Clot Trabajo y Precariedad Laboral

download Clot Trabajo y Precariedad Laboral

of 8

Transcript of Clot Trabajo y Precariedad Laboral

  • 7/23/2019 Clot Trabajo y Precariedad Laboral

    1/8

    CRISIS Y PRECARIEDAD VITAL.

    Trabajo, prcticas sociales y modos de vida enFrancia y Espaa

    Benjamn Tejerina, Beatriz Cavia, Sabine Fortino yJos ngel Calderon (Editores)

    2013

    Valencia: Tirant lo Blanch

  • 7/23/2019 Clot Trabajo y Precariedad Laboral

    2/8

    INTRODUCCIN. Benjamn Tejerina, Beatriz Cavia, Sabine Fortino y Jos Caldern,4PARTE I......................................................................................................................... 25DE LA PRECARIEDAD DEL EMPLEO A LA PRECARIEDAD DEL TRABAJO... 251. La construccin de lo precario: la investigacin sobre la precariedad en la literaturasociolgica espaola y algunas aportaciones sobre sus derivas. Beatriz Cavia y MaraMartnez .......................................................................................................................... 262. La emergencia de una precariedad subjetiva en los asalariados estables. DanileLinhart............................................................................................................................ 423. Trabajo, precariedad y salud. Yves Clot..................................................................... 544. Los suicidios relacionados con el trabajo: un indicio de su precarizacin? PascaleMolinier.......................................................................................................................... 595. La regulacin paradjica del trabajo y el gobierno de las voluntades. AmparoSerrano, M Paz Martn y Eduardo Crespo..................................................................... 726. Gnero y precariedad en Francia: hacia el cuestionamiento de la autonoma de lasmujeres? Sabine Fortino................................................................................................. 927. La precariedad laboral en espaa: es cosa de mujeres? Teresa Torns.................... 108PARTE II ...................................................................................................................... 123DE LA CRISIS DE LAS INSTITUCIONES A LA PRECARIEDAD VITAL........... 1238. Malestares del tiempo. Ramn Ramos Torre........................................................... 1259. Precariedad y modelos de consumo: la sociedad de bajo coste. Luis Enrique Alonso...................................................................................................................................... 14110. La precariedad de los inmigrantes en Espaa: la construccin de la fragilidad de unnuevo sujeto. Lorenzo Cachn..................................................................................... 15611. Jvenes, sindicatos y reorganizacin productiva: el caso espaol. Pablo Lpez Calle...................................................................................................................................... 172

    12. La huelga de los trabajadores sin-papeles en Francia : el asalariado encastradorevelado por sus movilizaciones. Collectif ASPLAN.................................................. 18613. De la desestabilizacin subjetiva a la solidaridad. Jos ngel Caldern.........Error!Marcador no definido.14. Precariedad y accin colectiva en la movilizacin altermundialista. Reinterpretaciny resignificacin de la vida en precario. Benjamn Tejerina y Andrs G. Seguel..Error!Marcador no definido.POSTFACIO. Juan Jos Castillo ....................................Error! Marcador no definido.Autores/as .......................................................................Error! Marcador no definido.

  • 7/23/2019 Clot Trabajo y Precariedad Laboral

    3/8

    3. Trabajo, precariedad y salud.

    Yves Clot

    1. La funcin psicolgica del trabajo

    Como es sabido, en nuestro mbito nos hemos centrado en actualizar la funcinpsicolgica del trabajo (Clot, 1995, 1999) contra las facilidades ofrecidas por lascuestiones en torno a la desaparicin del valor trabajo. Incluso hemos desechado la

    posibilidad de hacer el duelo del trabajo tal y como nos invitaban a hacerlo hace 10 15 aos. Y lo hemos hecho por unas razones clnicas y sociales con fundamento: elrechazo de esta categora psicolgica para pensar la exclusin social, el rechazo a

    transformar la injusticia padecida en patologa. El duelo de una persona querida, alconfrontarnos con la muerte, nos inscribe en la condicin humana, pero la exclusin deltrabajo social nos expulsa de esta condicin humana. Hemos planteado la idea que elhecho de verse apartados del trabajo en el marco del desempleo masivo haca que variosmillones de personas corrieran el riesgo de verse excluidas de lo real. La idea era que la

    precariedad de la exclusin se traduca en una ociosidad peligrosa porque precisamentesta no consiste en no hacer nada sino en repetirse una y otra vez que uno se sienteimpotente personal y socialmente con unos costes subjetivos desmesurados. Estosefectos psquicos de la exclusin conllevaban para nosotros el riesgo de caer, medianteel resentimiento, en la rumia de venganzas imaginarias, el odio hacia el otro quecomienza con el odio hacia uno mismo.

