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ISSN-0188-9680

BOLETÍN INFORMATIVO DE LAFACULTAD DE MEDICINA

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ

Vol. 62 Abril - Junio del 2019 Núm. 2

Imagen: Hospital Central 1947. Autor desconocido.

Contenido

Artículos .............................................................................................................. 110Homenaje Póstumo: Dr. Carlos Bárcena Jannet ............................................ 110XIX Congreso Internacional de Medicina ..................................................... 122Ceremonia al Mérito Académico 2017 - 2018 ............................................... 130Baile Blanco y Negro ......................................................................................... 146Historia y Filosofía ...........................................................................................151Observaciones al folleto del siglo XVIII de Eguia y Muro y los abscesos hepáticos amebianos por Carlos Agustín Rodríguez-Paz ..............................151¿Médicos apuñalando el idioma? Dr. Áyax I. Ochoa Romo .........................155Noticias ................................................................................................................ 158In memoriam Dr. Victorino Tenorio Anaya................................................... 165Publicado............................................................................................................. 166Se publicó hace 25 años .................................................................................... 166Se publicó hace 50 años .................................................................................... 166

108 UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ (MÉXICO)

D I R E C T O R I O

M. en Arq. Manuel Fermín Villar RubioRector de la Universidad

Dr. Alejandro Javier Zermeño GuerraDirector de la Facultad de Medicina

Dr. José Miguel Torre López (1919 - 2004)Fundador y Editor Emérito

Boletín Informativo de la Facultad de Medicina. Abril-Junio 2019, V. 62. N. 2. Es una publicación trimestral de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí a través de la Oficina Editorial de la Facultad de Medicina. Venustiano Carranza 2405, Col. Los Filtros, San Luis Potosí, SLP, 78210, México. Editor Responsable: Dr. Alfredo Díaz Martínez. Reserva de derecho de uso exclusivo del título No. 04-2006-092011085700-102. Licitud de Contenido No. 7322. Licitud de título No. 6824, otorgados por el Instituto Nacional de Derechos de Autor y la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilus-tradas de la Secretaría de Gobernación. El Boletín se distribuye a través del Servicio Postal Mexicano según contratación No. IM24-0004 del 16 de febrero del 2012, celebrado con la Administración Postal Regional ubicada en Avenida Universidad 526, Col. Centro, CP 78000. Este ejemplar se terminó de imprimir en los Talleres Gráficos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Avenida Topacio esq. con Bulevar Río Españita, Fracc. Villa Dorada, 78399, San Luis Potosí, SLP, con un tiraje de mil cien ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no reflejan necesariamente la postura de la Facultad de Medicina de la UASLP. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización del dueño de los derechos y/o de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

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Dr. Carlos BárCena Jannet


Homenaje Póstumo: Dr. Carlos BárCena jannet

El pasado día 8 de mayo de 2019 dejó de estar entre nosotros el

Dr. Carlos Bárcena Jannet, profesor y amigo de muchos de los egresados de la Facultad de Medicina de nues-tra universidad. El auditorio de la Facultad de Medicina de la UASLP fue recinto del homenaje póstumo a tan distinguido profesor el pasado 9 de mayo.

El Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad de Medicina, recibió en el recinto de la Facultad a los familiares, amigos y alumnos del Dr. Carlos Bárcena, para ofrecer un reconocimiento póstumo.

Durante la ceremonia el Dr. Alejan-dro Zermeño dio una breve semblanza del Dr. Carlos Bárcena Jannet, donde expresó lo siguiente:

«Nació en San Luis Potosí, realizó sus estudios en el

Instituto Potosino y posteriormente preparatoria y profesional en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

Se graduó en el año 1958, continuó sus estudios en el Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto»; aquí debo de aclarar que en 1957, se instauró por primera vez el internado, siendo el Dr. Carlos Bárcena del grupo de 16 jóvenes pioneros a nivel nacional de esta activi-

Artículos

«La innovación diferencia a un líder de un seguidor»

Steve Jobs

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dad, ahora y desde entonces fundamen-tal para la formación del médico.

Posteriormente continuó sus estu-dios en el Hospital entonces llamado «de Enfermedades de la Nutrición» de la Ciudad de México. En esa misma Ciudad, hizo estudios en el Instituto de Cardiología, referente a enfermedades cardio – renales. En el Hospital Infantil de México realizó estudios en Nefrolo-gía pediátrica.

Fungió como médico adjunto, en el Instituto de Enfermedades de la Nutri-ción a principios del año 1962. Y en ese mismo año recibió la beca de la funda-ción Kellogg por dos años; en donde estuvo realizando estudios en Medi-cina Interna en el Hospital Cornell de Nueva York. Fue en ese tiempo Fellow de investigación y clínica en la Escuela de Medicina de la Universidad de North Western de Chicago, Illinois. Además de estudiar Nefrología y Endo-crinología en Washington, D.C.

Al terminar su preparación se inte-gró, como profesor de Nefrología de la entonces Escuela de Medicina de la UASLP, en 1965, mismo año en que

inició sus actividades en el Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto» como médico adjunto.

Fue jefe de externos, internos y resi-dentes, tanto en el Hospital como en la Facultad.

La pasión por su familia fue siempre su prioridad, e inmediatamente después su ejercicio profesional lo hizo ser pionero de la atención médica privada de alta calidad en el Estado; iniciando al menos dos Instituciones privadas de atención médica de gran prestigio.

Una de ellas, el entonces «Centro Médico del Potosí», fue en su momento, bajo la dirección del Dr. Carlos Bárcena Jannet la Institución privada de salud más importante del centro de la repú-blica mexicana.

El fallecimiento del Dr. Bárcena, deja un pesar en la sociedad médica y sin duda en sus familiares y amigos.

Personas que lo trataron y llegaron a entender su don de gente y su profesio-nalismo. Descanse en paz.

Posteriormente el Dr. Ildefonso Rodríguez Leyva da lectura a la


semblanza escrita por el Dr. Fernando Ávila Lomelí, escrita para el congreso de Radiología efectuado en el auditorio de esta Facultad el pasado 24 de febrero de 2019.

«La gratitud es un refinado producto de la cultura. Lo

aprendimos de Cicerón: «La grati-tud no solo es la más grande de las virtudes, sino que engendra todas las demás».

Carlos Bárcena nació en esta ciudad en 1934; Su padre, don Aurelio, era el prototipo del caballero español: culto, atento, considerado, con el toque de buen gusto que denota una educación esmerada. Quienes lo trataron supieron bien de la tersura en su manera de ser, del interés que mostraba por los demás. Nada de lo humano le era ajeno. Natu-ralmente, con esa generosidad conso-lidó su buen nombre que trascendió en todos sus hijos.

Estudio con los hermanos maristas y ahí adquirió la afición por el atletismo y el gusto por saber más. En esos libros que los colegios publican y contiene la

reseña fotográfica del año escolar y que conocemos como «Memoria», en 1949, aparece en el lugar de honor este alumno que obtuvo el premio a la exce-lencia.

De ahí paso a la Universidad Autó-noma de San Luis Potosí. Entonces nuestra Casa de Estudios, en el mismo edificio albergaba todas las carreras de licenciatura; además la secundaria, el bachillerato y estos últimos con turnos matutino, vespertino y nocturno. Es decir, en el edificio central se concen-traba la juventud estudiosa no solo de la ciudad y el estado; se aceptaban alumnos procedentes de otros estados de la república y del extranjero. En un ambiente así, los estudiantes se expo-nían a la convivencia llana con los demás. En ese ambiente, se daban a notar los alumnos sobresalientes en sus perfiles más positivos y más negativos. Se veía con buenos ojos el maltrato a los igorrotes. Todo alumno que ingresaba a la Universidad era considerado igorrote. Tenían que cortarse el cabello hasta raparse, si no lo hacían, los estudian-tes de años superiores inmovilizaban

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al novato y a mitad del patio lo rapa-ban; luego, en carnaval, los bañaban en aceite quemado hasta parecer esclavos africanos y solo cubiertos por un pañal desfilaban por las calles céntricas de la ciudad. Su función era hacer valla a los carros alegóricos que montaban los estudiantes con agudeza y picardía; ahí se expresaba la opinión de los jóve-nes, ahí se hacía crítica a situaciones y personajes de todos conocidos. Había desde entonces la Federación Universi-taria Potosina. La contienda por ganar la presidencia desencadenaba fuerzas y agresividad desmedida.

Ahí aparece Carlos Bárcena Jannet encabezando una planilla. Su contrin-cante era un alumno de la Facultad de Jurisprudencia: Guillermo Fonseca Álvarez, a quien al paso del tiempo lo encontramos como Gobernador Constitucional del Estado. La rivali-dad era muy fuerte, pero se acentuaba más en los seguidores muy numerosos de ambos candidatos. ¡Y qué decir de los jefes de campaña! Quedaron rivales enconados como en los cementerios: a perpetuidad…

La liza se resolvió a favor de Carlos Bárcena. Presidente de la FUP y algo muy importante: a partir de entonces se consolidó el papel de líder el cual lo ejerce hasta la actualidad. El triunfo de ninguna manera fue fácil; era la lucha de un joven cuyo único capital polí-tico era su carisma personal contra un sistema conformado por personas de mucho oficio político. No llamaba la atención por ingenuo sino por consis-tente. El entramado político contra un joven que lo rodeaban sus condiscípu-los de la Escuela de Medicina. Era un nuevo lenguaje, con propósitos innova-dores; por eso triunfó, porque la inno-vación distingue al líder del seguidor.

Estaba de Rector un hombre formi-dable, el Dr. Manuel Nava Martínez. Actuó siguiendo la voz de sus prin-cipios y valores. Desafió el poder de la sinrazón. Abrió la puerta y salió el cacicazgo. Líder de esas generaciones. Fue el germen de las luchas libertarias que consolidó luego su hermano Salva-dor. Pequeño de estatura con talla de gigante. Volcánico, determinante. Un personaje señero al frente de la Univer-


sidad. Trabaja en corto con el líder de estudiantes. Hemos aprendido que la persona es la suma de las influencias recibidas. El Maestro Nava un mentor generoso que influyó en el perfil de líder que despuntaba. La semilla en buena tierra; lo demás era cuestión de tiempo.

Terminó la carrera de Medicina y fue al Hospital de la Nutrición. Y en esa escuela formadora de médicos con el más elevado perfil profesional, huma-nístico y humanitario, recibió la influen-cia de ese privilegiado claustro docente. Aquel Hospital de la Nutrición, al fondo del Hospital General, vecinos del Infantil y de Cardiología. Todos ellos con enormes carencias de insta-laciones, equipos y recursos financie-ros. Ahí todo faltaba, menos el ímpetu por aprender más para servir mejor. Decir esto importa porque ahí nació la medicina moderna. Ahí se prepararon los médicos que habrían de regresar a sus lugares de origen a impulsar la formación de nuevos y mejores médi-cos. Tan importante era saber hacer medicina como saber ser buen médico.

Así lo aprendimos de Erik Cassel: «El médico pocas veces cura; algunas veces alivia, pero siempre debe consolar». La prioridad era la adecuada atención al enfermo. Este concepto trascendió en la obra de los médicos ahí formados. Fue la época en que los médicos condu-cían el ejercicio de la profesión; ahora el ejercicio de la Medicina se hace por criterios que imponen las empresas de servicios médicos. Lo dice Neruda en su poema XX: «Nosotros los de enton-ces, ya no somos los mismos».

Llegó la década de los 60 y en San Luis había dos instituciones hospitala-rias privadas: La Beneficencia Española, conducida por un consejo de socios y el Sanatorio Díaz Infante, conducida por el jefe de esa familia. Era natural: cada dueño veía la marcha de su hospital desde su óptica…

Para entonces, el Dr. Carlos Bárcena se encontraba como médico residente en Nefrología en Washington. Pues un día decidió convocar a los médicos que se encontraban haciendo cursos de diversas especialidades en hospita-les de los Estados Unidos. Viajaron y

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se reunieron. Se planteó la necesidad de innovar el ejercicio de la profesión en San Luis. Desde entonces esa idea empezó a ser considerada por un redu-cido grupo que aspiraba integrarse como profesor de la Facultad de Medi-cina, donde ahora estamos.

