Diario Espiritual

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  • 7PrlogoAmados lectores,

    Me considero una adulta ple-na, madura y feliz. Feliz porque las hebras de plata que cubren mis sienes acompaan la delica-da sabidura que Dios me ha con-cedido, luego de grandes pruebas y tribulaciones. Desde que nac prematuramente, mi vida siem-pre estuvo en el filo de la

  • navaja. He superado inminentes peligros y he trascendido dram-ticas pruebas. Pero jams perd la sonrisa en mi rostro, ni me dej vencer por el miedo o la tristeza. Mi vida interior comenz a la tem-prana edad de doce aos, edad en que perd a mi padre.

    Soy un ser humano como cualquiera de ustedes. He toma-do decisiones acertadas y des-acertadas, he elegido buenos amigos, pero tambin he con-fiado ingenuamente en personas que solo vieron en m una opor-tunidad. He vivido aos muy fe-lices y aos muy dolorosos, pero

  • 9el resultado final ha sido mara-villoso. Y digo maravilloso por-que hace apenas unos diez aos, cuando cumpl cincuenta, mi vida dio un giro de 360 grados y se me abrieron posibilidades que jams me imagin alcanzar. Hoy llego a sus vidas con la mayor gratitud posible, y agradezco la oportuni-dad de entregarles pinceladas de mi propia vida para ayudarlos a alcanzar la plenitud que todos merecemos.

    Hace algunos aos decid de-jar mis quehaceres mundanos para dedicarme totalmente a mi desarrollo espiritual.

  • Y entonces volv a dedicarme dia-riamente a escribir. Si bien es cier-to que desde que tuve diez aos de edad me apasiona expresar mis sentimientos a travs de la palabra escrita, recin hoy me siento con la autoridad de acon-sejar y ayudar a las generaciones ms jvenes, y entregarles algu-nos episodios de mi vida que les puedan servir de estmulo para superar sus propias dificultades.

    Esta coleccin ha nacido de mis diarias publicaciones virtuales a travs de las redes sociales. Lo que empez como un dilogo en-tre mis seguidores, se transform

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    en una carta diaria abierta a mis lectores. Yo agradezco el estmulo y aprecio de muchos jvenes que llegaron a m en busca de conse-jos, y que hoy gracias a ellos han salido adelante y han superado situaciones adversas.

    Actualmente me dedico a to-mar fotografas de rostros, paisa-jes y aves, a dar terapias de voz y sonido, y me he convertido en una consejera intuitiva de nios, adolescentes y adultos. He reci-bido gentes de toda condicin y edad, con dificultades de diver-sas ndoles. Llegan por una con-sulta corazones rotos,

  • madres adoloridas, familias dis-funcionales, mujeres y hombres con enfermedades terminales, profesionales insatisfechos y j-venes desorientados. Todos en bsqueda de soluciones y con ganas de poner fin a situaciones traumticas o muy dolorosas y prolongadas. Por gracia divina he sido orientada por mis guas espirituales que siempre me han iluminado con extrema sabidura, y as me he sentido capaz de dar una orientacin idnea para cada caso particular.

    Quiero dar las gracias a nues-tro Padre Celestial, a nuestro

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    hermano Jess, a la inspiracin del Espritu Santo, a nuestra ama-da Madre Mara, a mi gur pre-ceptor Paramahansa Yogananda, a los arcngeles, ngeles, maes-tros y seres de luz que me han asistido en mi desarrollo espiri-tual. Agradezco a mi familia, ami-gos y pacientes que han permiti-do que hoy me sienta realizada.

    Me siento muy feliz de com-partir con ustedes estos artculos que han nacido en la sencillez de una vida plena en amor y bue-nas amistades.

    Quiero dar las gracias en espe-cial a mis padres Dalila

  • y Vicente, por haberme dado la oportunidad de encarnar y ser amada y cuidada con tanta devocin. Tambin a mis hijos Francesca, Gianmarco y Giulia-na, que siempre me han conce-dido la libertad de ser quien soy y han compartido con mucho entusiasmo mis sueos y aficio-nes; a Duilio, padre de nuestros hijos, de quien aprend a valerme por m misma; a mis hermanos Ivo, Vicente, Luz Mara y Zinka porque gracias a sus ejemplos pude madurar a temprana edad. Tambin quiero dar las gracias a la vida por haberme permitido

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    disfrutar de una larga relacin de pareja con Paul, que siempre me acept y dej ser quien soy, a l le agradezco su silente compa-a, sus atenciones y su aliento en los momentos ms dolorosos de mi vida.

    Los lazos de sangre nos vienen dados, pero los lazos espirituales los escogemos, y los amigos son esos preciosos tesoros que nos regala la vida cuando ms los necesitamos. A todos mis ami-gos que los llevo en mi corazn y cuyos nombres estn escritos en el libro de mi vida. A todos los que vienen por un

  • consejo, les doy las gracias por compartir sus emociones conmi-go, pues es a travs de ustedes que yo tambin evoluciono y sigo sorprendindome de m misma.

    Quiero manifestar tambin mi especial agradecimiento a Ludy Briceo y a la casa editorial LOS LIBROS MS PEQUEOS DEL MUN-DO por apreciar mi obra y hacer posible que esta llegue a todos los que necesiten consejo y sabidura para el diario vivir.

    Como todos ustedes, soy un ser inacabado y aspiro seguir evolucionando para aportar lo

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    mejor de mi persona a este her-moso planeta Tierra y todos sus habitantes.

    Gracias, amados lectores, por entregarme sus horas de lectura y ser mi razn de escribir. Dios los bendiga en todos sus caminos.

    La Herradura, Chorrillos, 23 de abril, 2015

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    Dedicatoria

    D edico esta obra a Nues-tro Padre Celestial, Madre Divina, maestros, guas, seres de luz, arcngeles y ngeles que me han protegido y guiado siempre a la Verdad.

    Agradezco a mis ancestros, abuelos y padres la bendicin de estar viva. Doy gracias a mis maestros, familiares, hijos,

  • pacientes, lectores y seguidores por inspirarme a ser cada vez una mejor persona.

    Doy mi especial agradecimien-to a todas las personas que han hecho posible que estos escritos lleguen a sus manos y les sirvan de alimento para sus almas, consue-lo para sus corazones y gua para que continen evolucionando.

    Seamos dignos hijos del Padre Celestial, reflejando los unos a los otros nuestra divinidad en toda su grandeza. Hemos venido a re-cordar nuestra inocencia original y a vivir abrazados, rodeados y alimentados de amor.

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    Que el Amor Divino nos cu-bra con Su manto misericordioso y aprendamos a vivir reconcilia-dos en el amor y la paz.

    Les pido que mientras lean estos artculos abran sus corazo-nes para recibir toda la sabidu-ra y luz que estn impregnadas en todas las palabras que he es-crito con gran amor y sencillez. Tambin les pido que entreguen a los reinos anglicos todas sus emociones dolorosas, experien-cias negativas y creencias err-neas para que sean transforma-das en luz y sean reemplazadas por altas vibraciones

  • de amor. Dejen ir para siempre el odio, el miedo, la indiferencia, la vanidad, la ira, los conflictos, la necesidad de estar preparados para la guerra, las matanzas, las discriminaciones, las injusticias y todo lo que los separa y los divide.

    Cuando se sientan solos o ten-tados a alejarse de los otros por el miedo a ser lastimados, vayan dentro y en silencio escuchen la Voz del Padre que nos repite in-cesantemente:

    LOS AMO, AMADOS MOS.

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    Cuando ningn amor de cria-tura alguna los satisfaga, aquieten sus pensamientos y sientan palpi-tar en sus corazones el Amor que procede del Padre y que elimi-nar todos sus sufrimientos. Que el velo de la ignorancia caiga de nuestros ojos espirituales y sepa-mos y sintamos que somos UNO.

    Los abrazo a todos en el amor divino.

    SOMOS UNO CON EL PADRE Y ETERNAMENTE LO SEREMOS.

    NAMASKAR

    Lima, 26 de abril, 2015

  • Aclaracin sobre algunos trminos empleados

    A lo largo del libro se mencionan cier-tas palabras que tienen un poderoso significado espiritual. A continuacin definimos algunas de ellas.

    Namast: Expresin hind que se uti-liza como forma de saludo y despedida, tambin para dar gracias, orar o como muestra de respeto y veneracin. Se pronuncia, generalmente, juntando las palmas de las manos en forma de rezo, colocndolas en el centro del pecho, e inclinando la cabeza.

    Namaskar: Con las manos unidas a la altura del pecho, dirigimos los pulga-res al corazn y luego al tercer ojo. Al realizar esta reverencia decimos: Con

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    profundo agradecimiento, la cordiali-dad de mi corazn y la luz de la sabi-dura, la divinidad en m saluda a la divinidad en ti.

    Pronam: Es un gesto de saludo que se hace con las manos unidas a la altura del pecho. Significa invocar y cultivar bondad. Transmite cordialidad y bue-nas intenciones.

    A.S.E.S: Son las siglas de Alabado sea el Seor.

  • Dialogando con el maestro

    D: DiscpuloM: Maestro

    D: Cmo logro conquistar la paz y la felicidad?

    M: mate.

    D: Tengo miedo mirar dentro.

    M: Acptate.

    D: No logro abrazar mi lado oscuro.

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    M: Perdnate.D: Por ms que lo intento, me

    recrimino con severidad.M: La paz y el juicio son antag-

    nicos.D: Admiro la belleza y bondad

    que irradia.M: T tambin las posees, solo

    que no las has buscado dentro.D: Aydeme a encontrarme.M: Esa es una labor interior que

    solo t puedes hacer.D: Soy intil.M: T ni nadie lo es, es el ego que

    pretende definirte.

  • D: Quiero liberarme de esa tram-pa.

    M: Siente que eres amor y jams sentirs miedo.

    Siente que eres luz y ser im-posible la oscuridad.Siente que eres paz y la pro-yectars a los dems.Todo mora en tu corazn, evita razonar.

    Cierra los ojos, calla y recuer-da que SOMOS UNO.

    Es el ego que te separa, te fragmenta, te paraliza. Disuelve el ego y siente que eres UNO con todo lo que existe.

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    Deja de buscar fuera, deja de enmendar, deja de corregir, acepta, s t mismo.

  • Nada y todo somos

    E n el silencio escuchamos nuestra voz interior y nos reconciliamos con nosotros mismos.

    En el silencio logramos conectarnos con nuestra divinidad y accedemos directamente a la Fuente.

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    En el silencio aprendemos a cultivar nuestra intuicin y accedemos a la Inteligencia Universal que nos gua hacia la luz y nos infunde sabidura para realizar el propsito de nuestras almas.

    NAMASKAR

  • N o permitas jams que el miedo le quite alas a tus sueos o ilusin a tu corazn generoso.

    S valiente, s t mismo, en-frenta tus miedos para conven-certe que solo son una crcel ima-ginaria que te paraliza e impide ser todo lo grande que ya eres.

    El Universo te dar todo lo que sueas, si tienes FE, porque la es-peranza es un anhelo insuficiente, mientras la fe es poderosa.

    Ten fe que todo lo que anhe-las llegar a tu vida, pero tienes

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    que abrirte al AMOR. Elige amar en vez de tener miedo.

    Dale alas a tu imaginacin, pues hay un genio que duerme y est esperando despertar...

    T ERES GRANDE, ERES UNO CON EL UNIVERSO, ERES UNO CON TODOS Y TODO LO QUE EXISTE.

