Clase Teórica BN

8/12/2019 Clase Terica BN

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Clase Terica: Ivn BoszormengiNagy.

La Parentificacin. La Justicia familiar. Cuentas sin saldar en la historia familiar, en la pareja y en

lo personal

Esta obra representa la elaboracin terica de una labor clnica de dos dcadas en el tratamientocoteraputico de parejas y familias. El mtodo empleado es extensin y punto de confluencia de la

psicologa dinmica, la fenomenologa existencial y la teora de los sistemas aplicada a la

comprensin de las relaciones humanas. Un importante aspecto de la tcnica aqu presentada es

la identificacin de los conflictos de lealtades no admitidos o inconscientes, en los que el aparente

"traidor" es a la postre destruido o castigado por sus intentos de autonoma. Otro interesante

aporte resulta del concepto de "justicia" en el marco familiar. El "balance" o desequilibrio de las

"cuentas" que el individuo registra a lo largo de los aos en su "libro mayor" de la justicia familiar,

pondrn en evidencia un proceso de interaccin dinmica. Analizan los autores la parentalizacin

de los hijos, el fenmeno de la transferencia, estableciendo los puntos de acuerdo y desacuerdocon la teora psicoanaltica, y los problemas tcnicos vinculados a la aplicacin de su marco

conceptual.

Qu son las lealtades invisibles?

En algn momento te habrs preguntado qu es lo que realmente significa el nombre de este blog

(Lealtad Invisible). En la introduccin hice alguna referencia breve sobre la motivacin que tuve

para poner dicho nombre, pero no expliqu detenidamente a que se refiere, y creo pertinente que

hagamos un alto en el camino, explicando de manera puntual, y espero que lo ms entendible

posible, qu son las lealtades invisibles (LI).

Paso a citar textualmente algo que extraje del libro sobre LI, escrito por Ivn Boszormenyi-Nagy y

Geraldine Spark. Nos servir para explicar el tema: El concepto de lealtad invisible multipersonal

implica la existencia de expectativas estructurales de grupo, en relacin con las cuales todos

adquieren un compromiso. Su marco de referencia es la confianza, el mrito el compromiso y la

accin. Esta lealtad se remite a varias fuentes: lealtad familiar, derivada del parentesco biolgico y

hereditario; y la lealtad como actitud individual, que abarca la identificacin con el grupo,

autentica relacin objetal con otros miembros, confianza, confiabilidad, responsabilidad,

compromiso, fe y firme devocin. Por otra parte, la jerarqua de expectativas del grupo connota

un cdigo no escrito de regulacin y sanciones sociales. La internalizacin de las expectativas y los

mandamientos en el individuo leal proporcionan fuerzas psicolgicas estructurales que pueden

ejercer coercin sobre el sujeto. Si no puede reclamar el ms profundo compromiso de lealtad,

ningn grupo podr ejercer un grado elevado de presin motivacional en sus miembros ().

Como podemos darnos cuenta, esta breve resea tiene un contenido conceptual tan amplio, que

obviamente nos tomara muchsimo espacio trabajarlos de manera profunda, pero har el intento


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de explicarlo de una manera amigable y sencilla. Lo cual no significa, que si te interesa profundizar

sobre el tema te limites, puedes leer el libro y/o reflexionar sobre el texto citado.

Hay una palabra clave en todo esto, y es la que hace referencia a la invisibilidad. Siempre se ha

conocido la palabra lealtad sin este apellido de invisible, pero este ruido que nos han puesto

Nagy y Spark, es lo que cambia el significado de esta palabra. Lealtad, propiamente dicha es algoque mueve a una persona a hacer cosas por un grupo, institucin, o por otra persona. Pero cuando

se habla de lealtad invisible, son aquellas fuerzas que nos hacen movernos en una direccin

determinada, sin que estemos conscientes de por qu razn lo hacemos. Por ejemplo, como se

entendera un nio que por lealtad sus padres siempre este enfermo?? Pues s, aqu esta lo genial

de esta visin, se ha observado que en muchas relaciones de pareja que no funcionan de manera

adecuada y que estn proclives a una separacin, el hijo se sacrifica de manera inconsciente y se

enferma sin siquiera saber que se est enfermando, con el simple propsito de mantener la

cohesin de sus padres. Es como si una persona sacrificara su propia persona, para que se

mantenga un estatus en el objeto al que se tiene la lealtad invisible.

Otro ejemplo clsico es la madre que se divorcia de su esposo, y nunca se vuelve a casar y se

queda viviendo con su hijo desde pequeo. Se va dando una relacin pseudo conyugal entre la

madre y el hijo, dado el hecho de que comienzan a nutrirse emocionalmente el uno al otro, en una

relacin que ms que de madre e hijo, se convierte en algo horizontal, donde el hijo comienza a

jugar roles de adulto. Despus que este crece, por lealtad a la mama, boicoteara todas las

relaciones de pareja que tenga, ya que casarse y realizar su propio proyecto podra ser parte de

una deslealtad hacia su madre, por consiguiente sacrifica su crecimiento personal, para que se

mantenga el estatus entre l y su madre.

Hay elementos que hacen que se mantengan estas lealtades invisibles de manera casi inamovible.

Los cdigos implcitos, son como reglamentos que se adquieren en el proceso de desarrollo y

crecimiento psicolgico dentro del sistema familiar, y del cual la persona no es consciente, sino

que se adhieren a los esquemas mentales con las vivencias dentro de la familia y con los vnculos

que se dan entre los miembros de la familia. Por otro lado, los sensores automticos que detectan

cualquier movimiento destinado a resquebrajar las lealtades, tienen como mejor aliado el

sentimiento de culpa, que se incita por medio de frases que hacen sentir a la persona que est

haciendo algo que rompe con el compromiso adquirido con el objeto de lealtad. Por ejemplo, el

chico est decidido a casarse, y la madre comienza a enfermarse, o a decir frases como y ahoraque ser de mi; ya no valgo nada, etc. etc., etc., lo que promueve en la persona un sinnmero

de emociones negativas que comienzan a trabajar de manera directa sobre su decisin firme de

casarse, pero no har un movimiento directo, sino que comenzara a buscar argumentos que

refuten el valor que tiene su relacin de pareja.


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Los cdigos pasan de generacin en generacin, observndose como una realidad determinada se

repite en los descendientes de una familia a travs de dcadas. Y se van creando leyes de

interaccin familiar, que se asumen como ciertas sin que nadie las cuestione abiertamente, pues

esto significara una falta de compromiso que las estructuras que se heredan dentro de sistema

familiar. Por ejemplo, en muchas familias las mujeres se divorcian y se quedan solas criando sus

hijos, y se ve como el fenmeno ocurre en mltiples generaciones de la misma familia. Lo ms

probable es, que pasada la primera generacin donde comenz el evento, todas las otras

generaciones adquirieron el cdigo las madres cran a sus hijos solas, y harn todo lo posible (de

manera inconsciente) por boicotear todas sus relaciones de pareja, para serle leal al cdigo

imperante en su familia de origen. Sin embargo, el discurso consciente probablemente ser Yo no

tengo suerte con los hombres, sin entender remotamente que slo est siendo leal a un proceso

familiar mediante el cual no tener xito en su matrimonio, se convierte en un peldao en la escala

de mritos ganados por ella dentro de su familia.

Es imposible que una persona se pueda diferenciar y crecer en sus proyectos personales, si noconoce el trasfondo de las acciones que marcan su vida. Todos estamos inminentemente atados a

estas lealtades invisibles, y mientras ms las neguemos, mas las reafirmamos, porque nunca

dejaremos de ser quienes somos, mas podemos movernos en otra direccin, y eso es lo que hara

la diferencia.

Resumen: Trata acerca del tratamiento intergeneracional de una familia en la que se maltrataba

una hija. Abarca aspectos tales como: datos histricos y de investigacin, familia, tratamiento, rol

de los hijos, terapia de los hijos, madre, padre, relacin conyugal, etc.

LEALTAD

1 LA TRAMA INVISIBLE DE LA LEALTAD.

La actitud confiable y positiva de los individuos hacia lo que ha de llamarse el objeto de la lealtad

en realidad debe ser comprendido como una trama de lealtad multipersonal que implica la

existencia de expectativas estructuradas de grupo, en relacin con las cuales todos los miembros

adquieren un compromiso.

La obligacin tica en la lealtad est vinculada al despertar del sentido del deber, ecuanimidad y

justicia en los miembros comprometidos por esa lealtad. La incapacidad de cumplir lasobligaciones genera sentimientos de culpa.

Las tramas de lealtades en las familias estn ntimamente conectadas con alineaciones. Wynne

defini la alineacin como la percepcin o experiencia de dos o ms personas unidas en un

esfuerzo, inters, actitud o serie de valores comunes, y que, en ese sector de su experiencia,

alientan sentimientos positivos una hacia la otra.


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2 NECESIDADES DEL INDIVIDUO Y NECESIDADES DEL SISTEMA MULTIPERSONAL

Las motivaciones dependientes en un adulto suelen juzgarse en general de antemano, como

infantiles y regresivas. La bsqueda de reconocimiento tradicionalmente se percibe como una

transaccin parcial entre la persona y su progenitor interiorizado, su censor superyoico, y, de

manera segundaria, entre el s mismo obligado y el otro. Erikson define generatividad, trminoque tambin incluye la parentalizacin de la dependencia personal respecto de su propio rol

mediante el deseo de afianzar a la generacin siguiente y la preocupacin por orientarla.

En tanto que la organizacin evolutiva de las necesidades del individuo en una estructura de

personalidad puede enfocarse como una sucesin de etapas del desarrollo, el concepto de sistema

multipersonal presupone la continua contabilizacin de hechos dentro de un marco de

reciprocidad cuasi tico o de jerarqua de obligaciones.

Todo grupo social debe basarse en una red de principios ticos o de lo contrario enfrentar el

aspecto de la desintegracin que Durkheim describi con el nombre de anomia.

Desde el punto de vista dinmico, es posible definir la lealtad de acuerdo con los principios que la

sustentan. Los miembros de un grupo pueden comportarse de manera leal llevados por la

coercin externa, el reconocimiento consciente de su inters por pertenecer a aquel, sentimientos

de obligacin conscientemente reconocidos, o una obligacin de pertenencia que los ligue de

modo inconsciente.

