CARACCIOLO Y FOTI Las Mujeres en La Economia Social y Solidaria

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    Las mujeres en laeconoma social y solidaria:experiencias ruralesy urbanas en Argentina

    MERCEDES CARACCIOLO BASCO

    MARA DEL PILAR FOTI

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    ContenidosMercedes Caracciolo BascoMara del Pilar Foti

    Diseo

    Ana Dorado

    AuspicioUNIFEM

    Buenos Aires, ArgentinaEdicin 2010

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    Introduccin

    El presente trabajo es una aproximacin al diagnstico sobre la participacin eco-nmica de las mujeres rurales y urbanas que, a travs de formas de organizacindel trabajo autogestionarias, propias de la economa solidaria, buscan una inser-cin econmica y social ms equitativa. De esta manera esperamos aportar in-formacin relevante acerca de las modalidades de empoderamiento econmico ysocial de las mujeres que transcurren por fuera de las relaciones salariales propiasde las empresas capitalistas.

    Nuestra expectativa es que este relevamiento de experiencias, que recoge pincela-das de las luchas y esfuerzos de mujeres trabajadoras de todo el pas, sirva para quelos hombres y mujeres que toman cotidianamente decisiones sobre la economasocial y solidaria (ESS), perciban la especificidad de la situacin de las mujeres de

    este sector y acten en consecuencia.

    El documento consta de cuatro partes. En la primera definimos dos conceptos b-sicos para el anlisis de las experiencias: economa social y solidaria y enfoque degnero en la economa social y solidaria.

    En la segunda parte hacemos un anlisis, desde una mirada de gnero, de experienciasde emprendimientos rurales y urbanos a cargo de mujeres1. El anlisis de los casosmuestra el origen de las experiencias, las instituciones que las respaldan y la mayor omenor incorporacin de un enfoque que d cuenta de las relaciones de gnero. Tam-bin analizamos las actividades econmicas que realizan las mujeres y su influencia en

    los resultados econmicos y fundamentalmente en su empoderamiento.Asimismo abordamos los problemas de gnero que tuvieron a lo largo de sus activi-dades, las formas espontneas y planificadas de encararlos, la disponibilidad de finan-ciamiento, asistencia tcnica, capacitacin y los nfasis puestos en temas productivos,econmicos, y de gnero segn los casos. Indagamos respecto a la insercin territorialde las distintas experiencias, en el sentido de si las mujeres pudieron articularse con otrosactores del territorio y con temticas ms integrales que hacen a su calidad de vida. Nosinteres mostrar las carencias en elementos bsicos que hacen a un buen vivir que sufrenmayormente las mujeres, por estar a cargo de las tareas de cuidado, y particularmentelas mujeres rurales. Y fundamentalmente, conocer qu cambios se produjeron en las

    relaciones de gnero respecto de: si se modific la divisin tradicional del trabajo, si lasmujeres avanzaron hacia una corresponsabilidad con los varones en las tareas llamadasde cuidado, si pudieron acceder a ms recursos productivos, a ser sujetas de capacita-cin y de asistencia tcnica, qu cambios hubo en la toma de decisiones en las familias,

    1. Las experiencias analizadas fueron presentadas en las Jornadas Nacionales Las Mujeres en la Economa Social y Solidaria.Asociacin Lola Mora/Maestra en Economa Solidaria. IDAES. UNSAM. Buenos Aires, 26 y 27 de agosto de 2009.Ms informacin de las Jornadas en la web: www.asociacionlolamora.org.ar

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    en los emprendimientos y en las organizaciones, y si hubo modificaciones/alteracionesen la subjetividad de las mujeres referidas a una reciprocidad con sus pares los varones.

    En la tercera parte extraemos algunas conclusiones para incorporar el enfoque degnero en las polticas que tienen incidencia ms directa en las mujeres que trabajan

    en la economa social y solidaria, rural y urbana.Y por ltimo, identificamos un listado de acciones que se podran encarar para incor-porar la perspectiva de gnero en las polticas dirigidas a la ESS.

    01.

    Conceptos bsicos para el anlisisde las experiencias

    1.1

    De qu hablamos cuando hablamos de Economa Social y Solidaria?

    Las experiencias de economa social (ES) crecen da a da en todo el pas, sin embargoestn subregistradas en las estadsticas y son poco visibles. Los medios de comunicacinmuestran aquellas que son el resultado de exitosos emprendedores individuales, que en-contraron nichos de mercado con productos muy diferenciados con fuerte incorporacinde tecnologa. Ahora bien, qu se entiende por Economa Social? No es meramenteuna economa de pobres, una economa popular gestada en situaciones de falta dedinamismo econmico, ni una forma de respuesta coyuntural a crisis agudas. Nodebe entenderse como una forma precaria de organizarse del pueblo ante la urgen-cia. Pensarla as es reducirla, quitarle contenido poltico y valorativo. No se puede

    pensar que termina en esas experiencias.2

    Por cierto la economa social, como intentos ms equitativos de organizar el trabajo,estuvo presente en casi todas las formaciones histricas aunque no cobr relevanciaterica y amplitud hasta principios del S. XIX en Europa y hasta bien entrado el S. XXen Argentina (mutualismo, cooperativismo) de la mano de los inmigrantes europeos.

    Esta es la vieja economa social. Tambin forma parte de ella la llamada agriculturafamiliar, integrada por miles de pequeos/as productores/as que viven y trabajan enforma directa en el campo. Este constituye el otro campo que tampoco aparece enlos grandes medios de comunicacin.

    2. Rofman, Alejandro. Intervencin en las Jornadas Las mujeres en la economa social y solidaria.

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    Con la crisis de los aos 2001/02 en Argentina, surgieron a nivel urbano nuevas estra-tegias de los desocupados y las desocupadas para satisfacer sus necesidades. Fueronmiles de microemprendimientos comunitarios, familiares y asociativos, en su mayorainformales, con escassimo capital, y desconocimiento de los mercados. El Estado tom

    estas estrategias y las financi (ej. Plan Manos a la Obra, etc.) y las organizaciones apro-vecharon estos programas como una posible fuente de ingresos y trabajo estable parala comunidad. Esta constituye la nueva Economa Social.

