COMUNIDAD DE SANTA CLARA SANTA KLARA … · El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los...

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Lectura del santo evangelio según san MARCOS 9,30-37 En aquel empo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se en- terase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: – El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hom- bres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días re- sucitará. Pero no entendían aquello, y les daba miedo pre- guntarle. Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les pre- guntó: –¿De qué discuais por el camino? Ellos no contesta- ron, pues por el camino habían discudo quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: – Quien quiera ser el primero, que sea el úlmo de todos y el servidor de todos. Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abra- zó y les dijo: –El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado. Palabra del Señor El texto litúrgico de hoy nos ofrece el segundo anuncio de la pasión, según san Marcos. Presenta algunas diferencias con respecto al primero. «Debía sufrir» es sustituido por «va a ser entregado » (pasivo teológico cuyo sujeto es Dios Padre) y «el rechazo de las autoridades judías se convierte en una entrega a la violencia de los hombres, que evoca el destino del siervo de Yahvé» (Is 53). Los discípulos callan porque no esperan que el mesianismo de Jesús pase por el sufrimiento y la muerte. «El día del Señor» anunciado por los profetas posexílicos era esperado como una manifestación del poderío de Dios de forma espectacular y no humillante. Pero es, precisamente, este estilo incomprensi- ble el que Jesús pide al discípulo: seguirle voluntariamente y ser pequeño por proceso de conversión, por gracia de Dios. Pero ser pequeño se ve constantemente amenazado por el deseo de prestigio social. Seguir a Jesús en la vida ordinaria nos libera de todo prestigio social: del que viene de lo económico, del que viene de lo social y del que vie- ne de lo religioso (pretender obtener prestigio a base de competir en la virtud, sea en las prácticas religiosas o en las tareas de ayuda a los marginados). No tiene sentido optar por los pobres si buscamos, inconscientemente, prestigio social. Y la presencia modélica de los niños en este pasaje nos confronta con nuestra posición ante los más vulnerables que siguen siendo ellos.. COMUNIDAD DE SANTA CLARA SANTA KLARA KOMUNITATEA Web Santa Clara: www.parroquiasantaclara.com DONATIVOS EN CUENTA PARROQUIA. 2095 3188 03 1094524625 Hoja Dominical nº 252 20 de septiembre de 2015 ¿Es posible anunciar hoy el Evangelio? «¿Hay que seguir proponiendo a la gente que se adhieran a Jesucristo y que entren en la Iglesia?, se preguntan muchos cristianos. La Iglesia, ¿no está en declive? Y el cristianismo, tras haber representado su papel, ¿no está llamado a ceder el sitio a un humanismo a-religioso o a una espiritualidad laica? ¿No está condenado a desaparecer, a disolverse en los valores de la sociedad y en la cultura? De este modo, comenzamos a dudar de la importancia de proponer hoy la fe…. Entramos así en un catolicismo vergonzante.… Estoy convencido de que… si no tenemos la convicción de tener algo bueno y grande que compartir, algo que comunica vida… más vale abstenernos de todo este alboroto y dimitir de inmediato.… El Nuevo Testamento nos muestra cómo los discípulos no se atrevieron a hablar más que desde el momento en que su experiencia del resucitado les llevó a esta certeza íntima de que algo nuevo y decisivo para la felicidad de los hombres había llegado en la persona de Jesucristo... Hoy en día únicamente esta experiencia íntima puede hacernos hablar de un modo origi- nal, es decir, sin ser simplemente el eco de otros muchos discursos que circulan hoy en la cultu- ra, especialmente el discurso moralizante que se complace en un escaparate de valores descui- dando la experiencia espiritual y la dimensión propiamente teologal de la vida cristiana. Si no tenemos nada más que decir que lo que ya se dice, más vale renunciar a todo proyecto catequé- tico, porque la gente podrá encontrar perfectamente en otra parte, y a menudo presentadas de un modo más “sexy”, esas exhortaciones a la tolerancia, al respeto, al compartir y a la autoesti- ma. El Evangelio no sólo pierde su carácter radical cuando se ha travestido en los hábitos de la moral burguesa, sino que el cristianismo se ha desviado de su fuente». Gilles Routhier Sabías que… Varios pos de Mesías. Israel esperaba la llegada de un Mesías: un enviado de Dios para cuidar y proteger a su pueblo. Los fariseos lo esperaban como un doctor de la Ley de Dios. Los esenios, hombres religiosos asentados en Qumram a orillas del Mar Muerto, le espera- ban como un gran sacerdote. Los hombres de políca, como un jefe capaz de ponerse al frente de los ejércitos y terminar con la ocupación romana. Jesús hablará del «Hijo del Hombre», expresión del libro de Daniel que describe un Mesías humilde y sencillo, dispuesto a comparr la vida con los más pobres. ORACIÓN Señor, Tú pasaste haciendo el bien. Uniste tu vida a los pobres para ense- ñarnos el camino de la humildad. Arranca de nuestro corazón el orgu- llo, las palabras que hieren, las crí- cas que duelen… la indiferencia que paraliza, el egoísmo que excluye… Ayúdanos a ser sencillos y serviciales. Muéstranos el sendero que con- duce a la fraternidad. Haz de nuestras vidas lugar de acogida para los demás.