En una familia la lealtad depender de la posicin de cada individuo dentro del mbito de justicia

de su universo humano, lo que a su vez conforma parte de la cuenta de mritos intergeneracional

de la familia. Los compromisos de lealtad son como fibras invisibles pero resistentes que

mantienen unidos fragmentos complejos de conductas relacional, tanto en las familias como en

las sociedades en su conjunto.

El vinculo de lealtad se refiere a algo ms que compromisos confiables (contabilizables) de

asequibilidad mutua entre varios individuos. Por aadidura, tiene una deuda de lealtad

compartida para con los principios y definiciones simblicas del grupo.

Tanto en las familias como en otros grupos, el compromiso de lealtad fundamental hace

referencia al mantenimiento del grupo mismo. Por ejemplo, puede que dos hermanas lleven al

extremo sus celos y rivalidad por causa de los padres, de manera que el fracaso matrimonial de los

progenitores quede enmascarado. El miembro leal lucha por alinear su propio inters con el del

grupo.

La gratitud y el reconocimiento por el valor de los propios mayores suele llevar a la interiorizacin

de obligaciones, adoptando su sistema de valores, consciente e inconscientemente. La lealtad


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como actitud individual abarca, entonces, identificacin con el grupo, autentica relacin objetal

con otros miembros, confianza, confiabilidad, responsabilidad, debido compromiso, fe y firme

devocin. Por otro lado las expectativas del grupo connotan un cdigo no escrito de regulacin y

sanciones sociales.

El enfoque principal del tratamiento relacional o familiar no solo consiste en la ampliacin sino enla escalada de la participacin teraputica. El trabajar con todos los miembros en una red de

relaciones vuelve inevitable las cuestiones y conexiones en profundidad, siempre que el terapeuta

pueda lograr una empata con las personas.

La interrelacin dinmica del individuo con su ambiente humano es de ndole personal, y no puede

ser caracterizada de modo pertinente por conceptos tales como el de pauta cultural general,

ambiente previsible normal o tcnicas interpersonales.

Al hecho de la deuda existencial que surge como resultado de haber recibido cuidados paternos de

otros, de manera confiable se le denomina el marco confiable de su comunidad.

En la mayora de las familias es posible descubrir el modo en que sus miembros han sido

victimizados por expectativas de lealtad desproporcionadas, y al ser arrastrados en esfuerzos de

equilibrio mutuamente vindicativos o desplazados. En cada matrimonio no se une solo el novio y la

novia, sino tambin dos sistemas familiares; uno se casa con la recreacin perfeccionada de la

propia familia de origen. Cada cnyuge puede entonces luchar por coaccionar al otro,

inconscientemente, de modo de hacerlo responsable de las injusticias sufridas y los mritos

acumulados, a partir de la familia de origen.

3 CONTABILIZACIN TRANSGENERACIONAL DE OBLIGACIONES Y MRITOS

Su estructura interiorizada se inicia a partir de algo que se le debe a un progenitor, o de la imagen

interna de representacin paterna (supery). El adulto, ansioso por impartir su propia orientacin

normativa de valores a su hijo, se convierte ahora en acreedor en un dilogo de compromisos en

el que el hijo se transforma en deudor, este ltimo tendr que saldar su deuda internalizando

los compromisos provistos, satisfaciendo las expectativas y, con el tiempo, transmitindoselas a su

prole.

4 CULPA E IMPLICACINES TICAS.

Una de las races ms profundas de la culpa sexual y la inhibicin debe basarse en el temor a la

deslealtad respecto de la familia de origen. As como una relacin heterosexual crea como

perspectiva la generacin de prole, tambin ha de trastocar de manera notoria la lealtad filial del

joven adulto. Sienten que una obligacin no cumplida de compensar a sus padres, por poco que lo

merezcan, los priva del derecho a todo goce.


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En torno de los compromisos de lealtad, suelen ser invisibles, y slo las racionalizaciones

secundarias resultan accesibles, incluso para los participantes.

5 ESTRUCTURACIN INTERGENERACIONAL DE LOS CONFLICTOS DE LEALTAD.

Generacin tras generacin, los compromisos de lealtad verticales siguen en conflicto con loshorizontales. Los verticales son debidos a una generacin anterior o posterior y los horizontales se

entablan para con la propia pareja, hermanos o pares en general.

A medida que van desarrollndose las fases de evolucin de la familia nuclear, todos los miembros

deben enfrentar nuevas exigencias de adaptacin. Esta no significa una resolucin final, el cierre

de una fase anterior, sino una tensin continua que lleva a definir un nuevo equilibrio entre

expectativas antiguas pero todava en pie, con otras nuevas.

Las fibras invisibles de la lealtad consisten en la consanguinidad, la preservacin de la existencia

biolgica y el linaje familiar, por un lado, y el mrito adquirido entre los miembros, por el otro.Est asociada a una atmsfera familiar de confianza, fundamentada en la real asequibilidad y los

probados merecimientos de los dems integrantes.

MARCO TEORICO

1. FAMILIA

A lo largo de la historia y en todas las culturas del mundo, las ideas actitudes y los valores de la

familia han configurado la personalidad de cada nio y han ayudado a determinar su desarrollo

como adulto feliz, responsable y productivo. A pesar de las restricciones originadas por el

constante cambio del mundo, la familia permanece como la mejor manera de educar y alimentar a

los nios y de trasmitir las tradiciones y los valores compartidos de una generacin a otra. La

familia es tambin el mejor foro para fomentar el amor, la decencia y la moralidad, corazn mismo

de la vida.

La familiadicen los historiadores- es el ncleo de la civilizacin. Es nuestra institucin ms

antigua y duradera. La familia constituye el cimiento de nuestra sociedad; su fuerza y estabilidad

determinan la fuerza y la estabilidad de las comunidades y de las naciones. No ha existido una

civilizacin duradera sin la familia, para educar y alimentar a los hijos, para configurar su

moralidad y para trasmitir los valores esenciales.

Las charlas con nuestros hijos sobre sexualidad y matrimonio, amor y paternidad, sern ms

afectivas si les ayudamos a comprender la importancia crtica de la familia, elocuentemente

descrita por el doctor Allan Carlson, presidente de Rockford Institute y consultor de este

programa:


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La creacin de la familia es el acto central de la existencia humana, una tarea frente a la cual

todas las dems son secundarias. La sexualidad encuentra su lugar adecuado en la familia, un lugar

donde el amor crea una nueva vida humana que debe ser cuidada y alimentada por los padres. El

sexo fuera del crculo familiar es con frecuencia individual y socialmente destructivo. En el seno de

la familia, sin embargo el sexo tiene un sentido profundo y un objetivo constructivo.

La familia tambin es el corazn vital de una sociedad sana. . . ofrece proteccin y alimento a los

bebs, a los nios, a os jvenes durante sus aos de formacin. . . ensea a los jvenes,

principalmente por medo del ejemplo, cmo vivir, coexistir y cooperar en una sociedad ms

amplia. Es la arena donde se aprende la responsabilidad social cuando somos nios, y donde la

ejercemos cuando somos adultos. A los adulto les ofrece un refugio del mundo, un lugar que es

ms importante, la familia provee a sus miembros de su ser histrico, vinculndolos al pasado a

travs de sus padres y abuelos, y al futuro a travs de sus hijos y nietos.

Se analiza tambin el fuerte peso que la familia puede tener en cuanto a la transmisin deinformacin psicolgica, fsica y social, o lo que llamara Silvia Gomel en su libro, Transmisin

Generacional, Familia y Subjetividad (1997) la pertenencia a una cadena genealgica sobre los

hijos; y por lo tanto, como puede sta informacin, afectar en el desarrollo, as como en las

relaciones personales de ellos principalmente, pero tambin de algunos familiares cercanos. Ya

en el terreno especifico de la transmisin, considero a la intersubjetividad eficaz productora de

subjetividad, pues la continuidad psquica de las sucesivas generaciones a partir de la pertenencia

a una cadena genealgica, impone una exigencia de trabajo a los sujetos eslabonados en ella. No

se trata de plantear un eventual cierre casal del inconsciente segn un modelo filognico; nada

ms lejos de mis pensamiento. La transmisin, dato ineludible de la vida psquica, dejar su marca

en el sujeto a travs de complejas operaciones de reinscripcin y transformacin.

Los vnculos de parentesco desplegados en redes, sostienen el campo intersubjetivo familiar. El

imaginario vincular se encuentra enmarcado por el eje simblico del parentesco, lnea genealgica

pacificante instauradora del linaje; sin embargo, ambas apoyaturasimaginario narcisista y

sistema del parentesco- no resultan suficientes a mi parecer para abordar tericamente el

complejo campo de lo intersubjetivo. Existe tambin una vertiente pulsional jugada a travs del

despliegue corporal desde el rasgo ertico que subtiende a la eleccin del objeto pasando por la

erogeneizacion imprescindible provocada por la madre en el infans y estallando el drama edpico.

Los modos de anudamiento de estos ejes tericos irn esbozando itinerarios y vicisitudes, deseos ygoces. A partir de esta perspectiva, podemos ahora sealar que el armado vincular admite ser

estudiado desde tres vertientes: la dimensin simblica, el campo de lo imaginario y el eje de la

exterioridad o negatividad, vertientes constituidas a su vez en pivotes de la transmisin.

Desde los simblico, los vnculos familiares derivan de la puesta en juego del principio de

intercambio a partir del marco transcultural, sostenido a su vez por reglas y operaciones que


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atraviesan a todas las culturas y se inscriben en el psiquismo ms all de un contexto determinado.

Existen diversos modos de responder al insoslayable requerimiento cultural, formas variadas de

posicionarse frente a las reglas; en verdad, de una generacin a otra se transmiten maneras

peculiares de habrselas con la cultura, pasaje de la universalidad de la Ley a la singularidad de su

transmisin.

3.3 Transmisin de una generacin a otra y sus vas

En cuanto a los canales utilizados, se destaca en primer trmino el discurso familiar, va regia de

los transgerenacional abordable a partir de las huellas de los hablantes en los enunciados, como

lugares de inscripcin y posicionamiento de las subjetividades anudadas en los vnculos de

parentesco.

