Diario 16 Investigación del abandono del Sahara

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7/17/2019 Diario 16 Investigación del abandono del Sahara http://slidepdf.com/reader/full/diario-16-investigacion-del-abandono-del-sahara 1/1 i rio 16 13 marzo 78 Citados  a  declarar  los protagonistas del  abandono El  Congreso  investiga  la oscura  historia  del  Sahara MADRID, 13  D16).  — Ho y  empieza  en  las Cor- tes uno de los  episodios m ás  interesantes  de la os- cura historia del Sahara, ayer español. Precisamen- te, lo que intenta el Con- greso  de  Diputados  es ha- cer  luz  sobre  el final  acep- tado por un Gobierno  es- pañol para un territorio  y para una población a los que  siempre se les prome- tió la mejor  de  las protec- ciones  y el  mejor de los tratamientos. Coincidiendo  con la muerte del general  Fran- co,  el  último Gobierno  de aquella época dio el  car- petazo  al  conflicto saha- raui, desentendiéndose de él. Cuando se esperaba una  solución  se  verificó  al- go  muy  parecido  a una huida. Todo ello desea aclararlo  el  Congreso,  cu- ya  Comisión  de  Asuntos Exteriores ha citado a de- clarar  a  doce protagonis- tas  de  entonces. El 14 de noviembre de 1975  se  firmaba  el  acuer- do  de  Madrid entre Mau- ritania, Marruecos  y Es- paña. En esa  fecha  se  lle-  a  efecto  la venta de un pueblo y un territo- rio , según unos,  la  so- lución de un problema pa- ra los  españoles ,  según otros. Se a  como fuere,  atrás quedaban  las  angustiosas jornadas de la marcha verde,  las  escaramuzas  en- tre tropas españolas y ma- rroquíes, los enfrentamien- tos con el Frente Polisa- rio,  los  incidentes pesque- ros y unos importantísi- mos  yacimientos  de  fosfa- tos, tal vez los más  ricos del  mundo. Pero aquel día  acabó  só- lo  una  etapa  del  Sahara, para  dar  paso a la más cruenta, en la que las Fuerzas del Frente Poli- sario, apoyadas  po r  Arge- lia, desencadenaron  un a lucha que aún continúa  y que  no  tiene  visos  de  aca- bar. Después de las eleccio- nes  democráticas  de  Junio de  1977,  y con un  Parla- mento en el que los  par- tidos de izquierda han apo- yado la lucha saharaui, se plantea  la  responsabilidad de  España  en  aquel  terri- torio, que para muchos aún no ha terminado. Hombres  clave Los doce personajes  ci- tados a declarar  por la Comisión  de  Asuntos  Ex- teriore s del Congreso de Diputados son los  siguien- tes: CARLOS ARIAS  NAVA- RRO.  —  Procurador  en Cortes, consejero  del  Rei- no, consejera nacional por designación  directa del  Jefe  del  Estado  del antiguo régimen y minis- tro de Gobernación has- ta el atentado que costó la vida a Carrero, fue nombrado presidente del Gobierno el 20 de diciem- bre de 1973. El Rey le confirmó  en su  cargo  y su mandato duró  hasta juli o de 1976, en que fue «invitado»  a  dimitir. Su última actuación  po- lítica fue su presentación —y  derrota—  como can- didato  al  Senado  por Alianza Popular. JOSÉ MARÍA  DE AREILZA. —Fue  embaja- dor de España  en  Argen- tina, Estados  Unidos  y Francia. En 1966 es nom- brado por don  Juan  de Borbón secretario  de  su Consejo Privado.  En los últimos años del fran- quismo Areilza mantiene una clara oposición al ré- gimen, y es nombrado ministro  de  Asuntos  Ex- teriores en el primer Go- bierno  de la  Monarquía, con Carlos Arias  Nava- rro como  presidente. Fundador del Partido Popular,  se  aparta  de la «Operación Centro» en la que se integra el partido, y  aunque  no se  presenta a las elecciones apoya  la candidatura  de  Senado- res para  la  Democracia. Recientemente volvió a la arena política  y es  presi- dente  de  Acción Ciuda- dana Liberal. ANTONIO CARRO MARTÍNEZ.  — Hoy  es diputa do de Alianza Po- pular  por  Lugo  en  las nuevas Cortes. Durante su gestión  al  frente  del Ministerio  de la  Presiden- cia  se  firmó  el  llamado Acuerdo de Madrid. Se- gún  sus  declaraciones posteriores, este acuerdo «n o  es otra cosa que una declaración  de  carácter unilateral  en la que Es- paña afirma que pone tér- mino a sus responsabili- dades como potencia ad- ministradora, mientras que el papel de Marrue- cos y Mauritania en este asunto fue de meros  tes- tigos...». FEDERICO  GÓMEZ  DE SALAZAR.  —  Nombrado general gobernador del Sahara el 31 de mayo de 1974, declaraba  a la re- vista «Posible» el 30 de enero  de  1977:  « El  Ejér- cito no tenía opción de ninguna clase. Estábamos dispuestos para cumplir las órdenes que venían de nuestro  Gobierno, y así se hizo  con  toda tran- quilidad. Nuestro Ejérci- to era muy fuerte y con una moral muy elevada. Hubiéramos hecho lo que se nos ordenara. Pero  la decisión  del  Gobierno  fue perfecta y nos ahorra- mos muchos muertos.» PEDRO  CORTINA MAURI.— El  2 de  enero de 1974 es llamado por Arias para el cargo de ministro de Asuntos Ex- teriores; durante su man- dato al frente del Minis- terio se produce la  cri- sis del Sahara; sorpren- dentemente,  su papel de interlocutor con Marrue- cos lo realizan  otros ministros  del  Gabinete Arias. En el primer Gobierno de la Monarquía  es  sus- tituido por Areilza. JOSÉ SOLIS  RUIZ.— El primer ministro Arias, premiando  sus  «lealtades inquebrantables», le  nom- bró ministro  de  Trabajo en el primer Gobierno de la Monarquía. Fue pre- cisamente  en  esta  etapa de su carrera,  «al  servi- cio de la nación», cuando actuó como mediador  en el asunto  de la  cesión  del Sahara y realizó  frecuen- tes contactos  con  perso- nalidades marroquíes.  El 13  de  enero declaraba  a la agencia Logos en rela- ción con el tema  del Sa- hara: «A mí me gustaría que me llamasen a las Cortes para  hablar  del Sahara  y de  muchas  co- sas más... que negocié. Conseguí que detuvieran la continuación de la  marcha  verde los ma- rroquíes. Presté  un  gran servicio a mi Patria  y a la paz del mundo...» JAIME DE  PINIES  Y RUBIO.  —  Representante español en las Naciones unidas, fue el portavoz incansable  de  la  posición española  pro  autodeter- minación  del  Sahara.  Po- cos días  antes  del  Acuer- do de Madrid  se  ausen- tó de los foros  de la ONU.  La prensa comen- tó lo oportuno de su en- fermedad, qu e le impedía acudir a las sesiones del Consejo de Seguridad. LUIS RODRÍGUEZ  DE VIGURI.  — Fue nombra- do  secretario general  del Gobierno  del  Sahara  en junio  de  1974, siendo sus- tituido en diciembre  por Enrique Ruiz y Gómez de Bonilla, aunque quedó  co- mo consejero de la Ye- máa. Después de la entrega del Sahara  hizo impor- tantes declaraciones,  en las que denunció  el  jue- go  de  intereses  particu- lares en la descoloniza- ción  del  territorio. EDUARDO  BLANCO RODRÍGUEZ. —Fue  jefe de los Servicios  de In- formación de  la  Direc- ción General  de  Seguri- dad y posteriormente di- rector general  de la  mis- ma. El 22 de abril  de 1974 fu e  nombrado  director general  de  Promoción  del Sahara. ALFONSO  ALVAREZ DE  MIRANDA.  —  Proce- dente de la empresa  pri- vada, en marzo de 1969 fue nombrado  presiden- te ejecutivo  de  Fosfatos Bu-Craa,  S.  A.,  en el  Sa- hara. Al año  siguiente ocupó el cargo de  direc- tor del sector  de  siderur- gia, metalurgia y minería del INI,  y en  marzo  de 1975  fue  llamado  por Arias para  ocupar  la  car- tera de Industria. ADOLFO  MARTIN-GA- MERO Y  GONZÁLEZ-PO- SADA.—En  julio  de  1972 fue  nombrado embajador de España  en  Rabat, car- go que abandonó en di- ciembre  de  1975 par a  ocu- par la cartera de Infor- mación y Turismo. El 13 de enero de 1978 declaró a la agencia Lo- gos: «Soy funcionario di- plomático en  activo  y su- pongo que se me  quiere citar como embajador que fui en Rabat...  Me atendré a las  instruccio- nes de mi ministro para comparecer o no a la Co- misión cuando ésta  me convoque.» JOSÉ  RAMÓN  SOBRE- DO  Y RIBOO.