Y llegó el laboratorio renal, la medi-cina nuclear, el de hematología se inició la Inmunología, las endoscopías, nuevos aparatos de radiología, diáli-sis peritoneales y la hemodinámia. Ya no era importante que los enfermos entraran al quirófano lo más pronto posible, sino que fueran operados una vez lograda la estabilidad metabólica y hemodinámica… Los resultados eran deslumbrantes.

La relación de alumnos con los maes-tros jóvenes se hizo accesible, amigable, razonable, respetuosa pero no afectada de solemnidad. Los estudiantes empe-zamos a escuchar una nueva expresión: la Unidad Metabólica. Se trataba de un proyecto para ampliar el Hospital Central, se pretendía edificar una insta-lación moderna y altamente funcional, con todos los adelantos de la tecnología

que permitiera ejercer la medicina de vanguardia. Llegamos a ver los planos arquitectónicos con la mayor audacia en su diseño. Empezó a caminar el plan. Transcurrieron varios años y el proyecto se ajustó para crear un hospi-tal universitario. El diseño avanzaba con viento a favor. Los maestros jóve-nes lo apoyaban sin reserva y estaba claro que el líder de este programa era el Dr. Bárcena Jannet. El ímpetu de los maestros jóvenes, con envidiable entrenamiento, con la audacia de su edad se confrontó con los señores de la «mesa de caoba» (Así se dice en política cuando un grupo de personas mayores, mediante el temor, fomentan el análi-sis para producir parálisis). La estabili-dad por encima de todo. Mejor era no cambiar. Murió el proyecto. Llegó el rumor de la discordia. Callaron al líder. Los estudiantes muy inquietos hicieron muchas preguntas. Todo quedó en el silencio y el aire. La respuesta la encon-traríamos mucho tiempo después en la poesía de Pablo Neruda: «Podrán cortar las flores, pero no detendrán la prima-vera…»


Se reagruparon los ánimos y se deci-dió crear una clínica privada. Se convo-caron empresarios; se sumaron talen-tos, pericias y esfuerzos. Nuevamente el liderazgo del Dr. Bárcena operó y logró consolidar al grupo médico. Los industriales lo sabían: era muy sensible la falta de camas de hospital para satis-facer la demanda cotidiana. Las dos instituciones existentes estaban satura-das. Muy pronto se encontraron coinci-dencias y empezó el trabajo conjunto. Centro Médico del Potosí al occidente de la ciudad. Fue importante construir un hospital moderno; lo ideal era tener una institución confiable. Se estable-cieron tres requisitos de cumplimiento riguroso: el cuerpo médico debería poseer un entrenamiento profesional acreditado; el desempeño profesional debería estar garantizado por un apego irrestricto a la ética y, finalmente, los médicos deberían acceder a trabajar en equipos multidisciplinarios. Estos tres ingredientes son la clave del bien actuar: médicos con la más alta capaci-dad resolutiva, que cuidan el bienestar del paciente y que no aplican actitudes

excluyentes; con eso, el éxito está asegu-rado.

Lo anterior no era fácil. Se logró trabajar con grupos de especialidades afines y se tomaron acuerdos para fijar el monto de los honorarios médicos. Todos los precios por actos médicos quedaron fijados. Se elaboró un tabu-lador y solo quedaba acatarlo. Me tocó vivir esa experiencia, no faltaba quien deseaba implantar cobros exorbitan-tes. La sensatez y el trabajo en grupo fue allanando el camino. El secreto fue hacer pactos honrados entre pares, entre iguales.

El Dr. Bárcena profesó cátedra en el aula, en el campo clínico y en la jefatura de internos y residentes. Ha poseído una gran habilidad para acer-carse a los jóvenes y ganarse su apre-cio. Si alguien no cultiva esa habili-dad, no puede aspirar a ser líder. Sus primeros alumnos de hace 50 años le conceden un trato reverencial: una mezcla de afecto y respeto. Sigue siendo cierto que el que enseña por un día es tu padre por toda la vida. No se dio a querer porque con él disminuyeran las

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cargas de trabajo. No. Por el contra-rio, aumentaron. Cuando él fue jefe de internos nos asignó 12 días de guardia cada quincena. En efecto, la primera semana descansábamos solo los miér-coles por la tarde y la semana siguiente solo era nuestro el fin de semana. Pare-cía lógico: a mayor exposición con los enfermos mejor entrenamiento. Todos aceptamos su programa porque confia-mos en él; entendimos que el hombre es bueno cuando hace mejores a los otros. Por él muchos recién egresados aspi-ramos a ser buenos médicos y mejores personas. Su trato personalizado con cada estudiante permitía una influen-cia inigualable. Educar a un alumno no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía.

Quiero terminar esta semblanza hablando de su fascinación para vivir entre amigos. Lo dije al empezar: Carlos Bárcena tiene muchos amigos; eso es bueno, hay algo mejor: tiene buenos amigos».

Para finalizar la Sra. Raquel Bárcena Jannet, a nombre de la fami-

lia dio lectura a las palabras expresadas, por su hijo Carlos Bárcena Pous, en el Congreso de Radiología en febrero pasado.

«El vínculo que te une a tu verdadera familia

no es el de la sangre, sino el del

respeto y la alegría que tú sientes

por las vidas de ellos y ellos por

la tuya.»

Richard Bach

«Buenas tardes, soy Carlos, hijo del doctor.

Hoy, afortunadamente, he recibido el encargo de hacer llegar a ustedes el mensaje de mi padre que le hubiera gustado hacerlo en forma personal pero lamentablemente con el paso del tiempo el cuerpo va perdiendo facul-tades.

Agradezco este homenaje en tan pres-tigiado acto académico. Mi gratitud a las autoridades universitarias, a los organizadores, compañeros de profe-sión, amigos y familia por acompa-ñarme y confirmar que soy afortunado al coincidir en este tiempo y espacio


con todos ustedes y por haber elegido esta vocación de servicio a los demás.

Considero que es obligación de todo ciudadano bien nacido devolver a la sociedad en la que vive una porción de lo que ha recibido. En especial a las instituciones que contribuyeron a su formación profesional; por tal razón doy las gracias a la Universidad Autó-noma de San Luis Potosí. Fue inva-luable la exposición al conocimiento humano y científico proporcionado desde la escuela preparatoria, que me permitió adquirir una cultura suficiente para estar en condiciones para iniciar y cursar la carrera de Medicina.

El agradecimiento es la parte princi-pal de un hombre de bien. Hoy dedico un momento especial a la memoria de un personaje que fue mi maestro y guía. Me refiero al Dr. Manuel Nava Martínez, quien no escatimó esfuerzos para enseñarme el modo correcto de actuar como médico y universitario. Me enseñó a anteponer siempre el beneficio del paciente y el alumno, al propio. Su filosofía personal durante su vida profe-

sional fue: «quien no vive para servir, no sirve para vivir».

Desde hace muchos años la Facultad de Medicina recibe merecidamente el reconocimiento por su calidad acadé-mica. Me interesa que hoy se resalte que el doctor Nava consiguió el terreno e inició la construcción de este edificio; propició las modificaciones en el plan de estudios, y con un nuevo director logró los cambios necesarios para adap-tar la enseñanza de la medicina a una visión moderna. Además, facilitó la creación del primer internado rotato-rio de pregrado a nivel nacional, corres-pondió a mi generación 52-58 iniciarlo.

Prestigiar a nuestra Facultad ha sido suma de muchos esfuerzos, el punto de partida fue él, los grandes cambios nosotros los presenciamos; consolidar lo hecho es trabajo de las nuevas gene-raciones.

Pido un fuerte aplauso a la memoria de este gran hombre.

Gracias a todas las personas que a lo largo de los años estuvieron presentes en la Facultad de Medicina y el Hospital Central. Compartimos conocimientos

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y experiencias en conjunto; gracias a ello pude ofrecer un servicio de mayor calidad y profesionalismo en la consulta privada y en las instituciones públicas.

Un agradecimiento especial al doctor Guillermo Reyes Vaca por haber tenido la iniciativa de realizar este acto, por su calidad humana y su constante dispo-sición a ayudar a sus colegas en el diag-nóstico de enfermedades poco comu-nes.

Gracias a los maestros de valor excepcional que tuve, a mis alumnos y compañeros de profesión por su comprensión y ayuda para llevar una vida profesional llena de satisfacciones y porque junto con muchos de ustedes logré mi sueño de poner al servicio de la comunidad un hospital en el que la persona fue siempre la prioridad.

Agradezco también la compañía de mis entrañables amigos y los inolvi-

De izquierda a derecha: Beatriz Bárcena Pous, María del Carmen Bárcena Pous, Carmen Pous Herrerías, Carlos Bárcena Pous, Dr. Carlos Bárcena Jannet, Andrés Bárcena Pous y Cecilia Bárcena Pous.


dables momentos que hemos pasado juntos, su compañía me ha hecho disfrutar la vida y ser feliz.

Para finalizar doy gracias a la Güera, una esposa excepcional sin cuya tenaci-dad, apoyo y cariño no hubiese llegado a esta edad tan pleno y lleno de satisfac-ciones. A la familia que juntos forma-mos, a mis hijos y nietos por su toleran-cia a las exigencias, consejos y decisio-nes de su padre y abuelo.

Y a mis hermanos, cuñados, sobri-nos y primos por su cariño e inmere-cida admiración como jefe de la familia durante todos estos años.

Muchas gracias a todos.En forma personal y a nombre de

mis hermanos, quiero agradecer a mi padre por haber sido siempre y conti-nuar siendo ese ejemplo a seguir, ese hombre recto, honesto y trabajador que siguió sus ideales, consiguió sus sueños y se dedicó y lo sigue haciendo a hacer el bien a los demás, a ser un hombre bueno, un gran hijo y hermano, un excelente esposo, un padre cercano y responsable y un abuelo consentidor e inolvidable. Gracias papá, te mere-

ces esto y mucho más. Te queremos mucho».

Acto seguido la Sra. Raquel Bárcena Jannet continuó con la lectura de su mensaje personal al Dr. Carlos Bárcena.

Carlos, el visionario alado«Saber escuchar al cuerpo, para

comprender el alma».

«El Dr. Carlos Bárcena Jannet fue luz… es luz, quizá por su

bata blanca, quizá por su tez, pero el proyectaba luz, fue un foco, un líder. Tenía el don de la clarividencia, sabía exactamente qué tenías, sin mandarte hacer estudios, inclusive daba diag-nósticos telefónicos y recetas a larga distancia. Fue un brujo, un chamán previsor, capaz de predecir el futuro de tu padecimiento o enfermedad, con todo y malestares o incluso, cuánto ibas a durar si estabas en medio de una enfermedad larga o terminal.

Un médico que sabía escuchar al cuerpo para comprender al alma; te observaba de reojo, moviendo su cabeza de un lado a otro, elevando su barbilla y

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luego, retrayéndola en un movimiento avezuno muy peculiar de su persona –sí, definitivo, mi tío tenía algo de las aves- su pelo “despelucadito” y delgado, su nariz picuda, y ese movimiento de lado, hacia arriba y en retracción, de su cuello, como un águila que se detiene a observar dónde está parada, dándonos a todos un panorama certero de lo que venía, un ojo que abarcaba, un remar-cable sexto sentido.

Carlos tuvo visión y visualización agudas, fue fundador y director del Centro Médico del Potosí alcanzando niveles tan elevados como reconocidos en el centro de la República Mexicana. Mientras estuvo al frente y al mando de ese barco, el avezado capitán se la jugó con su tripulación en pro del bienestar de las potosinas y los potosi-nos. Maestro muy querido y respetado en la Facultad de Medicina, preparó a muchas generaciones en su formación médica integral y no solo en el compro-miso de «curar» enfermedades. Jamás se dejó llevar por la visión segmentada de la alopatía contemporánea, que si bien ha alcanzado importantes niveles

de especialidad, de pronto, pareciera aludir a una incisión parcial en la visión integral del ser humano.