Una segunda va se despliega en el recorrido de la trama fantasmtica. Parto aqu de un supuesto

para mi axiomtico: la posibilidad o imposibilidad de transcripciones simbolizantes en la psique

incipiente se encuentra enlazada a la capacidad de armado de una trama simblico-imaginaria-

pulsional en la red vincular a la cual adviene el infans. Las reescrituras psquicas de un sujeto estn

articuladas las modalidades familiares de renuncia al goce; por ende, el rastreo del escenario

fantasmtico se convierte en va de acceso a posicionamientos subjetivos ignorados, sostenidos a

lo largo de las generaciones.

El rgimen de las identificaciones, por su parte, conforma una de las maneras ms poderosas de

enlace entre pasado, presente y fututo. La fantasmtica parental anida cadenas de investimentos

pretritos y enmarca un lugar de partida para los movimientos identificatorios en los

descendientes, ligados a diversos personajes de la lnea genealgica. Tambin aqu lasmodalidades del intercambio constitutivo al momento de la alianza situarn los bordes del

escenario posible para la efectivizacion de dichos movimientos.

Pensar en transmisin entre generaciones nos conduce a la idea de encadenamientos subjetivos

como ampliacin de los espacios psquicos singulares. Por tal motivo, me resultan tiles los

conceptos que apuntan a dicha ampliacin: vaya como ejemplo el de metapsicologia

transubjetiva, en cuanto no se restringeel punto de mira a una psique rigurosamente tabicada

sino que tiene en cuenta la exigencia de trabajo psquico enfrentada por los sujetos a partir de su

pertenencia a una trama vincular. La renuncia pulsional, paso imprescindible en la construccin de

la subjetividad, puede ser retorizada de modos inditos en los diferentes vnculos o incluso para

un mismo crculo a lo largo de su historia.

La ubicacin de lo transgeneracional en una linealidad enmarcada por un antes y un despus

frreamente pautados, conduce a una visin determinista en cuanto a lo vincular. Lejos de ella, el

lazo familiar como pluralidad de movimientos condensa una superposicin de perspectivas;

coexistencia de elementos contradictorios renuentes a la nocin del determinismo lineal.


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Movimientos en correspondencia con las teorizaciones actuales acerca de las estructuras

complejas, lgica de intercambios con el medio fundadas en una temporalidad irreversible, mucho

ms cercanas un desorden creador que a un orden inmutable.

Es all donde lo acontencimental ocupa su lugar, ligado a lo no predictible, lo azaroso, apertura a

un espacio de senderos inditos y efectos impensados. No obstante, para la escucha del analista loazaroso del acontecimiento no cae en el vaco sino en una red preexistente. La no determinacin

es diferente a la indeterminacin, pensada al modo de acontecimientos caticos sucedindose

unos a otros: es transformacin, creacin, emergencia de nuevas determinaciones y legalidades.

En el plano familiar se produce la articulacin entre lo azaroso acontecimental y las leyes del

funcionamiento vincular, y el acarreo transgeneracional aparece como condicin de partida de la

vincularidad y legalidad co-instituyente para el armado de la subjetividad.

3.4 Transmisin de lo no representado

Existe an otra dimensin de la transmisin, aun da la ms oscura y enigmtica, referida a lo nos

arribado al estatuto de representacin-cosa o representacin-palabra. En primer trmino lo

insusceptible de conciencia, semiotiozacion primaria en un registro infralingstico: ritmos,

entonaciones, entonaciones vocales, y tambin las diversas praxias movilizadas en los registros

sensoriales. Huellas sonoras, visuales, tctiles, instrucciones arcaicas de los lazos entre los cuerpos,

dependen de cdigos de reconocimiento fundamentados en la experiencia perceptiva, a modo de

los signos de percepcin. Significantes de demarcacin surgidos de una seleccin por repeticin, a

partir de pro-oposiciones: presencia/ausencia, placer/displacer, etc. Relacionados con la funcin

referencial del signo, poseen tambin un efecto de sentido.

El inconsciente no surge de la nada; se instaura a travs de las primeras inscripciones sujetadas a

las primeras ligazones. Desde esta perspectiva la madre no decodifica nada, sino que codifica. La

mirada, la voz, el pecho, van armando van armando las precondiciones de fijacin de la pulsin en

concomitancia con una historia relacional. Va de suyo que la pulsin no preexiste a su tramitacin

intersubjetiva: el representante pulsional ser una produccin cifrada ligada a las vicisitudes del

inconsciente en cuanto instancia diferenciable y a la represin originaria como su organizador,

deber ser metabolizado por el infans. Meta no alcanzable en su totalidad por cuanto es imposible

para el campo de la representacin cubrir todo lo psquico y siempre persistir un resto

traumtico de la relacin primordial.

Sin embargo, el cuerpo y sus inscripciones arcaicas demarcan una modalidad de investimientos

que no se agota en la pura actualidad: a travs de ella se transmiten vivencias y registros ya

efectivizados en otras escenas psquicas. La funcin erogeneizante materna abre los surcos

pulsionales del cuerpo del futuro sujeto en un movimiento siempre anticipado a la formulacin de

una demanda por parte del nio. Las zonas de encuentro entre este nio y quien ejerce la funcin


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materna van a ir marcando la geografa de los investimentos, los mares, las hondonadas, y

tambin las tierras ridas. La madre, en el lugar del Otro primordial, es soporte asimismo de otros

vnculos del parentesco: a la vez que madre ser tambin esposa, hija, hermana; en el conflicto

entre vnculos de alianza y de sangre inherente a la constitucin familiar dibujar el caudal y la

modalidad de investimientos a fluir sobre el nio. La trama de ligaduras sobre las cuales ha de

organizarse un campo posible para dar lugar a la represin primaria es vehiculizada por el vnculo

madre-nio, condensacin de la dramtica de los lazos de parentesco: la funcin materna se

jugar en forma acompasada con las restantes funciones, erigindose en representante del

conjunto familiar.

En segundo trmino aparece lo que no pudo ser representado pero es pasible de transformacin

en representacin-cosa o representacin-palabra: situaciones donde lo no advenido al campo

representacional en una generacin se transfiere en su cualidad de no representacional en una

generacin se transfiere en su cualidad de no representado a las siguientes. Marcas circulantes

por las nervaduras intergeneracionales como lo no ligado, el relato en negativo. Las historiasfamiliares se encuentran jalonadas por mltiples vivencias: algunas son recordadas, otras

olvidadas. Pero existe an otro destino para muchas marcas, el no poder alcanzar estatuo de

hecho histrico.

La desligadura puede atravesar las generaciones y transmitir su capacidad traumtica causando

fracasos en el psiquismo largo tiempo despus, trasladndose silenciosamente de una generacin

a la siguiente y desplegando la posibilidad o no de su tramitacin. En la misma lnea de

pensamiento, diversos autores han ubicado a la violencia social como hecho traumtico,

compulsado a repetirse a travs de las generaciones. Con frecuencia, el peso de lo no tramitado

ancestral invade el campo familiar bloqueando la circulacin fantasmtica. Cuestiones

irrepresentadas no integradas psquicamente en una generacin frecuentan la familia al modo de

los dos tiempos del trauma, tiempos ligados no slo al despliegue de una aparato psquico sino

tambin a la temporalidad de lo genealgico. (Silvia Gomel, 2002)

3.5 Los rdenes del amor entre padres e hijos y en la red familiar

Para finalizar la comprensin de cul es el papel de hijos al tomar o imitar acciones de los padres, y

del mismo modo; que los padres, de forma innata dan y ensean aunque no de manera

completamente consciente, nos basamos en la investigacin de Paloma, (constelacionesfamiliares, 2005), quien cita a Hellinger, 1999 y nos deja claro la cadena infinita de dar y recibir

entre padres e hijos.

Los padres dan y los hijos toman, pero, Qu es lo que dan los padres?, ellos dan lo que antes

tomaron de sus padres y aquello que como pareja toman uno del otro. los hijos en un primer

lugar toman a sus padres como padres, y en un segundo lugar todo aquello que los padres les den


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de ms (Hellinger, 1996, p.90). Los hijos ms tarde pasaran lo que recibieron de sus padres a

otros y especialmente a sus propios hijos.

Quien toma la vida a travs de sus padres, est en concordancia con su origen, se halla de

acuerdo con su destino singular, determinado en gran parte por sus padres., a travs de sus

padres recibe tanto sus posibilidades como sus lmites (Hellinger, 1999 p.24).

Hellinger menciona, que quien toma, puede hacerlo porque antes tom y quien toma puede

hacerlo porque en un futuro dar.

Este orden en valido entre hermano ya que quien estuvo primero tiene que dar al posterior, y

quien llega ms tarde tiene que tomar del anterior, de esta manera el primero da al segundo y al

tercero, el segundo da al tercero y toma del primero y el tercero recibe del primero y del segundo.

En otras palabras los hijos toman de los padres la vida, que estos a su vez tambin la tomaron de

sus propios padres, as como cuidados, sustento, proteccin, que es imposible devolver y en este

caso especfico la deuda adquirida con los padres se paga con los propios hijos y los mismo ocurre

con los hermanos mayores, toman ms de los padres porque estuvieron primero, porque fueron

nicos durante un tiempo y deben pagarlo con sus hermanos ms pequeos, de la misma manera,

cuidndolos, protegindolos, etc.

Como ya se mencion, lo que toman los hijos no es cualquier cosa, es algo sumamente

importante: la vida. As el hijo debe tomar la vida tal como sus padres se la den, en conjunto, y

este hijo asienta a sus padres tal como son, sin ningn otro deseo, ni rechazo, ni temor (Hellinger,

1996)

Hellinger comenta que este tomar es una realizacin humilde esto implica que la vida se tomacomo viene dada con todo y su destino, sus lmites, las posibilidades, las implicaciones en el

destino de la familia, con la culpa de la familia, sea lo que sea.

El autor de las constelaciones familiares advierte que quien rechaza a sus padres se rechaza a s

mismo, y se siente poco realizado, ciego, vaco. (Hellinger, 1996, citado por Paloma, 2002)

3. PAREJA Finalmente se puede proseguir al siguiente tema, que aunque va muy de la mano

con lo que es una familia por todo lo anteriormente explicado, no es lo mismo y tambin existen

demasiadas definiciones y opiniones al respecto para avalar esta diferencia. As mismo, se

comienza con un extracto de la tesis de Paloma, (Constelaciones Familiares, 2005) en donde

comienza explicando la relacin de hombre-mujer y amor.

