Debates Frente a La Nueva Produccion de Conocimeinto

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Redes ISSN: 0328-3186 [email protected] Universidad Nacional de Quilmes Argentina Shinn, Terry Debate: en torno a La nueva producción de conocimiento y la Triple hélice Redes, vol. 9, núm. 18, junio, 2002, pp. 191-211 Universidad Nacional de Quilmes Buenos Aires, Argentina Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=90701809 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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  • RedesISSN: [email protected] Nacional de QuilmesArgentina

    Shinn, TerryDebate: en torno a La nueva produccin de conocimiento y la Triple hlice

    Redes, vol. 9, nm. 18, junio, 2002, pp. 191-211Universidad Nacional de Quilmes

    Buenos Aires, Argentina

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=90701809

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    Debate: en torno a La nueva produccin de conocimiento y la Triple hlice

    La Triple Hlice y la Nueva Produccin del Conocimientoenfocadas como campos socio-cognitivos

    Terry ShinnMaison des sciences de lhomme/CNRS

    Abstract

    Actualmente, las perspectivas de la Triple Hlice y la Nueva Produccin del Conocimien-to sobre las transformaciones en el eje universidad/gobierno/empresa son una referen-cia habitual en las diversas discusiones acerca de los cambios en las relaciones entrela ciencia, la sociedad y el mercado. Este artculo identifica los perfiles geogrficos, ins-titucionales, profesionales y disciplinarios de las audiencias que adhieren a cada una deestas perspectivas y seala, tambin, la extensin del impacto de cada uno de estos en-foques. El autor resea los argumentos clave de las dos orientaciones, para luego ana-lizar las respectivas bases metodolgica y emprica, los fundamentos epistemolgicos ylas direcciones en las que ha evolucionado cada uno de los enfoques durante los lti-mos cinco aos.

    Introduccin

    Los gobiernos, y en menor medida la industria, han generado enrgicasdemandas orientadas a un reajuste en las relaciones entre la ciencia, elestado y la empresa. Estos pedidos fueron impulsados por la crisis ener-gtica de los aos setenta y resurgieron frente a la recesin econmica dela dcada del ochenta y comienzos de la del noventa. Frente a esta de-manda, la ciencia y la tecnologa fueron exhibidas como la solucin parala sobredependencia de fuentes de energa externas y como la panaceapara resolver el estancamiento econmico y el nivel de desempleo, queascenda rpidamente.1 Los socilogos, los economistas, los cientistaspolticos y los diseadores de polticas cientficas respondieron de diver-sas maneras a la consecuente emergencia de un nuevo conjunto de dis-cursos, proyectos y expectativas sociales, industriales y polticas. Una de

    1 Para un anlisis de los itinerarios crticos recorridos desde 1945, que condujeron desdela ciencia y la tecnologa hacia la sociedad, ver Jean-Jacques Salomon, Survivre lascience. Une certaine ide du futur (Pars: Albin Michel, 1999).

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  • las estrategias utilizadas ha consistido en la realizacin de estudios acer-ca del interjuego entre las actividades de investigacin, los negocios y elgobierno y la posterior emergencia de marcos conceptuales para explicarlos cambios observados. Otros intelectuales han propuesto un manual pa-ra la transformacin, y se han convertido en activistas, partisanos de lapromocin del cambio. Ambas reacciones tienen lugar en los confines decampos sociales y cognitivos particulares.

    Este ensayo explorar estos dos comportamientos, con referencia alos campos conocidos como la Triple Hlice y la Nueva Produccin delConocimiento.

    La Nueva Produccin del Conocimiento sostiene que el conocimien-to cientfico, las prcticas tecnolgicas, la industria y la sociedad en suconjunto, tal como estn organizadas y funcionan hoy, se encuentran enfuerte contraste con las de antao. La antigua distincin entre ciencia y so-ciedad, por la cual la ciencia proclam su autonoma, se est convirtiendoen cosa del pasado; hoy la sociedad gua y define lo que es reconocidocomo conocimiento. Las antiguas esferas bien delimitadas y separadas dela universidad y la industria, y las de la investigacin cientfica disciplinarpura y la actividad econmica estn colapsando o incluso han colapsado.De acuerdo con la Nueva Produccin del Conocimiento, la universidad es-t condenada a marchitarse. La investigacin ser evaluada solamente entrminos de relevancia social y ser llevada a cabo por practicantes quesaltarn incesantemente de un sitio de demanda urgente (usualmente lademanda industrial) a otro. La sociedad niega de este modo la legitimidadde las prerrogativas de la ciencia y su identidad cultural.

    La Triple Hlice pone el acento en las continuidades histricas. Lasrelaciones entre la universidad, la industria y el gobierno propias del sigloXIX y principios del XX persisten. Pero a estos estamentos de enseanzay accin se agrega ahora otro estamento llamado Triple Hlice. De estemodo, en lugar de repudiar las diferenciaciones institucionales del pasa-do, esta perspectiva identifica el nacimiento de un nivel suplementario dedesarrollo del conocimiento, un nivel en el que grupos especficos perte-necientes a la academia, la empresa y el gobierno se renen a fin de en-frentar los nuevos problemas que emergen en un mundo econmico,institucional e intelectual profundamente cambiante. Se pretende que laTriple Hlice sea la expresin sociolgica de lo que se ha convertido en unorden social cada vez ms basado en el conocimiento.

    Para analizar estas dos perspectivas plantear cinco preguntas.La primera es reflexiva: cunta atencin ha recibido cada una de

    las perspectivas y de qu sectores proviene? Para contestar esta pre-gunta he tomado reportes basados en el Social Science Citation Index y

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  • en Internet. Segundo, quin hace uso de cada una de estas perspec-tivas?, cules son sus ubicaciones geogrficas, institucionales y disci-plinares?, dicho de otro modo, y usando el enfoque propuesto por PierreBourdieu, cul es la estructura institucional de sus campos socio-cog-nitivos? Tercero, cules son las caractersticas de las afirmaciones, losdatos, la metodologa y el soporte terico de la Triple Hlice y de la Nue-va Produccin del Conocimiento?; estos perfiles, son comparables uoperan en diferentes dominios intelectuales e institucionales? Cuarto,qu cambios (si hubo alguno) han ocurrido en estas dos perspectivasa lo largo de los ltimos cinco aos? Por ltimo, cules son las reasde consistencia interna, adecuacin o anomala de cada uno de los en-foques?

    Una pizca de reflexividad

    Los socilogos de la ciencia y la tecnologa realizan rutinariamente estu-dios bibliomtricos de los cientficos que trabajan en las ciencias fsico-na-turales con el objeto de analizar la productividad de una escuela cientfica,y para identificar a quines involucra como productores y como audiencia.Para examinar el impacto de la Triple Hlice y la Nueva Produccin delConocimiento, as como la distribucin institucional de aquellas personasque adoptan las perspectivas (o al menos hacen referencia a ellas), exa-min el Social Science Citation Index en el perodo que va del principio deenero de 1995 al fin de junio de 1999, as como la informacin disponibleen Internet. Una comparacin exacta de las dos perspectivas enfrenta se-rios obstculos metodolgicos, de modo que la imagen que presento esuna aproximacin, creo sin embargo que es suficientemente rigurosa co-mo para dar indicios de importantes diferencias entre las comunidadesque adhieren a cada enfoque.

