunión de fe y fue sanada por com-pleto. “Su esposo, ahora, se quedó sin ‘trabajo’”, bromeó el Dr. Soares, mientras ella contaba el milagro recibido.

Feliz y con la salud restau-rada, Josefa celebra el regreso a la vida normal. “Mi esposo me pidió que me cortara el cabello, pero me negué a ha-cerlo porque tenía fe de que sería sanada por Jesús. Hoy puedo bañarme, peinarme y vestirme sola”.

Hoy, no necesita la ayuda de su esposo

Con artritis y artrosis en el brazo derecho, Josefa Sousa dependía de su esposo para peinarse y vestirse.

Dolor empeoraba con el frío

Se cortó el cabello porque no podía peinarse


Marcos [email protected]

Después de fracturarse el codo, a Margarida Martins de Castro le dolió el brazo derecho durante ocho años. A pesar de que se sometió a una cirugía, le quedó el brazo

torcido. “El médico me dijo que debía hacerme una nueva cirugía pero, como me negué, quedé con secuelas. No podía hacer mis tareas rutinarias porque no podía mover el bra-zo. Sentía un dolor que empe-zaba encima del hombro y se extendía hasta el codo”.

Para soportar este mal, Margarida tomaba varios medicamentos, pero el problema persistía. “Me costaba dormir y pasaba la noche en busca de una posición que amenizara el dolor. El frío me hacía sufrir aún más y, por eso,

no toleraba el aire acon-dicionado”.

Sin embargo, al deter-minar la sanidad, el cuadro de Margarida fue revertido. “Mi brazo está perfecto. Ahora duermo bien y puedo limpiar la casa. Es más fácil vivir cuando se está sana”.

No podía mover el brazo

Lúcia de Melo Ancigam tenía artritis, osteoartritis y bur-sitis en los hombros y brazos. “Me corté el cabello bien corto porque no podía peinarme a causa del dolor. No levantaba el brazo para nada”.

Lúcia revela que lavaba la ro-pa porque era obstinada. “Por la noche, sufría las consecuencias.

No podía dormir. Solo sentía un poco de alivio cuando me hacía masajes en la zona dolorida”.

Sin embargo, Lúcia mejoró cuando puso en práctica la fe y determinó la victoria en el Nombre de Jesús. “Estoy com-pletamente restaurada. Puedo mover el brazo y hacer de todo sin dificultades”.

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“No soportaba más vivir así”“Se me pasó el dolor cuando clamé con fe”

La fe contra el dolor de estómago

“Hay alguien aquí que tiene un fuerte dolor en la

región abdominal. Dios quiere sanarla”, dijo el Dr. Soares, se-ñalando la zona del estómago en una de las reuniones que realizó en Brasil. Su declara-ción fue una invitación para

que Lilian Rodrigues Cataldi ejercitara su fe.

Mientras hacía una dieta para poder bajar de peso y, de esa forma, poder some-

terse a la cirugía de reduc-ción de estómago, Lilian hi-zo un cambio en el menú y decidió comer un bocadillo de harina de yuca. “Durante cinco días, me sentí muy mal. Tenía un dolor muy fuerte en el estómago. Fui al médico y me inyectaron un remedio, pero no funcionó. Ni siquiera podía dormir”.

Durante el clamor, Lilian encontró la solución que tanto esperaba. “Sentí, al principio, que se me forma-ba una bola en el vientre y, luego, un ardor. Me dolía hasta la columna. Al final, quedé como anestesiada. Tenía la sensación de que algo estaba limpiándome el organismo”, explica Lilian, que ya no siente ningún do-lor y celebra la victoria en compañía de una amiga y de sus hijos.

Áurea Régia Vieira no se arrepiente de haber acep-tado la invitación de un sobrino para ir a la reunión del Dr. Soares. Hacía tres meses que le dolía el brazo derecho, lo que interfería en las tareas del hogar. “Sentía el dolor dentro del hueso y

no podía estirar el brazo ha-cia atrás”.

El problema también obsta-culizaba el trabajo y el descanso de Áurea. “Para dormir, tenía que ponerme una almohada, de apoyo, bajo el brazo. Como no soportaba más vivir así, acepté la invitación de mi sobrino”.

De acuerdo con Áurea, al llegar a la reunión de fe, afirmó que sería sanada por-que no soportaba más sentir tanto dolor. “Y durante la oración de fe, me dejó de do-ler el brazo y volví a moverlo sin dificultad. Ahora, trabajo y duermo muy bien”.

MARCOS COUTO

Durante cinco días, me sentí muy mal

El brazo derecho de Aurilene Ferreira da Silva había empezado a incomo-darle hacía unos tres me-ses. “Creo que se trataba de un dolor reumático. Me dolían muchísimo las ar-ticulaciones y ya no podía más cuidar de mi hogar”.

Cuando Aurilene hacía al-gunos esfuerzos como cargar las bolsas de las compras, los sín-tomas se agravaban. “No podía hacer casi nada. Era un dolor muy incómodo que solo se me pasó cuando clamé a Jesús con fe”, afirma. Airilene, hoy en día, no tiene ninguna limitación.

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MARZO DE 2016 B11de laFESHOWDiario

LIBERACIÓNY ECHABAN FUERA MUCHOS DEMONIOS, UNGÍAN CON ACEITE A MUCHOS ENFERMOS Y LOS SANABAN (MARCOS 6:13).