4.6 Los rdenes del amor entre el Hombre y la Mujer

A un hombre le atrae una mujer porque como hombre le hace falta la mujer y viceversa. Solo

cuando el hombre convierte a una mujer en su mujer y la tiene como mujer, y slo cuando la


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mujer convierte al hombre en su hombre y lo tiene como hombre, son hombre y mujer, y ese

hombre y esa mujer se convierten en pareja (Hellinger, 1996).

Es de suma importancia que el hombre quiera a la mujer como mujer y la mujer quiera al hombre

como hombre, porque cuando se quieren por otros motivos, ya sea para divertirse, o porque el

otro sea rico, o pobre, culto o sencillo, o porque quieren conquistarlo o protegerlo o salvarlo,porque lo quieren como padre o madre de sus hijos, la base estar edificada sobre arenas

movedizas.

Recordando aquello que se mencion anteriormente donde los padres dan y los hijos toman, en

ste apartado el amor que hay de todo corazn entre los padres ser dado a sus hijos. Y si su amor

como pareja se debilita tambin pasar debilitado hacia sus hijos. Si su amor es tan grande entre

pareja los hijos se sienten amados y respetados por ambos padres.

4.7 El Vnculo en la Relacin de Pareja

En la pareja tambin existe el vnculo y este surge a partir de la consumacin del amor entre un

hombre y una mujer. Este acto de amor, mejor conocido en nuestra sociedad comohacer el

amor- es lo que proporciona vnculo entre hombre y mujer y este vnculo es para siempre, aunque

nuestro pensamiento y experiencia digan lo contrario y se crea que a partir de una separacin o un

divorcio y con la aparicin de una nueva pareja este vnculo queda deshecho.

El vnculo por increble que parezca permanece, es por esto que en ocasiones las segundas

relaciones se viven con culpa, no se toman plenamente, solo lo podrn lograr cuando el vnculo

con la primera relacin es reconocido y valorado, y cuando los nuevos compaeros saben que

vienen despus de los anteriores y que gracias a que los primeros no estn, ellos pueden estar.

(Hellinger, 1996, citado por Paloma, 2002)

En una relacin de pareja, tambin existe sta dinmica antes mencionada de dar-recibir, por lo

que es muy importante que cada pareja encuentre su equilibrio, para que ni el hombre ni la mujer

tengan el sentimiento de estar dando mas de lo que reciben o viceversa, y aunque no es fcil esta

tarea, Paloma, (2002) por medio de Hellinger, (1999) nos amplia y explica ste apartado dentro de

una relacin de pareja tambin:

4.8 Conciencia y Equilibrio

Hellinger, menciona que en lo hondo del alma, existe una necesidad de equilibrio. La persona que

recibe algo, siente la necesidad de equilibrio. La persona que recibe algo siente la necesidad

compensarlo, dando tambin. De esta manera se permite el intercambio y la cohesin.

En el caso de la relacin de pareja, se sabe que casa uno proviene de familias diferentes en las

que se les permite dar o tomar ms o menos segn sea el caso, esto se intuye. Al estar con una


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persona s exactamente cunto puede tomar el otro y cunto puede o debe devolverme

Hellinger, (1999 p.54). de esta manera, la persona sabe cunto puede dar en la manera que el otro

pueda y quiera devolverle. Si uno da ms que el otro tolera la relacin se encuentra en peligro,

porque la persona que no puede devolver en la manera en la cual recibe se enoja porque no le

puede regresar el equivalente y sta se retira. Pero existe una manera de lograr el equilibrio en un

nivel superior; esto sucede cuando la persona que no puede devolver en la misma medida que se

le da, valora lo que el otro le ha dado y lo reconoce diciendo: -s que me das ms de lo que yo

puedo devolverte, lo tomo como un regalo especial- y ahora si puede funcionar. donde no es

posible compensar el desequilibrio en una relacin, no puede darse ninguna unin verdadera

Hellinger (1999 p.55).

Como ltimo tema de investigacin, se decidi dejar el significado de lealtad invisible, ya que era

pertinente comprender primero a la familia, a los jvenes y a las relaciones de pareja, para as

poder encaminar sta investigacin concretamente hacia el fin antes planteado; para esto, se

consult el libro especializado en el tema llamado; LEALTADES INVISIBLES, Reciprocidad enterapia familiar integracional, por los autores Ivan Boszormenyi-Nagy y Geraldine M. Spark en el

ao, 1994.

4. LEALTAD INVISIBLE

5.9 Lealtad

El concepto de lealtad reviste importancia para la comprensin de las relaciones familiares.

Puede tener muchos significados, desde el sentido de lealtad psicolgica e individual hasta los

cdigos nacionales y sociales de lealtad cvica. El concepto debe definirse en consonancia con losrequerimientos de nuestra teora de las relaciones.

5.10 La trama invisible de la lealtad

El concepto de lealtad puede definirse en trminos morales, filosficos, polticos y psicolgicos.

Convencionalmente, fue descripto como la actitud confiable y positiva de los individuos hacia lo

que ha dado en llamarse el objeto de la lealtad. Por el contrario, el concepto de una trama de

lealtad multipersonal implica la existencia de expectativas estructuradas de grupo, en relacin con

las cuales todos los miembros adquieren un compromiso. En este sentido, la lealtad hace

referencia a lo que Buber denomin el orden del universo humano. Su marco de referencia es laconfianza, el mrito, el compromiso y la accin, ms que las funciones psicolgicas del sentir y

el conocer

Nuestro inters por la lealtad como caracterstica de grupo y actitud personal va ms all de la

simple nocin conductista de una conducta respetuosa de la ley. Presuponemos que, para ser un

miembro leal de un grupo, uno tiene que interiorizar el espritu de sus expectativas y asumir una


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serie de actitudes pasibles de especificacin, para cumplir con los mandatos interiorizados. En la

ltima instancia, el individuo puede as someterse tanto al mandato de las expectativas externas

como al de las obligaciones interiorizadas. En este sentido, interesa advertir que Freud, concibi la

base dinmica de los grupos como algo relacionado con la funcin superyoica.

El componente de obligacin tica en la lealtad est vinculado, primeramente al despertar delsentido del deber, ecuanimidad y justicia en los miembros comprometidos por esa lealtad. La

incapacidad de cumplir las obligaciones sentimientos de culpa que constituyen, entonces, fuerzas

secundarias de regulacin del sistema.

La cuestin de las tramas de lealtades en las familias, est ntimamente conectada con

alineaciones, escisiones, alianzas y formaciones de subgrupos, examinadas a menudo en la

bibliografa especfica de terapia familiar y estudios afines (vase Wynne (92) en particular).

Wynne defini la alineacin segn lineamientos funcionales: la percepcin o experiencia de dos o

ms personas unidad en un esfuerzo, inters, actitud o serie de valores comunes, y que, en esesector de su experiencia, alientan sentimientos positivos una hacia la otra (1992 pg.96). Las

alineaciones en estos niveles funcionales o emocionales-experienciales son significativas de

alineacin familiar, que se basan en problemas de lealtad cargados de culpa al ser afectados por el

balance de las obligaciones y mritos recprocos.

Ciertas necesidades afiliativas de un orden de desarrollo ms elevado se atribuyen a sentimientos

(cargados de culpa) de obligacin, servicio, y sacrificado altruismo lleno de abnegacin. En ste

ltimo caso, la bsqueda de conocimiento tradicionalmente se percibe como una transaccin

parcial entre la persona y su progenitor interiorizado, su censor superyoico, y, de manera

secundaria, entre el s-mismo obligado y el otro.

Tanto en las familias como en otros grupos, el compromiso de lealtad fundamental hace

referencia al mantenimiento del grupo mismo. Tenemos que ir ms all de las manifestaciones de

conducta conscientes y las cuestiones especficas si deseamos comprender el sentido de los

compromisos bsicos de lealtad. Lo que aparece como conducta escandalosamente destructiva e

irritante por parte de un miembro hacia otro, puede no ser experimentado como tal por los

participantes si la conducta se ajusta a una lealtad familiar bsica. Por ejemplo, puede que dos

hermanas lleven al extremo sus celos y rivalidad por causa de los padres, de manera que el fracaso

matrimonial de los progenitores quede enmascarado.

Por otro lado, las exigencias implcitamente dependientes que plantean los padres a los hijos

pueden tambin neutralizar su sensacin de haber sido explotados a travs de su devocin hacia

el rol paterno. Por su puesto, el grado de su real explotacin est codeterminado por la medida de

las cuentas que han dejado sin saldar dentro de sus respectivas familias de origen. El hijo


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inconscientemente parentalizado puede ser usado para saldar, aunque en forma tarda, las

cuentas de los padres con sus propios progenitores.

Es difcil evaluar la autntica disposicin del adolescente o el joven adulto para asumir

compromisos externos. Tal vez parezca preparado para la separacin fsica y una vinculacin

heterosexual, pero ntimamente puede mostrarse muy reacio a sellar un lazo de lealtad concualquier persona ajena a su familia. En toda familia resulta difcil definir qu actos de aparente

rechazo sirven, paradjicamente, lo que configura una amenaza para la lealtad familiar. Los

ataques llenos de agresividad, el descuido insultante, la partida fsica, la desaparicin de todo

respeto, etc.., puede herir pero no tocar la cuestin bsica de la lealtad. Los roles manifestados y

las actitudes verbales rara vez explican el grado de profundo compromiso ntimo. Es posible que

un miembro enfermo o malo complemente de manera eficaz el rol de otro miembro

socialmente creativo y destacado. A menudo, la tica de lealtad entra en conflicto con la del

autocontrol. Una madre que le dice a su hija adolescente: puedes salir y pasar un rato divertido,

siempre que me lo cuentes todo, tal vez est preparndose para conseguir el compromiso de lalealtad de la hija al precio de la permisividad sexual, quiz para siempre.

Los sistemas de lealtades puedes basarse tanto en la colaboracin latente, preconsciente, entre

los miembros, no formulada de manera cognoscitiva, como en los mitos gestados por las

familias. La mayor parte del tiempo su poder puede disfrazarse, pero resulta factible que sus

efectos surjan y se tornen tangibles bajo la amenaza de desvinculacin de un miembro, o cuando

los resultados del proceso teraputico, comiencen a perturbar el equilibrio homeosttico del

sistema. Por definicin, el crecimiento o maduracin de cualquier miembro, implica cierto grado

de prdida personal y desequilibrio relacional. (Boszormenyi-Nagy y M.Spark, 1994).

