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    Encuentro contra el saqueo y lacontaminacin de los bienes

    comunes, por el poder popular y elcambio social

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    Encuentro contra el saqueo y la contaminacin delos bienes comunes, por el poder popular y elcambio social

    E n e l m ar co d e l a C oo rd in ad ora d e

    Organizaciones y Movimientos Populares deArgentina, el 16 y 17 de abril se realiz elEncuentroContra el Saqueo y Contaminacin delos Bienes Comunes, por el Poder Popular y elCambioSocial, enel Centro Cultural y SocialOlgaVzquez,La Plata.

    Alrededor de sesenta compaero/as dediferentes organizaciones del pas (muchas

    integrantes de la COMPA, y otras organizacionesinvitadas con las que venimos encontrndonosen diferentes mbitos) nos juntamos paraprofundizar nuestra formacin sobre lasdiferentes dimensiones de la problemticaambiental y la forma como se expresaconcretamente en nuestros territorios. Fue unespacio para compartir experiencias deresistencia e intercambiar reflexiones acerca delas respuestas que desde el campo popular

    vienen llevndose adelante, en el afn deconsolidar perspectivas y caminos de luchacomunes.Estuvimos presentes compaeras y compaerosde la Juventud Rebelde, Socialismo Libertario,Frente Popular Daro Santilln, Espacio ChicoMendes, La Mala Educacin, Pauelos enRebelda, la Universidad Transhumante deCrdoba, la murga El garabato, de Arana, la

    Ctedra de Soberana Alimentaria de la UNLP ycompaeros de la Asamblea por el Agua deMendoza, de la Asamblea El Algarrobo y laAsambleadeChilecitodeLaRioja.Si algo fue confirmado entre los participantes esque tanto la lucha por la defensa del ambiente ydel territorio, la exigencia de una efectivasoberana sobre nuestros bienes comunes ynaturales, as como la crtica al modelo dedesarrollo adquieren una importancia clave en

    elactualmomentohistrico.En los ltimos aos nuestro pas ha asumido,desde el punto de vista de la estructura

    econmica, un rol claramente subordinado en el

    escenario internacional, consolidando unmodelo primario-exportador (sojero, minero,petrolero, entre otras actividades), abastecedorde materias primas para los pases centrales,relegando las necesidades de nuestro pueblo yprofundizando en este aspecto el modeloneoliberal.Este modelo, que se asienta principalmente en laexplotacin compulsiva de la naturaleza, la

    concentracin y extranjerizacin de la tierra y enel avasallamiento de los derechos de los pueblos,tiene como saldo la creacin de grandesganancias para unos pocos a costa de lacontaminacin y destruccin de los territorios ybienesnaturalesdelasmayoras.Por otro lado, el modelo que desde el gobiernoproponen profundizar, impulsa el avancedesmedido de los negocios inmobiliariosaumentando el valor de la tierra urbana. Es as

    como la expulsin de campesinos y la pocademanda de mano de obra agrcola que proponeel agro negocio tiene su correlato en el xodo dela poblacin rural a los centros urbanos, dondelos ms pobres viven hacinados y en situacionesdeprecarizaciny faltade condicionesdignas.De estos temas y otros ms se charl en elEncuentro, confirmando la necesidad de que elm o v im i e nt o a m b ie n ta l s e p r o nu n c ie

    fuertemente sobre estas cuestiones, poniendoenelcentrolaluchaporrevertirestasituacin.Eneste sentido, una de las particularidades delEncuentro fue la necesidad de caracterizar lanueva coyuntura abierta en el marco delgobierno actual, el cual supo profundizar elmodelo extractivista presentndolo como nicava para un supuesto desarrollo, al mismotiempo que ha tenido algunos gestos y medidasprogresistas que hanlogrado introducir una cua

    y fragmentar a los sectores populares,apareciendocomorepresentantedelosmismos.Desde las organizaciones socio-ambientales

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    presentes, sin embargo, reafirmamos que esnecesario y urgente revertir el modelo actual, yes por esto que rechazamos que slo existan lasopciones de estar con el gobierno o hacerle eljuego a la derecha. Sostenemos en cambio la

    necesidad de promover espacios y proyectosindependientes para avanzar en la construccinde poder popular, construcciones desde abajoque puedan impulsar un debate sincero sobre elmodelo econmico actual, analizar quines sonsus ganadores y perdedores, una rediscusinsobre qu producimos, para quin lo producimosycmolohacemos.

    Otro de los elementos presentes en muchos de

    los debates fue la importancia de fortalecernuestras construcciones de base y nuestrosespacios de articulacin, as como poder irconsolidando pisos de acuerdos, metodologas yformas de trabajo que nos permitan no empezarsiempre desde cero. El desafo es conjugar ladiversidad de experiencias (en lo que hace aregiones, tradiciones, trayectorias) con acuerdosfirmes que garanticen cierta continuidad, para locual la formacin y los mtodos de la educacinp o p u l a r s u r g ie r o n c o m o p r o p u es t a sinteresantes. Asimismo reafirmamos nuestraconviccin de que el espacio de articulacinnacional ms importante y que debemosfortalecer es el de la Unin de AsambleasCiudadanas (UAC), en cuyos encuentros muchasde lasorganizacionesy asambleas nosconocimosy nos seguimos encontrando. Las propuestasgiraron entonces alrededor de pensar cmo

    encuentros como ste aportan a fortalecer laUAC y las crecientes luchas socio-ambientalesqueselibranennuestropas.

    Por ltimo, tuvo lugar tambin la reflexin acercadel entrecruzamiento de las luchas y laimportancia de la articulacin entre losdiferentes trabajos sectoriales. En muchas de las

    experiencias vividas sala a la luz cmo laproblemtica ambiental es inescindible delproblema del trabajo, de la tierra, de la salud, dela construccin de conocimiento en lasuniversidades, etc., y en este sentido, se rescatl a i m po r ta nc i a d e t ra ba ja r e n f or mamultisectorial junto con otras organizaciones delcampo popular que se organizan en funcin deestos otros ejes, ya que muchas veces lasrepuestas necesarias no se reducen a lo

    estrictamente ambiental. Es as como desde lasluchas socioambientales podremos aportartodas nuestras experiencias y nutrirnos de lasexperiencias de otros sectores y sus luchas,contribuyendo a construir un proyecto de pasmejor.

    En el encuentro trabajamos colectivamente yreunidos en comisiones, abordando los diversosejes que hacen al modelo de saqueo ycontaminacin,comolos agro-negocios, la mega-minera, la explotacin de hidrocarburos y otrasfuentes energticas. Asimismo, abordamos lasproblemticas del hbitat urbano y el problemaglobaldelcambioclimtico.A continuacin t ranscr ibimos a lgunasintervenciones que funcionaron comodisparadores del encuentro, y posteriormentereflejamos algunas de las discusiones y

    conclusiones a las que se llegaron en las distintascomisionestemticas.

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    Quisiera comenzar agradeciendo la invitacin aabrir este encuentro; por la importancia que a mientender tiene, no slo por su ambicin deprofundizar y consolidar la articulacin dediferentes experiencias y organizaciones, sinotambin por el desafo que se propone desde supropia convocatoria a discutir los retos queplantea la construccin de las articulaciones de

    lasluchasendefensadelosbienescomunesdelanaturaleza. En este sentido, mi intervencin dehoy tiene como objetivo presentar algunossealamientos sobre ello. Comenzando porcompartir algunos ejemplos actuales de larelevancia y proyeccin de estas luchas y delproyecto que sostiene y orienta nuestrasacciones.A continuacin, esbozar algunas de lasrazones estructurales que permiten explicar ydimensionar la importancia de las disputas

    sociopolticas a la quenosreferimos,quemuchosllaman a veces con cierta desestimacin- por elnombre de conflictos ambientales pero que,por razones que voy a intentar exponer, tienenuna proyeccin sociopoltica central que apuntaal corazn de las contradicciones del capitalismocontemporneo y de la forma que steadoptaenel llamado Tercer Mundo. Por ltimo, voy aproponer una sistematizacin provisoria de las

    principales estrategias que orientan el ejerciciod e l o s p od er es d om i na nt es h ac i a l aneutralizacin del potencial articuladorsociopolticodeestasresistenciasyconflictos.

    Presente y futuro de la significacin de las luchaspor los bienes comunes: ejemplos actuales y elproyectodelcambiosocialporelqueluchamos.

    Vale la pena recordar que hablamos de bienes

    comunes naturales en reemplazo del conceptoeconmico tradicional de recursos naturales. Y,sibienelusodelnombrebienescomunestiene

    una larga historia, hoy se nos aparecereactualizado a partir de las luchas socialesrecientes en Amrica Latina. Repasemosentonces la significacin poltica que hanalcanzado estas luchas en nuestro continente ycmo las mismas orientan nuestro proyecto decambiosocial.

    1) Claramente, si uno analiza la historia recientede Latinoamrica y de la Argentina, estos bienescomunes estn en el centro de las disputassociopolticasenlamayoradenuestrospasesdemanera creciente. No slo por el incremento delnmero de estas luchas, sino tambin yparticularmente por la capacidad de articulacinpoltica que tienen y por el papel importante quecumplen en la construccin de proyectos decambio social. Y todo ello, tanto en el periodo de

    las resistencias al neoliberalismo como en el msreciente de crisisde su legitimidady bsqueda dealternativas. Se podran dar muchos ejemplos deeste sealamiento: pensemos por caso en laexperiencia prxima de Bolivia, en ese perodoque va de la Guerra del Agua de Cochabamba(2000) a la Guerra del Gas (2003) y la Agendade Octubre que surge de la misma y que va aorientar la accin de los movimientos populares

    en Bolivia y el primer mandato de Evo Morales(2006-2009). All, claramente, la disputaalrededor de los bienes comunes se transformen el punto de articulacin de las resistencias alneoliberalismo y en el inicio de un proceso decambio promovido por un conjunto de fuerzassociales y polticas que convergieron en unapropuesta programtica en relacin con loshidrocarburos,latierrayelterritorio.

    Para sumar algunas referencias sobre laArgentina, ya que la idea es discutir los procesosennuestropas,simplementevalga recordar que,

    La disputa por los bienes comunes naturales:Significacin, experiencias de lucha y estrategiasde neutralizacin poltica. Para pensar los desafos

    del cambio social Por Jos Seoane

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    durante el 2008, la confrontacin social tendi aestructurarse y polarizarse alrededor de quhacer con la renta extraordinaria de lasexportaciones agrcolas en el marco de un ciclode incremento internacional de sus precios. As,aquello que se llam la disputa entre el

    gobierno y el campo alrededor de la vigenciade la resolucin 125, expres en realidad unconflicto entre diferentes fracciones del bloquedominante que cort y alinea la amplia mayorade la elite poltica y a buena parte del resto de lasfraccionesy clasessocialesdeunladoo del otro.

