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    Rev Esp Salud Pblica 2007; 81: 15-24 N. 1 - Enero-Febrero 2007

    COLABORACIN ESPECIAL

    Correspondencia:Josefa Moreno MarLaboratorio de Entomologa y Control de PlagasInstituto Cavanilles de Biodiversidad y Biologa EvolutivaUniversidad de ValenciaApartado Oficial 2208546071 Valencia

    Correo electrnico: [email protected]

    RESUMEN

    El objetivo del control de plagas urbanas es la mejora delbienestar de los residentes urbanos, la reduccin de las enfer-medades transmisibles, el mantenimiento de ambientes sanos,la creacin de infraestructuras urbanas que reduzcan los ries-gos, as como la reduccin de la exposicin a contaminantesbiolgicos, fsicos y qumicos y de sus efectos sobre la saluden el ambiente laboral y en la comunidad. En este sentido, y enrelacin con el control de plagas, es necesario disear progra-mas de control adecuados contra aquellas especies que adquie-ren la consideracin de plaga. Dadas las caractersticas de losambientes urbanos en los que se produce una convivencia casi

    permanente entre el ser humano y estas especies animales, laadopcin de un programa de lucha racional que permita redu-cir o eliminar la incidencia de estas plagas resulta imprescin-dible. Se analizan los criterios bsicos para el diseo racionalde programas de control que minimicen no slo las consecuen-cias negativas que se derivan de las plagas, sino tambin losriesgos derivados de la aplicacin de medidas para su control.

    Palabras clave: Control de plagas. Control biolgico deplagas. Programacin. Salud ambiental. Salud pblica.

    ABSTRACT

    Pest Control in UrbanEnvironments: Basic Criteria

    for a Rational Control Program Design

    The objectives of urban pest control are those ofimproving the welfare of urban residents, reducing contagiousdiseases, keeping healthy environments, creating urbaninfrastructures which will reduce risks, as well as reducingexposure to biological, physical and chemical contaminantsand their health-related effects in the working and communityenvironments. Given the characteristics of the urbanenvironments in which these animal species and man almostconstantly are sharing the same living space, it is absolutelyessential that a rational control program be adopted to combatthese pests which will make it possible to reduce or eliminatethe incidence thereof. An analysis of the basic criteria for therational design of control programs is provided in order tominimize not only the negative consequences stemming fromthese pests but also the risks entailed in the application of themeasures for their control.

    Key words: Pests control. Programming. Pest Control,Biological. Environmental Health. Public Health.

    EL CONTROL DE PLAGAS EN AMBIENTES URBANOS: CRITERIOS BSICOSPARA UN DISEO RACIONAL DE LOS PROGRAMAS DE CONTROL

    Josefa Moreno Mar, Mara Teresa Oltra Moscard, Jos Vicente Falc Gar y Ricardo JimnezPeydr.

    Laboratorio de Entomologa y Control de Plagas. Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biologa Evolutiva.Universidad de Valencia.

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    LAS CIUDADES COMOECOSISTEMAS

    La ciudad, definida por Sukopp y Wer-

    ner1

    como un centro de vida cultural ascomo de poder poltico, social y econmicoes un ecosistema artificial, creado y adapta-do a una nica especie, la humana. Sinembargo, el ser humano se ve obligado acompartirlo con un nutrido grupo de orga-nismos entre los que destacan los artrpo-dos y los roedores.

    Los artrpodos se han asociado con elser humano, sus actividades y construccio-

    nes desde el inicio de la historia2-6

    . Unambiente urbano es un mosaico heterog-neo de moradas residenciales, propiedadescomerciales, parques y otros tipos de insta-laciones que proporcionan una serie dehbitats que pueden ser utilizados por losartrpodos. Aunque se han realizado algu-nos estudios en algunos ambientes urbanoscomo los vertederos7, reas residenciales8,9

    o parques recreativos10-12 pocos se han cen-trado en las especies plaga13-16.

