Colombia La Memoria Para Construir Un Proyecto de Pais
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Presentado por: Luis Emiro Silva Perez Presentado a: Paola Mususo
Uniminuto Desarrollo Social Contemporáneo
COLOMBIA: LA MEMORIA PARA CONSTRUIR UN PROYECTO DE PAÍS
“El dolor desaparece cuando aparece el dolor de no tener memoria” (Uniminuto
2015). Hacer memoria es un proceso doloroso, más aun cuando se ha vivido en un
país violento como Colombia. La violencia ha cambiado la vida de muchas personas
en el país de un día para otro. Por ejemplo: Por desplazamientos forzados una familia
campesina se traslada del campo a la ciudad, y se pasa de tenerlo todo a no tener
nada, se pasa de disfrutar los ríos y quebradas a tener que ahorrar cada gota de
agua, ya que en la ciudad esté es un bien privado, se pasa de disfrutar las frutas de
los árboles, a mendigar para conseguir una y repartirla entre toda la familia, se pasa
de tener una familia unida a ser huérfano o viudo(a) o estar dispersos en diversos
lugares. Todo esto se desea olvidar, por eso cabe preguntarse ¿vale la pena tener
memoria o es mejor aceptar el dolor de no tener memoria?
Ahora, el dolor de no tener memoria es sutil, aceptable y casi imperceptible, ya que
se prefiere no recordar el pasado para centrarse en rehacer una nueva vida desde
cero. Pareciera que es mejor recordar los buenos momentos con nostalgia he ignorar
las causas y recuerdos que generan dolor. El dolor de no tener memoria busca
ignorar la realidad que nos agobia y hace pensar que nada podemos hacer para
cambiarla, así que ese dolor es volvernos conformes con nuestra realidad.
Si se acepta el dolor de no tener memoria, nunca seremos capaces de encontrar una
salida de fondo a los problemas que tiene el país y se termina por legitimar los
problemas que tenemos en Colombia y condenamos a otros a vivir dicha situación no
resuelta. Cabe recordar que la violencia en Colombia no solo proviene de la guerrilla,
“hoy la principal fuente de delitos en la sociedad colombiana es la delincuencia
común; no la delincuencia guerrillera ni la delincuencia del narcotráfico sino la
delincuencia común, hija de la ignorancia, del resentimiento, de la pobreza, de las
condiciones infrahumanas de vida y, por supuesto, fortalecida y perpetuada por la
impunidad” (Ospina s.f.), sin dejar de lado la violencia ocasionada por el gobierno, por
ejemplo los falsos positivos.
Por ende, el problema de fondo no es que haya violencia, sino las condiciones
sociales que han ocasionado que Colombia sea un país desigual, injusto, con
pobreza y sin educación. Estos problemas son los que han impulsado a las personas
a tomar decisiones que van en contra del beneficio social en busca de su
supervivencia. Este hecho ha sido generado por los dueños de las riquezas del país,
que solo buscan su beneficio individual y no el social.
Ahora, ¿Cómo hacer frente a los problemas de violencia? Esta pregunta es muy
compleja, actualmente se realiza unos diálogos de paz con la guerrilla de las FARC.
En éstos es necesario hacer memoria de los daños ocasionados y buscar la
restauración y restitución de las víctimas. Este es un proceso doloroso para los
afectados, ya que implica volver a recordar y vivir en cierta forma estos actos, y
esperan que se haga justicia. La historia reciente muestra como en varias ocasiones
el gobierno ha buscado encontrar esta paz, y como los grupos armados han sacado
provecho de los beneficios otorgados, pero han continuado con sus actos violentos.
Buscar soluciones a los problemas de violencia en el país a través de unos diálogos
trae grandes retos para la sociedad, la cual tiene que enfrentarse a la disyuntiva de
obtener justicia y de ofrecer beneficios que faciliten la entrega de las armas. Se
espera un buen final, pero en algo se tendrá que ceder para encontrar un camino que
nos lleve a la paz. Esta disyuntiva se vio reflejada con el desarme de los
paramilitares, en el cual los grandes infractores no recibieron penas considerables a
los daños ocasionados, pero por lo menos algunos sí pudieron enterrar a sus muertos
y algunos paramilitares se reinsertaron a la vida civil, aunque otros continuaron en
sus actos violentos mediante la creación de las Bacrim (Bandas criminales).
La historia nos enseña que las guerras nunca se han acabado por la vía las armas,
sino por la vía de acuerdos y diálogos. Los economistas, sociólogos y demás
profesionales indican que en una guerra nadie gana y que en un país en guerra la
economía se contrae y sin una buena economía es difícil salir de la pobreza. Así que
se hace necesario comenzar a crear caminos que nos lleven a salidas acordadas.
Pero estas salidas acordadas no deben venir solo del gobierno, más cuando este
busca su propio beneficio. Estas salidas deben venir de una sociedad organizada,
consiente de su memoria e historia.
Prada escribió: “la perversidad de los malos contó con el apoyo de la debilidad de los
buenos…” (Prado 1985). En la sociedad colombiana la muerte de aquellos que han
deseado y propiciado un cambio, tales como Jorge Eliecer Gaitán y Jaime Garzón ha
hecho que la debilidad de los buenos continúe, y se perpetúe a causa del miedo. Lo
que se necesita es comenzar a tener esperanza. En la película los Juegos del
hambre en relación con la esperanza dice: “Esperanza. Es lo único más fuerte que el
miedo”.
Por último, una forma para crear esperanza la encontramos en Hechos 2,42 “Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones” (RVR60). La unidad que presenta este
versículo presenta una alternativa para crear esperanza, dado que la debilidad de uno
se puede transformar en fortaleza cuando uno se encuentra unido con los demás.
Hay que recordar que esta unidad permitió que el cristianismo a pesar de todas las
persecuciones y asesinatos a los cristianos en el imperio romano continuara
promoviendo los valores de paz, amor, misericordia, unión etc., que necesite toda
sociedad que piense en generar un beneficio social. Claro está que este versículo
necesita su análisis hermenéutico de tal forma que sea aplicable en el contexto
colombiana.
Bibliografía
Ospina, William. «Colombia: El proyecto nacional y la franja amarilla.» s.f.
Prado, Juan. Los grandes protagonistas de la segunda guerra mundial Montgomery. Barcelona:
Ediciones Orbis S.A., 1985.
Uniminuto, Grupo de teatro. Recuerdo de violencia 27 de agosto de 2015. Corporacion Universitaria
Minuto de Dios, Bogotá.