Amor Espiritual

Amor espiritual (1)

1 Corintios 13:4

El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante.

Estimados hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy día les explicaré sobre el “concepto del amor”, es decir, la idea general de lo que el amor es. Por supuesto, este es el amor espiritual que tanto han ansiado tener. Muchas personas en el mundo quieren tener el verdadero amor pero fracasan al experimentar el gozo y el verdadero amor porque desconocen lo que es el verdadero amor espiritual. Algunas personas dudan acerca de la existencia del verdadero amor, de modo que no aceptan la gracia de la salvación que nuestro Señor nos ha dado libremente. En forma contraria, ellos rechazan y persiguen aquellos que predican el evangelio.

Estas cosas demuestran que ahora estamos en los tiempos finales del mundo y el verdadero amor puede encontrarse muy difícilmente en cualquier lugar. Pero Uds. han aprendido sobre el verdadero amor, que se le llama amor espiritual mediante la palabra de Dios quien es Amor en sí mismo. Como dice en Romanos 5:5 “y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado” de modo que puede sentir el amor de Dios mediante el Espíritu Santo que mora en Ud. Mediante este mensaje, deseo que todos Uds. entiendan claramente lo que el amor espiritual es y sientan este amor en su corazón.

Oro en el nombre de nuestro Señor Jesucristo para que puedan establecer este amor espiritual y lograrlo en su corazón lo más antes posible y que mediante su amor espiritual aquellos que están sedientos del verdadero amor puedan sentirlo y confiesen que Dios realmente existe.

Estimados hermanos y hermanas en Cristo, como he dicho el día de hoy en el versículo 4, “el amor es paciente”. Entonces, ¿de qué debemos tener paciencia? Primeramente, tiene que ser paciente en las diversas pruebas por las cuales tiene que pasar para poder lograr el verdadero amor y ser paciente consigo mismo. Algunas veces Ud. nota que cuando trata de amar a alguien, la persona le arroja una piedra en su espalda. En esa situación, a ellos no les parece ser amados, pero en su lugar parece que ellos rechazan todo intento para ser amados por Ud. Si Ud. quiere obedecer a la palabra de Dios y lograr el amor espiritual, Ud. tiene que ser paciente mismo con esas personas. Mismo si alguien lo insulta o lo odia sin ninguna razón, Ud. debe de controlar sus emociones y amarlo pacientemente. Además, cuando Ud. obedece la palabra de Dios y trata de amarlos, usted puede ser paciente en toda clase de prueba o dificultad. Es entonces que Ud. podrá decirse que es paciente en el amor espiritual.

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Deseo que Ud. entienda la diferencia entre ser paciente en el amor espiritual y ser paciente como fruto del Espíritu según Gálatas 5:22. En Gálatas 5:22 dice: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley.” En este texto “la paciencia” es uno de los nueve frutos del Espíritu Santo que le incita a ser paciente en todo para el reino y la justicia de Dios.

Esta es la razón por la cual la paciencia tiene un sentido más amplio que la paciencia incluida en el amor espiritual que es necesaria para que se puedan amar unos a otros. La paciencia es uno de los frutos de los de los Nueve Frutos del Espíritu Santo que puede ser dividida en tres categorías.

La primera de ellas es “ser paciente al despojarse de todas las falsedades e ir cultivando el corazón con la verdad”. ¡Cuán paciente tiene que ser para desechar todas las falsedades que ha ido guardando en su interior hasta que se encuentre con el Señor!

La segunda es “ser paciente comprendiendo a otros que son diferentes a Ud. buscando sus beneficios y viviendo en paz con ellos”

La tercera y última categoría es “ser paciente hasta que reciba las promesas de Dios”. Esto incluye el recibir las respuestas a las oraciones y la salvación. Tiene que esperar pacientemente sin ser removido en el corazón hasta que reciba Sus respuestas.

La paciencia escrita en el “Capítulo del Amor” es necesaria para que ame a otros, de modo que es incluida en la paciencia que es uno de los frutos del Espíritu Santo. Algunos versículos parecen tener el mismo significado, pero esos significados pueden ser interpretados en distintas formas por la inspiración del Espíritu Santo. Si Ud. entiende la diferencia y la aplica apropiadamente a cada situación, puede obtener más beneficios.

Veamos la “paciencia” en detalle.

En Mateo 5:44, Jesús nos dijo: “Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen.” ¿Quién es su enemigo? El diccionario de La Real Academia Española define al “enemigo” como “la persona que tiene mala voluntad a otra y le desea o hace mal”. ¿Puede amar a su enemigo que le tiene mala voluntad y le desea o hace mal? ¿Puede orar por aquellos que sin razón dicen maldiciones en contra suyo y lo persiguen porque Ud. cree en nuestro Señor y predica el evangelio?

Nuestro Señor vino a esta tierra por los pecadores, y nos dijo que amásemos a nuestros enemigos y que oremos por aquellos que nos persiguen.

¿Quién es el enemigo de Jesús? Son las fuerzas del mal en la oscuridad y los pecadores que la obedecen. En este sentido, usted era un enemigo de Jesús antes que lo acepte como Su Salvador. Desde que Adán pecó, todos los hombres han sido obedientes al diablo, es decir, al enemigo de Dios, y ellos también pecaron. Entonces, Uds. han sido hijos del diablo y continuaron con el pecado que estaba en contra de la voluntad de Dios.

Jesús vino a la tierra para salvar a la humanidad, aquellos que fueron marcados por el pecado. Pero, ¿qué es lo que hicieron? Jesús predicó el evangelio del cielo, sanó muchos enfermos de sus

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enfermedades y practicó el amor compartiendo los alimentos con ellos. No obstante, debido a que no pudieron darse cuenta de que Jesús tomó todas sus cargas de sus pecados, ellos crucificaron a Jesús, quien había hecho buenas cosas. Ellos ridiculizaron y humillaron a Jesús colgándolo en una cruz. Jesús los retó calladamente como dice en Lucas 23:34, “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Nuestro Señor Jesús fue bastante paciente con la humanidad que era el enemigo de Dios y la amó. ¿Qué es lo que ha venido a ser la humanidad? Cualquiera que cree en Jesús como su Salvador y lo acepta es liberado de la esclavitud del diablo y llega a ser hijo de Dios por la asombrosa obra de la salvación. Además, el poder del amor paciente es grandioso.

¿Cuan paciente es Ud.? ¿Ama Ud. y es paciente con aquellos que lo calumnian y lo odian? o ¿Tiene dificultades para ser paciente con su esposa, esposo, hijos, y hermanos y hermanas en Cristo?

En Mateo 5:39-40 Jesús nos ordena que: “Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa.” En nuestros tiempos muchas personas hacen acusaciones unos a otros en la corte cuando él o ella han causado algún daño menor a la persona o hacia alguna propiedad. Algunas veces ellos acusan a sus esposas, esposos, padres e hijos. Si ellos fuesen pacientes y estuviesen en silencio, ellos pudiesen ser ridiculizados como locos por la gente que les rodea. Pero el Señor nos dice de dar también la mejilla izquierda cuando alguien ha dado una bofetada en la derecha y si quiere enjuiciarlo y quitarle la camisa le puede dar la chaqueta también. Él nos incita a no devolver el mal con el mal sino de ser pacientes y tratar a la otra persona con bondad. ¿Hay alguno de Uds. que diga que no puede hacer esto si los cargos son falsos y tiene malos sentimientos en cuanto a eso? Pero Ud. tiene fe y amor y lo puede hacer.

¿Qué quiere decir con que se tenga fe y se deba creer? Ud. tiene que creer en el amor de Dios el Padre que ha sido paciente con Ud. y ha tenido compasión y misericordia con Ud. que había crucificado a Su único Hijo Jesús. Si Ud. realmente cree que ha recibido tal gran amor de Dios, Ud. puede perdonar y aceptar a aquel que le ha causado mismo el más grande daño. Si Ud. ama a nuestro Dios quien lo ha amado al punto de abandonar a Su unigénito Hijo y nuestro Señor que dio Su vida por Ud. no hay nadie a quien no pueda soportar ni amar.

¿Cuánto tiempo tiene que ser paciente? Algunos de Uds. quizás puedan tener dificultades para suprimir la ira, el odio, el mal carácter hasta que estallan en esas emociones cuando ha alcanzado el límite de la paciencia. Si Ud. es introvertido, Ud. no expresa sus emociones pero sufre internamente por aquellos que Ud. odia. Luego, padece de enfermedades mentales u otras enfermedades debido al estrés. Si Ud. suprime temporalmente la amargura, es como un resorte que vuelve a su posición natural poco después que ha sido liberado.

La paciencia espiritual que el Señor quiere que tenga, le hace mantener la paciencia hasta el último momento. Cuando Ud. no almacena odio ni malos sentimientos en su mente sino que al contrario Ud. se despoja de las raíces del mal que causa los malos sentimientos en Ud. y cambia su corazón hacia la misericordia y el amor, es entonces que podrá poseer la paciencia espiritual.

Si Ud. se ha despojado completamente de toda clase de falsedades incluyendo el odio, la envidia y los celos, y en su lugar llenado su corazón con amor espiritual solamente, podemos decir que ha realizado en su corazón lo espiritual, de modo que no lo será difícil amar a sus enemigos. De

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lo contrario, si su corazón está lleno de falsedades que incluyen el odio, disensión, envidia y celos, Ud. no solamente verá los puntos débiles de los demás, ni simpatizará con ellos ni los amará, mismo si son buenos. Es como si todo lo que viese estuviese oscuro cuando usa anteojos oscuros.

Pero si su corazón está lleno de amor, mismo aquel a quien Ud. no puede entender del todo le puede parecer amable. No importará qué tipo de transgresiones y puntos débiles él tenga, no le dejará de gustar. Mismo si practica el odio y la maldad en contra suyo, no habrá ningún odio de Ud. en contra de él.

La paciencia espiritual la encontramos en el corazón del Señor quien no quebrará la caña cascada, ni apagará la mecha que humea. Este corazón lleno de paciencia también lo encontramos cuando Esteban oró a Dios: “no les tomes en cuenta este pecado” para aquellos que lo estaban apedreando a muerte porque les estaba predicando el evangelio.

¿Le fue difícil a Jesús perdonar a los pecadores? ¡Por supuesto que no! Su corazón era en si mismo la Verdad. Pedro le preguntó una vez a Jesús en Mateo 18:21. “Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces?” Jesús le respondió: “No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.” Esto no significa que se tenga que perdonar hasta setenta veces siete, 490 veces. El número 7 significa la “perfección”. Entonces, cuando Jesús les dijo “hasta setenta veces siete” significa “perdonar completamente a alguien”. Esta conversación nos prueba que nuestro Señor tiene infinita misericordia y perdón. Ud. no puede cambiar el odio en amor en un solo día. Tiene que tratar de cambiarlo en la mejor manera posible. Efesios 4:26 dice: “Si se enojan, no pequen. No dejen que el sol se ponga estando aún enojados.” Si Ud. se enoja se diría que está en el 1er ó 2do nivel de fe o en el comienzo del 3er nivel de fe. Mismo si Ud. se enoja porque su fe aun es débil, no deberá albergar su ira hasta que el sol se oculte sino que debe desecharla. Significa que Ud. deberá incesantemente hacer lo mejor para desechar todas las falsedades incluyendo los malos sentimientos y el malgenio de acuerdo a la medida de su fe. Si Ud. se desecha de todo tipo de falsedad, no habrá maldad dentro de Ud. y no retendrá ira tampoco. Tampoco se pondrá amargo porque no hay carácter de amargura en Ud. que tenga que suprimir.

Amados hermanos y hermanas en Cristo. ¿Tienen que ser pacientes en el cielo? En el cielo no hay lágrimas, ni lamentos, ni dolor. Porque no hay maldad en lo absoluto sino más bien bondad y amor en el cielo, no odiará a nadie, ni tampoco se amargará con nadie ni andará de malgenio con nadie. De modo que no tendrá que restringir ni controlar sus emociones. Por supuesto, nuestro Dios no necesita ser paciente en nada porque Él es amor en sí mismo. La razón por la cual la Biblia dice que el amor es paciente es porque, como hombres, tenemos un alma, pensamientos y marcos de referencia mentales, Dios quiere ayudar a la gente para que entienda. Cuanto más haya desechado la maldad y realizado la bondad, mucho menos Ud. necesita ser paciente.

¿Qué en cuanto a Ud.? ¿Hay solamente algunos por los cuales Ud. tiene que mostrar paciencia? Cuanto más logre el amor espiritual, Ud. está dispuesto a ser paciente con los demás que tienen debilidades y será capaz de esperar pacientemente y en paz para que cambien con amor. Si Ud. está en una situación en la cual Ud. tiene que ser paciente con alguien, lo quiera o no, por favor mantenga las palabras de la verdad para poder depender en el amor de Dios de modo que pueda pacientemente soportar y vencer en todo. Entonces, su corazón se habrá limpiado y se habrá llenado con la verdad de modo que podrá crecer en el amor espiritual.

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La naturaleza pecaminosa que está escondida en lo profundo del corazón podrá ser desechada solamente si está lleno del Espíritu Santo y ora fervientemente en Él. Al mismo tiempo, Ud. tendrá que esforzarse de mirar a la persona a la cual ha odiado bastante, con ojos de amor y tratarla con amor. Esto es tan importante como lo anterior. A través de este proceso, el odio desaparecerá y llegará a amar al otro. Se sentirá tan feliz como si estuviese en el cielo.

El Señor Jesús dijo en la segunda mitad de Lucas 17:21. “Dense cuenta de que el reino de Dios está entre ustedes”. La gente dice que está en el cielo cuando se siente muy feliz. Del mismo modo, el reino de los cielos que está entre Uds. se refiere a Ud. que ha desechado toda la falsedad del corazón y lo ha llenado con la verdad, amor y bondad. Entonces Ud. no tendrá que ser paciente, desde que está siempre feliz y contento y lleno de gracia porque Ud. ama a todos los que están a su alrededor.

Nuestro Dios Padre se goza bastante al ver a Sus hijos que son buenos y sobreabundan en amor. Él dijo en Hechos 13:22. “Tras destituir a Saúl, les puso por rey a David, de quien dio este testimonio: He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón; él realizará todo lo que yo quiero." David fue un hombre que fue conforme al corazón de Dios. ¿Cómo hizo para ser conforme al corazón de Dios? David no se oponía a la persona mala sino que la trataba con bondad así como Jesús dijo sobre dar la mejilla izquierda cuando la otra persona nos abofetea la derecha. El rey Saúl trató de matar a David cuando fue aclamado y favorecido por la gente más que a él. David tuvo que huir de Saúl y pasar por muchas dificultades.

En el capítulo 24 de 1 Samuel encontramos que el Rey Saúl persiguió a David y fue al desierto de Engadi. El rey Saúl quiso reposarse durante la persecución y fue a la cueva en donde David y su compañía se habían escondido. El rey Saúl y sus hombres no sabían que David y sus seguidores estaban en lo profundo de la cueva. Era una excelente oportunidad para David para destruir a Saúl. En el versículo 4 del mismo capítulo dice: “En verdad, hoy se cumple la promesa que te hizo el Señor cuando te dijo: "Yo pondré a tu enemigo en tus manos, para que hagas con él lo que mejor te parezca." Le incitaron a David para que mate a Saúl. Luego David se levantó y secretamente cortó el borde del manto de Saúl cuando estaba dormido.

David no causó ningún daño a Saúl pero su conciencia le molestaba porque había cortado el borde del manto de Saúl. De este modo David contuvo a sus hombres, y no les permitió que atacaran a Saúl diciendo: "No puedo alzar la mano contra el rey, porque es el ungido del Señor." Luego de eso, cuando Saúl se levantó, dejó la cueva y siguió su camino, David gritaba detrás de Saúl diciendo: “Mi señor y mi rey” Y cuando Saúl miró detrás, David inclinó su rostro hacia el suelo. A partir del versículo 9 en adelante, David llamó a Saúl “Mi Padre” y confesó que no tenía ningún deseo de matarlo. Saúl perseguía al inocente David para matarlo, pero David se humilló a sí mismo como un perro muerto y una simple pulguita.

Estas buenas obras y palabras de David tocaron el corazón del malvado Saúl. Los siguientes versículos 16 y 17 dicen: “Cuando David terminó de hablar, Saúl le preguntó: —David, hijo mío, ¡pero si eres tú quien me habla! Y alzando la voz, se echó a llorar. —Has actuado mejor que yo —continuó Saúl —Me has devuelto bien por mal.”

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David conmovió el corazón del malvado Saúl con su paciencia amorosa. Esta es la razón por la cual Dios dijo que David era conforme al corazón de Dios y lo nombró como el siguiente rey de Israel. Dios hizo de Israel una nación próspera a través de David.

Nuestro Padre nunca se olvida de nuestras buenas obras y le retribuye según lo que haya hecho. Por otra parte, Él hace Su reino más próspero mediante las buenas obras de Sus hijos. Los miembros de la Iglesia Central Manmin al igual que yo siempre hemos sido humillados, perseguidos y acusados erróneamente desde su fundación. Nosotros no nos hemos opuesto ni condenado a nuestros perseguidores de acuerdo a la ley del mundo sino que los hemos tratado con bondad y paciencia en el amor de la manera que Dios nos dice que amemos a nuestros enemigos. Al permanecer silenciosos ante la gente mala parece una locura y una pérdida, pero nuestro Dios Padre nos ha provisto de asombrosas obras del Espíritu Santo en los avivamientos.

Amados hermanos y hermanas en Cristo.

Nuestro Dios Padre ama y se regocija realmente con Sus hijos quienes son capaces de mostrar paciencia y amor hacia aquellos que actúan con maldad hacia ellos. Esto es porque Dios es el Dios de Amor como está escrito en Mateo 5:45 “Para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos.” Dios espera que mismo la gente mala pueda cambiar y según la calidad de la paciencia humana Él manda hasta para los malos tanto el sol como la lluvia. Él es el Dios de Misericordia y Amor que nunca falla. Si Ud. retribuye mal por mal, usted entonces es malo como dice en el Salmo 37:8 “Refrena tu enojo, abandona la ira; no te irrites, pues esto conduce al mal.” Pero si Ud. perdona y ama a la gente mala con paciencia mirando a Dios quien lo va a recompensar, Ud. heredará una hermosa tierra, y por decir más Ud. tendrá una mejor morada celestial como dice en el siguiente versículo 9 “Porque los impíos serán exterminados, pero los que esperan en el Señor heredarán la tierra”. Por lo tanto, deseo que todos ustedes hagan de este mensaje su esperanza y llenen su corazón con el amor espiritual. Que muchas almas que no creen ni conocen la verdad puedan sentir el amor de nuestro Padre Dios y retornen al seno del Señor, en el nombre de nuestro amado Señor Jesucristo yo oro. Amén.

Amor espiritual (2)

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1 Corintios 13:4


Amados hermanos y hermanas en Cristo:

Esta es la segunda sesión de la serie “Amor Espiritual”. Empezando con la sesión previa yo les expliqué los conceptos en cuanto lo que es realmente el amor espiritual. En la última sesión les expliqué sobre el carácter de la paciencia entre los atributos del amor. El amor espiritual es paciente. La paciencia del amor espiritual tiene un alcance limitado en comparación con la paciencia del amor espiritual de los Nueve Frutos del Espíritu, siendo la resistencia la que se aplica a la paciencia personal. Cuando Ud. trata de obedecer a la palabra de Dios, Ud. se encontrará con varios problemas y tiene que ser paciente en todo con los demás y consigo mismo. La paciencia espiritual no es solamente despojarse de los malos sentimientos que se han acumulado dentro de Ud. como el odio, sino es cuando Ud. se despoja del mal que han ocasionado esos malos sentimientos y los convierte en misericordia y amor.

Hoy les hablaré de la bondad, una de las características del amor espiritual. Estoy seguro de que todos los miembros de Manmín tienen el deseo ardiente por la bondad, entre las diversas clases de corazones verdaderos. Esto es porque Uds. saben muy bien cuán complacido se siente Dios al ver a Sus hijos bondadosos, cuánto los ama y cuántas bendiciones Él les da. Si Uds. tienen tareas encomendadas por Dios, estoy seguro que Uds. están deseando por este tipo de bondad poder abrazar y conducir muchas almas a mejores moradas celestiales en el cielo. Nuestro Padre Dios es Amor en sí mismo y es bien bondadoso. Entonces, Ud. podrá parecerse a nuestro Padre Dios y alcanzar mejores moradas celestiales en el cielo en la medida que Ud. se vuelve bondadoso. Mediante este mensaje sobre la bondad, yo deseo que entienda exactamente lo que es la bondad y deseo que Ud. se dé cuenta cómo lograr la bondad y poseer un corazón bondadoso dentro de Ud.

Oro en el nombre del Señor que muchas almas puedan hallar su reposo en Ud. y que puedan alcanzar la salvación e ir a mejores moradas celestiales a través suyo y por otra parte pueda entrar a una más bella morada y que reciba grandes premios en el reino de los cielos.


La escritura de hoy dice que “el amor es paciente”. Esto significa que esta clase de persona tiene amor espiritual tanto como tenga bondad.

¿Qué clase de corazón es un corazón bondadoso? Ser bondadoso se refiere aquí al corazón que acepta a todos y muchas personas pueden encontrar reposo.

Un diccionario define el hecho de ser bondadoso como alguien que está lleno de bondad y de genio apacible. Hágase mentalmente una figura del algodón para que pueda entender lo que es el corazón bondadoso. El algodón no se retira o se aparta sino que abraza o envuelve todo lo que toca.

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Así como el algodón, la persona bondadosa tiene un corazón gentil y caluroso que puede abrazar a cualquiera. Entonces, es un tipo de corazón que se parece a una sombra en donde muchas personas pueden permanecer y reposarse. Supongamos que Ud. camina en una calle en donde no hay sombra alguna en un día de verano con un calor abrazador. No parece que se va a mejorar. Pero Ud. descubre a lo largo un árbol alto cuyas hojas son de un verde oscuro. Mismo a lo lejos parece ofrecer una sombra fresca por debajo. ¡Si Ud. se oculta bajo el árbol y escapa del calor sofocante de la luz del sol, cuán fresco y feliz podrá estar! El corazón de la persona bondadosa es como esa sombra fresca del árbol. Del mismo modo, muchas personas desean encontrar confort y reposo en esa persona.

Amados hermanos y hermanas en Cristo, les he pedido cuidadosamente que se den cuenta de que la bondad, que es, la bondad espiritual que el Señor quiere que posean, es totalmente diferente a aquella que pertenece al mundo. En el mundo, cuando un hombre es gentil y manso y no se enoja con nadie que lo moleste y que no insiste en sus propias opiniones, se dice de que es una persona bondadosa. Pero no importa cuán suave y manso sea, si esa bondad no es reconocida por Dios, no podrá ser considerado como realmente manso. Entre los que pueden verse como gentiles y buenos en el mundo, hay algunos que obedecen muy bien a los otros porque sus naturalezas son débiles y conservadoras. Hay otros que reprimen su cólera a pesar de que en sus mentes están enojados cuando otros les han hecho pasar por un mal momento. Algunos que tienen poca inteligencia siempre se ríen cuando otros les hablan duramente y los maldicen. Pero no podrán ser considerados como bondadosos. No es por el hecho de que estén aceptando y resistiendo a las personas malas que no van a tener maldad sino que tienen más amor en su corazón.

La bondad espiritual no es el producto de una naturaleza débil o de alguna deficiencia, sino es el resultado de la llenura del amor espiritual sin ningún mal. Con esta bondad espiritual Ud. no se pondrá en contra de alguien sino que lo soportará. También, Ud. soportará porque es sabio. Tiene que recordar que Ud. no podrá ser considerado bondadoso solamente porque Ud. entiende incondicionalmente y perdona a los demás y es gentil con toda la gente.

Debido a que aceptar a otros con bondad espiritual no es una aceptación carnal sino espiritual, entonces Ud. deberá también tener justicia, dignidad y autoridad para que pueda guiar e influenciar a otros. Entonces, una persona espiritualmente bondadosa no solamente es gentil, sino también es sabia e inteligente. Tal persona vive una vida ejemplar. La bondad espiritual no significa simplemente ser “gentil y manso” sino que implica mucho más.

Amados hermanos y hermanas en Cristo, permítanme explicarles acerca de la bondad espiritual con más detalles. La bondad espiritual es tener mansedumbre en el corazón como también un carácter virtuoso en el exterior. ¿Qué es lo que significa? Mismo si Ud. posee un corazón bondadoso que no tiene maldad sino solamente bondad, si Ud. tiene solamente gentileza interna, esa gentileza interna no podrá por sí sola hacer que Ud. acepte o tenga una influencia positiva sobre otros. Entonces, cuando Ud. posee no solamente bondad interior, sino también un carácter exterior virtuoso, su bondad podrá ser perfeccionada y podrá mostrar mayor poder. Si Ud. posee la virtud con un corazón manso, Ud. podrá ganar los corazones de muchas personas y realizar mucho más.

¿Qué es la virtud? Refiriéndonos al diccionario nuevamente encontramos los significados como: Eficacia de una cosa para conservar o restablecer la salud corporal. Fuerza, vigor o valor. Poder o potestad de obrar. Integridad de ánimo y bondad de vida. Disposición constante del alma

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para las acciones conformes a la ley moral. Acción virtuosa o recto modo de proceder. Estas definiciones también aplican al significado espiritual de la virtud. Una persona virtuosa tiene una mente vertical y es imparcial en sus caminos, de modo que actúa de acuerdo al deber propio del hombre. Es decir, podrá tener una influencia positiva en los demás que tienen buen carácter. Él no conquista a los demás por la fuerza física, sino que se gana a los demás mediante sus propias palabras y obras entendiendo al mismo tiempo las deficiencias de los demás y aceptándolos. En cualquier parte, él nunca está en contra de nadie. Puede tener la confianza de muchas personas y ser merecedor de sus favores y reconocimientos.

La virtud para la bondad espiritual puede ser comparada al usar una vestimenta. No importa que tan grande y guapo sea, si está desnudo, puede pasar una vergüenza. Del mismo modo, no importa cuán manso sea su corazón, si Ud. no posee virtud, el valor de su bondad interior no sería revelado sino que la luz de la bondad comenzaría a disminuir. Supongamos que el corazón de alguien es bastante manso y no hay odio en él y que está en paz con los demás. Pero cuando habla tiende a hablar muchas cosas que no son realmente necesarias. A pesar de que no habla maliciosamente, no parece ser precavido o de buenas maneras. En otras palabras, no puede ser considerado como virtuoso. No importa qué tan manso sea, su bondad no podrá salir a la luz apropiadamente. Otros lo verán como a alguien no fiable o poco confiable.

