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1 COMITÉ DE EMERGENCIAS BIOLÓGICAS DE LA RED DE HOSPITALES E INSTITUTOS DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES - ARGENTINA NUEVA GRIPE A (H1N1) causada por el virus pandémico Influenza A (H1N1) 2009 Actualización 15 de enero de 2010

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COMITÉ DE EMERGENCIAS BIOLÓGICAS DE LA RED

DE HOSPITALES E INSTITUTOS DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES - ARGENTINA

NUEVA GRIPE A (H1N1)

causada por el virus pandémico Influenza A (H1N1) 2009

Actualización

15 de enero de 2010

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ÍNDICE

Índice 2 Miembros del Comité y Expertos invitados 4 Introducción Influenza. Historia de la enfermedad OMS - Fases de la pandemia

5 5 11

Patogenia Introducción general a los aspectos virológicos Características estructurales y funcionales de los componentes del virus Influenza Composición genética del nuevo virus pandémico Influenza A (H1N1) 2009 Patogénesis molecular de la infección por Influenza A (H1N1) por extrapolación y comparación Comparación entre las infecciones causadas por el nuevo virus Influenza A (H1N1) y por otros virus Influenza A Infección experimental con el virus pandémico Patogénesis y/o virulencia de la influenza pandémica basadas en el estudio de los pacientes de Argentina La respuesta inmune en la infección por el virus pandémico Epidemiología molecular y evolución molecular del virus Influenza A (H1N1) Circulación témporo-espacial de los 7 clados del virus emergente Aspectos epidemiológicos globales de la pandemia

13 13 17 22 30 31 37 38 41 46 50 52

Número de casos y fallecidos confirmados por la influenza pandémica en América La epidemia en Argentina Casos confirmados, sospechosos, probables y contacto estrecho

59 60 65

La nueva influenza A (H1N1) 2009 y los porcinos Virus Influenza A (H1N1) 2009 en las distintas especies animales Cuadro clínico

67 68 72

Sobreinfección bacteriana Requerimientos institucionales Atención de pacientes con sospecha o confirmación de influenza A (H1N1) 2009 Medidas generales Toma y envío de las muestras Elementos clave de la atención sanitaria de los pacientes con infección respiratoria Notificación obligatoria Requerimientos y consideraciones en obstetricia Cuidados seguros en los procedimientos posmórtem y autopsias

75 77 77 77 79 81 84 86 90

Diagnóstico virológico Descentralización del diagnóstico Métodos diagnósticos Algoritmo diagnóstico Diagnóstico molecular Cultivo viral Otros métodos diagnósticos

92 92 94 95 98 101 103

3

Tratamiento antiviral Perfil de sensibilidad del virus Influenza A (H1N1) 2009 Grupos de riesgo de sufrir complicaciones Medidas generales de prevención Recomendaciones para la prevención y el manejo de la influenza en las escuelas Profilaxis activa Vacunas para la nueva influenza A (H1N1) Virus vacunales disponibles Tipos de vacunas disponibles Recomendaciones para la vacunación contra la nueva influenza pandémica Composición de la vacuna para ser utilizada en el hemisferio sur durante el 2010

109109 114 115116 120 121121 123 124 128

Anexo Ficha clínico - epidemiológica para la notificación e investigación de casos Ficha para la entrega de medicación Afiche de divulgación

130130 132 133

Bibliografía 134

4

MIEMBROS DEL COMITÉ

Coordinadora: Dra. PREDARI, Silvia Carla Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari Secretaria: Dra. COSTANTINI, Patricia Elena Instituto de Oncología Angel H. Roffo

Miembros: Prof. Dra. FAMIGLIETTI, Ángela Facultad de Farmacia y Bioquímica Prof. Dr. SORDELLI, Daniel Facultad de Medicina Dra. FOCCOLI, Mónica Hospital de Clínicas José de San Martín Dra. NATIELLO, Marcela Instituto de Tisioneumonología Raúl Vaccarezza Dr. SÁNCHEZ, Javier Asesor Legal de la Red de Hospitales e Institutos Sr. CÁCERES, José APUBA

EXPERTOS INVITADOS Prof. Dra. BRATANICH, Ana Cristina Facultad de Ciencias Veterinarias Prof. Dra. CAVALLARO, Lucía Facultad de Farmacia y Bioquímica Prof. Dra. MARTINEZ PERALTA, Liliana Amalia Prof. Dr. OUBIÑA, José Raúl Facultad de Medicina

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INTRODUCCIÓN

INFLUENZA. HISTORIA DE LA ENFERMEDAD La enfermedad respiratoria aguda altamente contagiosa conocida como influenza, parece haber

afectado a los humanos desde la antigüedad. La súbita aparición de enfermedades respiratorias que

persistían por pocas semanas e igualmente desaparecían, caracterizó a un número de epidemias en el

pasado. Una de estas epidemias fue comunicada por Hipócrates, el padre de la Medicina, en el año 412 a.C.

Numerosos episodios similares también fueron descritos en la Edad Media. El término “influenza” fue

introducido en Italia al inicio del siglo XV para describir una epidemia que fue atribuida a la influencia de

las estrellas. El término fue adoptado por los ingleses en el siglo XVIII; durante el mismo período los

franceses denominaron a la enfermedad, la grippe.

La primera pandemia ocurrió en 1580 y se cree se originó en Asia; de ahí se dispersó a Africa y a

Europa. La mortalidad fue elevada en algunas ciudades, e indudablemente fue incrementada por la práctica

de sangrar al enfermo para disminuir la fiebre. Durante los siguientes tres siglos, a pesar de que el

seguimiento fue irregular y no muy preciso, hubo un número definido de pandemias (junto con las

epidemias intermedias), en las que los historiadores están de acuerdo. La investigación retrospectiva en la

década pasada ha aclarado parcialmente la naturaleza de la pandemia de 1889, al detectar anticuerpos para

influenza en el suero de individuos que vivió en ese tiempo. Sin embargo, no fue sino hasta 1930 que un

virus específico fue identificado como la causa de la influenza, siendo el comienzo de un mejor

entendimiento de la enfermedad.

En términos de números de las víctimas humanas, la gran pandemia de 1918-19 no tuvo

precedentes .Las estimaciones oscilan entre un mínimo de 20 millones de muertes en todo el mundo hasta

más del doble de este número. Más de 500.000 óbitos fueron comunicados en EE.UU. y alrededor de 20

millones de muertes ocurrieron sólo en la India. Algunas zonas de Alaska y de las islas del Pacífico

perdieron a más de la mitad de su población.

En EE.UU. la mayoría de los lugares públicos fueron cerrados: los hospitales estaban excedidos y

faltos de servicios médicos. Adultos previamente sanos, enfermaron y murieron en un lapso de 24 horas.

Familias enteras padecieron en la soledad de la enfermedad, a pesar del accionar de los servicios

voluntarios en todo el país. Existieron remedios extraños e inusuales, pero al final, el único tratamiento

efectivo fue un buen cuidado por parte de las enfermeras.

Aún no se ha dilucidado por qué la pandemia fue tan letal. Ciertamente, infecciones bacterianas

secundarias que causaron neumonía - las cuales serían tratadas actualmente con antibióticos - y otras

comorbilidades fueron en algunos casos, sino en la mayoría, la principal causa de muerte. Otro factor

importante pudo haber sido un marcado incremento en la virulencia del virus durante las primeras fases de

6

la pandemia en la primavera y verano de 1918. Hasta ahora, todos los intentos para responder a estas

preguntas han fallado, incluyendo el análisis de tejido de las víctimas y de la exhumación en 1950 de

cuerpos enterrados en el suelo congelado de Alaska en búsqueda de la cepa de virus relacionada.

El nombre dado a la pandemia de 1918-19 fue “Gripe española”, un nombre discutible que ha

persistido hasta estos días, a pesar que los casos de influenza se dieron en muchos lugares del planeta.

Aparentemente, España adquirió esta dudosa distinción por ser el país donde habían desembarcado tropas

extranjeras que ya padecían la enfermedad y la propagaron inicialmente en su territorio.

Es difícil asumir cuál fue la primera área geográfica afectada, ya que la pandemia se presentó en

tres oleadas: en la primavera de 1918, el invierno de 1918 y los primeros meses de 1919; teniendo en

cuenta el hemisferio norte. No se prestó atención a la enfermedad hasta la “ola asesina” del invierno de

1918.

En busca de la etiología

Por siglos, el hombre ha especulado acerca de la causa de la influenza, atribuyéndola a las estrellas,

el tiempo y a los gases venenosos de los pantanos. En 1849 Charles Creighton, un eminente epidemiólogo

británico, insistió que la influenza no era transmisible. Sin embargo, al final del siglo XIX el concepto

microbiológico de la enfermedad ya tenía raíces, y preparaba el terreno para el descubrimiento de un bacilo

en la garganta de algunos pacientes con influenza. Este bacilo, Haemophilus influenzae (también conocido

como bacilo de Pfeiffer, en honor al microbiólogo alemán F. J. Pfeiffer), permaneció por muchos años

como el agente causal de la influenza. El descubrimiento de la verdadera etiología se produjo al final de los

años veinte, cuando por primera vez, una cepa viral fue detectada en los cerdos. Una cepa relacionada fue

finalmente aislada de un paciente humano en 1933. Un número de acontecimientos históricos de la

enfermedad mencionan la interesante coincidencia de la influenza como enfermedad en animales -

particularmente en caballos- inmediatamente después o simultáneamente con las epidemias en el hombre.

Si bien es cierto que los virus que causaron brotes de la enfermedad entre animales ocurrieron muchas

veces en el pasado, no fue sino hasta fines de 1918 que pudo ser establecida una relación cercana entre la

influenza del hombre y la de los animales. J. S. Koen veterinario de Fort Dodge, Iowa, e inspector del

Departamento de Agricultura, informó acerca de una nueva enfermedad que había aparecido en los cerdos

en Medio Oriente, similar y coincidente con la influenza humana entre familias; concluyó que ambas

entidades nosológicas constituían una misma enfermedad.

Después de largas investigaciones sobre la transmisibilidad de la influenza entre los cerdos, Richard

E. Shope del Instituto Rockefeller de Patología Comparativa, Princeton, Nueva York, demostró que el virus

podía ser transmitido entre cerdos con material filtrado. El trabajo de Shope fue advertido en Inglaterra, en

donde se realizó otro intento para aislar el virus durante una epidemia de influenza humana en 1933. Los

progresos fueron rápidos desde entonces. En 1940 los hurones fueron experimentalmente infectados con un

7

segundo tipo de virus influenza de humano. La segunda cepa humana fue designada Influenza B, para

distinguirla del primer tipo encontrado, denominado Influenza A. Un tercer tipo de virus Influenza, el virus

Influenza C, fue aislado de un hombre en 1949. Asimismo, en 1940 F. M. Burnet en Australia observó que

los virus de influenza podían multiplicarse en las células de la cavidad alantoidea de embriones de pollo en

desarrollo, y un año más tarde George K. Hirst del Instituto de Investigación de Salud Pública de Nueva

York observó que el fluido de los embriones de pollo infectado con influenza podía aglutinar a los glóbulos

rojos de los pollos. Esta hemaglutinación desaparecía por acción del calor, lo cual sugirió la presencia de

una enzima en el virus que causaba su disociación de la célula roja. La disponibilidad de altas

concentraciones de virus de influenza obtenidas de los embriones de pollo, dio lugar al desarrollo de

vacunas inactivadas para el hombre. La reacción de hemaglutinación pudo ser inhibida por anticuerpos

específicos en el suero del hombre o de animales infectados, o vacunados con virus de influenza. Así, un

método sencillo hizo posible distinguir entre diferentes cepas de influenza al medir la respuesta inmune del

hombre a una cepa dada.

En los pasados 100 años, han habido cinco grandes pandemias: 1890, 1900, 1918, 1957 y 1968. El

virus Influenza H2N2 responsable de la “Influenza o gripe asiática” que circuló en la pandemia de 1957,

sustituyó repentinamente al virus H1N1 que había circulado en la población humana, anteriormente. De

manera similar, una nueva cepa pandémica que llegó en 1968, el virus de la llamada “Influenza de Hong

Kong”, contenía un cambio a H3N2 y rápidamente sustituyó al virus H2N2 que circuló entre 1957 y 1968.

Técnicas seroarqueológicas (probando los anticuerpos de individuos que habían vivido durante estas

epidemias) han demostrado que la cepa de 1890 había sido un virus H2N8, la circulante en 1900 había

sido H3N8, mientras que la cepa de 1918 había exhibido el subtipo H1N1, el cual apareció nuevamente en

1977 y está aún en circulación junto con la cepa H3N2. Han transcurrido más de 40 años desde que ocurrió

la última pandemia de influenza humana, la pandemia de Hong Kong en 1968. El virus Influenza A H3N2

que fue introducido en la población humana en ese entonces, contenía una nueva hemaglutinina, el

principal antígeno de superficie. El virus Influenza A H2N2 de la pandemia de 1957 llevaba nuevas

hemaglutinina y neuraminidasa. Estudios filogenéticos revelaron que estas nuevas glicoproteínas se

originaron en virus de aves, y que comprometieron a la población humana después de la reasociación del

genoma viral con el de cepas de influenza de origen humano. Sin embargo, los virus relacionados a la más

desvastadora pandemia de influenza, en 1918-19, al parecer fueron introducidos a la población humana sin

evento alguno de reasociación.

En mayo de 1997, un virus de influenza fue aislado del aspirado traqueal de un niño de 3 años en

Hong Kong; el niño murió días después de su ingreso al hospital por neumonía por influenza, síndrome

respiratorio agudo, síndrome de Reye, fallo multiorgánico y coagulación intravascular diseminada. No se le

conocía enfermedad alguna antes de ser hospitalizado. El virus no pudo ser caracterizado por la prueba de

inhibición de la hemaglutinación con antisueros de hurones contra virus humanos y porcinos. Análisis

8

posteriores demostraron que el virus era Influenza A H5N1, un subtipo que no había sido previamente

identificado en los seres humanos.

El virus Influenza A H5N1 cumple con dos de los tres criterios que definen a un nuevo virus

influenza con carácter pandémico: 1. la habilidad para replicarse en los seres humanos, y 2. la ausencia de

anticuerpos a este virus en la población humana. El tercer criterio es la suficiente transmisibilidad

interhumana del virus para mantener brotes en la comunidad, lo cual no ha ocurrido hasta el momento.

Aproximadamente seis meses después del primer caso de infección humana con el subtipo H5N1, fueron

confirmados 17 nuevos casos, con 5 de ellos fatales. Resultados preliminares de secuenciación demostraron

que todos los genes eran de origen aviar, sugiriendo transmisiones independientes múltiples de pájaros

infectados a la población humana. Si la transmisión entre especies ocurre en períodos de epidemia de

influenza humana, el mismo hombre podría funcionar como un vaso mezclador. Aunque no existe

evidencia de una dispersión eficiente del virus, su detección ilustra la importancia de un sistema de

vigilancia epidemiológica intensivo. En la Figura 1 se muestra la historia secuencial de las pandemias y de

las nuevas cepas humanas de virus influenza desde el año 1900 hasta nuestros días.

Pandemia

Nueva cepa en humanos

Figura 1. Historia de pandemias y de nuevas cepas humanas de virus Influenza desde 1900

hasta nuestros días.

Especificación sobre las pandemias y nuevos brotes Pandemia 1918: “Gripe española” H1N1

Fue la pandemia más desvastadora, con 20 a 50 millones de muertes en todo el mundo.

9

Pandemia 1957-58: "Gripe asiática" H2N2

Fue identificada primero en China, con 1-2 millones de muertes en todo el mundo. Dado que esta cepa no

ha circulado en humanos desde 1968, nadie con menos de 40 años tiene inmunidad hacia ella.

Pandemia 1968-69: “Gripe de Hong Kong" H3N2

Fue detectada primero en Hong Kong, con 700.000 muertes en todo el mundo. Los virus H3N2 todavía

circulan en nuestros días.

Nuevas cepas aisladas:

1976

Cuatro soldados se infectaron con influenza del cerdo en una base de Nueva Jersey, EE.UU.; hubo una

muerte.

Nueva cepa humana 1977: “Gripe rusa” H1N1

Aislada en el norte de China, esta cepa era similar a la que se diseminó antes de 1957. Por este motivo, las

personas nacidas antes de 1957 estaban protegidas.

Nueva cepa humana 1997: H5N1

Por primera vez se demostró la transmisión directa de aves al hombre, con infecciones ligadas a mercados

de aves. Fueron hospitalizadas 18 personas, de ellas, 6 murieron.

Nueva cepa humana 1999: H9N2

Causó enfermedad en dos niños de Hong Kong, con aves de cría como fuente probable.

Nueva cepa humana 2002: H7N2

Se evidenció infección en una persona luego de un brote en aves de cría.

Nueva cepa humana 2003: H5N1

H5N1

Dos miembros de una familia fueron hospitalizados luego de la visita a China, muere uno de ellos. Un

tercer miembro de la familia muere en China sin diagnóstico.

H7N7

Trabajadores holandeses de criaderos de aves padecieron conjuntivitis o gripe. Un veterinario que visitó

una de las granjas, falleció.

H7N2

Un persona fue hospitalizada en Nueva York.

10

H9N2

Un niño enfermó en Hong Kong.

Nueva cepa humana 2004: H5N1

H5N1

Cuarenta y siete personas enfermaron en Tailandia y Vietnam de las cuales murieron 34. Preocupación

acerca de la posible endemicidad de esta cepa en Asia.

H7N3

Enfermaron dos trabajadores de criaderos de aves en Canadá.

H10N7

Enfermaron dos niños en Egipto. El padre de uno de ellos era comerciante de aves.

2005: H5N1

El 30 de diciembre, la OMS comunicó un total de 142 casos confirmados de infección por H5N1, todos en

Asia (Tailandia, Vietnam, Camboya, Indonesia y China) con 74 muertes.

2006: H5N1

Se agregaron casos en Turquía, Iraq, Azerbaijan y Djibouti.

Durante 2006 ocurrieron 115 casos humanos de infección con H5N1, con 79 muertes.

2007: H5N1

Se agregaron casos en la República Democrática de Laos, Myanmar, Nigeria, Pakistán y Vietnam, con 59

muertes.

H7N7

Cuatro casos se confirmaron en Gran Bretaña en individuos expuestos a la cría de aves.

2008: H5N1

A fin de año se confirmaron 40 casos en Bangladesh, Camboya, China, Egipto, Indonesia y Vietnam.

2009: H5N1

Se identificaron nuevos casos en Egipto, China, Indonesia y Vietnam.

Nueva cepa humana 2009: H1N1

En marzo de 2009, se registraron en México brotes de enfermedad respiratoria aguda y un

incremento en las notificaciones de pacientes con síndromes gripales en varias zonas del país. El día 21 de

abril de 2009, los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, EE.UU.) alertaron

acerca de la aparición de 2 casos confirmados de gripe asociados a un nuevo virus en dicho país, en 2 niños

del condado de San Diego, California, en la frontera con México.

11

El Ministerio de Salud de México comunicó el 23 de abril a la Organización Panamericana de la

Salud la existencia de varios casos confirmados de enfermedad respiratoria grave debida a infecciones por

virus de la gripe A (H1N1) de origen porcino. Al estudiarse la secuencia nucleotídica del genoma viral a

partir de las muestras clínicas se determinó que correspondía a la misma cepa detectada en los 2 niños de

California (reconocida como cepa prototipo). Dos días después, la OMS determinó que el brote epidémico

estaba causado por un nuevo virus Influenza A/H1N1 (A[H1N1]v según la posterior denominación de los

Centros Europeos para el Control y Prevención de las Enfermedades). El 27 de abril, la OMS elevó el nivel

de Alerta de pandemia a la fase 4, tras documentarse una transmisión interhumana capaz de causar brotes a

nivel comunitario. Apenas dos días después, se elevó el Alerta a la fase 5, luego de comprobarse la

diseminación viral interhumana en al menos dos países de una misma región geográfica de la OMS.

Finalmente, el 11 de junio, la OMS declaró la fase 6 (pandemia), al registrarse una transmisión eficiente y

sostenida del virus emergente en el mundo.

Tabla 1 Fases de la pandemia de influenza según la Organización Mundial de la Salud Fase interpandémica Bajo riesgo de casos humanos 1

Nuevo virus en animales, sin casos humanos Alto riesgo de casos humanos 2

Alerta pandémico No hay transmisión interhumana,

Nuevo virus causa casos humanos o es muy limitada 3

Evidencia de transmisión interhumana

aumentada 4

Evidencia de transmisión interhumana

significativa 5

Pandemia Transmisión interhumana eficiente

y sostenida 6

12

Tabla 2 Fases de pandemia de la OMS y objetivos de planeamiento Fase interpandémica Fase 1

No se han detectado nuevos subtipos de influenza en humanos. Reforzar preparativos para la pandemia de influenza a niveles global, regional, nacional,

Un subtipo que ha causado infección puede estar presente en subnacional y local. animales, pero el riesgo de infección humana es considerado bajo. Fase 2

No se han detectado nuevos subtipos de influenza en humanos. Minimizar el riesgo de transmisión a humanos: detectar e informar rápidamente dicha

Sin embargo, un subtipo de influenza animal circulante posee transmisión, si ocurre. un riesgo importante de enfermedad humana. Alerta pandémico Fase 3

Infección/es humana/s con un nuevo subtipo, pero sin Asegurar la rápida caracterización del nuevo subtipo de virus y su detección temprana,

diseminación humano a humano, o muy raras instancias de su notificación y respuesta a casos adicionales. diseminación a un contacto cercano. Fase 4

Pequeños núcleos con transmisión humano a humano limitada, Contener el nuevo virus a focos limitados o demorar la diseminación para ganar tiempo

pero la diseminación es altamente localizada, sugiriendo que el a fin de implementar medidas preparatorias, virus no está bien adaptado a humanos. incluyendo el desarrollo de vacunas. Fase 5

Núcleos crecientes pero la transmisión humano a humano todavía Maximizar esfuerzos para contener o demorar la diseminación, para evitar una posible pamdemia

localizada, sugiriendo que el virus está adaptándose mucho mejor a los humanos, pero todavía no es totalmente y ganar tiempo para implementar medidas de transmisible. (Riesgo importante de pandemia). respuesta a la pandemia.

Pandemia Fase 6 Transmisión interhumana eficiente y sostenida Minimizar el efecto de la pandemia

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PATOGENIA

INTRODUCCIÓN GENERAL A LOS ASPECTOS VIROLÓGICOS

¿Qué es un virus?

La palabra significa “veneno”. Se lo define como un agente que posee 3 características: 1)

parasitismo genético para su replicación; 2) infectividad; 3) antigenicidad.

¿Por qué se denomina “influenza”?

Esta denominación proviene del latín: influentia, que hace referencia a antiguas creencias que

indicaban que las epidemias ocurrían debido a influencias astrales.

¿Qué es el virus Influenza?

Este virus pertenece a la familia Orthomyxoviridae (Ortho: verdadero; myxo: mucus; indicando la

capacidad de este agente para unirse a dicha sustancia).

Las partículas virales se pueden observar al microscopio electrónico con características

pleomórficas, redondeadas u ovales, cuyo diámetro es de 80 a 120 nm (1 nm o nanómetro = 10-9 m), según

se observa en las Figuras 2 y 3.

14

Figura 2. Sección obtenida mediante tomografía crioelectrónica correspondiente a un campo conteniendo partículas de virus Influenza. Las flechas blancas indican ribonucleoproteínas (RNP) típicas del virus. Los arcos negros indican áreas de la capa de matriz con zonas que exhiben gaps o una menor densidad de “paquetes” de glicoproteínas de envoltura. La imagen irregular marcada con un asterisco -probablemente se haya formado en el proceso de disrupción celular- contiene en su interior una partícula brotando. La partícula viral enmarcada se observa también en la Figura 3. La barra ubicada en el extremo inferior derecho del panel indica 100 nm. Fuente Harris A. et al. PNAS 2006; 13: 19123-7.

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Figura 3. Pleomorfismo de las partículas del virus Influenza. El panel “a” corresponde a la imagen recuadrada en la Figura 2. La barra horizontal indica 50 nm. Fuente: Harris A. et al. PNAS 2006, 13: 19123-7.

¿Qué viabilidad tiene el virus?

El virus Influenza es relativamente lábil, permaneciendo viable unas pocas horas a temperatura

ambiente. Estudios previos con el virus de la gripe estacional, demostraron que puede permanecer con

capacidad infectante durante un lapso de 24-48 h en superficies no porosas como el acero inoxidable y el

plástico, y hasta 12 h en la ropa, papel o pañuelos descartables de dicho material. Los virus de la gripe

pueden transferirse con éxito a las manos aún después de 24 h de haberse contaminado la superficie con la

que se las pone en contacto.

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¿Qué condiciones favorecen la viabilidad de los virus de la gripe?

La viabilidad del virus Influenza es favorecida por las condiciones de frío y baja a moderada

humedad, lo que se asocia a una mayor transmisión en los meses de invierno.

¿Cómo se inactiva el virus Influenza?

La desecación lo inactiva, al igual que el alcohol, los detergentes, y las condiciones de acidez o

alcalinidad de los medios líquidos. El hervor de agua con detergente durante por lo menos 5 minutos

inactiva al virus, lo que es sugerido para el tratamiento de utensilios o vajilla de cocina potencialmente

contaminados. En caso de utilizar agua lavandina (solución acuosa de hipoclorito de sodio) sobre

superficies inanimadas (como pisos o azulejos), se aconseja hacerlo con la dilución mínima para obtener

una solución de 3 g/l de cloro activo, según instrucción de cada fabricante (aproximadamente, equivale a

diluir 1 parte de agua lavandina común en 9 partes de agua, o 1 parte de agua lavandina concentrada en 19

partes de agua). No debe mezclarse la lavandina con detergentes. Dado que la luz acelera la

descomposición de las soluciones de lavandina, se recomienda el uso de recipientes opacos para su

almacenamiento. Dado que el tenor de cloro activo de las aguas lavandinas tradicionales debe cumplir la

Res. S. I. y C. Nº 364/91, se informa que de las 9 marcas analizadas por el INTI (Instituto Nacional de

Tecnología Industrial) en mayo de 2008, cumplieron la normativa sólo 4 (Querubín Clásica x 2 l, Ayudín

Concentrada x 1 l, El Coloso Básica x 1 l, y Clean Line Tradicional x 1 l).

¿Qué implicancia tiene la viabilidad viral para la transmisión?

Si bien la viabilidad es limitada con respecto a otros virus, el agente de la gripe estacional y el

nuevo virus emergente Influenza A (H1N1) de origen porcino (virus pandémico Influenza A H1N1/09)

pueden no sólo transmitirse mediante los aerosoles formados al toser y/o estornudar un individuo infectado,

sino también mediante el mero contacto con superficies contaminadas muy diversas (por ejemplo,

teléfonos, manijas de puertas, canillas, o teclados / ratones de computación, elementos de sujeción en el

transporte público, etc.) con las que están en contacto múltiples usuarios, utensilios o fómites de enfermos,

o aun al estrechar las manos contaminadas de otro individuo. De allí la importancia y efectividad del

lavado frecuente de manos durante 20 a 30 segundos con agua y jabón, o con alcohol-gel.

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CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES Y FUNCIONALES DE LOS COMPONENTES

DEL VIRUS INFLUENZA

Se trata de virus envueltos con genoma a ARN segmentado, cuya información genética está

codificada en el sentido opuesto a la de los ARN mensajeros (es decir, polaridad negativa o [-]).

Diferencias antigénicas en las proteínas de la matriz (M1) y nucleoproteína (NP) permiten clasificar a estos

virus en 3 tipos: A, B y C. Los virus del tipo A, a su vez, pueden ser subclasificados en base a las

características antigénicas de las glicoproteínas de su envoltura, la hemaglutinina (HA) y neuraminidasa

(NA). Los virus Influenza A producen enfermedad en humanos, porcinos, equinos, aves y mamíferos

marinos como focas y ballenas. Los virus Influenza B e Influenza C producen enfermedad sólo en el

hombre. Los virus Influenza tipo A y tipo B poseen un genoma fragmentado en 8 segmentos, mientras que

el tipo C exhibe 7. Algunos fragmentos genómicos del virus codifican 1 proteína viral, mientras otros

codifican 2 ó 3. Hasta el momento se han descubierto 12 proteínas del virus Influenza A (Tabla 3; Figuras

4 y 5).

Tabla 3. Relación entre los segmentos del genoma a ARN viral y las proteínas codificadas por

Influenza tipo A.

Segmento

de ARN

Proteínas codificadas Algunas funciones de importancia

asociadas a las proteínas virales

• 1 • PB2 (polimerasa básica

2)

• Polimeriza el ARN viral

complementario (+)

• 2 • PB1 (polimerasa básica

1)

• a

• PB1-F2 (proteína

codificada en el 2do.

marco de lectura de este

segmento del ARN viral)

• Polimeriza el ARN viral

complementario (con polaridad

[+])

• Promueve la muerte de células del

sistema inmune (macrófagos

alveolares tipo II; células

dendríticas) mediante apoptosis

mediada por las mitocondrias;

regula a PB1. Péptido truncado

inactivo en las cepas del nuevo

virus emergente A(H1N1)

18

PB1 N40 (proteína

codificada en el mismo

marco de lectura que

PB1, truncada en el

extremo amino-terminal

con respecto a esta

última)

• Desconocida

• 3 • PA (polimerasa ácida) • Polimeriza el ARN viral (-)

• 4 • HA (hemaglutinina) • Promueve la adsorción viral a los

receptores celulares de ácido

siálico, por lo que determina el

rango de especie

• 5 • NP (nucleoproteína) • Protege el material genético viral

en la célula

• Transporta el ARN viral al núcleo

• Colabora con la actividad de la PA

• 6 • NA (neuraminidasa) • Libera las partículas virales de

sustancias mucoides y permite el

egreso viral de la célula, por lo

que está implicada en la

transmisibilidad viral

• 7 • M1(proteína de matriz 1)

• a

• M2 (proteína de matriz

2)

• Promueve la interacción entre la

nucleocápside y la envoltura viral

Actúa como canal iónico de

transmembrana permitiendo la

acidificación viral necesaria para

proseguir la infección intracelular

• 8 • NS1 (proteína no

estructural 1)

• Inhibe la actividad antiviral

inducida por el sistema Interferón,

19

• a

a

• NS2 / NEP (proteína no

estructural 2 / proteína

de exportación nuclear)

al impedir el reconocimiento

celular del ARN viral por el

“sensor” celular RIG-1 (limitando

la inducción de aquél), y al

bloquear la actividad de la

proteínas celulares PKR y

CPSF30

• Regula la transcripción /

replicación viral

• En las cepas del nuevo virus emergente A(H1N1) se sintetiza como péptido truncado inactivo en su interacción con otras proteínas

• Se asocia al transporte de

nucleocápsides hacia la membrana

citoplasmática (junto a M1)

20

RNP

Virus Influenza:

EsquemaHemaglutinina

Neuraminidasa

Canal iónico

Cápside

Envoltura lipoproteica

Ribonucleoproteína(RNP)

PA: Polimerasa ácidaPB1: Polimerasa básica 1PB2: Polimerasa básica 2.