Quien busca acercarse a Jesús puede estar seguro de que solo Él tiene el poder de liberar al oprimido.

Cristo aseguró que permanecen verdaderamente libres quienes son liberados por Él.

Es evidente que, en el Hijo de Dios, está la solución para todos los problemas de las personas que añoran la liberación.

Quien ha sido liberado por el Señor nunca vuelve a ser afligido por los malos espíritus. Después de todo, la puerta que Jesús cierra nadie la abre y la que Él abre nadie cierra.

Dr. Soares

El Señor es

el Espíritu;

y donde está el

Espíritu

del Señor,

allí hay libertad

(2 Corintios 3:17).

“Parecía un zombi”

El deseo de cambiar

En la adolescencia, Fabrí-cio Rodrigo descubrió la bebida. Como un

abismo llama a otro, sintió la necesidad de experimentar algo más fuerte. A los 20 años le presentaron las drogas, de las que fue dependiente du-rante más de una década. “En un primer momento, consu-mía solo los fines de semana; después, el uso paso a ser a diario. Cualquier momento del día era bueno. Lo que buscaba era ser feliz pero, cuando el efecto de las sustancias pasa-ba, volvía el vacío y la depre-sión se apoderaba de mí”.

Fabrício gastaba todo el dinero que ganaba compran-do drogas. “Mi casa era un infierno. Consumía en mi ha-bitación y también en lugares públicos. Además, compré una motocicleta y empecé a vender drogas, lo que empeoró mi si-tuación. Fue entonces que mis padres descubrieron lo que ha-cía, y eso me puso muy mal”.

Las visiones y perturbacio-nes constantes terminaron por desorientar a Fabrício. “Veía una bala que me entraba en la cabeza, oía voces y quedaba

completamente alucinado. No quería más esa vida, pero no tenía fuerzas para salir. Parecía un zombi y veía una calavera cada vez que me miraba en el espejo. Tenía miedo de todo. Por eso afirmo con conocimien-

to de causa que el mundo de las drogas es un contacto directo con el diablo”.

Debido a su situación, las personas se fueron alejando de Fabrício. “Perdí a mi no-via y llegué a pasar seis días

sin comer ni bañarme. Vivía encerrado el día entero en mi habitación y, cuando no tenía dinero para drogarme, mis amigos me pedían que fuese a comprar por ellos y compar-tían conmigo la droga”.

Un día, Fabrício sintió una desesperación tan grande que su mente co-menzó a ser invadida por pensamientos de muerte. Estando en esta situación, trató de sintonizar la televi-sión en un canal evangélico con el fin de encontrar algo que pudiera consolarlo. “Me encontré con el Dr. Soares y sus palabras me

fueron trayendo la paz. Be-bí el agua que él consagró a través de la televisión y em-pecé a leer la Biblia y a en-tender que solo Jesús podía rescatarme del abismo en el que me encontraba”.

Decidido a cambiar de vida, Fabrício buscó la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios y comenzó a ir seguido. “Empecé a sentirme bien

pero al poco tiempo tuve una recaída y me alejé. Sin embargo, cuando volví, me entregué a Jesús de verdad. Así que fui bautizado y logré que el mal saliera de mi vida para siempre”.

Al fin, Fabrício alcanzó la tan esperada paz de espíritu. “Tengo una felicidad inmen-sa. Gracias a mi testimonio, mi familia también frecuenta

la Iglesia. Hace dos años que puedo decir que soy un hombre nuevo. Estoy feliz con Jesús y tengo el sueño de ayudar en la Iglesia y ser un pastor. Si Dios lo permite, pretendo tener una clínica de rehabilitación para ayudar a otras personas que pasan por el mismo sufrimiento que yo viví”, concluye el miembro de la IIGD.

Perdido en el mundo de las drogas, Fabrício no lograba cambiar de vida. Su mente estaba poblada por pensamientos de muerte hasta que encontró el único camino que podía salvarlo.

Mônica [email protected]

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Sobreviviente de un intento de aborto

Tenía deseos de matar

“Yo no debería existir”, afirma Maria Helena

Joaquim Guimarães al contar su historia. “Mi mamá abor-tó a todos los demás hijos y el único aborto que le salió mal fue el mío”. Solo Maria Helena sabe lo que se siente escuchar, constantemente, que fue una hija no deseada. “Era una rutina. Recuerdo que cuando tenía siete años, un día, mi mamá se puso muy mal y fue a recogerme a la escuela. Solo más tarde descubrí que se había reali-zado otro aborto”.

Para empeorar las cosas, su madre estaba involucra-

da con la brujería y llevaba a su hija a ver los rituales. “A los 17 años, empecé a seguir sus pasos. Los lí-deres de esa religión me decían que tenía que de-sarrollarme y yo les creía. Participé de ese mundo du-

rante 27 años. Hacía ritua-les y mi casa estaba llena de imágenes del mal. Ade-más, conocí a mi esposo en

la casa de los espíritus”. El matrimonio duró solo tres años y Maria Helena vivía en la miseria.

Cansada de esa situa-ción, Maria Helena fue a una Iglesia en busca de ayuda para liberarse. “Em-pecé a buscar al Señor y a frecuentar las reuniones de liberación, pero fue un proceso largo porque yo ma-nifestaba demonios. Final-mente me entregué de ver-dad a Jesús y, gracias a eso, pude, incluso, llevar a mi madre al Señor. Hoy en día, sirvo a Cristo con mucho amor y ayudo como colabo-radora en la casa de Dios”, concluye Maria Helena, que se congrega en la Iglesia de la Gracia.