    AQUITATE Y PERCIBE EN EL SILENCIO LA GRANDEZA ILIMITADA CONTENIDA EN TU PEQUEO Y TEMPORAL CUERPO FSICO, ERES UN SER ESPIRITUAL MULTIDIMENSIONAL

  • VASTO COMO EL MISMO UNIVERSO, EXPERIMENTANDO TU HUMANIDAD...

    DECIDE AMAR Y TODO, ABSOLUTAMENTE TODO SE ORDENAR DIVINAMENTE CONCEDINDOTE LA VIDA DE TUS SUEOS MS PRECIADOS SOMOS UNO EN NUESTRA DIVINIDAD.

    NAMASKAR

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    Conversando con el Padre

    H e paseado por las calles buscando dnde brindar mi corazn y alegra, y he sonredo al triste, he alentado al desesperado, he levantado el nimo al deprimido y calmado al irascible.

  • Pero he pasado desapercibidaentre ellos que ni siquiera buscaron mis ojos dolidos ante tanta indiferencia, entonces he vuelto a casa y me he refugiado en mi santuario interior para sentir Tu compaa, Padre amoroso.

    He escuchado nuevamente Tu voz que me deca: No temas, no te angusties, no sufras, todo pasa en esta vida transitoria.

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    Yo te aguardo al cruzar el puente de la muerte, tu mortalidad la he consumido para que seas inmortal como Yo, y nunca ms te apartes de Mi presencia.

    Soy Yo, hijo,Soy Yo quien te busca y no me canso de esperarte mientras t, distrado, intentas correr tras los afanes de este mundo; pero no temas, Soy paciente y no me turbo cuando te alejas para hacer tus ensayos de nio hombre.

  • Yo siembro sueos y esperanzas en tu corazn.

    Yo hago brotar deseos de vivir en tu alma.

    Yo Soy la vida llamando a la vida y quiero para ti gozo, plenitud y abundancia.

    No temas, Yo aguardo pacientetu retorno al Cielo y me preocupo de guiar tus pasos seguros para que tu Ascensin se inicie ya en esta vida

    Tu vida ir de gloria en gloriaporque Yo as lo he dispuesto

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    Descansa hijo, descansa,Soy Yo quien en la tribulacin te cargo en Mis brazos.

    No sabes, acaso, que te amocomo nadie puede amarte?, que en un instante hago posible tus sueos ms preciados, que mi demora no es un desafo ni un retraso de tu bien, antes bien es el tiempo prudente que te brindo para que comprendas que te amo y por amor deseo tu mximo bien,

  • y no me detengo en lo poco, avanzo y te brindo todo.

    Entiendes, todo, absolutamente todo en la Tierra est a tu entera disposicin para que reines conmigo en ella.

    Te he creadoa Mi imagen y semejanza porque confo en tu amor de hijo y Soy feliz cuando te muestras agradecido por todo.

    Descansa, hijo, descansaque el camino es largo y la vida efmera.

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    En breve tiempo regresars a la casa Celestial y recordars esta vida como un sueo.

    Un sueo que Yo he permitidopara que te conozcas y te superes.

    A.S.E.S.

  • Asunto de esposos

    U na esposa desilusionada acude a un Maestro y le dice:

    E: Maestro, estoy decepcionada de mi matrimonio, no soporto los vicios y adicciones de mi es-poso, estoy harta de atenderlo y que adems me maltrate.

    Qu puedo hacer?

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    M: malo.E: Pero ya no es el mismo hom-

    bre con el que me cas.M: T tampoco eres la misma.

    malo.E: Pero ya no me inspira amarlo.M: Tienes razn en odiar sus vi-

    cios, pero sus vicios no son l. malo.

    E: Cmo puedo trascender sus vicios?

    M: Cuando aceptes que su SER no son sus actos.

    l tiene el mismo amor en su corazn que t tienes en el tuyo, perdnalo y malo.

  • S olemos pensar que al cambiar de pare-ja se acabarn los problemas, sin embargo mien-tras no solucionemos los proble-mas en nosotros mismos, no po-dremos convivir con los dems. Somos cien por ciento responsa-bles de nuestras actitudes, los de-ms no tienen la culpa de cmo nos sentimos, podemos siempre ser ms grandes que nuestros problemas y trascender nuestra inestabilidad emocional.

    Amarnos, conocernos, acep-tarnos y respetarnos es nuestra

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    responsabilidad, solo entonces estamos en la capacidad de hacer lo mismo con el prjimo. Es nues-tra percepcin y actitud hacia el otro lo que nos permitir vivir en paz con nuestras emociones. Para convivir en armona hay que de-jar de tener expectativas y permi-tir la realizacin del ser en el otro.

    Cada uno es responsable de descubrirse a s mismo, y cuando lo logra comprende que no est sujeto a nada ni a nadie. Desperta-mos a la verdad que todos SOMOS UNO y que no hay nada que juz-gar en el otro, simplemente acep-tar que sea tal como es.

    NAMAST

  • Amor y Aceptacin

    Amar al prjimo no nece-sariamente significa que te guste estar a su lado todo el tiempo, ni que pretendas verlo siempre, ni que ests totalmente de acuerdo con sus valores o es-tilo de vida. Amar autnticamente al otro es ser capaz de mantener un corazn abierto hacia esa per-sona y estar dispuesto a tolerar

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    sus defectos, mostrarle compa-sin y aceptarla tal como es. Si te es imposible hacerlo es mejor que te alejes y la dejes ser. No todas las personas que llegan a nuestro camino tienen que quedarse en l para siempre, muchas veces nos traen lecciones y otras veces un amor sanador y consuelo para adquirir fortaleza para luego per-mitirnos caminar solos.

    Cuando aprendemos a des-cubrirnos y somos capaces de cultivar el silencio interior, nos convencemos que no es nece-sario que nos definan, toleren o acepten, lo que realmente

  • necesitamos es amarnos y acep-tarnos a nosotros mismos. Una vez que nos enfrentamos a noso-tros mismos y aceptamos nuestra vulnerabilidad, afloran el coraje y la compasin, y somos capaces de sentir el inevitable vnculo que existe entre nosotros y el Univer-so. Jams estuvimos, estamos ni estaremos solos, somos parte del TODO cuya inmensidad es incal-culable, solo es cuestin de DES-PERTAR y comprender que ms all de nuestras imperfecciones yace inalterado nuestro perfecto YO verdadero.

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    Desde ese YO SOY podemos irradiar nuestra grandeza y ve-nerar al otro en su YO SOY, ms all de su imperfecta humanidad. Cuando dejamos de juzgar, con-denar o sealar, seremos capa-ces de reflejar nuestra divinidad en el otro, eso nos libera de todo odio, rencor o resentimiento y nos concede la libertad de amar sin condiciones y de perdonar sin reprochar.

    AS ES Y SER

  • El Matrimonio

    C uando te casas, unos dicen que pierdes tu libertad, yo te digo que ganas la incondicionalidad del amor, porque entregas tu libertad al servicio del yugo ms hermoso que puedes cargar: la consagracin mutua de las almas.

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    El matrimonio hace ligeras las cargas por esa incondicionalidad.

    Ya no importa el YO,prevalece el nosotros.

    Ya no importa mi vida,importa nuestra mutua dedicacin.

    Ya no importa quin soy,importa ms para quin soy.

    Y cuando nos olvidamos del YO,el NOSOTROS entonces florecey nos regala sus frutos, y ellos cargan nuestras ramas y las perfuman con las ms

  • dulces fragancias que la vida pudiese regalarnos.

    Y cuando los frutos maduran,nuestros troncos se van ensanchando, la sombra nos cobija y miramos con orgullo el germinar de las semillas en la tierra. Y vemos renacer nuestras esperanzas en la prolongacin de nuevas almas.

    No hay carga ms livianaque la del amor sometido al amor.

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    No hay perdn ms misericordioso como aquel que no es necesario concederlo porque es imposible ofenderlo.

    No hay entrega ms plena y gozosa que la del amor que engendra vida.

    Queridos esposos, que Dios les conceda amor, comprensin y fidelidad en sus vidas.

    AS ES Y SER

  • Nada somos sin amor

    Y un da descubr que la agresin es una forma equivocada de buscar amor, que aquel que agrede est suplicando ser amado; que quien grita est llamando la atencin porque l mismo no sabe cmo amarse, y ya no aguanta la soledad a la cual se ha condenado;

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    que quien lastima est queriendo que el otro comprenda su dolor; que quien ofende est sufriendo tanto que prefiere ser odiado que abandonado; que quien no soporta la felicidad ajena es porque no ha despertado a su propio amor; que quien se queja o se victimiza est evitando hacerse cargo de s mismo.

    Y luego un da amanec y me reconcili con mi lado oscuro y decid abrir mi corazn de par en par,

  • sin hacer distingos entre amigos y enemigos.

    Entonces decid abrazar con gran benevolencia, amor y compasin a quienes me ofendieron, agredieron, lastimaron y abandonaron, porque acept que tambin yo misma los ofend, agred, lastim y abandon cuando decid apartarme de sus vidas.

    Y esa noche pude dormir serenamente porque acept que mis mayores oponentes

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    fueron mis ms grandes maestros, y mis mayores dolores han permitido que acepte con humildad mi falibilidad humana y mi total dependencia del Amor.

    Pobre es aquel que no perdona,pues se esclaviza con su resentimiento a vivir en la oscuridad.

    El perdn sana nuestras vidas,abre nuestros corazones a la luz, nos libera del odio y nos deja vivir reconciliados con nosotros mismos.

    NAMASKAR

  • Comprendiendo el Amar

    Y amanece el da en que nada exiges y comprendes que el amor no es posesin, ni atadura servil, mucho menos manipulacin y complacencia o insistente necesidad de ser gratificado.

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    El amor verdadero goza simplemente al observar la vida manifestada en el otro, para quien desea bienestar y desarrollo.

    El amor es un fluir incesanteque permite a todos ser como son, no insiste en modos inapropiados, no finge manifestaciones hipcritas, no exige comportamientos formales.

    El autntico amorobserva, calla,

  • respeta la propia y ajena naturaleza, fomentando las virtudes que ya posee.

    El amor jams abandona ni desprecia, siempre alienta una vida de servicio, despierta al alma del letargo de la apata y busca otro corazn para abrirse.

    El amor acepta la realidady conduce al hombre a nuevos senderos de gloria y redencin.

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    El amor contemplaal otro en su imperfeccin, y no le importa ms su aspecto fsico, ni su ternura, ni sus caricias, solo le basta su silente presencia en la que manifiesta su imperfecta desnudez, su vulnerable y sencilla humanidad.

    El amor sin el otro no tiene sentido.

    La vida sin amar carece de significado.

  • Ama aunque corras el riesgo de ser rechazado.

    Ms vale amar que haberdejado pasar el tiempo sin buscar dnde entregar el amor.

    Hay que amar empezandopor uno mismo, de donde procede todo amor y surge nuestra grandeza.

    Al final todo es entre T Y TU CREADOR,entre el nacer y el morir, entre el ser y el no ser, entre la accin y la inaccin

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    Tienes la potestad de elegira cada instante, elige amar, elige vivir, elige gozar, elige servir, elige ser feliz...

    AMA, GOZA SIENDO T MISMO, VIVE PLENAMENTE, PUES SE TE HA CONCEDIDO LA GRACIA DE EXISTIR.

