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    EXISTE UN LUGAR PARALA FAMILIA DEL ANCIANO

    EN LAS RESIDENCIAS?

    1. INTRODUCCION

    La gran mayora de los ancianos se en-cuentran integrados en unidades familia-res, para muchos de ellos su cnyuge osus hijos son las personas ms importan-tes de su vida.

    Las familias son fundamentales paralas personas por diferentes motivos: porcausas simblicas, dado que es travs dela propia familia, como cada uno de no-sotros mantenemos vnculos con el pasa-do y el futuro, y nos aportan un sentidopersonal y de continuidad a la propia vida,por motivaciones de orden prctico, losmiembros de la familia se ayudan entre side mltiples y variadas formas.

    La conservacin de los vnculos fami-liares y afectivos, parece reducir la vulne-rabilidad del individuo frente a diferentesfactores estresantes fsicos y mentales. La

    cantidad y calidad de los contactos socia-les parecen modificar la susceptibilidad alas patologas infecciosas, tumorales y decorte psicosomtico, con un posible im-pacto positivo a nivel de longevidad.

    En un estudio entre ancianos residen-ciados, se apreci una asociacin entre lafrecuencia de las visitas que reciban y unmenor deterioro a nivel psicosocial, juntoa una mayor percepcin de bienestar entrelos ancianos. La frecuencia de visitas a losresidentes se asociaba a diversos factorescomo: menor distancia geogrfica desdeel domicilio del visitante y la residencia,relaciones de parentesco ms prximas

    entre el visitante y el residente, menor du-racin de la estancia en la institucin.

    Existen mltiples investigaciones so-bre la importancia de la familia para losancianos sanos o enfermos que residen enla comunidad, pero sorprendentementemuy escasa informacin sobre las familiasde los ancianos internados en medios re-sidencales. Quizs este abandono refle-ja la asuncin implcita de que tras la ins-titucionalizacin, la familia deja de serimportante, dado que un equipo de pro-fesionales asume sus funciones de cuida-dores; otro posible prejuicio subyacentesera que los ancianos residentes tienenfamilias que nos les cuidan, o que inclusoles han abandonado alli, sin embargo, entrminos generales, ambos prejuicios sonerrneos y carecen de fundamento.

    Aunque es verdad que en las residen-cias suelen acogerse un porcentaje impor-

    tante de sujetos sin vnculos familiares(solteros, viudos sin hijos, etc..) y que lasfamilias, son unos de los principales re-cursos en la prevencin o en postponer elingreso residencial de muchos ancianos,tambin es cierto que muchos de los an-cianos residenciados tienen familia y poreste motivo el conocimiento de las rela-ciones familiares de los ancianos de lasresidencias, constituye un tema crucial.

    Las escasas investigaciones que se hanfocalizado en este tema, reconocen la im-portancia continuada de los familiares enla vida de los residentes, su capacidad de

    seguir aportando recursos de cuidados en

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    No existen razones para suponer queel cuidado familiar cesa con la institucio-nalizacin, aunque las relaciones y el tipode cuidados aportados pueden modificar-se por el cambio de circunstancias acae-cido, debemos considerar el ingreso resi-dencial como un punto ms en elcontinuum del cuidado familiar.

    En un estudio, sobre las relaciones fa-miliares despus del internamiento, se de-mostr una mejora (en trminos de pro-ximidad emocional) o una estabilidad de

    las mismas entre los hijos y los padres re-sidenciados. Esta mejora se asociaba a ladisminucin de la primitiva sensacin demalestar derivada de los problemas ge-nerados por el cuidado de los padres.

    familia sea capaz de negociar e interactuarcon el mismo en muy corto espacio detiempo.

    Adems este sistema familiar se en-cuentra en un momento de crisis, con elanciano, probablemente sometido a sen-

    timientos de culpa, de ser una carga, aligual ques el resto de la familia por su in-capacidad de poder mantenerle en el senode la familia y bajo su cuidado.

    Por su parte, el sistema institucional re-sulta igualmente vulnerable, frecuente-mente se encuentra en situacin de duelopor el fallecimiento reciente del anteriorresidente que deja su plaza vacante y sinapenas tiempo para reponerse, los miem-bros del equipo aistencial deben ser aco-gedores hacia el nuevo residente y su fa-milia.

    Las diferentes visiones o tpicos msfrecuentes entre los equipos residencialesy que con frecuencia impregnan su filo-sofa de relacin y de colaboracin, po-demos sintetizarlas en cuatro posturas:

    2. LA INTERRELACION FAMILIA-INSTITUCION

    Deberamos considerar, que cada nue-vo residente entra en la institucin con sufamilia, aunque esta no viva en la misma.

