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    Hoy, la magia y la brujerson poco ms que buenosargumentos parabestsellers juveniles, lesttica vampiresca sirv

    para confeccionamuecas y los zombieestn de moda, qu nosda miedo an?, cmo esel monstruo moderno, qu

    nos asusta qu hace

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    saltar nuestras alarmasinteriores? Tal vez lenfermedad (pero hay quelevarla a pandemia para

    que se le preste atencin)los animales feroce(siempre que sepamosofrecer un punto de vistque nos intercambie con l

    vctima) o los imposibl(tan incatalogables qupodran resultar ciertos

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    haciendo tambalearse a laciencia), o el desequilibrmental (aunque lapelculas y los titulare

    sobre psicpatas son tanconstantes que seafrontan con ms intercientfico que temor).Pero an queda unresquicio por el que sltra en nuestra concienci

    hiperlgica un enemig

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    terrible: lo desconocidAnte ello se nos abre limaginacin, lo irracioncobra forma y la ment

    sufre.Este libro es un recorrid

    que busca encontrafrmulas nuevas para eclsico arte de causarinquietud, desde el mbitdel cuento. Se llega a l

    desagradable cuando se

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    tocan bras sensibles, y veces a la risa: eso ocurrecon los catlogos, hay upoco de todo.

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    lvaro Valderas

    Cuentos

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    inquietantes

    ePub r1.0Morwen 14.12.13

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    Ttulo original:Cuentosnquietantes

    lvaro Valderas, 2013Diseo de portada: rosmar71

    Editor digital: MorwenePub base r1.0

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    Para Mnica, en LenLVARO VALDERAS

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    Universo

    Durante la noche, puecomprender a los diabprimordiales, quienperdidos en la infinitud

    vaco sin tiempo, cansadosdesver y desor y desvidesde su asiento eternterminaron por olvidar a Creador, como si la na

    absoluta encamina

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    inevitablemente hacia desmemoria. Y se levantar

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    Alguien, algo,

    all fuera

    La explanada del alma veces se parece a los caminque recorremos, cuando pcasualidad resulta qmiramos fuera, q

    contemplamos en vez dejar que nos guen linstintos. Cuando el egos

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    muere, nacen los ojos.El paisaje camb

    constantemente; nuessilencio dentro del auto

    es siempre el mismo, tmonocorde, aunque alguhable, aunque alguien chaber hablado y que quotro alguien de los tres q

    estamos si no se ncuentan los recuerdos, tocuanto cargamos a espald

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    le haya respondido. Pepor qu habra de ser as,pertenecemos a mundos distantes. Sobre todo yo,

    lo s. Ms de dos horas detrayecto lo alejan ya de laciudad, abandona suacogedora envoltura de ruido

    de rutinas, le hacen dejar atrs su habitacin, la de sus

    adres, el saln y la cocina,

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    espacios reducidos y tanamiliares, cmodos por

    conocidos, para adentrarseen una zona interminable de

    campos que son materia viva,mvil, susceptible de ser atacada y muerta por lasluvias o las manos o lasisadas de una gran

    cosechadora, suelo decolores mudables, lomas y

    ozos, rboles al borde de la

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    carretera que airean susocas ramas como para

    ncitar al conductor a irsesobre ellos, quiz torearlo

    hasta clavarle la espada enos ijares (el volante girado,

    el motor desplazado haciaatrs con el golpe: las tripasuera, rojas, humo, un

    espantoso hedor a pinturaquemada), cada uno ser unreto, en adelante. De cuando

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    en cuando, pequeas lagunasque se han formado con el agua de lluvia, quiz congrimas de las familias que

    han venido a recoger susvctimas y se tienen quearrodillar entre cristales

    orque en el campo nadiebarre, no como en las calles

    de la capital que, por mssucias que las dejen el trajno las desgracias siempre

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    acaban con su mugre en laanza de un camin de aseo.oy no hay lugar paraensamientos alegres, ni

    siquiera pensamientos,nicamente flujo de voz dentro del crneo, el rostroijo, el cuello tenso mientras

    el nio mira los sembrados

    de maz, los tendederos depulo, hierba, canales,

    restos de una motocicleta, y

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    no imagina nada, ni siquieraesa tremenda paleta de

    intor con tierras rojas dearcilla y arenas ms

    naranjas, y terrenos oscuros,es capaz de sacudirle deencima ese letargo,simplemente recibe, quinsabe si por dentro es capaz

    de procesar su cuello tantenso que duele, la expresindel rostro sin variar quiz

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    desde por la maana, notar as cuencas oculares tan

    hundidas, cobrar concienciade s.

    El camino contina y luces del atardecer tintanpaisaje y la espadaa de uiglesia cuyo puebminsculo, atraviesan, y

    refleja en las pocas fachaque se van topando, que nvamos topando, que se v

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    acercando a la carretera, gnegra, azul en ocasiones, qnunca se detiene. Hasta qhago un esfuerzo y

    produce la magia, un dessin asfaltar nos dirige hala finca de mi to. Eso recuerdo, o me lo acaba decir l mismo, con e

    ruido no lo s. To Jaime bdel auto y abre el portn, Esther sigue conduciendo

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    un sendero de grava haque llegamos a un pequeparque con dos mesas bancos de cemento en me

    del csped, hay castaalrededor y un nogal, toeso lo veo-escucho comoestuviera enfrente de mcomo si lo comprendiera

    alguna manera, hasta que saca del asiento y me llevla casa enorme c

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    demasiados colores, deberan estar todos junall. El to Jaime se les une yentran los tres, el nio y

    ellos, los techos tan altos, el saln azul primero, unaexcesiva sensacin derescura y de sosiego

    desbaratador, angustiante,

    que provoca tos y toso hasque sale y lo escupo, puedo seguir mirando y

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    concentro en el suelo. Nopodido apoyarme en respaldo de una silla cercaera demasiado azul,

    preferido aguantar la flojde piernas y el que ta pase su brazo babeante, manteca y sudor, tan ajenquiz no vivo, por la espal

    y no he protestado, siquiera he puesto gesto disgusto en esta cara que

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    no me obedece y se muesola, en tics, en contraccioa veces muy dolorosas, siecomo si empezara a ser

    cara de otro, yo empiezoser otra persona. Demasialuz, tambin, en el techolos laterales, y muchas (pqu tantas) ventan

    soportables por la hora pterribles seguramente duratodas y cada una de las ho

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    diurnas de lo que queda verano;le recuerdan a laclnica anterior no laactual en la que ha estado

    su madre, tanta luz y rayosde sol, tanta bondad natural mezclada con la mentiracuando es fcil decir quemejorar, tres semanas,

    cuatro semanas, resulta muygico sanar, tambin no

    hacerlo, en realidad, y que

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    legue la recada,conversaciones en susurros ylevar al nio con sus tosorque est ms grave, su

    adre quiere quedarse al ado de ella, quiz cuidarlaQuiz, como para devolveuna salud que le habchupado constantemen

    desde el da en que comprometieron, desde qcomenzaron a vivir junt

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    ms fuerte, desde qdecidieron tener hijos y ese volvi tan vulnerable, my ms fuerte. Las puertas

    tapan el miedo ni apagan gritos; ni siquiera esta, madera color chocolate cuna cerradura tan fcil abrir, o esa otra, blanca, de

    cocina, que no tiene pestillo, se entera uno todo, incluso de l

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    tormentas mudas, por srendijas escapan sinceridaque se debieran mantenocultas.

    Javier, deja el cerrojoven a la mesa, que vamocenar.

    Antes lvate las man Me da mucha lstim

    verlo as. Claro, acaba llegar y extraa el lugseguro que con el tiempo n

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    ir conociendo y estar msuelto, y espero tambin qse olvide un poco dproblema, que no lo tenga

    presente. Haremos lo qpodamos, aunque yo no snios, solo que no les tenmucha paciencia.

    Acrcale la silla. Pobrecito, qu cams triste. Es normal, con

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    que ha pasado. Y no hemos pensado

    los juguetes, aunque dMaribel que para eso

    arreglaba solo, un palo o ubrocha larga le sirven paimaginar batallas y lanzasespadas, y luchas, as como se entretiene.

    (En mi cuarto, tansangre y tanta herida, hastamomento de la victoria).

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    Te gusta? Srvele poquito ms de ensalada.

    Probablemente lnios sean fantasa pu

    Dicen que hasta los siaos pertenecen ms mundo del que vienen queste al que llegan, contintremendamente conectad

    con aquello, lo anterior. Derevisar dnde lo le.

