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Aá© f ÍÍ--kÁbÍíÍÍ>~-MiÍ^ 7.Ó£$é~ SUBSCRIPCIONES PAGO ADELANTADO MADBtO: mes, tTNA PESETA. - PBOVIürCIAS: tri- mestre, CIiíÓÓ.--Alí*riIJ:iAS ESPASOIIAS y NACIONES •PIKMAÜTES del THATADO POSTAL: trimestre, DIEZ.— i'OBTüGÁÍi: trimestre, OCHO. —En lo» demás PAÍSES; trimestre, aüINCE. 2 5 ejeiplares 75 csatiios. M. I.A COBKBSPONDENCIA ADMINISTHATIVA debe DIBiaiEtíE »1 Administrador de El Liberal * Se etTEscBíBE en la Oasa Í9 El Liberal, TU ROO, 7, y en la Papelería HIGH-LIFE, Sevilla, 14.-Lcs ANUNCIOS se reciben en la ADMIÑISTBAOIÓN durante el dia, y en la IMPBBNTA durante la noche. Mfflero suelto 5 céntiios. ^;-^.-i-^'>^*.-V'¿.-^Jil^ ---.ví-<^-. " •••'—^^^ 'ttl j-j-r»! I El Litoeral Es el periódico ío mayor cireulaeléa de EspaBa Ayer se planteó definitivamente la crisis, porqae en concepto del Sr. Sa- ^asta^ con dos votos de mayoría en el Senado no era decorosa ni aun posible la vida del Gobierno. t A nuestro entender, con veinte ó cua- renta no lo hubiera sido tampoco. Lo que ahora, por motivos de fuerza ¡mayor, sucede, llega con dos meses y medio de retraso. El día de abordar noblemente la caes- éióa íuó aquel en que, con la firma del IVatado de París, renunciamos á todo nuestro imperio colonial y perdimos el tango de potencia de segundo orden. De cualquier modo, nos complace que la presión de las circunstancias supla ía escasa voluntad de los hombres, y venga á sacarnos del inmundo atolla- dero en que desde Agosto de 1898 es- taraos metidos. "Éa la semana que llevan en ejercicio {as Cortes, se ha visto que, aparte de ilganos rayos de luz tan pronto encen- áiaos como apagados, propendían la confusión^ el egoísmo y la obscuridad, % convertirse en instituciones perma- nentes. Pagado al duelo nacional el homena- ie de rúbrica, la gente política empeza- ba á cuidar de sus peculiares intereses y á relegar á último término los dé la patria. Como si no existiese detrás un abis- mo y delante otro, iba el Parlamento recobrando sus hábitos antiguos, y ya «e hablaba mucho más de cabalas que de remedios; Bien venga, pues, la crisis, que nos llama á todos al cumplimiento de nues- cro deber y á la consideración de nues- tra desgracia. Para nada útil servían las Cortes ao- Inales, y como se vó, loa hechos han confirmado ejecutivamente nuestras continuas aaeveracionea. El artificio, mantenido á costa de in- decibles esfuerzos, se ha desmoronado, y preciso será que, malo ó bueno, nos decidamos á erigir algo sólido, bajo cuyo amparo comience el trabajo de reconstitución, por tanto tiempo apla- Eado y desatendido. Hoy propondrá el Gobierno la cues- tión de confianza. Deseemos y exijamos §ue la solución no se difiera sino por revísimas horas. Ignoramos, á la presente, si subirá al .^oáer Ja Unión conservadora, ó si con- tinuarán en él los íusionistas. Sabemos, dando de mano á nuestras preferencias y mirando tan solo al bien común, que lo bueno se volverá malo y lo malo se volverá peor, á poco que tarde en de- terminarse y prevalecer lo uno ó lo otro. Nada de intrigas, de ensayos ni do componendas. La situación, á fuerza de ser apre- miante y angustiosa, es lo bastante cla- ra para excusar tramitaciones baldías ó innecesai-ias consultas. Conocidas por todos las opiniones y la actitud de los personajes políticos, no hay para qué malgastar un tiempo precioso, ni para qué agravar con un nuevo período de incertidumbres el enervamiento de España. Lo que haya de ser que sea pronto. Disuélvase este Parlamento, cuya in- capacidad para crear está de sobra de- mostrada, y elíjase uno que tenga auto- ridad, alientos y medios para estimular nuestra actividad y para movernos, con el ejemplo, á emprender las tareas más penosas y á aceptar los más duros sa- crificios. Si oi Grobierno que tome la dirección se inspira en el amor á la democracia, el país le brindará, lleno de entusiasmo y de íé, incondicional ayuda. Si ])roíesa ideas distintas pero abriga rectos propósitos, la nación le obedece- rá, en lo que se relacione con la labor reconstituyente, á reserva do defender, cuando sea preciso y como sea preciso, el depósito de sus imprescriptibles de- rechos y de sus intangibles libertades. Por ahora, nada mejor que el térmi- no de una interinidad que durante me- dio afio ha hecho vivir á la patria en estado cataléptico, y que la ha mante- nido sujeta de pies y manos, en tanto aue á su alrededor todo fracasaba y se aundía. _ Tiempo era de que saliésemos del limbo y de que entrásemos en camino aespejado, porque de seguir algunos peses más en postración semejante, de igual modo qae llevábamos trazas de yerder la noción de nuestro infortunio, liu biéramos concluido por perder la no- Dióu de nuestra independencia. _ Cese, pues, lo provisional y transito- rio, y surja de una vez una situación estable y definida. L COÜFLICTO DE BILBAO (POB TEnfiGRAFO) Alboroto en las calles.—Xtos Iierü- aos.—El alcaiae sllütadio.—Crg-e el remedio. jBi/600 28 (11-50 n,). Hoy han continuado ios embargos im- puestos por loa sucesos y con tai motivo bu- feo protestas ruidosas, cierre de tiendas y aanohoeas manifestaoionea da desagrado por las callea. Alísanos manifestantes trataron de arro» liar é, los guardias municipales y estos se defandioron con ios bastones, resaltando paridos na maobaoho deonce.afios 7 una ífña. ,- .E¡1 alcalde taé oilbado estrepitosanionto y también trataron de arrollarle, defen- diéndose con el bastón, mientras le rodea- ban algnnos guardias que evitaron tal vez, al^ün aooi dente desagradable. Los gobernadores civil y militar han re^ corrido las princiíaies calles da la pobla- ción, recomendando calma á los manifes- tantes. Por la noche numerosos grupos gritan ¡abajo el Ayuntamiento! y silban con ínria cuando ven algún dependiente del Munici- pio. El conflicto se agrava por momentos. Urge que los poderes públicos pongan término á esta cuestión.—Álbéniz -^-¡¡¿¿Í M La Snboomisión de la Junta de defensa da Bilbao recibió anoche au telegrama sns- oripto por más de cien comerciantes de aqoel'a ciudad, suplicando visite & los seño- res Sagasta y Oapdepón, y iea pida que cnanto antea resuelvan el expediente de constitución ilegal de aquel Ayuntamiento, para evitar mayores malea: paea loa ánimos están muy excitados y se hace muy proba- ble que surjan sucesos srr»TÍ9Í«os en Ja oa- pital de Vizcaya. íiiliiii La votación del Senado y su indecli- nable oonseeuenoia la crisis ministe- rial, preocuparon de tal modo la aten- ción de todas las gentes políticas, que no estaba su ánimo bastante reposado para comentar con el detenimiento de los últimos días el debate del Con- greso. El coto del Senado es de tal trans- cendencia, puesto que la crisis es muy honda y es muy grave, que á los mis- mos periódicos les priva de espacio para explicar el sentido y el alcance de la notable oración parlamentaria que ayer pronunció el Sr. Eomero Eobledo. A un lado—decía éste—los princi- pios y las personas que quedaron ven- cidos en la gloriosa revolución de Sep- tiembre, y a otro lado los que la prepa- raron, los que la realizaron, los que tie- nen como blasón de nobleza el haber intervenido en ella. El párrafo dedicado á la defensa ás la libertad de conciencia, merece el honor de ser aplaudido por republica- nos y liberales. Combatiendo la doctrina de Sílvela, relativa á la verdadera libertad, á la li- bertad católica, decía el Sr. íiomero Eobledo que hay que respetar todas las conciencias por igual: la católica, como la protestante, como la raciona- lista y como la atea; que todas merecen la misma consagración, porque todas pertenecen al sagrado recinto donde no puede penetrar ui la ley ni el poder: el del fuero interno, el del inviolable y libérrimo fuero interno del ciudadano. ¿Quiénes sois vosotros—exclamaba el Sr. Romero Robledo, encarándose con los neoconservadores—para abrogaros poderes que no tenéis y liablar en nom- bre de León XIII, que de seguro re- prueba que agitéis lo que está tran- quilo? No sabéis bien lo que sois—añadía pues para saberlo sería preciso que con- sultarais las diferentes definiciones que de regionalismo y vatieanismo se en- cierran en el Centón epistolario del ge- neral Polavieja. El general Polavieja, que odia la tri- buna parlamentaria sin duda por no haber sabido escalarla y á los hombres políticosouyossacrificiosnuncaha com- partido, escribió una carta en que de- oía que no hacía cuestión del primer puesto, y, sin embargo, impone su pro- grama y hablaba déla importancia fu- nesta del caciquismo, en tanto que or- ganizaba Juntas neutras^ hasta en -la menor aldea... Y el Sr. Romero Eobledo señaló la situación subordinada y dependiente en que queda un titulado jefe, que, co- mo el Sr. Silvela, no se atreve siquiera á respetar los apellidos históricos de su partido, porque, según el genral cris- tiano, eso es pecado. «He sido liberal—decía el Sr. Eome- ro Eobledo para concluir—y me vuel- vo allí de donde venía. Si hay ¿na con- centración democrática, allí estaró yo apoyándola y defendiéndola, y si vi- niera la unión conservadora, yo estaró en la vanguardia, á la cabeza de la opo- sición para combatirla, para destruirla obra de la reacción. Liberales á un la- do; conservadores reaccionarios á otro. FRANCIA (POB TELÉaBAFO) Conjuración zxxonárquxca en Francia Parh 28 (8-20 m.). Los periódicos publican las declara- ciones de Buffet, representante del du- que de Orleans en París, el cual afirma que no ha conspirado ni con Deroulede ni con ningún jefe del ejército. A pe- sar de esto, los periódicos aseguran que los papeles que le han sido cogidos prueban de un modo irrefutable la exis- tencia del complot, y que contienen es- pecialmente un proyecto de organiza- ción del régimen monárquico, listas de funcionarios y una carta pidiendo que se sondee al general X... para saber si está dispuesto á marchar. El firmante de esta curta deberá dar explicaciones de su contenido al juez Fabre. El periódico Le Bappel, dice que sa trata de un general en activo servicio y futuro ministro de la Guerra, cuya entrada en el ministerio habría hecho estallar el complot. El diario Ls Fígaro no cree qne se pnede probar la existencia del complot, pero añade qne el Tribnnal, sin embar- go, está persuadido de haber hecho abortar una conjuración de las más se- rias. Havasm Cuestión d@ confianza París 28. En la sesión del Senado, el ministro de Justicia, Mr. Lebret, sostiene el pro- yecto de inhibición, y dice que los de- bates del Tribunal de Casación serán públicos y contradictorios. El jefe del ministerio, Mr. Dnpuy, plantea la cuestión de confianza y dice que el proyecto tiende únicamente al deseo de llevar la tranquilidad á los ánimos. Todo llegará á debido conoci- miento del público. El Senado decide, por 155 votos con- tra 125, pasar ala discusión del articu- lado. Mañana seguirá este debate. —Fabra, CRTSTS CONSEJO DE MINiSTfleS Bsperando á Sagasta Cuando ayer tarde, después de lle- gar al Congreso la noticia del resulta- do obtenido en la votación del Senado, estaba ijronunciando su discurso el se- ñor Eomero Eobledo, esperábase que llegara el presidente del Consejo de mi- nistros para contestar á este discurso. Y el presidente uo llegaba. A medida que avanzaba el discurso aumentaban las impaciencias, esperan- do al jefe del Gobierno. ¿Qué pasa —se preguntaban las gentes en el salón y en los pasillos— que después de haber terminado la vo- tación en el Senado, y después de ha- berse levantado la sesión, no viene de aquella Cámara el presidente del Con- sejo, que había de contestar al Sr. Eo- mero Robledo? Terminó éste su discurso sin que lle- gara el Sr. Sagasta. El ministro de la Gobernación, que se hallaba con el de Marina en el banco azul, se dirigió á la presidencia pregun- tando: —¿Qué hacemos? El Sr. Vega Armijo contestó: —Habiendo pasado las horas, entien- do que procede no contestar. X se levantó la sesión. Los ministros se dirigieron á su des- pacho, para esperar órdenes. N o se hicieron esperar. El jefe del Gobierno había encargado que fueran todos los ministros al Sejí-a- do para celebrar Consejo. Esta orden, relacionada con la «lu- cha del voto», á que se refería con én- fasis un ministro pocos días hace, fué vivamente comentada. Después de lo ocurrido, y con la ines- perada ausencia del presidente, para nadie había duda. El Gobierno estaba en crisis. C o m i e n z a e l Con@@jo Los ministros se trasladaron al Se- nado, y acto seguido comenzó el Con- sejo. Erau las siete y media de la noche. El jefe del Gobierno manifestó á sus compañeros, en primer lugar, los moti- vos que había tenido para no ir á con- testar en el Congreso al Sr. Romero Robledo, como era su propósito. Expuso su opinión, con la que se mostraron conformes todos los minis- tros. Dijo el Sr. Sagasta que, á su juicio, después dol resultado obtenido en lá votación del Senado, no podía ir un jefe de Gobierno á pronunciar un dis- curso en el Congreso, en un debate co- mo el iniciado ayer por el Sr. Romero Eobledo. En su consecuencia, resolvió perma- necer en el Senado, citando á sus com- pañeros para celebrar Consejo, por en- tender que había llegado el momento de adoptar importantes resoluciones. Ztoa ministros Seguidamente el Sr. Sagasta mani- festó á sus compañeros que los había convocado, en primer lugar, para que todos ellos expusieran, clara y leal- mente, su opinión. Y respondiendo á la invitación del presidente, todos los ministros fueron exponiendo su parecer acerca de la si- tuación de las cosas. Se hizo constar que no había diver- gencia alguna de opiniones, como se había supuesto, acerca de la proposi- ción del Sr. Eomero Eobledo, con la cual todos estaban conformes. Y se expresó la creencia unánime de qne el Gobierno, siquiera hubiera ma- terialmente ganado una votación, ha- bía sufrido una indudable derrota mo- ral. De acuerdo todos los ministros en esta apreciación, lo estuvieron asimis- mo al manifestar al presidente que es- taban á su disposición en absoluto, y que en él depositaban las dimisiones de sus respectivos departamentos. Soluciono» Oído el parecer de todos los minis- tros, expuso el jefe del Gobierno que la de sus compañeros era su misma opi- nión, y que, x>or entenderlo así, había creído prudente no ir al Congreso para pronunciar un discurso, considerándo- se jefe de un Gobierno parlamentaria- mente derrotado. Era preciso, por consiguiente, bus- car una solución que oon urgencia se imponía. Ko se trataba, según espnso el pre- sidente, de una votación ganada con dificultad en las postrimerías de un E eríodo parlamentario, y cuando no an de librarse nuevas batallas, sino de una votación & la que habrían de seguir otras, en las cuales el Gobierno corría el peligro de ser, no moval, sino mate- rialmente derrotado. En su virtud, deducíase que el Go- bierno, con las actuales Cortes, no po- día seguir al frente de los destinos pú- blicos.| Porque no es posible gobernar sin mayorías. ¿Qué camino podía emprenderse en tal situación? Entre las soluciones se indicaba la de la disolución de la mitad de la parte electiva del Senado, Bien pronto sé desechó, porque, aun cuando con este procedimiento se lo- grara la mayoría del Senado, quedaba el pleito pendiente en el Congreso; don- de, coín tener el Gobierno, á su juicio, algunos votos más que las oposiciones, no cuenta en absoluto con una mayoría que pudiera asegurarle el triunfo en cualquier votación. No había, pues, solución viable para continuar, viviendo en el Parlamento. Todos los ministros creyeron, por consiguiente, que era forzoso plantear resueltamente á la reina el pleito en- tre el Gobierno y las Cortes. A Palacio En su virtud, se acordó qne el presi- dente del Consejo vaya hoy á Palacio, para plantear á la reina la cuestión de confianza. El presidente expondrá las manifes- taciones hechas en el Consejo de ano- che, expresando la imposibilidad de que el partido liberal siga gobernando con las Cortes actuales. Y llevará á la reina las dimisiones del Gobierno. Tal fué el acuerdo del Consejo de mi- nistros. Comontarios.—X^a razón de la crisis Apenas circuló entre los grupos for- mados en los pasillos del Congreso la noticia de que el Gobierno se reunía en el Senado para celebrar Consejo, se su- puso por todo el mundo que había de plantearse la crisis. Los diputados de oposición, más que al efecto causado en el ánimo del Go- bierno por la votación de la alta Cá- mara, afirmaban que era la determi- nante de la crisis el desacuerdo entre los ministros, sobre si aceptaba ó no el Gobierno la proposición del Sr. Eome- ro Robledo. S© dijo que. eran los Sres. Puigoerver y duque de Almodóvar los qué nega- ban su voto á la proposición, y cuando los amigos más caracterizados de aque- llos dos ministros lo negaron de la ma- nera más absoluta, entonces atribuye- ron la disidencia al Sr. Groizard. Pero pronto se pusieron las cosas en claro. El Gobierno tenía acordado por una- nimidad votar la proposición del señor Eomero Eobledo. Las oposiciones lo sabían, porque así lo manifestó terminantemente el señor Puigcerver, cuando al comenzar la se- sión se acercó al banco azul el señor marqués de Ibarra para preguntárselo. La crisis la determina la actitud del Senado. Después de la votación de ayer, las minorías acordaron acentuar su oposi- ción al proyecto de bilí, apelando has- ta el obstruccionismo para que no pros- perara. Al efecto, presentarían innumera- bles enmiendas. El ministerio no podía dudar, por tanto, que le era materialmente impo- sible gobernar con una Cámara en esa actitud, pues cada votación había de ser un nuevo conflicto. Xio QLue d i c e S a g a s t a El Sr. Sagasta, al informar hoy á la reina de la verdadera situación de las cosas, acabará su informe planteando la cuestión de confianza. Claro que el presidente del Consejo ha de hacer un minucioso estudio de la situación de cada una de las agrupacio- nes parlamentarias y de las garantías de estabilidad que ofrecen para consti- tuir Gobierno. La base de cualquiera solución ha de ser el decreto disolviendo las actuales Cortes. Los que más motivos tienen para co- nocer el pensamiento del Sr. Sagasta, le creen resuelto á sostener que el par- tido liberal q ue acaudilla es el más ca- pacitado para continuar en las funcio- nes de Gobierno, robustecido con ele- mentos que ha de llevar á su lado el general deslinde entre demócratas y conservadores. Dicen también los que deben saberlo, los que de seguro lo saben, que el pre- sidente del Gabinete dimisionario juz- ga que, en los actuales momentos, se necesita un Gobierno que (rápidamen- te, isin perder días, acuda al Cuerpo electoral, para que en Abril puedan re- unirse las nuevas Cortes y acometan la solución de los problemas que están & resolver. Y también esto juzga el Sr. Sagas- ta que quien mejor jiuede hacerlo ea el partidlo liberal. La Unión conservadora Los conservadores del Sr. Silvela' que se consideran herederos de la si- tuación liberal, estuvieron anoche po- co explícitos. No esperan que el Sr. Sagasta obten- ga el decreto de disolución. Dicen que ellos también pueden ha- cer unas elecciones generales en poco tiempo. Pero en sus conversaciones no esta- ban más explícitos. £J1 santo sepulcro Los conservadores del santo sepulcro decían que ellos nO obedecen otras ór- denes que las del duque de Tetuán, que nada tiene puesto en las aspiraciones de los silvelistas de llegar al poder. A dos de los más caracterizados de esa agrupación les olmos decir: «—Con la misma independencia que hemos procedido hasta ahora, procede- remos al encontrarnos oon un gobierno conservador.» El dia de hoy El día de hoy será de extraordinaria animación política; pero la solución de la crisis habrá de conocerse muy pronto. d^'.. Si la reina se decide por las consul- tas, presúmese que las hará en número reducido, en términos que mañana que- de resuelta la formación de nuevo mi- nisterio. 2To habrá sesiones Inmediatamente después de terminar el Sr. Sagasta su entrevista con la rei- na, dirigirá á los presidentes de las Cá- maras la comunicación de costumbre, para que no celebren sesión por causa del planteamiento de la crisis. DIOS SOBRE TODO Cuando ciertos personajes políticos, de quienes nuestros vecinos los fran- ceses dirían qu'ils ont l'oreilledu Falais, se expresan en tono sibilítico, puede asegurarse que hay nueve probabilida- des contra una de que la crisis está al caer. La política tiene, como el teatro, sus escenarios, y tiene también sus basti- dores, con las intrigas que se desarro- llan entre los actores que toman parte en la función. Del mismo modo, el espectáculo que ofrece alguna novedad para el público, está de antemano tan preparado y «tan visto» por los que en él hacen los pri- meros papeles, que la actitud de los es- pectadores, harto pasiva de ordinario, es el único elemento que puede llevar nuevas sensaciones al ánimo de los có- micos. Discutía anteayer en el Senado el ge- neral Martínez Campos con el conde de las Almenas, el cual suponía que la vida de estas Cortes sería muy breve, y el general, complicando á la Provi- dencia en obra tanihumana y por consi- guiente tan poco divina como la dura- ción de los Parlamentos, ihuyendo por igual de la afirmación concreta que de la negativa i'otunda, exclamó, como quien está sin embargo, en el secreto, aunque no lo quiere revelar:—¡Dios sobre todo! Por lo mismo que la exclamación en- tre católicos de tanta y de tan buena fó como los señores senadores holgaba de todo punto, que harto saben ellos que no se mueve la hoja en el árbol, ni se aprueba un sólo proyecto de carre- tera sin la voluntad del Señor, ocurrió- senos, desde luego, que aquella invoca- ción anunciaba algo. Y, en efecto, á las veinticuatro horas mal contadas^ después do una votación que salió un poquito desigual, pues que la desigualdad sólo ooasistió en dos votos de diferencia á favor de los que dijeron no contra los que dijeron si, el Gobierno del Sr. Sagasta se declaró en crisis. ¿Cómo se resolverá la crisis? Dios sobre todo. ¡Cualquiera resuelve la duda! No nos aparemos, sin embargo, de- masiado. Puede que á estas horas esto ya resuelta, y que, estudiados los pape- íes por las partes principales, solo se trate de descorrer ía cortina sobre el liltimo cuadro y ofrecernos el desen- lace. Al fin y al cabo, el fínico encanto del espectáculo es ese: la duda que aviva un poco la curiosidad y mantiene des- pierta la expectación en el público. Lo demás, ¿qué más dá? ENFERMEDAD DEL PAPA (POH TELÉOEAFO) Boma 28. Su Santidad León XIII se encuen- tra ligeramente indispuesto. Con este motivo se han aplazado las audiencias señaladas para hoy. Boma 28. León XIII se ha visto obligado á guardar cama. Tiene dolor de costado y fiebre ele- vada. El Dr. Happoni ha recomendado al enfermo absoluto reposo. Boma 28. Durante el día de hoy, Su Santidad ha sufrido un sincope de prolongada duración 5' que ha alarmado profunda- mente á cuantos han tenido noticia de este accidente.—i'aftra. UNA SEÑORA AHOGADA (POB TELÉQIBAFO) Alicante 27 (9 30 n.). Al practicarse hoy la autopsia de doña María Cuentea, cuyo cadáver según dije telegráficamente á EL LIBEBAL apareció ayer notando en las aguas del contramue- lle, se ha hallado entre las ropas da la in- tortunada señora una oarta dirigida al Juez, explicándolos móviles qua la indnoían & atentar contra sa viá&.--Orozco. Li fOTACIi DE AIE Fué el realizado ayer en el Senadc un acto tan solemnísimo, que tuvo pen« diente durante una hora la atención df toda la Cámara, repleta de senadores y diputados, y con las tribunas totalmen te ocupadas por numeroso público. En el momento de comenzar la vota< ción, formábanse en columna cerradt» todas las oposiciones, agrupábase la ma» yoría y en el banco del Gobierno ha- llábanse los señores presidente del Con< sejo y los ministros de Estado, Graoií y .fusticia. Guerra y Fomento. Algunos de los senadores que se ha^ Han enfermos, concurrieron ayer al Se- nado para tomar parte en la votaoión< El Sr. Montero Eíos, que según ha indicado, no había presidido la Jsesión durante el debate sobre el proj-octo da ley de cesión del Archipiélago filipino. por motivos de delicadeza, ocupó su si< tial en loa momentos en que la vota- ción comenzaba. Cerca del estrado presidencial agol- pábanse gran número de diputados. A medida que la votación avanzaba, acrecían los rumores de la Cámara, re- velando el interés de la batalla que sf libraba entre las oposiciones y la ma< yoría. El Sr. Sagasta seguía coa interés vi vísimo, revelado en su semblante, ef curso de la votación. Cuando se levantó el Sr. Torre Vi-> Uanueva, que fué el primero de los se- nadores gamacistas que emitió su voto en pro del voto particular, grandes ru- mores se oyeron en toda la Cámara. Tras del Sr. Torre Villanueva vota- ron también en contra del proyecto dej Gobierno todos los gamacistas de la Cámara, incluyendo entre éstos á los Sres. Cemboraín España y Oobián. El Sr. Navarro Rodrigo dio también su voto en pro del voto particular, con- trario, por lo tanto, alijroyecto del Go- bierno. Uno de los primeros senadores que votaron en contra del voto particular íuó el Sr. León y Castillo. Cuando los señores marqués de Mon- troig, Tuñón^ marqués de Velilla de Ebro y Danvila, presidente del Conse- jo de Estado, emitieron sus votos en pro del voto particular, la mayoría los acogió con grandes rumores. El mayordomo de Palacio, señor du- que de Sotomoyor, votó con la mayo- ría, segán costumbre en casos análo- gos. Oon las oposiciones votaron los gene- rales Martínez Campos, Primo de líi- vwa y Calleja, y los generales Blanco, Weyler y Pando se abstuvieron de vo- tar. También se abstuvieron los señores conde de las Almenas, Bayo y Luque. ElSr. D. Gabriel Rodríguez, de signi- ficación republicana, no obstante ha- ber renunciado el cargo, votó con la mayoría. En cambio, votó contra el Go- bierno el Sr. Menóndez Pelayo, que no es senador por haber aceptado la direc- ción de la Biblioteca. JJn incidente curioso: Hubo un momento en que los rumo- res de la Cámara impedían oír la voz del secretario, señor vizconde de los Asilos, que pregonaba los nombres de los votantes; la confusión de nombres se acentuaba y nadie había oído los dp tres ó cuatro senadores. De pronto dice un secretario: ¡El Sr. López! ¡Sr. López! (Silencio.) M conde de Esteban tollantes: ¿Ese se- ñor es el mismo López de antes ó ea otro López? {Grandes risas.) Voces: El mismo; el mismo. Eí señor conde de Esteban CoUnifes: Hay que proceder con cuidado, señores. (Eísas.) Este incidente, que revelaba el inte- rés que despertaba la lucha, ocurría en los momentos en que se aproximaba el desenlace. Por fin la votación terminó. Un señor secretario: ¿Falta algún se- ñor senador por votar? ¿Falta algún señor senador por votar?... En ese momento los Sres. Fernando González y Ortíz de Pinedo, que se ha- llaban cerca de la mesa presidenoialí exclaman: Fernando González: No. Ortíz de Pinedo: No. En la Cámara se oyeron prolongados rumores, se cerró la votación y comen- zó inmediatamente el escrutinio. A medida que el secretario señor marqués de Reinosa leía la lista de loa senadores que habían dicho no, crecía la curiosidad de la Cámara, aumentaba el interés del acto... Señores que han dicho no, 121. El Sr. PIMENTEL: Pido la palabra. El señor PRESIDENTE: La tiene su señoría. El Sr. PIMENTEL: He oído que se ha incluido mi nombre entre los sena- dores que han dicho no, y yo he votado en pro del voto particular. (Bumores en las oposiciones-,) Se rectifica el error y el secretario exclama de nuevo: —Señores que han dicho no: 180. (Bumorf.s.) Inmediatamente otro secretario, el se- ñor Eubianes, lee la lista de los sena- dores que han votado en pro del voto particular. Si grande había sido la expectación ante la lectura de la lista anterior, ma- yor ei'a—naturalmente—la que produ- cía á la Cámara la que ^consignaba el sufragio de las oposiciones. La ansiedad era inmensa. Él secretario exclama:

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Administrador de El L i b e r a l * Se etTEscBíBE en la Oasa Í9 El Liberal, TU ROO, 7, y en la Papelería HIGH-LIFE, Sevilla, 14. -Lcs ANUNCIOS se reciben en la ADMIÑISTBAOIÓN durante el dia, y en la IMPBBNTA durante la noche.

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El Litoeral Es el periódico ío mayor cireulaeléa de EspaBa

Ayer se planteó definitivamente la crisis, porqae en concepto del Sr. Sa-^asta^ con dos votos de mayoría en el Senado no era decorosa ni aun posible la vida del Gobierno. t A nuestro entender, con veinte ó cua­renta no lo hubiera sido tampoco.

Lo que ahora, por motivos de fuerza ¡mayor, sucede, llega con dos meses y medio de retraso.

E l día de abordar noblemente la caes-éióa íuó aquel en que, con la firma del IVatado de París, renunciamos á todo nuestro imperio colonial y perdimos el tango de potencia de segundo orden.

De cualquier modo, nos complace que la presión de las circunstancias supla ía escasa voluntad de los hombres, y venga á sacarnos del inmundo atolla­dero en que desde Agosto de 1898 es­taraos metidos.

"Éa la semana que llevan en ejercicio {as Cortes, se ha visto que, aparte de ilganos rayos de luz tan pronto encen-áiaos como apagados, propendían la confusión^ el egoísmo y la obscuridad, % convertirse en instituciones perma­nentes.

Pagado al duelo nacional el homena-ie de rúbrica, la gente política empeza­ba á cuidar de sus peculiares intereses y á relegar á último término los dé la patria.

Como si no existiese detrás un abis­mo y delante otro, iba el Parlamento recobrando sus hábitos antiguos, y ya «e hablaba mucho más de cabalas que de remedios;

Bien venga, pues, la crisis, que nos llama á todos al cumplimiento de nues-cro deber y á la consideración de nues­tra desgracia.

Para nada útil servían las Cortes ao-Inales, y como se vó, loa hechos han confirmado ejecutivamente n u e s t r a s continuas aaeveracionea.

El artificio, mantenido á costa de in­decibles esfuerzos, se ha desmoronado, y preciso será que, malo ó bueno, nos decidamos á erigir algo sólido, bajo cuyo amparo comience el trabajo de reconstitución, por tanto tiempo apla-Eado y desatendido.

Hoy propondrá el Gobierno la cues­tión de confianza. Deseemos y exijamos §ue la solución no se difiera sino por

revísimas horas. Ignoramos, á la presente, si subirá al

.^oáer Ja Unión conservadora, ó si con­tinuarán en él los íusionistas. Sabemos, dando de mano á nuestras preferencias y mirando tan solo al bien común, que lo bueno se volverá malo y lo malo se volverá peor, á poco que tarde en de­terminarse y prevalecer lo uno ó lo otro.

Nada de intrigas, de ensayos ni do componendas.

La situación, á fuerza de ser apre­miante y angustiosa, es lo bastante cla­ra para excusar tramitaciones baldías ó innecesai-ias consultas.

Conocidas por todos las opiniones y la actitud de los personajes políticos, no hay para qué malgastar un tiempo precioso, ni para qué agravar con un nuevo período de incertidumbres el enervamiento de España.

Lo que haya de ser que sea pronto. Disuélvase este Parlamento, cuya in­

capacidad para crear está de sobra de­mostrada, y elíjase uno que tenga auto­ridad, alientos y medios para estimular nuestra actividad y para movernos, con el ejemplo, á emprender las tareas más penosas y á aceptar los más duros sa­crificios.

Si oi Grobierno que tome la dirección se inspira en el amor á la democracia, el país le brindará, lleno de entusiasmo y de íé, incondicional ayuda.

Si ])roíesa ideas distintas pero abriga rectos propósitos, la nación le obedece­rá, en lo que se relacione con la labor reconstituyente, á reserva do defender, cuando sea preciso y como sea preciso, el depósito de sus imprescriptibles de­rechos y de sus intangibles libertades.

Por ahora, nada mejor que el térmi­no de una interinidad que durante me­dio afio ha hecho vivir á la patria en estado cataléptico, y que la ha mante­nido sujeta de pies y manos, en tanto aue á su alrededor todo fracasaba y se aundía. _ Tiempo era de que saliésemos del limbo y de que entrásemos en camino aespejado, porque de seguir algunos peses más en postración semejante, de igual modo qae llevábamos trazas de yerder la noción de nuestro infortunio, liu biéramos concluido por perder la no-Dióu de nuestra independencia. _ Cese, pues, lo provisional y transito­

rio, y surja de una vez una situación estable y definida.

L COÜFLICTO DE BILBAO (POB TEnfiGRAFO)

Alboroto en l a s calles.—Xtos Iierü-aos.—El a l ca i ae sllütadio.—Crg-e e l remedio .

jBi/600 28 (11-50 n,). Hoy han continuado ios embargos im­

puestos por loa sucesos y con tai motivo bu­feo protestas ruidosas, cierre de tiendas y aanohoeas manifestaoionea da desagrado por las callea.

Alísanos manifestantes trataron de arro» liar é, los guardias municipales y estos se defandioron con ios bastones, resaltando paridos na maobaoho deonce.afios 7 una ífña.

,- .E¡1 alcalde taé oilbado estrepitosanionto

y también trataron de arrollarle, defen­diéndose con el bastón, mientras le rodea­ban algnnos guardias que evitaron tal vez, al^ün aooi dente desagradable.

Los gobernadores civil y militar han re^ corrido las princiíaies calles da la pobla­ción, recomendando calma á los manifes­tantes.

Por la noche numerosos grupos gritan ¡abajo el Ayuntamiento! y silban con ínria cuando ven algún dependiente del Munici­pio.

El conflicto se agrava por momentos. Urge que los poderes públicos pongan término á esta cuestión.—Álbéniz -^-¡¡¿¿Í

M

La Snboomisión de la Junta de defensa da Bilbao recibió anoche au telegrama sns-oripto por más de cien comerciantes de aqoel'a ciudad, suplicando visite & los seño­res Sagasta y Oapdepón, y iea pida que cnanto antea resuelvan el expediente de constitución ilegal de aquel Ayuntamiento, para evitar mayores malea: paea loa ánimos están muy excitados y se hace muy proba­ble que surjan sucesos srr»TÍ9Í«os en Ja oa-pital de Vizcaya.

íiiliiii La votación del Senado y su indecli­

nable oonseeuenoia la crisis ministe­rial, preocuparon de tal modo la aten­ción de todas las gentes políticas, que no estaba su ánimo bastante reposado para comentar con el detenimiento de los últimos días el debate del Con­greso.

El coto del Senado es de tal trans­cendencia, puesto que la crisis es muy honda y es muy grave, que á los mis­mos periódicos les priva de espacio para explicar el sentido y el alcance de la notable oración parlamentaria que ayer pronunció el Sr. Eomero Eobledo.

A un lado—decía éste—los princi­pios y las personas que quedaron ven­cidos en la gloriosa revolución de Sep­tiembre, y a otro lado los que la prepa­raron, los que la realizaron, los que tie­nen como blasón de nobleza el haber intervenido en ella.

El párrafo dedicado á la defensa ás la libertad de conciencia, merece el honor de ser aplaudido por republica­nos y liberales.

Combatiendo la doctrina de Sílvela, relativa á la verdadera libertad, á la li­bertad católica, decía el Sr. íiomero Eobledo que hay que respetar todas las conciencias por igual: la católica, como la protestante, como la raciona­lista y como la atea; que todas merecen la misma consagración, porque todas pertenecen al sagrado recinto donde no puede penetrar ui la ley ni el poder: el del fuero interno, el del inviolable y libérrimo fuero interno del ciudadano.

¿Quiénes sois vosotros—exclamaba el Sr. Romero Robledo, encarándose con los neoconservadores—para abrogaros poderes que no tenéis y liablar en nom­bre de León X I I I , que de seguro re­prueba que agitéis lo que está tran­quilo?

No sabéis bien lo que sois—añadía — pues para saberlo sería preciso que con­sultarais las diferentes definiciones que de regionalismo y vatieanismo se en­cierran en el Centón epistolario del ge­neral Polavieja.

El general Polavieja, que odia la tr i­buna parlamentaria sin duda por no haber sabido escalarla y á los hombres políticosouyossacrificiosnuncaha com­partido, escribió una carta en que de-oía que no hacía cuestión del primer puesto, y, sin embargo, impone su pro­grama y hablaba déla importancia fu­nesta del caciquismo, en tanto que or­ganizaba Juntas neutras^ hasta en -la menor aldea...

Y el Sr. Romero Eobledo señaló la situación subordinada y dependiente en que queda un titulado jefe, que, co­mo el Sr. Silvela, no se atreve siquiera á respetar los apellidos históricos de su partido, porque, según el genral cris­tiano, eso es pecado.

«He sido liberal—decía el Sr. Eome­ro Eobledo para concluir—y me vuel­vo allí de donde venía. Si hay ¿na con­centración democrática, allí estaró yo apoyándola y defendiéndola, y si vi­niera la unión conservadora, yo estaró en la vanguardia, á la cabeza de la opo­sición para combatirla, para destruirla obra de la reacción. Liberales á un la­do; conservadores reaccionarios á otro.

FRANCIA (POB TELÉaBAFO)

Conjuración zxxonárquxca en Francia

Parh 28 (8-20 m.). Los periódicos publican las declara­

ciones de Buffet, representante del du­que de Orleans en París, el cual afirma que no ha conspirado ni con Deroulede ni con ningún jefe del ejército. A pe­sar de esto, los periódicos aseguran que los papeles que le han sido cogidos prueban de un modo irrefutable la exis­tencia del complot, y que contienen es­pecialmente un proyecto de organiza­ción del régimen monárquico, listas de funcionarios y una carta pidiendo que se sondee al general X... para saber si está dispuesto á marchar.

