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Carlos Eduardo de JesUs Sierra ClInrl(ls. Farmnci6n bioclica en 211 expresivo equivale a una deficiencia en el modo de razonar, eSlo es, solo 10 que se piensa bien.., se puede decir bien. En una palabra, eSlilo y pensamiento se imbrican entre sf a1 ser eI ensayo un genero de madurez. Ser ensayista de verdad implica compartir con el creador de este genero, Monlaigne, su despreocupaci6n por la solemnldad y su repudio del pen sa miento establecido 0 de moda. Por asi decirlo, la rigidez del medio academico choca en forma frontal con el espiritu del ensayo. Tambien, la epoca actua1., de un oseurantismo tremendo segun hemos visto en capirulos anteriores, exige de los ensayislas otro deber etico. En efeclO, cuando eI lenguaje se torna oscuro en una sociedad, incluido el medio academico, cuando las palabras sirven mas para esconder que para revelar, cuando seres desaprensivos busean aumentar Ia confusion general, el deber elieo respectivo del ensayista apunta a una reforma radical del Ienguaje que consiste en lIamar a cada cosa por el nombre que Ie corresponde. Es justa 10 que hemos visto en diversos momentos en este libro acerca de las palabras que rec1aman borron y cuenta nueva a fin de que recuperen el poder transformador de la realidad que alguna vez tuvieron. En suma, si las palabras no nombraran 10 misrno para todos, hablar se convertiria en un acto ilusorio. Dado su caracter libre, los escritos academicos redactados con propositos de dudosa jaez como halagar la vanidad y lo s intereses de un profesor 0 un directivo no cabe denominarlos como ensayos, al igual que los trabajos academicos escritos por mero encargo y con la intencion manifiesta de cumplir un determinado objetivo. En sintesis, la reduccion a un proposito, a una verdad y a un lenguaje, como fustiga Velez, pervierte el genero en una fonna de pertenencia a una tenebrosa sociedad secreta. Empero, eJ ensayo, por poseer una' dimension cientifica aunada a una dimension artistica, es ecumenico por excelencia, no esolerico. Asi, aJejado de la aridez y de 1a aspereza conceptual, el gran ensayo se mueve contra la deshumanizacion e intenta encontrar un punto efectivo de union con el ser humane concreto. Por esto ultimo, es dable denominar aJ ensayo como el mas humane de Jos generos. Justo en esto reside su fortaJeza etica y, por eode, formativa. En forma bastante elocuente. recoge Velez eI nu cleo de la tragedia educativa actual como sigue: Una concepcion humanisfa de los conocimientos no es erelusiva de este genero de escrirura y, mcis bien, podria decirse que debe regir el me{odo educativo en general, ya que un esruciianle no podria de otro modo asumir como SlIYOS la cfencia y el saber. Par eSla razon, la incapacidad academica para acceder a esta forma de escritura no deberia entencierse como Jalta de informacion sabre sus teenicas especijicas. sino como un fracaso del sistema educativo en general. La explicacion es que, para escribir un ensayo. se requiere un ser humane in/ormado, can sensibilidad y con criterio propio, iY no reside precisamente en estos (res aspectos Jajinalidati de Ja educacioll? Hasta aqui esta reflexion pertinente de Jaime AJberto Velez. i,Que tan conscientes son las instituciones educativas latinoamericanas al respecto? Hasta donde puedo decir, la esquizotTenia es el sello distinlivo de las mi smas. Otra expresi6n acerca de la inconscieneia hispana en 10 que alane al potencial pedagogico del ensayo la tenemos en la evanescencia en 1a que se sume a nueslros grandes ensayistas. Todo el mundo hispano proporciona ejemplos sobre tan triste realidad. Boton de muestra, AntioQuia, region a [a que no Ie han fait ado, sobre todos los

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expresivo equivale a una deficiencia en el modo de razonar, eSlo es, solo 10 que se piensa bien.., se puede decir bien. En una palabra, eSlilo y pensamiento se imbrican entre sf a1 ser eI ensayo un genero de madurez.

Ser ensayista de verdad implica compartir con el creador de este genero, Monlaigne, su despreocupaci6n por la so lemnldad y su repudio del pensamiento establecido 0 de moda. Por asi decirlo, la rigidez del medio academico choca en forma frontal con el espiritu del ensayo.

Tambien, la epoca actua1., de un oseurantismo tremendo segun hemos visto en capirulos anteriores, exige de los ensayislas otro deber etico. En efeclO, cuando eI lenguaje se torna oscuro en una sociedad, incluido el medio academico, cuando las palabras sirven mas para esconder que para revelar, cuando seres desaprensivos busean aumentar Ia confusion general, el deber elieo respectivo del ensayista apunta a una reforma radical del Ienguaje que consiste en lIamar a cada cosa por el nombre que Ie corresponde. Es justa 10 que hemos visto en diversos momentos en este libro acerca de las palabras que rec1aman borron y cuenta nueva a fin de que recuperen el poder transformador de la realidad que alguna vez tuvieron. En suma, si las palabras no nombraran 10 misrno para todos, hablar se convertiria en un acto ilusorio.

Dado su caracter libre, los escritos academicos redactados con propositos de dudosa jaez como halagar la vanidad y los intereses de un profesor 0 un directivo no cabe denominarlos como ensayos, al igual que los trabajos academicos escritos por mero encargo y con la intencion manifiesta de cumplir un determinado objetivo. En sintesis, la reduccion a un proposito, a una verdad y a un lenguaje, como fustiga Velez, pervierte el genero en una fonna de pertenencia a una tenebrosa sociedad secreta. Empero, eJ ensayo, por poseer una' dimension cientifica aunada a una dimension artistica, es ecumenico por excelencia, no esolerico. Asi, aJejado de la aridez y de 1a aspereza conceptual, el gran ensayo se mueve contra la deshumanizacion e intenta encontrar un punto efectivo de union con el ser humane concreto. Por esto ultimo, es dable denominar aJ ensayo como el mas humane de Jos generos. Justo en esto reside su fortaJeza etica y, por eode, formativa. En forma bastante elocuente. recoge Velez eI nucleo de la tragedia educativa actual como sigue: Una concepcion humanisfa de los conocimientos no es erelusiva de este genero de escrirura y, mcis bien, podria decirse que debe regir el me{odo educativo en general, ya que un esruciianle no podria de otro modo asumir como SlIYOS la cfencia y el saber. Par eSla razon, la incapacidad academica para acceder a esta forma de escritura no deberia entencierse como Jalta de informacion sabre sus teenicas especijicas. sino como un fracaso del sistema educativo en general. La explicacion es que, para escribir un ensayo. se requiere un ser humane in/ormado, can sensibilidad y con criterio propio, iY no reside precisamente en estos (res aspectos Jajinalidati de Ja educacioll? Hasta aqui esta reflexion pertinente de Jaime AJberto Velez. i,Que tan conscientes son las instituciones educativas latinoamericanas al respecto? Hasta donde puedo decir, la esquizotTenia es el sello distinlivo de las mismas.

Otra expresi6n acerca de la inconscieneia hispana en 10 que alane al potencial pedagogico del ensayo la tenemos en la evanescencia en 1a que se sume a nueslros grandes ensayistas. Todo el mundo hispano proporciona ejemplos sobre tan triste realidad. Boton de muestra, AntioQuia, region a [a que no Ie han fait ado, sobre todos los

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temas de interes, pensadores y escritores de altos quilates. Pero, sus ideas se han perdido por falta de atenci6n, hecho que no ocurre en los pueblos que se precian de cuhos. En fin, Anttoquia ha producido magnificos maestros, pero los antioquenos no han querido aprender, pues, no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Si centramos nuestra mirada en los grandes temas de la bioetica, como el agotamiento de las fuentes de agua, la erosi6n, la desaparicion de especies ani males y vegetales, en suma, todas las calamidades del presente, se observa que estuvieron en la mente de nuestros pensadores, pero nadie los escuch6. Peor aUn, hubo, y, de facto, hay, casos de persecuci6n grotesca. De esta suerte, como bien destaca Jaime Jaramillo Escobar, de poco 0 nada sirve la reflexi6n de los guias en un pais que decidio no pensar y que extennina a quien se opone a cuanta felonia pulula por nuestra geografia.

Hasta agui, hemos hablado acerca de la dimension etica del ensayo a partir de la fonna de verlo de algunos autores hispanoamericanos select os. Ahora, no esta de mas cornplementar esta mirada desde dentro de nuestra cultura literaria con una mirada desde fuera, la del norteamericano John Skirius, profesor adscrito al Departamento de Espanol y Porrugues de la Universidad de California en los Angeles, experto en literatura e historia intelectual hispanoamericana. Suya es una compilaci6n muy conocida, El ensayo hispanoamericano del siglo xx:

De acuerdo con el diagnostico de Skirius, el ensayista hispanoamericano del siglo XX ha tendido a la descripci6n y enunciaci6n de los problemas. Le ha correspondido la soJuci6n a los cientificos, los sociologos, los economistas y los politicos.

De manera especial, el Ariel de Rodo recoge por vez primera los grandes temas que hoy llamamos bioeticos, fruto de la reflexi6n en tomo al prop6sito de la tecnologia en cuanto medio para el fomento de la plenitud del hombre m.as que para sojuzgarlo. A la par que Rodo percibe la dimension humana de la ciencia, as! mismo teme el grave peligro de volvemos siervos del materialismo utilitario como fin principal en la vida. En la perspectiva de Rodo, cultura y etica, espiritualidad y estetica, son indispensables para la realizaci6n del hombre. De similar tono senila ensayistica de Jose Carlos Mariaregui al considerar que hay una necesidad espiritual en el hombre que no puede llenarla la tecnociencia en excIusiva.

Tras las dos primeras guerras mundiales, como vimos aJ comienzo de este libro, la gente perdi6 la fe en el progreso y en la habilidad del hombre a fin de mejorar su situacion. Surge asi el desencanto frente a los grandes modelos de progreso de los positivistas de los siglos XIX y XX: Inglaterra., Francia, Estados Unidos, URSS, Alemania y Jap6n. Este desencanto, que no ha cesado, quedo recogido en forma fehaciente en la ensayistica hispanoamericana. Perc, como en el caso antioqueno, la ceguera y la sordera de la sociedad latinoamericana., rayana en la estupidez, ech6 al saco del olvido las sabias lecciones de los grandes maestros.