INTRODUCCION

CAPTULO 1. IVAN BOSZORMENYI NAGY

1.1 BIOGRAFIA DE IVAN NAGY

1.2 EL ENFOQUE TRANSGENERACIONAL DE IVN BOSZORMENYI-NAGY

1.3 IVAN NAGY Y EL LIBRO DE CUENTAS FAMILIAR

1.4 TERAPIA CONTEXTUAL FAMILIAR

1.5 ETICA RELACIONAL Y ROLES FAMILIARES

1.6 ETICA RELACIONAL Y TRATO FAMILIAR

1.7 ETICA RELACIONAL Y MEDIACION FAMILIAR


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CONCLUSION

BIBLIOFRAFA

INTRODUCCIN

Este trabajo de investigacin trata de la vida y obra de Ivan Boszormenyi Nagy. Psiquiatra y

psicoanalista. Fundador del Family Institute of Philadelphia junto con Framo, Zuk, Spark,

Rubinstein y otros, que ha sido y es uno de los centros de formacin en Terapia Familiar ms

importante de los EEUU. Una de las primeras contribuciones del llamado Grupo de Filadelfia, fue

el libro publicado en 1965, Terapia Familiar Intensiva (Boszormenyi Nagy y Framo -comp.-, 1976),

pero quiz su trabajo ms conocido sea el libro editado en 1973 Lealtades Invisibles (

Boszormenyi-Nagy y Spark, 1983), en el que desarrolla una teora familiar basada en la tica y en la

ptica transgeneracional.

Lealtad dentro del enfoque de la terapia sistmica se entiende como un sentimiento de unidad y

compromiso que agrupa, principalmente, necesidades, expectativas, exigencias y lmites de un

sistema, familia, organizacin, empresa o comunidad, as como los pensamientos, sentimientos y

motivaciones de cada uno de sus integrantes.

El concepto de Lealtades Invisibles es un tema esencial en la obra de Boszormeny-Nagy. Su aporte

principal es que los trastornos de los individuos y las familias son la manifestacin y consecuencia

de un desequilibrio entre el dar y el tomar, de ah, el objetivo de equilibrar el registro de

mritos.

Un registro de mritos es un sistema contable que se desarrolla, la mayora de las veces, de

manera no consciente o encubierta en las familias. Sobre la base de estas cuentas se negocia un

balance justo entre los dbitos y los crditos individuales a travs de las generaciones. Este

concepto fue acuado por Boszormenyi-Nagy con la intencin de expresar de manera metafrica,

la importancia, la necesidad y el deseo humano de justicia. Sin importar cuando ocurri una

injusticia, casi siempre en algn momento futuro habr un paso destinado a la compensacin,

aunque no, necesariamente, por el deudor original. Por otro lado, si un miembro de la familia

sacrifica intereses y posibilidades personales por otro o por el bien de la familia, se siente con

derecho a ser retribuido por ese sacrificio y esperar que se le reconozca. Si esa deuda no es

pagada por la generacin favorecida a menudo se requiere que la que sigue liquide la deuda.

Segn Boszormenyi-Nagy, los problemas surgen cuando esta justicia tarda demasiado en llegar o

es insuficiente y entonces ocurre lo que l llama la cadena de las retribuciones desplazadas. Un

sntoma puede ser la seal de que hay una excesiva acumulacin de injusticias. Es de relevancia y


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utilidad que cada persona conozca un poco o mucho su historia familiar (genograma: organigrama

familiar)

Nagy desarroll su propia orientacin, basada en unas tcnicas teraputicas que se agrupan bajo

el ttulo de Terapia Contextual, y que contiene tanto bases sistmicas como psicoanalticas.

Boszormenyi-Nagy fue probablemente el primero, de una larga lista de terapeutas familiaresnorteamericanos, en viajar a Europa con un programa de formacin en Terapia Familiar, dictado

por su equipo en Holanda en 1967.

A Ivan Boszormenyi_ Nagy es a quien le debemos un concepto central que permite entender la

transmisin en psicogenealogia. Las lealtades invisibles entre los miembros de un sistema, que

hace que solidariamente un posgenito se haga cargo de cuentas impagas de otras generaciones.

Nagy habla del Gran Libro de Cmputos de la Familia, contabilidad inconsciente que cada miembro

dentro de un sistema recibe y a la vez transmite. Cada familia brega porque el balance no se

desequilibre, esto implica mantener un equilibrio relacional entre generaciones donde cada unotenga su lugar.

El enfoque intergeneracional, entre los cuales se encuentra la terapia contextual destaca la red de

lealtades invisibles que influencian el comportamiento de los miembros de la familia. El terapeuta

explora legados, lealtades invisibles y balances de justicia, buscando soltar las cadenas de

lealtades permitiendo a cada persona abandonar sus conductas sintomticas y explorar nuevas

posibilidades. Boszormenyi-Nagy ampla la nocin de contexto no solamente al presente, sino

incluyendo el pasado (historia) y el futuro (proyecciones, expectativas), dndole as al contexto un

carcter transgeneracional.

CAPTULO 1. IVAN BOSZORMENYI NAGY

1.1 BIOGRAFIA DE IVAN NAGY

Ivan Boszormenyi-Nagy naci en 1920 en Budapest, en una familia de jueces prominentes. Mayor

de dos hermanos, pas muchas tardes con los primos, tas, tos y abuelos, en una abundancia de

apoyo de la familia extendida que ms tarde constituy la base de su pensamiento acerca de la

terapia. Se gradu de la Universidad Pedro Pzmny con un grado en psiquiatra en 1948 y se

traslad a la Universidad de Budapest como profesor asistente. Se neg a trabajar para los leales

comunistas, que dej la crisis de posguerra en Hungra y se estableci en Salzburgo, Austria,durante un tiempo, trabaj para la Organizacin de las Naciones Unidas Internacional de los

Refugiados. En 1950 se traslad a Chicago, donde complet su residencia mdica.

En 1957, el Dr. Boszormenyi-Nagy, tom una posicin en el Instituto de Psiquiatria en Filadelfia, al

Este de Pennsylvania, donde dirigi el departamento de terapia familiar por 20 aos. Ms tarde se

convirti en el jefe del departamento de terapia familiar en la Universidad de Hahnemann, ahora


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Drexel. Fue miembro fundador de la Academia Americana de Terapia Familiar y fund el Instituto

para el Crecimiento contextual, una clnica privada de la familia en Ambler, Pensilvania, ahora

dirigida por su esposa.

El Dr. Nagy, como se le conoca, fue uno de varios terapeutas, entre ellos Murray Bowen y Lyman

C. Wynne, que en los aos 1950 y 1960 comenz a mirar ms all de la psicologa individual paraentender y tratar los trastornos mentales graves, particularmente la esquizofrenia.

El Dr. Nagy not que los patrones destructivos de la interaccin de la familia a menudo se extenda

generaciones. Para hacerles frente, trajo a los abuelos de los pacientes y los nios en las sesiones

de terapia, as como padres y hermanos. l encontr que podra ayudar a aliviar los sntomas de

los pacientes, aunque no siempre los cura el trabajar con las lealtades y obligaciones ticas de

equilibrio entre los miembros de la familia.

Este trabajo se convirti en la base de seis libros y unos 80 artculos, muchos de los cuales han sido

ampliamente ledo en la traduccin en Europa y en otros lugares. Uno de sus libros ms

influyentes, lealtades invisibles'' (Harper & Row, 1973), escrito con Geraldine M. Spark, inspir a

una generacin de terapeutas a pensar ms ampliamente sobre la salud mental como parte de un

sistema familiar, que depende de las lealtades oculta y compromisos.

'' Su trabajo puso las dimensiones ticas de las relaciones, confianza, lealtad, imparcialidad - en el

centro del proceso teraputico'', dice Marlene F. Watson, director de la terapia familiar y de

parejas en la Universidad Drexel en Filadelfia. Explorar estas cuestiones en el contexto de la vida

familiar, y la celebracin de cada miembro de la familia responsable de su parte, ayud a repartir

la carga del manejo de los sntomas de una persona y aliviar el sufrimiento.

El Dr. Ivan Boszormenyi-Nagy, muri el 28 de enero del 2007 en su casa en Glenside, Pensilvania, a

los 86 aos. La causa fue una complicacin de la enfermedad de Parkinson, dijo su esposa, la Dra.

Catherine Ducommun-Nagy, tambin psiquiatra.

La primera esposa de Dr. Boszormenyi-Nagy, Mara, muri en 2001. Adems de la doctora

Ducommun-Nagy, le sobrevive un hijo de su matrimonio anterior, Stephen, de Wyncote,

Pensilvania

1.2 EL ENFOQUE TRANSGENERACIONAL DE IVN BOSZORMENYI-NAGY

El Enfoque Transgeneracional de Ivn Boszormenyi-Nagy recibe tal denominacin debido al

inters de este autor por indagar en la historia familiar, teniendo como objetivo llegar a identificar

aquellos hechos que pudieran ser relevantes para comprender adecuadamente los problemas o

desajustes que una familia puede desarrollar en el presente: Por mucho que querramos


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desprendernos de la carga del pasado, la estructura bsica de nuestra existencia y la de nuestros

hijos sigue estando determinada, al menos parcialmente, por las cuentas sin saldar de las

generaciones pasadas (Boszormenyi-Nagy y Spark, 1983: 40). Desde esa perspectiva,

Boszormenyi Nagy seala que la familia es como un libro de cuentas multigeneracional

(Hoffman, 1987: 237) a travs del cual los miembros realizan, de manera permanente, un balance

respecto del grado de justicia o equilibrio que est presente o no en sus relaciones. Por ejemplo, si

una persona ha sacrificado intereses personales por el bien de la familia, se sentir con el derecho

(a raz de los mritos que ha contabilizado) a ser retribuido por tal sacrificio (Simon et al, 1997: 91-

2). Sin embargo, si la generacin beneficiaria no cancela dicha deuda, ser necesario que otras

personas, de la siguiente generacin, lo hagan en su reemplazo.