    The New Production of Knowledge: The Dynamics of Science andResearch in Contemporary Societies, publicado en 1994 y firmado por Mi-chael Gibbons, Camille Limoges, Helga Nowotny, Simon Schwartzman,Peter Scott and Martin Trow2 constituye el estatuto de la primera orienta-cin y funciona como el manifiesto del grupo. Un segundo tratado en lamisma lnea ha sido recientemente publicado, Rethinking Science, escrito

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    2 Michael Gibbons, Camille Limoges, Helga Nowotny, Simon Schwartzman, Peter Scottand Martin Trow, The New Production of Knowledge: The Dynamics of Science andResearch in Contemporary Societies, (Londres: Sage, 1994). Hay traduccin castellana:La Nueva Produccin del Conocimiento: La dinmica de la ciencia y la investigacin enlas sociedades contemporneas (Barcelona: Pomares-Corredor, 1997).

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  • por Helga Nowotny. Para mi estudio, limit el conteo a las referencias he-chas al texto de Gibbons et al. Para el perodo Enero 1995/Junio 1999 fue-ron hechas un total de 98 referencias al libro: 1995 (8), 1996 (16), 1997(15), 1998 (30), 1999 (29). El nmero de referencia en los primeros seismeses de 1999 equivale casi a los de todo 1998.

    Las citas provienen de publicaciones cuyos temas van desde la so-ciologa de la ciencia y la tecnologa, las ciencias polticas, la psicologa,la psicologa social y la educacin. Las referencias en las revistas de edu-cacin son particularmente abundantes. As pues, tanto la cantidad comoel rango de las citas de la Nueva Produccin del Conocimiento son muyimpresionantes.

    En contraste con la Nueva Produccin del Conocimiento, la TripleHlice no posee un estatuto en forma de un libro nico que se desta-que con claridad y que pueda citarse fcilmente.3 Esto tambin es unindicio una importante diferencia estructural entre los dos campos so-cio-cognitivos. La Triple Hlice ha emergido gradualmente y su arqui-tectura textual toma en general la forma de numerosas piezasinterconectadas, tales como introducciones y conclusiones de trabajoscolectivos, captulos, artculos o ponencias no publicadas. Para hacerms manejable mi bsqueda bibliomtrica, tabul las referencias he-chas a seis textos tericos o emprico-descriptivos publicados por LoetLeydesdorff y/o Henry Etzkowitz entre 1995 y 1998 y los artculos pu-blicados en dos volmenes colectivos editados por Leydesdorff y Etz-kowitz en 1997 y 1998.4

    Medidos con el Social Science Citation Index, el impacto del enfoquede la Triple Hlice es insignificante, casi inexistente. Para el perodo Ene-ro 1996/Junio 1999, slo encontr una nica referencia al extenso corpusal cual extend mi bsqueda bibliomtrica.

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    3 Tampoco el nmero doble de Research Policy, Special Issue: Triple Helix, XXIX (2)(Febrero 2000) funciona como una declaracin de principios a la manera en que lo haceel libro de Gibbons et al.4 Henry Etzkowitz and Loet Leydesdorff, The Future Location of Research andTechnology Transfer, Journal of Technology Transfer XXIV-2/3 (1999), pp. 111-123; LoetLeydesdorff and Henry Etzkowitz, Triple Helix of Innovation: Introduction, Science andPublic Policy, XXV-6 (1998), pp. 358-364; Henry Etzkowitz and Loet Leydesdorff, TheEndless Transition: A Triple Helix of University-Industry-Government Relations, Minerva,XXXVI (1998), pp. 203-218; Loet Leydesdorff and Henry Etzkowitz, The Triple Helix as aModel for Innovation Studies, Science and Public Policy, XXV-3 (1998), pp. 195-203; LoetLeydesdorff and Henry Etzkowitz, Technology Innovation in a Triple Helix of University-Industry-Government Relations, Asia Pacific Tech, Monitor, XV-1 (1998), pp. 32-38; LoetLeydesdorff and Henry Etzkowitz (eds.), A Triple Helix of University-Industry-GovernmentRelations: The Future Location of Research? (New York: Science Policy Institute, State

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  • Tambin examin el lugar que ocupan ambas perspectivas en Inter-net, donde la situacin es ms bien similar. Usando el buscador altavis-ta.com, descubr cerca de treinta pginas referidas a las secuencias depalabras New Production of Knowledge y Mode 2 combinadas. El temade la educacin es nuevamente el principal; por ejemplo, diseando lanueva universidad, la ciberuniversidad, etc. Los sitios web con referen-cias a la Nueva Produccin del Conocimiento incluyen hasta el Psicoa-nlisis Organizacional!5 En Internet, esta perspectiva es un buen ejemplodel efecto de carro del vencedor, al que tanto individuos como gruposde una variedad de disciplinas y ocupaciones corren para subirse. Apa-rentemente la terminologa (Nueva Produccin del Conocimiento) resue-na en un amplio rango de reas, donde se la observa estimular lacreacin de un dialecto. Queda por ver si el vocabulario compartido estanclado en conceptos estructurales antes que en una mera frase feliz.Durkheim ha demostrado el poder de las metforas y su papel central pa-ra la sociologa, entonces, la nueva produccin del conocimiento esuna metfora o solo una frase con gancho? Ms all de su fuerza ret-rica palpable, la Nueva Produccin del Conocimiento est basada enalgo slido?

    La Triple Hlice no tiene un lugar significativo en el Social ScienceCitation Index ni en Internet. Utilizando el motor de bsqueda COPERNIC,he identificado ocho sitios.6 Estos incluyen informacin sobre las tres con-ferencias internacionales de la Triple Hlice (Amsterdam, 1996; NuevaYork, 1998; Ro de Janeiro, 2000) tanto como sitios con informacin de

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    University of New York, 1998); Henry Etzkowitz and Loet Leydesdorff (eds.), Universitiesand the Global Knowledge Economy: A Triple Helix of University-Industry-GovernmentRelations (London: Cassell, 1997); Henry Etzkowitz and Loet Leydesdorff, The FutureLocation of Research: A Triple Helix of University-Industry-Government Relations II,EASST Review, XV-4 (1996), pp. 20-25; Loet Leydesdorff and Henry Etzkowitz,Emergence of a Triple Helix of University-Industry-Government Relations, Science andPublic Policy, XXIII (1996), pp. 279-286.5 The International Society for the Psychoanalytic Study of Organizations 1999Symposium. Issues in Management Research: http://www.sba.oakland.edu/ispso/html/1999Symposium/HuffingtonJames1999.htm6 On February 20th 2000, website addresses included: http://www.itoi.ufrj.br/thelix.htm http://www.itoi.ufrj.br/general.htm http://www.itoi.ufrj.br/cfocus.htm http://www.chem.uva.nl/sts/loet/th2/respol.htm http://www.chem.uva.nl/sts/loet/th2/ihe98.htm http://www.chem.uva.nl/sts/loet/th2/papers/th2ley.htm http://www.chem.uva.nl/sts/loet/th2/bookabs.htm

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  • propsitos generales y foros de discusin. Estos sitios parecen estar ac-tualizados y razonablemente activos. Por supuesto, como todos sabemos,Internet es un lugar para la autopromocin, por lo que debe ser tratado concautela como indicador de impacto. Se adivina la mano de Leydesdorff enla mayora de estos sitios y marca un contraste con los sitios de la NuevaProduccin del Conocimiento en los que Gibbons et al. parecen jugar so-lo un papel marginal.