Maria Helena creció escuchando decir a su madre que ella era una hija no deseada. En la adolescencia, se envolvió con la brujería y la vida de

opresión fue agravándose.

¿Qué es la abstinencia? Es el acto de privarse de algo con un objetivo. Y era del cigarrillo y de la bebida que Marizete da Conceição Gama quería escapar pero no podía. “Fumaba dos atados de ciga-rrillos y bebía un cajón de cervezas por día. Frecuentaba

la iglesia pero, cuando termi-naba la reunión, iba al bar”.

La opresión en la vida de Marizete estaba yendo demasiado lejos. “Sentía un impulso de matar a las per-sonas que hacían cosas que no me agradaban. Llegaba a sentir gusto de sangre en la boca”, relata quien gastaba casi todo su sueldo en adic-

ciones y terminaba tirada en las calles.

Con el deseo de cambiar de vida, Marizete oraba a Dios por su liberación. “Un día, anduve de rodillas dentro de casa, clamando al Señor. Estaba segura de que me esta-

ba escuchando. Había hecho todo lo posible para dejar los vicios sin poder lograrlo. Pe-ro a partir de ese momento, mi historia se transformó. Busqué ayuda en la IIGD, per-manecí firme en Jesús y, hoy, testifico mi victoria”.

Maria Silvestre Martins tiene muchos nietos, pero uno de ellos la preocupa-ba. “Hacía algún tiempo, los falsos amigos lo habían arrastrado a consumir crack. Consumía tanto drogas co-mo bebidas, por lo que tam-bién se volvió alcohólico. Mi nieto vivía más en la calle que en casa y, a veces, desaparecía durante cuatro días. Volvía trastornado, al punto de golpear a su madre”.

De acuerdo con Maria la situación empeoraba día a día. “Cuando estaba lúci-do era un joven excelente pero, bajo el efecto de las drogas, vivía sucio, agre-sivo y rebelde, a pesar de que tenía todo para triun-

far en la vida. Tenía novia y un trabajo muy bueno”.

La familia del joven formaba parte de la Igle-sia de la Gracia y buscó su liberación a través de la fe, participando de las reuniones de oración. Y el milagro ocurrió. “Hoy en día, mi nieto es una perso-na nueva. Se liberó de la adicción y camina firme en la fe. Es mi compañero fiel en todas las reuniones porque se entregó de cuer-po y alma a Jesús”.

La abuela que luchó por su nieto y venció en Cristo

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Mi mamáabortó todoslos demáshijos

Llegaba a sentir gusto de sangre en la boca

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El Señor es bueno, puro y perfecto, pero permitirá que el enemigo oprima a los que no obedezcan sus mandamientos”.

El amor que vence el odioJaíne, rescatada de la muerte dentro el útero de su madre, que la rechazaba, tenía como camino fácil la prostitución. Sin embargo, Jesús cambió su historia.


A los 15 años, al huir de casa para traba-jar en una casa de

familia, la madre de Jaíne de Mattos Martins terminó cayendo en una trampa que podría haber destruido su vida. “Al llegar al lugar, mi mamá descubrió que era un prostíbulo”. Pre-sa en el establecimiento, tenía que prostituirse y acabó enredándose con el consumo de crack, cocaí-na, marihuana y bebidas alcohólicas, hasta que que-dó embarazada.

“En ese lugar, mi mamá no podía revelar que estaba esperando un hijo. Enton-ces, mi padre la llevó a vivir con él. En cierta ocasión, sin embargo, la sorprendió tra-tando de hacerse un aborto. “La única solución que en-contró mi papá fue llevarla de vuelta a la casa materna, o sea, de mi abuela”. Des-pués de registrar a la hija, la pareja se terminó separando.

El nacimiento de Jaíne fue el primer milagro de Dios en la vida de la familia. “Fui rescatada en el vientre de mi madre porque, como el doctor

dijo, debido a que ella con-sumía drogas, podría haber nacido con discapacidades. Sin embargo, nací perfecta. Mi abuela materna oraba por mí antes de que naciera”.

Gracias a su abuela, Jaíne fue criada en un ambiente cristiano. “Me llevaba siem-pre a la Iglesia. Mi madre, sin embargo, seguía en la mala vida, envolviéndose con traficantes y consumien-do drogas de nuevo. No se llevaba bien conmigo y me decía que no era mi madre y que nunca lo sería. En oca-siones me golpeaba y vivía-mos peleando, pero nunca le guardé rencor”.

Debido a la dificultad de la relación, Jaíne, con 14 años, se fue a vivir con sus primos. “No funcionó, y lle-gué a vivir con siete familias diferentes”.

Ante tantas dificultades, Jaíne, que se congregaba en la Iglesia Internacional de la Gracia, podría haber seguido los pasos de su madre hacia la perdición, pero la joven quería para sí otro camino. “Por el hecho de poder ver todo lo que mi mamá sufría, nunca quise entrar en esa vida”.