    NAMASKAR

  • Incomodidad Divina

    LA GRAN ALERTA CSMICA EST SONANDO

    S i te dijesen que es inne-cesario buscar, esforzarse, mejorar, cambiar, exigir...

    Qu pensaras?Si te dijesen que todo lo que

    necesitas yace en tu interior y que has venido a recordar y abrir tu

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    corazn para recibir toda la sabi-dura que necesitas para ser todo lo grande que ya eres,

    Lo creeras?Pues yo empec a sentir una

    incomodidad divina desde nia, y me senta desorientada. Mis padres se preocupaban mucho porque me gustaba estar a so-las conmigo misma y rodeada de personas muy humildes y autnti-cas. No saba entonces por qu no encajaba en ese mundo de apa-riencias y luchas por sobresalir. Camin muchos aos de mi vida entre tragedias y abandonos, en-tre incomprensiones

  • y reconocimientos. Sin duda en esos tiempos no haba disponi-ble tanta y tan buena orientacin para asuntos espirituales, como existen hoy.

    En los setentas empezaron a aparecer maestros de la India en-seando mtodos de meditacin, pero por los sistemas de creencias imperantes, muchos sentan des-confianza por esas tcnicas orien-tales. Como cualquier persona con formacin tradicional, cualquier interferencia en mi credo religio-so era considerada un peligro. Mis ganas de aprender, de liberarme de tantas limitaciones impuestas

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    por el sistema, me condujeron a investigar en muchos credos.

    Felizmente encontr en mis races cristianas toda la fuerza para afianzarme en mi camino de bsqueda espiritual. Descubr lo que es Nuestro Cristo Interior, entend que para ser feliz no era cuestin de cambiar al mundo, sino de cambiar mi actitud hacia el mundo. Aprend a respetar a los dems y a honrar la presen-cia de sus vidas en mi camino. Entend que las personas madu-ran a travs de sus propias expe-riencias, y que como los frutos en los rboles unos caen dulces y con humildad a la

  • tierra por el peso de su madurez, otros no maduran y otros tardan ms en madurar de acuerdo a la posicin de las ramas con res-pecto al sol. Comprend que soy incapaz de ejercer control sobre los acontecimientos, que siempre debo dejar que las cosas sucedan para que todos seamos bendeci-dos por todo lo manifestado.

    Hemos de comprender que nada es casual, que todo lo que sucede tiene un trasfondo y una misin. Que las coincidencias no son casualidades sino causalidades y que las personas llegan a noso-tros cuando estn preparadas para

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    recibirnos, y que es intil insistir que nos escuchen si no tienen ca-pacidad de comprensin ni madu-rez para asimilar nuestras palabras.

    Solemos desesperarnos cuan-do las cosas no suceden como quisiramos o las personas nos causan sufrimientos por sus ce-gueras y ambiciones. Somos hu-manos y es imposible dejar de magullarnos en nuestros inten-tos por aprender a relacionarnos mejor. Estamos vivos, y mientras estemos en este plano fsico, hay mucho que debemos experimen-tar y sentir para evolucionar.

  • Me duelen los hombres igno-rantes e inconscientes que con sus actos intransigentes y dolo-sos causan malestar a los dems. Siento compasin por los dor-midos que dejan correr el tiem-po sin cuestionar la vida y viven atormentados por sus propias creaciones humanas que los ati-borran de miedos y vanas ambi-ciones. Estamos encarnados en estos tiempos para apoyarnos y ser luz para todos. Todos pode-mos iluminarnos los unos a los otros, todos tenemos la necesidad de abrir nuestros corazones para recibir toda la sabidura que est aguardando ser revelada.

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    No es cuestin de insistir en cambiar los modos del mundo, es ms bien concentrarnos en re-cordar nuestra identidad y abrir nuestros corazones a la grande-za interior que yace dormida en nuestro ser.

    Estamos recordando colecti-vamente cmo manejar nuestras energas. Somos energa en vi-bracin, respondemos instant-neamente a nuestros pensamien-tos, podemos dar el gran vuelco al corazn, cuando nos mante-nemos conectados a nuestra di-vinidad. Estar dormido es como estar en un santuario

  • sagrado con las luces apaga-das. Estar despierto es ser capaz de vivir deslumbrados por la luz que brilla en nuestros santuarios interiores.

    Pensar y sentir, afirmar y ac-tuar, vivir despiertos es nuestro derecho al nacer. Hemos encar-nado para evolucionar, trascen-der y ascender. Hemos venido para atraer ms almas al Seor, a restaurar nuestra inocencia original para vivir en comunin con Nuestro Padre/Madre Divi-no y descubrir nuestra mismidad. Es intil esforzarnos por com-prender, tratar de aprender o

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    componer lo que creemos es malo en nosotros, es innecesa-rio laborar duro para conseguir lo que necesitamos. Lo que realmen-te tenemos que hacer es elevar nuestras vibraciones en el silencio de la meditacin, abrirnos para re-cibir, estar atentos a toda la ayuda que siempre nos llega de santos, seres de luz, maestros ascendidos y tantos seres queridos que desde el otro lado de la vida nos ayudan en nuestras exploraciones.

    En mi trayectoria de vida emocional he amado y he sido abandonada, he entregado mi corazn limpio y he sido

  • incomprendida, o incluso recha-zada, he tenido y tengo padres, hermanos, amigos, amantes, es-poso, exesposo, guardin de mi alma, hijos y cuatro hijos no naci-dos. Estoy convencida que todos los seres que amamos jams salen de nuestros corazones, y de todas nuestras relaciones y encuentros humanos tenemos muchsimo que aprender. Esa maravillosa red de encuentros humanos se va tejiendo en mi corazn con hilos etricos de dolores y ale-gras, de grandes satisfacciones y de enormes decepciones, pero es gracias a esos contactos y des-encuentros que hoy soy la mujer

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    que soy. Jams me habra sido posible conocerme si no me hu-biese enfrentado a tan dramticos acontecimientos, nunca hubiese descubierto de lo que soy capaz si no hubiese amado ni sufrido.

    Hay momentos en la vida en que todo es contradiccin, en que se derrumban los muros de conten-cin que nos han tenido protegidos de los males humanos. Cuando al alma le urge elevarse, tiene que hacer trizas lo caduco para permi-tirnos renacer con una piel nueva, ya lo que fuimos no tiene sentido, vamos dejando atrs todo lo que nos aprisionaba en las

  • crceles imaginarias de las creen-cias que otros nos impusieron. El alma nos fortalece y nos da el cora-je que necesitamos para despren-dernos de afanes que nos mante-nan paralizados por el miedo y la comodidad.

    Jams hay que permitir que la confusin y la dilacin o desidia ajena nos perturben. Hay que sol-tar aquellas relaciones txicas que tanto dao nos hacen cuando queremos avanzar en el camino. Los seres dormidos son incapa-ces de darse cuenta de su cegue-ra, y en su inconciencia generan caos, desorden, incertidumbre,

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    malestar y sufrimiento. Seamos luz para ellos, seamos enrgicos y firmes, demostremos con el ejem-plo que ellos mismos pueden ser los gestores de una vida ilumina-da si dejan de inflar sus egos con la necia obstinacin de su propia ignorancia.

    Insistir en que otros ma-duren, que otros cambien, que las circunstancias mejoren es intil. Lo que hemos de hacer es elevar nuestras vibraciones, cam-biar nuestra actitud, afirmar y decretar con positivismo, y dejar que el corazn se exprese. Hay que orar por aquellos

  • que necesitan dar el vuelco a sus corazones, hay que enviarles luz y paz a las mentes confundidas y a los corazones endurecidos. No es lo mismo sentir lstima o desprecio, que sentir compasin por los que sufren a causa de sus propios egos y faltas. Es imposi-ble ser felices si otros sufren, sen-tirnos complacidos con nuestros logros si los dems carecen de lo necesario para vivir con dignidad. Estamos encarnados para evolu-cionar, para compartir con gene-rosidad y desinters todo lo que somos y vamos adquiriendo.

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    Nuestro primordial propsi-to es conocernos y ser mejores personas. Es imposible mejorar a otros con nuestra insistencia, lo nico que podemos hacer es arrastrarlos a la superacin con nuestro propio ejemplo de vida.

    Nuestra intencin de crecer es insuficiente, tenemos que des-prendernos energticamente de todo lo que nos drena energa, lo que nos impide desplegar nues-tras alas y alzar nuestro propio vuelo. As como cuando estamos atrapados en una asociacin con personas en desacuerdo y es obli-gatorio e irrenunciable

  • tomar decisiones unnimes, pues igualmente tenemos que redirigir la energa de nuestras vidas para que fluya hacia aquellas partes de nosotros que necesitan aten-cin, para que podamos florecer en todos los aspectos de nuestras vidas.

    La sabidura existe en todas partes, las oportunidades emer-gen en todo lugar, los conoci-mientos esperan ser revelados. Cuando vamos despertando nos percatamos que misteriosamen-te todo lo que nos va sucediendo conspira a favor de nuestro des-pertar. Todo lo desfavorable se

  • 81

    convierte en un desencadenante para superarnos y en un alerta para cambiar, y todo lo favora-ble es una seal que confirma que estamos en el camino correcto.

    Antes me crea inteligente pen-sando que poda cambiar al mun-do y componer a los dems, hoy he adquirido la suficiente humil-dad y sabidura para comprender que soy yo quien debe cambiar y superarse. He aprendido que debo colocarme en el umbral de mi santuario interior para obser-var mi vida con agradecimiento y reconocer en toda contradiccin una bendita oportunidad

  • para evolucionar y ser capaz de abrir mi corazn sin ningn te-mor, sino con confianza y devo-cin, para recordar que todo lo que necesito para ser feliz yace en mi YO SAGRADO que siempre me da y dar la bienvenida en mi hogar interior.

    Ahora les pido que oren en si-lencio, con mucho amor y agra-decimiento en sus corazones, por todas las almas que hoy sufren, estn confundidas y dormidas, para que despierten y sean capa-ces de reconocer su YO SAGRADO.

    Les deseo un feliz viaje de en-cuentro consigo mismos. Ruego

  • 83

    al Seor para que encuentren las personas que les ayuden a ali-viar esa incomodidad divina que los inquieta, y comprendan que si abren los corazones para reci-bir, la sabidura llegar a sus vi-das para mostrarles el camino de retorno a s mismos. Espero que pronto reciban todo lo que nece-siten para evolucionar y cumplir el propsito de sus almas. Hay su-ficiente para todos, seamos gene-rosos y nunca nada nos faltar.

    PRONAM

  • Respeta la puntualidad,

    honra tus encuentros

    E l telar de la vida est hecho de hilos de tiempo.Cuando no respetamos nues-

    tros compromisos, estamos de-jando de respetar la vida ajena.

    Honra tus citas, honra el tiem-po y respeta con la misma devo-cin el tiempo ajeno.

  • 85

    El tiempo es el material del que est hecho la vida, y en este plano fsico nuestro tiempo es precioso y limitado.

  • Impotencia humana,

    omnipotencia divina

    T , Santo, el nicoque puede mirarnos con dulzura e infinita misericordia, apidate de nuestros arrebatos y llvanos de la mano a Tu mansin de Paz.

    No te pedimos riquezas ni glorias vanas,

  • 87

    te pedimos paz, reconciliacin,tolerancia y comprensin.

    Toma nuestros vasos rotos,nuestros puos cerrados, nuestras palabras de ofensa, nuestras locuras y desesperaciones en momentos de arrebato, y abre nuestros corazones a la nica verdad que esta confusin transitoria y pasajera no pueda atraparnos en el engao de no ser LUZ.