Algunos otros podrán ser bien humildes y gentiles al punto de no tener malos sentimientos contra nadie ni tampoco murmuran ni causan daño a otros. Pero, ellos no muestran las obras como el apoyar y ayudar activamente a otros como poner a otros en consideración en forma delicada. Como resultado, ellos tienen dificultad en aceptar a las personas. Igualmente, la virtud consiste en ser bondadoso interiormente y también tener las palabras apropiadas y las obras en el exterior, de manera que pueda guiar y dirigir a otras personas.

A través de la historia, un país pudo llegar a ser próspero o ser sacudido dependiendo de la clase de rey o líder que lo gobernó. Para que un país pueda crecer y ser próspero, su rey o líder tiene que ser cuidadoso y sabio al controlar a sus subordinados. Algunos reyes tenían un corazón manso pero fallaron en ganarse el corazón de sus subordinados y fallaron de hacer al país próspero debido a la falta de virtud. Otros no solamente fueron mansos de corazón sino también fueron virtuosos de modo que tuvieron éxito ganando los corazones de la gente y llevando al país hacia la prosperidad. Además, el país vino a ser próspero y la gente vivió en paz. ¿Qué clases de líderes portaron buen fruto? ¡Los últimos por supuesto!

Esta es la diferencia entre una persona que tiene virtud con bondad y otra persona que no la tiene. Nuestro Señor Jesús fue el más bondadoso de todos. Él fue manso en todo. Como dice en Mateo 12:20. “La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará,Hasta que saque a victoria el juicio.” Su misericordia, compasión, amor y perdón por las almas fueron abundantes. Jesús también reveló la dignidad santa en Sus palabras, obras y personalidad como dice en Mateo 12:19 “No contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en las calles su voz.”

El Diccionario de la Real Academia Española se refiere a la dignidad como: Gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse. ¿Si Jesús hubiese sido manso pero le hubiese gustado decir y escuchar historias graciosas o hubiese sido indecente en sus vestimentas o su manera de caminar, lo podría haber seguido bastante gente? Ellos no lo hubiesen seguido. Mismo sus

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discípulos no hubiesen podido tener plena confianza en Él. Pero en realidad Jesús no fue así. Siempre que Él enseñaba la palabra de Dios, Su palabra era confirmada con el poder y la autoridad de Dios. Lucas 4:31-32 dice, “Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo. Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad.” Jesús no sólo enseñó la palabra de Dios sino que también la cumplió en su totalidad. Él no tenía ninguna forma de maldad, de modo que Él testificó de la palabra de Dios de una manera santa y perfecta sin ningún error externo o defecto. Es por eso que Su predicación fue acompañada con autoridad y muchas multitudes lo siguieron. Él fue totalmente diferente de los sacerdotes, escribas y fariseos que aparentaban ser piadosos exteriormente y que enseñaban a la gente en las sinagogas. Esta fue la razón principal por la cual la gente confiaba en Jesús. Algunas veces Jesús les reprochaba de sus pecados de modo imponente. Juan 2:14-15 dice, “y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas.” Jesús nunca aceptó la venta de cosas en el Santo Templo de Dios.

En el capitulo 16 de Mateo, Jesús dijo de antemano a sus discípulos que iba a ser crucificado. Pero Pedro le dijo a Jesús: “Que de ninguna manera te acontezca”. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: “¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.” No piensen que con este intercambio Jesús tenía un mal genio. Jesús nunca se comprometía con ningún tipo de falsedad o injusticia que estén en contra de la voluntad de Dios, y lo hizo en el templo de Dios para despertar a la gente para que vea la voluntad de Dios. Nuestro Señor Jesús es puro, perfecto y santo sin ninguna forma de odio o malos sentimientos. Su corazón está solamente lleno de amor, misericordia y bondad. ¿Cómo podemos medir su amor?

Romanos 5:8 dice: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Mediante la obra de ofrecer Su vida, podemos percibirlos y creerlo con certeza.

Jesús abundaba en amor infalible y misericordia interna y nunca se comprometía con ninguna clase de injusticia, más bien mostraba acciones perfectas. Con el amor y la virtud podría abrazar y controlar todas las almas. Esta es la razón por la cual Él reveló sorprendentes obras de Dios a muchas almas y les predicó el evangelio de los cielos, de modo que pudo guiarlos hacia el camino de la salvación.

Hermanos y hermanas, ahora veamos sobre la relación entre el amor y la justicia. El conocimiento sobre la relación entre el amor y la justicia les ayudará a entender la bondad espiritual.

Muchas personas piensan que amar es entender, perdonar y cubrir las transgresiones de otros y ser amable y gentil. Sin embargo, el verdadero amor es no aceptar las injusticias como lo declara en 1 Corintios 13:6 “(el amor) no se goza de la injusticia.” Por esta razón, nuestro Padre Dios quien es Amor en sí mismo algunas veces nos da amor infalible y misericordia pero algunas veces juzga estrictamente a los pecadores por sus pecados.

Números 14:18 dice: “Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos”. ¿Si nuestro Dios

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estuviese simplemente perdonando y aceptando a las almas que han cometido pecados serios, sería eso verdadero amor? Si unos padres aman a su hijo, cuando el niño se aparta del buen camino, algunas veces lo riñen y lo azotan. Cuando, Dios, el padre de nuestros espíritus, le permite pagar la penalidad por sus pecados, este es el gran amor de Dios que lo conduce a la vida. ¿Si nuestro Dios condujese a la salvación aquellos que hacen lo mejor para vivir según la palabra de Dios y los otros que profesan su fe y repiten pecados serios, cómo podemos decir que Dios es bueno? Si nuestro Dios violase la ley del mundo espiritual, el cultivo verdadero de los seres humanos no podría llevarse a cabo y el enemigo el diablo y Satanás traerían acusaciones.

Nuestro Padre Dios creó los cielos y la tierra y todo lo que hay, pero ha estado gobernando todo de acuerdo a lo establecido por la ley. Dios es un Dios de justicia. Hasta este momento, para poder hacer todo de acuerdo a la justicia y cumplir la voluntad de Dios, yo tengo que orar y ayunar bastante y algunas veces tengo que vencer grandes dificultades. Para recibir y revelar el extraordinario poder de Dios, yo tengo que mostrar una fe que esté al alcance de un gran hombre de Dios. Siempre que muestro las evidencias de mi fe, Dios añade más poder a mí. Es lo mismo cuando oro por ustedes con el poder de Dios.

Deseo que todos ustedes que están enfermos sean sanados y que todos puedan recibir bendiciones, pero la voluntad de Dios hacia mí es que me mantenga allí y ore por ustedes de acuerdo a la justicia. Si la justicia no es tomada en cuenta y todos reciben la sanidad y bendiciones incondicionalmente, algunos de ustedes tendrán dificultad para ganar la salvación porque el problema con su espíritu aun no se ha resuelto.

En cuanto a la relación con nuestro Padre Dios, si Ud. experimenta Su amor buscando con muchas ganas a Dios y mostrando las pruebas de su fe, la relación es totalmente diferente que experimentarla indirectamente mediante otros. Además, el amor se perfecciona en la justicia, de modo que la justicia y el amor se respaldan mutuamente.

Esto es lo mismo con la bondad, una de las características del amor. Cuando Ud. no solamente abunda en amor y misericordia actuando con un corazón humilde y bueno, sino que también posee virtud por la cual Ud. puede conducir a las personas por el buen camino, su bondad se perfecciona y puede compartir amor verdadero. En otras palabras, Ud. puede guiar a muchas personas hacia el camino de la salvación y vida verdadera y darles verdadero reposo. ¿Hay alguno de entre ustedes que piensa que no es fácil ser una persona bondadosa? Por supuesto, Ud. no podrá ser una persona bondadosa en un día. Una persona de buen corazón es reconocida por su bondad por Dios Padre. Para poder ser considerado de buen corazón, primeramente debe cumplir con la santificación del corazón. Luego tiene que poseer virtud. En la próxima sesión les explicaré lo que deben de hacer específicamente para llevar a cabo un buen corazón verdadero y les daré un par de ejemplos.

Amados hermanos y hermanas en Cristo. En las fábulas de Esopo (fabulista) ¿han escuchado la historia sobre el concurso entre el sol y el viento? Un día el sol y el viento hicieron una apuesta entre ellos para ver cuál de ellos podrían hacer que un hombre se quite el abrigo. El viento intentó primero y triunfantemente se hinchó y envió un fuerte viento que podía hacer caer un árbol . Pero el hombre se abotonó y se envolvió en su abrigo más fuertemente. Segundo, el sol solamente sonrió y dio su cálida luz solar y el hombre se quitó el abrigo. Creo que habrá escuchado esta historia una o

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dos veces. Esta historia nos da una importante lección. El viento trató de sacarle el abrigo al hombre por sus propios medios, mientras que el sol dejó que el hombre se saque el abrigo. La bondad es como el sol.

La bondad espiritual es el poder de mover el corazón de alguien con bondad y amor y ganar su corazón sin ninguna fuerza ni amenazas. Si Ud. posee esta bondad, Ud. tendrá un poder que será más grande que cualquier cosa en el mundo, incluyendo las riquezas, honor y poder. Podrá también guiar numerosas almas a la salvación con este poder y bondad.

Les dije que la bondad espiritual es suave como el algodón y es el sitio escondido para encontrar el reposo como en la sombra de un árbol. También les expliqué lo que significa cuando se dice que la bondad espiritual es la “bondad interna” y la “virtud exterior”.

Oro en el nombre del Señor que puedan guardar este mensaje y también el de la próxima sesión en su corazón, realizar la bondad en usted, experimentar el poder de la bondad y el amor y glorifiquen a Dios. Amén.

Amor espiritual (3)

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1 Corintios 13:4



Esta es la tercera sesión de la serie de sermones titulada como “El Amor Espiritual”. Hoy les expondré sobre la bondad espiritual para continuar con la sesión anterior.

Cuando alguien mira que una persona cuyo corazón es amplio y manso, la gente dice que tiene un corazón tan grande como el océano. La mayor parte del agua que fluye sobre la tierra va corriendo hacia abajo a través de las colinas de las montanas y valles bajo forma de arroyos y ríos que entran al mar. El mar no solamente recibe el agua que fluye hacia él, sino también todo lo que está incluido en el agua. Algunas veces el agua limpia entra al mar pero algunas otras veces el agua que se junta con el mar incluye los desperdicios de las ciudades que han sido destruidas por las inundaciones o el agua servida que se derrama de las factorías. El mar recibe todas estas cosas y las conserva calmadamente. Además, el agua limpia y purifica muchas cosas sucias. Debido a que el mar conserva todo y lo purifica, la gente dice que el mar contiene la vida de la tierra.

Si cada uno cumpliría con tener un corazón amplio y bondadoso como un océano, ustedes podrían contener y guiar hacia la santificación cualquier alma que está llena con toda clase de pecados y oscuridad, de modo que muchas podrían ser salvas y puestas en los brazos del Señor cuando vuelva otra vez.

Mediante este mensaje, deseo que todos ustedes sean llenos con la gracia e inspiración del Padre y realicen un corazón bondadoso que es amplio y enorme como un océano. Por lo tanto, como dice Mateo 5:5 “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.” Que cada uno de ustedes reciba por herencia una tierra enorme en el Reino de los Cielos, oro en el nombre de Jesucristo.

Amados hermanos y hermanas en Cristo,

En la ultima sesión les expliqué sobre la bondad como uno de los conceptos del amor. Con un corazón bondadoso usted puede estrechar entre sus brazos a cada uno y mucha gente podrá reposar en su corazón. En otras palabras, este tipo de corazón es como los copos de algodón o la refrescante sombra de un árbol. Tiene que recordar que aquel que es muy inocente y humilde y que simplemente se ríe en cualquier circunstancia no es del tipo espiritual. Cuando su corazón no tiene más maldad sino que está lleno del amor espiritual, Ud. podrá pacientemente esperar y perdonar al otro, no importa qué tipo de problemas le haya causado. Esta es la verdadera bondad.

En una explicación más detallada, les dije que la bondad espiritual se refiere al estado de la mezcla de la bondad interior y la virtud externa. No importa cuán bondadoso Ud. pueda ser por dentro, si Ud. no es virtuoso, su bondad no podrá brillar sino que al contrario, la luz de su bondad

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mermará. Si Ud. realiza la virtud, podrá ganar los corazones de mucha gente y realizar grandes obras. Entre la bondad interior y la virtud exterior, les explicaré qué hacer para realizar la bondad interior.


Para poder realizar la bondad, primeramente, Ud. tiene que desechar toda maldad del corazón y llegar a santificarse. Le dije que un corazón bondadoso es como el algodón. ¿A qué se parece el algodón? El algodón no es algo sólido sino suave. No insiste en conservar su forma original. Es agradable y calientito. Cuando una piedra le cae encima, el algodón no hace ningún ruido sino que lo abraza confortablemente a la piedra. Del mismo modo, una persona bondadosa no grita ante cualquiera que quiera pelear con ella sino que lo acepta y se adapta a él como el algodón.

Si Ud. tiene un corazón enojado con odio, celos, envidia o un corazón duro que es como arbitrario y que nunca cede a sus ideales, es difícil que Ud. pueda amoldarse al otro como el algodón. Si la piedra cae sobre otra piedra sólida o sobre otro metal, hace ruidos o rebota. Del mismo modo, su yo (carnal) está aún vivo, Ud. haría bulla y causaría otros problemas no importa cuán pequeña sea la molestia causada por el otro. Ud. también se quejará, maldecirá y mostrará malos sentimientos. En cuanto a las personas que tienen algunas transgresiones, defectos o fallas, Ud. no tratará de ocultarlas o entenderlas sino que se va a poner a juzgar, condenar, chismosear en contra de ellas y finalmente las difamará. ¿A qué se parece esta mente? Este corazón es ilustrado como un pequeño vaso que es muy chico para que pueda contener algo. Si Ud. trata de poner algo en un vaso pequeño, se derramaría por el borde como el corazón de una persona mezquina.

Para ya no poseer esta clase de corazón tiene que desechar todos los atributos del hombre mezquino. Cuando Ud. los ha desechado completamente, Ud. puede adaptarse a toda clase de almas. La santificación y no tener maldad en el corazón es la condición fundamental de la bondad. La razón es porque cuando no hay maldad Ud. puede querer a otros en su corazón y los podrá ver mediante la bondad y el amor. Un hombre con corazón bondadoso mira a los demás y los espera con un corazón de compasión y misericordia. Si Ud. tiene maldad y falta de amor en el corazón, Ud. mirará a los otros con juicio y condenación. Más aún, Ud. pagará el mal con el mal.

Pero nuestro Dios Padre es más bondadoso que ninguna otra persona. ¿A qué se parece su corazón? Jeremías 29:11 dice: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Esta palabra fue dada a Israel cuando el reino de Judea no estaba viviendo por la palabra de Dios, cometía pecados graves y fue destruido por Babilonia y el pueblo de Israel fue llevado en cautiverio. El corazón de Dios Padre quiere darles a Sus hijos vida, paz y esperanza a pesar de que viven en pecado. Él gobierna sobre todo con justicia, pero el corazón original de nuestro Dios Padre es amor.


A través de los pasajes del Salmo 103:8-14, deseo que sientan el corazón y el amor de Dios Padre hacia Sus hijos, como seres humanos.

Estos pasajes se leen como siguen:

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8 Misericordioso y clemente es Jehová;Lento para la ira, y grande en misericordia.

9 No contenderá para siempre,Ni para siempre guardará el enojo.

10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.

11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

12 Cuanto está lejos el oriente del occidente,Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.13 Como el padre se compadece de los hijos,

Se compadece Jehová de los que le temen.14 Porque él conoce nuestra condición;

Se acuerda de que somos polvo.

Nuestro Dios Padre nos ama tanto. Es porque Él piensa que usamos la carne que ha sido formada del polvo, por eso Él nos entiende profundamente y espera pacientemente. Si Ud. se despoja de toda clase de maldad y llega a la santificación, Ud. podrá entender el corazón de nuestro Dios Padre y parecerse a Su corazón, de modo que podrá mirar a todos con Su vista. Entonces, ya no tendrá más deseo de juzgar ni condenar a otros en su corazón, sino que de lo contrario, tratará de entender a los demás y vivirá en amor y bondad y seguirá las opiniones de los demás. Luego, cualquiera que venga con maldades recibirá el calor y confort de parte suya como el algodón, de modo que cualquier corazón frío se pueda derretir.

La santificación es lo más importante para los líderes de la iglesia que enseñan a muchas almas. Si la mínima maldad incluyendo la justicia propia y los marcos de referencia quedan, los pensamientos carnales lo pueden seguir y no podrá discernir las condiciones de las almas. Ud. no podrá ser capaz de guiar las almas hacia pastos verdes y aguas de reposo como nuestro buen Pastor el Señor. Esto es porque ha fallado en discernir en forma exacta la voluntad de Dios Padre. En su lugar Ud. guía a las almas por el camino de la justicia de acuerdo a sus propios pensamientos. Es solamente cuando Ud. está completamente santificado y no tiene ninguna maldad que podrá ser guiado por el Espíritu Santo y a su vez podrá guiar a las almas de la mejor manera discerniendo en forma precisa sus condiciones en un 100%.


La razón por la cual Ud. se tiene que despojar de toda forma de maldad en el corazón y llegar a ser santificado para realizar corazones bondadosos es porque puede ser considerado realmente bondadoso por nuestro Dios Padre y esto es solamente cuando no posee maldad en su corazón. Es muy importante para su obediencia el ser reconocido por Dios Padre. Cuando Ud. no está todavía perfecto, Ud. se formará patrones de pensamiento de la verdad con los mensajes predicados pensando que uno o el otro son los estándares de la bondad. Permítame hablarle sobre el capitulo 12 de Números. Este capitulo le ayuda a entender que el estándar humano de la mansedumbre es diferente al estándar divino. En este capítulo el hermano de Moisés, Aarón y su hermana Miriam tuvieron objeciones porque sus obras no estaban de acuerdo con sus propios pensamientos. Números

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12:2 dice: “Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová”. Aarón y Miriam dijeron que no sólo Moisés, sino que ellos también habían recibido el amor de Dios de modo que era apropiado para ellos de tener objeciones en cuanto a Moisés. ¿Qué es lo que Dios dijo después que los escuchó? En el versículo 8, Dios se enojó con Aarón y Miriam diciendo: “Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?”. Miriam fue afectada con la lepra. Aarón y Miriam pensaron que habían recibido amor de Dios. Aarón fue nombrado para que profetice para Moisés por Dios mismo y Miriam también era llamada profetisa. Entonces ambos tenían arbitrariedad. Pero debido a que no habían llegado a la santificación completa y tenían maldad en el corazón, su arbitrariedad podría haber sido provocada y cometieron un pecado serio al juzgar a Moisés, un hombre de Dios. Dios no los consideró como justos. Mismo si Moisés se viese equivocado ante la vista humana, Moisés no estaba equivocado ante los ojos de Dios quien ve el corazón de cada individuo. Esta es la razón por la cual Dios no aceptó a Aarón y Miriam cuando condenaron y difamaron lo que Moisés había hecho.

¿Cómo era Moisés? Tal como dice en Números 12:3, “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.” Moisés era considerado por Dios el más manso de todos sobre la faz de la tierra. Moisés se parecía a Dios bastante y abundaba en misericordia y compasión, es decir en amor espiritual. Entonces, cuando Miriam se vio afectada por la lepra por haber condenado a Moisés, él clamó a Dios y oró fervientemente para que Dios la pueda sanar. Si Ud. medita en el proceso por el cual los israelitas caminaron fuera de Egipto y marcharon hacia la tierra de Canaán, Ud. podrá entender por qué Dios había reivindicado a Moisés y sentir la mansedumbre de Moisés.

Luego del éxodo de Egipto, los israelitas continuaron a desobedecer la voluntad de Dios y pecaron. Cuando se encontraban con pequeños problemas, ellos se quejaban de Moisés, un hombre de Dios, lo cual significa que murmuraron contra Dios.

Dios los rescató del sufrimiento de la esclavitud en Egipto por medio de Moisés. Pero cuando el ejército de Egipto los perseguía, ellos dijeron a Moisés, “¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?”(Éxodo 14:14) Mientras tanto el Mar Rojo se partió en dos por la oración ferviente de Moisés y el pueblo cruzó a salvo y alabaron a Dios cuando vieron a los egipcios que habían sido muertos porque se ahogaron. Pero su gratitud pasó y ellos se quejaron frecuentemente contra Moisés y murmuraron en contra de Dios por no tener alimentos ni agua. Ellos trataron mismo de apedrear a Moisés. No importan cuántas maravillas y señales Dios les mostraba, el pueblo de Israel cambiaba de parecer y se ponía en contra de Moisés mientras que el amor de Moisés hacia ellos ni siquiera se había movido. A cada momento Moisés los aceptaba con misericordia y amor infalible y trataba lo mejor para guiar al pueblo a la tierra de Canaán mediante las oraciones a Dios.

En el capítulo 23 de Éxodo Ud. puede encontrar cuán sobresaliente era la bondad de Moisés y le dice lo que es la verdadera bondad.

Moisés había escalado el Monte Sinaí para recibir los Mandamientos de Dios, pero como se demoraba en regresar, los israelitas hicieron un ídolo con la imagen de un becerro, lo adoraron, comieron, bebieron y danzaron. Dios le dijo a Moisés que los destruiría. En Éxodo 32:32, Moisés oró

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fervientemente por ellos diciendo: “que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito.” “Tu libro” aquí se refiere al libro en donde se encuentran registrados los nombres de los hijos de Dios que son salvos. La frase “ráeme ahora de tu libro” indica que Moisés estaba listo para ir al infierno a menos que Dios los perdone. Moisés tenía el deseo de salvar al pueblo de Israel substituyendo su vida por ellos. ¡Cuánto pudo haber sido tocado el corazón de Dios Padre al haber aceptado la oración de Moisés! La confesión de Moisés fue absolutamente veraz. El corazón de Moisés llegó a ser como el de Dios Padre que no quiere que ni una sola alma sea destruida y lo confesó incluso. ¿Pueden sentir el corazón de Moisés? ¿O no puede entender su corazón cuando dice que no le importaría ir al infierno en lugar de toda la gente que a menudo comete pecados? ¿Hay algunos de ustedes que hayan sentido desánimo en su corazón? No deben desilusionarse de ninguna manera. Pero, en un sentido común, este Moisés no es el que posee ese corazón bondadoso en el comienzo. Moisés era un hebreo, un descendiente de Israel, estaba calificado en muchos aspectos porque fue criado como el hijo de una princesa de Egipto. Él tenía una preciosa posición como príncipe, había adquirido bastante conocimiento y disfrutaba de riquezas y honores. No le faltaba nada materialmente. De modo, parece que en su interior había un yo (que incluye la justicia propia y el orgullo propio). Debido a la justicia propia, un día peleó a muerte con un egipcio que estaba maltratando cruelmente a un hebreo. Debido a este incidente Moisés escapó sin nada hacia el desierto de Madian.

En Madian Moisés vino a vivir la vida de un pastor de ovejas, cuidando el rebaño con la ayuda de un sacerdote madianita. Ya no era más el príncipe, tampoco tenía honores ni fortuna, ni necesitaba un gran conocimiento. Mientras estaba viviendo una vida de pastor en lugar que la de un príncipe de Egipto, él sintió y pensó en el amor de Dios y la vida humana, de modo que se humilló a sí mismo y vino a ser bastante humilde.

Dios no llamó a Moisés, el príncipe de Egipto, como líder de Israel, sino a Moisés el pastor, quien se humilló a sí mismo hasta que se vació por completo de su ego carnal ante Dios. Su justicia propia, su orgullo propio y sus patrones de pensamiento se mantuvieron en él. ¿Cómo había podido resistir y dirigir a la gente que lo insultaba y se ponía en contra de él en el desierto por 40 años? Moisés no tenía su “yo” en el corazón, de modo que, mismo el haber sido reconocido por Dios, él trató de humillarse ante Dios todo el tiempo.

Él era el líder de más de un millón de personas pero nunca presumió de sí mismo ante ellos ni tampoco los obligó a hacer nada. Debido a que Moisés vino a ser completamente humilde y había desechado toda la maldad del corazón mediante las pruebas, él pudo dirigir a los israelitas cuyos hombres jóvenes eran más de 600 000, fuera de Egipto hacia la tierra de Canaán.

La lección más importante para poder realizar esta clase de corazón es que tiene que humillarse ante Dios y cultivar un corazón con bondad y amor mediante las pruebas que se presenten. Lo más humilde y vacío se hizo mediante las pruebas, mucho mayor era el amor de Dios que descendía sobre él y podía parecerse más a Dios.

La medida de la bondad es diferente dependiendo de cuán humilde sea ante los ojos de Dios. Por lo tanto, espero que ninguno de ustedes piense como Aarón y Miriam diciendo: “¡He cultivado bastante mi corazón con la verdad!” O sentirse satisfecho diciendo: “¡Yo he sido reconocido por la gente hasta esta medida!” Por tanto, que cada uno de ustedes se despoje de toda forma de maldad,

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que llegue a ser completamente santificado y realice la verdadera bondad que es aceptada por Dios, oro en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo.

Les he dicho que para realizar la bondad espiritual ustedes no solamente tienen que santificarse desechando toda clase de maldad sino también realizar la virtud. Así como un hombre luce mejor cuando se pone bonita ropa, su bondad podrá brillar con luces más brillantes de acuerdo a la medida de su virtud. La próxima vez les explicaré lo que se debe de hacer para poseer la virtud.


Al haber caminado la senda como siervo de Dios, he podido apreciar completamente la bondad del corazón de Moisés. Yo siempre he enseñado a muchas personas la palabra verdadera y he mostrado las obras del poder de Dios de modo que puedan creer en el Dios viviente, el infierno y el cielo. Pero cuando veo que algunos de ellos se oponen al reino de Dios y cometen pecados que conducen a la muerte, yo siento el corazón de Moisés.