    Como contrapunto, la funcin psicolgica del trabajo consiste precisamente enimpedir caer en una temporalidad estrictamente subjetiva, encarcelada, privada de las

    pruebas gracias a las cuales el tiempo social propone una historia posible para lasubjetividad. El trabajo, como decamos, es el desmarcarse de uno mismo, el salirse deuno mismo para ser ms uno mismo, es la adopcin de una actitud simblica que distamucho de ser una renuncia a uno mismo. Revela la inscripcin del sujeto entre sussemejantes en la cadena de las generaciones mediante las obras a continuar, los objetos,las instituciones, las tcnicas o los lenguajes. Estas obras lo lastran. Son el hombre

    fuera del sujeto, escriba Malrieu (1978, p. 266) y tambin finalmente dentro de l,podramos convenir en aadir. Cada uno puede encontrar en sus obras la garanta que su

    vida subjetiva tiene una historia posible, la de descubrir un super-destinatario(Backhtine, 1984) del esfuerzo consentido, la garanta vital de que no resulta superfluo.En el fondo, encontramos la fuerza de la propuesta de H. Wallon: en el trabajo, cadauno puede contribuir mediante servicios especficos a la existencia de todos con el finde garantizar la suya propia (Wallon, 1982, p. 203). Aunque nadie resulte tan ingenuocomo para pensar que la dominacin de algunos pueda pasar desapercibida, da igual: enel trabajo uno es partcipe de una historia que no es nicamente la suya. La existencia detodos, del conjunto de seres humanos, es entonces el horizonte transpersonal del trabajohumano, la produccin de un mundo y de una historia, la implicacin en un trabajo decultura, utilizando los trminos de Freud (1995,) muy en la lnea de Vygotski (2003;Clot, 2002). Vayamos hasta el final: no poder librarsea este trabajo, del que todo elmundo sabe que no se reduce a la tarea prescrita, puede hacer que uno se ponga malo o,cuanto menos, expone a los que resultan apartados a tomrselo mal como diramos en

  • 7/23/2019 Clot Trabajo y Precariedad Laboral

    4/8

    lenguaje popular. Precariedad, exclusin y riesgos para la salud fsica y mentalestn aqu relacionados por unos crculos viciosos que demasiado a menudo resultanmrbidos.

    2. La precariedad vista de cerca

    No pienso que se deba contradecir este anlisis que hace el balance de los daoscausados por la prdida del trabajo por parte de los ms precarios. Pero cabe reconocerque cuanto menos merece ser completado. En este sentido, los trabajos de G. Le Blanc,como continuacin de otros, nos pueden ayudar, aunque sea con una cierta radicalidad.

    Nos muestran dos cosas: la primera es que la precariedad vivida no es unilateralmenteesta desvitalizacin. Es precisamente porque el sentimiento de futilidad social vivido

    por los precarios y los excluidos es un verdadero suplicio que el hombre precario,

    segn su frmula, puede llegar a mostrar en ocasiones una vitalidad incluso

    desesperada que supera la del trabajador corriente corrodo por la pasividadcotidiana que le consume en el trabajo. La vida del precario es un intenso trabajopsquico. De ah que se deba ver la precariedad como una prueba de reduccin de lanormatividad de las vidas y de los modos de fabricacin de lo humano considerndolocomo la creacin de un modo de vida singular, disminuido pero original, pudiendo darlugar al mismo tiempo a unas posibilidades de vida y de humanidad insospechadas.(2007 p. 286). E incluso ms all de la realizacin de las vidas normales en situacin

    de trabajo ordinario.

    De hecho, si la precariedad puede verse ante todo como una precarizacin de lacreatividad, un impedimento vital, se convierte en la lupa que nos permite ver mejor,

    paradjicamente, el propio trabajo humano. Es la segunda aportacin del trabajo de G.Le Blanc. El soltar lastre que comentbamos previamente comienza efectivamente en elmismo trabajo.

    3. Vuelta al trabajo: salud y eficacia

    Comienza cuando ste ya no es una historia humana que hay que perseguir, laaportacin que se puede realizar y depositar en el lote comn. Comienza cuando stees tambin desocupacin; lo que hay que llamar trabajo en apnea, esta respiracin

    prohibida que asfixia la actividad. En el estudio clnico de la actividad, hemosaprendido a ver hasta qu punto el embotamiento psicolgico poda venir justo acontinuacin de la sobreactividad. Sabemos tambin que la intensificacin operativa esun tiempo psquico improductivo, un tiempo muerto diezmado por las obsesiones y

    las tiranas del corto plazo. Una cierta intensificacin del trabajo hace que la intensidad,por otra parte necesaria, de la implicacin de los trabajadores disminuya, no sin causarperjuicios, aunque no siempre ni en todas partes sea as.