RNA de polaridad (-)

RNP

Figura 4. Esquema que representa al virus Influenza y a sus principales componentes.

21

Figura 5. Distribución de las hemaglutininas (HA) y neuraminidasas (NA) en la superficie del virus Influenza, según su disposición espacial. Se observa un cluster de hemaglutininas (panel “a”, a la izquierda), una molécula de neuraminidasa en un cluster de hemaglutininas (panel “a”, al centro) y un cluster de neuraminidasas (panel “a”, a la derecha). Los paneles “b” y “c” muestran dentro del recuadro respectivo la estructura de HA y NA. La barra horizontal indica 5 nm. El panel “d” muestra un modelo de distribución de HA (en verde) y NA (en amarillo), así como de la capa lipídica de envoltura (en azul). La barra indica 20 nm. Fuente: Harris A. et al. PNAS 2006, 13: 19123-7.

22

Características estructurales y funcionales del virus Influenza tipo A subtipo H1N1 de origen porcino Las Figuras 6 y 7 muestran la representación esquemática del genoma del virus y su aspecto al

microscopio electrónico, respectivamente.

Figura 6. Virus Influenza A (H1N1) de origen porcino causante del actual brote. Composición genética. Imagen basada en la publicación de la revista The New England Journal of Medicine. www.nejm.org May 7, 2009 (10.1056/NEJMoa0903810). PB2: polimerasa básica 2, PB1: polimerasa básica 1; PA: polimerasa ácida; HA: hemaglutinina, NP: nucleoproteína; NA: neuraminidasa; M: matriz; NS: proteína no estructural. Obsérvese la reasociación de genes provenientes de virus influenza porcino (dos linajes diferentes), aviar y humano.

23

Figura 7. Virus Influenza A (H1N1) causante del actual brote de influenza de origen porcino en 2009. Fuente: Centers for Disease Control and Prevention, EE.UU. (CDC). Se observan partículas ovales o esféricas con espículas correspondientes a la expresión en su superficie de moléculas de hemaglutinina (HA) y neuraminidasa (NA). La barra blanca indica 100 nm.

24

Origen del virus

El nuevo virus causante del brote 2009 inicialmente detectado en México y luego en EE.UU. es la

resultante de la reasociación de segmentos de ARN de virus influenza de origen porcino, aviar y humano.

A su vez, el origen porcino de 5 de dichos fragmentos es diverso: 3 de ellos están emparentados con el

linaje “norteamericano” y otros 2 con el “eurasiático” (Figura 6). Los genes codificantes de la

hemaglutinina, la nucleoproteína y las proteínas no estructurales (NS) provienen directamente del clásico

linaje porcino “norteamericano”, que pudo ser rastreado retrospectivamente en virus influenza circulantes

en 1918. Los dos genes codificantes de la neuraminidasa y la matriz provienen del linaje porcino

“eurasiático”, donde se introdujeron a partir de virus influenza de las aves alrededor de 1979. Dos de los

genes codificantes del complejo de polimerasas (PB2 y PA) provienen del linaje aviar “norteamericano” y

fueron introducidos en la población porcina alrededor de 1998. El otro gen codificante del complejo de

polimerasas (PB1) se originó a partir de virus causantes de la gripe estacional humana (H3N2) alrededor

del mismo año. Es conocido que dicho segmento de origen aviar se introdujo en la población humana en

1968 (Figura 8).

Abril de 2009

H1N1 aviar

H1N1 porcino clásico

(Eurasia y América del

Norte)

H3N2estacional humano

H1N1 porcino eurasíático

“aviar-símil”

H1, H3,N1, N2 triple reasociación

porcino

Aviar

Porcino

Humano

Brote humano H1N1/2009

Infección esporádica de

humanos con virus porcinos con

genoma reasociado

Brote de gripe porcina, Fort Dix, 1976

Mínimo de:H1, N1, PB1

Muestra más precoz: A/Belgica/WVL1/1979

Abril de 2009

Figura 8. Esquema de la reconstrucción de eventos de reasociación génica que condujeron a la emergencia del virus pandémico. Los recuadros sombreados representan las especies hospedadoras del virus: aviar (verde), porcina (rosado) y humana (gris). Las líneas coloreadas indican las vías de transmisión de los genes virales. Los 8 segmentos virales están representados como líneas paralelas en orden decreciente de tamaño (el mismo que se observa en la Figura 6). Las fechas indicadas con líneas verticales punteadas indican el momento promedio de divergencia de los genes del virus pandémico respecto a los correspondientes linajes virales. Se omiten aquellos eventos de reasociación no relacionados con la emergencia de enfermedad humana. El brote de Fort Dix refiere el último brote importante de enfermedad humana ocurrida con virus Influenza de origen porcino. La triple reasociación génica fue detectada en 1998, pero para una mejor visualización se ubica en el gráfico en una fecha anterior. Fuente: imagen (adaptada) de la publicación original de Smith et al., en Nature 459: 1122-25, 2009.

25

No se conocen antecedentes de que el nuevo virus pandémico haya circulado alguna vez en

humanos o animales, y existe información restringida con respecto a cómo esta nueva reasociación génica

evolucionó desde 1998 hasta abril de 2009, antes de ser detectada su transmisión a humanos. Se ha

establecido que el virus ha penetrado crípticamente en la población humana hasta alrededor de 3 meses

antes de la detección del brote en México en abril de 2009 (Figura 9). Asimismo, dada la gran distancia

filogenética entre el genoma del virus emergente y el de los virus de la gripe porcina más relacionados, se

estima que los segmentos individuales del genoma del virus pandémico, deben haber estado circulando

indetectables durante una década o más.

Figura 9. Árbol obtenido mediante Maximum Clade Credibility [MCC; máxima confianza en la formación de clados (ramas)] de secuencias nucleotídicas del virus H1N1 pandémico. Se observa la dispersión espacial del virus con el devenir de los meses. En sombreado azul-grisáceo, se muestra la densidad de la probabilidad posterior marginal del tiempo (época) del ancestro común más cercano de los linajes analizados (el 95% de intervalo de confianza se ve en azul más oscuro). Los clados están coloreados utilizando una reconstrucción parsimoniosa basada en la localización geográfica de los virus analizados. Fuente: Gráfico publicado por Rambaut A y Holmes E en PLoS Curr Influenza. 2009 Aug 18: RRN1003.

26

La secuencia de aminoácidos de la hemaglutinina (H1) de Influenza A (H1N1) de origen porcino

difiere sustancialmente de la correspondiente a cepas de Influenza estacional circulantes en 2008 (también

de la “familia” H1) y consiguientemente, también diferente de la hemaglutinina H1 incorporada a la vacuna

desarrollada en 2008 para humanos. A modo de ejemplo, estimaciones iniciales documentaron un 27,2% de

cambios al compararse la cepa emergente (considerada prototipo) A/California/04/2009 (H1N1) con la de

la cepa estacional A/USA/WRAMC-1154048/2008 (H1N1). En modo análogo, la secuencia aminoacídica

de la neuraminidasa exhibe un 18,2% de sustituciones con respecto a la de cepas circulantes en 2008. Estos

cambios tan importantes se encuadran entre los denominados cambios “mayores”, aun cuando el virus

sigue perteneciendo al subtipo H1N1 de virus, siendo una nueva variante del mismo. Con respecto al virus

estacional H1N1 circulante en años recientes, los cambios observados en la hemaglutinina del nuevo virus

están concentrados en la totalidad de los sitios antigénicos responsables de inducir anticuerpos

neutralizantes

A continuación se exhibe en la Tabla 4 una comparación entre los sitios antigénicos

correspondientes a la HA del virus pandémico circulante en 1918 [A/South Carolina/1/1918; (SC1918)],

los correspondientes a la HA del virus estacional 2007 [A/Brisbane/59/2007 (BR2007)], y los del virus

pandémico H1N1 2009 [A/California/04/2009 (CA2009)]. En ella se documenta una mayor similitud entre

los sitios antigénicos del virus emergente en 2009 y el que circuló en 1918, con respecto al virus de la gripe

estacional circulante en años recientes.

Tabla 4. Similitud aminoacídica entre los sitios antigénicos de la hemaglutinina de los virus circulantes en 1918 [A/South Carolina/1/1918; (SC1918)], los correspondientes a la del virus estacional 2007 [A/Brisbane/59/2007 (BR2007)], y los del virus pandémico H1N1 2009 [A/California/04/2009 (CA2009)].

Número de aminoácidos idénticos

a la cepa SC1918

Sitios antigénicos Número de

aminoácidos

involucrados BR2007 CA2009

Sa 13 8 12

Sb 12 4 10

Ca 19 13 13

Cb 6 2 5

Fuente: Igarashi et al. PLoS ONE 5: e8553. doi:10.1371/journal.pone.0008553. 1 Jan 2010.

27

En la Figura 10 se muestra una imagen del modelo tridimensional de la HA de los tres virus, donde

se observa que aun los dos sitios antigénicos específicos (Specific: S) de cepa (Sa y Sb) que contienen los

aminoácidos de epítopes que son blanco de la acción de anticuerpos neutralizantes por estar asociados al

sitio de unión al receptor, exhiben una notable similitud (aun al compararla con los sitios antigénicos Ca y

Cb comunes a las diferentes cepas; [Common: C]).

Figura 10. Modelos tridimensionales de las hemaglutininas H1 SC1918, BR2007 y CA2009 basadas en la estructura cristalizada de las HA de las cepas A/South Carolina/1/1918, A/Puerto Rico/8/34, y A/swine/Iowa/30, respectivamente. Se observa la vista lateral de la superficie molecular de trímeros de HA (A) y la correspondiente a la parte superior (B). A. Un monómero (en el centro) está coloreado en gris y los otros dos en gris oscuro. Los sitios antigénicos Sa (rosa luminoso), Sb (azul luminoso) Ca (verde pálido) y Cb (naranja luminoso) se indican en el modelo de SC1918. Las ubicaciones de aminoácidos que son distintos de aquellos presentes en SC1918, se muestran en rojo en los modelos de las HA BR2007 y CA2009. Cada aminoácido es mapeado sobre el primer plano de cada sitio antigénico de las HA SC1918, BR2007 y CA2009. El sitio antigénico Ca está subdividido en subregiones Ca1 y Ca2. Los aminoácidos están coloreados en forma predeterminada por el esquema de color del programa Clustal X. En azul: Trp, Leu, Val, Ile, Met, Phe y Ala; en rojo: Arg y Lys; en verde: Thr, Ser, Asn y Gln; en rosa: Cys; en magenta: Cys; en naranja: Gly; en cian His y Tyr; en amarillo: Pro. Fuente: Igarashi et al. PLoS ONE 5: e8553. doi:10.1371/journal.pone.0008553. 1 Jan 2010.

28

Sin embargo, la hemaglutinina del nuevo virus es también distinta de la que produjo la pandemia

de 1918, a pesar de que ambos virus pertenecen al mismo tipo (A) y subtipo (H1N1), difiriendo en un 18%

de sus respectivas secuencias aminoacídicas. El último cambio antigénico mayor de virus de influenza

humana había ocurrido en 1968 (H3N2). El virus de influenza aviar tipo A subtipo H5N1 ha producido

hasta el momento un muy restringido número de casos asociados a la transmisión interhumana. La

secuencia de aminoácidos de la hemaglutinina responsable de la interacción con receptores celulares es

idéntica al compararse la observada en cepas del nuevo virus y la de las circulantes en 2008, por lo que se

postuló al inicio de la pandemia de 2009 que era plausible que el espectro de infección en el tracto

respiratorio humano pudiera ser semejante.

Dado que sustituciones aminoacídicas en la HA que conllevan al reemplazo por asparagina (Asn)

pueden permitir la N-glicosilación de la proteína si están en el contexto peptídico Asn-Xaa-Ser/Thr (donde

Xaa es cualquier aminoácido excepto prolina [Pro]), dicha modificación post-traduccional implica la

posibilidad de enmascarar un sitio antigénico ubicado en la vecindad y que fuere blanco de la acción de los

anticuerpos. Llamativamente, el virus que circuló durante la pandemia de 1918 (A/South Carolina/1/1918)

y el virus emergente H1N1 2009 (A/California/04/2009), exhiben en común un único residuo Asn en la

misma posición 104, a diferencia del virus de la gripe estacional que circuló durante años recientes en la

población humana y que poseía 4 - 5 sitios de N-glicosilación. Sin embargo, estudios previos habían

documentado que existen regiones peptídicas proclives (Cand1) a la emergencia de nuevos sitios de

glicosilación, en caso de ocurrir un único cambio nucleotídico. Análogamente a lo observado con el

modelo tridimensional de la HA de la cepa del virus que circuló en 1918 (A/South Carolina/1/1918), la

correspondiente al virus emergente H1N1 2009 (A/California/04/2009) también muestra estos sitios Cand1

(Figura 11). Ello hizo postular que en caso de producirse y fijarse dichas mutaciones en la población viral

emergente podrían generarse nuevas variantes antigénicas.

29

Figura 11. Los aminoácidos coloreados en verde representan residuos de asparagina (Asn) en los sitios existentes de N-glicosilación. Los residuos pintados en naranja o azul indican los aminoácidos en los sitios Cand1 que sólo requieren una sustitución nucleotídica para producir sitios de N-glicosilación. Los mostrados en azul indican los residuos sustitiuidos, que resultaron en la adquisición de dichos sitios durante la evolución antigénica de las cepas H1N1 humanas. Los números entre paréntesis indican las posiciones donde se ubican los residuos de Asn que pueden estar unidas a carbohidratos, si los respectivos sitios Cand1 mutasen para producir los sitios de N-glicosilación. Fuente: Igarashi et al. PLoS ONE 5: e8553. doi:10.1371/journal.pone.0008553. 1 Jan 2010.

Los datos iniciales y provisorios del nuevo virus H1N1 de origen porcino indican que la proteína

PB1-F2 (uno de los factores de virulencia; ver Tabla 3) no sería funcional debido a mutaciones que generan

codones de terminación dentro del marco de lectura, lo cual produce un péptido truncado. En modo

análogo, la proteína NS1 se expresa en forma truncada, por lo cual carece del dominio PDZ, importante

para interactuar con otras proteínas, e inactivar la respuesta mediada por interferón, por lo que el virus

pandémico carece también de este conocido factor de virulencia (Tabla 3).

30

Los datos de resistencia al oseltamivir de las cepas de Influenza A (H1N1) emitidos por la OMS el

19 de marzo de 2009, no corresponden al virus emergente actual sino a las cepas del virus Influenza H1N1

estacional circulantes en ese momento en todo el mundo que ostentan -como ya se indicó- la misma

denominación de su hemaglutinina (H) y Neuraminidasa (N). Así por ejemplo, el 98% de las cepas de la

influenza estacional circulantes en EE.UU. en enero - febrero de 2009, exhibían resistencia al oseltamivir.

La primera excepción a lo dicho precedentemente se informó el 29 de junio de 2009, cuando se detectó en

Dinamarca el primer caso de resistencia al oseltamivir del nuevo virus Influenza A (H1N1) de origen

porcino (mutación H275Y, donde el aminoácido histidina en la posición 275 de la neuraminidasa viral es

reemplazado por tirosina). Entre el 2 y 3 de julio, se detectaron otros 2 casos de resistencia a dicho

antiviral en Japón y Hong Kong, respectivamente.

ALGUNOS ELEMENTOS PREVIAMENTE CONOCIDOS DE LA PATOGÉNESIS

MOLECULAR DE LA INFECCIÓN POR VIRUS INFLUENZA ESTACIONAL (H1N1 Y H3N2) E

INFLUENZA AVIAR (H5N1) Y SU POTENCIAL RELEVANCIA (POR EXTRAPOLACIÓN Y

COMPARACIÓN) ANTE LA INFECCIÓN POR INFLUENZA DEL TIPO A SUBTIPO H1N1 DE

ORIGEN PORCINO

Implicancias de la replicación viral

Una mayor replicación del virus Influenza se asocia a una mayor virulencia. Dos características

sobresalen de su ARN: 1) su inestabilidad; y 2) su plasticidad. Ambas características posibilitan la

evolución particular e impredecible de este agente en la naturaleza.

El virus es capaz de padecer cambios hasta en aproximadamente un 50% de su secuencia

aminoacídica en las glicoproteínas de envoltura (hemaglutinina y neuraminidasa) y conservar aún su

función. Algunas de dichas sustituciones (o en otras proteínas virales) se asocian a cambios antigénicos.

Por ser Influenza un virus con genoma a ARN que utiliza para su replicación un complejo de

polimerasas virales (PA, PB1 y PB2) que no tienen capacidad de lectura de prueba (corrección de errores

al momento de la copia del templado de ARN), pueden ocurrir errores en el proceso de copia de las bases

complementarias al templado (mutaciones). Estas mutaciones -así como las promovidas por la presión de

selección positiva del sistema inmune- promueven cambios antigénicos menores en las glicoproteínas de

envoltura (en inglés antigenic drifts) y se asocian a las epidemias anuales observadas. La ocurrencia de

algunas mutaciones específicas puede afectar el tropismo del virus por un determinado hospedador ú

órgano, la virulencia de las cepas y su transmisibilidad.

31

La segmentación del ARN viral favorece su reasociación (mezcla de fragmentos genómicos de

diferente origen) cuando en una misma célula hospedera coexisten dos o más virus Influenza diferentes. El

evento de reasociación génica del ARN de Influenza ha dado origen a las pandemias de 1957 (H2N2) y

1968 (H3N2), sin participación directa de porcinos. La designación de dichos subtipos dentro del tipo A de

virus Influenza indica los cambios antigénicos mayores entonces ocurridos (en inglés antigenic shifts) en

las respectivas hemaglutininas y neuraminidasas, observándose la sucesiva (H1N1→H2N2→H3N2) o

concomitante circulación (desde 1977 hasta el presente H3N2 y H1N1) de cepas de Influenza A (además

de la B). La pandemia de 1918 (H1N1) ocurrió por un “salto” de especie de un virus totalmente aviar

transmitido al hombre.

Al momento de elaborar este informe (enero de 2010) se ignora el comportamiento que tendrá el

nuevo virus Influenza A (HIN1) de origen porcino en función de la actual circulación de cepas causantes de

la influenza estacional por virus tipo A subtipos H1N1 y H3N2. También se desconoce el comportamiento

que el nuevo virus podría tener en un determinado hospedador ante la eventual coinfección con el virus

aviar altamente patogénico Influenza A (H5N1).

Factores de virulencia y transmisibilidad

En la Tabla 5, se indican algunos elementos comparativos entre las características de las infecciones

producidas por el nuevo virus Influenza A (H1N1) de origen porcino, con respecto a otros previamente

caracterizados.

Tabla 5. Comparación preliminar y provisoria entre las infecciones producidas por Influenza A (H1N1) de origen porcino y por otros orthomyxovirus pertenecientes al tipo antigénico A.

Característica Influenza A (H1N1) causante de pandemia en 1918

Influenza A (H2N2) causante de pandemia en 1957

Influenza A (H5N1) aviar

Influenza A (H1N1) e Influenza A (H3N2) estacionales

Influenza A (H1N1) de origen porcino (2009)

Transmisión interhumana

+++ / ++++ +++ / ++++ → ± (extremadamente restringida)*

++ +++

Gravedad clínica

++++ +++ ++++ ++ ++** / +++**

*: hasta el presente (enero de 2010). **: la mayoría de los casos exhibe un curso moderado, sin necesidad de hospitalización o cuidado médico, semejante a lo observado ante la gripe estacional, aunque en ciertas áreas se ha registrado un grado significativo de gravedad clínica, especialmente entre personas jóvenes, incluyendo individuos previamente sanos (~30%), otros con patologías subyacentes y mujeres embarazadas.

32

Aunque no se conocen con certeza todos los factores que determinan la patogenicidad (capacidad de

producir enfermedad) y virulencia (gravedad de la enfermedad) de los virus de la gripe, se puede afirmar

que algunos de éstos se asocian a un amplio tropismo tisular y a la habilidad de replicar sistémicamente.

La virulencia asociada al virus Influenza tiene un origen multigénico, ya que se asocia a la

expresión de los genes codificantes de la HA, la NA, la polimerasa básica 1 (PB1), PB2, y de las proteínas

NS1 y PB1-F2 (PB1 Frame2, codificada en forma parcialmente yuxtapuesta, aunque en un marco

alternativo de lectura al correspondiente a PB1 y expresada en una significativa proporción de cepas del

tipo A). Como se indicó precedentemente, en el genoma de las cepas analizadas hasta el momento del

nuevo virus emergente, PB1-F2 exhibe una mutación genómica que tornaría funcionalmente inactivo al

péptido derivado, ya que no abarca el dominio de localización mitocondrial, responsable de su función pro-

apoptótica.

Con el objeto de intentar proveer una mejor correlación entre los diversos aspectos clínicos con los

virológicos, inmunopatológicos y moleculares que se desarrollarán subsiguientemente, se exhiben en la

Figura 12 las imágenes correspondientes al estudio radiológico del tórax e histológico del pulmón de un

paciente afectado de neumonía causada por el virus Influenza A (H1N1) de origen porcino durante el brote

ocurrido en México.

33

Figura 12. Compromiso pulmonar en un paciente infectado por Influenza A (H1N1). A. Radiografía que muestra opacidades bilaterales alveolares en la base de ambos pulmones, las que progresaron y se tornaron confluentes. B. Imagen histológica de un corte teñido con hematoxilina-eosina. Flecha superior: necrosis de las paredes bronquiolares; flecha media; infiltrados; flecha inferior: daño difuso alveolar con membranas hialinas prominentes. Los cultivos no evidenciaron infección bacteriana. El paciente finalmente falleció. Fuente: New Engl J Med. Tomado del sitio web: www.nejm.org June 29, 2009 (10.1056/NEJMoa0904252)

La transmisibilidad del virus Influenza reconoce también un origen multigénico, estando asociada a

la hemaglutinina, la neuraminidasa, PB1 y PB2. La presencia del aminoácido ácido glutámico en la

posición 627 de PB2 en las cepas inicialmente caracterizadas en 2009 de Influenza A (H1N1) de origen

porcino (en lugar de lisina, un marcador de alta transmisibilidad inter-humana en otras cepas causantes de

influenza humana) y la significativa transmisibilidad inter-humana observada en las primeras semanas de

propagación de Influenza A (H1N1) emergente, sugieren que otros marcadores aún desconocidos están

presentes en este nuevo virus.

Antes de la emergencia de la actual pandemia, se había documentado que existen 34 aminoácidos

en posiciones específicas codificados en el genoma de los virus causantes de las 3 pandemias del siglo XX

34

(1918, 1957 y 1968). Al examinarse las primeras secuencias nucleotídicas del virus Influenza A (H1N1)

2009 se dedujo que sólo la mitad de dichos residuos aminoacídicos están presentes en el nuevo virus

pandémico.

En la Tabla 6, se exhibe una comparación entre algunos de los marcadores moleculares asociados a

baja o alta patogenicidad del virus Influenza previamente conocidos y los hallados en el virus emergente

pandémico.

Tabla 6. Determinantes de patogenicidad viral: comparación preliminar y provisoria entre la infección por Influenza A (H1N1) 2009 de origen porcino y la producida por otros virus Influenza A.

Proteína Posición Virus con patogenicidad baja

Virus con patogenicidad alta

Influenza A(H1N1) de origen porcino (2009)

Función

PB2 627 701

Glu Asp

Lys Asn

Glu Asp

Capacidad para replicar en algunos mamíferos, incluido el hombre Importación nuclear; afecta la capacidad replicativa en el ratón

PB1-F2 66 Asn Ser Truncada (11 aminoácidos)

Inducción de apoptosis

HA Sitio de clivaje

Único aminoácido básico

Múltiples aminoácidos básicos

Único aminoácido básico

Clivaje de la hemaglutinina (ciertas proteasas de localización extrapulmonar reconocen múltiples aminoácidos básicos)

NS1 92 C-terminal

Asp Deleción Arg –Ser- Glu- Val

Glu Glu–Ser- Glu- Val

Asp Truncado en los 11 aminoácidos del C-terminal

Desconocida (¿diferente respuesta al Interferón?) Desconocida

Fuente: Neumann et al. Nature 2009; 459: 931-9.

A nivel molecular, uno de los determinantes de alta patogenicidad y virulencia es la presencia de

una serie de aminoácidos básicos en el sitio de clivaje de la HA de envoltura, lo que le permite utilizar las

35

proteasas presentes en una extensa gama de tejidos y por ende replicar en ellos, provocando así una

enfermedad más grave. Este evento conduce a las manifestaciones sistémicas graves observadas en

pacientes infectados con el virus Influenza A H5N1 (uno de los agentes de la gripe aviar). Sin embargo,

dichas secuencias aminoacídicas básicas no se encuentran presentes en las deducidas luego del

secuenciamiento nucleotídico de las primeras cepas de virus Influenza A (H1N1) emergente en 2009. Ello

implica que se desconocen aún las bases moleculares asociadas a las cuales se observan manifestaciones

gastrointestinales en un porcentaje de pacientes afectados por el virus pandémico.

La actividad de la NA es crítica para la liberación de las partículas virales que quedan adheridas a la

membrana citoplasmática, lo que permite la diseminación viral al producirse el egreso mediante brotación.

Las polimerasas PB1 y PB2 (junto con la PA) participan en la constante evolución viral asociada a la

emergencia de mutaciones nucleotídicas y a eventuales cambios aminoacídicos y de los correspondientes

perfiles de glicosilación, debido a la falta de lectura de prueba inherente al complejo enzimático de

polimerización. PB2 es también asociada a la diferente propagación viral y virulencia en distintos tejidos y

especies: son críticos los residuos aminoacídicos en las posiciones 627 (Glu: ácido glutámico; ó Lys: lisina)

y 701 (Asp: ácido aspártico; ó Asn: asparagina).

Las cepas aviares altamente patogénicas H5N1 y el nuevo virus H1N1 de origen porcino (cuyo

fragmento de ARN codificante de PB2 es de origen aviar según se observa en las Figuras 6 y 8) exhiben

Glu en la posición 627, mientras que las cepas de virus causantes de influenza humana hasta 2008

circulantes portaban Lys en dicha posición. El reemplazo Glu→Lys en las cepas aviares se asocia a la

adaptación viral para propagarse en células humanas y determina una alta patogenicidad en mamíferos. Sin

embargo, la presencia de Lys parecería no ser totalmente imprescindible, ya que otras mutaciones

compensatorias pueden proveer la adaptación a mamíferos cuando dicha sustitución está ausente. Además,

la presencia de Glu ó Lys en la posición 627 de la PB2 determina, respectivamente, la menor o mayor

capacidad viral de replicar a 33º C. Para una adecuada propagación viral interhumana a través del

estornudo y la tos, es imprescindible que el virus pueda replicar en el tracto respiratorio superior, donde

existe dicha temperatura. De allí que para una eventual propagación pandémica del virus Influenza H5N1

(cuyos genes son de origen aviar) se haya postulado la crucial presencia de la sustitución Glu→Lys en PB2

que posibilite la propagación tanto en el tracto respiratorio bajo como alto. La presencia del aminoácido

Asp en la posición 701 de PB2 es habitual entre las cepas aviares de Influenza, así como en las inicialmente

caracterizadas H1N1 de origen porcino. Su sustitución por Asn en la cepa A/duck-Guangxi/35/2001

(H5N1) se asoció a alta virulencia en ratones.

La proteína NS1 es la principal responsable de la evasión a la respuesta inmune que exhiben cepas

previamente caracterizadas de Influenza. Sin embargo, la cepa emergente A (H1N1) de origen porcino,

posee una señal de terminación en el codón 220, lo cual crea una deleción en el dominio peptídico que

permite su interacción con otras proteínas (véase la Tabla 3, y la subsiguiente referencia en letra pequeña al

36

pie de página). Finalmente, es necesario destacar que la proteína PB1-F2 está codificada por muchas pero

no todas las cepas del tipo A (especialmente su prevalencia es menor en las cepas humanas de Influenza A

(H1N1) que circularon en los últimos años). PB1-F2 exhibe (entre otras) una localización mitocondrial que

produce su alteración morfológica, la consiguiente pérdida del potencial de membrana mitocondrial y

promueve la apoptosis de los macrófagos alveolares tipo 2. Esto afecta la respuesta inmune del hospedero

al inhibir una adecuada presentación de los antígenos virales a los linfocitos T CD4+ ayudadores (¡se

impide el nexo entre la respuesta innata y la adaptativa!). Adicionalmente, la eliminación de dichas células,

facilita la sobreinfección bacteriana. Todas las cepas que originaron pandemias en el siglo XX (H1N1 en

1918, H2N2 en 1957 y H3N2 en 1968) así como las cepas altamente patogénicas del subtipo H5N1

productoras de influenza aviar hacia fines de la década de 1990 y hasta la actualidad) expresaron PB1-F2.

Como fue anteriormente mencionado, se ha comunicado que las secuencias nucleotídicas obtenidas (hasta

el momento de este informe) del nuevo virus Influenza A (H1N1) de origen porcino exhiben una señal de

terminación en el codón 12 (Ser12STOP), dentro del correspondiente marco de lectura que genera un

péptido truncado, cuya secuencia aminoacídica no abarca el dominio de localización mitocondrial, lo que

impediría su función pro-apoptótica.

Cuadro 1. Se reseñan algunas de las funciones de la proteína NS1 cuando es funcional.