    Queda un argumento ms en favor delestudio del ecosistema urbano: su inevitabi-lidad17. Cualquiera que sean los criteriosestticos de la especie humana, la ciudad esun hecho que nos guste o no existe y salvoextincin catastrfica que borre al menos ala mayor parte de la poblacin mundial,existir durante mucho tiempo.

    Siguiendo a Robinson18, las biocenosis

    pueden separarse en dos grandes tipos: lasprimitivas o naturales (eubiocenosis) y lasculturales, que incluyen tanto a las agrobio-cenosis como a la antropobiocenosis. Lasprimeras corresponden al conjunto de orga-nismos que ocupan los agroecosistemas(zonas alteradas por el ser humano, habi-tualmente dedicadas a la agricultura, pas-tos, etc. en las que puede hablarse de unnivel medio o alto de alteracin) y lassegundas a los asentamientos humanos

    (ciudades, con un grado extremo de altera-

    cin). A su vez, stas contienen dos tipos debiocenosis: la domstica, que incluira a lafauna y flora propia del interior de las cons-trucciones (viviendas, edificios, etc.) y la

    peridomstica, en la que se incluira a losorganismos que viven en la ciudad fuera delas construcciones (jardines, zonas verdes,etc.). En realidad, ambos ambientes presen-tan factores abiticos muy diferentes entres, por lo que no es extrao que al margende algunas especies comunes, presentendiferentes biocenosis. Melic17 seala quedos de los rasgos caractersticos del ecosis-tema urbano, en comparacin con el entor-no natural, son una mayor temperatura y un

    menor grado de humedad ambiental. Engeneral, estas diferencias se acentan nota-blemente en el ambiente domstico respec-to al peridomstico, presentando el primerotemperaturas ms altas y estables y mayorsequedad (el ambiente climtico agradablepara el ser humano dista mucho de ser elideal para la mayor parte de los restantesorganismos). As, las especies xerotrmicassern mayoritarias en estos mbitos, espe-cialmente en el domstico. Comparativa-

    mente, muy pocos animales y plantas sondomsticos: la inmensa mayora de organis-mos urbanitas son peridomsticos.

    El conjunto de organismos que puedenser definidos como urbanos es difcil deprecisar, sobre todo porque la biocenosisurbana es una suerte de modelo ideal y confrecuencia resulta complejo decidir si unaespecie es, efectivamente, urbana o si esuna simple invasora accidental u ocasional

    de la ciudad. Esta distincin es fcil deefectuar en algunos casos (por ejemplo,todas las especies domsticas); en otros, elasunto es ms complicado, especialmente sitenemos en cuenta que la ciudad incluye unamplio abanico de hbitats muy diferentesentre s, formando una suerte de mosaico debiotopos dispersos con una oferta ecolgicamuy variable, tanto en el mbito domsticocomo en el peridomstico. Como indicaMelic17 una cloaca a gran profundidad, un

    stano hmedo, una cocina en el piso 20 de

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    un edificio, el jardn de una vivienda subur-bana, una factora situada en el corazn deun polgono industrial, un parque pblico,un solar vaco, un cementerio, la calzada de

    circulacin o las vas de comunicacinferroviaria, entre muchos otros, son hbitatspoco parecidos entre s que albergan unaflora y fauna muy diferente.

    En Espaa existen numerosos trabajos queintentan documentar la riqueza biolgica delecosistema urbano (domstico y peridomsti-co) relacionados con el estudio de los artr-podos urbanos19-37, pero slo algunos mues-tran el inters sanitario o econmico29-31 o

    versan sobre su biologa y control32-37

    .De lo dicho, se deduce que, a lo largo de

    la historia, las colectividades humanas hantransformado progresivamente el medioambiente y los ecosistemas primitivos, demanera que se ha llegado a la aglomeracinde la poblacin en ncleos de viviendas conuna creciente densidad de poblacin queplantea importantes modificaciones en elentorno, con incidencia sobre la dinmica

    de las especies animales que viven en lavecindad del ser humano.