Con su intuición veía lo que escon-dían las situaciones, y cosechaba la sabiduría para orientarnos en momen-tos difíciles. Su tercer ojo siempre aportó una comprensión adicional, como cuando uno lee un texto entre líneas, que permitía descubrir más allá de lo que dicen las palabras; cuando tú le decías algo, cuando le contabas tus malestares él te leía entre líneas.

Carlos, el gran Carlos, el altísimo y altivo Carlos, el inalcanzable Carlos, tenía el cuello muy largo, desde niña me paraba de puntitas para poderlo besar, había que cazarlo mientras se acomodaba en el sillón y echar el brinco para poder besuquearlo, si no, no había manera. Impenetrable para muchos, Carlos era un ser adorable, quien por la naturaleza de su vocación, sobrevi-vió tanto a tormentas, como sequías, permaneciendo estoico y, aparente-mente inamovible. Y digo aparente-mente, porque otra de sus grandes cualidades, cohabitaba en sus ojos, en


sus tiernos ojos: flexibilidad, para acep-tarlo todo, para abrirse a nuevas formas de pensamiento, para darle el paso a las nuevas generaciones con elegancia, templanza y sapiencia, para escuchar nuevos puntos de vista, para ver que era lo mejor para su amado San Luis.

Al final de su trayecto, pudo sentir en todas partes la presencia invisible de la voluntad divina. Cuatro meses de constatar la nobleza, la generosidad y el amor incondicional de ida y vuelta, recordándole que todos somos uno y que, finalmente todos seremos uno. El

doctor Bárcena, exhaustivo por voca-ción, exploró hacia el fin, todas las posibilidades de su ser, descubrién-dose luminosamente humano. Recon-ciliándose consigo mismo, este visio-nario alado, rindió los latidos de su amoroso, compasivo y sabio corazón para comenzar a andar el trayecto de la vida eterna. ¡Misión cumplida adorado Carlos Bárcena Jannet!».

Al finalizar la ceremonia amigos maestros, exalumnos externaron las condolencias a la familia en forma personal.

XIX Congreso InternaCIonal De meDICIna

Los días del 1º al 4 de mayo de este año 2019, como cada año, tuvo lugar en el auditorio de la Facultad de Medi-cina el XIX Congreso Internacional de

Medicina, organizado por los estudian-tes del quinto año de medicina. En esta ocasión con el tema «Paciente Crítico y Cuidados Intensivos», donde se trata-

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ron temas actualizados y de primer contacto con el paciente crítico.

El primer día del congreso fue dedi-cado a una serie de actividades académi-cas precongreso que incluyó los cursos «Soporte Vital Básico» y «Soporte Vital Cardiovascular Avanzado», los cuales fueron avalados por la American Heart Association. Además se contó con cursos de capacitación transcongreso en Ventilación Mecánica, Ultrasonido en Paciente Crítico, Secuencia Rápida de Intubación, Interpretación Gasomé-trica y Arritmias en Áreas Críticas.

Durante el evento académico se tuvo la presencia de profesores loca-les, nacionales e internacionales, con trayectoria profesional destacada y auto-res de artículos científicos en su activi-dad profesional de la medicina.

Tuvimos la presencia distinguidos profesores internacionales y un total de veinte profesores nacionales y locales.

El congreso contó con el aval del Colegio Mexicano de Medicina Crítica con un valor curricular de 30 puntos.

La inauguración del evento acadé-mico estuvo a cargo del Dr. Alejandro


Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad de Medicina de la UASLP, quien expresó los siguiente:

«Se dice fácil décimo noveno, pero los que han participado como

organizadores en uno solo de estos congresos, saben muy bien el gran trabajo que implica llegar al día de hoy a una ceremonia inaugural sencilla y efímera en tiempo.

Debo agradecer al señor rector de la universidad, el M. en Arq. Manuel Fermín Villar Rubio, el apoyo que ha dado en este y en los últimos siete congresos internacionales de medicina. Ya que siempre se ha recibido el apoyo incondicional de su gestión. Agradezco también a los miembros del presídium, su compañía. Lo mismo que a los invi-tados especiales, autoridades de salud

Presídium. De izquierda a derecha: Dr. Carlos Adrián Jiménez, secretario general; E.M. José Antonio Meade Aguilar, presidente del comité organizador del congreso; Dr. Ismael Francisco Herrera Benavente, consejero maestro ante el Consejo Directivo Universitario; Dr. Everardo Fernández Rangel, Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad de Medicina de la UASLP.

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del Estado, directivos de instituciones de salud y de enseñanza.

Cuando dicho congreso es realizado por alumnos, y desde sus orígenes así fue concebido, las autoridades univer-sitarias solamente coadyuvamos en la medida de nuestras posibilidades, apoyando las iniciativas de los estu-diantes.

Año con año, la expectativa de ser un mejor congreso se ha superado, el día de hoy agradecemos la presencia de: la Dra. María Cruz Martín Delgado, del

Hospital Universitario de Torrejón, en Madrid, España; Joseph Varon, del Hospital Memorial de Houston Texas; nuestro egresado Dr. Arturo Meade, que nos acompaña del Hospital Gene-ral Forth Smith, de Arkansas; Dr. Jose Honold Rady, de San Diego California; Dr. Eder Zamarrón de Tamaulipas; Dr. Raúl Soriano de León, Guanajuato; Dr. Orlando Pérez Nieto de San Juan del Río, Querétaro; Dr. Luis Carlos Rodrí-guez y el Dr. Adrián García Cana-les que nos acompañan de Guadala-

Comité organizador del XIX Congreso de Medicina, de izquierda a derecha, 1a. fila: José Anronio Meade Aguilar, Pedro Pablo Monjarás Ascanio, José Ángel Ibarra Juárez, Gerardo Rivera Alfaro, Eduardo Iván Porras Méndez, Oscar Manuel López Álvarez, Santiago Cueli Bárcena, Oscar Aguillón Pérez; 2a. fila: Liliana Itamar Carrillo Barba, Raquel Jiménez Gómez, Adriana Lizeth Ortega Rojas, Frida Liliana Sánchez Rojo, Stephanie Jenai Castro Magaña, Cindy Susana Hernández Espinoza.


jara, Jalisco; la Dra. María del Rosario Muñoz, de Monterrey Nuevo León; el Dr. Marco Banda Lara y el Dr. Alfonso de Jesus Martínez, ambos de la Ciudad de México; el Dr. Rogelio Cruz Martí-nez, que también tenemos el orgullo que sea nuestro egresado y es ciru-jano fetal en la ciudad de Querétaro; damos las gracias también a la Dra. Alina Avendaño, que nos acompaña de Mexicali, Baja California; y al Dr. Jorge Sánchez Medina de Ciudad Madero Tamaulipas; así mismo al Dr. Rolando

Jiménez Guerra, neurocirujano de la Ciudad de México y también orgullo-samente nuestro egresado; a nuestros profesores locales: Dra. Victoria Lima, Dr. Everardo Fernández, Dra. Adriana Martínez Terrazas, Dr. Manuel Rodrí-guez, Dr. Javier Araujo, Dr. Carlos Olán Uscanga, Dr. Luis Fernando Pérez, Dr. Leonel Lagunes, Dr. Carlos Escobedo, Dr. Alejandro Quezada, Dr. Paulo Meade, Dr. Alfredo Fernández Lara, Dr. Luis Carlos Rodríguez, Dr. Roberto Castillo Reyther y Dr. Alfonso Grajeda, que junto con dos alumnos de Guatemala, compartirán sus expe-riencias y conocimientos con nuestros alumnos de esta Facultad y de varias escuelas del Estado y del país que nos acompañan en estas pláticas magistra-les, conferencias y talleres que se lleva-rán a cabo en estos próximos tres días.

Desde hace años se ha procurado que este congreso aporte conocimientos a todos los asistentes al mismo, y que los beneficiados número uno de esto, sean los pacientes.

La medicina está cambiando para tener una visión preventiva y les

Dr. Joseph Varon, del Memorial Hospital of Houston, Texas, USA.

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comento, los currículos actuales están siendo modificados en todo el mundo hacia una visión de medicina preven-tiva.

Es incuestionable pensar que se seguirán necesitando cuidados inten-sivos para el paciente crítico, que es el tema que el día de hoy y estos próximos días discutirán en esta reunión cientí-fica.

Pero sí, tenemos que reacomodar nuestra actuación de médicos inter-ventores en el proceso de enfermedad a médicos promotores de la salud.

Este paradigma, que es de carácter universal, llevará a una sociedad a tener mejor calidad de vida, con menor gasto social y económico.

No hay ninguna posibilidad de conti-nuar como estamos, en aspectos de salud, si no entendemos que los facto-res de riesgo, que ahora llenan los servi-cios críticos de los hospitales, tendrán que ser modificados para lograr una sociedad más sana. Con un incremento natural en la longevidad, una pirámide de población en fases avanzadas de inversión, tenemos una base poblacio-

nal menor a la deseable para enfrentar una sociedad avejentada y enferma. Y ustedes, las poblaciones jóvenes del mundo deberán hacer los esfuerzos necesarios para que esa población senil, que es cada día más predominante, sea más sana, menos dependiente de los sistemas de salud, y para ello hay que trabajar en la calidad de vida desde años antes. Labor pendiente para estas nuevas generaciones de profesionales de la salud.

Dra. María Cruz Martín Delgado, del Hospital Universitario de Torrejón, Madrid, España.


Ya para terminar mi intervención, me voy a permitir hacer un recordato-rio de un alumno que hace poco más de 15 días falleció en una forma súbita, algo que la ciencia no puede explicar fácilmente para un muchacho sano deportista, atlético, sin factores de riesgo conocidos y después de un paro cardio-respiratorio y 20 horas de tera-pia, murió.

Todo lo que se diga ahora de ese caso es una elucubración, lo que si les pido, si están de acuerdo y los que así lo deseen se pongan de pie, le brinde-mos un minuto de silencio en memoria de José de Jesús Aguilera de la Rosa, compañero de esta Facultad a quien le deseo se encuentre en paz y disfrutando de la eternidad. Gracias.

Que esta reunión científica benefi-cie a todos los asistentes y a nuestros pacientes.

El exalumno Dr. Rogelio Cruz Martínez M.D. Ph.D., responsable de la Unidad de Cirugía Fetal del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer de Querétaro, Qro.

Dr. Rolando Jiménez Guerra, Neurocirujano Pediatra del Instituto Nacional de Perinatología, Ciudad de México, exalumno de esta Facultad.

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Bienvenidos a San Luis Potosí para que «la caridad y la ciencia sirvan a la humanidad».

Posteriormente terminada la ceremo-nia de inauguración dieron inicio las conferencias y eventos programados.

Al evento académico internacional acudieron 520 alumnos de la licencia-tura de Médico Cirujano, entre ellos, alumnos de Sonora, Guadalajara, España y Guatemala.

Durante los eventos del congreso se llevaron a cabo talleres para la capaci-tación pre y transcongreso de los cuales destacan «interpretación gasométrica», «vía aérea y secuencia rápida de intuba-ción», «arritmias cardiacas», «programa-ción inicial de ventilación mecánica» y «ultrasonido en estado de choque», así mismo el concurso de carteles de traba-

jos libres de investigación.

Grupo de alumnos participantes en el taller de «Monitoreo hemodinámico guiado por ultrasonido», un recurso útil para el manejo y pronóstico.


CeremonIa al mérIto aCaDémICo 2017 - 2018

Una de las prioridades de la Univer-sidad Autónoma de San Luis Potosí y la Facultad de Medicina, es el recono-cimiento al esfuerzo de los estudiantes con mejor promedio en las licenciatu-ras de Médico Cirujano y Licenciado en Ciencias Ambientales y Salud.

En esta ocasión el auditorio de la Facultad de Medicina fue sede de dicha ceremonia el pasado 16 de mayo de 2019, en esta ocasión se han entre-gado a los 76 mejores promedios de la Facultad.

