Ciencia: Recomendaciones para el futuro Presidente de México

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RECOMENDACIONES PARA EL FUTURO PRESIDENTE DE MÉXICO EL ÚNICO CAMINO HACIA EL DESARROLLO DE MÉXICO PASA POR EL CONOCIMIENTO NOVIEMBRE, 2011 ARTURO MENCHACA ROCHA PRESIDENTE DE LA ACADEMIA MEXICANA DE CIENCIAS

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Ante la próxima renovación en la titularidad del Ejecutivo Federal, la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) invita a aquellos que aspiran a tan importante responsabilidad a considerar los siguientes cuatro elementos fundamentales: mejorar la calidad de la educación básica en ciencia, incrementar la producción y la calidad de los recursos humanos del más alto nivel para Ciencia y Tecnología (CyT), dar mayor prioridad gubernamental a ese sector, y aumentar la inversión correspondiente. Se trata de dar a México una oportunidad real de tener un desarrollo científico-tecnológico adecuado que le posibilite convertirse en una sociedad más justa, equitativa y educada.

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Recomendaciones paRa el futuRo pResidente de méxico

el único camino hacia el desaRRollo de méxico

pasa poR el conocimiento

noviembRe, 2011

aRtuRo menchaca Rocha

pResidente de la academia mexicana de ciencias

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No podemos esperar un cambio,

si seguimos haciendo lo mismo

Albert Einstein

Ante la próxima renovación en la titularidad del Ejecutivo Federal en el año

2012, la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) invita a aquellos que aspiran

a tan importante responsabilidad a considerar los siguientes cuatro elementos

fundamentales: mejorar la calidad de la educación básica en ciencia, incre-

mentar la producción y la calidad de los recursos humanos del más alto nivel

para Ciencia y Tecnología (CyT), dar mayor prioridad gubernamental a ese

sector, y aumentar la inversión correspondiente. Se trata de dar a México una

oportunidad real de tener un desarrollo científico-tecnológico adecuado que le

posibilite convertirse en una sociedad más justa, equitativa y educada.

mejoRaR la calidad educativa

La educación básica ha sido tema prioritario de nuestros gobiernos federales

desde siempre, siendo México el país de la OCDE que hoy destina la mayor

fracción del gasto público a ello (Fig. 1). En la actualidad tenemos una cober-

tura casi total en el nivel básico (Fig. 2). El siguiente paso debe ser aumentar

la calidad de esa educación. En particular, es preocupante que nuestro país

ocupe el penúltimo lugar en la escala PISA en ciencia (Fig. 3). Una educa-

ción primaria y secundaria de mala calidad impacta gravemente en los ciclos

educativos superiores y limita seriamente la competitividad tecnológica. Reco-

nociendo la complejidad del problema, numerosas instituciones en México,

incluida la AMC, hacen esfuerzos por avanzar en este rubro ofreciendo apoyo

a profesores y alumnos, utilizando para ello recursos públicos y privados. Sin

embargo, la magnitud del problema (más de 30 millones de alumnos y cerca

de dos millones de maestros) es tal, que los logros de estos programas son siem-

pre parciales y locales. Atacar este asunto de raíz requiere una nueva visión

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4 5

de la educación básica, que ponga un mayor énfasis en el razonamiento que

en la memorización.

Propuesta

La primera premisa es que una población educada, especialmente en ciencia,

es prerrequisito fundamental para aspirar a un desarrollo científico-tecnológi-

co propio. Tratándose del mayor proveedor de este servicio, corresponde al

sector público enfrentar el problema con una visión de Estado. Un gobierno

que quiera tener un impacto mayor en la calidad educativa debe implementar

un programa agresivo para mejorar la situación actual. La experiencia de la

AMC en el tema indica que se requiere iniciar por la educación misma de los

profesores, revisando los programas desde el nivel de la educación Normal.

Se requiere, así mismo, implementar un sistema efectivo e independiente de

certificación permanente de los maestros, a escala nacional, estimulando la

excelencia en la enseñanza.

aumentaR los RecuRsos humanos de alto nivel

en ciencia y tecnología

Otro índice preocupante para México es el bajo número de investigadores

científicos y tecnólogos con que cuenta (Fig. 4), así como la baja velocidad

a la que esta comunidad se reproduce (Fig. 5). Este problema nace de una

oferta educativa que disminuye progresivamente a medida que se avanza en

los estudios (Fig. 2), pasando de coberturas cercanas al 100% en la educación

básica, a un 60% en la educación media, y a un 30% en la educación superior,

lo que es claramente inconsistente con los cambios en el perfil poblacional

actual del país.