—Embaja- dor  en  Argel  cuando se produjo la crisis  del Sa- hara, permaneció en di- cho cargo desde marzo de 1972. Actualment e es embajador  de  España  en Pekín.  No  comparecerá por encontrarse grave- mente enfermo. No  se  sabe  de  ellos Carlos  rias  Navarro ex  presidente  del  Go- bierno y Pedro Cortina  Mauri ex  ministro  de  Asuntos Exteriores no han dicho  todavía  si acudirán  ante  la Comisión  de  Exteriores  del Congreso  para  declarar sobre la  descolonización del  Sahara.  Es una de las  incógnitas a resolver  a  partir  de  hoy Antecedentes La  respuesta  española  a la  resolución número 1524  de las Naciones Unidas, hecha pública  en el año 1960 por la que se reco noce el derecho de autodeterminación  de los  pueblos,  es  la  promulga- ción  de estatutos provinciales para los hasta en- tonces territorios  de  Sahara  e  Ifni. Pero a los  pocos años  la  política  española en este  campo  va a  sufrir  una  serie  de  vaivenes  que comienzan con un ofrecimiento de Franco a  Ma- rruecos de reconocer su soberanía a cambio de una renuncia formal sobre Ceuta  y  Melilla.  Después  de  la  entrega  de  Ifni  a  Marruecos  en 1969  se crea la compañía de Fosfatos de  Bu-Craa y la  ONU  vuelve  a  pedir  a  España  que  fije  la  fecha del  referéndum. Pero Hassan  II no  permanece  inac- tivo.  Viene a España en viaje privado y posterior- mente  se  firma  un  tratado pesquero. El  fosfato  ya  había comenzado  a  llegar  a la playa  de El  Aaiún  y se  había convertido  en un negocio importante. En mayo de 1972 tras denun- ciar el tratado pesquero, Hassan  II  reivindica todo el Sahara y el comité de los 24 de la ONU aprueba una  resolución para el envío de una misión visita- dora  al  Sahara español. Las  peticiones de  autodeterminación se suceden desde 1973. Primero la  Yemáa  en una carta a  Fran- co;  posteriormente Argelia  y  también Mauritania, Túnez  y Libia. La respuesta de España siempre es la  misma:  sí a la  autodeterminación.  Pero  los  saharauis,  protagonistas silenciosos del problema,  no  fían  de los órganos  de  represen- tación  que España les proporciona y el 20 de mayo de 1973 nace  el  Frente Popular  de  Liberación de  la Saguia  el  Hamra  y Río del Oro  Frente Polisario). En agosto comienzan a concentrarse fuerzas ma- rroquíes en la frontera norte  del  Sahara mientras Argelia  apoya claramente  al  Polisario  y  Hassan  de- clara  que «tomará el te en El  Aaiun».  Pero  la  crisis llega a una tregua. Hassan II, en la Asamblea Gene- ral  de la  ONU, pide  la  intervención  del  Tribunal Internacional  de  Justicia  de La  Haya  y  renuncia  a la  guerra. En  diciembre tiene lugar  un  duro  enfrenta- miento entre guerrilleros  y  tropas  de la  Policía Territorial la Legión  y  Nómadas  en  Echdeiria,  en el  que  mueren  siete  guerrilleros  y  varios españoles, entre ellos  un  sargento de la Legión. Entre la  po- blación militar de El Aaiún  corren rumores de que tres guerrilleros polisarios  han  sido posteriormente fusilados.  El  ambiente entre  la  población española es tenso. En  mayo  llega  la  misión visitadora  de la ONU y  comienzan las sesiones del Tribunal de La Haya.  El problema se va agudizando y se suceden las  visitas  de  personalidades internacionales  a los países  en  litigio,  como la de  Kurt  Waldheim secre- tario general de la  ONU,  a  Madrid. En el  territorio  se  empieza  a  detectar  cierto descontento de las fue rzas españolas y los  in- cidentes ya no son con el  Polisario, sino  con las fuerzas marroquíes. Entretanto España sigue  ha- blando de autodeterminación, y el viaje del enton- ces príncipe Juan Carlos a El Aaiún es calificado por  su  padre,  el  conde  de  Barcelona, elogiosamente: «Ha  sabido coger  el  toro por los cuernos.» Pero días después  los  acontecimientos  se  precipi- taron  y en el Acuerdo de Madrid España cede el Sahara a Marruecos y  Mauritania.