El evento fue presidido por el M. en Arq. Manuel Fermín Billar Rubio, rector de la UASLP; el Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad de Medicina; Dr. Carlos Adrián Jiménez González, secretario general; Dra. Juana Inés Grimaldo Avilés, secretaria académica; Dr. Guillermo Gerling de Alba, coordi-nador académico de la licenciatura en Médico Cirujano; Dr. Guillermo Espi-nosa Reyes, coordinador de la Licencia-tura de Ciencias Ambientales y Salud

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y Dr. Gilberto Fabián Hurtado Torres, secretario de servicios escolares; Dr. Ismael Francisco Herrera Benavente y EM Eugenia Pérez García, consejeros maestro y alumno de la Facultad, ante el Consejo Directivo Universitario de la UASLP, entre otras personalidades.

El Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad de Medicina, en su calidad de anfitrión, dirigió unas palabras a los alumnos distinguidos.

«Con gran satisfacción, este mes de mayo, que para los

alumnos de la facultad es muy signi-ficativo, ya que en él se realiza el congreso internacional desde hace 19 años, realizan además su semana del estudiante, elección de reina de la Facultad, el tradicional baile blanco y negro y cerramos con esta actividad de premios del mérito académico.

Me permití pasar el video que los organizadores del baile blanco y negro de este 2019, presentaron como introducción en dicho evento, no son todos nuestros egresados que están

en el extranjero, pero sí quizá los más cercanos a ustedes generacionalmente hablando, y espero que sea un estímulo para que vean que sí se puede y que están egresando de uno de los progra-mas de educación médica mejores del País y que ustedes sí se crean sus capa-cidades.

Vean los logros de sus compañeros.Hay además en los hospitales e insti-

tutos de salud de la nación, numerosos casos de éxito, jefes de residentes, jefes de departamento, investigadores, etc.

Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad de Medicina de la UASLP.


Como lo comentó en este recinto el Dr. David Kershenobich Stalnikowitz, director del Instituto Nacional de Cien-cias Médicas y Nutrición «Dr. Salva-dor Zubirán», el hospital público más importante de México y uno de los más importantes de Latino América, cito: «…La mitad de dicho Instituto es diri-gido por prominentes egresados distin-guidos de esta Facultad, al ser los jefes de Medicina Interna y de Cirugía, egre-sados de esta casa de estudios».

Ejemplos de éxito hay muchos y uste-des son de esos alumnos que ya desde

su formación han empezado a destacar, por sus capacidades académicas sobre-salientes.

Eso enorgullece a la Institución y sin duda a sus maestros y sobre todo a sus familiares, pero lo más importante es que ustedes mismos vean que sí son muy capaces y sientan el anhelo de la superación continua.

El premio en sí, conlleva a una gran responsabilidad para ustedes, porque ha demostrado su nivel y sus logros, y esto crea un compromiso en ustedes mismos al saber que las exigencias que

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el momento requiera, deberán ser supe-radas por su inteligencia y capacidad.

No hay pretextos ya en ustedes, erro-res tendrán sin lugar a dudas, caídas y tropiezos como todo ser humano, pero esperamos que haciendo acopio de sus éxitos, se levanten, se sacudan el polvo y enfrenten las situaciones con inteli-gencia y optimismo, conociendo sus destrezas y sus cualidades para atender los desafíos que la vida les impondrá.

Las generaciones de médicos que les han antecedido, lograron en un siglo, casi duplicar las expectativas de vida de la humanidad, al controlar en gran medida algunas de las enfermedades infecto-contagiosas que fueron el azote de la población en los siglos anteriores, con diseño de vacunas y antibióticos.

Ahora ustedes se enfrentarán, a las enfermedades degenerativas, que han aparecido al tener una población más envejecida; obesidad, diabetes, enfer-medades cardiopulmonares y cáncer entre otras.

Una pirámide población que se está invirtiendo en forma alarmantemente

veloz y un costo socio-económico en poco tiempo inalcanzable.

Por lo tanto se espera, que ustedes sean la generación médica del cambio de médico asistencial a médico preven-tivo, tarea nada fácil, puesto que va en contra del espíritu de formación que hasta la fecha los programas de prepa-ración médica fomentan.

Esta Facultad está en un proceso de cambio de plan curricular, que espe-ramos concluir en pocas semanas y una vez estudiado y aprobado por las instancias universitarias se pueda poner en práctica a la brevedad, con el fin de preparar mejor a los estudiantes de esta Facultad, en la prevención.

Actitud, esta, la prevención, que hace-mos muy bien en esta Facultad, gracias al programa de Ciencias Ambientales y Salud, conformado por estudiantes y maestros que realizan acciones de salud preventiva a nivel de las comunidades.

Si bien es cierto aún estamos lejos de tener influencia en todo el Estado, estamos seguros que es el camino, que esta rama de la ciencia de salud está siguiendo, es el que llevará en un futuro


a una mejor salud pública preventiva, solución sin duda de los factores que en estos momentos están siendo deter-minantes en el bienestar comunitario.

Agradezco a todos ustedes su empeño, dedicación y esfuerzo demos-trado, les pido que sigan por el mismo camino y recuerden nuestro lema, «Para que la caridad y la ciencia sirvan a la humanidad».

A continuación el E.M. Daniel Herbert Anaya, tomó la palabra en representación de los alumnos distin-guidos de la Licenciatura de Médico Cirujano.

«La excelencia es un arte ganado a base

de entrenamiento y hábito. No

actuamos correctamente porque

tengamos excelentes virtudes,

sino que somos virtuosos porque

actuamos correctamente. Somos

lo que hacemos repetitivamente.

La excelencia entonces, no es un

acto sino un hábito.»

Aristóteles

«Estamos hoy reunidos para conmemorar a los alumnos

que con gran esfuerzo y dedicación lograron obtener los promedios más altos de su generación en el pasado ciclo escolar. Es importante otorgar el reconocimiento que merecen a los alumnos de esta facultad, ya que estar aquí presentes es el resultado de una gran cantidad de trabajo y sacrificio.

E.M. Daniel Herbert Anaya «...ser un médico sin duda es un gran honor y una gran responsabilidad, pero ser médico de la UASLP representa un reto aún mayor...»

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Para poder estar aquí hoy, nos hemos privado de eventos familiares, fies-tas, noches de sueño para estudiar y haciendo guardias.

Sin duda es una gran cantidad de trabajo, que no hubiéramos podido realizar sin apoyo, el cual ha venido de nuestros padres, hermanos, pareja, amigos u otros familiares, estoy seguro que sin ellos no nos hubiera sido posi-ble llegar hasta aquí, así que a nombre de todos los premiados, agradezco profundamente el apoyo que nos han brindado.

Si bien estoy consciente de que el número de calificación que se obtiene en un curso es un valor que difícilmente estima lo que un alumno ha aprendido y no asegura que el alumno tenga una buena preparación, me parece que es una constancia del esfuerzo y dedica-ción que el alumno ha puesto en su formación, y esto importa porque, la medicina es una ciencia que se dedica al cuidado de las personas, que exige esfuerzo y dedicación, parafraseando al

Dr. Guillermo Ruiz Argüelles, doctor honoris causa por nuestra universidad:

«la enseñanza y la práctica de la medicina

no admite mediocridades, la

medicina es una profesión

para privilegiados, el campo de

trabajo de la medicina son los

seres humanos y solo un médico

sabio puede hacerlo debidamente

[…] los médicos solo pueden

ser de primera, porque no hay

diagnóstico simple ni tratamiento

sencillo»

Sin duda aprender y dedicarse a la medicina es uno de los honores más grandes a los que podemos aspirar, pues según Hipócrates, «Allí donde el arte de la medicina es cultivado, también se ama a la humanidad».

Pero aprender medicina en la UASLP es sin duda algo más especial aún, ¿Por qué?

Es más especial porque tenemos que pasar una selección feroz para entrar a la facultad.

Es más especial porque nuestros compañeros son muy inteligentes


y contra ellos competimos en cada examen de la carrera.

Es más especial porque no solo de nuestros maestros aprendemos, sino que nuestros compañeros nos enseñan más en cada clase, en cada pase de visita y en cada guardia.

Es más especial porque tenemos estrecho contacto con los pacientes desde muy chicos.

Es más especial por la influencia de la calidad humana que se nos instruye.

Es más especial porque nos enseña a cultivar el pensamiento crítico.

Es más especial porque nuestra Facultad tiene más de 140 años de historia.

Es más especial por todos los estu-diantes que nos han precedido y que han dejado huella en la medicina del país, y más allá de nuestras fronte-ras, porque como dijo Isaac Newton, «vemos más lejos porque nos hemos parado en hombros de gigantes».

Es más especial por el gran prestigio con el que contamos en la sociedad.

Por esto y más, ser un médico sin duda es un gran honor y una gran

responsabilidad, pero ser médico de la UASLP representa un reto aún mayor, porque ante todas estas virtudes, ¿Qué es lo que hacemos nosotros como alumnos para honrar esta historia? No te preguntes ¿Qué puede hacer tu universidad por ti? Sino ¿Qué puedes hacer tú por tu universidad?, sin duda hay muchas áreas de oportunidad en las que podemos ayudar a mejorar y a enriquecer a nuestra Facultad y poner en alto su nombre.

Creo que el promedio no hace la excelencia, sino que el promedio es solo un requisito para esto, porque la exce-lencia demanda un esfuerzo extra, no basta con contestar bien los exámenes, sino que hay que poner ese esfuerzo extra en tus pacientes, ese esfuerzo extra en ayudar a tus compañeros, en participar en investigaciones, en propo-ner ideas y en organizar esos talleres y esos congresos, en esas actividades humanitarias y ¿Porqué no? hasta even-tos sociales como el baile de blanco y negro, porque todo esto le da ese toque especial a nuestra Facultad y nos enri-quece como alumnos de ella.

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Por esto y más, nuevamente los felicito y los invito compañeros a responder ante este honor que repre-senta ser alumno de la UASLP, siendo líderes a donde vayamos, y siendo la mejor versión de nosotros mismos y motivando con el ejemplo a nuestros compañeros, para salir adelante como sociedad y como comunidad médica, y para que «La caridad y la ciencia sigan sirviendo a la humanidad».

Como dijeran Albert Einstein y Mahatma Gandhi:

«Esfuérzate no para ser un éxito, sino para ser alguien valioso» (Albert Eins-tein).

«Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa» (Mahatma Gandhi).

Muchas gracias».

A continuación María Betancourt Schwarz, estudiante de la Licenciatura en Ciencias Ambientales y Salud, hizo uso de la palabra en representación de sus compañeros premiados.

«Buenas tardes y bienvenidos sean todos los estudian-

tes, autoridades y presentes que nos acompañan esta tarde de méritos y reconocimientos. Hemos ya recibido las palabras de diversas figuras en esta ceremonia y se agradece a cada uno de ellos por sus palabras. Aprovecharé entonces estos breves minutos que me fueron concedidos, para permitirme compartir un mensaje con ustedes.

Estudiante de L.C.A.S. María Betancourt Schwarz: «Somos personas que tienen la salud como estandarte y objetivo de su lucha, enfocado en ya sea persona, sociedad y/o ambiente».


Hoy se premia el mérito académico, un reconocimiento a la calidad de nuestro desempeño como estudian-tes. Esta tarde, los números nos invi-tan a sentarnos juntos para reconocer y conmemorar, para aplaudir a quienes pudimos recorrer la mayor distancia entre un cero y el diez. Son números que las personas con mayor experien-cia, conocimiento y autoridad decidie-ron colocar en nuestros registros por cumplir con las expectativas del curso diseñado. Esto puede significar que somos responsables, dedicados, curio-sos, persistentes, inteligentes o con una vasta sed de conocimiento; pero también puede ser, que simplemente fuimos capaces de identificar y encon-trar el camino para satisfacer las exigen-cias de quien nos guiaba e imponía una calificación.

En el primer caso, estas caracterís-ticas contribuirán a nuestro futuro para proyectarnos como profesionistas confiables, con cantidad y calidad de conocimiento a disposición, y mayor seguridad de recibir nuestros servicios. En el segundo caso, si fuimos capaces

de entender lo que un profesor espe-raba de nosotros, significa que si nos lo proponemos, podemos también enten-der lo que nuestro entorno demanda y usar nuestro criterio para la circuns-tancia que fuese. En ambos casos, son características que migrarán de nuestro desempeño como estudiante, a nuestro desempeño futuro en el área de la salud.