El firmante de esta curta deberá dar explicaciones de su contenido al juez Fabre.

E l periódico Le Bappel, dice que sa trata de un general en activo servicio y futuro ministro de la Guerra, cuya entrada en el ministerio habría hecho estallar el complot.

El diario Ls Fígaro no cree qne se pnede probar la existencia del complot, pero añade qne el Tribnnal, sin embar­go, está persuadido de haber hecho

abortar una conjuración de las más se­rias.

Havasm

C u e s t i ó n d@ confianza París 28.

E n la sesión del Senado, el ministro de Justicia, Mr. Lebret, sostiene el pro­yecto de inhibición, y dice que los de­bates del Tribunal de Casación serán públicos y contradictorios.

El jefe del ministerio, Mr. Dnpuy, plantea la cuestión de confianza y dice que el proyecto tiende únicamente al deseo de llevar la tranquilidad á los ánimos. Todo llegará á debido conoci­miento del público.

El Senado decide, por 155 votos con­tra 125, pasar a l a discusión del articu­lado.

Mañana seguirá este debate. —Fabra,

CRTSTS CONSEJO DE MINiSTfleS

Bsperando á S a g a s t a Cuando ayer tarde, después de lle­

gar al Congreso la noticia del resulta­do obtenido en la votación del Senado, estaba ijronunciando su discurso el se­ñor Eomero Eobledo, esperábase que llegara el presidente del Consejo de mi­nistros para contestar á este discurso.

Y el presidente uo llegaba. A medida que avanzaba el discurso

aumentaban las impaciencias, esperan­do al jefe del Gobierno.

— ¿Qué pasa —se preguntaban las gentes en el salón y en los pasillos— que después de haber terminado la vo­tación en el Senado, y después de ha­berse levantado la sesión, no viene de aquella Cámara el presidente del Con­sejo, que había de contestar al Sr. Eo­mero Robledo?

Terminó éste su discurso sin que lle­gara el Sr. Sagasta.

El ministro de la Gobernación, que se hallaba con el de Marina en el banco azul, se dirigió á la presidencia pregun­tando:

—¿Qué hacemos? El Sr. Vega Armijo contestó: —Habiendo pasado las horas, entien­

do que procede no contestar. X se levantó la sesión. Los ministros se dirigieron á su des­

pacho, para esperar órdenes. N o se hicieron esperar. E l jefe del Gobierno había encargado

que fueran todos los ministros al Sejí-a-do para celebrar Consejo.

Esta orden, relacionada con la «lu­cha del voto», á que se refería con én­fasis un ministro pocos días hace, fué vivamente comentada.

Después de lo ocurrido, y con la ines­perada ausencia del presidente, para nadie había duda.

E l Gobierno estaba en crisis.

Comienza el Con@@jo Los ministros se trasladaron al Se­

nado, y acto seguido comenzó el Con­sejo.

Erau las siete y media de la noche. E l jefe del Gobierno manifestó á sus

compañeros, en primer lugar, los moti­vos que había tenido para no ir á con­testar en el Congreso al Sr. Romero Robledo, como era su propósito.

Expuso su opinión, con la que se mostraron conformes todos los minis­tros.

Dijo el Sr. Sagasta que, á su juicio, después dol resultado obtenido en lá votación del Senado, no podía ir un jefe de Gobierno á pronunciar un dis­curso en el Congreso, en un debate co­mo el iniciado ayer por el Sr. Romero Eobledo.

En su consecuencia, resolvió perma­necer en el Senado, citando á sus com­pañeros para celebrar Consejo, por en­tender que había llegado el momento de adoptar importantes resoluciones.

Ztoa m in i s t ros Seguidamente el Sr. Sagasta mani­

festó á sus compañeros que los había convocado, en primer lugar, para que todos ellos expusieran, clara y leal-mente, su opinión.

Y respondiendo á la invitación del presidente, todos los ministros fueron exponiendo su parecer acerca de la si­tuación de las cosas.

Se hizo constar que no había diver­gencia alguna de opiniones, como se había supuesto, acerca de la proposi­ción del Sr. Eomero Eobledo, con la cual todos estaban conformes.

Y se expresó la creencia unánime de qne el Gobierno, siquiera hubiera ma­terialmente ganado una votación, ha­bía sufrido una indudable derrota mo­ral.

De acuerdo todos los ministros en esta apreciación, lo estuvieron asimis­mo al manifestar al presidente que es­taban á su disposición en absoluto, y que en él depositaban las dimisiones de sus respectivos departamentos.

Soluc iono» Oído el parecer de todos los minis­

tros, expuso el jefe del Gobierno que la de sus compañeros era su misma opi­nión, y que, x>or entenderlo así, había creído prudente no ir al Congreso para pronunciar un discurso, considerándo­se jefe de un Gobierno parlamentaria­mente derrotado.

Era preciso, por consiguiente, bus­car una solución que oon urgencia se imponía.

Ko se trataba, según espnso el pre­

sidente, de una votación ganada con dificultad en las postrimerías de un

Eeríodo parlamentario, y cuando no an de librarse nuevas batallas, sino de

una votación & la que habrían de seguir otras, en las cuales el Gobierno corría el peligro de ser, no moval, sino mate­rialmente derrotado.

En su virtud, deducíase que el Go­bierno, con las actuales Cortes, no po­día seguir al frente de los destinos pú-blicos.|

Porque no es posible gobernar sin mayorías.

¿Qué camino podía emprenderse en tal situación?

Entre las soluciones se indicaba la de la disolución de la mitad de la par te electiva del Senado,

Bien pronto sé desechó, porque, aun cuando con este procedimiento se lo­grara la mayoría del Senado, quedaba el pleito pendiente en el Congreso; don­de, coín tener el Gobierno, á su juicio, algunos votos más que las oposiciones, no cuenta en absoluto con una mayoría que pudiera asegurarle el triunfo en cualquier votación.

No había, pues, solución viable para continuar, viviendo en el Parlamento.

Todos los ministros creyeron, por consiguiente, que era forzoso plantear resueltamente á la reina el pleito en­tre el Gobierno y las Cortes.

A P a l a c i o En su virtud, se acordó qne el presi­

dente del Consejo vaya hoy á Palacio, para plantear á la reina la cuestión de confianza.

El presidente expondrá las manifes­taciones hechas en el Consejo de ano­che, expresando la imposibilidad de que el partido liberal siga gobernando con las Cortes actuales.

Y llevará á la reina las dimisiones del Gobierno.

Tal fué el acuerdo del Consejo de mi­nistros.

Comontarios.—X^a razón de la cr is i s

Apenas circuló entre los grupos for­mados en los pasillos del Congreso la noticia de que el Gobierno se reunía en el Senado para celebrar Consejo, se su­puso por todo el mundo que había de plantearse la crisis.

Los diputados de oposición, más que al efecto causado en el ánimo del Go­bierno por la votación de la alta Cá­mara, afirmaban que era la determi­nante de la crisis el desacuerdo entre los ministros, sobre si aceptaba ó no el Gobierno la proposición del Sr. Eome­ro Robledo.

S© dijo que. eran los Sres. Puigoerver y duque de Almodóvar los qué nega­ban su voto á la proposición, y cuando los amigos más caracterizados de aque­llos dos ministros lo negaron de la ma­nera más absoluta, entonces atribuye­ron la disidencia al Sr. Groizard.

Pero pronto se pusieron las cosas en claro.

El Gobierno tenía acordado por una­nimidad votar la proposición del señor Eomero Eobledo.

Las oposiciones lo sabían, porque así lo manifestó terminantemente el señor Puigcerver, cuando al comenzar la se­sión se acercó al banco azul el señor marqués de Ibarra para preguntárselo.

La crisis la determina la actitud del Senado.

Después de la votación de ayer, las minorías acordaron acentuar su oposi­ción al proyecto de bilí, apelando has­ta el obstruccionismo para que no pros­perara.

A l efecto, presentarían innumera­bles enmiendas.

El ministerio no podía dudar, por tanto, que le era materialmente impo­sible gobernar con una Cámara en esa actitud, pues cada votación había de ser un nuevo conflicto.

Xio QLue dice S a g a s t a El Sr. Sagasta, al informar hoy á la

reina de la verdadera situación de las cosas, acabará su informe planteando la cuestión de confianza.

Claro que el presidente del Consejo ha de hacer un minucioso estudio de la situación de cada una de las agrupacio­nes parlamentarias y de las garantías de estabilidad que ofrecen para consti­tuir Gobierno.

La base de cualquiera solución ha de ser el decreto disolviendo las actuales Cortes.

Los que más motivos tienen para co­nocer el pensamiento del Sr. Sagasta, le creen resuelto á sostener que el par­tido liberal q ue acaudilla es el más ca­pacitado para continuar en las funcio­nes de Gobierno, robustecido con ele­mentos que ha de llevar á su lado el general deslinde entre demócratas y conservadores.

Dicen también los que deben saberlo, los que de seguro lo saben, que el pre­sidente del Gabinete dimisionario juz­ga que, en los actuales momentos, se necesita un Gobierno que (rápidamen­te, isin perder días, acuda al Cuerpo electoral, para que en Abril puedan re­unirse las nuevas Cortes y acometan la solución de los problemas que están & resolver.

Y también esto juzga el Sr. Sagas­ta que quien mejor jiuede hacerlo ea el partidlo liberal.

L a U n i ó n conservadora Los conservadores del Sr. Silvela'

que se consideran herederos de la si­tuación liberal, estuvieron anoche po­co explícitos.

No esperan que el Sr. Sagasta obten­ga el decreto de disolución.

Dicen que ellos también pueden ha­

cer unas elecciones generales en poco tiempo.

Pero en sus conversaciones no esta­ban más explícitos.

£J1 santo sepulcro Los conservadores del santo sepulcro

decían que ellos nO obedecen otras ór­denes que las del duque de Tetuán, que nada tiene puesto en las aspiraciones de los silvelistas de llegar al poder.

A dos de los más caracterizados de esa agrupación les olmos decir:

«—Con la misma independencia que hemos procedido hasta ahora, procede­remos al encontrarnos oon un gobierno conservador.»

E l dia de h o y El día de hoy será de extraordinaria

animación política; pero la solución de la crisis habrá de conocerse muy pronto. d '..

Si la reina se decide por las consul­tas, presúmese que las hará en número reducido, en términos que mañana que­de resuelta la formación de nuevo mi­nisterio.

2To habrá s e s i o n e s Inmediatamente después de terminar

el Sr. Sagasta su entrevista con la rei­na, dirigirá á los presidentes de las Cá­maras la comunicación de costumbre, para que no celebren sesión por causa del planteamiento de la crisis.

DIOS SOBRE TODO Cuando ciertos personajes políticos,

de quienes nuestros vecinos los fran­ceses dirían qu'ils ont l'oreilledu Falais, se expresan en tono sibilítico, puede asegurarse que hay nueve probabilida­des contra una de que la crisis está al caer.

La política tiene, como el teatro, sus escenarios, y tiene también sus basti­dores, con las intrigas que se desarro­llan entre los actores que toman par te en la función.

Del mismo modo, el espectáculo que ofrece alguna novedad para el público, está de antemano tan preparado y «tan visto» por los que en él hacen los pri­meros papeles, que la actitud de los es­pectadores, harto pasiva de ordinario, es el único elemento que puede llevar nuevas sensaciones al ánimo de los có­micos.

Discutía anteayer en el Senado el ge­neral Martínez Campos con el conde de las Almenas, el cual suponía que la vida de estas Cortes sería muy breve, y el general, complicando á la Provi­dencia en obra tanihumana y por consi­guiente tan poco divina como la dura­ción de los Parlamentos, ihuyendo por igual de la afirmación concreta que de la negativa i 'otunda, exclamó, como quien está sin embargo, en el secreto, aunque no lo quiere revelar:—¡Dios sobre todo!

Por lo mismo que la exclamación en­t re católicos de tanta y de tan buena fó como los señores senadores holgaba de todo punto, que harto saben ellos que no se mueve la hoja en el árbol, ni se aprueba un sólo proyecto de carre­tera sin la voluntad del Señor, ocurrió-senos, desde luego, que aquella invoca­ción anunciaba algo.

Y, en efecto, á las veinticuatro horas mal contadas^ después do una votación que salió un poquito desigual, pues que la desigualdad sólo ooasistió en dos votos de diferencia á favor de los que dijeron no contra los que dijeron si, el Gobierno del Sr. Sagasta se declaró en crisis.

¿Cómo se resolverá la crisis? Dios sobre todo. ¡Cualquiera resuelve la duda! No nos aparemos, sin embargo, de­

masiado. Puede que á estas horas esto ya resuelta, y que, estudiados los pape-íes por las partes principales, solo se trate de descorrer ía cortina sobre el liltimo cuadro y ofrecernos el desen­lace.

Al fin y al cabo, el fínico encanto del espectáculo es ese: la duda que aviva un poco la curiosidad y mantiene des­pierta la expectación en el público.

Lo demás, ¿qué más dá?

ENFERMEDAD DEL PAPA (POH TELÉOEAFO)

Boma 28. Su Santidad León X I I I se encuen­

tra ligeramente indispuesto. Con este motivo se han aplazado las

audiencias señaladas para hoy. Boma 28.

León X I I I se ha visto obligado á guardar cama.

Tiene dolor de costado y fiebre ele­vada.

El Dr. Happoni ha recomendado al enfermo absoluto reposo.

Boma 28. Durante el día de hoy, Su Santidad

ha sufrido un sincope de prolongada duración 5' que ha alarmado profunda­mente á cuantos han tenido noticia de este accidente.—i'aftra.

UNA SEÑORA AHOGADA (POB TELÉQIBAFO)

Alicante 27 (9 30 n.). Al practicarse hoy la autopsia de doña

María Cuentea, cuyo cadáver — según dije telegráficamente á E L LIBEBAL — apareció ayer notando en las aguas del contramue­lle, se ha hallado entre las ropas da la in-tortunada señora una oarta dirigida al Juez, explicándolos móviles qua la indnoían & atentar contra sa viá&.--Orozco.

Li f OTACIi DE AIE Fué el realizado ayer en el Senadc

un acto tan solemnísimo, que tuvo pen« diente durante una hora la atención df toda la Cámara, repleta de senadores y diputados, y con las tribunas totalmen te ocupadas por numeroso público.

En el momento de comenzar la vota< ción, formábanse en columna cerradt» todas las oposiciones, agrupábase la ma» yoría y en el banco del Gobierno ha­llábanse los señores presidente del Con< sejo y los ministros de Estado, Graoií y .fusticia. Guerra y Fomento.

Algunos de los senadores que se ha^ Han enfermos, concurrieron ayer al Se­nado para tomar parte en la votaoión<

El Sr. Montero Eíos, que según ha indicado, no había presidido la Jsesión durante el debate sobre el proj-octo da ley de cesión del Archipiélago filipino. por motivos de delicadeza, ocupó su si< tial en loa momentos en que la vota­ción comenzaba.

Cerca del estrado presidencial agol­pábanse gran número de diputados.

A medida que la votación avanzaba, acrecían los rumores de la Cámara, re­velando el interés de la batalla que sf libraba entre las oposiciones y la ma< yoría.

El Sr. Sagasta seguía coa interés v i vísimo, revelado en su semblante, ef curso de la votación.

Cuando se levantó el Sr. Torre Vi-> Uanueva, que fué el primero de los se­nadores gamacistas que emitió su voto en pro del voto particular, grandes ru­mores se oyeron en toda la Cámara.

Tras del Sr. Torre Villanueva vota-ron también en contra del proyecto dej Gobierno todos los gamacistas de la Cámara, incluyendo entre éstos á los Sres. Cemboraín España y Oobián.

El Sr. Navarro Rodrigo dio también su voto en pro del voto particular, con­trario, por lo tanto, alijroyecto del Go­bierno.

Uno de los primeros senadores que votaron en contra del voto particular íuó el Sr. León y Castillo.

Cuando los señores marqués de Mon-troig, Tuñón^ marqués de Velilla de Ebro y Danvila, presidente del Conse­jo de Estado, emitieron sus votos en pro del voto particular, la mayoría los acogió con grandes rumores.

El mayordomo de Palacio, señor du­que de Sotomoyor, votó con la mayo­ría, segán costumbre en casos análo­gos.

Oon las oposiciones votaron los gene­rales Martínez Campos, Primo de l í i -v w a y Calleja, y los generales Blanco, Weyler y Pando se abstuvieron de vo­tar.

También se abstuvieron los señores conde de las Almenas, Bayo y Luque.

E l S r . D. Gabriel Rodríguez, de signi­ficación republicana, no obstante ha­ber renunciado el cargo, votó con la mayoría. En cambio, votó contra el Go­bierno el Sr. Menóndez Pelayo, que no es senador por haber aceptado la direc­ción de la Biblioteca.

JJn incidente curioso: Hubo un momento en que los rumo­

res de la Cámara impedían oír la voz del secretario, señor vizconde de los Asilos, que pregonaba los nombres de los votantes; la confusión de nombres se acentuaba y nadie había oído los dp tres ó cuatro senadores.

De pronto dice un secretario: ¡El Sr. López! ¡Sr. López! (Silencio.) M conde de Esteban tollantes: ¿Ese se­

ñor es el mismo López de antes ó ea otro López? {Grandes risas.)

Voces: El mismo; el mismo. Eí señor conde de Esteban CoUnifes:

Hay que proceder con cuidado, señores. (Eísas.)

Este incidente, que revelaba el inte­rés que despertaba la lucha, ocurría en los momentos en que se aproximaba el desenlace.

Por fin la votación terminó. Un señor secretario: ¿Falta algún se­

ñor senador por votar? ¿Falta algún señor senador por votar?...

En ese momento los Sres. Fernando González y Ortíz de Pinedo, que se ha­llaban cerca de la mesa presidenoialí exclaman:

Fernando González: No. Ortíz de Pinedo: No. En la Cámara se oyeron prolongados

rumores, se cerró la votación y comen­zó inmediatamente el escrutinio.

A medida q u e el secretario señor marqués de Reinosa leía la lista de loa senadores que habían dicho no, crecía la curiosidad de la Cámara, aumentaba el interés del acto...

Señores que han dicho no, 121. El Sr. PIMENTEL: Pido la palabra.

El señor PRESIDENTE: La tiene su señoría.

El Sr. PIMENTEL: H e oído que se ha incluido mi nombre entre los sena­dores que han dicho no, y yo he votado en pro del voto particular. (Bumores en las oposiciones-,)

Se rectifica el error y el secretario exclama de nuevo:

—Señores que han dicho no: 1 8 0 . (Bumorf.s.)

Inmediatamente otro secretario, el se­ñor Eubianes, lee la lista de los sena­dores que han votado en pro del voto particular.

Si grande había sido la expectación ante la lectura de la lista anterior, ma­yor ei'a—naturalmente—la que produ­cía á la Cámara la que ^consignaba el sufragio de las oposiciones.

La ansiedad era inmensa. Él secretario exclama:

Page 2: CRTSTS - Interweb.metro.inter.edu/facultad/esthumanisticos...las conciencias por igual: la católica, como la protestante, como la raciona lista y como la atea; que todas merecen la

' —Señorea que liaü diclio *í, 118 . \Qranaes § prmofígaáos rumore».)- •

Toda la Oámra fija san miriwas ea, <#, presidente Sel Consejo de ministros.

Este continaába njo ea sa asiento, iS0mo si la derrota moral le abramase.