Por su capacidad de unión a y secuestro del ARN bicatenario viral (durante la replicación genómica) NS1 afecta la capacidad de

los receptores celulares de la respuesta inmune innata (como el sensor RIG-1: Retinoic acid Inducible Gene) que promueven el

disparo de la síntesis de interferón. Asimismo, NS1 se une a RIG-1, inhibiendo su actividad directamente. También NS1 inhibe

al CPSF30 (Cleavage and Polyadenylation Specificity Factor) un factor que participa en el procesamiento de pre-mensajeros

celulares, incluido el del interferón (IFN). A su vez, NS1 inhibe en múltiples sitios la vía de señalización de esta citoquina (IFN-

α e IFN-β), así como algunas de las proteínas inducidas por ella, lo que favorece la replicación viral. Además, específicamente

interactúa con proteínas tales como la PKR (proteína quinasa dependiente de ARN) que promueve la apoptosis, la proteína

ARNsaL (que degrada el ARN viral) y la oligo-adenilato sintetasa que activa la ARNsaL.

37

Infección experimental con el virus pandémico.

A pesar de lo que podía inferirse al comparar inicialmente los marcadores moleculares de

patogenicidad exhibidos en la Tabla 6 (con varios elementos en común con las cepas de baja

patogenicidad), dos grupos independientes de investigación de Holanda y de EE.UU. demostraron hacia

fines de julio (Munster et al, 2009; Maines et al, 2009) que la infección experimental de hurones con el

nuevo virus Influenza A (H1N1) de origen porcino promueve mayor morbilidad que el virus homónimo

estacional, asociada a una replicación viral aumentada que afecta el tracto respiratorio inferior de los

animales, y -en algunos casos- otros órganos, como el intestino. Estos hallazgos experimentales podrían

correlacionarse con las observaciones clínicas iniciales que documentan que en algunos pacientes con

evolución grave se produce un compromiso pulmonar importante, así como -en algunos casos-

manifestaciones extrapulmonares, como la diarrea. Un tercer equipo de investigación japonés estudió

también la patogénesis de la infección por Influenza A (H1N1) 2009 de origen porcino en ratones,

hurones, cerdos y primates no humanos (Macaca cynomolgus). Congruentemente con los 2 estudios antes

mencionados, establecieron en agosto (Itoh et al, 2009) que el virus emergente exhibe una replicación más

eficiente en hurones (y en ratones) que el virus H1N1 estacional, haciéndolo también eficientemente en los

primates no humanos. Más aún, las lesiones histológicas observadas en ratones, hurones y en primates a

nivel pulmonar por una de las primeras cepas caracterizadas del virus emergente [A/California/04/09

(H1N1)] fueron más graves que las producidas por el virus estacional. En contraposición, la infección de

cerdos sólo produjo una infección asintomática en ellos. Estos tres estudios de patogénesis exhibieron -sin

embargo- resultados diversos con respecto a la transmisibilidad del virus emergente en hurones, ya que

sólo dos de los trabajos documentaron una eficiente transmisión aerógena. Se ignora hasta el momento las

razones de dicha discrepancia. Más aún, un subsiguiente estudio experimental en cerdos documentó que la

infección con la cepa A/Regensburg/D6/09/H1N1 produjo síntomas leves, como fiebre, estornudo,

descarga nasal y diarrea, observándose también la infección de los cerdos contactos, aunque no de pollos.

En conjunto estos estudios sugieren que el virus emergente pandémico exhibe las siguientes 2

características: 1) tiene la potencialidad de causar cuadros más graves que el virus estacional, y 2) puede

transmitirse a cerdos a partir de humanos infectados (como ocurrió en la infección natural de porcinos de

Canadá y en San Andrés de Giles y luego en Cañuelas, Argentina), lo cual implica la inquietante

posibilidad de que puedan ocurrir nuevos eventos de reasociación genómica.

38

Algunos aportes al conocimiento de la patogénesis y/o virulencia de la influenza pandémica basados

en el estudio de pacientes de Argentina.

Hasta el momento de elaborarse este informe, la mayoría de los individuos infectados en el mundo

ha padecido cuadros leves. Los hallazgos iniciales referidos a la infección con el virus pandémico en el país

han sido recientemente publicados (Comisión para la Contingencia de Influenza A (H1N1), Hospital

Nacional Profesor Alejandro Posadas, 2009; Bonvehí, 2009; Zala & González, 2009; Palacios et al, 2009;

Libster et al, 2009; Echavarría et al, en prensa).

La mencionada Comisión del Htal. Posadas documentó un incremento de 5 veces del número de

internaciones en sala general (n = 110) con respecto al período 1999-2006. La mediana de edad de los

pacientes era 20 años, siendo el 75% menor de 45 años y el 32,3% menor de 15. Los pacientes adultos

exhibían hipoxemia y/o factores de riesgo (65,5% padecía asma, enfermedad obstructiva crónica, obesidad,

o cursaba embarazo). El compromiso pulmonar se asociaba en el 97,3% a imágenes radiológicas

compatibles con infiltrados o consolidación parenquimatosa, siendo significativa la hipoxemia en el 43,5%

de los casos. La mortalidad global alcanzó el 6,8% (9,1% en los casos confirmados). Entre los 28 pacientes

que requirieron el ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por neumonía grave (Figura 13) -el

75% de ellos con comorbilidades subyacentes-, 24 padecieron insuficiencia respiratoria aguda (por lo que

recibieron ventilación mecánica), 21 evolucionaron al choque, y 9 a la falla renal aguda (8 fueron

sometidos a diálisis). Entre estos 28 pacientes en estado crítico se registró una mortalidad del 50%. De los

70 pacientes pediátricos internados con diagnóstico confirmado de infección por el virus pandémico

(mediana de edad, 11 meses; 61,8% con comorbilidades [prematurez, asma, displasia broncopulmonar,

cardiopatía congénita]), 27 requirieron la internación en la UCI. La mortalidad global en la población

pediátrica fue del 8,6% (22,2% de aquellos internados en la UCI).

39

Figura 13. Infección grave por virus Influenza A (H1N1) 2009. Imagen histológica pulmonar que muestra significativa inflamación con infiltrado celular, edema, áreas de necrosis y membrana hialina. El compromiso pulmonar descrito sugiere que el daño pulmonar grave ocurre como resultado de la neumonía viral primaria. Véanse las similitudes con el cuadro observado en uno de los primeros casos descritos en México (Figura 12) Fuente: Comisión para la Contingencia de Influenza A (H1N1), Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas, 2009. Medicina (Buenos Aires) 2009; 69: 393-423.

Otro estudio documentó luego de analizar 168 pacientes hospitalizados en la Pcia. de Buenos Aires,

una inesperadamente alta tasa de enfermedad del tracto respiratorio inferior en pacientes con infección tipo

influenza (ETI), lo que sugeriría un perfil distintivo de virulencia y/o del tropismo del virus pandémico.

Algunos de estos pacientes exhibieron cuadros respiratorios con tos e imágenes radiológicas que mostraban

infiltrados intersticiales basales bilaterales, en ausencia de fiebre (Zala & González, 2009).

Dado que en los orígenes de la pandemia la tasa de mortalidad calculada en mayo de 2009 había

sido estimada en 0,6% y la observada en Argentina en el mes de julio de 2009 ascendía al 4%, (137

decesos sobre un total de 3056 casos) tres hipótesis fueron consideradas inicialmente por Palacios y

colaboradores: 1) un subregistro de los casos más leves que alterase dicha tasa del país; 2) una variación

del comportamiento biológico del virus; y 3) la infección de grupos más vulnerables. Sin bien no pudo

descartarse la contribución que tendría el subregistro de los casos más leves, el análisis inicial de 26

secuencias nucleotídicas correspondientes al genoma completo de cepas circulantes del virus pandémico en

Argentina provenientes de pacientes con enfermedad leve o grave, no evidenció mutaciones asociadas a la

resistencia a antivirales, eventos de reasociación, o cambios genéticos menores que pudieran asociarse a

modificaciones en la virulencia del virus pandémico. Tampoco se documentó un incremento de la

40

frecuencia de los factores de riesgo de la población afectada en Argentina (enfermedades crónicas

[diabetes, obesidad, asma] o inmunosupresión [asociada a enfermedades inmunopatológicas, embarazo,

terapias inmunomodulatorias]). Si bien los estudios al inicio de la pandemia en países desarrollados no

habían establecido una relación entre la gravedad de la enfermedad producida por el virus pandémico con

coinfecciones, el estudio de Palacios y colaboradores estableció que la coinfección del virus pandémico

con Streptococcus pneumoniae constituía un factor predictivo de mayor gravedad en el grupo etario de bajo

riesgo comprendido entre los 6 y 55 años. En modo análogo, aunque infrecuentemente detectado, el virus

Sincicial Respiratorio A se asoció también con mayor frecuencia a los casos graves. Si bien la edad

promedio de los casos graves y leves era similar, se observó que un 53,8% de los casos graves había

ocurrido en el grupo etario de riesgo (niños menores de 5 años y adultos mayores de 55) comparado con un

12,9% en el grupo etario de bajo riesgo.

Un estudio realizado sobre la población de 6 Hospitales de Pediatría de Buenos Aires (n = 251

internados con diagnóstico virológico confirmado de infección por el virus pandémico), documentó un

aumento de 10 veces de la tasa de mortalidad asociada al virus emergente (1,1 cada 100.000 personas

menores de 18 años), con respecto a la influenza estacional 2007 en el país (0,1 cada 100.000). La tasa de

mortalidad registrada en 2009 en Argentina con el virus pandémico es -a su vez- 5 veces más elevada que

la comunicada por el CDC para la epidemia 2003-2004 que padeció influenza estacional en la población

pediátrica de EE.UU. Asimismo, se observó un incremento de 2 veces la tasa de hospitalización con

respecto a la registrada ante la epidemia de gripe estacional 2008 en Argentina. La mayoría de las

hospitalizaciones se debieron a una hipoxemia grave con 47 pacientes que requirieron la admisión en UCI

(19%) y 42 (17%) que requirieron ventilación mecánica. En el total de la población estudiada, se comunicó

neumonía bacteriana confirmada o presuntiva en aproximadamente un 10% de los pacientes. Un 29% de la

población con datos disponibles exhibió trombocitosis (> 450.000 plaquetas / mm3), aunque sólo un 2%

exhibió leucopenia marcada (< 1.000 leucocitos / mm3). En 12 de los 13 fallecimientos registrados (5% del

total de pacientes) se detectó infección exclusiva por el virus pandémico. Las enfermedades pulmonares

crónicas (por ej. el asma) y ciertas alteraciones neurológicas subyacentes estuvieron asociadas a la elevada

mortalidad registrada. Probablemente, la elevada tasa de mortalidad observada en esta serie pudo haber

estado influenciada por enfermedades crónicas pre-existentes (69%), una consulta médica o admisión

hospitalaria tardías, y por una presentación no reconocida del cuadro producido por el virus pandémico.

Los casos hospitalizados en el Htal. Universitario CEMIC entre el 11 y el 30 de junio de 2009 (n =

78) correspondieron en un 60% a pacientes comprendidos en el grupo etario de 19-59 años. En

contraposición con la población pediátrica antes mencionada, más de dos tercios de los pacientes

hospitalizados (19 < de 5 años y 59 ≥ de 5 años) no exhibía condiciones médicas subyacentes de riesgo

para desarrollar complicaciones de la influenza, aunque la tasa de hospitalización fue significativamente

más elevada en quienes padecían condiciones mórbidas de base. Un tercio de los casos hospitalizados

41

requirió asistencia respiratoria mecánica, alcanzando la mortalidad global de los pacientes internados al 2%

(Bonvehí, 2009; Echavarría et al, en prensa).

En conjunto, estos estudios sugieren que el virus pandémico circulante en 2009 en Argentina

exhibió una mayor virulencia que la demostrada en años precedentes por los virus de la gripe estacional,

aunque los mecanismos inmunopatogénicos deben ser aún dilucidados.

La respuesta inmune en la infección por el virus pandémico.

El rol de los diversos componentes de la respuesta inmune en la eliminación del virus pandémico no

ha sido aún establecido definitivamente. Los primeros estudios de patogénesis molecular están

investigando -si efectivamente lo hubiere- un potencial papel de la respuesta inmune en la patogénesis de

la enfermedad pulmonar grave, ya sea exacerbando las lesiones o favoreciendo la sobreinfección pulmonar

por una actividad defectuosa de alguno de sus componentes.

En esta Sección sólo se mencionarán algunos aportes recientes vinculados con la respuesta inmune

a esta infección producida por el virus pandémico. Se intentará dar respuesta a tres preguntas: 1) ¿confieren

algún grado de protección cruzada las infecciones previas con los virus de la influenza estacional o las

vacunas administradas para prevenirla?; 2) ¿promueve el virus pandémico alguna alteración de los niveles

circulantes de células linfo-mononucleares de sangre periférica?; y 3) ¿existe alguna evidencia de

alteraciones de la respuesta innata y/o adaptativa?

¿Confieren algún grado de protección cruzada las infecciones previas con los virus de la influenza

estacional o las vacunas administradas para prevenirla?

Análisis filogenéticos establecieron que la HA del virus pandémico había experimentado cambios

antigénicos menos significativos durante la evolución previa del correspondiente segmento del genoma

viral en la población porcina (donde evoluciona más lentamente) que en la población humana desde su

emergencia a comienzos del siglo XX. Por otra parte, el CDC (EE.UU.) informó que era improbable que la

vacuna utilizada para la prevención de la influenza estacional en años recientes (2005-2009) pudiese

conferir protección contra el virus pandémico. No obstante ello, se detectó la presencia de anticuerpos con

reactividad cruzada para con antígenos del virus emergente en el 33% de la población mayor de 60 años.

Más aún, otro estudio subsiguiente documentó que los individuos nacidos antes de 1918 exhibían

significativos títulos de anticuerpos neutralizantes contra la cepa CA2009 del virus pandémico. Finalmente,

estudios de modelaje tridimensional de proteínas, sugieren que la infección con las cepas circulantes en

1918 o aquellas “descendientes” de ella íntimamente relacionadas (cepas H1N1 humanas) que circularon

antes de 1940 (aunque no con cepas antigénicamente divergentes que circularon luego de la década de

1950), tenían la capacidad de inducir anticuerpos neutralizantes con reactividad cruzada contra el virus

H1N1 emergente en 2009. Sin embargo, estudios muy recientes, documentaron que existen epítopes T

42

idénticos o casi idénticos entre dicho virus pandémico y los causantes de la gripe estacional, habiéndose

demostrado ex vivo su reconocimiento por linfocitos T CD4+ de memoria obtenidos de donantes no

infectados con el virus emergente. Estos hallazgos, sugerirían que -a pesar de la ausencia de anticuerpos

protectores- podría haber una memoria inmunológica que confiriese un cierto grado protección cruzada a

individuos que hubiesen recibido las vacunas para prevenir la gripe estacional, tornándolos menos

vulnerables frente al virus pandémico (Ge et al, en prensa, 2010).

¿Promueve el virus pandémico alguna alteración de los niveles circulantes de células linfo-

mononucleares de sangre periférica?

A nivel de circulación periférica, un primer estudio publicado hacia fines de diciembre de 2009,

documentó la presencia de monocitosis (con elevada expresión de moléculas DR), disminución de los

linfocitos T CD4+ y B (en modo análogo a lo observado en la enfermedad tipo influenza [influenza-símil])

y una significativa elevación de los linfocitos T regulatorios (Tregs) en pacientes que fueron infectados con

el virus Influenza (H1N1) pandémico (Figura 14A y 14 B).

¿Existe alguna evidencia de alteraciones de la respuesta innata y/o adaptativa?

En relación con ello, estudios in vitro (Osterlünd et al, en prensa) demostraron que el virus

pandémico (H1N1) 2009 puede replicar en células dendríticas humanas derivadas de monocitos y en

macrófagos de dicha especie. En ellas, el virus pandémico induce (al igual que las cepas estacionales) sólo

una débil producción de citoquinas antivirales (interferones α, β, λ.1 y λ.3) y proinflamatorias (TNF-α), lo

cual sugiere que el virus podría evadir al menos parcialmente la respuesta innata. Es posible que la

producción retardada de la quimioquina CXCL10 (asociada también a la inducción de la respuesta innata)

por parte de las células dendríticas sea compensada por la significativa producción de la misma por los

macrófagos. Asimismo, estudios in vivo en pacientes que exhibieron enfermedad leve (no internados) o

grave (hospitalizados con o sin necesidad de cuidados intensivos), mostraron que existe en todos ellos una

temprana producción de quimioquinas (CXCL10, CXCL2, CXCL4) e hipercitoquinemia asociada a las

respuestas Th1 y Th17 en los pacientes con enfermedad más grave. Se documentó que los pacientes más

críticos poseen niveles elevados de IL-15, IL-12p70 e IL-6 (que en otras infecciones promueven la

respuesta adaptativa). Se desconoce si las respuestas Th1 y Th17 observadas participan en cierto grado de

un rol beneficioso o agravan la infección.

El primer estudio anátomo-patológico sistémico publicado sobre la influenza pandémica documentó

en una serie de 21 necropsias tres patrones histológicos de afectación pulmonar: el daño alveolar difuso,

dicha lesión asociada a profusas hemorragias o la bronquiolitis necrotizante (Mauad et al, 2009). El

examen mediante inmuno-histopatología demostró la existencia de una respuesta inmune pulmonar

aberrante asociada a la presencia de un gran número de células citotóxicas (con marcación positiva para

43

CD8 y granzima B), y significativa expresión local de TLR-3 (Toll like receptor 3), e interferón gamma

(Figura 15). El TLR-3 es un receptor activado por RNA bicatenario (como ocurre al replicarse el genoma

del virus pandémico) que promueve dualmente una respuesta antiviral y pro-inflamatoria. Aunque el rol de

este receptor en la patogénesis de la infección humana por Influenza es aún motivo de investigación, la

observación de que ratones TLR-3-/- infectados experimentalmente exhiben menores niveles de

mediadores inflamatorios (RANTES; IL-6, IL12 p40/p70) así como de linfocitos T CD8+ en los pulmones

y una mayor sobrevida a la infección (paradójicamente aún con títulos virales más elevados) ha promovido

la provocativa hipótesis de que las lesiones graves (neumonías hemorrágicas) observadas en este modelo

están mediadas por el circuito TLR-3 / linfocitos T CD8+. Es conocido que las células CD8+ promueven en

el órgano blanco de la replicación viral la eliminación del agente infeccioso tanto mediante mecanismos

citotóxicos directos mediados por granzima B, como a través de la secreción de citoquinas como el TNF-α

y el interferón γ. Sin embargo, teniendo en cuenta las evidencias experimentales mencionadas, parecería

plausible que una producción exacerbada de esta respuesta pudiera contribuir al daño hístico observado en

humanos como el indicado en la Figura 15.

Futuros estudios de inmunopatología molecular en modelos experimentales (incluyendo primates) y

en humanos podrán establecer definitivamente el rol de los diversos componentes de la respuesta inmune

innata y adaptativa en el devenir y en el desenlace de la infección.

44

Monocitos HLA-DR en monocitos

Células NKT

X +

EE

/ µl

X +

EE

/ µl

X +

EE

/ µl

X +

EE

%

Controles Influenza H1N1 sanos símil

Controles Influenza H1N1 sanos símil

Controles Influenza H1N1 sanos símil

Células NK

Controles Influenza H1N1 sanos símil

A

+

Linfocitos T CD4+

Linfocitos Tregs

Linfocitos T CD8+

Linfocitos B

Controles Influenza H1N1 sanos símil

Controles Influenza H1N1 sanos símil

Controles Influenza H1N1 sanos símil

Controles Influenza H1N1 sanos símil

X +

EE

/ µl

X +

EE

/ µl

X +

EE

/ µl

X +

EE

/ µl

B

Figura 14. Niveles de monocitos y linfocitos en sangre periférica. El eje de las ordenadas muestra el valor promedio ± error estándar. “a” indica diferencia estadísticamente significativa con los valores de los controles sanos; “b” indica diferencia estadísticamente significativa con los valores de los individuos que padecen una enfermedad influenza-símil (no producido por el virus pandémico). A. Comparación de los niveles observados de monocitos, células NK y NKT, así como la expresión de moléculas DR sobre monocitos en 31 pacientes con influenza pandémica, 18 con enfermedad influenza-símil, y 10 controles sanos. B. Comparación de los niveles observados linfocitos T CD4+, CD8+ y regulatorios (Tregs) observados en la misma población.

Fuente: Giamarellos-Bourboulis et al; PLoS One 2009; 4: e8393.

45

Figura 15. Microfotografías representativas de los cambios inmunopatológicos producidos por la infección con el virus pandémico. A, C, E y G corresponden a pulmones utilizados como controles no infectados. B, D, F y H corresponden a pulmones infectados por el virus Influenza (H1N1) 2009. A: expresión de TLR-3 en macrófagos, células epiteliales alveolares y endoteliales. (Bv: vaso sanguíneo). B: expresión de TLR-3 en macrófagos (flecha), células del epitelio alveolar y capilares. C: débil expresión de interferón-γ en macrófagos alveolares. D: expresión de interferón-γ en macrófagos y células epiteliales (flecha). E y G: escasas células CD8+ y granzima B+, respectivamente, en las paredes alveolares. F y H: aumento del número de células CD8+ y granzima B+, con tendencia al agrupamiento alrededor de los pequeños vasos (Bv). La barra indica 50 µ. Fuente: Mauad T et al. Am J Respir Crit Care Med 2010; 181: 72-9.

46

EPIDEMIOLOGÍA MOLECULAR Y EVOLUCIÓN MOLECULAR INICIAL DEL VIRUS INFLUENZA A

(H1N1) 2009 Inicialmente se estableció que el virus pandémico emergente exhibía una alta tasa de evolución

molecular de los genes individuales y del genoma completo: 3,66 x 10-3 por sitio nucleotídico por año.

Dicha tasa fue subsiguientemente estimada en 5,02 x 10-3 por sitio nucleotídico por año, al propagarse el

virus emergente en el nuevo hospedador humano. Se ignora si la próxima evolución del virus emergente

será semejante a la de las cepas estacionales H1N1 (con una deriva antigénica más lenta) o H3N2 (con una

deriva antigénica más veloz).

Luego de analizar la secuencia nucleotídica de más de 300 genomas completos Fereidouni et al.

comunicaron que en la mayoría de los países afectados cocirculan dos clusters del virus, identificados por

la presencia de 9 cambios nucleotídicos en 6 de los segmentos (PB2, HA, NP, NA, M y NS). Los

segmentos codificantes de PB1 y PA fueron idénticos en todas las secuencias analizadas. Las 9

sustituciones correspondieron a 7 transiciones G/A, 1 C/T y a 1 transversión T/A. Dichas sustituciones

nucleotídicas sólo se tradujeron en 4 cambios aminoacídicos (Tabla 7 y Figura 16). Se ha observado que la

mayoría de las secuencias nucleotídicas del virus pandémico provenientes de México, Texas o California

(EE.UU.) se ubicaban dentro del cluster 1, mientras que la mayoría de las provenientes de Nueva York lo

hacían dentro del cluster 2. Se desconocen aún las razones (geográficas, temporalidad de obtención de las

muestras, etc.) que puedan justificar estas diferencias. Todas las secuencias nucleotídicas pertenecientes al

cluster 2 -publicadas entre marzo y setiembre de 2009- han exhibido hasta el momento de publicarse el

informe de Fereidouni et al. (19-11-2009) los 9 marcadores nucleotídicos indicados en la Tabla 7. A su

vez, la mayoría de las secuencias del cluster 1, exhiben los 9 marcadores allí indicados (sub-cluster 1.1),

aunque se han publicado secuencias del virus pandémico circulante en Japón (sub-cluster 1.2.), cuyos

marcadores nucleotídicos del gen NP corresponden al cluster 2. Finalmente, un pequeño grupo de

secuencias nucleotídicas incluidas en el cluster 1 (sub-cluster 1.3), exhiben 4 de los 9 marcadores del

cluster 2, lo cual fue reportado por Fereidouni et al, como compatible con un evento de reasociación.

47

Tabla 7. Residuos nucleotídicos y aminoacídicos (entre paréntesis) observados en posiciones

específicas de los dos clusters de Influenza A (H1N1) 2009 propuestos por Fereidouni et al.

Gen PB2 HA NP NA M NS

Posición

/ Cluster

2163 (721)

658 (220)

1408 (470)

298 (100)

1143 (381)

742 (248)

492 (164)

600 (200)

367 (123)

Cluster 1 G (K) ●

T (S) ●

C (L) ●

G (V) ●

G (A) ●

A (N) ●

G (Q) ●

G (A) ●

A (I) ●

Cluster 2 A (K) ○

A (T) ○

T (L) ○

A (I) ○

A (A) ○

G (D) ○

A (Q) ○

A (A) ○

G (V) ○

Los círculos rellenos indican los marcadores nucleotídicos observados en el cluster 1, mientras que los círculos vacíos indican los específicos del cluster 2. Esos mismos símbolos y en la misma posición indicada de izquierda a derecha en esta Tabla son mostrados –también de izquierda a derecha- en el recuadro de la Tabla 8 que muestra la composición de marcadores de los sub-clusters del cluster 1 y la del cluster 2. Los círculos rellenos indican los marcadores nucleotídicos observados en el cluster 1, mientras que los círculos vacíos indican los específicos del cluster 2. Esos mismos símbolos y en la misma posición indicada de izquierda a derecha en esta Tabla son mostrados –también de izquierda a derecha- en el recuadro de la Tabla 8 que muestra la composición de marcadores de los sub-clusters del cluster 1 y la del cluster 2.

Figura 16. Árbol filogenético obtenido mediante Neighbor-Joining de marcos abiertos de lectura concatenados correspondientes a los 6 segmentos del genoma del virus Influenza A (H1N1) 2009 que exhiben marcadores específicos de clusters. Los círculos y las circunferencias del recuadro corresponden –de izquierda a derecha- a las bases nucleotídicas indicadas en el mismo orden en la Tabla 4. Para favorecer una mejor visualización de la correspondencia de las mismas con los clusters, se muestra en una misma página la Tabla 4 y esta figura con un tamaño reducido, lo que impide una adecuada (aunque prescindible) visualización de la designación de las secuencias agrupadas en el árbol, cuyo origen geográfico se detalla en el texto. Fuente: imagen modificada de la original publicada por Fereidouni et al, 2009. (Euro Surveill 2009; 14pii: 19409). Disponible en línea en el sitio: http://www.eurosurveillance.org/ViewArticle.aspx?ArticleId=19409

48

Casi simultáneamente con la publicación de Fereidouni et al, otro grupo de expertos propuso la

cocirculación de al menos 7 linajes genéticos (representados en clados) alrededor del mundo (Nelson et al,

2009; Figura 17). Este grupo analizó 290 genomas completos comunicados entre el 1º de abril y el 9 de

julio de 2009. A diferencia del grupo mencionado anteriormente, este último empleó un árbol de máxima

confianza de clados para analizar la secuencia concatenada de los 8 segmentos del virus.

El número de secuencias nucleotídicas agrupado en cada clado fue variable (clado1: 9 secuencias;

2: 25; 3: 32; 4: 11; 5: 77; 6: 13; y 7: 102). Con la excepción del clado 4, que sólo se detectó en aislamientos

de Asia, los demás linajes cocircularon en las diversas localizaciones geográficas estudiadas. En la ciudad

de Nueva York se observó la cocirculación de 5 linajes (1, 2, 3, 6 y 7) durante la semana epidémica 5 del

estudio (26 de abril al 2 de mayo), mientras que en Asia los linajes 2, 3, 4, 5 y 7 cocircularon en la semana

8. En Wisconsin cocircularon los linajes 2, 3 y 5 durante la semana 6. A pesar de la introducción de los

diversos linajes en Nueva York y en Wisconsin, en ambos hubo predominio de uno en particular,

contribuyendo con más del 80% del total (el 5 en Nueva York y el 7 en Wisconsin). El clado 1 corresponde

al linaje que fue detectado inicialmente en el estudio (incluyendo el aislamiento A/California/04/2009,

colectado el 1º de abril de 2009), aunque evidenció una escasa dispersión geográfica (Figura 18).

Los clados 1, 2 y 3 emergieron entre mediados de febrero y mediados de marzo, mientras que los

clados 5, 6 y 7 lo hicieron entre mediados de marzo y mediados de abril. No se puede determinar aún con

precisión el origen del clado 4. Mediante análisis del TMRA (Times to the Most Recent Ancestor) que

determina el tiempo (época de circulación) del ancestro más reciente, se estableció que todos los linajes

circularon alrededor de 2 semanas antes de ser detectados en este estudio, muy probablemente en México y

tal vez –también- en otros lugares. Fue sorpresivo el hallazgo de la diferente contribución de los clados

registrada en Nueva York y Wisconsin (EE.UU.), a pesar de la aparición casi simultánea de casos en ambas

localizaciones, su relativa proximidad geográfica y esperable comportamiento del flujo poblacional. Este

hecho sugiere una significativa influencia del efecto fundador de la población viral en el nuevo hospedador.

No se ha definido aún si existe alguna diferencia en el comportamiento viral de los linajes establecidos con

respecto a la gravedad de la enfermedad producida, especialmente la del clado 7 (que contribuyó con más

de un tercio de las secuencias genómicas a este estudio). Tampoco se documentaron sustituciones

aminoacídicas que pudieran asociarse con cambios en la aptitud replicativa viral (fitness). Los cambios

característicos de los clados se indican en la Tabla 8.

49

Figura 17. Árbol obtenido mediante Maximum Clade Credibility (MCC; máxima confianza de clados) de las regiones codificantes de 290 genomas del virus pandémico, colectadas entre el 1º de abril y el 9 de julio de 2009 en el mundo. Los valores de probabilidad posterior Bayesiana >90% se indican para los nodos principales. El árbol es automáticamente ruteado asumiendo un estricto reloj molecular. Los clados (que agrupan secuencias claramente relacionadas) están sombreados por rectángulos en color. Fuente: Nelson et al. PLoS Curr Influenza 2009; November 3: RRN1126.

50

México

California (EE.UU.)

Wisconsin (EE.UU.)

Canadá

EE. UU. (otro lugar)

Europa

Puerto Rico

Asia

Texas (EE.UU.)

Nueva York(EE.UU.)