    (Se ha quedad

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    literalmente congelado, cosi hubiese sido descubieen el escondite ms incredel mundo, como si

    ejercicio que practica de lmentes se le hubiese vueen contra y alguien hubiledo en alto la suya hubiese escrito un libro y

    hubiese escondido en aqueestantera llena de lomrojos y grises, violet

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    marrones y verdes, amarily dorados, precisamente pque su to pudiese aprenestas verdades imposibles

    creer hasta para quien est viviendo. Ta obvia gesto y el hecho evidente que se est orinando en alfombra, la vista clavada

    la biblioteca. Ella contincon su rutina de anfitriona Srvele ms ensalada

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    (A travs de pasillllenos de cuadros, porque Jaime pinta, y de repisas ccermica que hace su espo

    lo llevan a su habitacicreyendo estarse deshaciende una carga, hasta maaDurante varias horas no arrepentirn de habe

    recogido. Sillones mgrandes en salas mgrandes, tech

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    excesivamente altodemasiado espacio, excesaire all dentro, que pesobre uno y lo aplana, c

    se puede vivir as? La cabse le va, no le caben lpensamientos, que flottodos juntos en el remolde una gigantesca esfera

    vaco, no hay manera ponerlos en lnea y escucsus palabras solo una vez

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    despus perderlas mientrasavanza con el siguiente, aqu todo es cclico, eternrepetitivo, y no existe

    sueo aunque lleva un racostado, cerrar los ojos noha servido para muchcontina viendo la lmptan arriba, y, mucho despu

    el techo. El dormitorio amplio que el miedo podvolar sobre l y

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    encontrarlo, podra perdey entonces nadie lo arropacomo l lo hace cada nocnadie le encontrara l

    huesos para calrselos hacerle sentir cada mniactividad que se produce su cuerpo, clula por cluatento a lo interno como a

    externo, tratando de evadicuchillada, conservando energas que huyen,

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    estancndose en piedinvulnerable, derrota fspero recurso muy prctilos picores, el coraz

    preparado para estallar si estuviera ya petrificadbastara una voz a su launos labios que pronunciasu nombre o algui

    completo que se levantaraya en pie, dijese hola pque l se dejara morir

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    terror puro sin darles tiema que lo atacaran, reventara por dentro, sacmo: haba practicado.

    Y espera, atento a cacrujido que aqu significan otra cosa qmadera expandindose pasos suaves de alguien q

    regresa a la cama con un vde agua entre las manoshasta que la prudencia ced

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    le permite levantarse, porqsabe que ellos no se darcuenta, ya no. El tacto depunta de los dedos lo gu

    travs del verde, el cremllega al azul: al fondo estpuerta. Hay cosas de las qno se puede huir, ni siquia travs del suicidio, porq

    son parte de ti; cunto minteligente es aceptarlas). En el recorrido hacia la

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    ibertad de la opresin harepasado metdicamenteaquellos objetos que

    udieran causar dao y de

    os que esta tarde ha tomadobuena nota: esquinas,escalones, puntas, esquirlas,cuchillos, otros cubiertosafilados o punzantes,

    ogones, bombona de gas,cerillas, vidrio que pudieraquebrarse y esconderse en

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    os rincones para salir al aso de los pies desnudos y

    dejarse caminar rofundamente como

    buscando un chorro o uncharco o un arroyo, agujasque buscarn ser extraviadassobre un asiento, almohadasque asfixian, tijeras,

    enchufes desprotegidos,cables, lquidos de limpieza ydesinfectantes, frmacos del

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    botiqun, disolventes. Ledetallar a l, cuando llegue,cada objeto y sus

    osibilidades, para que los

    utilice, sus instrumentos,equeos dolores, mnimos

    desastres, hasta la cadainal. Sabe que sus tos no le

    durarn mucho, si ha podido

    hasta con sus padres, y elloseran dioses. La oscuridad esun proceso. Madre est

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    nternada porque ya nosoportaba ms, laenfermedad la rompi por dentro como resultado de

    tantos disgustos, tensin,vejaciones, errores, vacos,carencias, embustes, manospera y faltas, lesiones,cortes, tortura, tormento,

    rracionalidad, sinsentidos yequivocaciones machacadas,repetidas hasta formar un

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    bulto, una dolencia casiecado cerca del pecho, mal veneno, oscura intoxicacin

    del humor hasta la prdida

    de la difcil razn, del equilibrio, hasta desencajar os huesos de la mente, si

    tuviera, hasta precipitarlasin prisa pero

    conscientemente por el umbro abismo de ladesesperanza y la hiel,

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    unzadas de horror, suropio nombre suena a

    blasfemia y quema en laarganta, abrasa como una

    laga de llamas y mentirasmuy bien dirigidas y a la

    ostre descubiertas sin quesiquiera traten denegrselas, con la brutalida

    de una angustia seca que eshorror, terror de ese que nose alivia con un grito, que es

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    ms vergenza que locura ydesampara ms, que laencamina al inframundotomada de la mano de su

    ropia frustracin por haber malgastado la vida y haber

    restado su vientre a unexperimento depravado, ruin,miserable diablo menor que

    trajo al mundo, abominacina la que dio de mamar,siendo hija de quien era,

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    erro con brazos suplicantes,criatura quejumbrosa enservible, meses deadecimiento para verle la

    cara a aquella carne vana,rea de hoguera, qu tristendisposicin el embarazo,

    qu perversidad a la queestn condenadas las

    hembras de la especie comoes el parir bestias, qudistorsin del destino. Fue un

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    trabajo lento y constante, unesfuerzo diario por estropear as cosas, por pudrir la fruta la verdura, llenar de moho

    as telas y envejecer lasginas de sus diarios .

    Se le contrajeron lascejas con una convulsinrepentina, quebraron su arco

    , de pronto, parecan lasalas de algn pjaro infameque le volara sobre el rostro,

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    de gesto dursimo, cercano al lanto o a la venganza, con

    un suspiro se sobrepuso ycontinu caminando sin

    ruido. Lo iba a dejar entrar. medida que se acercaba a

    a cerradura ms lo sentaall esperando, y seencontraba ms maldito, ms

    en calma . Ms lo presientsentado en el peldao acceso y obediente como

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    perrito.Al decir esa palabra m

    ha venido la imagen de use han desatado algun

    recuerdos de los que s qfalta buena parte, que ssolamente la tapadera de cajn al que le falta tirador, y que por tanto

    puedo abrir. Perrito cursi y me trae una visimuy lejana que no ubi

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    bien, de repente me sabeprincesa, algo que escuccomo al otro lado del agmi cabeza sumergida qu

    en el ro, quiz en lavamanos. Avanzo el ltimmetro, toco el cerrojo, qest ardiendo, no es memuerto.

    Y en ese calor de traicicometindose record, escuch, o escuch hab

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    recordado que para topadre su hija, su nia, es uprincesa, como en lcastillos medievales, y

    dragn representa a fuerzas oscuras que acechan. Se trata de arquetipo, algo que habitala mente ms que en l

    cuentos. Por eso las llamprincesita con cariporque las ven tan atacada

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    tan dulces y altas inalcanzables. Algo hay deseo en esa visin, ellas chiquitas repiten en su ros

    el de alguna antigua no(quiz su madre, de jovalgo ya irrecuperable), quiel de ellos mismos y por eles gustan, se gustan, uno a

    mismo, se encuentcompatible donde no hposibilidad. Y les fasci

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    asistir al fenmeno de feminidad naciendo, emisterio, ser dueo de l, esa fuerza que en

    momento (cuando ervenes machos) los mantucautivos porque no entendan y los superaQuiz yo tuve un cacho

    que se ahogara, o mquisieron ahogar a m porser una princesa, o s lo fu

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    nadie lo sabe, y hasta yo lo niego.

    Abro la puerta, cfuerza, es la hora del destin

    Le precede una bocanade aire tan caliente qresulta irrespirable, y lueva llegando, torplentamente. Ya desde lej

    me huele: me reconoce, y a l, el conjunto de todos mmiedos y de todas m

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    quejas, concebido desde lucidez poderosa de udesesperacin tan poteque no deja salida,

    permite opciones. Un chillintenso, una horrible manceso parece. Resulta mucpeor an pensar en lo que es. No hay palabras cortas

    simples para definirlo, noencuentran ni en diccionario ni en la escue

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    ni en la mente de la gente qme rodea, como no sea cuando en cuando en vrtigos de mi madre, ah

    que se sabe finita. Silcomo una serpiente, esemonstruo .

    El que viva en casa, cnosotros tres.

    El que alter mi vida.En parte, trasunto de problemas matrimoniales

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    mis padres y de algunhechos horribles que preficallar.

    El que me mantiene

    vela y rezando toda la nocpero sin el cual me encuenperdido, y cuya companecesito para creermcompleto, y descans

    aunque no duerma. Me siedesnudo sin mi miedo.A su lado se apodera de

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    por fin la congoja, y upresin en la frente que impide pensar. Parece ubola de electricidad,

    principio, con partcuflotantes que pudieran chispas, mvil en su interiambiguo, como si uintoxicacin llegara a su fi

    o algn padecimiento secohubiera condensado; momento siguiente, un

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    metros ms all, se poddecir que se asemeja a oso: grande, feroz y pelulleno de boca y de zarp

    que va devorando la luzdescoloriendo el entorno pque yo me sienta de nueacurrucado por los mos,cabeza sobre la almoha

    eterna del convaleciente.Entra demasiado aire, huesos de la cabeza

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    expanden con cada bocanay dejan extraviada la lucidnufraga en medio docano mental, del espa

    vaco, de un limbo sin almDemasiado aire, tendr qcerrar la puerta cuantermines de pasar.