    Como consecuencia de ello comienzan aaparecer plagas asociadas al almacena-miento de alimentos, la eliminacin deaguas residuales y desechos provocan laexpansin de ciertas especies e, igualmente,los cambios asociados a la urbanizacin, ala vida comunal y a las grandes densidadesde poblacin propician una mayor interrela-

    cin entre los seres humanos y los organis-mos nocivos.

    Podemos afirmar pues que se produceuna ruptura del equilibrio ecolgico primi-tivo en el que el sistema presa-depredador,entre otros factores, era capaz de mantenersituaciones de estabilidad respecto a lasespecies indeseables para el ser humano.

    A finales del siglo XX se da una circuns-

    tancia relevante y es que los tradicionales

    lugares de trabajo cambiaron. Las personastrabajan sobre todo en ambientes estancos,pasando gran parte de su tiempo en el inte-rior de edificios cerrados. Este hecho tam-

    bin es aplicable a los momentos de ocioque cada vez ms se producen en el interiorde espacios destinados a ello y de los pro-pios hogares. Se estima que el 90% denuestra vida la pasamos en lugares cerradoscon lo que resulta primordial garantizar lacalidad de vida en estos sitios, manteniendouna buena calidad del aire o limitando laexposicin a peligros potenciales.

    El incremento de la temperatura interior

    y de la humedad relativa del aire ha creadounas condiciones favorables a una ampliavariedad de insectos y caros. El aumentode las afecciones asmticas, tanto en lospases desarrollados como en los pases envas de desarrollo, puede ser la primera delas mltiples reacciones de los seres huma-nos a unos ambientes con aire en malascondiciones y a la exposicin de alrgenosen interiores.

    Durante la historia de la evolucinhumana numerosas especies de insectos ycaros se han ido adaptando a los hbitatsnicos y a las condiciones creadas por el serhumano en sus hogares. Este grupo de orga-nismos ha realizado con xito el paso desdelos hbitats naturales y agrcolas a losambientes urbanos. Esta transicin se vefavorecida por la habilidad de estos artrpo-dos de utilizar las fuentes de alimento aso-ciadas al ser humano. Han desarrollado una

    tolerancia a rangos de humedad y tempera-tura caractersticos de los ambientes huma-nos, pero no del ser humano propiamentedicho. Algunos de estos animales se hanestablecido en los alrededores de las estruc-turas creadas por el ser humano, otros sehan adaptado a vivir en el interior de ellas,en contacto directo con las personas o losanimales domsticos.

    En algunos casos, las especies plaga de

    los ambientes urbanos son poblaciones

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    reservorio de los ambientes naturales oagrcolas, mientras que en otros estn repre-sentadas exclusivamente por las poblacio-nes domsticas. El nivel de adaptacin de

    estas especies es tan variable como sudiversidad. La mayor parte de ellas sonartrpodos - insectos y arcnidos -, aunquetambin existen mamferos - principalmen-te roedores - y aves.

    Tal y como seala Robinson18 para algu-nas de estas especies las condiciones que enun momento dado fueron favorables para sutransicin y establecimiento en el mediourbano han cambiado y su presencia como

    plaga ha disminuido. Por ejemplo, elempleo durante el siglo XIX de pieles ypelo de animales para revestir muebles ysuelos propici el aumento de las poblacio-nes de escarabajos de las alfombras y depolillas, mientras que posteriormente lasustitucin de estos elementos naturales pormateriales sintticos como el nylon provocla desaparicin de la fuente de alimentopara estos insectos y por tanto sus poblacio-nes se hallan en franca regresin, siendo

    actualmente considerados plaga rara vez.

    Sin embargo, para otras especies las con-diciones en los ambientes domsticos hancambiado a mejor. Cuando los perros ygatos domsticos permanecan normalmen-te fuera de la casa y los suelos eran demadera, las pulgas no eran un problemahabitual. Pero actualmente, muchos anima-les domsticos viven en el interior de nues-tros hogares y en muchas de estas casas hay

    alfombras y moquetas, por lo que los pro-blemas de pulgas son mucho ms frecuen-tes que hace unos aos.