    Las relaciones duraderas previas, los va-lores, los conflictos, las deudas y las leal-tades familiares entran en la residencia.Toda esta rica historia ejerce un impactoen el anciano y no debera ser obviada porel equipo asistencial. En muchas ocasio-nes la clave del xito del cuidado institu-cional puede depender del mantenimientode la integridad de la relacin familiar.

    El sistema familiartiene que interactuarcon el sistema institucional, que se ca-racterizas por su complejidad y organiza-cin burocrtica (cuya total comprensinpuede suponer al personal asistencial,hasta meses o aos) y se espera que la

    2.1 La familia como sujeto ausente oestorbo, en la vida residencial

    Algunos estudios sealan que las con-tribuciones de las familias al cuidado pue-den resultar problemticas y llevar al con-flicto con el equipo asistencial, en partecomo consecuencia de la ambigedad enla distribucin de las responsabilidades delas tareas de cuidado entre ambas partes.

    En otros puntos de vista se destaca elabandono familiar de los ancianos resi-dentes, a travs de la escasez de visitas ode los frecuentes conflictos con el equipoasistencial, personificada en algunas fa-milias que interfieren en las labores asis-tenciales, por excesivo nmero de visi-tas, participacin competitiva en laslabores de ciudados bsicos, o actitudesde crtica y vigilancia hacia el personalcuidador (o al menos as es vivido entre el

    equipo residencial) (Cuadro 1).

    CUADRO 1. PRINCIPALES CAUSAS POTENCIALES DE CONFLICTOENTRE EL EQUIPO ASISTENCIAL Y LAS FAMILIAS

    1. Organizacin y normas institucionales que son prioritarias frente al mantenimiento de la relacin familiar.Ejem: normas rgidas de visitas.

    2. Rutinas y horarios muy rgidos de aseo, alimentacin, etc.3. Ausencia de comprensin de las caractersticas diferenciales de cada familia.4. Percepcin y sentimiento del equipo cuidador de que las familias deberan estar siempre agradecidas

    por el cuidado institucional recibido.5. Comunicacin empobrecida en torno a los acontecimientos diarios.6. Escasa estimulacin y promocin del cuidado personal a los residentes, aportado por los familiares.7. Exigencia estricta del cumplimiento de los horarios de visitas.8. Competencia entre los miembros del equipo asistencial por la aceptacin y el afecto de la familia.

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    A veces los miembros del equipo, noan a percibir que la unidad o la residenciaes un mundo ajeno o extrao para la fa-milia. En muchas ocasiones los familiaresnunca haban estado antes en una resi-dencia y pueden sentirse confundidos e in-timidados por los nuevos procedimientosy el tipo de lenguaje utilizado. En las reu-niones de los equipos, las familias son ca-talogadas de un modo simplista en tr-minos morales (familias positivas onegativas), sin una reflexin profunda delas caractersticas de los ancianos y de suvida familiar, con una tendencia acusadaa patologizar enseguida estas relaciones.

    Resulta difcil, en ocasiones, no consi-derar a los ancianos como vctimas, a lasfamilias como verdugos y a los miembrosdel equipo asistencial como salvadores,esta fantasa de rescate, slo sirve para

    crear obtculos en el cuidado institucional.

    2.2 La familia como fuente de recursosde cuidados complementarios parael anciano residente:

    En esta visin, la institucin consideraque las familias pueden y deben colaboraren la prestacin de cuidados complemen-tarios para la correcta asistencia de los re-sidentes.

    Suele requerir la organizacin de reu-niones programadas entre la familia y el

    equipo asistencial, donde se pueda acor-dar la participacin de la famila en algunade las actividades, dar instrucciones sobrela manera de aportar los cuidados, y or-ganizar reuniones de orientacin y de edu-cacin.

    La perfecta coordinacin de ambos sis-temas de apoyo (formal e informal), de-pender de la relacin alcanzada entre lasfamilias y la residencia, que permita alcan-zar el grado de claridad necesario en ladistribucin de las tareas en el cuidado ydel grado en que la institucin estimula yapoyo a la integracin de las familias en

    determinadas reas del cuidado.

    2.3 La familia como cliente

    Algunas investigaciones han recono-cido que los familiares de los ancianos re-sidenciados, tienen necesidades propiasde atencin, que los equipos asistencialesdeberan atender.

    Como recomendaciones se sugieren, laorganizacin de grupos de apoyo y de au-toayuda para los familiares, la integracinde la familia en la planificacin de los cui-

    dados de sus parientes, impulsar activi-dades y reuniones especficas para los fa-miliares, garantizar la presencia detrabajadores sociales y personal adminis-trativo, en las horas con mayor frecuenciade visitas familiares a la residencia y pro-mover normas y rutinas que generen unmensaje y una sensacin de acogida a lasfamilias, en la intuicin de que esta apro-ximacin a la familia como cliente, tendrefectos positivos en el propio residente;facilitando a familias y ancianos el procesode adaptacin a la institucionalizacion, unarelacin de colaboracin y confianza en eltrabajo de cuidado entre el equipo y el sis-tema familiar.