  • QUE NUESTRAS ALMAS DESPIERTAS CLAMEN JUNTAS: SOMOS LUZ Y EN ELLA LA OSCURIDAD ES IMPOSIBLE! HEMOS NACIDO LIBRES Y EN NUESTRA LIBERTAD SE YERGUE NUESTRA GRANDEZA.

    AMN

  • 89

    Amores prohibidos

    C mo prohibir el amor, cmo negarse a expresar el cario, el aprecio, el querer

    Quin no se ha visto expuesto en la vida a ms de un amor a la vez, quin no se ha inquietado por una pasin que brota intem-pestivamente de nuestro ms pro-fundo sentir, qu qumica se altera en nosotros

  • que nos atrae irresistiblemente al otro sin explicacin, sin razn aparente, como una tempestad que nos arrastra.

    Es tan complejo nuestro existir que es muy difcil encontrar razo-nes. Estamos siempre expuestos a muchas tentaciones que nos des-van de nuestros compromisos, a muchos sentimientos que afloran del interior, a muchos enigmas que debemos descifrar. Pero la vida es eso, un reto permanen-te, lleno de pruebas y tentadores desvos.

    Llamamos sensatez a la madu-rez que vamos adquiriendo con el

  • 91

    paso del tiempo, a la cordura que emana del buen vivir y de la tran-quilidad de conciencia.

    Podemos vivir como nos plaz-ca, pero es vlido, acaso, hacer lo que nos da la gana? Algunos afortunados vivimos hoy en paz y libertad, pero libertad es muy distinto a libertinaje. La autnti-ca libertad nos conduce siempre a nuestro mayor bien, y eso im-plica muchas veces renunciar a desvaros, renunciar a amores il-citos, porque cuando se ama de verdad se busca la felicidad del otro, la bendicin para el otro, la

  • verdadera alegra en el otro, su paz y contento.

    En mi largo camino de amo-res, he vivido amores plcidos y tormentosos, pero agradezco a Dios que siempre, ante cada prueba, me vino la fortaleza, el coraje y la templanza para renun-ciar a lo que me robara mi tran-quilidad de conciencia. Hemos de ser de una sola pieza, hemos de amar con integridad, no pue-de el corazn vivir dividido entre dos amores, porque uno de los dos vivir atormentado, disminui-do, agrietado, adolorido. No se puede construir la felicidad sobre

  • 93

    la desgracia ajena, no se puede ser feliz faltando a la verdad. El autntico amor es capaz de sen-tir gozo en la renuncia, de alejar-se con prudencia de aquello que puede lastimar el alma y herir el corazn ajeno. Somos humanos, somos de carne y hueso y mien-tras estamos vivos, sentimos, an-helamos, nos confundimos, nos enamoramos, nos apasionamos; es nuestra voluntad la que puede conducirnos siempre al camino de retorno al bien.

    Nuestro libre albedro es una potestad que Dios nos concedi, usmosla con sensatez

  • para vivir con gozo, paz y amor como nos lo merecemos.

    Ninguna tentacin es tan fuerte que no podamos resistir-la, solo es cuestin de enfrentar-nos con autenticidad a nuestros propios sentimientos. El amor siempre lo siembra Dios, recuer-da que l est jugando con no-sotros a las escondidas, y al final te dars cuenta que te est pro-bando. l solo quiere tu mayor bien y que te conozcas y te sien-tas orgulloso de lo que eres ca-paz de resistir. Amar jams nos puede condenar, amar jams puede estar prohibido, porque

  • 95

    el amor ha sido puesto en nues-tros corazones para redimirnos, para hacernos cada vez ms hu-mildes, ms amorosos, ms to-lerantes, ms compasivos en fin, ms humanos, pero a la vez ms divinos. Cuando el amor te duela, comprende que ese dolor te redime, te ensea, te eleva, te purifica, te engrandece y te acer-ca cada vez ms a Tu Creador.

    Amar no puede ser prohibi-do, porque hasta en los amores ilcitos la pasin nos purifica. Con todo el sufrimiento que im-plican esos amores, siempre nos traen una gran leccin de

  • desapego. Hay que pasar la prue-ba para comprender y asimilar la elevada leccin de la renuncia que nos conducir a la mansin de la paz y el verdadero gozo.

    NAMAST

  • 97

    Que tu vida sea simple

    C uando amanece, te levan-tas, abres tu ventana y miras con admiracin el nuevo amanecer. No tienes que hacer nada ms que observar con ale-gra el bello celaje que se te ofre-ce cada da. Ningn amanecer es igual a otro, ningn celaje se parece a otro, cada uno es distin-to y tiene su singular

  • belleza. An los das con bruma en que el sol no resplandece, ofrecen bellos contrastes y refle-jos tenues que adornan el cielo y el mar.

    Ninguna planta te exige que ests a su lado todo el da ayu-dndola a crecer. Todo existe de modo perfecto y sincronizado por una Inteligencia Universal que su-pera el conocimiento de tu limita-da mente humana.

    Nada es casual, nada exis-te al azar, nada sucede sin tener un motivo de fondo. Si eres de los que se preocupan en exceso y andas pregonando que todo lo

  • 99

    que llega a ti es insuficiente y que no te alcanza, ests decretando ca-rencia, y t mismo ests atrayendo aquello que afirmas. No te compli-ques la vida negndote la abun-dancia que te mereces, pues Dios est contigo y tiene un plan perfec-to para tu vida. Vive con sencillez y deja a Dios obrar en ti. No tie-nes que esforzarte, ni preocupar-te por tus necesidades, acaso las flores o los animales que viven en libertad se inquietan por cmo ha-brn de vivir. Pues t eres un hijo del Universo y te mereces todo lo bueno que existe en el planeta. Cada cosa llega a nosotros en su debido tiempo,

  • tal vez no comprendas los cami-nos ni las formas, pero siempre estn activndose sincronas para que todo lo mejor llegue a ti por mandato divino.

    Evita aislarte o desistir cuan-do las cosas no suceden tal cual las planeaste, recuerda que tus limitadas formas jams pueden igualarse a la Inteligencia infi-nita que perdura en el tiempo. Cuando algo se frustra o se des-morona, no tienes por qu ofus-carte, algo mucho mejor llegar a ti y est acomodndose detrs del escenario. Eres un hijo de la luz, ests hecho del mismo polvo de las estrellas, tienes el mismo

  • 101

    amor en el corazn, jams lo du-des, nunca ests solo en tus bata-llares. Hay miles de personas que tienen tus mismas inquietudes o que pasan por similares oposicio-nes. Las personas ms cercanas son las que ms suelen hacernos dao, cuando nos ignoran, nos rechazan, nos olvidan o nos des-precian. Pero no te inquietes, el mismo Dios que vive en ti, vive en aquellos que te hacen sufrir, y ellos en su debido tiempo tam-bin aprendern de otros leccio-nes similares. S valiente, enfren-ta a las personas y no las ignores, aun cuando de ellas solo reci-bas desprecio. Ten

  • compasin de su ceguera espiri-tual y ten fe que Dios obrar siempre en ellos. No tienes por qu sufrir si tu conducta es nte-gra. Recuerda que solo ante Dios responders t mismo por tus ac-tos. No te escondas en los errores ajenos buscando chivos expiato-rios. No huyas del mundo y sus afanes, pues nadie se hace santo en una cueva.

    Hay que vivir con sencillez, dejar de lado todo lo intil, lo inservible, lo fatuo, lo superfi-cial, las engaosas apariencias. Nadie requiere lujos para ser fe-liz, ni menos estar rodeado de

  • 103

    falsos amigos. Vive con alegra, comparte lo mucho o poco que dispongas cada da y jams su-frirs de carencia alguna. Hay un manantial vivo y abundante que suple inagotablemente todas tus necesidades. Evita decretar afir-maciones negativas de carencia o insatisfaccin, pues es tu mente carnal la que suele cometer erro-res y crea limitaciones en tu vida. La mente divina es perfecta y su plenitud es total, quien vive co-nectado con su divinidad sabe que todo obra para el bien y que no existe el mal absoluto ni caren-cia superable.

  • Bendice el da, agradece todo lo que te sucede. Cada da se te entrega como una nueva oportu-nidad para superarte y para que aprendas a confiar ms en tu YO SAGRADO, que solo le basta re-cordar su bondad esencial para hacerte fluir libre y feliz por el ro de la abundancia.

    Deja libre al nio en ti, y con-fa con esa misma inocencia en la gratuidad de la vida. Eres una hermosa criatura del universo y tienes todo el derecho de ser feliz. Vive con sencillez, no te sobreexi-jas en tu absurdo intento de ganar el aprecio o la admiracin ajena,

  • 105

    ayuda con desinters, nutre a los dems con amor y todo lo que necesitas para vivir con armona y plenitud llegar a ti. No es cues-tin de esforzarse, es cuestin de recordar, despertar y ser todo lo grande que ya eres.

    Siente con intensidad, acepta todos tus humores, evita huir de ti mismo, pues al final del cami-no solo sers juzgado por cunto amor fuiste capaz de dar y tam-bin de recibir. El amor ha sido puesto en tu corazn para ser entregado y todo conocimiento que recibas debe ser comparti-do. Todo lo que no fluye

  • se estanca, se deteriora o se pu-dre, en otras palabras, se vuelve estril. Has venido a ser t mis-mo, a contribuir con tu singular forma de percibir la realidad, jams habr otro como t, eres incomparable. Aprovecha el da y deja huellas indelebles en los corazones que hoy encuentres. Deja de juzgarte con severidad, deja de quejarte que el mundo no cumple con tus expectativas, pues el mundo existe antes que t nacieras y seguir existiendo des-pus que partas, eres t quien tie-ne que cambiar el modo de per-cibir la realidad que para todos es igual de engaosa e ilusoria.

  • 107

    Recuerda, la felicidad brota de tu interior y no de lo que te rodea. Despjate de vanidades y disfru-ta con sencillez la alegra de estar vivo, sano y feliz.

    Hay miles de motivos para sonrer, olvida las ofensas, per-dona a los ignorantes, despreo-cpate de los inmaduros y ora por los incrdulos. Recuerda que Dios obra en todas las almas por igual y despertar Su amor en to-das y cada una de ellas, en su de-bido tiempo.

    AMA Y HAZ LO QUE QUIERAS!

    NAMASKAR

  • Barriendo con amor mi casa,

    mi santuario

    D esde hace ya muchos aos, desde que me se-par y tuve que vivir sola, por las circunstancias y tambin por decisin propia, adquir el hbito de barrer el lugar que habitaba, como primera labor al despertar. Al cabo de unos meses de hacer-lo empec a reconocer en esta

  • 109

    bendita rutina, una gran bendi-cin. Mientras barra al amane-cer, tambin repeta mantras de limpieza para bendecir mi hogar, y me di cuenta que no solo estaba limpiando el polvo de los pisos y muebles de la casa, sino que tam-bin estaba lavando mi alma de dolores, penas y agobios. Lenta-mente, da a da, me fui sintien-do ms ligera, y luego de barrer tambin fui adquiriendo el hbi-to de sentarme casi diariamente a meditar. El primer beneficio que sent fue que luego de barrer me era mucho ms fcil entrar en es-tado meditativo. Y as duran-te largos aos he

  • repetido incansable esta humil-de tarea que me ha permitido no solo mejorar mi tolerancia y pa-ciencia sino tambin enriquecer-me con sabidura y comprensin.