Desfilaron ios senadores formáronse en los pasillos y en el salón d© confe­rencias coriüloB varios, para comentar la votación, y pooo después ae reunía el Senado en secciones, en las cuales no hubo lacha, porque la lucha ya «había sido».

Media hora después se reanudaba la sesión y se daba cuenta del resultado de las secciones.

Estas habían designado para formar la Ootnisión que ha de dar dictamen acerca de la proposición del general Martínez Campos, á los Sres. López Pa­rra, Lastres, Fernando González, Me-rela, Sánchez Toca, Conde y Luque y lorre V^illanueva.

Cuando loa senadores abaldonaban el palacio de doña María de Molina, parecía que en las naves de los pasi­llos repetía el eco de las conversacio­nes sobre la gran batalla estas pala­bras:

—¡La derrota del (Jobierno! ¡La de­rrota...!

CONGRESO SESiÓN DEL DÍA 28 DE FEBREñO La expeotaciÓB creciente del debate iwU-

tico, aumentada con el atractivo de que Romero Bobledo, el h&hil parlamentarista, iba á usar de la palabra, ilevó ayer 4 la Cá­mara una numerosa conoarreuoia que se amontonaba en las tribunas.

Abrióse la sesión & las tres, y se empezó por dar cuenta de una oomnnicaoión del flobierno maniíestando qne, aegúa informaa oficiales, los diputados puertorriqueños De-..

§ataa y Méndez Cardona están ejeroien-o oargoa de oonfiaoza cerca, del gobierno

norteainericano. _ Leída lacomunicaaión, el presidenta annn- •

ció que ios citados individuos dejaban de pertenecer k la Cámara eapaflola, (Mutf bien,

Apoyáronse varias proposiciones, Mitre ellas una del flseñor marqués de Viilavioio-ea pidiendo la libertad do eleooión de tex­tos para los alamoos de loe centros do-oentes.

El loyen diputado, que ayer bacía su de­bu t en !a Cámara, enumero, con tanta mo­destia como desenvoltnra los inoonvanien-t i a ele que pueda cada catedrático ex ig i rá Bul Siicipuioa el estudio do una obra deter­minada.

El joven orador fué oído con agrado y tuvo en au pintoresco disourso detalles tan celebrados y originales como el de exhibir ál lOongreao, convenientemente atados con uüa correa, los cinco gruesos tomos del se­ñor Sánchez Román, qno constituyen el t ^ t o de la aiiignatara de Derecho civil en la Ilniveraidad Central.

iYa ve i s - decía—esto apenas tiene faer-5»B t a ra llevarlo nn Iwjmbra, cuanto más para aprenderlo!

Después so auaeitó nn ligero debate en­tre los' sefiores ministros de la Goberna­ción, conde de Romanónos y marqués de Lettíti, á oonsecwenoia de nn» intertefaoión

ttie este último dirigió al ministro, acerca al recnrsK) interpuesto por la Aeooia^ón

de prOt)ietario% alzándose> eonti» e) nuevo arbitrio de laa^édalas áe exprepiaciones.

"próposioión ño Remero Hobledo

L e í d a Ta proposición q u e ya conocen nuéáílros lectores, leva otóse á apoyarla el sxmiíiistro conservador.

Quisiera molaater—dijo—el menos tiem­po posible á 1» CAjoaara; poro he de hablar con tanto más motivo cuanto que, antea de ser leída mí proposioión en esa tribuna, ya ha sido previamente impugnada. por el se­ñor Gamazo.

Combate la opinión da los Sres. Silvela y Glamaüo, contrarias al Farfamentari^mo, ha-siendo nea britlantislnaia detensa de la pa­labra, don diviitó), el máa paríwsto medio de íxpresion que sirve para ilustrar á la opi­nión pábüeía y f «ara llegar al ioodo do ías conoiencias y encaminarlas al deber y al derecho.

Defiende el sistema legislativo, afirmando que las Cámaras son el cerebro de la nación, la esencia de! régimen y la dígnifieaoión de ¡03 Gobiernos.

Fondera el siiaaoio en que ae eavuelw el &:. Gama-íco y l a s vagoedades del Sr. Silve­la, tachándolos de más funestos y peligro­sos qae los debates, y dice que es más ga­llardo luchar palmo á palmo contra todas las opiniones que desacreditar los sistemas y hw hombres por medio do subterfugios.

Dice que no viene á combatir al Gobier­no {Bwnorss). Vengo & oamplir nn deber; el de pedir explicaeioaos á todos y darlas tan ottdíiplidaa eamo se me exiian de mi pa­sado, de mi presente y hasta de mis aspira­ciones para el porvenir, aunque ya lo haré yo oslo último, espontáneamente, de forma ine no ofrezca lugar á dudas.

E l Sr. Salmerim, amigo mío, modesto ó impersona', achacaba la oulpa de todo lo oourt^do al régimea, y elSr. Bilveía, á q uien yo no puedo Uamar mi enemiao, más per-'Bonaly mepos modesto, nos dsoía que sa

g' artido jaoiás había tenido más fuerza?, asta el pauto de que, s i fracasaba, no les

quedaba á las instituciones más que la no­che, la sole ia l y el desamparo; par eso, ante t a s siniestroB augurios, debamos reunimos todos los que oomuigaemos en las mismas ideas."

QpiTiB. que las Cortes habían terminado isa misióa; qmQ el Gobierno al ra^ñoarse al Tratado, y que si a lgaaa miaión debían te­ner aotoalmeate, erA la de ver sí los diver­sos grupos en que están aubdivididos los partidos, lomiamo pueden reunir sus es­fuerzos en pro de nuevos Ideales.

Por eso—dice—yo soy do opinión de qne debe entrarse en debates retrospectivos, auB cuando ya nada tengo que perdar, pues tai partidario de la guerra y enemigo da la «utosomia jr de !a paz, y me cabe el consae-k>, vista laoatáatroie, de que ta l vez padie-rau ser acertadas mis opiniones.

Hace notar la conformidad de criterio que hay entre los Sres. Salmerón y Si vela en contra del régimen, sin más ditereuoia que el uno lo oondena en sa manifestación monárquica y el otro en su manileataoióa pariarasntaria.

Recuerda cómo el Sr. Silvela al tomar la ief^ura del partido decía4 sus amigos que babiia una ortsia más lionda gae la da l«s partidos; la del Par lamenta

Pero coinciden en más—dice—ambos ise escanda izan de los hombrea qae ban invo-«kdo oi íotwés de laa ínétituoioaes antes qaed i de la patria.

Bín embarga ea «i diaoairsoáal Sr.8a)me-rÓB j ^ TÍ alaii tqae «igpi¿«ab» oonaoi!d(ia.é inteligencia ta t ra :1QB « l » a ^ t o s lUteralta, y en eaa coaobcála 4Mas> y o l u ^ i r a r liíis pa­labras; mienlí^d glié la aótltnd de !a n^no-rla conservadora y el dfsóntso del Sr .S i l -

vela Bonaban a guerra, c íyos proyectiles i![9 il)an dirigidos at GoUerno, priaeipal-mente, sino á lo q ne es obr^ de todes los n»)-M t ^ i o o s y los republijsános. "

Dice que no la aepáraa del Sr. SlveTa onestiones personales,, sino de convenci­mientos, habiendo sidoí por uno da e«09 fe­nómenos de los partidlos cerrados pasible qno los Sres. Silvela y Pidal vivieran oon-migo como el Sr. Gamazo ha vivido con los liberales: lo cual demuestra el diverso cri­terio con que desde un mismo campo se pueden apreciar loa problemas políticos.

Así se ex'jjlioa que al morir el Sr. Cáno­vas, el Sr. Silvela alentara á los liberales, mientras yo loa combatía. Y el Sr. Silvela, qne tiene tanto amor al fomento de las ma-niíestaciones esDÍrituaIes,áttO siente remor­dimientos y escalofríos eu 1» oonoienoia al pensar que ha impolado a l Gobierno á la guerra y le ha amparado con sa silencio?

Examina las diversas manitestaoiones he­chas en público tor el Sr. hilvela sobro la autonomía y sobre la guerra, para sacar la coiisecnenola do qué sobre ninguna tuvo criterio determinado.

Dice quael fracaso da las reformas no lo ocasionó ni la extensión de estas, ni el tiem­po en que se implantaron, sino otras causas máaaltas; el amor á la iudependeaeia de los indígenas y la codicia de los Estados Uni-dos.Re8peoto á lá disolución da las Cortes, manifiesta que están en pro de ella las nece­sidades do la patria, laaáeí Estado y el voto unánime de la opinión, y en contra sólo el voto del Sr. Gamazo.

Bien 63 várdad-^dioe—que luego después demostraré que al Sr. Gatnazo prestaría ua gran servicio á lajeación aüándoae, franca­mente, con el Srt Silvela, porque ambos po-,neu el sello religioso á su política, Ihasta el punto de que ej primero, en sus manifesta­ciones como jeie de grupo, habla de la bsu-diaióa de Su Santidad, y el 'segundo de las enseñanzas del Vaticano; ambos trusnaa contra el parlamentarismo, son partidarios de la consagración de la masa nsntra,aman-tes de la libre crítioa, y no han tenido, sin embargo, en sus discursos ni una sola pa­labra para regenerar el régimen.

Hay en ellos muoh«s analogías, sólo que ©I Sr. GamazO tiene todavía mfea odio al Gobierno actual que el Sr. Silvela, hasta el punto de que su programa sólo se reduce á daoir qaa era un buésped molesto, y optó por marcharse.

No es hombre el Sr. Gamazo que» en nom­bre del odio personal, pueda olreeor espe­ranzas at país, porque Solo atiende á sus intereses, qaier«. la-continsacióa de laa Cortes porque t ieneen elias mayoría v apro­vecha las encrucijaias, como acaba de apro­vechar esta misma tarda ea el Senado la urna para poner en peligro la vida minis­terial.

El Sr. Gamazo condena las inteligencias y las cjnoordias en ¡:,ro da las ideas libera­les, y no tiene valor safioiento para conte­sar «as tendencias ultramontanas.

Pero ea fin, me parece que á an resenti­miento perdOnal le he dedicado demasiado tiempo. {Aplausos'.)

Refiriéndose á la Unión conservadora dice, que hasta anteayer no ha salido de labios ds su jete las palabras de liberal con­servador., sino de partido conservador espa­ñol á seeas, j le pregunta que á título de qué programa evoca este nombre, dedican­do oon tal motivo frases de elosio á !a polí­tica del Sr. Cánovas, y á la oondücta y ires-tigio de loa llamados vulgarmente Caballe­ros del Santo Sepulcro, negando que el se­ñor Silvela tenga Iss fuerzas que pregona.

Pregunta al Sr. Silvela si le vá á contes­tar á las preguntas qne lo haga respecto á su programa.

El Sr. SILVELA: ^ . ¿Ea que tiene poderes áe so. ooallgado? ¿Fué oapon*&aeft ó impuesta la invoea-

oióa de las enseñanzas de! Vatieano? Por-qae si aquí, como ha dicho el Sr. Silvela, no hay problema religioso gue resolver, ¿áqué vieno hablar de eso?

Probablemente habrá cedido á las mismas infíaenoias que ©1 Sr. Gamazo.

El Sr. Silvela os homÍ)re elooaente, es há­bil político, á quien no puede serle indiío-ren ta l a atmósfera en que vive, aunque esté sugestionado por la pasión que le domina, y sabe que en el Parlamento no puado de­cirse á bandera descubierta lo que le exige el pacto, y por oso se ha valido de la fórmu­la de decir q ue es defensor de la libertad de la conciencia católica.

¿Y per qué no da la protestante y de la racionalista y do todas? iAplamos.\

Esa 63 precisamente la ro ítioa do tole-laneüaíiao iaapir» al Pontifica cuyo nom­bre evocáis.

Pero ¿qué sacerdotes sois vosotros, qué

f oderos tenéis para hablar en nombre de lOÓa X i r i , quien sQguramentecondena q ue

le toméis por protex-to para agitar las aguas tranquilas?

Auaqtte no queráis, los heolios os dan un caráoter que os imposibilita, moral y mato-rialmente, para ocupar el poder.

Yo bien sé—dice—que el Sr. Silvela no lleva tales teorías en el fondo del alma, que ha probado á abdicar de esa ooniuncióa, q ue ha dioho que se trata de un vatioanismo provÍ8ÍOTia!;por eso ha hecho todos esos jue­gos malabares al defiairenprograma.y com­prendo qjifi renegase, anteayer, de la retó.-rio», pues d e b ^ estar hastiado de la que ha gastado para enmascarar sus oompromisos.

En cuanto al regionalismo, el Sr. Sil ve'a lo define como doaosntralización, y si tiene en el Diccionario esta palabra, ¿por qué usó la otra? Pues porqaeel regionalismo, como el ultramontanismo, le fueron impuestos en el pacto, y sá no, no hay más que ver lo que se eutienda por regionalismo «n el epistola­rio del general Polavieja.

Dice jue es convertir las provincias en virreinatos y destruir la unidad del ejérci­to español, establociendo las antiguas mili­cias, y que ¡Urece mantii-a gue un general sea el aióstéX de talas doctrinas.

El Sr. Sih'oJa—exclama- vende suprimo-genitura por an plato de lentajas. \

Demuestra oómo el general le impuso pa­ra prestarle su ayuda, que aceptase todo su programa, sin atiedar por eso obligado á in­gresar en las ñiaa del partido. Lo único que no discutía era el puesto, sin duda, porque pensaba el general qae, donde él estuviese, estaría la presidencia.

Afirma q ue no se puede pedir e! poder para un partido que tiene dos jefes, dos pro­gramas y dos tendencias, ana de las oualea amenaza á la otra.

Dice que el Sr. Gamazo os un resenti­miento personal, y el Sr. Silvela una incóg­nita.

En párrafos brillantoa reoomieada la ne­cesidad de la concentración liberal oontra 1» ultramontana, Que empieza por Silvela y Gamazo, pasa por los elementos disidentes de El Siglo Futuro y ¡quién saba si sale fue­ra ¿6 España!

Haoa su historia de liberal de abolengo y dioe qae vnelvs a l panto de partida.

Pero no os repiegaéis para hacerme hue­co—exclama dirigiéadoBe á la mayoría— porque no me voy con vosotros.

Para todo lo que sea reconcentración ea pro do laa libertados me tendréis á vues­tro lado como para jeu^ceader la obra re^e-noradora.

TertetiBá eosalzaa^o las excelencias del p o ^ r ftt^slatlTO y SeSioando etftaSiastás írases «ll^réáH» y rues^ al Qobiomo que -apruebe la propo«(á6ii.

Se entra e¿ el *ra«K^«l tKSj airtrttébünao

! E S I ^ 31-X^aS3#l .AIL¿ varios proyectos de carreteras y se levantaj ^ la smon.

SENADO Una hora antes de gue comenzase la se­

sión, había ayer tarde en ta alta Cámara la concarrencia de los dios solemnes, como ae dice aS el argot político.

En el salón de Conferencias y en los pasi­llos del palacio de doña. María de Molina formábanse innumerables corrillos; habla­ban «en secreto» los jefes de las oposicio­nes; entraban y salían en el despacha del Sr. Montero Ríos, senadores designados oon el calificativo de forasteros; se corrían ór­denes ó instrucciones de un lado á otro co­mo en los preparativos para una gran bata­lla, y todo era en aquella casa animación y ruido...

Sonaron las campanillas y los timbres y los senadores entran atropelladamente en el salón de sesiones.

Ocupa la presidencia el señor duque de Veragua, y en ol banco azul toman asiento los ministros de Gracia y Justicia, de la Guerra y da Fomento.

Las tribunas «están llenas», y el espoo-táoulo prometa ser emocionante.

Se aprueba el acta de la sesión anterior, y al señor general Calleja hace constar su voto ea pro de la proposición del general Martínez Campos; excita el Sr. López y hó-pez al Gobierno para que se ocupe de la re­patriación da los españolas que se hallan en Filipinas; le contesta favorablemente el mi­nistro de Fomento; se ocupa el Sr. Fabió del destino qne ha de concederse á los fun­cionarios de la Administración de jaaticia en Ultramar; le dice el Sr. Groizard que ,

Íiresentará un pro:yecto de ley unificando 09 esoalafonasde la carrera iudíciai, y, por

último, el marqués de Aguilar de Gampóo se adhiere al voto de la mayoría en la vota­ción nominal recaída sobre la proposición del general Martínez Campos.

Sa leen inmediatamente dos enmiendas del Sr. Boach, al proyecto do lev sobre re- ' glamentaoión de los médicos titulares de los Muniolpiaa.

X«a cesióu d® F i l i p inas Se eptra inmediatamente en la orden de!

día y se pone á discusión el dictamen y vo­to particular relativos al proyecto de ley deoiarando comprendido el Arohipiékigo fi­lipino en ¡a autorización concedida por la ley de 16 de Septiembre de 1898.

Ea este momento la expeotaoión de la Cal­mara es gran rie.

El presidente del Consejo y el ministro de Estado entran en el salón de sesiones y ocupan sus asientos en al banco azal.

El Sr. SÁNCHEZ DE TOCA apoya el vota particular al dictamen da la Comi-sñón.

Su disourso, algo diíuao, se reduce á come batir el proyecto por innecesario ó inútil.

Censura al Gobierno por los artificios 4 que apela para ocultar algx) recóndito; di­oe que por los poderes amplísimos conce­didos á nuestro pleaipoteBoiario en París, le parece una temeridal discutir ahora lo que hay que aceptar de todos modos; gae la taoultad concedida ai plenipoteneiario por ei Gobierno, sa fareoa 4 aquella otra que el favorito de Carlos IV, Godoy, recabar.a para negociar con Napoleón; que el partido con­servador no discutió antes estas cosas, por­que nos hallábamos «nlrente del enemigo; •que el ejército, laios de ser materia prooe-sable, ea una víctima dalos errores del Go­bierno, y que, per ú timo, todos los que aprobasen ei voto particular serán los que guieran deparar ías resfjonsabilidades sin iniquidad, y la liquidaeión del estado de guerra y de todo lo desordenado y desgra-olado, que ea la yerdaéara oausa da nues­t ras desdiohas, sin que los conservadores se hagan solidarios de lo que ha producido ca­tástrofes semejantes. {Aprobación en la mi­noría conservadora.)

El Sr. Martínez del Campo presidente de la Comisión diotaminadora del proyecto do ley, contesta al Sr. Sánchez de Toca.

"(La expectación de la Cámara crece por momentos). • Combata el Sr. Martínez del Campo, en un notable disourso, el voto particaiar, di­ciendo, en primar término, que ni el Go­bierno, ni la mayoría de la Comisión, ni el partido liberal, se oponen á que se deparen las responsabilidades.

Manifiesta después, que una cuestión na­cional como la que so debata no deba some­terse á miras estrechas de partido; que si ahora el enemigo no está entrante, no se han canjeado las rectificaciones de la paz; que si eK^Si-. Sánehaz Toca no tiene datos como afirma para juzgar acerca de las res­ponsabilidades, mal puede hablar de rea-ponsabi'idales vagas; que el Sr. Sánohe« Tocaba deolarade que no se puede hablar ahora de la guerra y de la paz, y, sin em­bargo, ha hablado de tolo; qae ia cesión de Filipinas ha sido una condición del Tratado de paz; qae la Consti-toci^Jn determina qne el re? necesita estar autorizado por una ley pai 'aoeler territorLoa; que cuando se votó la ley de 1(> do Septiembre de 1898, los oou-sarvadores, al aprobarla, reconocieron que ae dejaba en libertad á la regia prerrogati­va, y que ahora se hace oo.i la cesión de Fi­lipinas lo qae sa ha hecho con la entrega de Cuba y la cesión da Pnarto Rioo.