Recuperó el amor de su familiaEn medio de tantos pro-

blemas, Jaíne inició una nueva lucha: encontrar a su padre. “Le comenté al pastor que quería conocer a mi pa-dre y un día él lo encontró en las redes sociales”. Después de 20 años, el encuentro su-cedió en su graduación en

Teología. “Mi sueño era que él me viera graduándome y entrara conmigo a la iglesia el día de mi boda. Al rencon-trarlo, empecé a contar con un padre a quien hablarle abiertamente sobre todo”.

En el camino de la feli-cidad, a la joven le faltaba

el amor de su madre, que nunca dejó de anhelar. “Nunca sentí odio por ella. Siempre quería verla y ora-ba para que eso sucediera. Cuando mi abuela murió, me sentí obligada a asumir el papel de intercesora de mi madre”.

Finalmente la joven tuvo una sorpresa. “Ella me llamó, pidiéndome ayuda. Hice lo que me pidió y le demostré que yo era de Dios. Solo le ofrecí amor. Ella dejó la prostitución, se casó, vol-vió a rehacer su vida y está completamente libre de las

adicciones. Me pidió perdón y, hoy, tenemos una relación de madre e hija”.

Y el próximo sueño se ha-rá realidad pronto: Jaíne está a punto de casarse con el pastor Dener Fortunato. “Mi sueño es tener mi familia en los caminos de Dios”.

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Prosperidad

Cuando llegó a la Igle-sia Internacional de la Gracia de Dios, Lilia-

ne Baiao Dantas no tenía un rumbo en su vida. Hacía 20 años que había abandonado la profesión de fonoaudió-loga. “La dejé porque quería vivir las cosas que ofrece el mundo, a pesar de que tenía nenes chiquitos para criar. Estaba en las manos del dia-blo y él hacía lo que suele hacer con las personas que no conocen al Señor. Estaba muy desanimada y no sabía hacer otra cosa que llorar

porque no tenía idea de có-mo volver a mi campo pro-fesional. Tuve dificultades económicas y volví a la casa de mis padres”.

Como se sentía perdida, Liliane decidió empezar a hacer terapia. “La psicóloga se ocupó de la parte emo-cional. Pero, un día, me preguntó cómo era mi vida espiritual. Le contesté que yo no seguía ninguna reli-gión ni profesaba ninguna fe. En ese momento, me explicó que, además de lo emocional, también tenía que cuidar esa parte y me presentó la Biblia”.

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Después de 20 años fuera del mercado

de trabajo, levantó la cabeza y superó todos

los obstáculos


Pasado un tiempo, invitaron a Liliane a ir a la Iglesia. “A partir de ese día, nunca más fui la misma persona. Acepté a Jesús y pasé por mu-chas tribulaciones. Pero el Señor me orientaba”. Liliane, entonces, empezó a reciclarse profesional-mente. “Hice un curso de psicopedagogía y Cristo encendió en mi corazón el deseo de volver a tra-bajar en fonoaudiología. Empecé a orar para que se cumpliera, porque el Se-ñor ya me había dado una profesión y yo la había abandonado. Un tiempo después, una amiga me comentó que necesitaba una fonoaudióloga para

su clínica. Acepté la pro-puesta y recomencé mi vida profesional”.

Sin embargo, Liliane deseaba tener su propio negocio. “Después de 20 años sin ejercer mi pro-fesión, deseaba tener mi propio consultorio de nue-vo. Además, quería traba-jar con arte, educación y cultura”. Movida por este objetivo, fue buscando un lugar. “Siempre pasaba frente a un inmueble, que era el ideal, pero estaba alquilado. Hasta que, un día, quedó libre. Mi pastor me dijo que sabía que yo tenía fe pero me preguntó si también tenía osadía. Le dije que sí, porque confia-ba en mi Dios”.

Hace ocho meses Li-liane trabaja, feliz de la vida, en su propia clínica. “En ningún momento tuve miedo o dudé de que el Espacio Creativo es del Señor. Él es mi socio, mi socio mayoritario. Si yo mirara con ojos natura-les, nunca estaría aquí. Los costos son altos pero, cada semana, recibo nue-vos pacientes y alumnos. Con Jesús, no hay crisis. El cristiano pasa, sí, por tribulaciones, pero puede contar con la ayuda de Dios y pronto se recupera. No existe la desespera-ción. El diablo trata de derribarme pero no caigo porque no saco los ojos del Altísimo”.

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,

pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis

(Jeremías 29:11).

No tenga miedo de lo que tenga que pasar. El mismo Señor que se le apareció a Pablo y le dijo que tuviera ánimo también está a su lado.

Manténgase firme en lo que el Padre ya le reveló a través de su

Palabra, porque la Escritura jamás será negada.

El apóstol Pablo entendió que Jesús estaría con él en cada lugar donde fuese; entonces, recobró el ánimo y fue un

vencedor.

El Altísimo ha de honrar su fe.

Después de mucho tiempo sin rumbo en la vida, Liliane encontró el camino para volver a ser feliz


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¿Le gustaría ser conocido en la escuela y en el barrio como “Ya mu-rió”? Ese fue el sobrenombre que acompañó a Isabel Mota de Souza, de 43 años, en su adolescencia. Víctima de bullying, por

poco, no se mató. Final triste tuvo Leonela Gómez Viveros. La encon-traron ahorcada, en junio de 2015, en Buenos Aires, Argentina, y se sospecha que se haya suicidado por no soportar más actos violentos contra su vida.