En resumen, podemos conduir que la producci6n ensayistica de nuestro desastrado subcontinente constituye un material rico y copioso para el duro aprendizaje del ane de la escritura de buenos y reales ensayos por la via de la lectora de los grandes maestros. Ademas, la proliferacion de excelentes ensayos en el rico diapason temarico de la bioetica representa todo un Potosi pedag6gico para ayudar a la formaci on de la

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respecliva conclencia. Despues de lodo, el ensayisla, el verdadero ensayista. seguR virnas mas arriba, es UR ser de gran eSlatura moral. No obstante, hasta donde puedo decir, se trata de un Potosi muy mal aprovechado para la didactica de la etica y la bioetica, esto es, no es mucha la gente que, en Latinoamerica, est! habituada a la buena Jectura de textos exceJsos. Ni siquiera en nuestras instituciones universitarias. En fin, cabe preguntarse 10 siguiente: i,Cual es el porcentaje de latinoamericanos con formacion universitaria que conoce los ensayos clasicos de Mchel de Montaigne y de Francis Bacon, padres del genero? ,,50%? i,25%? £.1O%? i,5%? i,l%? i,Menos todavia? Desde luego, cabe esperar que sean asiduos suscriptores y lectores de Selecciones y Cosmopolitan.

Losjuegos de rol en 10 tocante a laformaci6n de la conciencia hiea

Hoy por hoy, causa furor una modaIidad de juegos que, segUo algunas apreeiaeiones, vinieron para quedarse. Se los canace como juegos de rol y su medio fisico de eX'presion actual esta en la tecnologia informatica., si bien no siempre ha sido asi al haber tenido sus inicios en la fonna de juegos de cartas. Incluso, se esta gestando una especie de subcultura alrededor de tales juegos. Par decir 10 menos, el fen6meno es interesante a mi modo de ver por sus implicaciones educativas. En todo caso, no me sorprende en 10 mas minima el furor de man-as habida cuenta la dimension neotenica connatural a nuestra especie.

Alrededor del 80% de los usuarios de los juegos de rol son universitarios y sus edades oscilan entre los 15 y los 38 aTios, aunque la edad normal esta entre los 18 y los 30 anos. Con rareza, se yen' menores de 15 ailos. Con la ayuda de estos guarismos, podemos apreciar de inmediato que los usuarios de los juegos de rol , los rolers, corresponden al mundo universitario. Empero, la informacion existente sabre este fen6meno es todavia escasa, maxi me que los rolers conforman una subcultura rnuy cerrada segUn apreciacion de John Henry Amariles Mejia, profesor del Colegio San Juan Bautista de la Salle. Peor sun, la Universidad muy poco ha producido en 10 que concieme al papel de los medios de comunicacion en general en el ambito educativo. Por 10 tanto, una pesquisa tanto bibliografica como hemerognifica al respecto es una labor de genuina guaqueria.

Anles de avanzar, conviene definir de una buena vez 10 que son los juegos de rol. La industria correspondiente, porque se uata, para bien 0 para mal, de una industria, no llama juegos de rol a todo. En suma, un juego de rol es aque! en el que el usuario asume un personaje que loma decisiones e interaclita can un entomo. De acuerdo con eJ pareeer de los mismos usuarios, 10 que mas los identifiea es la goma por los computadores, amen del gusto por la musica rock y el desden por el reggaet6n. En cuanto a la manera de vestir de los rolers, suele ser descomplicada: Pantal60 vaquero, camiseta seneiJIa y tenis de skate. Par 10 demas, estiman el conocimiento del idioma ingles, puesto que los juegos en cuestion suelen estar en dicho idioma. Aparte de 10 anterior, hay aires elementos que distinguen a eSla subcultura de los juegos de rol. De un lado, les gusta leer, en particular ciencia ficcion, literatura epica, fantasia epica 0

fantasia historica. De otro lado, el jugador de rol no compra., sino que desearga sus juegos de la Red.

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Car/os Eduardo de JeSlis SiCffD Cuarlas. Fommcion bioctica en ingt'ntcria. 214

La historia de tales juegos comienza en Australia, a fines de la decada de 1960, con el nacimiento de un juego de lablero llamado Dungeon Poco despues, apareci6 en Norteamerica otro juego, Dragon, una nueva version que articulo las razas de la mitologia de Talkien con la idea primigenia de Dungeon y que evolucion6 hasta el surgimiento, en 1969, de Chainmail, un reglamento concebido poT Gary Gigax. De 10 previo, se puede observar que el fundamento de estos juegos reside en una temalica fantastica medieval, basada casi siempre en las mitologias cella 0 nordica . En realidad, asistimos en nuestros tiempos a todo un resurgir de una cierta fascinacion por e1 medioevo. Y no s610 en 10 Judico. Tambien, en 10 musical segUn 10 que podemos apreciar en el exito conseguido por cantantes con voz de sirena como Loreena McKennilt y Enya. Pero, volvamos con la historia de los juegos de rol. Con el correr del tiempo, aillegar 1a decada de 1980, se ha complicado la dimunica del juego en busca de mayor realismo. De esto, se originaron Runeques/, £1 Senor de los Anillos, La lIamada de Cthulhu y StomJbringer, entre otros. Luego, buscando darle mayor libertad de aceion e improvisacion al Master 0 director del juego, entraron en escena James Bond, Paranoia, Malefices y Marcel Super Heroes, a los que siguio una avalancha de juegos inspirados en la ciencia ficcion, inieiada con Star Wars en 1987 y a la que se anaden Shadownm, CybetpulJk y Mutmlles en la sombra, Empero, AD&D (Advanced Dungeons and Dragons) sigue siendo un clasico. Es mas, es la ruta de iniciacion de muchos rolers en eI mundo.

A propasito del auge de estos juegos, no ha fahado la preocupacion entre padres y educadores en :uanto a que produzcan UDa adiccion nociva. AI respecto, Juan Guillermo Estrada, propietario de un local de juegos de rol en el sector medellinense de EI Poblado. ademas de docente universitarlo, considera que tales juegos no son adictivos. En su fonna: de ver, el juego es inocuo a la viol en cia, es decir, es un juego y sus efectos dependen del uso que el usuario haga de eJ. Mas bien., estima el profesor Estrada que habria que pensar en las razones por las cuales se ensimisman los que juegan rol en linea. En paJabras de Estrada: Considero que cumuJo la teenologio nos integra es plaUSible. Pero, ClJando 110 S aisla, debemos preguntamos por que OCIJrre eSlo, que neeesidad lenemos de aislamos. Ahf hay que verificar easo por coso.

(,Estamos ante un peligroso gaJope de la fantasia en 10 tocante a estos juegos de rol? (,Producen tales juegos en quienes los practican un desajuste en sociedad? Sobre estos particulares, rernitamonos al punto de vista de Sandra Patricia Ordonez Castro, quien no alberga temores en tales sentidos. A su juicio, lejos de tener implicaciones antisociales, los juegos en cuesti6n constituyen un divertimento inteligente que, en tanto punto de partida, requiere de un nivel elevado de atenci6n, focalizacion, pensamiento abstracto e imaginacion anticipatoria., y que, conforme transcurre, desarrolla un buen numero de habilidades sociales e intelectuales. Entre estas, conviene destacar el desarrollo de 18 creatividad y del talento hi strionico, junto COn el de la capacidad de comunicacion, proyeccion y verbalizacion de ideas y emociones. Todavia hay mas: en el proceso de construccion del personaje y conforme este evoluciona, el jugador se ve en la necesidad fTecuente de cubnr vastos acapites documentales en un diapasOn variopinto de yeas del conocimiento. Ejemplo de esto, e1 jugador estaria en calzas prietas si quisiese asumir el rol, digamos, de NapoleOn sin relacionarse COn ciertos principios de eSlrategia militar. Por 10 demas, al ser un juego de colaboracion y no de competencia, el reI demand a el desarrollo progresivo de habilidades de liderazgo, negociacion, improvisacion y toma de

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decisiones, y urge a menudo al jugador a ponerse en el 1ugar de otro y a valorar las diferencias intersubjeli\"as en tanto ventajas. Desde el punto de \~sta psicol6gico, se ha demostrado que eslOs juegos no 5610 no producen desviacion alguna de la personalidad media, sino que, a1 perrrUtir al jugador la realizacion de sus suenos, fantasias y modelos ideales del yo, se taman en una oportunidad catArtica y estimulante que arnplia y cualifica el deposito de recursos intelectuales y afectivos con los que el seT humano afTonta la realidad.

De Jas apreciaciones previas, afloran las posibilidades de fonnacion de 1a conciencia etica mediante el recurso de los juegos de rol. Claro est&, esto sera posible si, y sOlo si , las empresas que los desarroJlan, distribuyen y venden poseen en S1 mismas Is estatura ttica correspondiente a fin de ofrecer productos de alto valor educativo.

Ahara bien., contamos can la pasibilidad de sameter a prueba apreciaciones como las brindadas par Amariles y Ordonez. Me refiero aI anal isis directo de las fuentes que inspiran tales juegos, la mitologia celta y la nordica. Ilustremas esto tanto con Harry Potter como con El Seilor de los AntI/os. Esto implica considerar la dimension simb6lica, tan ausente en 1a formacion universitaria de cientificos e ingenieros.

Si leemos con detenimiento los libros de Js serie de Harry Potter 0, 10 que da igual para el caso, sl vemos con atenci6n las versiones cinematognlficas respectivas, no tardaremos en descubrir que personajes del temple de Harry Potter, Albus Dumbledore, Minerva McGonagaJt, Severus Snape y Rubeus Hagrid, entre Olros por el eSlilo, son figuTas de una elevada estatura erica. Llamemoslas las fuerzas de 1a luz, en las que la etica que praetican se enmarca en una elica de maximos. Del mi smo modo, podemos realizar una distincion semejante al leer COn cuidado EI Selior de los AntI/os, complementado con fa lectura de El Silmarillion. En efeeto, dentro de la categoria de las fuerzas de la luz tenemos a persenajes como Froda, Gandalf, Arago~ Leogolas, Gimli y Elrond. entre otro buen numero. Y. por supuesto, tanto en Harry POller como en los libros de Tolkjen encontramos la contraparte, las fuerzas de la oscuridad, encabezadas por la figura de un Senor Tenebroso. En suma, en ambos ejemplos estamos ante un motivo principal de la literatura, 1a lucha inacabable entre el bien y el mal. No olvidemos que, en el case de Tolk.ien, la estructura moral de sus libros es neotestamentaria. Desde luego, una persona que se sumerja en un juego de rol can una estructura como esta reforzara su conciencia etica si asume el rol de un personaje de entre los de las fuerzas de la luz.