    Podemos sealar dos ejemplos ms, para hacerhincapi tambin en las iniciativas y resistencias

    del campo popular. Recordemos la lucha de lacomunidad de La Primavera del pueblo Qom enFormosa y la represin que sufri y an sufreuna pequea muestra de lo que es el procesodeexpulsin de poblaciones campesinas indgenasen el norte argentino, y el genocidio que se estcometiendo en estos mismos momentos sobreestas comunidades. Y obviamente la otrareferencia central del ao pasado es la lucha porla proteccin de los glaciares amenazados por

    diferentes proyectos mineros particularmenteeldePascuaLamaenSanJuan-ylaaprobacindela ley nacional en una disputa que sigue abiertasobre una buena reglamentacin de la ley y suaplicacin efectiva, bloqueada hoy en algunasprovinciasporresoluciones dela justicia local.

    Estos son cuatro ejemplos -tres referidos a laArgentina, uno latinoamericano- de la relevanciapoltica que tienen las luchas por los bienescomunesdelanaturaleza.

    2)Hayotracuestinquequisieramarcarsobrelas

    luchas por aquellos que llamamos bienescomunes. Ya seal que este concepto nos vienesugerido, promovido, por la programtica y lasluchas protagonizadas fundamentalmente pormovimientos campesinos e indgenas en NuestraAmrica. En este sentido, esta referencia a losbienes comunes formapartede un conjuntodereferencias programticas que han surgido deestas luchas recientes en nuestro continente y

    que hemos ido incorporando a nuestrovocabulario y a nuestros conceptos. La propuestade soberana alimentaria; la lucha por elterritorio y no slo por la tierra; el horizonte delbuen vivir crtico de las nociones dedesarrollo y de progreso; la consideracin dela Pachamama o Madre Tierra para referirsea la naturaleza; son simplemente algunosejemplos de ello. Palabras, conceptos, que sonmucho ms que un s imple cambio de

    terminologas o de estilo; sino que dan cuenta deuna mirada particular comprometida con laconstruccin de un nuevo proyecto de cambiosocial. Hablar de bienes comunes no es, en estesentido, neutral; significa instalarse e instalar unhorizonte de cambio social, que gua nuestraluchaynuestroproyecto,yquesuponeuna

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    transformacin social que, entre otras cosas,cuestiona la dualidad de oposicin entresociedad y naturaleza construida por elcapitalismo. Una dualidad que mientrassubjetiviza individualizando el trmino sociedad,objetiviza y cosifica la naturaleza y, de estamanera, plantea una relacin de explotacinentre una y otra orientada por el afn de lucro.Este ncleo, es uno de los centros de lamodernidad capitalista, de una historia larga dems de dos siglos, que nosotros cuestionamoscuando hablamos de bienes comunes.Entonces, otra de las razones de la relevancia delas luchas por los bienes comunes tiene que vercon esto; con que nos marca un horizonte de

    cambioalcualqueremosapostaryquebuscamosconstruir.

    Razones estructurales de la significacin de lasluchas por los bienes comunes: acumulacin pordesposesiny crisisde la civilizacin dominante

    Un segundo aspecto que permite explicar larelevancia que asumen hoy las articulacionespoltico-sociales en la lucha por los bienescomunes naturales refiere a lo que puedenllamarse razones estructurales. Hay entoncesuna serie de razones estructurales que dancuenta de la significacin que alcanza la disputasocial alrededor de estos bienes comunes a nivelglobal,enAmricaLatinayenArgentina.

    Podradecirseconraznqueelcapitalismodesdesiempre ha depredado la naturaleza. O recordar

    el lugar relevante que le cabe a la provisin yprecio de los alimentos en tanto bienes salario,bienesbsicos en la determinacin del valor de lafuerza de trabajo y de su reproduccin. Astambin los hidrocarburos como base de lamatriz energtica del capitalismo en el ltimosiglo han ocupado un lugar central en lasestrategias de los Estados y las c lasesdominantes. Basta conocer un poco de historiapara rememorar las guerras, asesinatos, golpes

    de estado, invasiones y conquistas imperialesmotivadas por el control del petrleo y losintereses de las llamadas Siete Hermanas en

    referencia a las corporaciones petrolerastrasnacionales. E incluso, en la historialatinoamericana su integracinal sistema mundovino de la mano de la colonizacin y explotacindel oro y la plata iniciada en el Siglo XV, quealimentaron las redes comerciales europeas y laemergencia del capitalismo. Sin embargo, estasluchas que nosotros llamamos por los bienescomunes naturales, asumen hoy una relevanciaparticular. Podramos pasar toda la tardediscut iendo esta apreciac in; en estao p o r t u n i d a d v o y a c o n c e n t r a r m efundamentalmente en dos argumentos paratratardeexplicarestarelevanciaestructural.

    1) Por un lado, ello tiene que ver, en general, conlas caractersticas particulares que tiene la fasecapitalista actual, que nosotros llamamoshabitualmente neoliberalismo; y, en particular,con las caractersticas que presenta esta faseneoliberal en el llamado mundo perifrico, enelSur del Mundo,en los pasesdel Tercer Mundo.Cuando reflexionamos desde esta problemticapodemos ver que la mundializacin liberal noslo ha implicado una creciente polarizacineconmica y social y de poder a nivel global. Noslo ha supuesto una reactualizacin delimperialismo en un sentido de recolonizacin dela periferia. Sino que ello ha venido acompaadoo ha promovido una nueva divisin internacionalde trabajo como pases proveedores de materiasprimas (commodities) y ha implantado ennuestros pases una lgica particular deacumulacin del capital que llamamos de

    acumulacin por desposesin. Y qu significaesta acumulacin por desposesin? Llamamosas al proceso por el cual un conjunto de bienesque eran comunes se transforman sonconvertidos- en mercancas; es decir, sonapropiados privadamente para su venta-intercambio y/o para su uso en el proceso deproduccin capitalista. Refiere con ello a unproceso amplio y diverso que mercantiliza latierra, los minerales, los hidrocarburos, y la vida

    en general por ejemplo, a travs delpatentamiento de la biodiversidad y su usocomercial. Nosotrostenemoseneste encuentro

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    cinco comisiones temticas, pero ciertamentepodramosagregar otras ms como,por ejemplo,sobrebiodiversidadybiopiratera.

    Este proceso de acumulacin por desposesinsupone entonces un feroz proceso dem e rc a nt i l i za c i n . F e ro z p o r qu e l amercantilizacin supone despojo; o para decirlocon otras palabras, arrebatar estos bienes queeran de uso comn o formaban parte del hbitatde vida o, incluso, eran explotados bajo otrasformas. Este proceso de despojo es lo que losmovimientos sociales y las luchas han bautizadomuysabiamentecomosaqueo.

    Hay un primer nivel de este saqueo que se da enlos lugares donde ocurre la primera fase delproceso de acumulacin por desposesin; alldondesedespojaalospueblos,lascomunidades,los habitantes,de aquellos bienes que eran partede su hbitat, o que eran utilizados por ellos parala reproduccindelavidaanivellocal. Pero hayu n s e g un d onivel del saqueoy del despojoque tiene unad i m e n s i nnacional y quese expresa en lal g i c a d ee n c la v e q u et i en e n e s to s

    emprendimiento s , d eproduccin dem e r c a n c a sp a r a s e rtransportadas yvendidas en elm e r c a d omundial, paravender la soja a

    C h i n a o l o sminerales a losp a s e s

    capitalistas centrales, y donde la enorme riquezagenerada por estas actividades se hallaconcentradaenmuypocas manos. Entonces, unade las caractersticas de la fase neoliberal, tantoen Argentina como en Amrica Latina, tiene quever con el papel relevante que asume esteprocesodeacumulacinpordesposesin.

    A su vez, la propia lgica del saqueo implica ladevastacin ambiental; resultado de lastecnologas productivas utilizadas (minera acielo abierto, agrotxicos, etc.) y de lascondiciones sociales que ha construido elneoliberalismo para que estos tipos deemprendimientos sean tolerados colocando el

    afndelucroporencimadetodootrovalor.As,se devastan los lugares donde se realiza laprimera fase de la acumulacin por desposesin,y tambin a nivel nacional se incrementa ladegradacin del ambiente que producen estasindustrias extractivas a lo largo de todo el ciclo

    que culmina enla exportacin y,en general, lasconsecuenciasde actividadese c o n m i c a sd i v e r s a s ,producto de lac o m p l i c i d a de s t a t a l y e ldesmantelamien t o yprivatizacin de

    lopblicoydelaa u t o r i d a dp b l i c a . E lcuestionamiento a e s t a sp r c t i ca s d edevastacin ydestruccin delambiente y elterritorio es lo

    q u e l o sm o v i m i e n t o shanllamadola

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    luchacontralacontaminacin.

    De esta manera, la lucha contra el saqueo y lacontaminacin son parte de las referenciascentralesdeestasluchasendefensadelosbienescomunes.

    2) Pero, por otro lado, las razones estructuralesde la relevancia de estas luchas apunta en otradireccin, hacia las caractersticas e intensidadque adopta la crisis que se despliega o despliegasus efectos- a nivel internacional en las ltimasdcadas. No nos referimos, claro est, slo a sudimensin econmica -ms que presente hoytras el derrumbe de la especulacin inmobiliaria

    enEE.UU. en2008 y que afecttambin a Europadonde se pretende aplicar hoy las recetas deajuste ortodoxas y frente a las cuales crecen lasresistencias y la movilizacin. Estamos enpresencia de una crisis que tiene un carctermultidimensional, que se expresa tambin comocrisis energtica, crisis alimentaria, crisisclimtica y que tiende a exasperar las lgicas delsaqueo as como las disputas por los bienescomunes,lanaturalezaylavidaengeneral.

    As, el agotamiento de la matriz energtica quesign la expansin del capitalismo a lo largo debuena parte del siglo XX ha intensificado ladisputa por el control de los recursos y reservasconocidosyposiblesdecombustiblesfsiles,yhaimpactado en el crecimiento de su preciointernacional. Un ejemplo de sus consecuenciasresulta la expansin de la megaminera a cielo

    abierto destinada a explotar mediante lavoladura y remocin de enormes cantidades detierrayrocayladepuracindelmineralconelusode sustancias txicas- los minerales dispersos enlas capas superficiales de la tierra con gravsimasconsecuenciassocialesyambientales.