Un informe realizado por UNICEF a fines de 2014, deno-minado Ocultos a plena luz –que analiza datos de 190 países, documentando la violencia en las comunidades, escuelas y hogares– revela que, en todo el mundo, uno de cada tres estu-diantes de entre 13 y 15 años es víctima de bullying. Entre los 15 países latinoamericanos investigados, los estudios indican que Argentina es el país con las tasas más altas de este tipo de vio-lencia. Según los medios locales, uno de cada cuatro argentinos ha sido víctima de esta práctica en el entorno escolar o conocen a alguien que lo haya sido.

Una encuesta realizada en Europa y en América del Norte por el Health Behavior in School Aged Children (HBSC) muestra que el 13% de los estudiantes de 11 años de edad sufrieron bullying en la escuela. En los dos meses anteriores a la investigación, que se hizo en el 2012, tales alumnos pasaron por esta situación al menos dos veces.

“A pesar de estar en un ámbito escolar, el bullying puede ocurrir de varias maneras: verbal (por medio de insultos, ofensas, apodos despec-tivos); física y material (a través de agresiones físicas, robo/hurto de las pertenencias de la víctima); psicológica y moral (mediante la humilla-ción, exclusión, discriminación, chantaje, intimidación, difamación); sexual (a través de abusos, violencia sexual, acoso, insinuación); e, inclusive, virtuales: el llamado cyberbullying (por medio de herramientas tecnológicas como el teléfono móvil, la cámara de vídeo e internet)”, ad-vierte la psicóloga Denise Pereira.

El mata

bullying


“Estaba espiritualmente destruida”

Isabela fue víctima de varios tipos de bullying. “Por ser demasiado delgada, me decían ‘Ya murió’”. Escribían esa frase

en el pizarrón, en mi carpeta y en el espejo del baño. Me golpeaban y la directora no podía contenerlos. Lo único

que yo hacía era llorar y no quería ir más a la escuela. Cuando me decían de esa forma, yo veía demonios entre los que se burlaban de mí. Como resultado de esas agresiones verbales, caí en depresión y dejé de bañarme. Estaba espiritualmente destruida”.

“El bullying deja marcas profundas en las víctimas, que afectan a su autoestima, por lo que es necesario un seguimiento psicológico y, a veces, también, psiquiátrico. Algunas de las consecuencias son los trastornos de pánico y de ansiedad, la depresión y la fobia social y escolar. Si no se la atiende a tiempo, puede llevar a la víctima al suicidio”.

De hecho, por poco Isabela no se suicidó. “Le pedía a Dios que me sacara la vida. Intenté

suicidarme dos veces”. Cuando se cambió de escuela, el bullying terminó pero no la depresión. Recién se deshizo de este mal en el momento en

que se liberó, a los 18 años. “Un amigo de la nueva escuela me habló de Jesús. Le pregunté quién era y me dijo que era el Hijo de Dios que murió en la cruz por nosotros. Abrí mi corazón

a la Palabra y empecé a ver que Dios me amaba como yo era. Además, el Señor me libró de lo que no estaba bien en mi cuerpo. Empecé a subir de peso y el espíritu malo se fue”, testifica Isabela, que es pastora auxiliar en la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios.

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“Dios me dio las fuerzas para enfrentar el

problema”

“Empecé a aceptarme de la forma que soy”

“Me amenazaron de muerte”

“Sufrí de bullying en la escuela cuando tenía 11 años de edad. Los es-tudiantes más grandes se burlaban de mí porque yo era tranquilo. Me decían que era un nerd. Yo quería reaccionar pero mantenía la cabeza baja. Fui entriste-ciéndome tanto que perdí las ganas de ir a la escuela y quería cambiarme a otra. Mi mamá no solo habló con la directora, sino que también oró a Dios. Por

el poder de la fe, todo se transformó. De repente de-jaron de acosarme, se acer-caron y descubrieron mis cualidades. Después de todo, yo simplemente ha-cía lo que había que hacer: estudiar. El Señor me dio las fuerzas para enfrentar el problema”.

Caio Caldas da Ro-cha, 16 años, estudiante y miembro de la Iglesia de la Gracia.

“Fui víctima de bullying de los 7 a los 15 años. Siempre aparenté tener más edad y, a los 10 años, parecía de 18. Las provocaciones empezaron cuando tenía que tratar con chicos mayores. Me ponían muchos sobrenombres y trataban de abusar de mí. Las chicas, a su vez, trataban de pegarme. Todo eso me hizo madurar más rápido en la vida sentimental y afectó mi autoestima. Además de creer que era horrible, caí en depresión y subí de peso. Tenía vergüenza de abrirme con mis padres. Llegaba de

la escuela y me encerraba en mi habitación, donde lo único que hacía era llorar. Había días en que no quería comer. En una época, traté de suicidarme. Fue así hasta que decidí hablar con una amiga de la Iglesia de la Gracia. Ella empezó a orar por mí y me mostró que Dios puede sanar las heridas. Al conocer a Jesús, mi vida cambió. La transformación fue más en mí que en los demás. Empecé a aceptarme como soy. Hoy en día, veo el valor que tengo ante los ojos del Padre. Ahora pueden decir lo que quieran”.

Thaynara Fernanda da Costa Rosa, 23 años, editora de video y miembro de la Iglesia de la Gracia.