Figura 18. Circulación témporo-espacial de los 7 clados del virus emergente. Obsérvese la diferente contribución de los clados registrada en Nueva York y Wisconsin (EE.UU.), a pesar de la aparición casi simultánea de casos en ambas localizaciones, y de su relativa proximidad geográfica. Los círculos pequeños indican un único caso en una semana epidémica determinada. Las porciones de cada círculo, indican la contribución relativa de cada clado durante una semana epidémica. Los colores que representan a cada clado son idénticos a los de la Figura 11. La semana 1 corresponde a la iniciada el 1º de abril de 2009. Fuente: Nelson et al. PLoS Curr Influenza 2009; November 3: RRN1126.

51

Tabla 8. Cambios aminoacídicos que definen los clados 1 - 7 del virus Influenza A (H1N1)

2009, propuestos por Nelson et al.

Gen/

Clado

PB2 PB1 PA HA NP NA M1/2 NS1 NS2

1 S224P* S100P* A214T* V338I*

2 M581L* T373I 3 4 V649I* I667T V100I V106I E63K5 V100I* V106I*

N248D

6 K2E Q310H*

V100I V106I N248D

7 S220T V100I* V106I N248D*

I123V

El análisis fue realizado utilizando el programa MacClade. Los asteriscos indican que la mayoría de los aislamientos (pero no todos) exhiben el cambio indicado. Fuente: Nelson et al. PLoS Curr Influenza 2009; November 3: RRN1126.

De la observación de las Tablas 7 y 8, surge que algunos de los cambios aminoacídicos publicados

por los dos grupos de investigación mencionados son -coincidentemente- determinantes de la especificidad

de los clusters (Fereidouni et al, 2009) o clados (Nelson et al, 2009), tales como S220T en la HA, V100I en

la NP, N248D en la NA, e I123V en NS1.

Evolución de la resistencia al oseltamivir del virus pandémico.

En la publicación del Boletín 18 del 2 de diciembre de 2009, la OMS informó el registro de un total

de 96 casos de resistencia al oseltamivir, un tercio de los cuales aconteció en pacientes con

inmunocompromiso asociado a enfermedades hematológicas, tratamientos contra el cáncer o trasplante de

órganos. Sin embargo, en el Boletín antes mencionado se explicita que la situación emergente en las

últimas semanas, no constituye una amenaza para la Salud Pública, a pesar de un incremento lineal del

número de casos con cepas resistentes al oseltamivir en las semanas previas a la publicación. Los expertos

en el tema han expuesto la posible ocurrencia de un evento de reasociación entre el genoma del virus

pandémico con el gen NA de cepas del virus de la gripe estacional A/H1N1 resistente al oseltamivir; el

monitoreo es permanente.

52

ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS GLOBALES DE

LA PANDEMIA

Cuarenta y un años han transcurrido desde que finalizó la circulación en humanos del virus causal

de la última pandemia de influenza a la que se denominó “Gripe asiática” H2N2 originada en 1957-58 y

que provocó la muerte de aproximadamente 1 - 2 millones de personas.

Durante la primavera boreal del año 2009, emergió entre la población mexicana el nuevo virus

Influenza A (H1N1) de origen porcino, extendiéndose luego, a diversos países del mundo y constituyendo

en la actualidad una nueva pandemia.

Según la OMS, hasta el 27 de diciembre de 2009, más de 208 países, territorios o comunidades han

comunicado casos confirmados por laboratorio de influenza pandémica (H1N1) 2009. En la mayoría de los

casos, la enfermedad se ha autolimitado constituyendo cuadros clínicos leves y moderados sin

complicaciones, si bien también han sido comunicados por lo menos 12.220 cuadros fatales. El análisis

epidemiológico de los datos actuales demuestra que niños y adultos jóvenes han presentado la más alta tasa

de ataque, lo cual podría explicarse debido a que este grupo poblacional no tendría inmunidad previa para

este virus.

En la actualidad, la transmisión de influenza pandémica (H1N1) 2009 permanece activa y

ampliamente diseminada en zonas templadas del hemisferio norte (más allá del Trópico de Cáncer, paralelo

situado a 23º 26’ latitud norte); sin embargo, la enfermedad ha alcanzado su pico o lo ha superado en varios

lugares, fundamentalmente en América del Norte. En la región tropical de América del Sur y Central y en

la región del Caribe, la transmisión persiste geográficamente dispersa pero en franco descenso.

En las zonas templadas del hemisferio sur (al sur del Trópico de Capricornio, paralelo situado a 23°

26’ latitud sur), se reportan casos esporádicos sin evidencia de transmisión comunitaria actual.

Análisis preliminares de países del hemisferio norte señalan que la proporción de población

afectada ha sido mucho más alta en la época invernal que en la estival; sin embargo, la gravedad global de

la pandemia no se ha modificado en relación al hemisferio sur.

En EE.UU. y Canadá, la transmisión persiste pero los casos de enfermedad tipo influenza han

disminuido notablemente hasta alcanzar el nivel de la influenza estacional. En EE.UU., la mortalidad

proporcional debida a neumonía e influenza ha persistido significativamente elevada por encima del

53

umbral epidémico en las últimas diez semanas; no obstante, en el último mes, los casos confirmados por

laboratorio, las hospitalizaciones y las muertes se encuentran en descenso.

América del Norte

En Canadá, la tasa de consultas por ETI disminuyó por sexta semana consecutiva, y permanece por

debajo de lo esperado. El número de hospitalizaciones, ingresos en UCI y muertes asociadas al virus

pandémico disminuyeron aproximadamente un 50% comparado con la semana anterior (SE 48). Se ha

detectado un total de siete casos resistentes a oseltamivir, desde abril de 2009.

En México, desde la SE 46 a la SE 48, el número de casos con ETI e infección respiratoria aguda

grave (IRAG) disminuyó un 24%.

En EE.UU., el porcentaje de consultas por ETI disminuyó por séptima semana consecutiva, aunque

permanece por encima de la línea de base nacional. Cinco de las diez regiones sub-nacionales notificaron

que la proporción de consultas ambulatorias por ETI permanece por encima de lo esperado. La tasa de

hospitalización de casos con influenza confirmada por laboratorio permanece estable, pero con tasas altas,

especialmente en niños de 0-4 años. La proporción de muertes atribuidas a neumonía e influenza se

mantuvo por encima del umbral epidémico por undécima semana consecutiva. Esta semana, se han

informado nueve muertes pediátricas asociadas con influenza; en ocho de ellas se confirmó el virus

pandémico. Desde abril de 2009, EE.UU.ha comunicado un total de 44 casos con influenza pandémica

resistente a oseltamivir.

Caribe

Estos países informaron tendencias de enfermedad respiratoria aguda sin cambios o decrecientes,

excepto Barbados, que presentó tendencia creciente. La intensidad de la enfermedad respiratoria aguda fue

baja a moderada y el impacto en los servicios de atención de salud fue bajo.

En los territorios franceses, la actividad de ETI ha sido variable, Martinica presentó menos

actividad que la esperada para esta época del año, San Bartolomé presentó niveles altos en las últimas tres

semanas, y San Martín comunicó actividad por debajo de lo observado durante la primera ola de la

pandemia.

54

América Central

Estos países informaron actividad de influenza extendida, sin embargo presentaron tendencias de

enfermedad respiratoria aguda sin cambios o decrecientes. Todos notificaron baja a moderada intensidad de

enfermedad respiratoria aguda e impacto bajo en los servicios de atención de salud.

Guatemala (SE 48) reportó una disminución del 7,5% y 4,6% de casos con enfermedad respiratoria

aguda y casos con neumonía, respectivamente, comparado con la semana anterior.

América del Sur

Región andina

La mayoría de estos países notificó actividad de influenza extendida. Las tendencias de enfermedad

respiratoria aguda se informaron sin cambios o decrecientes, excepto en Ecuador, que presentó una

tendencia creciente. La intensidad de enfermedad respiratoria aguda y el impacto en los servicios de

atención de salud fueron bajos o moderados.

Ecuador (SE 48) presentó un incremento de casos de IRAG en 5 de 24 provincias, principalmente

en zonas del norte y centro del país.

Cono Sur

La actividad de influenza se notificó como extendida en Chile y Argentina, regional en Brasil, y

localizada en Paraguay. Estos países permanecen con tendencias de enfermedad respiratoria aguda

decrecientes o sin cambios. La intensidad de enfermedad respiratoria aguda y el impacto en los servicios de

salud fueron bajos a moderados.

En la semana epidemiológica 49, Chile notificó una disminución en la actividad de ETI en 14 de las

15 regiones (incidencia nacional: 2,7 por 100.000 habitantes). Paraguay informó una tendencia nacional

decreciente de actividad de influenza, sin embargo, hubo un incremento de casos de ETI e IRAG (6,5% y

29,4%, respectivamente). En Argentina, en la SE 47, la incidencia de ETI continúa siendo baja (7 por

100.000 habitantes). Brasil, a pesar de presentar actividad ETI en aumento desde la SE 45 a la SE 47, se

mantiene dentro de los rangos esperados.

55

Figura 19. Pandemia (H1N1) 2009. Dispersión geográfica por país. Región de las Américas. Semana epidemiológica 49na.

56

Figura 20. Pandemia (H1N1) 2009. Tendencia del nivel de actividad respiratoria, comparado con el de la

semana previa. Región de las Américas. Semana epidemiológica 49na.

57

Figura 21. Pandemia (H1N1) 2009. Intensidad de enfermedad respiratoria aguda en la población. Región

de las Américas. Semana epidemiológica 49na.

58

Figura 22. Pandemia (H1N1) 2009. Impacto de la enfermedad respiratoria aguda en los Servicios de Salud.

Región de las Américas. Semana epidemiológica 49na.

Hasta el 18 de diciembre de 2009, se ha notificado un total de 6.670 defunciones entre los casos

confirmados en 28 países de la Región.

59

Tabla 9. Número de casos y fallecidos confirmados por virus de influenza pandémica (H1N1) 2009. Región de las Américas. Actualizado el 18 de diciembre 2009 (17 h GMT; 12 h EST).

Fuente: Ministerios de Salud de los países de la Región. País Número acumulado de defunciones Nuevas defunciones (desde el 11 de diciembre)

Cono Sur Argentina 616 3 Brasil 1.632 104 Chile 150 Paraguay 46 0 Uruguay 20 Área Andina Bolivia 58 0 Colombia 190 7 Ecuador 96 0 Perú 205 2 Venezuela 116 0 Caribe Antigua y Barbuda 0 Bahamas 1 Barbados 3 Cuba 36 4 Dominica 0 Grenada 0 Guyana 0 Haití 0 Jamaica 6 República Dominicana 23 Saint Kitts y Nevis 2 1 Santa Lucía 1 San Vicente y las Granadinas 0 Suriname 2 Trinidad y Tobago 5 Centroamérica Belice 0 Costa Rica 38 El Salvador 31 1 Guatemala 18 Honduras 16 0 Nicaragua 11 Panamá 11 Norte América Canadá 397 24 Estados Unidos 2.160 122 México 780 67 TOTAL 6.670 335

Europa

Algunas regiones del norte y del sudeste europeo como así también de la Federación Rusa, han

comunicado una intensa actividad de enfermedades respiratorias. En Europa, el 99 % de los hallazgos de

Influenza A correspondieron al virus pandémico (H1N1) 2009.

En la actualidad, al menos 10 países, mayoritariamente del oeste y del norte, han informado

disminución de enfermedades respiratorias, y persiste en aumento o en meseta el informe de casos de ETI e

infección respiratoria aguda (IRA) en un número limitado de ellos, fundamentalmente en la región este;

República Checa, Estonia, Hungría, Montenegro y Suiza, donde el estudio de muestras de casos centinelas

demostró que fueron positivas para influenza 28 al 71% de las mismas.

60

Asia

En el sur de Asia, la transmisión de influenza continúa en actividad en la región norte de la India,

Nepal, Sri Lanka y Maldivia.

En Asia central y occidental, el informe de casos de ETI/IRA continúa en ascenso en Kasajistán y

Kirguistán, habiendo alcanzado su pico en Afganistán, Omán e Israel al igual que en Irán, Irak, Jordania,

Egipto y zonas aledañas en las que aún continúa circulando.

En Asia oriental, la transmisión persiste en actividad; pero, globalmente se encuentra en descenso.

Tal es el caso de Japón, norte y sur de China y Mongolia donde ya alcanzó su pico y ha comenzado a

declinar.

África

En el norte y este de África, el virus pandémico H1N1 2009 es actualmente el predominante y en el

oeste del continente circulan en forma simultánea el virus pandémico y los de circulación estacional

H1N1 y H3N2.

LA EPIDEMIA EN ARGENTINA

Datos disponibles hasta el 16 de diciembre 2009 (semana epidemiológica -SE- 20 a 49).

En el período analizado se notificó un total de 1.367.179 casos de ETI con una tasa de 0,7/10.000

habitantes a la semana 48 y una tasa acumulada de 340,6/10.000. La curva epidémica muestra el inicio de la circulación autóctona a partir del 17 de mayo de 2009

(Figura 23), alcanzando el pico máximo de la transmisión entre el 20 de junio y el 3 de julio con una

transmisión generalizada en todo el país.

61

Figura 23. Distribución de casos confirmados y en estudio según fecha de inicio de síntomas. Argentina

2009 (n = 15.629).

En cuanto al diagnóstico de laboratorio, se recibieron 27.267 muestras y fueron confirmados

11.458 casos de influenza pandémica (H1N1). La confirmación de los casos se realizó en 18 laboratorios

nacionales y provinciales, públicos y privados, ubicados en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Pcia. de

Buenos Aires (La Plata, Malvinas Argentinas, Bahía Blanca, 3 de Febrero, Gral. Pueyrredón), Pcia. de

Santa Fe (Rosario, Venado Tuerto), Córdoba y Mendoza.

Hasta la semana epidemiológica 49 los virus Influenza A (H1N1) 2009 e Influenza A sin

subtipificar, sumados, representaron el 92,9% del total de virus respiratorios notificados en pacientes de 5

años o más. En cambio, en los menores de 5 años estos mismos virus representan el 22,2% del total de

virus notificados para ese grupo, mientras que se eleva la proporción de Virus Sincicial Respiratorio,

representado un 66,4%.

Han requerido hospitalización, por criterios de gravedad, 13.924 casos, lo que representa una tasa

de hospitalización por IRA grave de 34,1 casos por 100.000 habitantes. El grupo de edad más afectado

entre los casos graves en estudio y confirmados para H1N1 son los menores de 5 años (75,7 por 100.000)

(Figura 24).

62

Figura 24. Distribución de IRAG según grupos de edad. Tasas por cien mil habitantes. Argentina 2009. n

= 10. 066.

Figura 25. IRAG de Argentina según fecha de hospitalización. . Argentina 2009. n = 10. 424.

63

A la fecha, el número de fallecidos confirmados para Influenza pandémica (H1N1) asciende a 616,

habiéndose notificado el último caso el 11 de diciembre del corriente año. Entre los fallecidos, el grupo de

edad más afectado son los adultos de 50 a 59 años de edad. No se encuentran diferencias según sexo, sin

embargo se observa una diferencia entre las tasas por grupo de edad. El grupo que mayor diferencia

presenta es el de 20 a 29 años, donde las mujeres superan a los varones en un 80% (p<0,001). Esta relación

se invierte a favor de los varones en los grupos entre 40 a 59 (Figura 26).

Figura 26. Distribución de fallecidos confirmados según grupos de edad y sexo. Tasas por cien mil

habitantes. Argentina 2009. n = 572.

De acuerdo a las nuevas recomendaciones de la OMS para el monitoreo de la pandemia, sobre el

seguimiento de 4 indicadores (tendencia, intensidad, dispersión geográfica e impacto en los servicios de

atención de salud), la República Argentina exhibía a la SE 48 los siguientes registros:

una dispersión geográfica generalizada, es decir, se presentan casos en la mayoría de las

provincias del país;

una tendencia decreciente de la actividad de enfermedad respiratoria como muestra la

vigilancia epidemiológica de ETI (Figura 27, mapa 1).

una intensidad leve de actividad de ETI, es decir los casos salieron de la zona de brote y se

ubican en la zona de éxito (Figura 27, mapa 2).

un impacto bajo en los servicios de salud, es decir, la demanda de atención sanitaria no es

64

superior a los niveles normales (Figura 27, mapa 3).

65

DEFINICIÓN DE CASOS CONFIRMADOS, SOSPECHOSOS Y PROBABLES DE LA NUEVA

INFLUENZA A (H1N1) 2009 (Según el CDC de EE.UU, así como la adecuación local a la definición de caso sospechoso según el

Ministerio de Salud de la República Argentina).

Según el CDC:

Un caso confirmado de influenza de origen porcino es definido como aquel que corresponde

al paciente que padece una enfermedad respiratoria febril aguda semejante a la gripe (estacional) con

confirmación virológica mediante una o más de las siguientes pruebas de laboratorio: RT-PCR en tiempo

real o cultivo viral. Se define como enfermedad semejante a la gripe, a la asociada a fiebre igual o mayor a

37,8° C, tos y/o angina, en ausencia de una causa conocida, excepto influenza.

Un caso probable de influenza de origen porcino es definido como aquel que corresponde al

paciente que padece una infección respiratoria aguda semejante a la gripe (estacional) que es positivo para

Influenza A, pero negativo en la amplificación de los genes de las hemaglutininas (previamente conocidas)

H1 y H3 mediante RT-PCR.

Un caso sospechoso de influenza de origen porcino es definido como el de aquella persona

que padece una enfermedad símil-influenza, que no es comprendida por las definiciones de “caso

confirmado” o “caso sospechoso”, que no tiene (aún) un resultado negativo en la nueva prueba utilizada

para detectar el virus emergente y cumple una de las siguientes condiciones:

• Persona sana menor de 65 años hospitalizada por una enfermedad símil-influenza.

• Persona con enfermedad símil-influenza que reside en una provincia (estado, en EE.UU.)

donde no hay casos confirmados, pero ha viajado a otra u otro país donde hay uno o más casos confirmados

o probables.

• Persona con enfermedad símil-influenza que exhibe nexo epidemiológico con un caso

confirmado o probable de influenza de origen porcino dentro de los 7 días previos.

Según el Ministerio de Salud de la Nación (Argentina) se define caso sospechoso para todo el

país a:

• Toda persona que presente enfermedad respiratoria aguda febril (>38° C) en un espectro

que va de enfermedad tipo influenza a neumonía. (Parte periódico Nº 62 del 09/07/2009, que

continúa vigente).

66

Según la Dirección General de Redes del Departamento de Epidemiología - Ministerio de

Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires - (07/07/2009) se definen además:

• Caso confirmado: el caso sospechoso con diagnóstico de laboratorio positivo para A

(H1N1) por laboratorios de referencia de la Ciudad o por el Instituto Malbrán.

• Contacto estrecho: se define como aquella persona que haya cuidado o convivido con un

caso confirmado o sospechoso de influenza A (H1N1), o haya estado en un lugar donde existió una

alta probabilidad de contacto con secreciones respiratorias de una persona infectada. Los ejemplos

de contacto estrecho incluyen besos, abrazos, compartir elementos de cocina, exámenes médicos o

cualquier contacto entre personas que hayan estado expuestas a secreciones respiratorias de los

casos (distancia mínima 1,80m).

67

LA NUEVA INFLUENZA A (H1N1) 2009 Y LOS PORCINOS

El 29 de mayo de 2009, el laboratorio veterinario de Weybridge en Inglaterra informó sobre los

resultados obtenidos de infecciones experimentales realizadas en porcinos con la nueva cepa H1N1. La

experiencia fue realizada en forma coordinada por varios laboratorios de la comunidad europea. Los

estudios probaron que los porcinos podían ser infectados con la nueva cepa y desarrollaban una

enfermedad muy similar a la influenza porcina clásica, o sea con letargo, fiebre, descarga nasal y ocular,

tos e inapetencia. Animales sin infectar colocados en cercanía de animales infectados también enfermaron,

y éstos a su vez infectaron a un nuevo grupo; pero el momento de mayor descarga viral se iba dilatando en

cada ciclo yendo de 3 días hasta 5-6 días en el último ciclo de transmisión. La histopatología hallada -con

el clásico compromiso pulmonar- no fue descripta como diferente de una influenza porcina tradicional. Sin

embargo, una publicación anterior (Sreta et al, 2009) comparó el daño producido por la cepa H1N1 con

respecto al causado por H3N2 en cerditos de 22 días y comprobó que las lesiones pulmonares macro y

microscópicas eran más graves con la nueva cepa H1N1.

Estos resultados -en cierta forma- no fueron sorprendentes porque era sabido que esta cepa viral

tenía su origen en el cerdo. Si bien se detectan en ella huellas de orígenes pasados en virus humanos y

aviares, este nuevo virus H1N1 es decididamente un virus de influenza porcino. Cambios accesorios le

confirieron al mismo la habilidad de infectar a humanos con cierta eficiencia. Quedaba por saber si el virus

podía, de vuelta en el cerdo, desarrollar enfermedad y ser propagado, cualidades que se probaron en estas

infecciones experimentales. Interesantemente, el virus no parece producir una enfermedad grave en estos

animales, aunque, se debe tener en cuenta que otros factores como complicaciones bacterianas, están

ausentes en este tipo de estudios. Además, si bien los cerdos no son genéticamente similares como un ratón

Balb-c, son bastante más homogéneos que los humanos, y entonces no se pueden analizar distintas

susceptibilidades con base genética. Sin embargo, un gran interrogante subsistía de estos estudios

preliminares: ¿era el virus recuperado el mismo H1N1?

La pregunta ha sido parcialmente contestada a través del estudio de dos brotes, uno de ellos

registrado en Canadá y el otro en Argentina en los cuales el virus, aparentemente, fue transmitido de

humanos a cerdos; éstos reprodujeron la enfermedad tal como se había observado en los estudios de

infección experimental. Sin embargo, la información suministrada no indica si se ha secuenciado todo el

genoma de estos virus, con lo cual se desconoce cuan similares son con respecto a la cepa H1N1 original.

¿Cuál es el rol del cerdo de ahora en más? Una de las conclusiones más escuchadas durante esta pandemia

es la falta de monitoreo en las poblaciones porcinas de las cepas de influenza circulantes, en cierta medida,

debido a la poca relevancia que tiene esta enfermedad en dicha especie. De hecho, en la actualidad surgen

datos que exponen esa situación: el número total de secuencias de influenza porcina en el GenBank es diez

68

veces menor al número de secuencias de influenza aviar y humana. Ahora emergen con mucha más

importancia, publicaciones que no habían transcendido en el pasado, y que advertían que estos virus ya

venían circulando en cerdos y, peor aún, que ya habían producido casos en humanos (Vincent et al, 2009).

Se destaca la importancia de realizar monitoreos permanentes de las poblaciones porcinas, sobre

todo de aquellas en estrecho contacto con humanos. La cercanía entre especies es un factor vital en esta

cadena de eventos; por lo tanto, debe evitarse la convivencia de humanos, aves y cerdos para disminuir la

posibilidad de emergencia de nuevos recombinantes virales.

Virus Influenza A (H1N1) 2009 en las distintas especies animales

Porcinos

Nuevos casos de influenza H1N1 se identificaron en países de todo el mundo. Los más recientes

ocurrieron en:

- EE.UU. (23/12/09): se agregó Carolina del Norte que se suma a Minnesota, Indiana e Illinois. Se

detectó en dos granjas y los animales presentaron sintomatología respiratoria leve. No hay datos de

morbilidad ni de origen de la infección.

- Rusia (26/12/09): morbilidad 0,4% (10.000 animales, 45 enfermos), mortalidad 0%. Los afectados

fueron animales del grupo de engorde de 135 a 150 días. Posible fuente: personal enfermo.

- China (10/12/09): 1 de 1200 y 4 de 60 animales fueron positivos por hisopados tomados como

parte de un programa de control; sin síntomas y sin historia de contacto con humanos enfermos.

- Alemania (10/12/09): solamente 2 cerdos afectados y muertos. Como lo observado en México

muy pocos animales se infectaron a diferencia de los brotes en Italia y Finlandia.

- México (7/12/09): 2 animales afectados de un total de 120 con uno sacrificado. Medidas aplicadas:

control de movimientos, screening; no se vacunó. Se realizó el tratamiento de uno de los animales

afectados con enrofloxacin y gentamicina con resultados satisfactorios.

- Italia (4/12/09): 375 animales presentaron síntomas respiratorios sobre un total de 1200.

- Finlandia (1/12/09): 800 de 950 animales enfermaron; síntomas: anorexia, fiebre y leve cuadro

respiratorio. Todos los animales se recuperaron en dos días.

- En Argentina se comprobaron dos brotes.

1) San Andrés de Giles, Pcia. de Buenos Aires. Es un criadero comercial de cerdos con

medidas de bioseguridad y reposición propia. No posee otras especies animales. Tiene una

extensión de 4,5 Ha. En la notificación inmediata publicada el 25 de junio de 2009 el

69

SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) informó que el 15 de

junio se había detectado el comienzo de un brote de influenza que había afectado a 1676

cerdos sobre un total de 5586 (30%). Sin embargo, ese dato era erróneo, ya que la

morbilidad debía ser estimada sólo para las categorías afectadas (lechones, crecimiento y

engorde). Por lo tanto, el dato real es de 823 casos que corresponde a un 15% de la

población de animales. La enfermedad fue causada por el virus Influenza A (H1N1) de

origen porcino, confirmado por RT-PCR en el Instituto Malbrán. Dado que el contagio

probablemente ocurrió a partir del contacto de los cerdos con 2 operarios que habían

exhibido síntomas gripales, el episodio se constituyó en el segundo evento de transmisión

humano-porcina del virus emergente informado hasta ese momento en el mundo. Las

medidas tomadas incluyeron el establecimiento inmediato de una zona de aislamiento y

control de 3 Km rodeando el brote y otra de de monitoreo 10 Km donde se chequearon

diversos establecimientos por la presencia de síntomas. Las pruebas de laboratorio (RT-

PCR) luego del brote fueron negativas para todos los animales estudiados. No se

implementaron otras medidas fuera de las descritas excepto por la desinfección de las

instalaciones. No se vacunó ni se inicio el tratamiento de los animales. A partir del día 24 de

junio los porcinos de dicho establecimiento no presentaron sintomatología clínica ni

novedades sanitarias adicionales. Evolucionaron favorablemente.

2) Cañuelas, Pcia. de Buenos Aires. Es una granja de producción a escala industrial con

medidas de bioseguridad. En junio de 2009 se detectaron 1632 (27%) casos sobre una

población de 6104 animales. Los animales presentaron síntomas moderados de influenza

(tos). El brote se controló con las medidas de cuarentena, zonificación, screening y

desinfección. No hubo muertes atribuibles al virus Influenza A (H1N1) 2009.

Datos obtenidos de: OIE Ref 8255 - 08/07/ 2009, Argentina.

¿Es seguro comer carne de cerdo?

Con el aumento de casos en porcinos, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) volvió a

emitir información sobre la ausencia de riesgo al ingerir carne de cerdo infectada ya que el virus muere a

temperaturas ≥ 70° C. Más aun, no existen pruebas de infección sistémica con lo que el riesgo es todavía

menor. Un trabajo recientemente publicado por Vincent et al. (2009) probó que luego de la infección

experimental de cerdos (no se informan las edades) con dos aislamientos de H1N1 (A/CA/04/2009 (H1N1)

y A/México/4108/2009 (H1N1) (2x105 DICT 50%), el virus sólo pudo ser aislado de pulmones y tonsilas

pero no en el suero, ganglios linfáticos, hígado, bazo, músculo, riñón ni heces. Por RT-PCR se detectó

ARN viral en todas las muestras pulmonares, con mayor título alrededor del día 5 posinfección. En el día 7

posinfección, sólo pudo detectarse virus por RT-PCR mientras que el aislamiento viral fue negativo.

70

¿Existen diferencias de patogenicidad/secuencia entre aislamientos del virus pandémico

Influenza A (H1N1) 2009 en el porcino?

Estas preguntas surgieron de inmediato al conocerse que el virus H1N1 2009 podía volver a infectar

al porcino. De hecho, muchos de los informes de Promed sugerirían que tales diferencias realmente existían

al analizar los distintos brotes en porcinos: en algunos casos fueron afectados muchos animales, en otros

muy pocos, y en otros no se comprobaron síntomas, sólo hubo serología positiva. Desafortunadamente no

todas las publicaciones informan sobre las razas que utilizan en estos experimentos, con lo cual, tampoco

puede sospecharse el efecto del background genético como factor de variabilidad entre los resultados.

Un trabajo reciente de Weingart et al. (2009) muestra que en cerdos infectados con la cepa

A/Mexico/InDRE4487/2009 (de casos humanos) el virus pudo ser aislado de material pulmonar de todos

los animales infectados, mientras que en el grupo infectado con la cepa A/swine/Alberta/ OTH-33-8/2009

(de cerdos) sólo un animal fue positivo. Sin embargo, por RT-PCR e inmunohistoquímica la carga viral y

antigénica fue semejante en ambos grupos. La enfermedad clínica fue similar a la observada con los virus

de influenza porcina clásica, notándose solamente la detección más prolongada de antígeno viral y la

eliminación mas tardía del virus en los pulmones de los animales infectados con la cepa A/México/

InDRE4487 /2009. Se probaron dos vías, intranasal e intratraqueal, en la raza Landrace de 22 días y el

título utilizado fue de 10 5,6 DICT 50%. La secuenciación de varios clones por cada gen de los aislamientos

mostró una alta tasa de mutación (4x 10-3) comparada con la normal considerada para esta familia de virus.

Asimismo, se halló un alto número de cambios no-sinónimos versus los sinónimos en la secuencia

nucleotídica de los genes H y N de estos aislamientos comparado con los aislamientos humanos de H1N1

2009 y de aislamientos clásicos de influenza porcina H1N1. Según los autores, esto sugiere varias

posibilidades; entre ellas, la existencia de una fuerte presión positiva de selección que proveería al virus

una mayor adaptabilidad.

Hurones

Varios casos de H1N1 2009 en hurones han sido confirmados en Oregón (11/09) y uno en

Nebraska. Los animales presentaron síntomas respiratorios después que sus dueños padecieran síntomas

compatibles con influenza H1N1 2009. Todos los animales se recuperaron excepto el caso de Nebraska.

Pavos

A los hallazgos en Chile del año pasado, se ha agregado Virginia en EE.UU. (11/09) en una granja

que criaba pavos. Se cree que, como en otros casos, existió contacto con un humano infectado.