    Cuando hablamos de ES, incluimos a la vieja y a la nueva y consideramos que setrata de otra forma de economa distinta a la capitalista, de otro criterio para produ-cir y distribuir beneficios. Cules son los principios fundamentales de la EconomaSocial? Se destacan tres: (1) la unidad en la misma persona del/a trabajador/a y elpropietario/a de los medios de produccin, es decir la inexistencia de la relacin pa-trn-asalariado; (2) un modo de gestin del emprendimiento que se rige por criteriosparticipativos o democrticos; y (3) el reparto de los beneficios segn criterios de

    equidad consensuados por sus integrantes (segn el tiempo de trabajo, segn la res-ponsabilidad, segn las necesidades, etc). ste es un tema que se resuelve de maneradiferente en cada unidad productiva y que puede ser motivo de conflictos.

    En la ES, se pueden diferenciar tres tipos de unidades productivas tomando en cuen-ta dos variables, la relacin con el mercado y la posibilidad de la reproduccin delcapital y principalmente de la vida de sus integrantes, ellas son: de autoconsumo, desubsistencia y capitalizada. En sntesis cuando trabajamos con la ES, sea en mbitosacadmicos, de polticas publicas, u otros, debemos tener en cuenta que sta puedeser rural o urbana, nueva o vieja, familiar o asociativa, de autoconsumo, de subsis-tencia o capitalizada y tambin registrada o informal.

    Nos interesa hacer una distincin entre lo que consideramos economa social y eco-noma social y solidaria dado que tanto en la vieja como la nueva economa social- sibien se basan en formas no capitalistas de produccin, pueden estar ausentes los valo-res y prcticas solidarias. En efecto, a veces los emprendimientos de la nueva economasocial, por su aislamiento, no tienen otra opcin que luchar individualmente por susubsistencia. Por su parte en la vieja economa social, la ruptura de lazos sociales conlas organizaciones y necesidades de las mayoras -como se puede observar en algunasviejas cooperativas muy capitalizadas- es una evidencia de ausencia de solidaridad.

    Por lo tanto entendemos que la economa social es tambin solidaria cuando las unida-des econmicas que la conforman desarrollan prcticas en funcin del bien comn, de

    la justicia, y la corresponsabilidad. La ESS expresa una serie de valores que tienen quever con formas de vivir, de producir, y de consumir ms respetuosas de otros/as y delmedio ambiente. Y respecto de la cuestin de gnero, slo se puede hablar de ESS si sedan relaciones de reciprocidad, de reconocimiento y corresponsabilidad entre hombresy mujeres en los diferentes trabajos: de la familia, del emprendimiento, y del territorio.

    Es propio de la ESS la construccin de vnculos y lazos de confianza entre los emprende-dores, con el fin de generar redes sociales que fortalecen la identidad colectiva en detri-

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    son para el mercado. Esta es la llamada divisin sexual del trabajo que conduce a queel acceso y control de recursos y beneficios, tanto a nivel de emprendimientos urbanoscomo rurales, tambin sea diferencial y por lo tanto que los emprendimientos de mu-jeres, como lo han evidenciado algunos estudios, sean los ms pobres de la economasocial; (2) una segunda cuestin es que el trabajo reproductivo domstico es invisibili-zado. La ortodoxia neoliberal da centralidad absoluta al mercado como forma derepartir recursos, mostrndose ciega a reconocer la economa del cuidado. Paraeste encuadre neoliberal, el trabajo que no tiene valor en el mercado no es trabajo.Y, sin embargo, algunos estudios sostienen que el cuidado es el que est sostenien-do al mercado6. La consecuencia para las mujeres que trabajan en la economa sociales que soportan la llamada triple jornada laboral que tiene que ver con la necesidadde hacerse cargo del trabajo productivo, del de cuidado y muchas veces tambin delcomunitario (acciones en relacin con la escuela, los centros de salud, etc.).

    Pero la problemtica de gnero es tambin una cuestin de derechos humanos. Laeconoma social por sus caractersticas autogestivas, abre oportunidades y desafos alas mujeres para empoderarse, para convertirse en sujetos de derechos, para tenersu voz y su palabra, para intervenir y decidir en espacios pblicos, para disponer so-bre su vida, para ser respetada.

    Es necesario por tanto, pensar la Economa Social en trminos polticos, poniendonfasis en la diferencia entre los valores que sustentan la Economa Social y Solidariay la Economa Capitalista, as como entre el patriarcado y otras formas de relaciona-miento ms equitativas entre varones y mujeres.

    Las mujeres de la ESS deben resolver cotidianamente sus necesidades prcticas degnero, aquellas vinculadas al cuidado de la familia. Pero, para trascender de

    las necesidades prcticas a aquellas estratgicas de gnero, que permiten modi-ficar las relaciones de poder entre hombres y mujeres, se requieren polticas quecontemplen la desnaturalizacin de dichas relaciones lo que supone visibilizar losconflictos, enfrentarlos y superarlos.7

    Las heterogeneidades intra-gnero deben ser tambin un punto a tener en cuenta(entre las mujeres rurales y urbanas, por etnia, edad, nivel de educacin, de acceso arecursos productivos, de asalariamiento, etc.).En la prctica no se trata de la mu-

    jer, sino de las mujeres en distintas situaciones de vida y de trabajo.8

    Nuestra concepcin de la ESS incorpora el enfoque socio territorial. En este sentido,TRAMA9menciona aquellos aspectos de este enfoque que estn en sintona con

    la perspectiva de gnero, ellos son: i) la visin integradora de las comunidadesdonde trabajamos porque favorece la incorporacin de la perspectiva de gne-ro al reconocer los derechos de las mujeres, buscando la transformacin de losmandatos culturales opresivos para las mujeres y los varones e incorporando otras

    6. Sanchs, Norma. Intervencin en las Jornadas Las mujeres en la economa social y solidaria.7. TRAMA. Un aporte desde la perspectiva de gnero al enfoque socio territorial. Argentina. Septiembre de 2009.8. Biaggi, Cristina. Comentarista de las experiencias rurales en las Jornadas Las mujeres en la economa social y solidaria.9. TRAMA. Obra citada.

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    Para fortalecer la participacin de las mujeres en la ESS debemosbuscar alternativas a ese trabajo de cuidado, no reconocido ni re-

    munerado, que realizan las mujeres en sus familias y en sus hoga-res y que aporta nada menos que a la reproduccin y subsistenciade la especie humana. En tanto esta nica y calificada tarea sigasiendo responsabilidad casi exclusiva de las mujeres, y por su par-te los hombres, el Estado y las comunidades, incluyendo a las pro-pias mujeres, lo naturalicen y acepten, stas continuarn teniendoun papel subordinado en la economa en general y en este casoen la economa social.