Más allá de la cobertura, en el nivel educativo más alto —maestría y doc-

torado— también existe una baja eficiencia de las instituciones educativas, en

parte debida a una política gubernamental reciente de congelamiento virtual

de plazas para investigadores en instituciones públicas que desanima a los

jóvenes interesados en optar por carreras en ciencia y tecnología. Hay que

admitir que CONACYT ha impulsado un progreso considerable en fomentar

niveles educativos más altos y de mayor calidad, a través de sus políticas de

becas, de estandarización de programas educativos y de mejora en la eficien-

cia terminal. Sin embargo, aún estamos lejos de las metas que pondrían al país

en los niveles que corresponden a su economía. Concretamente, hoy en día se

otorgan cerca de 3,000 doctorados al año en México (Fig. 6) y esto equivale

a la mitad de la producción per cápita de Brasil (Fig. 7). El reto de aumentar

en este rubro también involucra esfuerzos en dos frentes. Uno de ellos es incre-

mentar la eficiencia de las instituciones de educación superior para formar doc-

tores. Baste recordar que sólo uno de cada 10,000 jóvenes llega al nivel más

alto de educación (Fig. 2), probabilidad que tristemente coincide con aquella

de ganarse la lotería. Una meta sexenal alcanzable es duplicar este número,

igualando así la producción per cápita de Brasil (Fig. 7). Se trata de pasar de

un doctorado por cada 100 estudiantes de licenciatura, a dos. El otro frente

consiste en procurar la contratación de esos egresados, para evitar pérdidas

y fuga de cerebros. Naturalmente, este último rubro no puede quedar a cargo

exclusivo del Estado, debiendo participar cada vez más la Iniciativa Privada

(IP). Sin embargo, el ya mencionado informe de la OCDE muestra claramente

que la IP mexicana tiene poco interés en la innovación y la generación de

nuevas tecnologías (Fig. 8). En consecuencia, aunque sería deseable, hoy en

día la IP no representa una fuente importante de empleo para recursos humanos

con doctorado (Fig. 9), lo que sólo refleja la debilidad de sus programas de in-

novación. Así, vemos que la política actual de virtual congelamiento de plazas

para investigación en el sector público ha generado una caída dramática en

el número de los ex becarios de CONACYT que ingresan al Sistema Nacional

de Investigadores, o SNI (Fig. 10), pasando de 850 en el año 2000, a 109 en

2007. También vemos que en fechas recientes el SNI crece en poco más de

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6 7

1,000 miembros al año (Fig. 11), lo que comparado con los 3,000 doctorados

anuales (Fig. 6), implica que cerca de 2,000 jóvenes doctores no encuentran

trabajos adecuados a su grado, es decir, la investigación y/o la formación de

recursos humanos de alto nivel.

Propuesta

Nuestra segunda premisa es que el país requiere urgentemente de la crea-

ción de nuevos polos de desarrollo tecnológico, con sus respectivos centros

de investigación públicos y privados. El objetivo es dar un mayor acceso a la

empresa mexicana a las nuevas tecnologías, a nivel regional y nacional. Sin

embargo, esta visión de un México triunfador resulta inviable en el corto plazo

si no se prevé la producción de los recursos humanos en los niveles más altos

(maestría y doctorado), por el tiempo que esto último requiere (2-6 años). Un

gobierno que aspire a hacer un cambio efectivo en este rubro, debe iniciar por

incrementar la oferta educativa en los niveles medio y superior, adaptándola a

la realidad poblacional actual del país. No menos importante, atendiendo a

recomendaciones nacionales e internacionales, se debe enfrentar con mayor

eficiencia la formación de esa fuerza de trabajo altamente calificada, es decir,

maestría y doctorado. Este nivel educativo, para ser de calidad, debe estar ín-

timamente ligado a la investigación científica y tecnológica.