    Al tocar de nuevo

    cerrojo, esta vez para cerray que nadie pudiese escade aquella convivenc

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    mientras los cuadros oscurecan alrededor, y paredes se oscurecan, y bombillas se iban fundien

    y los cables sordamenreventaban, y el gas temblprisionero, y el metal preparaba, y el venesaltaba de gozo, y la clarid

    para siempre se extingua,cajoncito de la memoria pareci entreabierto, tir

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    l y asisti al nacimiento monstruo,record lo negroa negrura esparcindose por a cama de ta Rosario

    mientras sacaba del arcn laropa del luto, entonces fuetomando forma, no es que noexistiera an, solo que nohaba salido, no haba catado

    el espacio libre y todava nodispona de ninguna

    ercepcin para los ojos, no

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    haba cobrado vidaautnoma fuera del pecho

    Hasta entonces solo eprendas esparcindose so

    la cama, oliendo por iguanaftalina y muerte.Yo no le hablo jam

    porque se come mis palabr

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    Hacia la costa

    sueca

    La pobreza se vuelinsoportable cuanconcurren cuatro aspecterribles: que no le veamsalida, que exista un punto

    comparacin con los pobres, que nos sintaminternamente llamados

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    alguna misin inalcanzadesde la posicin presenteque nuestra integridad solo un quiebro pasajero

    salud se vea amenazaLos cuatro estaban presenen la mente de Ismael Roldcuando decidi emigrabandonar el pueblecito q

    lo haba albergado desde nacimiento y donde era bconocido, y en el que nun

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    haba llegado a poseer siquiera un pedacito respeto, que es etreo y cuesta, cunto menos

    seguridad de una cena diaEn el camino fue robancomida de los campos y las casas descuidadas, y bdesde San Carlos hasta S

    Jos, donde intent enconttrabajo pero su muy evidecondicin de ilegal y

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    delgadez extrema se impidieron, y hubo de sahuyndole a la polica haPuerto Limn. All vio

    barco nrdico, al que treaprovechando la noche, y cuya bodega se instal, dinero ni pasado. Tardarcasi dos das en descubrir

    cuando le subi la fiebrecomenz a temblar: unidohambre, prefiri dejarse ve

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    intentar salvarse. Par primer impulso de tripulacin buscanconvencerla, en un ing

    bsico, indecente, de quetraa suerte, que habestudiado cmo hacerlo entierra mgica. El capitStieg, se dej llevar por

    compasin y evit que tiraran por la borda, present oficialmente co

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    polizn del Krageholms un navo sueco que hara uparada en Vigo y despucontinuara hasta el nor

    hasta Gotemburgo.l asista a conversacin en cubiedespus de la faena, lejasin comprender, pero

    gustaba el sonido de voces, le haca sentirse padel grupo. Antes de llega

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    Vigo, el capitn pese a proverbial incompetenpara los idiomas hablogrado llamarle Ima

    terminado en una especie h aspirada que tan difhaca relacionar la palabcon su propio nombre. Sembargo, Bjrn, el cocine

    al que le tocaba ayudar ppagar su pasaje, hablaba ingls potable al que

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    introduca de cuando cuando algn trmino espaol, y hubiera sido excelente gua en aqu

    mundo fascinante desconocido de la marinesi el gato no se le comieselengua durante dcompletos. l fue, cuan

    atracaron, quien recomend esconderse y asomar el hocico ba

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    ninguna circunstancia, pulas autoridades espaolas se andaban con chiquitas.all se qued, mirando p

    una rendija entre las tabcmo sus compaerdesembarcaban rumbo a cantinas, primero, y despudirectos a los brazos de

    putas. Tuvo mucho en qpensar mientras esperabaesperaba, y desespera

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    dueo de todo el espacio, la cocina, y los camaroteslos cajones de los camarotque encerraban tant

    secretos personales quienes haban sido scompaeros de viaje, tdiferentes contemplados sus objetos. Haca ya u

    semana que lo hababandonado, y aguard a qse pusiera el sol para baja

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    tierra, deambul por aqpuerto enorme y pronconsigui trabajo ayudanddescargar pescado, a limp

    cubiertas, y a llevar paquesin preguntar, siempre noche, huyndoles a inspectores, a la polica ylos encargados quisquillos

    Le alcanzaba para pagar pensin, una habitacicompartida de cinco cam

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    (gracias a su horario, sotenerla para l solo) y cuarto de bao al fondo pasillo, coma regularme

    y con cierta variedad, haconseguido algo de ropahasta una maleta en la qempez a guardar, como tesoro creciente, s

    pertenencias. Descubri qlos recuerdos se puedcomprar y fabricarse, no h

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    falta cargar con un pasadocuestas para empezar a vivy se puede empezar a ser, el momento en que uno

    determine, dueo de destino. En el barrio andtan jodidos que se tapan unos a los otros, y sudaca (aunque sea

    Centroamrica, los mapimportan un bledo) le cbien a todo el mundo,

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    servicial y habla suave, y ha arrebatado un par corazones, por fortuna otro dueo (un par de do

    de cierta edad y an de buver: los compaeros le hacblanco de sus chistes, preconocan que en camveterana se duerme m

    caliente y se come mejor; lo malaconsejaban). Pmedio de alguien a qui

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    conoci se gan un puestoel transporte a Mercamadrcon mejor paga y oportunidad de viajar

    poco, alejarse de dinspectores que ya lo tenentre ceja y ceja y lo habcorreteado alguna vez.

    Entre cajas de pescado,

    dinero se va regando, bocas se llenan de negocde posibilidades, siempre

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    algn billete extra al bolsiy se conoce gente que viede los lugares y las pocms insospechados, los q

    se quedaron anclados enGuerra Civil y aquellos qregresan naturalmente futuro. Las ideas variadaslos idiomas fluyen; en

    espacio tan reducido ereflejada pareciera Humanidad. Pronto descub

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    algo que todos queran.Jaime Mora tena

    puesto en el mercado y varpescaderas en Mstoles

    Alcal. Haba hecho mucdinero en este negocio, pno se cansaba de recibir mquiz no le importagastarlo tanto como ganar

    Le escuch la idea:Desde nio, yo traisuerte. Y conozco las rece

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    para toda clase de ungentbaos, jabones, sahumeriocataplasmas que alejan maleficios y atraen el dine

    el amor y la salud. Sbaratos de fabricar, mcoloristas, y creo que puede hacer una millonacon ellos. Adems, huel

    bien.Lo mir de arriba abajole pidi que lo discutieran

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    acabar la jornada. Dos medespus, Ismael se trasladMadrid, dedicado nicamea levantar la fbrica. P

    arreglar sus papeles, la ms rpida y barata que propusieron fue casarPens en Sofa, fue primera que se le vino a

    cabeza, y s le pareca qcumpliese los requisitfaltaba saber si ella querr

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    Adems, de cualquier mole pareca un paso arriesgaDon Jaime lo apacigcontndole que no tanto, q

    los matrimonios civivienen y van como las olsi te los puedes costear, y qcualquier unin, a fin cuentas, puede resul

    simple fachada: mira cunparejas famosas hay en que, si rascas un poco la

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    que las recubre, encuentgrandes grietas por las queve Pars.

    Aunque tent a otras,

    pese a que una de las viudicomplacientes que tan bienatendieran en Vigo loglocalizarlo en la capital y a buscarlo, dispuesta a lo q

    hiciera falta (le dio muclstima rechazarla, y halleg a pensar que era cier

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    que a su lado para qu queni fbrica ni trabajo preocupaciones), acadecidindose por Sofa, p

    con la complicacin de qella no se ira con l sin papor la iglesia y el trablanco. As eran las cosasas fueron, por supuesto. P

    la boda religiosa trajo a madre, que luego no quregresar, y la dejar

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    viviendo con ellos, principio, pero pronto fbrica empez a ser el sueque l haba prometido y

    consiguieron su propapartamento.Y, luego, mucho despu

    tras muchos aos de venilusin, era ya un homb

    maduro, tan establecido Espaa que, sin renegar deicaragua natal, apenas ha

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    vuelto a ella, porque le datristeza y le recordaba muchos errores que el ocade por medio haba hec

    desaparecer. Aqu habnacido sus hijos, y aqu haconstruido su vida, tena amigos. Pese a lvacilaciones iniciales, So

    haba sido una bueeleccin, haba llevado mbien la casa y lo poco d

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    negocio sobre lo que l dejaba influir, aunque a larga cualquier asunimportante haba de pasar

    ella, porque era muy prcte intuitiva, alguna razoculta le haca acertar donla lgica pedestre resbalaY l, aunque aoraba

    haber disfrutado de soltera con cierta solvencno se arrepenta de aque

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    decisin a la que le habforzado las circunstanciEn lo personal, pocos anhese haban cumplido y ya

    vida quera mostrarle cuesta de bajada: la meparte haba transcurrido, yla haba encontrado mexcitante. Quiz

    simplemente, la vida sea umierda, pero mientras hasalud y con qu llenar

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    estmago no encontraremun motivo de protesta. chfer les avis de qestaban llegando a Vigo,

    poco despus el botones hotel bajaba su escaequipaje y los acompaahasta sus habitacionDespus de la cena, los hi

    se caan de sueo, y Sointentaba aguantarlo, porqsaba que l era un bho, p

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    tambin reflejaba muccansancio, as que los dejsus camas y volvi a bajAl salir del ascensor se

    cuenta de que se habolvidado la cartera arripero no quera volver entrar, por no despertar a esposa. En el bar del hote

    apuntaran la bebida a cuenta. Y tambin telfono: llam a su direc

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    de mercadeo en la feria, qestaba todava terminandomontar el estand, y le dinstrucciones de ltima ho