    La condicin de especie plaga de losartrpodos en los ambientes urbanos estbasada en varios criterios, todos ellosdependientes del tipo de dao que ocasio-nen al ser humano - si estropean sus tejidos,sus alimentos o sus estructuras, si le trans-miten patgenos o si le producen picaduras

    dolorosas o reacciones alrgicas -. La cate-

    gora de plaga se fundamenta en su presen-cia en interiores en un nmero considera-ble, y su permanencia en el exterior en unacantidad suficiente para representar un per-

    juicio.Otros de los problemas importantes oca-

    sionados por artrpodos son las alergias. Laalergia ms comn es la que producen loscaros del polvo, seguida de las alergias acucarachas. Se estima que el 17% de lapoblacin humana est afectada. La hiper-sensibilidad a insectos es unos de los pro-blemas de salud ms importante actualmen-te, ya que el tratamiento de estas alergias

    requiere elevados gastos mdicos18

    .Otro de los grandes inconvenientes que

    producen los artrpodos es la llamada ento-mofobia o sensacin de miedo y pnicoante la presencia de insectos o arcnidos.Principalmente lo producen las araas einsectos picadores como las avispas, aun-que existen casos de fobias a cualquierartrpodo.

    En resumen, en los ambientes urbanos,se presenta una fauna muy variada que ejer-ce efectos tanto beneficiosos como perjudi-ciales, por lo tanto pueden producirse situa-ciones de rechazo sin distinguir claramenteentre lo que podramos denominar faunanociva (plagas, fundamentalmente) y faunabeneficiosa (en algunos casos origen tam-bin de algunos problemas de salud comolas fobias).

    LA NECESIDAD DE DISEARPROGRAMAS DE CONTROL

    El objetivo del control de plagas urbanases la mejora del bienestar de los residentesurbanos y la reduccin de las enfermedadestransmisibles, lo que puede lograrse enparte por medio de ciertas modificacionesdel medio urbano fsico y social mediante elempleo de ciertas medidas como el estable-

    cimiento de sistemas de prevencin, la cre-

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    acin de ambientes sanos (viviendas, insta-laciones recreativas, lugares de trabajo)especialmente en zonas densamente pobla-das, la creacin de infraestructuras urbanas

    que reduzcan los riesgos y establezcan unarelacin ms equilibrada entre las ciudadesy sus alrededores o la reduccin de la expo-sicin a contaminantes biolgicos, fsicos yqumicos y de sus efectos sobre la salud enel ambiente laboral y en la comunidad. Eneste sentido es necesario disear programasde control adecuados contra aquellas espe-cies que adquieren la consideracin deplaga. Dadas las caractersticas de losambientes urbanos en los que se produce

    una convivencia casi permanente entre elser humano y las plagas, la adopcin de unprograma de lucha racional que permitareducir o eliminar la incidencia de estasespecies resulta imprescindible.

    Uno de los aspectos clave lo encontra-mos en la adopcin de medidas estructura-les y ambientales en el sentido dado por laOrganizacin Mundial de la Salud38-40. Esteorganismo define lo que denomina ordena-

    miento del medio como la planificacin,organizacin, realizacin y vigilancia deactividades para la modificacin y/o altera-cin de factores ambientales, o su interac-cin con el ser humano, con el propsito deprevenir o disminuir al mnimo la propaga-cin de vectores y reducir el contacto entreel ser humano, vector y agente patgeno.

    Existen diversas formas de ordenamien-to del medio38 entre las que cabe destacar

    las siguientes:

    Modificacin ambiental, que incluyecualquier transformacin fsica permanen-te o duradera en la tierra, agua o vegetacin,dirigida a prevenir, eliminar o reducir loshbitats de vectores sin causar efectosadversos excesivos en la calidad delambiente humano; es el caso de la mejorade la red de alcantarillado, terraplenes,nivelacin de tierras, etc..., medidas todas

    ellas con carcter permanente aunque nor-

    malmente requieren un manejo apropiado yuna buena conservacin.