    Este pequeo gesto de lim-piar todos los das los pisos de mi hogar, me fue entrenando en mi mayor responsabilidad, lavar las manchas de mi alma y convertir-me en la mujer que hoy soy. Con esta bendita costumbre diaria me fui desprendiendo de vanas com-placencias y de intiles cargas que fui despidiendo una a una de mi vida. Aprend a valerme por m misma y evit depender

  • 111

    emocional y econmicamente de otra persona. Me instru en pe-queas tareas que me permitie-ron sobrevivir atendindome sola desde, tender mi cama, preparar mis alimentos, enjuagar mi vajilla, lavar mis prendas de vestir, hasta ser la total proveedora de todos los recursos de mi hogar y de los gastos de mi familia. Jams ima-gin, cuando me separ y tuve que desprenderme de mis lazos afectivos ms valiosos, el largo y duro camino de renuncias que me esperaba, pero tampoco pen-s adelantarme tanto en mi cami-no de bsqueda espiritual.

  • Si tuviera que regresar lo an-dado, si tuviese que recorrerlo de nuevo, no dudara en hacerlo de la misma manera por los grandes logros conquistados. Por eso los invito a evaluar las tareas de sus das, a desglosar sus agendas de rutina y desligarse de asuntos in-trascendentes. Revisen una a una sus actividades y pregntense con honestidad si realmente necesitan hacer todo lo que hacen o si estn rodando en una imparable rue-da de Hamster. Es necesaria tan-ta prisa o es hora de empezar a elogiar la serena lentitud del paso del tiempo, sin agendas apre-miantes y metas exigentes que

  • 113

    nos impiden disfrutar el presen-te y nos roban la alegra de vivir.

    Cuando la vida se encarg de romper los cimientos de mi falso y disfuncional hogar y traer por tie-rra mis sueos de juventud, des-cubr que para edificar algo slido era necesario destruir mis cadu-cas e inadecuadas estructuras. Por eso empec de nuevo, mol-deando en m misma una nueva personalidad, una nueva Dalila, ms sencilla, ms humilde, ms sabia y sobre todo plenamente autntica y totalmente libre de prejuicios, temores y vergenzas. Reconozco que fue entonces que me reconoc

  • como un espritu libre, tan libre como jams lo pude haber soa-do, y aprend a tener coraje para tomar mis propias decisiones y sobre todo tambin me di per-miso para cometer mis propios errores. Como ya no tena mo-tivo para echar la culpa de mis fracasos a los dems, aprend a lamerme una a una mis dolorosas heridas emocionales y a restaurar con un sano amor propio mi dbil y empobrecida autoestima.

    Todos pasamos en algn mo-mento de nuestras vidas, crisis de crecimiento, noches oscuras del alma que nos vienen a obsequiar caminos alternos y sabios para

  • 115

    seguir evolucionando. No es cues-tin de vivir de espaldas a quienes somos, sino de reconocer que so-mos responsables totales de un la-bor interior que solo cada uno pue-de realizar en su momento justo.

    Por eso los invito a barrer no solo los espacios que ocupan, sino a detenerse a evaluar sus conductas y rutas de vida. No sea que estn dando vueltas en la rueda de Hamster sin rum-bo ni destino, solo satisfaciendo intilmente los deseos y caprichos de sus seres queridos. Recorde-mos que nuestra misin ms im-portante es descubrirnos,

  • amarnos y respetar nuestra pro-pia dignidad. Si no lo hacemos, podemos caer en el grave error de no amarnos lo suficiente como para salir airosos de las duras ca-denas de la sumisin que otros nos quieren imponer.

    Adelante, sean valientes, aprendan a conducir con cora-je las riendas de sus destinos y eviten que otros los gobiernen so pretexto de falsa proteccin. La sobreproteccin y la adulacin son graves errores que cometen los padres inseguros que temen perder el amor de sus hijos. No tengan miedo que cuanta mayor

  • 117

    libertad se concede al educar, ms sabios y plenos nos volve-mos, pues tanto maestros como discpulos crecemos y nos desa-rrollamos con plenitud cuando se nos permite disfrutar de autntica libertad. Y entindase por libertad, la libertad de amar, gozar, disfru-tar, vivir y servir sin condiciones ni limitaciones absurdas creadas por un sistema de cdigos ticos y morales caducos que desgra-ciadamente no se han mantenido vigentes en sus reales virtudes ni acorde a los nuevos tiempos de integridad y autenticidad.

    AS ES Y SER

  • A mi familia rota

    H e sido bendecida al na-cer en un hogar don-de mis padres me amaron des-de antes de nacer, fui concebida luego de un largo viaje a travs de la ciudad luz. Mis padres pu-dieron disfrutar de un viaje de seis meses por Europa luego de muchos aos de ausencia de mi padre de su tierra natal, la antigua

  • 119

    Yugoslavia. Esa hermosa concep-cin y feliz embarazo ha sido mi ms slido cimiento de felicidad de la vida que hoy disfruto.

    En el largo caminar por mi ruta de vida, nuestras familias sufrieron muchas tempestades, tiempos de tribulacin, de lar-gas sequas, de incertidumbres y agonas, de largas y penosas en-fermedades, de desencuentros y separaciones, de fracturas y en-miendas, de distancias y acerca-mientos. Sin embargo han sido esos dolores y sufrimientos los que me han permitido crecer y abrir mi corazn herido

  • para sanarlo desde dentro. Hoy, despus de largos silencios, frus-traciones y alejamientos, he lo-grado abrazar con toda mi alma a mi familia rota.

    Mis quebrantos empeza-ron desde el da que me qued hurfana con apenas once aos, con las prdidas inesperadas de amigos y familiares, con la se-paracin de mi familia, con las dolorosas desilusiones de mis emprendimientos Hoy entien-do que todo ello me condujo a mi mejor camino, mi mejor maestro y a mi ms grande impulso ha-cia la bsqueda de mi mismidad.

  • 121

    Aprend de tanto desencuen-tro que lo que realmente deba buscar era descubrir y recono-cer mi propia identidad. Fue en-tonces que me hice las pregun-tas ms importantes de mi vida: Por qu a m? Cul es el pro-psito de lo que me acontece?.

    Joven an, con apenas veinte aos fui orientando mi vida hacia la espiritualidad. Vanos haban sido mis intentos de conquistar el cario ajeno con comporta-mientos complacientes, hoy ya madura comprendo mis tempra-nos miedos e inseguridades que me ataban a relaciones

  • infructuosas. Mi vida oscil entre una aterradora soledad y la falsa unin de dos soledades que no se encontraron nunca.

    Luego de diez aos de un d-bil compromiso tuve el coraje de optar por un camino solitario. No hay duda que es muy difcil asumir la ruta de vida sola, pero es el camino de los valientes y decididos. Luego de una larga pausa solitaria, pude encontrar a un nuevo compaero, con quien comparto hasta hoy alegras y tristezas. Hemos caminado jun-tos haciendo vidas paralelas, sin ataduras ni rigorismos, lejos de

  • 123

    la ley y lo establecido. Hoy reco-nozco que el vnculo con honor, respeto, amor y ternura es inva-lorable. Me siento bendecida de haber logrado esta situacin de libertad y compromiso, de lealtad e integridad. Me siento protegida en su presencia, me siento cuida-da y colmada de ternura, y todo esto nada tiene que ver con la legalidad de un documento que en muchos casos se corrompe por una insana ambicin. Hemos res-petado nuestras formas de ser y de vivir, hemos compartido tiem-po y bienes con generosidad. Al no sentirnos obligados ni ata-dos por la ley que

  • sanciona y obliga, nos sentimos libres de dar y recibir sin condi-ciones.

    Para quienes nos conocen, somos dos personajes fuera del cubculo, con formas de ser muy distintas pero unidos por una gran sensibilidad y un amor profundo por la naturaleza. Hoy comprendo que es mucho mejor mirar ambos hacia una misma direccin, que mirarse el uno al otro. Hoy entiendo que al amar-nos en nuestra diversidad esta-mos no solo aceptndonos sino que nos amamos en y a travs de la naturaleza.

  • 125

    Como toda mujer he busca-do siempre proteccin, ternura, respaldo, seguridad y en mi bs-queda encontr todo eso de mi familia espiritual, de mis maestros y guas, y de mis amigos. He vivi-do largos perodos de quebranto, de distanciamientos, de enfrenta-mientos con familiares. Pero hoy soy quien soy gracias a la pacien-cia y la tolerancia que aprend a desarrollar en esos tiempos di-fciles. Soy consciente que solo aprendemos de nuestras propias experiencias y sin duda esas lec-ciones las tuve que aprender yo

  • misma para luego propiciar mi cambio interior.

    Hoy luego de muchas pruebas he logrado abrazar con fuerza to-das mis partes rotas, mis relacio-nes fragmentadas, mis dolores y exclusiones, los desprecios e ignorancias, y los he logrado abrazar con honda compasin, sin sentir hacia ellos el ms mni-mo reproche. Hoy entiendo lue-go de largas horas de meditacin y silencio interior, que todo tuve que vivirlo, sentirlo y experimen-tarlo para redimirlo. He aprendi-do a no sentir lstima, ni pena, ni resentimiento ni de mis errores

  • 127

    conscientes o inconscientes ni de las personas que me ocasionaron los sufrimientos. Hoy s que to-dos estamos actuando en el gran teatro de la vida, que Dios juega con nosotros a las escondidas y que en Su infinita sabidura nos coloca de enemigos a nuestros se-res ms queridos, tan solo para ensearnos que en realidad no existen enemigos, que todos es-tamos aprendiendo en la escuela de la vida a cultivar nuestras virtu-des para elevarnos. Cuando al fin pasa el tiempo y las heridas emo-cionales van cicatrizando con el inevitable olvido que provoca el distanciamiento,

  • nos damos cuenta que en reali-dad lo que ayer nos dola honda-mente, hoy es apenas una ligera tristeza que se va desvaneciendo en nuestra memoria.

    La mente puede traicionarnos con pesadas e intiles cargas que se amontonan en el bal de los recuerdos. Hemos de aprender a desechar de la mente todo pensa-miento negativo, triste, cualquier rencor o resentimiento. Todo en la mente tiene vigencia mientras enfocamos nuestra atencin en ello. Por eso no dejemos como huspedes en nuestras men-tes a los inoportunos juicios y

  • 129

    condenaciones, realmente no tienen cabida y solo nos condu-cen a vanos remordimientos y re-sentimientos. La mente es como una gran pantalla que exhibe el pasado errado con recurrencia, no dejemos que el negativismo opaque la grandeza de nuestro ser interior. Esos momentos de ofuscamiento que nos quitan cla-ridad hemos de superarlos pron-tamente porque en realidad el pa-sado ya no existe y solo hemos de aprovecharlo para aprender de los errores.

    Les pido que ustedes tam-bin abracen con amor

  • y honda compasin sus relacio-nes rotas, que junten con tierna delicadeza aquellos fragmentos de su identidad que les impiden ser autnticos. Ninguna relacin externa, ningn ser querido, nin-gn amigo, esposo, compaero o amante puede completarlos, son ustedes mismos los nicos res-ponsables de integrarse, de amar-se, de perdonarse y de reconci-liarse consigo mismos. Cuando comprendemos que nada nos falta para ser felices, que somos seres completos e ntegros tal como somos, que no hay vaco que llenar a travs del amor del otro, que siempre nuestras copas

  • 131

    de amor estn rebalsando con ms amor entonces y solo en-tonces estamos en la capacidad de vivir vidas plenas, solos o acompaados.