Sin embargo, más allá de este mérito académico, quiero invitarlos a que a lo largo de nuestra vida y ejercicio profe-sional, podamos cada día ser reconoci-dos por un mérito humano. Los estu-diantes que hoy estamos aquí, somos todos individuos que escogieron contri-buir a su alrededor mediante el cuidado de la vida, de una eterna búsqueda de homeostasis para disfrutarla. Somos personas que tienen la salud como estandarte y objetivo de su lucha, enfo-cado en ya sea persona, sociedad y/o ambiente. No obstante, a veces olvida-mos que el concepto de salud incluye el bienestar, que no es solo curar la enfer-medad, sino ser capaz de mantener una sonrisa auténtica y libre, en un ambiente que pueda abrazar esa sonrisa o en su

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defecto, nutrir un mar con sus lágrimas. Por lo tanto, para realmente alcanzar la salud, lo que debemos llevar en mente es el ser humano que somos y que reconocemos en el trato con el otro. Cuando llegue un paciente a consulta, cuando una comunidad pida apoyo o cuando una sociedad levante la voz por el ambiente que la pierde, los invito a que escuchemos con la cabeza y con el corazón y a que veamos más allá de divisiones anatómicas, categorías bioló-gicas o recursos utilitarios humanos o naturales. Si lo logramos, tal vez no siempre hagamos desaparecer la enfer-medad, pero sin duda habremos fomen-tado el bienestar, que sigue siendo una batalla ganada en la lucha colectiva por la salud. Como Patch Adams dijo: «Si tratas una enfermedad, puedes ganar o perder. Si tratas a una persona, es garantía que ganarás, sin importar cuál sea el resultado».

Así que quienes estamos aquí senta-dos, siendo reconocidos por el esfuerzo que hemos dado en el aula, en el hospi-tal, en el campo o en cualquier punto del camino de nuestra preparación,

espero que no dejemos que la califi-cación sea el único número que nos represente. Seamos también de aquellos que en los números pierden la cuenta de cada día de su labor premiado por mérito humano y bienestar, de haber sido un ser humano digno de ser llamado así. Contemos los pacientes, clientes y colaboradores de quienes nos sabemos su nombre, su historia y sus pasatiempos; contemos las sonri-sas que intercambiamos en horas de trabajo; contemos las acciones que hicimos para cuidar el ambiente que da sustento durante la jornada; contemos las decisiones éticas que nos hicieron sudar y las respiraciones conscientes que nos recordaron que estamos vivos. O mejor aún, contemos historias que nos trasciendan, contemos todo lo que vale la pena.

Para terminar, solo me resta decir felicidades a quienes encontraron lo que se necesita para estar aquí hoy y desear que sigan caminando con éxito, que sigan mereciendo un fuerte aplauso por ser quienes son. Gracias».


El M. en Arq. Manuel Fermín Villar Rubio, rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, expresó.

«Nuestros estudiantes son nues-tra razón de ser y por tanto

una prioridad, así ha sido a lo largo de nuestra historia como institución educativa y lo seguirá siendo con el transcurrir del tiempo.

Me es muy grato poder acompañar-les esta tarde, en una ceremonia que brinda un merecido reconocimiento a los alumnos que han mostrado interés, empeño, dedicación y compromiso con sus estudios profesionales.

En la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, entendemos la importan-cia de reconocer a nuestros estudiantes, por ello, es un gusto ver que, a través de nuestras facultades, se motive y apoye a nuestros universitarios sobresalientes, para que continúen con su buen desem-peño.

Sus logros son el resultado de la ente-reza con la que llevan sus estudios, pero es importante destacar también la labor que llevan a cabo sus profesores para

dejar en ustedes un cúmulo de conoci-mientos y experiencias que serán tras-cendentales en su futuro desenvolvi-miento profesional.

La calidad de la educación que reci-ben en esta Universidad, está certifi-cada por organismos externos como el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES) y los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), hecho que beneficia a todo el estudiante de las licenciaturas que aquí se ofertan.

Los programas educativos que se imparten en la Facultad de Medi-cina, requieren de un acercamiento y comprensión total del entorno y de la comunidad, por lo que deben acompa-ñar su formación con un alto sentido humano y un enfoque claro del benefi-cio que su ejercicio académico traerá a su formación profesional.

Lo anterior, ha permitido que nues-tra Universidad sea reconocida al día de hoy como una de las tres principa-les universidades públicas de México, hecho que sin duda resalta el trabajo y

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esfuerzo de ustedes, al ser reconocidos como los mejores entre los mejores.

Al verlos esta tarde, reafirmamos nuestro compromiso por generar condiciones favorables para su educa-ción y su inserción en el mundo laboral.

Su desenvolvimiento académico y profesional es muy importante en la incesante tarea de construir un mejor futuro, pero deseamos además que destaquen por ser grandes hombres y mujeres, individuos íntegros que actúen siempre por el bien común.

Ser los mejores es también una responsabilidad, puesto que se convier-ten en ejemplo de niños y jóvenes que aspiran a lograr lo que ustedes han conseguido, por lo que deben ser cuida-dosos en su actuar y siempre proyectar lo mejor de sí mismos.

Por este motivo, en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, busca-mos transmitir la identidad y la perte-nencia que haga que todos nuestros estudiantes brinden todo su potencial.

Porque ser universitario implica actuar bajo los valores y principios institucionales, con profunda pasión en cada una de sus acciones confiando en que la educación recibida, los habrá de llevar a construir un mundo mejor.

Reciban este reconocimiento con la satisfacción que el trabajo genera cuando se alcanzan los resultados espe-rados, pero también con la humildad que les permita seguir aprendiendo.

Lo que hoy logran como estudian-tes, abrirá muchas puertas en su vida profesional, nunca dejen de prepararse para que atiendan las oportunidades que puedan presentarse en su camino.

M. en Arq. Manuel Fermín Villar Rubio, rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.


Aprovecho esta oportunidad para reconocer el trabajo realizado por el director de esta facultad, el Dr. Alejan-dro Javier Zermeño Guerra, y a su equipo de trabajo, por los excelen-tes resultados obtenidos con nuestros universitarios.

Agradezco la presencia de familia-res, amigos e integrantes de la comu-nidad de esta facultad que atestiguan esta ceremonia, porque su presencia da mayor significado y valor al esfuerzo que lleva a cabo este selecto grupo de jóvenes universitarios.

Jóvenes estudiantes: Continúen con ese espíritu lleno de entrega y compro-miso, construyan con bases sólidas su nombre y pongan en alto a la Universi-dad Autónoma de San Luis Potosí.

Ser parte de esta Universidad repre-senta un compromiso con la sociedad, retribuyan a ella con trabajo honesto la preparación que reciben de esta casa de estudios y sobre todo nunca pierdan la pasión por su profesión. ¡Muchas feli-cidades!».

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Para finalizar se hace entrega del reconocimiento a cada uno de los alum-nos distinguidos.

Médico Cirujano

Primer año

González Huerta Mónica Jacqueline 1°Ochoa Fuentes Mónica Marely 2°

Zapata García Luis Daniel 3°

Segundo año

Ortiz Hernández Alejandro 1°Verástegui Urrea Brenda Alejandra 2°

Flores Gouyonnet Jaime 3°

Tercer año

Martínez Quintanilla Jorge Humberto 1ºSegovia Hernández Héctor Ulises 2°González García Sofía Saraí 3°

Ibarra Chaires Jorge Octavio 3°Tirado Aguilar Ricardo Daniel 3°Vázquez Hernández Edgardo Andrés 3°

Cuarto año

Hernández Rocha Raúl Alejandro 1ºCueli Bárcena Santiago 2º

Zapata Hernández Claudio José Asención 3º


Quinto año

San Román Flores Adolfo 1ºAnaya Dahud Lizda Linett 2º

Hernández Reza Miguel Manuel 3ºTayabas Castillo María Fernanda 3º

Sexto año

Abud Flores Saida Anyul 1ºArriaga Magdaleno Estrella Ivett 1ºBazúa Gerez Alexa 1ºCastro Díaz Gustavo Alfredo 1ºCoronado López Mauricio 1ºDomínguez Salgado Luis Andrés 1ºDuque Rodríguez Miguel Ángel 1ºGarcía González Héctor Benjamín 1ºGarcía Moreno Rivera Santiago 1ºGonzález Rivera Oswaldo Natanael 1ºHerbert Anaya Daniel Arturo 1ºJasso Ávila Fernanda Daniela 1ºMagaña Ávila Germán Ricardo 1ºMartínez Rojas Miguel Ángel 1ºMoctezuma Dávila Mariana 1ºPalomo Flores José Emmanuel 1ºParra Galván Damaris 1ºRamírez Rodríguez Cristina 1ºTello Rodríguez Laura Elizabeth 1º

Urias Compeán Isis 1ºAldrete Cárdenas Ana Victoria 2ºFranco Contreras Janette Jacqueline 2ºGarcía Rosales Miguel Ángel 2ºHernández Almendárez Cindy Berenice 2ºReyna Izaguirre Valeria Lizbeth 2ºRivas Ramírez Ángel Roberto 2ºRobledo Montes Jorge Ovidio 2ºRodríguez Castillo Antonio de Jesús 2ºGarcía Briones Brenda Berenice 3ºGavia Cortés Erik Ariel 3ºGonzález Galván Ana Cecilia 3ºMedellín Robles Reyes Gerardo 3ºMéndez Pérez Alan 3ºTello Romero Denisse 3ºTorres Ortiz Kiara Celina 3ºVelázquez Orta Jesús Daniel 3ºZúñiga Gouyonnet Bárbara María 3º

Generación

Herbert Anaya Daniel Arturo 1Magaña Ávila Germán Ricardo 2º

Domínguez Salgado Luis Andrés 3º

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Ciencias Ambientales y Salud

Primer año

Piña Ruíz Andrea Estefanía. 1ºZacarías de la Rosa Sagrario Aranzazú 2º

Delgado Meraz Lucía 3º

Segundo año

Rico Guerrero Luis Antonio 1ºYañez Guevara Rebeca 2º

Tello Cruz Idida Eunice 3º


Tercer año

Ortiz Mireles Karla Fernanda 1ºReynoso Hernández Alejandra 2º

Mora Humara José Miguel 3º

Cuarto año

Corpus Espinosa Claudia Alejandra 1ºVargas Ruíz Salvador 2ºBetancourt Schwarz María 3º

García Macías María Fernanda 3ºSandoval Sierra Xiomara Alejandra 3º

Generación

Betancourt Schwarz María 1ºVillasuso Villanueva Marianela 2º

Corpus Espinosa Claudia Alejandra 3º

BaIle BlanCo y negro

Como clausura de los eventos académicos celebrados desde el 1º

de mayo con el XIX Congreso Inter-nacional de Medicina y la semana del estudiante de la Facultad de Medicina del 6 al 9 de mayo de 2019; el Centro de las Artes de San Luis Potosí «Cente-nario» de esta ciudad, fue el escenario de la celebración del baile anual Blanco y Negro de la Facultad de Medicina el pasado 11 de mayo.

El Dr. Cuauhtémoc Oros Ovalle, en su calidad de padrino de la gene-ración se dirigió a los alumnos que próximamente ingresarán al internado de pregrado y expresó.

«Alumnos de la generación 2014, de la Facultad de Medi-

cina de la UASLP, padres de familia, médicos, compañeros y amigos.

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La primera noción que tengo de la medicina, como sueño a realizar, la recuerdo a los 5 años, leía el libro «El Guardián de la salud». Mi padre, profesor de carrera, quería que estu-diara la carrera de jurisprudencia en la Facultad de Leyes. ¡No! ¿Por qué? ¡Si yo quiero ser médico! ¡Quiero ser profesor ahí quiero enseñar en esa escuela de doctores! Mi padre me enseñaba y hacía aprender las poesías que escribía para niños y declamarlas en sus reuniones, tomé un extracto de una de ellas para primaria, y deseo compartirla con ustedes.