En el caso de Harry POller, en especial en Harry Poller y el caliz de fuego, hay una serie de pruebas por las que Harry 'debe pasar, junto con Cedric Diggory, can motjvo del Tomeo de los tres magos. De por si, el caliz de fuego de tal relata con1leva el significado nuigico y sacra del Santo Grial, por 10 que Harry y Cedric se asimilarian a las Ieyendas del Rey Arturo y 10 Mesa Redondo. Significa esto que Harry y Cedric son seres con una eJevada pureza de alma, toda una virtud caballeresca. Como eI caliz de fuego, el Santo Orial podia percibir si un caballero era 0 no honrado. En ests optica, la fuerte carga erica concomitanle salta a la vista en forma inmediata. En concreto, en las diversas pruebas del Tomeo de los tres magos, Harry ha de arrontar con frecuencia momentos cruciales de tipico discernirniento erico, siendo los mas dramaticos los de la tercera prueba, la del laberinto. Tambien., en los atros Jibros, Harry afranla con

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frecuencia momentos de discemimiento etico en los que refleja crecim iento en 10 humano.

Existe otro aspecto que encuentro muy llamativo en Harry' Potter desde el punta de vista de la etica. Propiarnente, se trata del hecho que HoS\varts, el colegio de magia en el que estudia Harry, ad mite en su seno a los Slytherins, no los discrimina ni exc luye pese a su maldad intrinseca. Como si dijesemos, neoliberales coexlstiendo, en forma parad6jica por demas, con seres de corazon purc. En el contexto del relato, Hogwarts presenta un universo muy familiar al compararlo con los colegios britanicos de prestigio, por ejemplo, Dragon School y Eton. Por el estilo. Hogwarts esta organizado por casas. Una de elIas es la de Slytherin, a la que pertenece Draco Malfoy, hijo de Lucius, tan perversos ambos como 10 design an sus nombres. Por su parte, Harry pertenece a la Casa Gryffindor. Ahora, GPor que se permite que los Slythenns compartan dicho colegio con seres que les son antag6n.icos desde el punto de vista moral como los eticos y virtuosos Gryffindors? La razon estriba en la concepcion que tiene Albus Dumbledore, director del Colegio. quien 10 ha convertido, por encima de todo, en un lugar en el que reina la justicia. Entre los mures de Hogwarts. Ia direcci6n de Dumbledore ha creado un ideal de 10 mas atrayenle, esto es, el mal no debe apartarse con temor, ni tampoco afrontarse solarnente a punta de fuerza y valor. En suma. es menester hacerle frente con compasion. En otras palabras, Dumbledore ha demostrado tener una gran fe en que los magos caidos puedan redimirse. En esto, captamos con facilidad algo muy prepio de la etica cnstiana sin ir mas lejos. la propension del ser humane hacia el bien. As~ Dumbledore ha contigurado a Hogwarts como una rnatriz ax.iologica para decirlo con precision.

Con unos terminos un poco diferentes. pero con el mismo sent ido que se acaba de seiialar, puede decirse que Hogwarts es asi porque cada uno de sus fundadores tenia rasgos personales que formabao parte de un todo equiUbrado. Inclusive la ambicion desmedida y perversa de los Slytherins puede dirigirse hacia el bien a condicion de que eSle siempre compensada por las caracteristicas que exhiben los alumnos de las demas casas de Hogwans. AJ fin y aJ cabo, esta es una realidad ioeludible de la naturaleza humans, combinacion de angel y demonio por as! decirlo. Intentar eliminarla en fonna absoJuta seria algo absurdo. ademas de imposible. He aqui una clave a fin de captar mejor 10 que signitica una institucion educativa en tanto rnalriz axioJ6gica 0 comunidad moral.

i,Que hace de Harry Potter un paradigma del conocimiento manejado con responsabiJidad? A mi juicio, la respuesta se resume en las cualidades personales de Harry, esto es, determinacion, inventiva, responsabilidad y un cieno desden por las regJas. Asi las cosas, Harry Potter nos sugiere una perspect iva elica que debe ir mucho mas alia de los marcos estrechos, esteriles y rigidos del deontologismo, una perspectiva etica de milximos, par cieno, de 10 mas acorde con 10 que el erudito Joseph Campbell denoroina como tiel heroe de las mil caras", un personaje cornun con un papel central en las culturas de todo el planeta, desde el mitico Ulises hasta el Luke Skywalker de Star Wars y el Frodo de EI Sellor de los Anillos. EI comun denominador de estas historias adopta 1a forma siguiente seglin nos advierte Campbell: Un heroe abandona el mundo de 10 cotidiano a fin de aventurarse en una region de prodigios mas alia de 10 natural. Alii se enfi"enta a fuerzas inesperadas y obtiene una victoria decisiva. Por fin, el heme

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regresa de esta misteriosa aventura con el poder de beneflciar a so projimo. Por su parte, el papel del heroe en 1a formacion de la coliciencia e1ica esta cOl1signado en la pluma de Thomas Carlyle en su tex10 clasico Los heroes: EI cullO de los heroes y 10 heroico ellia hisloria, texiQ que recomendaba coo enfasl$ y carino, entre otros tex10s meritorios, el inolvidable don Santiago Ramon y eajaI en cuanto a la educacion de las vocaciooes cientificas en 1a desastrada Espafia regeneracionista. Merece Ja pena reproducir aqui sus palabras al respecto, consignadas en SU primoroso libra Los fonicos de 10 vohmlad: Puesto que, se~Jn es bien sabido, fa juvenlud procede en su cuba a los hombres ilustres por imitacion, fuera obra ollamente educadora de fa VOhmlod que cada profesor tra::ara con wrdadero caril10 y con defiberado pmpOsito de sugesfi6n fa biografia anecd61ica y slicinla de los sohios que mas se distinguieron en el desarrollo de su ciencia especial, hacienda, en fin, algo de 10 que, desde ofro punta de vista, quisierolJ realizar A. Comte con $U culto a los gr(1}uies hombres," modemamente, Carlyle con :;11

libra sabre los heroes; Emerson con sus enfusiastas apologias de los hombres representatiV(}s 0 superhombres. a quienes Sf! deben todos los progresos y ventajas de fa civilizacion, y, liltimameJlle, Ostwald con Sll hemlOso libm Los grcmdes hombres. Has1a aqui Caja!, a cuyas parabras es menester anadir que una ensenanza apoyada en arquetipos ha de cuidarse de elegirlos bien a fin de destaGaf el manejo responsable del oonocimiento, idea central de fa bioetica en la 6ptica de Van Rensselaer Potter, pues, (que tal proponer como modelo:; a seguir a meres enanos morales! Por dent>, se me ocurre ahora esta pregunta: l.Que tan abundantes son los arqueripos monlies entre los cientificos e ingerueros a fin de presentar-ios a los que apenas estAn en agraz con rniras a su deblda formaci6n etica? Acaso sean pocos, pero por algo se empieza a fin de romper el actual brete etico. En todo caso, los juegos de rol de hoy dla, version mformatica de las hjstorias del "heme de las mil caras", no pueden prescindir de los arquetipos como piedras angulares.

No concluye aqul 10 concernJente a los juegos de rei habida cuenta que la ciencia ficci6n ataiie tambien a los mismos, y de la que nos ocuparemos en dcbida forma en el aparte que viene a continuaci6n.

E(papef de fa ciencia jicciim en fa jo1'l1ti1Cion de la candenda mea

Como :POdra recordar e1 lector, hice una primera presentacion de Ja pertinencia de la literatura de ciencia ficcion en e! discurso bioetico en el seno del primer capitulo. Por supuesto, 10 alii presentado dista mucho de haber ag01ado el lema. De esta forma, lIegados a esta parte, nos detendremos COil calma en el rnismo a proposito de su dimension educativa cor,espondiente.

Suele proponerse el nombre famoso del frances Jules Verne como el padre moderno de este genera literario, no sin raz6n, aunque no faltan quienes se permiten discrepar al punto de no considerar su produceion literaria. como de fieet6n cientificl. En todo caw, sin enredamos en esas discusiones bizantinas en materia de patemidad intelectual, no podemos pasar por alto los- nombres de Cyrario de Bergerac y de Johannes Kepler a la hora de tratar de la historia de ests cJase de literarura, aquel con motivo de su Hisfona carnica de los eslados e imperios del Sol y este a raiz de su Somnium. As!, 18 literatura

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de ciencia ficcion tiene unos origenes mas bien remotos en eI tiempo. tanto como la antigua Grecia y Ph.Jtarco 0 Ia epopeya Gifgamesh hacia el 2000 a.C.

En particular. el nombre de Cyrano de Bergerac ha merecido alguna atenclon par parte de Rene Dubos en su libro Los spiel/os de fa rozon, sabre todo en 10 que atane a las utopias cientificas y medicas. otro motivo principal en la historia humana, pues, entre todas las utopias medicas que han florecido en el curso del tiempo. ha sabresalido en forma pertinaz la creencia en que la enfermedad pudiera eliminarse par completo de la faz de la Tierra. Par ejemplo. a1 describir la sociedad ideal que irnagin6 en nuestro satelite natural, Cyrano senalo esto que sigue: En coda casa hay lin fisi6nomo soslenido por el Estado; es aproximadamel1le 10 que 5e lIamaria entre \'OSOlr05 lin medico, como no sea porque 5610 (rata genIe sana. En el terreno de 10 concreto, casi ninguna utopia ha funcionado al estrelJarse contra Ja realidad de la sempitema condicion humana. En fin, hablar de utopia equivale a hablar de los "mundos felices", los que., probablemenle. serian tan aburridos como el imaginado por Aldous Huxley. al igual que los concebidos por Plato~ Francis Bacon, Thomas Moro, WiJliam Manis y Herbert George Wells. i,Cual es el tal6n de Aquiles de las diversas utopias propuestas a 10 largo de la historia? Bien, Dubos observa al respecto que la debilidad fundamental de todas las utopias antiguas y de la mayoria de las modernas est! en que postulan una sociedad mas 0

menos estable en uo medio estable. Tal fue el caso de las creaciones de Plat6~ Moro y Bacon. En fin, nada mas lejos de la cruda realidad.