    2.4 La familia como copartcipe en lagestin del centro residencial:

    No hemos encontrado, datos sobre ex-periencias o investigaciones en este rea,quizs reflejando el carcter asistencialistay de beneficencia, favorecedor de la pasi-vidad, de la mayora de los centros resi-denciales, frente a lo que debera ser suautntica realidad y vocacin, como cen-tros de residencia y de vida en la ltimafase del ciclo vital de muchos ancianos,con derecho a una participacin personalo delegada en sus familiares si sus con-diciones de salud fsica o deterioro cog-nitivo lo impidiesen. Ms all de las pos-turas ideolgicas, respecto al rol de lafamilia en la institucin (previamente de-finidas por el equipo), conviene resaltarque la progresiva adopcin de una u otradepender del momento psicolgico y deadaptacin de los sistemas familiares a lainstitucin, de cara a conseguir un ajusteadecuado entre los programas de cuida-dos y las necesidades y/o posibilidades delos familiares.

    3. EL PROCESO DE ADAPTACIONFAMILIAR A LAINSTITUCIONALIZACION

    La adaptacin familiar al internamientoresidencial de uno de sus miembros y laasuncin de un cambio en el tipo de cui-dados a ejercer, debe considerarse comoun PROCESO, en el cual pueden darse pe-rodos en que la familia debe ser aceptadaprioritariamente como cliente y en otrosen que ser ms adecuado estimular su rolcomo fuente de recursos en el cuidado. Silogramos identificar las caractersticas deeste proceso, podremos disear y realizarintervenciones ms acordes en el momentoms apropiado, impulsando tanto el bie-nestar de los familiares como el cuidadode los residentes.

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    CUADRO 2. MODELO TENTATIVO DEL PROCESO DE ADAPTACION DE LOSFAMILIARES TRAS EL INGRESO DEL ANCIANO EN LA RESIDENCIA (C. Rosenthal & P.

    Dawson, 1992)

    ESTADIO I Ambivalencia/Inseguridad Foco del familiar intrapersonal Focoasistencial: Familia como cliente

    ESTADIO II Asistencia frecuente/Hiperactividad Foco familiar: imperpersonal centrado en el residente Foco asistencial: familia como cliente

    ESTADIO III Redistribucin y Concesin/Ampliacin Foco familiar: imperpersonal, incorporando alequipo asistencial y a otros pacientes y familias Foco asistencial: familia como cliente/recurso po-tencial

    ESTADIO IV Resolucin/Adaptacin Focofamiliar interpersonal, ampliado mas all de lainstitucin Foco asistencial: Familia como recurso,puntualmente como cliente

    Rosenthal & Dawson (1992), sugierenun modelo provisional y tentativo de dichoproceso de adecuacin familiar al inter-namiento, en cuatro estadios.

    Estadio I:

    En el momento del ingreso existen unpredominio en el familiar de las preocu-paciones intrapersonales: sentimientos dedepresin, desmoralizacin, aislamiento,soledad, precariedad del estado de saludpropia, tras los largos aos de cuidados,culpa, resentimiento, rabia y remordimie-tos (Cuadro 3).

    La ambivalencia puede surgir del sen-timiento de alivio y agradecimiento, de

    que el anciano pueda recibir un nivel decuidados que la familia ya no poda apor-tarle y la percepcin simultnea de la pr-dida del tipo de relacin previo que anmantenan, ante las necesidades de insti-tucionalizacin.

    Tambin puede surgir dicha ambiva-lencia de la percepcin simultnea de op-timismo actual y del temor frente a los po-sibles cambios que pueda deparar elfuturo.

    En esta fase inicial, la tarea fundamen-tal es incrementar la seguridad familiar enel nuevo entorno y elaborar e integrar es-tos estados emocionales y comenzar abuscar una solucin para estos sentimien-

    tos ambivalentes, mediante la estimula-cin de la verbalizacin de estos senti-mientos, la utilizacin de la tcnica de lasreminiscencias o de los recuerdos sobrelos largos perodos de cuidados dispen-sados al anciano, incluso la demostracin

    del inters genuino de los cuidadores porel familiar ingresado, para ayuda a aliviarlos sentimientos de culpa, por abando-narle en manos extraas.

    Las reuniones de algn miembro delequipo con la familia, permiten compartirestos sentimientos y generar un clima parauna comunicacin abierta y fluida, en otrasocasiones puede ser til poner en contactoa la familia con otra familia que ya hayapasado la experiencia inicial de integra-cin y que ejerza las funciones de acogidahacia otras nuevas familias.