71

Perros y gatos

Se mencionan a continuación los casos ocurrido en felinos y caninos. Llama la atención que se

describen casos positivos en caninos detectados sólo por serología positiva, lo que sugiere que no siempre

el animal sufre un cuadro típico de influenza debido probablemente a factores genéticos y/o relacionados a

las características de la cepa viral que infecta (similar a los porcinos). Por el contrario, los felinos parecen

ser altamente sensibles independientemente de la cepa que produce la infección.

• Un canino en Nueva York (21/12/09) se presentó letárgico, febril, con tos y sin apetito. Las

radiografías pulmonares evidenciaron neumonía. Al perro se le administraron fluidos, antibióticos y

nebulizaciones y se le dio el alta a las 48 horas. También China ha informado H1N1 en caninos a través de

muestras de suero de animales asintomáticos (2 positivos de 52).

• El virus también fue identificado en gatos en Iowa, Oregon (dos casos), Colorado y

Pennsylvania. Los dos casos de Oregon fueron fatales; se presentaron con hipotermia, deshidratación y

profusa descarga nasal. Las radiografías de tórax mostraron neumonía con lo cual se inició el tratamiento

sintomático junto con antivirales que no fueron efectivos. Las muestras de hisopado nasal confirmaron que

se trataba del virus Influenza A (H1N1) 2009 y se asoció la enfermedad con dueños con síntomas

compatibles con influenza. En forma paralela, en Francia también se comprobó un gato infectado por sus

dueños (dos niños), aunque en este caso el animal se recuperó en una semana.

Exóticos

En diciembre de 2009 se registró el primer caso de H1N1 en animales exóticos. Un chita hembra de

8 años de una reserva cercana a Santa Rosa, California, contrajo el virus de una fuente todavía desconocida.

Los animales en esta reserva están a un metro de distancia de posibles contactos con humanos lo cual

permite suponer que cualquier individuo infectado pudo haber contagiado a la chita.

En resumen, el avance de esta pandemia ha demostrado que el virus Influenza A (H1N1) 2009 tiene

una enorme capacidad para adaptarse a nuevos hospederos. Queda por estudiar el impacto de estos

hallazgos en el contexto de aquellos animales que además de ser infectados por cepas de Influenza propias

de su especie, también pueden ser el huésped de otros virus que a su vez infectan a varias especies. Tal es

el caso del virus Influenza canina (H3N8) que surgió a partir de un virus adaptado al canino desde el

equino. Actualmente, las comunicaciones sobre el virus Influenza A (H1N1) 2009 con capacidad de

infectar caninos, reavivan los interrogantes sobre la posibilidad de aparición de nuevos recombinantes

virales.

72

CUADRO CLÍNICO

Actualmente se conoce parte del espectro de las manifestaciones clínicas de la infección por

el nuevo virus de la influenza A (H1N1). En contraste con la influenza estacional, afecta

predominantemente a niños y adultos jóvenes con pocos casos comunicados en mayores de sesenta

años.

Los datos disponibles a la fecha muestran que el período de incubación es de 1 a 7 días,

siendo el promedio de 3 días. La enfermedad se inicia en general bruscamente, con fiebre superior a

38° C en la mayoría de los casos, cefalea, dolores musculares y articulares, odinofagia, rinorrea, tos

seca, anorexia y malestar general.

En una serie de 642 casos ocurridos en EE.UU. entre abril y mayo de 2009 la fiebre y la tos

fueron comunicadas en más del 90% de los casos. Un 25% de los pacientes presentaron síntomas

gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea. En la mayoría de los pacientes la fiebre resolvió

espontáneamente en 48-72 horas, mientras que la tos y la astenia persistieron por un período más

prolongado.

En un pequeño porcentaje de casos (aún no hay estudios a gran escala para determinar la

incidencia verdadera), la enfermedad progresa rápidamente con dificultad respiratoria y cianosis.

Estos pacientes requieren internación y algunos de ellos asistencia respiratoria mecánica; la mayoría

de estos casos presentan infiltrados intersticiales bilaterales.

Zala et al. comunicaron 2677 casos de ETI que fueron asistidos en un hospital de tercer

nivel de la Pcia. de Buenos Aires durante las primeras ocho semanas desde que se informó el primer

caso en Argentina. De ellos 166 se internaron (6,2%), 27 requirieron UTI y 2 fallecieron (la

mortalidad de los casos sintomáticos que fueron asistidos fue de 0,07%). Si bien a los pacientes de

este estudio no se les realizó diagnóstico virológico, en esas semanas, más del 90% de los virus

detectados en pacientes con ETI correspondieron a la nueva cepa pandémica H1N1.

Durante estas primeras semanas en el Hospital Posadas (Pcia. de Buenos Aires) se asistieron

486 pacientes con ETI, 7 veces más que en años anteriores, 110 adultos requirieron internación en

sala general y 28 en UTI. De estos 28, 24 requirieron asistencia respiratoria mecánica por distress

respiratorio, 21 presentaban condiciones predisponentes, incluyendo embarazo, y 14 fallecieron. En

un tercio de los pacientes se documentó el virus Influenza A (H1N1) por PCR.

Se han publicado pequeñas series de casos de neumonías graves documentadas

ocurridas en México, Canadá, EE.UU. y Australia. En la mayoría de los pacientes no se detectó

ningún otro agente patógeno lo que sugiere que fueron, en su mayoría, neumonías virales primarias.

El 30 a 50% de los pacientes no presentó factores de riesgo. Similares resultados surgen del análisis

73

de los primeros 283 casos fatales (el total fue de 616 y hay 255 aun en estudio) confirmados

comunicados en Argentina. Están en marcha estudios poblacionales a gran escala para determinar

la verdadera incidencia de casos graves y la mortalidad de la nueva influenza.

Los datos bioquímicos relevantes fueron: linfopenia, elevación de la LDH y la CPK. Los

factores predisponentes más frecuentes fueron: obesidad, diabetes, enfermedades pulmonares

previas y embarazo.

Las embarazadas que padecen influenza estacional durante el segundo y tercer trimestre del

embarazo tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones graves. Los datos disponibles sobre

embarazadas afectadas por la nueva cepa Influenza A (H1N1) 2009 son aún muy preliminares,

habiéndose comunicado incremento de la tasa de internación respecto de la población general, casos

de neumonías graves que requirieron asistencia respiratoria mecánica y muerte.

Tal como ocurre con la influenza estacional, se han descrito diversas complicaciones de

exacerbaciones de patologías subyacentes como bronquitis crónica, asma bronquial, insuficiencia

hepática o renal, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Se han descrito también

sobreinfecciones bacterianas, neumonías, sinusitis y otitis (siendo éstas más frecuentes en niños),

deshidratación grave y complicaciones secundarias como insuficiencia renal, shock y falla

multiorgánica. Otras complicaciones que se pueden presentar son manifestaciones de sangrado,

rabdomiolisis, miocarditis y fenómenos tromboembólicos.

El CDC ha comunicado recientemente cuatro casos de complicaciones neurológicas en niños

que incluyeron convulsiones y encefalitis. La incidencia de éstas y otras complicaciones

neurológicas son actualmente motivo de estudio.

Se recomienda no administrar aspirina a los pacientes con sospecha de la nueva influenza,

especialmente a los menores de 18 años por la asociación entre gripe y síndrome de Reye.

La OMS recomienda clasificar a los casos de ETI en: Influenza no complicada - Pacientes con uno o varios de los siguientes síntomas tipo influenza: fiebre, tos, odinofagia,

rinorrea, cefalea, mialgias y astenia sin dificultad respiratoria ni disnea.

- Enfermedad gastrointestinal (vómitos y/o diarrea), más frecuente en niños, sin evidencia de

deshidratación.

Influenza complicada o grave

- Presentación clínica (dificultad respiratoria, disnea, taquipnea, hipoxia, etc.) y/o radiológica

(neumonía) de enfermedad del tracto respiratorio inferior, compromiso del sistema nervioso central

(encefalopatía, encefalitis), deshidratación grave o complicaciones secundarias como insuficiencia

74

renal, compromiso multiorgánico o shock séptico. Otras complicaciones pueden incluir

rabdomiolisis y miocarditis.

- Exacerbación aguda de enfermedad crónica subyacente (asma, EPOC, hepatitis crónica,

insuficiencia renal, diabetes y alteraciones cardiovasculares).

- Otra condición o presentación clínica que requiera admisión hospitalaria para su tratamiento.

- Cualquiera de los signos de enfermedad progresiva.

Signos y síntomas de enfermedad progresiva

Los pacientes que inicialmente presentan Influenza no complicada pueden progresar a enfermedad

grave. Esta progresión puede ocurrir en forma rápida (antes de las 24 horas).

Los indicadores de progresión que requieren una evaluación urgente del tratamiento del paciente

son:

Signos y síntomas que sugieran déficit de oxígeno o insuficiencia cardiopulmonar:

• Disnea de reposo o ejercicio, dificultad respiratoria, cianosis, hemoptisis, dolor toráxico e

hipotensión arterial

• En niños, taquipnea o dificultad respiratoria e hipoxia por oximetría de pulso

Síntomas y signos que sugieran complicaciones del sistema nervioso central: alteración mental,

pérdida de la conciencia, somnolencia, convulsiones estado confusional, paresias o parálisis.

Evidencia de replicación viral sostenida o sobreinfección bacteriana diagnosticada por laboratorio o

signos clínicos (persistencia de fiebre alta por más de tres días).

Deshidratación grave evidenciada por disminución de la actividad, mareos, oliguria y letargo.

75

SOBREINFECCIÓN BACTERIANA Laennec, a comienzos del siglo XIX, describió la neumonía como una complicación frecuente

de la influenza. Esta afirmación se basó en el cuadro clínico y el análisis anatomopatológico de los

casos fatales.

Morens et al. publicaron en 2008 un análisis de 109 series de autopsias de víctimas de la

pandemia de 1918 y 58 casos adicionales; los autores concluyen que la causa más frecuente de

muerte fue la sobreinfección bacteriana. Sólo en un 4% de los casos no se documentó

sobreinfección. Los gérmenes mas comúnmente implicados fueron Streptococcus pneumoniae,

Streptococcus pyogenes (estreptococo grupo A de Lancefield), Haemophilus influenzae y

Staphylococcus aureus.

Brundage y Shanks (2008) realizaron una extensa revisión de los datos epidemiológicos y

llegaron a idénticas conclusiones.

Durante la pandemia de 1968 se comunicó un incremento de neumonías causadas por S.

aureus.

El 30% de las neumonías son causadas por coinfección viral y bacteriana, siendo la asociación

más frecuente virus Influenza A y S. pneumoniae. Múltiples estudios han demostrado un incremento

de las infecciones invasoras por S. pneumoniae asociadas a las epidemias de gripe que ocurren

durante el otoño e invierno. S. aureus también ha sido implicado como una causa frecuente de

neumonía asociada a influenza. Un estudio reciente sobre causas de muerte en niños con influenza

documentada en EE.UU. durante la estación de la gripe 2003-2004, muestra que en un 25% de los

casos se documentó coinfección bacteriana; entre ellos el agente más frecuente fue S. aureus y la

mayoría de las cepas fueron resistentes a la meticilina. H. influenzae sigue siendo comunicado

como agente causal de neumonía asociada a gripe en series recientes. El estreptococo grupo A es

una causa poco frecuente pero muy grave de neumonía en la actualidad.

Un informe reciente del CDC muestra que de 77 muestras pulmonares de pacientes fallecidos

con infección documentada por el nuevo virus Influenza A (H1N1), 22 (29%) tenían evidencias de

sobreinfección bacteriana. Los gérmenes implicados más frecuentemente fueron en orden de

frecuencia: S. pneumoniae, S. pyogenes, S. aureus y H. influenzae. Los autores además especulan

que el porcentaje de sobreinfección bacteriana puede haber sido subestimado por errores en la toma

de las muestras (no eran autopsias completas). En una serie de 47 casos ocurridos en Utah

(EE.UU.) que requirieron internación en la UCI, en 6 se documentó sobreinfección bacteriana; la

bacteriología fue semejante a la descrita en el informe del CDC.

Un estudio reciente aún inédito de infección documentada por la nueva cepa H1N1 pandémica

en pacientes con cáncer en Buenos Aires mostró que 4 de 18 pacientes con tumores sólidos

76

presentaron sobreinfección bacteriana por S. pneumoniae, estreptococos beta hemolíticos del grupo

C y S. aureus resistente a la meticilina).

El cuadro clínico de los pacientes con sobreinfección bacteriana es el de una neumonía

extrahospitalaria. Habitualmente los pacientes refieren un cuadro gripal inicial con mejoría

transitoria de los síntomas seguidos por recurrencia de la fiebre, disnea, tos productiva, dolor

torácico e imágenes consolidativas en la placa de tórax.

El síndrome clínico descrito en los pacientes afectados por la cepa H5N1 de origen aviar es

diferente, al caracterizarse por una neumonitis grave que rápidamente progresa al distress

respiratorio. La histología muestra alveolitis hemorrágica y estos hallazgos son compatibles con

daño pulmonar producido por la infección viral.

Los datos preliminares en estudios en animales indicarían que la nueva influenza H1N1

tendría una virulencia mayor a la de la gripe estacional.

Los datos disponibles en humanos, muestran que la nueva cepa es capaz de producir

tanto neumonía viral primaria, más común en los adultos sanos, como sobreinfecciones

bacterianas, siendo estas últimas más frecuentes en los niños.

Basados en las experiencias de pandemias previas, de los datos disponibles de la pandemia

actual y los de la gripe estacional, se recomienda la administración de antibióticos cuyo espectro

incluya a los gérmenes descritos a todos los pacientes gravemente enfermos y/o que presenten

evidencia de neumonía. Se deberán seguir las recomendaciones para el tratamiento de la neumonía

adquirida en la comunidad o la intrahospitalaria, según corresponda, de los consensos ínter

sociedades argentinos.

77

REQUERIMIENTOS INSTITUCIONALES ATENCIÓN DE PACIENTES CON SOSPECHA O CONFIRMACIÓN DE INFLUENZA A (H1N1)

Los requerimientos institucionales, para la atención de pacientes con esta patología,

dependerán de la complejidad del centro y de la jurisdicción a la que pertenezca, debiendo

articular sus acciones con los otros centros sanitarios de su región, ya sean éstos de mayor o

menor complejidad.

En el contexto de una epidemia es recomendable que cada institución conforme un

“Comité de Crisis” de carácter interdisciplinario cuyas funciones principales serán:

• Realizar un relevamiento de los recursos humanos [identificar al personal de riesgo para

evaluar aislamiento domiciliario, por ej.: embarazadas, e inmunocomprometidos], edilicios

e insumos disponibles.

• Establecer una estrategia de comunicación ágil y dinámica, con las autoridades de niveles

superiores (externa) y con los trabajadores del centro (interna) para poder trabajar en forma

coordinada y no desperdiciar recursos.

• Capacitar al personal desarrollando un plan para todo el equipo de salud que interviene en

la atención de estos pacientes con el objeto de evitar que los mismos se conviertan en

pacientes disminuyendo la capacidad de respuesta de los mismos.

• Crear un sistema de Registro unificado de pacientes e informes de hospitalización para

monitoreo y seguimiento posterior.

• Diseñar algoritmos diagnósticos, terapéuticos, de internación, y de eventual traslado de

pacientes a centros de mayor complejidad que deberán reevaluarse periódicamente de

acuerdo a la evolución de la epidemia y las medidas sanitarias globales.

A) Medidas generales

Se recomienda que en los servicios de guardia y consultorios externos se oriente la

permanencia de los pacientes con cuadros respiratorios en lugares definidos de la Sala de

Espera.

Disponer de un Consultorio de Admisión en el área dispuesta para tal fin.

Consultorio de probable Influenza A:

78

- Requerimientos edilicios:

Consultorio con ventana

Lavatorio

Fichero-fichas y/o computadora

Perchero

Recipiente de residuos patológicos

- Insumos:

Filtros HEPA (High efficiency particular air)

Antisépticos (alcohol-gel, etc.)

Toallas descartables

Camisolín descartable

Antiparras

Barbijo N95 (también denominado mascarilla o respirador para partículas N95)

Guantes no estériles y estériles

Estetoscopio, tensiómetro, termómetro

Medicación: antibióticos y antivirales (oseltamivir; y próximamente zanamivir))

- Requerimiento de personal: según las características y complejidad del centro

sanitario.

Médico asistencial y radiólogo

Enfermera

Mucama

Camillero

El personal entrenado debe usar barbijo N95 si realiza maniobras que generen aerosoles

(intubación, aspiración de secreciones, toma de muestras respiratorias, fibrobroncoscopía); se

recomienda el uso de barbijo común durante el turno de trabajo. Cambiar el barbijo común

cuando se humedezca.

El personal de guardia debe usar ambo y no ropa de calle.

El personal general no requiere barbijo salvo que ingrese al consultorio o a la habitación

del paciente.

79

B) Toma y envío de las muestras:

Las muestras deben ser colectas en el consultorio de atención al paciente. Con el

objetivo de evitar la diseminación del virus, se recomienda NO derivar pacientes al

laboratorio para la toma de los materiales.

• Limitar el acceso al consultorio de examen; los visitantes o acompañantes deben permanecer

a una distancia de al menos un metro de los pacientes respetando las medidas de

bioseguridad que se le indiquen.

• La toma de muestras se debe realizar antes de administrar los medicamentos antivirales.

Indicaciones: según medidas sanitarias vigentes o por indicación médica.

o Menores de 5 años de edad: aspirado nasofaríngeo (ANF) preferentemente dentro de las 72

horas desde el inicio de los síntomas hasta los 5 días;

o Desde los 5 años y adultos: hisopado nasofaríngeo o hisopado nasal (HN) y faríngeo (HF)

combinado, preferentemente dentro de las 72 horas desde el inicio de los síntomas hasta los

5 días.

o En pacientes sin asistencia respiratoria mecánica se utilizarán hisopados nasales o fauciales

(colocados en los medios de transporte para uso en Virología, procurando obtener células de

la superficie de los pilares fauciales y amígdalas por hisopado riguroso). Para obtener

muestras de las narinas se debe humedecer el hisopo con solución fisiológica estéril y luego

rotarlo por las narinas en sentido horario y antihorario.

o En pacientes con asistencia respiratoria mecánica o en niños pequeños se utilizarán

aspirados nasales, traqueales o broncoalveolares, obtenidos con los métodos quinésicos

habituales con sondas de tipo nasogástrico, y colocados para su envío en doble bolsa de

plástico dentro de un recipiente de plástico rígido con tapa a rosca y refrigerado.

Instrumental necesario para la toma de muestra:

• Equipo de Protección Personal [camisolín, barbijo N95, guantes de examinación,

protección ocular y cobertores de pelo (gorro)].

• Equipo para la toma de muestras [hisopos estériles, bajalenguas y viales de recolección

con Medio de Transporte Viral (MTV)]. Los hisopos deben ser de dacrón, rayón o de fibra

de poliéster. Una vez recolectada la muestra debe incluirse en un tubo plástico estéril, de

cierre hermético, con 2 ml de MTV o en su defecto, con 2 ml de solución fisiológica estéril

80

(en caso de corta distancia de transporte, por ej.: conurbano). No deben utilizarse hisopos de

algodón con palillo de madera, ni con alginato de calcio ya que inhiben el resultado de las

pruebas. Los hisopos, los medios de transporte, y los triple envases de seguridad biológica

están disponibles en algunos hospitales y en los Sistemas Integrados de Emergencias

Sanitarias (SIES) u hospitales de referencia para ser retirados, por los efectores locales.

• Triple envase de seguridad biológica: para transportar las muestras se debe utilizar un

triple envase de seguridad provisto por el Ministerio.

• Agua y jabón antiséptico. También se puede usar solución para manos a base de alcohol

etílico al 70% (esto no es efectivo en manos visiblemente sucias).

• Toalla individual para el secado, no utilizar secador de manos.

• Conservación en heladera. Si las muestras van a ser enviadas al laboratorio dentro de los 2

días, deben ser mantenidas a 4 - 8˚ C, y transportadas al laboratorio prontamente; de otra

forma (más de 2 días) las muestras deberán ser congeladas a -70˚ C hasta que sean

transportadas al laboratorio de referencia. Se debe evitar el congelado y descongelado

reiterado de las muestras (más de una vez). Cada material debe ser remitido con la

correspondiente ficha clínico-epidemiológica (ver Anexo).

Figura 28.

Todas las muestras de los pacientes que cumplan la definición de caso, deberán ser enviadas

al INEI-ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán”, Servicio Virus Respiratorios, a través de la Dirección de

Epidemiología de su jurisdicción, o al lugar designado según jurisdicción y normas vigentes.

Secuencia sugerida de procedimientos cuando sólo se usan camisolín y guantes:

• realizar higiene de las manos

• colocarse el camisolín

• colocarse los guantes asegurándose que los puños estén completamente

cubiertos

81

• realizar la tarea

• quitarse la bata y los guantes inmediatamente después de finalizar la tarea

Camisolín desechable:

- quitarse camisolín y guantes juntos, enrollar desde adentro hacia afuera, y eliminarlos en

forma segura; y

- realizar higiene de las manos.

Camisolín reutilizable:

- quitarse los guantes, realizar higiene de las manos, quitarse el camisolín y colocarlo en las

instalaciones para lavandería.

- realizar higiene de las manos.

ELEMENTOS CLAVE DE LA ATENCIÓN SANITARIA DE LOS

PACIENTES CON INFECCIÓN RESPIRATORIA, INCLUIDA LA NUEVA

GRIPE A (H1N1)

Durante la internación

Si el paciente requiere internación, mantenerlo en el consultorio cerrado hasta que se haya

confirmado la disponibilidad de cama en el sector con posibilidad de aislamiento respiratorio.

• Ubicación del paciente

Habitaciones individuales o cohortes (agrupaciones) de pacientes (con diagnóstico

etiológico o clínico similar).

Separación espacial entre las camas de la habitación > 1m

• Precauciones y aislamientos

Incrementar la higiene de manos.

Implementar las precauciones estándares, indicadas en la atención de todos los pacientes,

para evitar el contacto con sangre, secreciones o excreciones.

Aislamiento de gota: uso de barbijo común.

Aislamiento de contacto: uso de guantes y camisolín.

Aislamiento de aerosoles. Uso de barbijo N95 en los procedimientos generadores de

aerosoles:

- intubación y procedimientos relacionados (por ejemplo, ventilación manual,

aspiración);

82

- resucitación cardiopulmonar;

- broncoscopía;

- cirugía y autopsia.

• Higiene respiratoria y precauciones al toser

El personal, los pacientes y sus familiares se cubrirán la boca y la nariz con un pañuelo

descartable al toser o estornudar, y luego limpiarán adecuadamente sus manos. (Ver

Afiche en Anexo).

• Equipo de atención de pacientes

Utilizar un equipo diferente para cada paciente, si no es posible lavar y desinfectar antes

de utilizarlo con otro paciente.

• Recomendaciones a familiares y visitantes

Familiares y visitantes verán limitada al mínimo su presencia para prestar apoyo al

paciente y deberán adoptar las mismas precauciones que el personal de la salud, según le

indique el personal de enfermería. No se recomienda el ingreso de familiares con factores

de riesgo, incluidos niños y embarazadas.

• Duración de los aislamientos frente a la gripe A (H1N1)

El tiempo que dure la internación.

• Traslado del paciente dentro del hospital

Para el traslado de los pacientes con infección respiratoria el camillero debe extremar la

higiene de las manos, usar barbijo común, camisolín y guantes.

Limpiar la camilla con alcohol luego de cada uso.

El ascensorista requiere extremar la higiene de manos con alcohol-emulsión y usará

barbijo común.

El paciente debe ser trasladado siempre con barbijo común.

Si requiere traslado para algún estudio (ej.: radiografía de tórax), comunicarse previamente

con el servicio correspondiente para que implemente las medidas de protección adecuadas

(frecuente lavado de manos, uso de barbijo, guantes y asistir al paciente lo más

sectorizadamente posible, a fin de evitar múltiples contactos aunque fueran ocasionales).

83

• Prioridades de uso de los equipos de protección personal cuando las existencias sean

limitadas

Durante la atención de todos los pacientes con gripe A (H1N1) será prioritario el uso de

los barbijos comunes/quirúrgicos y la higiene de las manos.

• Vajillas y cubiertos

No compartirlos y lavarlos con agua y detergente siguiendo el procedimiento habitual.

Utilizar guantes de goma no estériles.

• Lavado de la ropa de cama y las prendas de vestir

Lavado según el procedimiento habitual. No sacudir la ropa de cama ni las prendas de

vestir durante las operaciones previas al lavado. Utilizar guantes de goma no estériles.

• Higiene hospitalaria

Realizarla regularmente con detergente y luego desinfectar con lavandina, según las guías

de higiene hospitalaria. Realizar higiene terminal al alta del paciente. Ventilar la

habitación durante no menos de 6 horas antes de volver a ocuparla.

• Alta del paciente

Cuando un caso sospechoso o confirmado de gripe A (H1N1) reciba el alta médica

estando todavía en la fase infecciosa (es decir, mientras esté con síntomas y estén vigentes

las precauciones frente a la infección), se informará a los miembros de la familia sobre las

precauciones a adoptar en el hogar, es decir, aislamiento domiciliario hasta completar 10

días luego del inicio de los síntomas o hasta que éstos desaparezcan.

84

Tabla 10. MEDIDAS PARA ADOPTAR PARA LA PREVENCIÓN Y

CONTROL DE LA NUEVA INFLUENZA A (H1N1).

(*) Utilizar camisolín y protección ocular (antiparras) en todo procedimiento con riesgo de generar salpicaduras.

5º ALERTA NUEVO VIRUS INFLUENZA A (H1 N1) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Actualización del 7 de julio de 2009. Debe realizarse: NOTIFICACIÓN OBLIGATORIA INMEDIATA (de los pacientes que reúnan el

criterio actual de caso sospechoso), al servicio de Promoción y Protección de cada hospital y/o al

Departamento de Epidemiología de la CABA.

E-mail: [email protected], [email protected]

[email protected]

En fines de semana y feriados: [email protected], [email protected] Para Consultas en días hábiles: 8-18h: TE: 4326-7174/ 4323-9028/ 4323-9000 int. 3309/3028. Fax: 4323-9085/4326-7174. En fines de semana, feriados de 8-23h y de 18-23h en días de semana: TE: 15-3-148-1409, En horario nocturno: informar a Coordinación de SAME.

85

La información debe ingresarse (Py P / AP) en el Módulo C2 del Sistema Nacional de

Vigilancia de la Salud (SNVS-C2), utilizando como Evento de Notificación Obligatoria

INFLUENZA HUMANA POR UN NUEVO SUBTIPO DE VIRUS.

En forma diaria: se efectuará el ADELANTO DE NOTIFICACIÓN POR MAIL de la

siguiente información sobre el caso:

A- Apellido y Nombres

B- Edad / Fecha de Nacimiento

C- Sexo

D- DNI (si posee)

E- Lugar de residencia (calle, Nº y localidad)

F- Teléfono

G- Fecha de inicio de síntomas

H- Fecha de notificación

I- Cuadro clínico actual, tipo de asistencia (CLÍNICA, UTI, ARM)

J- Comorbilidades previas

K- Complicaciones

Además INCLUIR:

• Un informe de la evolución de los pacientes internados por Infección Respiratoria Aguda

Grave

• La cantidad de egresos de los pacientes internados por Infección Respiratoria Aguda Grave,

ya sea en condición de alta u óbito.

• Número de camas disponibles en Unidad de Cuidados Intensivos de Adultos, de Pediatría y

de Neonatología.

• Número de Respiradores disponibles para pacientes adultos y pediátricos.

Al alta del paciente se enviara por mail la FICHA EPIDEMIOLÓGICA COMPLETA al

Dpto. Epidemiología

En forma semanal

El número de pacientes atendidos en forma ambulatoria con cuadros de Enfermedad Tipo Influenza,

Bronquiolitis y Neumonía (Agrupado en SNVS).

86

Otras consultas:

- Ministerio de Salud de la Nación, TE: 0800-222-1002

o ingresando a: www.msal.gov.ar

- INEI-ANLIS “Dr. Carlos G. Malrán”, TE: 4303-1804 ó 4301-7167 / 7189

o ingresando a: www.anlis.gov.ar OTROS TELEFONOS DE CONSULTAS

Hospital Muñiz: 4305-7969 / Dr. Jorge San Juan: 15-3-560-2160

Hospital Elizalde: 4300-2115

Hospital Tornú: 4521-6666.

Hospital Gutiérrez: 4963-8705/ Dr. Eduardo López: 15-6-129-4987/ 15-5-014-0220/ Dra. Ângela Gentile : 15-3-088-7431/ 4964 9019

SAME: 107

REQUERIMIENTOS Y CONSIDERACIONES EN OBSTETRICIA

SOBRE EL VIRUS INFLUENZA A (H1N1) 2009

Las mujeres embarazadas se encuentran en mayor riesgo durante las epidemias de gripe

estacional, dicho riesgo tiene aún más importancia en la pandemia actual, que sigue afectando a

personas más jóvenes en comparación con las epidemias de gripe estacional.

En esta pandemia de gripe A (H1N1) se observaron formas graves entre las mujeres

embarazadas y los lactantes, pero aún se encuentra en investigación la epidemiología y el espectro

de enfermedades. La prevención sigue siendo la mayor prioridad y se corresponde con las medidas

generales de prevención del nuevo virus (http://espanol.cdc.gov/enes/h1n1flu/pregnancy/) y con la

vacunación contra la influenza H1N1, porque la mujer embarazada corre mayor riesgo de sufrir

complicaciones y podría brindar protección al bebé que no puede ser vacunado

(http://espanol.cdc.gov/enes/h1n1flu/vaccination/acip.htm).

La OMS recomienda enérgicamente que, en las zonas donde la infección por el virus

Influenza A (H1N1) sea extensa, las embarazadas y el personal de la salud que las atiende deben

estar alerta ante la aparición de síntomas gripales.

La mayoría de las personas que han requerido hospitalización por el nuevo virus tenían

alguna condición médica subyacente o eran mujeres embarazadas.

Las embarazadas infectadas por el nuevo virus pandémico tienen un riesgo mayor de sufrir

la forma grave o incluso mortal de la gripe, particularmente en el segundo y tercer trimestre del

embarazo. También se ha notificado un aumento del riesgo de muerte fetal o aborto espontáneo en

las mujeres infectadas.