    Como siempre, no pareposible que al da siguiefuese a estar todo terminapero de alguna maneacababa consiguindose,

    disimulndose, una feria totra. l ya no llevaba etema directamente, se ha

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    hartado de las subidas presin y de pegar voces, que haba delegado la misen el departamento de

    empresa al que corresponda, y solo llegabmesa puesta, para choalgunas manos, salir en fotos y firmar algn contra

    si se presentaba la ocasiSe haba convertido en ufigura pblica con cientos

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    intervenciones en televisy sus productos baratos qdevolvan un amor perdidaumentaban la probabilid

    de que te tocase la loterAquellos que habencontrado la suerte qugracias a l lo amaban yenviaban cartas, lo parab

    por la calle, alguno le hapedido equivocadamenque lo bendijera.

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    No haba vuelto a Videsde que se estableci Madrid, era la primera vTras el segundo whisky,

    coma la curiosidad, apeteci recordar, revisitaral posar el vaso vaco qhaba contenido el tercerodecidi a salir. No le queda

    ni una moneda en el bolsicomo cuando lleg, y pensamiento lo hizo sonre

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    comparando cunto habcambiado su situacin deentonces, y tambin ciudad, por lo que pod

    observar, entre las sombrEl hotel quedabextraamente cerca dpuerto, y decidi caminhasta all, ahora que

    haban convertido en una las glorias europeas, el luen que haba pasado tan

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    trabajos, y desde donde hacomenzado a levantarse. estaba muy agradecido a cajas que carg y a los sac

    que movi, y hasta gustara encontrarse de frecon aquellos inspectoaguafiestas que lo habperseguido, ahora q

    tampoco llevaba sus papeencima pero cuando resultara tan fcil indicar

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    direccin del hotel en el qse alojaba, se los imaginaechndole una segunojeada al abrigo, a l

    zapatos, Perdone, sepuede usted continuar, yno fuera porque iba despertar a Sofa, les dique de eso nada, que ahora

    iban a acompaar para qpudiesen comprobar validez de su documentaci

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    En serio, no es necesariPero yo insisto. Quiz el alcohol el que le traa espensamientos de revancha

    cuento de qu, a estas alturEl puerto estaba mucms iluminado de lo qhaba estado entonces, nopareca al antiguo salvo

    que haba vida por cualquesquina que mirastrasiego, descargas, voces

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    nostalgia. Qu hubiera dapor volver a tener aqueedad y ser tan librrellenarse de aquell

    sensaciones que heran porfuerza, sentir tintensamente de nuevo, ahque la cotidianidad habimpuesto sus reglas y dil

    altos y bajos para que ningextremo destacara, no hasabor ni en el pecado. Volv

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    a ser joven, alejar la cercade la muerte en otros veiaos, recuperar su cuerpo artritis ni proces

    degenerativos, y recuperaradems, conservando cuasaba: ese imposible tdeseado.

    Perdido en estas cbal

    y sin ganas de regresar, tarun poco en descubrir quellamaban. Se acerc, pica

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    por la curiosidad, padescubrir al Krageholms al que apenas poda recorpor fuera, especialmen

    porque casi no lleg a very al capitn Stieg desde cubierta, al borde de rampa, pegndole gritosdando manotazos al aire p

    llamar su atenciInmediatamente quisaludarlo y subi corriendo

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    al escuchar que su capitndeca, con aquella entonacque haca difcil asociar palabras al idioma ingl

    Imal, come on, hurhurry, not having all daman!, ver cmo recoganrampa y sentir que el base haca a la m

    nuevamente, retomando viaje que llevaba dcadinterrumpido, su histo

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    intermedia se esfum, ahog en el pasado, comprendi entonces que barco nunca puede dejar at

    a nadie de su tripulacin,siquiera a los polizones. Eley.

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    Bares oscuros,

    autnticosantros

    Escuche bien, seor, ha

    cierto punto no le hinformado mal, porque hechos por los que preguocurrieron en este mism

    ub , es cierto, pero no tien

    mucho que ver con lo que

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    han contado. Lo que sucees que la gente pierde prola memoria de lo que ya les afecta, y es dada

    fantasear y a buscar en lgica soluciones a los temque no llegan a comprendcomo si todo pudiera razonado cartesianamen

    Usted sabe tan bien como porque, si no, no estaaqu que esto rara vez

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    as, demasiadas relacionmisteriosas nos rodean.

    No haba muchos clientodava, y el camarero pa

    la bayeta por la barra, qupara demostrar quimandaba en el local, regres conmigo.

    Yo lo elimin, que

    le vengan con otra historyo acab con el maldito ese mismo lugar que us

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    ocupa ahora, o quizs poquito ms a la derecQuerr saber cmo, peantes debo ponerle

    antecedentes. Ver, l habvenido mucho, cuando aera humano. Aqu abrimtarde y cerramos amanecida, como usted sa

    la gente del fin de semanacuenta, solo les mueve diversin, pero los asidu

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    del diario, como l fdurante aos, vienbuscando algn tipo escape, hasta que el pro

    escape se convierte en atadura. No desean estar casa porque no les espninguna vida all, y acostumbran a estos refug

    confortables hasta que el mde la botella los hace adicy acaban por necesitarl

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    Adems, quienes tenemosritmo del bho buscamos la noche mucho ms qoscuridad, tambin

    perversin. Qu fcil dede resultarle transformacin, ya estaba predispuesto al vampirisque ni siquiera lucha

    contra ella, un mal mordiy de repente odiaba el sdependa de una bebida,

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    senta eterno y desgraciaera un solitario al que soloquedaba pasado, ni ubrizna de futuro: igual que

    resto de mi pblico. Peempez a matar, y le tomgusto o se le solt la rabtan activo que se convirtiuna plaga, y para quitarse

    mal sabor de la desolacique dejaba a su padescubri que solo

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    quedaban estas cuatparedes, la msica siempre, un trago para recuerdo y, poco despus,

    sed alcohlica que impulsaba y lo hacbrillante, ante s mismAcab con l, a eso vamExplicar cmo resulta m

    sencillo que asegurar pqu. Le serv una copa totra hasta que se enton

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    Luego le di la fatal, definitiva, pero no le dprobarla sino hasta al caboun tiempo, lo entretuve c

    charla y una cancimientras se derretan mhielos artesanales hechos cagua bendita, al primer soestall en llamas, se deflag

    en tres segundos apenmemoria y cenizas. Hubo par de testigos, pero

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    siquiera saben lo que vierSe acerc un poco ms

    m, como para hacerme confidencia final. Fue p

    piedad, en el fondo. Y pacabar con aquella peste qnos estaba llenando cementerio. Le sirvo otra

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    Fiesta en el faro

    Vctimas de desconocimiento y de fantasas gracias a cuales le haban supuesto

    origen hertico a aquemortandad, lsobrevivientes de la alguvez floreciente ciudad Larat recogieron sus pren

    de ms valor, licores

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    vveres, el dinero acumulacon tanto sacrificio y cuafuera de estricta primenecesidad, abandonaron

    casas y le prendieron fuegaquel lugar en el que habtranscurrido sus vidas: llamas, que rompan el vde la noche con un estruen

    de purificacin, se llevabpor delante las calles, hogares, los balcones de

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    los que sola acontecer mundo, los muebles, las tecaras, las pinturas, lvidrieras y los cdic

    miniados, aquello que pesao que ocupaba un espaprecioso en su huidAmenazaban con propagahasta la judera. En el fon

    casi todos esperaban que fuera, pues estabconvencidos de que la pe

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    haba sido enviada comcastigo divino y que prolongada convivencia clos judos, de alguna mane

    lo haba provocadOlvidados los mandatos deIglesia, los haban aceptaextramuros, donde lpermitieron establecer s

    talleres y tiendacomerciaban con ellincluso algunos hab

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    buscado matrimonio entregente. Saban que aquello era correcto. Adems, enfermedad los hab

    respetado ms que a lcristianos, qu otra pruese poda pedir de que eleran la causa?