    La eficacia del trabajo representa, en cambio, todo lo contrario de estaintensificacin ficticia. Porque, en el fondo, el buen trabajo requiere actualmente

    encontrar el ocioen el propio trabajo, pensar y volver a pensar en lo que hacemos (DuTertre, 2005). Este ocio es el tiempo que se pierde para ganarlo, el hecho de imaginarse

    lo que se poda haber hecho y lo que habr que volver a hacer, uno mismo y con losotros. La calidad del trabajo es actualmente indisociable del hecho de conseguir tener

  • 7/23/2019 Clot Trabajo y Precariedad Laboral

    5/8

    tiempo libre en el mismo tiempo de trabajo. Y ello, incluso cuando el as llamadotiempo libre se entiende tantas veces como un mbito aparte en la vida personal ysocial, que se asigna a lo que se hace fuera del trabajo. La calidad del trabajo se vereforzada paradjicamente cada vez ms por la interrupcin de la accin, all donde laactividad se detiene para hacer retroceder sus lmites, en la disponibilidad conquistada

    medianteel resultado, ms all de lo que ya se ha hecho y de lo que ya se ha dicho.El tiempo liberadopara volver sobre los actos de uno, juzgarlos con el colega detrabajo, incluso discrepando de l, contra su jerarqua y tambin con sta, se convierteen una condicin para poderse reconocer en el trabajo que uno hace. Porque es la

    posibilidad preservada de sorprenderse, la curiosidad alimentada por el intercambio enel seno de colectivos humanos orientados hacia lo real; esta realidad que resiste tan bienfrente a las ideas recibidas. El pensamiento circula por ella entonces para progresar. Enotras palabras, el trabajo contemporneo invita a disfrutar del placer de descifrar,mientras que al mismo tiempo, demasiadas veces se ve sometido al nico mandato deevaluar.

    Asimismo, este placer no se externaliza sin riesgos. Cuando a la actividadprofesional le falta el aliento, sta termina por fastidiarnos la vida en su totalidad. Suinfluencia es grande (Gadbois, 1979). Aquello que no se puede hacer en el tiempo detrabajo intoxica los otros mbitos de la existencia. As, el tiempo libre , expulsadofuera del trabajo se transforma en tiempo muerto. Cuando la actividad ordinaria se vesistemticamente contrariada, rebajada y finalmente deshecha, la vida en el trabajo, queen primer lugar es inconcebible, se convierte en indefendible por parte de los que selibran a ella. Les puede invadir entonces un sentimiento de futilidad y deinsignificancia. As es como la sobreactividad profesional resulta compatible con unadeterminada forma de ociosidad psicolgica. Ms all de un determinado umbral, laintensificacin ficticia del trabajo deja la vida en barbecho privndola paradjicamente

    de toda intensidad real. (Clot, 2006). Es sin duda lo que G. Le Blanc ha llamado la enfermedad del hombre normal (2004). Ah es dnde radica la principal fuente delmalestar existente en el trabajo actual.

    Porque el valor del trabajo realizado cada da no se encuentra nicamente en loque se hace sino en lo que se puede aprender hacindolo cada vez y en lo queimaginamos que podemos intentar al volverlo a hacer. Es as solamente que nosreconocemos. Sin duda, este forma de ocio no est desprovista de fatiga. Porque el

    precio a pagar para que represente una liberacin con respecto a la organizacin deltrabajo es la implicacin en otra historia diferente de la historia personal de cada uno.Este tiempo libre no est libre de esfuerzo. Porque a los que trabajan, el hecho deinscribir su propia actividad en la memoria colectiva de un entorno les supone unesfuerzo. Pero esto hace que ellos mismos defiendan el trabajo que hacen, es lo quehace que una vida profesional valga la pena de ser vivida. El hecho de poderse sentircontable de una memoria profesional, parte comn del trabajo, de la que cada uno puedesacar algo y en la que cada uno puede depositar tambin lo que ha hallado, es un resortesubjetivo muy activo en el trabajo contemporneo. Es tanto ms vital como que elobjeto de la actividad se aleja de la cosa industrial que, de algn modo, lo lastraba. Elmaltrato de esta estiba con respecto a una historia colectiva en la que nos podemosreconocer se encuentra sin duda en el origen de numerosas situaciones profesionales

    patgenas.