    Cmo es que los indicadores de impacto de la Triple Hlice perma-necen tan bajos en el Social Science Citation Index y en Internet?, qusignifica esto? Cmo se condice el bajo indicador de impacto de la TripleHlice con el hecho de que su enfoque analtico ha generado tres grandesconferencias internacionales, impulsando la investigacin y la redaccinde numerosas ponencias y artculos, y ha obtenido considerables cantida-des de financiamiento pblico y privado?

    El modesto indicador de impacto de esta perspectiva en el SocialScience Citation Index y en Internet me indica que hay buenas razonespara volver a pensar la relacin entre lo que el conteo de citas nos diceacerca del crecimiento de las ideas, la investigacin y la reputacin cien-tfica por un lado y nos oculta por el otro. Qu es lo que este mtodo nosdice, si es que nos dice algo, sobre la precisin, el rigor, la documentaciny las afirmaciones desarrolladas en los textos? En las ciencias sociales lacita abundante puede ser un mejor indicio de uso de lenguaje evocador,especulacin y generalizaciones de largo alcance antes que de medicio-nes prudentes y cuidadosa prueba de hiptesis.

    La composicin geogrfica de las comunidades de la Triple Hlice yla Nueva Produccin del Conocimiento tambin es significativamente dife-rente. Es importante sealar que en el caso de la primera, su audiencia esmuy amplia, incluyendo gran nmero de personas en Amrica Latina; Asiay Africa, por el contrario, la clientela de la segunda est concentrada en

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    http://www.sura.org/~ghb/talks/triple_h/tsld001.htm http://vest.gu.se/vest_mail/0650.html http://vest.gu.se/vest_mail/0474.html http://vest.gu.se/vest_mail/sci-tech_1996/subject.html http://vest.theorysc.gu.se/vest_mail/1621.html http://vest.theorysc.gu.se/vest_mail/1339.html http://platon.ee.duth.gr/data/maillist-archives/th/threads.html http://platon.ee.duth.gr/data/maillist-archives/th/ http://www-diotima.math.upatras.gr/mirror/mailbase.uk/lists/eurocon-knowflow/1998-07/0027.html http://www-diotima.math.upatras.gr/mirror/mailbase.uk/lists/eurocon-knowflow/1998-09/0002.html

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  • Europa Occidental y los Estados Unidos. Ms del 90 % de la audiencia dela Nueva Produccin del Conocimiento est basada en el Norte contra ca-si el 65 % en el caso de la Triple Hlice (la ltima cifra est basada en laparticipacin en conferencias). De tal manera, la Triple Hlice cuenta conuna cantidad considerable de seguidores entre la gente de los pases endesarrollo. Hay razones bien definidas para que esto sea as.

    Mtodos, afirmaciones y conceptos

    Las estructuras intelectuales de ambas perspectivas difieren significati-vamente. El ncleo de la Nueva Produccin del Conocimiento se ubicaen un nico volumen en el que se expresan afirmaciones acerca de laciencia desarrollada segn el Modo 1 y el Modo 2, este ltimo resulta enla muerte de las universidades, las disciplinas cientficas y los laborato-rios acadmicos y el nacimiento de temas de investigacin interdiscipli-narios; econmica y socialmente relevantes tanto como la aparicin deequipos de investigacin formados por acuerdos de negocios en perpe-tua fluidez en el marco de un nuevo tipo de epistemologa caracterizadacomo socialmente til. El libro puede leerse como el estatuto compactoy articulado de un lobby involucrado en relaciones sociales, mercantilesy de aprendizaje.

    El lector se sorprende por tres caractersticas. La Nueva Produccindel Conocimiento plantea pocas preguntas acerca de la evolucin de laciencia y la tecnologa o sobre los cambios en sus relaciones con las em-presas y la sociedad. En cambio ofrece un cierto nmero de indicacionesprefabricadas acerca del origen y el futuro de la ciencia. Ninguna pregun-ta, montones de respuestas. En un plano paralelo casi no se aporta eviden-cia concreta para las afirmaciones desarrolladas y no hay previsiones parala ejecucin de futuros trabajos empricos sociolgicos o histricos. En tan-to la ausencia de datos en el libro es preocupante; las personas interesa-das en esta perspectiva que desearan explorar sus posibilidades podranesperar informacin ms precisa en trabajos subsiguientes; no obstante,esta esperanza es vana: ni los autores estn embarcados en trabajos em-pricos para confirmar sus afirmaciones ni aparecen colegas con datos quelas corroboren. La falta de desarrollo emprico de esta perspectiva es par-ticularmente lamentable, dado que uno puede imaginar fcilmente que sustesis podran demostrarse altamente instructivas para el estudio de una se-rie de terrenos importantes pero poco explorados tales como las relacio-nes fluidas y multideterminadas de la orientacin, produccin, aplicacin yevaluacin del conocimiento en y para comunidades de personas enfermas

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  • o fsicamente disminuidas.7 Pero segn s no existen tales lneas de inves-tigacin inspiradas en la Nueva Produccin del Conocimiento. Ms an, eltrabajo emprico sistemtico que se ha llevado a cabo con referencia a es-ta perspectiva (realizada quizs en los campos menos conducentes parasus predicciones), indican, con mucho, que sus afirmaciones van contra laevidencia disponible, o en el mejor de los casos que tales aseveracionesno estn claramente validadas por los hechos disponibles.8 Abreviando, alpresente habra una desafortunado vaco de cuidadosos estudios de con-trol diseados en esferas elegidas para identificar las fortalezas y condicio-nes limitantes de las amplias generalizaciones expresadas en el libro, oplanteados para darles mayor sustento. La Nueva Produccin del Conoci-miento carece del motor metodolgico necesario para llevar adelante cual-quier programa de investigaciones.

    Las dificultades programticas y metodolgicas de esta perspectivapueden ser una consecuencia de la falta de una referencia terica; este en-foque no est conectado especficamente con ningn marco conceptual: niDurkheim, ni Weber; ni Parsons, ni Bourdieu; ni Habermas, ni Luhmann. LaNueva Produccin del Conocimiento no define ni trabaja sus conceptos so-ciolgicos clave; uno est tentado de preguntar, tiene alguno? La res-puesta es complicada: incorpora conceptos, pero es dudosa la medida enque los conceptos sean rigurosamente sociolgicos.

    Dicho de este modo, siguiendo la lnea tomada por algunos trabajosde Bruno Latour, el enfoque es decididamente anti-diferenciacionista, enla medida en que minimiza o niega las demarcaciones entre los cuerposacadmico, tcnico, industrial, poltico y social; eliminando as los lmitesy las especificidades del trabajo. La perspectiva rechaza las nociones deformas especficas de conocimiento y de componentes sociales determi-nados en favor de un conocimiento indiferenciado y de conjuntos socialesindiferenciados, incluso desaparecen las distinciones entre naturaleza ycultura.