    02.Las experiencias de mujeres de la economa social

    y solidaria con mirada de gnero

    Las experiencias presentadas y analizadas en este documento estn transitando elcamino de construir una ESS, porque incluyen varias de sus caractersticas: se basanen el trabajo familiar o asociativo, no hay explotacin de otros trabajadores, buscanasociarse y/o conformar redes con otros en algunas o todas las etapas del procesoproductivo, se interesan por cuidar la salud de productores/as y consumidores/as ascomo del planeta que los/as sostiene y porque en forma ms incipiente en algunos

    miradas, otras demandas y nuevas estrategias para abordarlas, ii) otro aspecto esel protagonismo de los/las actores/as del territorio en la definicin y construccinde las soluciones a los problemas de manera integral e interdisciplinaria. Esto abrela posibilidad de incluir la relacin con el ambiente, soberana alimentaria, salud,educacin, tierra y territorio, vivienda, entre tantos, teniendo en cuenta las parti-cularidades de cada regin y los procesos que han influido en la situacin actual.Es decir, parados/as en el territorio es posible mirar ms lejos hacia lo que podemosmodificar en el nivel nacional y ms cerca, hacer lo propio con el mbito familiar.

    Para concluir esta primera parte destinada a precisar algunos conceptos, queremosdestacar uno que consideramos est en la raz de la subordinacin de las mujeres.

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    casos y con larga trayectoria en otros, se preocupan por la equidad entre varones ymujeres como parte insoslayable de una sociedad ms justa.

    2.1Las mujeres: cuntas son y cun diferentes son

    La seleccin de las experiencias tuvo un solo criterio intencional, y es que reflejarancierta variedad de zonas rurales y urbanas- y que fueran emprendimientos de muje-res o mixtos con alta participacin de stas ltimas. A nivel rural presentamos cuatroproyectos de mujeres rurales: Chaco (Feria Franca)10, Misiones (Ferias Francas)11, EntreRos (Asociacin Entrerriana de Mujeres Campesinas)12y Jujuy (Red Puna y Quebra-da)13. Estos casos son parte de lo que llamamos la vieja ES, son el campesinado his-trico, ms vinculado en sus orgenes a la pobreza estructural, aunque parte de estasmujeres mejoraron su situacin de vida con las intervenciones de desarrollo realiza-

    das. Las experiencias urbanas seleccionadas son las que surgen principalmente luegode la crisis, los/as nuevas/os pobres que en su mayora se dedican a la elaboracin dealimentos aunque con muy variados niveles de valor agregado en sus productos: lasapoyadas por las municipalidades de Rosario (Programa Alimentos)14y Moreno (He-cho en Moreno)15; y el emprendimiento Sentires (Red de Mujeres de La Matanza)16,dedicado a indumentaria y serigrafa. Tambin se hace referencia a dos trabajos deinvestigacin en base a sendas experiencias: uno de microemprendimientos produc-tivos urbanos de mujeres financiado por el Plan Manos a la Obra en Merlo, Morenoy La Matanza17y el otro sobre empresas recuperadas del rubro grfico18.

    Las mujeres productoras tambin varan en sus edades, aunque con predominio deaquellas que ya han criado a sus hijos o jvenes que an no los tienen, lo que reflejalas restricciones que tienen en su autonoma durante el ciclo reproductivo, por lafalta de apoyo para las tareas de cuidado.

    10. Transformacin de los sistemas de produccin de la agricultura familiar. Anlisis del rol de las mujeres en laconstruccin de un espacio de comercializacin entre productores/as y consumidores/as en la localidad de Corzuela,Chaco. Mara Elena Aradas y Gabriela Faggi.(tcnicas)11. Las Ferias Francas de Misiones y la participacin de las mujeres. Alicia Kelm (productora).12. Experiencias de la Asociacin Entrerriana de Mujeres Campesinas. Silvina Genre Ver (productora) y Maris Rbora (tcnica).13. Gnero y Artesanas. Guadalupe Tolaba (productora) y Liliana Martnez.(tcnica)14. Programa de Produccin de Alimentos. Subsecretara de Economa Solidaria dependiente de la Secretara de Pro-mocin Social de la Municipalidad de Rosario. Erika Beckmann (tcnica), Nancy Barroso y Silvia Oliva (productoras).15. Hecho en Moreno. Mujeres emprendedoras apoyadas por el Instituto de Desarrollo Local de la Municipalidad deMoreno. Natalia Kisman (tcnica) y Gloria Torrejn (productora).

    16. En procura de la autonoma econmica para mujeres vctimas de violencia. Emprendimiento asociativo productivotextil-serigrfico Sentires . Nelly Borquez y Claudelina Arra. Red de Mujeres de la Matanza. Provincia de Buenos Aires.17. Microemprendimientos Productivos ligados a instituciones comunitarias, una mirada desde la perspectiva degnero. Eliana Perez y Cintia Rizzo. Tesis de Graduacin de Trabajo Social sobre una mirada de gnero a los microe-mprendimientos financiados por el Manos a la Obra en Merlo, Moreno y La Matanza.18. Procesos autogestionarios en empresas recuperadas. Las voces de las mujeres. Margarita Robertazzi, HebeBancalari, Ana Calcagno y Liliana Prez Ferretti. Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicologa, UBA.

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    La mujer empez a salir. Pero a mi lo que me preocupa son las mujeres quesiguen sometidas porque hay miles de pequeos productores y productoras a losque no llega nadie todava.(Integrante de las Ferias Francas de Misiones).

    2.2Marco Institucional y enfoques mujer/gnero de las intervenciones

    Del relato de las productoras resulta evidente las dificultades que tienen las insti-tuciones para incorporar una perspectiva de gnero que atraviese horizontalmentesus polticas. Identificamos tres situaciones diferentes : (1) proyectos de mujeres conperspectiva de gnero (Asociacin Entrerriana de Mujeres Campesinas y Ferias Fran-cas de Misiones, y el emprendimiento Sentires de Las Mujeres de La Matanza); (2)proyectos mixtos con predominio de mujeres, buscando su empoderamiento eco-nmico y sin perspectiva de gnero (microemprendimientos financiados por el PlanManos a la Obra en Merlo, Moreno y La Matanza y la Feria de Corzuela en Chaco);(3) proyectos en organizaciones mixtas cuya estrategia de intervencin parece habertransversalizado la temtica de gnero (Red Puna y Quebrada). En este sentido susprotagonistas sostienen: Las estrategias apuntan a generar espacios que permitan

    a las mujeres campesinas, desde sus percepciones y significados, en relacin a sucontexto familiar, local y zonal, contribuir a su visibilizacin como sujetos socialesy polticos activos con potencialidades y capacidades para participar activamenteen la construccin de organizaciones sociales en el marco del desarrollo rural.19