mayoR pRioRidad gubeRnamental paRa la ciencia y la tecnología

Es un hecho que en la última década la atención del Gobierno de México

hacia la CyT ha disminuido. En 2002 se promulga la Ley de Ciencia y Tecno-

logía (Enlace 1), que constituye al Consejo General de Investigación Científica

y Desarrollo Tecnológico (Capítulo II, Artículo 5) como el órgano que define la

política del Estado en la materia, y que debe reunirse dos veces al año (Ca-

pítulo II, Artículo 7). Sin embargo, éste sólo se reunirá tres veces en el sexenio

2000-2006, y una vez más en los cinco años que lleva el actual. Otro ejemplo

es que durante la primera mitad del periodo presidencial de Vicente Fox sus

informes anuales trataban a la CyT como un “tema” dentro de la “categoría”

de Desarrollo Humano y Social (Enlace 2). Sin embargo, durante la segunda

mitad de ese gobierno, la CyT cae al nivel de “subtema”, dentro de la misma

categoría (Enlace 3). En el presente sexenio, la ciencia y la tecnología siguen

apareciendo a nivel de subtema, pero ahora asociadas a la categoría de

Economía Competitiva y la Generación de Empleo (Enlace 4). En la práctica,

la reorganización de la Secretaría de Educación Pública ocurrida en 2005

(Fig. 12), eliminó la Subsecretaría de Educación e Investigación Tecnológica

así como la de Educación Superior e Investigación Científica, sin crear nada

equivalente en la Secretaría de Economía, que desde entonces se encarga de

la tecnología y a la innovación a través de su Subsecretaría de Competitividad

y Normatividad, desapareciendo así las palabras “ciencia” y “tecnología” del

organigrama. De lo anterior se deduce que los gobiernos recientes pasaron de

una CyT directamente vinculada con la educación, a un organigrama que sólo

considera el potencial económico de la tecnología, sin ciencia. Esto se deriva

del intento de unificar a la ciencia y a la tecnología en alguno de esos dos

sectores cuando, en la práctica, la primera está más relacionada con la edu-

cación, mientras la segunda lo debería estar más con la economía. Si bien la

vinculación ciencia-tecnología es deseable, cada uno de esos sectores (educa-

ción y economía) tiene un interés desequilibrado en una o en otra, exacerbado

en los últimos años. Así, el propósito reciente por generar innovación (y empleo)

a partir de la tecnología, deja aparentemente a la ciencia básica como un

espectador no-bienvenido, lo que genera más tensión que colaboración, entre

científicos y tecnólogos. En realidad lo que se requiere es reconocer la impor-

tancia estratégica de la CyT definiéndola como un sector en sí misma, es decir,

dándole un nivel de Administración Pública que le permita un contacto igualita-

rio entre su organismo gestor y los sectores de educación y de economía.

Page 5: Ciencia: Recomendaciones para el futuro Presidente de México

8 9

Propuesta

La tercera premisa es que un verdadero cambio en CyT en México no se pue-

de lograr sin darles una ubicación más preponderante en el organigrama del

Poder Ejecutivo de la Unión, instituyendo una Secretaría de Estado para este

ramo, como han hecho varios países del orbe, como Brasil, Argentina, Uru-

guay, España, Venezuela y Cuba, entre otros. Esta nueva Secretaría debe elevar

a nivel subsecretarial el fomento a la formación de recursos humanos de alto ni-

vel, así como retomar las problemáticas asociadas al fomento de investigación

científica, incluyendo al SNI, en otra subsecretaría. También se debe reconocer,

en un nivel subsecretarial independiente, las importantes diferencias que existen

entre la investigación tecnológica, por un lado, y la innovación y la competitivi-

dad, por el otro. Por lo expuesto anteriormente, algunas de estas subsecretarías

deberían tener una estrecha colaboración con las Subsecretarías de Educación

Media y Superior de la SEP, mientras las otras lo harían con las secretarías

consumidoras de tecnología (SEDENA, SEMAR, SE, SSP, SCT, SEMARNAT, SENER

y Salud), así como con los Gobiernos de los Estados.