Desde que he sido llamado como siervo de Dios y haber fundado esta iglesia yo siempre he mantenido un ferviente deseo de salvar más y más almas pagando incluso el precio de ir al infierno. La razón por la cual he sido capaz de guiar a muchas almas es debido al sorprendente e indescriptible amor de Dios. Cuando trataba lo mejor de vivir por la Palabra, por amor a Dios, Él me dio el deseo y un corazón ardiente para inclinar mismo mi vida hacia las almas mediante el verdadero amor y sin causar miedo o por la fuerza. Yo he vivido por las almas que para mí mismo, en cada momento con la determinación y confesión de que “si yo muriese, me muero”. Como resultado, Dios ha conducido muchas almas a marchar hacia adelante como sus hijos preciosos que merecen entrar a la Nueva Jerusalén. ¿Hacia quiénes Su amor se dirige? Su amor es para cada uno de Uds. ¿Qué clase de hijo será Ud. ante Dios Padre quien nos abraza y nos ama con un corazón tan amplio y enorme como un océano? Les insto a que puedan conducir muchas almas por el camino de la salvación en los últimos días y que se sienten cerca del trono de Dios como sus verdaderos hijos, oro en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Amor Espiritual (4)

1 Corintios 13:4

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Esta es la cuarta sesión de la serie de sermones de “Amor Espiritual”. Si alguien le hace una pregunta, “¿Qué clase de fruta es la manzana?” Usted lo explicaría en términos sobre los cuales tiene entendimiento y siente sobre la manzana diciendo que la manzana es un fruto con cáscara roja, amarilla o verde. Puede ser de dulce a acida al paladar y tiene carne crocante y blanquecina.

Ahora, si se le pregunta, ¿Qué es el amor? ¿Cuál sería su respuesta? A diferencia de la manzana, el amor no puede ser fácilmente explicado porque no es un objeto inanimado que pueda ser visto por nuestros ojos. Pero Ud. ha escuchado el mensaje titulado “El Amor Espiritual” y podrá ser capaz de dar una respuesta clara si alguien lo pregunta.

El mensaje titulado “El Amor Espiritual” habla claramente sobre lo que es el amor, y sobre el verdadero significado y concepto del amor. ¡Cuán grato sería que pueda realizar el verdadero amor en su corazón haciendo de este mensaje su pan espiritual!

La última sesión se titulaba “El Amor es Bondadoso” y les dije que para realizar la bondad tenían que despojar la maldad del corazón, demoler el ego en ustedes y llegar a santificarse. Solamente cuando se han despojado de toda forma de maldad, pueden mirar, perdonar y abrazar todas las almas con el corazón de Dios Padre. Solamente cuando han llegado a la santificación, podrán claramente escuchar la voz del Espíritu Santo y guiar a otras almas hacia verdes pastos y aguas de reposo. Además pueden ser considerados humildes y bondadosos por Dios solamente cuando han santificado sus corazones. No es completo el sólo haber realizado la bondad y llegar a ser santificado y no tener ninguna maldad en el corazón. Tienen que poseer la virtud expresada en el exterior también.

Hoy, les explicaré lo que se debe de hacer para poseer la virtud exterior. Les animo que guarden este mensaje en su corazón y realicen la bondad y virtud para que puedan avanzar como hijos amados de Dios. Que cada uno de ustedes puedan disfrutar una bendición eterna en el reino de los cielos en el futuro, como dice en el Salmo 37:11, “Pero los mansos heredarán la tierra,Y se recrearán con abundancia de paz.”


No importa cuán bueno sea Ud. interiormente, si no está bien vestido, Ud. será despreciado por otros. Mismo si Ud. es un miembro de la familia real, si Ud. no porta vestiduras reales, no será reconocido como de la realeza. Como dicho anteriormente, la virtud es lo mismo que estas vestimentas reales. Así como algunas vestimentas simbolizan las posiciones sociales, la virtud es la revelación de la bondad interior y el pasaje para ayudar a la bondad interior a trabajar exteriormente. Permítanme darles una ilustración. La mayor parte de las flores tienen colores hermosos y aromas dulces para atraer a los animales tales como las abejas y las mariposas para polinizar la flor. Si los colores de las flores no son llamativos ni sus aromas no son dulces, no importa cuánto néctar tengan,

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sería muy difícil para ellas atraer a las abejas o las mariposas. De la misma manera, a pesar de que tenga bondad sin maldad en su corazón y pueda voltear la mejilla izquierda cuando alguien le da una bofetada en la mejilla derecha, la bondad no podrá salir a la luz sin la virtud.

Por supuesto, mismo si sus palabras y sus obras parezcan tener virtud, si Ud. no ha realizado la bondad interiormente, es un problema mayor porque solamente está cubriendo las apariencias. No importa qué tan bien vestido se encuentre, si Ud. no es bueno interiormente, su impecable apariencia podría ser vana. Entonces, cuando Ud. no solamente está equipado con la bondad interior sino también con la virtud exterior, podrá ser considerado verdaderamente humilde y mostrar un verdadero valor.

Esta es una realidad en José. A pesar de que era hebreo, debido a que era tan virtuoso vino a ser el gobernador de Egipto secundando a Faraón. Egipto era uno de los países más fuertes de aquella época, de modo que el rey y el pueblo estaban muy orgullosos. José era un extraño para ellos, pero vino a ser el primer ministro. En este caso, si hubiese mostrado aunque sea una diminuta transgresión o error, no le hubiese podido ser fácil mantener ese cargo. José gobernó con éxito en Egipto bajo tales circunstancias difíciles, sin embargo el pueblo de Egipto obedecía lo que José les decía.

José era bastante manso, humilde e irreprochable en sus palabras y obras. También estaba lleno de sabiduría y dignidad merecedoras de un gobernador. Él tenía un gran poder al lado del rey pero tampoco trató de gobernar al pueblo con su poder ni arrogancia jactándose de sí mismo. Él no tenía malos sentimientos contra nadie y nunca quebrantó la paz con nadie. Él era estricto consigo mismo, pero era benevolente y generoso con los demás. Era tan virtuoso que era bien considerado por los otros por una sola palabra u obra. Esta es la razón por la cual el rey de Egipto y sus otros ministros no estaban alertas ni estaban celosos de él. Al contrario, ellos lo favorecían y confiaban en él. Cuando alguien actuaba con maldad en contra de José, él lo perdonaba y lo aceptaba con un corazón abierto. Además, su virtud impedía que José juzgase y condene a otros según su propio estándar a pesar de que era recto en sus palabras y obras porque tenía un corazón grande y abierto. Esta característica de José fue bien representada cuando sus hermanos, quienes lo habían vendido como esclavo en Egipto, vinieron para tomar alimentos. José tenía poder más que suficiente para hacer que sus hermanos paguen por sus transgresiones hacia él. Sin embargo, José no buscó revancha contra sus hermanos por los sufrimientos que había recibido, pero en su lugar, trató de darles la oportunidad de derribar el muro de pecado entre ellos mismos y Dios.

En lugar de disciplinarlos sin importarle, perdonándolos o abrazándolos incondicionalmente, él arregló todo para darles beneficios de acuerdo a la voluntad de Dios. Mediante sus esfuerzos, los hermanos se lamentaron y se arrepintieron de sus transgresiones. Pero tuvieron más temor cuando se dieron cuenta que el segundo gobernador en comando al Faraón en Egipto era José.

José no intimidó a sus hermanos preguntándoles por qué habían tratado de hacerle daño, a su hermano menor, tampoco los amenazó con pagar de vuelta sus transgresiones. En su lugar, él los reconfortó diciéndoles: “No se pongan tristes ni se enojen entre ustedes, debido a que me vendieron aquí, Dios me ha enviado ante ustedes para preservarles la vida.” José no solamente los perdonó de todo corazón sino que practicaba activamente la bondad midiendo el corazón de sus hermanos y reconfortándolos con palabras conmovedoras. En otras palabras, José llegó a santificarse por completo y no tenía ninguna maldad, quiere decir que no solamente poseía un corazón bondadoso

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para perdonar a sus enemigos, sino que también poseía la virtud externa capaz de moverlos con un buen corazón y obras. La veracidad del corazón de José está descrita en Génesis 47:12, “Y alimentaba José a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, con pan, según el número de los hijos”. José servía y honraba a sus hermanos y sus familias. La bondad de José estaba acompañada por la virtud no solamente con rescatar de las hambrunas severas a mucha gente dentro y fuera de Egipto, sino también el hacer todo lo posible para que el asombroso plan y la providencia de Dios se puedan cumplir.

La virtud que es expresada exteriormente junto con las obras activas de bondad en el corazón permite que muchas cosas sorprendentes sucedan. Por lo tanto, espero que anhelen realizar la verdadera bondad en donde se encuentra incrustado el asombroso poder, es decir la bondad acompañada por la virtud.

¿Qué es lo que tiene que hacer específicamente para poseer esta clase de virtud? Primeramente, tiene que desechar toda maldad y ser santificado. La bondad interior se realiza a través de la santificación del corazón. La virtud también se puede poseer cuando se despoja de la maldad y llega a ser santificado. En la sesión anterior les dije que la virtud es el carácter que se refiere al tener integridad y dignidad que hace que su corazón sea recto y le permita actuar de acuerdo a la justicia, deber y sentido de responsabilidad. También dije que si Ud. tiene virtud podrá discernir exactamente lo que es bueno y lo que es malo a través de un estándar justo y apropiado. Para poder realizar tal virtud, no debe de tener ninguna forma de maldad en el corazón. Hay algunos de ustedes que son capaces de mostrar obras virtuosas a través de su entrenamiento cultural, refinamiento y educación, o debido a que han nacido con una naturaleza de mente abierta, pero sin embargo no ha llegado a la santificación. Pero la verdadera virtud viene del corazón en el cual no hay maldad y por el cual Ud. sigue la bondad y la verdad. De lo contrario, Ud. va a formar patrones de pensamiento y justicia propia a su parecer a propósito de las acciones virtuosas y estará condenando y juzgando a los demás según sus patrones de pensamiento. De modo que tiene que ser santificado para poseer la virtud. Cuanto más Ud. llega a santificarse, podrá escuchar claramente la voz del Espíritu Santo y recibir Su guía concerniente a lo que es la acción virtuosa en cada circunstancia.

Para que pueda realizar las palabras y obras virtuosas, no es suficiente despojarse meramente de las grandes y gruesas raíces de maldad. En 1 Tesalonicenses 5:22 el Señor nos insta a “abstenernos de toda clase de maldad” y en Mateo 5:48. “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. Cuando Ud. ha desechado toda clase de maldad del corazón y también ha llegado a ser intachable en sus palabras, comportamiento y obras, Ud. podrá realizar la bondad en la cual mucha gente se pueda reposar. De modo que Ud. no debe de estar satisfecho cuando se ha despojado la maldad tal como el odio, envidia, celos, arrogancia y mal humor. Ud. debe de despojarse de las obras detalladas de la carne y realizar las obras de la verdad recibiendo la guía del Espíritu Santo mediante la palabra de Dios y oraciones fervientes.

¿Qué son las obras de la carne? Romanos 8:13 dice: “porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”. La carne aquí no se refiere al cuerpo físico. Tal como les he explicado anteriormente mediante los mensajes de “Espíritu, Alma y Cuerpo”, la carne, en el sentido espiritual se refiere al cuerpo del hombre luego que el

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espíritu, es decir, la verdad, sale de él. En otras palabras, se refiere a lo corruptible y el cuerpo físico que son manchados con falsedades. Y las obras de la carne se refieren a las obras que provienen de las falsedades y que han llenado a la humanidad que se ha convertido en carne.

Algunos de ustedes tienen la costumbre de intercambiar fácilmente palabras y bromas y se hablan mutuamente de una manera indigna, mientras que hay otros que siempre son cuidadosos en todo lo que Ud. dice y hablan con respeto a los demás. Hay una gran diferencia entre estas dos clases. Esta clase de palabras y comportamiento pueden manifestarse tanto como haya santificado su corazón, se haya despojado de la maldad y sirva y ame a los demás. En otras palabras, a medida que se santifique y se despoje de la maldad, podrá manifestar buenas palabras y obras.

Las obras de la carne pueden incluir no solamente los pecados evidentes sino también toda clase de obras incompletas. Por ejemplo, algunos de ustedes usan palabras de maldición o torpes a pesar de que no tiene ninguna mala intensión. Luego de haber aceptado al Señor, a pesar de que se han despojado de toda clase de maldad que estaba en el corazón, debido a los rastros de la carne que ha quedado en Ud., su personalidad que es más bien brusca que suave y dulce se muestra en su manera de hablar. Algunos de ustedes se ponen ropa que sigue la corriente del mundo y vestimenta inapropiada para la hora y lugar. Ud. no se preocupa acerca de la apariencia exterior de la ropa o se pone ropa como lo hacía en el mundo.

Estas cosas parecerían ser banales. Pero cuando Ud. está calificado en algunos aspectos detallados, Ud. podría ser merecedor para ser favorecido y confiado por gente alrededor suyo que diga: “¡Muy ordenado y elegante!”. Cuando hay otros que descubren algunos aspectos inapropiados de Ud. les diría que tiene algunas tendencias que no puede evitar o hace una excusa diciendo que no puede evitarlo porque es parte de su vida. Pero el proceso de la virtud se va incrementando hasta parecernos a la imagen de nuestro Dios y cumplamos las instrucciones del Señor como hijos de Dios. ¿Cuántas vidas de las personas Ud. podrá alcanzar si Ud. ha realizado el refinamiento y las instrucciones del Señor? Ud. sería capaz de mover a otros simplemente con una sola palabra. Efesios 6:4 dice, “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”. De alguna manera, cuando Ud. debe de reprender a alguien, Ud. no lo debe de hacer mirando con una actitud baja a esa persona, sino que debe hacerlo con una actitud de sabiduría y respeto. Además, un hombre con virtud es diferente en los aspectos pequeños y banales de modo que muchas personas quieran tomar reposo en él.

Estimados hermanos y hermanas en Cristo, para continuar, ustedes deben cultivar el carácter de sus corazones para poseer virtud. Esto viene de un corazón grande y amplio y mediante la compasión y el amor infalible. El carácter del corazón se refiere a la talla del corazón. De modo que cuanto mejor es el carácter de su corazón, cuanto más grande es la talla del corazón. Algunos de ustedes pueden hacer más de lo esperado de acuerdo al carácter de su corazón. Pero hay otros que hacen las cosas asignadas para ustedes o de algún modo menos que eso. Si tiene la misma capacidad de corazón, de acuerdo a la medida que lo use extensamente en cada situación, el carácter del corazón será diferente. Un hombre con virtud tiene un corazón que se caracteriza por ser grande y ancho, de modo que puede hacer lo que tiene que hacer. Filipenses 2:4 dice. “no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”. Entonces, Ud. no debe solamente mirar sus asuntos personales, sino también lo que concierne a los demás. Este carácter del corazón

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puede diferir de acuerdo a cuán amplio sea su corazón en todas las circunstancias, de modo que pueda cambiarlo mediante esfuerzos continuos. Si Ud. ha mirado solamente en forma impaciente por sus propios intereses, debe de orar detalladamente y cambiar su mente estrecha a una más amplia para que pueda considerar primeramente el beneficio y la situación de los demás. Por ejemplo, en un grupo misionero, hay muchos líderes de grupo y en los distritos hay muchos líderes de células y líderes de sub distritos. Algunos de ellos hacen solamente sus propias tareas asignadas para sus propias células, sub distritos y distritos. Por supuesto, se agradece que sean capaces de cumplir satisfactoriamente sus tareas encomendadas por Dios. Pero hay otros que no toman cuidado de sus grupos y células sino que sacan de sus misiones y distritos a los que pertenecen también. Algunas veces ellos dan muchas cosas a los demás y se sacrifican a ellos mismos en lugar de buscar para sus propios beneficios. Luego testifican diciendo que han recibido muchas bendiciones cuando los miembros del grupo han servido su misión con un solo sentir.

Hasta que no fue vendido como esclavo en Egipto, José fue traído como las flores que crecen en una casa verde. El no podía hacerse cargo de todos los asuntos de la casa o de medir los corazones de sus hermanos. Sin embargo, él cambió a través de las diversas pruebas luego que fue vendido como esclavo en Egipto. Cuando era esclavo o cuando le fue asignada la labor de hacerse cargo de todos los prisioneros, él cambió completamente humillándose a sí mismo y cumplió con sus deberes fielmente. Mediante esta experiencia, él pudo poseer un corazón que observa y administra cada rincón de la organización y aprender cómo observar el corazón de los demás. Dios Padre sabía todo lo que sucedería y estableció los fundamentos que debieron ser preparados para que pueda ser el gobernador de Egipto, siendo el segundo luego del faraón.

Si Ud. realiza un corazón con ese carácter junto con un corazón intachable, podrá gobernar y tomar en cuenta de una gran organización. Ud. podrá liderar a todos los miembros de la organización con sólo mirar el mínimo detalle y mostrar obras de bondad. Deseo que todos puedan cultivar este carácter amplio y ancho del corazón. ¡Oro en el nombre del Señor que cada uno de ustedes sea un gran vaso para que puedan beneficiar a muchas almas y alcance numerosas almas!

Estimados hermanos y hermanas en Cristo, ¿qué clase de bendiciones recibirá cuando haya llegado a realizar la mansedumbre perfecta al poseer la bondad interior y la virtud exterior? Como dice en Mateo 5:5, “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” y en Salmos 37:11, “Pero los mansos heredarán la tierra y se recrearán con abundancia de paz”. Ud. puede heredar la tierra. Heredar la tierra no significa que recibirá un terreno físico en esta tierra. La tierra simboliza aquí la morada en el reino de los cielos y heredar la tierra significa “disfrutar de gran poder en el cielo en el futuro”. Aquellos que tienen el poder en la tierra son acompañados por muchas personas. Del mismo modo, los mansos serán favorecidos y seguidos por otros en el cielo. Una persona mansa fortalece a otras almas con el corazón de Dios Padre y motiva sus corazones y los conduce a la salvación. Esta es razón por la cual cuanto más bondadoso sea, más almas reposarán en Ud. y serán guiadas por Ud. a la salvación. En consecuencia, una persona bondadosa podrá disfrutar de gran poder y heredará una tierra amplia y ancha como morada cuando llegue al cielo. Igualmente, aquel que tiene gran poder, riqueza y honor en la tierra es seguido por las autoridades y muchas personas. Pero si pierde todo lo que ha poseído, perderá la mayor parte de su autoridad y mucha gente que lo siguió lo dejará.

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Las autoridades espirituales que siguen a esa clase de persona son diferentes a las de este mundo. Ellos no desaparecen ni cambian. Es reconocido y favorecido por muchas personas, y tiene éxito en todo así como su espíritu prospera. Será amado grandemente de Dios Padre por siempre y para siempre y será respetado y elogiado por numerosas almas en el cielo.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, en Mateo 20:25-28, “Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Deseo que todos ustedes se humillen y se rebajen así mismos y posean un corazón mando en el que puedan abrazar y servir mismo a un niño pequeño. Les he explicado que la bondad espiritual es dada cuando posee un corazón bondadoso que no tiene ninguna maldad y virtudes sobre las cuales podrá abrazar y gobernar sobre otros. También he añadido que para realizar la bondad interior y la virtud tienen que llegar a la santificación despojándose de toda clase de maldad y ser perfecto en palabras y obras. También les he dicho que cuando poseen esta bondad pueden heredar una tierra amplia en el cielo. Esto quiere decir que recibirán mejores moradas y disfrutas de mayor autoridad. ¡Oro en el nombre del Señor que lleguen a ser hijos de Dios verdaderos y generosos y ser llamados “los grandes” en el reino de los cielos y permanecer cerca al trono de Dios! Amén.

Amor Espiritual (5)

1 Corintios 13:4

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Amados Hermanos y Hermanas en Cristo. Esta es la prédica número 5 de la serie "Amor Espiritual" En época de exámenes, vemos que algunos de nuestros estudiantes anotan las preguntas que no han podido responder para estudiarlas nuevamente. Ven por qué fallaron y memorizan las respuestas. De esta forma, es muy difícil que se vuelvan a equivocar en las mismas preguntas. Muchos dicen que este método es el más efectivo para mejorar, en corto tiempo, el nivel en las áreas de bajo rendimiento pedagógico. Pero. ¿Qué sucedería si se aplica esta misma técnica a su vida espiritual? Al oír el mensaje, podrá examinarse paso a paso y descubrir específicamente cada pensamiento y acción que esté en contra de la voluntad de Dios. Y así podrá concentrarse en cambiar esas actitudes y esa forma de conducta. Si presta atención a este mensaje sobre "El Amor Espiritual" le será de gran ayuda en su esfuerzo por cambiar. Y es porque esta prédica le dirá, clara y detalladamente, lo que está en contra del amor. Por ejemplo, se nos dice que el amor es sufrido, es benigno, y que si no somos pacientes ni bondadosos no tendremos amor espiritual. También, si somos celosos, orgullosos y arrogantes no podremos tener amor espiritual. Si examina sus acciones y sus palabras detenidamente y se despoja una a una de estas características negativas, podrá tener en corto tiempo amor espiritual. Como cita el pasaje: "El Amor no tiene envidia." En el momento en que echa fuera los celos, logrará alcanzar el amor espiritual. Espero que a través de este mensaje cada uno se examine a ver si tiene envidia. Y si es así, pueda librarse de toda forma de celos que encuentre en su corazón. Oro en el nombre del Señor Jesucristo para que lleguen a tener un corazón lleno de bondad y así puedan alegrarse más en la prosperidad de sus hermanos que en la suya propia. .

Hermanos: ¿Qué cosa entendemos por envidia o celos? La envidia se da cuando un sentimiento de celos, amargura e infelicidad crece de tal manera que lo lleva a accionar con maldad en contra de otra persona. Si ese sentimiento de envidia crece excesivamente, se manifestará a través de malas acciones. Si conoce a alguien que es más preparado, o que tiene una mejor posición económica y es más competente que usted; o si alguno de sus compañeros progresa y es querido por los demás, tal vez pueda pensar: "¿Por qué sólo a él le pasa esto?" “¡No soy nada!” Y quizás llegue a odiar a esa persona, y hasta desear quitarle todo lo que tiene. En otras palabras, se siente desalentado porque se compara a sí mismo con otros. Si se siente desanimado, reprochándose o no está gozoso, es porque su corazón no tiene amor ni hay verdad en él.

Pero como su ego o YO está vivo, se siente herido en su orgullo cuando se siente menos que otros. Porque ese EGO que permanece en usted, tiene necesidad de ser halagado, y hace que se sienta mal si otro es más elogiado que usted. Así crecen los celos, y luego se exteriorizan en palabras y acciones perversas.

Les voy a dar un ejemplo de celos. Mucha gente ha tenido celos de otros por obtener mayores privilegios, riquezas y poder. Las esposas y concubinas del rey sentían celos unas de otras cuando el rey favorecía a una de ellas. En su maldad, una concubina muy celosa maldijo a otra y la acusó falsamente de planear una conspiración haciendo que la ejecutaran. De la misma manera, muchos siervos fieles fueron tomados por rebeldes o maltratados sin razón por el rey, debido a la envidia de

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gente malvada. Unas veces eran atormentados, otros exiliados a lejanas islas o eran asesinados. Los celos han provocado mucho derramamiento de sangre incentivando repetidamente a la venganza. Estos horribles hechos han salido a luz cuando se ha provocado a esa naturaleza malvada y sucia. Y al final: ¿Qué ha pasado con esa gente que por celos ha llegado a cometer actos malvados? La Biblia nos dice que no podrán ir al reino de los cielos. A veces siente celos sólo en su mente como un deseo carnal, pero otras ese deseo se manifiesta en un acto de envidia. En ese momento se convierte en una obra de la carne. Gálatas 5:19-21 cita: "Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios."

Podemos dividir los celos en varias categorías:

Primero: Son los celos entre hombre y mujer. Ese tipo de celos se presenta cuando uno de los dos desea recibir más amor y respeto que el otro. Por ejemplo, las dos esposas de Jacob, Lea y Raquel, sentían celos la una de la otra por el amor de su esposo. Jacob se casó, sin desearlo, con Lea engañado por su tío Labán, y luego se casó con la hermana menor después de 14 años de estar al servicio de su tío. Jacob amaba más a Raquel que a su hermana Lea, pero Raquel era estéril y no podía tener hijos en tanto que Lea ya había dado a luz 4 hijos. Después, Raquel sintió celos de Lea. Es decir, sintió celos de su hermana mayor. Génesis 30:1 dice, "Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero." Hermanos: Qué podía hacer Jacob. Aun cuando habían intentado tener hijos, Raquel no salía embarazada. ¿Por qué le dice entonces a Jacob?: "Dame hijos, o si no, me muero." Por su boca sacó la maldad de sus celos e hirió el corazón de su esposo. Y constantemente mortificaba a su hermana Lea también. Ambas le dieron a Jacob a sus esclavas como concubinas para ganarse su amor. Y eso que ambas eran hermanas. Se imaginan. Si hubieran tenido sólo un poco más de amor en su corazón, se habrían alegrado si el esposo prefería a la otra hermana. Los celos que ocurren entre las esposas y las concubinas de un rey pertenecen a la clase del mal de celos.

Segundo: Los celos que nacen cuando la situación de otra persona es mejor que la de uno. Es decir, podrá sentir celos si alguien es más adinerado, más preparado y más competente o más respetado y amado que usted. Algunos sienten celos si otro tiene un físico mejor que el suyo. Los celos son diferentes de acuerdo a la escala de valores de cada uno. La mayoría siente celos cuando alguien se destaca más que otro, sea en el colegio, trabajo, u hogar. Quizá sienta odio e incluso impida o interfiera si un colega progresa y prospera más que usted.

Por ejemplo, en el trabajo algunos informan las fallas y equivocaciones de otros porque quieren ser ascendidos y hacen que injustamente los jefes los pongan bajo observación. Y eso tampoco es nada raro entre jóvenes estudiantes. Algunos fastidian a los que obtienen buenas calificaciones en el colegio y hacen que los demás los aíslen. En casa, algunos calumnian y discuten con sus hermanos para ganarse el respeto de sus padres y así heredar más propiedades que los otros.Algunos niños sienten celos de sus hermanos o hermanas porque quieren ser los preferidos.El primer hombre, Adán, y su esposa Eva, engendraron a Caín y Abel. La pregunta es: ¿Por qué Caín mató a su hermano Abel? Fue por celos. Celos perversos. Caín y Abel ofrecieron sacrificios a Dios,

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pero Dios sólo aceptó la ofrenda de Abel porque sólo él la ofreció conforme a Su voluntad. Entonces, Caín sintió celos de su hermano. Finalmente lo mató porque no pudo sobreponerse a sus celos.