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Personajes políticos investigados por el abandono del Sahara.

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7/17/2019 Diario 16 Investigación del abandono del Sahara

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i rio 16

1 3 m a r z o 7 8

Ci tados  a   dec larar  l o s pro tagon i s tas de l  a b a n d o n o

El  Congreso

  investiga   la

oscura

 historia   del  Sahara

MADRID, 13  D16).  —

Ho y  empieza

  en

  las Cor-

tes uno de los

  episodios

m ás

  interesantes de la os-

cura historia del  Sahara,

ayer

  español. Precisamen-

te, lo que intenta el Con-

greso  de

 Diputados

  es ha-

cer

  luz

 sobre  el final  acep-

tado por un

  Gobierno

  es-

pañol para un  territorio y

para una población

  a los

que   siempre

  se les

 prome-

tió la  mejor  de  las protec-

ciones

  y el  mejor  de los

tratamientos.

C o i n c i d i e n d o

  con la

muerte  del general

 Fran-

co,   el  últ imo Gobierno  de

aquella  época

  dio el

  car-

petazo  al

  conflicto

  saha-

raui,  desentendiéndose de

él. Cuando se esperaba

una

  solución

 se

 verificó

  al-

go   muy

  parecido

  a una

huida.

  Todo ello desea

aclararlo

  el  Congreso,  cu-

ya

  Comisión

  de

  Asuntos

Exteriores

  ha citado a de-

clarar  a  doce

  protagonis-

tas

  de

  entonces.

El 14 de noviem bre de

1975

  se

  firmaba

  el

  acuer-

do

  de

  Madrid

  entre Mau-

ritania,

  Marruecos

  y Es-

paña.  En esa

  fecha

  se  lle-

  a

  efecto

  la venta de

un pueblo y un territo-

rio ,

  según

  unos,

  la

  so-

lución de un problema pa-

ra los  españoles ,  según

otros.

Se a  como  fuere,

  atrás

quedaban  las

  angustiosas

jornadas de la marcha

verde,

  las

  escaramuzas

  en-

tre tropas españolas y ma-

rroquíes, los enfrentamien-

tos con el

  Frente Polisa-

rio,  los  incidentes pesque-

ros y

  unos importantísi-

mos yacimientos  de  fosfa-

tos,

  tal vez los más

  ricos

del

 mundo.

Pero aquel día  acabó só-

lo

  una  etapa  del  Sahara,

para  dar

  paso

  a la más

cruenta,

  en la que las

Fuerzas del Frente Poli-

sario, apoyadas

  po r

  Arge-

lia, desencadenaron

  un a

lucha  que aún

  continúa

 y

que  no

 tiene

  visos  de

 aca-

bar.

Después  de las

  eleccio-

nes  democráticas  de  Junio

de  1977,

 y co n un

  Parla-

mento  en el que los par-

tidos de izquierda han apo-

yado

  la lucha saharaui, se

plantea

  la

 responsabilidad

de  España  en  aquel  terri-

torio, que para

  muchos

aún

 no ha terminado.

Hombres

  clave

Los

  doce personajes

 ci-

tados a

  declarar

  por la

Comisión

  de  Asuntos Ex-

teriores del Congreso de

Diputados

 son los

 siguien-

tes:

C A R L O S A R I A S  N A V A -

RRO.