    Durante este perodo, la informacinque nos aporte la familia se mantiene con-fidencial, sin compartirla, an, con otrosmiembros del equipo, con el fin de esti-mular la generacin de una relacin deconfianza y teraputica.

    Por lo tanto, en esta fase, puede serfundamental la consideracin de la familiacomo cliente, precisando atencin y apo-yo, ms que como fuentes de recursos yapoyos para el anciano. Aunque en estafase, no insistamos demasiado en la utili-zacin de la familia como generadora derecursos de cuidados, puede contribuir a

    la atencin del anciano aportando perte-

    CUADRO 3. SITUACIONES QUE LAS FAMILIAS DEBEN AFRONTARCUANDO UN FAMILIAR INGRESA EN UNA RESIDENCIA

    1. Sentimientos de culpa y de rabia, por tener que dejar aun familiar en manos de extraos.2. Prdida parcial de rol, como cnyuge, hijo, etc.3. Prdida del apoyo de un miembro de la familia, como cnyuge, persona experimentada, recurso emo-

    cional, econmico, etc.4. Temor a una muerte sbita de familiar.5. Miedo a una posible reaccin de rechazo y de rabia por parte del familiar ingresado.6. Escasez de conocimientos e informacin sobre el tipo de cuidados institucionales, mdicos y de enfer-

    mera y temor a preguntar.

    7. Cargas financieras.

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    nencias personales (ropas, fotografas,etc.).

    Estadio II:

    Tras la fase agotadora a nivel fsico y

    emocional, que caracterizaba el estadioinicial, y mejorado su estado psicofsicotras el descanso derivado del ingreso, elfamiliar emerge con una sobreatencin ehiperdedicacin (con escaso placer y dis-frute personal) hacia su familiar (mltiplesvisitas, el familiar apenas sale de la re-sidencia...), quizs para poder afrontar lossentimientos de culpa e inseguridad quean persisten en esta fase del proceso, ode dificultades de adaptarse a su nuevo rolcomo cuidador e intentando recrear la re-lacin de cuidados previamente manteni-da; pueden surgir diversas visiones sobreel tipo de cuidados necesarios y la formade prestarlos entre el familiar y el equipoasistencial, que pueden ser fuente de con-flictos, en este intento mutuo de restable-cer el control de la situacin.

    El foco del equipo asistencial continuasiendo la familia, aunque dada su mayorapertura hacia lo interpersonal, a travs desu participacin en las actividades de cui-dado, los familiares pueden beneficiarsede informacin sobre las normas y rutinashospitalarias.

    Los recursos potenciales que la familiapueda aportar en el cuidado deben utili-

    zarse y respetar sus necesidades de par-ticipar en el cuidado de su familiar, por locual puede resultar de utilidad su partici-pacin en la planficacin de los cuidadosy actividades, procurando incrementar sugrado de conocimiento y comprensin delprograma teraputico, clarificando al m-ximo la distribucin de las diversas tareasde cuidado; si esta redistribucin no esaceptada o el familiar presenta dificultadespara cumplirla, deberamos esperar alestadio III, para intentar nuevamente laclarificacin.

    Las reuniones entre la familia, pacientey equipo cuidador pueden ser tiles paratodos y posibilitan la contribucin de lafamilia al bienestar del anciano en la re-sidencia.

    En esta fase, los familiares pueden sen-tirse ms cmodos para expresar sus sen-timientos en un grupo de apoyo o ayuda-mutua con otros familiares de residentes.

    La meta durante este estadio sera le-gitimizar la participacin de la familia enel cuidado, con el foco de atencin centra-do en primer lugar en la diada familia-re-

    sidente.

    Estadio III:

    En esta fase los familiares, negocianconsigo mismos y con el equipo cuidador,una nueva definicin de sus responsabili-dades, tipos de tareas y conductas apro-piadas.

    Un nuevo patrn de visitas (menos fre-cuentes) y de participacin en las activi-dades de cuidado se va estableciendo.Aunque la relacin con su familiar siguesiendo muy positiva, el foco interpersonalde la familia se expande dentro de la ins-titucin y se ampla en la relacin con losmiembros del equipo y las familias deotros enfermos. En este estadio, con estenuevo patrn interrelacional, la familiacede algunas tareas (antes disputadas) alequipo; se incrementa la divisin de fun-ciones con el equipo asistencial y la rela-cin de confianza y sinceridad.

    El foco asistencial sera la familia comocliente (necesitada de atencin propia) ycomo fuente potencial de recursos de cui-dados.