Hermanos: No sólo la gente del mundo siente celos. ¡Qué lamentable es que entre creyentes haya también este tipo de celos! Ahora bien. El tercer tipo de celos es el que se presenta entre hermanos en la fe. Alguno de ustedes siente celos de otro hermano o hermana que es más antigua que usted, o que tiene un mejor cargo o porque tiene mayor nivel espiritual, o una mayor fidelidad a Dios. Podrá incluso sentirse resentido y amargado con los demás aun cuando no le hayan hecho nada malo. Podrá sentir celos de alguien que tiene la misma edad, posición, y los mismos años en la fe; o de aquellos a quienes conoce muy bien. Podrá incluso sentir rencor y disgusto si otro -quien no parece ser mejor que usted en muchos aspectos- y progresa. Y si ese otro es uno de sus superiores, no le obedecerá sino más bien murmura de él. Y tratará de desacreditarlo. A veces los que no tienen tantos años como usted en la fe, o son más jóvenes en edad ocupan un cargo importante en la iglesia tal como cita Mateo 19:30, "Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros." Entonces podrá tener celos de esa persona.

Este es el caso del rey Saúl y David. Luego que David venció a Goliat, el campeón de los Filisteos, el rey Saúl lo nombró como su capitán porque David era muy sabio y hábil para cumplir con todo lo que se le encomendaba. Como narra 1 Samuel 18:7; un día, David y el rey Saúl regresaban de la batalla, y las mujeres salieron cantando y danzando; y decían: "Saúl mató a sus miles, y David a sus diez miles". Y los dos siguientes versículos citan: "Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: "A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David." A los ojos del rey Saúl, David era incluso más joven e inferior a él en muchos aspectos, pero parecía tener el favor del pueblo. Por eso, el rey Saúl sintió celos. Además, David no tenía ningún interés en lastimar a Saúl porque el rey era el ungido por Dios, y Saúl sabía esto. Por eso, Saúl trató de matar a David debido a esos terribles celos, pero finalmente, Dios abandono a Saúl y David llegó a ser el siguiente rey. Por otro lado, el hijo de Saúl, Jonathan, sabía que si David llegaba a ser rey, él no podría suceder en el trono a su padre. Por eso, Jonathan amó a David como a su propia vida. Su corazón para con David era completamente diferente al de Saúl.

Si puede entender y estimar a otro que tiene una posición mayor que la suya, quiere decir que no tiene celos ni envidia, sino que por el contrario está lleno de amor. En menos de un mes, nuestra iglesia tendrá la asamblea anual y cada misión elegirá su nuevo líder. En esta asamblea anual, cada uno podrá examinar con mucho cuidado su corazón y su actitud. Espero que puedan ver a los demás como superiores a sí mismos y se alegren por el líder que será elegido. El problema de los celos no sólo sucede en su vida espiritual, sino también entre hermanos y hermanas en la fe, entre pastores y miembros de la iglesia, e incluso entre las iglesias y las denominaciones. En algunas iglesias se forma una facción o grupo que se opone al ministerio del pastor. Cuando una iglesia experimenta un gran avivamiento y logra alcanzar muchas metas para el reino de Dios, algunas iglesias no se alegran, sino que murmuran contra ella, la critican y la condenan como herética. Moisés sacó de Egipto al pueblo de Israel, sin embargo fue blanco de sus celos. En el capítulo 12 de Números, Aarón y María sintieron celos de Moisés porque Dios era más propicio con él. Y en el capítulo 16 de Números, Coré, Datán y Abiram se rebelaron en contra de Moisés junto con 250 renombrados líderes escogidos de entre la congregación de Israel. Números 16:3 cita: "Y se juntaron contra Moisés y

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Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿Por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?" Moisés trató de hacerlos recapacitar, y entregó esta cuestión al juicio de Dios. Coré, Datán y Abiram y sus familias fueron al Seól, y el fuego que descendió de Dios consumió a los doscientos cincuenta hombres que estaban con ellos.

En Números 16:15 nos señala la escritura: "Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su ofrenda; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal." Moisés guió al pueblo de Israel con todo su corazón y sinceridad para que ni una sola alma tropezara. Dios Mismo llamó y designó a Moisés como líder de Israel. Los prodigios y señales que acompañaron a Moisés confirmaban que era recto y justo ante Dios. Pero murmuraron de Moisés diciendo: "¡Moisés se ha exaltado a sí mismo!" Y se opusieron al siervo ungido por Dios Mismo. Dios condenó severamente a los que habían tenido celos de Moisés e hizo que el pueblo de Israel entendiera lo grave de este pecado.

Los padres lamentan mucho cuando ven que sus hijos discuten y se pelea el uno con el otro. Hemos sido hechos a la imagen de Dios y llegamos a ser Sus hijos a través de la sangre derramada por nuestro Señor Jesucristo. Se imaginan lo triste que estará el corazón de nuestro Señor al ver que hermanos y hermanas en Cristo discuten y pelean entre sí, o al ver que algunas iglesias tienen celos de otras. Y como todos somos hermanos en Dios, los celos son considerados un grave pecado ante Dios. Por tanto, espero que puedan despojarse de cualquier forma de envidia, y los exhorto a que no sientan celos de ningún hermano en la fe, de ningún siervo de Dios ni de ninguna iglesia.

Amados hermanos: ¿Por qué algunos cristianos sienten celos de otros? Es porque tienen poca fe y no tienen amor. Si tuvieran la completa seguridad del hecho de ser hijos de Dios y de tener la ciudadanía celestial, apreciaría más a sus hermanos en Cristo que a los miembros de su familia terrenal. Y es porque todos ustedes sirven a un solo y mismo Padre y creen firmemente que vivirán por siempre en el reino de los cielos. A medida que el verdadero amor se arraigue en usted junto a una fe firme, podrá ser capaz de amar a sus hermanos en la fe como a sí mismo, y podrá alegrarse y deleitarse viendo la prosperidad y el éxito de otros. Pero si no tiene fe y no ama a Dios ni cree en el reino de los cielos, irá tras las cosas que ofrece el mundo: riquezas, poder y fama. Y lo más probable es que llegue a sentir celos de los demás. Pero si tiene verdadera fe y en verdad ama a Dios, no debería sentir celos de nadie por desear las cosas del mundo. Todo lo contrario, debería sentir pasión por la obra de Dios para alcanzar una mejor morada en el cielo. En otras palabras, debe anhelar las cosas espirituales. Esta sed espiritual es totalmente diferente a sentir celos. En realidad debe tener el deseo de ser transformado y llegar al nivel del espíritu y ser fiel al reino de Dios más que cualquier otra cosa. Pero no deberá de desviarse de la verdad ni hacer tropezar a otros debido a ese deseo.Por eso, no importa lo apasionado que sea por el Señor, deberá de considerar su entorno, buscar el beneficio de los demás y estar en paz con ellos.

Estimados Hermanos y en Cristo: Mucha gente siente celos de aquellos a quienes les va bien. Una pregunta: ¿Acaso por sentir celos podrá alcanzar lo que desea? DE NINGUNA MANERA. Por un momento parecerá que le puede ir mejor que a los otros cuando los presiona o los perjudica. Pero no importa lo que quiera conseguir, no podrá obtener todas las cosas que desea.Por eso, Santiago 4:2 señala: "Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis

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alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís." Tal como cita Job 4:8: "Como yo he visto, los que aran iniquidad Y siembran injuria, la siegan." (Usted va a cosechar tanto como haya sembrado) La maldad regresa a los que hacen maldad. Podrán ver que cuando hacen daño, su familia tendrá problemas y le sucederán accidentes inexplicables. O su trabajo o negocio atravesará por problemas. Tal como señala Proverbios 14:30: "El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos." La envidia no es buena, sólo hiere a los que tienen celos. Si realmente quiere progresar, no deberá sentir celos sino pedir a Dios quien está en control de todo, de la muerte y de la vida, del infortunio y la felicidad de la humanidad. Luego, podrá prosperar. Por supuesto, no digo que pueda obtener todo lo que pida. Como lo cita nuestro Señor en Santiago 4:3 "Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites." No podrá recibir aquello que pide para su propio beneficio porque esa no es la voluntad de Dios. No obstante, hoy en día, ¿Cuantos piden para satisfacer los deseos la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida? La mayoría pide riquezas, honor y poder sólo para su propio beneficio y para alardear frente a los demás. Debe recordar que todo lo que es del mundo desaparecerá como la neblina. Por eso 1 Juan 2:17 menciona: "El mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre." Y también Eclesiastés 12:8 que cita: "Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, ¡todo es vanidad!"

Por lo tanto, los exhorto de todo corazón a no tener celos ni a discutir con sus hermanos por los afanes de este mundo, sino más bien hacer todo lo posible para llegar a tener un corazón sincero ante Dios. Entonces, Dios le concederá las peticiones de su corazón y le recompensará con el eterno reino celestial. Oro en el nombre del Señor Jesucristo para que todos ustedes se amen y se respeten el uno al otro en el Señor; y busquen el reino de los cielos sabiendo que todos son hijos e hijas de Dios con la ciudadanía celestial.

Amados Hermanos en Cristo. ¿Cómo se sentiría si tuviera celos o envidia de alguien? Se sentiría apenado y cargado. Y, ¿Cómo se sentiría si les muestra su amor? Se sentirá contento y feliz por ello. ¿Cuál quisiera escoger? Estoy seguro que escogerá lo último; es decir, el corazón de amor. Esto requiere de un gran esfuerzo y paciencia para alcanzar el perfecto amor. Pero si lo logra, entonces habrá conseguido la llave para abrir cualquier puerta. Fue lo que sucedió cuando el rey Salomón pidió sabiduría a Dios y llegó a disfrutar de todo lo demás: Riquezas, honra y poder.Oro en el nombre del Señor Jesucristo, para que cada uno pueda tener esta clase de amor y así alcanzar mayores riquezas, sabiduría, y un espíritu más grande que ninguno otro en la tierra.

Amén.

Amor Espiritual (6)

1 Corintios 13:4

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Amados hermanos y hermanas en Cristo: Esta es la prédica número 6 de la serie "Amor Espiritual". Cuando uno ama a alguien constantemente está hablando de esa persona. A veces habla más de ella que de sí mismo. ¿Alguna vez le ha pasado esto hermanos? No le importa mucho si otros oyen o no lo que está diciendo. Sólo habla de esa persona con mucho afecto y cariño. Del mismo modo, si ama al Señor Jesucristo, siempre hablará de Él. Cuando recién acepta al Señor y recibe el Espíritu Santo, tiene un corazón que arde de amor por el Señor, y hablará de Él con todo aquel que encuentre y donde quiera que esté. Hablará con gozo y con pasión del Señor, quien lo ha salvado y le ha dado gracia y amor. Asimismo, al recibir el Espíritu Santo, con corazón contrito y humillado pudo reconocer: "Soy un pecador. Mi Señor murió por un vil pecador como yo". Si llega a tener el perfecto "Amor espiritual" en su corazón, jamás cambiará. Siempre se mostrará dichoso por tener al Señor Jesucristo y será humilde en todo aspecto de su vida. Por el contrario, si presume de sí mismo y se muestra arrogante, eso significa que no tiene amor espiritual. Muchos de ustedes han dado testimonio de la gracia que han recibido del Señor, han predicado el evangelio y hablan del Señor Jesucristo. Además, siguen amando al Señor con la misma humildad y sinceridad como cuando lo recibieron por primera vez. Y cada día se hacen más humildes. Pero si al escuchar este mensaje, no se ven reflejados ni se identifican en él, los exhortó a que tomen la decisión de renovarse y de cambiar verdaderamente su corazón. Oro en el nombre del Señor para que cada uno logre alcanzar el más grande amor del Señor tal como cita la primera parte del Salmo 44:8. Que dice: "En Dios nos gloriaremos todo el tiempo." Y con sus labios engrandecerá a Dios cada día.

Queridos Hermanos: Como dice la segunda parte de la escritura de hoy, "...el amor no es jactancioso y no se envanece." Veamos en primer lugar: ¿Qué entendemos por jactarse? Si buscamos en el diccionario encontraremos la siguiente definición: Jactarse es "Hablar con orgullo excesivo de algo que ha logrado o de algo que posee." En pocas palabras: Es hablar de algún logro para ser elogiado." Quiere decir: presumir de sí mismo. Una persona jactanciosa tiende a exaltarse y a elogiarse a sí misma. Si son mejores que otros en ciertos aspectos, desearán presumir de ello. Y lo harán para ser respetados y aceptados por los demás. Algunos tratan de exhibir su riqueza mostrando una buena casa y un buen carro. Y también presumen si tienen una mejor educación, posición social, y una mejor presencia.Por ejemplo: Algunos padres se enorgullecen porque tienen un hijo que es muy bueno en sus estudios. Hermanos: Se han preguntado alguna vez: ¿Cómo se sentirán los padres cuyos hijos no son tan buenos en los estudios? Tal vez algunos puedan acepar este hecho. Pero la gran mayoría se sentirá herido en su orgullo y también sentirá rencor. Incluso podrían llegar a regañar a su hijo sin razón alguna. No importa lo bien que esté su hijo en los estudios, si tiene tan solo un poco de bondad y consideración por los demás, no presumirá de ello. Tendrá mucho cuidado de no herir los sentimientos de otros debido a su actitud. Si ama a su vecino, deseara también que a su hijo le vaya bien en sus estudios. Y cuando el hijo de su vecino obtenga mejores calificaciones que el suyo, lo deberá felicitar sinceramente por ello.Sin embargo, aquellos que son arrogantes no tienen el mínimo deseo de reconocer ni elogiar el buen trabajo de los demás. Y todo lo contrario procura, de cualquier manera, desacreditar a los otros porque piensan que en la medida en que los demás son elogiados, ellos están perdiendo popularidad. Por eso, la soberbia causa problemas. Y el corazón arrogante está muy lejos del verdadero amor. Tal vez piense que si alardea de sí mismo, será reconocido por los demás, pero será todo lo contrario, hará más difícil que lo respeten y lo aprecien sinceramente. En vez de ello, la gente a su alrededor dirán que es un arrogante, y en lugar de tenerlo en alta estima, lo menospreciarán y tendrán celos de usted. Sin embargo, en lo que se refiere a la vanagloria hay un tipo que es bueno. Y es: El gloriarse en el Señor.Tal como cita 2 Corintios 10:17. Que dice: "Mas el que se gloría, gloríese en el Señor." Gloriarse en el Señor es correcto ante Dios y puede hacerlo todo el tiempo. Gloriarse en el Señor es darle la gloria a Dios Padre y a no sí mismo.

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Dar testimonio de lo que Dios ha hecho en su vida es un buen ejemplo de ello. Desde sus inicios, en nuestra iglesia ha habido infinidad de testimonios de sanidad, de conflictos resueltos y de hogares, trabajos y negocios bendecidos. A través del "Magazín o Revista Manmin", transmitido semanalmente en las vigilias de los viernes, hemos visto a muchos hermanos dando testimonio y glorificando a Dios. Muchos de ellos declaran: "No tenía esperanza alguna de vivir. Pero acepté al Señor Jesucristo y empecé a vivir una nueva vida. Estoy muy feliz por correr la buena carrera de la fe con la esperanza por el reino de los cielos." De esta manera, glorifican al Señor, quien los ha salvado y les ha dado la esperanza del reino de los cielos. Tal como el apóstol Pablo menciona en la primera parte de Gálatas 6:14, "Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo." ¡Qué agradecido debe estar por haber recibido vida eterna por medio de nuestro Señor Jesucristo quien pagó nuestros pecados en la cruz aun cuando estaba condenado a la muerte eterna debido a esos pecados! Muchos confiesan haber tenido una experiencia personal con el Dios vivo en su vida diaria. Proverbios 8:17 menciona: "Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan."

Cuando muestra obras de amor y busca diligentemente a Dios tal como cita el versículo, podrá testificar que Dios lo ha sanado de todas sus enfermedades, que ha bendecido sus finanzas, y que ha traído paz a su familia.Sobre todo, agradezca a Dios por haber experimentado Su amor, por tener más fe, por haber recibido bendiciones espirituales, y cosas parecidas. Además, su fe crece al oír esta clase de testimonios. De esta manera, si honra al Señor, podrá glorificar a Dios. Y también podrá compartir la gracia recibida con los hermanos de la iglesia y esto se hará fe y vida en ellos. Así, atesorará recompensas en el cielo y podrá recibir más rápidamente respuestas a las peticiones de su corazón. Sin embargo, tiene que saber discernir si está exaltando al Señor o gloriándose usted mismo. Y es porque a veces pareciera que estuviera glorificando a Dios, pero en realidad hay vanidad en usted. Por ejemplo: Cuando es abundantemente bendecido, usted dice en voz alta: "Gloria a Dios." Pero sólo de labios. En realidad está lleno de egoísmo, y en su mente piensa: "He sido bendecido porque soy bueno y me lo merezco." Algunos hermanos confiesan: "Todo lo he hecho por la gracia de Dios," pero por lo bajo desean exaltarse para que todos sepan que pueden oír la voz del Espíritu Santo y ser guiados por Él. De esta manera, se atribuyen el mérito. Pareciera, exteriormente, que estuvieran dándole la gloria a Dios, pero por sus frutos serán reconocidos, porque nadie puede engañar el obrar del Espíritu Santo. En otras palabras, si se exalta a sí mismo Satanás lo acusará. Por ejemplo, algunos que fueron fieles al Señor y oían claramente la voz del Espíritu Santo, cuando nadie los elogia, se deprimen y luego se alejan del Señor. Así estará deshonrando al Señor. Escuchen hermanos: Cuando usted se enaltece, luego será avergonzado. Ahora bien: ¿Por qué algunos de ustedes se exaltan a sí mismos? Es porque tienen vanagloria de la vida. Este orgullo de la vida se refiere a "la naturaleza que tiende a exaltarse a sí mismo buscando los placeres de este mundo."

Tal como menciona 1 Juan 2:15-16: Que dice: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo." Todo esto no viene del Padre sino del mundo. La vanagloria de esta vida viene porque ama al mundo. En la medida en que se enaltezca, el amor de Dios no estará en usted. Si desea que su corazón esté lleno de verdadero amor, deberá sacar el orgullo por las cosas de este mundo.

Hermanos:Sin importar los grandes logros que haya alcanzado y que lo enorgullezcan en esta vida, no podrá vivir eternamente en este mundo. Cuando llegue el fin de sus días, irá al cielo o al infierno. No importa cuántas propiedades haya adquirido en esta tierra, ninguna de ellas podrá compararse con la abundancia del cielo, cuyas calles son de oro. Las veredas sobre

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las que caminaré estén hechas de oro y los muros de la Nueva Jerusalén son de jaspe. ¿Cómo podría, entonces, vanagloriarse de lo que tiene en este mundo? Si no va al cielo sino al infierno no podrá presumir de las riquezas, conocimiento, fama y autoridad que haya tenido en esta tierra. Nuestro Señor Jesucristo nos dice además en Mateo 16:26: "Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?" ¿Dará acaso en cambio por su alma dinero, fama o conocimiento? Solo la fe podrá salvar su alma. Del mismo modo, la vanagloria por este mundo nunca podrá darle vida ni honra eterna. Más bien será un atajo que lo llevará a la muerte incentivando su vanidad y avaricia. Si se da cuenta en lo profundo de su corazón de esta verdad y lo llena con la esperanza por el cielo, recibirá la fuerza para sacar de su corazón la vanagloria por este mundo. Y cuando se libre de todo orgullo mundano, entonces sólo se gloriará en el Señor. Porque se sentirá más dichoso de la gloria que recibirá en el futuro en el cielo que por las cosas de este mundo. Amará con pasión al Señor quien le dio vida eterna en el cielo y lo glorificará todos los días de su vida. Más aun, su corazón como nunca antes rebosará de gozo.Oro en el nombre de nuestro Señor Jesucristo para que puedan desechar toda vanagloria por esta vida y que con sus labios sólo exalten a nuestro Señor quien es nuestra vida, gloria, riqueza, y honor.

Queridos hermanos y hermanas, Como ya cite, la escritura de hoy nos dice: "El amor no se envanece o no debe ser arrogante". Una persona arrogante no puede aceptar que alguien sea superior a él. Más bien prefiere ignorarlos, y pensar que está por encima a los demás en todo sentido. El arrogante no considera a los demás como superiores. Se cree mejor que todos. Menosprecia y pretende enseñar a los demás. El arrogante fácilmente exterioriza esa actitud de prepotencia frente a alguien que parece inferior a él. Y en algunas ocasiones, debido a esa excesiva petulancia, menosprecia o ignora incluso a aquellos que un día fueron sus maestros o guías o que tiene un cargo superior al de ellos. No desean oír el consejo de los demás y rechazan las recomendaciones de los mayores. Eso es arrogancia.Se quejará argumentando:"Los demás no saben lo que dicen y así quieren aconsejarme"; o dirá de otros hermanos mayores: "Yo sé más que ese hermano o esa hermana y lo puedo hacer mejor". Esta clase de personas siempre causa problemas y siempre está discutiendo con los demás. 2 Timoteo 2:23 cita: "Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas."

Por eso, ya les he dicho lo tonto y equivocado que es pensar que uno sólo está en lo correcto. Cada uno tiene una conciencia y conocimiento diferentes. Y es porque ha oído, vivido, y aprendido de manera diferente. En su mente hay un conjunto de conocimientos que es almacenado en forma inadecuada e inapropiada. Si todo ese conocimiento permanece en usted por un tiempo prolongado, su arrogancia y forma de pensar se volverán el patrón o la norma para juzgar lo que es bueno y malo. Los pensamientos carnales generalmente se originan en la arrogancia y en su criterio personal de razonar. Por eso muchas de las cosas que usted piensa que son correctas, en realidad no lo son. Ahora bien, si es arrogante, aunque esté errado, no lo aceptará, más bien discutirá con los demás. Por el contrario, si es humilde, aunque su opinión sea la correcta y la de los demás este errada, no discutirá con nadie. Y no trate de presionar a los demás. En la medida en que sea humilde, tendrá amor espiritual para elogiar a los demás. Si aprecia verdaderamente a alguien procurará elogiarlo y ver siempre lo valioso que hay en esa persona. Nunca lo ignorará ni menospreciará, ni se sentirá superior. Lo considerará como superior a usted, no importa que sea pobre o que no tenga educación. Y usted tendrá el corazón como el de un niño. Es porque ha entendido el corazón de nuestro Señor que considera valiosas todas las almas que compró con Su sangre. Y porque también reconoce que si nuestro Señor no lo hubiera encontrado y salvado, sería como una de esas almas que van rumbo a la muerte. En la medida en que su corazón llegue a tener amor espiritual, reflejará la humildad del Señor. Nuestro Señor Jesucristo se humilló a Sí mismo hasta morir en la cruz y se hizo ejemplo y modelo de humildad y de servicio al lavar los pies de Sus discípulos. Tal como cita el pasaje de Filipenses 2:3. Que dice: "Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno

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a los demás como superiores a él mismo." Oro en el nombre de nuestro Señor Jesucristo para que cada uno de ustedes pueda mostrar la humildad de nuestro Señor, y tratar a todos con una sincera gentileza.

Si uno ha sido soberbio o si ha menospreciado a los demás podrá fácilmente darse cuenta de ello. Esta arrogancia es carnal. Cuando acepta al Señor y llega a conocer la verdad, la mayoría desecha rápidamente el orgullo carnal exterior. Pero esto no quiere decir que ha sacado completamente esa naturaleza arrogante de su corazón. Por eso, en la medida en que su fe se enfríe, la arrogancia podrá nuevamente manifestarse.

En sus años como cristiano, ha acumulado mucho conocimiento de la Palabra de Dios, incluso ha llegado a ocupar cargos y ha desempeñado ciertas funciones en la Iglesia. Y puede pensar que ya ha alcanzado el pleno conocimiento de la Palabra y decir para sí: "He llegado hasta este nivel. Estoy bien." Incluso, tal vez reprenda, juzgue y condene a los demás con el conocimiento que tiene de la Palabra de Dios. Y puede creer que discierne lo correcto de lo incorrecto según la verdad. Algunos líderes no cumplen con las disposiciones que se dan en la Iglesia. Normas que necesariamente se deben de respetar para su propio beneficio. En forma consciente y de hecho no cumplen con las normas de la Iglesia, pensando: "Bueno. Yo soy líder. Así que esta norma no es para mí." Este tipo de corazón orgulloso es "arrogancia espiritual." Y es relativamente más difícil de hallar. Del mismo modo, si ignora -con soberbia en su corazón- la ley y el orden de Dios, y confiesa que ama a Dios; eso es una mentira. Y si juzga y condena a otros es que no tiene verdadero amor. La verdad nos enseña a ver, oír, y hablar solo cosas buenas de los demás. Como cita Santiago 4:11: "Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. (Hay muchos cristianos que son candidatos para algún cargo público. Y lo primero que hacen es hablar mal de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; en otras palabras, Dios nos dice que NO DEBEMOS JUZGAR, CONDENAR, CRITICAR NI MURMURAR DE OTROS.

¿Cómo se siente cuando ve los puntos débiles de otros? Por favor, les ruego que se examinen a ver si están juzgando y condenando o si la misericordia y la piedad en su corazón predominan sobre todo lo demás. Los animo a que ninguno se quede en el mismo nivel de fe pensando que ya ha alcanzado el tope. Oro en el nombre del Señor Jesucristo para que corran con determinación la buena carrera de la fe, humillándose siempre como niños delante del Señor, y con un amor tan grande que llegue incluso a sacrificar su propia vida, consideren cada alma más importante que a sí mismos.

Hermanos en Cristo: Algunos que no creen en Dios afirman: "Yo solo creo en mí mismo". Y se esfuerzan en todo lo que hacen. Sin embargo, la vida en este mundo no es nada fácil de sobrellevar. Luego que Adán pecara desobedeciendo a Dios, Satanás empezó a gobernar este mundo y el ser humano comenzó a vivir una vida de dolor y de sufrimiento. En esta vida, hay muchos problemas que no pueden ser resueltos por el hombre. Aun todo el conocimiento científico y tecnología actuales, resultan inútiles para prevenir desastres naturales como tifones, terremotos y otros tipos de catástrofes. ¿Y cuántas enfermedades incurables hay actualmente para la medicina moderna? Sin embargo, hay muchas personas que cuando enfrentan problemas aun confían en sí mismos y no en Dios. Confían en su criterio, opinión, experiencias y conocimientos.