De ese modo, Boszormenyi-Nagy parte del supuesto de que en los individuos y los grupos existe

un deseo natural de justicia (Boszormenyi-Nagy y Spark, 1983: 62), y que los sacrificios y las

deudas deben recibir una equitativa retribucin; si no ocurre esto, el proceso de contabilizacin de

mritos en marcha, ya sea de manera abierta o encubierta, lo reflejar y se iniciar un procesotransgeneracional que intentar restablecer la justicia retributiva, aun a costa de que un miembro

de la familia sea transformado en mrtir y se encargue, a travs de dicho papel, de pagar las

deudas (y culpas) de los dems integrantes del grupo familiar. Boszormenyi-Nagy seala que el

comportamiento del miembro mrtir constituye una intensa muestra de lealtad invisible hacia la

familia.En ese sentido, Boszormenyi-Nagy postula que la lealtad es un elemento de gran

importancia dentro del funcionamiento familiar, ya que es el factor que permite la unidad y

cohesin de los miembros: Los compromisos de lealtad son como fibras invisibles pero

resistentes que mantienen unidos fragmentos complejos de conducta relacional, tanto en las

familias como en la sociedad en su conjunto. (Sin embargo, el autor transgeneracional advierteque a veces la lealtad puede presentarse por medio de formas patolgicas , a travs de las

cuales un integrante intenta mantener unido al grupo, aun a costa de presentar una conducta

que es autodestructiva e insana (Simon et al, 1997: 211)

Por ejemplo, un hijo puede fracasar (conducta autodestructiva) en diversos mbitos fuera del

hogar (estudios, trabajo, etc.) como una forma de mostrar a sus padres y su familia (grupo al que

desea mantenerse unido) que sigue lealmente ligado a ellos.

A nivel visible, esa conducta autodestructiva puede ser interpretada como un acto de deslealtad

(por ejemplo, los fracasos del hijo tal vez traicionen ciertos principios familiares sobre el progreso,el trabajo, etc.); sin embargo, a nivel invisible ella representa una muestra de lealtad familiar, ya

que el hijo se est sacrificando en favor de los intereses del grupo (Berger, 1993: 16)

Estos intereses pueden estar relacionados, por ejemplo, con el sostenimiento econmico de dicho

grupo y, principalmente, con la mantencin de su unidad y cohesin. En ambos casos, as como es

factible identificar al miembro que est cumpliendo el papel de mrtir, se puede tambin observar


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que hay otro integrante que siente que con tal situacin se estn equilibrando las cuentas

pendientes a nivel familiar. Una manifestacin de esa situacin est relacionada con el proceso

denominado por Boszormenyi-Nagy como parentalizacin.

La parentalizacin es el proceso a travs del cual se produce una inversin en la relacin

jerrquica al interior de la familia, con lo cual uno o ms hijos pasan a desempear los papeles decuidadores o sostenedores del grupo familiar, una tarea que, naturalmente, no les corresponde a

ellos, sino a los padres. Sin embargo, esto se produce debido a que los padres sienten que sus

propios progenitores les dejaron con una serie de necesidades insatisfechas (a raz de que fueron

ellos mismos quienes debieron hacerse cargo de stos); el deseo de ver reparada esta injusticia (o

deuda dentro del libro de cuentas) se ve transferida a los hijos que, por ese motivo, pasan a

ocupar el lugar de los abuelos. As, quienes asumen el papel de hijos parentalizados dan

muestras de gran lealtad hacia la familia.

Aun cuando la parentalizacin no siempre es sinnimo de patologaya que hay casos en queocurre de manera espordica, lo cual puede favorecer el crecimiento y maduracin de los hijos

(Boszormenyi-Nagy y Spark, 1983: 38 y 182)-, Boszormenyi-Nagy reconoce que el papel de hijo

parentalizado suele implicar la realizacin de un esfuerzo extremo, pues demanda hacerse cargo

de responsabilidades para las cuales no se est capacitado. Desde esa perspectiva, el hijo

parentalizado es una persona explotada por sus propios padres, quienes le colocan en una

situacin de doble vnculo: Desde el punto de vista de la persona parentalizada, la parentalizacin

es una maniobra de explotacin manifiesta. La explotacin del hijo es del tipo del doble vnculo: de

l se espera que se muestre obediente, pero, a la vez, que acte en concordancia con la posicin

superior de modo ostensible en que se lo coloca (197).

Boszormenyi-Nagy destaca que los efectos de la parentalizacin son especialmente nocivos

cuando el hijo parentalizado no es reembolsado por el sacrificio que ha realizado.

Cuando no es compensado adecuadamente en su autosacrificio, el hijo parentalizado puede

experimentar graves consecuencias en su desarrollo y crecimiento emocional, mostrndose, por

ejemplo, muy inseguro en la toma de decisiones, sobre todo en aquellas relacionadas con una

posible emancipacin del hogar.

Podr padecer, asimismo, de constantes somatizaciones o enfermedades psicosomticas (Haley,

1995: 82), las cuales son consecuencia de sentirse obligado a negar o reprimir, de manera

permanente, sus propias necesidades en favor de las demandas del grupo familiar, entre cuyos

miembros predomina un intenso vnculo, a la manera de lo que Minuchin describi como familia

aglutinada o enredada (Minuchin, 2003: 90-1).

Boszormenyi-Nagy seala que en las familias en las cuales es posible identificar el fenmeno de la

lealtad invisible, se observa una intensa relacin entre sus miembros, lo cual no es sinnimo de


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ausencia de conflictos, ya que la presencia de disputas puede hacer an ms estrecha y

dependiente la relacin entre los diversos integrantes; al respecto, el investigador

transgeneracional ha advertido: La lealtad no es sinnimo de amor o emociones positivas

(Boszormenyi-Nagy y Spark, 1983: 131). Este tipo de familias en las cuales se aprecia un intenso

vnculo, funciona bajo el supuesto de que slo al interior de dicho grupo se pueden satisfacer

cabalmente las necesidades emocionales. Esto implica que el mundo exterior, es decir, lo no

familiar, es percibido como un lugar atemorizador y hostil (Minuchin et al, 1998: 163; Selvini et al,

2000: 101). A su vez, enfrentados a sus propias crisis del desarrollo, los padres tienden a estrechar

an ms a los hijos en el gueto familiar, obstaculizndoles o impidindoles el desarrollo de su

autonoma. Los hijos, por su parte, suelen internalizar esta dinmica y se comportan de una

manera que refuerza la interaccin vinculante ofrecida por los padres. El resultado de todo esto es

que el proceso de emancipacin de la familia de origen se asocia a emociones o experiencias

negativas, como la soledad, la indefensin y el abandono, reforzndose de ese modo, de manera

circular, la dinmica centrpeta que caracteriza a la familia (Simon et al, 1997: 431-33).

As, los hijos de este tipo de familias (en las cuales predomina el vnculo) suelen presentar serias

dificultades para emanciparse de manera exitosa. El enojo que frente a tal fracaso pueden

manifestar los padres encubre, en realidad, una ntima satisfaccin, pues de ese modo mantienen

a los hijos por ms tiempo apegados a ellos: Mientras que en la superficie parece que la

imposibilidad de desarrollarse y madurar torna al hijo desleal en relacin con las aspiraciones de

su familia, la verdad indiscutible es que todo paso que lleve a la autntica emancipacin,

individuacin o separacin de ese hijo tiende a tocar un problema lleno de carga emocional: el de

la unin simbitica permanente de cada miembro, negada, y a la vez deseada, con la familia de

origen. (Boszormenyi-Nagy y Spark, 1983: 36).

Esto quiere decir que para estas familias el crecimiento y la emancipacin de los hijos son

sinnimos de amenaza y traicin: Todo paso dado *por el hijo+ en direccin de la madurez

emocional representa una amenaza implcita de deslealtad hacia el sistema

Ello es especialmente complejo cuando los intentos de emancipacin provienen de aquel hijo que

hasta ese momento desempeaba el papel de miembro parentalizado.

Los esfuerzos que ste realice por desprenderse de ese papel y por iniciar un camino que lo

conduzca a la emancipacin sern severamente juzgados por el resto de la familia (y por l mismo,con el consecuente sentimiento de culpa): Incluso el hijo parentalizado que hasta muy poco

tiempo atrs era bueno, adaptado, y apoyaba a sus padres en el hogar (ayudndolos, haciendo

ciertas tareas o asumiendo responsabilidades en relacin con sus hermanos) puede estar

cambiando ahora, y ser descrito como un sujeto rebelde, holgazn o indiferente.


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El hijo que enfrenta tal contexto familiar suele hallar una solucin intermedia, que le permite

alcanzar un cierto margen de autonoma y, al mismo tiempo, le da la posibilidad de seguir

atendiendo las necesidades familiares. Dicha solucin intermedia se refiere a que el hijo conquista

un mbito de autonoma que, sin embargo, concede a los padres la posibilidad de permanecer

muy cerca de l; es decir, el hijo conjuga independencia y dependencia, pero en una forma en que

ninguna de las dos resulta plenamente satisfactoria para las partes involucradas.

El caso de las muchachas anorxicas puede ser til para ilustrar esta situacin, ya que, por un

lado, al rechazar los alimentos y al definir por s mismas qu y en qu cantidad comen, delimitan

un cierto mbito de independencia (Coleman, 1994: 206; Minuchin, 2003: 342). Al mismo tiempo,

debido al progresivo deterioro que va experimentado su salud, dicha independencia las condena

a una relacin de dependencia respecto de sus padres, al extremo de tener que volver a ser

alimentadas por ellos como si fueran bebs, satisfaciendo as, casi de manera literal, las

necesidades de los padres de ver retardado el crecimiento y emancipacin de las hijas.

La peligrosa prolongacin que suelen experimentar los casos de anorexia (tan rebeldes a los

tratamientos mdicos) tiene que ver, entonces, con que, a pesar de lo complejo y conflictivo que

resulta sobrellevar un caso de este tipo al interior de las familias (desgaste emocional,

preocupacin constante, etc.), la verdad es que el comportamiento de la hija (y de los padres) est

satisfaciendo necesidades muy primarias, en las cuales se prioriza la vinculacin simbitica en

desmedro de una relacin evolutivamente superior, es decir, una relacin en la que cada uno de

los miembros pueda gozar de una mayor autonoma. En otras palabras, utilizando el lenguaje de la

ciberntica, la familia est dando prioridad a la conservacin de la homeostasis o cambios de

primer orden, en lugar de reajustar su funcionamiento y su estructura a los nuevos contextos

evolutivos que implica el crecimiento de cada uno de sus miembros.