    En la medida en que comienzan a cederalgunos roles y actividades de cuidados eincrementan su participacin y relacionescon el mundo residencial, pueden seguirbeneficindose de la participacin en gru-pos familiares de apoyo de ayuda mutua.Sin embargo en este punto, el papel delequipo ser promover la existencia de gru-pos de autoayuda, ms que la de dirigir

    grupos de apoyo dirigidos por profesio-nales. Los programas educativos sobre elenvejecimiento y sus enfermedades pue-den ser muy tiles a las familias en estafase.

    Una nueva reunin de familia, equipoy residente, puede ser tambin de gran uti-lidad para clarificar y redistribuir las tareasde cuidado.

    Las metas en esta fase, seran aumen-tar la comprensin y conocimiento de lasfamilias del contexto del envejecimiento,la enfermedad y la institucin e incremen-

    tar su capacidad de negociar entre s, conlos pacientes y con el equipo asistencial.

    Estadio IV:

    En este estadio la familia alcanza unbalance entre sus propias necesidades ylas del familiar, se siente a gusto dentrode la institucin, acepta el cambio en larelacin con su familiar, y la posibilidad dedeterioro futuro de sus condiciones de sa-lud, de una futura prdida definitiva. Lavulnerabilidad emocional se ha superadoy los sentimientos d culpa, aunque nunca

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    desaparecen del todo, se aceptan y seafrontan mejor.

    La vida social de la familia, se reorga-niza, lo cual para algunos supone una nue-va vida fuera del medio residencial, queles permite definir la parte de sus vidas que

    desean dedicar a su familiar residente;para otros supone una reorganizacin desus vidas en torno a la institucin. En ge-neral, en este estadio la sensacin de in-seguridad e impredecibilidad deja paso auna mayor seguridad y sentimiento decontrol de la situacin.

    En este estadio, la familia es conside-rada fundamentalmente como fuente derecursos y sus necesidades de atencinpropia sern ms puntuales y secundarias.

    Se puede continuar ofrecindoles in-formacin para mejorar sus habilidades de

    cuidado de su familiar y mantener reunio-nes regulares con el equipo que les per-mita incrementar y/o mantener su capa-cidad de negociacin y de compartirinformacin, estimulando la relacin po-sitiva de la familia con la institucin.

    Puede involucrarse a la familia, en ac-tividades recreativas de la residencia comofiestas o excursiones, en la medida en quedicha participacin no entra en conflictocon otros intereses externos de la familia.Incluso cuando se observe que el familiares capaz de desarrollar intereses externosal mundo residencial, es muy importante

    que pueda percibir un apoyo desde el equi-po, dado que muy probablemente slo haaprendido a aceptar la culpa, pero no asuperarla.

    La meta en esta fase ser que la familiacolabore en el plan de tratamiento y puedadesarrollar otros intereses que le permitansatisfacer sus restantes necesidades.

    Tras esta descripcin de los cuatro es-tadios, conviene resaltar que la utilizacindel trmino estadio no quiere indicarque cada fase est totalmente separada ydiferenciada de las dems. Es muy posible

    que algunas de las caractersticas de losestadios I y II, se presenten simultnea-mente. Incluso una crisis en el estado fsicoo mantal del anciano residente, puede pro-vocar una reinicializacin del proceso.

    Sin presuponer que todos los estadiosdel proceso son experimentados, de modoinevitable, por todos los familiares, ni quesean irreversibles o cualitativamente dis-tintos entre s, si creemos que recogen lamayora de los sentimientos predominan-tes y las caractersticas de los perodos du-rante el proceso de adaptacin a la insti-tucionalizacin de un familiar.

    Estas fases descritas pueden ser de uti-lidad a los profesionales del equipo, paraevaluar la adecuacin de algunas interven-ciones teraputicas, en funcin del mo-mento adaptativo de las familias, porejemplo un programa educativo sobre lascaracterstias del envejecimiento puedeser menos adecuado en la fase I, que enla fase II o III, donde comienza a ampliarseel foco de inters y necesidad de los fa-miliares hacia el rea interpersonal.

    4. ADAPTACION FAMILIAR AL INGRESOEN LAS UNIDADES ESPECIFICAS DEDEMENTES

    Una situacin especial en este procesode adaptacin familiar a la institucionali-zacin surge en el caso de los ancianos

    dementes, en los que junto a las dificul-tades previas de conseguir un centro queles acepte, surge finalmente su integracinen una unidad que recoge a otros sujetoscon trastornos similares, con grados deafectacin ms o menos severos.

    Tanto si el anciano afecto de un tras-torno demencial, procede de su domiciliocomo si es trasladado desde otra residen-cia u otro rea de la institucin a las uni-dades especficas de dementes, esta mo-vilizacin puede resultar traumtica parala familia. Puede ser necesario que se

    adapten previamente a la idea de esta par-ticular institucionalizacin y poder afrontarlos sentimientos de culpa y ansiedad, paralo cual resulta fundamental que se les ex-plique los objetivos y la necesidad de sutraslado a estas unidades, a fin de que pue-dan aceptar dicho traslado.