    Por otro lado, estamos en presencia tambin deuna crisis alimentaria resultado de la expansindel modelodelagronegocioy deldesplazamiento

    de las lgicas especulativas a los commodities, loque provoca ciclos de alza del precio de losalimentos a nivel mundial. As, desde fines del

    ao pasado hasta hoy, estos incrementos de losprecios de los alimentos han provocadohambrunasen diferentes partes del mundo, perotambin han provocado revueltas, por ejemploen fr ica del Norte y Medio Oriente ,transformando la crisis social en crisis poltica yprecipitando un proceso de luchas sociales ygrandes conflictos, cambios sociopolticos eintervenciones imperiales. Esta crisis alimentariatiene tambin su particular incidencia en laArgentina, incrementando las sobregananciasdel complejo agroexportador y presionando alalza los precios locales; exasperando lacontradiccin del modelo argentino de serexportador de alimentos al tiempo que sigue

    habiendohambreenelpas.

    Y hay otra dimensin de la crisis que es la de lacrisis climtica. Porque no slo se ha agotado lamatriz energtica de la fase capitalista anterior,no slo estamos en un perodo en donde elcapitalismo neoliberal es incapaz de garantizar lasatisfaccin de las necesidades alimentarias anivel internacional, sino que adems estamos enun momento en donde el planeta ya no puedeprocesar los niveles de contaminacin quealcanza la fase capitalista actual. La capacidad delplaneta para ello est colapsada y una de lasmanifestaciones de esta situacin -no la nica-,es lo que se llama habitualmente el cambioclimtico, y que mejor deberamos llamar crisisclimtica. As, como resultado, aunque no ni ca me nt e, d e l a e mi si n d e g as escontaminantes -los gases de efecto invernadero-

    est en curso un proceso de calentamiento delplaneta, de elevacin de su temperatura, queprovocaunamodificacinradical delclima a nivelmundial con su secuela de catstrofes (heladas,lluvias, inundaciones, sequas, elevacindel nivelde los mares, etc.) que estn modificando lageografa social y econmica del mundo y queamenazaconextinguirlavidaenlaTierra.

    Concluyamos entonces que hay una serie de

    razones estructurales para dar cuenta de lasignificacindelasluchasporlosbienescomunesdelanaturaleza,yquerefierentantoalas

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    caractersticas de la fase neoliberal como a laactualidad y las diferentes dimensiones de estacrisis de la civilizacin dominante que nosotros

    afrontamos.

    Cul es la importancia de reflexionarsobreestasrazones estructurales? No se trata de potenciaraquellas visiones deterministas que tienden aconsiderar que las cuestiones estructurales seexpresan de manera directa y unvoca en losprocesosdelasluchasydelaaccindelossujetossociales. Queremos alejarnosde esta visin. Peros,loqueesimportante,esquecomprenderestasrazones estructurales nos permite identificar

    procesos generales de largo plazo; es decir queinciden en nuestra realidad con una vigencia y unvigor que va ms all de los cambios ocasionales,delosvaivenesdelacoyuntura,queseprolonganen el tiempo. Permtanme un ejemplo que si bienno refiere directamente a los bienes comunesnaturales tiene mucho con ver con estas lgicasde saqueo y contaminacin y con los procesos derecolonizacin que las acompaan. Desde

    principios de la dcada de los aos '90 EstadosUnidospromovi,dediferentesmaneras,elALCA(rea de Libre Comercio de las Amricas),proyecto que fue relativamente derrotado en

    2005 en la Cumbre de Mar del Plata y digorelativamente pues entre esos aos 11 pases dela regin que suman casi el 45% del PBI regional

    firmaron Tratados de Libre Comercio con los

    EE.UU. Pero la desaparicin del proyecto delALCA de la agenda continental no quiere decirque Estados Unidos no siga promoviendo otrossimilares; ello va ms all del humor de Obama,tiene que ver con las necesidades del bloquedominante estadounidense en estas particularescondiciones del capitalismo neoliberal; sonprocesos de largo aliento. Remarcar lacomprensinde procesosde largoplazono buscaagigantarlos, sino interpelarnos a nosotros sobre

    nuestra necesidad de construir perspectivas delargo plazo, perspectivas de construccin delargo plazo, de la construccin de las fuerzasnecesarias para darrespuesta a estos problemas.As, pensamos e intervenimos en la coyunturamuyseriamenteporquevamoslejos.

    Estrategias de neutralizacin poltica de estasluchas:losdesafosdelcambiosocial

    Por ltimo, otra cuestin que quisiera abordaralrededor de la importancia de las articulacionessociopolticasdeladefensadelosbienes

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    comunes de la naturaleza tiene ver con lasdificultades que tenemos los movimientossociales y populares para construir estasarticulaciones. Ello refiere fundamentalmente alas estrategias que elaboran y se dan lospoderosos para neutralizar, manipular y/oreorientar el surgimiento de estas articulacionessociopolticas de las luchas por los bienescomunes. Voy a presentar brevemente estecomentario alrededor de cuatro estrategias;aunque ello no quiere ofrecer una lista acabadani cerrada.

    1) La primera de ellas es la que se orienta a laconstruccin de una dicotoma que enfrenta las

    ideas de desarrollo, progreso y/o crecimientoeconmico por un lado, con lo ambiental y loecolgico por el otro. Es decir que la cuestinsocial y la cuestin ambiental son vistas comoc u e s t i o n e s n o s l o d i s t i n t a s s i n ofundamentalmente opuestas. Se dice que nopodemos dar respuesta a las dos; que esnecesario priorizar la cuestin social, el desafodel desarrollo, el crecimiento econmico y elprogreso; y lo ambiental lo iremos resolviendoluego, en algn momento. Esta oposicin entrela cuestin social y la cuestin ambiental se basa,porlomenos,encuatrograndesfalacias.

    Porunlado,enlaideadequelaexplotacindelosbienes comunes de la naturaleza resuelve elproblema del empleo sea bajo la forma delneoliberalismo de guerra, sea bajo la forma delproyecto neodesarrollista, quea mi entender son

    los dos grandes proyectos de los bloquesdominantes de Amrica Latina. Nada ms lejosde la verdad. De la mano del crecimiento delagronegocio, la explotacin de los hidrocarburos la minera a cielo abierto, no hay creacin deempleo. Por el contrario, la destruccin queestosemprendimientos suponen del hbitat y lasactividades econmicas preeexistentes implica,entre otras cosas, un proceso de destruccin deempleo. No hay que consultar grandes

    bibliotecas para esta afirmacin, basta conhablarcon los pobladores de Andalgal, o de Cutral C yPlaza Huincul, para constatar que estos

    emprendimientos no generan empleo, ni a nivellocalnianivelnacional.

    La otra falacia es que crecimiento econmico esigual a b ienestar soc ial , que conl levamecnicamente unamejora en la distribucindelingreso. Justamente la particularidad de la faseneoliberal es que ambos trminos se distancianan ms que en el pasado. Es decir que ciclos decrecimiento econmico a nivel nacional decrecimiento del producto bruto interno- nosuponen necesariamente ningn proceso deredistribucin de la riqueza. La posibilidad desocializar los frutos de ese crecimientoeconmico depende de las luchas, de la

    capacidad de imponer polticas pblicas queredistribuyan la riquezacreada.

    Una tercer falacia, que es propia del modeloneodesarrollista, es aquella que afirma que sibien las industrias extractivas que se basan en laexplotacin intensiva orientada a la exportacinde los bienes comunes de la naturaleza tienen uncierto costo social y ambiental, son necesariaspara proveer los ingresos fiscales (va impuestos,retenciones a las exportaciones u otrosgravmenes) imprescindibles para sostener unproceso de industrializacin y de mejoramientode las condiciones sociales de las mayoras con lapuesta en marcha de polticassociales amplias.Elcuestionamiento de este axioma nos planteaexaminar diferentes dimensiones. As, exigeponer en debate aquello que se considerahabitualmente bajo el nombre de justicia

    social; en qu medida una poltica social queslo compensa, o morigera en parte, los efectosms gravosos de la pobreza puede serconsiderada el lmite pensable de lo justosocialmente? Y tambin examinar seriamente ellogro de los objetivos econmico-productivosenunciados a la luz de un proceso dereprimarizacin y trasnacionalizacin que sigueen curso. Finalmente, an en trminosmeramente econmicos resulta ms que

    cuestionable la frmula que plantea que loscostos sociales y ambientalespresentes y futurosdeestasactividadessecompensanconlos

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    presuntos beneficios que recibira la mayora delapoblacin.

    Por ltimo, hay una cuarta falacia que dice que lapreocupacin por lo ambiental es un lujo para lospases perifricos y sus pueblos, para nacionesque enfrentan tantos problemas y urgenciassociales que deben resolverse previamente. Nonos podemos dar ese lujo, nos dicen. Para qupensar en lo ambiental si tenemos mucha genteque se muere de hambre, para qu pensar en loambiental si tenemos todava que desarrollar laindustria y fabricar ms automviles; cmovamos a controlar los gases de efectoinvernadero si todava nos falta mucho recorrido

    para alcanzar a los pases capital istasdesarrollados. Pero aun si considerramoslegtimos estos objetivos del desarrollo,resultara imposible alcanzarlos creyendo quepuede seguirse el mismo patrn de desarrolloque siguieron los pases capitalistas centrales; ono es una realidad que an donde tienenhegemona los proyectos neodesarrollistas se hatendido a profundizar la reprimarizacin ytrasnacionalizacin de la economa?; no ser

    que sigue teniendo vigencia aquella imagen deldesarrollo del subdesarrollo? Por otra parte,abordar en un sentido emancipatorio laresolucin efectiva de la cuestin social no

    implica tener que responder en la misma medidaa lo ambiental? La radicalidad en un terreno, nosuponenecesariamentelaradicalidadenelotro?

    Por ltimo, es importante resaltar que el debatecontra estas falacias, el cuestionamiento a lafrmula dicotmica desarrollo vs. ecologainterpela no slo al liberalismo de guerra y alproyecto neodesarrollista, sino tambin a losprocesos de cambio social en curso en AmricaLatina; interpela tambin al ideario delsocialismo, del cambio social que queremosconstruir. Tenemos por delante un horizonte queno slo plantea la redistribucin del ingreso y lariquezay/olamodificacindelalgicaprivadade

    apropiacin y propiedad. Sino que este procesotiene que estar ligado tanto al cuestionamiento ytransformacin de la matriz liberal colonial delEstado-Nacin -o sea, a la construccin del poderpopular y la democracia participativa efectiva-,c o m o t a m b i n d e b e s u p o n e r u ncuestionamiento al modelo tecnolgico-productivo y al patrn de consumo quepromueve como realidad o como imaginario- las o ci e da d a c tu a l. E n e st e s e nt i do , e l

    cuestionamientoalaescisinyoposicinentreloambiental y lo social tambin interpela nuestroideario de transformacin social. Una discusinqueestmsquepresentetambinenrelacin

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    con las experiencias de cambio en curso enVenezuelayBolivia.

