Déjame... mi nña

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Déjame… mi niña Tomás Lizasoain

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Obra de Tomás Lizasoaín titulada Démaje... mi niña

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Déjame…

mi niña

Tomás Lizasoain

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Déjame… mi niña Yo no creo en los patios de mi sultana Dicen que cada casita tiene el suyo;

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Dicen que allí se trenzaba la cultura que mansamente invadiera la Europa entera, esparciendo claveles de verdades cuyas semillas fueron sembradas por el griego en el Oriente…. ; Dicen tan pocas verdades estos andaluces! ! ! !

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Pero… hoy rasguearon una en los reales alkázares, liberando sus jardines del hechizo de las sombras y colgando de sus muros – hacia el cielo – alegre teoría cordobesa de cante jondo, la mas completa: las sombras eran sombras de luces superpuestas que ruedan el rojo – naranja – amarillo – verde – azul –

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y aquella penita – escondida violeta – por el curvado pentagrama de las siete franjas; bella diadema que posarse quería no se sabe dónde, cuando… Cuánta verdad en los patios de mi Sultana cuando tú apareces en ellos radiantes de luz tus ojos bellos! ! !

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Sabíais señores del jurado que, Lourdes, mi niña se llamaba? Yo no creo en los patios de mi Sultana dicen que cada casita tiene el suyo y que en ellos se sueñan corazones; que son sus blancos muros – torreones para adentro –

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reales alkázares todos ellos donde sólo se ofende y defiende con dardo de amor. Dicen… tan pocas verdades estos andaluces! ! ! Pero… hoy liberaron una en los reales jardines y fue la saeta dorada rondando cada corazón para acabar conmigo… prisionero enamorado.

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Nadie vió de dónde partiera la flecha encantadora. alguien… sí, lo adivinó y por eso canto qué delicia prisionero en los patios de mi Sultana; cuando tú apareces en ellos radiantes de luz tus ojos bellos! ! !

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Sabíais, señores del jurado que… Torre Blanca fuera la herencia primera a mi niña regalada? Yo no creo en los patios de mi Sultana; dicen que cada casita tiene el suyo y…

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me cuentan que juega el ensueño en sus rincones y que entra en ellos el sol de soslayo y la luna de lleno; que trenzan sus hilos la fuentes, que bañan sus aromas los colores de las flores embistiendo la muerte, ahuyentando la espera, esperando el deleite

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Dicen…. tan pocas verdades estos andaluces! ! ! Pero… Hoy – en el cuadro del Alkázar pintaron una robada a Romero: morena y espiga y vestida de misterio bordado con rayos de luna llena y con perlas de ensueño en sus sienes y airoso vaivén perfumado en sus pasos de princesa.

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Qué maravilla los patios de mi Sultana cuando tú apareces en ellos radiantes de luz tus ojos bellos! ! ! Sabíais, señores del jurado, que lleva mi niña la luna en su se- gundo apellido?

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Sí, yo creo en los duendes que siembran amores y esconden verdades en las fuentes y en las flores de los patios cordobeses… Y en ti, hechicera, que has regalado calor renovado a mi vida en mi nueva fe

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Si es verdad que amaneces coronada para todos… déjame, mi niña… que quiero mirarme en tus ojos… Déjame, mi niña, que bese tu mano de reina

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a ti, Lourdes Torreblanca y Luna, la más hermosa.

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… y a ti, Charo, María del Mar, Amor, Maribel,

quienes habéis hecho ensueño las “ Primeras Comuniones “

y tantos sábados de estos tres últimos años tan… llenitos de encantos! ! ! ! ! !

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