    Sobre el crepitar salv

    se escuchaba algo qpareca un matojo de gritaullidos y ladridos, pe

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    nadie lo coment, como fuese cierto que aquello qse ignora pasa a desaparec

    Empezaba a despuntar

    amanecer. Recogieron senseres y emprendieron silencio la marcha hasta playa. All los esperabcuatro barcas de remos y

    pequeo velero de un mstan pocos quedaban que acomodaron en ellos y a

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    sobr espacio. En momento de su partida, cel sol levantndose sobrehorizonte, sintieron que

    tiempo se renovabdesaparecan las prdidaslos enterramientos continutambin los momentos angustia, la espera y

    cundo me tocar a m, precauciones, el estar atea cualquier posible sntom

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    obsesionarse con un dolor,pinchazo, una tos, un simmalestar (y cmo no ibasentirse malestar si

    universo conocido derrumbaba, las personaslas que se ha querido, quehan arropado, tus maestrtus amigos, a tus hijos se

    traga la tierra de un da potro?) que no comentapara que no te vean ya co

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    un muerto y se alejen de tte excluyan, la alegra amanecer sin bubas al siguiente, a la que seguirn

    miedo perpetuo y la pregude qu hacer o qu no pevitar el contagio. La ldespert sobre las agucomo una seal de los ciel

    un nuevo pacto. En mehora llegaron a la isla, confuerte y el faro. A

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    desembarcaron.Se produjo una dispu

    que fue subiendo de tonoamenaz con llegar a

    manos cuando el capitn La Recia pretendi irse ella. Era un tuerto de mtalante, e irnico, que noquiso quedar con ellos, y c

    el que se hubo de llegar a acuerdo para que les vendisu nave, con ratas y tod

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    porque la iban a necesicuando la situacin mejorpara regresar a tierra firmDaban por supuesto que

    estaran a salvo de epidemia y que simplemecon dejar pasar el tiempomal iba a cesar; se creanpronto libres de su carga,

    vean sanos. Por primera ven tres aos se sentan llende esperanza. Le pagaron

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    escote sin dolerse mucho el precio pues a la larga haban ido apropiando tantos bienes sin dueo q

    hasta los sirvientes venricos en el viaje. El vieregres en la barca de remque cargaba comsalvamento, maldiciendo

    rindose a partes igualQuienes lo miraban partir comprendan que algu

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    pudiera estar tan loco copara volver a aquella tieinfectada, y hubo quien grit, en un arranque

    humanidad, que diese vuelta, pero la distancia trag sus palabras y procada cual se ocup encontrar el mejor rincn

    el que acomodar sus cosadisear mentalmente plano de las mejoras q

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    habra de acometer.Cerca del ngel

    comenzaron los rezos y acciones de gracias,

    bendijeron las puertas y esquinas, las construcciony a cada uno de lintegrantes de aquesociedad emergente. N

    haba familias de ms de tmiembros all, por lo quemayora de los adult

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    haban quedado desparejadPronto se propuso la ideaorganizar una fiesta, bajopretexto de celebrar

    posibilidad de un futuro,con la soterrada intencinalcanzar una embriagucolectiva que terciase tienta de hembras y

    machos disponibles. Un rdespus, se dispuso primera comida de aqu

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    grupo, repleta de parabieny amenizada por una bralegre que daba gusrespirar, acompaada so

    con agua para reservar hala noche el alcohol, qentonces resultara tnecesario. Al terminar, siguiendo el ejemplo de

    ms desprejuiciados, sados o tres mujeres que enfrascaron en una cruza

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    en favor de la limpieza, resto se dej vencer pormodorra y se dieron a siesta.

    Y el sueo es la puersutil, que alguien dej abiepara que se colara por equien no estaba invitadpum, pum!, llam con

    nudillos de hueso y ecedi, permitindole el paO tal vez fueron las pulgas

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    algo maligno trajo el aiquiz la ropa guardahumores que permitextenderse a la plaga,

    alguien enfermo con smanos parti el pan y lo pasando de boca en bocatal vez las presas que haban metido en las barri

    para darle cuerpo a aqutinto venan picadas.Al caer la tarde,

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    msica dio comienzo. Lbotellas visitaron muchlabios, hubo corros, rocuegos de ingenio, much

    botellas se vaciaron, hastaeuforia, grandes tajadas carne asada, risas en el padel fuerte, apenas habpasado dos horas y

    algunos ocupabacompaados los recovecms inaccesibles a l

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    miradas. Alguien propuencender el faro para dseales de vida al extericomo gritndola, o quiz p

    fastidiar a los amantes acoplados, y pues haba lesubi un muchacho con encomienda.

    Trinaban las voce

    hablaba la borrachera, naescuch el sonido de falanges descarnadas con

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    la puerta: hubieran corridocerrojo. El corro de lcreci hasta estabilizarHubo protestas, hu

    aplausos motivados por euforia. Quisieron recibiresforzado como se merecacuando termin de bajar escaleras no comprendier

    que su sofoco no se debaesfuerzo y corrieron abrazarlo, lo llevaron

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    hombros, le dedicarchanzas hasta que cadesmayado. Entonces miraron bien. Pum, pum

    escucharon internamente qgolpeaba la gran aldaba bronce, y se les congelsangre en las venas, impidi moverse duran

    aquel instante en que hubisido tan fcil salir huyentirarse al agua. Un homb

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    tom una antorcha y con efue levantando las sombde aquellos que se habretirado a retozar: all ha

    bubas, y vmito negro, aestaban las sealinconfundibles. Alguien agarr las tripas en uconvulsin repentina, pu

    pum!Yo soy quien mi nombtemen

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    Quantos memoran nombre,

    Desde la ms baxa tierrHasta las ms altas torr

    Yo soy el que nadi esenDe mis amargas pasionA todos los hago igualeA los grandes y menoreDesde el labrador m

    baxoAl emperador ms noblY donde el ms alto Re

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    A los ms baxpastores.

    ( Dana general de lamuerte , edicin de Sevil

    1520)

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    Tong Si

    Calito me presenta a Octaval que saludo con un aprede manos, y me invitasentarme. Habla de m

    maravillas de siempre luego retoman conversacin principal, tema del permiso de trabame pone como ejemplo, y

    un momento descubro que

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    tambin lo tiene por abogay que por tanto es extranjeaunque no se le nota acento, le pregunto que

    dnde y me dice que Colombia. Aunque eso yasaba, y que bamos a habde los permisos y importancia de estar legal

    el pas por tantas razonhasta que saliesen a relusin ms motivo las mujer

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    y los problemas conyugade Calito, y sus aventufuera, y la peladita de quinaos que se esta

    merendando el negro Octa(es su apellido, de nombManuel, no deja sorprenderme aunque escuche una y otra vez),

    entonces yo le aconsejara qen cuanto tuviese cuadlares en el bolsillo, me

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    hoy que maana, tomara maleta y se subiese con esposa al autobs hacia CoRica, pusiese tierra de p

    medio sin esperar a legalinada, porque aqu por umenor se lo llevan a Joyita sin necesidad pruebas, basta la denuncia

    ella, o de los padres, polica no se anda cbromas, y Calito, que estu

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    en el cuerpo, le contara que le iban a hacer pdelante, por detrs, por arry por abajo en es

    hacinadsima crcpanamea si lo llegan meter preso, da igual pquince das que por dos aque es lo que le puede tar

    en salir el juicio, y entonhagamos un alto mientrasreflexiona para pedirle a

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    camarera, con cara muerta, otra ronda cervezas que tambin saba agua y que ella nos tra

    de mala gana y para que deber hacer espaentre tantas botellas vacque ocupan una buena pade la mesa sin mudar

    expresin, ajena a las brompcaras que le lanzan. Ptodo esto ya lo saba, como

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    hubiese asistido antes a econversacin, de algumanera.

    Y tambin s q

    seguiremos charlando nada y levantndonos capoco para ir al bao, y esos momentos nos fijaremen el resto de clientes, si

    tan solo, muy pocos para saln tan grande que soestar lleno, qu habr pasa

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    hoy en la cantina Tong Sique de cuando en cuandocostumbre de fumar cigarrillo me empujar ha

    la puerta, pero no la abrien el ltimo momento bajel brazo y regresar a nuesmesa contra la pared, coun cuarto contertulio q

    aporta silencio y, graciasella quiz, la conversacinllenar de intervalos

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    palabras, hablarementrecortadamente nuestros trabajos sabienque en el fondo a ningu

    nos interesa el tema, comoya nada nos uniese a la oba la oficina, al saln clases, como si ya no natasen.

    Los silencios se hacms largos. Ocasionalmese dispara la rocola, aunq

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    nadie sigue el ritmo, tenemos qu celebrar. Basus efectos, me dan ganassentir nostalgia, de recorda

    alguien, de revivir imgenque me remuevan llevado la msica y por sus letbanales y tiernas y sufridasangrantes, evocadoras, p

    en mi mente vaca encuentro nada salvo conversacin que hem

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    sostenido y a la qvolveremos en breve pun instante, se me ocurrebarbaridad de que en algu

    manera el tiempo se erepitiendo y, por ms qescarbo, esa es mi nmemoria, aunque hay uchispa que quiere abri

    paso en la tiniebla, que se escapa, y escapa, y dejo pensar en ella.