    Todas las experiencias contaron con un fuerte apoyo institucional en los aspec-tos productivos. En el caso de las rurales, las experiencias de las Ferias Francasde Misiones y la Organizacin de Mujeres Campesinas de Entre Rios, tuvieron elapoyo del Ministerio de Agricultura, Ganadera, Pesca y Alimentacin a travs delProyecto Mujer Campesina, del ex Programa Social Agropecuario/PROINDER y deuna organizacin no gubernamental, el CEPRU y forman parte del MUCAAR20. A

    partir del ao 2000 y promovido por el proyecto mujer campesina de la SAGPYA(hoy Secretara de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar) y por la Ong CEPRU, seconforma la Red TRAMA Participo en la Red TRAMA, Red de Tcnicas e Institu-ciones que Trabajan con Mujeres Rurales y Aborgenes, formada en el 2002, desdeeste espacio conocemos el trabajo de casi 50 tcnicas que desde ongs y entes

    Con los actuales planes, programas y proyectos rurales y urbanos,se est llegando slo a una pequea proporcin de las mujeres dela economa social.

    19. Perez, Eliana y Rizzo, Cintia, op.cit.20. Movimiento de Mujeres campesinas y aborgenes de Argentina.

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    gubernamentalesbuscan las estrategias para lograr la equidad de gnero en suszonas de trabajo21. Y respecto a los aportes de TRAMA A partir de nuestra par-ticipacin en la Red, comprendimos que se puede trabajar con mujeres y notener perspectiva de gnero Se destaca el importante acompaamiento quetuvieron a travs de diferentes modalidades de enseanza-aprendizaje: instan-cias masivas, talleres sobre temas especficos demandados, participacin en en-cuentros regionales, nacionales e Internacionales, talleres para evaluar acciones

    y planificar, acompaamiento en el desarrollo de las actividades, proceso deorganizacin de las mujeres. En todos estos espacios se habl sobre Identidad,trabajo cotidiano, produccin y economa, autoestima, salud sexual y reproduc-tiva, derechos, violencia familiar, organizacin y desarrollo rural. Asimismo lasmujeres de Entre Ros afirmaron la necesidad de un espacio propio ya que hay

    problemticas que no surgen cuando estn presentes los hombres. (Integrantesde la Asociacin Entrerriana de Mujeres Campesinas).

    La Red Puna es una organizacin social que nuclea a 30 comunidades campesinas eindgenas de la Puna y Quebrada y forma parte del Movimiento Nacional Campesinoe Indgena. Cont con apoyo de la cooperacin internacional especialmente paraabordar los temas de gnero que autogestion la propia Red. La Red Puna comenzen 2002 la formacin del rea de Gnero que atraviesa, como otros temas, las mi-crorredes territoriales. La capacitacin se dirigi en sus comienzos a temas vinculadosa la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Estos contenidos no pusieron en con-flicto a las tcnicas mujeres ni a las campesinas con los varones. Es recin cuando setratan los temas de violencia domstica que las resistencias culturales de gnero sehacen conflictivas tanto con los campesinos como con los mismos tcnicos. Sin dudalas tcnicas mujeres son ms sensibles al gnero que los varones, con los que hay que

    superar objeciones a la temtica con argumentos del tipo de que el trabajo engnero es traerles a las comunidades aborgenes un problema de afuera, que leses ajeno histricamente. Nosotras pensamos que el problema (de gnero) est, yque el hecho de que el abordaje venga de afueraque hay otros temas que no

    son originarios de la Puna, pero que no por ser de afuera algo es malo (Integran-tes de Red Puna y Quebrada).

    En la presentacin del emprendimiento Sentires de La Matanza, la cuestin de g-nero aparece con fuerza porque son parte de una red de mujeres vctimas de laviolencia de gnero que vienen trabajando hace mucho tiempo y que encaran elemprendimiento productivo para tener autonoma en sus ingresos.

    Las experiencias urbanas recibieron el apoyo de dos municipios, Moreno (InstitutoMunicipal de Desarrollo Local) y Rosario (Programa Alimentos de la Subsecretara deEconoma Solidaria de la Secretara de Polticas Sociales) y en el caso de La Matanzade la Agencia Espaola de la Cooperacin Internacional para el Desarrollo (AECID) yde la Asociacin Lola Mora.

    21. Biaggi, Cristina. Comentarista de las experiencias rurales en las Jornadas Las Mujeres en la Economa Social y Solidaria

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    En los casos en los que hubo una modificacin en las relaciones degnero, en los hogares, en los emprendimientos y en las comuni-dades, fue porque hubo un proceso de capacitacin-accin que lle-v su tiempo.

    La dimensin territorial, tal como es vista y modificada por las ac-

    toras y actores, tuvo en la mayora de las experiencias un fuerte in-volucramiento. No fueron experiencias aisladas, de grupitos de mu-jeres, sino que las mujeres se articularon con otras instituciones yredes de actuacin en sus territorios (Subsecretara de AgriculturaFamiliar, centros de salud, hospitales, escuelas, universidades, mi-nisterios, TRAMA, INTA, INTI, jueces, municipios, entre otras) y lo-graron conformar tramas sociales de una densidad tal que podransoportar cambios externos de importancia.

    Es posible sostener que si no reciben apoyo institucional es muy di-fcil que las mujeres se empoderen como tales?, en principio no co-nocemos experiencias de mujeres de la economa social y solidariaque hayan podido avanzar hacia una mayor justicia de gnero sinasistencia tcnica/capacitacin especfica.

    En los municipios de Moreno y Rosario se fortaleci el rol productivo, generador deingresos de las mujeres, bsicamente agregando valor a sus actividades tradicionalescomo son la elaboracin de alimentos mediante fuerte apoyo tcnico y financieroen aspectos productivos, comerciales y de gestin, y sin una estrategia con enfoquede gnero. No obstante, una integrante de la experiencia de Rosario afirm El em-

    poderamiento de la mujer a travs de un emprendimiento social es notorio parala familia, para los amigos creo que hombres y mujeres tienen que ir a la par,

    porque no quiero depender de la ayuda de un hombre.

    A partir de la crisis 2001/2, desde el Estado, con programas como el Manos a laObra, se apoyaron miles de emprendimientos productivos, en su mayora a cargode mujeres con el objetivo de generar ingresos a las familias. Como observaronautoras de la investigacin sobre los microemprendimientos de Merlo, La Matanzay Moreno, una mirada de gnero permite observar que se produjeron situa-ciones de doble y triple jornada laboral: productiva, reproductiva y comunitariarelacionada con la invisibilizacin del trabajo domstico ya que las mujerescontinan hacindose cargo de las tareas del hogar.