Volvamos con Cyrano. En ellibro antedicho, Dubas apunta que los viajes imaginarios aJ muodo exterior son probablementc tan viejos como la imaginacion humana. Can su descripci6n de sociedades ideales en la Luna y en otros asrros, Cyrano de Bergerac plasma enrealidad una cmica contra la decadente sociedad de su epoca. Esto 10 hizo en dos libros publicados entre 1657 y 1662, con el titulo comun de L 'Autre Monde: Voyages aux empires de la fune el du soleil. Pasados mas de Ires sigJos desde su publicacio n, estos dos libros mantienen su interes gracias a la imaginacion vivida de la que hacia gala Cyrano. En su relata, entran en escena el uso del aire caliente para ascender en la atm6sfera, la teoria corpuscular de Ia materia, la descripcion de un fonografo y su usa pedag6gico, Ia practica de la eugenesia en la Luna, la nocion de que los medicos mas deben tener bien a 18 gente que tratar enfermedades. etc., etc. Sin duda, son cuentos maravillosos. Empero, pese a que fueran celebres durante casi doscientos enos, duennen ahara entre el paiva de los anaqueles. sin que nadie los toque. si bien viven en los Jibros que han engendrado, incluyendo las obras de Verne y Wells. amen de la ciencia ficcion de hoy. Felizmenle, estan disponibles en forma gratuita en la Red los libros maravillosos de Cyrano. junto con otras obras clasicas de la ciencia ficcion.

Tras esta evocaci6n de Cyrano de Bergerac, detengamonos ahora en Jules Verne, el inolvidable Jules Verne. Bueno, Julio para nosotros sus amigos. Desde luego, inolvidable para todos los que marc6 nuestra vida en los anos de ninez y adolescencia, y cuya relectura mantiene inc61ume y enhiesta la fascinaci on que ejerce. La admiraron escritores coeuineos, como Toistoi. Turgueniev y GorJci ; y atrajo el interes de intelectuales de hoy. como Barthes, Foucault y Gramsci. Acaso nunca sepamos cuantos cientificos Ie deben su vocaci6n, cuantos idealistas sonaron con el que otTO mundo era posible, y cuanto ha contribuido al bienestar de Ja humanidad. Pera, pese a que ignoremos los guarismos correspondientes, no albergamos duda en cuanto a que Verne

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Carlos Eduardo de JesUs Sierra CuarTGS. Formaci6n bioaica en illgt'nieria. 219

ejercio una vasta influencia educativa y etica. Y, de facto, la sigue ejerciendo. Por fortuna, pues, la formula pedagogica de la Iiteratura de Verne recoge la maxima aristotdica de ensefiar divirtiendo.

Traducido a mas de 130 Jenguas vivas, destaca Manuela Citoler que las ediciones de las obras de Verne se cuentan por millares, y por millones las personas que recuerdan con nostalgia las emociones que experimentaron, los viajes que realizaron, los misterios que desvelaron, las aventuras y peligros que corrieron., las otras vidas que vivieron. Por mi parte, puedo decir que rui generacion, aqui en Medellin, no crecio en el mundo maravilloso de Julio Verne. AJ parecer, no entro a ser parte de su proceso format iva. Casi soy el unico en conocerlo a fondo. En cuanto a muchas personas de estas, que estuvieron conmigo en los anos de escuela, liceo y universidad, puedo decir que han tenido vidas que estimo tragicas desde 10 moral. Ademas, en cuanto a la generacion actual, puedo afirmar asi mismo que pocas personas han experimentado el influjo salutifero de la literatura de Verne, aparte de otros clasicos del genero respectivo. En suma, estamos hablando, eo nuestro contexto, de generaciones a las cuales se les ha emasculada su capacidad de imaginar.

Por su parte, la histana canonica de la literatura, la de dedo parado por asi decirio, no reconoce la existencia de Julio Verne. Desde luego, como seaala Manuela Citaler, sus novelas san lineales; y sus persooajes, de una pieza. Tambien, su estilo no alcanza altos vuelos y el ritmo es discontinuo, plagado de largas digresiones enciclopedicas, aparte de otras objeciones que no suelen faltar. Pero, al focalizar nuestra atenci6n en 10 pedag6gico, se nos vienen encima varios interrogantes: i,Seria igual la gente que leyo a Verne si no hubiese existido su producci6n literaria? i,No abri6 aeaso horizantes

. insaspechadas? iNa les descubrio a tales personas saberes y mundos? Can todo, ha caida sobre las obras de Verne el marchamo peyorativo de "Iiteratura popular", al igual que sabre las de Salgari, London y Cooper. En fin, como dice Manuela, el tener exito no esta exento de riesgos, aunque el mismo, como en el case de Verne, cumpla casi 150 afios y haya sociedades, congresos y boletines dedicados al estudio de su obra.

En 10 pedag6gico y 10 etico, hay mucho que decir en torno a la obra de Verne. Todo comenzo cuando Julio se quiso unir a la comente de optimismo que recoma las sociedades occidentales decimon6nicas basada en las posibilidades de la tecnociencia. Era la epoca anterior a la guerra franco-prusiana, cuando aun no habia cuajado el desencanto frente a la ciencia y sus frutos. En concreto, Verne quiso unirse a esta corriente con sus "novelas de la ciencia. Sin embargo, el proyecto no hubiese adquirido corporeidad de no haber mediado el editor Pierre Jules Hetzel, quien, convencido del valor educativo y recreativo de los proyectos del escritor, Ie extendi6 un contrato por veinte anos, con una retribuci6n de 20000 francos anuales, que obligaba a Verne a escribir un par de novelas al ano. Estas vieron la luz por eapitulos en la revista Magazin d'Education et de Recreation. Las novelas en cuesti6n llevaban el titulo genera! de Viajes extraordinarios: Mundos conocidos y desconocidos. La primera de la serie fue Cinco semanas en globo (I 863). A 10 largo de cuarenta afios, Verne entreg6 a Hetzel 62 novel as y dos colecciones de relates, 10 que Ie convirti6 en el autor mas leido a la sazon.

En 10 que nos ocupa en estas paginas, destaquemos los elementos de indole etica en la obra de Verne.

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Carlos Eduardo de Jesus Sierra CrJarfos. Formncion bioenca en ingcmeria. 220

Menci6n especial Ie merecen a nuestro escritor los sabios, que era la forma de referirse a los cientificos en aquellos tiempos algo lejanos para nosotros, hombres de estos albores del siglo XXI. En fin., los sabios abundan en las novelas y reflejan la consideracion social de que gozaban por entonces, asi como la admiraci6n del propio Verne, autodidacta sin formaci6n cientifica formal. En cuanto a su forma de escribir, llama Ja atenci6n su gran afan de precision temporal y espacial. En esto, Ja intencion pedag6gica es clara: que sus lectores no se trasladen a un mundo de fantasia regido sin mas por la imaginaci6n y la locura, sino que sean conscientes de que se trata de un mundo real, de hombres de came y hueso que viven en el planeta Tierra. Otro rasgo peculiar es el desden par el dinero, el oro y otras materias preciosas, haciendo hincapie en su valor relativo, especulativo y £leticio.

Puede causar desconcierto en el lector de hoy la vision un tanto racista que Verne ofrece de los hombres pertenecientes a las culturas no occidentales, presentados con terminos peyorativos y acusados de poseer una crueldad sin limites. No obstante, Verne denuncia en forma frontal la trata de esclavos, la que, si bien abolida en forma oficial, seguia siendo un negocio lucrativo para portugueses y comerciantes negros. Tampoco falta en alguna ocasion el "buen salvaje", como el patagon silencioso y virtuoso de Los hijos del capitim Grant. De igual modo, el personaje mas encantador y atractivo de Verne, eI capitan Nemo, favorece a los que luchan para librarse de las tiranias imperialistas, autentico cancer de la humanidad.

En otro orden de ideas, es bien curioso eI debate acerca de si Julio Verne es 0 no un autor de ciencia ficci6n. Quienes dudan al respecto, tienden a ubicarlo entre los precursores, junto con Mary Shelley, Edgar Allan Poe, Herbert George Wells 0 Edgar Rice Burroughs, si bien como el mas destacado de todos ell os por la cantidad de anticipaciones tecnocientificas que propuso. ~Que argumentos brindan quienes se resisten con obcecaci6n a reconocer a Verne en tanto autor del genero? Aunque admiten que cumple con algunos requisitos de esta c1ase de literatura, tales como partir de los conocimientos cientificos de su epoca y ser verosimi~ Ie enrostran que no se refiere a! futuro, sino a su propio tiernpo, y que no trata los ternas caraeteristicos de la ciencia ficcion de nuestro tiempo, es decir, robots, mutantes, invasiones extraterrestres, apoca1ipsis y viajes en el tiempo. La verdad sea dieM, mucho me temo que, en semejante apreciaci6n, no parece haberse tornado en cuenta un hallazgo de los ultimos tiempos, el manuscrito de Paris en el siglo XX, publicado hoy por hoy. Por otro lado, no tiene Dinglin sentido el exigirsele a Verne que adivinase los gustos de la industria editorial del siglo posterior al suyo.

Continuemos con los aspectos eticos en la obra de Julio Verne. En sus ficciones aparecen algunos de los problemas politicos y sociales de su tiempo, demostrando de este modo que no permanecia indiferente a los conflictos de ese siglo turbulento. Con mayor especificidad, la primera mitad de Viajes extraordinarios esta influida por las ideas saintsimonianas, las cuales preconizaban el colectivismo como formula justa que daria a cada ser humano seglin su capacidad y a cada capacidad seglin sus obras, ademas de condenar la propiedad privada por consagrar la explotaci6n del hombre par el hombre. En fin., estas obras estin impregnadas de ideas de fratemidad, concordia y elevados ideales humanitarios, ideas en las que los sabios trabajan por un mundo mejor.

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Carlos Eduardo de JesUs Sierra Cuonos. FOrm(lCfon biOhico en ingl'nil'rio. 221

Es una epoea de fe optimista en la dencia y en la inteligeneia humana. Pero, como vimos en el primer capitulo, Los quinie11los mil/ones de la Begun (1879) marca el punto de inflexion. Asi, las novel as restantes del dclo son pesimistas, euestion reflejada en los temas alii abordados: el mereantilismo, la fuerza del oro y del dinero, el materialismo, el deterioro de la naturrueza y el abandono de los valores culturales. Asi mismo, aflora en estas obras de Ia segunda mitad del cicio 1a disconformidad con la autoridad estatal, can la existencia de fronteras, can 10 ficticio de ciertos conflictos entre naciones. Tambien, critica el poder represivo de los gobiemos, el formulismo de los jueces y el error judicial, aparte de presentar colortias libres, prosperas y solidarias, aunque en una obra postuma, Los lJ(:1ufragos del JOllathan, la colonia respectiva fracasa al imponerse la realidad social y la naturaJeza humana a fin de irnpedir el tnunfo de una sociedad igualitaria.