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Los recién nacidos son también un grupo vulnerable y con un mayor riesgo de padecer

enfermedad grave.

En obstetricia es fundamental mantener a las mujeres embarazadas sanas, hospitalizadas o

ambulatorias, separadas de las que tienen alguna infección respiratoria aguda (IRA) y las

instalaciones deben adaptarse para tal fin. La atención prenatal y del parto debe proporcionar un

entorno que minimice el riesgo de exposición a infecciones respiratorias, incluido el virus Influenza

A (H1N1).

Las embarazadas sanas y los recién nacidos que no son contacto estrecho de casos con

sospecha o confirmación de gripe A (H1N1) se atenderán cumpliendo las recomendaciones

habituales de control y prevención de infecciones y quedan excluidos de las consideraciones

indicadas a continuación.

Las mujeres embarazadas expuestas a H1N1

La profilaxis con oseltamivir puede considerarse en las embarazadas que son contacto

estrecho de casos con sospecha o confirmación de gripe A (H1N1).

Las mujeres embarazadas con sospecha o confirmación de influenza A (H1N1)

En obstetricia se deben aplicar las mismas guías generales de control de los casos con

infección de gripe A H1N1 (http://espanol.cdc.gov/enes/h1n1flu/pregnancy/).

Las mujeres que tienen síntomas de ETI en ausencia de una causa conocida distinta a

influenza deben ser tratadas como si tuvieran gripe. El tratamiento con oseltamivir debe

administrarse lo antes posible una vez que aparezcan los síntomas. Como los beneficios del

medicamento son óptimos cuando éste se administra antes de transcurridas 48 horas desde la

aparición de los síntomas, debe iniciarse el tratamiento en forma inmediata, sin esperar el resultado

del laboratorio.

Si bien el tratamiento en las primeras 48 horas ofrece los mayores beneficios, también

resulta eficaz cuando se administra después de ese período. Entre las ventajas clínicas del

tratamiento con oseltamivir cabe mencionar una disminución del riesgo de neumonía (una de las

causas más frecuentes de muerte en las personas infectadas) y de la necesidad de hospitalización.

La OMS recomienda además que, cuando las vacunas antipandemia estén disponibles en los

distintos países, las autoridades sanitarias consideren la conveniencia de incluir a las embarazadas

como un grupo prioritario para la vacunación.

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Las consideraciones especiales en obstetricia de una mujer embarazada con sospecha o

confirmación de gripe A (H1N1) son una adaptación de las recomendaciones para la gripe

estacional: (http://www.cdc.gov/flu/professionals/infectioncontrol/peri-post-settings.htm):

• Iniciar el tratamiento antiviral adecuado de la madre lo antes posible

• Separar a la madre enferma de las embarazadas sanas

• Colocar un barbijo quirúrgico a la madre enferma durante el parto, si lo tolera, para reducir la

exposición del recién nacido, del personal y de otras pacientes

• Indicar el aislamiento de gota y de contacto a la madre enferma

(http://www.cdc.gov/h1n1flu/guidelines_infection_control.htm).

La madre con ETI (http://www.cdc.gov/h1n1flu/casedef.htm) en el momento del parto

debería considerar la posibilidad de evitar el contacto estrecho con su bebé hasta que: *haya

recibido tratamiento antiviral por 48 horas,

*haya desaparecido la fiebre y

*pueda controlar la tos y las secreciones.

El cumplimiento de estas consideraciones puede reducir pero no eliminar el riesgo de

transmisión de la gripe al bebé. Durante ese tiempo el recién nacido debería ser cuidado por una

persona sana en una habitación separada.

Lactancia

La lactancia materna debe ser realizada en todo momento debido a la protección contra la

infección respiratoria que la leche materna proporciona al bebé. La leche materna no es una fuente

de infección del virus de la gripe. El uso de oseltamivir por parte de la madre no contraindica la

lactancia materna.

Durante el período de contagiosidad de la madre se recomienda mantener la lactancia con

extracción manual de la leche.

Cumplido este período, y se considere seguro el contacto con el bebé, la madre deberá

amamantar con barbijo quirúrgico, camisolín limpio o cambio de ropa limpia, con estricta

adherencia a la higiene de las manos y a la higiene de la tos al entrar en contacto con su bebé. La

madre debe seguir estas medidas de protección, en el ámbito hospitalario y en el hogar, durante al

menos 7 días después de la aparición de los síntomas de gripe

(http://www.cdc.gov/h1n1flu/homecare/).

Si los síntomas duran más de 7 días deberá prolongar las medidas hasta luego de 24 h de

desaparecidos los mismos (http://www.cdc.gov/h1n1flu/breastfeeding.htm).

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Los recién nacidos de madres enfermas

Las medidas de control de infección para la gripe A (H1N1) se deben utilizar en el recién

nacido de madre enferma durante la estadía hospitalaria

(http://www.cdc.gov/h1n1flu/guidelines_infection_control.htm).

Debe vigilarse estrechamente la presencia de signos y síntomas de la gripe. Se realizará un

ANF para la búsqueda del virus si aparecen signos o síntomas de caso sospechoso de gripe; se

deben continuar las medidas de control de la infección y el tratamiento antiviral se debe iniciar

inmediatamente (http://www.cdc.gov/h1n1flu/recommendations_pediatric_supplement.htm).

El oseltamivir está aprobado para la prevención de la gripe en pacientes de 1 año de edad y

mayores, en pacientes menores de 1 año de edad se ha expedido para el oseltamivir una

autorización de uso de emergencia para la prevención y el tratamiento de la nueva gripe

(http://www.cdc.gov/h1n1flu/recommendations.htm#C).

Visitas

Limitar las visitas a las madres en aislamiento a las personas que son necesarias para el

bienestar emocional y la atención de las mismas

(http://www.cdc.gov/h1n1flu/guidelines_infection_control.htm).

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CUIDADOS SEGUROS EN LOS PROCEDIMIENTOS

POSMÓRTEM Y AUTOPSIA ANTE LA SOSPECHA O

CONFIRMACIÓN DE INFLUENZA A (H1N1)

El objetivo es el manejo seguro de los restos humanos para prevenir la transmisión de infecciones,

incluido el virus Influenza A (H1N1) 2009

Transporte de personas fallecidas

El transporte requiere el cumplimiento de las precauciones habituales del manejo de los

cuerpos en bolsa de transporte. La higiene de las manos se debe realizar después de completar el

transporte.

Las precauciones estándar se deben aplicar durante el manejo de toda persona fallecida, la

preparación para la autopsia y durante la transferencia a los servicios funerarios. Para el manejo del

cuerpo se indica el uso de guantes, mientras que camisolín, barbijo común y antiparras se usarán

ante la sospecha de salpicaduras de sangre o secreciones. Al quitarse el equipo se debe realizar la

higiene cuidadosa de las manos con agua y jabón o alcohol-gel.

El contacto de los familiares con el fallecido en el centro de salud

Considerar limitar y desalentar el contacto -en el centro de salud- de los familiares con el

fallecido con diagnóstico confirmado o sospechoso de gripe A (H1N1). Si fuera necesario el

contacto, se deben lavar las manos con agua y jabón inmediatamente después.

Autopsia

Las precauciones estándar y los procedimientos seguros para realizar toda autopsia se

aplican también a los restos humanos infectados con el virus de la gripe A. Si se realizan

procedimientos que generen aerosoles (ej.: uso de sierra oscilante) usar barbijo o máscara con filtro

N95. Es prudente reducir al mínimo el número de personal que participen en los exámenes

posmórtem.

Equipo de protección personal (EPP)

Figura 29 A. Se debe usar EPP estándar de autopsia constituido por: ambo mangas largas, delantal impermeable, antiparras o protección facial, guantes anticorte entre dos guantes quirúrgicos, barbijo y cubre zapatos impermeables.

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El EPP debe ser removido inmediatamente al finalizar la autopsia, ya sea en la antesala o en

la misma sala de autopsias, y descartado en adecuado contenedor de ropa sucia o de residuos

patológicos, según corresponda. Inmediatamente luego de la remoción del EPP se debe realizar la

higiene de manos con agua y antiséptico.

Controles de ingeniería

Siempre que sea posible, se recomienda que cualquier autopsia se realice en salas con

adecuado tratamiento de aire. Esto incluye: recambio de aire seis a doce veces por hora, presión

negativa, extractores para enviar el aire hacia el exterior o uso de filtros HEPA.

Siempre que sea posible, utilizar gabinetes de seguridad biológica para la manipulación y el

examen de las muestras más pequeñas. Cuando esté disponible, usar sierra oscilante con sistema de

aspiración al vacío para contener los aerosoles y reducir el volumen liberado al ambiente.

Prevención de las lesiones percutáneas

Para la prevención de lesiones percutáneas durante la autopsia se deben seguir los

procedimientos estándar de seguridad.

Figura 29 B. Si se generan aerosoles añadir: barbijo N95 o N100 o respirador purificador de aire (RPA).

Figura 29 C. Si no se puede utilizar RPA por presencia de barba o por otras limitaciones, se debe usar RPA holgado (ej.: cascos o encapuchados).

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DIAGNÓSTICO DEL VIRUS PANDÉMICO

INFLUENZA A (H1N1) 2009

Desde la primera detección del nuevo virus en la población humana a la situación actual, el

comportamiento epidemiológico de este virus ha cambiado rápidamente. En nuestro país, en el área

metropolitana y en el conurbano bonaerense, actualmente el virus circula ampliamente en la

población, con elevada diseminación sobre todo en niños y adultos jóvenes, en edad escolar. El

número de personas que entran en contacto con el virus incrementa diariamente. En función de estos

hechos el diagnóstico del nuevo virus de influenza A (H1N1), se reserva para aquellos pacientes con

infecciones moderadas o graves que requieran internación o que pertenezcan a los grupos de riesgo.

Sin embargo, la estrategia planteada para limitar la diseminación del virus y evitar la progresión a

cuadros graves, es tratar con oseltamivir a todos los pacientes descriptos.

El Ministerio de Salud de la Nación ha dispuesto la descentralización del diagnóstico, de acuerdo

con las capacidades existentes en cada lugar.

http://www.msal.gov.ar/htm/site/pdf/fase-de-mitigacion.pdf

Provincias con capacidad de realizar ensayos de RT-PCR en tiempo real:

Estas provincias pueden confirmar resultados, notificar por epidemiología y/o SIVILA, y

mandar a cultivo las muestras positivas al Centro Nacional de Influenza (CNI) que corresponda.

Estas capacidades al momento han sido reconocidas en la provincia de Santa Fe y en la

Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

Provincias con capacidad de PCR convencional

Estas provincias pueden confirmar resultados como no tipificables que equivale a la nueva

influenza H1N1 realizando:

El diagnóstico confirmatorio de las infecciones por el nuevo virus Influenza A (H1N1), se deberá realizar mediante RT-PCR en tiempo real a partir de una muestra respiratoria del paciente o del cultivo viral.

Se recomienda que toda cepa de Influenza A (H1N1) que no pueda ser subtipificada sea remitida para su inmediata caracterización a un Centro Nacional de Referencia para Influenza.

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- RT-PCR con cebadores oligonucleotídicos para influenza A

- RT-PCR con cebadores oligonucleotídicos para H1 y H3 estacional

Estos oligonucleótidos son provistos por el Ministerio de Salud de la Nación.

Las muestras positivas se envían a cultivo al CNI que corresponda, y se notifican por

epidemiología y/o SIVILA.

Provincias sin capacidad de realizar RT-PCR convencional

La inmunofluorescencia indirecta tiene una alta correlación, cercana al 90 %, con las

muestras procesadas por RT-PCR en tiempo real (comunicación verbal de la Organización

Panamericana de la Salud), no así la inmunofluorescencia directa.

Por lo tanto se puede hacer vigilancia estacional y screening de ser necesario. En este caso

enviar al CNI que corresponda los positivos de A y 10 % de los negativos.

Las muestras sospechosas de nueva influenza se mandan al CNI correspondiente y se

notifican por epidemiología y/o SIVILA.

CNI de Buenos Aires: INEI - ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán”.

Recibe muestras de la CABA y del resto del país no incluido en los otros dos CNI.

CNI de Mar del Plata: ANLIS - Instituto Nacional de Epidemiología “Dr. Juan H. Jara”.

Recibe muestras de la Pcia. de Buenos Aires, excepto regiones 5ta., 6ta., 7ma. y B11. Pcias.

de Santa Cruz, Chubut, Río Negro y La Pampa.

CNI Córdoba: Instituto de Virología “Dr. Juan Vanella”.

Recibe muestras de las Pcias. de Córdoba, Mendoza, San Juan, San Luís y La Rioja.

La Dirección General de Redes y programas de Salud del Depto. de Epidemiología del

Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en su 5° ALERTA NUEVO VIRUS INFLUENZA

A/H1N1 ha dispuesto que en el ámbito de los hospitales de su jurisdicción el diagnóstico virológico

se realice de acuerdo a las siguientes pautas:

EL diagnóstico de certeza será reservado sólo para PACIENTES INTERNADOS: se realizará

(de ser factible), estudio virológico de acuerdo con el grupo etario o situación del enfermo. Las

muestras deben ser tomadas antes de iniciar el tratamiento antiviral.

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Se expresa además acerca de los métodos diagnósticos que serán utilizados en el

LABORATORIO VIROLÓGICO

Métodos diagnósticos:

Métodos de tamizaje: inmunofluorescencia indirecta (IFI) o directa (IF).

Métodos de detección de Influenza A en muestras negativas por IFI o IF: RT-PCR para el gen M

protocolo de la WHO para detección de Influenza A.

Método de detección de Influenza A (H1N1): PCR en Tiempo Real, protocolo del CDC.

● Todos los laboratorios de virus respiratorios del GCBA que efectúen pruebas de tamizaje, adecuarán

los procedimientos para procesar tanto muestras de pacientes pediátricos como de adultos del propio

hospital o de hospitales del GCBA próximos que no cuenten con dichos métodos, y remitirán aquellas

muestras positivas para Influenza A para la confirmación de Influenza A (H1N1) a los laboratorios de

referencia: Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez (muestras pacientes hasta 15 años) y Hospital de

Enfermedades Infecciosas Francisco J. Muñiz (muestras de pacientes mayores de 15 años).

Las muestras negativas se enviarán en casos a acordar entre laboratorios.

● La información de los resultados de estas muestras serán ingresadas en forma diaria por el laboratorio que

recibe inicialmente (emisor) la muestra, en el módulo SIVILA del SNVS (en forma individual para todas las

muestras independientemente de los resultados obtenidos). El laboratorio de referencia correspondiente,

ingresará al mismo módulo sus resultados. Con dicho módulo se podrá obtener el protocolo correspondiente

desde el laboratorio emisor.

● En el momento actual, la capacidad operativa no permite recibir muestras de efectores que no pertenezcan

al GCBA, en cuyo caso, estos deberán remitir las muestras a laboratorios privados homologados por el

Instituto Carlos G. Malbrán o a este último directamente.

NOTA: Es importante remarcar las condiciones de bioseguridad que deben cumplirse en el

laboratorio virológico al momento del procesamiento de las muestras.

Los laboratorios de hospitales que tengan capacidad de diagnóstico por inmunofluorescencia deben

contar con una cabina de flujo laminar nivel 2 (BSL-2) validada y con una centrífuga equipada con

un rotor con tapa, de modo de evitar cualquier derrame en el momento de la centrifugación. El

manipuleo de las muestras, así como la preparación de las improntas debe realizarse

obligatoriamente en condiciones BSL-2. En el caso del diagnóstico molecular por RT-PCR el

fraccionamiento de la muestra así como el agregado del reactivo para extracción debe realizarse en

cabina de flujo laminar BSL-2.

95

Inicialmente, el diagnóstico viral estuvo centralizado en el laboratorio de Referencia de

Influenza para la OMS, del ANLIS-Malbrán. El algoritmo diagnóstico fue cambiando a medida que

evolucionaba la situación epidemiológica en el país. El último algoritmo diagnóstico utilizado

corresponde a la versión 8 de junio de 2009, publicada en la página de dicha institución

http://www.anlis.gov.ar/porcina/Algoritmo_8-6-09_CON_LOGO.pdf

Figura 30. Algoritmo diagnóstico del nuevo virus Influenza A (H1N1) versión 08/06/2009.

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El 23 Noviembre de 2009 la OMS liberó la última actualización del diagnóstico del nuevo virus

Influenza A (H1N1) A/California/4/2009�like.

http://www.who.int/csr/resources/publications/swineflu/WHO_Diagnostic_RecommendationsH1N1

_20090521.pdf

En la descripción que se realiza a continuación se han tenido en cuenta las últimas actualizaciones.

Muestras

Las muestras del tracto respiratorio superior son las más recomendadas para el diagnóstico

de la influenza estacional. Para el diagnóstico de la nueva influenza A pandémica se pueden utilizar

muestras de la profundidad de las narinas (hisopado nasal), de nasofaringe (hisopado nasofaríngeo),

aspirado nasofaríngeo o de garganta. En algunos pacientes hospitalizados, se pueden utilizar

muestras del tracto respiratorio inferior, como aspirado bronquial. No se conoce aún, cual es la

muestra clínica que permite el diagnóstico más adecuado. Se recomiendan especialmente los

hisopados nasal y faríngeo, por ser los materiales cuya recolección implica un menor riesgo para el

profesional que debe realizarla, y porque el virus replica con altos títulos en las cavidades nasales y

en la garganta. En todos los casos deben tomarse las medidas de bioseguridad ya descritas (ver

Requerimientos institucionales - Toma y envío de las muestras), que permitan la colección del

material sin riesgo para el profesional encargado.

Aún no se dispone de información acerca del valor diagnóstico en muestras no respiratorias,

como por ej.: materia fecal.

Los sueros pareados de fase aguda y convaleciente podrían ser utilizados para demostrar el

aumento del título de anticuerpos específicos.

Procesamiento de las muestras

El procesamiento de las muestras se debe realizar en los laboratorios que tengan niveles de

bioseguridad tipo 3 (BSL3) o BSL-2 con prácticas y elementos de protección de BSL-3. La muestra

recepcionada en el laboratorio y que cumple con los requisitos de una muestra válida (hisopo

colocado en el medio de transporte viral refrigerado, perfectamente identificada y acompañada de su

ficha clínico-epidemiológica), podrá ser procesada para el diagnóstico del nuevo virus. Por lo tanto,

una vez ingresada al laboratorio se fracciona en varias alícuotas. Una de las alícuotas se utiliza para

realizar el diagnóstico molecular, que es el método de elección para el diagnóstico del nuevo virus

Influenza A (H1N1) 2009.

El diagnóstico de certeza del nuevo virus Influenza A (H1N1) se realiza mediante:

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Diagnóstico molecular: RT-PCR en tiempo real o RT-PCR convencional

El diagnóstico molecular es actualmente el método de elección para la detección y

caracterización del nuevo virus de la influenza A (H1N1). Consiste en la detección del genoma viral

(ARN) directamente en muestras clínicas o luego del cultivo de dichas muestras clínicas.

El uso de ensayos de amplificación genómica que estén diseñados para detectar más de un

gen viral son los más apropiados para una correcta identificación. Entre los genes blanco para la

amplificación son importantes: el gen de la matriz (M) de influenza tipo A, el gen de hemaglutinina

(HA) específico para el virus A (H1N1) 2009 pandémico y los genes de HA específicos de

influenza A estacional (H1/H3).

Los siguientes protocolos están actualmente disponibles en el documento correspondiente a

la última actualización del 23 de noviembre de 2009*

*

http://www.who.int/csr/resources/publications/swineflu/WHO_Diagnostic_RecommendationsH1N1

_20090521.pdf:

-PCR convencional y PCR en tiempo real para Influenza A tipo específica

(ver Anexos 1 y 2)*

-PCR convencional y PCR en tiempo real para Influenza A pandémico (H1N1) 2009

(ver Anexos 1 y 2)*

- Protocolo de PCR en tiempo real para la detección de Influenza A pandémico (H1N1) 2009, CDC

- RT-PCR en tiempo real para los virus Influenza A estacional (H1N1 y H3N2) e Influenza A aviar

(H5, H7 y H9)

El tiempo aproximado para la obtención del resultado por estas metodologías es de 24 h,

pero el protocolo de la OMS indica repetir las determinaciones negativas con el fin de confirmar el

diagnóstico, por lo que se requiere un tiempo adicional.

Cultivo viral

El aislamiento del nuevo virus pandémico Influenza A (H1N1) 2009 es diagnóstico de

infección. Los resultados se pueden obtener entre los 7 y 10 días; por lo tanto, no resulta útil para el

manejo clínico del paciente. Un cultivo negativo no excluye infección por el nuevo virus. Para la

confirmación del diagnóstico se requiere el cultivo y la secuenciación del genoma viral.

Inmunofluorescencia indirecta (IFI)

Esta técnica permite distinguir entre los virus Influenza A y B. Si da positivo para Influenza

A por IFI, ese paciente pasa a considerarse un caso sospechoso. No diferencia el nuevo virus del

Influenza A estacional. La técnica de inmunofluorescencia requiere calidad de muestra clínica,

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experticia del operador, y la sensibilidad y especificidad de la técnica para este nuevo virus no se

conocen aún. Por lo tanto, un resultado negativo puede ser un falso positivo y no debe ser asumido

como diagnóstico definitivo para el nuevo virus. El resultado se obtiene en horas de tomada la

muestra.

DIAGNÓSTICO MOLECULAR

• RT-PCR en tiempo real

El ensayo de RT-PCR en tiempo real es el método de referencia para el diagnóstico del

nuevo virus Influenza A (H1N1) 2009, mediante el uso del ensayo diseñado y puesto a punto por el

CDC versión 2009. Este ensayo fue autorizado por la Food and Drug Administration USA -FDA-,

para ser utilizado en la detección del genoma viral en muestras respiratorias de pacientes que

puedan estar infectados con el nuevo virus de la influenza A. La autorización de emergencia (EUA)

se extiende hasta el 26 de abril de 2010, aclara la FDA que se autoriza al CDC a usar este ensayo

(sin estar aprobado) y a distribuirlo a laboratorios de salud pública del mundo y de la Red de

Influenza, pero que no se autoriza el uso comercial del mismo. Asimismo, aclara que al momento de

dicha autorización, no existe en EE.UU., ningún ensayo que haya sido aprobado y que pueda ser

utilizado para el diagnóstico de infecciones con este nuevo virus.

Diagnóstico por RT-PCR en tiempo real, según ensayo y protocolo del CDC versión 2009.

http://www.who.int/csr/resources/publications/swineflu/realtimeptpcr/en/index.html

Publicado el 30 de abril de 2009.

Actualmente en la página de la Organización Panamericana de la Salud se encuentra disponible la versión traducida al español del protocolo original. www.paho.org/CDCrealtimeTRPCRprotoc_spa20090430 Principios del ensayo

Este ensayo puede detectar la presencia de genoma del virus Influenza A de origen humano o

porcino y diferenciar entre influenza A humana o porcina, y entre las cepas porcinas detectar

específicamente al nuevo virus.

Muestras

El ensayo de RT-PCR en tiempo real para el nuevo virus Influenza A (H1N1) amplifica el

genoma viral en muestras respiratorias o bien a partir de material de cultivo viral.

Reactivos

Este ensayo consiste en un panel de cebadores oligonucleotídicos y de sondas fluorescentes

doblemente marcadas, con tecnología Taqman®:

99

1- Un par de cebadores y una sonda fluorescente InfA diseñados para la detección universal del

virus Influenza A que amplifica el gen de la proteína M en todas los virus Influenza A, de cualquier

especie.

2- Un par de cebadores y una sonda fluorescente swInfA diseñados para la detección del gen de la

nucleoproteína (NP) de todos los virus de influenza A porcina.

3- El conjunto swH1 comprende el par de cebadores y la sonda fluorescente con capacidad para

detectar específicamente la hemaglutinina tipo 1 (H1) del nuevo virus Influenza A (H1N1) de

origen porcino.

Este panel incluye además los siguientes controles:

4- Un par de oligonucleótidos y la sonda fluorescente para detectar específicamente el gen de la

RNasa P (RP) humana. Este es un control que permite estimar si la cantidad de ARN en la muestra

clínica es adecuada.

5- Un control positivo (CP). Es un templado que está diseñado para reaccionar con todos los

cebadores y sondas incluidos los de la RNasa P.

Limitaciones del protocolo

1- El protocolo está optimizado para RT-PCR en tiempo real en un paso y para un equipo que

tenga una plataforma con formato de 96 pocillos.

2- El procedimiento de extracción del ARN viral es un paso muy importante ya que la calidad del

ensayo depende de la cantidad y calidad del ARN templado que se obtenga a partir de la muestra

clínica o del cultivo viral. Por lo tanto, se recomienda la utilización de métodos de extracción

comerciales, que tienen probada eficacia en la obtención de ARN altamente purificado cuando

se siguen estrictamente las instrucciones de uso. Pueden ser utilizados los métodos de extracción

de ARN automatizados que se encuentran disponibles comercialmente.

Interpretación de los resultados de RT-PCR en tiempo real del CDC versión 2009.

- Negativo: no se detecta genoma viral. Se informa a las 72 h

Los resultados negativos por RT-PCR en tiempo real deben ser interpretados conjuntamente con la

información clínica y epidemiológica, según WHO Information for Laboratory Diagnosis of New

Influenza A (H1N1) Virus in Humans. Disponible en:

http://www.crid.or.cr/digitalizacion/pdf/eng/doc17773/doc17773-contenido.pdf

100

- Positivo: positivo para el nuevo virus cuando todas las reacciones dan positivas. Si da positivo

sólo con InfFA puede ser que corresponda a Influenza A (H1N1) estacional.

Conclusiones

- Un resultado positivo indica que el paciente está presuntivamente infectado con el nuevo virus de

influenza pero no se identifica el estadio de la infección.

- Un resultado negativo, no excluye la posibilidad de que el nuevo virus este presente.

Los resultados de la RT-PCR en tiempo real deben ser interpretados de acuerdo con el

detalle que figura en el manual del CDC.

En el caso de que sólo diera positivo para el gen M, la secuenciación del gen de la matriz a

partir del producto de RT-PCR utilizando los cebadores recomendados por la OMS (ver su

Anexo1*) permitiría diferenciar genes M de origen estacional H1N1, de aquellos de origen porcino.

Se recomiendan análisis complementarios para confirmar el origen del virus.

• RT-PCR convencional

El diagnóstico molecular mediante RT-PCR convencional, requiere para la correcta

identificación de este virus la amplificación de los siguientes genes blanco:

- gen de la proteína M para el virus Influenza tipo A,

- gen de la HA específica para el virus Influenza A (H1N1)swl (origen porcino),

- gen de la HA específica para Influenza A estacional H1/H3 y otros subtipos.

RT-PCR convencional para el gen de la matriz (M) del virus Influenza tipo A.

Este protocolo fue facilitado por la Virology Division, Centre for Health Protection, Hong Kong

SAR, China (WHO H5 Reference Laboratory).

Este ensayo resulta efectivo para detectar influenza A si se siguen estrictamente las instrucciones

que se detallan.

Interpretación de los resultados

De acuerdo con los resultados que se obtengan al amplificar los distintos genes virales, una

muestra será considerada positiva para el nuevo virus cuando de positiva para el gen M tipo A

universal y para la HA del nuevo virus.

La secuenciación de al menos un gen es esencial para la confirmación del diagnóstico por

RT- PCR convencional.

101

Figura 31. Algoritmo diagnóstico sugerido para RT-PCR del gen M según protocolo

del CDC.

CULTIVO VIRAL

Los protocolos disponibles para el aislamiento de Influenza estacional en huevos

embrionados pueden ser utilizados, aunque no se conoce su sensibilidad. El aislamiento de virus

requiere medidas de contención de alto nivel de bioseguridad, de acuerdo al documento WHO

Laboratory biorisk management for laboratories handling human specimens suspected or

confirmed to contain Influenza A (H1N1) causing the current international epidemics for

recommended guidance. Disponible en :

http://www.who.int/csr/resources/publications/swineflu/LaboratoryHumanspecimensinfluenz

a/en/index.html

Aislamiento viral en cultivo de células MDCK

Los laboratorios de la Red de Influenza Global que detecten el nuevo virus y reúnan

condiciones de bioseguridad de nivel 3 (BSL3) pueden cultivar el virus.

102

Para el aislamiento de virus Influenza se utilizan células Madin Darby Canine Kidney Cells

(MDCK), en las cuáles el virus produce efecto citopático (ECP) como resultado de la replicación

viral. Generalmente el ECP viral se manifiesta a partir de los 5 días posteriores a la infección.

Todas las muestras positivas por RT-PCR en tiempo real y un 10 % de las muestras

negativas (para estudios de vigilancia virológica / epidemiológica) son cultivadas en monocapas de

células MDCK.

Una de las alícuotas de la muestra se inocula sobre monocapas de células MDCK en tubo, y

se incuba con el medio de infección recomendado para el aislamiento de virus Influenza (E-MEM-

Medio de cultivo celular sin suero y adicionado de tripsina). El cultivo se incuba en una estufa a 37°

C con 5% de CO2 y atmósfera húmeda durante 7 días. Las monocapas celulares inoculadas se

observan diariamente al microscopio óptico invertido, para detectar la aparición de ECP viral. Los

cultivos con ECP positivo o las células sin ECP al final del período de incubación (7 días) se

cosechan (células + sobrenadante) y se extrae el ARN de acuerdo a las recomendaciones del

protocolo de RT-PCR en tiempo real del CDC (versión 2009).

El ARN extraído de los cultivos es utilizado como templado para la reacción de RT-PCR en

tiempo real para el nuevo virus Influenza A (CDC versión 2009).

Si el resultado es:

- positivo, el virus detectado debe ser tipificado.

- negativo, se informa.

Tipificación viral

El aislamiento viral debe ser tipificado mediante la secuenciación de los genes de la HA y la

NA. El análisis filogenético de las secuencias nucleotídicas obtenidas permitirá determinar si el

virus aislado, es el nuevo virus Influenza A (H1N1) 2009.

Para la secuenciación de los 8 fragmentos del nuevo virus de la influenza A se dispone de la

secuencia de cada uno de los cebadores oligonucleotídicos y del protocolo correspondiente a la

reacción de secuenciación, en la página de la OMS, con fecha 12 de mayo de 2009 Sequencing

primers and protocol. www.who.int/csr/resources/publications/swineflu/sequencing_primers/

Las secuencias nucleotídicas de los nuevos virus se depositan en el GenBank, disponible en:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/genomes/FLU/SwineFlu.html.