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    Tipo de actividades que realizan las mujeres y su impactoen la equidad de gnero

    En los ltimos aos confluyeron en Argentina dos factores que actuaron a favor de

    las actividades tradicionales de las mujeres vinculadas a la produccin y elaboracinde alimentos. Ellos son: el aumento del precio de los alimentos (a nivel internacional)y la instalacin como pauta cultural de la comida sana, fresca, natural, casera, artesa-nal. La mayor parte de las experiencias que presentamos supieron aprovechar ambascuestiones, lo cual posibilit que las mujeres salieran de sus chacras y sus casas paravender hortalizas y productos de granja en diferente tipo de ferias. Hoy hay ms de40 ferias en toda la provincia nucleando a 2.500 feriantes que llevan ms de 600variedades de productos. Se mejoraron las formas de programar la chacra, antes se

    plantaban cosas que no tenan salida (Integrante de las Ferias Francas de Misiones).Otras experiencias, como las de Moreno y Rosario a travs de la elaboracin y venta dealimentos de calidad, y con el apoyo de los municipios respectivos, se pusieron en re-gla para acceder a la venta en ferias con compradores en condiciones de valorizar susproductos. HECHO EN MORENO HEM- es una marca asociativa conformada por

    productores con dos grandes lneas: indumentaria y gastronoma. Desde el IMDEL22hace doce aos que se hace trabajo en economa social(Integrante del IMDEL deMoreno), y en palabras de una emprendedora de Moreno Se busc reeducar en lanutricin, se comenzaron a hacer capacitaciones que buscaban sacar a la luz losconocimientos latentes.. En la misma lnea en la experiencia de Rosario se sostieneLos primeros rubros en los que se trabaja son aquellos en los que existen saberes

    previos que en general tienen a las mujeres como actoras principales.(Integrantedel Programa Alimentos de la Municipalidad de Rosario). Estos aspectos marcan la

    diferencia con aquellas mujeres que salen solas a vender empanadas, o cualquier otroproducto alimenticio. Es decir, se requirieron polticas pblicas que pusieran en valor unespacio pblico y lo adecuaran para la comercializacin de los productos.

    Las de la Red Puna continan con sus artesanas tradicionales, pero ahora tratandode mejorar sus diseos, tienen una marca - Red Puna- y estn en sociedad con unmuy buen diseador para poder comercializar mejor sus productos. En este sentido,la incorporacin de un enfoque de mercadeo que toma en cuenta las necesidades,cultura y capacidades de los consumidores adems por cierto de las de producto-res/as- es comn a todos los proyectos que analizamos.

    La mayora de las mujeres urbanas y rurales realizan el trabajo productivo en sus casas, lo

    cual no facilita la separacin con las actividades domsticas y de cuidado de los hijos, y sehace ms compleja la gestin de algunas variables del emprendimiento. Las fbricas grfi-cas recuperadas y el emprendimiento textil Sentires, son las nicas experiencias en las quelas mujeres comparten un mismo espacio fsico fuera de las casas, hecho indispensable enel ltimo caso en relacin con la problemtica de violencia de gnero que las afecta.

    22. IMDEL: Instituto Municipal de Desarrollo Local.

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    Las mujeres microemprendedoras de Merlo, Moreno y La Matanza, realizan productosheterogneos, con bajo valor agregado y con un dbil vnculo con los mercados.

    Sentires de La Matanza se dedica a la fabricacin de indumentaria con detalles serigr-ficos y bolsos para eventos con temticas sociales. La actividad textil indumentaria pue-

    de ser una actividad tradicional -la modista que cose sola en su casa-, o una actividadinnovadora, como en este caso en el que las mujeres se juntan en un taller, tienen unproyecto comn y acceden a diseos originales y a mercados alternativos.

    Una caracterstica de la mayora de las actividades que presentamos es que si bien

    Enfatizamos el papel positivo que tuvo en el empoderamiento delas mujeres, vender directamente al consumidor, pero no de mane-ra individual, saliendo solas con algn producto, sino en espacios

    multiactorales como son las ferias, apoyadas por polticas pblicasque acondicionaran estos espacios y facilitaran el acceso por par-te de las mujeres. Se conforma as una subjetividad como mujeresproductoras, comercializadoras, que adems manejan dinero, quecalculan gastos de produccin, que comienzan a visualizar cmo sefijan los precios y cmo se pueden mejorar los ingresos familiares.

    2.4

    Acceso a recursos para la produccinPara las mujeres rurales en general, el acceso a la tierra y al agua constituye un pro-blema serio, porque las aguas se escurren, llueve menos en verano, o no llueve(Integrante de las Ferias Francas de Misiones), lo cual afecta el volumen y la calidadde la produccin. Las productoras de la Feria de Corzuela (Chaco), adems de pade-cer severas restricciones de agua, no tienen la propiedad de la tierra. En todas partesla agricultura familiar y campesina ha perdido espacios fsicos con el avance de lasempresas sojeras y otras producciones propias de grandes establecimientos. Y los/asproductores/as son concientes del tema, ven que la gran propiedad ha avanzadosobre tierras que eran propias.

    El Gobierno a travs de distintos programas, principalmente del Ministerio de DesarrolloSocial y de la Secretara de Agricultura Familiar, proveen de crdito para insumos, para ca-pital de trabajo, recursos importantes para producir y llegar a los mercados. Vale destacarque las participantes sealaron que creci el nmero de mujeres titulares de los crditosde la Secretara de Agricultura Familiar, an cuandono es fcil para las mujeres elacceso al crdito, principalmente porque casi siempre se habla de crditos para la

    familia y de esta manera son los varones los que acceden a estos recursos.23

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    Los emprendimientos, principalmente los urbanos, pueden acceder al microcrditode la Comisin Nacional de Microcrdito del Ministerio de Desarrollo Social, cuyaoperatoria est descentralizada en unas 1.300 organizaciones sociales y ONGs detodo el pas; El Banco Popular de la Buena Fe tiene aos financiando microcr-ditos en zonas urbanas y desde hace dos aos en zonas rurales tambin. Hayexperiencias exitosas. Los emprendimientos de las mujeres y de los hombres sondistintos. Los hombres hacen emprendimientos de servicios y las mujeres de acti-vidades que son la extensin de sus actividades en la casa: costura, comidas.24

    Otra experiencia exitosa de financiamiento a la economa social y en particular a lasmujeres en rubros como el textil indumentaria y la gastronoma es el de la pioneraBanca Social de Moreno que permite la compra de materias primas e insumos y quetrabaja articuladamente con el Instituto Municipal de Desarrollo Local (IMDEL).