    4. El trabajo es lo que es precario

  • 7/23/2019 Clot Trabajo y Precariedad Laboral

    6/8

    Es por ello que, desde el propio punto de vista de la funcin psicolgica deltrabajo, comparto las conclusiones de G. Le Blanc: la diferencia ya no est entre tener o no tener trabajo sino entre ser precario o no serlo en el trabajo o fuera delmismo. Esta divisin es la que altera las fronteras entre trabajo y no trabajo, la

    precariedad ya no es un estatus sino una condicin social situada entre la inclusin y laexclusin; una condicin social que une la exclusin y la inclusin a travs del hilo dela amputacin del poder de actuar, de la actividad contrariada, de la actividad rebajada.Y ello puede deberse a otra razn. De hecho, la exclusin comienza en el interior deltrabajo porque ya no son nicamente los sujetos los que son precarios o los que estn

    precarizados, sino que el propio trabajo humano es el que est directamente precarizadoen la organizacin de las empresas y de la sociedad en un sentido ms amplio.

    Al actuar as, la sociedad se enfurece contra s misma (Linhart, 2009), es laorganizacin social de las actividades contra la actividad social impedida. Es un pococomo si la condicin de precariedad hecha en el trabajo privara a los trabajadores y a los

    precarios reunidos del super-destinatario, que le permite a uno reconocerse en algoy no ser reconocido nicamente por el otro parece confiscado por algunos sinque les resulte posible lograr por otra parte esta confiscacin. Esta confiscacinimposible trata de alinear lo que el super-destinatario tiene de transpersonal, una historiacolectiva en barbecho, con lo impersonal de las prescripciones directoras. Estaalineacin imposible est en el origen de la precariedad del trabajo, entendida comoamputacin del poder de actuar en sociedad.

    La revitalizacin del respondiente interpersonal de la actividad en el trabajo y fuera deltrabajo podra tener perfectamente una funcin psicolgica vital para la conservacin yel desarrollo de la salud. Porque la salud es nmada y atraviesa las fronteras del trabajo

    y del mbito que est fuera del trabajo. Podemos apoyar esta revitalizacin (Roger,2007; Clot, 2008; Fernndez, 2009): en esto consiste la profesin del psiclogo deltrabajo en el ejercicio de una clnica de la actividad.

    Concluyamos con Canguilhem: Estoy bien cuando consigo sobrellevar laresponsabilidad de mis actos, cuando puedo hacer que las cosas existan y cuando creounas relaciones entre las cosas que no existiran sin m (2002, p. 68). La salud es algoque va mucho ms all de la ausencia de enfermedad. Es el permiso de vivir y de actuarque uno se otorga, a menudo a pesar de todo. En el trabajo y fuera de ste.

    Bibliografa

    Bakhtine, M., 1984,Esthtique de la cration verbale, Pars, Gallimard.

    Canguilhem, G., 2002,Ecrits sur la mdecine. Pars, Seuil.

    Clot, Y., 2008,Le travail sans lhomme?, Pars, La Dcouverte.

    Clot, Y., 2006,La fonction psychologique du travail, Paris, PUF.

    Clot, Y., 2002,Avec Vygotski, Paris, La Dispute.

    Clot, Y., 2006, Une intensification peut-elle en cacher une autre? In Azkenasy, P., D.Carton, D., De Coninck, F. & M. Gollac, Organisation et intensit du travail.Toulouse, Octars.

  • 7/23/2019 Clot Trabajo y Precariedad Laboral

    7/8

    Clot, Y. , 2008, Travail et pouvoir dagir, Pars, PUF.

    Du Tertre, C., 2005, Services immatriels et relationnels: intensit du travail et sant,

    Activits, 2, 1.

    Fernandez G., 2009, Soigner le travail, Toulouse, Ers.

    Freud, S., 1995,Malaise dans la culture, Pars, PUF.Gadbois, C., 1979, Les conditions de travail comme facteur d'asservissement du

    systme des activits hors travail, Bulletin de psychologie, numro spcial

    Psychologie du travail, XXXIII, pp. 449-456.

    Le Blanc G., 2007, Vies ordinaires, vies prcaires, Pars, Seuil.

    Le Blanc, G., 2004,Les maladies de lhomme normal, Editions du passant.

    Linhart, D., 2009, Travailler sans les autres?,Pars, Seuil.

    Malrieu, P., 1978, Psychologies gntiques, psychologie historique. Journal de

    psychologie normale et pathologique, 3, pp. 273-289.Roger, J . L., 2007,Refaire son mtier. Essai de clinique de lactivit, Toulouse, res.

    Wallon, H., 1982,La vie mentale, Pars, Messidor.

    Vygotski, L., 2003, Conscience, inconscient, emotions, Pars, La Dispute.

  • 7/23/2019 Clot Trabajo y Precariedad Laboral

    8/8