mayoR inveRsión en ciencia y tecnología

Con sus 112 millones de habitantes, México es el 11º país en ese rubro, así

como la 14ª potencia económica. Sin embargo, la Inversión Pública en Cien-

cia y Tecnología (IPCYT), como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), se

ha mantenido estancada en 0.35% (+ 0.05%) durante las últimas tres décadas

(Fig. 13), colocándonos por debajo de la media entre los países latinoamerica-

nos y del Caribe (0.6%); en particular de Brasil (1%), Chile (0.7%) y Argentina

(0.5%), así como entre los dos últimos lugares de la OCDE. Las estadísticas

mostradas en el informe 2009 de ese organismo sobre México, al comparar

con el comportamiento económico de sus otros países miembros, muestran que

existe una clara correlación entre la IPCYT y el PIB (Fig. 14). Así, la baja tasa de

crecimiento del PIB mexicano (Fig. 15) en las mismas tres décadas puede consi-

derarse como un ejemplo típico de esa correlación. Es decir, si se invierte poco

en CyT, se crece poco. Por lo mismo, la primera recomendación de la OCDE

es hacer “un reconocimiento político sobre la importancia de las inversiones

relacionadas con la generación de conocimiento, que se refleje en un finan-

ciamiento apropiado”. A falta de ello, hay variables económicas en las que,

más que estancados, hay muestras claras de que retrocedemos. Por ejemplo, el

índice de cobertura tecnológica de México (cociente entre lo que exportamos

sobre el volumen global de las transacciones) ha disminuido de 0.24 a 0.04 en

la última década (Fig. 16). Es decir, tratándose de tecnología, hoy compramos

el 96% y vendemos el 4%.

Propuesta

La cuarta premisa es que, para ganar hay que invertir. Así, un cambio que

verdaderamente impacte en la economía mexicana debe considerar el aleja-

miento de las políticas de IPCYT de los últimos regímenes presidenciales, ha-

ciendo caso a las recomendaciones nacionales e internacionales sobre este

punto. Concretamente, se propone incrementar la IPCYT hasta llegar al 1% del

PIB, como establece la Ley de Ciencia y Tecnología (Enlace 1). Si la pregunta

es ¿en qué se invertirían esos recursos? la respuesta está en cada uno de las

tres propuestas anteriores: lograr una mejor educación científica y tecnológica

ligada a la investigación y a la educación superior, duplicar la producción de

graduados con doctorado aumentando su contratación y construyendo con

ellos los nuevos centros de investigación científica y tecnológica que requiere

el desarrollo económico del país, y canalizando los recursos necesarios para

becas y proyectos a través de la creación de una Secretaría de Ciencia y Tec-

nología.

Ciudad de México, noviembre, 2011

Page 6: Ciencia: Recomendaciones para el futuro Presidente de México

a n e x o

figuras y enlaces

Page 7: Ciencia: Recomendaciones para el futuro Presidente de México

12 13

Fig. 1. Inversión en educación, como porcentaje del gasto público (fuente: OCDE, Enlace 5)

Fig. 2. Cobertura educativa* y perfil poblacional, 2010 (fuentes: INEGI y SEP, Enlace 6)

Fig. 3. Desempeño estudiantil en la escala de PISA para ciencia (fuente: OCDE, Enlace 5)

Fig. 4. Personal calificado para investigación y desarrollo, por millar de empleados(fuente: OCDE, Enlace 5)

27-29

24-26

21-23

18-20

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12-14

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6-8

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* La relación cobertura-edad implícita en las barras claras, supone que los estudiantes en cada ciclo escolar tienen la mínima edad reglamentaria. Los excedentes en las edades 6-8 años (1º a 3º de primaria) y 9-11 años (4º a 6º de primaria)

indican que en esos ciclos hay alumnos inscritos que tienen mayor edad.

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2004

Promedio OCDE

1995

25

20

15

10

5

0

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14 15

Fig. 5. Doctorados/millón de habitantes (2005), en áreas relevantes (fuente: OCDE, Enlace 5)

Fig. 6. Doctorados/año (fuente: CONACYT, Enlace 7) [Nota: en el texto se extrapola al año 2010]

Fig. 7. Doctorados/año en 2008 (fuente: CONACYT, Enlace 7)[Nota: en el texto se normaliza por la población]

Fig. 8. Inversión en investigación y desarrollo hecho por las empresas como porcentaje del valor agregado en 2007 (fuente: OCDE, Enlace 5)

Fig. 9. Porcentaje de becarios del CONACYT ocupados en empresas, por tipo de beca (fuente: CONACYT, Enlace 8)