Como silo anterior no fuese muestra suficiente, Julio Verne fue un ecologista pionero. Denuncia la deforestacion de America del Sur y la proxima extincion de especies animales, como el manati y la baJlena, pero es Veinle mil leguas de viaje submarino la novela ecologica por excelencia segUn 10 afirmado por Manuela Citoler. En ella, Verne deja entrever su temor acerca de la conducta del hombre euando explore las maravillas de los oceanos. Su mirada etica propende por una etica de maximos.

En conclusiol\ el valor pedagogico de las novelas de Julio Verne es innegable. Apane de las multiples informaciones enciclopCdicas volcadas en tales novelas, tenemos la transmisi6n de valores morales, a saber: la amistad y la filantropia, la energia y el trabajo, la honradez y la valentia, la perseverancia y la confianza en las propias fuerzas, el deber y Ia inteligencia cultivada, la creencia en un mundo mejor mediada par el uso sabio de la tecnocieneia. Cuando de enfocar la atenei6n en la formaci6n etica y bioetica de ingenieros y cientificos se trata, DO podemos perder de vista un motivo principal de las obras de Verne, la presencia constante de los ingenios, de las maquinas, sabre todo las de transporte, rasgo que pone en Sll debido contexto trues obras para la formacion de los profesionales antedichos. Par alga. Julio Verne es inolvidable pese a )0 quieran alegar de consuno sus detract ores, gratuitos en ocasiones.

Por el estiJo de 10 que se acabs de decir sobre la obra de Verne, se puede realizar eI abordaje en clave pedagogica y etica de un buen numero de aulOres del genera. Por supuesto, lIevar a cabo una relacion pormenorizada taJ de cada uno desborda con creces los alcances de esta seeeion. Es mas, requeriria la redacci6n de un nuevo libra. En cualquier caso, dejamos bien claro 10 basico e importante en este punto· La literatura de ciencia ficci6n es un recurso pedagoglco de valia para la formaci on de la conciencia etica. Vale todo un Potosi.

En Apocalipticos e integrados, libra de autoria de Umberto Eco aeerea de los medios de comunicacion y temas afines, podemos encontrar unas euanlas precisiones pertinentes a fin de proeeder con mayor rigor pedag6gico en 10 concemiente al uso de la literatura de ciencia ficcion en el seno de las instituciones educativas. En general, Eco aporta trues precisiones de suerte que dicha literatura mantenga su vocacion de termometro de las tematicas en discusi6n, de indole marcadamente bioetica, y su funcion de ala progresista entre los diversos productos de la cultura de masas.

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Carlos Eduardo de JeSiis Siam Cuartas. Formacion hioetica en ingwierla. 222

Antes que nada, no hemos de perder de vista que la lileralura de ciencia ficci6n es un producto industrial que, como dice Eco, esta presto a seguir, incluso can pasividad, los cambios de humor del propio publico. A este respecto, recordemos 10 dicho en el primer capitulo al citar a Theodore Sturgeon: EI 90% de la eieneia ficci6n es 1I11a porqlleria, pero es que el 90% de todas las cosas es U110 porqueria Por fortuna, contamos con un buen 10% para los fines pedag6gicos que aqui nos ocupan. Y, desde luego, en tal 10% estan los clasiCDs del genera, los grandes maestros. Tambien, podemos entender esle 10% cuando Eco nos haee caer en la cuenta que la ciencia ficcion liene sus recuperaciones intemas. Menos mal.

Asi mismo, seilala el escnlOr ilaliano que las bondades de la ciencia ficcion estriban en que trata siempre de imaginar las soluciones posibles de datos actuales, adem as de desembocar en una critica positiva. A diferencia de la novela amarilla., que hoy ha descendido al myel de 18 vioJencia y del sexo, la literatura de ciencia ficcion no permanece nunca en una justificaci6n placentera de 10 factico, sino que mantiene una tension ut6pica, una funci6n aJegorica y educativa por excelencia. En este sentido, resulta de 10 mas grotesco encontrar, al ir a casi cualquier libreria, los libros de ciencia ficcion mezclados con los de nceratura gOlica de tres a1 cuano. Con todo, destaca Eco que, en 1a ciencia ficcion, se ha dado un fenomeno que 1a cultura modema no habia vuelto a encontrar desde el medioevo y desde sus derivaciones renacentistas, esto es, la existencia de un repertorio de figuras institueionalizado. Signifiea esto que loda situacion tipica, signo compendioso, caracter 0 figura asuroe de inmediato a los ojos del lector una referencia a1eg6rica y mora~ por 10 que cualquier relalo adquiere de manera inmediata eI valor de un mensaje que va mas alia de la secuencia aparente de hechos relatados. En suma, la ciencia ficci6n es una literatura aJeg6rica de fonda educativo sin ir mas· lejos.

La paradoja de hoy consiste en que, pese a ser la ciencia ficcion una literatura que no se sustrae a una funcion pedag6gica, la misma se consume como mero entretenimiento. De aqui la pregunta central que nos plantea Umberto Eco: iNo sera lin deber cultural ilustrar a aque/Jos que, antes de quedarse dormidos 0, apresuradomenle en el Iren, recorren con mirada distraida los unicos mmmaies de devocion que les ha concedido la civilizacion industrial? Bueno, aJ menos los europeos procuran leer en las eSlaciones y vagones de un metro a en un bus. Otra es la realidad latinoamericana en tal senlido. Estamos peor que los europeos, que de por Sl estan muy mal. Al fin y al cabo, el mundo de hoy ha optado 'par hacer arder el antiguo en los fuegos de la industria .

En eJ sene del primer capitulo, tuve ocasion de referirme a los mentos de un libro de autoria del profesor Jaime Ricardo Reyes, Teoria y didaetieo del genero ciencia ficeion, la unica obra disponible en nuestro media sobre el lema correspondiente. Ahara, ha Jlegado el momento de sacarle el rnejor panido po sible en 10 tocante con nuestras preocupaciones pedag6gicas. De entrada. llama la atenci6n un hecho que, de per si, es, a mi juicio, el motivo principal del libro antedicho: EI profesor Reyes enfoca eI tema dando pOT sentado que el marco educativo respectivo comprende a estudiantes del nivel secundario de la educacion, como s~ una vez terminada esa elapa e iniciada la universitaria 0 alguna otra, un ser humano perdiese el interes en tal genero lilerano. Sin embargo, observemos que Umbeno Eco nos insta al uso de este genera para Ja formaci6n cientifica y moral de la sociedad en general, sin excluir a la poblacion adulta.

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Carlos Eduardo de JesUs Sierra CUtlrlaf. FormnciOn biof/ica t'n ingcnicria. 223

Por 10 demas, no perdamos de vista asi mismo la dimension neotenica de la educacion. Despues de todo, el ser humano es un nino que jamas creee stricto sensu. Y, si no fuese asi, hace mucho rate que habriam05 salida de escena de Ja historia de la evolucion de la vida en nuestro planeta. Con seguridad, otra cosa didn los corifeos y proseJitos del diseno inteligente. Por tanto, tomemos los elementos de valia educativa que nos proporciona el profesor Reyes desde su propia experiencia y usemoslos sin miedo ni timidez en el ambito uruversitario. ieomO si las plumas galanas de Isaac Asimov, Ray Bradbury y Herbert George Wells perdiesen su magia par el hecho de trasponer deterrninada barrera de edad! ieOmO 5i perdiesemos nuestros rasgos neotenicos por obra y graeia de alglin deeretito lanzado sin conocimiento de causa por pane de editores, politicos y administradores de diversa pelarnbre! Stullomm injini/Us esl numenlS.

Tras haber dejado en claro que los habit antes del mundo urUversitario no dejan de ser homo ludens, otra cosa es la emasculaci6n mental y espirirual que les haya produeido el "sistema educativo", entremos en materia con las propuestas del profesor Reyes, las que comparto tambien at haber lJegado a conclusiones muy simi/ares desde mi propia experiencia como educador, amen de m.i fascinaci6n de siempre con los chisicos de 1a ciencia ficci6n. Apenas empezar. Reyes declara 10 siguienre: Los generos activos lIegan call focilidad 01 jovell leClor por su concre/ez y el maJJejo privilegiado del suspenso, pero superan tal nivel jnmediato al Sf/SCi/or revisiones existenciales y coneeptuales de import ante trascendencio. No son fantasias bara/as para espiritus banales en busea de evasion De fondo, manejamos 10 hip6lesis de que cada genera (Ierror, polieiaeo, eiel1eia jiecion) tiene 1II1O SfJSlentaci6n epislemol6gica que esn·mula el erecimiento de la percepcion cultural y erislencial del joven leclor. Siempre se puede querer mas 10 que mejor se comprende, yes bueno aprender a querer rwestros miedos, J1uestros enigmas y

-, !mestras i/usiones de un maiJana mejor.

Conviene aclarar de una buena vez que no falta la persona ingenua que no sabe establecer bien la difereneia entre un relato de cieneia ficcion y un ensayo. Boton de muestra, Jean Gattegno, citado par Reyes) dice esto que sigue a proposito de la eieneia fieeion: Sf es una. literatura serio, en 10 que el estilo y /0 idea eonstituyen los ingredientes fimdamentales y 10 imaginario impide que se convierla en ensayo. Pero, a Ja luz de 10 visto en la seceion dedieada a la escritura ensayistiea, he dejado muy claro que Ia imaginacion no puede faltar en un buen ensayo al ser este una armonia entre el arte y la ciencia, entre el manejo pulcro del Jenguaje y el rigor en 1a exposici6n de las ideas. En fin, Gattegno y sus secuaces deberian informarse mejor aeerea de 10 que es el ensayo para que asi puedan establecer bien Ja diferencia con un relato de eieneia fieeion. De otro lado, por poner s6lo un ejemplo, Isaac Asimov, escritor de gran imaginacion, produjo tanto literarura de ciencia fiecion como ensayistica. iHay que ver! Por supuesto, concuerdo con Gattegno a proposito de la seriedad de la literatura de cieneia ficcion, Ja del 10% mencionado mas arriba.

Asi mismo, destaea el profesor Reyes que las obras de cieneia fiecion brindan modelos de actuaei6n y sugereneias etieas, a buen tono con 10 ya expuesto en 10 visto de este apane. En las grandes obras no hay protagonistas mediocres 0 crisis sin soiueionar. La imagen del hombre tiende a ser positiva, salvo en los autores antiutopicos 0 erilicos soeiales como Herbert George Wells y George Orwell. En 10 positivo, se resaltan cualidades como la nobleza, la inteligencia, la intrepidez, la temp lanza, el reaJismo, la

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Car/os Eduardo tk Jesus Sierra Cuarf(lS. Furm(lciOn bioerica en ing('nierfa. 224

generosidad y la rebeldia. Tambien, los protagonistas suelen ser representaciones de las grandes falencias de la humanidad. EI contexte antropol6gico y sociel6gico de la ciencia ficci6n, ademas del estimulo de la imaginaci6n 0 el asombro cientifico, comunica en el fondo un perfil de humanidad por afirmaci6n 0 exclusion critica, hecho que Ie confiere a talliteratura un elemento formativo de valia.