  —

  Procurador

  en

Cortes,

 consejero del

  Rei-

no, consejera

  nacional

por

  designación  directa

del

  Jefe

  del

  Estado

  del

antiguo régimen y minis-

tro de

  Gobernación has-

ta el atentado que costó

la vida a Carrero, fue

nombrado presidente del

Gobierno  el 20 de

  diciem-

bre de 1973. El Rey le

confirmó

  en su  cargo  y

su

  mandato duró

  hasta

julio de 1976, en que fue

«invitado»

  a

  dimitir.

Su última actuación po-

lítica fue su presentación

— y  derrota—  como can-

didato  al

  Sen ad o

  por

Alianza

  Popular.

JOSÉ  M A R Í A   D E

A R E I L Z A .—F ue  embaja-

dor de

  España

  en

  Argen-

tina,  Estados  Unidos  y

Francia. En 1966 es nom-

brado

  por don

  Juan

  de

Borbón secretario

  de

  su

Consejo  Privado.  En los

últimos años del

  fran-

quismo  Areilza  mantiene

una clara oposición al ré-

gimen, y es

  nombrado

ministro

  de

  Asuntos

  Ex-

teriores

 en el primer Go-

bierno

  de la

  Monarquía,

con

  Carlos Arias

  Nava-

rro  como  presidente.

Fundador del Partido

Popular,  se  aparta  de la

«Operación Centro» en la

que se integra el

 partido,

y

  aunque

  no se  presenta

a las  elecciones apoya  la

candidatura

  de  Senado-

res

  para

  la

  Democracia.

Recientemente volvió

 a la

arena política

  y es

  presi-

dente

  de  Acción

  Ciuda-

dana

  Liberal.

A N T O N I O  CARRO

M A R T Í N E Z .  — H o y

  es

diputado de Alianza Po-

pular

  por

  Lugo

  en  las

nuevas Cortes. Durante

su

  gestión

  al

  frente

  del

Ministerio

  de la Presiden-

cia

  se

  firmó

  el  llamado

Acuerdo de Madrid. Se-

g ú n

  sus

  declaraciones

posteriores, este acuerdo

«n o

  es otra cosa que una

declaración

  de  carácter

unilateral  en la que Es-

paña afirma

 que

 pone tér-

mino

  a sus responsabili-

dades como potencia ad-

ministradora,

  mientras

que el papel de Marrue-

cos y Mauritania en

 este

asunto fue de

 meros

  tes-

t igos. . .».

FE DE R I C O   G Ó M E Z   D E

SALAZAR.

  —

  Nombrado

general gobernador del

Sahara el 31 de mayo de

1974,

  declaraba

  a la re-

vista «Posible»

  el 30 de

enero

  de

  1977: « El  Ejér-

cito

  no tenía opción de

ninguna clase. Estábamos

dispuestos para cumplir

las órdenes que

  venían

de

  nuestro

  Gobierno, y

así se

 hizo

 con

 toda tran-

quilidad. Nuestro  Ejérci-

to era muy  fuerte  y con

una moral muy elevada.

Hubiéramos hecho lo que

se nos

  ordenara. Pero

  la

decisión  del Gobierno fue

perfecta y nos ahorra-

mos muchos muertos.»

PEDRO

  C O R T I N A

MAURI.—

El  2 de

  enero

de 1974 es llamado por

Arias para el cargo de

ministro

  de Asuntos Ex-

teriores; durante su man-

dato  al frente del Minis-

terio

  se produce la

  cri-

sis del

  Sahara;

  sorpren-

dentemente,  su papel de

interlocutor

  con Marrue-

cos lo

  realizan

  otros

ministros  d e l  Gabinete

Arias.

En el

  primer Gobierno

de la  Monarquía  es  sus-

tituido por Areilza.

JOSÉ

  SOLIS

  RUIZ.—

El

 primer ministro Arias,

premiando

  sus

  «lealtades

inquebrantables»,

 le nom-

bró  ministro  de  Trabajo

en el

  primer Gobierno

de la Monarquía. Fue pre-

cisamente

  en  esta

  etapa

de su

  carrera,

  «al  servi-

cio de la nación», cuando

actuó

  como mediador

  en

el

 asunto

 de la

 cesión

 del

Sahara

  y realizó

  frecuen-

tes  contactos  con  perso-

nalidades marroquíes.

  El

13

 de

  enero declaraba

  a

la agencia Logos en rela-

ción

  con el

  tema

  del Sa-

hara:

  «A mí me

  gustaría

que

  me llamasen a las

Cortes

  para

  hablar  del

Sahara

  y de  muchas co-

sas más... que negocié.