Dios es amor. Y desea que sus hijos prosperen y que vivan confiando en Él. Pero si en su soberbia no desea humillarse ante Dios, Él no lo obligará a hacerlo. Entonces, Dios no lo podrá proteger de Satanás ni podrá hacer prosperar su camino. Tal como Dios lo señala en Proverbios

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18:12: Que dice: "Antes del quebrantamiento es la altivez del corazón, Y antes de la honra es el abatimiento." La arrogancia es la causa de su fracaso y de sus dificultades. Si fuera una persona humilde, los demás lo respetarían. La humildad es el secreto para la prosperidad, el éxito y los ascensos. Espero que ustedes siempre crean, confíen y amen con toda humildad al Dios Todopoderoso. Para depender de Dios, deberá humillarse a sí mismo y obedecer Su Palabra. Oro en el nombre de nuestro Señor Jesucristo para que puedan permanecer en la Palabra de Dios y así ser prosperados en todo lo que emprendan.

Estimado Público y Queridos Hermanos: Dios llama "tonto o necio" al arrogante. Comparado con Dios, que tiene Su trono en los cielos y que la tierra es el estrado de sus pies. Se imaginan lo pequeño que es el hombre. Todos ustedes han sido creados a la imagen de Dios y como hijos suyos todos son iguales, sin tener en cuenta su posición económica. Ahora bien, sin importar las cosas que haya logrado en este mundo y de las cuales se puede sentir orgulloso, la vida en este mundo dura sólo un instante. Y cuando esta corta vida llegue a su fin, Dios nos juzgará a todos. En la medida en que haya vivido y obrado con humildad ante Dios; en esa misma medida, será exaltado en el reino de los cielos. Y podrá recibir no sólo riquezas y honra, sino también vida eterna.Y es porque Dios Mismo lo exaltará. Tal como cita Santiago 4.10: Que dice: "Humillaos delante del Señor, y él os exaltará."

Si el agua se estanca en un pequeño charco, se llenará de insectos. Pero si continúa su curso, finalmente llegará al mar. De la mima manera, es mi deseo que se humillen día a día para que así glorifiquen sólo a nuestro Señor y sirvan a los demás. Oro en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo para que prosigan adelante, hacia la Nueva Jerusalén, el más bello lugar en el reino de los cielos y lleguen a estar cerca del trono de Dios. Amén.

Amor Espiritual (7)

1 Corintios 13:4

"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor"

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Amados Hermanos en Cristo y Estimado Público.

Esta es la prédica número 7 de la serie "Amor Espiritual". En la última prédica les hablé acerca del amor que es sufrido y benigno, tal como cita 1 Corintios 13:4. Al escuchar este mensaje, por favor les pido que se examinen a ver si en realidad tienen AMOR.

Les dije también que la envidia, la arrogancia y el orgullo no son expresiones de amor.Hoy, les quiero compartir el pasaje que se encuentra en 1 Corintios 13 versículo 5 primera parte. Que dice: "El Amor no hace nada indebido."El diccionario define la palabra "Indebido" como algo que "No va de acuerdo a las normas y reglas que corresponden a una cierta posición o condición social."

Parecerá extraño, pero mucha gente luego de comportarse en forma brusca o descortés no se da cuenta que ha hecho algo indebido. Es cierto que uno tiende a portarse mal con quienes tiene más confianza. Y es porque cuando uno tiene confianza con alguien, tiende a comportarse bruscamente y sin buenos modales. Ofenden a los demás con palabras y acciones incorrectas y a veces causan daños irreparables. Incluso, entre los que creen en Dios y dicen que lo aman, cuando vemos su forma de comportarse y su forma de hablar, nos damos cuenta que muchos de ellos en realidad no aman a Dios. Porque si tenemos verdadero amor, nunca nos comportaremos en forma incorrecta con los demás. Imagínense que tiene una joya preciosa y muy valiosa. ¿Acaso no la cuidaría? ¡Claro que sí la cuidaría! Del mismo modo, si verdaderamente ama a alguien, ¿No trataría bien a esa persona? Por supuesto que lo haría. Porque ser tosco y descortés es el resultado de un corazón sin amor.Hoy, al citar algunos ejemplos concretos de lo que es comportarse indebidamente, les pido que presten mucha atención a este mensaje y luego, se examinen detenidamente a sí mismos. Y si encuentran algo indebido en su vida, cámbienlo con gozo. Oro en el nombre de Jesucristo para que a través de su testimonio mucha gente halle en usted la paz y el gozo del Señor.

Hermanos:

Hay dos aspectos a tratar en este tema de hacer lo indebido o lo incorrecto: Uno: Es la falta de respeto a Dios. Y otro: Los malos modales con su prójimo. En primer lugar, hablemos de la falta de respeto hacia Dios. Dios es invisible a nuestros ojos naturales. Ahora bien: ¿Cómo podemos saber si hemos actuado indebidamente con Dios? Para eso, debemos examinar nuestra actitud y comportamiento en los diferentes aspectos de nuestra relación con Dios. Nuestra relación con Dios abarca todo; esto es: Los servicios los días domingos, la oración, la alabanza, nuestro comportamiento en la iglesia; y la forma como cuidamos todo lo que pertenece a la iglesia, que también es sagrado. Imagínese: Se está rindiendo culto a Dios. Por eso, quedarse dormido en el culto es como dormirse delante de Dios. Entonces, ¿Se podrán imaginar lo grave que es dormirse delante del Dios Todopoderoso? O, suponga que se encuentra con su novia o novio, y se queda dormido. ¿Se imaginan lo mal que se sentiría? Pensaría que ya no hay amor.

Aparte de quedarse dormido, otra cosa que es de muy mala educación es estar distraído durante el culto o conversar de asuntos personales con la persona que está a su lado.Especialmente, si se sienta lejos del púlpito o en otra parte del templo donde ve el culto por televisión, debe ser incluso más cuidadoso. Donde quiera que esté, Dios lo está viendo.

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Una conducta como la mencionada anteriormente; nos dice que esa persona no tiene respeto a Dios, ni tampoco tiene la intención de comportarse correctamente. Esto no solo es faltarle el respeto a Dios, sino también al pastor o al que está conduciendo el servicio. Por ejemplo, si durante el culto alguien está hablando, o está distraído, o se queda dormido, entonces, el Pastor podría preguntarse si los hermanos están entendiendo o no el mensaje. Podría incluso perder en la prédica la inspiración y la llenura del Espíritu Santo. Además, todas estas actitudes incomodarán también a otros hermanos y son además una falta de educación. Es lo mismo si sale del templo a mitad del servicio o si va al baño a cada rato. Por supuesto, hay algunos hermanos que sirven en la Iglesia y que tienen que salir del templo para cumplir sus deberes y así ayudar al buen desarrollo del servicio.Sin embargo, a no ser que sean casos verdaderamente excepcionales, lo correcto es NO levantarse sino después que ha terminado TODO el servicio. Algunos tal vez pensarán: "Podemos oír sólo el mensaje y salir antes que el culto termine:" Sin embargo, esa actitud es una falta de respeto y amor a Dios. Ya he explicado en las enseñanzas sobre el libro de "Levítico", la forma de adoración que Dios acepta. En Levítico 1:6, Dios ordenó a Moisés: "Y desollará el holocausto, y lo dividirá en sus piezas."El holocausto que se menciona en el Antiguo Testamento, equivale actualmente a los cultos de adoración el día domingo. Cuando se ofrecía el holocausto, se tenía que cortar en pedazos al animal y luego quemar todas sus partes. En la actualidad, eso quiere decir que debemos ofrecer un servicio correcto desde el principio hasta el final, de acuerdo a un programa y a unas normas ya establecidas.

Para adorar correctamente a Dios, no debemos llegar tarde al servicio. Sabemos que no es correcto llegar tarde a una reunión con otra persona. ¿Imagínense, entonces, lo irrespetuoso que sería llegar tarde a la cita que tenemos con Dios el día domingo en la iglesia? Dios siempre nos está esperando en el templo para recibir nuestra adoración. Por eso, no debemos tan solo llegar a la hora exacta, sino antes que empiece el servicio. Es bueno llegar temprano a la iglesia y orar por arrepentimiento y así prepararnos para el culto. Especialmente, en la oración, que es un dialogo con Dios. Por eso, no sólo cuando alabamos durante el servicio, sino también en las reuniones de oración, en los cultos de alabanza, o en las reuniones de células, TODO tenemos que hacerlo con TODO nuestro corazón. Por ejemplo, en nuestra iglesia tenemos la "reunión de oración de Daniel".Si llegamos tarde a la oración sin razón alguna, o si nos estamos moviendo de un lugar a otro sin motivo alguno, o si tan solo repetimos las oraciones medio dormidos o pensando en otras cosas, todo esto es una falta de respeto a Dios. Normalmente, si alguien interrumpe la conversación entre dos personas, se le considera maleducado. Por ello, cuando hablamos con Dios en oración, debemos ser más cuidadosos. Debemos parar nuestra oración en forma adecuada para hablar con la otra persona.

Usar teléfonos celulares y dejar que sus hijos corran y jueguen durante el servicio es una falta de respeto y una muestra de muy mala educación. Es como masticar chicle o comer durante el servicio. Su forma de vestir también es importante. No es conveniente venir los domingos a la iglesia con la ropa de uso diario o con ropa de trabajo. ¿Qué clase de ropa usaría si tuviera una entrevista con el presidente de su país? Lo más seguro es que se pondría su mejor ropa. Y la más limpia también. La mayoría, probablemente, se pondría un traje o terno y usaría corbata. Y es porque nuestra indumentaria o ropa, expresa nuestro respeto hacia la otra persona.

Los hijos de Dios que verdaderamente lo aman, saben lo extraordinario que es Dios. Por eso, cuando vienen a la iglesia a adorarlo, lo hacen con la mejor ropa que tienen. Desde luego, puede

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haber excepciones. Por ejemplo, muchos hermanos vienen directamente de sus trabajos al servicio del día miércoles o a las vigilias de los viernes. Y para llegar temprano al servicio, vienen con su ropa de trabajo. En ese caso, Dios no lo verá como una falta de respeto, más bien se regocijará por la buena disposición de esos hermanos. Es porque Dios recibe el aroma del corazón y ve como se esfuerzan por llegar a tiempo al servicio, aun cuando salen cansados del trabajo. Dios ve el interior del corazón de cada uno. Por eso, los animo a no juzgar a los demás sólo por las apariencias.

Una cosa más acerca de los servicios en la iglesia. No es correcto venir a la iglesia luego de haber fumado o bebido licor. Incluso, los no creyentes saben que es una falta de respeto venir a la iglesia luego de haber bebido licor. ¿Qué deben hacer los hijos de Dios? Si ha estado asistiendo a la iglesia por algún tiempo, debería haberse despojado por fe de esa vieja forma de vivir.

Hermanos: Dios desea tener una comunión íntima con Sus hijos a través de la adoración y la oración. Y es nuestro deber y obligación orar y adorar a Dios como hijos Suyos. Si oramos y adoramos en espíritu y en verdad, Dios nos bendecirá y recompensará. Dios responderá rápidamente a nuestras oraciones porque recibirá con gozo el aroma de nuestro corazón. Y si vamos acumulando estas actitudes indebidas durante un año o más, estaremos levantando un muro de pecado ante de Dios. Incluso entre cónyuges o entre padres e hijos, si no hay amor en la relación, habrá muchos problemas. Es lo mismo en nuestra relación con Dios. Si hemos levantado un muro de pecado ante Dios, no nos podrá proteger de las enfermedades o accidentes, y tal vez lleguemos a enfrentar varios problemas. Nuestras oraciones no serán respondidas, aun cuando oremos por mucho tiempo. Pero si actuamos correctamente en nuestra adoración y oración, nuestros problemas se resolverán. Espero que todos lleguen a entender muy bien este principio. Juan 4:24 cita "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren." Oro en el nombre del Señor para que, en espíritu y en verdad, eleven a Dios toda su adoración, sus oraciones y alabanzas. Amados

Hermanos y Amigos: Comportarse indebidamente en el templo de Dios es también ser grosero y maleducado con Dios. Por ejemplo, dentro de la iglesia, no debemos enojarnos ni discutir, ni hablar de cosas mundanas, ni tampoco de negocios personales. Tampoco se debe tratar de manera brusca, sin cuidado, o dañar, romper o desperdiciar las cosas de la iglesia. La primera parte del Salmo 11:4 dice "Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono..." El templo, la iglesia, es donde Dios mora. En los tiempos del Antiguo Testamento, no todos podían entrar al lugar santo. Sólo los sacerdotes podían hacerlo. Y sólo una vez al año y únicamente el sumo sacerdote podía entrar al lugar santísimo. Como era un lugar santo y separado para Dios, si entraba alguien con pecado, moría. Pero hoy, por la gracia de nuestro Señor, cualquier persona puede entrar al Lugar Santísimo y adorar a Dios. Y es porque Jesús nos redimió de nuestros pecados con Su sangre, como cita Hebreos 10:19. Que dice: "Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo." (En otras palabras: Los que creen en la sangre del Señor tienen la confianza de entrar al Lugar Santísimo) Aun Jesús, quien nos amó de esta manera, no permitió que el templo fuera profanado. Cuando Jesús vio que la gente compraba y vendía en el templo, los reprendió duramente y los echó fuera. Mateo 21:13 menciona al respecto: "Y les dijo: "Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones." Los que vendían animales y palomas para la ofrenda a Dios, no estaban dentro del templo sino en el patio. No obstante, Jesús no les permitió ni siquiera eso. En este pasaje, podemos ver que el santuario o templo no sólo se refiere al lugar donde adoramos a Dios. Sino también incluye toda el

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área del local de la iglesia; es decir, el patio, los baños, la cocina, los corredores y cualquier otra parte de la propiedad.

También, los animo a cuidar, con esa misma actitud, todos los utensilios, equipo, muebles, sillas, etc. de la iglesia que son igualmente sagrados. El Salmo 84:10 cita "Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad." Si. Es David quien hace esta confesión. Dice que es mejor estar a la puerta de la Casa de Dios que cualquier otra cosa en este mundo. Es mejor servir a Dios que cualquier otra cosa en el mundo. En esta confesión, podemos ver el amor apasionado y el corazón sincero del rey David, por vivir en el templo de Dios, aun como guardián. Del mismo modo, mientras más apasionado sea su amor por Dios, más anhelará vivir en Su templo; y por eso, se comportará correctamente en la iglesia. Espero que, a partir de ahora, puedan tratar con mucho cuidado, amor y de la mejor manera posible, todo lo que es de la Iglesia y de Dios. Oro en el nombre del Señor para que obrando de esta manera su relación de amor con Dios se haga cada vez más fuerte y más profunda.

Hermanos: A continuación, veamos algunos casos de mal comportamiento o de malos modales. 1 Juan 4:20 cita "Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?" Como cita este pasaje, Dios sabrá que Lo amamos sólo cuando nos comportemos en forma correcta con nuestros hermanos y hermanas. Si somos groseros y mal educados con alguien a quien podemos ver; ¿Cómo podremos tener una actitud adecuada ante Dios quien es invisible? Si amamos a Dios, nunca seremos groseros ni mal educados con nuestros hermanos y hermanas.

¿Cuáles son, entonces, esas actitudes groseras y descorteses? Normalmente, nos comportamos de manera agresiva, abusiva y maleducada cuando buscamos nuestro propio beneficio sin pensar en los demás. Por ejemplo: Cuando hablamos por teléfono, también hay que mostrar educación y buenos modales. Si llamamos muy tarde en la noche o hablamos mucho tiempo con alguien que está muy ocupado: ¿Se imaginan la molestia que le estaremos causando?

Llegar tarde a las reuniones o visitar a alguien en forma inesperada son también muestra de una mala educación. Cuando nos reunimos con nuestros amigos y vecinos y conversamos de manera informal, también hay ciertas formas y modales que debemos guardar. Tal vez alguien pueda pensar: "Somos muy amigos. No es necesaria tanta formalidad entre nosotros."Si. Quizás tenga una muy buena amistad con alguien y crea conocer todo acerca de esa persona. Sin embargo, es difícil entender y conocer totalmente el corazón de otro. Por eso, debemos examinar si es solo nuestra propia opinión la que nos hace creer que conocemos a la otra persona. Especialmente, debemos tener cuidado de no ser descorteses ni groseros con alguien sólo porque somos amigos o porque lo conocemos bien. Si sólo somos educados en ciertas ocasiones formales, eso no es más que hipocresía y apariencia. Sin embargo, como tenemos confianza con algunas personas, tendemos a no ser cuidadosos con ellos, y por eso podemos decir o hacer algo imprudente, y herir sus sentimientos y llegar a ofenderlos. De la misma manera, muchas veces nos comportamos con frialdad con nuestros familiares o amigos, y finalmente la relación se vuelve tensa y se deteriora. También, algunas personas mayores tratan a los más jóvenes o a los que ocupan un puesto de menor jerarquía de manera incorrecta. Se dirigen a ellos sin respeto, o tienen una actitud que los hace sentir mal. En

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especial, los pastores y líderes no deben usar palabras toscas ni mostrar una actitud autoritaria sólo porque están en una posición de liderazgo. También, es bueno señalar que los que ocupan una posición de menor rango, deben dirigirse con mucho respeto a los que están en un nivel o cargo superior. Levítico 19:32 menciona "Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová."

Pero hoy en día, es difícil encontrar jóvenes que sirvan de todo corazón a sus padres, maestros, y a sus mayores, a quienes deberíamos en forma natural servir. Algunos pueden decir que los tiempos han cambiado, pero la voluntad de Dios es que seamos responsables de nuestros actos ante Él y ante los hombres. Más aún, los hijos de Dios deben guardar la ley y las normas de este mundo y no infringirlas. Por ejemplo, si hacemos escándalo en un lugar público, o escupimos en la calle, o no respetamos las reglas de tránsito, eso es actuar en forma indebida con los demás.

Nosotros vivimos como verdaderos hijos de Dios en este mundo. Como cita Mateo 5:16 "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos." Oro en el nombre del Señor para que su vida sirva de ejemplo y así pueda impactar el corazón de otras personas.

Queridos Hermanos y Estimado Público:

La mayoría de la gente pasa la mayor parte del tiempo conociendo, conversando, comiendo o trabajando con otras personas. En esa misma medida, tendremos la ocasión de ver en nuestra vida diaria diferentes culturas, costumbres y modales; como la forma de saludar, de conversar y de comer. No obstante, debemos comprender que cada persona tiene un grado diferente de educación, y que la cultura en cada país, etnia, raza o pueblo también es diferente.

La pregunta es: ¿Cual es la norma, modelo o patrón a seguir en nuestro comportamiento y en nuestros modales? Esa norma es la ley del amor. La ley del amor es la ley de Dios quien es TODO AMOR. Es decir, en la medida en que grabe la Palabra de Dios en su corazón y la practique, tendrá la misma actitud y el mismo comportamiento del Señor y no actuará indebidamente.

Otra palabra que describe la ley del amor es "Afecto". Después de todo, ser brusco, descortés y mal educado quiere decir que no tiene afecto hacia los demás; es decir, no tiene amor. Por eso, si realmente amamos a nuestro prójimo siempre nos interesaremos por los demás y no nos comportaremos indebidamente con ellos.

Si alcanza a cultivar en su corazón este perfecto amor, cumplirá perfectamente la ley del amor. Espero que puedan sembrar en sus corazones el perfecto amor del Señor y se comporten con los demás como lo harían con Dios en el cielo.

Oro en el nombre del Señor para que viviendo de esta manera sean honrados por Dios y por los ángeles en el reino de los cielos.

Amén.

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Amor Espiritual (8)

1 Corintios 13:4-5


Amados Hermanos en Cristo y Estimado Público.

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Esta es la prédica número 8 de la serie "Amor Espiritual”. Mucha gente dice que para destacar en lo académico, no hay otra forma sino estudiar duro. Sucede lo mismo si quiere obtener amor espiritual. Al escuchar estos mensajes, conocerán la forma más rápida para cultivar esta clase de amor espiritual en su corazón. Pero no basta con ser sólo oidores de la Palabra. Luego de escucharla, deberán desechar todo aquello que se opone al amor espiritual. Y tendrán que poner todo de su parte. Por cierto, poner en práctica la Palabra no será nada fácil. Pero, si perseveran en su empeño, al final, lograrán cultivar esta clase de amor.

Cuando los campesinos siembran en el campo, las semillas brotan y crecen. Ya sea que se cultiven hortalizas o frutas, los campesinos las cosecharán con gozo porque es el fruto de su trabajo.Sucede lo mismo cuando se cultiva el amor espiritual. Si los hacemos diligentemente, seremos bendecidos espiritual y materialmente. Los animo a oír y a poner en práctica la Palabra. Así, sentirán la alegría y el gozo de tener el fruto del amor espiritual. Y, Dios -al verlo- sentirá gozo por usted.

Hoy, voy a compartirles el secreto para alcanzar este amor espiritual. Oro en el nombre del Señor para que, luego de oír la Palabra, la pongan por obra rápidamente y así den abundante fruto de amor espiritual.

Hermanos:En esta prédica, compartiré el pasaje de la escritura, que cita: "El amor no busca lo suyo, no se irrita". En primer lugar veamos: El amor, no busca lo suyo; es decir, no busca su propio beneficio.El verdadero amor busca el beneficio de los demás en lugar del suyo propio. Pregúntense: ¿Realmente he buscado el beneficio de otros en vez del mío propio? Permítame darle un ejemplo de la vida real: Suponga que dos personas salen a comer a un restaurante. Uno de ellos desea pedir su plato favorito, pero el otro insiste en ordenar el platillo que más le gusta. La otra persona cede ante la insistencia del otro, pero por dentro, está disgustado.

Aun cuando le preguntan primero su opinión, siempre le traen otra cosa. Entonces: ¿Para qué se lo preguntan, si no lo van a hacer? ¿En que categoría está usted? En Lucas 14:10 Jesús nos dice: "Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa." Aunque ustedes sean los invitados, Jesús dice que se humillen y cedan los primeros lugares a los demás. Si constantemente da la oportunidad de elegir a otros, será igual que ocupar el último lugar. Sentarse en el último lugar hará que usted parezca la persona menos importante. Pero, ¿Cuál será el resultado?

En ese momento, podremos ser los menos importantes, pero muy pronto, el Señor nos exaltará. Usted será honrado. Les doy otro ejemplo. Un pequeño grupo de trabajadores están reunidos para preparar una actividad. Hay diversas opiniones. Uno de ellos trata de persuadir a los demás para conseguir su apoyo. Otro, no insiste demasiado en su opinión, pero tampoco está de acuerdo con la del primero. Aun así, escucha la opinión de los demás. Si ama a alguien, se interesará más por esa persona que por sí mismo. Lo valorará y respetará más que a sí mismo. Además, siempre confiará en él. Consideremos por un momento el amor de los padres. La mayoría de los papás piensan primero en sus hijos antes que en ellos. Se sienten más felices cuando ven que sus hijos comen bien. Igualmente, antes de comprarse buena ropa, se sienten mejor si ven que sus hijos se visten bien. También, desean que sus hijos sean más inteligentes que ellos; y que sean reconocidos y

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apreciados por los demás. Si amamos de esta manera a nuestros vecinos y a nuestro prójimo: ¿Se imaginan lo feliz que estará Dios con nosotros? Buscar el beneficio de los demás antes que el suyo propio, es un corazón que se sacrifica y que siempre da en forma generosa. Y como este corazón es semejante al de Dios y al de nuestro Señor, con toda seguridad los impactará.

Jesús siempre buscó primero el beneficio de los demás. No comía ni dormía bien, sólo vivía para salvar a aquellos que vagaban como ovejas sin pastor. El amor de Jesús no buscaba lo suyo porque no tenía egoísmo. Como su corazón tenía un amor desbordante por las almas, renunció a todo lo placer y lujo en esta vida. Jesús, siendo Hijo de Dios, hizo a un lado toda Su gloria celestial y vino a este mundo. Desde el punto de vista humano, sufrió toda Su vida y finalmente fue crucificado.Tal vez se pregunte: ¿Jesús fue feliz o NO? ¡CLARO QUE SI FUE FELIZ! ¿Alguna vez ha dado algo muy valioso a alguien a quien amaba mucho? No hay gozo más grande que el de dar y de compartir. El Señor tuvo ese gozo.

Entonces, ¿Cómo podemos disfrutar de esta gran felicidad? Podremos hacerlo cuando alcancemos el perfecto amor. Tal vez le resulte difícil dar a alguien a quien no aprecia. Sin embargo, si uno ama a esa persona, no le será difícil dar. Por el contrario, se sentirá feliz al hacerlo.Es mi anhelo que amen a su prójimo como a sí mismos, y en lugar de recibir, puedan dar. Para hacerlo, tienen que reflejar el corazón del Señor. También, tienen que perseverar pensando primero en los demás, en lugar de en sí mismos. Y cuando tenga algo bueno, no piense primero en usted, sino en su prójimo o en su hermano. Los animo a que pongan en primer lugar y como prioridad el servicio a Dios, al Señor y a su pastor. Igual en su familia: En vez de pensar en sí mismo, primero piense en sus padres, en sus hermanos y hermanas, en su cónyuge, y en sus hijos. Si en todo siempre se pone en el último lugar: ¿Quién cree que cuidará de usted? Nuestro Señor lo hará.Hechos 20:35 cita "El Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir."Cuando buscamos primero el beneficio de los demás, nuestro Señor nos dará mejores cosas. Y acumularemos recompensas en el reino de los cielos. Por eso, Jesús dijo que más bienaventurado es dar que recibir. Pero no debemos malinterpretar esto. Si no cuidan de sí mismos, siendo fieles y sacrificándose, podrían más bien pasar por situaciones difíciles. No deben desgastar su cuerpo trabajando en exceso, sin comer ni dormir lo necesario. Desde luego, si van más allá de la medida de su fe en su fidelidad, eso agradará a Dios en gran manera. Pero hasta que alcance la perfección, deberá diariamente alimentarse y descansar en forma adecuada. Además, cada uno debe separar su tiempo para orar, ayunar, y equiparse con la armadura de la Palabra de Dios. Entonces, su corazón no se enfriará. Como hijos de Dios; lo primero en sus vidas debe ser: La iglesia, las almas, sus vecinos y familiares, y no ustedes. No obstante, debe haber un balance en su vida. Por ejemplo, si ayuna en días laborables puede tener algún problema en su trabajo. O, si todo el tiempo está sirviendo en la iglesia y no atiende a su familia, eso no sería cumplir con su deber en su trabajo ni en su hogar. Aun cuando sea fiel en la obra del Señor, no podrá considerarse que haya cumplido con todos sus deberes como hijo de Dios. Por lo tanto, para no buscar su propio beneficio en ningún asunto, debe confiar en el Espíritu Santo. Si obedece la dirección del Espíritu Santo en todo aspecto de su vida, podrá vivir sólo para la gloria de Dios en cualquier cosa que haga. Para esto, debe desechar la maldad de su corazón. Además, si alcanza a tener verdadero amor en su corazón, entonces, tendrá la sabiduría para reaccionar con bondad en toda situación. Y podrá discernir la voluntad de Dios.Del mismo modo, si su alma prospera, le irá bien en todas las cosas y tendrá salud, de modo, que

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podrá servir fielmente a Dios en todo lo que desee. Estará equipado con la armadura de la Palabra como hijo de Dios, y así será estimado incluso por sus vecinos y familiares inconversos. Espero que, con un corazón como el de Dios, se interesen primero por los que están más cerca de usted, antes que por sí mismos. Oro en el nombre de Jesucristo para que puedan sentir por las almas el mismo amor abundante del Señor.