Por otro lado, es bien curiosa, y ofens iva inclusive. ciena insistencia de Reyes en cuanto a que Jules Verne no establecio una ciencia ficci6n con todas sus implicaciones epistemologicas. La fecha de edicion que figura para el libro del profesor Reyes corresponde al ano 200 I, no hace mucho tiempo en realidad. Por su parte, al observar la bibliografia que Ie ha servido de apoyo a dicho autor, se aprecia que, en cuaolo a la cieocia ficci6n atane en materia de estudios sobre la misma, la fuente mas recieote data del ano 1986. En semejantes condiciones, es muy facil concluir que Verne poco tend ria que ver con el genero. Empero, de 1986 a esta parte, ha corrido much a agua bajo los puentes y han salido a la luz diversos estudios sobre Ja vida y la obra de Verne que sugieren olra mirada. Acerca de los ultimos descubrimientos sobre Verne, he lenido ocasion de hablar de ellos con anterioridad, por 10 que no repetire aqui 10 ya dicho. En todo caso, entre las afirrnaciones hechas par Jaime Ricardo Reyes est! la de que Verne no cuestiono 1a ciencia de su epoca, aflrmacion que se deshace como la nieve al Sol a la luz de 10 ya dicho en paginas anteriores sobre la personalidad y obra de JuIes Verne. Otra afirmacion gratuita hecha por Reyes es 18 de que las explicaciones brindadas por el celebre escritor frances son pseudocientificas cuando, stricto sensu, se documentaba con profusion en materias cientificas a 1a hora de pergenar la redaccion de sus novelas y, en aqueJlas que conocia malo desconocia, se asesoraba con ex--pertos sobre las mismas, como, por ejemplo, Paul Verne, su hern\ano, y los matematicos que Ie hicieron los dleu/os que figuran en De fa Tierra a la Luna y en EI secreto de Maston. En sintesis, puedo decir que los juicios antedichos de parte del profesor Reyes sobre la obra de Verne pecan de un laxo rigor hist6rico. jOh! iEstos latinoamericanos! i,Cuando sera que se ocupan con seriedad y rigor de la historia y la filosofia tanto de la ciencia como de la tecnologia?

Luego de este varapalo con motivo de ciertas ligerezas en 10 dicho por Reyes, detengamonos ahora en los acienos pedagogicos que aparecen en su libra.

En primera instancia, es muy peninente Ja lista de autores c1asicos de ciencia ficcion que compone el muestrano que trae eJ libra de Reyes: Jules Verne, Herbert George Wells, Aldous Huxley, George Orwell, Ray Bradbury, Anhur C. Clarke, Poul Anderson y. por supueslO. Isaac Asimov, el maestro por antonomasia del genera. Inutil enumerar aqui la vasta praducci6n literaria de todos ellos, sebre todo la del prolifico Asimov, con mas de dos centenares de libras a cuestas .

En segunda instancia, conviene sefialar tambien que Reyes no se limita al solo formato del libra. Asi mismo, 10ma en consideracion las versiones cinematograticas realizadas en el campo de la ciencia ficcion, cuya utilidad format iva en 10 etico y 10 bioetico no es desdenable. Despues de todo, la ciencia ficcion ya esta incrustada en las estructuras perceptivas de nuestros jovenes estudiantes, por 10 que conviene aprovechar esta circunstancia. No obstante, como advierte Reyes con tino, nuestro esfuerzo ha de concentrarse en la dimension critica del planteamiento de ciencia ficcion, pues, los

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Carlos Eduardo de JesiJs S,um Cuartas. Formncion bioellcn en ingl'nieria. 225

futurismos son pretextos para seiialar las crisis humanas y las !ineas destrucloras de Ja mentalidad del seT humane. En cuanto a 10 ennoblecedor del genera, subyace en Ja contundencia con la que Irata los enigmas del hombre, sus grandes problemas y 10 dramatico de la existencia individual. Por ende, es factibJe desentranar principios de actuacion elica de un filme de ciencia ficci6n.

La lista de pellcuJas sugeridas por Reyes es de 10 mas util e interesante. £1 recomienda los siguientes filmes: (I) Blade Runller; (2) Odisea espacial 2001; (3) Odisea espacial 2010; (4) E. T; (5) Encuentros cercallOS dellercer lipo; (6) HecNY melal; (7) Brasil; (8) Star Wars: La guerra de las galaxias. EI imperio contraLl/aca, EI regreso del Jedi y fA amelloza fanlasma; (9) Alien, el oclavo pasajero; (10) COlllaclo; (II) Marriz; (12) Metropolis; (13) Aiphal'llle; (14) Parque Junisico; (15) Termillalor; (16) Doce mOIlOS; (17) EI hombre bicenlellario; (18) Slar Trek; y (19) EI plm/ela de los simios. Junto con esta lista. Reyes brinda en Sil !ibro algunas pautas para el amilisis lilerario de Jas peJicuJas, incluyendo el contraste eotre el libre y el filme. Claro esta., Ia lista anterior no ha de considerarse como una lista cerrada. Por ejemplo, podernos anadir a la misma peliculas como las siguientes: (I) Planela rojo; (2) Ellinico; (3) EI hombre sin sombra; (4)Allalomia; (5) EvolllCioll; (6) Cyborg; (7) Omega Doom; y (8) Species.

Hasta aqui, hemos hablado de autores y de ohras de cieocia ficci6n que caen dentro del campo de 10 conocido por una persona rnedianamente cults sobre el tema. Ahora bien. vale 1a pena anadir a una lista tan selecta el nombre de un cientifico y escritor ruse poco conocido en nuestro medic educativo, Vladimir Afanasievich Obruchev (1863­1956), naeide en Irkutsk, sureste de Siberia. Fue un eminenle geologo. acadenUco y heroe del trabajo sociaJista, considerado este como el titulo honorifico mas alto de la extinta URSS. Junto con sus obras de indole cienlifica profesional. escribi6 las novelas populares Plulonia (1924), La tierra de Simnikov (1926), Bliscadores de oro en el desierto (1928), En el dedalo del Asia continental (1950), y En el corazon central (1951). En especial, Plutonia es una novela de ciencia ficcio n., lodo un libro maravilloso hasta donde puedo decir. AJ igual que los dis.cos de la ciencia ficcion., Plutonia eSla djsponible en la Red en forma gratuita.

Amen de los premios meneionados. a Obruchev Ie concedieron el premia Prizheva lsky, dos premios Chikhachev (1898 y 1925), el premio de I. Academia franeesa de Ciencjas y el premia Lenin (1950).

Obruchev amaba desde nino lodos los relates fant3sticos. De forma especial, los Jibros de Cooper, de Maine Reed y. mas tarde. los de Verne Ie causaron honda impresi6n. Sobre todo, Verne influyo en su inclinacion hacia la actividad d emifica.

En cuanto a Plu/onia, narTa un viaje fantastico cuyo tema iovent6 Obruehev a fin de dar a conocer a los lectores la naturaleza. los arumaJes y las plantas de periodos geol6gieos desaparecidos haee mucho tiempo. Sinti6 Obruchev el deseo de escribir Plutonia luego de la relectura de Viaje 01 centro de 10 Tierra, de Jules Verne. Es una novel a lIamativa porque trae a colaci6n una hip6tesis debatida en la Iiteratura ciemifica desde comienzos del siglo XIX a prop6silO de la existencia de una Tierra hueca en cuya interior existiria un pequeno sol que darla sapone a Ja vida alii existente. No pocos lectores creyeron a pie juntillas en 1a existencia de Plutorua tras la Jeaura de la noveJa

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enr/os Eduardo de Jesus Sierra Cllortas. Formacion bioetico l'n ingl'nia/o. 226

de Obruchev. En realidad , lal creencia esta a 13 orden del dia . En efecto, hay en la Red una buena cantidad de paginas que aftrman la existencia de una Tierra hueca y suministran 10 que sus defensores consideran evidencia cientifica, poco rigurosa hasta donde cabe decir. Bueno, dejemos tranquilos a los tierrahuequistas de la Red. Cad a uno con sus cadaunadas.

En cuanto aJ ambito latinoamericano, los cubanos, siempre tan cuhos y especiales, Ie han rendido honor a Obruchev al haber publicado PlulOl1ia, en 1988, en forma de historieta como parte de un libro sabre el origen y evolucion de la vida.

En general, cuando reparamos en 10 que mueve a los buenos maest ros de la literatura de cienc ia flcci6n, aflora sin dificullades una pasion pedagogica mucho mas aJla del marco mas bien restringido de darles clases a un numero no muy grande de estudianles. Tal el caso del insigne Isaac Asimov, quieI\ al retirarse en forma forzosa de la Facultad de Medicina de la Universidad de BOSlon a flnes de 1a d6cada de 1950 can motivo de Ia persecucion de la que fue objeto por parte de un decano trogJodita, descubri6 que se sentia inclinado a dedicar el tiempo adicional resultante a la divulgaci6n cientifica, de la que se habia enamorado completa e irremediablemente. Para Asimov, desde el punto de vista del placer de ensei'iar, los Jibros de ciencia formal, al igual que los de cieneia fiecion, representaron formas de ensenar que, por su gran variedad, Ie satisfacian mucrusimo mas que impartir una sola materia. La dimension etica es patente incluso en sus euentos, como, pongamos por ejemplo, Una estahla para papa. fA clave. La bola de billar y Reflejo simetrico. en los que podemos apreciar los intringulis de la etica cientifica; 0 en Coja una ceril/a y Antic7Jado. en los que vemos el contraste entre alias tecnologias de punta y tecnologias di zque anticuadas, pero operativas. A su vez, en i,Que es el homhre?, el maestro nos pone ante el problema del predominio tiranico de la maQuina sobre 1a vida.