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    7 Un grupo liderado por Joske Bunders en la Universidad Libre de Amsterdam estllevando a cabo investigaciones promisorias en biotecnologa y cuidado de la saludutilizando hiptesis tomadas de la Nueva Produccin del Conocimiento.8 Benoit Godin, Writing Performative History: The New Atlantis?, Social Studies ofScience XXVIII-3 (1998), pp. 465-483; Benoit Godin and Yves Gingras, The Place ofUniversities in the System of Knowledge Production, Research Policy, XXIX-2 (2000),pp. 273-278; Dominique Pestre, La production des savoirs entre acadmies et march,Revue dEconomie Industrielle, LXXIX (1997), pp. 163-174; Terry Shinn, Change orMutation? Reflections on the Foundations of Contemporary Science, Social ScienceInformation, XXXVIII-1 (1999), pp. 149-176; Peter Weingart, From Finalization to Mode2: Old Wine in New Bottles?, Social Science Information, XXXVI-4 (1997), pp. 591-613.

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  • No obstante, esta lnea anti-diferenciacionista radical nunca es res-paldada con elementos tericos, conceptos o modelos sociolgicos, per-manece, en cambio, como un componente flotante no integrado. Estasituacin es admisible si no se interpreta a la perspectiva como un progra-ma de investigacin sociolgica asociada al estudio de la produccin, di-fusin y uso del conocimiento sino como un discurso performativo. Estemensaje posmoderno tambin se enlaza con lo que parece ser una sordaposicin pro-globalizacin. En lugar de teora, conceptualizacin o datos,la Nueva Produccin del Conocimiento est teida de compromiso polti-co; los autores aparentan ser feligreses del advenimiento de un nuevo or-den cognitivo y social. Trabajan activamente en su favor y tratan deconvencer a otros de hacer lo mismo; uno tendra que pensar si la pers-pectiva se parece ms a una plataforma social que un marco sistemticoy serio para la investigacin acadmica.

    Las afiliaciones institucionales de los autores dan crdito a estainterpretacin. Michael Gibbons, por ejemplo, es un asesor internacio-nalmente respetado en el rea de Ciencias Polticas para numerososgobiernos; Camille Limoges es, desde hace tiempo, un funcionario dealto rango en la administracin de la ciencia y el diseo de polticacientfica en Quebec, Helga Nowotny ha servido como administradorade diversos institutos de estudios avanzados especializados en polti-ca (en Budapest y Viena) y es catedrtica en el Instituto Politcnico deZurich.

    Por supuesto, la mayora de las empresas ambiciosas conllevan unacierta medida de auto promocin y propaganda. Teniendo esto en cuenta,el perfil de la Nueva Produccin del Conocimiento no es sorprendente. Noobstante, un genuino programa de investigacin debe exhibir un plan cog-nitivo adems de un conjunto de estrategias y proyectos sociales y profe-sionales. Entonces la pregunta surge: si lo hay, cul es el proyectointelectual de la Nueva Produccin del Conocimiento? Por supuesto, unodebe hacer la misma pregunta acerca de la Triple Hlice: cules son suagenda y su proyecto intelectual?

    El horizonte de la Triple Hlice tiene cuatro niveles:Primero, esforzarse en recolectar una base emprica (bajo la forma

    de mltiples estudios de caso) acerca de las relaciones cambiantes entrala Universidad, la Industria y el Estado. Muchos de los captulos de los li-bros de 1997 y 1998 as como de los artculos aparecidos en el nmero defebrero de 2000 de Research Policy documentan la existencia de cambiosen las relaciones entre los tres estamentos que componen la Triple Hlicecon respecto a sectores econmicos y campos cognitivos especficos: bio-tecnologa, construccin aeronutica, informtica e instrumentacin. Estos

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  • estudios apuntan implcitamente a la pregunta central: cul es el alcancede la Triple Hlice?, es aplicable solamente a un estrecho rango de con-figuraciones econmicas, cognitivas, tcnicas y gubernamentales?, y si esas, a cules?

    El lugar central que se le da a los datos empricos intenta neutralizarde alguna manera la propensin a la normatividad asociada a todos losmodelos sociolgicos. Las inclinaciones hacia la generalizacin estn ba-lanceadas en parte por las sutilezas y las advertencias que traen consigolos anlisis de hechos concretos. Como mostraremos luego, una saluda-ble atencin a los hechos ha conducido recientemente a algunos cambiosclaves en el foco de atencin, las prescripciones y la potencia conceptualdel modelo. Esta inclusin estructurada de informacin detallada en el pro-ceso de construccin del modelo y en la evaluacin de su utilidad, parece-ra contrastar con la Nueva Produccin del Conocimiento que carece deuna gran base emprica y es proclive a las generalizaciones amplias.

    Segundo, la Triple Hlice se ocupa de problemas concretos y urgen-tes de las polticas industrial, cientfica y acadmica de los gobiernos. Eneste punto, los autores y los partidarios del modelo estn embarcados enocasiones en estimular a los empresarios, los administradores universita-rios y las figuras pblicas para que vuelvan a pensar sus polticas y susacciones en respuesta a las tendencias cambiantes en los planos cogniti-vo, tcnico, econmico y de relaciones internacionales. Su modus operan-di no es el de un lobby o un movimiento militante sino el de un juiciosoequipo de expertos. Adems, el aumento de las publicaciones y encuen-tros asociados con la Triple Hlice puede interpretarse como la respuestade algunos sectores de la comunidad de estudios sociales de la ciencia yla tecnologa a la presin de los polticos, los empresarios y los adminis-tradores universitarios para obtener informacin y estudios que los man-tengan a resguardo y cuando fuera posible anticipndose a los cambiosen un medio que se est transformando. Este crecimiento queda demos-trado por el involucramiento en la investigacin y la reflexin sobre la Tri-ple Hlice de la National Science Foundation, el Centre National de laRecherche Scientifique, la NATO, la Comisin Europea y de las autorida-des polticas y acadmicas del Brasil y otros pases en desarrollo.

    A menudo implcitamente y en ocasiones incluso explcitamente, loscreadores de este modelo destacan la cuestin de si las supuestas nue-vas configuraciones son relevantes para el proceso de emergencia econ-mica e intelectual perseguidas por diversas naciones en Amrica Latina,frica y Asia. Esto plantea dos preguntas: Las realidades econmica, ins-titucional, intelectual y poltica de los pases en desarrollo, son suficien-temente semejantes a las de ciertas naciones del Norte (en cuyas

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  • experiencias se basa el modelo) para convertir en relevantes las unidadesde anlisis, predicciones y recomendaciones de la Triple Hlice?. Si hubie-ra un desajuste, es posible o deseable utilizar a la Triple Hlice como unagua para las transformaciones en las relaciones universidad-estado-in-dustria que refuercen los procesos de emergencia?