Los análisis filogenéticos de estas secuencias aportarán información sobre el origen del

nuevo virus, permitirán identificar nuevas cepas, estudiar la evolución del virus en distintas

regiones geográficas en el tiempo, la relación entre brotes, etc.

103

Algunas consideraciones acerca de otros métodos de diagnóstico

La OMS en un documento publicado el 21 de mayo de 2009 “Información para el

diagnóstico de laboratorio del nuevo virus Influenza A (H1N1) en Humanos”, disponible en:

http://www.who.int/csr/resources/publications/swineflu/diagnostic_recommendations/en/index.html

, plantea algunas consideraciones sobre el comportamiento de este nuevo virus y la utilidad de otras

metodologías diagnósticas que no sean el ensayo de RT-PCR en tiempo real del CDC descrito

precedentemente, que se disponen para la detección de los virus de influenza A (estacional o aviar).

Serología

Los ensayos serológicos son métodos diagnósticos indirectos que detectan los anticuerpos

(Ac) que pueden estar presentes en el suero de pacientes que han sido infectados con este nuevo

virus.

Se considera que dos sueros, uno de la fase aguda y otro de fase convaleciente podrían ser

utilizados para detectar el aumento en el título de anticuerpos específicos que resulten indicadores

de infección reciente.

La detección de Ac específicos en el suero de pacientes infectados se puede realizar

mediante ensayos de inhibición de la hemoaglutinación (IHA) o micro neutralización (NV) frente al

nuevo virus Influenza A (H1N1). Ambos ensayos deberían ser capaces de detectar la respuesta de

Ac luego de la infección por este nuevo virus.

- Inhibición de la Hemoaglutinación (IHA)

El nuevo virus Influenza A (H1N1) puede aglutinar glóbulos rojos de humano, cobayo, pollo

y pavo en reacciones de hemoaglutinación.

Por lo tanto, la IHA, es una técnica que podrá ser utilizada para la detección de niveles de

Ac específicos en el suero de un paciente que ha sido infectado con el nuevo virus.

Se demostró que los Ac policlonales específicos para el subtipo H1 de influenza estacional

de la OMS, no reaccionan en el ensayo de IHA con el nuevo virus.

Si da positivo con el Ac monoclonal que viene en el mismo equipo de diagnóstico hay que

confirmar el resultado.

- Microneutralización (NV)

Los Ac neutralizantes específicos presentes en el suero de un paciente pueden neutralizar o

reducir la infectividad del virus. Esta neutralización de la infectividad se visualiza mediante la

reducción del número de placas virales (unidades formadoras de placas, UFP) que se obtienen luego

de enfrentar un número fijo de UFP frente a diluciones del suero del paciente en estudio y posterior

104

infección de monocapas celulares. La reducción del número de UFP virales detectadas en presencia

del suero de un paciente es indicador de la presencia de Ac específicos en el mismo.

Interpretación de los resultados

Un aumento de 4 veces o más en el título de Ac específicos para el nuevo virus Influenza A

(H1N1), resultaría indicador de infección reciente.

Ensayos de diagnóstico rápido de influenza

Los ensayos de diagnóstico rápido de influenza (Rapid Diagnostic Influenza Test -RDIT) se

basan en la detección de un antígeno viral, como la nucleoproteína (NP) del virus Influenza A

(proteína altamente conservada) y se caracterizan porque permiten obtener un resultado en un

tiempo menor a 30 minutos y pueden ser realizados en el centro de atención del paciente. Permiten

tomar decisiones en el momento y orientan al médico acerca de la conducta a seguir con cada

paciente. Se dispone de varios ensayos de distintos proveedores, algunos permiten: i) detectar y

distinguir entre los virus Influenza A y B; otros, ii) detectar ambos Influenza A y B sin

diferenciarlos, pero ninguno de los RDIT aprobados por la FDA permite distinguir entre los

subtipos (H1N1 y H3N2 estacionales), ni proveer información acerca de la sensibilidad a los

antivirales.

Estos ensayos presentan sensibilidad baja a moderada (10-70%) en la detección de Influenza

estacional en muestras respiratorias, si se compara con el cultivo o a la RT-PCR. La S es menor

para la detección de Influenza B; parece ser mayor en las muestras provenientes de niños respecto

de las de adultos.

Actualmente existe información con respecto a la utilidad de este tipo de ensayos en la

detección del nuevo virus pandémico Influenza A H1N1 2009.

- Podrían detectar la NP del nuevo virus. La sensibilidad es igual o menor que para Influenza

A estacional.

- Un resultado negativo no significa ausencia de infección con el nuevo virus.

Entre los factores que podrían afectar la sensibilidad, estarían: el tipo de muestra (hisopado

nasal vs. hisopado nasofaríngeo), la calidad de la muestra, el tiempo transcurrido desde la aparición

de los síntomas (en los 3 primeros días mayor título viral y en consecuencia mayor sensibilidad),

edad del paciente, tiempo transcurrido desde la toma del material hasta el procesamiento y

diagnóstico.

105

El rol de RIDT para la detección del nuevo virus Influenza A (H1N1).

Consideraciones clínicas.

Cuando el virus de influenza circula en la comunidad (alta prevalencia), un resultado

positivo indica que probablemente el virus esté presente en la muestra. Saber si es Influenza A o B

puede orientar la conducta médica a seguir.

Un resultado negativo no asegura la ausencia de infección. Existen los resultados falsos

negativos, y si la sospecha de que el paciente puede estar infectado es alta, deben implementarse las

medidas de control y/o tratamiento del paciente, independientemente del resultado negativo de la

prueba.

La especificidad (E) de RIDT es generalmente alta. Sin embargo, especialmente en los

períodos de baja actividad de influenza (ej.: al comienzo o final de la estación) pueden ocurrir falsos

positivos; por lo tanto, un resultado positivo por un método rápido requiere la confirmación por

cultivo o RT-PCR en tiempo real.

Cuando se utilicen los ensayos RDIT, el informe debe ir acompañado de alguna explicación

que oriente al médico en la conducta a seguir.

Ejemplo de una declaración que acompaña a un resultado de un ensayo de diagnóstico rápido

de influenza.

RIDT: Positivo para Influenza Tipo A

Nota: Este ensayo no diferencia los subtipos del virus Influenza A. No distingue entre infecciones

causadas por el nuevo virus Influenza A (H1N1) 2009 vs. Influenza A estacional.

RIDT: Negativo para Influenza A y B

Nota: La sensibilidad de este ensayo está en un rango entre [10-70%] para la detección del nuevo

virus Influenza A (H1N1) y entre [20-100%] para virus Influenza A estacional.

Un resultado negativo no excluye la infección con virus de influenza. Si el virus esta

circulando la estrategia antiviral se deberá plantear según el cuadro clínico y las

características del paciente. Si se requiere abordar técnicas confirmatorias se deberá realizar

cultivo viral o RT-PCR.

Adjuntar la ficha epidemiológica y los datos de laboratorio del paciente.

106

La Tabla 11 corresponde a un estudio comparativos entre 3 RDIT y la RT-PCR en tiempo

real de referencia.

TABLA 11. Límites de detección de virus Influenza A/California/4/2009 (H1N1) cultivado en células MDCK para tres RIDT.

Valores

RIDT Menor dilución con resultado positivo

DICT50/mL* Ct†

BinaxNOW Influenza A&B

10-2 10 5.5 22,15

Directigen EZ Flu A+B 10-3 10 4.5 26,05

QuickVue A+B 10-3 10 4.5 26,05

* DICT50 = dosis infectiva de cultivo celular de 50%.

† Ct (cycle threshold) valor comunicado como el promedio de 3 reacciones de cada duplicado de cada dilución.

Ginocchio et al. 2009, presentan resultados comparativos del estudio de un gran número de

muestras durante la pandemia actual en la ciudad de Nueva York, EE.UU., por cuatro métodos

diagnósticos: 3M Rapid detection Flu A+B (3MA+B) (3M Medical Diagnostics, St Paul, MN);

Direct Immunofluorescence (DFA) utilizando el D3 Respiratory Virus Reagent (Diagnostic

Hybrids [DHI], Athens, OH); R-Mix Viral Culture (DHI) y el ensayo Luminex xTAG Respiratory

Virus Panel (RVP) (Luminex Molecular Diagnostics, Toronto, Canada).

El RVP detecta simultáneamente 10 virus respiratorios distintos: adenovirus,

metapneumovirus humano, parainfluenza 1-3, rinovirus, virus respiratorio sinicial A y B, Influenza

A e Influenza B. Además de la detección de Influenza A por el gen M, este equipo puede

subtipificar el gen de las H1 y H3 de Influenza A estacional.

Muestras positivas para el gen de influenza M aunque negativas para los genes H1 y H3,

eran considerados como Influenza A no subtipificables y fuertes candidatos al nuevo virus. Por lo

tanto, este ensayo podía discriminar Influenza A estacional y permitir la identificación de otros

virus respiratorios de manera rápida.

A medida que aumentaba la circulación viral estos ensayos fueron reemplazados por la

detección específica mediante el método de RT-PCR en tiempo real del CDC, reservado con el

transcurrir del tiempo para los pacientes hospitalizados.

107

Se muestran las tablas representativas de los resultados obtenidos en este estudio que

reflejan los perfiles de S y E de estos ensayos frente al nuevo virus.

Tabla 12. Comparación de cuatro métodos de detección de antígenos para la investigación de Influenza A de subtipos combinados, y para el nuevo virus Influenza A (H1N1) 2009

Flu Aa: comparación de todas las muestras positivas del virus Influenza A, incluyendo H1N1 estacional, H3N2 estacional y el nuevo Influenza A (H1N1), H1N1b: comparación entre las muestras positivas para el nuevo Influenza A (H1N1), VPP (valor predictivo positivo), VPN (valor predictivo negativo), DFA (inmunofluorescencia directa utilizando anticuerpo fluorescente), R-Mix (cultivo viral rápido), PVR (panel de virus respiratorios).

Recientemente, Brouqui et al, 2009 han publicado los resultados obtenidos utilizando un

método de diagnóstico rápido DIRECTIGENTM EZ Flu A+B (Becton-Dickinson, Franklin Lakes,

NJ) y RT-PCR en tiempo real. Analizaron 307 muestras de pacientes con signos clínicos de

influenza que asistieron a un hospital de la ciudad de Marsella, Francia, en el período junio –

setiembre de 2009. Del total de muestras analizadas 31 fueron positivas para el nuevo virus

Influenza A (H1N1) 2009 por RT-PCR en tiempo real y 19 fueron detectadas por ambas

metodologías.

El ensayo DIRECTIGENTM EZ Flu A+B tiene baja S y alta E.

Los pacientes que resultaban negativos por RDIT regresaban a sus casas hasta esperar el

resultado de la RT-PCR en tiempo real, 12 horas más tarde. Si éste resultaba positivo, y se

identificaban factores de riesgo en el paciente éste era hospitalizado y se le administraba tratamiento

antiviral con oseltamivir.

108

Los pacientes que resultaban positivos por RDIT, si tenían factores de riesgo se los

hospitalizaba y se los trataba con oseltamivir; aquellos sin factores de riesgo regresaban a sus

hogares, con recomendación de tratamiento sintómatico y aislamiento por los próximos 7días.

Al analizar los síntomas clínicos que presentaron los pacientes de esta cohorte, se pudo

determinar que todos los pacientes positivos presentaron tos. El VPN de la tos es del 100 %. Es

decir, un paciente que no tiene tos, debe ser desechado para el diagnostico por RDIT para la nueva

influenza A pandémica; en cambio, un paciente que presenta sintomatología compatible con

influenza y tos debe ser sistemáticamente probado por RDIT.

La RT-PCR en tiempo real se podría reservar para aquellos pacientes con sintomatología y

tos y que hayan tenido un RDIT negativo.

La utilización criteriosa de este tipo de ensayos en consonancia con las características

clínicas y epidemiológicas del paciente, permite optimizar los recursos de salud, y evita la

realización del diagnóstico molecular a todos los pacientes sospechosos.

109

TRATAMIENTO ANTIVIRAL

PERFIL DE SENSIBILIDAD DEL NUEVO VIRUS Influenza A (H1N1) 2009

La nueva cepa del virus Influenza A (H1N1) 2009 es sensible a los inhibidores de la

neuraminidasa -el oseltamivir y el zanamivir- y resistente a los adamantanos -la amantadina y la

rimantadina-. Al 2 de diciembre de 2009, el Boletín Nº 18 de la OMS notificó 96 casos de

resistencia al oseltamivir, la mayoría en pacientes que habían recibido profilaxis posexposición o en

inmunocomprometidos, todos los aislamientos tenían la mutación H275Y (Histidina [His]

reemplazada por Tirosina [Tyr]) y conservaban la sensibilidad a zanamivir.

Estudios previos habían demostrado la estructura cristalográfica de la interacción entre la

neuraminidasa mutada (H275A) de la cepa A/Vietnam/1203/2004 (H5N1) y el oseltamivir. La

sustitución de His por un aminoácido más voluminoso (Tyr) afecta la disposición espacial del

crítico aminoácido Glu (ácido glutámico [E]) en posición 277. En las cepas no mutadas, dicho

aminoácido expone un bolsillo hidrofóbico con el que interactúa el grupo pentiloxi del oseltamivir.

Por el contrario, en las cepas mutadas, la tirosina desplaza al grupo carboxilo del Glu en posición

277 hacia el sitio de unión a la droga, lo que disrumpe el bolsillo hidrofóbico, y promueve un

cambio conformacional del grupo pentiloxi del oseltamivir. Ello conduce a una disminución de al

menos 300 veces en la afinidad de este antiviral por la neuraminidasa.

Figura 32. Estructura cristalográfica de rayos X mostrando los efectos de la mutación H275Y sobre la interacción del oseltamivir con la neuraminidasa de la cepa salvaje (amarillo) y mutada (verde) de la cepa A/Vietnam/2003/2004. Obtenida de Collins PJ et al. Vaccine 2009: 27: 6317-23.

110

Las cepas del virus Influenza A (H1N1) estacional -por el contrario- son sensibles a los

adamantanos, mayormente son resistentes al oseltamivir y conservan su sensibilidad al zanamivir;

las cepas H2N3 son primariamente resistentes a la amantadina y sensibles a los inhibidores de la

neuraminidasa.

MECANISMO DE ACCIÓN DE LOS ANTIVIRALES

El oseltamivir, el zanamivir y el peramivir son inhibidores selectivos de las neuraminidasas,

glicoproteínas presentes en la envoltura viral de los virus de influenza A y B, con capacidad

enzimática (sialidasa que cliva a los restos de ácido acetil neuramínico presente en la superficie de

las células). Las neuraminidasas son esenciales para la liberación de las partículas virales recién

formadas de las células infectadas.

FARMACOCINÉTICA

Luego de la administración oral de oseltamivir, el 80% de la droga se absorbe y es

metabolizada por las esterasas hepáticas a oseltamivir-carboxilato, que es el principio activo. No es

sustrato de la citocromo P450. Tiene una vida media de 6 a 10 horas y el 80% se excreta por riñón

por filtración glomerular y secreción tubular. En pacientes cuyo clearence (depuración) de

creatinina es menor o igual a 30 ml/min se recomienda utilizar una dosis diaria, solamente. No

requiere ajustes de dosis en pacientes con insuficiencia hepática leve a moderada.

El zanamivir se administra por vía inhalatoria, su biodisponibilidad es del 10-20%. La vida

media es de 2,5 a 5 horas y el 90% se excreta sin cambios por el riñón. Actualmente, tanto la

formulación endovenosa del zanamivir como la del peramivir se encuentran en diferentes fases de

investigación clínica. En octubre de 2009, la FDA otorgó una autorización de emergencia por un

año para la utilización de la droga peramivir, por vía endovenosa.

EFECTOS ADVERSOS

Los efectos adversos más comunes del oseltamivir son nauseas y vómitos que ocurren en un

10% de los casos; con menor frecuencia se observan dolor abdominal o cefalea. Todos éstos pueden

minimizarse si se administra con las comidas. Se han comunicado trastornos de conducta en

adolescentes y jóvenes japoneses. En dos estudios británicos recientes se ha informado que los

niños y adolescentes que recibieron oseltamivir como profilaxis presentaron un porcentaje mucho

más elevado de efectos adversos gastrointestinales; en uno de los estudios se observó un 18 % de

trastornos neurológicos leves como insomnio, pesadillas y trastornos de conducta. Estos efectos no

se han observado también en otros estudios randomizados o a gran escala y contrastan con la

111

experiencia local del Hospital de Niños de Buenos Aires que ha comunicado un 13% de efectos

adversos gastrointestinales leves solamente (comunicación oral).

El zanamivir por vía inhalatoria puede producir broncoespasmo en pacientes con patología

pulmonar previa (ej.: con asma y bronquitis crónica); por lo tanto, se desaconseja su uso en estos

pacientes.

INDICACIONES

El oseltamivir y el zanamivir mostraron beneficio marginal cuando se los utilizó en adultos

y niños sanos sin riesgo de complicaciones (Tabla 13), reduciendo en uno o dos días la duración de

la fiebre. En algunos estudios se ha demostrado disminución de todas las causas de internación en

los meses siguientes al diagnóstico de gripe y disminución del uso de antibióticos. Estos efectos

benéficos se observan cuando el tratamiento se administra en las primeras 48 horas desde el inicio

de los síntomas. A pesar de esto, se han visto beneficios en términos de disminución de la

mortalidad en pacientes internados por gripe estacional, aún cuando se inicie el tratamiento más

tardíamente. En un estudio mexicano reciente la administración de oseltamivir redujo el riesgo de

muerte (RR de sobrevivir fue de 7,4). En estudios con un pequeño número de pacientes con factores

de riesgo, incluyendo pacientes con leucemias agudas, el oseltamivir ha mostrado disminución de la

mortalidad y del período de excreción viral comparado con los grupos que no recibieron

tratamiento.

El zanamivir inhalado sólo puede ser utilizado en niños mayores de 7 años, y no debe

administrarse con nebulizador porque contiene lactosa.

La utilización de quimioprofilaxis con oseltamivir o zanamivir ha demostrado ser útil en la

influenza estacional para controlar brotes en comunidades cerradas (ej.: geriátricos, hospitales, etc.).

Ambas drogas son efectivas entre 70 y 80% cuando se las indica como quimioprofilaxis.

En la epidemia que afectó a México y a nuestro país, han ocurrido casos de neumonía

bilateral grave en adultos previamente sanos. Basados en estos datos la recomendación de

expertos locales es indicar tratamiento antiviral precoz en todos los casos sospechosos en

personas mayores de 15 años. Es de suma importancia indicar el tratamiento antiviral si el

paciente pertenece a uno de los grupos de riesgo (Tabla 13), o presenta enfermedad

respiratoria aguda grave que requiera internación, independientemente del grupo etario al

que pertenezca. Deben recibir tratamiento todos los niños que presenten enfermedad

respiratoria baja aunque no requieran internación.

En cambio, la OMS y el CDC, así como otras sociedades científicas internacionales, solo

recomiendan utilizar antivirales en aquellos pacientes con ETI que presenten infección grave,

requieran internación o tengan riesgo de complicaciones (Tabla 13).

112

Para embarazadas, el oseltamivir es una droga clase C. Esto quiere decir que no existen

estudios controlados sobre su seguridad durante el embarazo. Una comunicación reciente del CDC

incluye 30 casos en los cuales la medicación fue bien tolerada. Una pequeña revisión de casos

realizada en Japón no mostró asociación con malformaciones congénitas. Por lo tanto, se

recomienda utilizar tratamiento o profilaxis según corresponda en las primeras 48 horas de

iniciados los síntomas en todas las embarazadas. Los datos de zanamivir en embarazo y lactancia

son muy limitados. Las dosis y duración del tratamiento y las profilaxis se muestran en las Tablas

14 y 15.

Cabe mencionar que para los pacientes gravemente comprometidos se utilizará de

preferencia oseltamivir. Si el paciente presenta neumonía grave con PO2 igual o menor a 50mm Hg

se recomienda indicar oseltamivir 150 mg cada 12 horas. En estos casos se sugiere prolongar el

tratamiento por 10 a 14 días. Estas recomendaciones se basan en modelos animales de infección por

H1N5, el amplio margen de seguridad del oseltamivir y la opinión de expertos locales e

internacionales. Estos casos deberán ser seguidos por el médico especialista. La elección del

tratamiento inicial en estos pacientes críticamente enfermos debe hacerse teniendo en cuenta cual es

la cepa del virus Influenza predominante, ya que la cepa H1N1 estacional es resistente a oseltamivir

y sensible a amantadina y rimantadina, en cambio la H2N3 es sensible a oseltamivir. Por lo tanto,

hasta tener los resultados delos estudios virológicos se pueden usar esquemas combinados en

pacientes gravemente comprometidos.

Los virus Influenza A e Influenza B son sensibles a la ribavirina. Si bien los datos en

humanos son limitados la ribavirina inhalada debe ser considerada en pacientes críticos. Los

modelos in vitro y en animales de experimentación muestran que las combinaciones de oseltamivir,

amantadina y ribavirina son sinergísticas contra múltiples cepas de Influenza. No se debe utilizar

como monoterapia y está contraindicada en embarazadas.

El peramivir ha sido autorizado de emergencia por la FDA para ser administrado en los

casos graves, la dosis es de 600mg /día.

Se han publicado casos aislados de pacientes gravemente enfermos que no mejoraban o no

podían recibir oseltamivir y fueron tratados con zanamivir endovenoso, con 600 mg cada 12 horas.

El Ministerio de Salud Publica de la Nación ha solicitado tanto peramivir como zanamivir

endovenosos para su uso en forma compasiva en los casos graves. Se encontrarán disponibles en

Argentina en los próximos meses.

Hay escasos datos sobre seguridad y eficacia de oseltamivir en niños menores de un año.

Pero dado que este grupo etario tiene mayor riesgo de complicaciones, se recomienda utilizar

tratamiento antiviral y adecuar las dosis según la Tabla 16. La FDA ha aprobado el uso de esta

droga para esta indicación.

113

Los datos sobre seguridad y eficacia de oseltamivir en inmunocomprometidos son escasos.

En pequeñas series de casos parece seguro y bien tolerado en pacientes con trasplante de células

progenitoras y en niños que reciben radio o quimioterapia, cuando se lo utiliza para tratamiento o

quimioprofilaxis. En estos grupos se deberá considerar prolongar el tratamiento a 7-14 días, dado

que presentan excreción viral más prolongada y pueden presentar recaídas.

Se indicará quimioprofilaxis a todos los contactos cercanos de casos sospechosos o

confirmados que pertenezcan a los grupos de riesgo de sufrir complicaciones o a aquellos

miembros del equipo de salud que hubieran tenido un contacto no protegido con dichos casos

durante el período de contagiosidad que va desde un día antes del inicio de los síntomas a 7

días después. En pacientes con inmunosupresión grave (ej.: trasplante alogeneico de células

hematopoyéticas durante el primer año), se considerará el uso de profilaxis pre-exposición durante

todo el período que dure la epidemia. La linfopenia más que la neutropenia es el factor de riesgo

que se correlaciona con mayor riesgo de complicaciones y muerte. Por ello, en pacientes que

reciben drogas como fludarabina o alentuzumab que producen linfopenia grave y prolongada, se

deberá considerar también el uso de profilaxis.

Actualmente la medicación es provista por la mayoría de las instituciones públicas y

privadas, y para retirarla se debe concurrir con el formulario correspondiente (ver Anexo) firmado

por el médico que asistió el caso.

Cabe destacar que luego de la semana epidemiológica 32 el informe de enfermedad

respiratoria aguda tipo influenza ha disminuido sensiblemente en la Ciudad Autónoma de Buenos

Aires, por lo cual se aconseja discontinuar las profilaxis pre-exposición si se la hubiere indicado.

114

Tabla 13. Grupos de riesgo de sufrir complicaciones.

Niños menores de 2 años.

Embarazadas durante el segundo y tercer trimestre.

Adultos mayores de 65 años.

Personas que padecen enfermedades crónicas

- Enfermedad pulmonar crónica (incluye bronquitis crónica, asma, etc.)

- Enfermedades cardiovasculares

- Insuficiencia hepática o renal

- Diabetes

- Inmunosuprimidos (ej.: uso de corticoides, personas viviendo con vih,

quimioterapia, radioterapia)

- Obesidad mórbida

- Enfermedades neuromusculares

- Niños que reciben tratamientos crónicos con aspirina.

Tabla 14. Tratamiento y quimioprofilaxis con oseltamivir según grupo etario.

Grupo etario Tratamiento Quimioprofilaxis

Adultos 75 mg, cada 12 h x 5 días 75 mg, 1 vez por día x 10 días

< 15 kg 60 mg / día dividido en 2 tomas 20 mg, 1 vez por día x 10 días

15-23 kg 90 mg / día dividido en 2 tomas 45 mg, 1 vez por día x 10 días

24-40 kg 120 mg / día dividido en 2 tomas 60 mg, 1 vez por día x 10 días

Niños

> 40 kg 150 mg / día dividido en 2 tomas 75 mg, 1 vez por día x 10 días

Tabla 15. Tratamiento y quimioprofilaxis con zanamivir para adultos y niños mayores de 7

años.

Tratamiento Quimioprofilaxis

2 inhalaciones de 5 mg (10 mg) cada 12 h x 5

días

2 inhalaciones de 5 mg (10 mg) cada 24 h x 10

días

115

Tabla 16. Tratamiento y profilaxis con oseltamivir en niños menores de 2 años.

Edad Tratamiento Profilaxis

< 3 meses 12 mg, 2 veces x día 12 mg, 1 vez x día

3 a 6 meses 20 mg, 2 veces x día 20 mg, 1 vez x día

6 a 11 meses 25 mg, 2 veces x día 25 mg, 1 vez x día

MEDIDAS GENERALES DE PREVENCIÓN

Para prevenir la transmisión del nuevo virus pandémico Influenza A (H1N1) 2009 se deben

cumplir las siguientes recomendaciones:

• Cubrir la boca y la nariz al toser o estornudar con un pañuelo descartable y desecharlo

luego de su uso, o cubrirse con la cara interna del antebrazo. (Ver Afiche en Anexo).

• Lavar frecuentemente las manos con agua y jabón, especialmente después de toser o

estornudar. Se recomienda el uso de antisépticos con base alcohólica (por ej.: alcohol-

gel) cuando no se disponga de agua y jabón.

• Evitar llevar las manos a los ojos, nariz o boca.

• Evitar el contacto cercano con personas enfermas.

• Mantener el aislamiento de los pacientes con influenza por 7 días, para evitar el

contagio sobre todo a los niños y a los ancianos convivientes.

• Todo paciente con influenza no debe salir de su casa, excepto si requiere atención

médica.

• Todo paciente con influenza debe usar barbijo y se le debe recomendar que permanezca

en su habitación sin deambular por la casa.

• Las personas que atienden a un paciente con influenza deben protegerse tapándose la

boca y la nariz (con barbijo) y lavándose frecuentemente las manos.

• Limpiar y ventilar frecuentemente los ambientes.

• Evitar el uso compartido de vajilla, cubiertos y mate.

• Utilizar barbijo según indicación del médico. No es necesario que la población general

sana utilice barbijos.

• No se recomienda el cierre preventivo de todas las actividades sociales.

• En función de la realidad sanitaria de cada jurisdicción, se aconseja adoptar las medidas

de prevención en los lugares cerrados de acceso público de concentración de población

juvenil y adolescente.

116

RECOMENDACIONES PARA LA PREVENCIÓN Y EL

MANEJO DE LA INFLUENZA EN LAS ESCUELAS

La promoción y disponibilidad de medidas básicas para el control de las infecciones en las

escuelas debe ser una política permanente, no sólo durante una situación de pandemia de influenza.

Este documento proporciona pautas para ayudar a reducir la exposición y la diseminación de

la gripe entre los estudiantes y el personal de las escuelas, proteger a las personas con factores de

riesgo, limitando la alteración de las actividades diarias y el aprendizaje. Se fundamentan en la

experiencia y el conocimiento adquirido durante la pandemia de 2009, asimismo, el monitoreo de la

situación es continuo para permitir actualizar las recomendaciones sobre la gripe H1N1.

Durante la temporada de la gripe, las escuelas deberán estar alertas y exigir a los estudiantes

y al personal enfermo permanecer en sus casas.

Las escuelas deberán desarrollar planes de contingencia para cubrir lugares clave (ej.:

médicos y enfermeras escolares), cuando el personal afectado debe permanecer en su domicilio y

recordar periódicamente a los padres y al personal sobre las recomendaciones de la auto-reclusión o

auto-aislamiento.

1. Recomendaciones para situaciones de gravedad moderada

La persona enferma debe permanecer en su domicilio.

Quienes tengan ETI deben permanecer en sus hogares hasta al menos 24 horas después de la

desaparición de la fiebre o de los signos de fiebre, sin haber usado medicamentos antifebriles.

Deben permanecer en su casa incluso si están utilizando medicamentos antivirales. Deben evitar el

contacto cercano con otras personas por 7 días.

Separar a los estudiantes y al personal enfermo.

Los estudiantes y el personal con síntomas gripales en la escuela deben ser ubicados en una sala

separada del resto de las personas hasta que puedan ser enviados a sus casas. Esta sala no debe ser

utilizada para otros propósitos, debe tener poca circulación de personas, limitada interacción con

otros estudiantes y el personal, buena ventilación y se debe respetar una distancia de por lo menos 1

m entre el enfermo y el resto de las personas.

Se debe designar un número limitado de agentes para el cuidado de los enfermos hasta que

los mismos puedan ser enviados a sus hogares. Los cuidadores no deben tener riesgo de

complicaciones por la influenza (ej.: embarazadas) y deben conocer bien las recomendaciones sobre

las medidas para evitar la diseminación de la influenza. Siempre que sea posible, y la persona

117

enferma pueda tolerarlo, deberá utilizar un barbijo quirúrgico cuando tenga contacto con otros

individuos.

Tratamiento temprano de los estudiantes y el personal con factores de riesgo.