    A partir del Plan Manos a la Obra, algunas de las experiencias tuvieron hace unosaos subsidios de cierta envergadura que permitieron la compra de equipamiento,maquinarias, etc.

    Otra fuente importante de financiamiento, por los montos asignados, es la cooperacininternacional. El emprendimiento Sentires de la Red de Mujeres de La Matanza, contcon un subsidio de la cooperacin espaola que le permiti disponer de la infraestructu-ra, del equipamiento y del capital de trabajo necesario para una actividad asociativa.

    Rosario es de las pocas experiencias de Argentina que han logrado encarar la produc-cin de alimentos acorde a las normas bromatolgicas, adaptadas a la economa so-cial, como es la produccin de las mujeres en sus hogares. Las habilitaciones de loshogares como lugares aptos de produccin es clave para la comercializacin delos productos (GIP, gestin de inocuidad de producto). Esto les permite a los/las

    productores/as vender sin que la mercadera corra el riesgo de ser decomisada.El GIP es otorgado por la misma Municipalidad. (Integrante del Programa Alimentosde la Municipalidad de Rosario).

    Las mujeres de la economa social estaran disponiendo de finan-ciamiento para insumos y materia prima a travs del microcrdito.Pero les hace falta crdito en condiciones apropiadas para realizarinversiones. Y para las mujeres rurales es fundamental el acceso y laseguridad de la tierra y el agua.

    El acceso al monotributo social es considerado por las mujerescomo un recurso clave para acceder a nuevos mercados.

    23. Cristina Biaggi. Comentarista de las experiencias rurales en las Jornadas Las mujeres en la economa social y solidaria24. Martinez, Mara Rosa. Comentarista de las experiencias urbanas en las Jornadas Las mujeres en la economasocial y solidaria

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    La falta de agua, tanto para la produccin como para consumohumano, constituye una fuerte restriccin agravada en los ltimosaos por los notables efectos negativos del cambio climtico.

    2.6Resultados econmicos de las actividades productivas de las mujeres

    Las experiencias presentan una alta heterogeneidad en los resultados econmicos:

    1. montos pequeos por diferentes motivos, como cuando hay restricciones deagua (Feria Corzuela, Chaco), o debido a que se trata de ingresos complementa-rios al ingreso familiar principal, pero que constituyen un dinero que manejan lasmujeres (Asociacin Entrerriana de Mujeres Campesinas, y las microemprendedorasfinanciadas por el Plan Manos a la Obra en Merlo, Moreno y La Matanza);

    2. montos medios/altos en los casos de experiencias antiguas y consolidadas insti-tucionalmente.En las Ferias de Misiones, realmente se gana mucho. Hay per-

    sonas que hacen $ 1000-1500 por sbado, y los de ms bajos recursos puedenque hagan $ 150 por sbado.(Integrante de las Ferias Francas de Misiones).

    2.5Los temas medioambientales: riesgos y oportunidades

    Las consideraciones ambientales y ecolgicas estn presenten en las actividadesalimenticias que han logrado instalarse en el mercado como producciones sanas,

    naturales para consumidores y consumidoras. En el caso de los emprendimientosurbanos, lo ecolgico, lo natural, constituye una marca distintiva. En las experien-cias rurales lo ambiental es tambin una marca distintiva. La mayora de los/las

    productores/as ya no plantan tabaco en las tierras, aprendieron a no usar elherbicida, es veneno, por recomendacin misma de los tcnicos.(Integrante deFerias Francas de Misiones). Tambin las mujeres de la Feria de Corzuela (Chaco)trabajan con una clara orientacin agroecolgica. Pero al mismo tiempo, lo am-biental es un problema que se padece.

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    2.7Acceso a servicios sociales bsicos

    De la comparacin de las restricciones de infraestructura entre los emprendimien-tos rurales y urbanos, resaltan los notables dficit que afectan la vida de las mujeresrurales: sus carencias en agua potable, electricidad, gas, cloacas, salud, son pistasque permiten comprender algunas causas y rutas de la migracin rural-urbana.Estabaja calidad de vida puede ser una de las razones principales del menor porcentajede mujeres que de varones en las reas rurales de nuestro pas. Especialmente enel acceso a servicios de salud (con lo que implica esto para las mujeres por su con-dicin de madres).25

    Uno de los proyectos que ms impact sobre la vida de las mujeresrurales fue la lnea de financiamiento del proyecto PROINDER26des-tinado a aliviar el trabajo domstico y mejorar la calidad de vida me-diante la provisin de cocinas (hasta entonces la mayora cocinabasobre el suelo), de agua potable, mejoramiento de las viviendas yluz elctrica. Atender a las necesidades prcticas de gnero pareceindispensable para mejorar en el corto plazo la vida de las mujeresen tanto se puedan procesar otros cambios estratgicos.

    Se evidencia que en general poseen un buen potencial de creci-miento por varias razones: cuentan con asistencia tcnica produc-tiva y comercial, se trata de organizaciones consolidadas o en tran-

    sicin hacia su consolidacin, y los productos seleccionados tienenmercados en crecimiento. Es decir que se ubicaran o podran avan-zar hacia lo que llamamos Economa Social y Solidaria Capitalizada,superando el nivel de pobreza.

    25. Biaggi, C. Intervencin en las Jornadas Las Mujeres en la Economa Social y Solidaria.

    26. Proyecto de Desarrollo de Pequeos Productores Agropecuarios. Ministerio de Agricultura, Ganadera,Pesca y Alimentacin.

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    2.7Las relaciones de gnero como relaciones de poder

    Considerar a las relaciones de gnero como relaciones de poder permite disear unaestrategia de intervencin que las incluya como eje del problema.

    Cuando las mujeres se plantean emprendimientos productivos queles ocupan poco tiempo , que generan ingresos complementariosde los del varn, y que les permiten continuar con las tareas decuidado de su familia, no parecen presentarse conflictos familiares.Por el contrario los problemas pueden surgir cuando los emprendi-mientos proporcionan ingresos relevantes y generan tensin en ladivisin del trabajo domstico.