    El tamao de las delegaciones que participaron de la conferencia deRo de Janeiro en abril del ao 2000 sugiere que esta expectativa estbien encaminada. Este aspecto de la Triple Hlice contrasta con la pers-pectiva de la Nueva Produccin del Conocimiento, que se refiere particu-larmente a entornos institucionales y tecnolgicos extremadamenteavanzados, y que hasta ahora tiene pocas conexiones con las nacionesemergentes y en desarrollo.9

    Tercero, la potencia analtica de la Triple Hlice es diametralmenteopuesta a la de la de la Nueva Produccin del Conocimiento. Esta ltimapertenece desvergonzadamente a una corriente anti-diferenciacionista ra-dical, que niega sucesivamente las distinciones (diferenciaciones) entre laciencia y la tecnologa, la industria y la academia, la sociedad y el conoci-miento. Por el contrario, la Triple Hlice sigue un sendero neo-diferencia-cionista.10 Etzkowitz y Leydesdorff plantean que en tanto los estamentosdiferenciados compuestos por la universidad, la industria y el Estado fun-cionaron efectivamente en el siglo XIX y en los comienzos del XX, un con-junto nuevo de acontecimientos internos en cada estamento y en lasrelaciones entre los mismos ha dado lugar hoy a otra unidad diferenciada,una que funde los tres estamentos en una nica va histrica, la triple hli-ce. Esta entidad emergente constituye una nueva sntesis entre el Estado,la academia y la empresa. A diferencia de la Nueva Produccin del Cono-cimiento, esta sntesis no constituye la desaparicin de las discontinuida-des previas, constituye en cambio, una nueva, y adicional, discontinuidad;la triple hlice (definida por oposicin a las tres hlices individuales rela-cionadas).

    Esta perspectiva neo-diferenciacionista genera muchas preguntas:precisamente, cules entidades concretas comprende?, qu mecanis-mos condujeron a su emergencia?, qu nuevas funciones desempea?,cmo podemos saber si la Triple Hlice es un sujeto nuevo en vez de

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    9 Una excepcin importante para esta generalizacin es la investigacin de RolandWaast del Institut de Recherche sur le Dveloppement, el cual ve en la NuevaProduccin del Conocimiento una fructfera aproximacin para estudiar lastransformaciones en la organizacin del trabajo cientfico y tecnolgico en Africa conposterioridad a 1960.10 Shinn, Terry: Change or Mutation... op. cit.

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  • un reajuste que ha modificado los entornos sin modificar las institucionesestablecidas?, son las entidades como las incubadoras, los start-ups, ylas otras nuevas formas de asociacin entre el Estado y las empresas losejemplos decisivos de los cuales depende la validez de la Triple Hlice?Esta parece ser una pregunta emprica, incluso una difcil!

    Cuarto, la Triple Hlice est acompaada de un fuerte marco tericobajo la forma de una concepcin auto-organizativa y coevolucionista. Lasreferencias comunes son Humberto Maturana y Niklas Luhmann.11 Lasafirmaciones clave de esta teora son las siguientes:

    A. Bajo ciertas condiciones, las estructuras institucionales y cogniti-vas tienen problemas de adaptabilidad al entorno y pasan a ser inestables.

    B. Varias estructuras evolucionan y esta coevolucin genera una es-tructura intelectual y/o cognitiva histricamente novedosa.

    C. El tiempo constituye una dimensin fundamental en este procesodinmico.

    D. Las coevoluciones solucionan temporalmente los problemas dedesajuste en las complejidades de los sistemas previos.

    E. Con el paso del tiempo, las nuevas capas de complejidad sonacompaadas a su vez por nuevos desajustes (institucionales y/o cogniti-vos) y esto alimenta sucesivos ciclos de coevolucin.

    Este breve resumen no hace justicia a los detalles, problemticas ydificultades de la teora. Mi actual nivel de comprensin no me alienta a irms all de estos preceptos generales, y percibo que puede ser indicio deun problema mayor, incluso de malestar. Un entendimiento incompleto dela teora ligada a la Triple Hlice oculta potencialmente una apreciacincompleta del modelo y de sus posibilidades inherentes.

    Muchos interlocutores se manifiestan incmodos ante las afirmacio-nes tericas en torno a la Triple Hlice, incluso se sienten contrariados porellas. Esto puede derivar en parte de las dificultades con las frmulas ma-temticas asociadas a la teora; tambin puede provenir de las dificultadesen la comprensin de la terminologa propia de la teora (expresiones co-mo lockin y overlays). Si se est transmitiendo un mensaje terico, no esinteligible para buena parte de la audiencia, el mensaje terico que acom-paa la Triple Hlice debe hacerse inteligible, si no es as, el concepto decoevolucin probablemente sea percibido como irrelevante o incorrecto yseparado de los componentes empricos, diagnsticos y prospectivos de

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    11 Humberto Maturana, Autopoiesis and Cognition: the Realization of the Living,(Dordrecht: Reidel, 1980); Niklas Luhmann, Social Systems (Stanford: StanfordUniversity Press, 1996). Hay traduccin castellana: Sistemas sociales (Anthropos). Vertambin: Wolfgang Krohn, Gnter Kppers, and Helga Nowotny (eds.), Self organization.Portrait of a Scientific Revolution (Dordrecht: Reidel, 1990).

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  • la Triple Hlice. El resultado sera un modelo, menos ambicioso, si bienpragmtico y ad hoc, en lugar de ser un modelo fuertemente predictivo in-tegrado en una teora sociolgica general.

    El ajuste entre la teora y la Triple Hlice puede encontrarse buscandopor otra va: la teora coevolucionista describe las estructuras y las transfor-maciones en un meta nivel y en trminos macroscpicos. La bsqueda te-rica de unidades de anlisis apropiadas tiene lugar en un alto nivel deagregacin, generalizacin y abstraccin. No obstante, tales operaciones ypostulados analticos (sintticos?) no siempre concuerdan con los ricos, in-teresantes e inspiradores estudios empricos basados o promovidos por laTriple Hlice. En suma, la brecha entre el marco terico del modelo y los es-tudios de caso vinculados al mismo es muy grande. Hay una desesperadanecesidad de llenar ese espacio con elementos, definiciones y operacionesde nivel meso. Deben especificarse los mecanismos intermedios para vincu-lar correctamente la teora coevolucionista con los cambios institucionales,econmicos y cognitivos de manera no ambigua y confirmatoria, para ilumi-nar los hechos empricos.

    Es bueno preguntarse si la coevolucin constituye el mejor o el ni-co marco terico para la Triple Hlice. Pueden proveer alternativas otrossistemas, como el funcionalismo de Durkheim o los conceptos de campoy habitus de Bourdieu?; si no es posible, por qu? La probable objecinde que los sistemas alternativos no incluyen la dimensin temporal o no lohacen de una forma sistemtica, constituye un argumento suficiente pa-ra atar la Triple Hlice a la coevolucin?

    Sociologa versus introspeccin

    Desde 1994 hasta hace muy poco, el mensaje de la Nueva Produccin de Co-nocimiento no sufri cambios. Si bien alguno de sus autores (en particular, Mi-chael Gibbons y Helga Nowotny) a menudo se manifestaron en defensa desus ideas, nada nuevo apareci en forma de escritos. Afortunadamente, el li-bro de Helga Nowotny Re-thinking Science nos invita a examinar el tema delos cambios en la Nueva Produccin del Conocimiento.12 Cul es el mensa-je de Nowotny hoy y dnde se ubica respecto del de 1994?