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    Fuera llueve, imaginporque no entra claridad pel tragaluz, o quiz ya seanoche, porque hace ya muc

    que entramos aqu, que nos trag el vientre del loy todo este calor del trpque el aire acondicionaintenta disipar, sin muc

    acierto.Tomo asiento.Y l no me deja men

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    Calito me est poniende referencia para algugran verdad que quieinculcarle al colombiano.

    Por fin, la charla pierde por complequedamos cada uno mirana una esquina del sueDeberamos marcharn

    pero parece que no hay prPido otra ronda con un gesBebemos para ahogar

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    palabras. No podra calcucunto hace que llegamosque la camarera de miravaca nos atiende, pero

    puede ser tanto como pareporque ni siquiera nos hindicado que se acerque hora de cerrar. Veo a Adoldetrs de la barra, sin pri

    an, quieto en su esquina. hace gracia un bulo que corre, segn el cual Leslie

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    haitiano que compr edificio, lo haba amenazacon excavar un stano construirle en l otra Tong

    en la que encerrarlo junto cun puado de parroquianinsufribles, muertos en vipara que disfrutara de cantina infierno si es q

    tanto le gustabeternamente. No existe naeterno, pienso mientras v

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    al bao.Calito me presenta

    Octavio, al que saludo conapretn de manos, y m

    invita a sentarme.

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    El hombre ms

    all del telfono

    Culpables por albergarlosveces convertimos los marecuerdos en pesadillas ppurgarnos de ellos y negque hayan existido, como

    hice con aquella figura deniez que me aterrorisimplemente la sepult en

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    pasado, tan profunda qcuando me contaban historsimilares tenda a rermtomndolas por fantas

    Hasta que la campaa Afganistn me la revivprecisamente all, la tierrala desmemoria, la que osteel morboso mrito de hab

    sufrido la masacre mrpidamente olvidada Occidente. Tanto periodi

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    combativo (de los dbandos; tres, si hemos contar a los musulmanestanta atencin meditica

    habran de durar ni siquilo que la misma intervencmilitar, pues incluso antesque los norteamericanos retiraran ya el mundo esta

    pendiente de otras noticiasaquella guerra a la que nallam por su nombre f

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    desechada mientras en colinas, en las ciudadcomenzaba la verdadelucha, de la que nadie qu

    darse por enterado.Aquella fue mi ltimvez de muchas cosas, fotografa qumica, pejemplo, un universo ynd

    completo por la cloaunca volv al reportaje guerra, tampoco, ni

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    podido regresar a Afganisto me pude despedir

    Manuel, que encontr la pen un aeropuerto, despus

    tanto viaje, ni he vueltohablar con Karmele, de que me alej un mcomentario. De Ahmed hael rostro se me es

    desdibujando, apenas guardo sino afecto y nombre. No he vuelto, p

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    ltimo, a respirar bien deentonces, ni a contempcompleta mi mano izquierporque me volaron la mit

    Entre tantas muertes, qlgico haber perdido tambalgo, haber regado el suelode por s tan rojo con veneno.

    Nuestro campamenestaba a veinte kilmetrosKabul, vigilado o proteg

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    por las fuerzas de ocupaciLa mayor parte de lreporteros estadounidenseingleses eran infiltrados de

    Inteligencia aliada, estaban all con el propsde cortar nuestro accesociertas informaciones dirigirnos la mirada, tamb

    la pluma, si se pudiera. paso, rellenaban una basedatos sobre nosotro

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    tendencias, ideas polticpuntos dbiles. Por general, resultaban mevidentes, y alguno ten

    antecedentes desde la Guedel Golfo, aunque habcambiado de peridicQuiz otros, australianoscanadienses, has

    consiguieron engaarnos atravesar el filtro, colaro tiene mucha importanc

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    si pensamos que habmicrfonos y cmaras en ccada esquina. Destacaba uAndy, que especialmente

    se trataba con nadie, carcter abrupto, y con el qyo no haba cruzado ms tres o cuatro frases. La nocantes de que avanzram

    hacia la capital, volviendoorinar fuera del tiesto costumbre muy de mi pat

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    que tena amargados a mcolegas alemanes pcasualidad pas por deladel remolque d

    comunicaciones, y all lo de espaldas al ventanuhablando por telfono gesticulndole al aire. repente, con una intuici

    incuestionable, supe sin lua dudas que se estarefiriendo a m. Hizo var

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    preguntas y acab acatanla orden de actuar al dsiguiente. Apenas pudormir, dndole vueltas a

    idea ilgica, por qu habde ser a m, si en ningmomento haba pronunciami nombre ni haba hecreferencia alguna que

    identificase? Eso apuntabarazn, que pronto se enconindefensa ante la fuer

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    arrolladora del recuerdo:Durante toda mi infanc

    cuando mi padre tena qcorregir mi comportamie

    de manera seria, tomaba telfono, marcaba, hablacon alguien que yo sabaunque jams escuch su vque era un hombre a ve

    durante ms de media horanegaba, incluso lo lleguver implorando, pero al fi

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    ceda, aceptaba, como si razones o la inevitabilidadhubiesen convencidcolgaba triste y yo

    adivinaba que la penitensera mayor an de lo quehubiese diseado por spropios medios. Mirndoa los ojos, o dejndom

    mirarle, levantaba lhombros, me indicaba congesto que no haba remed

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    de manera que la paliza o privaciones o el encieiniciaban su efecto antes que me las contara, me

    echara encima, doliendesde la excitacin. Quera el hombre al otro lado auricular y con qu derecse meta en mi vid

    dominando a mi padre, todopoderoso? Cuando creen esa edad en la que a

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    eres nio pero la cabecocina juicios muy adultconclu que aquello pareca sino un teatro bur

    que l me montaba padescargarse de culpa y pollevar su vesania hasta donla naturaleza o la prudense lo permitieran, o mi sal

    Farsa, quiz locura, o simfalta de carcter como si,ser dictados por otra perso

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    los azotes no cayeran bajoconciencia. Yo solo cumprdenes. Tienes qentenderme.

    Aquella noche, en campamento, revivi imagen, confirm la peor mis sospechas. Cuando, amaana siguient

    bombardearon nuescamin, solo pude pensar que ah estaba el casti

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    prometido, premeditadmandado imponer por uvoz lejana. Durante cuahoras, los muertos quedar

    confundidos con los vivPerd varios amigos y ddedos. Luego nos rescataro

    Y ahora, mi mujhablando por telfono,

    dijo que con el mdico, pme mira mucho, y lloRecibe instrucciones sob

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    mi dolor en el pecho, eopresin, y los seis meque llevamos visitanhospitales para que m

    encuentre cada vez peor. gira y vuelve a mirarme: es como mi padre, al qdesde una edad prudente no he vuelto a ver, y cuy

    respuestas al corrdemuestran correspondermi desinters, ni como An

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    a quien apenas conocaunque estuve bajo control. Tras doce aos matrimonio entre d

    personas que no hubierdebido casarse con nadporque ni estaban hechos esa pasta ni en su sino estaescrito (quizs el amor,

    existe, la comprensin ocostumbre la hayempujado a continuar y,

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    convivencia, al carimantenamos una cordcomplicidad sin celos, qllegaba hasta la admisin

    un oficio que te lleva de continente a otro buscanlas balas o, desde mi ladopracticar la ceguera selectcon una relacin extramar

    de la que no tengo pruebpero que intuyo muy claras instalada en mis ausenc

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    y desde mi retorno estestorbando. Me echa ovistazo rpido, como pmostrarle al interlocutor q

    estn hablando de m, de upersona y no del objedirecto de una frase, compara pedirle que mire a trade sus ojos este cuerpo y

    apiade. Parece que va llorar. En este tiempo, verdad que nos hem

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    ayudado, nos hemdemostrado una gran ternuPero alguien le est dandoorden para esta noche. M

    vuelven los terrores de infancia, imaginando golpes y los privilegios roantes de que ocurrieran, llede angustia, de pena, ser p

    sentimiento que anula raciocinio, incluso la voz mis disculpas no habla lo q

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    yo le pido, solo balbucinconexa. Me regresa el dode entonces y se me insten el pecho. Recuerdo cm

    en el camin, la masa de periodista ingls me cubdurante la explosiProbablemente sus pedazpareceran mos en el suelo

    mi brazo machacado termde convencer a los soldadcuando llegaron

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    rematarnos, tanta sangre qcualquiera se equivocarEsta noche, apenas la sbapodr protegerme, dorm

    como estar en pocminutos por el efecto de pastillas. Ahora estoy vienlo ltimo que alcanzaams a ver, Ana llorand

    los bordes de la cama, mesita. No lo habimaginado as.

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    Y pienso en quin serhombre del telfono y cmo ha cobrado tanto posobre mi vida, con qu ha

    dominado a mis verdugoscon promesas o chantaje, qu desde nio resulto importante para l, por qsolo me mortifica, nunca

    premia.Intento darle un rost

    Quiz me lo haya cruza

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    muchas veces, un famillejano, o un vecino, o alguque nos odiase, quiz nacimiento representase p

    l una vergenza. Pero puedo, porque el rostro devenganza es invisible.