El conejo estudiosoPor la mañana corre que vuelaMuy despacito y marcando el paso,Corre un conejito blanco para la

escuelaCon su estetoscopio bajo del brazo.Lleva en el fondo de la mochila Que de la espalda le ató la criada, Su baumanómetro, su lápiz lilaY unos «pingüinos» para su lonche.Mamá coneja desde la puertaAdiós le dice muy cariñosaUna ardillita que está en la cerca,Cuando ahí pasa… le da una rosa.Oh conejito que veo correr A este templo de la medicina,


Quien un conejo pudiera serPara ir contigo a hacer disección.

Sol en Tauro, 1976 (Modificado por Gabriel Oros Castillo).

Hoy, tengo 50 años. Hace vein-ticinco años, me despedía de esta Facultad como alumno como lo hacen ustedes hoy, estar reunido con ustedes ahora ha sido mi regalo de cumplea-ños.

Hace solo unos días recibí una sorpresa, la increíble noticia de ser incluido entre vosotros esta noche. Que estaría acompañado de cole-gas médicos honrosos, prominentes en la sociedad, exitosos, con gran juicio clínico. Pensativo… dubitativo y todavía sorprendido es que pensé: -¡Se han de haber equivocado!- ¡Un Patólogo como padrino de una gene-ración eminentemente clínica! Si mi madre me viera… pero… lo harán, me verán y los verán a ellos las madres y los padres de estos alumnos, médi-cos jóvenes, orgullosas promesas de la medicina local y nacional, algunos lo harán más allá de nuestras fronteras.

Es el destino que ellos han decidido forjarse.

Si me encuentro reunido y compar-tiendo con todos ustedes su alegría, ha sido por la gracia divina. El gran honor, pero sobre todo el mayor de los placeres que me otorga el alumnado el día de hoy es justamente agradecido y recibido humildemente.

El día que conocí esta generación, como muchos otros años, inicié con un poco de historia de medicina. De

Dr. Cuauhtémoc Oros Ovalle, «... La filosofía de esta comedia patológica es que la medicina no solo está en el quirófano o en el carro rojo de urgencias o terapia».

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Anatomía, de Cirugía y Patología. Algo de la formación que yo recibí de mis profesores. Traté a lo largo del curso, de otorgar más que Anato-mía, Patología, un poco del gusto y la pasión que es compartir enseñando, investigar y en cada caso clínico pato-lógico conocer el lado dantesco de la vivida comedia hospitalaria. Esperaba encontrar entre todos ellos… vamos, ¡por qué no! una alma patológica que decidiera adentrarse en los caminos de Caronte, ser el Virgilio de al menos una de esas almas impetuosas. Llevarlo al primer círculo de mi mundo, inci-tarlo… tentarlo… arrancarlo de las garras de la medicina clínica. Pero eso… no sería justo.

La filosofía de esta comedia patoló-gica es que la medicina no solo está en el quirófano o en el carro rojo de urgencias o terapia. El carro de anes-tesia, en el escritorio del consultorio o en la cama vacía durante la guar-dia. Que la Kliné, la cama de paciente otorga más signos de vida y más cono-cimiento médico que un «profesorsu-cho» orgulloso que quiere robarle a la

muerte la vida, una vida más. Es en ese círculo de comedia, que les deseo hayan aprendido a forjarse la armadura que llevarán durante su vida profesio-nal. Que hayan sabido administrar el elixir de cada paciente, la pócima que les brindará vida propia, alma médica, conocimiento humano. Que los haya llenado de templanza, saturado de paciente calma ante la frustración del desapego terapéutico, los convierta en su propio Virgilio en el infierno que vivirán día a día para lograr rescatar vida desde las puertas de la muerte.

No se cuestionará más si llevan los criterios de Gleason de Scar-ff-Bloom-Richardson. O si saben que APACHE o METAVIR tiene el paciente. Se les cuestionará en vida por su juicio y criterio clínico, se les llamará por su humanismo y la templanza de sus acciones. El decidir en adelante, cual bifurcación toma-rán en la carrera que empiezan ahora cuando tengan que enfrentarse irre-mediablemente al paciente que sufre por que no respira bien, porque le falta el aire, o bien porque no circula flui-


damente su sangre o simplemente no tiene ya fuerza su cansado miocardio para seguir latiendo. Ese es el verda-dero reto. Conviertan cada paciente en su Beatriz, arránquenla de los círculos del infierno. Demuéstrense a sí mismos que tienen la fuerza, la fiereza, el temple y los conocimientos para decir: NO CARONTE… ¡toda-vía no…! Busquen en cada paciente después de todos los círculos de enfermedad, llévenlo a escalar todas las gradas terapéuticas y encuéntrense con él en el paraíso terrenal. Cada uno expiará su Divina Comedia.

Así, leales alumnos de esta Facul-tad, sea su bata blanca de esos pluma-jes blancos que no se manchan en el pantano. Que no la manche la avari-cia, la soberbia, la lujuria y no se trai-cionen a sí mismos ni a sus hermanos médicos, ni vuelvan la medicina contra el paciente. Sean limpios y honrados, congruentes, la justicia esté siempre de su lado. Apóyense en el conocimiento mutuo que les brindan sus colegas. Sean humildemente siervos de Dios en el camino médico. Administradores

de la salud de su entorno y emprenda cada uno el vuelo que tienen en su destino. Fórjense cada quien a las brasas diarias, la armadura que usarán en el diario andar de su ejercicio profe-sional y alcen el corazón. Expónganse a vivirlo con pasión. Con entrega y con fe.

Cumplan siempre con tres tareas médicas. Diagnostiquen clara y cons-cientemente, investiguen y estudien exhaustivamente y enseñen siempre este arte a sus hermanos y alumnos, algún día solo así podrán trascender. Serán honrados por el hombre y serán honrosamente llamados médicos por la más remota posteridad.

Juren ser siempre fieles a la medi-cina, ser siempre médicos blancos. Sean siempre maestros en el arte, juren ser humanos caritativos, adoctrinen en la medicina a quien vean ávido de ser uno más de nosotros, hermanos de alma, hermanos de carrera. Ahijados nuestros, orgullo de nuestra Facultad.

Hijos nuestros en la medicina. Sién-tanse orgullosos como egresados de la Facultad de Medicina de la Univer-

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sidad Autónoma de San Luis Potosí. Que su alma mater esté orgullosa de ustedes. Gracias».

Después de estas sentidas palabras los alumnos se dispusieron a frater-

nizar en un ambiente de cordialidad fraterno entre alumnos, profesores,

familiares y amigos.

Observaciones al folleto del siglo XVIII de Eguia y Muro* y los abscesos hepáticos amebianos

Carlos Agustín Rodríguez-Paz

Los abscesos hepáticos han sido

por siglos motivo de estudio, a

fin de evitar la muerte de los pacien-

tes, por demás decir los análisis histó-

ricos que han realizado desde el

doctor Del Castillo hasta Gaxiola en

el siglo pasado, dándonos a entender

que ha sido un lamentable motivo

de atención, aun hoy en día, que

demuestra la patología de la pobreza

desde la era colonial en nuestro país.

Aunque el manuscrito fue una obra

política para celebrar el ascenso al

trono de S.M. Carlos IV de España,

el aspecto clínico y la calidad del

escrito, nos hace comprender por

Historia y Filosofía

* Don Joaquín Pio Eguía Muro, nació en la ciudad de San Luis Potosí y fue el iniciador de la bibliografía médica potosina. Señala por primera vez en la historia mundial, la perforación al pericardio de los abscesos hepáticos, provocando pericarditis purulenta.


que al doctor Eguía y Muro, médico

potosino, se le concedió dicho

premio.

Primero, al autor le llamó la aten-

ción lo severo de los cuadros de los

pacientes, pero hace referencia de un

incremento de estos casos en 1783,

con un aumento de fiebres biliosas;

recordemos que los médicos sabían

diferenciar muy bien los casos secun-

darios a ictericia por dengue, por

ejemplo, o paludismo (Salvador

Novo), los casos de ictericia por cole-

docolitiasis se diferenciaron hasta

finales del siglo XIX (Alcántara), por

lo cual, es interesante que hace énfa-

sis que «después de un periodo de

lluvias-nieve en otoño, los pacientes

experimentaron pleuresías y pulmo-

nías biliosas, las cuales están ligadas a

dolor abdominal y torácico». Describe

el autor haber analizado siete cadáve-

res de estas fechas y comenta como

en un joven se describió, «daño en las

fauces, pulmón, pleura, mediastino y

diafragma». El diagnóstico se enca-

mina a un absceso de hígado abierto

a pulmón.

Describió una mortalidad a partir

de febrero de 1784 caracterizada

muerte de ganado masivo y que algu-

nas personas murieron de hambre.

De 1785 describe una epidemia de

infecciones respiratorias que cura-

ban con «vinagre y zumo de limón»,

que afectó a las tres cuartas partes

de la población, pero sin mortalidad;

tras esto, algunos de estos pacientes

padecieron las llamadas. «Fiebres

biliosas» y larga agonía hasta morir.

Integra el inicio de cuadro con

«fiebres catarrales vehementes»,

las cuales diferencia de los cuadros

respiratorios, proseguían con dolor

abdominal generalizado, posterior

dolor sub costal y tos con expecto-

ración hemática esporádica. Se da

un aparente periodo de calma con

un subsecuente cuadro engañoso

de dolor en el hipocondrio derecho,

hasta llegar a la hiperestesia en dicho

hipocondrio. Desde luego que la

descripción de estos signos o sínto-

mas los hace con la nomenclatura de

finales del siglo XVIII.

BOL. INF. FAC. MED. V. 62, N. 2, 2019 153

En cinco a once días, aparece una

tumoración en el área hepática, fiebre

continua, astenia y adinamia, palidez,

fascia de tristeza, la adnata (Color de

la conjuntiva ocular) pálido y despu-

lida, vómito verdosos con estado de

la lengua del mismo color. El dolor

cada vez más intenso, llega su clímax

al irradiarse al hombro (Este podría-

mos denominarlo signo de Eguia-

Muro, con justicia). Las evacuaciones

son diarreicas y «disenterías biliosas»,

adquieren una postura o parados sin

tolerar decúbito, o decúbito forzado

con basculación derecha, insomnio

(por el dolor). Quizá el signo espe-

rado es la vómica, que lo describe

el autor como «esputo de un mate-

rial de un muy mal aspecto y fetor”».

Los pacientes fallecerán, a partir

de este momento entre los nueve

a quince días, pudiendo sobrevivir

unos meses.

Lo mejor del manuscrito, son las

descripciones anatomo patológicas

desde 1783, comenta los casos que,

a partir del hígado se observó casos

donde estaba perforado del hígado

hacia el colon y ocupado el pericar-

dio por el absceso del hígado (… y

alguna vez, hasta el pericardio lleno

de él). Describe asociación de ascitis

y anasarca, ningún caso pasó a ser

cirrosis o asociada a esta. La conclu-

sión del autor es que este padeci-

miento «es una verdadera obstruc-

ción inflamatoria en el hígado». Si

comprendemos el tipo de fisiología

en donde la sangre entra por la vena

porta como lo describe el autor, hay

cierto dogma Galénico, en donde

«Los humores separan la cólera en

esta víscera magna», comenta el

origen de la arteria hepática a partir

de la cística, pero describe como

la sangre pasa por los conductos

hepáticos y de ahí se filtra la bilis

(No se considera el retorno hacia la

cava inferior por las venas hepáticas

propias, el flujo según el autor va de

la sangre se filtra esta y se dirige solo

a la bilis, por esto la explicación de

su observación de «obstrucción infla-

matoria», al dividirse la vena porta, se

convierte en arteria (sic), por ello se

da la dicha obstrucción y el material


pútrido es el resultado de la «regur-

gitación de dicha obstrucción» (Aun

faltaría más de 80 años para asociarlo

a las amibas).

Propone el autor el uso de sangui-

juelas usadas en el área hepática,

desconozco si esto hacía un efecto

de drenaje del absceso, pero refiere

que se tenía mejoría del paciente.