Un hijo de estas caractersticas pasa a recibir el calificativo de traidor a partir del momento en

que, a ojos de su familia, deja de comportarse como un hijo bueno, sacrificado y leal, para

comenzar a actuar de manera tal en que slo parece dar prioridad a sus propias necesidades, en

especial las relativas a su emancipacin, en desmedro de las necesidades del grupo familiar, que

enfatizan la cohesin y unidad de los miembros.

Sin embargo, lo que la familia no alcanza a percibir es que este hijo, a travs de su nueva actitud,

sigue muy pendiente del bienestar de sus padres (y del grupo familiar), ya que, a raz de losesfuerzos que debern realizar para ajustarse a la nueva situacin impuesta por el hijo rebelde,

los padres enfrentan la posibilidad de desarrollar cambios que podran alterar, de una manera ms

o menos radical, la forma de funcionamiento que les caracterizaba hasta ese momento:

Una adolescente drogadicta, en apariencia desleal y desafiante, no es slo la hija rebelde que trata

de afirmar su independencia frente a los padres. Aunque la conducta sea abiertamente


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autodestructiva, sigue poseyendo valor funcional y, por consiguiente, representa una

manifestacin de lealtad hacia la familia. Su conducta puede revitalizar y dotar de inters al

matrimonio de sus padres, signado por el desapego y la inercia; su comportamiento negativo

moviliza a las autoridades escolares y legales *+. De manera inconsciente la conducta de la

jovencita puede ser el medio del que se vale para obligar a los progenitores a demostrar inters,

preocupacin e involucracin con cada integrante de la familia. (Boszormenyi-Nagy y Spark, 1983:

355) En otras palabras, el comportamiento problemtico de la hija no slo busca conjugar de la

mejor manera posible sus necesidades de independencia y dependencia, sino que al mismo

tiempo ofrece una posibilidad de cambio evolutivo para el conjunto de la familia. De ese modo, lo

que segn la familia no es ms que una muestra de traicin de parte del hijo, en realidad es una

nueva y sacrificada manifestacin de su lealtad hacia el grupo familiar. Debido a ello, Boszormenyi-

Nagy propone que un hijo con esas caractersticas debe ser calificado como un traidor leal:

Las relaciones familiares, traicioneras en la superficie pero leales en su esencia, pueden ser

descritas por la paradoja del traidor leal.

Sin embargo, es posible que la familia persista en percibir al h ijo como un traidor a secas,

debido a lo cual el grupo se unir en contra de l, acusndolo de enfermo, malo o loco, y alentarn

su expulsin de la familia (Selvini et al, 1998: 156; Whitaker, 1993: 179), al considerarlo el culpable

(o chivo expiatorio) de los males que pesan sobre la familia (Scheflen, 1993: 155), o bien le

confinarn en un hospital para enfermos mentales, clausurando para siempre toda posibilidad

de que, alguna vez, el joven se emancipe exitosamente de su familia.

1.3 IVAN NAGY Y EL LIBRO DE CUENTAS FAMILIAR

Nagy, en el libro Lealtades Invisibles, habla de un " libro de cuentas de la familia" que consiste en

un sistema multigeneracional de obligaciones y deudas que deben pagarse con el tiempo.

No importa cundo ocurri una injusticia, siempre, en algn punto futuro habr un paso tendente

a la retribucin, aunque no necesariamente por el deudor o r i g i n a l. Los problemas, en opinin

de Nagy, surgen cuando esta justicia es demasiado lenta o insuficiente, y entonces ocurre lo que l

llama " la cadena de las retribuciones desplazadas". Un sntoma puede ser la seal de que hay una

excesiva acumulacin de injusticias. Enfrentarse tan slo al sntoma sin considerar la historia del

problema en trminos de un libro de cuentas familiares sera un grave error.

Un ejemplo que citan Nagy y su coautora, Geraldine Sparks, es el caso de una tensa e irritable

nia de nueve aos, llevada a terapia. Al parecer, haba sido criada por sus abuelos maternos,

porque su madre se volvi psictica y viva entonces en un hospital. En el curso de la terapia

familiar result que la abuela, a la edad de 14 aos, fue enviada a vivir con los padres de su propia

madre despus de que su padre adoptivo trat de violarla. Su madre, ponindose del lado del

padrastro, se niega a creerle y la enva a otra parte. Ms adelante, la abuela hizo un matrimonio


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lleno de tensin e infelicidad. Observa Nagy: Es fcil ver cmo una cuenta no saldada entre ella, su

madre y su padrastro tendr que ser "pagada" en su matrimonio. La atmsfera resultante, hostil y

atemorizadora del h o g a r, debi de r e f l e j a r se en los desesperados llamados de atencin de

la nia en la escuela. As, la injusticia cometida a la abuela surge como sntoma en una nia dos

generaciones despus (y, podemos aadir, una inutilizante psicosis una generacin despus).

Otro ejemplo sera la pauta comn en que una madre a quien enfureca ser rechazada por su

propia madre buscara compensacin ofreciendo una devocin total a una hija suya. A esta hija, en

el idioma de la balanza de pagos, se le pide restablecer la justicia familiar, dando a la madre todo

lo que su propia madre no le dio. Si esta nia crece con un inexplicable sentimiento negativo hacia

la madre " amorosa ", puede hacrsele ver cmo su madre la ha utilizado para compensar su

propia privacin, y tal vez pueda perdonarla. O, de otra manera, es posible hacer consciente a la

madre de cmo involuntariamente ha pedido a su hija compensar las deficiencias de la abuela, y

tal vez cambie sus expectativas de la nia.

Nagy no percibe negativamente estas pautas, pero indica que pueden ejercer una profunda

funcin al sostener a la familia. Presenta a la familia como un grupo de personas atrapadas en una

red de obligaciones, red cada vez ms densa, que acta para evitar todo dao a la familia o sus

miembros individuales. Los miembros de la familia imponen sus propios y primitivos nexos de

obligaciones mediante lo que Nagy llama "superego contra autnomo ", comparando su concepto

con la " seudomutualidad" de Wynne. As, el inters individual se sacrifica a la supervivencia del

grupo.

Confusas rias entre los padres pueden mantener cerca de casa a una h i j a, que hace las veces de

mediadora y ella, a su vez, puede mantener unido al matrimonio. El sacrificio de un hijo que estsimbiticamente apegado a una madre que a su vez estuvo privada emocionalmente es una

manera de saldar esa vieja cuenta. Tambin puede ser una forma de impedir que la madre, en

desventaja, sufra un colapso. O un hijo de padres rudos puede l levar su amargura no expresada

hacia ellos hacindola recaer sobre su esposa, conservando as lealmente su relacin con ellos a

expensas de su matrimonio. Nagy no condena este complejo sistema de contabilidad mientras, a

la postre, se equilibre, y sobre todo si las obligaciones de cada papel no estn tan congeladas que

nos permiten que peridicamente se establezca un orden ms justo. Por muy elegante que sea

esta lgica, selecciona tan slo lo que Elizabeth Carter ha llamado los "estresores verticales": la

lineal cadena de acontecimientos que caen sobre las generaciones. La idea es que A causa B causaC hasta terminar con Z. En el pasado ocurri algo que desencaden comportamientos

compensatorios hasta terminar en un sntoma en la actualidad. El cuadro horizontal en el aqu y el

ahora queda virtualmente desdeado, y esto limita la riqueza de las claves contextuales, que

indican al terapeuta lo que, en el presente, est manteniendo recurrentemente el problema, y

viceversa. As, el enfoque teraputico que brota de esta explicacin causal, lineal de la patologa,


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est cerca de un enfoque psicodinmico. En primer lugar, dice Nagy, debe analizarse la cadena de

injusticias que condujo al sntoma particular en el presente. El terapeuta es considerado como un

moralista benvolo, que crea una atmsfera en que las personas pueden enfrentarse a sus propias

deudas o injusticias emocionales y, una vez que tengan esta vislumbre, corregirlas. Esto se facilita

si ellos pueden ver que son las propias vctimas y que la manera en que estn actuando es dictada

por injusticias previamente cometidas a ellos, como cuando resulta que un padre tirnico fue, l

mismo, tratado brutalmente cuando era nio. Entonces ms fcilmente podr obtener el perdn

de las personas contra las que, a la vez, ha sido demasiado rudo.

O dos cnyuges que amargamente se atacan pueden redirigir su ira contra sus familiares de

origen, en cuanto se les seala que su ira mutua es su manera de contenerse lealmente de criticar

a sus propios padres. Al mismo tiempo, las " vctimas" recin designadas no por ello reciben

autorizacin de buscar venganza. Perdn es la clave de esta terapia, que slo funciona bien

cuando se contiene el proceso reactivo de censurarse y daarse: " la cadena de las injusticias

desplazadas." Si podemos hacer creer a un paciente que el odio a su esposa no es ms que un odioa su madre desplazado, muy probablemente terminar comportndose mejor con su mujer. Ella, a

su vez, podr corresponder de modo ms benvolo. As, puede romperse su ciclo de

recriminaciones. De manera similar, si los cnyuges redirigen sus enemistades hacia una suegra,

esto puede crear una atadura; mayor terapia podr hacer que esta atadura crezca de tal manera

que ya no necesite de una suegra para cimentarse. Y las implicaciones de este desplazamiento,

para evitar la vergenza, son maravillosas; si una madre puede sealar su propia niez infeliz

como la razn de que no haya podido dar mayor amor a sus retoos, podr decirse a s misma: " O

h, no fue porque yo sea mala persona, sino porque tengo una historia lamentable; ahora puedo

comportarme mejor sin reconocer por ello haber estado en el error.

Hay obvias limitaciones para adoptar la actitud un tanto abierta y moralista que Nagy parece

preferir. El terapeuta puede verse tentado a actuar como un rabino o sacerdote sabio, y hay

muchos pacientes y familias que saben emplear esto en contra de l. Algunas familias resistentes

son expertas en los juegos de seudo-expiacin, habindolos empleado como arma durante aos.

Otra posibilidad es que este enfoque pueda imponer una conciencia negativa de s mismo,

perpetuando as la culpa, la acusacin y otro comportamiento no deseado.