“A los 12 años, me desvié del Evangelio. Así, llegué a ser susceptible a las prácticas del mundo. A los 15 años, empecé a sufrir bullying en la escuela. Creo que era porque le hacía frente a los chicos que tenían malas actitudes, como prender fuego el salón de clases y tirarles bolas de papel a las personas. Me rebelé contra ellos y, entonces, empezaron a ejercer una presión psicológica y a perseguirme, poniéndome apodos. “Se burlaban también porque yo era flaco

y nerd. Vivían diciendo que me iban a prender fuego y me matarían. Tenía miedo, pero no quería que mis padres se preocuparan. Sufría depresión y empecé a odiar a esas personas. Quería suicidarme. Una vez quise hacerlo con un cuchillo, pero no tuve la fuerza suficiente para atravesarme el estómago. Para empeorar las cosas, empecé a escuchar canciones que alentaban el odio. Todo cambió cuando fui invitado a ir a una vigilia de jóvenes en la Iglesia de la Gracia y empecé a conocer

a Dios. Participando en las reuniones, el Señor cambió mi historia. En el tercer año de la escuela secundaria no sufrí más ese tipo de ataques. Se detuvieron, naturalmente, cuando me encontré con Cristo. El cuidado que Dios tenía hacía mí era demasiado grande. La depresión se me fue, perdí las ganas de matarme y me convertí en un joven feliz”.

Vinícius Antônio Alves de Almeida, 19 años, estudiante y miembro de la Iglesia de la Gracia.

“Toda ofensa tiene como origen al diablo”

El Pastor Victor Soares concuerda en que el bullying puede causar trastornos. “Toda ofensa tiene como origen al

diablo, que quiere destruir el interior de la persona. Quien vive en la presencia de Dios no puede ser herido por esos ataques. Es como la Biblia afirma: mayor es quien está en usted que lo que está en el mundo (1 Juan 4:4). El secreto es que la persona esté llena del Señor, porque así ningún ataque del maligno la alcanzará. No hay que jugar con la vida espiritual, porque Jesús dijo que quien camina en la luz no tropieza (Juan 11:9)”.

• Tenga confianza en sí mismo: quien demuestra seguridad tiende a sufrir menos la intimidación de los agresores.

• Ignore: no es fácil pero, una vez más, son nuestras reacciones las que alimentan la actitud del agresor. “Es como si él sintiera placer al ver a la víctima debilitada y arrinconada”.

• Alertar a sus padres, profesores y/o tutores: “Al contrario de lo que comúnmente se piensa, permanecer en silencio frente a las agresiones no mitiga el sufrimiento; solo aumenta la sensación de impunidad”.

No sea una víctima

Preste atención a estos consejos para dejar de ser una víctima:

ARCHIVO PERSONAL

MARCOS AC

MARCOS AC

ARCHIVO PERSONAL


de laFESHOWDiario

Dr. Soares

Palabra Amiga

Los médicos no le dan más esperanzas de vida a mi papá y él empeora día a día. Tengo fe de que será sanado, aunque toda la si-tuación indica lo contrario. Si él muriera, tengo miedo de que mi fe quede desbas-tada. ¿Qué consejo práctico puede darme?

Vera Ximenes da Costa

R.: Tiene que alimentar su mente y su fe con las ense-ñanzas de la Palabra, pues son los medios que el Con-solador usará para edificarla, sea el que sea el desenlace de esta historia (Juan 14:16; Romanos 12:1,2). Además, es fundamental que usted testi-fique a su padre acerca de la salvación en el Señor Jesús, especialmente si él todavía no nació de nuevo. Si su padre ya es del Señor, fortalézcalo con las promesas de la Pala-bra, preciosas tanto para esta vida como para la eterna (Fili-penses 1:21-23).

En mi familia hay mu-chos alcohólicos y, ahora que me convertí, me viven pidiendo que muestre, en la Biblia, un pasaje en que esté escrito que está prohibido beber, considerando que Jesús transformó el agua en vino. ¿Qué texto podría usar para iluminar esas mentes no sanas?

Luiz Geraldo Neves

R.: Los tiempos de los apóstoles eran otros, com-parados con los nuestros. Su vino era absolutamente artesanal y muy diferente al actual, producido industrial-mente. De hecho, utilizaban el jugo de uva fresca, antes de la fermentación, llamado mosto por algunas versiones de la Biblia. El diccionario define esta palabra como vino fresco retirado de la fer-mentación, además del jugo de uva, que ya se ha mencio-nado. Por lo tanto, no se trata de la misma bebida alcohóli-

ca que tenemos actualmente, aunque la Santa Biblia se asegura de advertir sobre su uso excesivo, porque aunque fuese mosto, debido a que la fermentación ocurriría de cualquier forma, puede lle-var a la adicción y la embria-guez, las cuales son prácticas pecaminosas, tanto en el presente como en el pasado (Oseas 4:11; Hechos 2.13; Gálatas 5:21; 1 Pedro 4:3).

¿Las profecías de la Biblia son diferentes de las que se dan a conocer los profetas de este tiempo?

Margareth Louzada Feijó

R.: Ciertamente, pues las que se registran en la Biblia tienen garantía de ser genui-nas, dada directamente por el Señor (2 Pedro 1:20,21). Las que no están en la Palabra de-ben ser juzgados por los her-manos antes de ser aceptadas como provenientes de Dios (1 Corintios 14:29).