    2) Hay una segunda cuestin en relacin a estastecnologas o estrategias de neutralizacinpoltica que se sustenta en la construccin de laoposicin entre la periferia y el centro; entreterritorios rurales y las grandes reas urbanas,entre el bautizado desierto y la urbe,podramos decir provocativamente. Claro, engeneral, la primera fase de la acumulacin pordesposesin se da en lo que llamamoshabitualmente el interior del pas: la explotacinde las minas en el cordn de los Andes, elpetrleo en la Patagonia o en el noroeste, la

    e x te n s i n d e l a f r o nt e ra a g r co l afundamentalmente afecta al noreste -las nuevasprovincias sojeras estn ah, en Salta, Formosa,SantiagodelEstero.Peroestaideadelaoposicinentre periferia y centro, es utilizada por lasgrandes corporaciones para garantizar lagobernabilidad de sus emprendimientos. Hemosvisto cmo, por ejemplo, la Ley de Glaciares hasido detenida, justamente por el poder de estasgrandes corporaciones sobre los gobiernos yEstadosprovinciales. Es slo un ejemplo de cmoparte de su estrategia para bloquear lanacionalizac in de estos conf l ictos esencapsularlos en lo local. Por supuesto, ah labatalla es feroz, porque la acumulacin pordesposesin es feroz, son batallas cuerpo acuerpo, que reproducen bajo otras formas perocon la misma intensidad la dinmica de lospiquetes y las puebladas de los movimientos de

    trabajadores de desocupados que, recordemos,tambin surgieron en el norte y sur del pas. Y, enese sentido, la historia del movimiento detrabajadores de desocupados parece tenermuchas similitudes, porque los piquetes en laArgentina tambin surgieron en la periferia delpas y hubo de transcurrir un perodo en eserecorrido de la periferia al centro poltico-econmico- hasta que aparecieron con fuerzanacional, es decir que aparecieron concapacidad

    de interpelar al centro poltico econmico delpasqueeselreametropolitana.

    Pero, ciertamente, esta estrategia de escisinentre periferia y centro no es slo unaconstruccin de las grandes corporaciones.Tambin resulta vital para el proyecto neodesarrollista; valga recordar que la gestin delactualgobierno trabaja tambinsobreestedobleestndar. Hay un estndar para los lugares dondese realiza la primer fase de la acumulacin pordesposesin: ah hay muertos, hay represinlegal o ilegal, ah se pacta con las oligarquasprovinciales cmplices del extractivismo, nofuncionan muchas de las llamadas institucionesde la democracia liberal. Y hay otra poltica parael rea metropolitana, que reposa mucho ms enla aplicacin de polticas de integracin social

    ( p o r e j em p lo , l a s p o l t i ca s s o ci a l escompensatorias)dondesehaceusodeformasdeconstruccin de hegemona y menos de lacoercin directa. Entonces, tambin sereproduce esta escisin entre periferia y centroen el proyecto neodesarrollista de la mano deeste doble estndar para tratar a los grupos yclases subalternas, a los sectores populares. Eldesafo nuestro es cmo interpelamos, cmodesbloqueamos esta escisin entre los malllamadosperiferia y centro.

    3) Hay otra estrategia de neutralizacin de laproyeccin poltica de la lucha de los bienescomunes, que tiene que ver con la oposicinentre lo individual, lo local y lo nacional.Simplemente voy a dar dos ejemplos para tratarde graficar a lo que me estoy refiriendo. Unaforma de contener la proyeccin poltica de las

    preocupaciones que nos interpelan diariamentesobreel tema delambiente es orientarlas hacia laidea de una tica individual de consumo queresulta ms fcilmente integrable e inclusopuede ser colonizada como un nuevo nicho denegocios. No se trata de condenar la necesidaddeunaticaqueseexpresanecesariamenteenelterreno de nuestras elecciones individuales -necesitamos una tica ambiental y un cambiocultural que rompa con los ideales de

    consumismo desenfrenado que esta sociedadcapitalista promueve-, sino de cuestionar lafuncionalidad queello puedecumplir para

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    bloquear el problema de la construccin de unproyecto colectivo capaz de modificar lasociedad. Quiero mencionar otro ejemplo enrelacin a una cuestin que para muchos de losque estn ac resulta ms interpelador, que es eltema de las universidades, de los estudiantes ylos profesionales. Hay una estrategia deneutralizacin de los expertos; las grandescorporaciones tienen una poltica especfica -ustedes ya lo saben- para cooptar o bloquear lasopiniones de los llamados expertos, o sea lostcnicos y profesionales. Una poltica que, sea atravs del financiamiento privado a las

    Universidades, sea a travs del rgimen queimpone la propia carrera acadmica, o sea porotras vas, busca impedir el surgimiento de unavisin crtica de parte de los estudiantes yprofesionales respecto de la explotacin de losbienes comunes y sus efectos. La experiencia enla Argentina es interesante porque ha habidovarios casos de universidades que han rechazadoel financiamiento ofrecido por las mineras. Esuna decisin importante a rescatar y un paso queabre todo un terrenopara la batalla ideolgica enlasuniversidades. Perocreo tambin queello nosplantea un segundo problema o desafo; que

    refiere no slo al cuestionamiento de los fondosprivados y, en general, a la colonizacinempresaria de la formacin universitaria sinoquetambin nos exige reflexionar sobre el papel delos estudiantes y los profesionales en laconstruccin de ese nuevo proyecto quenecesitamos. Necesitamos poder pensar yconstruir ese nuevo proyecto que rompa con elsaqueo y la contaminacin y que permitaasegurar el buen vivir, que nos permita avanzaren el cambio social y para ello requerimosconstruir tambin las articulaciones entre losprofesionales y los movimientos populares sin

    reestablecer las jerarquas del conocimientocaractersticas de la sociedad actual, peroentendiendo que necesitamos estos diferentestipos de saberes, entre ellos el saber tcnico-profesional para enriquecer un dilogo que debegerminar en los proyectos de cambio ytransformacin.Eseesundesafoquetenemos.

    4) Hay una cuarta dimensin de stas estrategiasde neutralizacin de la proyeccin poltica de lalucha de los bienes comunes que persiguefundamentalmenteladisolucindelas

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    responsabilidades sobre las calamidadesambientales y sociales producidas. Por ejemplo,se tiende a considerar que estos costos socialeso ambientales son resultado de excesos o deerrores recordemos la similar disputa que fuedada en torno de las responsabilidades respecto

    del terrorismode Estado- y no como parte de unacuestin sistmica; se dice que es el resultado dela corrupcin poltica o de la mala conducta dealgnactor individual (empresao particular).Consimilares consecuencias, me gustara detenermeun poco en cmo se est procesando el hecho deque producto de la crisis climtica empezamosuna era donde vamos a afrontar catstrofesnaturales cada vez ms reiteradas ysignificativas o, por lo menos, cambios climticosde gran incidencia social. Cmo se procesa esoenlos grandes medios?:setiendea afirmar que laresponsable es la naturaleza. As al ocultar lasverdaderas causas del cambio climtico, lanaturaleza aparece como una enemiga, unaamenaza, una fuerza ciega y brutal que descargasus golpes sobre los seres humanos y evoca yactualizalosrelatosmstico-religiosos.Setratadeuna estrategia discursiva largamente pensada y

    promovida. Es la estrategia opuesta al proyecto yla cosmovisin de la Pachamama. Porquemientras nosotros decimos la naturaleza es laPachamama, es nuestra madre y hay quecuidarla; el discurso dominante comienza a decirjustamente lo contrario: el problema es lanaturaleza, la naturaleza es un enemigo que nosacecha y nos castiga, justificando as sudevastacin y reactualizando la escisin-oposicinentresociedadynaturaleza.

    Amododecierre

    Entonces, en el puntoanterior intentresumir encuatro grandes cuestiones las estrategias quetienden a neutralizar la proyeccin poltica de lasluchas por los bienes comunes. Anteriormente,haba desarrollado brevemente algunas de lasdimensiones para dar cuenta y comprender la

    significacin que tienen actualmente y quetendrn en el futuro inmediato estas luchas y larelacin que se plantea respecto de nuestro

    proyecto de cambio social. Sobre ello, repasamosalgunos ejemplos de la actualidad de estasluchas; hice alguna referencia a los horizontesque se desprenden del concepto bienesc o mu n es ; y a b or d am o s l a s r az on e sestructurales que asignan un lugar central a la

    cuestindelosbienesnaturalesyelambiente.

    Hace ya unas dcadas atrs y en relacin a estosdebates, Eduardo Galeano populariz esaimagen de una Amrica Latina con sus venasabiertas y sangrantes. Una imagen que tiene msvalidez hoy que en la poca en que l escribi ellibro. Para terminar, quisiera parafrasear otrafrase acuada tambin por Galeano dondeafirma que la utopa, el proyecto que sealanuestro horizonte, es tan, tan importante,porque aunque no la alcancemos, nos mantieneandando; pero valdra agregar que es tan o msimportante porque fundamentalmente nosorienta en qu direccin tenemos que caminar.Esa es tambin la importancia de los debates deestosdas;graciasybuenencuentro.

    CentroCulturalOlga Vzquez, La Plata.

    16deabrilde2011.

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    Les agradezco la invitacin y la idea era hacer unapresentacin de lo quevenimos discutiendohaceun t iempo entre var ios compaeros ycompaeras del equipo de economa poltica delCentro de Estudios para el Cambio Socialrespecto a cmo caracterizar la etapa dedesarrollo del capitalismo argentino desde 2002-2003, esto que hemos dado en llamar modeloneodesarrollista, ms que nada para provocaralguna discusin posterior. Algunas cosas son

    ms polmicas que otras, pero seguramentealgunas de las cosas que yo voy a plantearustedes ya las hayan discutido o las hayan ledo,as que no pretendo aportar demasiadasnovedades. A mi me parece que estadiscusinvaa permitir caracterizar a grandes rasgos elproyecto de desarrollo capitalista que hoy porhoyest implementndoseenArgentina.Un primer elemento importante a tener encuenta es que este proyecto neodesarrollistanace de las bases que impuso el neoliberalismoenlaArgentina.Noesalgoquenacedeunrepolloen el 2002/2003, sino que surge de esecapitalismo que se construy en 30 aos deneoliberalismo, cuyo punto ms alto fue la etapade la convertibilidad. Esto es importante deresaltar para no pensar que las polticas actualesrepresentan un corte muy radical con la etapaanterior, sino que en algn punto representan

    una continuidad muy fuerte, precisamenteporque estructuralmente este proyecto seconstituy en el marco del neoliberalismo, quefue una etapa de reestructuracin econmicaque dur tres dcadas con diferentes perodosclaramente marcados, pero que en su conjuntopodemos pensar como una etapa global. Y enalgn sentido si bien las bases del modelo actualse fundan en el modelo neoliberal, est clarotambin que la etapa que se abre en los aos2002-2003 tiene rasgos diferenciales que haceque uno no la pueda seguir caracterizando comoneoliberalismo. Si bien hay muchos elementos

    que marcan continuidades, hay que pensarlo deotra manera. A mi entender la nueva etapa no esneoliberal, en el sentido de que toda la etapadesde va desde los aos 70 al 2001 fue una etapade profunda reestructuracin, de ajustepermanente en la economa argentina y en laeconoma capitalista a nivel mundial, algo que enAmrica Latina se hizo sentir fuertemente. Sinembargo, a partir de la salida del neoliberalismo,de la convertibilidad en Argentina, el patrn de

    desarrollo capitalista se transforma en buenamedida, y esto lo vemos en todos los pases deAmrica del Sur. Ya no es un proyecto de ajustepermanente, sino ahora un proyecto msconsolidado, basado en la explotacin deriquezas naturales, en la transnacionalizacin dela economa, en la precarizacin laboral.Esos tresf u nd a me n to s c r ea d os a t ra v s d e lneoliberalismo, permitieron lanzar una nuevaetapade desarrollocapitalista en la periferia, queyanoesdeajusteycrisispermanentecomofuelaetapa neoliberal, sino de expansin en trminosgenerales y en particular en esta regin. En estesentido, es un cambio fundamental, que yo creoquesehanotadomuyclaramente.E st e m od el o s e a si en ta e n t re s e je sfundamentales. Primero, el saqueo de lasr iquezas naturales l igado a l comerciointernacional, basado en el sector exportador. En