Habla de varios remedios médicos,

brebajes sintomáticos y diferencia

el manejo del paciente diarreico

(recuérdese que este era pre mortem)

al no diarreico. Es interesante que

hace la asociación de que, los pacien-

tes con diarrea son los que mueren

más rápido y en ellos describe una

especia de fistula hepático intestinal,

donde sale el contenido del hígado

como diarrea.

Una propuesta es que se ejecute

la cirugía ya como último recurso,

donde el mismo autor dice que

ningún paciente sobrevivió, imagino

que más como una medida palia-

tiva a fin de calmar el dolor, más que

de curar; recuérdese que el Obispo

Juan Luis Guerra en el siglo XVII fue

sometido a dicha cirugía y murió a los

pocos días.

Recordar como René Laënnec

diseñó y describió su obra: De l’Aus-

cultation médiate, ou Traité du diag-

nostic des maladies des poumons et

du cœur, fondé principalement sur

ce nouveau moyen d’exploration 2

v. 1819, donde describe las tubercu-

losis, podemos hacer en época casi

contemporánea, la obra de Eguía

Muro; la manera en que se correla-

ciona los aspectos anatomo pato-

lógico son valiosos en ambos casos

para describir dos entidades dife-

rentes, pero que caracterizaron en

su momento el desastre epidemio-

lógico, diferente en dos lugares dife-

rentes del planeta. En Nueva España

no era tan frecuente la tuberculosis,

más que en las áreas de tierra aden-

tro.

El mismo autor potosino, comenta

que, sus observaciones se basan

en Boerhave y Vanswieten, sin que

exista evidencia que los abscesos

hepáticos fueran descritos como lo

hizo Rougel de Argel en 1830, por

BOL. INF. FAC. MED. V. 62, N. 2, 2019 155

ello, el Dr. Stevens-Amaro en su

cometario, siempre de que Eguia y

Muro, se adelantó a más de 50 años

a los autores europeos; fue En Rusia

descrito por Fedor Aleksandrovich

Lesh en 1875 descrito un absceso

hepático y en Estados Unidos, fue

William Osler, a finales del siglo XIX

que hace la primera descripción en

su país (en un médico de 29 años),

casi 80 años después que Eguia y

Muro. Lo cierto es que no existía en

el resto del mundo, una prevalencia

tan grande de dichos casos como en

nuestro país.

REFERENCIAS:1. Fernández del Castillo F. Historia de

la Academia Nacional de Medicina

de México. Libro conmemorativo del

nonagésimo aniversario de la fundación

de la Sección Médica de la Comisión

Científica de México. 30 de abril de 1864.

México: Fournier; 1956. p. 210.

2. Gaxiola R. Historia del absceso hepático

amebiano en México. Prens med Méx.

1969; 34: 427 – 437.

3. Disertación sobre las obstrucciones

inflamatorias de hígado, que el doctor

Don Joaquín Pio Erguía y Muro.

Apareció en: https://collections.nlm.

n ih .g ov/ b o o k v ie w e r?PI D =n lm:n l -

muid-2563043R-bk#page/16/mode/2up

4. Arellano-Aguilar G. Breve historia del

absceso hepático amebiano, con un caso

ilustrativo. Rev Gastroenterol Méx. 2017;

82 (4). 275 – 364.

¿Médicos apuñalando al Idioma?

Dr. Áyax I. Ochoa Romo

¿Recuerda usted haber escu-

chado alguna de la frases

como las que a continuación escribo

como ejemplo?:

1.-¡No te apures!...total si no hay

más…lo hacemos «a la mexicana».

2.-Le hicimos la lucha pero no se

pudo…! a´i se va ¡


3.-Había una vez un francés, un ruso

y un mexicano…

Con estas frases quiero ejemplifi-

car la tendencia existente a infrava-

lorar nuestra figura como mexicanos,

situación de la que probablemente

nos estamos haciendo cómplices al

permitir que se nos asocie con actitu-

des negativas. Debemos oponernos

a que se nos etiquete como irres-

ponsables, mediocres o conformis-

tas. No podemos aceptar que «hacer

las cosas a la mexicana» equivalga a

hacerlas descuidadamente y creo

que deberíamos sentirnos ofendi-

dos cuando alguien use esos térmi-

nos o se difundan anécdotas o cuen-

tos donde el mexicano solo puede

competir con personas de otras

nacionalidades mediante la trampa,

el engaño o la improvisación.

Una forma de atacarnos a nosotros

mismos, y que por desgracia estamos

permitiendo, se debe al uso descui-

dado de nuestro idioma. El lenguaje

es propiedad de todos y merece

nuestro respeto, pues con frecuen-

cia se convierte en nuestra tarjeta

de presentación. Cuidar adecuada-

mente su manejo es preservar su

función como vehículo de comunica-

ción y de identidad nacional.

A continuación enumero algunos

ejemplos de esa conducta que, tal

vez por nuestra falta de reflexión,

ataca al idioma por factores agreso-

res que arbitrariamente ubico en tres

categorías:

1.-Agresiones «cibernéticas»:

Desde que se generalizó el uso de

la computadora «reseteamos» en vez

de reiniciamos o reinstalamos. «upda-

teamos» en vez de actualizamos. Con

un TQM sintetizamos y externamos

el amor que le tenemos a la persona

que recibe nuestro mensaje y muchos

otros etcéteras.

2.-Agresiones por «la globaliza-

ción» que vive actualmente nuestro

planeta con eventos como el T.L.C. o

el nuevo T.M.E.C. que nos impulsa a

aceptar extranjerismos con variantes

de todo tipo: anglicismos, galicismos,

germanismos, italianismos, etc. Así

«randomizamos» en vez de aleatori-

zamos; «parqueamos» en vez de esta-

BOL. INF. FAC. MED. V. 62, N. 2, 2019 157

cionamos, «loncheamos» en vez de

almorzamos; preferimos «puchar» en

vez de empujar, tenemos «chofer» en

vez de conductor; «bufete» en lugar

de oficina o usamos «el water» en vez

del baño, inodoro o retrete y muchos

otros ejemplos.

3.-Agresiones por mal emplear las

sinonimias, que significaría acep-

tar algo así como que es lo mismo

«Chana que Juana» por ejemplo

cuando entre médicos con frecuen-

cia «recetamos digital» (nombre de

la planta) en lugar de digitálicos (que

son los principios farmacológicos

activos); «se ausculta» (se escuchan

los ruidos interiores del organismo)

en vez de se explora (que es la revi-

sión médica completa) que desde

luego, incluye la auscultación. Se

receta «aceite de olivo» (que es el

árbol) en vez de oliva (o aceituna)

que es el fruto del que se obtiene el

aceite; «plantamos árboles» en lugar

de semillas que darán origen a los

árboles; se registra el número tele-

fónico en «el directorio» (lo que sirve

de norma o propósito para dirigir)

en lugar de usar la guía telefónica; se

visita «el doceavo distrito sanitario»

(doceavo es cada una de las doce

partes iguales en que puede dividirse

la unidad); el médico «consulta a un

paciente de primera vez» en lugar

de atender o darle una consulta por

primera vez a un paciente, puesto

que la vez es femenino (una ) y primer

pertenece al género masculino, o

lo que realmente podría resultarle

muy grave, por no decir catastrófico,

para un enfermo al que se le indi-

que usar «aparatos para la sordera o

para la ceguera», por no haber utili-

zado adecuadamente la preposición

«contra» en lugar de «para».

En la práctica diaria de nuestra

profesión, es de capital importancia

establecer siempre una buena comu-

nicación, tanto con los pacientes

que nos solicitan atención «contra»-

sus padecimientos, como «con» el

resto de los integrantes del equipo

médico asistencial, pues un error en

tal sentido, puede ser de muy graves

consecuencias.


Termino este breve texto con una

pregunta un tanto provocativa: Usted,

amable lector ¿sería capaz de definir

y precisar la función de la prosodia en

nuestro idioma? (Si lo hace sin tener

que ir a consultar la Wikipedia, lo

felicito y con seguridad le auguro un

futuro brillante en el desempeño de

nuestra profesión).

Reconocimiento: The Journal of Infectious Diseases

El pasado 5 de abril de 2019 el Dr. Martin S. Hirsh, Editor en Jefe de la revista científica The Journal of Infec-tious Diseases, a nombre de la Infec-tious Diseases Society of Amercia, felicitó vía electrónica a la Dra. Sofía Bernal Silva y al Dr. Andreu Comas García por el artículo titulado «Respi-ratory syncytial virus-A ON1 genotype emergence in Central Mexico in 2009 and evidence of mutiple duplication events», cuyo artículo fue publicado el 24 de enero del 2018.

Dicha felicitación se debió a que en los dos últimos años esta investigación es uno de los diez artículos más descarga-dos de la revista. Recordemos que esta investigación había obtenido el 28 de junio del 2018 el Premio de Investigación Médica 2018 «Dr. Jorge Rosenkrankz» en la categoría de Epidemiología, el cual es auspiciado por Roche México y Funsa-lud A.C.

NOTICIAS

BOL. INF. FAC. MED. V. 62, N. 2, 2019 159

Adicionalmente, el 30 de abril del 2018 este mismo artículo fue reconocido en la plataforma F100 PRIME, una plata-forma internacional que recomienda artículos de alto interés y mérito para las áreas de medicina y biología. Debemos mencionar que esta inves-tigación es producto de un trabajo en equipo, el cual es liderado por el Dr.

Daniel E. Noyola Cherpitel, jefe del laboratorio de Virología del departa-mento de Microbiología de la Facultad de Medicina.Nuestra institución académica, se enor-gullece de la calidad de sus investiga-dores y profesores que participan en la

formación de nuestros alumnos.

Visitantes distinguidos en la Facultad El pasado 2 de mayo con motivo del «XIX Congreso Internacional de Medicina», estuvieron en nuestra

Facultad como profesores invitados, la Dra. María Cruz Martín Delgado, de la UCI del Hospital Universitario de

Dra. María Cruz Martín Delgado, de la UCI del Hospital Universitario de Torrejón - Sanitas, Madrid, España y Dr. Joseph Varon, de la ICU of General Hospital Houston, Texas, USA., firmando el libro de visitantes distinguidos a la Facultad de Medicina de la UASLP.


Torrejón - Sanitas, Madrid, España; el Dr. Joseph Varon, de la ICU of Gene-ral Hospital Houston, Texas, USA., quienes durante su breve estancia en la Facultad acudieron a la sala de consejo

por convocatoria de nuestras autorida-des escolares, con el objetivo de cono-cer las instalaciones de nuestra institu-ción académica y firmar del libro de visitantes distinguidos.

Congreso Nacional de Infectología y Microbiología Clínica

Los pasados 22 al 25 de mayo de 2019 en la ciudad de León, Guanajuato, la Asociación Mexicana de Infectología y Microbiología Clínica, A.C., orga-nizó el XLIV Congreso Nacional de Infectología y Microbiología Clínica, a donde acudió como profesor invitado del congreso el Dr. Daniel Noyola

Cherpitel, así mismo como ponente del trabajo libre en cartel titulado «Hospi-talización por infección respiratoria aguda y por virus sincicial respiratorio en recién nacidos pretérmino»; donde participaron varios investigadores de la Facultad de Medicina y del Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto».

Actualización en Nefrología y Reumatología

El auditorio de la Facultad de Medi-cina de la UASLP, fue sede del «XII Curso de Actualización en Nefrología y Reumatología» los días 17 y 18 de mayo de 2019; organizado en colabo-ración por la Facultad de Medicina, el Hospital Central «Dr. Ignacio Moro-nes Prieto», el Instituto Mexicano de

Investigaciones Nefrológicas y con el apoyo de Laboratorios Novartis. Entre las autoridades asistentes que dieron realce al evento estuvieron el Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad de Medicina; Dr. Francisco Alcocer Gouyonnet, director del Hospital Central «Dr.