Hermanos:

Lo que sigue en el pasaje de hoy es: El amor no se irrita. Algunas personas se irritan fácilmente cuando alguien los provoca o cuando las cosas no salen como esperaban. Si nos irritamos y nos enojamos, es que no tenemos amor. Además, amargarse es algo inútil y negativo para usted.

¿Qué pasa cuando se irrita? Su corazón no tiene paz. El amor hace que el corazón del hombre sea bueno y positivo. La ira y la amargura vuelven el corazón de uno negativo. Esto lastima el corazón y lo vuelve triste. Por eso, si se enoja, el amor de Dios no estará en usted. Y su crecimiento espiritual será lento. La mayor trampa que pone Satanás a los hijos de Dios son el odio y la ira. Por eso, debe desechar rápidamente todo resentimiento y odio que pueda provocar cólera en usted. Los animo a examinarse a ver si tienen o no ira en su corazón.

A propósito, hermanos, irritarse no solo es enojarse, gritar, maldecir, y actuar con violencia. Si su rostro se deforma por la ira, si el color de su cara cambia, o si su hablar se hace brusco, todo esto es actuar con cólera. Y aun cuando, el grado de enojo en cada caso sea diferente, todas esas son manifestaciones externas de odio y de resentimiento que hay en el corazón. Sin embargo, no debe juzgar ni condenar a otros pensando que están enojados, sólo por su apariencia. Los que viven en la carne no pueden comprender en forma correcta el corazón de otros. Sólo Dios conoce el interior del corazón del hombre. Por eso, aun cuando alguien parezca estar enojado, tal vez no lo esté.Este es el caso, por ejemplo, cuando Jesús echó fuera a los que vendían en el templo. Se hizo un azote de cuerdas y echó fuera las ovejas, bueyes, y otros animales que se usaban para sacrificios y como ofrenda a Dios. Volcó las mesas de los cambistas y de los vendedores. Cuando la gente del mundo lee este pasaje, tal vez crea que Jesús tuvo ira. Sin embargo, en ese momento, no es que Jesús se enojara por algún mal sentimiento como el odio. Sólo sintió una justa indignación. Y por esa actitud, nos damos cuenta que no se puede aceptar la maldad de deshonrar el Templo de Dios. Este tipo de indignación es producto del amor hacia Dios, quien perfecciona el amor con Su justicia.

Veamos otro ejemplo: En el capítulo 3 del evangelio de Marcos, vemos que Jesús sanó en la sinagoga a un hombre enfermo que tenía la mano seca. El pueblo observaba a Jesús a ver si sanaba a ese hombre, para así poder acusarlo de violar el día de reposo judío. En ese momento, Jesús, que conocía lo que había en el corazón de cada uno preguntó: "¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Mas ellos callaban." Desde luego, el Señor sabía que era correcto y bueno salvar una vida. Pero los demás callaron. Y el versículo 5 cita: "Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana." En ese momento, la gente malvada buscaba condenar y matar a Jesús, quien sólo hacía lo bueno. Por eso, algunas veces, Jesús usaba expresiones fuertes al dirigirse a ellos. Y era porque sentía dolor por aquellos que no estaban espiritualmente despiertos, como cita el pasaje: Jesús estaba "entristecido por la dureza de sus corazones" Y era para hacerlos recapacitar y que así se apartaran del camino del mal. En este caso,

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también. La justa indignación de Jesús fue producto de Su amor. Esta indignación sacudía y despertaba a la gente y los guiaba a la vida.

Desde luego, no cualquiera puede actuar de esta manera. Sólo cuando uno se ha santificado y no tiene ningún pecado, sus reprensiones y amonestaciones darán vida a las almas. Pero sin un corazón santificado, no podrá tener este tipo de fruto. Veamos el caso de Eliseo: Eliseo recibió una doble porción de la unción de su maestro, Elías, e hizo numerosas señales del poder de Dios. Sin embargo, cuando algunos jóvenes se burlaron de él, se enojó y los maldijo en el nombre de Dios. Y por esa maldición, 42 jóvenes fueron destrozados por 2 osas. Por esa actitud de ira, Eliseo contrajo una enfermedad. Y murió de esa enfermedad a pesar de las grandes señales que había hecho durante su vida. Esto confirma la veracidad de lo que cita Santiago 1:20. Que dice "Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios." Espero que ahora entiendan el triste espectáculo que da un hijo de Dios cuando se irrita o se enoja. De igual forma, deben entender, en forma clara, lo que es el pecado de blasfemia y de oponerse al Espíritu Santo. Mateo 12:31 cita: "Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada." Hay personas que perturban el reino de Dios juzgando y condenando a la iglesia y al pastor donde se manifiestan las obras poderosas del Espíritu Santo.

Ignorar completamente esta situación, no significa que estamos actuando con bondad. Imagínese que sus padres no hayan hecho nada malo, y aun así, sus vecinos los maldigan, los rechacen y los calumnien. Y que usted no haga nada al respecto y tan sólo se quede observando. En ese caso: ¿Podríamos decir que tiene un buen corazón? ¿Podría decir con toda seguridad lo que es correcto y lo que no es correcto hacer en esta situación? La pregunta es ¿Qué puede hacer para no irritarse? ¿Acaso debe morderse la lengua y soportarlo todo? Debe despojarse de todo resentimiento que irrite su corazón. La palabra dice que el amor es paciente y lo soporta todo. En este pasaje, ser paciente, no sólo es aguantar la ira. Ser paciente es transformar su corazón a uno de bondad y de amor, para que así no tenga que aguantar su ira. Y aun cuando crea que no puede soportar una situación, lo podrá hacer. Por cierto, no podrá, en un día, desechar todo resentimiento y llenar su corazón con bondad y amor. Deberá esforzarse continuamente todos los días para lograrlo. En primer lugar, cuando enfrente una provocación, deberá proponerse no enojarse. En ese momento, piense en las consecuencias que le traerá el enojarse. Así, no tendrá nada de qué lamentarse posteriormente. No estará avergonzado de su comportamiento. Si resiste y es paciente, podrá desechar todo resentimiento de enojo. Aun si alguien lo provoca, sólo tendrá paz en su mente.

Proverbios 12:16 cita: "El necio al punto da a conocer su ira; Mas el que no hace caso de la injuria es prudente." Y Proverbios 19:11 dice, "La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa." Espero que sean tardos para la ira, y más aún, que desechen todo odio de su corazón. De esta manera, serán cristianos sabios que cada día avancen hacia una mejor morada en el reino de los cielos. De esta manera, serán cristianos sabios que cada día avancen hacia una mejor morada en el reino de los cielos.

Hay también algunos creyentes que se comportan muy diferentes dentro y fuera de la iglesia. Incluso cuando alguien los provoca en la Iglesia, son pacientes con los hermanos. Pero en sus hogares y trabajos se irritan fácilmente. Deben saber que donde quiera que vayan, Dios siempre los está observando. Somos el templo de Dios y siempre Él está en nosotros. El Espíritu Santo vive en

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nosotros. Dios está sentado en Su trono en el Cielo, pero ve las mentes y los pensamientos de cada persona. Él los ve a través de los siete espíritus. Por eso, espero que sean humildes y gentiles; y no respondan a ninguna provocación, como si estuvieran todo el tiempo delante de Dios.

Espero que de ahora en adelante eviten toda situación que provoque enojo, discusiones, peleas y contiendas con otros hermanos. Oro en el nombre del Señor para que, de esa forma, se vistan con la nueva vestidura de bondad, amor y humildad.

Amados Hermanos y Estimado Público:

¿Por qué vino Jesús a este mundo? Fue para darnos salvación, vida eterna, verdadera paz y prosperidad. Y para darnos todo esto, tuvo que sacrificar muchas cosas.

No tomó nada para Sí Mismo e incluso entregó Su propia vida. El corazón de nuestro Señor es tan dadivoso como una fuente de agua que nunca se acaba.

Oro en el nombre del Señor para que puedan perdonar a todos aquellos que los han ofendido y aprendan a dar antes que recibir: y de esa manera, puedan tener ese sobre abundante amor del Señor.

AMEN

Amor Espiritual (9)

1 Corintios 13:4-5


Amados Hermanos en Cristo y Estimado Público:

Hay un dicho coreano que dice: "Si lima o afila un hacha con paciencia, la convertirá en una aguja." Esto quiere decir que si tiene paciencia podrá lograr cualquier cosa, aun por difícil que

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parezca. Tal vez algunos dirían: "¿Cuánto cuesta una aguja? No sería mejor vender el hacha y con eso comprar muchas agujas. ¿Porqué tanto trabajo?" Sin embargo, hay alguien que ha pasado todo este trabajo por usted, y ese es nuestro Dios y Padre. Dios continúa puliendo incluso a los que son más duros que el acero. Y aun cuando las probabilidades parecieran pocas, Él es paciente y espera hasta que la persona cambie. Mateo 12:20 dice: "La caña cascada no quebrará, y el pabilo que humea no apagará, Hasta que saque a victoria el juicio. Para hacer de cada uno de nosotros Sus verdaderos hijos, Dios nos tiene paciencia una y otra vez. Los que han llegado a ser Sus verdaderos hijos, entienden este corazón de Dios, y Lo aman con todo su corazón.

Desde luego, algunas veces, en el camino de la fe, se nos presentarán dificultades, las cuales nos ayudarán a cambiar para llegar a ser verdaderos hijos de Dios. Los animo a meditar en el amor de Dios, quien incondicionalmente espera por usted. Si piensa; se regocija y da gracias por ese amor, Dios le dará nuevas fuerzas. Los exhorto a no rendirse a mitad del camino, sino más bien a continuar corriendo hasta finalizar la carrera de la fe en el reino de los cielos.

Oro en el nombre del Señor para que lleguen a tener este verdadero amor y así sean los preciosos frutos del amor de Dios.

Queridos Hermanos:

El Pasaje de hoy dice que el amor no guarda rencor. Ahora bien. ¿Qué es "el rencor"? El rencor es un sentimiento malo. Todo lo que no está de acuerdo a la voluntad de Dios es negativo. Hoy, voy a compartir con mayor detalle lo que significa "no guardar rencor."

Sobre este punto, hay tres aspectos en general que vamos a considerar. Espero que esto sirva para que cada uno se examine. Y si encuentra algo malo, lo insto a desecharlo. El primero de estos aspectos es cuando desea el mal a su prójimo. Por ejemplo: Digamos que ha discutido con alguien. Y que llega a odiarlo de tal manera que en su mente piensa: "Cómo desearía que se vaya de viaje y que algo malo le pase." ¡Que mente tan mala! Del mismo modo, supongamos que no se lleva bien con su vecino, y que algo malo le sucede. Y en su mente dice: "Que bueno" o "Sabía que eso le sucedería".

Si tuviera verdadero amor, nunca pensaría así. Si algo malo le sucediera a su hijo o a algún ser querido suyo: ¿Acaso pensaría igual? NUNCA LO HARÍA. ¿Le gustaría que su esposa se enfermara o sufriera algún accidente? Por el contrario, usted quisiera que su amada esposa o esposo estuviera siempre sano y libre de cualquier accidente. Si realmente ama a su familia, desearía que siempre estuviera protegida y sana.

Pero como no hay amor en nuestro corazón, deseamos que algo malo les pase a los demás, y nos alegramos de la desdicha ajena. También, queremos enterarnos de los pecados y fallas de otros para luego divulgarlos. Digamos que ha ido a una reunión, y alguien ha hablado algo malo de otra persona. Si presta atención a esa conversación, entonces, debe examinar su corazón. Claro, hay momentos y casos en los que tiene que oír a otros porque necesita conocer la situación de una persona. Pero, normalmente, la gente tiende a enterarse de esas cosas porque tiene el deseo de calumniar y chismosear de otros. Proverbios 17:9 cita "El que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga, aparta al amigo." Los que tienen amor y bondad en su corazón no divulgarán la falta de otros. Hay un dicho coreano que dice: "Si su primo se compra una casa, a usted le da dolor de

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estómago." Su primo compra un terreno. ¿No es eso algo bueno? Si usted quiere a su primo y él adquiere una propiedad, debería estar contento por ello. Pero como no tenemos amor, sino más bien envidia, nos duele el estómago. No nos gusta el hecho que a otros les vaya mejor que a nosotros.

Sin embargo, si tuviéramos amor espiritual, desearíamos que otros fueran prósperos y queridos. La voluntad de nuestro Señor es que amemos incluso a nuestros enemigos.

Romanos 12:14 cita "Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis." Oro en el nombre del Señor para que su único anhelo sea que otros sean prosperados, y que pueda bendecirlos de corazón, aun cuando se comporten mal con usted, y de esa forma, reciba usted una mayor bendición. El segundo aspecto es el juzgar y condenar a los demás. Por ejemplo, supongamos que usted ha visto entrar a un hermano a un lugar donde los cristianos no deberían ir. En ese momento: ¿Qué pensaría usted? Diría acaso: "¿Cómo puede hacer eso?" Pensaría mal de ese hermano o hermana. O, se preguntaría: "¿Por qué ha entrado a ese lugar?" Y luego, cambiaría su mal pensamiento y diría que de seguro ha habido alguna razón para ello. Sin embargo, si tuviera amor espiritual en su corazón, no tendría ningún mal pensamiento. Aun cuando oiga algo que no es bueno, no lo aceptará. En primer lugar, pensará de la mejor manera posible. Y hasta que confirme lo que en verdad pasó, no juzgará ni condenará a nadie. ¿Cómo reaccionarían los padres en la mayoría de los casos cuando oyen algo malo de sus hijos? No lo aceptarán fácilmente e insistirán en que sus hijos no pueden haber hecho tal cosa. Del mismo modo, si realmente ama a alguien, tratará de pensar de esa persona de la mejor manera posible. Sin embargo, hoy en día, vemos que la gente piensa y habla mal de los demás con mucha facilidad. Calumnian e incluso critican, y creen que eso es algo normal.

Y no sólo se presenta en las relaciones interpersonales, sino también en los que ejercen cargos públicos. Incluso entre los mismos creyentes, hay muchos que juzgan, condenan y critican fácilmente a otros. Ni siquiera procuran saber lo que en realidad sucedió. Ni se interesan en conocer la situación de los demás. Además, no juzgan conforme a la Palabra de Dios, sino de acuerdo a su propio criterio. Pero ¿Cuál es la voluntad de Dios?

Santiago 4:12 dice "Uno sólo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?"

Dios nos dice que no debemos juzgar a nuestro prójimo. Un ejemplo: Supongamos que alguien hizo algo evidentemente malo. En ese caso, para el que tiene amor espiritual, no es realmente importante si lo que hizo fue o no correcto. Sólo pensará en cómo ayudar a esa persona. Únicamente deseará que su alma sea salva y que se reconcilie con Dios.

Proverbios 10:12 menciona "El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas." Desde luego, mientras más perfecto sea el amor, no sólo cubrirá las faltas, sino también ayudará a que la otra persona se arrepienta.

También, debemos estar preparados para enseñar la verdad y llegar al corazón de los demás para que así puedan ir por el camino correcto y vivir una vida en victoria. Si tenemos ese perfecto amor espiritual, no debería costarnos ver a los demás con bondad. En forma natural y espontánea deberíamos amar incluso al que ha cometido muchas faltas. Deberíamos de animarlo y confiar en él.

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Si no tenemos el deseo de juzgar ni de condenar a los demás, nos sentiremos contentos de estar con cualquier persona.

Oro en el nombre del Señor para que lleguen a este amor espiritual, y así, puedan disfrutar cada día del gozo de tener el reino de los cielos en su corazón.

El tercer aspecto se refiere a todo pensamiento o argumento que no está de acuerdo a la voluntad de Dios. Cualquier cosa que esté en contra de la voluntad o de la Palabra de Dios es maldad. No sólo es malo pensar negativamente de otros, sino también lo es todo argumento que esté en contra de la voluntad de Dios.

En el mundo, la gente que vive según su conciencia de acuerdo a la moral de la sociedad, cree vivir una vida correcta. Sin embargo, hay muchas cosas incluso en la moral y en la conciencia del ser humano que van en contra de la Palabra de Dios. Es más, algunas de ellas están completamente opuestas a la voluntad de Dios. Sólo la Palabra de Dios es la norma y el modelo perfecto y absoluto de bondad. Dios es bueno. Dios es la plenitud del amor y de la bondad. Por ello, la ley y la verdad que Dios ha establecido es el modelo y la norma perfecta para medir el nivel de bondad. Tal como dice la primera parte de Hebreos 12:1. Que cita "Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos..." Hay muchos que testifican de este hecho. Mucha gente testifica de las bendiciones que reciben y de los buenos frutos que ven en su vida cuando viven por la Palabra de Dios.

Asimismo, todo criterio o concepto que no esté de acuerdo a la voluntad de Dios, que es la norma absoluta de bondad, es maldad y es pecado. Todo pecado es desobediencia a la ley; es decir, es una violación a la ley de Dios. 1 Juan 3:4 dice "Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley."

Estimado Público:

En este punto: Explicaré, en forma un poco más detallada, sobre el pecado y la maldad. Si entiende correctamente estos conceptos espirituales, les serán de gran ayuda para alcanzar la santidad. El pecado y la maldad provienen de la falsedad, por tanto, son contrarios a la Palabra de Dios, que es la verdad. Ambos provienen de la oscuridad, que es lo opuesto a Dios, quien es luz.

El pecado y la maldad son diferentes. Si los comparamos con un árbol. La "maldad" es como la raíz que no es visible porque está bajo tierra, y el "pecado" es como las ramas, las hojas y los frutos. Un árbol existe gracias a su raíz. Sin la raíz, jamás tendría ramas, hojas ni frutos. Del mismo modo, el pecado es la manifestación exterior de la maldad. Cuando un hombre tiene maldad, entonces peca. El corazón tiene maldad por naturaleza. Y esa naturaleza está en contra de la bondad, del amor, y de la verdad de Dios. Cuando esa maldad se manifiesta en forma concreta y real, a eso se le llama pecado. Lucas 6:45 cita: "El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca."

Digamos que alguien a propósito le dice algo a otra persona a quien odia sólo para herirlo. Lo hace así porque la maldad que hay en su corazón se exterioriza en forma de "odio" y de "malas

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palabras", que son pecados específicos. Maldad también es cualquier idea o argumento que se levanta contra de Dios.

Por ejemplo, cuando vemos que alguien peca, decimos que es algo malo. Y cuando no peca, pero tiene el deseo de pecar, también decimos que es algo malo. Cuando dicha maldad se manifiesta de forma específica, es pecado. Pecado es violar la ley de Dios. Por eso decimos que es desobediencia a Dios.

Por ejemplo, la Palabra de Dios nos dice que debemos de amar, pero si odiamos, estamos cometiendo el pecado llamado "odio." Otro caso: Dios nos dice que guardemos santo todo el día domingo para el Señor. Sin embargo, si no lo hacemos, eso también es pecado. Y como es un mandamiento muy importante para Dios, si no lo cumple, está pecando.

El pecado puede ser categorizado en: Las cosas específicas de la carne; y las obras de la carne como: Envidia, celo, adulterio, etc. Mencionando solamente los crímenes y pecados de este mundo, dependiendo hacia quién se haya cometido el crimen, puede ser contra una nación, el público o un individuo. La magnitud del crimen varía también.

No obstante, aun cuando alguien tenga maldad en su corazón, no necesariamente pecará. Si se despoja en cierto grado de la maldad, no pecará aun teniendo algo de maldad en su corazón. En ese momento, tal vez pueda estar satisfecho considerando el nivel que ha alcanzado de santidad. Pero para llegar a una total santidad, tenemos que despojarnos de esa naturaleza pecaminosa en el interior de nuestro corazón e incluso de la maldad que hemos venido acumulando desde nuestro nacimiento.

Hermanos: Dios es perfecto; y no tiene mancha ni defecto. Por eso, aunque no pequemos, cualquier cosa que no sea perfecta en nosotros es, ante Dios, una forma de maldad. Por ello, 1 Tesalonicenses 5:22 dice "... absteneos de toda especie de mal." Sólo cuando desechamos completamente toda forma de maldad y llegamos al espíritu y al espíritu perfecto, podremos decir que estamos completamente santificados.

Hermanos: Sobre todas las cosas, Dios es amor. Básicamente, los mandamientos de Dios se resumen en "Tener Amor". 1 Juan 3:23 cita "Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado."

Romanos 13:10 señala "El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor." No amar es desobedecer a Dios, y por lo tanto, es algo malo. Así que, para saber si tenemos rencor, debemos saber cuánto amor hay en nosotros. En la medida en que amamos a Dios y a otras almas, no guardaremos rencor. Estimado Público:

¿Cómo podemos despojarnos de la maldad que hay en nosotros? Para desechar esa maldad, no debemos pensar en cosas malas. Tampoco debemos ver ni oír nada malo. Por supuesto, nunca debemos intencionalmente pensar en eso ni recordarlo. Más aun, debemos desechar incluso los pensamientos que por momentos vienen a nuestra mente.

2 Juan 1:10 cita "Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras. "

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Dios nos aconseja evitar la maldad y no aceptarla. Es porque alguien que vive en la carne puede ser fácilmente influenciado por la maldad. El ser humano hereda la naturaleza pecaminosa de sus padres. Y mientras vive en este mundo, está en permanente contacto con la mentira y falsedad. Y en base a esa naturaleza pecaminosa y a esas falsedades, la persona desarrolla su carácter o su "Ego".

La vida cristiana consiste en desechar esa naturaleza pecaminosa y esas falsedades a partir del momento en que acepta al Señor. Para desechar esa naturaleza pecaminosa y esa falsedad, necesitamos mucha paciencia y una gran dosis de esfuerzo. Como estamos viviendo en este mundo, estamos más familiarizados con la mentira que con la verdad, y con las cosas de la carne más que con las del espíritu. Por eso, es relativamente más fácil aceptar la falsedad y hacerla nuestra que echarla fuera de nuestro corazón. Por ejemplo, es fácil manchar con tinta negra un vestido blanco, pero es muy difícil sacar esa mancha y hacer que el vestido vuelva a tener otra vez su color blanco original. De igual forma, aun cuando algo malo se vea muy pequeño, en un momento podrá crecer y convertirse en algo muy grande. Tal como cita Gálatas 5:9: "Un poco de levadura leuda toda la masa." Un poco de maldad puede expandirse a toda la iglesia. Por eso, tenemos que ser muy cuidadosos aun cuando se trate de algo que consideramos como una pequeña maldad.Ahora bien: Para no pensar en la maldad, y desecharla completamente, debemos aborrecerla.La primera parte del Salmo 97:10 señala: "Los que amáis a Jehová, aborreced el mal..." Si ama a Dios, de seguro odiará el mal. Se despojará de lo que Dios le dice que debe despojarse. Y hará lo que Dios le dice que debe hacer. Proverbios 8:13 primera parte cita: "El temor de Jehová es aborrecer el mal..." Debe tener temor de Dios y si lo tiene, entonces, con toda seguridad, odiará el mal. Sólo podrá despojarse de la maldad, cuando odie el mal. Si ama a alguien apasionadamente, le gustará lo que a esa persona le gusta y evitará lo que no le gusta.

Cuando los hijos de Dios, que han recibido el Espíritu Santo, pecan, el Espíritu Santo gime de tristeza en ellos, y por eso su corazón se aflige. Entonces, se dan cuenta que Dios aborrece lo que han hecho, y procuran no pecar otra vez. Asimismo, como aman a Dios, desean asemejarse completamente a Él. Y así se esfuerzan por desechar aun la más pequeña forma de maldad y no aceptar ninguna más. La maldad es algo inútil. Proverbios 22:8 dice: "El que sembrare iniquidad, iniquidad segará."Es decir: Aquel que siembra maldad, cosechará maldad. Escuche Hermano: El resultado de la maldad es MALDAD: Esto es: Pruebas, aflicciones, desgracias, accidentes, etc. Y todo le irá mal en su negocio y trabajo. Tal como dice este pasaje, si siembran maldad, cosecharán problemas. Ustedes y sus hijos padecerán enfermedades y accidentes. Vivirán tristes debido a la pobreza y a problemas familiares. Todo ello es consecuencia de la maldad. Y es producto de una ley espiritual. Desde luego, los problemas no vendrán inmediatamente. Pero luego que la maldad llega a cierto nivel, afectará incluso a nuestros hijos. Como la gente del mundo no entiende este principio, viven obrando con maldad en todo. Por ejemplo, consideran como algo normal vengarse del que los perjudica. Pero Proverbios 20:22 cita: "No digas: "Yo me vengaré"; espera a Jehová, y él te salvará."

Dios, de acuerdo a Su justicia, determina la vida y la muerte, la dicha y la desgracia en la historia del ser humano. Por ello, si hacemos lo correcto conforme a la Palabra de Dios, definitivamente cosecharemos frutos de bondad. Tal como lo promete el pasaje en Éxodo 20:6, que cita "...pero hago misericordia a millares, a los que Me aman y guardan Mis mandamientos." Los animo a atesorar bondad en su vida diaria, para que así siempre tengan salud, sean bendecidos

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financieramente, vivan con la esperanza por el reino de los cielos, y tengan paz y gozo. Para desechar la maldad y mantenernos limpios de ella, debemos aborrecerla completamente. Y además, debemos tener todo el tiempo dos cosas presentes: Estas son: La Palabra de Dios y la oración.

Cuando meditamos de día y de noche en la Palabra de Dios, podremos echar fuera los malos pensamientos y reemplazarlos por pensamientos buenos y espirituales. Podremos entender lo que es el verdadero amor. También, cuando oramos, reflexionamos más profundamente en la Palabra, y así, podemos darnos cuenta de la maldad que hay en nuestros hechos y en nuestras palabras. Si oramos fervientemente con la ayuda del Espíritu Santo, llegaremos a gobernar nuestro corazón y a limpiarlo de toda maldad. Oro en el nombre del Señor para que todos echen fuera la maldad de su corazón por la Palabra de Dios y la oración, y así, sus pensamientos y sus palabras sean llenos sólo de amor.