    Manipulacin ambiental, consistente

    en cualquier actividad peridica planifica-da dirigida a originar condiciones tempora-les desfavorables para la cra de vectores ensus hbitats. Esto incluira, por ejemplo, laregulacin de los niveles de agua en losfocos de cra o la eliminacin de la vegeta-cin.

    Modificacin o manipulacin de loshbitos o comportamiento humanos, quenos permita reducir el contacto entre el ser

    humano, los vectores y los posibles agentespatgenos: ubicar la vivienda lejos de losfocos de cra de vectores, edificios protegi-dos contra mosquitos, roedores y demsplagas, medidas de proteccin personal y lainclusin de barreras mecnicas para dismi-nuir o evitar el contacto entre los vectores yel ser humano, entre otras posibilidades.

    Esta idea del ordenamiento del mediocomo mtodo de lucha perdi mucha fuerza

    con la aparicin y posterior desarrollo delas medidas qumicas. Pese a los espectacu-lares resultados iniciales de los plaguicidasde accin persistente y amplio espectro, losgraves problemas que los mismos ocasio-nan estn llevando a la reduccin paulatinaen el empleo de mtodos de control qumi-co, favoreciendo la inclusin de otros entrelos que destacan las medidas del ordena-miento del medio, ya que facilitan un con-trol duradero, sin peligro de toxicidad a

    largo plazo y que adems rinde beneficiosal desarrollo socioeconmico.

    Las soluciones a todos estos problemastienen que venir de todos los niveles de laorganizacin social sin exclusin alguna.Aunque est claro que los pases desarrolla-dos se hallan ms adelantados en cuanto apolticas y movilizacin de recursos, lasnecesidades y las soluciones a estos proble-mas varan enormemente de un pas a otro,

    incluso de una ciudad a otra, por lo que en

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    la mayora de los casos las soluciones noson extrapolables, debiendo afrontarlosteniendo en cuenta las particularidades decada uno.

    La mejora del medio urbano y por consi-guiente de la salud ambiental urbana exigeuna actuacin conjunta en muchos sectoresy la intervencin de organismos pblicos,privados y comunitarios. Una de las respon-sabilidades de las entidades gobernantes esvelar por la coordinacin entre las partesimplicadas, aumentando as la eficacia yreduciendo los costes finales.

    Cada vez ms, la sociedad est ms con-cienciada sobre los efectos que provocan enel medio ambiente los productos qumicosen general y los plaguicidas en particular. Elimpacto del uso de plaguicidas en el aguapotable y en la produccin de alimentos, ascomo su empleo indiscriminado en hogaresy zonas verdes de las grandes ciudadescomienza a ser un problema social cada vezms significativo. En el caso del control deplagas en medios urbanos los plaguicidas

    utilizados en hogares y en edificios pblicosincrementan la exposicin potencial a estassustancias en los lugares donde la gente vivey trabaja. Desde hace ya algunos aos lapoblacin se pregunta si no existen manerasde reducir o eliminar el uso de plaguicidasen las zonas urbanas, lo que ha llevado a laintroduccin de lo que se denomina controlintegrado de plagas y al diseo de progra-mas de control propiamente dichos.

    En la visin actual de control de plagasel objetivo fundamental es crear y mantenersituaciones que impidan que las especiesanimales causen problemas de importancia,evitando el establecimiento o la disemina-cin de las mismas y manteniendo laspoblaciones a un nivel que no provoquedao o que ste sea escaso, teniendo siem-pre en cuenta que el coste debe ser el menorposible y que el riesgo para el ser humano,los animales o el medio ambiente, debe ser

    tambin el mnimo posible.

