Comentario sobre el ensayo vallejiano de James Higgins

Vallejo es, sin duda alguna, el poeta del que ms se habl, se habla y se hablar. En realidad resulta poco relevante saber desde qu perspectiva se puede tratar una aproximacin crtica, a saber: literaria, psicolgica, sociolgica, filosfica, etc.; porque a lo que debemos sumarle real inters es ver la forma en que se abordan esas crticas y percatarse hasta qu punto mantienen la objetividad que amerita dicho trabajo. En el presente ensayo de Higgins, relucen varios temas (es obvio que no todos los posibles para abordar una crtica absoluta sobre la lrica vallejiana) con el afn de concatenarlos para llegar no a una conclusin, sino ms bien a una aproximacin crtica como resultado de su planteamiento. En primer trmino, debemos revelar la posicin sensu stricto como socialista en Higgins. En todo el ensayo se explaya, teorticamente, asumiendo su inclinacin hacia dicha postura. Se puede entrever la situacin histrica y su problemtica del cual fue parte Vallejo y de cmo se traslucen en el marco lrico del mismo. Ese es uno de los tpicos y que acta de leitmotiv en todo el ensayo. Empero, debemos connotar otro aspecto tambin solemne como es la forma en que Vallejo evidencia su existencialismo (en el sentido Kierkegaardiano, debido que es a este existencialismo al cual ms se asemeja. Recordemos los constantes conflictos intrnsecos de Kierkegaard cuestionndose sobre aspectos que repercutieron a su vida, cosas que le pasaron cuando nio su padre foment en demasa la ortodoxia religiosa que pregonaba). Estos son los dos ejes fundamentales donde radica la crtica. Sin embargo no dejemos escapar el caso que se plantea tambin al principio y lo retoma al final: la reivindicacin de Vallejo, tomndolo como un discurso vigente y, el ocaso del socialismo. Siendo de esta manera, el ttulo que lleva el ensayo, resultara en cierta medida ambivalente. Y por qu? Porque como lo mencionbamos; sin bien es cierto que el sentido histrico cultural, la poca y sus trivialidades, son tomados como referencia para que al final nos mencione que Vallejo estuvo en el ocaso de esa corriente o tendencia, nos resulta poco convincente por el mismo hecho que el autor plantea la situacin existencial como una forma tambin de realce. Debo aclarar que cuando me refiero a la condicin existencial de Vallejo, me dirijo explcitamente a la situacin que adopta sobre Dios, pasajes la Biblia y cosas afines. Pues como se ve, se vale de ellos para darle una cierta orientacin a su Yo potico, a su voz enunciadora. Marcado Vallejo por las circunstancias, por el ataque irremediable de la condicin del existir, nos muestra esa faceta donde la sensibilidad se mezcla con la audacia creadora que solo pocos llegan a concretar de manera suprema y sustancial. Esto ltimo es algo irrefutable. Tenemos Vallejo para rato.