Amados Hermanos en Cristo y Estimado Público: 1 Pedro 4:8 cita "Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; (El amor es bueno. Pero NO DEBE SER AMOR CARNAL SINO AMOR ESPIRITUAL. Continúa el versículo) porque el amor cubrirá multitud de pecados. Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones." ¿Qué problemas tiene en su vida? La clave para solucionar todo problema es "El Amor." Espero que puedan amar a Dios y a las personas que los rodean.

Cuando amamos en primer lugar a nuestros hermanos y perdonamos sus ofensas, Dios también perdonará nuestros pecados y solucionará los problemas que han provocado nuestros pecados. Ustedes ya saben lo que es el amor y lo que es amar. Los animo a partir de ahora a amar con mayor entrega. Oro en el nombre del Señor, para que cada día se acerquen más a la paz y a la bendición que el Dios de amor les da la oportunidad de recibir.

AMEN

Amor Espiritual (10)

1 Corintios 13:4-5

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

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Esta es la prédica número 10 de la serie "Amor Espiritual."

Hermanos: La mayoría de la gente se esfuerza por vivir una vida feliz. Algunos trabajan mucho por lograr una estabilidad económica y que no les falte nada material. Otros invierten mucho tiempo y esfuerzo para lograr conocimiento y reputación. Creen que pueden ser felices alcanzando estas metas, y se esfuerzan por conseguir aquello que consideran valió. Ahora que ha aceptado al Señor y ha vuelto a nacer como hijo de Dios. La pregunta es: ¿Qué cosa lo hace feliz?

Si tuviera fe verdadera, anhelaría más que ninguna otra cosa, tener amor espiritual.

Cantar de los Cantares 8:7 cita: "Las muchas aguas no podrán apagar el amor, lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían." Las riquezas, la reputación, o la autoridad que tienen gran valor en este mundo, pueden esfumarse en un sólo día. Aun si alguien pudiera disfrutar de todo esto toda su vida, de nada le serviría si muere. Sin embargo, nadie le podrá quitar el amor espiritual que ha cultivado en su corazón.

Aun si alguien ofreciera todo lo que tiene a cambio de amor espiritual, no podría obtenerlo, porque es tan valioso que no puede ser comprado con nada. Y es porque la remuneración del amor espiritual es vida eterna, riquezas, autoridad y gloria. Y también una vida próspera y feliz en este mundo. Espero que oigan este mensaje con un corazón sediento y lleguen a comprender el valor del amor espiritual. Los animo a poner en práctica el contenido de la prédica de hoy; y así puedan poseer este invalorable tesoro llamado amor espiritual. Oro en el nombre del Señor para que cada día vivan una vida en victoria y alcancen la Nueva Jerusalén.

En la prédica anterior, vimos que "El amor... no guarda rencor." En la medida en que cultivemos amor espiritual en nuestro corazón, no tendremos malos pensamientos. No desearemos que nada malo le suceda a otros, ni juzgaremos ni condenaremos a los demás.

Más aún, los que han llegado a cultivar este amor espiritual completamente, no tendrán ningún pensamiento que esté en contra de la voluntad de Dios.

Como Dios es amor y Su voluntad es buena, todo lo que no está de acuerdo a la voluntad de Dios es malo. Por ello, podremos tener amor espiritual sólo cuando nos despojemos completamente toda forma de maldad. Entonces, reflejaremos el corazón de Dios, quien es amor; y tendremos solo buenos pensamientos.

El pasaje de hoy en 1 de Corintios 13:6, primera parte, cita: "El amor...no se goza de la injusticia..." La diferencia es que no guardar rencor es no tener ninguna forma de maldad en el corazón. Y "no gozarse de la injusticia" quiere decir que no participamos ni nos agrada una conducta, actitud o comportamiento abusivo o deshonesto.

Les doy un ejemplo para que puedan entender mejor la diferencia entre ambos.

Digamos que usted tiene celos de un amigo que es muy rico. Y que además le disgusta su comportamiento porque le parece que siempre hace alarde de lo que tiene. Y por eso piensa: "Él lo tiene todo. Y yo no tengo nada. Ojalá que lo pierda todo." Esto es tener malos pensamientos.

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Un día, alguien estafa a su amigo y su empresa se va a la quiebra en sólo un día. Algunos de ustedes han vivido esta experiencia. ¿Verdad?

Ahora bien: Si se alegra de ello y dice: "¡Hablaba tanto de lo que tenía! ¡Me alegro que le haya pasado eso!" Esto es gozarse de la injusticia.

Más aún, si de alguna manera, ha tenido algo que ver en ello, quiere decir que activamente ha participado y se ha gozado de la injusticia.

Ahora, hablemos de la injusticia.

Primero: Hay una injusticia en el sentido amplio de la palabra, que incluso la gente del mundo reconoce y acepta como injusticia.

Por ejemplo: Alguien puede disfrutar y sacar provecho del dinero mal habido. No lo ha ganado honradamente con su trabajo, sino que lo ha conseguido engañando y amenazando a otros. Otro puede violar las leyes del país y beneficiarse con ello. La gente hace lo que sea con tal de sacar provecho personal. Y algunos de ellos, dicen que lo hacen por la nación. Levítico 19:35 dice, "No hagáis injusticia en juicio, en medida de tierra, en peso ni en otra medida." Por ejemplo, un juez da un veredicto o una sentencia injusta luego de recibir un soborno. Eso es violar la ley usando de su autoridad para obtener dinero en forma injusta. Puede sentenciar y condenar a un inocente. Un juez debe ser más honesto que ninguna otra persona. Sin embargo, este juez actúa de esa manera porque lo único que busca es dinero. En la segunda parte del versículo que acabamos de leer dice: "...en medida de peso ni en otra medida."

Por ejemplo, cuando alguien vende algo, puede engañar en el volumen, o puede usar material barato o de calidad inferior para obtener una ganancia deshonesta. Esta persona sabe lo que es correcto, pero engaña a los demás porque disfruta del dinero mal habido. ¿Qué clase de corazón tiene? Examine su corazón con el siguiente ejemplo: No importa en qué trabaje ni que negocio tenga.

Supongamos que es un obrero civil, o de construcción y se entera que uno de sus íntimos amigos está ganando mucho dinero en forma ilegal.

Si lo atrapan, recibirá una fuerte condena. Su amigo, al enterarse que usted ya está al tanto de sus malos manejos, le da una buena cantidad de dinero para que no lo delate. Incluso le dice que luego le dará más. Ahora bien: ¿Qué haría usted? Imaginemos otra situación. Un día, usted ve su cuenta bancaria, y se da con la sorpresa que tiene más dinero del que debería tener. Y se entera que ese dinero debía haber sido transferido como pago de impuestos, pero no se le descontó. ¿Cómo reaccionaría en este caso? ¿Se alegraría por ello? Si es un hijo de Dios y verdaderamente cree en Él, no debe alegrarse con el dinero o la ganancia deshonesta, incluso si se trata de una pequeña cantidad. 2 Crónicas 19:7 cita: "Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de cohecho." Dios es justo; y en Él no hay injusticia. Podemos engañar al hombre, pero no podemos engañar a Dios. Por eso, sólo teniendo temor de Dios, podremos andar honestamente por el camino correcto. Los que aman a Dios y son amados por Él nunca perjudicarán a nadie ni buscarán su propio beneficio violando la ley del país. Los que se gozan de la injusticia lo hacen porque no aman a Dios ni a su prójimo. Los hijos de Dios deben condolerse y lamentarse cuando ven algo injusto. Sin embargo, la

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injusticia que Dios señala es diferente a la injusticia en un contexto general. No sólo es violar la ley y perjudicar a otros, también es todo pecado que se opone a la Palabra de Dios.

Cuando la maldad en el corazón se revela en forma concreta, eso es pecado, y también es injusticia. Entre los diferentes tipos de pecado, especialmente, se mencionan las obras de la carne.

1 Corintios 6:9-10 señala: "¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?" La Biblia nos dice que si no obedecemos la Palabra de Dios y obramos injustamente, no seremos salvos.

Por eso, si vemos a algún hermano o hermana en la fe comportándose injustamente, como lo hacen los inconversos en este mundo; ¿Qué se supone que debemos hacer?

Desde luego, debemos lamentarnos y orar por ellos, y ayudarlos a vivir de acuerdo a la Palabra. No obstante, algunos tienen envidia de los injustos y piensan: "Quisiera vivir como ellos. Llevar una vida cristiana más cómoda y fácil." Pero si viven como los injustos, no podríamos decir que aman al Señor. 1 Pedro 3:18 menciona "Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos (El Señor es perfecto, puro y justo. Y aun así, murió por los injustos y llevó la cruz por los pecados de toda la humanidad. (Finaliza el versículo) para llevarnos a Dios..." Como dice la cita: Jesús, siendo justo murió por los injustos para llevarnos a Dios."

Espero que lleguen a entender este gran amor del Señor y que nunca se gocen de la injusticia.

Amados Hermanos: ¿No sería maravilloso que tuvieran un amigo que siempre los ayudara y los consolara? Juan 15:14 dice, "Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando." Si no nos gozamos de la injusticia y guardamos los mandamientos del Señor, entonces, Él será nuestro amigo. Nos ayudará y prosperará todo lo que hagamos. Siempre nos consolará; y pondrá paz en nuestro corazón.

Sólo cuando tengamos un corazón como el del Señor, podremos ser Sus amigos. Los que no se gozan de la injusticia, sino más bien se conduelen de ella, tendrán ese amor que refleja el corazón del Señor. Oro en el nombre del Señor para que lleguen a ser verdaderos amigos de Él; que no se gozan de la injusticia, y que así puedan ser prosperados en todo lo que emprendan; y lleguen a estar más cerca al trono de Dios en el reino de los cielos.

Estimado Público:

Lo que sigue en la cita de hoy es: "El amor... se goza de la verdad." Si su corazón está lleno de amor, no se gozará de la injusticia sino sólo se gozará de la verdad.

¿Qué quiere decir "gozarse de la verdad"?

Primero: Significa gozarse en el "evangelio."

"El evangelio" son las buenas nuevas o noticias que nos dicen que somos salvos por la sangre de Jesucristo y que vamos a ir al reino de los cielos. Mucha gente busca respuesta a preguntas fundamentales como: "¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Qué es lo más valioso en esta vida?' Para responder a estas interrogantes, algunos la buscan en la filosofía, y otros en la religión. Sin embargo,

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en Juan 14:6, Jesús dijo "Yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí." Sin el Señor, NADIE IRÁ AL CIELO. Como dice el pasaje: Sólo Jesucristo es la verdad.

Usted ha oído este evangelio, ha aceptado a Jesucristo y ha recibido la salvación. Y si se goza de la verdad tendrá vida eterna. Además, ha sido perdonado de sus pecados por la sangre del Señor y ha sido trasladado del infierno al cielo. Y ahora puede entender el verdadero significado de la vida y vivir una vida útil y valiosa. Por ello, debemos gozarnos en el evangelio. Los que se gozan en el evangelio también lo compartirán con otros. Cumplen con sus deberes y trabajan fielmente para expandir el evangelio. También, se alegran cuando las almas oyen el evangelio y son salvas luego de aceptar al Señor. Se gozan cuando el reino de Dios se extiende.

Ustedes, hermanos, también se gozan cuando nuevos creyentes vienen a esta iglesia. Se alegran mucho cuando la iglesia crece y cuando otras iglesias se nos unen.

1 Timoteo 2:4 cita "Dios quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad."

Como ya saben que esta es la voluntad de Dios, se gozan cuando el número de almas salvas aumenta. No obstante, algunos tienen celos cuando otros evangelizan y dan mucho fruto. Incluso, cuando algunas iglesias crecen, otras tienen envidia y las critican aun cuando dicen que predican al mismo Señor Jesucristo. Esto no es gozarse de la verdad. Tiene que examinar si tiene verdadero amor en usted; y si en realidad ama a Dios y a las almas. Si tenemos amor espiritual en nuestro corazón, nos gozaremos al ver que el reino de Dios se está extendiendo. Nos gozaremos cuando veamos que una iglesia crece y que Dios la bendice. También, cuando vemos a alguien que es más fiel que nosotros y que tiene más frutos, nos gozaremos con él como si fueran nuestros propios frutos. A esto se llama gozarse de la verdad, que es gozarse en el evangelio.

Segundo: Gozarse de la verdad quiere decir gozarse de todo lo que es verdadero.

Gozarse de la verdad es ver, oír, y hacer todo aquello que es íntegro y de virtud; como la bondad, el amor, y la justicia.

Muchos hermanos se quebrantan cuando oyen las predicas. Se gozan de los testimonios y se conmueven al oírlos. También se gozan al oír la Palabra de Dios. Como toda la Palabra es verdad, pueden decir que es más dulce que la miel. Por eso, todo el tiempo se gozan oyendo los mensajes y leyendo la Biblia. Más aun, se gozarán practicando la Palabra de Dios.

Por ejemplo, la Palabra nos manda a: "Servir, comprender y perdonar" y usted obedece con gozo esta Palabra. No le agrada odiar, envidiar, tener celos, ni juzgar ni condenar a los demás.

Por ello, los que se gozan de la verdad se gozarán si los otros prosperan. No los envidiarán. Para ellos, es algo inconcebible pensar en alguna maldad, como desear que algo malo le pase a alguien, o alegrarse de la desdicha de otros. Cuando ven algo injusto, se lamentan por ello.

También, los que se gozan de la verdad, aman el corazón bondadoso, que no es de doble ánimo, que es veraz e íntegro. Se alegran con buenas palabras y buenas obras.

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3 Juan 1:4 cita "No tengo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad." A Dios le agrada ver a Sus hijos andar en la verdad. Igual a mí. No saben cuánto me alegra cuando los veo caminar de acuerdo a la verdad. Esta es la confesión del apóstol Juan, a quien se le conoce como el apóstol del amor. Dios también se alegra cuando Sus hijos obran según la verdad. En la medida en que el amor espiritual llena nuestro corazón, también reflejaremos el corazón de Dios. Nos gozaremos cuando vemos algo íntegro y de virtud. Si solamente nos gozamos de la verdad, también la practicaremos. ¿Han examinado su corazón ya?

Luego de oír este mensaje: ¿Habrá alguien que esté desanimado pensando que todavía no se goza completamente en la verdad?

Examínese: Pero no se desanime ni se decepcione. Si se esfuerza al máximo, Dios considerará incluso ese esfuerzo como si se gozara en la verdad.

En tercer lugar: Gozarse en la verdad es creer en la Palabra de Dios y practicarla. Es raro encontrar a alguien que desde el comienzo se goce de la verdad. Mientras tengamos algo de carnalidad, tendremos malos pensamientos o también podremos alegrarnos de alguna injusticia. Sólo cuando seamos transformados y desechemos toda falsedad del corazón, podremos gozarnos completamente de la verdad. Hasta llegar a ese nivel, tendremos que continuar esforzándonos.

Por ejemplo, en la iglesia, no todos vienen felices y contentos al culto el día domingo. En el caso de los nuevos creyentes o de los que tienen una fe débil, pueden sentirse cansados, o también vienen al culto pensando en otras cosas. No obstante, el hecho de venir a la iglesia y asistir al servicio significa que se están esforzando por obedecer la Palabra de Dios. Eso es gozarse de la verdad. Podemos verlo de esta manera: Se viene a la Iglesia para ser salvo e ir al cielo. Como oímos la Palabra de verdad y creemos en Dios, creeremos también que habrá un Juicio Final, y que hay un cielo y un infierno.

Nosotros, los miembros de la iglesia Manmin, no sólo creemos en el cielo sino también sabemos que hay diferentes moradas allí, y que la Nueva Jerusalén es el mejor lugar para vivir en el reino de Dios.

Asimismo sabemos que las recompensas para cada uno serán diferentes. Por eso, se esfuerzan por santificarse y por servir fielmente en la casa de Dios. Y aun cuando, tal vez, no se gocen de la verdad en un 100%, si se esfuerzan al máximo conforme a la medida de su fe, eso ya es gozarse de la verdad. En la segunda parte de Apocalipsis 2:10 Dios nos hace esta promesa: "...se fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida." No es fácil ser fiel hasta la muerte. Pero los que se gozan de la verdad sin cambiar, serán fieles incluso al punto de sacrificar su vida por Dios. Y es porque en la medida en que crean en la Palabra de Dios y la practiquen diariamente, su fe espiritual y su esperanza crecerán.

Estarán llenos de esperanza por el reino de los cielos y tendrán la completa seguridad de su salvación. Como saben y creen que hay diferentes moradas en el cielo, circuncidarán su corazón y servirán fielmente para llegar a ese mejor lugar en el reino celestial. Hermanos:

Es natural que nosotros nos regocijemos sólo con la verdad. Únicamente la verdad nos lleva a la vida eterna y nos transforma completamente.

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Si oímos la verdad; es decir, si oímos el evangelio, y lo creemos, tendremos vida eterna. Nuestro espíritu que estaba muerto debido al pecado, volverá a nacer; y vivirá eternamente. ¡Qué verdad más grandiosa!

De igual forma, si creemos en la Palabra de Dios, es decir, la verdad, y vivimos por ella, podremos finalmente ser transformados en hijos perfectos de Dios. La verdad tiene el asombroso poder de transformar y hacer nuevas todas las cosas en el ser humano.

Si cada día somos transformados por la verdad, seremos felices. Como estamos llenos de amor espiritual y de la esperanza por el reino de los cielos, nuestros rostros resplandecerán de gozo.

Del mismo modo, en la medida en que somos transformados por la verdad, viviremos felices porque somos amados y bendecidos por Dios, y también seremos apreciados por muchas personas. Y desde luego, iremos a la Nueva Jerusalén, donde siempre tendremos paz y felicidad.

Espero que se gocen en esta verdad, y que tengan siempre hambre y sed de la verdad.

Si tienen hambre y sed, desearán alimento y bebida. Cuando buscamos la verdad, tenemos también que anhelarla de esta manera para que seamos transformados en hombres de verdad íntegros.

Debemos vivir una vida que constantemente se esté nutriendo de la verdad. ¿Qué cosa es comer y beber la verdad? Es guardar la Palabra de Dios; es decir, la verdad en nuestros corazones, y practicarla.

Oro en el nombre del Señor para que vean, oigan, y practiquen sólo la verdad, y así reciban la corona de vida que está preparada para ustedes. Cuando uno está delante de alguien a quien ama mucho, es difícil que su rostro no exteriorice su felicidad. Lo mismo sucede cuando amamos a Dios.

Ahora, no podemos ver cara a cara a Dios. Sin embargo, si verdaderamente lo amamos, ese amor se reflejará exteriormente. Esto es, si vemos u oímos algo que es conforme a la verdad, nos sentiremos felices y alegres. Incluso, el más mínimo gesto de bondad nos conmoverá hasta las lágrimas. Las lágrimas que son producto de un corazón bondadoso; es decir, lágrimas de gratitud o de pena por las almas perdidas, se convertirán en joyas preciosas que adornarán la morada de cada uno en el cielo.

Espero que las lágrimas que derramen sean de gozo por la verdad y sean preciosas joyas que decoren su casa en el cielo. Oro en el nombre del Señor para que lleguen a tener las mejores joyas que decoren su morada en la Nueva Jerusalén.

AMEN

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1 Corintios 13:7

"El amor...Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta..."

Amados Hermanos en Cristo y Estimado Público:

Esta es la prédica número 11 de la serie "Amor Espiritual."

El amor hace posible lo que aparentemente es imposible. La gente dice que el poder del amor es grande. En especial, el amor de Dios es realmente maravilloso. Hace que la vida de mucha gente sea como una novela de amor. El amor de Dios puede cambiar incluso a los que aparentemente no pueden hacer algo, en personas que pueden hacerlo todo. Dios transforma al débil en fuerte y al

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pobre en rico. Igualmente, por un toque del amor de Dios, incluso el necio se hace sabio, y el soberbio se vuelve humilde.

En la Biblia, vemos que varios de los padres de la fe, fueron personas con debilidades y problemas.

Una pregunta Hermanos: ¿Durante el ministerio del Señor Jesús, quiénes fueron los que lo amaron y lo siguieron?

Fueron los desclasados; es decir, los que no eran bien vistos por la sociedad, como los pescadores, los cobradores de impuestos, quienes eran considerados pecadores; los pobres, las viudas, los ciegos, y los mudos. Sin embargo, cuando conocían a Jesús, la vida de estas personas era totalmente transformada.

Oían el evangelio del reino de los cielos y se llenaban de esperanza. Sus problemas, incluso la pobreza y las enfermedades, desaparecían. Pero por sobre todo, Jesús les dio verdadero amor, un amor que nunca antes habían recibido.

Y por este gran amor de Dios –que todo lo sufre, todo, lo cree, todo lo espera y todo lo soporta- ellos fueron totalmente transformados. Los que eran considerados inútiles, nacían de nuevo como instrumentos gloriosos de Dios. Espero que a través de este mensaje; sientan en lo profundo de su corazón, lo que es el verdadero amor. Y también que sean totalmente transformados por el amor de este mismo Dios.

Oro en el nombre del Señor para que el amor que hay en usted también llegue a cambiar la vida de infinidad de almas.

Hermanos:

En el mensaje anterior vimos la definición de lo que es el verdadero amor, tal como se describe en 1 de Corintios 13: versículos 4 al 6. Y el versículo 7, nos da la conclusión de lo que es el amor. Esto se puede resumir en cuatro sencillos principios que definen el amor espiritual.

La cita dice: "[El amor]... todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta." La cita dice: "[El amor]... todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta."

Por favor, Hermanos: Leamos todos juntos el pasaje de hoy. Repitan después de mí: "[El amor]... todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta." Si ponemos en práctica estos cuatro principios, nuestro corazón se llenará cada vez más de este Amor Espiritual.

Ahora, veamos en detalle el significado de cada uno de estas cuatro características.

En primer lugar: La cita dice que el amor todo lo sufre. Es decir, el amor comprende y sobrelleva todo. Por ejemplo, si alguien lo golpea en la mejilla derecha, si tiene amor pondrá también la izquierda. Si alguien le pide su camisa, si tiene verdadero amor, también le dará el saco o la chaqueta. Saber sobrellevar o comprender toda situación es lo básico en el amor.

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Antes, usted vivía en el mundo y en la mentira, pero ahora, a medida que la verdad entra en su corazón y procura amar con esta clase de amor; primero, deberá sobrellevar diferentes circunstancias. Primero: El amor todo lo sufre. En este versículo: Sufrir o sobrellevar todo tiene un significado más amplio que el pasaje que cita: "El amor es paciente." Ser paciente es tolerar las diversas dificultades que puede enfrentar cuando ama a alguien.

Sufrir o comprender toda situación va más allá que tolerar las cosas que puede enfrentar cuando ama a alguien; es sobrellevar todo lo que no es amor espiritual. Es decir, entender toda forma de maldad, incluyendo la mentira y la falsedad, los deseos de la carne; y el pecado. En el capítulo del amor espiritual se explica en detalle todo lo que no es amor. Por ejemplo, se dice que el amor es paciente, es benigno y no tiene envidia. Por lo tanto, no ser paciente, no ser amable, sino enojarse; y tener envidia es todo lo opuesto al amor espiritual.

Además, se añade: "El amor no es jactancioso..." Como esta escrito, el corazón que se enorgullece de las cosas materiales y tiene el deseo de ser elogiado no es un corazón que tiene amor. Hacer algo indebido delante de Dios y de su prójimo, y buscar lo suyo, irritarse, y guardar rencor y gozarse de la injusticia no son actos de amor.

Sobrellevar todo significa soportar todas esas cosas que no son actitudes propias del amor. Y es, además, gozarse de la verdad.

¿Qué es gozarse de la verdad? Es creer la Palabra de Dios, esforzarse por guardar los mandamientos, y practicar la Palabra. Para practicar la Palabra, tenemos que controlar lo deseos de pecar y los deseos de la carne. Debemos controlar el corazón que desea hacer lo que nuestro "ego" quiere hacer. Sufrir o sobrellevar algo no sólo es cubrirlo o maquillarlo. Es desechar todo carácter que se oponga al amor; es decir, sacar toda falsedad que hay en el corazón. Esto es circuncidar el corazón. Si circuncida su corazón y se despoja de todo lo carnal, entonces, será un hombre de espíritu con un corazón lleno de amor espiritual. De hecho, si nuestro corazón alcanza el nivel del espíritu, la palabra "sobrellevar" no será necesaria. Como ama a Dios con todo su ser, no vendrá a su mente nada que sea contrario al amor, y desde luego, no obrará con maldad. Igualmente, como no tendrá nada de maldad en su corazón, no verá ningún defecto o falla en los demás. Incluso, si lo viera, sólo procurará comprender y no comentar nada, y así no tendrá ninguna carga que sobrellevar. Perdonará incluso a los que actúan, una y otra vez, con maldad en su contra. Como Dios nos ama, Él es siempre lento para la ira y continuamente nos muestra Su misericordia y compasión. Nos comprende y sobrelleva una y otra vez. La razón por la que hoy usted y yo podemos estar aquí, es debido a ese gran amor de Dios. Espero que lleguen a tener este amor y que lo muestren en toda circunstancia.

En segundo lugar: El pasaje de hoy dice que el amor todo lo cree. Si usted realmente cree en alguien, entonces creerá todo lo que le diga esa persona. Cuando una pareja de casados se aman, confiarán completamente el uno del otro. Incluso si uno tiene fallas, el otro siempre procurará creer en su cónyuge. Por el contrario, cuando no se aman, ninguno confiará en el otro. Por eso, se juzgarán, se condenarán y discutirán todo el tiempo. Confiar o creer viene a ser la regla o norma para medir el nivel de amor. Creer completamente en Dios significa amarlo con todo nuestro ser. Abraham, el padre de la fe, fue llamado amigo de Dios.