    CRITERIOS BSICOS EN LADEFINICIN DE PROGRAMAS

    DE CONTROL

    El uso equilibrado de todos los mtodosde control disponibles se conoce comoControl Integrado de Plagas (IPM). La ideaes simple. Se usan todos los medios de con-trol y prevencin disponibles para evitarque las plagas alcancen el umbral de dao.Los plaguicidas qumicos se usan slocuando son necesarios. El objetivo es man-tener una calidad aceptable bajos ndicesde infestacin minimizando los costes yevitando los efectos adversos que los pla-

    guicidas pueden ocasionar en el medioambiente.

    Una de las dificultades con las que seencuentran este tipo de programas es que amenudo resulta complicado precisar cul esel nivel mximo tolerado de cada especieplaga en un lugar determinado ya que, adiferencia de las plagas agrcolas, no slohay que tener en cuenta criterios econmi-cos, sino que se incluyen otros factores

    como la salud de personas y animales, oincluso criterios estticos que varan porcompleto dependiendo de cada situacin.

    En el medio urbano resulta difcil calcu-lar los umbrales lmite de tolerancia a cadaplaga. Aunque pueden calcularse los costesde unas medidas potenciales de control escomplicado, sino imposible, asignar unvalor real a las consecuencias, econmicaso no, de cada infestacin. Aunque existen

    excepciones notables a este hecho, caso delos xilfagos como las termitas, para losque los costes de reparacin pueden calcu-larse rpidamente, en la mayora de loscasos los daos son tan relativos que nopueden cuantificarse. Adems, estos nivelesde tolerancia son totalmente variablessegn los lugares o las situaciones concre-tas; por ejemplo, la presencia de cucarachaspuede tolerarse en algunas zonas, mientrasque en las reas de preparacin de la comi-

    da o en las zonas de consumo de la misma

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    resulta totalmente inaceptable su presencia,pudindose entonces hablar de toleranciacero. De ah la necesidad de disear progra-mas de control integrado para cada caso o

    situacin concreta, programas que debenofrecer soluciones a largo plazo, reducien-do los costes asociados y la cantidad de pro-ductos qumicos incorporada al medioambiente.

    Las actuaciones tipo Desinfeccin, Des-insectacin y Desratizacin (DDD) handesempeado un papel esencial en la erradi-cacin de enfermedades que constituanverdaderas epidemias, empleando para ello

    fundamentalmente la lucha qumica. Laaproximacin a las plagas urbanas y su con-trol exige un planteamiento tcnico cualifi-cado que aproveche los avances y conoci-mientos de las ciencias que estudian lascaractersticas biolgicas, ecolgicas y eto-lgicas de los organismos biolgicos. Esevidente que esta aproximacin rigurosaposibilitar una mejor comprensin de esascaractersticas y de las estrategias de cadaespecie, pudiendo ajustar de esta forma las

    intervenciones de control que no slo hande apoyarse en mtodos qumicos, sino enmedidas y acciones que frenen el desarrolloy expansin de una determinada poblacin.Al considerar una especie determinada hayque conocer su medio ambiente y las inte-rrelaciones que all se establecen. Debemosrecordar aqu que las especies no se distri-buyen al azar, sino que ocupan espaciosdefinidos en el ecosistema donde viven y sedesenvuelven: su hbitat. Conocer los

    patrones de distribucin de una poblacines singularmente til, ya que la planifica-cin del muestreo ha de realizarse en fun-cin de este dato, con objeto de conoceracertadamente la densidad de esa pobla-cin. Otro aspecto muy importante a consi-derar es el conocimiento de la etologa delas especies. En este comportamiento tieneuna importante misin la comunicacinentre los individuos de una determinadapoblacin, comunicacin que no obedece

    nicamente a mecanismos de conducta,

    sino que estn regidos en muchas ocasionespor mecanismos fisiolgicos de naturalezabien distinta: comunicacin hormonal (sus-tancias hormonales propias de la especie) o

    comunicacin nerviosa (se basa en percep-cin de estmulos especficos, visuales,auditivos, etctera).

