Con su maleta llena de historias y recién llegada de América…

Vino Charo a relatarnos cuentos, pero de verdad.

Cada objeto contenía una aventura y con sus historias y nuestra imaginación, pudimos ir tan lejos que recorrimos selvas, montañas, lagos, océanos y mares.

Escuchamos la lluvia, sentimos el aliento del jaguar, buceamos entre tiburones, vimos nacer a un bebé, sentimos de cerca el sigiloso paso de una peligrosa serpiente…

Y pudimos ver a un indiecito guaraní transformarse en chogüí tras

caerse de un árbol… ¡Fue una tarde fantástica!