    Los comentarios y las actitudes que ha-yan podido percibir de otros miembros delequipo cuidador o de los residentes sobreestas unidades, contribuyen a que se ha-gan una imagen y generen respuestasemocionales, ms o menos correctas, ha-cia estas unidades.

    La opinin del personal y los residenteshacia estas unidades puede estar deter-minado por las actitudes creadas por laadministracin o gerencia. Es un entornodonde la gente se siente estimulada en eltrabajo? Es un lugar prestigiado o es laltima eleccin, un almacn de termina-les? Los residentes son consideradoscomo marginales o son valorados comoresidentes con necesidades especiales?

    La reputacin de las unidades espec-ficas para dementes puede determinar unaactitud muy diferente en la aceptacin fa-

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    miliar de la misma; si son unidades conbuena reputacin con programas y ob-jetivos claramente diseados y definidos,tienden a ser bien aceptadas por las fa-milias bien informadas que se muestrandecicidas a solicitar el ingreso para su fa-miliar demente.

    En ocasiones los familiares no hanaceptado la enfermedad de su familiar yla negacin que realizan les dificulta podercomprender su ingreso en esta unidades.En esta situacin, la tarea del equipo serayudar a que vayan aceptando la proble-mtica de su familiar y la necesidad de suingreso en las mismas. Un modo aceptabley poco amenazador para la familia seraayudarles a que se focalizen en los proble-mas o dificultades de la vida diaria: difi-cultades para vestirse, para baarse, paraorientarse en el entorno familiar, donde los

    problemas pueden ser ms fcilmente re-conocidos y aceptados, en lugar de otrasdiscusiones ms abstractas sobre la me-moria, la demencia o la confusin. Unabuena evaluacin mdica es siempre im-portante en los estadios iniciales de la de-mencia y tambin puede ayudar a conven-cer a los familiares ms reticentes sobrela existencia de un problema.

    En otras ocasiones, aunque los familia-res reconozcan la existencia de un proble-ma, se sienten suspicaces de que la unidadde dementes pueda ser un almacn deancianos confusos, un lugar de segrega-cin sin programas especficos de reha-bilitacin; incluso aunque reconozcan laconfusin y prdida de memora de su fa-miliar, les resulta difcil aceptar su inclu-sin en una unidad donde todos los resi-dentes son personas seniles, ellos vena su familiar desde la perspectiva de unalarga historia previa de afecto y a los de-ms residentes, tal como se les puede per-cibir en el presente, es decir como ancia-nos confusos y desorientados sin pasado.

    La clave puede estar en la creacin deun entorno que reconoce y valora las his-

    torias pasadas de los residentes con fotos,posters, etc, lo cual puede ayudar al equi-po y a las familias a comenzar a considerara los residentes en el contexto global desus vidas.

    En la medida en que el equipo sea ca-paz de vincular e implicar a la familia enlas decisiones del tralado y del cuidado,junto a la ayuda/participacin familiar enla vida diaria de la residencia, ms fcildebera ser la transicin para los familia-res, en la medida que los familiares pue-den ver que el anciano se adapta bien, pue-den aceptar mejor el traslado.

    5. ACTIVIDADES CON LAS FAMILIAS

    En un medio residencial, que desea po-tenciar y facilitar una relacin estrecha conlas familias de sus residentes, deben in-cluirse una serie de actividades que faci-liten esta orientacin:

    Entrevistas familiares regulares. Esmuy importante explicarles por adelanta-do en qu consisten estas entrevistas y elmotivo de convocarles a las mismas. Al-gunas familias pueden actuar con la ideapreconcebida de que una reunin significaque su familiar tiene o da problemas.

    El primer contacto, debera dedicarse ala obtencin de la historia familiar comouna forma sencilla para iniciar una buenarelacin con la familia, el trabajador socialde la residencia, debera completar unabuena historia social, mdica y familiar del

    residente, ms all del informe social quehabitualmente acompaa a la indicacindel ingreso.

    Una sencilla biografa, reforzada condatos sobre las preferencias del anciano,puede resultar de gran utilidad para el tra-bajo diario del equipo asistencial, en es-pecial en el caso de aquellos ancianos de-mentes que no pueden aportar estos datospor s mismos.