Si la Palabra de Dios se inspiró en la vida de los hombres que la escribieron, ¿podemos decir que esos escritores eran gente común que el Señor usó para pro-clamar su mensaje?

Arlete Vargas

R.: Los escritores de la Bi-blia eran hombres comunes, aunque de diferentes épocas, lugares y culturas. Isaías, por ejemplo, era un erudito del palacio real, mientras que Amos era un campesino. To-do el mérito de las revelacio-nes pertenece siempre al Es-píritu Santo y nunca a su por-tador. Esto explica cómo Jonás salvó toda una ciudad aunque deseaba su destrucción (Jonás 4,1-11). El apóstol Pedro, un pescador, explica: Pero ante todo entienda que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue

traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo ins-pirados por el Espíritu Santo (2 Pedro 1:20,21).

Estuve casada durante dos años, pero mi esposo murió en un accidente trá-gico. No teníamos hijos y, en la actualidad, tengo 29 años de edad. Mi familia me pide que me case de nuevo para reconstruir mi vida y darle nietos a mis padres. Sin embargo, yo no siento este deseo. Es como si yo me hubiera completado con mi esposo fallecido. ¿Están equi-vocadas mis creencias?

Marlene Casaverde

R.: Depende. Si usted no siente ninguna necesidad de volver a casarse y tener hijos, no hay pecado en eso. Otra cosa diferente, y equivocada, es que crea que estaría siendo infiel a la alianza contraída con el fallecido. La Biblia en-seña que las viudas pueden casarse normalmente porque no es pecado de ninguna manera (Romanos 7:2,3). La Palabra también guía a las jóvenes viudas a casarse de nuevo y a tener hijos, con el fin de no dar la oportunidad al diablo (1 Timoteo 5:14).

Siento un gran deseo de jugar a la lotería siempre que hay un gran pozo acu-mulado, porque el premio mejoraría la vida de toda mi familia. Sin embargo, mu-chos hermanos afirman que eso es pecado. Por lo tanto, me gustaría comprender me-jor este asunto.

Silvano de Andrade

R.: La Palabra de Dios en-seña claramente que nuestro dinero debe provenir de un trabajo honesto y de nuestro esfuerzo (Efesios 4:28; 2 Tesa-lonicenses 3:10). La lotería es considerada un juego de azar porque la persona pierde el dinero que apostó sin recibir

nada a cambio de la apuesta, excepto la posibilidad ínfima de ganar. La Biblia condena es-ta actitud y el cristiano no de-be, de ninguna manera, desear este dinero, resultado de tantas vidas desafortunadas y perdi-das por el vicio (Isaías 55:2).

Debido a mi trabajo, estoy siempre viajando y, a pesar de formar parte de una igle-sia, me es imposible tener un cargo o, incluso, congregar dominicalmente. Mi pregun-ta es: ¿cómo puedo servir a Dios en la Iglesia si mi vida profesional me lo impide?

Ivan Augusto de Lima

R.: Lo que tiene que hacer es cumplir plenamente la vo-luntad de Dios, donde quiera que esté, porque solo enton-ces usted se realizará, incluso profesionalmente (Proverbios 10:22). ¿Alguna vez intentó descubrir lo que piensa el Señor acerca de esto? Consúl-telo, llevándole su ansiedad, especialmente sobre la impo-sibilidad de que frecuentar la iglesia (1 Pedro 5:7). Dios lo guiará a través de su Palabra, lo que le dará paz a su cora-zón (Colosenses 3:15). Ahora, piense bien, no es porque está fuera de casa que está exento de ir a la iglesia porque, sin dudas, hay templos en todas partes (Hebreos 10:25).

El libro de Hechos in-forma que el apóstol Pablo sufrió una mordedura de serpiente después de un ac-cidente y no murió. ¿Cómo se explica este hecho porque, poco después, las personas de esa ciudad creyeron que debía ser una especie de “dios”? ¿Podríamos decir que había sobre la vida del após-tol una unción poderosa?

Ana de Fátima Gurgel

R.: Fue la unción que el Señor Jesús prometió a todos los que creen en su nombre, lo que también nos incluye:

Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, ha-blarán nuevas lenguas, toma-rán serpientes en las manos y, aunque beban cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán (Marcos 16:17,18).

Vivo en un barrio pobre pero nunca perdí las espe-ranzas de días mejores. Soy muy estudioso e hice una carrera universitaria. Espero la respuesta de un concurso público que hice el año pa-sado. Parte de mi familia me envidia y vive diciendo que los pobres no deben esperar nada mejor, que soy un tonto por tener expectativas sobre ese concurso y que mi vida siempre será igual a la de los otros. Me da vergüenza por el hecho de que se trata de mi familia y a veces me enojo al oír esas amenazas. ¿Cómo debo proceder ante estos agravios familiares?

Claudio Pacheco

R.: Precisamente por haber estudiado y aprendido más que los demás, usted debe en-tenderlos. Su esfuerzo y dedi-cación molestan a las perso-nas porque, indirectamente, apunta a la carencia de ello en sus vidas. La comodidad es vergonzosa, entonces los acomodados se enconden atrás de las condiciones en las que se ven obligados a vi-vir porque, así, la culpa de la situación es siempre ajena. El libro de Proverbios está lleno de palabras vivas para los di-ligentes y los que se entregan a la comodidad o la pereza. Vea este ejemplo: En su pro-pia opinión, el perezoso es más sabio que siete que sepan aconsejar (Proverbios 26:16). Estudie este libro y su dispo-sición cambiará por comple-to. Ore por sus familiares y sea un testimonio de la paz y la alegría que tiene en Cristo. Dentro de poco ellos también cambiarán la forma de ver la vida, por el poder del Señor Jesús (2 Timóteo 2:24-26).


de laFESHOWDiario

TESTIMONIOSOn-line

“El secreto es obedecer todo lo que la Palabra dice”

La única forma de que usted quede libre de cualquier relación con el maligno es que sea liberado por el hijo de Dios”.