    Argentinatiene un rol fundamental la produccinde soja y todos sus derivados. ltimamente seest hablando de que las exportacionesindustriales estn ganando peso y en realidad en buena medida esto es industrializacin de lasoja misma, tanto en agro combustibles como enaceites, y otros productos. Entonces. en realidadsigue siendo un modelo exportador bastanteprimarizado, conalgunas industrias ligadas a esteproceso de saqueo. Y en este xito, desde elpuntodevistadelcapitalismoargentino, juegaunpapel muy importante el desarrollocapitalista enChina,comodemandantedeproductosagrarios,

    Continuidades y Rupturas del gobierno de losKirchner: el proyecto neodesarrollista. Notas parauna caracterizacin Por Mariano Fliz

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    no slo de Argentina sino de toda la regin.Tambinestn jugando unrol muyimportanteloscapitales extranjeros que estn viniendo a

    nuestro pas, incluso capitales chinos que estnentrando en buena parte de las ramas msimportantesdelaeconomaargentina.Entonces

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    este es un primer punto, el saqueo como base,construido a lo largo del neoliberalismo. Esta esunacontinuidad.El segundo punto es la transnacionalizacin de laeconoma. Este es otro elemento de continuidad

    f u e r t e . D e s p u s d e l o s n o v e n t a ,aproximadamente el 60/70% de las empresasms grandes que funcionan en Argentina sonextranjeras. Esto tiene que ver con lascaractersticas que el capitalismo argentino haasumido: hoy el capitalismo argentino es unc a p i ta l i s m o t r a ns n a c i on a l i za d o . L a sexportaciones estn en manos de empresasextranjeras, y las importaciones, buena parte delos productos que se importan, tienen que vercon los procesos de industrializacin o deproduccin de empresas extranjeras enArgentina. Es decir, no es que importamos bienesde consumo as porque s, sino que lasimportaciones tienen que ver con las estrategiasde las transnacionales que operan en el pas.Entonces, el comercio exterior est muy ligado aesa transnacionalizacin de la economaargentina. Aun las grandes empresas que son de

    capitales nacionales tienen estrategiastransnacionales, piensan su proceso deacumulacin con una mirada ms global. Este esun segundo elemento de continuidad con elperiodo anterior, que es al mismo tiempo una delasbasesdeestemodeloneodesarrollista.Un tercer elemento que entra a jugar muy fuertees la precarizacin laboral como un elementocentral y estructural de las posibilidades deacumulacin de capital en la economa enArgentina. Buena parte de las gananciasextraordinarias que obtienen las empresas queoperan en el pas provienen de la posibilidad de

    garantizar condiciones de explotacin de lafuerza de trabajo por encima de lo que es normalen los pases centrales. Esto se apoya en laprecarizacin en trminos del empleo en negro,que si bien uno cuando mira los promedios est

    cerca de 30 o 35% en el sector asalariado, enrealidad en el sector privado est cerca del 50%.Este promedioest afectadopor la incorporacindel empleo estatal pues segn la estadsticaoficial nada del empleo estatal es en negro, locual es mentira. Entonces cerca de la mitad deltrabajo en el sector privado est en negro, yadems una parte importante del sector privadoest tercerizado, lo cual juega un rol muyimportante sobre todo en las grandes empresas.Hay muchas empresas que aparecen comopequeas, pero en realidad son apndices de lasgrandes empresas, lo que les permite a estasltimas precarizar el empleo y obtener gananciasextraordinarias. Estos dos elementos, el empleoen negro y la tercerizacin, son centrales, ya quepermiten a las empresas obtener ms ganancias.Esta idea de la superexplotacin da cuenta de unfenmenomuyimportantequeesquehoyenda

    una parte importante de la poblacin ocupada esp ob re , l o c ua l e s p ara d ji co , ya q uehistricamente la pobreza estuvo ms asociada ala desocupacin o a la exclusin y hoy buenapartede la pobreza est ligadaal empleo,empleocon condiciones que no garantizan niveles deingreso mnimo. Esto hablando de pobreza poringreso, sin hablar de pobreza en un sentido msamplio, que tiene que ver con condiciones devida en trminos ms generales. Entonces, estees un elemento estructural de la economaargentina que se conform en el periodoneoliberal,y quehoypermanece.Por supuesto

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    que ha menguado si uno lo compara con lospeores momentos de la crisis econmica, pero siuno lo ve a mediano plazo, los niveles deprecarizacin laboral, en casi todos losindicadores que uno puede elegir, son bastantepeoresqueaprincipiosdelos''90.

    Esos son los tres elementos que me parecenestructurales y que caracterizan el capitalismoargentino en la actualidad, y que si se quieremarcan las continuidades con el proyectoneoliberal.Hablamos de proyecto neodesarrollista, ms quede desarrollismo en s, porque es como una obraen construccin, es un proceso que los sectoresdominantes han ido impulsando y que hasignificado transformaciones sociales y de laspolticas del propio Estado. Esto es un elementotambin a considerar: el Estado capitalista actualenArgentinatiene algunos rasgos de continuidadfuerte con el Estado Neoliberal, pero est claroque hay algunos elementos que han entrado amodificarse. Cabra marcar algunos que meparece que son importantes. Por un lado, a nivelde la poltica macroeconmica, este modelo sesostiene en la idea de mantener un dlar

    relativamente caro, como forma de garantizar lacompetitividad del capital local y una alta tasa deganancia para las grandes empresas. Este es unhecho muy relevante: si uno mira la rentabilidadde las grandes empresas en esta dcada es un50% o 60% superior a la que han tenido enpromedio en los ''90. Esto es importante para verla profundizacin de la dominacin capitalista.Haynivelesdegananciamuysuperioresalos''90,a pesar de que en otras cosas uno encuentra

    cambios en otros sentidos. Pero una de las basesde esta ganancia es el dlar caro. Esto requierepara poder realizarse de altos niveles deexplotacin laboral, en el sentido de que el dlares caroen relacin con los salarios, con los costosde la produccin. La precarizacin laboral

    permite evitar que la mayora de lostrabajadorespuedan recuperar sus salarios reales despus dela devaluacin del 2002. Esto es lo que permitemantener el dlar alto y las gananciasextraordinarias.Porotrolado,siunoempiezaamirarunpocomsall de la macroeconoma, observando laspolticas estatales sociales y laborales, unoempiezaavercosasrelacionadasconesto.Hay dos elementos a resaltar. Por un lado, hayuna recuperacin de ciertas viejas polticaslaborales que en los ' '90 haban estadoabandonadas, producto de la reestructuracin,como sonlasnegociaciones colectivas o el salariomnimo, que son prcticas histricas delcapitalismo argentino, y por lo tanto no unanovedad. Simplemente, haban estado muyapagadas en el contexto de la fuerte ofensiva delos sectores dominantes. En la actualidad, esas

    viejaspolticashanrecuperadocierta fuerza en elmarco de una mejora relativa de las condicionesestructurales, la baja en el nivel de desempleo yel crecimiento del empleo, esos dos elementospermiten explicar la reaparicinde esas polticas.Hay adems algunas polticas laborales nuevas,que se aplicaron sobre todo enel 2009, como fueel REPRO (Programa de RecuperacinProductiva) que es un subsidio al empleo en lasgrandesempresas,queenverdadesunsubsidio

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    a la ganancias de las grandes empresas, que fuebastante novedosa, aunque fue acotada. Tuvo lanovedad de reconocer o de buscar contener laconflictividad social en un sector polticamenteimportantepara el gobiernokirchneristacomoesel sector de los ocupados en las grandesempresas industriales, como es la industriaautomotriz, metalmecnica, etc. Jug un papelimportante para contener el conflicto social en2008/2009.Por el lado de las polticas sociales, hubo muchasnovedades, y esto lo conocemos bastante biendesde el nacimiento en el 2002 del Plan Jefes yJefas,comounamasificacindeloqueeraelPlanTrabajar, que progres ivamente se fue

    reformulando y ahora tenemos una mezcla deprogramas: la Asignacin Universal por Hijo(AUH) por un lado, el Argentina Trabaja por otro.Tambin se puede considerar el Plan Familias,como programas que dan cuenta de unasituacin estructural de la economa argentinaque es la extrema precarizacin de lascondiciones de vida. Estos programas son muchoms masivos que los de la dcada del ''90. En lahistoria argentina nunca hubo programassociales de tan amplio alcance y su existenciatiene que ver con reconocer una situacinexplosiva en trminossociales.Si no existieran, lasituacin poltica sera mucho ms inestable, poreso los han creado de la manera que los hancreado. Pero estos programas no buscan mejorarlas condiciones dignas de vida, sino contener laemergencia, por los montos que esos programasasignan a las personas, que apenas les permiten

    salir de la indigencia, aun cuando la lnea deindigencia oficial es muy baja. Adems, unopuede ver programas como el Argentina Trabaja,que se ha convertido en un programa de empleoprecario muy importante de parte del Estado,donde usa a esos compaeros/compaeras quecobran el plan para realizar tareas que antesrealizaban los trabajadores municipales contrabajos menos precarizados. En alguna medida,este es un programa de promocin del empleo

    precarizado por parte del Estado. Y la AUH.sibienes importante, en trminos globales deasignacin de gasto es relativamente menor,

    sobre todo en comparacin con otros gastos queel Estado realiza como puede ser la apropiacinde gastos para la deuda externa, o los gastosasignados a subsidios a las grandes empresas. LaAUH es bastante marginal en ese sentido, ypudiendo ser una herramienta universal yresolver el problema del hambre en la Argentina,no lo hace. Sigue habiendo una importantepoblacin objetivo de este programa que estpor fuera. Aun cuando podra resolverse esetema, no se avanza en ese sentido porque no hayvoluntad poltica, porque se lo toma como unacuestin ms de control social, de contencinsocial, y no como una poltica de acceso universalaingresosmnimos.