0

50

100

150

200

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450Ciencia (1) Ingeniería (2) Otros

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1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008

2,5542,2832,112

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48,802

23,499

10,71110,1014,3732,554 0.5 2.5 4.3 1.1 11.5 3.3

Graduados/10,000 PEANúmero de graduados de doctorado por país, 2008

0

10,00020,00030,00040,00050,00060,000

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beca CONACYT de maestría nacional

beca CONACYT de maestría al extranjero

beca CONACYT de doctorado nacional

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12.6%

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Graduados

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16 17

Fig. 10. Número de ex becarios del CONACYT que ingresan al SNI, según el año en que concluyó su beca (fuente: CONACYT, Enlace 8)

Fig. 11. Evolución en el número de miembros del SNI (fuente: CONACYT, Enlace 7)

Fig. 12. Cuadro comparativo, reestructuración SEP-2005

766

862 860 852 837782

727671

378

140108

2006 2007200520042003200220012000199919981997

2006 2007200520042003200220012000 2008 2009

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10,904

12,096

13,48514,681

15,56516,598

Viejo y nuevo organigrama de la estructura básica del sector central de la Secretaría de Educación Pública

VIEJO ORGANIGRAMA (hasta diciembre de 2004)

SECRETARIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA

Unidad de Comunicación SocialDir. Gral. de Relaciones InternacionalesDir. Gral. de Asuntos JurídicosCoord. Gral. de Representaciones de la SEP en las Entidades FederativasCoord. Gral. de Educación Media SuperiorCoord. Gral. de Atención Ciudadana

SUBSECRETARÍA DE PLANEACIÓN Y COORDINACIÓN

Dir. Gral. de Planeación, Programación y PresupuestoDir. Gral. de EvaluaciónDir. Gral. de Acreditación, Incorporación y RevalidaciónCoord. de Órganos Desconcentrados y del Sector ParaestatalCoord. Nacional de Carrera Magisterial

SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN BÁSICA Y NORMAL

Dir. Gral. de NormatividadDir. Gral. de Materiales y Métodos EducativosDir. Gral. de Investigación EducativaDir. Gral. de Educación IndígenaCoord. Gral. de Actualización y Capacitación para Maestros en ServicioDir. Gral. de Televisión Educativa

SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN E INVESTIGACIÓN TECNOLÓGICAS

Dir. Gral. de Institutos TecnológicosDir. Gral. de Educación Tecnológica IndustrialDir. Gral. de Educ. Tecnológica AgropecuariaDir. Gral. de Educación en Ciencia y Tecnología del MarDir. Gral. de Centros de Formación para el TrabajoDir. Gral. de Educación Secundaria Técnica

SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN SUPERIOR E INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Dir. Gral. de Educación SuperiorDir. Gral. de ProfesionesCoord. Gral. de Universidades TecnológicasDir. Gral. del Bachillerato

SUBSECRETARÍA DE SERVICIOS EDUCATIVOS PARA EL D. F.

Dir. Gral. de Programación, Organización y PresupuestoCoord. Gral. de Operación de Servicios Educativos en el D. F.Dir. Gral. de Administración de Personal en el D. F.Dir. Gral. de Educación FísicaDir. Gral. de Extensión EducativaDir. Gral. de Servicios Educativos IztapalapaDir. Gral. de Educ. Normal y Actualización del Magisterio en el D. F.

OFICIALÍA MAYOR

Dir. Gral. de PersonalDir. Gral. de Recursos FinancierosDir. Gral. de Recursos Materiales y ServiciosDir. Gral. de Tecnología de la InformaciónDir. Gral. de Innovación, Calidad y Organización

NUEVO ORGANIGRAMA

SECRETARIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA

Coordinación EjecutivaDir. Gral. de Comunicación SocialDir. Gral. de Relaciones InternacionalesDir. Gral. de Asuntos JurídicosCoord. Gral. de Oficinas de Servicios Federales de Apoyo a la EducaciónOficinas de Servicios Federales de Apoyo a la Educación en los Estados de la RepúblicaCoord. Gral. de Educación Intercultural y Bilingüe

