Jesús vence las anguas tentaciones SANTA KLARA KOMUNITATEA

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Lectura del santo evangelio según san LUCAS 4,1-13 En aquel empo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel empo estuvo sin comer, y al final sinó hambre. Entonces el diablo le dijo: –Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan. Jesús le contestó: –Está escrito: «No solo de pan vive el hom- bre». Después, llevándolo a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: –Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo. Jesús le contestó: –Está escrito: «Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto». Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo, y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, rate de aquí abajo, porque está escrito: “Encargará a los ángeles que cuiden de ”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las pie- dras”». Jesús le contestó: –Está mandado: «No tentarás al Señor, tu Dios». Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra oca- sión. Palabra del Señor COMUNIDAD DE SANTA CLARA SANTA KLARA KOMUNITATEA Web Santa Clara: www.parroquiasantaclara.com DONATIVOS EN CUENTA PARROQUIA. 2095 3188 03 1094524625 Hoja Dominical nº 276 - 14 de FEBRERO de 2016 Comentario: Jesús vence las anguas tentaciones El evangelista cuenta la estancia de Jesús en el desierto. Es un relato simbólico. Estable- ce un paralelismo (midntsh) entre el anguo pueblo de Israel, que sucumbe ante las tentaciones en el desierto. y Jesús que las vence. El número 40 simboliza «preparación», porque el pueblo de Israel estuvo preparándose 40 años en el desierto. Jesús debió estar alguna vez rerado en el desierto, al eslo de Juan Bau-sta. En el anguo pueblo judío ya exisa una especie de eremitas que prac-caban el ayuno en el desierto. Jesús nos invita a ir con él al desierto: a entrar dentro de nosotros mismos, a luchar contra las tentaciones y a encontrarnos con Dios. Adán falló. Israel falló. Nosotros. por desgracia, también fallamos. Pero Jesús sale victorioso de la tentación. Con Él podemos vencer la tentación de converr las piedras en pan, como si lo material fuera lo principal. La tentación de olvidar a los necesita- dos. La tentación del orgullo... Sabías que… El desierto en la Biblia .El Antiguo Testamento nombran unos 15 desier- tos distintos: Judá. Negev, Sinaí, Ethan, Cadés… El término hebreo más común para denomi- nar al desierto es innidbar», que proviene de «apacentar» al ganado. No se refiere al desierto de dunas que imaginamos. Describe una región solitaria pero no totalmente estéril. El «tnibdar» alberga flora y fauna: leones, chacales, avestruces. serpientes y escorpio- nes... Buena parte del año ofrece aspecto árido, pero con las lluvias, florece. Tiene fuentes V pozos de agua repartidos por toda SU geografía. ORACION Señor, guía mis pasos por el desierto de la vida. Es fácil perder el camino y sucumbir a la tentación de confiar solo en las cosas olvi- dando a las personas. Señor. no te pido ver claramente todo el hori- zonte. Me basta con avanzar un poco… No me dejes caer en la tentación del orgullo que desprecia a los amigos, y abandona a los her- manos. No quiero quedarme a solas con la triste soledad.

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Lectura del santo evangelio según san LUCAS 4,1-13

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo.

Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: –Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan. Jesús le contestó: –Está escrito: «No solo de pan vive el hom-bre».

Después, llevándolo a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: –Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.

Jesús le contestó: –Está escrito: «Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto». Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo, y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Encargará a los ángeles que cuiden de ti”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las pie-dras”».

Jesús le contestó: –Está mandado: «No tentarás al Señor, tu Dios».

Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra oca-sión.

Palabra del Señor

COMUNIDAD DE SANTA CLARA SANTA KLARA KOMUNITATEA

Web Santa Clara: www.parroquiasantaclara.com

DONATIVOS EN CUENTA PARROQUIA. 2095 3188 03 1094524625 Hoja Dominical nº 276 - 14 de FEBRERO de 2016

Comentario: Jesús vence las antiguas tentaciones

El evangelista cuenta la estancia de Jesús en el desierto. Es un relato simbólico. Estable-ce un paralelismo (midntsh) entre el antiguo pueblo de Israel, que sucumbe ante las tentaciones en el desierto. y Jesús que las vence. El número 40 simboliza «preparación», porque el pueblo de Israel estuvo preparándose 40 años en el desierto. Jesús debió estar alguna vez retirado en el desierto, al estilo de Juan Bau-tista. En el antiguo pueblo judío ya existía una especie de eremitas que practi-caban el ayuno en el desierto. Jesús nos invita a ir con él al desierto: a entrar dentro de nosotros mismos, a luchar contra las tentaciones y a encontrarnos con Dios.

Adán falló. Israel falló. Nosotros. por desgracia, también fallamos. Pero Jesús sale victorioso de la tentación. Con Él podemos vencer la tentación de convertir las piedras en pan, como si lo material fuera lo principal. La tentación de olvidar a los necesita-dos. La tentación del orgullo...

Sabías que… El desierto en la Biblia .El Antiguo Testamento nombran unos 15 desier-tos distintos: Judá. Negev, Sinaí, Ethan, Cadés… El término hebreo más común para denomi-nar al desierto es innidbar», que proviene de «apacentar» al ganado. No se refiere al desierto de dunas que imaginamos. Describe una región solitaria pero no totalmente estéril.