Terminó dioiendo que los hombres leales á la monarquía no darían su voto contrario al de la mayoría de la Comisión; que la ma­yoría de la Comisión defendía interesas co­munes á los monárquicos, la patria y el rey, y que esperaba que fuese desechado el voto partiou'ar para que no sa dijese que las mo­narquías viven vida honrada aoJamente con los partidos liberales. {Muestras de aproba­ción en la mayoría.)

El ministro de Estado contesta al señor Sánchez Toca, extrañándose de q ae el sana­dor de la minoría conservadora haya visto en el proyecto del Gobierno ?un caso de florentinismo y que haya juzgado los actos del Gobierno coa datos que no están en ol Libro Rojo.

El presidente de la Comisión de la p a z -añade—recomendaba efieaoíai mamante la discreción, y yo respondía que tro; ezába-mos con las dificultades nacionales, pues no es España el país de la disoreoión, á qa3 se opone la prensa oon su alan notineril.

El Sr. ESTEBAN O O L L A I N T E S : Pido la palabra.

El ministro de ESTADO: No so alarma el Sr. Esteban Collantea.

El Sr. ESTEBAN OOLLANTES: No me alarmo; es que como este asunto se ha de discutir ampliamente, me propongo demos­t rar más ^alelante que la prensa, oon ser mala, es do lo mejorcito que nos queda en este país.

El ministro prosigoe su discurso, dicien­do que es doctrina universalmente recono­cida que la plenipotencia por piona que sea no enajena las facultades del principe; que la plenipotencia concedida para el Tratado de paz oon los Estados Unidos, es iJónt lcaá las Qae se coacsdieron ouando se negoció el Tratadocoa Alemania y la paz con Marrue-oow.

El voto q ae pide el Gabi«^o no es un ve­to d» ooiR^aza, «a haimpUaoión de lo qne ya le habéis otorgado.

S«atifioan los SresbMartíaezdelGaiapo y Sánchez de Tooa, y ouftndo ésto se extiendo

tn con»ideraoiotnos¿ la C&wara da mafti ras 9 gran Itn^^tKn».

IBS m aBggBEKgsjsgB^EaBSMftiMiiuaiMaaaaafcaga»^^

Grandes voces: ¡A vottirT |ái votar! un señor secretario: ¿3» toma en oonsideJ

faoiónj^ voto particulari' Tartas senadores: Qag sea nominal, qOfll

lea noqiin&l. Inmediatamente se pnMede á la votacióii

t-de cayos detallos hablMaof en otro lugar dé esto número—y heclw» el esorutiaio sa lee el resultado.

Senadores qué diieron NO, 120. Senadores que 4iÍeroa sí, 118. Gran impresión.

U N ACTA Reunidos los Sres. D. Enrique Ambel y

D. Juan Montilla, en representación da don Adolfo Suáraz de Figaeroa, y los señores D. Antonio García Aiix y vizconde de Irueste, en represeutación del üseñor mar­qués de Valdeiglesiag:

Los Sres, I rues tay AUx tnanifiestan qne el señor marqués de Valdeiglesías se con­sidera ofendido por las paiabras «Miento descaradamente», qua aparecen en nn ar­ticulo de M Nacional.

Examinados detenidamente el concepto y los antecedentes de la polémica sostenida por ambos perióiioos, declararon los repre­sentantes.de ambas partes:

1.° Qae el Sr. Saárez de Figueroa no ha tenido propósito ni intención de otender ni injariar al señor marqués de Vsrtdeiglesias, pues de haberlo tenido, lo hubiera hecho de un modo diraoto.

2." Que en la dicha polémica, sostenida por ambos periódicos, nadie ha tenido el propósito de inferir agravios ni ofensa f er-sonal,

3.'' Que en vista de estas manifeatacio-nes, la representación del Sr. Suárez de Pi-guoroa no tiene inconveniente en susti taír '• la3 írases «Miente dosoaradamante», por la de «No está en lo cierto La Época.-»

Así lo deo'aran y firman en Madrid á 28 deFebrerode 1899.-^Juan Montilla.—Viz­conde de I raeste .~Enriqne Ambel.—Aufco-nio García A lix.

INDÜSTRimiLLAM iifiLáCiOMs mmim miMm

DEENRiaüE BALB8NTÍN Los trabajos de los olivicultores aadala-

cas para mejorar la elaboración de los acei­tas, las excitaciones que han llegado de tcíe-ra y que han partido de la prensa española, pidiendo el perfeccionamiento do los méto­dos extractivos, para oonsegair mejores ca­lidades en los pro luctos y mayores ramu-neraeiones en sos precios, han eoinoidido ffiite año con la aparición de un invento íe-licíáimo, que ha llenado de ontasiasmo k loa olivareros; las instalaciones aceiteras económicas da D. Enrique Balbontln.

Verdaderaojente qua !a situación de los olivioaltores en pequeño, que constituyan la graíi mayoría de los an lalaces, era des­airada y triste. Enterados de la manera de Oílaborar buenos aesitee^ convencidos de la necesidad de moler la aceituna recién des­prendida del árbol, sin entrojarla, encon­trábanse sin mo'ino propio doad6_ realizar el nuevo sistema extractivo, sin dinero pa­ra adquirirlo. Así que, no obstante todas sus excelentes disposiciones para el progre­so, ni podían llegar á obtener aceitas supe­riores^ a i los grandes precios á ellos corres­pondientes. Se resignaban, pues, á continuar tributarios de los daeaos délos molinos,á se­guir pagando ia maquila,4 perder el orajo, á moler dentro del turno, después de machos días da troja, y á recibir, por fin, aceite ma­lo. Mas he aquí que hace mea y medióse presentan en a! meroado las maquinas de Balbontin, y sa resuelve este problema del olivioultor en pequeña escala, que parecía inaoluble.

Enrique Balbontin es uno de los indus­triales jóvenes de más mérito y de mis por­venir (te Sevilla. Al frente, desda qae tenía pocos años, da la f izndicióa da hierro que lo dejó su padre en la plaza de San Juan de la Palma, oonsigaió mantenerla, á pesar de au inexperiencia y de las asechanzas de cuan­tos le rodeaban, y últimamente ha csnstruí-do un magnífica edificio para su industria en nn lugar amplio de la ronda, en la callo Soles, junto á la estación de Córdoba, don­de se ha desenvuelto su negocio oon asom­brosa rapidez. A pesar da que en la fandl-ción se laude diariamente y todas las tar­des se llenan los talleres da moldes, Bal­bontin no puede dar abasto á la euorma da-manda qae se la presenta y ha teñid > ya necesidad de comprar los terrenos colin­dantes para ensanchar sa fábrica.

Comprendió rápidamente Balbontin, al interesarse por el importantísimo problema de la elaboración del aceite, q ue no sa resol­verla creando grandes fábricas para la mo­lienda, al estilo da las harineras, como ha sostenido hace poco eu El Imparcial el au­tor de una revista agrícola), sin oomproadsr tal escritor que esas grandes instaiacionee iban á estar paralizadas durante el vemno, y q se en ellas no se podría moler la aceitu­na, limitando cuanto se necasita el tiempo que debe eHtstt el fruto fuera del árbol; oomr-prendió Balbontin que el problema que preoisaba resolver era el del pequeño olivi­cultor, que no tenía mo ino ni dinero para adquirirle, y conociendo ya esa necesidad da su marcado, se dedicó oon alan á satista-csrla. El ingeniero industrial, D. Femando Madariaga, un joven que tiene mucho ta­lento y que trabaja con una ié y un entu­siasmo qne pasman, se dedicó al estudio del nuevo ai arato. Balbontin y Madariasa, lle­vando juntas la diracoióa da la ioduatria. Son más que dos socios dos hermanos; la nueva máquina, una vez ideada por Mada­riaga, la disoQtieron, la oombinaron, la mo­dificaron, hasta qae ol aparato quedó on su forma definitiva y se solicitó la patente de su invenoión.

De las tres instalaciones aceiteras que fa­brica el Sr. Balbontin, la más económica es casi un iagttete, qua puede ser movida oon el esfuerzo de un niño. Y, sin embargo, esta máquina, como las otras dos, ejecuta la mo­lienda tan perfectamente coíno el mejor mo­lino á vapor y coa más rapidez, y las tres ofrooea las grandísimas veatajas, por su seaoillez, da neoesltar poco terreno para instalarse, de no requerir obras de albañi-lería y otros gastos, y de sor fácilmente transportables, aun por fuera de las carrete­ras. Las instalaciones completas se oompe-nen de molíaos trituradores, praaaa y cal­dera, y muelen 36 tauegas diarias la prime­ra, 60 la segunda y 90 ta tercera. Estas dos nltimas, movidas por ma acata con caba­llería, cuestan 3.475 y 4.800 pesetas, respec­tivamente. Pero la máquina primara, qua tr i tura diariamente 36 fanegas deoÚvas, solamenta vale l.l>00 pesetas, movida 4 ma­no, y 1.675 oon movimiento de malacate y oaoaliBría.

E l maqailero qne da i moler, porqne no tiene molino, 1.500 ó 1.800 fanegas, paga en ana eoaocha ooa el prado de i» mttqáila, qua as da dos ó tras raalea^ ^ n ^ ; a , al valer de la instalación númerA l ; s e qaed* eonel óralo, obtiene %aoa. aoeita y se anoaeitra oon ana taá^ninaf^ra afeotaar la,in^iao4a de las óosechas suoéáivks. Así se co(a|>rends aue •» CftSft 4e BalbpRj,lnj»o Matan manoa psfa fti/brtóáwr tairfó' wíbUiíO ootoo se le d«-

manáa, y el que varios modestísimos olivi­cultores fCrmea sociedad para adq uirir, en­tre todos, ana instalación.

Todos les oUvareros de Sevilla han desfi¿ lado por ía fundición de Balbontin, para ver íuDciijBar sas máquinas, y todoS le han felicitado i or su éxito y por sa acierto. Una do las instalaciones se hará mover por un carnero amaestrado en el concurso agríco-lar dé Sevilla y otra la llevará Balbontía á la Exposición Universal de París . En ambos certámenes tendrá qua ser premiado este nuevo aparato, que tan grandes beneficios v a á proporcionar á la agrioaltara y al co merolo de España.

EL AÑO PROFANO

CoolieroqnB sedirigiera al paseo de la Moa-o.oa.

Al l l ^ a r el oarrvmje al paseo de Arena­ros, esq uioaiá la calle de la Prinoeaa, el ca­ballero que oflücaba dioho vehículo se dis­paró an tiro en la sien derecha.

En estado agónico fué llevado á la Casa de socorro del distrito de Palacio, en donde los médicos de guardia reconocieren que el caballero en cuestión había dejado de exis­t ir .

El juzgaao de instrucción de guardia re­conoció las ropas del interfecto, encontran­do en un bolsillo una carta dirigida al juez y otra á D. Antonio Perpén, amigo íntimdl del suicida.

Las cartas se hallan firmadas por A. Ua-nart .

Este, de setenta y tantos años de edad, atentó contra su vida por padecer una gra« ve enfermedad crónica.

Al Sr. Perpén le encarga sa amigo del cuidafo de una hija saya. ..'

BOLSA DE MADRID COTIZACIÓN OFICIAL COMPARADA

Nació en París el 1." de Marzo de 1804.-^ Murió en Oénova et 16 de Febrero dé 1860,

Loa que miden oi arto por el tamaño de las obras ó lo estiman por el procedimiento, no considerarán digno de ser puesto al ni­vel de pintores afamados por sos liáazos á un dibujante que logró admirar al público, á la crítica y á los misoios pintores,?por sas «láoiinaa llfcográfioas». Y, sin embargo, Dio­nisio Augusto María Rattet e s m a y m e r e -eadoT de hoaor tan distinguido, y no ha fal­tado crítico Qxceiente que, ea au género, haya paesto en pajangóa aae dibujos con los cuadros daau maestro, el célebre pintor da liatallas, barón da Gros, y ana coa los del oelabérrituo Horacio Voraet. ^ L a vida da Raffet ao só ó prueba el poder de su taleato grandísimo, auxiliado por una laboriosidad perseveraate, siao la fuerza de una voluntad firme, puesta al servicio de una vocacióa siacsra. Ocho años contaba apenas cuando su padre, antigno soldado de la República y entonces cartero, fué asosi-aado una aoona por un malhoohor, que le despojó de cuanto llevaba. Rattet y sO ma­dre quedaron en la miseria; pero ésta, an­siosa de dar educación á so hijo, logró ta-aerlo ea un colegio á costa de trabajos y de privaciones. Un pintor amigo del maestro vio algunas figuras «garrapateadas» por al aiño, y descubrieado ea él extraña apti tud }:>ara ei dibajo, so eacargó de darle algunas leccioaes.

La situacióa da la familia era cada día más aagastiosa, y para ayudar á su madre, Raffet eatró da apreadiz en el taller de un tornero, donde pronto so hizo obrero exce-leata, auaque consagraba al dibajo los es­casos ratos de ooio que tenia. Cuando ya le pareoió q as sus adelantos le permitiaa dar aplioación provechosa á su habilidad, pasó del taller del tornero al de ua pintor ea porcelana, donde sus trabajos no fueroa ma­nos estimados, ai meao3_ brillantes sas pro­gresos, pues no por ello iaterrnmpió la aais-teacia á su Academia de dibujo. En ella le coaoció el pintor Oharlet, que la llevó á su estudio y le p)rotegió, oontribayeado á me­jorar su educacióa artística, y del estudio de Charlet pasó al del baróa de Gros, doa-de confundido eatra los auoieroaos disoípa-La de óate, pasó algún tiempo, acabando de psrísccioaarsa ea el género da dibujos que más le gustaba.^

La publicación de saa primeras coleccio­nes da estampas airvió para sacar su nom­bra de la obscaridad; deapaes no tardó ea popularizarse y en ser unáaimemente cele­brado.

El trabajo de Raífet, primorosíaimo por la ejecución, taaía un gran interés para sa aación: era la historia gráfica de Francia ea la última mitad del siglo xv i i i y en la primera mitad del presente, y sobre todo, era la historia da las más reoieatea glorias militares da sa país. Al mérito de la ejecu­ción y á la imtortaaoia histórica y nacio­nal de sus cuadros, porque eran verdaderos cuadros de admirable eomposioión, se unía la exactitud más precisa en la reproduooióu de ios sitios, de los trajes, de las figaras, y la exposición más verdadera da los sucesos ea la expresióa, ea el ambiaate y ana ea los pormenores más seaoillos.

Para lograrlo, Raftat estudiaba sia des-oaaso, buscando los datos más exactos, las relaciones más verídic»», los intormea más fidadignoa, y ao casaba de viajar, visitaado ios lagares doade se dieron las batallas ó se realizaron los sucesos que luego había de dibujar. Coa ase propósito estuvo en Rusia. ea Bélgica, ea Italia y ea otras naciones, Ea uno de esos viajes se detuvo en Genova, á causa de una dolencia del corazón, que en pocos días puso fin & BU provechosa vida y á su gloriosa carrera.

K l d i s c i p n l o d e s c o n o c i d o A principios de 1830 se oablicó an á bnm

de cuadros militarea, dibujados en litogra­fía por Raffet. Un señor se detuvo ante el escaparate da un vendedor da estampas q ua exponía agüella colección, y lijándose en la lámina que representaba la batalla de Wa­ter loo, preguntó:

—¿Cuánto vale esto? —Un franco. —¡Es hermoso, verdaderamente hermoso!

Y ¿quién es el autor? —Raffet; ua discíriilo del barón de Qros. —Estáis equivocado. Gros no tiene a la -

gún discípulo q ue sa llame así. Insistió el vendedor, persistió el caballe­

ro, y éste se dirigió á au estudio, porque no era otro que el propio barón.

—¿Hay aquí alguno que se llame Raffet? —preguntó al entrar.

De un rincón salió un joven, que tímidsa-mente contestó:' —Sí, señor; yo.

—Y si sabéis hacer esto, agregó el barón, mostrando la estampa que había comprado, ¿áqnó venís aquí y por qué os ocultáis? Sed menos modesto; para pintar batallas sabéis chanto hay qae saber, y esto lo di­go yo.

Desde aq nél día el barón d e Gros no olvi­dó al sombre d e s a antas desconocida dÉs^-palo.

Tollo miOXm

IJN SUICIDIO SVi la oalfe de Genova, esq aína & |a.|>Iaza

die A}(iOAo Marfine?, na caballeco tomó el. ooone «e ptinto númsíro 8lOi eacarganao w

rONDOS PUBLICXJS

* OlO ],nr|>e(no In íer lo» Seria F, de 60.000 ptai nomirial«s,

» E, da 25.000 » » » D, de 12.600 » • » C,d8 B.ÜOO » » > B,de 2,500 • > . A, do 500 » » > 6 y H, de 100 y 200 ,

En diferentes soflas Fineorriente < • • • Ídem próximo . . , . < . . . . .

4 Olp p«r|»el«<» e x t e r i o r Serio F, íe 24,000 pta». nominalaii

1 E, de 12.000 » • > D. de 6.000 » » . » e , d e 4.000 » » > Bída 2.006 » • > A, de 1.000 • » . 6 y H, de 103 y 200

En dlferentesi Baríes Fin corriente. ídem próxiaw »•••

4 oso ninortlznlble Serle E, de 25.000 pta». nominalee.

> D, de 12.500 » » , C, de 5.000 » » > B, de 2.B00 • • > A, de BOO • »

En diferentes series Uendas «leí Tesoro

Í0.007 104,598

Obligaeionei B OlO tmusimiaido efe 30 de Jimio de 1S99

Setie A, da 500 poaetws > B, de B.OOO »

Obligaciones & ÜiO sobro Adaanaa l.SOO.QOO

M. IiMla 10.000 posstaj nominulea. R e a d i » d e DiiriMmnr

Billetes hipe, da Cuba de 1883.. . . Id. hasta lü.OOOpesetas nominales. Billetes liips. de Cuba de 1890..., Id. hasta 10.000 pesetas nominales. Obligaciones deVilipinas 6 0¡0, se­

rie A, ns. 1 á 250 000 y seria B, ns.93.7*9A 1,W.OOO

Id. hasta 10 OCO pesetas nominales. B a n c o s y Socleandea

Cédalas hipa, 6O[0.. . . . . 171.500. Id. id. íOiO 64.000.

Acciones del Banco da España., , , Coi»p.*Arrend.* de Tabacos Sociedad Eléctrica de Chamberí... Cambios sobre e l ex ( r a i c e r o Paris, vista l«ndi«s, vista.

D U

59 35 59 40 69 40 62 30 62 85 62 90 62 30 62 50 59 35 59 05

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LICORORO

DSSPCtlS DB Ca BOZíSa E n el corro, liltimos cambio: 4 por 100 interior, tin de mes, 59,10, pape!.

Para conocimiento de loa interesados, da< betaoa maniíestar qae, según nueíJtrce in< tormos, no dependan da ía Caja do Ultramac la3 demoraa qua se observan en la rasólo^ oión da loa expedientes da alcances, paos dicbo Centro eatá supeditado al iníorme qua de el ios baga el Estado Mayor del ojóroita expedicionario, y, coiao ea nat!3ral,_ por la anómala circanatancia da l a evacimoión, to­dos los servicios de aqaolía administración sufren gran retraso.