    En Re-thinking Science se destacan varias afirmaciones; como mu-chos antes que ella, Nowotny habla de un nuevo contrato entre la socie-dad y la ciencia. Tambin escribe acerca de la sociedad aprendiendo a

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    12 Helga Nowotny et al., Re-thinking Science: Knowledge Production in an Age ofUncertainty (Oxford: Polity Press 2001).

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  • hablar a la naturaleza lo que significa el eclipsamiento del referente cien-tfico como base para la legitimidad cientfica y su reemplazo por un refe-rente puramente societal.

    Este libro introduce un cierto nmero de trminos nuevos o al menosun uso poco familiar de trminos existentes. Algunos de ellos son dignosde posterior reflexin.

    1) Nowotny argumenta a favor de la contextualizacin, lo que paraella significa la eliminacin de la diferenciacin entre ciencia y sociedad.En tanto el proyecto de la Modernidad fue largamente caracterizado porlas distinciones entre naturaleza/cultura y ciencia/sociedad; hoy, esta de-marcacin ya no se mantiene. La exigencia postmoderna es ser hetero-gneo y la heterogeneidad implica la falta de diferenciaciones. Audienciasheterogneas se dirigen a los productores de conocimiento en el gora.

    2) La sociedad postmoderna se caracteriza por la comunicacin re-versa, comunicacin desde la sociedad hacia los productores de conoci-miento y no al revs. La sociedad decide acerca de lo que es conocimiento.Los productores de conocimiento aceptan y obedecen. El conocimiento esaprendizaje socialmente relevante y se genera en relaciones fluidas entreel Estado, los mercados, la industria, etc.; la produccin de conocimientoes representada como la operacin de una fase de transicin y Nowotny serefiere explcita, aunque fugazmente, a la teora coevolucionista.

    3) En el centro del esquema de Nowotny tambin descansa la ideade expertos que operan en un marco de conocimiento socialmente distri-buido. El conocimiento ya no es separado de la sociedad y las activida-des de los expertos garantizan que tal conocimiento se oriente a lasnecesidades sociales; presentarse como un emprendimiento exitoso en laeconoma global, constituye una necesidad primordial.

    4) Nowotny insiste en que la Nueva Produccin del Conocimiento in-volucra una nueva epistemologa, que denomina conocimiento socialmen-te robusto; esta parte del libro es particularmente original e interesante yseguramente ser muy estimulante. Nowotny argumenta que los avancesen fsica terica han llegado a un tope, las posibilidades de nuevas concep-tualizaciones estn agotadas. Conocimiento socialmente robusto refiere ala inclinacin de los cientficos a formular los problemas de investigacinpromisorios en trminos de las novedades que podran engendrar: el co-nocimiento socialmente robusto consiste en la sistematizacin de una in-vestigacin y un aprendizaje dirigido a objetivos de orientacin aplicada. Larelevancia social se convierte en el riguroso patrn epistemolgico de laNueva Produccin del Conocimiento, y sus caractersticas sern estableci-das por expertos que trabajan en el sistema de conocimiento socialmentedistribuido. Esto, enfatiza la autora, es Modo 2.

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  • El mensaje comunicado en Re-thinking Science es muy semejanteal que se destacaba cinco aos atrs en La Nueva Produccin del Cono-cimiento. Ambos libros sealan el fin de la ciencia disciplinar, las universi-dades, la investigacin de laboratorio, y las diferenciaciones entreconocimiento cientfico per se y sociedad. Ambos acuerdan la primaca dela relevancia social del conocimiento y en particular a las demandas de laempresa. El libro de 1994 insinuaba una nueva epistemologa, el ltimo ladesarrolla como tema y la identifica como el fundamento del Modo 2. Co-mo en el primero, el segundo volumen hace silencio cuando llega al pun-to de dar evidencias o sugerir direcciones para la investigacin. El libroaparenta ser principalmente un producto de la introspeccin y la base pa-ra una futura reflexin.

    Uno finalmente no puede sino preguntarse si Re-thinking Scienceabre el camino, o quizs incluso legitima una visin neocorporativista delmundo! Al colapsar las especificidades y la posicin institucional de laciencia, la tecnologa, la industria y la poltica, no establece inadvertida-mente Nowotny las bases para una amalgama social cuyas caractersticasy direccin puede ser fcilmente impuestas por una fuerza poltica totalita-ria? Si este es el caso, la interpretacin neocorporativista de la Nueva Pro-duccin del Conocimiento y el Modo 2 es ciertamente poco auspiciosapara el futuro.

    Esta postura esttica contrasta con los anlisis mviles, fluctuantes,presentados por los arquitectos de la Triple Hlice. En un encuentro queorganizamos con Benoit Godin en Pars en junio de 1998 para compararlos enfoques de la Triple Hlice y la Nueva Produccin del Conocimientosuger que ambos ofrecan un grado de simetra inversa; basndome enlos escritos de las dos orientaciones disponibles hasta mediados de 1998,argument que la Nueva Produccin del Conocimiento constituye un men-saje dediferenciacionista radical y la Triple Hlice uno neodiferenciacionis-ta radical. Durante el encuentro en Pars, reiter dos preguntas a losexpositores de la Triple Hlice; en primer lugar, qu instituciones e inicia-tivas dan cuerpo al presuntamente sinttico estamento triple emergente,opuesto a los tres estamentos histricamente separados que lo compo-nen? En segundo, cualquiera sea la forma, cun radicalmente diferencia-da es la neodiferenciacin atribuida?

    Durante el taller no se escucharon respuestas contundentes. Noobstante, considero que hoy (algo as como dos aos ms tarde) Etzko-witz y Leydesdorff han dado respuestas categricas a mis dos preguntas,efectivamente, quizs demasiadas respuestas para el objetivo de clarificarel problema. Sea como fuere, demostrar que el pensamiento de la TripleHlice ha evolucionado considerablemente desde su formulacin inicial.

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  • En su repaso del nmero de Research Policy13 dedicado a la TripleHlice, Etzkowitz y Leydesdorff manifiestan dos ideas que constituyen unrefinamiento del planteo.

    1) El novedoso lugar de la Triple Hlice est centrado explcitamentedentro de la universidad. Etzkowitz y Leydesdorff insisten que los departa-mentos por disciplinas estn convergiendo en nuevos caminos y al tiempoque mantienen las lneas de investigacin tradicionales, los equipos univer-sitarios estn tambin orientndose cada vez ms hacia la investigacin in-dustrial y a formas intermedias de investigacin. Las universidades estngenerando una variedad de instituciones anexas que las vinculan con or-ganizaciones econmicas y sociales. La universidad constituye el lugar pri-vilegiado en el cual los discursos se unen, se funden y dan lugar a nuevasformas de discurso y de accin. En esta publicacin, la altamente evasivaTriple Hlice ha sido al fin identificada, y sorprendentemente, ubicada enlos campus universitarios.

    2) En la misma publicacin se introduce en el marco terico de la Tri-ple Hlice el trmino transicin permanente. Esto puede resultar una adi-cin crucial, el nfasis en incontables y reiteradas coevoluciones atena elfuerte foco previo ubicado en la estabilizacin de un hito nico, la triple h-lice. Ya no tenemos que buscar una nica macro-entidad que da cuerpo auna impresionante confluencia de los tres estamentos. El modelo ahora seconvierte en compatible con cambios menores y coevoluciones que ocu-rren en el interior de cualquiera de los estamentos. Los interesados en elenfoque ahora estn libres para detectar pequeas variaciones (transicio-nes permanentes en el nivel micro). Este reordenamiento dentro del mode-lo a favor de transiciones finitas o de nivel micro se corresponde con lomencionado en el punto precedente; la nueva atencin prestada a los cam-bios que tienen lugar dentro del estamento universitario.