    Esta estructura que combina polticas sociales ylaborales, nuevas y viejas, est creando unasituacin bastante particular donde uno observaque un pequeo sector de los asalariadosformalesdelsectorindustrialodelosligadosalasexportaciones estn obteniendo recuperacionesimportantes en sus niveles salariales, ancomparndolo con los ''90, pero el resto de lapoblacin asalariada est en condiciones muchopeores. Ac hay una brecha salarial bastanteimportante. Cuando uno analiza la evolucin delossalariosenArgentinaestmuyclaroqueladelsector primario y los precarizados, los queaparecen como en negro en las estadsticasoficiales y an los estatales, estn todava pordebajo de los ''90. Se ha creado una importantedesigualdad en la clase trabajadora, que dac u e n ta d e c o n d i ci o n e s e s tr u c t u ra l e ssustancialmente diferentes. Y en esta etapa, esas

    diferencias estructurales se manifiestan en unaincidencia poltica diferente y una evolucin delascondicionesdevidamuydistintaymarcada.Por otra parte, lo que estamos observando enesta etapa es la consolidacin de un patrndistributivoentre el capital y el trabajo altamentedesigual. A pesar de que hubo desde 2002-2003cierta recuperacin de la participacin de lossalarios en el ingreso, por lo menos desde 2007esa redistribucin se ha detenido fuertemente y

    estamos en niveles que no superan la situacinque haba a principio de los '90. De todasmaneras,conlosproblemasquehayenlas

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    estadsticas oficiales, esto siempre se analiza demanera aproximada. Uno puede enmarcar esasdoscosasenunanlisis del esquemadistributivo.Primero, una situacin de estancamientodistributivo desde el 2007 en trminos de larelacin capital-trabajo, y segundo, unpersistente aumento de la desigualdad al interiorde la clase trabajadora entre sus distintasfracciones.Esta es, sucintamente, la caracterizacin generaldel proyecto neodesarrollista, en cuanto a lasbases estructurales y a las polticas, que sonbastante diferentes a lo que eran las polticas deajuste permanente de la dcada de los '90, '80 y'70,yenestesentidoesalgoparatenerencuenta

    y para entender lo que han construido los

    sectores dominantes, de forma de garantizarseuna estructura econmica y de control sobre elEstado que lespermite conseguir niveles altos derentabilidad, de manera sistemtica. Aun en la

    crisis de 2008-2009, la rentabilidad del grancapital en Argentina apenas cay; el impacto fuebastante moderado a nivel del gran capital. Estomuestraclaramenteque los sectoresdominanteshan conseguido condiciones estructurales queles permiten consolidar una acumulacinbastante sistemtica y acelerada. Ya lo hanhechodurante8/9aosynohayperspectivasdecortoymediano plazo quepermitan prever unacrisisdelcapitalismo argentino como las que uno estaba

    acostumbrado a ver antes. Si bien hay seales dealerta, a priori uno no puede esperar que elcapital ismo argentino en general est

    enfrentando problemas como los que enfrenten los '80 o '90, en trminos de crisis recurrentesymuyfuertes.Esta es la situacin ms general, ahora veremoslas contradicciones de este proceso de desarrollocapitalista. Enfatizo que se trata de un proyectocapitalista ya que es un proyecto de los sectoresdominantes para avanzar en la acumulacincapitalista. Hay varios puntos para pensar,discutir y problematizar.El problema del endeudamiento: recordemoscmo fue el ciclo del endeudamiento. Hubo unfuerte proceso de endeudamiento en los '90 y lasalida de la convertibilidad supuso un salto en elnivel del mismo, en el marco de la estatizacin de

    las deudas de las grandes empresas, eso que se

    llam la pesificacin asimtrica. El Estado se hizocargo de una porcin muy grande de la deuda delos grandes empresarios. Despus vino larenegociacin como un paso necesario para

    recuperar la capacidad de pago. En realidad, noera un renegociacin para no pagar, sino unarenegociacin para pagar e iniciar un nuevoproceso de endeudamiento. El Estado siguefinancindose incorporando recursos deprogramas de endeudamiento con organismosparaestatales, como el Banco Mundial (BM). Lamayora de los programas sociales tienenfinanciamiento externo, lo cual es desde el puntode vista de la necesidad de recursos es absurdo.

    Tiene que ver ms con una cuestin poltica, congarantizar una relacin cordial con losorganismosdecrdito,enunmomentoenquela

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    recaudacin impositiva permitira financiar, porejemplo, el Plan Argentina Trabaja. La AUH sefinancia con plata proveniente del BM. Lo queestamos observando ahora es un nuevo ciclo deendeudamiento luego de la renegociacin y quees parecido a la primera mitad de los '90, que noes preocupantes en relacin a la capacidad depago del Estado, porque la economa creceaceleradamente. Pero el endeudamiento siguesiendounfactormuyimportante.Un segundo elemento importante es laestructura impositiva, en la que no ha habidograndes cambios. Y a nivel de los gastos no hayuna poltica de universalizar los gastos paragarantizarmnimas condiciones de vidapara toda

    la poblacin, cuando efectivamente hayrecursos.Laspolticasmsampliasenesesentidocombinan la utilizacin de formas precarias deempleo, la autoconstruccin, con niveles muyinsuficientes de gasto. Si bien se gasta muchoms que en la etapa del ajuste permanente, losniveles son muy inferiores a las necesidadesreales ligadas a la emergencia habitacional y deinfraestructura urbana que existe en el pas. Eldficit habitacional es hoy igual al de 2001,despus de 10 aos de un gasto fuerte en lo quees poltica habitacional. A pesar de eso escompletamente insuficiente en funcin de lasnecesidades reales. A nivel de la estructuraimpositiva sigue habiendo claros lmitesvinculadosalpesodelossectoresdominantes.Semantiene una estructura impositiva que no gravala renta financiera en general, las rentas en todassus formas estn exentas de impuestos, sean por

    intereses bancarios, ganancias de capital, porcirculacindecapitalenlabolsadecomercio,etc.Por otro lado, hay un impacto muy liviano decarga impositiva en las grandes empresas,sumado a los fuertes niveles de subsidios quereciben, lo que conforma un mecanismoperverso y permanente. Esta es informacinoficial:lapropiaencuestaquehaceelEstadoalasgrandes empresas muestra que el volumen desubsidios que reciben representa entre un 20% y

    un 30% de sus ganancias. Entonces, la cuestinde la estructura del gasto y los impuestos es pararemarcar otracontinuidad.

    Un tercer elemento que es importantey que estgenerando cada vez msproblemas tiene quevercon que el gobierno trata de sostener un tipo decambio real alto. En la prctica, ha fracasado enbuenamedida,enelsentidodequelosnivelesdeinflacinson elevados y, ms all de lo que dice elINDEC, deben estar cerca del 20% anual en losltimos 3 o 4 aos (ms o menos segn el ao). Yla inflacin, con un dlar que se ha mantenidorelativamente estable, ha hecho que el dlar entrminos reales se haya abaratado bastante. Estopara las grandes empresas no es un problemamuy grande porque tienen condiciones propiasde estructura, de tecnologas de produccin, detercerizacin, de los subsidios que reciben del

    Estado, para seguir garantizndose altos nivelesde competitividad y de rentabilidad aun en estasituacin. Pero, despus hay un conjunto deempresas industriales de menor monta queestn comenzado a tener serios problemas decompetividad, de rentabilidad. Este es unproblema que a mediano plazo uno lo puedeobservar. En el capitalismo de alta precarizacin,de transnacionalizacin, de saqueo de riquezasnaturales, hay un sector importante de laindustria que est teniendo problemas paracompetir internacionalmente. Este es un lmitems estructural de las caractersticas delcapitalismo argentino, capitalismo perifrico conutilizacin de tecnologas ms atrasadas entrminos generales. Lo que est en discusin, yen realidad la inflacin pone de manifiesto partede eso, es quin paga en el marco de esteproyecto neodesarrollista las ganancias de

    competitividad. Quin paga la inversin que lossectores dominantes quieren hacer, quin lacontrola, quin la orienta, quin paga eseproyecto de industrializacin que estnbuscando hacer con orientacin internacional. Lainflacin est poniendo de manifiesto eso: losempresarios que tienen capacidad de fijacin deprecios estn queriendo que lo paguen lostrabajadores con la desvalorizacin de sussalarios, con la suba de los precios, que baja el

    salario real. El gobierno con la poltica decontencin de las demandas salariales para queestnentornoalosvaloresdelainflacinyno

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    mucho ms que eso se est adecuando a estaestrategia del capital. Busca crear condicionespara que las empresas, con su propiarentabilidad, puedan financiar un procesoinversor, que en el tiempo permita superar esteproblema de competividad que se manifiestasistemticamente en la economa argentina. Estees un problema que el neoliberalismo no pudoresolverysevuelveamanifestarahora.Agregara una cosa ms. Hay una poltica decreacin de infraestructura bsica orientada agarantizar la expansin capitalista, que tiene quever con la cuestin de la falta de energa, decaminos, etc., pero siempre orientado asatisfacer las necesidades de reproduccin del

    capital. Este es el gran lineamiento en cuanto a loque es el gasto en infraestructura, perocontrastndolo con los lmites que tiene eninfraestructura urbana y de resolucin deproblemas sociales. Los volmenes de gasto sonclaramente muy diferentes. La obra pblica eninfraestructura para los sectores dominantes esmuy grande en comparacin con la obra pblicaligada a la resolucin de la emergencia socialque todava sigue siendo muy amplia en el

    pas, a pesar de las cosas quesealbamos hoy luego de los 8aos de sper-crecimientode la economa. Esta

    eslagranparadojadelcapitalismoargentinohoy.Paracerrar,enAmricaLatinasepuedeverquelasituacin de Brasil es similar a la de Argentina,pero con la caracterstica de que Brasil sera unapotencia subimperial,y Argentina estara ligadaaesa estrategia de manera subordinada. Despus,entodoslospasespodemosvercmolabasedelmodelo es el saqueo de los bienes naturales.Todos los pases de la regin impulsan laexportacin de materias primas y de alimentosenfuncin de, sobre todo, la demanda china, quecada vez es ms determinante en la regin. Ladiferencia que uno puede trazar es en el sentidode la estrategia de cada uno de esos pases.Mientras Argentina y Brasil plantean el

    capitalismo perifrico del Siglo XXI, los pases delALBA plantean avanzar en la construccin delSocialismodelsigloXXI.