Las personas con síntomas gripales deben realizar una consulta médica precoz, especialmente los

que tienen factores de riesgo de sufrir complicaciones por influenza (ej.: embarazadas, asmáticos,

diabéticos, inmunocomprometidos o con enfermedades neuromusculares, ver Tabla 13). El

tratamiento en tiempo y forma con los antivirales es importante para los grupos con factores de

riesgo, ya que previne la necesidad de internación y la muerte.

Higiene de las manos y cuidado de la tos.

Las medidas simples y eficaces de prevención incluyen lavarse las manos frecuentemente con agua

y jabón -siempre que sea posible- y cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable (o con la

manga si no se dispone de un pañuelo desechable) al toser o estornudar.

Para fomentar el cumplimiento de estas recomendaciones, los estudiantes y el personal

deben tener acceso a pañuelos desechables y se los debe educar sobre la importancia de respetar

esas pautas al toser o estornudar, inclusive los que estén en tratamiento con antivirales ya que

pueden diseminar el virus de la influenza y contagiar.

Limpieza de rutina.

El personal de las escuelas debe limpiar rutinariamente las áreas que los estudiantes y el personal

tocan, ej.: pizarrones o escritorios; deben limpiarlas inmediatamente si se encuentran visiblemente

sucias. Utilizar los productos de limpieza habituales.

No es necesario realizar desinfecciones adicionales de las superficies ambientales además de

la limpieza rutinaria recomendada.

Suspensión selectiva de las clases en las escuelas.

La decisión de suspender las clases en una escuela determinada debe ser tomada por las autoridades

de salud pública local y estatal, quienes deberán trabajar de manera estrecha y coordinada con las

autoridades escolares.

2. Recomendaciones para situaciones de mayor gravedad [ej.: la pandemia de influenza A (H1N1) en el 2009]

El CDC puede recomendar medidas adicionales para ayudar a proteger a los estudiantes y al

personal si las evaluaciones a nivel nacional o mundial indican que la influenza está causando

118

enfermedades más graves. Además, los funcionarios de educación y salud locales pueden decidir

implementar algunas de las siguientes medidas adicionales.

Los estudiantes y el personal con factores de riesgo deben permanecer en sus

casas.

Las personas con factores de riesgo de padecer complicaciones por la gripe A (Tabla 13), deben

hablar con su médico sobre la posibilidad de permanecer en su domicilio y no concurrir a la escuela

cuando el virus de la gripe se encuentra en circulación dentro de la comunidad.

Las escuelas deben planificar la forma en que continuarán educando a los estudiantes que

permanecen sus hogares mediante: paquetes de tareas para el hogar, lecciones por Internet u otros

métodos.

Si no concurren a la escuela también deberán alejarse de reuniones o aglomeraciones

públicas.

Los estudiantes con integrantes de la familia enfermos deben permanecer en sus

casas.

Los estudiantes que tienen algún familiar enfermo en el domicilio deben permanecer en casa

durante 5 días a partir del momento en que el primer integrante de la familia se enfermó. Este es el

período en que tienen más probabilidades de enfermarse.

Extensión del período durante el cual las personas enfermas permanecen en sus

casas.

Si aumenta la gravedad de la influenza, las personas con ETI deben permanecer en sus hogares

durante al menos 7 días, incluso si los síntomas hubieran desaparecido. Si las personas continúan

enfermas, deberán permanecer en el hogar hasta 24 horas posteriores a la desaparición de los

síntomas.

Regreso a la escuela.

Cuando las personas que sufrieron alguna ETI regresan a la escuela, deberán seguir cumpliendo con

las medidas de cuidado de la tos y el lavado de manos; deberán evitar acercarse a las personas con

factores de riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con la influenza.

Monitoreo activo.

Las escuelas deben considerar la implementación de un monitoreo a los estudiantes y al personal al

119

ingreso a la escuela sobre síntomas como fiebre, tos, secreción nasal o rinitis y dolor de garganta en

las últimas 24 horas.

Los padres deben ser los primeros en controlar el estado de salud de sus hijos todas las

mañanas antes de enviarlos a la escuela.

Durante todo el día, el personal deberá estar alerta en la identificación de los estudiantes y

del resto de los empleados que parecieran estar enfermos.

Aumento de la distancia física entre las personas en las escuelas.

El CDC recomienda que las escuelas prueben maneras innovadoras de separar a los estudiantes,

como separar más los escritorios o cancelar las clases que reúnen a niños de diferentes aulas:

rotar a los maestros entre las aulas pero mantener al mismo grupo de

estudiantes dentro de un aula

cancelar clases que reúnen estudiantes de múltiples aulas

suspender viajes escolares

evitar el uso de autobuses escolares y transporte público

dividir las clases en grupos más pequeños

separar los escritorios a una distancia mayor

trasladar las clases a espacios más amplios, de ser posible, para permitir un

mayor distanciamiento entre los estudiantes.

Suspensión de las clases.

La suspensión preventiva de las clases puede ser una medida útil para disminuir la diseminación de

la gripe. Las autoridades de salud y de las escuelas deben trabajar coordinadamente para encontrar

el equilibrio entre, el riesgo de gripe en sus comunidades y los problemas que originará la

suspensión de las clases en la educación y en el resto de la comunidad.

La duración de la suspensión de las clases variará según el tipo de suspensión, además de la

gravedad y el alcance de la enfermedad. Estas escuelas deben permanecer abiertas para los docentes

y para el personal, para que puedan continuar brindando la instrucción por otros medios.

La suspensión reactiva de clases puede ser apropiada cuando las escuelas no pueden

mantener un normal funcionamiento; por ejemplo, cuando una cantidad significativa de estudiantes

tiene fiebre durante la jornada escolar, a pesar de la recomendación de mantener a los niños en el

hogar.

120

PROFILAXIS ACTIVA La vacunación antigripal es el método más efectivo para la prevención de la influenza

estacional.

La vacuna antineumocócica también es sumamente útil al prevenir un porcentaje significativo

de sobreinfecciones bacterianas.

Actualmente, la FDA ha aprobado cuatro vacunas para la nueva cepa pandémica H1N1, en la

Unión Europea se han aprobado dos y se espera que este número se incremente en el futuro cercano.

Esta vacuna monovalente probablemente se encuentre disponible en Argentina en febrero de 2010.

La OMS recomienda vacunar en forma prioritaria al personal de la salud y, de acuerdo a la

disponibilidad de vacunas, a los distintos grupos en el siguiente orden prioritario: niños menores de

dos años, embarazadas, personas de cualquier edad que padezcan trastornos crónicos (Tabla 13),

adultos jóvenes de 15 a 49 años de edad, niños sanos, adultos sanos entre 50 y 64 años de edad,

adultos sanos a partir de 65 años. Esta vacuna no reemplaza a la de la gripe estacional, que deberá

ser aplicada en un sitio diferente; se podrán administrar las dos vacunas el mismo día.

En el hemisferio sur contaremos además con una vacuna combinada que incluirá a las cepas

de la influenza estacional y a la cepa de la nueva influenza A (H1N1). En este caso se aplicara

únicamente esta última.

Ante la aparición de una cepa con potencial pandémico, en los períodos iniciales las medidas

generales sólo podrán hacer más lenta la diseminación del virus. En dichos períodos, el uso

racional de los antivirales y de los antibióticos podrá minimizar las muertes causadas por la nueva

influenza. Asimismo, se deberá optimizar la vacunación con las vacunas disponibles, las

antigripales estacionales y la vacuna antineumocócica.

121

VACUNAS PARA LA NUEVA INFLUENZA A (H1N1)

CARACTERÍSTICAS ANTIGÉNICAS DEL NUEVO VIRUS INFLUENZA A (H1N1) 2009

La OMS en un documento del 26 de mayo de 2009, describe las características antigénicas

del nuevo virus en función del diseño de las vacunas específicas. Mediante ensayos de IHA se

demostró que aislamientos del nuevo virus que circulaban en América del Norte, Europa y

Oceanía, eran antigénicamente homogéneos frente a sueros de hurones infectados y

antigénicamente distintos de las cepas de Influenza A (H1N1) estacional que circulan actualmente.

El nuevo virus Influenza A (H1N1) 2009 es antigénicamente similar a los virus de influenza

A (H1N1) de cerdo triple reasortantes, representados por la cepa A/Illinois/09/2007, virus que ha

circulado en los cerdos de EE.UU. durante los últimos 10 años y que, ocasionalmente, produjo

infecciones en humanos durante ese período.

El análisis filogenético de secuencias de HA y NA del nuevo virus Influenza A (H1N1)

muestra que los distintos aislamientos son relativamente homogéneos.

VIRUS VACUNALES DISPONIBLES PARA LA ELABORACIÓN DE LA VACUNA PARA

EL NUEVO VIRUS PANDÉMICO INFLUENZA A (H1N1) 2009

La OMS ha comunicado que se encuentran disponibles cuatro virus vacunales prototipos

que podrán ser facilitados a los laboratorios productores de vacunas de influenza que reúnan los

requisitos de contención para la producción de vacunas del nuevo virus.

En general se requiere nivel de bioseguridad clase 2 (BSL-2) con prácticas BSL-3. Las cepas

vacunales pueden solicitarse al WHO Global Influenza Programme, E-mail: [email protected].

Dos de estos virus vacunales han sido obtenidos mediante genética reversa (IDCDC-RG15 y

NIBRG-122) y otros dos por la metodología de reasociación tradicional (IVR-153 y X-179).

Todas estas cepas han sido evaluadas con respecto a su seguridad y atenuación en el modelo

de hurones. Todas son atenuadas en hurones con respecto a la cepa salvaje o wild type (wt) de la

que derivan:

IDCDC-RG15: deriva del virus wt A/Texas/15/2009 (H1N1)v

NIBRG-122: deriva del virus wt A/California/7/2009 (H1N1)

X-179: deriva del virus wt A/California/4/2009 (H1N1)

IVR-153: deriva del virus wt A/California/2009 (H1N1).

122

Los lotes que se obtengan en escala piloto deberán ser utilizados para la determinación de la

dosis necesaria para obtener una respuesta de anticuerpos protectora adecuada para cada grupo

etario. Por lo tanto, se deberán realizar ensayos clínicos a pequeña escala a fines de evaluar dosis y

seguridad.

La OMS ha realizado un relevamiento de la capacidad de producción mundial de la vacuna

para el nuevo virus y de la situación actual con respecto a la producción de vacuna para el virus de

la influenza estacional. En función de las capacidades de los laboratorios productores, la OMS los

ha clasificado en Productores grupo A, comprenden 7 laboratorios que estarían en condiciones de

producir 2 millones de dosis por semana y el Productores grupo B, comprende 18 laboratorios

productores con menor capacidad de producción.

Tabla 17. Formulaciones proyectadas de vacunas para el nuevo virus Influenza A (H1N1) 2009.

Total Virión completo

Virión split

Subunidad Atenuada a virus vivo

Proteína recombinante

Vacunas 31

9 14 4 3 1

Con Adyuvante*

12

6

3

3

-- -

* Adyuvante: en la mayoría de los casos es hidróxido de alumnio o una emulsión oleosa en agua.

La selección, desarrollo y disponibilidad de los virus vacunales es un componente esencial

en la estrategia global de preparación y respuesta a la pandemia. La OMS a través de la Red de

Vigilancia Global de Influenza, continuará con el monitoreo de la evolución de este nuevo virus,

para poder mantener actualizadas las recomendaciones de los virus vacunales que deberán ser

utilizados.

La emergencia y la diseminación del nuevo virus Influenza A (H1N1) se ha convertido en un

problema mundial.

Anualmente para influenza estacional se actualizan los virus vacunales en setiembre de cada

año para el hemisferio Sur y en febrero del año siguiente para el Hemisferio Norte.

Las relaciones antigénicas son evaluadas por IHA y crecimiento del virus en cultivo celular.

El análisis filogenético de los genes de HA y NA ayuda a definir la relación genética de las

variantes antigénicas con sus predecesores y a elucidar la base molecular del drift antigénico. La

incidencia de nuevas variantes antigénicas se asocia con brotes en distintos países. Este es un

123

criterio importante en la selección de virus epidemiológicamente importantes cuando se está

seleccionando un virus vacunal.

TIPOS DE VACUNAS DE INFLUENZA A (H1N1) DISPONIBLES

Las vacunas para el nuevo virus pandémico Influenza A (H1N1) se obtendrán con las

metodologías y protocolos que se utilizan para la obtención de los virus de la influenza estacional.

Se tendrán vacunas a virus inactivados y vacunas a virus atenuados.

1) Las vacunas a virus inactivados (o muertos). Se obtendrá la masa viral en huevos

embrionados o en cultivo celular utilizando los virus prototipo aprobados por la OMS. Se

purificarán las partículas virales, se inactivarán (pérdida de la infectividad) y se formularán las

vacunas con una concentración de antígeno determinada.

En general, la producción en huevos embrionados rinde altos títulos virales, por lo tanto, el

mayor número de dosis de vacunas contiene el antígeno viral producido en huevos.

La desventaja de este tipo de vacunas es que todas contienen -a pesar de la purificación-

proteína de huevo residual. Este hecho es importante para aquellos individuos que padezcan

reacciones alérgicas fuertes a la proteína de huevo.

Las vacunas inactivadas para la influenza estacional se formulan como trivalentes,

conteniendo igual cantidad de antígeno de cada uno de los tres virus: Influenza A (H1N1)

estacional, Influenza A (H3N2) estacional y el virus Influenza B.

En el caso de la vacuna para el nuevo virus Influenza A (H1N1) 2009 la vacuna destinada al

hemisferio norte, será monovalente.

Estas vacunas son administradas por inyección en la parte superior del brazo para la mayoría

de las personas. El muslo es el sitio preferido para la aplicación de la vacuna en los bebés y en los

niños más pequeños. Por lo tanto, los individuos que deban ser vacunados con la vacuna para los

virus estacionales y para el virus pandémico podrán recibir simultánente ambas vacunas (una en

cada brazo).

2) Las vacunas a virus atenuado se obtendrán de la misma manera que para el virus de la

influenza A estacional. Son vacunas a virus vivos, infectivos, pero seleccionados para crecer en

determinadas condiciones de temperatura, como replicar a bajas temperaturas y no a 37 °C.

El virus puede obtenerse en huevos embrionados o en cultivos celulares. Las vacunas a virus

vivo requieren un menor número de partículas virales por dosis y se las puede administrar en forma

124

de aerosol o spray en la nariz: Confieren inmunidad similar a la obtenida en la infección natural por

este virus.

VACUNAS PARA LA INFLUENZA A (H1N1) 2009

ACTUALIZACIÓN: 1º DE NOVIEMBRE DE 2009

- 29 de julio de 2009: se reúne el Advisory Committee on Immunization Practices

(ACIP), para revisar los datos epidemiológicos y clínicos de los pacientes infectados con el

nuevo virus y poder determinar qué grupos de individuos deberían ser los que inicialmente

deban recibir la vacuna, en cuanto esté disponible. ACIP también toma en cuenta en esta decisión

que en principio la disponibilidad de vacunas no será suficiente y que luego en el transcurso de

los próximos 6 meses debería normalizarse. Estas recomendaciones se orientan a la planificación

estratégica de vacunación por las autoridades de salud de los distintos países e informar a la

población quiénes son los individuos que deberían recibir la vacuna monovalente influenza A

(H1N1) 2009. Las autoridades de cada país deberán planificar las acciones específicas que

permitan -en un tiempo breve- vacunar al mayor número de personas pertenecientes a los grupos

que se definieron como prioritarios.

RECOMENDACIONES PARA LA VACUNACIÓN CONTRA LA NUEVA INFLUENZA A

(H1N1) 2009

1.- Los grupos que se detallan a continuación son los grupos definidos como

prioritarios para ser vacunados con la vacuna para el nuevo virus pandémico Influenza A

(H1N1) 2009.

• Mujeres embarazadas. Tienen un riesgo mayor de complicaciones y potencialmente

pueden proporcionar protección a los bebés que no pueden ser vacunados.

• Personas que viven o cuiden a niños menores de 6 meses de edad. Los bebés más

pequeños tienen un riesgo mayor de complicaciones relacionadas con la gripe y no

pueden ser vacunados. La vacunación de las personas en estrecho contacto con los

bebés menores de 6 meses de edad podría proteger a los bebés de la exposición al

nuevo virus.

• Personal de la salud y de servicios de emergencias médicas. Se han comunicado

infecciones entre los trabajadores sanitarios y éstos pueden ser una fuente potencial de

125

infección para los pacientes vulnerables; además, el mayor ausentismo de esta

población podría reducir la capacidad de respuesta del sistema sanitario a la pandemia.

• Todas las personas entre 6 meses a 24 años de edad:

- Niños de 6 meses a 18 años de edad. Se han visto muchos casos de la nueva

influenza A (H1N1) en niños, ya que están en estrecho contacto con otros niños

en escuelas y guarderías, contribuyendo a la diseminación de la enfermedad.

- Adultos jóvenes 19 a 24 años de edad. Se han visto muchos casos de la nueva

influenza A (H1N1) en adultos jóvenes saludables. En general, son individuos que

viven, trabajan y estudian en contacto estrecho con otros individuos, es decir son

individuos con mucha movilidad y relaciones sociales.

• Todas las personas entre 25 a 64 años de edad con enfermedades asociadas o

factores de riesgo (Tabla 13) que puedan ser más vulnerables a complicaciones al ser

infectados con el nuevo virus de influenza.

2.- Grupos prioritarios para recibir la vacuna del nuevo virus Influenza A (H1N1)

2009 mientras la disponibilidad de vacuna sea limitada.

Si en un comienzo de la etapa de vacunación para el nuevo virus, la disponibilidad

de vacunas fuese limitada, el comité recomienda priorizar a los grupos de acuerdo con el

siguiente orden:

• Personal de la salud y de servicios de emergencia médica

• Mujeres embarazadas

• Personas que viven o cuidan a niños menores de 6 meses de edad

• Niños entre 6 meses y 4 años de edad

• Niños entre 5 años y 18 años de edad que tengan enfermedades crónicas.

3.- Grupos a los que se deberá vacunar luego de cubrir a los grupos prioritarios y se

disponga de vacuna suficiente.

126

Una vez vacunados los individuos de los grupos prioritarios, se debería comenzar con la

vacunación de los individuos entre 25 y 64 años de edad. Los estudios actuales indican que la

probabilidad que personas sanas mayores de 65 años contraigan la infección es menor que para los

individuos más jóvenes. Por lo tanto, se priorizará la vacunación de los individuos jóvenes, antes de

iniciar la vacunación de los individuos sanos mayores de 65 años.

Se recomienda que las personas mayores de 65 años deban recibir la vacuna estacional

en cuanto esté disponible.

IMPORTANTE: Si bien inicialmente se dispondrá de cantidades limitadas de vacuna para

la nueva influenza A (H1N1), se recomienda no reservar dosis de vacuna para segundas dosis

sino vacunar a los individuos no inmunizados.

La nueva vacuna no sustituye a la vacuna para la gripe estacional. Se recomienda utilizar

a ambas para lograr la más amplia protección y pueden administrarse el mismo día en distinto lugar.

La FDA y la OMS han seleccionado a la cepa viral A/California/07/2009 (H1N1) para la

obtención de las vacunas que se elaborarán durante este período.

- 15 de setiembre de 2009: 4 laboratorios productores de vacunas de influenza reciben la

aprobación de la FDA de las vacunas monovalentes de influenza A (H1N1) 2009 que podrán ser

utilizadas en la prevención de las infecciones por el nuevo virus pandémico. Tanto las vacunas

atenuadas como las inactivadas han sido formuladas con el virus A/California/07/2009 (H1N1)pdm.

Ninguna de las vacunas aprobadas por la FDA contienen adyuvantes, tanto la monovalente

para la cepa pandémica como las vacunas para las cepas estacionales. Es importante resaltar que

todas las vacunas para influenza disponibles en los EE.UU. en la temporada 2009-2010 han sido

producidas en huevos embrionados y contienen proteína de huevo residual.

- 24 de setiembre de 2009: se aprueban vacunas para la cepa pandémica en Australia,

China, Japón y en varios países de Europa.

Datos preliminares de inmunogenicidad y seguridad demuestran que son similares a las

vacunas de influenza estacional. Un estudio de inmunogenicidad con vacuna inactivada

monovalente de influenza A (H1N1) producida por CSL (Parkville, Victoria, Australia) ha

demostrado que en el día 21 posvacunación el título de anticuerpos es mayor a 1:40 (ensayo de

IHA) en 116 (97 %) de 120 adultos que habían recibido una dosis de 15 μg.

127

El National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID) ha presentado datos de un

estudio realizado en niños de 6-35 meses de edad, de 3-9 años y 10-17 años que han sido vacunados

con igual dosis (15 μg) de una vacuna inactivada monovalente de Sanofi Pasteur Inc). Los

resultados obtenidos demuestran que el 25 %, 36 % y 76 % respectivamente, presentaron niveles de

anticuerpos con títulos igual o mayor a 1:40 (IHA) luego de una única dosis.

El perfil de inmunogenicidad y seguridad es similar a la vacuna para la influenza estacional

y similares resultados han sido presentados por los otros laboratorios productores de vacuna

(MedImmune LLC, Gaithersburg, MD y Novartis Vaccines and Diagnostics, Limited, Liverpool,

UK, 2009, datos no publicados).

La circulación del nuevo virus ha comenzado a incrementarse en el hemisferio norte a partir

de setiembre y se espera que esta tendencia se mantenga. Si bien la vacuna para el nuevo virus

empieza a estar disponible a partir de mediados del mes de octubre como se preveía, aún es

insuficiente el número de dosis que se han producido.

La vacuna para la influenza estacional está disponible y deberá ser administrada a los

grupos con factores de riesgo según las directivas del Ministerio de Salud Publica. Se recomienda

vacunar con ambas vacunas (estacional y pandémica).

Uso de la vacuna monovalente para la influenza A (H1N1) 2009 en mujeres

embarazadas.

- 27 de octubre de 2009: el CDC y el ACIP expresan que las mujeres embarazadas deben

recibir vacunas inactivadas, la monovalente para la influenza A (H1N1) 2009 y la vacuna para la

influenza estacional inactivada, en cualquier momento del embarazo. Esto se debe al riesgo

aumentado que tienen de presentar complicaciones graves si se infectan con el nuevo virus de la

influenza A (H1N1) 2009. Consideran además que será muy importante la inmunidad que la

vacunación pueda brindar no sólo a las madres sino también a los recién nacidos. Dicha

recomendación se basa en los registros de seguridad que se tienen del uso de vacunas inactivadas

para la influenza estacional.

La capacidad de producción de vacunas es menor de la que se estimó inicialmente. Si bien

los estudios de inmunogenicidad han demostrado que una única dosis sería suficiente para inducir

una respuesta útil de anticuerpos -situación que duplicaría el número de personas que podrán ser

vacunadas- esta cifra es menos de la mitad de la población mundial actual.

128

Por otro lado, no todos los países tienen la capacidad de producir esta vacuna. EE.UU. junto

con Australia, Brasil, Francia, Italia, Nueva Zelanda, Suiza y el Reino Unido han realizado

inicialmente, una donación de 300 millones de dosis destinados a los países en desarrollo que no

podrán producir la vacuna. Se trabaja en la estrategia de distribución de las vacunas a más de 90

países.

Se destaca que todas las acciones con respecto a estrategias y planificación de la vacunación

con la vacuna para la influenza pandémica corresponden a las acciones que se están implementando

en el hemisferio norte, debido a que se encuentran en otoño-invierno y con la urgencia de vacunar a

la población cuanto antes.

Las estrategias que se implementarán en el hemisferio sur y especialmente en nuestro país

serán comunicadas cuando se conozcan. Debemos tener en cuenta que los meses en lo que se

recomienda la vacunación para la influenza A estacional y ahora también para la cepa pandémica

son marzo - abril de 2010. Información disponible en:

http://www.who.int/csr/disease/swineflu/notes/pandemic_influenza_vaccines_20090924/en/index.ht

ml

COMPOSICIÓN DE LA VACUNA PARA EL VIRUS DE LA INFLUENZA PARA SER

UTILIZADA EN EL HEMISFERIO SUR DURANTE EL AÑO 2010.

En función de la información epidemiológica y del desplazamiento que se ha evidenciado

del virus Influenza A (H1N1) estacional, se propone reemplazar a la mencionada cepa por el nuevo

virus pandémico Influenza A (H1N1) 2009 en la formulación de una vacuna trivalente conteniendo

a los otros dos virus de la influenza estacional. La vacuna será destinada a la inmunización de los

individuos que viven en el hemisferio sur y podrán estar expuestos a estos virus durante el próximo

invierno en esta región.

- virus Influenza A/California/7/2009 (H1N1) like

- vírus Influenza A/Perth/16/2009 (H3N2) like

- vírus Influenza B/Brisbane/60/2008 like

129

DOSIS NECESARIAS DE LA VACUNA PARA EL NUEVO VIRUS INFLUENZA A (H1N1)

2009.

Los niños menores de 9 años de edad deberán recibir 2 dosis de vacuna. La

segunda dosis se deberá aplicar al mes de la primera.

Los niños mayores de 9 años y adultos deberán recibir una única dosis de vacuna.

130

ANEXO. FICHA CLÍNICO–EPIDEMIOLÓGICA PARA LA NOTIFICACIÓN

E INVESTIGACIÓN DE CASOS

GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES MINISTERIO DE SALUD

FICHA EPIDEMIOLÓGICA PARA INVESTIGACIÓN DE CASOS. NUEVO VIRUS INFLUENZA A (H1N1) 2009

Definición de caso sospechoso s/ situación epidemiológica 06/05/09 Toda persona con Enfermedad Respiratoria Aguda Febril (Fiebre superior a 38ºC), con un espectro de enfermedad desde enfermedad tipo influenza hasta neumonía, con nexo epidemiológico con país afectado con transmisión humano a humano Datos De Identificación Del Paciente Apellido y Nombres:.. …………………………………........... Edad:........................................ Sexo……………..

Dirección: Calle y Nº............................................ ...Ciudad:.......................................................................................

Provincia:.........................................Tel:.........................................Ocupación............................................................

Domicilio Laboral ............................................................... Tel:...............................................................................

Datos de la Institución Médico:..........................................Hospital:...............................Tel:.........….............................................................. Correo electrónico:………………………………….................................................................................................... _____________________________________________________________________________________ Datos Epidemiológicos Recibió vacuna antigripal estacional previamente: No...... Si…..Fecha........../........../...........................................

Antecedentes de Viaje a Zonas afectadas 7 días antes de inicio de los Síntomas Si___No__

País o lugar de viaje:................................. Desde......./.........../........... Regresó ....../........./........................................

Línea Aérea en la que ingresó al país..........................................................................................................................

Nº de vuelo................................Fila y Nº de siento.......................................................................................................

Tuvo contacto con algún paciente sospechoso de influenza? Si........ No.........No sabe...............………………….

Nombre y Apellido del contacto con síntomas...........................................................................

Dirección y Nº telefónico del mismo............................................................................................................................

Contactos

Número de contactos Sin

Síntomas Con síntomas

Nombre y Apellido Tipo de relación* Domicilio Teléfono Qimioprofilaxis

131

* Convivientes, no convivientes, pasajeros. A los convivientes sintomáticos de grupo de riesgo llenar una nueva ficha, y realizar toma de muestra. DATOS CLÍNICOS (tildar lo que corresponda)

Fecha de inicio de síntomas ......../........./...........

Ambulatorio Si..........No..........

Comienzo de síntomas ........./........./............ Internado Si........ No...... Fiebre de 38 o mayor: Si.........No.......

Cefalea Si.........No.......

Mialgia Si.........No.......

Postración Si.........No.......

Coriza Si........ No....... Catarro de Vias Aereas superiores Si......No....

Dolor de garganta Si.........No.......

Tos moderada Si.........No.......

Tos intensa Si.........No.......

Nauseas Si....... No....... Vómitos Si....... No......

Diarrea Si........ No........

Rayos X de Tórax:

Si No Describir imagen:

Tratamiento antiviral: SI NO Cual:...........................................Dias de TTo: ………………….

DATOS DE LABORATORIO Fecha toma de

muestra Fecha de Procesamiento Resultados Observaciones

Hisopado nasal y faríngeo ANF Serología 1ra muestra Serología 2da muestra

EVOLUCIÓN Marcar con una X

Complicaciones: NO......... SI...... En caso afirmativo tildar opciones Neumonía viral Neumonía bact. Pleuresía Bronquitis Bronquiolítis Otitis Faringitis Miocarditis Pericarditis Endocarditis Glomerulonefritis Nefritis aguda Encefalitis Meningitis S. Guillain Barre S. Reye

Fecha De Alta ______/______/______

Condición al Alta: Derivado NO SI Hospital :

Fallecido NO Si Fecha fallecimiento ____/____/_____

Clasificación Final del caso:…………………………………………………………… Comentarios:…………………………………………………………………………… Firma y matricula del notificador:……………………………………………………….

132

GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES MINISTERIO DE SALUD

FICHA PARA ENTREGA DE MEDICACIÓN. INFLUENZA A (H1N1) 2009

Datos del Paciente Apellido y Nombres:.. ……..........………………………….. Edad:................ Sexo……….. Dirección: Calle y Nº.......................................................... Ciudad:................................... Provincia:................................................................. Tel:................................................ INDICACIONES (Marcar la indicación correspondiente y aclarar los factores de riesgo)

Pacientes internados con IRAG de cualquier edad

Casos ambulatorios de IRA con Factores de riesgo (FR)* para influenza A

Personas de 15-64 años que cumplan con la definición de caso sospechoso

Personas menores de 15 años CON clínica ó RX compatible con neumonía o neumonitis que NO requiera hospitalización y NO pertenezca a un grupo de riesgo

Personas que sean contactos estrechos de casos sospechosos y tengan Factores de Riesgo **

Personal de Salud que haya estado en contacto estrecho con caso sospechoso o confirmado y sin medidas de bioseguridad

* F.R:

** F.R:

Datos Epidemiológicos

Ambulatorio: Fecha de inicio de síntomas:.../..../....

Internado: Fecha de internación: ...../..../..... Hospital:......................................... Sala ............................ Diagnóstico :....................................................................... Comorbilidades:.................................................................. Dosis indicada: ................................................................... Médico:................................................................................ Firma y matrícula del profesional: …………………………

133

AFICHE DE DIVULGACIÓN PARA PREVENIR EL CONTAGIO DE LAS INFECCIONES RESPIRATORIAS

134

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