    Ruego por todas las personas que hoy estn sufriendo prdi-das, abandonos, distanciamien-tos, exclusiones para que sepan aprovechar con sabidura estos difciles momentos de prueba, y puedan salir airosos y ms cohe-rentes de sus luchas. Hemos na-cido para aprender a ser mejores y a evolucionar. Ya es hora de concebir nuevas y mejores for-mas de convivencia que

  • nos permitan disfrutar una mejor calidad de vida comunitaria. De-jemos de lado el raciocinio y la legalidad, atravesemos el umbral de lo prohibido cuestionndolo con coraje, hay que dejar que la intuicin sabia y espontnea nos instruya para al fin convivir en una verdadera e ntegra civi-lizacin del amor. Si no rompe-mos las reglas que por imposicin aceptamos sin cuestionamientos, jams sabremos de lo que somos capaces viviendo sin reglas ni sanciones, sino guiados por una grandiosa moralidad interna que existe en nuestros corazones.

  • 133

    Jess nos lo advirti hace ms de dos mil aos que l vino a en-searnos a vivir por la gracia de Dios y por encima de las leyes. La verdad est escrita en nuestros corazones, nuestras almas ya la conocen desde antes del nacer y despus del morir porque en rea-lidad somos atemporales y ansia-mos la impecabilidad.

    AS ES Y SER

  • Mi maravillosa familia

    disfuncional

    M is recuerdos de infan-cia en familia son her-mosos, tiernos y seguros. Nac rodeada de amor y atenciones, aunque prematuramente a los seis meses y apenas unos das. Siempre fui tratada con delica-deza y extremo cuidado. Mis pa-dres me adoraron y me orienta-ron con muchsimo amor, eso me

  • 135

    ha permitido disfrutar de madu-rez emocional a pesar de tantos contratiempos y adversidades.

    Recuerdo a mi familia reunida para almorzar y disfrutar los fines de semana rodeados de muchos amigos. Nuestra vida familiar y social fue intensa, pero eso no me impidi aprender a disfrutar tambin de mis momentos soli-tarios. Pero en mi adolescencia empezaron los dolores y leccio-nes de vida, y hasta hoy he bata-llado por tratar de preservar el ca-lor de hogar que yo misma recib. La sociedad y sus costumbres han cambiado, son pocas las

  • familias que se mantienen unidas, las parejas se disocian a edades muy tempranas y los hijos se ven en la necesidad de independi-zarse. Pero he logrado en medio de esa disfuncionalidad, mante-ner a mi familia unida y llena de hermosos recuerdos de infancia. Siempre he pensado que regalar a los hijos una infancia feliz es el fundamento de una madurez ple-na y realizada. Si sabemos entre-gar amor maduro y orientar con amor a los hijos en medio de las dificultades, ellos podrn desem-pearse plenamente como adul-tos responsables.

  • 137

    Ya no existen horarios fijos, ni mesas grandes servidas y pre-paradas para nosotros, hoy nos vemos obligados a vivir con sen-cillez, y eso nos ha acercado los unos a los otros. Hemos dejado de lado engreimientos y prejui-cios, lo ostentoso es poco comn y ha quedado relegado a un pa-sado que no creo que se repita con la misma opulencia. Hoy la sociedad se refugia en la natura-leza y se afianza en su tecnologa. Apreciamos estar interconectados con una inmediatez casi instan-tnea, gastamos mucho en co-municaciones, traslados, ali-mentos, deportes,

  • aficiones y eso refleja un cambio en nuestros propsitos y metas personales y sociales.

    El sistema social est atrave-sando una crisis de integracin, son miles de parejas que viven se-paradas, innumerables matrimo-nios disueltos de parejas que no vuelven a casarse. Muchos jve-nes se resisten al matrimonio por miedo a las altas tasas de divor-cios. Es hora de evaluar nuevas formas de convivencia que nos ayude a crecer mejor comunita-riamente.

    Hemos de pensar en nuevas formas de integracin social ms

  • 139

    acordes con los tiempos y los mo-dos de afrontar las penosas crisis econmicas que enfrentan mu-chos pases y que afectan la eco-noma global. No solo las familias son disfuncionales, las naciones, los pases, los continentes, todos reflejamos esta disfuncionalidad. Pero estos desequilibrios nos es-tn conduciendo a un nuevo or-den social, a una nueva perspec-tiva global, a nuevos paradigmas de interrelacin social que nos han obligado a hacer trizas los sistemas. Y como en todo cam-bio estamos viviendo la inestabi-lidad del proceso de volver a adecuarnos. Por

  • eso la llamo maravillosa disfun-cionalidad que nos est condu-ciendo a una mayor apertura de corazn y de nuevos valores que dejan de lado anticuadas segre-gaciones que tanto nos han per-judicado separando la sociedad por estratos, como si los seres humanos fusemos de distinto valor. Los corazones, las mentes, los cuerpos son iguales y por eso me alegro de sentirme cerca de toda persona que viene a mi en-cuentro.

    Soy una mujer que fui educada por unos padres de oro, porque me hicieron sentir cmoda en la

  • 141

    presencia de cualquier ser huma-no, desde un presidente hasta un humilde guardin. Mis padres me ensearon a tratar con el mismo respeto al pobre o al rico, al cul-to o al ignorante, sus enseanzas me han permitido vivir libre de prejuicios y murmuraciones y ser autntica delante de cualquiera. Cuando era nia no entenda por qu unos nios vestan de lujo y otros apenas tenan zapatos ro-tos, pero cuando fui creciendo y comprendiendo la dura realidad, fueron muchos los prejuicios que tuve que desaprender.

  • Espero haber seguido el buen ejemplo de mis padres y haber transmitido a mis hijos esos sen-cillos valores. Ojal seamos ahora muchos ms los que no hagamos distingos entre ricos y pobres, por-que nadie es tan pobre para no sentirse rico de corazn. La felici-dad es un estado mental y emo-cional que nada tiene que ver con la riqueza material. Podemos vivir en un palacio y sentirnos pobres y vivir en una choza y sentirnos ri-cos. Necesitamos desprendernos de creencias y modos de convi-vencia que ya no tienen razn de seguir mantenindose. Abramos

  • 143

    nuestros horizontes hacia formas de convivencia ms sanas e inte-gradoras. Hagamos un recuento de aciertos pasados y volvamos a nuestras races, dejemos la educa-cin de los nios y jvenes en las manos de los sabios ancianos y sin duda nuestra sociedad empezar una nueva etapa de sabidura y pacfica convivencia.

    La disfuncionalidad no ser permanente, es tan solo un sn-toma de cambio y felizmente est precipitando una pronta evolu-cin de la humanidad. Hagamos las paces entre nosotros y seguro encontraremos mejores y

  • ms sanas formas de convivencia planetaria, dejando de lado pre-juicios, segregaciones y discrimi-naciones que tanto dao nos han hecho con dramticas guerras, dolorosos holocaustos y separa-tismos intiles que han perjudi-cado tanto nuestra evolucin en milenios pasados.

    Oremos por la paz, oremos por el despertar de conciencias, oremos por una pronta transicin a la quinta dimensin.

    AS ES Y SER

  • 145

    Amor Incondicional

    A s como el corazn per-cibe el dolor y nos hace conscientes de nuestros yerros y nos llama la atencin hacia una labor interior, tambin nos permite sentir gozo y expan-dir nuestra perspectiva existen-cial hacia la unidad con todo el Universo.

  • Hemos de disolvernos, hemos de minimizar nuestros egos y ex-plorar nuestro territorio interior cuando nos dan las espaldas, somos injustamente juzgados, segregados o malinterpretados. El desamor, la indiferencia, la in-dolencia, la condenacin, el jui-cio, la malversacin son actitu-des difciles de sobrellevar, y en especial cuando luchamos por la justicia o vamos en bsqueda de un bien mayor que no es percibi-do por los dems. El proceso de desapego, de disolucin del ego, del desprendimiento de lazos afectivos, de la compasin, de la fortaleza para tolerar el desamor

  • 147

    de quienes ms amamos son las pruebas mximas de nuestra hu-manidad. Pues cuando somos ca-paces de ver a Dios y su inagota-ble abundancia en todo lo creado y podemos alcanzar la gracia de amar incondicionalmente, real-mente podemos sentirnos ben-decidos por haber alcanzado el propsito de nuestras almas que es amar como el Padre nos ama.

    Cuando al final del camino sea-mos juzgados por nuestras pro-pias conciencias y hagamos una revisin de nuestras vidas solo importarn el amor entregado, el perdn concedido y la genero-sidad obsequiada.

  • Ningn mal, ni adversidad, ni contradiccin, ni negacin, ni en-frentamiento puede ser evadido, antes bien demos gracias que son los disparos que nos conducen al eterno gozo. Escapa a nuestro en-tendimiento el misterio del sufri-miento y es nuestra mente la que muchas veces lo sujeta en nues-tras conciencias porque le resulta cmodo esconderse en la ms-cara de la vctima. Cada da nos regala la bendita oportunidad de descubrir alguna faceta de nuestra personalidad que necesita pulirse para reflejar nuestra luz interior y aclarar cualquier oscuridad.

  • 149

    Los invito a repetir con ahnco:SOMOS LUZ, SOMOS PAZ, SOMOS AMOR Y DONDE HAY LUZ ES IMPOSIBLE LA OSCURIDAD!

    Oremos porque se sellen para siempre las puertas del mal y llegue el fin del sufrimiento.Que todos alcancemos la sabidura de la no dualidad y nos hagamos UNO.Que todos seamos bendecidos con la gracia del amor, el perdn, la compasin, la tolerancia y la paz. Que todos seamos respetados, amados y vivamos

  • con plenitud y abundancia.Que la misericordia divina derrame su gracia compasiva sobre todos nosotros, lave nuestros errores y los de nuestros ancestros, venza toda enfermedad y triunfe sobre la muerte.Que todos seamos conducidos a la Luz eterna, por el Amor que nos engendr. Que el Amor nos una en la mansin del gozo y de la paz por los siglos de los siglos.AMN!NAMAST

  • 151

    El Desamor

    A lgunas de las pruebas ms difciles para cual-quier ser humano son el ser re-chazado por quien ms uno ama; el ser ignorado por quien uno ms ha cuidado; el ser re-pudiado por quien nos trajo al mundo; el ser despreciado por quienes compartimos lazos de sangre; el haber muerto

  • en vida para quienes criamos con esmero.

    No hay dolor ms profundo que el desamor, porque esta-mos hechos de amor y la vida sin amor es muerte, desolacin y sufrimiento.

    Apidate Seor de todas las almas que en estos instantes su-fren por falta de amor, por aque-llos que esta noche se irn a acos-tar sin que nadie los haya besado o abrazado, por aquellos ancia-nos que nadie los visita, por tan-tos padres que son desatendidos por sus propios hijos, por tantas familias divididas que sufren por

  • 153

    las espaldas de los suyos, por tan-tos hermanos indigentes que na-die se ocupa de ellos.

    Clamo a ti, Padre Amoroso, para que derrames misericordia en sus corazones, para que solo Tu amor les baste, y sepan que nunca estn solos porque un Pa-dre Magnnimo como T jams abandona a sus hijos.