So encaentra enfermo, con an inerte ata­que grippal, nuestro lartioular amigo el doctor D. Mariano Herrera, médica de la Gasa de socorro del distrito del Centro,

Le (leaeamoa ua rápido y total restableoí-mionto.

Para comprar ropa blanca, generas da panto, eqaipoaSda novia y canastillas, reco^ mendamos «Los Docka». Puerta del Sol, 15, DESPUÉS DE COMER D H A C O P I T A D E UJSJSEI O A E ü l K E & C." tAíSAJJCS íGuiFUZCOA.j

La Sociedad Amigos de! Progreso cele­brará esta noche, é, las ocho y media, su asamblea general ordinaria, en el local ao-cial, Maldonadaa, 11, segundo.

l i i b r e r i a d e l P r o ü r r c s o A s r r í c o l a Remesa de libros á provincias. Lectura &

domicilio.—SERRANO, 14 Madrid. Anteaver ae verificó la reapertura de la

Fotografía Napoleón, establecida an la raia-saa oaaa que ooupa el teatro de la Comedís

Los talleres soa amplios y completos, 3 soa muy cariosas las especialidades que tia ñapara retratar niños, como también los trabajos en miniatura y las ampliaciones soberbiamente hechas.

El acto resultó mny animado, asisiiando amigos de ia casa, muchos artistas y repra-sentanteade la prensa, que fueron obsequia­dos oon un lunch.

Gran menú para hoy. Oubiarto da 2 ptaa, Aduana, 4. Abns .de^0^0^75 y 100 pts. mesí

Nuevo Mxindo continúa en el número da esta semana la publicación de las extraor­dinarias Aventuras de Rougemont. Oontiena también Nmvo Mundo el retrato, en aolor, da Conchita Segura; una información de El querer de la Pepa: otra del Tribunal Supre­mo da Guerra y_ Marina; Mr. Loubet, eaca-nas de su elección; Cantares baturros, y a r ' tiouloa, poesías y notas artísticas de Ca­ñáis, Tabeada, Casanovas, Jaokson, Va lejo, MenéndeK, Contreras, Euciso, Casañal.Mom-peó<y otros.

Motas úti les Servioio. «S cts. ü . | j l l l f J11/ ñ y n m i p ú

LA MESA DÉ F0RN08 m m k llRl DtA l" U II1ARZ§ M 1399

Cubierto do ^ p@a@1uisi Diner. Cbnsoimiaá Capacine. Fileta de mertuse á la Marguerit*, Piéoe d« beaai & ia Mitanaise. DíBi . ()&nmi»x & la brocbe. Havioots panachéa. tS^Kteafl ré^ottt. Giaco. ^ líeia.«*B» «I ^l^ttlftd«i<gtf»4S^^^|a\

Page 3: CRTSTS - Interweb.metro.inter.edu/facultad/esthumanisticos...las conciencias por igual: la católica, como la protestante, como la raciona lista y como la atea; que todas merecen la

msm « B ftWHinhMittrta aairtüaMBEBSiBa 'Eit: ' x.-x3S3B:rt'js.-3i¿ !e

Br. B. Haiiiie! ViUHZesu

TOGNACJ[MEME2LAiVIOTHB.lHl„t6MIAmiMa

SIEMPRE IHSPIBA CÍSFIAftZA ; Eaperam*» qna todos las qoa toman k

K m n l s i é n §ic»tt s» uairán á 1» d«9i»rii<^ oión dftleélabre Dt. JX Manuel Yaleazuela, qniea ha dieho:

«Me ea de graa satisfaoeión el raaniíestar gueaprueba el aso de l admi i l s i ^ f l i í i eo i t , ¿aoiendo así iuatioi» á tan célebre prepara­d o Es nna gran equivoeación del público <d tomar cualquier re<medio que se !e ofrece para curar sus diversas eatermadaicies ó aceptar igualmente íalaiíioaoiones en lugar de preparaciones modelos que ban sido jaz-gadas íor ol tiempo y por ios médicos en geaenü.

L B E m r a í » i é » S « o * t , ©xeeiente preparado por ta* aoa conceptos, es el QM» ranae l&» coniioiones neco-saiias pura, la cu­ración de aeníer-maiad del empo-breeimie-nto de la sangre. Los tnedicos pres­

c r i b a n con coa-fi»Tiaa e*t9 r e me­dro para la cirra-ción de !a Tisis, Eacrófaía, Á n a -

mia, Raquitismo, Fiebres intermitentes y •n toda íorma de onfermedad demacrante, iMa ea los niños d adultos. Basta ahora no ae ooaooa remedio alguno que sea tan. útil en un número tan extenso de enlermedades, a i niñean otro que haya tenido una aoe,;ta-oión tan unánime y satisfactoria, tanto pa­ra loa módicos como para ios enfermoa.

Hacemos todos los esfuerzos posibles pa­ra conservar la pureza da la Mimulsi{»ii Stcett, y siempre puede diatinguirao la ver­dadera por la especial marca de fábrica que representa un hombre cargando un gran pescado sobre sus hombros, cuya marca se V9 estampada ea el envofl^torio de cada b*ta-1U de nuestra i;iitnl«S4i&^

Toda otra prejMiraoiótt dei aceita da higa-3ff d e bacalao ea Interior.

JEl Dv. 17. Manuel Talenzuela certifica su opinión en las siguientes líneas:

Con verdadera satisfacción y rindiendo tributo á la justiaTa,_ tengo el gusto de mmii-festarle que, en extremo eomplacido de su preparación IBinnlsióu Scot t , no dudo re­comendarla siempre que tengo que usar en mi láctica de un reconstituyente enérgico, pues á más de ser muy bien toíeradct Msta. por los enfermos de estómago más débil, he msto tas mejores resultacfas con su etriminis.tración en los Catarros tuberculosos de los vértices, y

f rincipalmenie en amtellns formasen que, abiendo'iniervemdom Girngia, precisa re-

constituir al enfermo. Sevilla 39 Bnero de 1896.—Djt. M. VAEEKZÜELA.

'.-> Especialista en enfermedades de garganta y boca, Y Médica de Casas do ocaeíOk

' EL TEIPORAL EM iSLICAHTE fFOK TELÉGfRAFO)

Alicante 28 (10 n.). A consecuencia del violentíaiai&Sndeata

que reina, se ha desencadenado en el mar an temporal furiowK • La mayor parto de Jo» barooa despacha­dos en estos últimos dias permanecen en la dársena, esperando á qae abonance el tiempo. \ Entre ellos está el vapor correo Isleño, iaae presta servicio entre este puerto ;? el ae Palma.

Bssiá hae» tres dJaé laalancBsíí pe«o»do-raa na a» atrciv^aa i aatir del poscta.

Después da luchar por aipaeio ffe 7^«ti< cuatroi bar»» eoael llanto,' ha. cotiaíguido añi la r al puerto el vapor CWw de Fatos.

Eli oi!9a}e le arrebató a grana» planchas de oanrhOfdal cargamento que ti'aia.sobre ca-bierta.—Oroá^cA

Alicantíi 28 {10-15 n.). Cuatro marineros italianos, parteaecien-

tes 6, la tripulación del buque fnceudiado fittoria, pr(»6ár»B89 A ir á tierra, en vista de q iie éaa compañero» de 4 bordo carecían de víveres.

EmbaroaroB cera dieho objeto ea nn pe-quefto bote de vela, que zozobró core» de la playa de Babel.

Los náaíragos fueron inmadiatamante so­corridos.—OTORGO.

EL "METEORO,, A FLOTE (POB T E t É G B A I ' O )

Ferrol 28 (9-30 a.). Como indicaba en mi telegrama de

ayer, después de trabajar toda la noche achicando el agua del Meteoro, en la ma­drugada de boy quedó el buctiie á flote y en este momento entra en el arsenal, utilizando sus propia3_ máquinas.

ignórase íoaavia' si el casco tiene ararías. SapÓaese OLUS SÓ1O_ tiene abo-lladmas de poca importancia. Las ave­rías interiores no porjudioan á las con-dicionea del barco. En el arsenal se le hará un reconocimiento más detenido. —El corresvonsal,

J?en'o?28(3-45 t.). Atribuyese la varadura del i eteoro

á que éste traía muy poco carbón en las oarlxmeras, y á ci.ue la consiguiente ialta de lastre hacía subir el centro de ^ a v e d a d del buíjus, variando por oon-secuenoia de ello la posición del me­tacentro.

Al trasladar de sitio la pesad» carga da cañonea j_ granadas que tiae el Afe-tmro, con objeto de proceder á su des­embarque» iaotínóse aq.uót sobre la bain-da de babor. í íál

Como estaban abiertas la? portas ba­jas, el agua ee precipitó por ellas, acen­tuando la inclinación del barco, y po ­niéndole en inminente peligro de irse

á pique. . Los buzos que reconocieron el bu­

que) cerraron iamediatamsnte iaa por­tas; y las operflciiOHe» de achique se hi­cieron con tan buen éxito, qae el Me­teoro recobró, en poco tiempo la posición vertical. , . , ,

E l capitán, del barca marcante mglés queramoLoá a l Metearo, h& dicho que no pidió mayor cantidad por ese ssi-vi-GÍQ) porque ignoraba el verdadero esta­do de peligro en que aquél se hallaba.

Confírmase c|,ue el Meteoro no ha su­frido averías en el casco.

Dejará aquí la carga.^ rellenará las carboneras y saldrá para el Havre doa-tro de unos días.

E l Meteoro tendrá que ser, de toda» maneras, reconocido en un dique ex-tranjei-o.

Esto pone de manifiesto la necesidad de que se ultime el expediente relativo á la construcción de nuevos diques en el Ferrol, cuyas obras han sido ya ad­judicadas por el Estado.—J'í eorres-ponr sal.

toORMidiPOLfriCA C í r c u l o d@ l a I T m ó n M e r c a n t i l

Por acuerdo de la J u n t a directiva se sus­pende por ahora el pajifo de la cuota de en­trada» á partir desde hoy, atendiendo al gran núrtero de petioionea de comerciantes ó industriales qne desean formar parte da esta Sociedad, coa objeta de uairse para la defenei da sius intereses.

Tíambióa la Jun ta direativa tiene estu­diadas las bases para la creación de Cáma­ras Sindicales, organizando los gremios en asociacicnes libres voluntarias, enviando sua delegados ai Círculo para establecer la unión y una acción común en todo cuanto aíacto á los interósea (articulares y genéra­le» da cada grauaio.

A este steota irá reuniendo parcialmanta el presidente del Oírcu;o, 8r. Mrnnesa, á los síndicua de los gremius, para dar,es á cono' cer las referidas bases y tratar da estable­cer esta organización ó federación gremial, que ha le dar una graa íuei'za á todas laí geationas que viene practioaucío el ^Círculo Síercanti), ea beneficio del comercio é in­dustrias madrileñas.

P r o c e s a x i a i s n t o d e l S r , D i a s M o -r e u

A y e r t a r d ó s e r eun ió la Comisión que en­t i ende en ai sup l i ca to r io para vrecesar a l 8r . D íaz Moreu, por la respouaab i l idad q u e oomo 'oomaudan ta dal Cristóbal Colón púa» d e c a b e r a piv la des t rnoa ión da la e scua ­d r a d e Cerve ra ,

L a Comisión acordó acceder a l sup l ica to ­r io paria procesar a l Sr. 13íaz Aiorau, t en ien­do en c u e n t a q u e se h a l l a n p rocésa los to­dos 'os üomandi ía tos da d i c h a Gsouadra,

E l re fe r ido d i p u t a d o m a r i n o s e r á , por cons iguien te , procesado.

O t r a i n l o r a a a c i ó a p a r l a i j a e n t a -ria^

E l conde da las A lmenas ha p resen tado á h. a i t a C á m a r a la s i g u i e n t e proposic ión d a ley .

«Ar t í cu lo 1." E l P a r l a m e n t o a b r i r á am­pl ia in lor taac ión acerca de lo ocu r r ido en F i l i p inas , Cuba y P u e r t o I l i co con ocasión de las sublevac iones y g u e r r a s aas tén idaa en es tas coiomas, á fin d a d e p u r a r las r e s ­ponsab i l i dades polít icas, m i l i t a r a s y adin i -n i s t r a t i v a s e a que h a y a n pod ido i n c u r r i r ios g e n e r a es, jefes y oficiales da! e iéroi to y A r m a d » , asi como da loa reapeot ivcs cuer ­pos J u r í d i c o , do A d m i n i s t r a c i ó n y de Sani­d a d la i i i t í i ras .

A r t . lí.** E n es ta información e n t a n d a -ráa - todos los d i p u t a d o s y sanadores q u e ao-t u a l m e a t e per tenecen á amibas- Cámaras ,

, amt exoluaión d e loa síiñores s9aadores ,y d i -putactos que d u r a n t e iaa iosur reoo ionss ha­y a n s ido miu i s t ros d e ¡a corona ó h a y a n par teneoido al ejérei t», á la A r m a d a ó á ouak j a iü r a da los cuarpos Jur l . l ioo , de Ad­m i n i s t r a c i ó n ó d e Sat í idad mi l i t a re s eiec-c iendo cargos en loa e iérc i tos coloniales.

A r t . 3." E s t a Oomisidn e]ercerá sus fun­c ionas d . i r a n t e todo el t i empo necesario i,a-r a deae-mpaüar o u m p l i d a m e u t c su mauds to , auaqiue an tea da d a r por t e n u i n a as-sus ta­rea» fueasn d i sue l t a s Ia3_ aotiiaiea Cor tes ó h u b i a s a n t e r m i n a d o su v ida legal .

A r t , 4.° Se concedan á esta Comisión to­d a s las facul tades necesa r i a s pa ra ex ig i r d e a a r a c i o n e a y da tos á c u a n t a s personas , sociedades y corporaciones iuzgue necesar io i n t e r r o g a r v¡ara el buen deaampefio d e a u cometido.

Arfe 6.° P a r a s u b v e n i r á Jos gas tos qne pneda ocas ionar es ta información, se ab re orédi te i i i . u i t a ' t o con cargo á -oa preausiuea-toa de a m b a s Cámaras , y ai éstos no basta­

ren, el Gobierno faoflitará los Hecaasrios por cuenta da los pHmpaeíttog sensralaa del Estado.

Art. 6.° Ima aegiones que oafóbra esta Co­misión serán públicas.

Art. 7.<* La presidencia earréaponderá & loa actuales presidentes y vicepresidentes de ambas Cámaras, por eVordeiiqueen cada una de dichas ofases detarmina la suerte entre los de igual oategoría,

Art. 8.° Si par caso forttifto ó por dimi­sión cesaran definitívaníanteen sus funcio­nes ambos presidentes, la Comisión elegirá para ejercerlas á nn individno de aa seno.»

X J O S d i p u t a d o s e s p u l s a d o s

Ayer tarde se dio lectura en el Congreso á la siguiente oomanioación de la Presiden­cia del Consejo de Ministros:

«Exorno. Sr.: El ministro de Estado co­munica á esta Presidencia con fechada hoy lo que aigae;

Excrao. Sr,: Da real orden comunicada por el excelantísimo señor ministro da Es­ta io, tengo a, honra da poner ea conoci­miento da V. E. en respuesta á su oomuni-oaoiin del 22 del actual, re a t ivaa l diputa­do á Cortea D. Federico Degetau, que, se­gún [telegrama recibido del delegado del Gobierno de S. M. en PuortoJRioo, dicho so-ñor forma parta del gabinete portorrique­ño, en el que desempeña la secretaría da Fo­mento.

Da orden de S. M. lo trasFalo á V. E. pa­ra su conocimiento y el da ese Cuerpo. Co­legiala lor, y como contestación á la «omu-nioación de V. E. de fecha 22 del accual.

Dios guarde á V. E. mnohoa añoa.—Ms-drid 27 daFebraro de I8d9.—Fráxedes Ma­teo Sagcrsta.

Exorno. Sr. Prasidento del Congraso de loa Diputados.»

Idéntica coMunioación d e ' a Presidencia ea la que participa que el diputado D. i i s -món Méndez Car^lona ocupa la subsecreta­ría de Hacienda de Puerto Ilico.

Los Sras. Degetau y Món,iaz Cardona, fueron ciados de baja como diputados an la sesión do ayer.

P r o p o i s i c i ó n M a r t i n e s C a a a p o s

Para dar ciictaman sobre la proposición del general Martínez C*mto3, fu-eron elegi­dos ayer e«i las aeccionsadei Senado loa se­ñores siguientes:

Ló,ez Parra, Mereio, Torra Villanueva, Sánchez Toca^ Coada y Laqua y Fernanda CTonzález;

INGEHDIO E ( r o n TEX.IJ:G)KAFO)

]EIsi 0l |3real ;e l a f e r i a . — S O ©ace­t a s d e s t r t i i á a s . — M T u c l a a s fa­m i l i a s a r r u i n a d a s .

Zamora 28 (5 t ) , A oso de las tres ha oanaenzad'O á arder

una de las casetas'de madari» quai, con-mo­tivo da las tarias, Milanaa estatíiecídas en ia P.aza Mayor.

Inmediatamentasa propagó_el incendio & las oasatas inaisdiatas, convirtié-ndosa en inmensa hoguera, cayaa-ílamas, imijal-sadag por af fuerte viento qw& reio», azotaban as fachadas da las casas próximbs al lugar del siiiiositro.

El fuego prendió en a!g.,i.n.aa de éstas, dea-arrollándose e.seeuas de indesoriiitibia ho­rror y de contusión es'pantüs», aR-tre-Ip» la­mentos V gritos deaasparaJos da los iaíeli-oea vendedores.

Merced á la presencia da las autoridades, arquitecto mpnioipal, faaaatro da obras, fuerza pública y peraonáa raspatables, pudo

restaUeceraa el orden y aisfaráe é. fttago, qns am0;nazaba oonaomle la plaza»

Miadevebiteoaeefias han quedado des-traídas ea absektto, perdiéndose ooaatOB ebjetos eoateníáti de q(ainaal!a,. bis atería, platería, y otros géneros.

Háoese ascender á algunos miles de ivt-Í03 el valor da las pérdidas sufridas por los vende'lorea.

En este momento sa practioan los traba­jos necesarios para extraer el dinero, alha­jas y demás objetos sepultados entre los es­combros.

Todavía se hallan bam^easdo ea la plaza los últimos reatos dai incendie, para cuya extinoiÓQ-hao preatado eficacísimo oonoarso elcderpode bomberos y gran, número da vecinos pertenecientes á todas las clases»)-oíalas.

Puede deoirso que la población, entera sa halla ahora en la Plaza Mayor, contemplan­do entristecida los etectoa dal terrible si­niestro.

Atprtunadamente, no seha registrado des­gracia personal alguna. — Oííwedo.

MAGO B INTESTINC media caía •*.—AH-e-M?;

E n t r a m o s en el t e rce r mes del añ.o, en cu­y o s d ías se ce lebran fiesta3 i m p o r t a n t e s . H o y ea la dal S a n t o Ange i de la G u a r d a , q u e no nos d e b e t e n a r en es tos t iempos ba­lo au cus tod ia , s egún las ca iamidadaa q u e nos pasan.