Conseguí que detuvieran

la continuación de la

  marcha  verde los ma-

rroquíes. Presté  un  gran

servicio a mi

  Patria

  y a

la paz del  mundo...»

J A I M E D E   PINIES  Y

RUBIO.

 —

 Representante

español en las

  Naciones

unidas,

  fue el portavoz

incansable

 de

  la

  posición

española  pro  autodeter-

minación  del

  Sahara.

  Po-

cos

  días

  antes

  del  Acuer-

do de

  Madrid

  se

  ausen-

tó de los  foros  de la

ONU.

  La prensa comen-

tó lo oportuno de su en-

fermedad, que le impedía

acudir

  a las sesiones del

Consejo  de Seguridad.

LUIS

  R O D R Í G U E Z

  D E

VI G U R I .  — F u e

 nombra-

do

  secretario general

  del

Gobierno

  del

  Sahara

  en

junio

  de

  1974, siendo sus-

tituido en

 diciembre

  por

Enrique

 Ruiz y Gómez de

Bonilla, aunque quedó

 co-

mo consejero de la Ye-

máa.

Después de la

  entrega

del  Sahara  hizo impor-

tantes  declaraciones,

  en

las que

  denunció

  el

  jue-

go  de  intereses  particu-

lares

  en la descoloniza-

ción

  del

  territorio.

E DU A R DO   B L A N C O

R O D R Í G U E Z . —Fue  jefe

de los

  Servicios

  de In-

formación de

  la

  Direc-

ción

  General  de  Seguri-

dad y posteriormente di-

rector

  general

  de la

  mis-

ma. El 22 de

 abril

 de 1974

fu e  nombrado  director

general

  de

 Promoción

  del

Sahara.

ALFONSO

  A L V A R E Z

D E   M I R A N DA .  —

 Proce-

dente de la

  empresa

  pri-

vada,

  en marzo de 1969

fue  nombrado

  presiden-

te  ejecutivo  de  Fosfatos

Bu-Craa,

  S.

  A. ,

  en el

  Sa-

hara.  Al año  siguiente

ocupó

  el cargo de

  direc-

tor del sector de

 siderur-

gia, metalurgia y minería

del

  INI,

  y en

  marzo

  de

1975  fue

  l l a m a d o

  por

Arias para  ocupar

  la

  car-

tera  de Industria.

ADOLFO   MARTIN-GA-

M E R O Y

  GONZÁLEZ-PO-

SADA.—En  julio

  de

  1972

fue   nombrado embajador

de

  España

  en

  Rabat, car-

go que abandonó en di-

ciembre

  de

 1975 para

  ocu-

par la cartera de  Infor -

mación y Turismo.

El 13 de enero de 1978

declaró

  a la agencia Lo-

gos: «Soy funcionario di-

plomático en activo y su-

pongo

  que se me

  quiere

c i t a r  como embajador

que fui en  Rabat...  Me

atendré

  a las

  instruccio-

nes de mi ministro para

comparecer o no a la Co-

misión cuando ésta

  me

convoque.»

JOSÉ   R A M Ó N   SOBRE-

D O   Y RIBOO.—Embaja-

dor

  en

  Argel

  cuando se

produjo la  crisis  del Sa-

hara,

  permaneció en di-

cho cargo desde marzo

de 1972. Actualmente es

embajador

  de

 España

  en

Pekín.

  No comparecerá

por encontrarse

  grave-

mente

  enfermo.

No  se

  sabe

  de

  ellos

C a r l o s  rias

  N a v a r r o

ex   p r e s i d e n t e

  d el   G o -

b i e r n o y P e dr o

  C o r t i n a

  Mau r i e x

  ministro

  d e   A s u n t o s

Exte r io r e s n o han d i c ho

  t o d a v ía

  s i ac u d i r án  ante  la

C omis ión   d e   Ex te r io r e s   d e l C o n g r e s o   p a r a   d e c l a r a r

  so bre

la   d esco l o n i za c i ó n d e l   S a h a r a .  Es u n a d e l a s

  i n c óg n i ta s

a reso l ver   a   p a r t i r  d e

 hoy

Antecedentes

• La

 respuesta

  española  a la  resolución número

1524  de las

  Naciones Unidas, hecha pública

  en

el año 1960 por la que se reconoce el derecho de

autodeterminación  de los  pueblos,

  es  la  promulga-

ción

  de estatutos provinciales para los hasta en-

tonces  territorios  de  Sahara  e  Ifni.