Otro ejemplo bien interesante, el de Alan Lightman, fisico, escritor y educador, quien compendia asi su pasion par la escritura: Ell cierto modo. 110 me sentiria vivo si no juera porque he descubierto una pasion sin la cual no puedo vivir. Alga que amo, algo que me compromete, una bendici6n y una carga a la vez. Creo que (odos los hombres y mujeres con creatividad viven esta pasion. La pasion del espirilu Y la mente. Sin la menor duda, bellas y e10cuentes palabras las de Alan Lightman, harto raras de encontrar entre nuestros intelectuales de academia, menos aun entre nues( ros ejecuti vos y gerentes. Y, sin falta, no pasemos par alto eI ejemplo mismo de Jules Verne.

Como ya se ha dieho, ha de separarse el oro de la paja en 10 que atane a la Iiteratura de ciencia ficci6n, en especial cuando tenemos en mente una meta alta mente pedagogica en 10 etico y bioetico. No 10 oIvidemos, el 90% de todo, absolutamente de lodo, es una porqueria. Asi, conviene precavemos de ese 90% en 10 que a la Iiteratura en cuestion se refiere. Si leemos a Pedro Voltes en su encantadora Historia de fa eSfupidez humana, 61 nos advierte que la ciencia ficci6n naci6 can las pretensiones de profecia que animaron a Isaac Asimov y a los demas grandes maestros del genera en sus comienzos, amen de los aspectos eticos sabre los que nos hemos detenido antes. Pero, en cuanto a ese 900/0, signifiea que la ciencia flcci 6n ha degenerado en unas historietas de violencia en las cuales la ciencia brilla por su ausenci~ y mas aim la ficeion, puesto que se ha reducido a un sensacionalismo de 10 mas pJebeyo travestido con vestuario del futuro. Por ende, ha

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de rastrearse eI J00/0 de buena ciencia ficcion. Sin embargo, esto exige del docenle en etica y bioelica un arnOT por la Jectura, en tanto placer que no liene fin, que escasea en fanna estruendosa en estos tiempos aciagos que carreno

Cual cierre de este aparte, dediquernos algunas paJabras a 10 que cabe encontrar en las revistas y demas fuentes sabre bioetica en la 6ptica que hemos considerado en estas paginas, la ciencia ficci6n. Tal y como he sefialado en varias ocasiones, es mas bien escasa la buena literatura pedagogica en las fuentes en cuestion. Luego de tamizar toneladas y toneladas de arena., aparece una pepita de oro, un aniculo de Glona Tomas, profesora de bioetica en el Instituto Juan Pablo II para la familia y el matrimonio. Su articulo se titula La bioetiea a traves del cine. En rigor, Gloria no se refiere a las peliculas de eieneia ficcion en 10 atinente a la formaci6n bioetiea, sino a otro tipo de peliculas. No obstante, esto no es 6biee para saear algiID provecho de su publicaci6n habida cueota que la autora plantea como tesis justa 10 que he presentado en este libro capitulo tras capitulo, esto es, Ia existencia de diversos modos para farmarse en el campo de la bioetica a despecho de la actual fase preparadigmatica de la disci pi ina.

En 10 principal de su aniculo, Gloria Tomas resena cuatro filmes pertinentes para la formacion bioetica, a saber: (I) E/ doclor; (2) E/ %r a papaya verde; (3) Gori/as ell fa niebla; y (4) Azul. Para cada peJicula, ella propane un esquema de abordaje basado en los siguientes tres elementos: (I) Resumen del argumento; (2) cuesti6n bioetiea impJicada; y (3) orientacion con base en un teXlo de alglln pensador destacado. Aunque estas peliculas no caen en 10 de la eiencia ficci6n, conviene destacar aqu! que, can los cuatro ejemplos suministrados, Gloria deja en claro 10 que hemos visto antes, 0 sea, que el cine se muestra como un media uti! y atrayente para la educacion bioetica. AJ fin y al cabo, el cine es uno de fos depositarios del pensamiento del siglo XX y de 10 poco que va corrido del actual, en conjunci6n COD la pintura, la literatura y las anes plasticas contemporaneas. De otro Jado, conviene precisar que filmes como los reseilados por Gloria no encajan al ciento par ciento con 10 que es Ia formacion de un ingeniero, sin dejar de ser utiles, puesto que tienden mas a 1a bioetica cJinica que a la global. No obstante, estimo mas acordes para el caso de un ingeniero en agraz las buenas peliculas de ciencia ficcion, sin perder de vista los libros correspondientes. ademas de los diversos programas sobre desastres de ingenieria que suelen aparecer en exceIentes canales de television como Discovery y History.

Acerea de los frutos que cabe cosechar: Ejemplos de escritura ensay;stica

AJ detenemos en las diferentes propuestas pedag6gicas para la formaeion etica y bioetiea que se han considerado hasta 84ui, pod em os apreciar que algunas de elias, c(\mo la de Carl Edward Sagan, Ie conceden una atencion merecida al ejercicio de la escritura. Por otro lado, destaque, en este mismo capitulo, las bondades de la escritura ensayistiea para la formaci6n aIudjda.

S, bien hay evidencias aeerea del usa del ensayo en nuestro medio universitario en cali dad de estrategia pedagogica en 1a docencia de la etica y la bioetica, tanto en pregrado como en postgrado. se impone, en aras del rigor intelectual concomitante, mirar tales evidencias con fino ajo ilustrado, puesto que no conviene perder de vista las

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advertencias oportunas hechas por Jaime Alberto Velez en 10 que atane a la hgereza e ignorancia supinas can las que se acomete la escritura ensayistica en las universidades colombianas cuando menDS. No olvidemos que e1 ensayo es un genera que nace de la sobreabundancia, no de la escasez. De esta forma, pienso que no exagero en 10 mas minima si afirmo que al grueso de los habitantes de nueSlras instituciones universilarias no les da para escribir ensayos propiamente dichos, situacion que he podido apreciar de cerca al observar los rasgos de escritura de estudiantes de bioetica de esta cludad, Medellin, como tambien de Bogota, situacion que adquiere cienos tioles tragic6micos entre los estudiantes de postgrado en biaelica, no pocos de los cuales blasonan de saber escribir ensayos y conducirse en seminarios investigativos alemanes, pese al veredicto incontestable del principia de realidad. Sobre todo, los abogados y los medicos son los que mas gala haeen de semejante presunci6n al estar muy bien pagados de Sl mismos. Incluso, en el seno de las facultades de ciencias humanas cunde cual plaga de langosta 1a inopia en materia de fijar, brillar y dar esplendar a la noble lengua castellana. Y. si esto es as1 con las profesiones que aun cuentan con alguna formacion humanista, que no decir de los ingenieros, cuyas habilidades tanto en lectura y escritura como en expresion verbal dejan todavia mas que desear. En fin, no se nos olvide que quien lee y escribe bien, piensa y actua en consecuencia.

Por razones como las anteriores, a la hora de poner en practica la escritura ensayistica con estudiantes del area de biotecnologia en la medellinense Facultad de Minas, inslo a los mismos a que se acojan aJ rigor que merece tal genero. Par supuesto, no pretendo que adquieran el virtuosismo inherente de un solo golpe a causa de la larga pnlctica que es menester para escribir bien un ensayo. Empero, no deja de ser interesante esta experiencia con los estudiantes mencionados. En todo caso, varias de estas personas ya han tenido alguna experiencia previa de escritura ensayistica can motivo del hecho de haber tornado conmigo alglin curso previa en el area de la termodinamica. Ademas, aeaso cuenten con alguna otra experiencia de escritura aJ respecto por algUn curso de contexto en humanidades que hayan (amado en el pasado a condici6n que el docente respectivo conozca bien los intringulis del genera ensayistico.

En 10 que sigue de este apane, presentare un mueslrario selecto de 10 que he cosechado con mis estudiantes en el sena de las sesiones que les day sabre bioetica. En general, se trata de estudiantes de ingenieria quimica; en menor proporcion, los ha habido procedentes de la ingenieria civil, Ia de petroleos y la de control. En calidad de criterios de seleccion para este muestrario de fragment os selectos y significativos, he tornado en cuenta los dos siguientes: (1) Calidad de la escritura; y (2) reflexi6n etica y bioetica parente. Ademils, me he absten.ido de considerar los escrilos que en poco 0 en nada se pareeen a un ensayo. Par una parte, he descartado los que adoptan un aire panfletario, de discurso veintejuliero; par atra, aquellos que son, a todas luces, te>.10s descargados de la Red y presentados can los nombres de los 0 las estudiantes que dicen dizque haber redactado los textos de marras. Desde luego, la falta de eticidad en estos casas de plagio es de por si evidente y sobran los comentarios al respecto. En todo caso, es mi deseo que el muestrario que viene a continuacion ilustre sabre 10 que se puede hacer aJ respecto con estudiantes de pregrado de ingenieria pese a su culto enfermizo a 10 utilitario las mas de las veres a la vez que sea de ayuda para los docentes que se sientan en posesion de los arrestos necesarios para el usc debida de la escritura ensayistica en su docencia, en especial en el campo de la etica y la bioetica.

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Na1uralmen1e, no transcribire aqui los escritos completos que he seleccionado para este muestrario, sino que ofrecere ciertos iTagmentos significativos de los mismos. Por 10 demas, he corregido en estos fragmentos los errores de gTamatica que he encontrado, aunque eJ sentido ha quedado intacto. En suma, son diez ejemplos los que componen el rnuestrario.

Primer ejemplo: Un texto titulado £1 planeta de los humanos, cuya lectura de partida fue la obra EI planeta de los simios, de la pluma de Pierre Boulle. De entrada, 1a estudiante que 10 redact6, Nathaly Cuesta., dice 10 siguiente: Despues de teller lilla omena lectura del libra "EI planela de los simios ", del escritar frances Pierre Boulle, semi 11110 inmensa desa=6n por temas que Jtunca antes habia eonsiderado, y esto me impulso a reflexianar mas hondamenfe sobre cudl es la percepciol1 que tengo sabre ellos a fa luz de mi concepto de moralidad humcma Como se ve, desde las primeras Ii.neas, se insinua la toma de posttJfa aJ respecto, Continua asi: Ellibro, siendo un relato de ciencia ficcion, aborda lemas delicados ell eXlremo, como fa dignidad humana y 10 dignidad animal en contra del desarrollo de la ciencia, 10 valoracion de la rejlexion cOllsciente como estado superior de una especie y fa evollieion. Mas adelante, plantea esto: La primera eonsideracion que se vino a mi eabe:.a call fa leclura Jue el concepto del ser raci01lOl. Ponielldome en el papel del perso"aje principal, realice 11110

observacioll de mi entomo, de mi aclilud/rente a 10 aparenle inleligencia humal1a. y de 10 desbordante prepolencia jrente a olras especies 0, ineluso, enlre seres de 10 misma rozo. Media pagina despues, topamos con esto otro: EI hecho de que los derechos humanos puedan basarse en su naturaleta, se ha alacado energicamente y ha recibido el 1J0mbre de falacia lIaturalista: "fA naturaleza nO puede proporcionar una base filosoficamente justificable ell materia de derechos, moralidad 0 etica ... ". Quizd los seres in/eriores 01 hombre no lengan capacidad de raciocinio slIjicienle para filoso/ar sabre leyes morales e, inc/usa, algunos de ellos, por elleima de sus inslintos de alimentacion y cOl1senl(JciOn, han adquirido posluros de respefo hacia sus semejml1es y hacia otras espeeies, pero la valoracion elica dene que ser conseclJente con la naturaleza del individuo. Bien, aqui vemos un intento de justificacion de 1a postura asumida desde la filosofia, esto es, Nathaly no se limite a ernitir una mera opinion, a quedarse en la doxa, sino que ha dado un paso hacia la episfeme.