BOL. INF. FAC. MED. V. 62, N. 2, 2019 161

Ignacio Morones Prieto» y los profeso-res Dr. Alejandro Chevaile Ramos y el Dr. Carlos Abud Mendoza.Colaboraron como profesores nacio-nales participantes en el congreso: Dr. Rodolfo Rincón Pedrero y Dr. Juan Manuel Mejía Vilet, del Insti-tuto Nacional de la Nutrición «Salva-dor Zubirán»; Dra. Blanca Martí-nez Chagolla y Dr. Alfonso Mariscal Ramírez del Hospital General «Dr. Miguel Silva», Morelia, Mich.; Dr. Raúl Izaguirre De Ávila, del Instituto Nacional de Cardiología «Dr. Ignacio Chávez»; Dr. Jorge Morales Torres del Hospital Arandas de la Parra, León, Gto., y Dr. Miguel Ángel Saavedra Salinas del Centro Médico Nacional «La Raza», IMSS.Como profesores locales: Dr. Fran-cisco Aranda Verástegui, Dr. Gerardo Alfaro Abundiz, Dr. Alejandro Chevaile Ramos, Dr. Jaime Anto-nio Borjas García, Dr. Marco Ulises Martínez Martínez, Dr. Enrique Cuevas y Dr. Carlos Abud Mendoza, de la Facultad de Medicina, UASLP; Dr. Everardo Lugo Vega, Clínica de Especialidades 50 IMSS; Dr. David

Herrera y Dra. Georgina Aguilera de la Unidad Regional de Reumatología y Osteoporosis, Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto». El común denominador del curso fue la calidad de las presentaciones por los profesores invitados, que trataron la temática programada dividida en tres módulos, donde se tocaron temas de actualidad, entre otros: «Síndromes glomerulares», «Anticoagulantes orales en situaciones especiales: Insuficien-cia renal en edad avanzada, extremos de IMC», «Tratamiento de la anemia del paciente en diálisis», «Osteoporo-sis por glucocorticoides» y «Fármacos Antireumáticos y Embarazo».El presente evento académico no hubiera sido posible sin la coordina-ción del curso por los doctores Alejan-dro Chevaile Ramos y Carlos Abud Mendoza, profesores de la Facultad de Medicina y el Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto».


V Curso de Patología Digestiva

Del 14 al 15 de junio de 2019 el Centro Cultural Bicentenario fue sede del V Curso de Patología Digestiva en tu consultorio «Dr. Abertano Revuelta Llorente», «De los síntomas al diag-nóstico… el regreso a las bases»; orga-nizado por la Sociedad de Gastroente-rología del Estado de San Luis Potosí en coordinación con la Facultad de Medicina de la UASLP, del Consejo Mexicano de Gastroenterología, A.C.,

y el Comité Normativo Nacional de Medicina General (CONAMEGE).Las autoridades que presidieron el acto, entre otros: el Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad de Medicina de la UASLP; Dr. Juan Manuel Torres Salazar, presi-dente de la Sociedad de Gastroentero-logía del Estado de San Luis Potosí; Dr. Marco Antonio Vázquez Rosales, presidente del Colegio de la Profesión Médica del Estado de San Luis Potosí

BOL. INF. FAC. MED. V. 62, N. 2, 2019 163

y Dr. Jorge Javier Jaramillo de la Torre, director de la Escuela de Medicina de la Universidad Cuauhtémoc.El organizador y profesor titular del curso fue el Dr. Jaime de Jesús Agui-lera Carrera, quien incluyó en el citado evento temas como pirosis, ictericia,

hígado graso, diarrea aguda y crónica, padecimientos comunes en el consul-torio del especialista como del médico general. Se contó con la presencia de distinguidos profesores nacionales, regionales y locales para dar realce al curso.

Curso de Laparoscopía

Desde hace ya cinco años la divi-sión de Ginecología y Obstetricia del Hospital Central «Dr. Ignacio Moro-nes Prieto» y el departamento de la Facultad de Medicina, organizan el curso de laparoscopía teórico práctico

para los alumnos de tercero y cuarto año de la especialidad de Ginecología y Obstetricia, apoyados por institucio-nes privadas como Karl Storz-Endos-kope, Johnson&Johnson, S.A. de C.V., y el Bioterio de la Facultad de Agrono-


mía de la UASLP con todo su equipo médico veterinario.El curso es organizado por el Dr. Salvador De la Maza Labastida, jefe de la División de Ginecología y Obstetri-cia del Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto» y del Departamento de Ginecología de la Facultad de Medicina de la UASLP y coordinado por el Dr. José Manuel Zamarripa Leyva, jefe del servicio de Ginecología del mismo hospital.En esta ocasión el curso teórico se llevó a cabo del 20 al 22 de junio de 2019 en el Auditorio «Dr. Luis Fernando Rangel Franco» de la División de Ginecología y Obstetricia del Hospital Central y la práctica quirúrgica en el Bioterio de la Facultad de Agronomía de la UASLP.Los primeros días el curso incluyó desde los fundamentos anatómicos, técnicas de acceso abdominal, equipo e instrumental para los procedimien-tos quirúrgicos en las diversas patolo-gías ginecológicas benignas y malignas. Durante el ultimo día de entrena-miento, los alumnos de la especialidad recibieron capacitación para la elabo-

ración de nudos intra y extracorpó-reos, así mismo se efectuaron proce-dimientos quirúrgicos de la especiali-dad en animales, para el desarrollo de las habilidades quirúrgicas que serán útiles en el desempeño diario de la especialidad.La organización de estos cursos complementarios al programa de formación para residentes de la espe-cialidad, dan a nuestros futuros espe-cialistas el acervo técnico en habilida-des quirúrgicas para el tratamiento de padecimientos con los que el alumno se enfrentará en su ejercicio diario, facilitando la transición del proceso de aprendizaje a las pacientes durante su estancia en el hospital y como futuro profesionista en la salud de la mujer.La Facultad de Medicina de la UASLP agradece a cada una de las institucio-nes y profesores participantes en el curso por su apoyo para mejorar la calidad de nuestros egresados de la especialidad, elevando con esto el nivel de nuestra institución universitaria.

BOL. INF. FAC. MED. V. 62, N. 2, 2019 165

«In MeMorIaM»

Dr. Victorino tenorio AnAyA

(1955 - 2019)

Dra . Martha Giselda Rangel Charqueño

El Dr. Victorino Tenorio Anaya, nació el 18 de julio de 1955 en el municipio de Cárdenas, S.L.P., fue el mayor de cuatro hermanos. Hijo del Sr. Victorino Tenorio Montes y de la Sra. Ernestina Anaya Martínez.En el municipio de Cárdenas cursó hasta el cuarto de primaria, conti-nuando sus estudios de primaria, secundaria y preparatoria en la ciudad de Ríoverde, S.L.P.Estudió la licenciatura de Médico Cirujano en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí; su examen profesional lo sustentó el 1º de julio de 1977, poste-riormente cursó la especialidad de Oftalmología (1981 – 1984), obteniendo Mención Honorífica en el examen profesional de Oftalmología, por lo que continuó con la subespecialidad en

Segmento Anterior (1984 – 1985), en el mismo Hospital de Nuestra Señora de la Luz en la Ciudad de México, avalada por la UNAM. A su regreso a la ciudad de San Luis Potosí en los años de 1986 a 1991, trabajó como Oftalmólogo en el Hospi-tal General del ISSSTE y a partir del año de 1993 médico adscrito del Hospital Central «Dr. Ignacio Moro-nes Prieto», donde impartió clases en el pregrado y posgrado de la especialidad de oftalmología. Debido a su compromiso con la profe-sión y la docencia, llegó a ser coordi-nador de posgrado en Oftalmología durante el periodo de 1999 y coordi-nador del servicio de Oftalmología del Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto» y jefe del servicio de Oftalmo-logía de la Facultad de Medicina de la


UASLP en el periodo de 2002 – 2004. Estudios de la Maestría en Tecnología Educativa en el año 2001. Mantuvo la certificación del Consejo Mexicano de Oftalmología, hasta el año de 2020, lo que le permitió el ejercicio de su profe-sión en el sector público y privado. Entre sus actividades fuera de la docen-cia de la medicina, destaca el haber escrito un libro de la historia familiar

«Nosotros los Tenorio» edición que comprende 100 ejemplares, donde hace una descripción de la historia familiar en el municipio de Rioverde, en el contexto histórico del país de esa época, en el cual invita a los lectores a conocer de donde provienen y con esto puedan enamorarse de su pasado y admirarse por su presente.

Descanse en paz.

se PuBlICó HaCe 25 años

• Se publica en el mes de abril de 1994 un artículo del Dr. Fernando Quijano Pitman, en el cual comparte su

investigación histórica sobre el inicio de las especialidades médicas en San Luis Potosí.

se PuBlICó HaCe 50 años

• El 22 de abril de 1969 se hace entrega de los premios a los alumnos distinguidos de la Escuela de Medicina, conocido como

premio «A. H. Robins» por el patrocinio de ese laboratorio, actualmente conocido como «Premio al mérito académico».

Publicado

BOL. INF. FAC. MED. V. 62, N. 2, 2019 167

• Del 16 al 28 de abril de 1969 se publicó una valoración de la enseñanza de la Morfología Humana en la Escuela de Medicina por el Dr. Larry F. Cavazos, Ph. D., jefe del departamento de Anatomía de Tufts University of Boston, Massachusetts.

• En el mes de mayo de 1969 se publicó a detalle la reorganización del programa de enseñanza clínica para los practicantes externos e internos en la Escuela de Medi-cina, elaborado por el Dr. Carlos Bárcena Jannet.

• Del 16 al 21 de junio de 1969, se llevó a cabo el curso de Micología Médica

impartido por el Dr. Antonio González Ochoa, jefe del departamento de Derma-tología Tropical del Instituto de Salubridad y Enfermedades Tropicales.

• En el mes de junio de 1969 se publican los lineamientos del Comité de Evaluación y Orientación para Estudios de Posgrado, con el fin de valorar cuidadosamente la solicitud de los alumnos egresados que hacen a la dirección de la Escuela de Medi-cina.

Alumnos distinguidos: Roberto Vargas de la Rosa, Salvador Gómez Eichelman, en representación de Ma. del Carmen Gómez Eichelman, Graciela Susana Alemán Martínez, Ma. del Carmen Soriano Rincón, José Luis Montes Ochoa y Héctor Santiago Diliz Pérez y Jesús Martínez Villordo, presidente de la Sociedad de Alumnos de la Escuela de Medicina.


JURAMENTO DEL EGRESADO DE LA FACULTAD DE MEDICINA DE LA U.A.S.L.P.

En el momento de ser admitido como miembro de la comunidad

médica:

Prometo solemnemente consagrar mi vida al servicio de la humani-

dad, otorgar a mis maestros el respeto y gratitud que merecen, ejercer

mi profesión a conciencia y dignamente, velar ante todo por la salud

de mi paciente, guardar y respetar los secretos confiados a mí, incluso

después del fallecimiento del paciente, mantener, por todos los medios

a mi alcance, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica,

considerar como hermanos y hermanas a mis colegas, no permitir

distinción de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico,

sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, clase social o cualquier

otro factor se interpongan entre mis deberes y mi paciente, velar con

el máximo respeto por la vida humana, no emplear mis conocimientos

médicos para violar los derechos humanos y las libertades ciudadanas,

incluso bajo amenaza, hago estas promesas solemne y libremente,

bajo mi palabra de honor.

Basado en: Declaración de Ginebra de la Asociación Médica Mundial

BOL. INF. FAC. MED. V. 62, N. 2, 2019 169

El Boletín Informativo de la Facultad de Medicina es una publicación trimestral de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el cual es editado por la propia Facultad e impreso en la Editorial Universitaria Potosina. Sus objetivos primordiales son los de informar y difundir los hechos de interés general que suceden dentro de la institución, o en la vida académica de sus profesores. Publica también textos relacionados con la historia médica potosina y con la enseñanza de la medicina. Su distribución es gratuita. Las suscripciones se reciben en el teléfono (444) 8.26.23.45, ext. 6653. La correspondencia deberá de enviarse a:

Facultad de Medicina de la UASLP Oficina Editorial Av. V. Carranza 2405 San Luis Potosí, SLP 78210 México

«La crónica son hitos memorables y duraderos.......escritos que se asemejan a la literatura»

Jon Lee Anderson. (cronista de la Revista The New Yorker)

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Imagen: Principios del siglo XX, hoy Biblioteca Pública Universitaria: Autor desconocido.

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