    Por cierto, hay resistencias iniciales de los varones a que las mujeres salgan de suscasas para asistir a actividades de capacitacin. Los mayores conflictos se presen-tan cuando los varones sienten cuestionado su rol de hombre proveedor. Cuan-do el trabajo de la mujer deja de ser una ayuda complementaria y gana igualo ms que el varn, a algunos varones no les gusta(Integrante del ProgramaAlimentos, Rosario). Porque adems, en estos casos se hace necesaria o aparececomo ms legtima para las mujeres, una mayor corresponsabilidad por parte delos varones en las tareas de cuidado familiar. Hay situaciones en que el paso deactividad complementaria a la actividad principal para el sustento familiar se debedar porque el varn se enferma o se va, como seal otra productora del ProgramaAlimentos de Rosario.

    Hay temas del abordaje de gnero que resultan ms conflictivos que otros, como elde la violencia de gnero, que suelen dar lugar a fuertes conflictos en las familias,en las comunidades y con los propios tcnicos y son severamente resistidos por losvarones como categora social que ve cuestionado su poder, tal como lo expresaronlas Integrantes de la Red Puna y Quebrada. Asimismo destacaron que el rea degnero de la Red es un espacio de contencin de las mujeres en relacin con estosconflictos. El tema de violencia domstica fue trabajado tambin en las experiencias

    de Entre Ros y Ferias Francas de Misiones. Para las mujeres de Sentires fue el motivoque las reuni en el emprendimiento textil.

    La disputa por espacios de poder con los varones en las organizaciones mixtases compleja para las mujeres, si al mismo tiempo no se va procesando la corres-ponsabilidad en las tareas de cuidado a nivel familiar y comunitario, y si ellas notrabajan, en sus espacios de capacitacin, las relaciones de poder que caracterizan

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    a la cuestin del gnero. En este sentido, el anlisis realizado sobre las empresasrecuperadas del rubro grfico27en el que no hubo apoyo externo especfico en eltema, lleva a las autoras a sostener quela mayora de las mujeres que partici-

    paron y/o acompaaron el proceso lo hicieron desde el rol tradicional: hacer la

    comida, confeccionar ropa.Es que el imaginario social instala preferentemente ala mujer en el mbito privado aunque cumpla funciones en el pblico. Sin embar-go, las autoras se preguntan si la participacin de las mujeres en la lucha produceen ellas modificaciones subjetivas en los estereotipos de gnero, en la medida enque lo personal es poltico, y en cada situacin histrica que atraviesa a los sujetos,se producen cambios en la dimensin subjetiva de los/las mismos/as.Las mujeresdieron un paso importante en la conquista de lo pblico y el cambio de lascondiciones de trabajo les ha planteado la necesidad de interrogarse acerca de

    su condicin de mujer y de los supuestos lmites.El poder hacerlo hablara segnlas autoras de un verdadero cambio de la subjetividad o por lo menos de uncuestionamiento interesante. El Hotel Bauen, empresa recuperada por los y las

    trabajadores/as y que hoy funciona bajo la figura de cooperativa de trabajo queintegra a 123 personas, muestra cmo a lo largo de seis aos las mujeres lograronser concientes de las restricciones que impona su condicin de mujer en la relacincon los compaeros y a partir de este reconocimiento, superarlas.

    La participacin de las mujeres en cargos directivos de organizaciones mixtas, esuna de las transformaciones que lleva ms tiempo, an teniendo una estrategia alrespecto. En este sentido hasta hace unos tres aos las mujeres casi no participa-ban por ejemplo en la Asociacin Interferias de Misiones, creada en el 98, y conrepresentantes de las 44 Ferias de la Provincia, ni tampoco lo hacan hasta haceunos aos en la Red Puna que ya tiene ms de quince aos, por citar dos experien-

    cias en las que funcionan organizaciones mixtas, y esto a pesar de que las mujeresson la mayora de sus integrantes. Recin desde fines del 2008, una mujer es laPresidenta de la Red Puna.

    Las necesidades prcticas, productivas, deben estar acompaa-das de cambios en la manera de concebir las relaciones entre va-rones y mujeres. Hoy en la Red los puestos ejecutivos estn ocupa-dos por mujeres que buscan una manera diferente (no masculina)

    de ser dirigentes (Integrante de la Red Puna y Quebrada).27. Margarita Robertazzi, Hebe Bancalari, Ana Calcagno y Liliana Prez Ferretti, obra citada.

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    Cuando se producen cambios en las relaciones de gnero no se danespontneamente, sino que son resultado de la aplicacin de unaestrategia con enfoque de gnero que se sostiene en el tiempo.

    En el caso de Misiones, en la Interferias participan mujeres en cargos de poder. Alas mujeres las Ferias las ayudaron en lo econmico, en lo social, en mejorar suautoestima. Muchas mujeres decan yo no sirvo para eso, yo no voy, yo voya seguir limpiando, hoy ya saben que valen, que sirven, que no sirven solo para

    criar hijos(Integrante de Ferias Francas de Misiones).En Entre Ros se dio la situacin de que no se conform una organizacin de varonesy s de mujeres, slo de mujeres como decisin autnoma de ellas. La Asociacin En-trerriana de Mujeres Campesinas logr empoderarlas y avanzar en cuestiones comouna mayor participacin en proyectos productivos, mayor apropiacin de la

    palabra, mayor capacidad de ser ms seguras e independientes, y a conocer susderechosla necesidad de alfabetizacin, disponer de su propio dinero. Se obser-va el reconocimiento y auto-reconocimiento del trabajo domstico-reproductivo y

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    Conclusiones

    A continuacin sealamos algunas ideas fuerza que hemos identificado para re-saltar las fortalezas y los desafos de las experiencias analizadas, y avanzar hacia laconstitucin de un sector de la economa social y solidaria que, si es tal, no puededejar de ser equitativa entre varones y mujeres:

    De mujer a gnero (relacin varn-mujer)Se trata del pasaje de un abordaje de la problemtica focalizado exclusivamente enla situacin de las mujeres, para centrarse en la relacin social que las vincula conlos varones en los distintos mbitos en que trascurre la vida (hogar, comunidad,organizacin, trabajo, etc.). En el primer caso nos quedaramos con la visin de las

    necesidades prcticas de las mujeres (alivio en las tareas reproductivo/domsticas ode cuidado); en el segundo caso avanzamos hacia sus necesidades estratgicas degnero, vinculadas con los cambios necesarios en las relaciones de poder entre g-neros que conducen a una mayor equidad

    De proyectos/programas a polticas pblicas con perspectiva de gneroSe busca superar los proyectos/programas focalizados en grupos de mujeres de laeconoma social, descoordinados en sus acciones y escasos en recursos e impactospara disear e implementar polticas pblicas integrales que aborden la mltiple ycompleja realidad de dichos sectores, con medidas de tipo universal y por ciertoincorporando en todas las etapas (de su formulacin y ejecucin) las necesidadesdiferenciadas de varones y mujeres.