    Entonces, en qu se ha convertido la Triple Hlice?En la universidad; de acuerdo a lo publicado en el nmero de febre-

    ro de 2000 de Research Policy, los recientes cambios cognitivos y econ-micos han aadido a las funciones tradicionales de enseanza,acreditacin e investigacin, nuevas funciones. Se preserva el rol histri-co de las universidades y se lo extiende para ajustarse a las circunstan-cias cambiantes. Por la puerta trasera, astutamente se introduce aqu a launiversidad como un elemento decisivo en los arreglos econmicos y cog-nitivos contemporneos.

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    13 Henry Etzkowitz and Loet Leydesdorff, The Dynamics of Innovation: From NationalSystems and Mode 2 to a Triple Helix of University-Industry-Government Relations,Research Policy, XXIX-2 (February 2000), pp. 109-123.

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  • Concomitante con esta impresionante novedad, lo que haba sido re-presentado con la metfora de la triple hlice retrocede discretamente;las molestas discrepancias de la Triple Hlice son suplantadas por ajustesincrementales y transicionales en el interior de la academia.

    Sin embargo, Etzkowitz y Leydesdorff parecen desviarse de su pro-pia lectura del modelo, o incluso contradecirlo. En abril de 2000, durantela tercera conferencia internacional de la Triple Hlice realizada en Ro deJaneiro, Etzkowitz, entre las notas centrales de su discurso, declar quela Triple Hlice se encarna en las incubadoras. Pero esta afirmacin en-tra en conflicto con la posicin que toman Etzkowitz y Leydesdorff en Re-search Policy. Mayor confusin emerge cuando Etzkowitz insiste que lasntesis de la Triple Hlice debe buscarse en la segunda revolucin aca-dmica, un planteo que es consistente con las afirmaciones hechas enResearch Policy. Uno se pregunta qu tipo de fundamentos sostienen es-tas afirmaciones paralelas, qu evidencia puede recolectarse para sus-tentar ambas proposiciones? Una bsqueda en Sociofile y con variosmotores de bsqueda por incubator y por second academic revolutionrevela que se ha escrito poco sobre estos temas, tan poco que ciertamen-te no est claro qu es (cognitiva y sociolgicamente hablando) aquello alo que se refieren los dos trminos exactamente. Antes de reconocer a lasincubadoras o a la segunda revolucin acadmica el carcter de principiobsico de la Triple Hlice, sera necesario determinar primero sus propie-dades cognitivas econmicas y sociales.

    No obstante, si en beneficio del debate uno se pronuncia por la tran-sicin permanente, qu debe hacerse con la antiguamente revoluciona-ria Triple Hlice?, acaso contina existiendo?, porque, como admiten hoylos autores de tanto en tanto, las coevoluciones clave aparecen solamen-te dentro de uno de los tres estamentos constitutivos; y as, el status de lasupuesta macroentidad nica histricamente novedosa (la hlice triple) seconvierte en objeto de serias reservas. En vista de los refinamientos (re-visiones?) recientes en el pensamiento de la Triple Hlice, puede decir-se que el modelo an existe o est dando lugar a una nueva formulacinms acorde con la evidencia emprica recolectada en el transcurso de loscuidadosos estudios de caso, una formulacin en la que se hace cada vezms silencio acerca de la emergencia de una neodiferenciacin radical?

    Cualquiera sea el futuro de la Triple Hlice, hay una reconsideracinseria y permanente de los autores acerca de cmo han cambiado, cam-bian y parece que cambiarn en el futuro las relaciones entre ciencia, go-bierno e industria; esta orientacin evolucionar en tanto saque beneficiode los ricos estudios de caso y de su debate.

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  • Desafos

    El impresionante tamao y la diversidad disciplinaria y profesional del au-ditorio de la Nueva Produccin del Conocimiento se desprende en partedel hecho de que este enfoque abarca diversas esferas, que se extiendende la educacin a la investigacin, los negocios, la poltica y la organiza-cin de la democracia contempornea.14 Quienes proponen esta perspec-tiva parecen considerarla como el eslabn perdido, como una pocinmgica para comprender una serie de problemas. La Nueva Produccindel Conocimiento no es una escuela de investigacin, en tanto no la arti-cula ni apunta a organizar un programa; opera, por el contrario, como unmovimiento militante con componentes polticos e ideolgicos; varios desus autores se esfuerzan por enrolar reclutas para crear las propias rela-ciones sociales que retratan en sus escritos.15 Por su estilo retrico, LaNueva Produccin del Conocimiento y Re-thinking Science pueden vincu-larse a manifiestos polticos; en ninguno de los libros se definen pregun-tas, se plantea una metodologa, se ofrecen respuestas razonadas o sedeterminan condiciones limitativas.

    La trayectoria sociocognitiva de la Triple Hlice es muy diferente; suaudiencia, medida en trminos de citas, es despreciable. En cambio si semide con referencia a encuentros internacionales y al inters demostradoen pases en desarrollo, la Triple Hlice moviliza un gran nmero de se-guidores. La mayora de ellos son investigadores en Ciencias Sociales oestn involucrados en la poltica o la administracin de la ciencia. La Tri-ple Hlice puede o no constituir un modelo analtico, pero constituye unaescuela de investigacin seria con una agenda conceptual y emprica.

    Pueden criticarse ambos enfoques por no en tomar en cuenta dosaspectos importantes en la produccin y difusin de artefactos y de cono-cimiento. La primera deficiencia es que no reconocen que tanto las uni-versidades como los gobiernos y los mercados funcionan en un marconacional; incluso las disciplinas y subdisciplinas cientficas operan de ma-neras distintas en instituciones nacionales diferentes, y esto es ciertotambin para el mbito de los negocios. Esto no va en detrimento de laimportancia de los fenmenos multinacionales, transnacionales o globa-

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    14 Liisa Horelli, A Methodological Approach to Childrens Participation in Urban-Planning, Scandinavian Housing & Planning Research, XIV-3 (1997), pp. 105-115.15 Esto no implica que los autores del enfoque de la Nueva Produccin del Conocimientono hayan hecho importantes contribuciones a la scholarship seria; vase por ejemplo:Helga Nowotny, Eigenzeit: Entstehung und Strukturierung eines Zeitgefhls (Frankfurta.M.: Suhrkamp, 1989); hay traduccin al ingls: Time: The modern and postmodernexperience (Cambridge, UK: Polity Press, 1994).