    Duele Seor, duele muy hon-do el desamor humano, tan hon-do que nos agobia el vivir. No permitas que la tristeza empae con lgrimas de dolor nuestros ojos y nos impidan ver Tu luz. No dejes que nuestros

  • corazones de carne sufran por el desamor humano porque solo Tu amor basta y es inagotable e inmensurable. No permitas que nuestras mentes se perturben por la indiferencia. Borra para siempre esta engaosa dualidad que se debate entre lo bueno y lo malo, lo permitido y lo prohibido, la condenacin y la aprobacin, el juicio y la aceptacin, el amor y el desamor, y haznos UNO en Tu mente divina que es pura belleza, luz, paz y gozo. Ten compasin de nuestra humanidad e ilumina nuestras almas con la luz del en-tendimiento. Obsquianos la paz de los sentidos y la fortaleza para

  • 155

    soportar la indolencia. Ata para siempre el error, la enfermedad y la muerte.

    Amado Jess, Prncipe de la paz, ven a morar con nosotros para siempre.

    Somos tuyos, Padre Amor, ten compasin de nosotros y no nos abandones.

    Sin Ti somos NADA, en Ti so-mos TODO.

    EL PADRE Y NOSOTROS

    SOMOS UNO.

    GRACIAS PADRE PORQUE SIEMPRE NOS ESCUCHAS!

  • Vida de pareja, amor autntico o

    dependencia emocional

    C reo que es muy importante no tomarnos la vida tan en serio y aprender a rernos de no-sotros mismos, sobre todo si he-mos sido criados con rigorismos morales y exacerbada sobrepro-teccin. Vivir sanamente en pa-reja supone alegras, tristezas y mucho sentido del humor para

  • 157

    hacer llevadera la convivencia. Creo que hace unos decenios los padres nos cuidaban tanto que cuando tuvimos que enfren-tar la realidad no estuvimos bien preparados. Pasbamos por una breve adolescencia e incurramos en el error de formar familias en nuestra temprana adultez, sin la debida experiencia ni la madurez suficiente para hacer una buena eleccin de pareja.

    Esos tiempos han cambiado, pero el pndulo se ha movido de un extremo al otro, de una rgida moralidad y de una escasa liber-tad hemos pasado a una

  • gran liberalidad, a una explora-cin exagerada que nos impide mantener relaciones profundas y duraderas. Los matrimonios se disuelven en apenas unos cortos aos de convivencia, hay una extrema intolerancia a la frustra-cin y los hijos quedan devasta-dos porque no viven la experien-cia de la estabilidad emocional en familia.

    Hay mucho que sanar en no-sotros mismos antes de ser ca-paces de formar un hogar. Pero nuestras ansiedades, necesidades afectivas y desequilibrios nos con-ducen a buscar pareja y entablar

  • 159

    relaciones inmaduras basadas su-perficialmente en el apego afecti-vo, la utpica creencia del apoyo moral y la estabilidad emocional (que sin duda dos personas j-venes carecen y no pueden dar lo que no tienen). Por eso insisto que para buscar pareja, prime-ro hemos debido encontrarnos a nosotros mismos y aprendido a aceptarnos, amarnos y respe-tarnos. Si en algn momento de nuestras vidas no hacemos pausa para reconciliarnos con nosotros mismos, iremos dando tumbos por la vida y experimentando lo mismo a travs de mltiples fracasos. Breves

  • encuentros y desencuentros en-tre seres inmaduros que no sa-ben cmo amarse ellos mismos, y siguen prolongando la cadena recurrente de bodas y divorcios y nuevos hijos, con la esperan-za que ellos salvarn sus fallidos lazos, complicando an ms la desorientacin de los que van atrayendo a sus caminos. Cuan-to ms inseguros se sienten, ms acompaados quieren estar, pero lamentablemente estn incapaci-tados para hacer las correctas elecciones. Es entonces cuando se forjan las indebidas adicciones y apegos afectivos y se soportan con resignacin una infinidad de

  • 161

    conductas abusivas, desde agre-siones fsicas hasta el maltrato psicolgico, y finalmente la cas-tracin existencial. Permanecen unidas por migajas de ternura y se contentan con la simple pre-sencia de quien falsamente creen estar enamorados sopor-tando todo por amor.

    Por muy gratificante que sea tener alguien que nos acaricie, admire, cuide y comparta los gastos de manutencin, hay que ser conscientes que estar en pa-reja es mucho ms que eso. Una relacin duradera debe basarse en la mutua admiracin,

  • en el respeto del espacio del otro, en estimular su creatividad, en el compartir aficiones, en la tranquilidad y confianza que se brinda. Si estos principios no se respetan podemos decir que solo nos hemos enganchado con otra persona, ya sea para satisfacer una necesidad afectiva, de pro-teccin, de orden econmico, de seguridad y de una supuesta esta-bilidad emocional basada en una santa rutina que no rompe con lo establecido o lo socialmente aceptado. Es absurdo mantener-se ligado a una persona por pura gratificacin sensual o placente-ra. Hay quienes creen que todo

  • 163

    se arregla en la cama o con chis-pazos de ternura. Muchas muje-res comentan que soportan a sus maridos porque no pueden dor-mir solas, que cuando ellos lle-gan a casa pasados de copas y se acuestan sin decir palabra y las acurrucan en posicin de cucha-rita en sus lechos, todo se discul-pa, y cuando despiertan olvidan los malos sueos o los destrozos y excesos de la noche anterior.

    Estos swings emocionales, estas agonas permanentes, estas bajas autoestimas, estas resigna-ciones que esclavizan son parte del repertorio diario de

  • muchas parejas. Tanto los hom-bres como las mujeres estn ex-puestas a los maltratos. Hoy ms que nunca esto sucede con fre-cuencia cuando las relaciones no son compensadas. Mujeres que sostienen sus hogares porque los esposos han perdido el em-pleo o ganan sueldos precarios, hombres que amasan fortunas y quieren madres a tiempo comple-to castrando sus habilidades, sus talentos, sus capacidades de crear y soar por cuenta propia.

    Hay quienes llaman amor a la supuesta estabilidad emocio-nal, a los apegos afectivos, a la

  • 165

    seguridad que brinda la tranqui-lidad econmica que nos provee la persona que sostiene a la fa-milia. No podemos llamar amor a lo conveniente, sin duda todo eso es parte de la vida de pareja, pero jams ser lo que nos lle-var a sentirnos realizados. Estar en pareja por un asunto de pro-teccin ante la aterradora rea-lidad de no saber defendernos ni enfrentarnos para sobrevivir, es amenazante porque nos sen-timos en una cuerda floja de la cual podemos caer y hacernos extremo dao.

  • Desgraciadamente no hemos sido preparados con buenas he-rramientas en nuestros propios hogares y menos en las escuelas e instituciones en las cuales hemos pasado largos aos de estudio y capacitacin. Nos han ensea-do bsicamente a OBEDECER, a cumplir normas, leyes, protoco-los, respetar tradiciones sociales y religiosas, todo ello muy con-veniente para seguir mantenien-do el status quo, pero dnde nos ubicamos, quines realmen-te somos, por qu aceptamos ca-lladamente tanto rigorismo cas-trante, sin cuestionarlo. Creo que eso viene impregnado en nuestro

  • 167

    linaje, tanto como debieron ha-berlo sentido los pueblos mesti-zos sometidos por los hombres blancos que se sintieron superio-res y capaces de someter e inclu-so vender a otros seres humanos como esclavos. Siento rechazo tan solo de pensar que hubo un tiempo que los hombres esclavi-zaban a otros hombres, no solo fsica sino mental y culturalmente. Estas esclavitudes se siguen ejer-ciendo, tal vez con mayor sutile-za, pero siguen existiendo. Se da entre parejas, esposos, padres e hijos, empleadores y empleados, entre asociados; en fin la lista, es interminable. Lo que

  • realmente necesitamos es forjar carcteres slidos, independien-tes, autnticos, y solo entonces podremos sanarnos socialmente de la peor enfermedad que su-frimos hoy que es el abandono emocional y la intolerancia en las familias.

    Solo podremos congregarnos en paz y armona si logramos for-mar relaciones de familia sanas, basadas en el respeto a la digni-dad humana y la libertad de ser plenos y autnticos. No podemos vivir con mscaras de perma-nente felicidad ni podemos lle-var cruces ocultas de permanente

  • 169

    resignacin. Todos los seres tene-mos grandeza, an los invlidos, deformes, dementes, desequili-brados tienen belleza interior. Hay que aprender a descubrir y reflejar en la pareja nuestra belleza inte-rior, sin eso es imposible convivir con amor, paciencia y tolerancia. Hay que ser valientes y dejar caer todas las mscaras ante el otro y no tener miedo a nuestra vulne-rabilidad. Tenemos que tener el coraje de llorar frente al otro, de reclamar su atencin cuando nos desatiende, de enojarnos cuando su conducta nos desagrada, de hacernos respetar cuando pen-samos diferente,

  • de expresarnos con naturalidad y mostrarle nuestros sentimien-tos. No es malo decir la verdad, no est prohibido cometer erro-res, no podemos permanecer ata-dos de por vida a alguien que nos extorsiona, tortura, lastima, hiere o falta el respeto. Hasta en la Bi-blia se menciona la separacin cuando es imposible la conviven-cia. Pero no podemos darnos por vencidos ante la primera frustra-cin. Si nos atrevimos a dar el paso para convivir, seguramente algo muy especial nos condujo a tomar esa decisin, algo que nos atrajo irresistiblemente a esa per-sona. Hay que darnos tiempo, hay

  • 171

    que descubrir con agradecimiento lo invisible en el otro. Hay que pa-sar por alto las pequeas contra-dicciones. Hay una palabra que la aprend hace poco y debe ponerse en prctica, se llama levedad. Esto significa pasar por alto las peque-as faltas para que no destrocen inoportunamente la larga trayec-toria de esfuerzos por conocernos. Cuando de vers estamos enamo-rados vemos al otro ms all de sus ligeras imperfecciones, pues hay que ser conscientes que todos las tenemos y que a todos nos so-portan tal como somos. Unos son narcisistas y se creen superio-res, otros tienen

  • tan pobre autoestima que temen la opinin ajena. Creo que lo uno ni lo otro es lo ideal, entre ambos extremos debemos encontrar un punto medio y de reconciliacin. Es importante poner lmites en-tre lo aceptable y lo inaceptable, y tener la sabidura para definir-los y lograr una feliz y sana con-vivencia.

    Es imposible mantener vncu-los por necesidad, por resigna-cin, por comodidad, por inca-pacidad de enfrentar la realidad, por proteccin o por seguridad econmica. Una relacin signifi-cativa y duradera se basa en mu-cho ms que la atraccin fsica, el

  • 173

    deseo, la tranquilidad, la fidelidad o la confianza. Podemos sentir y disfrutar lo antes mencionado pero si no podemos ser autn-ticos, si no podemos desplegar nuestras alas y surcar nuestro propio vuelo, estamos realmente adormecidos por la rutina y cas-trados por nuestras parejas.

    Jams hemos de perder nues-tra identidad, es lo ms precioso que tenemos. Sin ella perdemos nuestro propsito, nuestra razn de existir. No hay mayor egosmo que tratar de absorber y poseer a la otra persona e impedirle que tenga vida propia.