    Otra manera de aportar esta informa-cin sera la posibilidad de que la familiatrajese fotografas, pelculas, etc sobre la

    historia previa del anciano, lo cual a su vezpueden constituir un importante elementodecorativo de la habitacin del mismo, ala vez que servir como una til herramientaen las conversaciones del equipo asisten-cial y los residentes, facilitando a estos laretencin de recuerdos de su pasado y aaqullos la consideracin de los ancianoscomo sujetos con historia y vidas intere-santes. Los familiares pueden dar, en oca-siones, importantes sugerencias para elabordaje de algunas de las dificultadesconductuales de sus familiares por partedel equipo.

    Para aquellas familias que no puedenrealizar visitas a menudo, las llamadas te-lefnicas o las comunicaciones regularespor carta por parte de un miembro delequipo pueden servir de un gran apoyo.La mayora de las familias temen las lla-madas telefnicas desd las residencias,pues sienten que slo se les llama cuandohay problema o su familiar se encuentraen estado crtico.

    Un mtodo para cambiar esta imagentan negativa de las residencias consiste enestablecer canales de comunicacin re-gulares que simplemente les quieren in-

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    formar de las actividades y la evolucin desu familiar. Puede resultar muy grafifican-te poder or que su familiar ha participadoen alguna actividad o cmo se ha podidoresolver un problema concreto que hayasurgido. Las residencias pueden disearmodelos breves y estandarizados de cartaspara poder mantenerse en contacto con lasfamilias. En estas comunicaciones puedenanunciarse prximas actividades o progra-mas de las residencias, presentar a losmiembros del equipo o discutir las formasposibles de participacin de la familia enla residencia.

    Ayudas en la planif icacin de las vis itas

    A algunas familias les resulta especial-mente difcil el hecho de visitar a sus fa-miliares confusos y desorientados, y ne-cesitan ayuda para poder estructurar susvisitas para que les resulten ms positivas.

    Para la mayora de nosotros, visitar aun familiar internado consiste simplemen-te en poder tener un rato de conversacin,pero en el caso de algunos ancianos, quepresentan dificultades de comunicacin yde expresin, pueden provocar una granfrustracin en la familia durante el tiempode las visitas, y que les resultan poco fruc-tferas y agradables.

    Para los familiares de estos ancianos,una de las tareas y ayudas ms tiles serala planificacin de las visitas. Por ejemplo

    seleccionando algn objeto que pueda lla-mar la atencin de su familiar, como unlbum de fotos antiguas y familiares, libroscon ilustraciones, algn nio, o incluso al-gn animal de compaa, etc.

    Otras tareas pueden ser la realizacinde una actividad en comn, como prepararalguna merienda, celebrar un cumpleaos,cantar o escuchar alguna cancin, desa-rrollar algn juego, regar alguna planta, osimplemente caminar o pasear juntos porel jardn; de este modo estas actividadesse constituyen en el punto central de lavisita, y se reduce el esfuerzo de tener quecomunicarse verbalmente que resulta tantrabajosa y frustrante para todos. Ademspuede resultar de utilidad, poder entrenara las familias en tcnicas de comunicacincon pacientes que no se comunican, o slolo hacen parcialmente, de modo verbal oen desarrollo de actividades para sujetoscon deterioro cognitivo.

    Colaboracin familiar en actividades de lavida diaria

    El equipo puede invitar y respetar losdeseos o las posibilidades de participacin

    de los familiares en el cuidado asistencialdirecto. Por ejemplo ayudar en las comi-das, reproduciendo un ambiente familiaren las comidas o en el aseo de sus fami-liares, dado que el bao suele constituiruna situacin de gran tensin para muchosancianos ms o menos incapacitados, lapresencia de un familiar puede disminuirdicho sufrimiento.

    En todo caso la utilizacin de familia-res, en estas actividades de cuidados, exi-ge sesiones de coordinacin entre el equi-po asistencial y las familias para acordarlas estrategias de intervencin y comuni-cacin, como se hara en una reunin ha-bitual del equipo.

    Adems los equipos debern recono-cer que no todas las familias pueden o de-sean participar en estas actividades de cui-dado y sera aconsejable la existencia de

    diversas actividades o modos de partici-pacin, de cara a que la familia pueda ele-gir, si quiere, su estilo de integracin.

    Sesiones/Conferencias educativas

    Las familias, que puedan sentirse in-cmodas por el hecho de tener que asistira reuniones o grupos de apoyo, quizs sesientan ms dispuestas a acudir a confe-rencias de matiz educativo-informativo.

    Estos grupos educativos son mediosefectivos para crear una relacin positiva

    con la familia y adems les aportan instru-mentos para mejorar la calidad de su re-lacin con sus familiares. En la Cuadro 4,se sealan algunos posibles temas para lassesiones familiares.

    Asambleas de fami liares yrepresentacin de los mismos en losrganos de direccin del centro

    La participacin de las familias, puedemejorar de muchas formas la calidad devida, siendo de especial inters, en el casode ancianos con deterioros fsicos y cog-

    nitivos severos, que les incapaciten paraejercer por s mismos, este derecho.