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    Estar y no estar

    Su foto apareci enMiDiario , julio de 2005, en rincn de la portada. primero que pens es que

    conoca, pobre hombejecutado, degollado, SACARON LOS OJOS. Aestaban, perfectos en imagen, an. Machetearon

    tres, y se haba tardado

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    identificar el ltimo cuerpMe llamaron la atenci

    los labios, luego esos ojoslos que no me hubiera fija

    a no ser por el titular peque despus de leresultaban tan evidentes, por ltima vez, lueperdidos. Estaba, o era, m

    moreno de tez, aun as reconoc, y me call sorpresa. Tard dos a

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    largos en volver a Len, psupuesto durante el veraporque ya no estaacostumbrado al fro, la pl

    Mayor, mercado de gladioy quesos, de sangre cuajaen placas y mi verdulepreferida, de la panadera qvende dulces debajo de

    antigua casa. Me faltaOlga, la del pelo largo,Cynthia, y mi bar, y el Por

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    me faltaba Csar, al qhaba hallado en el Rminiprincipio, lugar prohibidotan fuera de mi ruta) u

    noche de resfriado y botede Armagnac y que con tiempo se convertira en amigo, tanto que duesaberlo diluido, etreo. Du

    mucho. Jugbamos a dardos. Llegaba de nochesu bar. Cynthia, de nuevo.

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    centroamericana, lo top la cuesta de Los Castaone

    Te vi muerto Panam, te haban sacado

    ojos.Cre que se reira, o qas iniciaramos un pequedilogo sobimposibilidades y dobl

    incluso que pudiera sentamal el comentario. No. Slabios, los mismos que

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    delataron en la fotografa, lo contaron todo casi moverse, al principio.

    Poca gente lo sabe.

    Se dio la vuelta, baj cuesta y desapareci direccin al cao, o al olvio quin sabe hacia dnde.

    No nos hemos vuelto

    encontrar, naturalmente.

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    Ciprs

    hambriento

    De izquierda a derecha, campo rido, camposanto arena reseca cubierta calvas y huecos, y piedhasta la tapia blanca (det

    de la cual, a veces, se cobialgunos,que todos sabemosquines son , para usted

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    ya me entienden). cementerio le correspondveinte rboles podridos y ciprs que segua su mis

    camino hasta que decidmirar por l, yo soy la llamadel mechero, la flecha al corazn de Dios, la lenguaverde que lame las nubes y

    que cosquillea al cielo paraque mis almas preferidasloren de gozo la lluvia, y que

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    ahora no nos respondenorque el terreno est

    agostado, quieto, nulo ensubstancias nutricias, que

    nos deja apagarnos tambin,cementerio sub y sobretierra. Soy antena csmica, ymagnifico no solo lasoraciones, sino tambin los

    males de la carne desalojadaa la que cuido, porque aqu es rondan, hasta mucho

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    despus, las energasnegativas que les hanquedado pegadas al cuerpocomo un residuo psquico, y

    en ocasiones piensan por m,que muchos buscan hacersems dao del que ya se hanhecho, y siempre me

    roporcionan ideas . La mat

    se hizo selva bajo sus pialarg las races y lextendi en cuanto cam

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    consagrado le quedaba libPara ello se tom un tiemporque la biologa no admcarreras, ni siquiera prisas

    as la poca nutriciautomotriz que all quedsali por piernas, mprevenida, comprobado cse abalanzaba el enemigo.

    estmago de savia mammateria inerte hasta debarrida la despensa, y lue

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    se contrajo con retortijonde clorofila ponzoosa insult al tronco por extremado del esfuerzo p

    crecer y lo exiguo de cosecha, y a este empezaron a correr ocurrencias extravagantesaprendi de las ensean

    de Darwin y se adapt medio, chup las tumbas psobrevivir, en dos mes

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    absorbi lo que el sueretena de dos mileniescondidos como un tesoacumulados en porcion

    humanas, pero que resuescaso botn, quiz porqueterruo es muy padrazoalberga sin lmite hmuchos convidados a e

    mesa y transforma ceniza y viento hasta metales, en especial dien

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    de oro, joyas y relojes carSi no me creen, busquenque haya quedado patrimonio en las pirmid

    As, expoli las tumbas dereino, las profan hadejarlas ensalivadas comopalito de un caramelo, couna chirla para tres racion

    de paella, como los labiosuna hembra dadivosa casquivana.

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    En un pueblo tan pequeescasean las defuncionmxime si se procrea pocoel alcalde pedneo es

    derechas, impone una morgida y apenas se empel auto los fines de semanalos velatorios se distancms que la realidad objet

    de lo que cada uno opisobre s mismo, y el cipvolvi al principio de s

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    cuitas tras haber medratanto por debajo, el hambmultiplicada, secos y cadsus compaeros por cie

    tampoco los echa en falque nunca tuvieron bueconversacin, vaga cualquier perspectiva mejora, que ni un solo gra

    de comida habra de venisocorrerlo. Al menos, no plos cauces habituales. Ay,

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    haba mentalizado para el para el final de todos finales, porque las plantastienen alma y as s

    herederos se lo ahorran misas, ni viajan a los ciede los catlicos ni srescatadas para jugar a ouija .

    Muri Mauricio Herresin sorpresas. Haba daguerra suficiente en e

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    mundo y amenazaseriamente con cumplir siglo cuando el virus dcatarro o una torti

    francesa que le endos nuera; no hubo testigos decocina les solucion existencia a sus familiarquienes, aunque

    especialmente virtuosos, bse merecan esa compra, evacaciones y ensanchar

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    pajar. Mauricio Herrero fdevuelto a quien lo trareintegrado a los orgeneshubiera cumplido la cade

    natural que cuenta cgusanos y bacterias de haber estado all el bueno ciprs pavonendoafilando sus colmillos

    madera, que casi se babeagula cuando la procesinpresent el bocado, ansio

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    hasta desesperar, que upunta de una yema se escap y perfor la base cemento mientras an

    metan, se escurri por ugrieta y le entr como uaguja al atad mientrterminaba la ceremonia, forma que alguna lgrim

    seguramente, le haya regael almuerzo. Golosina purale hizo aquella carne don

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    haba tanto por corromppor pasar a estado lquiasimilable, suero Mauricio fresco. Se contu

    se guard las ganas en ehojas que apuntan al infiny que provienen de lo mhondo, de donde no quedafuturo, no sueos sino

    nico sueo, silencio querestablece al terminar plegarias y recoger, y po

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    las cuatro flores que umano sujetaba an, que hale da vergenza actuar en escenario tan iluminado. H

    cosas que nicamente debhacerse de noche, como tiuna tanda de fuegartificiales o culminar uaventura amorosa ilcita c

    una pareja casada y no mbella. Mis tardes fras sin t

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    (El padre, arrodillaante la lpida de su hija.

    Su esposa se le apoya el hombro, se le junta muc

    para que sus palabras cobmayor calor y le traigan mconsuelo, o menos pena).

    No la llores. S qhay otra vida, y ella te est

    mirando desde arriba, estar haciendo ahora, y querr que te entristezcas.

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    l le responde: Eso espero, que

    Seor la haya llevado Paraso. Pero lo que ms

    duele son mis tardes fras ella, yo que no tengo posibilidad de ir al ciedespus. Ya no volver verla, aunque tambin mue

    Juntos saldremadelante.

    Un pjaro en la ventan

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    pregonero del trnsismbolo de la muerte. GrajUn grajo de repente en caventana del pueblo. U

    bandada en cada alfizar,aroma del ciprs que desparrama por el aire. Aeran longevos, con una sade roble, ahora perdida;

    ciprs se abre camino couna enfermedad, uepidemia. El primero q

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    falleci era un poco cirueel ciprs, sin embargo, tieresabios de inteligenhumana, quiz por habe

    absorbido junto con fsforo y el calcio. siguiente fue una nia labios como guindas. tercero andaba m

    despistado, completameen la higuera, y encontronazo con la realid

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    reson como un quintal cristales contra las baldode la cocina. Sed,escased drecursos nutricios.

    El rbol maldito no conforma con lo que recpor el envo natural, llamsus presas, lascita evocabulario taurino,

    ataca en la penumbdurante esa fase de presueen que se crean las imge

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    poticas y los mundincomprensibles se tocan cuando el silente ha ensayasuficientemente los grad

    profundos de meditacitambin en que se desvelas claves del Cosmos.

    Julia nia teme a la forque habita la oscuridad,

    zumbido que persigue sencuentros en el jardtrasero, puerta de atrs, e

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    de suela de zapatos que sigue calle adelante, paisrplica de la vieja Escofantasmal, viejos pasillos

    entrecalles, y edificiderruidos, pesados en sruinas, ventanales rotpintura saltada desconchones y el ladri

    descubierto, en qu se quedlos juegos solitarios dondeautoinvita y se incluye o

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    presencia, de la que no puehuir, que la sujeinternamente mientras esiente que algo no marc

    bien. Ella imagina al homque la mira, su falcomienza a ensangrentarsa cada momento pesa mest ms empapada, e

    quieta, muda, quiere que pde largo la sombra a su laque no sea verdad que e

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    girando el pomo de su pueque no le hablen las madealrededor de la cama. Desus labios ya grise

    envenenados, busca refugio de un sueprofundo. La llorarn pormaana.