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  • les. La globalizacin est en aumento pero al menos hasta el presente,la desnacionalizacin de la ciencia no est eclipsando el componente na-cional de la organizacin y la modalidad de trabajo en la enseanza y lainvestigacin cientfica.16 Baste como evidencia que el concepto de Sis-tema Nacional de Innovacin de Richard Nelson sigue explicando muchoen los tratos ciencia/industria/gobierno.17

    Opino que debemos ir ms all de un escenario de oposicin, en elcual se enfatizan los acuerdos y prcticas principalmente globales con ex-clusin de los principalmente nacionales o viceversa, est claro que unamultitud de cambios estn transformando a la ciencia, la industria y el go-bierno; no obstante estn teniendo lugar en el marco de los estados-na-cin. Incluso es el caso de Europa, donde, a pesar de los serios esfuerzospor elaborar una poltica cientfica y econmica comn, no han disminuidolas iniciativas cientficas nacionales. Un ejemplo de ello es la amarga dis-puta acerca del diseo, ubicacin y construccin de la tercera generacinde ciclotrones; debera estar en Inglaterra o en Francia? Se decidi quecada nacin tendr su propio ciclotrn.

    Un modo de reformular este tema es preguntar: qu sectores eco-nmicos y campos cognitivos estn ms ligados a sistemas nacionales ycules operan ms all de los lmites de las naciones?18 Una aproximacinsociolgica a las cambiantes relaciones entre ciencia, industria y Estadodebera combinar inquietudes expresadas en la Nueva Produccin del Co-nocimiento y en la Triple Hlice incluyendo como factores las tradiciones,leyes, patrones de carrera y de empleo y tambin a las instituciones y esti-los culturales nacionales. Seguramente ser un error permanecer en silen-cio sobre estas caractersticas arraigadas y perdurables.

    Una segunda deficiencia compartida por los dos enfoques se rela-ciona con la manera en la cual tratan con uno de los conceptos sociol-

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    16 Elisabeth Crawford, Terry Shinn y Sverker Sorlin, The Nationalization andDenationalization of the Sciences: An introductory Essay, en Elisabeth Crawford, TerryShinn and Sverker Sorlin (eds.), Denationalization Science. The Contexts of InternationalScientific Practice (Dordrecht: Kluwer Academic Publishers, 1992), pp. 1-42.17 Richard R. Nelson, National Innovation Systems: A Comparative Analysis (New York:Oxford University Press, 1993); Alain DIribarne et al., The French Science and TechnicalSystem between Societal Constructions and Sectorial Specificities, Propuesta deinvestigacin para el 14 seminario del European Group for Organizational Studies:Stretching the boundaries of Organization studies into the Next Millenium (9-11 Julio 1998),Universidad de Maastricht, Facultad de Economa y Administracin, Maastricht; Terry Shinn,Axes thmatiques et marchs de diffusion Sociologie et Socit, XXXII-1 (2000) pp. 43-69.18 Jerald Hage y Rogers Holingsworth, Idea Innovation Networks: A Strategy forIntegrating Organizational and Institutional Analysis, Organization Studies, XXI (2000),pp. 971-1004.

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  • gicos clave: diferenciacin. El anlisis de la Nueva Produccin del Cono-cimiento sugiere que las diferenciaciones (y las divisiones del trabajo)son cosa del pasado; es un error que esta afirmacin inicial no sea rela-cionada con una discusin acerca del modo en que las diferenciacioneshan operado en el pasado, la dinmica de su presunta erosin y de lasimplicancias para la teora sociolgica de la presunta defuncin. La TripleHlice, aunque desde otro punto, tampoco resulta de ayuda. El modeloretiene los conceptos clsicos de diferenciacin e integracin, interpre-tndolos en un marco coevolucionista; pero en la prctica, esto implica laproyeccin de largos ciclos de integracin, neo-diferenciacin, neo-inte-graciones y as sucesivamente en una infinita repeticin coevolucionista.Desafortunadamente, esto contribuye poco a nuestra comprensin de ladiferenciacin.

    No obstante, tanto Nowotny, Gibbons et al. como Etzkowitz y Ley-desdorff han puesto metafricamente sus dedos en un punto fundamental;Cmo tratar el tema de la fluidez versus la demarcacin en los sistemassociales que estn experimentando un rpido y profundo cambio econ-mico, institucional y cognitivo? En tanto cada enfoque trata la cuestin dela diferenciacin con estilo propio, ambos perciben al problema de la de-marcacin como si la diferenciacin fuera una propiedad esttica antesque dinmica. Esta concepcin esttica dominante de la diferenciacin haplagado el anlisis sociolgico es precisamente a causa de ello que el pardiferenciacin/integracin contina siendo un obstculo analtico clave enel estudio de los cambios all donde las demarcaciones polticas, cogniti-vas e institucionales coexisten en profusa fluidez.

    Recomiendo que los estudios de las transformaciones de las interac-ciones universidad-industria-sociedad sean desarrollados en trminos deuna exploracin ms compleja y minuciosa del par fluidez/demarcacin.Una de tales lneas de bsqueda se insina en los estudios de las tecnolo-gas de investigacin; una forma particular de instrumentacin, diseo y di-fusin que es simultneamente distinguible en operacin y organizacin deotras formas de actividad (diferenciacin) al tiempo que se mezcla en tra-tos tcnicos y no-tcnicos con el Estado, la industria y la ciencia (fluidez)19.Un examen de las tecnologas de investigacin puede ofrecer una nuevacomprensin entre las poco frecuentemente probadas propiedades dinmi-cas de la diferenciacin. Quienes se dedican a esta actividad en tanto di-sean y reubican aparatos genricos (la ultracentrfuga, el rumbatron, eldetector por captura de electrones, el contador de destellos, el microproce-

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    19 Bernard Joerges y Terry Shinn, Instrumentation between Science, State and Industry(Dordrecht: Kluwer Academic Publishers, 2001).

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  • sador, etc.) desarrollan sus actividades innovativas en una arena intersticialy se encuentran a salvo de las demandas y las restricciones que surgen delas audiencias y el mercado. No obstante, en otras fases de su trabajo,esos investigadores cruzan las fronteras involucrndose en el ajuste de losartefactos en una variedad de campos y nichos; luego retornan a su posi-cin intersticial diferenciada.

    Admito que tal comportamiento dinmico con respecto a la diferen-ciacin/integracin, que se expresa en los patrones de cruce de fronteras,es variado y complicado. Aun las neo-diferenciaciones del tipo enfatizadopor Leydesdorff y Etzkowitz por un lado y las instancias de fluidez del tipode las destacadas por Gibbons y Nowotny por el otro, pueden ser mscomprensibles para los estudiosos en virtud de mejores conceptualizacio-nes de diferenciacin/integracin y divisin del trabajo expresadas en tr-minos de procesos estticos versus procesos dinmicos.

    Los estudios sociales de la ciencia y la tecnologa tienen un punto departida privilegiado para analizar los cambios que estn reconfigurando ycombinando factores cognitivos, tecnolgicos y sociales. En tanto que loscambios a gran escala se manifiestan evasivos, hay una tendencia a sim-plificar y convertirlos en metforas pegadizas y grandilocuentes. Se debetener extremo cuidado en sostener los conceptos y las conclusiones conestudios empricos y as establecer los lmites a partir de los resultados; yse debe ejercitar la prudencia al articular modelos a fin de que reflejen cr-ticamente las restricciones de los datos. Ambas perspectivas deben teneren mente estas ideas principales para asegurar que contribuyen con ele-mentos significativos para el conocimiento y la prctica. La triste alternati-va es que simplemente alimenten un entusiasmo improductivo y seanpoco ms que modas pasajeras.

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