    Aunque de modo aislado y testimonial,en algunas residencias se han utilizado demuy diferentes formas las asambleas yasociaciones de familiares y su capacidadde colaboracin en la gestin y obtencinde nuevos recursos, pudiendo ayudar enla organizacin de conferencias educati-vas, en la organizacin de grupos de vo-luntariado, grupos de acogida a nuevas fa-milias, colaborar en algunas de lasactividades de la residencia, en elaborar unperidico para las familias y los volunta-

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    CUADRO 4. PROGRAMA EDUCATIVO PARA FAMILIARES DE LOS RESIDENTES

    I. PRESENTACION DE LOS MIEMBROS EL EQUIPOEsto constituye una oportunidad para los familiares de encontrarse con el equipo de la residencia ode la unidad. En muchas ocasiones las familias, no conocen a los responsables de los diferentesdepartamentos: Quin se responsabiliza de que? A quin acudir en caso de precisar ayuda, pararesolver diversos problemas?. Puede ser una oportunidad para conocer a los encargados de lalimpieza, mantenimiento y cocina. Quizs lo ms importante sera poder hablar con el personal de

    atencin directa a sus familiares, en especial con aqullos que trabajan en turnos no coincidentes conlas visitas a la residencia. Esta presentacin del equipo puede desarrollarse a lo largo de variassesiones. II. LAS RUTINAS DIARIAS EN LA UNIDAD O RESIDENCIA

    III. CAMBIOS NORMALES DEL ENVEJECIMIENTOIV. INFORMACION SOBRE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER Y LAS ENFERMEDADES MAS FRE-

    CUENTES EN LA TERCERA EDADV. REACCION EMOCIONAL DE LAS FAMILIAS FRENTE A SU FAMILIAR, LA ENFERMEDAD O LA

    INSTITUCIONALIZACIONVI. METODOS PARA MEJORAR LAS VISITAS FAMILIARES

    VII. TECNICAS DE COMUNICACION CON LOS ANCIANOS MAS INCAPACITADOSVIII. EL ABORDAJE DE LOS PROBLEMAS DE CONDUCTAIX. EL EMPLEO DE LOS MEDICAMENTOSX. LA DEPRESION

    ros, informar al equipo de las principales

    preocupaciones de las familias. Algunasfamilias agradecen la oportunidad de po-der integrarse de un modo activo en la uni-dad o en la residencia.

    Los grupos de apoyo y autoayuda parafamiliares

    Los grupos de poyo a los familiares,constituyen otro tipo de actividad grupal,que puede ser de utilidad en las residen-cias. Para muchas personas, la decisin deingresar a un familiar en la unidad resi-dencial constituye una decisin particular-mente dolorosa, que se prolonga en eltiempo y se agrava con la observacin deldeclinar progresivo del mismo. Estos gru-pos de apoyo pueden resultar muy efec-tivos para que algunas familias puedancompartir sus sentimientos, aprender dela experiencia de otros y percibir que nose encuentran solos.

    No todos se sienten confortables eneste tipo de grupos, y el xito depender,con frecuencia, de las habilidades del mo-derador o animador del grupo. Aunque es-tos grupos no pretenden ser teraputicos,

    con frecuencia los miembros y los mode-radores se ven enfrentados a poderosasemociones y con los problemas normalesque puden surgir en estas situaciones gru-pales.

    Algunos grupos de apoyo para familia-res son de duracin temporal limitada,

    usualmente limitados a 6-8 sesiones sobre

    temas cocretos; otros son de duracin ili-mitada, y abiertos (con miembros que seintengran y se van del mismo, en funcinde sus necesidades).

    Si algunas familias precisan de ayudams intensiva de la que les puede aportarel grupo, puede ser interesante que seanderivados a servicios ms especializados.

    5. CONCLUSIONES

    Las familias de los ancianos institucio-nalizados, continan manteniendo y cons-

    tituyendo una importante relacin y fuentede bienestar para la mayora de ellos.

    Estas familias, realizan un proceso deadaptacin emocional importante frente alingreso residencial, que plantea en mu-chos casos la necesidad de una atenciny apoyo desde los equipos residenciales.

    La integracin y atencin de estos sis-temas familiares, en la vida residencial, de-bera constituir un elemento fundamentalen el proyecto asistencial y de gestin delos centros residenciales, para facilitar elmanejo de los conflictos y aprovechar al

    mximo su impacto beneficioso sobre losresidentes, familias y equipo asistencial.

    Jess Angel Padierna AceroMdico psiquiatra

    Servicio de psiquiatraHospital de Galdakao

    Osakidetza

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