    De algunas mujeres a todas las mujeresCuntas son las mujeres de la ESS?. No lo sabemos, lo que s sabemos es que sonmuy pocas (slo las de algunas de las muchas experiencias que se desarrollan), lasque se estn capacitando para mejorar su lugar en la sociedad. Es preciso generarconocimiento al respecto, sobre y con las mismas mujeres que se desempean en laESS, para que les sirva de base a sus legtimas reivindicaciones de gnero.

    De emprendimientos de mujeres a mujeres con emprendimientosy con necesidadesEs necesario superar la estrategia de intervencin y apoyo a la ESS a partir de empren-dimientos integrados nicamente por mujeres, por lo general pobres en recursos ycon la intencionalidad de llegar a travs de ellas con distintos beneficios asistenciales(principalmente alimentarios) a las familias de sectores carenciados; para avanzar haciauna estrategia de promocin y participacin de las mujeres en emprendimientos, prin-

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    cipalmente con varones, de ms envergadura en recursos, insertos a su vez en redesmayores que puedan constituir economas de escala, y tener ms posibilidades de lo-grar resultados econmicos y de empoderamiento para las propias mujeres.

    De un enfoque slo productivo a uno integral(mercado, cultura, salud, educacin, medio ambiente, entre otros) con eje en el cam-bio en las relaciones de poder. La modalidad ms extendida de apoyo a la ESS a travsde proyectos/programas pblicos, por lo general priorizan un rubro productivo sobreel que basar la generacin de empleo e ingreso para las mujeres y las familias, con-siguiendo en ese sentido resultados y cambios socio-econmicos muy exiguos; estoes as, en la medida en que no se aborda en forma integral una problemtica muchoms compleja y multidimensional, en la cual tienen una incidencia fundamental lascondiciones de venta de los productos y las llamadas condiciones sistmicas delterritorio ( dotacin de tierra y agua, condiciones medio ambientales, infraestructura

    y servicios pblicos y sociales bsicos disponibles, las identidades culturales, etc.), ascomo la trama institucional y de poder (Estado-sociedad) en la que se desenvuelve elemprendimiento en cuestin.

    De espacios de mujeres a espacios mixtos(con mbitos exclusivos para mujeres). Se ha debatido mucho, desde el punto de vistaterico y prctico, respecto a la necesidad de construir espacios propios en los cualeslas mujeres puedan abordar sus problemticas especficas de gnero sin la interfe-rencia de la opinin de los varones, a partir precisamente del reconocimiento de larelacin de subordinacin que los vincula. A esta altura, hay consenso a la luz de los

    resultados de mltiples experiencias que dichos espacios contribuyen centralmentea empoderar a las mujeres, aumentar su autoestima y por tanto sus condiciones ycapacidades para superar su situacin de subordinacin en los diversos mbitos (deltrabajo, de las organizaciones, de la comunidad, etc.). Sin embargo, estos espacioscumplen con su funcin cuando las mujeres se fortalecen para participar en espaciosmixtos en un pie de igualdad, y no quedan encerradas en dichos lugares propios,precisamente por estar protegidas de los desafos que implica trabajar en funcin derelaciones de gnero como relaciones entre pares.

    De grupos aislados de mujeres a organizaciones territoriales mixtasEn directa relacin con lo anterior, las mujeres como sector social y las de la ESS enparticular, para no quedar aisladas de la corriente principal del desarrollo a nivel te-rritorial y nacional, an cuando se desempeen en emprendimientos exclusivos demujeres, deben procurar integrar o crear redes y tramas organizacionales mixtas, esdecir con los varones principalmente en sus territorios. No hacerlo es restarle a lasmujeres los recursos de capital social y econmico que puedan asegurar la sostenibi-lidad de los emprendimientos de la ESS de los que son parte.

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    Algunas acciones para iniciar el caminohacia polticas pblicas con enfoque de gnero

    >Cuantificar la participacin de las mujeres en la economa socialcon los datos secundarios disponibles (principalmente la EPH).

    >Analizar las polticas pblicas dirigidas en forma especfica a laeconoma social y solidaria principalmente las de nivel nacionalen relacin con la incorporacin de la perspectiva de gnero.

    >Sistematizar algunas experiencias del pas a nivel territorial en donde seestn implementando polticas para la ESS con inclusin del gnero.

    >Relevar algunas polticas aplicadas actualmente en otros pases enrelacin a la incorporacin del gnero en la economa social y solidaria.

    >Identificar un conjunto de polticas de alto impacto y de coberturapara todo el sector de la ESS que apunten a la equidad de gnero.

    >Difundir mediante entrevistas con funcionarios, talleres, mediosaudiovisuales, publicaciones, etc.- la importancia estratgica de laimplementacin de las polticas pblicas identificadas.

    De organizaciones territoriales mixtas a territorios multiactoralesDel mismo modo, y por los mismos argumentos, las mujeres de la ESS deberan procu-rar - desde su insercin en esas tramas organizaciones territoriales mixtas - participaren distintos espacios de gestin asociada con los mltiples actores de la sociedad civil

    involucrados en el desarrollo territorial (agentes de las cadenas de valor, institucioneseducativas de distinto nivel, de ciencia y tcnica, culturales, sociales etc.) y con las ins-tancias estatales y de polticas pblicas que tengan incidencia en el territorio.

    Dialctica entre los territorios multiactorales, las mujeres y sus familias,y el nivel nacional y globalA travs de la conformacin y participacin en estas tramas organizacionales e insti-tucionales a que hemos hecho referencia en los puntos anteriores, es posible cana-lizar e instrumentar vnculos de incidencia de ida y vuelta entre los niveles micro ymeso en los que se desenvuelve la vida cotidiana de las mujeres de la ESS y sus fami-

    lias, y los mbitos ms lejanos e invisibles, que sin embargo son los que ms afectansus vidas, como son el nacional y el global.

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    Asociacin Lola MoraPresidenta: Norma Sanchs

    Uriarte 2464 piso 6 Depto D(C1425FNH) Ciudad Autnoma de Buenos [email protected]

    Maestra en Economa Solidariay Desarrollo Asociativo IDAES/UNSAMDirector: Alejandro Rofman

    Paran 155 piso 5(C1017AAB) Ciudad Autnoma de Buenos [email protected]