El «tnibdar» alberga flora y fauna: leones, chacales, avestruces. serpientes y escorpio-nes... Buena parte del año ofrece aspecto árido, pero con las lluvias, florece. Tiene fuentes V pozos de agua repartidos por toda SU geografía.

ORACION

Señor, guía mis pasos por el desierto de la vida. Es fácil perder el camino y sucumbir a la tentación de confiar solo en las cosas olvi-dando a las personas.

Señor. no te pido ver claramente todo el hori-zonte. Me basta con avanzar un poco… No me dejes caer en la tentación del orgullo que desprecia a los amigos, y abandona a los her-manos. No quiero quedarme a solas con la triste soledad.

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APOYO PARA LA HOMILÍA

Hemos iniciado la Cuaresma. En este año Jubilar Extraordinario de la Mi-sericordia, nos dice el Papa Francisco: "La Cuaresma de este Año Jubilar ha de ser vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para cele-brar y experimentar la misericordia de Dios. ¡Cuántas páginas de la Sa-grada Escritura pueden ser meditadas en las semanas de Cuaresma para redescubrir el rostro misericordioso del Padre!" (MV 17).

"Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos lla-mados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser tam-bién nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre" (MV 3). Abramos nuestros corazones en este tiempo cuaresmal para que guiados por el Espí-ritu y mirando a Jesucristo, aprendamos a vivir fieles a la voluntad del Pa-dre y testigos de su gran misericordia. Dios no permanece indiferente a la historia de los hombres, de su pueblo y de manera especial, siente compasión de los débiles y necesitados. "Entonces cla-mamos al Señor, Dios de nuestros padres y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia".

Dios que es nuestro Padre, Creador de cielos y tierra, nos ha preparado y rega-lado este mundo: "Nos introdujo en este lugar; y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel. Por eso, ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo que Tú, Señor; me has dado". Plántale cara al hambre: SIEMBRA. Es el lema de la Campaña de Manos Unidas este año. La generosidad es el ca-mino que Jesucristo, Señor de todos, nos ha revelado y es la invitación que hoy se nos hace, para acabar con el hambre en el mundo.

"...ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos lo que le invocan".

Jesucristo al comenzar su vida pública, fue guiado por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el diablo. "Y allí, donde estuvo sin comer; al final sin-tió hambre". El Señor Jesús, que sintió hambre, nos visita y se hace presente en los los hombres nuestros hermanos. "Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Que nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el ca-lor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad" (MV 15).

Domingo 1º: EN TIEMPO DE DESCONCIERTO, ENSANCHAR EL CORAZÓN. El mundo que vivimos nos va encogiendo poco a poco el cora-zón con las “miserables ofertas” que el “diablo” de nuestra sociedad y nuestra cultura nos presenta; consumo, dinero, poder, prestigio, nos presenta. Son tantas las ofertas, tantas las encrucijadas, que miramos a uno y otro lado ávidamen-te en busca del auténtico camino de la felicidad. Y el corazón se nos encoge en estreche-ces de miras. Estamos desconcertados y vacíos. El corazón se nos queda hueco entre unas y otras andanzas. Dios nos invita a abrir de par en par “la tienda de la misericordia”. Jesús nos marca un nuevo camino que despeja nuestras perplejidades y nos ensancha el corazón: 1) «No sólo de pan vive el hombre»; 2) «Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto»; 3) «No tentarás al Señor, tu Dios» (Lc 4,1-13). Es una nueva sabiduría que nos libera de la ignorancia. Misericordia y conversión son las dos caras de una misma moneda.

LA TIENDA DE LA MISERICORDIA Dos textos pueden iluminar el sentido de la Cuaresma 2016, dentro

del “Año de ña misericordia”: «La Palabra se hizo hombre, acampó entre nosotros, y contemplamos su gloria» (Jn 1,14); «Ensancha el espacio de tu tienda, despliega sin miedo tus lonas, alarga tus cuerdas, hinca bien tus estacas, porque te extenderás a derecha e izquierda» (Is 54,2).

El Señor ha entrado en nuestras vidas, ha puesto su tienda en la histo-ria de nuestras vidas, caminantes nómadas que “habitamos en nuestra propia patria, pero como forasteros; que tomamos parte en todo como ciudadanos, pero lo soportamos todo como extranjeros; que toda tierra extraña es patria para nosotros, pero estamos en toda patria como en tierra extraña” (Carta a Diogneto): «Mi padre fue un arameo erran-te…» (Dt 26, 5). Pero su tienda es presencia caminante de Dios (Éx 40, 36-38) que se hace plenitud en Jesucristo: Él, «con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios» (Misericordiae Vul-tus, MV 1).

Esta Cuaresma vamos a entrar en esa “tienda de la misericordia” que Dios Padre ha puesto en medio de nosotros, en nuestras vidas. En ella, en Cristo, «rostro de la misericordia del Padre» (MV 1), iremos encontrando, domingo a domingo, desde las diversas situaciones amargas o difíciles en las que vivimos, la respuesta misericordiosa de Dios. «Misericordia es la vía que une a Dios y al hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados sin tener en cuenta el límite de nuestro pecado» (MV 2), atento Él a nuestra problemática situación personal, comunitaria y colec-tiva de la historia presente. Misericordia y conversión son las dos caras de una misma moneda.