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Lectura del santo evangelio según san MARCOS 9,30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la

montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se en-

terase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: –

El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hom-

bres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días re-

sucitará. Pero no entendían aquello, y les daba miedo pre-

guntarle. Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les pre-

guntó: –¿De qué discutíais por el camino? Ellos no contesta-

ron, pues por el camino habían discutido quién era el más

importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: –

Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el

servidor de todos. Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abra-

zó y les dijo: –El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a

mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.

Palabra del Señor

El texto litúrgico de hoy nos ofrece el segundo anuncio de la pasión, según san Marcos.

Presenta algunas diferencias con respecto al primero. «Debía sufrir» es sustituido por

«va a ser entregado » (pasivo teológico cuyo sujeto es Dios Padre) y «el rechazo de las

autoridades judías se convierte en una entrega a la violencia de los hombres, que evoca

el destino del siervo de Yahvé» (Is 53). Los discípulos callan porque no esperan que el

mesianismo de Jesús pase por el sufrimiento y la muerte. «El día del Señor» anunciado

por los profetas posexílicos era esperado como una manifestación del poderío de Dios

de forma espectacular y no humillante. Pero es, precisamente, este estilo incomprensi-

ble el que Jesús pide al discípulo: seguirle voluntariamente y ser pequeño por proceso

de conversión, por gracia de Dios. Pero ser pequeño se ve constantemente amenazado

por el deseo de prestigio social. Seguir a Jesús en la vida ordinaria nos libera de todo

prestigio social: del que viene de lo económico, del que viene de lo social y del que vie-

ne de lo religioso (pretender obtener prestigio a base de competir en la virtud, sea en las

prácticas religiosas o en las tareas de ayuda a los marginados). No tiene sentido optar

por los pobres si buscamos, inconscientemente, prestigio social. Y la presencia modélica

de los niños en este pasaje nos confronta con nuestra posición ante los más vulnerables

que siguen siendo ellos..

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DONATIVOS EN CUENTA PARROQUIA. 2095 3188 03 1094524625 Hoja Dominical nº 252 20 de septiembre de 2015

¿Es posible anunciar hoy el Evangelio? «¿Hay que seguir proponiendo a la gente que se adhieran a Jesucristo y que entren en la

Iglesia?, se preguntan muchos cristianos. La Iglesia, ¿no está en declive? Y el cristianismo, tras

haber representado su papel, ¿no está llamado a ceder el sitio a un humanismo a-religioso o a

una espiritualidad laica? ¿No está condenado a desaparecer, a disolverse en los valores de la

sociedad y en la cultura? De este modo, comenzamos a dudar de la importancia de proponer hoy

la fe…. Entramos así en un catolicismo vergonzante.…

Estoy convencido de que… si no tenemos la convicción de tener algo bueno y grande que

compartir, algo que comunica vida… más vale abstenernos de todo este alboroto y dimitir de

inmediato.… El Nuevo Testamento nos muestra cómo los discípulos no se atrevieron a hablar

más que desde el momento en que su experiencia del resucitado les llevó a esta certeza íntima

de que algo nuevo y decisivo para la felicidad de los hombres había llegado en la persona de

Jesucristo...

Hoy en día únicamente esta experiencia íntima puede hacernos hablar de un modo origi-

nal, es decir, sin ser simplemente el eco de otros muchos discursos que circulan hoy en la cultu-

ra, especialmente el discurso moralizante que se complace en un escaparate de valores descui-

dando la experiencia espiritual y la dimensión propiamente teologal de la vida cristiana. Si no

tenemos nada más que decir que lo que ya se dice, más vale renunciar a todo proyecto catequé-

tico, porque la gente podrá encontrar perfectamente en otra parte, y a menudo presentadas de

un modo más “sexy”, esas exhortaciones a la tolerancia, al respeto, al compartir y a la autoesti-

ma. El Evangelio no sólo pierde su carácter radical cuando se ha travestido en los hábitos de la

moral burguesa, sino que el cristianismo se ha desviado de su fuente».