    Llegan las plaider

    recolectoras de aiccerrojo de los recuerdEllas lo amanecen todo y

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    meten la angustia cucharadas en el pechrecogen solo las cenizas. cristal de las ventanas acud

    rostros pasados, ellas no secreen porque saben dnestn de verdad, que no muy cerca. Ms all, fudel luto y al aire libre, u

    avispa vuela sin desplegar alas, arrastrndose, por enlos desperdicios cados

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    flor de enredadera, comolos nadara: al mirarla recobra una paz primigenarqueolgica, del homb

    enfrentado al suelo y reflejo del sol contra tierra.

    La madre, tan posesivtan duea de su casa y de

    cosas, cuando se llevan ahija enloquece, incuba odio tremendo, revien

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    contra el marido, contra hijo restante, contra familiamigos y otros, y concuantos conserven

    progenie intacta, y solo odLlega un momento en queesposo abandona el abrazolas sbanas, se levanta soella y la mira con ojos

    mariposa enorme. Nresistieron ms juntos.La mujer (cuando

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    mayor, no en la adolescencgusta de quedarse en lugares, se aferra a ellos,resulta ms fcil

    asentamiento porque apropia instintivamente espacio. El varn coprovincias, escapa ms vecon apenas su camisa y

    bocadillo. Quiz no sea cieesto, si a fin de cuenambos se precipitan con ig

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    facilidad en la trampa que tiende el rbol. l, astuto, tira el anzuelo por apellidprimero vaca las casas cu

    tumbas le quedarn mcercanas, porque all tiene races gruesas; poco a poabre su campo hacia izquierda, saca a la luz

    pequeo tentculo que side periscopio y lee linscripciones; luego l

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    llama, bum, bum, les silbapitido grave y lento que les clava, y aunque todosescuchan no afecta ms q

    al elegido, a los otros no mina la salud, no se los llepor ltimo, nicamente intimida. Vente a la verma, que aqu te doy calo

    te consumo, pronconstituiremos el mismcuerpo erguido y las mism

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    intenciones, acaso ser mfuerte la pasin del amoClaro que no.

    Cada vez percibo c

    mayor intensidad el blanen las paredes, en el papLos encierros son siempreeste color. Veo el blanco cualquier objeto, hasta ocu

    bajo un negro que no quidejarlo aflorar. Ignoro qsignifica, si es que se m

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    avecina la muerte o que esdepurando mis espacinteriores. Quiz lo segunprepare lo primero, o sea

    sntoma. O me estquedando ciego: Lo qvendra a ser lo mismo.

    Anhelo el descanso. pienso sino en l, quedar

    quieto. S que neceschocar algunas manos quehan quedado atrs, apoyar

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    en ellas y trepar hacia noqu llanuras. Me lo habprometido.

    Pero un nio qu

    experiencia puede tener hecho definitivo de muerte. Qu extraos miedle asaltarn, qu idea se hde la ruptura. Quiz for

    parte de un juego trgico qlos coloca en el cendoloroso de las miradas, y

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    el que exudan a chorro sentimiento romnticaventurero y de granddecisiones. No te ver m

    Qu es la muerte? le pregunta al quiosquero. No volver a com

    golosinas. Es que a veces

    puedo evitar pensar en esome pongo muy triste.

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    (Tania, 9 aos).

    Pero ni siquiera en lguerras cae nadie a quien

    le haya llegado su hoMuchos se resistieron, pusieron pesaditoaferrndose a las ltimpaletadas de aliento que quedaban, y estirndolfiletes retrasados, tardones

    los que cuesta muc

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    esfuerzo tumbar en el plapero que, por luchadmejoran su sabor con regusto de la victoria.

    siquiera en los fusilamiense cumple el total de sentencias. A veces libran que menos se piensa, o sualgn imprevisto, no te dan

    tiro de gracia y el aparceroapiada de ti, te rescata carro en que transportan a

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    compaeros.

    El problema de ponnombre a los nios estribaque este conduce a funcin, le construyes existencia con la fuertremenda de la palabrepetida a su alrededor p

    miles de voces durante aos que le dure existencia, voces desde

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    patio del colegio hasta oficina, la cama matrimonio y luego el asiRepiten excesivamente

    nombre. La raz los leyendo all donde estescritos y, si le gustan, lcubre como de una hiedespesa que ella mism

    fabrica, y con su sustanciaimagina historias de lo qhubieran podido llegar a s

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    arcos se hizo carpintero y,hacia los cuarenta, con losahorros alquil un local, loacondicion y abri una

    marquetera, que es oficioms descansado, tambinms limpio, ms elegante.

    arcos, marquetera. Cmovas a cometer semejante

    redundancia!, le ri lamujer. Y le pusieron Elvira,como ella .

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    Mientras se cuenta efbulas (sin razonar que fantasa no es cualidvegetal, como si se estuvi

    cumpliendo el dicho deque se come se cra) svctimas intercambiexperiencias, porque nunhaban estado tan unidos, q

    tienen costumbre de reunicada poco en los entierrAlguno escap, cambi

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    residencia, pero llegnuevos, doctores que quieinvestigar y a los que prodarn sepultur

    desafortunadamente en respectivas ciudades. como si te pasearan un jampor delante de las naricesno te lo dejaran catar. L

    paisanos analizaracionalizan, sus miedIntentan concederle

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    importancia que ellsuponen que merece constatacin de que udepresin terrible los e

    diezmando, y qseguramente contar calguna base cientfica.

    Los leoneseparalelamente a los galleg

    somos propensos a ver fantasma detrs de caesquina. A diferencia suya

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    los negamos de puerafuera incluso despus habernos acostado con hueste completa o cream

    con lo paranormal ureligin minoritaria abarrotada de ritos. Galicia no les dan tanimportancia, porque desde

    antigedad eran muy obviy algo cotidiano no puesorprender.

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    Qu intentdecirnos?

    Que alguien nos eaniquilando, y no podem

    hacer nada porque ignoramde quin se trata. Y t piensas

    aparecidos.

    Sus voces se diluycomo se van deshojando figuras. Tropieza

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    trastabillan y desaparecenfila, una detrs de la otra. Pencima de aquellas lomas,una vista de pjaro en la q

    los pueblos se suceden hael infinito, se yerguen desafan los cipreses, a troposesos, a trozos llamastrozos lenguas verdes q

    comunican la piedra concielo, de repente viciosconsumidores de mdu

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    dominadores nicos de territorio cada vez mdesolado.

    La noticia se extend

    tambin, que la fama es pendn, y de la capital vuna cuadrilla de taladocon quienes no sirvierpamplinas y que limpiaron

    zona. El ciprs primero, decano, acab por no mocompletamente, pues s

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    ramas an sirvieron para ucuriosa radiestesia:

    se hicieron horquillas csus despojos, y la poli

    marchaba por los campbuscando con ellas gendesperdigada, desaparecidasesinatos de los que nadie guardaba memoria, q

    la madera les brincaba gozo entre los dedos reconocer el olor de hue

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    bajo tierra.

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    En la carretera

    hacia Son

    Bajo la luz rojiza datardecer, hay nios juganen el ro, todava, y msalpican de lejos alegremesus gritos y los ltim

    chapoteos por hoy. Excespaz por quinto provechoda consecutivo. Porq

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    merezco un descanso, reclas cuartillas y abandonoterraza de esta extraa cque alquil mi cuado y a

    que me ha invitado mienttermino mi tesis. Pero felicidad tiene necesidadmuy cambiantes en el humano, me he hartado

    ambiente idlico, risas uegos ajenos en el agua, a dar una vuelta hasta

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    pueblo. Les dejar una nen la verja de la entrada, ay a su seora, de tamaexagerado para que les av

    antes de que lleguen preocuparse por la ausende luces, porque yo no vayrecibirles. El apunte de uidea fugaz sobre metodolo

    me retrasa y, para cuansalgo, ya las sombras oculel espacio desde el puente

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    horizonte, completremendamente. Y se hmarchado las voces, me habandonado en una carret

    que me recuerda las tardesverano en que se nos permbajar a la calle, con ldems chicos del barrio,regresar para el instante ju

    de la cena: la libertad dcalor y de los das sescuela. En momentos as

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    entra la morria y desvolver a mi patria, a infancia, poca segura en qel entorno se comporta

    como un gran teenvolvente y desconocimiento me llenacon el sabor de inmortalidad, y el mun

    recin creado, an estaba su edad de oro, por estrenTermino de cruzar el puen

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    bajo unas nubes ms negque la misma noche, pronto atemorizantes, confea posibilidad de

    chaparrn y el inicio de uangustia ntima quiprevisora de la desgracDebera volverme ahoPero me dejo llevar por

    calidez del aire, su intentodespertar en m emocionolvidadas, y ya estoy junt

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    las primeras casas. discoteca el bar con enombre queda muy cerHaba venido una vez, ha

    aos, y veo que an mservir a la perfeccin psatisf