Cartas R-006 Nº098 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2

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OLA amigos. Soy lec- tor desde el primer número de la reüsta y quisiera hablar de lo que nos espera después de la muerte. Mi padre murió el 24 de Enero de este año, estando yo presen- te en el hospital en ese mo- mento. Los tres últimos días es- tuvo sedado contra el dolor, pero era consciente de todo. Al morir, no hizo ningún gesto ra- ro y estuvo en la habitación unas dos horas después de muerto. Yo lloré al principio, pero luego le di un beso y Ie di- je que descansara en paz. Es- pero que él estuviese tranquilo y no le confundiese el hecho de que llorara. En cuanto a si el cordón plateado necesita tres días para romperse, puesto que ahora los entierran alasZ4ho- ras, ¿puede esto causar proble- mas? No fue manipulado en el hospital y creo que se fue des- cansado. Tenía 66 años, vivió a su manera y yo le quería. A ve- ces tengo ganas de llorar al al no dar tiempo a ser total- mente trasp*sada al espíritu. Pero tal afirmación no tiene fundamento alguno y pertene- ce al terreno de la pura espe- culación. Las 72 horas que *se- grún la tradición- un espíritu puede necesitar para abando- nar totalmente eI cuerpo, y de ahí que no deba ser enterrado -o incinerado* antes, no es en realidad sino el plazo que an- tiguamente se daban para ase- gurarse de que Ia persona ha- bía fallecido y no enterrarla üva, a falta de instrumentos para certificar su "muerte clí- pensar en é1: ¿es eso bueno? Se leh:zo un novenario en la igle- sia -¿de qué sirle eso?-, y al día siguiente de morir, en casa, en los círculos redondos que hay en las paredes para que pa- sen los cables de la luz, por en- cima de las puertas, toda la pin- tura de gotelé apareció en el suelo, se desprendió sin moti- vos porque el piso es nuevo. No quiero decir que eso signifi- que algo, pero ahí queda el he- cho. Qr:edaría agradecido por vuestra respuesta porque neca- sito luestra experiencia y con- sejo. Gracias por enseñar. José Luis (Navarra) Aseguran algunas doctrinas que si eI astral se despega de- masiado rápidamente del fni- co aI morir, se pierde parte de la informacién cr¡nfenida en éI nica". Luego, todo aquello se revistió de doctrina esotérica y cada tr¡Itura justificó el hecho por razones diversas. Y así, si unos creen que es el tiempo mfuimo necesario para que el trasvase de información del as- tral al fisico se complete, para muchos judíos es el tiempo que hay que esperar para est¿r seguro de que Mumiah, nrirne- ro 72 entre los genios de la Cá- bala y encargado de t'resuci- tar" a aquellos ooa quienes no les ha llegado su momento", no va a actuar. En suma, inter- pretaciones adaptadas a cada creencia. Puedes estar tranqui- lo. Ni el enterramiento a las pocas horas, ni Ia incineracién, ni la extracción de los érganos de alguien para un transplante, afectan al espíritu. En cuanto a los novenarios, sirven para tranquilizar el áni- mo de quien se queda... si éste cree que son útiles para el ff- nado. Por nuestra parte, de- cirte que ni el más recalcitran- te católico de nuestros dÍas puede creer hoy que se pue- den ttcomprar" trocitos de cielo -¿curínto se cobra en tu parroquia por cada intersec- ción ante Dios" en estos ca- sos?* o ejercer ttinfluencia" por el alma de nadie a base de oraciones y donaciones pecu. manas. Decirte, por último, que ig- noramos las causas de los des- perfectos habidos en tu casa. Afirmar otra cosa sería men- tirte. Y tranquilízate. Volve- rás a ver a tu padre. Recuerda que el espíritu es inmortal. OY seguramente una de sus más fieles seguido- das sus reüstas. ras, de las que tienen to- rs reüstas. Llenásteis en el terrible vacío que me de- la repentina muerte de mi marido. En luestras páginas encontré consuelo y su lectura me llenó noches de insomnio, días de aioranza y desespera- ción. Hasta la fecha, nunca ha- bía encontrado nada que me resultase desagradable o irres- petuoso; incluso aquellos artí- culos que no respondían a mis creencias o educación. Hasta mis hijos llegaron a reírse de mí, diciendo que algún día me sabría de memoria los artícu- Ios de tantas veces que llegué a leerlos. Así era hasta hoy. ¡Me habéis decepcionado tan- to, tanto, que no encuentro palabras para decirlo El moti- vo es la portada del pasado mes de Febrero sobre los hombres-mamá. ¿A qué ha- béis llegado? ¿Cómo podéis tener estómago para publicar semejante foto, semejante ar- tículo? ¿Dónde queda vuestra decencia? Soy madre de cinco varones maravillosos y me siento avergonzada del mun- do donde vivo. En estos mo- mentos empiezo a creer que antes del año 2000 alguna ca- tástrofe diezmará el mundo, porque lo hemos buscado no- sotros mismos con tanta bar- baridad. ¿Y nos permitimos criticar a la juventud de hoy día? ¿Qué ejemplo les esta- mos dando? ¿Con qué cara miraremos a nuestros hijos a los ojos, si tenemos la poca vergüenza de escribir y publi- car semejante indecencia? ¿Cómo ha podido posar ese muchacho? ¿Saben la cara que pusieron mis hijos cuando llegué a casa con la reüsta? He tenido que arrancar la tapa y supongo que la quemaré cuando la haya leído. ¡Qué ba- jo han caído No saben cuánto lo lamento. Que Dios y las mi- les de madres ultrajadas les perdonen por semejante baje- za y :ultraje al sexo femenino. Espero que mi carta no sea la única que reciban sobre esta atrocidad, aunque no creo que tengan el valor de publicarla. Apenada, desengañada, doli- da y asqueada, les saludo. C. S. (Barcelona) Lamentarnos profundamen- te haberla causado tanto do- Ior y desengaño porque jamás ha sido esa nuestra intención. Pero, ¿por quó se enfada con nosotros? Hubo una época en Ia que a los portadores de ma- las noticias los mataban los re- yes pam desahogar su ira. ¿Y qué culpa tenían ellgs, simple¡ mensajeros? En MAS ALLA DE LA CIENCIA nos hemos limitado a contar que los mé- dicos ya están en disposición de permitir la gestación -difÍ- cil, pero posible- de un bebé en eI seno de un hombre y a explicar técnicamente cémo. Pero, ¿dónde ha leído usted que nosotros estemos a favor de tal aberración? Mire, en las últimas semanas todos los me- dios de social se han hecho eco del naci- miento de ttDolly", una oveja fruto de una clonación. Así como del caso de un pollo al que, aún en estado embriona- rio, se Ie implantó parte del cerebro de una codorniz y ahora canta como ésta ¿Ha seguido usted la polémica posterior? En esfe mismo nú- mero, hatllamos de Ia clona- cién y dedicamos nuesúro editorial al tema, por Io que Ie remitimos a él para cono- cer nuesfro parecer. Ahora bien, tenga la seguri- dad de que esto no ha hecho más que empezar. La incur- sión en el mundo de Ia genéti- ca Ya a revolucionar comple- tamente la sociedad y todos sus valores morales y éticos yan a §er puestos a prueba. Y se lo asegurarnos: la vida hay que afrontarla. Tomando par-

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