Gilles Routhier

Sabías que… Varios tipos de Mesías. Israel esperaba la llegada de un Mesías: un enviado de Dios para cuidar y proteger a su pueblo. Los fariseos lo esperaban como un doctor de la Ley de Dios. Los esenios, hombres religiosos asentados en Qumram a orillas del Mar Muerto, le espera-ban como un gran sacerdote. Los hombres de política, como un jefe capaz de ponerse al frente de los ejércitos y terminar con la ocupación romana.

Jesús hablará del «Hijo del Hombre», expresión del libro de Daniel que describe un Mesías

humilde y sencillo, dispuesto a compartir la vida con los más pobres.

ORACIÓN Señor, Tú pasaste haciendo el bien. Uniste tu vida a los pobres para ense-ñarnos el camino de la humildad. Arranca de nuestro corazón el orgu-llo, las palabras que hieren, las críti-cas que duelen… la indiferencia que paraliza, el egoísmo que excluye… Ayúdanos a ser sencillos y serviciales. Muéstranos el sendero que con-duce a la fraternidad. Haz de nuestras vidas lugar de acogida para los demás.

Los profetas son incomodos Leyendo las lecturas de este domingo me encontraba esta expresión en el libro de la Sabiduría y pensaba que es-to que se escribía en el siglo I o II an-tes de Cristo ha tenido vigencia a lo largo de la historia y, lamentable-mente, sigue teniendo vigencia hoy. El justo resulta incómodo, su acti-tud es una denuncia, aunque no utilice palabras; sus obras y su estilo de vida denuncian actitudes, no solo antievangélicas, sino antihumanas. Por eso el justo ha sido perseguido a lo largo de la historia, porque su sola conducta implica un reproche para los poderosos de este mundo; por eso el justo ha sido y sigue siendo perseguido. Incómodos resulta-ron tantos hombres y mujeres que a lo largo de la historia han muerto por actuar de acuerdo con sus convicciones, por mantener su fe y por mantener una actitud de vida que ha causado un reproche para los po-derosos. El pasado 23 de mayo asistíamos a la beatificación de monse-ñor Óscar Arnulfo Romero en San Salvador. Un obispo que resultó incó-modo, decía, en público, verdades peligrosas, verdades que hacían daño a los que detentaban el poder en El Salvador de los años 80, pero él siempre mantuvo que su ministerio era «dar testimonio de la verdad», y este testimonio fue constituirse en voz de los sin voz, en el defensor de los pobres, marginados, de los ajusticiados por defender la verdad... Esto lo convirtió en un reproche permanente para los poderosos y des-encadenó una auténtica persecución contra él y contra lo que represen-taba, y esto desembocó en su asesinato el 24 de marzo de 1980. A los pocos años, y también en el Salvador, le siguieron en el martirio Ignacio Ellacuría y los mártires de la UCA y tantos y tantos… Estos testimonios nos deben hacer reflexionar; y cuando buscamos un cristianismo cómo-do, sin compromiso y sin implicación que solo aspira a cumplimientos ri-tuales, nos tendremos que plantear cuál es nuestro compromiso y cuál nuestra justicia, porque el justo es el que conoce la voluntad de Dios y la lleva a la práctica en su vida.

Y poner en práctica la voluntad de Dios es denunciar una socie-dad que ha perdido valores, una sociedad que practica las nuevas idolatrías adorando a los dioses del dinero, del poder a cualquier precio pasando por encima de quien sea; una sociedad que sigue generando lo que advirtió el papa san Juan XXIII en la encíclica «Mater et Magistra»: «frente a la extrema pobreza de la mayo-ría, la abundancia y el lujo desenfrenado de unos pocos contras-tan de manera abierta e insolente con la situación de los necesi-

tados». No podemos pretender ser justos sin complicarnos la vida, hacer la voluntad de Dios sin resultar incómodos para algunos. El testimonio de todos los mártires de la historia nos marca el ca-mino.

LOS NADIE

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con

salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte,

que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve

ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena

suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano

izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambian-

do de escoba. Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.

Los nadies:

los ningunos, los

ninguneados, co-

rriendo la liebre,

muriendo la vida,

jodidos, rejodidos:

Que no son, aun-

que sean. Que no

hablan idiomas,

sino dialectos.

Que no profesan

religiones, sino

supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cul-

tura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos.

Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número.

Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la pren-

sa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.