Blaüana, cumpleaños años de 8. S. el P a ­p a León X I I I , que nació en Oarp ine to el d í a 2 de Marzo do 1810, E n t r a r á , por ¡o tan­to , en loa ochen ta y n u e v e a ñ o s el venera ­b l e Pont i f ica , o u ? a v i d a p ro iongue Dios mucho t iempo, porque con dif icul tad t e n d r á la Ig les ia catól ica me.j'or P a p a .

E l d ía 7 es San to Tomás de A q u i n o y el 8 San J u a n d e D i o a y pr imor a n i v e r s a r i o da la m u e r t e da líVasoaeio.

E l 14, S a n t a Mat i lde , s an to de m u c h a s señoras m u y d i s t i ngu idas , y el 15 San l l a i -n iundo, fundador , fiesta de so lemnidad en la mayor p a r t e de tos conventos y en un pa­lacio a r i s toc rá t i co de Madr id , q u e ca lebra el san to de aa señora , ia marq.-iaaa de L i ­n a r e s .

E l 19, en domingo cae este a ñ o San .José, fiesta popular en toda JSapaaa y d a regocijo y a l eg r í a en lo» hogares, de l as P e p a s y da ios Pepes .

Ef 24, el V í e r n e a d a .Dotares, y el 25, sá ­bado, la Annnnación de Nuestra Señora.

El 26, Domingo de Raums , y oí 30 y 31 J u e v e s y Vie raea San to .

E n Marzo han pasado m u c h a s cosas. S i '.ie 1795 nos íleo a r ó a, g u e r r a 1» Convención trai icesa; el 10 de 1452 nació a l re.y D . F e r ­n a n d o e. Oatóüco; e l 11 de 1526 ao casó C a r ­los I con I saba . da P o r t u g a l , qua fué m a d r e da F f t i i p a l l ; el 17 d a 4808 íu.á &¡ m o t í a d e Aran juez con t ra Godoy, y el 19 de! missiio a ñ o abdicó Car .os I V en s u hijo F e r a a r i d o , quieacis aüoa después, el 13 de 1814, vino d e Valcnoy á causarüog mucl ias de,íidichag.

Marzo r eg i s t r a t ambién e! motín con t r a Squ i taohe , 176fe)-. La creación de iá G u a r ­dia c i r i ! , 1844. L a bata l la de Slontiel . La t o ­ma d e A i g e o i r a s y otro» sucesos raaiaora-bles.

Los d í a s comienzan d u r a n d o 11 h o r a s y 18 minuto*, y t o r m i a a u t an i eudo 12 horas y 3-7 mina ' tos d e durac ión . A l comenza r e l mea sala el sol á las 6 y 34 miiiufeoa- y sa pOr a s a l a s 5 y 52, y ai conclui r , á las 5 y 4G,.y d u r a h a s t a las 6 y 23 .

!í a sa paada t r aba j a r mucho con ¡a i'uz dal d ía y el 1& t e r m i n a n en los ta ¡eres y en los obradoi'83 la v e l a d a qua cameazaron. e i 4 de Octubre ; por eso sa dice , h a b l a n d e da iaa velas; San F ranc i sco ia t rae , Saa^Joaé se las l l eva

«La qua en Marzo veló, tarda acordó»;.

«(Sianáb Marsüo rentoso, Abril llnvioso»?^ <Qaf8«i en Marz» aa cdáe so vütar pierde 1» treadimiftK *

Veremos lo que nos reserva el Marzoi dff esteaflo. ladndablenientei, grandeíaaooate*' cimientosu ,1

CIRCULO I N D U S T R I A L Loa socios de l Gírenlo da la U n i ó n I n d u s ­

t r i a l c e l eb ra ron a n t e a n o c h e u n b a n q n e t e en honor d e s ú s comi^añeroa los señorea B,u« b io y López, por e l ac i e r to con q .e h a n r e ­p r e s e n t a d o a l m e n c i ó n a l o Cen t ro en la A s a m b l e a d e P r o d u o t o r e s do Zara,^oza.

L a fiesta, q u e sa ce lebró en el e l egan te sa­lón d e actos de l C í rcu lo d a la U n i ó n I n d u s ­t r i a l , fué una fiesta de comfañer ia rao , en la q n e h u b o mucho e n t u s i a s m o y se hab ló eío-o u e n t a m e n t e de los males que E s p a ñ a pa­d e c e y da la neces idad d e ¡a o b r a d e ía r e ­gene rac ión . i¡

So l eye ron c a r t a s de adhes ión a l ac to , d e los señores Costa y Nombela , y p ronunc ia ­ron e n é r g i c o s , d i scu r sos m u y ap l aud idos y celebrados, , los señorea N ú ñ e z Sam|:er, Ló­pez ( D . E d u a r d o ) , P s ñ a , r e p r e s e n t a n t e d a l a i n d u s t r i a de Sevil la; C ot, A m a r é , Va l lo -jo , ñ i e s e o , Ruíz , N a v a r r o y R u b i o .

E n n o m b r e de loa r e p r e s e n t a n t e s de la prenaa qua a s i s t i e ron á la fiesta, d io Iaa grac ias , por las a t enc iones q u e les dispen­saron, las d e m á s comensaJos, n u e a t r o com­pañero Sr. T rompe ta .

OBSEliVíTOSiiQ OE IA[)!!!Í) «Híserví í ic f íosse» 6sie.í(Sírtri9«S4£r2,eí».q á -a l

d í a s a á e F e i l > r ® r « á o fisadí

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fim.» 9 in.«.,

12 d í a . 8 tarcfi 6 tardi> Oiioohe

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- Ttirntúmetra

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2 3 4'8 9'2 9'5 6'1 3'3

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DIRECCIW K OI.ASB. DI

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ENK. KSlí.

Nlí. . SSE .

Bl-isa.lC. Cübt."

!!. fl.?. fí. !te. fíri.?a. Calma Iiletn.

Idom míiiiina Uifei-cinoia

Teinporaluradii.-íxKWaftl Sol,, Adas lueEcaa de la tiorr;!

Idsm id. d-Tníra da nn.i asfera de criaSíni.., IJif.'ramiia -

l'enipar.'ifuí-ffi míljííma 4 «íolo desjoufes ii'ftíí Jnnto A IH tierra vegotal ó laborab i» . .

Ídem miiiiriia, id i}¡í&Ti¡ÚOÍ&. , .

Vieloeidad dol vienta en las Úl(.¡!ii,-.i3 vsiuíi-c'i-^íro !ioi*íi,a^(kííó,¡iiüírtíaj . , . . ,

Oí-ítíliacióri b,-n-Gin-.Hí'joa, id,. (iís.¡ííui&tft)3).,, A!ínr,-i í'l non ro.spoííto A.l.-i iit<;dia ariíi-tl,

áiaariiiiivQí lmr:i.3 ílo !i iiooii.ii.... . .„ Llu-via en la,s iíll.ima3 2í lloras (rjsíií-.-na-

tL-ü3)

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9,9

ifí/> <Í9,'3 31-, 2

22,4 (!,3

n,í

8,7

K l - a s a 3 S^mñivñfi. Cab." Gracia , IT

Cajnas ycolcttones aprecio de fáhi ica. Bola,13

Bj3e»r ÉJ«i ff"«>I'» «Se »;.5ráwe. - i ^ a victo­r i a ó t r iunfo Í8 es te den t í f r ico naoionaí so bre les extraajaroM coüs is ta en a s r el más ecüBÓu.ico, r e u n i r sn t i a r i j r a s vir tudeti cura­t i vas do los «dolores de ¡ni¡a^»H-; preservar i n i á ü b l a . n s n t e los ina es deu ta r ios ; t a n t o qua el cons iua idor dai «Licor de ' P o o d? Orive» no t iüua jamás flamonea, carie.s, n.' mal a l g u n a en la boca, y ser d a im arou.ta ¡ pa lada r exquis i to . E x í j a s e a n lar íFacias </ p a r í u m e r í a s , con a marca de lábr ioa . P o r mayor : M a i i i J , Capel lanes , 1.

KrantJ2, es el maior p r epa rado q u e ex i s t e p a r a c u r a r r a d i c a l i n a n t a j a s atocoioBas dal E S .)S, r-or i n v e t e r a d a s qua sean, empezando notiibio meioría á lii.^ pri;3era.s do;US. Caja, 7 , I, 2, BtmlTíú. í;S.S!i,si!feJa F ! ® r « s , -3, fiSajíieol^üsa.—Pídan.so follotcg.

LOTERÍA NACIONAL híWWA t o m a d a a l ©M* a e l » s a n m e r » » poremlado»

en e l s o r t e o celeM-ado e s MaSr iü e l d i a 3 8 Ae

F e b r e r o <Ie 1S09.

PREMIOS MAYORES HÚMEROS

33.4Á8

23.265

38.004

14.099

35.559

PREMIOS

- lOí.OOO

ao.(Mt 40.000

25wO0O

12.000

POBLACIONES

Nerva.

Baecelonet»

Cartagena.

Madrid.

Toledo.

1.593 == 1.995 = 3.387 --= 3.419 = 3.779 = 8.845=5.160 ==5.i?97

,9.138=8.416=9.604=12,139=12.710=12.720= 13.550=14317

17.531 «=» 19.283-== 20.720= 2'1.722=21.930 = 22.034 = 22.527

,'24.081 = 26.218= 27.019= 28.284 = 28.471 = 29.040 = 29.473

•89.769= 30.907=83.098= 36.351 = 37.930 = 40.095=40.20©

ili233«. 41.628=42.879= 48.700= 45J54 = 45.337 «. 45.694

46.066-46'.225=47.496=49.480=52.810

300 PESETAi

USIOAO

Las 99 aproximaciones doi 300 pesetas señaladas para la centena del premio primero, han correspondido á los náme ros desde el 33.401 al 33.500 ambos inclusive, á excapción dal ¿úmoro 33.448, qua ea e¡l preBiiado can 100.000 pesetas,—Las B9 aproximaciones de 300 pesetas señaladas para la centena 4el premio segundo, han correspondido á los números desde ¿1 23.201 a l 23.300i aaibos inclusive, á excepción del número ^ 3 . 2 6 5 , qne es el premiado con W.OOO pesetas.—Las 99 apro­ximaciones de 300 pesetas señaladas para la centena del pre ,0io tercero, han correspoadido á los números deetde el 38.001 ftl 8&10C^ ambos inolnsive, á excepción del número 38.004 que •s el premiado coa 4OÍO0Í) pesetas.—Las 99 aproximaciones de SOO pesetas señaladas para la centena del premio cuarto, han Borrespondido á los números desde el 14.001 a l 14.100, ambos inclusive,á excepción delnúmero 14,099, que es el premiadocon 26.000pesetas.—Las99 aproximaciones deSOO pesetas señala­das para la centena dai premio qiointo, han correspondido á los números desde el 35.501 al 35.600, á excepción del número 85.559, que ea al premiado con 12.000 pesetas.

Las dos aproximaciones da 2.000 pesetas han oorreapondi-áo & los número» 33.447 y 33.449'.—Las dos .aproximaciionea Se 1.600 peseta» ha» ©orrespondído- á los números 23,264 y 23.266.—Las dos aproximaciones de 1.200 pesetas han corres-poadido á los números ^1103 y 38.0O5í--La9 dos aproximanio-, 63 de l.OOO pesetas bsn correaftooáido & b>s, núaeroa 14.098 >• 14.100.—Las dos aproxÍBía>ciano» ñé 630 pesetasi han oo-rrasiwndíáo & los B á m e r ^ S5,55S y 35.560,

n i siguiente sorteo ae yeri£eará el 10 de M&rzth

Constará de IS.COO.HIIetes, al prewio d» 100 {^setuvel H'

12 47 64 65 80 85

mmk 121 129 183 188 206 216 271 285 291 313 363 378 403 424 487 535 562 669 575 608 611 637 643 664 661 695 792 839 911 928 956

mi

973

Mtt

1.007 1.028 1.062 1.068 1. ].09ñ' 1.174 1.17: 1.185 1.240 1.242 1.251 1.2&9 1.260 1.284 1.332 1.360 1.362 1.382 I.3S6 1.4^ 1.4^ 1.&I5 1.555 1.569' 1.578

1.607 1.639 1.644 1.661 1.723 1.728 1.736 1.765 1.770 1.798 1.799 1.805 1.849 L941 1.044

S mil

2.028 2.117 2.140 2.217 2.218 2.260 2.285

. 2.288 : 2.317

2.351 2.431 a. 520 2.653 2.588 2.622 2.638 2.644 2.652 2.692 2.696

: 2.707 , 2.773

'2.797 2.818 2.839

' 2.847 2.871 2.983

' 2.944 2.969 2.986

, 2.997

3 iñtl

3.068 3.091 3.103 3.137 3.149 3.151 3.155 3.211 3.231 3.2&& 3.267

mm 3.289 3.822 3.332 a434 3.438 3.452 S.482 3.mi

asoof 3 . 5 1 3

3 . 6 0 1 ! 3..6761 a 6 B 8 3.6M 3.726 3.763 a 7 5 6 3.766 3.798 3.80S

&08Í hÜ3Q 6,192 6.196 6.199 5.226 6.244 5.246 6.207 5.285

3,8381 6.306 3.848 3.905 3.941 3.9m 3.984. 3.987

4 mil

4.003 4.020 áMS 4.076 4.086 4.093 4.114 4.138 4.163 4.167 4.179 4.191 4.204 4.208 4.302 4.814 4.348 4.367 4.396 4.418 4.433 4.464 4.466 4.471 4.476 4.490 4.496 4.619 4.670 4.622 4 .628 4.629 4.632 4.650 4.653 4.665 4.670 4.680 4.692 4 7 3 7 4.TC2 47721 4 7 7 6 4 7 7 7 é.8-14 4 8 5 2 4.861 4 8 7 9 4.903 4 9 1 8 4 9 » 1

5mt

&3O0 6.007

3.5781 -ROÍS 3.592f tí.Om

5.542 6.544 6.572 5.67S 6.597 5.60& 6.683 5.738 5.760 5.761 5.768 6.776 6.838 5.893 6.912 5.937 6.953 5.983

6 mil

6.048 6.069 6.116 6.138 6.183 6.247 6.261 6.308 6.314 6.376 6.378 6.402 6.404 6.410 6.423 6.494 &620 6.599 6.636 6.666 6.685 &689 6.691 6.719 6.762 a 7 9 0 6.800. 6.S23 6.851

asss 6 . 8 8 0 6 . 9 0 2 6 . 9 1 7 6 . 9 2 9 6 . 9 6 8

Tmil

7.cm 7.047 7.Q5S H.ÍOi 7.Í%-1

, 7.140 [1MB '7.143

7.15?^ 7.191 7.236 7.256 7.293 7.299 7.439 7.479 7.491 7.509 7.525 7.544 7.559 7 .5ei 7.606 7.617 ism 7.662 7.654 7.816 7.818 7.885 7.887 7.896 X904 7,926 7.988 7,991 7.993

8 mil

8.000 8.084 8.095 8.108 8.140 8J209 8.250 8.299 8.343 8.400 8.483 8.616 a 572 a 5 7 6 8.697 8.626 8.633 8.673 8.691 8.714 8.742 8.773 a 7 8 0 &T93 a 7 9 8 agoi 8.802 8.876 a885 a896 a942 a958

9 mil

9.016 9,069 &129 9.174

. 9.378 aso7 asas

9.510Í 11.762 9.530;il.80<:) 9.543 i 11.817 9.600;11.852 a 6 1 5 11.864

11.S74 J 4 w í ¿ ! l o S 9 >

1 ) J14 14 02á ,1 > 9 a j U O J J I I »3t

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12 mil

1 2 . 0 2 7 1 2 . 1 1 1 1 2 . 2 2 1 1 2 . 2 2 7 1 2 . 2 3 9 1 2 . 2 4 6

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10 mil

10.0-34 10.035 10.04 10.049 10.064112.264 10.091112,368 10.106 12.441 10.206 12.463 10.211 12.-469 10.217 12.612 1.0.225! 12.526 10.265112,539 1 0 . 2 u l l 2 . 5 4 0 10.,301112.545 10..328Í12.560 10.354 12.-556 10.377 12.610 10.386 12.702 lO.Í-81 1.2.703 1 0 4 9 4 l i , 7 7 1 10,518 12.826 10.540112.840 10.645112.871 10.597|12.87.S 10.656112.918 10.763! 12.963 10.787 12.973 lO.SGS! 12.975 1 0 9 3 3 10.943

11 mil

11.023 11.043 11.018 11.055 11.079 11.0S2 H . 1 7 6 11.203 11.222 11.228 11.287 11.449 11.479 11.498 11.519 11.623 11.553 11.557 11.574 11.680 11.607 11.619 11,624 11,661

12.985

13 mil

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9,333 l tCT4 J18'.345 ^.imn.'Wd

1 3 . 0 0 2 1 3 . 0 1 5 1-3.065 1 3 . 1 0 3 1-3.138 1 3 . 1 3 9 1,3.164

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307|4b 1 )F I 3f O < 2)1 48 mil 50mz

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448-41 46,657 4 a 5 8 0 5 0 4 8 0 43 mil 4 4 8 5 3 -46.877 4 a 5 9 4 60.182

44.869 40.709 4 a 6 0 8 60.508 43.030 4 4 8 7 4 40.763 4 a 6 3 4 5-¡.628 43,068 44.899 46.,802 4 a 6 3 6 50.538 43.063 44.929 46.804 4a046160.566 43.087 4 4 9 4 3 40.853 4 a 6 9 6 | & a 5 8 2

449-44 40.875 4 a 7 1 G 6 O 6 0 2 43 .098 ' 44958 46.879 4 a 7 2 4 6 0 6 4 5 43.099144.977 46.930 4 a 7 2 6 5O065 43.1201 40 .966 j éa732 50.678 43.14514.5»í?7l46.987 4 a 7 9 0 6 0 7 1 7 43.163

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46.023 4/'íMiZ 45.028 45.038 47.009 4.5.079 47.069 46.102 47.090 46.1^5 47.099 45.135 47.141

41.902143.870 4S.217147.1&á

4a817 48.868 4a929 4a978

49 mil

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LA VIDA RELIGIOSA S i u t t o s ^ « i ^ o y . — E l Sanio Ángel de la Guarda,

'San Adriano, San Rosendo, Santa Antonina f San­t a Eodoxia .

SAN ROSENDO, OBISPO Y CONFESOR.—Nacido de nna de las m i s ilustres familias de Galicia y Porta-gal, & principios del siglo x, fué obispo de Dnmio y de Gompostela, retirándose desde este último punto a l monasterio de San J u a n de Cabero, edificado por él mJamo, y trocando las vestiduras episcopales por el humilde liábito benedictino.

Siendo más tarde abad de otro convento, erigido también á expensas suyas, y al cual tituló Celanova, rindió su espíritu al Criador en 1." de Marzo del año 977, á los 70 de su edad.

' Fué hombre muy versado en ciencia teológica, y sobresalió por su felicísimo ingenia en las artes li­berales.

Sus heroicas virtudes corrieron parejas con el va­lor que demostró cuando en ausencia del rey D. San­cho congregó un poderoso ejército, rechazando de Galicia á los normandos, que la habían invadido, y reprimiendo á los árabes que t ra taban de hacer irrup­ción en Portugal dentro de sus términos. ' En cierta ocasión volvía á su monasterio Rosendo de un concilio que celebraron loa obispos de su pro­vincia, y deseosos los monjes de complacerle, suspen­dieron la misa conventual en el tiempo debido, con el fin de gue asistiese á ella el santo abad.