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    1) Comisin sobre Mega-Minera

    En las ltimas dcadas, el perfil histrico de laArgentina como exportador de materias primasligadas a la explotacin de losbienes naturales se

    ha vueltoa renovar. Si bien la actividad mineranoh ab a t en id o h as ta e nt on ce s u n r olpreponderante, la avanzada neoliberal de losaos '90 instal un nuevo paradigma, sentandolos lineamientos jurdicos y regulatoriosestratgicos para la consolidacin futura de unmodelo de pas minero con hegemona exclusivadelasgrandesempresastrasnacionales.El pasaje de la minera tradicional a la minera agran escala, o megaminera, como actividad

    orientada a la extraccin masiva de oro, plata,cobre y otros minerales, implic la utilizacin denuevas tecnologas de explotacin de losminerales -como la tcnica extractiva a cieloabierto-, que amplificaron exponencialmentelos impactos socioambientalesy econmicos, ascomo la intensiva utilizacin de bienes naturales(sobretododelagua).Este nuevo mecanismo de apropiacin y dominio

    de la naturaleza afianz nuevas posibilidades deexplotacin en nuestro pas, permitiendo que laArgentina ocupe actualmente el sexto puestomundial en cuanto a potencial minero. Los msde 400 proyectos mineros en diversos grados deavance han generado la extensin de la actividadminera por toda la franja cordillerana yprecordillerana, desde el norte del pas hasta elextremosurdelaPatagonia.Frente a la generalizacin de la megaminera

    metalfera a cielo abierto fueron emergiendomltiplesasambleasyorganizacionesendefensa

    denuestrosbienesnaturales.

    En la comisin se pudo reflexionar acerca decmo la identidad de las asambleas estuvoinicialmente marcada por una improntaexclusivamente ambiental, que centraba la

    problemtica en las notorias consecuenciasecolgicas producidas por la tcnica extractiva acielo abierto. Posteriormente, la dinmica delconflicto imprimi a las luchas un carcter social,configurando un escenario de d isputasocioambiental, fuertemente anclado en elterritorio.Hoy vemos la lucha contra el saqueo y lacontaminacin de una manera ms integral. Lalucha por los bienes comunes se enmarca en la

    lucha por el territorio, en estrecha ligazn con laacumulacin y el despojo, es decir, asociada a lalgica predatoria y mercantilizadora con la cual elcapitalserelacionaconlanaturaleza.

    La mayor comprensin de losvnculos intrnsecosque la megaminera tiene con la dinmica delsaqueo y desposesin de nuestros bienesnaturales nos ha permitido identificar en ella

    caractersticas estructurales del sistema,procesos que tienen una historia previa, enalgunos casos tendiendo un puente identitariocon otras luchas anteriores del campo popular.As, hoy, el territorio (y todo lo que l implica) esun punto de reflexin central que nos permiterepensar la soberana de nuestros bienesnaturalesyavizorarunarealidadendisputaporelmodelodedesarrolloquequeremos.

    En esta perspectiva delmodelode desarrollo quebuscamos, y comprendiendo el No a lamegaminera a cieloabiertocomounaconsigna

    Sntesis de los debates por Comisin

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    irrenunciable, se abre el desafo de poder discutirqu tipo de minera queremos, para quin, enmanosdequinesyconqufines.Por otra parte, los renovados procesos dedestruccin de las condiciones ambientales,comunitarias y regionales hacen hoy factible ynecesaria una mayor articulacin de sectores enla lucha contra los proyectos megamineros, ascomo la proliferacin de debatesy discusiones entorno al entramado poltico que sustenta unaccionar minero -concebido como pauta decrec imiento econmico, de desarrol losustentable y de responsabilidad social yempresaria. Las asambleas y organizacionespresentes en la comisin creemos necesario

    afianzar la construccin de redes territoriales deresistencia a la megaminera que puedan revertirlas asimtricas condiciones de poder y recursosas como la creciente judicializacin de laprotesta.

    Las desigualdades socio-ambientales presentes

    en la distribucin de servicios urbanos,saneamiento bsico y viviendas dignas, que sedan entre los diferentes barrios y sectores de la

    c i u da d , c o nf or m an u n a d e si g u al d a dsocioespacial que reproduce las desigualdadesde clase de la sociedad. Es por eso querescatamos la importancia de poder vincular lasluchas por la vivienda digna a la reivindicacin delajusticiasocialyambiental.Las desigualdades ambientales verificadas enesta distribucin espacial de los servicios, riesgosambientalesy contaminacin,sonresultadode la

    lgica excluyente asociada a la especulacininmobiliaria capitalista que transforma elderecho a la vivienda y el derecho a la ciudad(y a sus servicios) en mercanca. La importancia

    que adquieren estos mercados responde adiferentes polticas implementadas u omitidaspor el Estado. Por un lado, observamos laineficacia y/o inexistencia de polticas pblicashabitacionales inclusivas que proporcionenacceso a viviendas dignas, ; que cuenten conservicios de recoleccin de basura,; seancercanas a servicios de salud, educacin,transportes pblicos eficientes, centrosculturales/deportivos y que se localicen en zonaslibres de contaminacin ambiental porindust ria s , a dem s de se r a cces ib le sfinancieramente a los sectores populares. Porotro lado, se ponen en marcha polticas queprofundizan la segregacin socioespacial a partir

    de una determinada disposicin racional delespacio vinculada a las posibilidades de lucro,donde lo que prima es el establecimiento de lascondiciones necesarias para la acumulacin, msque el desarrollo de un proyecto urbanoplanificado y coherente para la satisfaccinde lasnecesidadesdelatotalidaddelapoblacin.Es en este marco que se rescatan las experienciasde las diferentes organizaciones que participaronenladiscusindelacomisin.

    La lucha contra la falta de agua potable en lalocalidaddeArana,LaPlata

    Durante la gestin de Julio Alak al frente de laMunicipalidad de La Plata en el ao 2007, sehaban comenzado las obras de infraestructurapara la instalacin de la red, pero fueronabandonadas y lo construido comenz adeteriorarse. Frente a esta situacin se conformla Asamblea por el Agua asamblea -dondeparticip la Murga Garabatos de la Aceitera, desde la que se convoc a diferentes actividades

    informativas para exigir que se concluyeran lasobras. Como respuesta a la presin popular laintendencia, mediante el programa Agua mstrabajointentdarunasolucinala

    2) Comisin sobre conflictos ambientales

    urbanos

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    problemtica - mediante la instalacin de cincotanques de agua- que, sin embargo, no terminde remediar seel problema, porque la instalacinde las canillas comunitarias devino en otro tipodeproblemasparaelbarrio.

    El derecho a la ciudad. Polticas de exclusin en laciudaddeCrdoba

    La UniversidadTrashumanterealizaun trabajoenla ciudad de Crdoba con algunos pobladores desiete ex villas que fueron relocalizadas en laperiferia de la cuidad, particularmente conhabitantes del nuevo barrio ciudad el SolNaciente.

    Esta relocalizacin es parte de una poltica delimpieza social presente en la ciudad, que

    implic, entre otras cosas, la instauracin de

    patrullas que acosan a quienes son sospechadosde merodeo o por portacin de cara endiversos lugares cntricos y residenciales. Lossectores marginados son de esta forma vctimasde una poltica de exclusin y represin por partede la polica. Algunas de las consecuencias de larelocalizacin fueron la ruptura de lazos socialesy el surgimiento de relaciones de competenciapor la apropiacin de terrenos, por lo quemuchas familias tienen la sensacin de que no

    pueden salir de su lugar de residencia por miedoaquelasocupenolasdestruyan,.Estosedaenelmarco de todo un entramado que responde alsistemadeprebendas.El objetivo del trabajo de la UniversidadTrashumante fue en un primer momento aportaralareconstruccindelamemoriadeloqueeralavilla y reconstruir vnculos sociales entre loshabitantes. Se comenzaron a trabajar enproyectos productivos mediante la , enarticulacin con redes de comercio justo.Adems participan en el encuentro deorganizaciones donde articulan con el

    Movimiento de Base de Agronoma (MBA) de laUniversidadNacionaldeCrdobayhacentalleresde huertas;ascomo tambin intentaron trabajarcon un grupo de jvenes. Actualmente se avanzaen el intento de construir y fortalecer laorganizacinpopularenelbarrio.

    Pobreza y contaminacin urbana: el cementeriodeautosenVilla20,Lugano,BuenosAires

    El Espacio Chico Mendes coment la experienciadelaVilladeLugano,dondeexisteuncementeriode autos perteneciente a la polica federal.Decenas de miles de autos abandonados cuyadescomposicin contamina con plomo el aire y

    las aguas subterrneas que luego toma la gentedel barrio. La contaminacin con plomo trae

    consecuencias gravsimas para la salud, es de

    carcter acumulativa y afecta principalmente alos nios. En la villa hay una gran cantidad deniosenfermosyhastahubocasosmortales.Se coment la dificultad para poder luchar por laremediacin y relocalizacin del cementerio,debido a que el problema principal de loshabitantes, la falta de vivienda digna, coloca a lalucha contra la contaminacin en un segundolugar.La toma del Parque Indoamericano en diciembre

    de 2010 plante la problemtica de lascondiciones de vivienda donde numerosasfamilias deben vivir hacinadas y pagando unalquiler mensual cuyo monto no se correspondecon la situacin de las propiedades en las quehabitan. Esta problemtica se da en principio porla falta de disponibilidad de terrenos para laconstruccin y la llegada de nuevos habitantesque necesariamente tienen que alquilar paratenerunlugardondevivir.A partir de esta problemticaeste y otros casostratados, vemos que se puede pensar en el eje dehbitatpara intentar aunar reivindicaciones:

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    vivienda y condiciones sanitarias. Existenposibilidades de trabajar desde lo territorial lasproblemticas de manera integral, a partir de loc u al s e r es c at ar on e xp e ri e nc i as d eautoconstruccin, donde este tipo de trabajospermite la apropiacin del territorio por parte delos habitantes y que aporta a la constitucin deun entramado de relaciones territoriales muchomsfuerte.

    Es as que en la comisin se reflexion sobre laimportancia de tener como horizonte un trabajoen unde doble aspecto: 1) visibilizar el contenidoambiental en la problemtica urbana; 2)visibilizar en el territorio la problemtica

    ambiental e intentar un desarrollo integrador deesta perspectiva, dando cuenta de lasherramientas con la que se cuentan para larealizacindelasdemandas.A partir de lo discutido, la comisin se proponeseguir trabajando en conjunto para poderelaborar una perspectiva en comn de lasproblemticas territoriales propias. Para esto, seplantea la importancia de vincularnos, desde lasluchas socioambientales, a las luchas porv ivienda digna, para potenciar ambasexperiencias.