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Abraham obedeció, sin dudar un instante, el mandato de Dios, quien le pidió que ofreciera como sacrifico a su único hijo, Isaac. Abraham pudo obedecer porque creía completamente en Dios. Dios vio la fe y el amor de Abraham y le dijo: "... por cuanto yo se que temes a Dios." Amar significa creerle a la otra persona. Los que aman completamente a Dios, también creen en Él sin dudar. Creen toda la Palabra de Dios. Como usted también ama a Dios, también le cree. Y como cree todo, puede igualmente perdonar y entender todo. Acabo de decirle que el amor perdona y sobrelleva todo lo que no es de amor. Para soportar todo lo que es contrario al amor, debe tener fe. Es decir, sólo cuando creemos toda la Palabra de Dios, sabremos esperar por todo y así circuncidar nuestro corazón para desechar todo lo que es opuesto al amor. No es que hayamos creído en Dios porque lo amamos desde un principio. Dios nos amó primero, y creyendo en esto, llegamos a amar a Dios. ¿Que piensa usted?: ¿Dios le amó primero o usted amó primero a Dios?

Hermanos: Yo amo a Dios con todo mí ser. No obstante, Él me amó primero. Y cuando llego a conocer este amor, puedo amar y creer en Dios. ¿Cómo nos amó Dios? Nos amó de tal manera que dio a Su único Hijo por nosotros, que éramos pecadores. Abrió el camino de la salvación. Es decir, abrió el camino al reino de los cielos. Primero: Llegamos a amar a Dios creyendo en este hecho. Sin embargo, si estamos llenos de amor espiritual, llegaremos al nivel en el que podemos creer todo porque amamos. Alcanzar el completo amor espiritual significa que ha desechado toda falsedad del corazón.

Si no tiene falsedad en su corazón, recibirá de lo alto fe espiritual y podrá creer con todo su corazón. Y nunca dudará de la Palabra de Dios. Nuestra confianza en Dios nunca debe cambiar. Asimismo, los que ya han alcanzado completamente el amor espiritual le creerán a todos. Creerán incluso a los que están llenos de iniquidades y fallas pensando: "Es una buena persona. Cambiará más adelante."

Desde que se estableció esta iglesia hasta el día de hoy, ha habido muchos pastores y siervos. Cuando se les ha asignado ciertas responsabilidades y se les ha confiado ciertas labores, siempre he creído y he confiado en ellos. Si alguien deseaba trabajar para el reino de Dios, lo ayudaba y apoyaba con todo. Cuando pedían ayuda, y la iglesia no estaba en posibilidad de dársela, yo los ayudaba con mi fe. En ciertas ocasiones, algunos hermanos que colaboran a mi lado me aconsejaban: "Esa persona no es de confiar. Lo está engañando." Querían advertirme que si confiaba me iban a engañar.

Pero creer no significa pensar que la otra persona ya es perfecta. Que ya ha alcanzado la santidad. Los que cultivan la verdad y la integridad en su corazón no serán engañados por los que fingen. Con sólo hablar un par de minutos, pueden discernir qué tipo de corazón tiene la otra persona. Incluso sin tratar de averiguarlo, pueden discernir la verdad de la mentira en las palabras. Por ello, jamás serán engañados sin haberlo sabido de antemano. En mi caso, aun sabiendo que alguien tiene engaño en su corazón, cuando me dice que va a tratar de cambiar, trato de creerle. Creo que al menos en ese momento es veraz y sincero. Cuando alguien ha cometido una falla grave y me dice: "He fallado. La próxima vez no lo haré." Yo le creo.

Aun si alguien me miente varias veces con la misma historia, si viene y se arrepiente, yo le creo. Y porque amo a las almas y confío en Dios, es que yo también les creo. Cada vez que creo con amor, Dios se hace cargo de todo. Es porque cuando creo en otras personas con verdadero amor y

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encomiendo todo a las manos de Dios, Él acepta con gozo la petición de mi corazón. Hermanos: Yo creo en las promesas que Dios me ha hecho. Cuando estaba orando para establecer esta Iglesia, Dios me dijo que me iba a enviar muchas ovejas que iban a entrar a la Nueva Jerusalén. Me dijo que me iba a dar muchas ovejas obedientes. Y yo creo que esas ovejas son ustedes.

Creo que ustedes son ese rebaño, siervos y almas preciosas que Dios me ha enviado y que van a entrar conmigo a la Nueva Jerusalén. Por ello, aun cuando pequen, mientan o desobedezcan, nunca me daré por vencido con ustedes. No guardo rencor ni odio hacia nadie. Y jamás pienso que alguien es un caso perdido. Siempre los miro con ojos de fe y pienso que cambiarán. Más bien siento lástima. Y me digo: Hacen todo lo posible por dejar de pecar pero aun no pueden lograrlo. ¡Cómo deben sufrir! Si alguien desanimado se me acerca, yo le digo: Hermano: "Lo puede hacer. Lo puede lograr si cree." Y no sólo lo digo para consolarlo, sino porque realmente lo creo. Y como también creo en Dios, le encomiendo sus almas orando incesantemente por ellos. Dios también cree en nosotros. Cree que cada uno llegará a conocer Su inmenso amor y será salvo. Como Él nos mira sólo con ojos de fe, dio a Su único Hijo Jesús para que llevara la cruz. Si no hubiera creído en nosotros: ¿Por qué habría enviado a Su único Hijo a este mundo?

Dios cree incluso que aquellos que no conocen ni creen en el Señor, serán salvos y volverán a Dios. Y cree que los que ya son salvos serán transformados totalmente hasta llegar a reflejar al Señor.

Espero que con este mismo amor puedan creer en otras personas. Y que cada uno pueda verse con los ojos de la fe, creyendo en Dios. El Espíritu Santo, siempre nos dice al corazón: "Lo puedes hacer. Yo te voy a ayudar." Si cree en este amor y confiesa: "Puedo ser mejor. Puedo cambiar." Entonces, Dios lo hará de acuerdo a la confesión de su fe.

¡Realmente es algo maravilloso CREER! Oro en el nombre del Señor para que cultive este verdadero amor que lo lleve a creer todo, y así, llegue a ser un verdadero y fiel amigo de Dios.

El Tercer aspecto es: El amor todo lo espera. Esperarlo todo es anhelar y saber esperar que todo lo que cree se va a hacer realidad.

Es decir, si ama a Dios, creerá todas Sus palabras y esperará que todo sea hecho de acuerdo a Su palabra. Si lo espera todo, podrá entenderlo todo. Cuando tolera toda actitud que no es de amor, también podrá sobrellevar toda dificultad.

Usted anhela el día en que compartirá eternamente su amor con Dios en el hermoso reino de los cielos. Por ello, sobrellevará todo para terminar con éxito la carrera de la fe.

¿Qué sucedería si no hubiera esperanza? La gente que no cree en Dios no tiene esperanza por el reino de los cielos. Por eso, viven como quieren. Si alguien los enoja, sencillamente se enojan. Si alguien no les cae bien, pues simplemente no les cae bien.

Como no tienen una esperanza real, intentan llenar su corazón con cosas del mundo. Procuran disfrutar al máximo de las cosas de este mundo. Y en lugar de vivir para otros, sólo viven para sí mismos y para su familia. No obstante, como no están satisfechos, viven una vida cada vez con más problemas e incluso con temor. Por el contrario, ¿Cómo es la vida de los que creen en Dios? Ellos lo

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esperan todo, por eso escogen el camino angosto. En 1 Corintios 15:19, el apóstol Pablo dijo: "Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres." Desde el punto de vista natural, el sobrellevar todo en la vida puede parecer una carga dura y pesada. Pero si todo lo espera, entonces será el camino más fácil de andar. Si está con alguien a quien verdaderamente ama, se sentirá feliz incluso en una casa vieja. Si pensamos en el hecho que vamos a vivir en el cielo en casas bellísimas que no puede compararse con ninguna otra en la tierra, y que también vamos a estar eternamente junto a Dios. De tan sólo pensarlo, deberían sentirse emocionados y felices. El verdadero amor no sólo se fija en la realidad presente. Sino que espera sin cambiar hasta que todo se haga realidad. Es lo mismo cuando vemos a otras almas. Por ejemplo, algunos niños pueden estar por mal camino y no estudian como deberían hacerlo. Incluso estos niños, si sus padres creen en ellos y les dicen que pueden cambiar, y los miran con esperanza, entonces, lo podrán superarse. Cuando tiene a su cargo un grupo de personas, verá que algunas de ellas vienen del mundo con más heridas y más suciedad que otras, y que algunas otras son arrogantes y orgullosas. Pero no debe sacar conclusiones en base a su propio criterio. No debe desanimarse y pensar: "Creo que es muy difícil que esa persona cambie," o decir: "Todavía sigue igual."

Tiene ver a todos con ojos de esperanza y que pronto cambiarán y serán sensibles al amor de Dios. Debe orar por ellos sin cesar, animándolos y creyendo en ellos: Diciéndoles "Puedes hacerlo."

Como yo creo que cada uno de ustedes irá a la Nueva Jerusalén; hasta el día de hoy, he estado esperando sin cambiar por ustedes. Desde que fundé esta iglesia hasta ahora, luego de más de 26 años, mi corazón es el mismo. Nunca he pensado: "¿Por qué ese hermano no crece más rápido?" Sólo continúo esperando y esperando. Espero el día en que entren a la Nueva Jerusalén junto con todos los que han llegado al perfecto espíritu. Dios ha estado esperando por mil años como si fuera un día. Él espera y cree que usted cambiará y llegará a ser un verdadero hijo Suyo. Es mi deseo que haga realidad esta esperanza de Dios. Y que vea a cada alma con estos mismos ojos de esperanza.

En la próxima prédica les compartiré acerca del significado del cuarto aspecto de este versículo que dice: "El amor... todo lo soporta".


Un proverbio dice que una sola piedra puede matar a una rana.

Esto quiere decir que una sola palabra o acción imprudente o a la ligera puede herir mucho a otra persona. Y también que una sola de sus palabras puede darle vida. La actitud más intrascendente de parte suya puede cambiar la vida de una persona. Por ello, debe dar sólo amor espiritual. Espero que puedan cultivar rápidamente esta clase de amor espiritual. Y que una sola palabra o gesto suyo pueda transmitir este verdadero amor y dar vida a muchas almas.

Oro en el nombre del Señor para que el testimonio de su vida sea ejemplo por la eternidad en la Nueva Jerusalén.

Amén.

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1 Corintios 13:7

"El amor...Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta..."

Amados Hermanos en Cristo:

Este es el estudio número 12 de la serie “Amor Espiritual”. En la última sesión sobre el significado de la frase que dice: "El Amor...Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera..." Vimos que "Sufrir" o sobrellevar todo quiere decir comprender todo aquello que se opone al amor. Creer todo, es confiar completamente en Dios porque lo amamos. Y es también confiar en los demás porque creemos en ellos. Esperarlo todo es saber aguardar que se haga realidad lo que creemos. Es ansiar vivir en el cielo y también esperar que otros cambien. El amor también todo lo soporta. Hasta que no lleguemos a tener amor espiritual, deberemos soportar todo con esfuerzo y paciencia. Si no lo

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hacemos, no alcanzaremos la perfección. Pero si todo lo creemos y todo lo esperamos, entonces, todo lo soportaremos. Y al final, daremos hermosos frutos.

Ahora bien: ¿Qué cosa se supone debemos soportar y cómo debemos hacerlo?

Espero que, a través de este mensaje, obtengan la sabiduría necesaria para tolerar todo con el poder que da el amor. Oro en el nombre del Señor para que puedan continuar su marcha hacia la Nueva Jerusalén con gozo, agradecimiento y seguridad.

Hermanos:

El cuarto aspecto del amor espiritual es: "El amor... todo lo soporta." Ahora bien: ¿Qué cosa significa "Todo lo soporta."? Significa tolerar las consecuencias que vienen luego de sobrellevar una situación.

Cuando sobrellevamos o sufrimos todo lo que no es de amor, habrá repercusiones. Aquí "repercusiones" se refiere a las consecuencias que resultan de una situación concreta. Cuando hay viento, se producirán olas en el río o en el mar. Incluso, luego que la tormenta o el viento se han calmado, todavía podrá haber olas pequeñas. Habrá alguna secuela o consecuencia. Podrán venir algunas pruebas, o tal vez nuestro corazón resulte herido. Es decir, pasaremos por un tiempo de prueba. Por ejemplo: En Mateo 5:39 Jesús dice: "Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra."

Como menciona el pasaje: Si alguien le golpea en la mejilla derecha, no debe responderle con otro golpe, sólo debe soportarlo. Otros, se apenan porque han hecho que otros se enojen. Algunos tal vez se sienten tristes cuando ven a un hermano que no puede controlar su mal temperamento y que explota en cualquier momento. Las consecuencias de sobrellevar una situación pueden originarse en su corazón, o por circunstancias externas. Por ejemplo: Alguien lo ha golpeado. Y usted no le devuelve el golpe, sino que pone la otra mejilla conforme a la Palabra de Dios. Entonces, esa persona, lo golpea de nuevo. Usted ha sobrellevado la circunstancia de acuerdo a la Palabra; pero en realidad la situación ha empeorado.

Este fue el caso de Daniel. Él no se comprometió con el mundo sabiendo incluso que lo iban a echar a la cueva de los leones. Como Daniel amaba a Dios, nunca dejó de orar aun en esa circunstancia en la que su vida corría peligro. Una pregunta: ¿Su situación acaso mejoró porque actuó conforme a la palabra de Dios? NO. Lo echaron a la cueva de los leones. Desde luego, al final, Dios lo protegió y así Daniel pudo glorifica a Dios grandemente. Pero, al principio, tuvo que asumir las consecuencias de "sobrellevar toda esta situación." Tal vez podríamos pensar que si siempre obedecemos la Palabra de Dios, no tendremos que pasar por ninguna prueba. Entonces: ¿Por qué luego de obedecer viene la prueba? El propósito de Dios con nosotros es perfeccionarnos y bendecirnos en forma extraordinaria. Por ejemplo: El campo o la viña darán una cosecha más fuerte y sana si soporta la lluvia, el viento y el sol. Sucede lo mismo cuando vivimos nuestra vida cristiana: Nacemos como verdadero trigo de Dios a través de los tiempos de prueba. La providencia de Dios es que lleguemos a ser verdaderos hijos Suyos a través de las pruebas. Sin embargo, esto no quiere decir que Dios va a perfeccionar a Sus hijos como un dictador. Dios actúa de acuerdo a Su justicia, y perfecciona también conforme a Su justicia. Cuando los hijos de Dios procuran andar en la luz,

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Satanás y el diablo intentan perturbar su vida. También, cando han cometido alguna falta, inmediatamente le acusan. Un simple ejemplo: Cuando alguien lo hiere; usted sobrelleva exteriormente esa situación. Pero en su interior está resentido y lo quiere matar.

Satanás sabe esto y le acusa por tener esos malos sentimientos. Entonces, Dios tiene que permitir pruebas de acuerdo a esa acusación. Para poner fin a esas pruebas, debemos limpiar nuestro corazón de toda maldad y llenarlo del espíritu. Hasta que no saquemos la maldad de nuestro corazón, habrá pruebas que serán "pruebas para perfeccionarnos." Esta clase de pruebas se dan para perfeccionarnos y bendecirnos aún más. Y a través de este proceso, no nos quedamos sólo en el nivel de no tener maldad sino que llegamos a un grado mayor de amor y de bondad incluso más perfectos. Es así que Dios puede bendecirnos aún más.

Durante la prueba Dios nos lleva a un nivel mayor de fe para así bendecirnos más abundantemente. Y no sólo estoy hablando de bendiciones personales. El mismo principio se aplica cuando buscamos el reino de Dios para Su gloria. Entonces, Dios mostrará a través de nosotros Su milagroso obrar para que se cumpla Su justicia.

Al mostrar esta gran fe y estas obras de amor, habremos demostrado que somos vasos de honra dignos de recibir la respuesta a nuestras peticiones. Esto es obrar conforme a la justicia de Dios para que el diablo no pueda objetar nada. Por ello, en algunas ocasiones, Dios nos protege y aleja las pruebas de nosotros; y en otras, Él tan solo las permite.

Si las sobrellevamos con paciencia y amor, Dios se glorificará en ellas, dándonos la victoria y mayores recompensas. Por ello, han oído muchas veces que el resultado de esas pruebas son una mayor bendición y un mayor amor de parte de Dios.

Especialmente, si sobrelleva toda persecución y aflicción por amor al Señor, con toda seguridad, será grandemente bendecido. Mateo 5:11-12 cita: "Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos..." "...porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros." ¿Habrá alguien ahora que piense que las pruebas son algo difícil o algo a lo que debemos tener miedo? Si todo lo espera y todo lo cree con amor, podrá superar todo tipo de prueba. La pregunta es: ¿Cómo debemos de creer, esperar y soportar todo?

En primer lugar: Debemos creer en el amor de Dios hasta el final, incluso durante la prueba.

Deben tener fe. En el Antiguo Testamento, Dios nos muestra que siempre ha estado con nosotros y que nunca nos ha abandonado. Ha sido siempre el pueblo que se alejó de Él. Cuando estaban en problemas, pensaban que Dios los había abandonado. Decían que Dios los había olvidado y que ya no podían confiar en Él.

¿Por qué Dios permite que pasemos por pruebas? 1 Pedro 1:7 señala: "Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo." Dios desea darnos, honra, gloria y honor cuando nuestra vida termine en este mundo. Él anhela que disfrutemos eternamente de todo lo bueno. Nos perfecciona porque nos ama. En especial, los que oyen el evangelio de santidad, deben saber que son muy amados por Dios. Deben soportar más pruebas

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porque oyen y creen en este evangelio de santidad. Para vivir completamente según la Palabra de Dios y no comprometernos con el mundo, deberá injustamente enfrentar -en muchas ocasiones- aflicciones y pruebas. En toda situación, debe ver el amor de Dios. Y entonces, en vez de desanimarse, dará gracias a Dios porque lo está llevando a una mejor morada en el cielo. Ese amor es realmente maravilloso. Debemos CREER en el amor de Dios. Y debemos de hacerlo hasta el final. Tal vez haya dolor en las pruebas de fe. Pero si el dolor o la tristeza es grande y dura un tiempo, acaso eso nos da el derecho a pensar: "¿Por qué Dios no me ayuda? ¿Es que ya no me ama?"

Si tenemos esta clase de dudas, tal vez entonces nos demos por vencidos y comencemos a quejarnos y a sentir rencor. No obstante, en esos momentos, tenemos que recordar el amor de Dios y resistir las pruebas. Debemos CREER que Dios nos ama y quiere llevarnos a una mejor morada en el cielo.

Si resistimos hasta el final, entonces, daremos fruto sin limite. Santiago 1:4 señala: "Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna." Si creemos en el amor de Dios y soportamos toda situación hasta el final, llegaremos a ser perfectos. De igual manera, la prueba es una muestra del amor de Dios que nos llama la atención en forma delicada. Espero que firme y constantemente crean en este amor para que puedan sobrellevar y vencer toda prueba. En segundo lugar: Para soportarlo todo, debemos creer que las pruebas son el camino más corto para hacer realidad nuestra esperanza.

Romanos 5:3-4 cita "Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; (A ver: ¿Cuántos pueden alegrarse en medio de los problemas y las pruebas? Si tuvieran fe si lo harían. Continúa el pasaje) y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza."

La tribulación en las pruebas produce esperanza. Es como un atajo para que su esperanza se cumpla. ¿Y cuál es esa esperanza? Es entrar a la Nueva Jerusalén, su más ferviente deseo. AMEN. Si superamos las pruebas y tribulaciones con paciencia, al final seremos transformados.

Tal vez pueda pensar: "¿Cuándo voy a cambiar?" Pero si todo lo tolera y continúa cambiando, finalmente llegará a ser un hijo perfecto de Dios. Si soporta y supera cada día, al final podrá entrar a la Nueva Jerusalén. Por ello, cuando le venga una prueba, no la evite, sino acéptela de la mejor manera posible. Desde luego, es natural que el ser humano tienda a escoger el camino más fácil. Es lógico que deseemos tener paz y comodidad. Sin embargo, si procuramos evitar las pruebas, nos tardaremos más en llegar a nuestro destino. Por ejemplo: Supongamos que hay alguien que constantemente le causa problemas en todo. Aun cuando no lo demuestre exteriormente, cada vez que la ve, se siente incómodo. En ese caso, usted no debería negar este hecho, sino tomar la iniciativa para vencer esta situación. Tiene que soportar la incomodidad que le causa esa persona e intentar de corazón entenderla y perdonarla. Entonces, Dios le dará gracia y usted cambiará. Del mismo modo, cada una de las pruebas será un escalón y un atajo para que su esperanza se realice. ¿Quiere llegar al nivel del espíritu rápido? Si en verdad desea hacerlo, entonces, cada vez que enfrente una prueba, debe alegrarse porque es un atajo para que su esperanza se cumpla.

Oro en el nombre del Señor para que todo lo soporten con gozo y valentía; y sigan hacia adelante en busca de que su esperanza se haga realidad.

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Hermanos:

En tercer lugar: Para soportarlo todo, debemos hacer solo lo bueno. Cuando enfrentamos las consecuencias de algo, incluso después de haber soportado todo de acuerdo a la Palabra de Dios, las personas tienden generalmente a reclamarle a Dios. Algunos se quejan diciendo: "¿Por que esta situación no cambia si estoy actuando conforme a la Palabra? ¿Por qué no funciona? Mientras atraviesa por pruebas, debe pensar y obrar solo con bondad. ¿Cómo se comportó Daniel? ¿Acaso reclamó y se quejó porque, luego de haber orado, lo iban a echar a la cueva de los leones? Daniel nunca se quejó contra Dios. Jamás decepcionó a Dios pronunciando palabras de desaliento y de queja. Además, nunca le reclamó al rey ni reaccionó con venganza en contra de los que habían complotado contra él. ¿Acaso Daniel soportó todo eso en silencio porque no tenía otra alternativa o porque no tenía la suficiente sabiduría para salir de esa situación? Él siempre oraba y tenía intimidad con Dios y también estaba al tanto de las maquinaciones que estaban planeando los otros ministros de gobierno. No nos olvidemos tampoco que el rey apreciaba en gran manera a Daniel. Por eso, Daniel tenía autoridad y poder. Sin embargo, él sabía la voluntad de Dios y por eso reaccionó solo con bondad. Y por ello, en el mismo momento en que fue arrojado a los leones, Dios obró en forma milagrosa.

Envió a Sus ángeles para cerrar la boca de los leones y proteger a Daniel de cualquier daño. Y en lugar de Daniel, los que habían conspirado contra él fueron arrojados a los leones. Quizás parezca algo absurdo reaccionar con bondad con aquellos que le han hecho daño. No obstante, si conocemos la ley del reino espiritual, sabremos que es sabio obrar siempre con bondad. Desde un punto de vista natural, pareciera que las pruebas y tribulaciones son provocadas por otras personas o por una situación concreta. Sin embargo, es Satanás y el diablo quienes causan todas estas pruebas de fe. Es decir, las pruebas son luchas entre el bien y el mal. Por ello, nuestra lucha no es contra ningún ser humano sino contra Satanás y debemos GANAR. Para lograr la victoria en esta guerra espiritual, debemos luchar conforme a las reglas del reino espiritual. Debe pelear contra Satanás y contra el diablo. En Romanos 12:21 leemos: "No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal." Si reacciona con bondad, tal vez por un momento le parezca que está cediendo ante el mal, pero en realidad, es todo lo opuesto. Y es porque Dios es justo y bondadoso y Él gobierna sobre la vida y la muerte; y sobre la dicha y la desgracia del ser humano de acuerdo a las leyes del reino espiritual. Es una ley espiritual que la bondad debe vencer. Por ello, cuando enfrente pruebas y tropiezos, debemos de reaccionar con bondad. Por ejemplo: Los familiares de algunos de ustedes que no son cristianos pueden acosarlos y molestarlos. Ustedes sobrellevan y soportan esas molestias para mantener su fe.

En ese caso, las persecuciones desaparecerán rápidamente y su familia será evangelizada si usted reacciona solo con bondad. No obstante, una persona podría pensar: "¿Por qué mi esposo es tan malo? ¿Por qué mi esposa es tan amargada? Procuran evangelizar al resto de su familia discutiendo con ellos. Pero entonces, la prueba es mayor y más larga. ¿Cuál sería una actitud de bondad en esta situación? Supongamos que les está hablando del evangelio y de esta Iglesia, pero no le quieren creer y en vez de ello, continúan molestándolo. Entonces, deberá intentar tocar su corazón con amor.

Debe orar con amor y servirlos en el Señor. Debe ser la luz que resplandezca en su familia. Además, en toda clase de situación, deberá siempre reaccionar con bondad y actuar con fe. ¿Cuánto

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deberá soportar y controlarse? Cada día deberá morir. Deberá morir por su esposo, por sus hijos, e incluso por su suegra. Y así llegara al nivel del espíritu. Debe alcanzar este nivel.

Y así llegará al espíritu y todos sus problemas se resolverán. Una vez que llegue al espíritu, todo se solucionará. El arma más poderosa en esta guerra espiritual no es el poder ni la sabiduría del hombre, sino el amor y la bondad que vienen de Dios.

Espero que todo lo soporten con bondad y que hagan sólo lo bueno. Oro para que viviendo en victoria de esta manera glorifiquen a Dios.


Una pregunta: ¿En este momento: Hay alguien cerca de usted que no le cae bien o que le es difícil de sobrellevar? En la Iglesia, en el trabajo, incluso en su familia entrará en contacto con diferentes personas. Algunos se equivocan todo el tiempo, dañan y le complican la vida a los demás. Otros siempre se quejan y se enojan por pequeñeces. No obstante, si tiene verdadero amor, no habrá nadie a quien no pueda sobrellevar. Es porque amará a todos como a sí mismo. Al igual que Jesús que nos dijo que amaramos a nuestro prójimo como a uno mismo. Comprenderá, perdonará y soportará todo. Y no lo hará conforme a su criterio. Lo hará poniéndose en el lugar de la otra persona. Dios también nos entiende y nos tolera de la misma manera. Espero que, hasta que llegue a cultivar este amor en su corazón, viva su vida como una ostra de perla. Es decir, cuando algún elemento extraño entra a su cuerpo, la ostra lo transforma en una preciosa perla.

Es mi deseo que no sufra cuando sobrelleve todo con amor, sino que todo lo soporte con fe y con esperanza.

Espero que pueda formar en usted esta bellísima perla que se llama AMOR ESPIRITUAL. Si llega a formar esta fina perla de amor, entrará a la Nueva Jerusalén a través de la puerta con arco de perlas.

Oro en el nombre del Señor para que llegue a pasar por esta puerta de perlas, y entonces, podrá decir a Dios: "Gracias Padre porque todo lo has sufrido, todo lo has creído, todo lo has esperado, y todo lo has soportado por mí.”

Amén.

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Amor Espiritual

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