    Siguiendo el criterio de la OrganizacinMundial de la Salud41 todo programa decontrol integrado de plagas debera contem-plar al menos los siguientes puntos:

    La redaccin de un proyecto o plande trabajo, donde se especifiquen los objeti-

    vos para cada seccin o lugar a tratar. Adopcin de medidas de ordena-

    miento del medio (empleo de barreras,mejora y acondicionamiento de instalacio-nes, etctera).

    Realizacin de muestreos de formasistemtica, ya que un conocimiento previodel estado de cada plaga poblacin, distri-bucin, estados de desarrollo en cada

    lugar en concreto, ayuda a realizar accionespreventivas que eviten daos innecesarioscon el consiguiente ahorro de tratamientosposteriores.

    Anotacin de datos y resultados.Anotar y procesar todos los datos disponi-bles, anteriores y posteriores a los trata-mientos, ayuda en gran medida a conocer elcomportamiento y la evolucin de cadaespecie plaga en cada hbitat, lo que permi-

    te la adopcin de medidas preventivas.

    Conocimiento e informacin. Es pri-mordial conocer tanto los medios como losproductos empleados en cada tratamientopor que esto evita cometer errores en laaplicacin que pudieran conllevar unempleo excesivo o inadecuado de plaguici-das.

    Como premisa se debe dejar claro que,

    sin un conocimiento previo de la biologa

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    de una especie, la ejecucin de un buen pro-grama de control se har inviable.

    Para el establecimiento de un programa

    de control, sea cual fuere la plaga, se debe-ran tener en cuenta siempre las siguientesetapas:

    Identificacin: Es imposible inten-tar controlar cualquier plaga hasta que laespecie haya sido correctamente identifica-da, lo que conlleva el conocimiento de unabiologa concreta.

    Planificacin: Una vez conocida la

    plaga, hay que determinar las medidas decontrol. En esta etapa debemos escoger losmtodos de aplicacin y materiales msconvenientes, se deben determinar las reasque deben ser tratadas y todos aquellosaspectos prcticos a considerar.

    Aplicacin de medidas de control:Una correcta identificacin y una buenaplanificacin podran asegurar que lasmedidas de control actuaran rpida y efi-

    cazmente. Evidentemente las medidas decontrol adoptadas han de depender de laplaga que debe ser controlada e incluyentanto medidas qumicas como medidas noqumicas.

    Evaluacin: Es extraordinariamenteimportante determinar el xito o fracaso delas medidas de control efectuadas.

    Mantenimiento: La mayora de las

    medidas de control muestran un efectobeneficioso del mismo dentro de un interva-lo de pocos das, pero probablemente pasealgn tiempo hasta que se pueda erradicarel problema, lo que obliga a tomar medidasde mantenimiento de forma permanenteque a menudo son necesarias.

    Un programa de control debe contemplarobviamente la correcta identificacin de laplaga, pero adems un perfecto conoci-

    miento de los mtodos o tcnicas de con-

    trol, la evaluacin de los beneficios y ries-gos de cada mtodo, la seleccin del mto-do ms efectivo y menos peligroso para elser humano y para el medio ambiente, utili-

    zar varios mtodos cuando sea posible,emplear cada tcnica correctamente, cum-plir la legislacin vigente y, por supuesto,evaluar los resultados del programa. Nodebemos olvidar que dado que el mbito deactuacin son los ncleos urbanos y suentorno, la incidencia de las medidas decontrol sobre la poblacin es mucho mayorque en el control de otras plagas como lasagrcolas, por lo que su aplicacin debeestar sometida a un control ms riguroso.

    La aproximacin a las plagas urbanas ysu control exige un planteamiento tcnicocualificado que aproveche los avances yconocimientos de las ciencias que estudianlas caractersticas biolgicas, ecolgicas yetolgicas de los organismos biolgicos. Esevidente que esta aproximacin rigurosaposibilitar una mejor comprensin de esascaractersticas y de las estrategias de cadaespecie, pudiendo ajustar de esta forma las

    intervenciones de control que no slo hande apoyarse en mtodos qumicos, sino enmedidas y acciones que frenen el desarrolloy expansin de una determinada poblacin.

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