    L o s a g ro n eg oc i os c o ns ti t uy en u n e j efundamental de esta etapa de acumulacin del

    capitalismo global, caracterizada por la

    aceleracin del proyecto tecnolgico deprivatizaciny mercantilizacinde la naturaleza ydelavida.Se trata de un modelo agroalimentariocontrolado por grandes capitales desde laproduccin a la comercializacin,y signado por la

    expansin de monocultivos industriales, quevaran su preponderancia de acuerdo a losprecios del mercado. Este tipo de agriculturatiene una fuerte dependencia de insumosexternos pesticidas, fertilizantes, etc.-, ynecesita de enormes sumas de capital para sufuncionamiento muchos de stos son, a su vez,capitales financieros especulativos, queencuentran refugio en esta actividad luego de lasdiferentes crisis en los pases centrales. Entrminos de soberana, se puede pensar alagronegocio como la injerencia de compaastransnacionales y sus contrapartes nacionales,como el grupo Los Grobo- en las polticasalimentarias de los pases, a partir de la

    mercantilizacindelaproduccindealimentos.Fueron empresas de la industria qumica las queimpulsaron -de la mano de la Organizacin de lasNaciones Unidas para la Agricultura y laAlimentacin, FAO segn su sigla en ingls- apartir de mediados del siglo XX la llamadaRevolucin Verde, de la que el agronegocio eshijo directo. Algunas de estas empresase s tu v ie ro n a s oc i a da s a l a i n d us t ri aarmamentstica, como Monsanto, que en susorgenes particip de la guerra de Vietnamproporcionando el agente naranja. LaRevolucin Verde dio lugar a los procesos deindustrializacin capitalista de la tierra, y a laexpulsin de campesinos, pueblos originarios yagricultores familiares al ritmo del avance de laconcentracin de la misma. En Argentina, elmodelo emergi con fuerza durante la ltimadictadura militar, hacindose particularmente

    visible a partirdelacampaa delos aos '78/'79.

    Los cambios tecnolgicos englobados en eld e n o m i n a d o p a q u e te t e c n o l g i co ,comenzaron a combinar la siembra directa laposibilidad de sembrar sin necesidad de roturarel suelo- con el uso de semillas genticamentemodificadasparatolerarelusodeagroqumicos.

    3) Comisin Agronegocios y Soberana

    Alimentaria.

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    Estos nuevos mtodos de produccin requierende grandes extensiones de tierra para trabajar, almismo tiempo que necesitan menos mano deobra. Esto ha desembocado en una agriculturasin agricultores, en la que ya han desaparecidogran cantidad de pequeas y medianasproducciones. As, se consolid la presencia degrandes explotaciones y nuevas formas deorganizacinde la produccin: el contratismo, losfondos de inversin, y los pools de siembra. Unade las consecuencias ms visibles de esto ltimotiene que ver con que muchos productores noson dueosde las tierrasen l as q ue

    toma lugar elagronegocio,ya que a losd u e o s d ec a m p o spequeos lesr e s u l t amucho msr e n t a b l econvert irsee narrendadoresy no trabajarla tierra por smismos.S i b i e ns o l e m o sa s oc i a r e lagronegocio

    a lmonocultivode soja, este cultivo no es ms que una de lastantas expresiones de este modelo. La plantacinde pinos en Misiones para pasta celulosa (papel),el olivo en San Juan y Mendoza, responden a lamisma lgica, por lo que debemos poner encuestin el modelo y no slo demonizar a lasoja.Adems de alentar el desarrollo de una

    agricultura s in agricultores, e l modeloarrincona la produccin de leche, carnes,frutas, verduras, afectando las producciones

    tradicionales de las economas regionales. A suvez, la desaparicin de mercados locales deproduccin y consumo, y la presencia de grandesacopiadores genera gastos energticos enormes-derivados de las enormes distancias querecorren los productos- que se suman a losinsumosdelpropiomodelo.Otra consecuencia se da en la comercializacin,quetieneunafuerteincidenciaenelpreciodelosalimentos. Se trata de la etapa final de la cadenade los agronegocios y es realmente la nicavinculacin real con los consumidores de las

    c i u d a d e s .S l o 3e m p r e s a s

    controlan el7 0 % d e l adistribucin.Por otro lado,ms all del a sestrateg iasp a r ap r e s e n t a ru n adiversidadde productos(light, zero,bio, etc.), locierto es quese obse r vau n a f u er tehomogeneizacin de los

    gustos, y, end e f i n i t i v a ,

    todos los procesos se encuentran cada vez msestandar izados, y ut i li zan los mismosingredientes. Por ejemplo, en prcticamentetodos se emplea una gran cantidad de soja(lecitinadesoja).No menos importante resulta la utilizacin de larenta obtenida en el agronegocio en diferentesactividades especulativas; la ms importante es

    la inmobiliaria, que incrementa el precio de lasviviendasenlasciudades.

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    Qu es la soberana alimentaria? Cmo laalcanzamos?Creemos que luchar por otro modelo esimprescindibleyadherimosalabsquedadeunobasado en la soberana alimentaria, que comoseala la Va Campesina, consiste en el derechode los pueblos a definir sus propias polticas yestrategias sustentables de produccin,distribuciny consumo de alimentos.El modelo actual netamente orientado almercado mundial- y el de la soberanaalimentaria se contraponen. Entre las estrategiasque podemos darnos en la lucha por la soberanaalimentaria se encuentra la Campaa por el 0%de IVA a los alimentos de la canasta bsica, que

    debe ser un puntapi para interpelar a lasociedad acerca de la mercantilizacin de losalimentos.El impulso a experiencias alternativas deproduccin y consumo -como las redes decomercio justo y las huertas comunitarias-, si

    b ien, lg icamente, no puede conviv ir

    armnicamente con el modelo del agronegocio,ni puede derrotarlo por s mismas, permiteprefigurar nuevas prcticas y dar mayoresfundamentos a la luchacontra elagronegocio.Los mbitos de investigacin y generacin deconocimiento son lugares centrales donde daresta disputa. Debemos cuestionar fuertementeel patrn tcnico-cientfico de la educacin, y dela investigacin que est vinculado a losagronegocios. Impulsar luchas en esos mbitospara denunciar el financiamiento de lasuniversidades pblicas mediante fondosprovenientesde megaemprendimientos mineros

    y de empresas como Monsanto, Syngenta yempresassimilares.La lucha por soberana alimentaria es una batallaestratgica contra el capital, en la que no sloest en juego el derecho a decidir cmo nosalimentamos,sinocmoproducimos,yenmanosde quines estn los recursos necesarios paraacabar con el hambre. Para la misma creemosimprescindible articular propuestas e iniciativascon mltiples organizaciones sociales -campesinas, de trabajadores, asambleassocioambientales, agrupacionesestudiantiles.

    Las compaeras y compaeros que participamosde esta comisin evaluamos que estamos en losprimeros pasos de una campaa independiente,donde se vuelven claves la formacin y la

    informacin sobre las graves transformaciones

    que se estn produciendo en el clima de todo elplaneta. En tal sentido, nosparecemsadecuadodenominar crisis climtica y no cambioclimtico a la cuestin, ya que con ste trminose intenta naturalizar el problema (cambiosclimticos hubo muchos en la historia delplaneta), ocultando las responsabilidadesconcretas as como los intereses en juego,que noslo estn destruyendo las condiciones de vidaen la tierra, sino que lucran y visualizan nuevasoportunidades de incrementar gananciasaprovechando los desastres por ellos mismosocasionados.Noresultacasual queel capital

    4) Comisin sobre Crisis Climtica: cambiemos

    el capitalismonoelclima

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    denomine crisis a lo que concierne a los capitalesfinancieros o industriales, pero cuando se tratadelclimaprefiera hablar de cambios.En el debate, tuvimos como punto de partida elAcuerdo de los Pueblos, surgido de la IConferencia Mundial de los Pueblos sobre elCambio Climtico y los Derechos de la MadreTierra (abril de 2010, Cochabamba, Bolivia). Nosasumimos continuadores de ese camino porquevaloramos que el rumbo iniciado all -donde lasorganizaciones populares y movimientoscomenzamos a tomar en forma independiente lalucha por encontrar una salida a esta crisis- es lamejor alternativa frenteal abismoal quenosestllevando el capitalismo imperialista y la

    responsabil idad que t ienen en ello lasCorporaciones y los Estados que orientan lasConferencias sobre el Cambio Climtico (COP),promovidas por Naciones Unidas. En la XV COP,en 2009, se lleg al Entendimiento deC op en ha gu e q ue d a p or h ec ho u ncalentamiento global de ms de 2 C queprovocara daos irreversibles a nuestra MadreTierra, ocasionara que entre un 20% y un 30% delas especies desaparezcan, as como lo harangrandes extensiones de bosques, al tiempo quehuracanes, sequas e inundaciones afectarandiferentes regiones del planeta, extendindoselos desiertos y agravando el derretimiento de lospolos y los glaciares en los Andes y los Himalayas.Muchos Estados insulares desapareceran y elfrica sufrira un incremento de la temperaturade ms de 3 C. Asimismo, se reducira laproduccin de alimentos en el mundo con

    efectos catastrficos para la supervivencia de loshabitantes de vastas regiones del planeta, y seincrementara de forma dramtica el nmero dehambrientos en el mundo, que ya sobrepasa lacifrade1.020millonesdepersonas.Una de las cuestiones sobre las que creemosimportante insistir es que las soluciones no sehallan en la bsqueda de nuevas tecnologas quepermitiran seguir con el rumbo actual aunquecontaminando menos, sino que se hallan en el

    plano delcambiopoltico, econmico y social. Lasnuevas tecnologas no contaminantes surgidasdel seno de este sistema, como por caso los

    publicitados agro-combustibles, resultan unafalacia que agrava el problema y son concebidas,en realidad, con el slo fin de constituir nuevasoportunidades de negocios y de obtencin deganancias. Rechazamos tambin las nuevastecnologas financieras como el mercado decarbono, que agravan an ms el problema, ascomo los MDL (mecanismos de desarrollolimpio), proyectos de forestacin quepretenden consolidar el rol de nuestros pasessubdesarrollados como proveedores deMaterias primas (para nosotros BienesComunes); en la prctica, se trata demonocultivo de rboles destinados a la rpidatransformacin en pulpa de celulosa. Por todo

    esto es que entendemos que nuestrospr inc ipales desaf os en esta campaacomprendenunadisputasimblica.El primer desafo es el sealamiento de que se