Pero  a los

  pocos años

  la

  política

  española en

este

  campo

  va a

  sufrir

  una

  serie

  de

  vaivenes

  que

comienzan con un ofrecimiento de Franco a

  Ma -

rruecos de reconocer su soberanía a cambio de una

renuncia formal sobre Ceuta

  y

  Melilla.

  Después

  de

  la  entrega

  de  Ifni  a

 Marruecos

 en

1969

  se crea la compañía de Fosfatos de

  Bu-Craa

y la

 ONU vuelve  a pedir  a  España  que fije  la  fecha

del

  referéndum. Pero Hassan

  II no

 permanece

  inac-

t ivo .

  Viene a España en viaje privado y posterior-

mente

  se

  firma

  un

  tratado pesquero.

• El  fosfato  ya  había comenzado  a  llegar  a la

playa

  de El  Aaiún   y se

  había convertido

  en un

negocio importante. En mayo de

  1972

tras

  denun-

ciar

  el tratado pesquero, Hassan

  II

  reivindica

  todo

el Sahara y el comité de los 24 de la ONU aprueba

un a

  resolución para el envío de una misión visita-

dora

  al

  Sahara español.

Las   peticiones de

  autodeterminación

  se suceden

desde 1973. Primero la

  Yemáa

  en una carta a  Fran-

co;

  posteriormente Argelia

  y

  también Mauritania,

Túnez

  y Libia. La respuesta de España siempre es

la   misma:

  sí a la

  autodeterminación.

  Pero

  los

  saharauis,  protagonistas silenciosos del

problema,

  no

  fían

  de los

  órganos

  de  represen-

tación  que España les proporciona y el 20 de mayo

de 1973 nace

  el

  Frente Popular

  de

  Liberación de

  la

Saguia

  el  Hamra  y Río del Oro

  Frente Polisario).

En agosto comienzan a concentrarse fuerzas ma-

rroquíes en la  frontera norte  del

  Sahara mientras

Argelia   apoya claramente  al  Polisario  y  Hassan  de -

clara  que «tomará el te en El  Aaiun».  Pero la  crisis

llega a una tregua. Hassan II, en la Asamblea Gene-

ra l

  de la  ONU, pide  la  intervención  del  Tribunal

Internacional

  de

  Justicia

  de La

  Haya

  y

  renuncia

  a

la   guerra.

• En

  diciembre tiene lugar

  un

  duro

  enfrenta-

miento entre guerrilleros

  y

  tropas

  de la

  Policía

Territorial la

  Legión

  y

  Nómadas

  en

  Echdeiria,

  en

el  que mueren  siete  guerrilleros  y  varios españoles,

entre

  ellos

  un

  sargento

  de la

  Legión. Entre la

  po -

blación militar de El  Aaiún  corren rumores de que

tres  guerrilleros polisarios  han  sido posteriormente

fusilados.  El  ambiente entre  la  población española

es  tenso.

• En

 mayo

  llega

  la

  misión visitadora

  de la ONU

y

  comienzan las sesiones del Tribunal de La

Haya.  El problema se va agudizando y se suceden

las  visitas

  de  personalidades internacionales  a los

países

  en  litigio,

  como

  la de

  Kurt

  Waldheim secre-

tario general  de la  ONU, a  Madrid.

• En el  territorio  se  empieza  a  detectar

  cierto

descontento de las fuerzas españolas y los

  in-

cidentes  ya no son con el  Polisario, sino  con las

fuerzas

  marroquíes. Entretanto España sigue

  ha-

blando

  de autodeterminación, y el viaje del

  enton-

ces príncipe Juan Carlos a El Aaiún es calificado

por

  su

  padre,

  el

 conde

  de

  Barcelona, elogiosamente:

«H a  sabido coger

  el

  toro

  por los

  cuernos.»

Pero días  después

  los

  acontecimientos

  se

  precipi-

taron

  y en el Acuerdo de  Madrid España cede el

Sahara a Marruecos y

  Mauritania.