Súpolo éste por revelación, y sintiendo en el a lma aquel retraso, porque jamás debían alterar los oficios divinos en las horas canónicas por humanos respe­tos, apenas se postró en tierra, pidiendo al Señor per­dón por el defecto de sus hermanos, envió Dios coros angélicos para que cantasen la misa en el monasterio & BU hora, de lo que, pasmados los monjes, conocie­ron BU yerro, al paso que el grande mérito do su san­to padre.

^ Se gana el Jubileo de Cuarenta Horas en la iglesia

3a JesdS; cTónde por I» i t iai íanali i tbri misa mífot, y por la tarde, preces y reserva.

En San Luis continúa la novena a l Santo Cristo de la Fé, predicando el Sr. Martínez Balsalobra

En el Perpetuo Socorro principia la novena á San José, predicando después del rosario el P . Rodríguez.

En la capilla del Santísimo Cristo de San Ginés, continúan los ejercicios de Cuaresma y será orador el Sr. Uribe.

Én San Marcos siguen las misiones. A las cinco y media se rezará la estación al Santísimo Sacramento y la Corona Dolorosa; después plática doctrinal y á continuación sermón, que predicará un P . de la Com­p a ñ í a de Jesús.

En el Caballero de Gracia fd., predicando D. Ci­priano Nievas.

En Nuestra Señora del Carmen Via Omcis después de la misa de once. V En Santa Bárbara id. á las cuatro y media de la tarde.

En San Jerónimo id., á las cuatro. En San Ginés id., después del rosario. En Santa María id. al anochecer y á continuación

explicación de doctrina. "

REVISTAS CÓMICAS UN VIAJE DEL PRINCIPITO ¿Con que ha estado en Valencia

don Jaime de Borbón, y nuestra policía tan sólo se enteró cuando na diario Inego habló de esa exoarsión?

¿üon que ese prinoitito viaja á su sabor, de un lado para otro

mSL»' 31 .XB3É3£t iLx: ; Ü M Ü ÜMi

por el anelo español, sinqne le diga nadie: «¿Donde vas, picarón?»

¿Con que la policía, que aquí de un modo atroz molesta sin motivo . á uno, cuando no á doa, y suele ver viaionea 8i se habla da un complot, y á un ciudadano honrado lleva á la provención, porque lo ha oonfnndido con cualquier tomador, y prenie á ana señora porque le pareció que era... de las que librea, Lamando la atención, andan, cuando les place, por la Puerta del Sol; con que esa {)olioía, que es del mismo tenor en Cádiz que en Valencia, y aqoí que en el Ferrol, no se enteró de nada y nada descubrió y acaso le vería, sin pizca de temor, pasar por sus narices, mirándole burlón? _ La cosa tiene gracia, no hay que decir que no; pues ya verán ustedes cómo ahora hay pteoanoióa y se vigila mucho con ojo arehi-avizor, y luego cualquier día llevan á ia prisión,

m^mníi creyendo que ea D. Jaimt^

f or el ti^o ó la voz, onalqmer extranjero

de esos que vienen hoy & cantar chansonnettes aquí en el Mttsie Hall. (1)

ENTRE BASTIDORES T e a t r o de l a Comedia

Sociedad de Cuartetos de Madrid.—Coar­ta sesión, que se celebrará mañana jueves, á las cuatro y media en panto de la tarde.

He aquí el programa: PKIMEBA P A R T E

Cuarteto (op. 12) para dos violines, viola y violonoello, Mendelashon.

I. Adagio non troppo. Allegro non tar­dante.—II. Canzonetta. AUegretto.—III. Andante espressivo.—IVi Molto allegro e vivace.

Ejecatado por los Sres. Hierro, Sancho, Francés y y Mireoki.

SEGUNDA P A B T E Sonata (op. 13) para piano y violin, Ed-

vard Qrieg. 1. Lento do'oroso. Allegro vivace.—II.

AUegretto tranquillo.— III. Allegro ani-mato.

Ejecutado por los Srea. Purundarena y Hierro.

(1) Léase Musió Jol.

TEHCBHA P A B T B Qnintftto (op. 114, llamado do <la Traite>)

para piano, violin, viola, violonoello y con­trabajo, Schuberh

I. Aü^ro vivace.—II. Andante.—III. Scherzo. Presto.—IV. Tema con variazioni. Andantino.—V Fináis. Allegro giusto.

Ejecatado por los Sres. Furandarena, Hierro, Francés, Mireoki y Torres.

T e a t r o de P a r i s b En la presente temporada se verificará el

estreno de la opereta en nn acto, de los se­ñores D. Miguel Ofaapí, Asensio Más, y mii-sica del maestro D. Vicente Zurrón, La afrancesada, cuyo reparto es el siguiente:

Octavia, Sra. Ortega.—Juana. Sta. Nava­rro.—María, Srta. González.—El marqués da los Pazos, Sr, Lara.—Ernesto, Sr. Simo-netti.—Perico, Sr. Gamero.—Enrique, señor García Soler.—Un gavil lero, Sr. Marco.

T e a t r o de l a P r i n c e s a Para mañana jueves, tercer día de moda,

anuncia la empresa de este teatro la repre­sentación de la celebrada comedia de Mora-tín, verdadera joya del teatro español, La escuela de los maridos, y el juguete cómico La victoria del general.

Gomo las precedentes fnncionea de moda de este coliseo, la da mañana promete ser brillantísima.

T e a t r o de l a Zarzno la El estreno del saínete lírico en cuatro

cuadros, Los borrachos, anunciado para hoy miércoles, se aplaza hasta el viernes próxi­mo, á causa de no estar aún restablecida

Ü

por completo de BU indisposición la sefiorlT ia Segura. ¿

CASOS - r COS-A.S Un pa'eto recién llegado á Madrid ontr*

en casa da un óptico, y dice: —Denie usted unos lentes para leer. El óptico le presenta todos los número^

y ninguno la sirve. En vista de esto, le dice: —¿Pero saba usted leer? El paleto contesta: —Peroihombre, si yo sapiese leer, ¿para

qué necesitaoa lentes? ***

Un galanteador dice á una señorita muy hermosa:

—Hace usted todaa las conquistas que quiere.

—No, señor—contesta ella—hago todaa las conquistas que... no quiero. Bien sabe Dios que darla todos mis subditos... por en* oontrar nn solo dueño.

**« En un examen de iisica. El profesor ha hecho una pregunta sobrfl

la fermentación, y para facilitar al discíptt< lo la contestación, le dice:

—Vamos á ver, ¿no ha dejado nsted al' guna vez una copa de vino vacía sólo U mitad?

—No, señor catedrático; nunca. ]»AXII¥E¡ (Ver anuncio 4.» plana !.«• ool.^)

Imprenta y estereotipia da £ | i l i b e r a l . Turco, 7 i

ESPECTÁCULOS C S P A Ñ O I . . —(12.» miércoles de

moda) . — El cura de Longue-va l .

P R I N C E S A . —A las 8 l i 2 . — Celosa.—El marido de m a m á .

.f A R I S H . — A las 9.—O. Lucas del Cigarral.

C O J U E n i A . — A las 8 li2. — (Beneficio de D. Ricardo Man­so)—El crimen de la calle de Leganitos.—La cr ia tura .

l í A R A . — ¡ A Jas 8 y 1|2.— La contradanza. — Mi misma c a r a — La seña Francisca. — Segundo acto de la misma.

KABZDE)l.A.—A las 8 y í\2.— Los dineros del sacristán.—Un pleito.—Gigantes y cabezudos. —El querer de la Pepa .

A P O I . O . — A l a s 8 y li2.— La fiesta de San Antón.—Amor engendra desdichas, ó el guapo y el feo y rerduleras honradas . —La revoltosa. — Churro Bra­gas .

B O M E A . — A las 8 y Sii.— Los cencerros y baile, por la pareja de niños Espino-Mín güito. —El muñeco. — Bettina. —La Mari Juana.

C A S I X O M r S I C - H A I . 1 . . — A las 9 l i2.—GrandesnoTedades. Couplets, Chansonetts, Mile. Lydia, Mlle. Rita, Mlle. Livry, Mlle. Audy, Mr. Duchatel, baile español, señoritas Campos, se­ñorita Martínez, bailarina es. pañol», troupe Adams, Panto­mimas cómicodramátioas, cuar­teto El Turia. Éxito, éxito, Mile-BLEUETTE, estrella del Casino de París. Mlle. Dagde. Debu/ de la Sta. Nclla Martini y de Mlle. Raymond y Agar.

h las tres de la tarde, ensayo ge­nera l—Entrada , 1 peseta.

BAI.Oird«ACT1TAi:.II>AI>i;S, Alc» l ( t , 4.—Variedad de esce­nas cómicas en combinación con el fonógrafo Edison. Todos

- los días, de 4 á 7 de la tarde y de 8 á 12 de la noche.

Entrada, 25 cents.—Niños, 10.

P A R Q U E ZOOJLOOICO DEE, R E T I R O . — G r a n colección de fieras.—Exposición diaria, de 6 de la mañana á anochecido.

E l i I S E I N O H

Secretario de la XiSgación de Slspaña e», Tánger

FALI .BCIÓ BH X.A C l t r D A D DB C A D I Z

BLi DÍA 22 DB FBBHUIIO DB 1899 Después de haber reoiMdo los Santos Sacramentos y la bendición de Su Santidad

Jbr^a JLm J f »

Todas las misas que se celebren mañana 2 del corriente en la parroquia da San Martín, Iglesia Pontificia, Hospi­tal del Carmen, Don .luán de Alaroón, Reparadoras, Asilo de Ancianos, Latina, Instituto de ia Sagrada Familia (en Pinto), Góngoras y parroquia de Carabaaohel Alto; el día Sen las Carboneras; el 4en la parroquia da San Sebastián, Santa Iglesia Catedral y Santa María; el 6 en la parroquia da Nuestra Señora del Carmen, iglesias da San Juan de Dios y San Ignacio; el 8 en el Oratorio del Olivar: el 9 en San Luis Gonzaga; el_12 en la iglesia de Monserrat, y el 22 en las parroquias de Santa Cruz y CarabanohelAito, así corno las misas Gregorianas, que empezarán el día 3 en el Altar del Santc Cristo del Desamparo, de la parroquia da San José, á las once y cuarto, serán aplicadas por el eterno descanso de sa alma.

El Exorno. Sr. Ministro de Estado, jefe; su madre, la Excma. Sra. Marquesa do Perinat; sus hermanos, doña María Teresa y D. Luís; sa abuela, la Excma. Sra. D.* Teresa Dórtieós de Terry; tíos, primos y demás parientes,

BUEOAN á sus amigos se sirvan encomendarle á Dios en sus oraciones. Los Excmos. ó limos. Sres. Nuncio de Su Santidad, Arzobispo Obispo da Madrid Alcalá y Obispos da Sión y da

Cádiz, han concedido indulgencias en la íorma de costumbre.

OCTAVO ANIVERSARIO E l . E X O H O . 8 E Í Í O R

ÍNAT Y A

Con JL.A n A X I N E se curan en absoluto el K e n n i a , la O o t a , el mal de P J e a r a , el D i a b e t e s . las afecciones del H i l a d o y de los R í ñ o n e s , en muy poco tiem­po, sin salir da casa, sin dejar BUS quehaceres y con pocos gas-tos.No hay P K V E B A S sin É X I ­T O . Sa rendo en todas las farma­cias. I>EPÓS.»X'OSi Sr. B o n a l , Núñea de Arce, 17 Sr. K o b e r t , Cab.° de Gracia, 23

Para informes, pedidos y pros­pectos, escribir al Sr. D. J . PE-CASTAINÜ, LA V.a, P r í » c l i > e , f 8 . IWndr id . ÚNICO CONCESION-Í.-Bio para España y Portugal.

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CURACIÓN O ALIVIO d e l o s M A I i E S C K - O U Í I C O S I » E I - P E C H O

d e los c a t a r r o s , t o s , b r o n q u i t i s , a s m a j tiista p r o p i e d a d e s d e l t r a t a m i e n t o d e l d o c t o r A I T U E T

Las ri ldoras «antisépticas» siguen siendo el único agente terapéutico verdaderamente racional, científico y eficaz para curar la tisis pulmonar y los catarro.? crónicos de las vías respiratorias. Res­ponden á las indicaciones siguientes: l .^Como «antiséptic&s» estas pildoras impiden el asiento, pro­creación, multiplicación y difusión délos microbios.—2.a Gomo quiera que cuando el enfermo busca el remedio se hal la desnutrido, las .Pi ldoras antisépticas», teniendo en cuenta esta circuns­tancia, no sólo poseen el poder antiséptico que reclama la dolencia, sino que, al propio tiempo, y á, virtud de sus componentes, son reconstituyentes del organismo.—.'!.* Además de ser estas pildoras «antisépticas» y reconstituyentes, acreditan una acción electiva sobre los órganos respiratorios, sobre cuyos elementos y sobre cuyas funciones obran modificando favorablemente las condiciones del pul­món y do las mucosas, é influyendo, por último, sobre la inervación broncopulmonar.—RESUMEN: Las «Pildoras antisépticas», son: ANTISÉPTICAS, porque dificultan la vida de los microbios; RE­CONSTITUYENTES, porque modifican favorablemente la nutrición general; REMEDIO DE AHORRO, porque retardan la desnutrición y no hacen tan necesaria la reparación de substancias; REMEDIO RESPIRATORIO, porque son poderoso auxiliar de la respiración, ya que estimulan la inervación broncopulmonar.-—Las «Pildoras antisépticas», impuestas ya en todo el mundo por sus virtudes ver­daderamente extraordinarias, ca lman la tos, permiten conciliar el sueño, «tan necesario y repara­dor», modifican y disminuyen la expectoración, que do purulenta, blanca, aireada y espumosa se torna; de difícil se hace fácil; despiertan el apetito, tan necesario k todos; evitan el enflaquecimiento y la fiebre; reducen el número de actos respiratorios, y como consecuencia de todo esto, las fuerzas del paciente se levantan; se reanima el espíritu y hacen, en medio de tan halagüeños resultados, menos desfavorable el pronóstico, pues se curan la inmensa mayoría y en sazón directa de la menor extensión é importancia de las lesiones. Están elaboradas por la Sociedad Farmacéutica de Barce­lona. Venta, boticas á 10 pesetas caja. Depósito, G. García, Capellanes, 1, Madrid.

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MR.GAYTTÉ IVICTOMIA, "y, » . °

Sigue enseñando con espe­cialidad el francés hablado.

BSTÓMAQO É I M T B S T i n O S

PERLA ESTOMACAL! ( ^ j A f l o t m i i No contiene c a l m a n t e s ; sus componentes combaten directamente la c a n s a de la enfer-

I medad, y por su acción, los e f e c t o s (dolores y demás molestias), desaparecen á las pocas do-' sis. No hay que usar 1 0 , 1 5 , 3 0 ni 85 e j e m p l a r e s : con dos cajas curan radicalmente los que

padezcan acedías, vómitos, diarreas, dispepsias, gastralgias, catarros crónicos y cuanto revele I malas digestiones. A b r e e l a p e t i t o y n ñ t r e a l d é b i l . Por un real más se remite á todos

puntos. Depósito: M a d r i d , S a c r a m e n t o , 2 , f a r m a c i a , y de venta en las de Arenal, 2, y Trafalgar, ^9 . En A l i c a n t e , Romero; B a r c e l o n a , Andreu; B i l b a o , Rincón; C o r n ñ a , Bes-

J cansa; eadia! . Matute; G u a d a l a l a r a , Viuda de Bartolomé; M a l a g a , Canales; S a l a m a n -i CB, Villar; S a n S e b a s t i á n , Casadevante; S a n t l a g - o , Pereiro; S e v i l l a , Marín; Toledo^ 1 Agustín y Cadenas, 1; T u d e l a , Remacha; V a l e n c i a , Costas; V a l l a d o l l d , Calvo; 'Aavago-

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Q Adoptada por la Armttda , y los Hosplt&les de París.

FALLECIÓ E L D I A 1.° DE MARZO DE 1899 E l . . X- 3P-

Todaa las misas que se celebren hoy 1.° de Marzo en la Santa Iglesia Cátedra', parrcquias de San Andrea, San Luis, San Miilán, San Jasto y Pastor, San Martin, Santa Teresa y Santa Isabel, San Mignel, San Sebastián, San Salvador y San Nicolás, Nuestra Señora del Carmen, San Mar­cos y San Lorenzo y conventos da Religiosas de G-óngoras, Jerónioias de la Concepción, Santa Isabel, Santa María Magdalena y San Plácido, Comendadoras de Santiago, Don Jnan de Alar­oón e iglesias Escuelas Pías de San Antón y San Fernando, Calatravas, San Andrés de loa Fla­mencos, Beato Orozco, Servitaa, Buena Dicha, San Francisco el Grande, San Fermín y Oratorio de Cañizares, por los señores sücerdotea adsoriptos á las mismas, serán aplicadas por el eterno descanso de dicho excelentísimo señor.

bus nietos, nieta y nietos 'políticos, biznietas y biznietos, sobrinos y demás parientes, ruegan a sus amigos le encomienden áDios,

Los Excmos. é limos. Sres. Nuncio de Su Santidad y Arzobispo Obispo de Madrid Alcalá tie­nen concedidos, respectivamente, cien y y cuarenta días de indulgencia á todos los fieles de am­bos sexos por cada misa que oyeren, sagraia comunión que aplicaren ó parte de rosario que re­zaren por ei alma del expresado excelentísimo señor.

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CIONES CIENTÍFICAS Y LITERARIAS

Ha Mecido el áia 28 de Febrero de 1899 A l a s d o c e y m e d i a d e s n t a r d e

Después de reci'bir todos los auxilios espirituales y l a b e n d l o l d i i d e S n S a n t i d a d

Su afligida viuda, la l ima. Sra. D.» Amparo Sola; BUS hijos, Amparito, Cecilia, Florentino y Antonio; hijos políticos, nietos, sobrinos y demás parientes y testamentarios,

SUPLICAN á sus amigos le encomienden á Dios y asistan á la condttcción del cadáver, que se efectuará hoy 1." de Mareo, á las tres de la tarde, desde la casa morttioria, plaza de Alonso Marti' nez, número 7, al cementerio do la Sacrantettial de San Lorenzo; por lo que les quedarán agradecidos.

El duelo se despide en el joementerio Se suplica el coche. No se reparten esquelas.

En medio do la incertidiimbre que hoy embarga á, los tenedores de valores públicos, esta casa ofrece á aquéllos un camino seguro de resistir á todas las contingencias futuras y resistir victoriosa­mente, por medio dé una hábil combinación que permito obtener un 6 0 p o r 1 0 0 a n u a l sobre el ¡ v a l o r e f e c t i v o del papel siá n e c e s i d a d d e v e n d e r l o u l p i l g u o r a r l o . Detalles impresos gratis. Oficinas: Hortaleza, 27, entlo. dcha . De í á 8 de la ta rde .

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causa de enfermedad, los dueños de este establecimiento liquidan todas las existencias á menos de la mitad de precio, como ya lo tienen comprobado en los doce días que llevan liquidando.

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dades del estómago, las digestiones penibles y la insuficiencia de alimentación. Con él se nutre á los Anémicos, los Convalecientes, los Tísicos, loa Ancianos y á toda persona desganada, á la que repugnan los alimentos ó no puede soportarlos.

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