Sin embargo, Nagy parece ser uno de los pocos autores - clnicos (con excepcin de Helm Stierlin,

muy influido por l) que han redefinido el comportamiento sintomtico como prueba de lealtadfamiliar e indicadora de un sacrificio del desarrollo individual a los intereses del grupo. Pese a que

emplea palabras como " c h i vo e x p i a t o r i o ", " vctima ", " injusticia" todos ellos parte del

vocabulario de los terapeutas que simplemente han sustituido al "paciente malo o enfermo" por la

" familia mala o enferma", Nagy est apartndose de esta posicin lineal y acercndose a una

epistemologa ms circular. En sus descripciones de uno o dos casos, Nagy casi parece estar


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empleando una doble atadura teraputica que cubre todo un sistema. En uno de estos casos, un

adolescente haba cado en el vicio de las drogas, metindose en dificultades menores pero

potencialmente graves. Result que sus padres se haban separado, que los hermanos mayores se

haban ido, y que el muchacho era el nico que quedaba en el hogar, con una madre deprimida y

obesa. Dice Nagy: Mientras que al nivel visible este muchacho estaba llevando una vida

irresponsable, determinada por el placer, al nivel de la lealtad a la familia haba hecho un valioso

sacrificio en aras de la familia entera De hecho, la pauta autodestructiva de su vida serva como

seguridad de que, como ltimo miembro, no era capaz de dejar a su madre.

Despus de que el terapeuta hizo visibles los aspectos de lealtad de la conducta del muchacho

ante l y su familia, al parecer ocurri un gran cambio. El muchacho dej las drogas y se consigui

un empleo. La madre perdi temporalmente el suyo, y durante un periodo realmente dependi

del hijo, pero despus sigui adelante en su profesin. La insinuacin de un paso dado hacia un

concepto de causalidad circular, en lugar del tradicional enfoque lineal, tambin aparece en un

anlisis de la futilidad de ponerse del lado de un supuesto chivo expiatorio. Nadie observa que elterapeuta a menudo ser rechazado en semejante esfuerzo por el chivo expiatorio mismo, as

como por el resto de la familia ya que, segn dice Nagy, el chivo expiatorio es tan aficionado al

juego como todos los dems. Una mejor manera de tratar semejante situacin, afirma Nagy, es

felicitar al chivo expiatorio por su posicin de "ganador ", ya que logra hacer que todos los dems

se sientan culpables, y decir al resto de la familia que lamenta verla en su nada envidiable posicin

de perdedores.

1.4 TERAPIA CONTEXTUAL FAMILIAR

La intervencin desde la justicia familiar quiere proteger ante todo la funcin parental buscando elreequilibrio entre las generaciones para que los hijos e hijas no se encuentren atrapados en las

redes invisibles de las cuentas pendientes entre generaciones, con un claro objetivo de

prevencin. Consideramos que, en ltima instancia, el valor de la intervencin familiar reside en

la prevencin. Al reestructurar los criterios de expectativas justificables, la terapia puede impedir

la formacin de lazos paralizantes que, de lo contrario, podran producir sntomas y la infelicidad

de cualquier integrante aparentemente sano. Boszormenyi-Nagy y Spark, (1973: 437) El primer

objetivo de la intervencin social desde el modelo de justicia familiar es explicitar los nudos

familiares en los que se encuentran envueltos unos y otros as como el propio sistema,

introduciendo un orden ms saludable entre los diferentes mandatos familiares: la de origen, laque hemos formado, la que formaremos. Este modelo se denomina intervencin contextual,

porque prioriza el contexto sobre todas las dems variables que intervienen en el proceso. El

contexto est formado por: los hechos, la simbologa psicolgica, las relaciones y la tica.

Los hechos hacen referencia a la vida concreta del individuo: a la presente, a la pasada y a las

expectativas de futuro. Es importante identificar acontecimientos transicionales que modifican


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el curso de la cotidianidad y de las relaciones familiares: fallecimiento de un miembro de la familia,

adopcin, paro, enfermedad o muerte, pero tambin la vivencia concreta del hecho motivador de

la conducta con problemas. La psicologa individual y concreta debe igualmente investigarse,

desde la bsqueda de sentimientos como la necesidad de reconocimiento, como desde la

identificacin de mecanismos intrapsquicos como los mecanismos de defensa o las

identificaciones. Boszormeny-Nagy no renuncia la vida interna de los sujetos. Las relaciones hacen

referencia primero a las relaciones familiares y sus dinmicas pero tambin a un cierto estilo

comunicacional que coloca al individuo ante el mundo de una determinada manera.

Pero el centro de este modelo es la dimensin tica, que se fundamenta en el sentimiento de

justicia o de injusticia que haya experimentado el individuo a lo largo de su familia. Es algo como

que se puede sentir bien tratado o mal tratado por su familia. No se trata de las situaciones

imprevistas que pueden ocurrir en una familia sino cmo la familia gestiona estos elementos de

dificultad. Por ejemplo: si nace un hijo con discapacidad, quin se har cargo de l? No se trata del

sentimiento de injusticia que pueden sentir los padres ante un nacimiento difcil sino elsentimiento de injusticia que puede sentir la hija mayor al renunciar a su infancia por tener que

ayudar, sin reconocimiento de su esfuerzo por parte de la familia. El sentimiento de justicia

tambin supone sentimientos de confianza y de seguridad en la vida cotidiana y en la posicin

social en el mundo.

As, la interiorizacin de la justicia como un factor que introduce equilibrios y desequilibrios en la

vida cotidiana de un individuo o de una familia puede convertirse en un motor para el cambio

social. La justicia puede presentarse como un concepto que permite orientar la vida en sociedad.

Guarda relacin con la bondad, la verdad y la belleza. Partiendo de este criterio, la justicia es

aquello que nos permite evaluar las acciones humanas. Tiene una funcin de utilidad para

racionalizar nuestra cotidianidad. El concepto de justicia familiar fue elaborado por Ivan

Boszormenyi-Nagy partiendo del estudio de la familia, sin renunciar a la elaboracin subjetiva del

individuo ni a los hechos acaecidos, todo esto envuelto en un guante tico.

En una formulacin posterior del modelo contextual, Boszormenyi-Nagy propuso una quinta

dimensin - la dimensin ntica - que estaba implcita en las formulaciones anteriores, pero que

considera de manera ms explcita la naturaleza de la interconexin entre las personas.

Ivan Boszormenyi-Nagy en el libro editado en comn con la trabajadora social Geraldine Sparks,plantea cmo las deudas tanto simblicas como materiales se pasan, en un smil de la herencia,

de una generacin a otras. Las deudas que no se pueden cumplir por los miembros de la

generacin actual, porque son confusas en su comprensin o incluso tan paradjicas que, sea

como sea el pago, la deuda sigue permaneciendo. De entre las mltiples aplicaciones del concepto

de justicia familiar, es decir cmo una familia concreta regula sus conflictos, desde qu cdigos, la

justicia se va ejecutando en el da a da, existe un concepto fundamental para los menores


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afectados por conductas antisociales y/o delictivas. El enfoque parte de la premisa de que los

individuos necesitan sentir que su mundo es razonablemente justo. Si el entorno, la familia, el

colegio, etc. no se lo permite, generar otro, disfuncional, con la tentativa de recuperar esa justicia

siempre perdida. As, un hijo con funcin de chivo expiatorio en su familia, puede desarrollar un

comportamiento agresivo y violento en el centro escolar o en el barrio. Si la familia no puede

atenderle, el menor har pagar a la sociedad por aquello que la familia le debe.

La familia tiene dos mandatos: ha de dar seguridad material, afectiva social y ha de permitir la

separacin y el crecimiento de sus miembros. Boszormenyi- Nagy (1973,198) parte de la existencia

de una deuda vital de todos los hijos hacia sus padres, ms all de la conducta, honrosa o no de

stos: es la deuda por la vida. La familia no es exactamente un grupo, si bien se le puede atribuir

algunas de sus caractersticas. La familia, cualquiera que sea su forma, se define como tal porque

como tal es percibida por los propios miembros que la componen as como por la sociedad de la

que forma parte. Los apellidos (nosotros, los Garca) y el lugar geogrfico de origen (nosotros

somos de Santiago), es decir, las races, sirven para identificar a la familia como tal, como unatotalidad que comparte valores, emociones y acciones. Esto sin embargo, no corresponde

necesariamente ni con el lugar de nacimiento, ni con el de residencia ni tan siquiera es necesario

que todos los miembros de la familia compartan un apellido fundador. Entre los miembros de la

familia existe un sentimiento de pertenencia, de compartir exclusivamente con unas personas

concretas y nicas, una manera de percibir y de estar en el mundo, incluidos todos los acuerdos y

desacuerdos posibles, en un cdigo familiar: la familia es un sistema que se cierra ante el mundo

gracias a unas reglas opacas que son propias de cada familia y difcilmente explicables a cualquier

persona extraa. Es un cdigo familiar. La percepcin de la justicia tambin es diferente entre

hombres y mujeres.

Priorizan diferentes objetivos: los hombres se centran en los resultados obtenidos y las mujeres en

la calidad de las relaciones establecidas; las mujeres priorizan las atribuciones externas, como la

suerte o la casualidad, mientras que los hombres se centran en las internas, como la excelencia y

la autoestima. Los hombres generalmente valoran el rendimiento y las mujeres la participacin y

la dedicacin. En relaciones de ayuda, tanto hombre como mujeres tienen tendencia a valorar las

situaciones de ayuda ms estereotipadas masculinas o femeninas.

Otros elementos tambin han de ser valorados. Sealan textualmente Boszormeny Nagy y Spark,

(1973: 433) La drogadiccin o la conducta delictiva de la gente joven constituyen ejemplos demanifestaciones sintomticas de conflicto entre los individuos y los sistemas multipersonales (...)

Sugerimos que el terapeuta trate de reinterpretar la conducta aparentemente irresponsable o

inmoral del delincuente y el drogadicto. (...) Al buscar una colaboracin dedicada, leal y redimible,

o incluso la valiosa colaboracin de este aparente reo, el terapeuta puede encontrar el camino

ms rpido para entender la configuracin dinmica ms profunda del sistema.


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El concepto de contexto abarca tanto las relaciones actuales de la persona como su pasado y

proyecciones futuras. Los componentes del contexto son las personas en interaccin.

El terapeuta debera utilizar las fuerzas del contexto relacional completo, para beneficio de todas

las personas que interactan.Las perturbaciones, tanto de los individuos como de las familias, son

consecuencia de un desequilibrio entre el dar y el recibir, entre los derechos y los deberes,especialmente focalizado en la esfera de los afectos.

Aportaciones importantes a la Terapia Contextual se han realizado desde Europa, concreta

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