UNIDAD DE PLANEACIÓN Y EVALUACIÓN DE POLÍTICAS EDUCATIVAS

Dir. Gral. de Planeación y ProgramaciónDir. Gral. de Evaluación de PolíticasDir. Gral. de Acreditación, Incorporación y RevalidaciónCoord. de Órganos Desconcentrados y del Sector ParaestatalCoord. Nacional de Carrera MagisterialDir. Gral. de Televisión Educativa

SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN BÁSICA

Dir. Gral. de Desarrollo CurriculuarDir. Gral. de Materiales EducativosDir. Gral. de Desarrollo de la Gestión e Innovación educativaDir. Gral. de Educación IndígenaDir. Gral. de Formación Continua de Maestros en Servicio

SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR

Dir. Gral. de BachilleratoDir. Gral. de Educación Tecnológica IndustrialDir. Gral. de Educación Tecnológica AgropecuariaEducación en Ciencia y Tecnología del MarDir. Gral. de Centros de Formación para el TrabajoDir. Gral. de Educación Secundaría Técnica

SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN SUPERIOR

Dir. Gral. de Educación Superior UniversitariaDir. Gral. de Educación Superior TecnológicaDir. Gral. de ProfesionesCoord. Gral. de Universidades tecnológicasDir. Gral. de Educación Superior para Profesionales de la Educación

OFICIALÍA MAYOR

Dir. Gral. de PersonalDir. Gral. de Administración Presupuestal y Recursos FinancierosDir. Gral. de Recursos Materiales y ServiciosDir. Gral. de Tecnología de la InformaciónDir. Gral. de Innovación, Calidad y Organización

Page 10: Ciencia: Recomendaciones para el futuro Presidente de México

18 19

Fig. 13. Evolución IPCYT en México en las últimas décadas (fuente: CONACYT, Enlace 7)

Fig. 14. Correlación entre IPCYT (ordenada) y PIB (abscisa) (fuente: OCDE, Enlace 5)

Fig. 15. Evolución comparativa del PIB (per cápita) mexicano en las últimas décadas (fuente: OCDE, Enlace 5)

Fig. 16. Evolución de la Balanza Tecnológica de México (fuente: CONACYT, Enlace 7)

0.0

0.1

0.2

0.3

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200720042001199819951989198619831980 1992

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4

0 10,000 20,000 30,000 40,000 50,000 60,000

PIB per cápita (dólares del 2000)

Gas

to e

n in

vesti

gaci

ón y

des

arro

llo c

omo

% d

el P

IB

Hungría

México

PortugalEspaña

ItaliaNueva Zelanda

Rep. Checa Irlanda

BelgicaFrancia Austria

Canadá

DinamarcaEstados Unidos

SuizaJapón

Finlandia

Corea

Suecia

Luxemburgo

2.5

50

100

150

1980

200

250

300

350

400

1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004

100

75

50

25

0México OCDE

PIB per cápita,OCDE = 100, 2005

PIB per cápita, índice, 1980=100Precios constantes y PPPs constante

Corea

Irlanda

PortugalTurquíaGrecia

México

OCDE

1996

1,000

500

0

1,500

2,000

1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005

121.8

360.0

129.9

501.3

138.4

453.5

42.1

554.2

43.1

554.2

40.8

418.5

65.9

689.0

75.7

671.6

44.9

1,354.7

69.5

1,848.0

IngresosEgresosMillones de dólares

Balanza de pagos tecnológica, México, 1996-2007

Page 11: Ciencia: Recomendaciones para el futuro Presidente de México

enlaces

1: http://www.siicyt.gob.mx/siicyt/docs/acerca_siicyt/ley.pdf

2: http://tercer.informe.fox.presidencia.gob.mx/index.php?idseccion=32&ruta=1

3: http://quinto.informe.fox.presidencia.gob.mx/index.php?idseccion=18&idioma=esp&pagina=1

4: http://tercer.informe.calderon.presidencia.gob.mx/informe/pdf/2_5.pdf

5: http://www.oecd.org/document/27/0,3746,en_2649_34273_43822619_1_1_1_1,00.html

6: http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/habitantes.aspx?tema=P

7: http://www.siicyt.gob.mx/siicyt/cms/paginas/InfoGralEstCyT0207.jsp

8: http://www.conacyt.gob.mx/registros/sinecyt/Documents/Informe_Eval%20ImpactoProgFormdeCyT_2008.pdf