  • Espero haberlos ayudado a comprenderse mejor a s mismos y haberles despertado inquietu-des para que sanen sus relaciones o tomen la valiente decisin de alejarse de personas txicas que inevitablemente pueden condu-cirlos a su autodestruccin. Na-die nos pertenece, ni siquiera so-mos dueos de nuestras vidas, somos peregrinos atemporales de un sendero infinito, apren-diendo a vivir, cultivando virtu-des, superando defectos, experi-mentando emociones en nuestra estancia terrena y ayudndonos unos a otros en nuestra ascensin evolutiva.

  • 175

    Por favor, eviten tomarse la vida muy en serio porque perde-rn la oportunidad de disfrutarla en medio de sus imperfecciones. No estamos an en el cielo ni so-mos seres etreos, somos seres de carne y hueso y este cuerpo ne-cesita ser acariciado con ternura, abrazado con afecto y respetado con amor. No tengas vergenza de pedir un abrazo o de darlo con espontaneidad a un extrao, por-que no saben si un simple abra-zo puede salvar una vida, sanar una llaga emocional o devolver las ganas de vivir a un ser aban-donado. No hay nada ms

  • confortante que el dulce recuerdo del abrigo de una madre, de sus tiernas caricias cuando ramos amamantados en sus pechos, eso es algo que siempre aoramos y debiese bastarnos para sentirnos amados el resto de nuestros das. Jams se unan en pareja buscan-do al padre o la madre sustituta porque incurrirn en el ms gra-ve error de seguir siendo hijos, y para ser felices tenemos que salir de la casa de los padres y fun-dar nuestros nuevos hogares con total independencia y madurez emocional.

    NAMAST

  • 177

    Amor Verdadero

    C uando se ama de verdad no puede uno olvidarse de s mismo o postergarse.

    Amar no es vivir complacien-do al otro por temor al abandono, amar no es sacrificarse por la familia o anularse por exceso de responsabilidad, amar

  • no es apoyar solo sueos ajenos y ser un apndice del ser amado, amar tampoco es asumir comple-tamente las responsabilidades de la pareja.

    Amar es crecer de a dos, don-de lejos de competir el uno con el otro se apoyan para salir ade-lante, es compartir con agrado y coraje retos y dificultades, es con-fiar, agradecer, admirar, valorar, cuidar con esmero y respeto la vida del otro, atenderse mutua-mente con alegra e ilusin.

    Si alguno de estos elementos falla o si creemos cursis las pa-labras dulces, caricias, miradas,

  • 179

    coqueteos, besos, abrazos..., es-tamos realmente equivocados porque el amor se riega cada da con ms amor para mantenerlo sano. Si caemos presos de una rutina que omite todo lo anterior por creernos seguros en la rela-cin, empezaremos a deteriorarla al extremo de destruirla. No co-metamos el grave error de creer que las relaciones son estables y permanentes. La vida es incier-ta y lo nico permanente es su cambio constante. Por lo tanto hemos de evolucionar en pareja para que la relacin se mantenga viva, de no hacerlo podemos alejarnos tanto del

  • otro que ya no tenga sentido per-manecer juntos.

    Mira a tu pareja con ojos de amor y descubre en ella algn misterio por descifrar, vers que siempre habr un motivo para vi-vir enamorado de su fascinante belleza interior.

    NAMAST

  • 181

    El sabio

    L a serenidad es hija de la disciplina, la disciplina fo-menta la sabidura, la sabidura busca la verdad y nos obsequia la humildad para seguir apren-diendo.

    El sabio pasa desapercibido, no pretende la fama ni la gloria, se regocija en el servicio y

  • busca dar felicidad al otro antes que a s mismo. Sereno y dueo de s mismo, no es carga para na-die ni se hace esclavo de vicios, es virtuoso en sus quehaceres y busca siempre el bien mayor para todos. Cuida su salud porque no se desgasta en ir tras el xito ma-terial exagerado que jams po-dr disfrutar si se excede en su codicia. Vive atento a las opor-tunidades y hace caso a su ins-piracin, porque sabe que ellas tan pronto llegan desaparecen. Su perseverancia y obstinacin por la virtud lo mantienen ale-jado de la dejadez del dormido. Es consciente que el tiempo pasa

  • 183

    y hay que aprovecharlo para se-guir evolucionando. El tiempo, humana creacin, no regresa, y la oportunidad que pasa se pier-de para siempre. Es difcil conse-guir tiempo otra vez y mucho ms una circunstancia favorable. Por eso el sabio vive despierto y agra-dece la bendicin de estar vivo cada da para seguir manifestn-dose divinamente en este plano de existencia.

    Austero y simple es su vivir, y desprendidas sus ambiciones. Transita en paz disfrutando la belleza y el gozo que le rega-la la naturaleza. En total

  • abandono comprende que es parte del TODO, que siempre es asistido y protegido por su divi-nidad. En silencio se nutre de sa-bidura y as permite que aflore su intuicin. Fiel devoto de Su creador, lo busca en la medita-cin para trascender su humana naturaleza y diluirse en la presen-cia del YO SOY.

    Se esmera por hacer realidad el desapego y existir siendo el mismo en el eterno ahora.

    Despierto y consciente, vive en este mundo sintindose peregrino que no es de este mundo.

    NAMAST

  • 185

    Por qu?

    Muchas veces me pre-gunto por qu nacen nios bellos y sanos, y luego al poco tiempo se enferman de im-proviso y parten de este mundo a temprana edad, por qu otros nacen con discapacidades que limitan sus actividades, por qu nacen nios frgiles y sensibles que tienen que

  • enfrentar con valenta una vida llena de contradicciones Por qu tantos inocentes tienen que soportar sufrimientos inme-recidos Por qu existen las guerras, el hambre y la ignoran-cia Por qu almas nobles son despreciadas o ignoradas Por qu carcome la corrupcin tan fcilmente y las sabios consejos son desatendidos, por qu es tan fcil la adiccin y tan deshonrada la perseverancia

    Sern todas circunstancias que nos invitan a reflexionar sobre nuestros modos de vivir o sern

  • 187

    seres que nos traen lecciones de amor y desapego.

    Qu nos est pasando? Por qu estamos permitiendo que las grandes urbes destruyan los campos y la posibilidad de vivir en contacto con la madre Tierra? Hemos dejado de caminar des-calzos, con los pies desnudos, besando la arena; hemos dejado de disfrutar de grandes tertulias al lado del fuego o de un pan re-cin horneado en casa. Dnde quedaron esos das en que dis-frutbamos juntos alrededor de una mesa servida? En mis leja-nos recuerdos de infancia

  • moran dulces memorias de das felices envuelta en pasto recin cortado, girando mi cuerpo tum-bada sobre la loma, bandome feliz en un ro limpio, acariciando en mis brazos a un cachorro re-cin nacido, dando de comer a los peces en la laguna Gratas memorias que hoy pocos nios logran tener. Me pregunto qu recuerdos tendrn nuestros nios para que logren una madurez ple-na, cuando hoy las ciudades es-tn atestadas de casas con mni-mas posibilidades de disfrutar de un pequeo jardn nos estamos quedando en casas sin jardines,

  • 189

    sin mascotas, sin ventanas que den a hermosos paisajes

    Tenemos que pensar en las fu-turas generaciones, tenemos que ofrecerles mejores condiciones de vida, tenemos que regresar a ser familias o comunidades feli-ces, donde podamos acoger y ser acogidos con amor. Necesitamos espacios sanos para respirar buen aire, lugares poblados de vegeta-cin y animales, necesitamos vivir cerca de rboles y aves, riachue-los cantarines, orillas adornadas de olas y reflejos. No podemos seguir soportando trnsitos den-sos, ni grandes distancias

  • para llegar a nuestros centros de labores.

    Es momento de pensar en la-borar en casa, en descubrir cmo vivir y comer en nuestros hoga-res, sin traer alimentos de con-tinentes lejanos. Los alimentos deben llegar frescos a nuestras mesas, y qu mejor solucin que producirlos en nuestras propias huertas. Es ms razonable pensar en ser comunidades autogestoras que globalizar el planeta. Tal vez es momento de mirar atrs y ver los aciertos de otros tiempos y combinarlos con las ventajas de esta era de la electrnica y la

  • 191

    informacin. Hay que ser cons-cientes y reconocer que ningn artefacto o robot podr reempla-zar las delicadas atenciones de una madre o un ser querido que nos recibe con amor en una casa bien cuidada y con una deliciosa cena preparada con exquisitez. Esta descabellada aceleracin del tiempo, de la multiplicidad de funciones, de la comida rpida y los horarios fijos no pueden con-siderarse evolucin. Habremos realmente evolucionado cuando aprendamos a elogiar la lentitud, a darnos tiempo para observar la majestuosidad de la naturale-za y a fluir con el

  • cambio de las estaciones. Es hora de empezar a SER y dejar de co-rrer apresuradamente por el TE-NER. Son tiempos para aprender a vivir disfrutando y no corrien-do tras vanas exageraciones que solo nos conducen a nuestra pro-pia autodestruccin.

    Abran las ventanas de sus vi-das hacia horizontes ms amplios, hacia conquistas trascendentales. Hay tanto por hacer, tanto por descubrir, tanto por aportar

    Miren dentro y proyectarn en sus vidas exteriores la misma be-lleza que llevan en sus corazones.

    AS ES Y SER

  • 193

    Dios me contest el por qu?

    A mado hijo, un Padre tiene que corregir con amor para que su hijo vuelva a la senda del bien. Son ustedes mismos los que atraen las leccio-nes a su vida, realmente no son obstculos, son grandes oportu-nidades para enmendar acciones incorrectas del pasado. Siem-pre un Padre espera

  • pacientemente a que el hijo se levante de sus cadas y asuma la responsabilidad de sus actos, pero cuando eso no sucede, el tiempo se prolonga y nuestro hijo permanece en el error, las cir-cunstancias poco favorables, los accidentes o los fracasos le dan la oportunidad de considerar otra forma de resolver sus dificultades. Entonces tal vez recuerde que no es solo un cuerpo, que su enfer-medad, sus carencias, sus yerros son instrumentos para que re-grese a M, para que comprenda que seguir incompleto si no es-cucha los llamados de su alma, sino aprende las lecciones de su

  • 195

    vida. Todo nio al nacer es ino-cente, no es culpable de su dolor o sufrimiento, tan solo es un ve-hculo para que sus padres, fami-liares y amigos recapaciten sobre sus lazos familiares y espirituales, sobre la responsabilidad de sus actos errados del pasado. Cuan-do la misin de esta alma se ha cumplido y los seres vinculados han aprendido la leccin, todos son liberados de esas culpas y todo sirve al mayor bien de to-das las almas involucradas. Com-prendes ahora el motivo de los sufrimientos aparentemente sin sentido. Nada queda oculto en vuestros actos

  • o intenciones, todos han venido a aprender a ser mejores seres humanos, porque todos y cada uno de ustedes es PERFECTO en Espritu. El AMOR que los cre no necesita ser reparado, es ilimita-do en su capacidad de expansin e incondicional en su posibilidad de relacin. Yo, vuestro Padre, me complazco en verlos felices, jams he deseado el dolor o el sufrimiento para ustedes, pero irremediablemente los quiero de vuelta a Casa, y en mi Casa, aunque hay muchas mansiones, no pueden vivir fraccionados ni inmersos en la dualidad, en mi Casa todos viven compartiendo

  • 197

    el amor incondicional, todos go-zan de salud perfecta del alma. El libre albedro les ha concedido la libertad de elegir, y muchas ve-ces el EGO disfrazado de un vana creencia de superioridad respec-to a s