Segundo ejemplo: Un texto que lleva por titulo Eliea, bioetica e investigacion: A/cances de una sociedad deshumanizada, escrito por Eduardo Javier Mogollon e inspirado en la lectura de La guerra de /05 mundos, el cliisico de ciencia ficci6n de Herbert George Wells. Justo al cornienzo, dice Eduardo 10 que viene a continuaci6n: fA idea central, y de gran importancia, que nos muestra el Iibro "La guerra de los mundos", fa notomos cuaf/do reemplazamos esa especie exlraferreslre destmc(ora por 110S01r0S mismos como la humanidad Asi, nos domos cuenfa de que, en realidad, parecemos los invasores en una Tierra que nos fue entregada para administrar, pero que, en mas de ul1a ocasion, nos hemos equivocado, y en vez de saear el mayor provecho posible de 10 que esla nos brinda, nos hemos enfocado mas a entrar en guerra, en conf/iclo, con nuestra nah/ra/ezo. Esto nos lIeva fil1almenle a pensar en 10 erica, 10 bioetica y su evolucion a medida que nosolros (omMen evolllcionamos y traemos a relucir anle los demtis los nuevas avances en el campo investigativo. Aqui, es tambien clara la toma de postura sobre el panicular. Casi dos paginas despues,

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enconlramos eSIO que sigue: Mllchas lIeces, como hombres y ImmallOS. Crl!emos que pensamos por e! solo hecho de seguir los dicfados de 10 mayoria y no nos perea/amos de que fa sociedad, aUlI ames de que na;;camos, yo 110S ha escogido IIlIeslras Falores. Pero, si alguien es capal de reexaminar esos va/ores, ya sea para elimil1ar/os, jorta/eeer/os a formar 01705 nuevas, ella implica que, tamNil1, es capaz de pensar par si mismo y de e1aborar UIIO etica a filosofia moral. Par eso, resu/fa fundamental que el espiritu se convierta en 11110 fuer..a que Ie permita gobemar al hombre los apelilos que comparfe con los animates. De nuevo, se mantiene la postura asumida desde el principio. En 10 demas, hay cierta intenextualidad en el escrilO en cuesti6n, por 10 que Eduardo no se ha queda tampoco en la mera doxo.

Tercer ejemplo: Un te>.10 cuyo titulo es iDuplicacioJ1 de identidades?, elaborado por Carolina Ospina y Wilmar A Suarez. Por el estilo de los casos anteriores, es Ilamativo el comienzo: Antes lodo era senciIlez, rusticidad, paz ... Pero, desde el preciso instanle en que el hombre IOm6 su lugar, como ser pensanle, en e/ eseenario que Ie serviria de habitacion y de refugiO a (raves de los siglos, cambi6 completamente esle entomo de sencillez y de paz. y /0 transjormo en un ambiente de ;,rcertidJlmbre y de zozobra. Pero, este cambio, si analizamos a fondo. no ocllffio de sribilO, sino que se llev6 a cabo a manera de proceso evo/ufivo de pensamlento y de concepcion de las cosas, hasla desembocar en 10 que es hoy par hoy el hombre, ulla mtiquina de ideas que solo busca un objetivo: el beneficia propio, ya sea economico 0 par media de un recanocimienfo social, pero sin pensar, 0, al menos. no 10 sujicienle, en el grave dano que puede ocasionar a las demas personas y al media que 10 rodea. Tambien, aqui se insinua sin ambages una toma de postura en relacion con eJ tema que desarrollan en Jo que sigue de su ensayo. AJ cabo de cuatro pagioas y media., a manera de conclusi6n preiiminar, aflora esto: Desgradadamente. 10 mayoria de los medios de comullicacion han perdido una mleva oportunidad de demostrar que pueden estar 01 servicio del debale social y del didlago sabre bases raciol1ales. primando la difusiOl1 de eSfereotipos trQsnochados e ideas peregrinas. Pero, par ofro lado, algunllS revislas cientijicas siguen empel1adas en guerer demoslramos que /a racionalidad tecl10cienlijica es la forma mtis exeelsa (i,quiza 1miea?) de conocimiento autentico y que los atros crilerios deberian rendirse a ella. Esto es rnusica para mis oidos. En 10 restante de dicho ensayo, cabe encootrar pasajes similares que nos muestran un pensamiento reflexivo, nada maquina l. Asi mismo. no se han limitado a la mera emisi6n de opiniones a trochemoche, sino que han cuidado la intene"..tuaJidad. Por ejemplo, la remisi6n al pensamienlo de Van Rensselaer Potter.

Cuarto ejernplo: Un texto de Sandra Liliana Daza y John Fredy Monsalve que tiene por titulo Bioleenologio Y fecnica. A poco de dar inicio, encontramos este pasaje: EI hombre, a causa de los grandes conjlictos belicos, de la falta de una sensibilizacion mcis humana de la sociedad, de la introducci6n de un capitalismo salvaje en nuestras vidas, de la miseria de los pueblos, de fantas cosas fristes a las que nos enjrenfamos a diario, pues, no hace folia sino solir a la calle, ver noticias, leer diarios, solo nos ellcontramos COil guerras, hambre, muerle. Todo eslo ha hecho que ml/ehas personas j uzguen a la ciencia como 10 culpable de todo, a que otras piensel1 que no existe una humanizacion en ella, que 10 racionalizaci6n y 10 humanizaci6n son solo fantasias, utopias de alga que en algUn momento se planteo COmo la sol1lci6n de los confliclos. No podemas coer en un pensamiento de esta indole, 110 se puede entregar la ciencia a

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algtlien que pueda haecr daJlo call ella y 110 se ponga por 1111 momellfo a pensor ell sf 10 que haee 0 pllede haeer es 10 mejor para fa humanidad: es IIccesario eslab/ccer el1 10 ejencia l10rmas claras de campor/omienlo y procedimiclI/o porquc 10 ciencia COmO tal liDS ha dado muchos beneficios y, hoy ell dia, no se alealco a imaginor lodo 10 qlle ella podria entregarnos. Sin duda. una lorna de postura clara a1 respecto. Mas ade[ante, casi al final, esta el siguiente pasaje, coherente con la postura asumida: PeTa, para ellfender 10 humanizacion de /0 teenico como algo que nos ofrece /0 posihifidad de inrcgramos mas como humanos, para pOtier globaU:ar los conoeimien/as, para que eSla cientia sea de lodos y para lodos, /0 Marcello/agio rea/mente tiene que ser 1Ina a/ternariva de vida y no un camino hacia e/ poder. No es much a la interteX1ualidad mostrada en tal escrito, aWlque hay un asomo incipiente hacia la misma.

Vamos ahora con el QuinlO ejemplo, un texto hlulado Los ca:.adores de microbios. basado en un capitulo del libro hom6n.imo de Paul de Kruif. el capitulo dedicado a Walter Reed en relaci6n con las investigacjones sobre la fiebre amarilla en la Cuba de los albores del siglo XX. Lo suscriben Bernardo Herrera, Erika Alzate, Juliana Osorio y Elizabeth Ramirez. Transcurrida media pagina desde el inicio, estB este fragmenlo: EI pellsamienlo materialist a de algunos vo/zmtarios es reprobab/e desde e/ pun/a de vista etico, ya que delras de su "in/eres par la ciencia y 10 humallidad" es/aban sus onhe/os de riqueza sin tener en cllenla las nefaslas consecuel1cias que su proceder irresponsable les podia acarreOT. Sin embargo, cabe destacar eI pensamienla altruista de algunos vo/unlarios que, aun sabielldo los nesgos de contraer esto enjermedad mortal, asumieron una acli/ud heroica, confribuyendo al descubrimiel1to de sus CQIISQS.

En cuanto a toma de postma se reflere, salta a la vista que van a abordat con ojo cntico los aspectos eticos de la investigacion cientifica en un caso delerminado, si bien no desarrollan todas fas posibilidades que tal caso permile aJ no haber dado el paso decidido hacia la intenextualidad. En todo caso, en la recta final del escrito en cuestion, recaJcan esto: La etica, como "estetica del comporlamiemo ", dicta normas que contribuyen a la constitucion de IIna sociedad equilOtiva y j usta, basada en los principios fimdamenla/es de libertod y digl1idad humanfJ, por 10 que cua/quier accioll que alente contra eslos principios es condenable desde el p1mlo de vista etico. como, por ejemp/o, el eng0110 a seres humanos para probar leorias ciel1tijicas, /0 que ocurrio con algunos inmigranles espa11oles.

Antes de proceder con los pr6ximos cinco ejemplos, senalemos un rasgo que he captado en los casos anteriores, y que, tambien, existe en los ejemplos que vienen en seguida. Ya he dicho que se trata de las primeras experiencias de escritura ensayistica de estos estudiantes, por 10 que no hay que ser muy estricto en el juicio correspondiente. En principio, digamos que se trata de protoensayos, aunque el tercer ejemplo corresponde a un escrito en el eual se aprecia una mejor aproximacion a1 ensayo en Sl. Por desgracia, las circunstancias en las que se han escrito estos protoensayos no son las mejores, pedag6gicamente habJando, habida cuenta Que, sin mucho sentido cornun que se diga, los docentes que pensaron en la inclusion del lema de bioetica en un curso geoeral sobre fundamentos de biotecnologia apenas se limitaton a destinarle aJ mismo tres sesiones de dos heras cada una. Empero, la escritura ensayislica, ya 10 dije, connota un ejercicio de trecho temporal largo. En otras pa1abras, la experiencia de tal escntura para la formacion etica y bioetica es fructifera en el sene de un curso sernestral 0 anual,

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