ProsperidadAgradezco por mi sa-

nidad, liberación y por la paz en mi hogar. Tam-bién doy gracias por las victorias en el área pro-fesional, porque pude abrir mi propia empresa. La prosperidad alcanzó a toda mi familia. Gra-cias, Dios.

Marlene Bernardino

AprobadaHace bastante tiem-

po, soy patrocinador del programa Show de la Fe. Sin embargo, en un mo-mento dejé de contribuir y las cosas comenzaron a andar mal. En noviem-bre de 2015, regularicé mi situación y el Padre celestial nos bendijo nuevamente. Una de las bendiciones fue que mi esposa, Fernanda, fue aprobada para poder estudiar en una recono-cida universidad.

Fabio de Godói

Libre de un tumorEn 2014, se me diag-

nosticó un tumor en el útero, lo que me dejó desvastada. Hasta que, un día, viendo el Show de la Fe, oí una prédica

del Dr. Soares, basada en el libro de Isaías, capítu-lo 53, versículo 4. En ese momento entendí que Jesús, verdaderamente, llevó sobre sí nuestras enfermedades. Me apo-deré de esa palabra y aprendí a determinar la sanidad y a expulsar el mal. En poco tiempo, re-cibí el alta médica, pues el tumor desapareció sin que tuviera que someter-me a una cirugía.

Miria Araújo

Casa propiaPedí ayuda en ora-

ción para que Dios pre-parase una casa para comprar, dentro de mis condiciones financieras. En menos de un mes, el Señor me mostró la residencia y empecé a pagarla. Estoy radiante porque tengo mi casa propia sin haberme en-deudado.

Maria de Jesus Costa

PropiedadesDios me viene dando

muchas bendiciones. Primero, pude comprar una casa y, ahora, com-pré un departamento.

Claudia Simone

SHUTTERSTOCK

RegalosNecesitaba una

heladera y una co-cina. El Padre fue el proveedor de todo. Me regalaron los dos electrodomésticos.

Damiana Regina Gomes

SHUTTERSTOCK

Sal

ud

SHUTTERSTOCK

Puras victoriasAgradezco a Dios porque el 2015 fue un año de bendiciones y sueños realizados:

casamiento, facultad, cirugía exitosa de mi esposo, viaje, unión familiar y adquisición de nuestra casa propia. Todo es para honra y gloria del Señor, porque sé que esas vic-torias provienen de Dios. Creo que el 2016 será todavía mejor. Gracias, Jesús, por ha-cer que ocurriera lo imposible.

Luma Menezes

Pedí oraciones para mi sobrina Gabrieli, para que su salud fuera restablecida. Gracias a Dios, comenzó a alimentarse normalmente. Agradezco, también, porque mi salud fue igualmente restaurada de un problema circulatorio en las piernas. Todo el mal desapareció por completo.

Deusirene Oliveira

Palabras de fe24


de laFESHOWDiario

www.facebook.com/doctorrrsoares

Cuando el cristiano pierde el respeto por la Palabra, aunque siga orando, ayune y busque al Altísimo, se está colocando en una situación espiritual desfavorable.

Confiar es aceptar lo que el Padre celestial dice, es actuar siguiendo su consejo y no dejar que ninguna duda asalte su corazón.

Solo el corazón lleno de fe, que actúa siguiendo las orientaciones del Cielo, alcanza el favor del Padre (Salmo 37:4).

Si, hoy, negamos el perdón, mañana podremos necesitar que el Padre nos perdone y Él no podrá hacerlo.

El plan divino es hacer abundante en nosotros toda la gracia –y esto va más allá de lo que la mente humana puede comprender.

Sin la protección que la Palabra de Dios nos da (Efesios 6:13-17), somos vulnerables a los ataques del diablo.

Es peligroso distanciarse de Dios porque, lejos de Él, el cristiano entra en el área de dominio del maligno, que es cruel.

Quien no respeta las órdenes divinas paga un precio muy caro por su terquedad.

Solo hay un pastor al que debemos seguir: Cristo Jesús (Juan 10:16).

Si llegó su oportunidad de probar si cree o no en el Señor, no lo decepcione.

El secreto para recibir cualquier bendición es creer en lo que se nos dice.

Seguir las huellas del Altísimo es caminar con seguridad.

Quien se compromete con el mundo no puede ser instrumento de Dios.

El Señor está preparado para satisfacer todas nuestras necesidades y lo hace con gloria, no con un látigo.

Aunque parezca cruel, el Padre juzgó necesario permitir que, en el cuerpo de su amado Hijo, se realizaran las heridas por las que fuimos sanados.

Los propósitos que el Señor tiene para nosotros son los mejores.

Dios hará lo que sea necesario para bendecir a los suyos.

Agradar a Dios significa permitirle trabajar en nuestras vidas.

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